Tema 4: Evolución de la psicología en los EE.UU. durante el siglo XX. La psicología estructural. Edward Branford Titchener.(1867-1927) La psicología estructural se diferencia del funcionalismo en que la primera se centra en el análisis de los contenidos y la estructura de la conciencia/experiencia, y la segunda se centraba en sus funciones y utilidades desde el punto de vista de la adaptación y el ajuste medio. Quién estableció esta diferencia fue uno de los defensores del estructuralismo: Edward Branford Titchener. Llegó a la universidad de Cornell en 1892, y era discípulo de Wunt. Su concepción científica se basó en el empirismo positivista y la Fisiología experimental. Para él, el objetivo de la psicología era explicar la estructura de la conciencia, mediante el método de la introspección experimental. Rechazó la apercepción y la síntesis creadora, solo buscaba estudiar los elementos últimos o átomos de la conciencia. Identificada su psicología estructural con la aproximación experimental, de mayor reputación científica, y la psicología funcional, con una aproximación meramente descriptiva y especulativa, señalando que para sustentar la psicología en cimientos fuertes hay que centrarse en los estudios estructurales de los elementos antes de ocuparse de sus utilidades. Esta teoría le llevó a enfrentarse con el resto de escuelas, primero en Alemania y después en EE.UU. Su intento fracasó, como era fácilmente predecible, y su práctica investigadora prácticamente desapareció con el. Su presunta escuela se diluyó tras su muerte, pero su énfasis en el método experimental fue incorporado por los psicólogos de todas las orientaciones. El funcionalismo en Harvard. Se caracteriza por lo siguiente: La psicología es una ciencia biológica, la mente debe cumplir con funciones de adaptación (utilidad y teleología), a los reflejos e instintos hay que sumar el hábito como mecanismo de adaptación, la emoción es un elemento indispensable en la acción (teoría periférica), y la consciencia o pensamiento puede verse como un mecanismo de naturaleza motriz ideo-motor. El funcionalismo en Chicago. Propone la idea de la mente como un conglomerado, no de elementos o estructuras, sino de actividades, operaciones o funciones que permiten afrontar individualmente situaciones del mundo real. Resalta, además, la dimensión práctica o útil de la mente, instancia responsable de facilitar la adaptación, acentuando la necesidad de tomar consideración el para qué de los procesos mentales. En la polémica estructuralismo-funcionalismo trató de mediar John Dewey (1859-1952). Utilizó el concepto de arco reflejo para proponer una tesis unitaria, mediadora entre ambos planteamientos. El arco reflejo es la unidad coordinada del circuito sensorio motriz, frente a la posición tradicional dualista E-R (sensación-reacción). Ofrece la idea del circuito como función para la coordinación global de la función. Según él, haciendo desaparecer la dualidad, se observa la propositividad de la acción, y por tanto, hay una corriente de conducta al igual que hay una corriente de conciencia. Angell fue alumno de Dewey, recibiendo de él una poderosa influencia. Afirmaba, como antes hiciera Titchener, que el estructuralismo y el funcionalismo no se trataban de posturas antagónicas, si no más bien complementarias. Comenzó a construir la plataforma funcionalista poco después de comenzar el siglo XX. Para él, a la psicología le urgía investigar él como y el porqué de la conciencia, más que describir que elementos lo constituyen, y afirmaba que el elemento mental no existe más que en la imaginación del estructuralista. H.A. Carr arguyó que los dos usos habituales del término “función” (como sinónimo de actividad mental y para designar la utilidad de una actividad para el organismo) no eran incompatibles, y que de hecho no representan significaciones diferentes, y que además tampoco era un absurdo hablar de “la función de una función”. Considera el término “función” como una relación de contingencia, sin darle un matiz explicativo, por ello establece que la psicología es el estudio de las relaciones funcionales entre eventos antecedentes y consecuentes. Para él, la psicología es el estudio de la actividad mental, un nombre genérico que designa operaciones tales como la percepción, la memoria, la imaginación, etc. Entiende el acto adaptativo como una respuesta de un organismo frente a un entorno físico y/o social, que satisface las condiciones motivantes o estimulantes, posibilitantes de aquél. En la universidad de Johns Hopkins debemos de recalcar a M. Baldwin (Énfasis en los procesos individuales de adaptación al entorno, a través de la resolución de problemas). También señalar la orientación genética (adualismo original, evolución por estadios y valor de la reacción circular) y la importancia del factor social. En síntesis podríamos decir que las características más importantes del funcionalismo son: - se oponen a lo que ellos consideran la búsqueda inútil de los elementos de la conciencia a la que se dedican los estructuralistas. - Están más interesados por saber cómo funciona la mente que por saber qué es la mente. - Creen que todo proceso mental cumple una función adaptativa. Motivación y emoción son factores importantes para la investigación psicológica. También lo es la conducta manifiesta. La psicología debe ser práctica. El funcionalismo en Columbia, antesala del conductismo. La figura de Thorndike podría caracterizarse como funcionalista, porque se interesó por el aprendizaje, y asociacionista porque entendió que la vida mental podía explicarse en términos de un conjunto de asociaciones que se establecían en el sistema nervioso. Aunque él nunca se considerara a sí mismo como tal, Thorndike fue decisivo para el surgimiento del conductismo, en primer lugar, porque fue el introductor del esquema estímulo-respuesta (E-R), en segundo lugar porqué inventó la caja problema, una situación experimental que permitía el estudio objetivo del aprendizaje, y en tercer lugar, porque estudió un tipo muy concreto de aprendizaje, el aprendizaje por ensayo y error, en el que el papel jugado por las consecuencias de la conducta (la recompensa o los castigos) era fundamental. Lo que Thorndike observó y registró en cada uno de los experimentos realizados con cajas problema, fue un proceso de adquisición gradual de la conducta adecuada, sorprendentemente similar en todos los casos. Estos trabajos le llevaron a relativizar la importancia del castigo en el aprendizaje: la mera repetición de una respuesta no llevaba a un mejor aprendizaje de la misma, la práctica solo era eficaz cuando iba acompañada de un efecto satisfactorio. Propuso la primera teoría del aprendizaje y el primer conjunto sistemático de leyes para explicar la forma en que se conectaban los estímulos con las respuestas. El placer o displacer que acompaña a la realización de cualquier conducta será un factor fundamental en el establecimiento de dichas conexiones. Conductismo de John B. Watson (1878-1958) Desde su llegada a la universidad John’s Hopkins, la evolución intelectual de Watson fue un lento, pero constante, caminar hacia planteamientos conductistas. En sus primeros años resolvió alguno de los problemas que le habían impedido dar forma definitiva en Chicago a su sistema. Fueron sus estudios sobre psicología animal, más ciertas soluciones a problemas concretos halladas ahora, las que permitieron madurar un programa conductual que acabaría convirtiendo en contrapuesta al mentalismo más o menos convencional en el que él mismo se había formado. Además de las influencias señaladas por él mismo, recibió influencias desde la psiquiatría, empujándole hacia el estudio de los problemas de la infancia y de los trastornos mentales. Watson hacía una dura crítica de la psicología tradicional. Esta había fracasado en conseguir estatus científico dentro de las ciencias de la naturaleza, lo que se debía principalmente a las limitaciones impuestas por su objeto (conciencia) y método (introspección). Ni el estructuralismo, sumido en un caos de opiniones contrarias, ni el propio funcionalismo habían alcanzado respetabilidad científica. En su manifiesto Watson esboza un programa de psicología donde la reduce a ciencia de la conducta, prescinde de la conciencia y la introspección, tiene unos métodos estrictamente experimentales, y su meta es predecir y controlar. Para Watson, al definición de psicología es “tal y como la ve un conductista, una rama experimental puramente objetiva de la ciencia natural” y su objetivo es “la predicción y el control de la conducta”, respecto al método de la psicología añade” la introspección no forma parte esencial de sus métodos, ni el valor científico de sus datos depende de la facilidad con que se presten a una interpretación en términos de conciencia. Habló también de la naturalización de la psicología: “el conductista (…) no reconoce ninguna línea divisoria entre el animal y el ser humano”. Watson pretendió hacer de la psicología una ciencia natural y objetiva, y redujo al mínimo la importancia de la herencia y el equipamiento genético original del hombre. Todo el repertorio conductual se construye, vía condicionamiento clásico, a partir de tres emociones fundamentales: miedo, ira y amor. Neo-conductismo Skinner (1904-1990) Recibió todos los honores y distinciones que un psicólogo puede obtener, y fue objeto de las descalificaciones más violentas que se hayan hecho contra un psicólogo contemporáneo. La caja de condicionamiento famosa de Skinner, le permitió estudiar con detenimiento las variables que regulaban la conducta operante. Para empezar, hemos de decir que la denominación de “operante” indicaba que estas respuestas producían cambios en el ambiente y que la frecuencia de aparición de este tipo de respuestas variaba cuando estas consecuencias cambiaban. Este es un aspecto esencial para Skinner, la operante, al no estar provocada por los estímulos antecedentes, será aquella respuesta que cambia en función de los efectos que produce en el ambiente. Finalmente, hemos de mencionar que Skinner planteó un tipo de conductismo al que denominó conductismo radical (o metafísico). Este se distingue del resto de los neoconductismos en que sólo admite la existencia de un tipo de hechos: los hechos físicos. Ahora bien, reconoce que algunos de estos hechos físicos son públicos (pueden ser percibidos o registrados por más de un sujeto) o privados (solo son percibidos por el sujeto que los experimenta). Sin embargo, para el conductismo radical, a diferencia del conductismo metodológico, ambos tipos de acontecimientos pueden y deben ser estudiados científicamente porque, el que unos ocurran fuera de la piel y otros dentro de ella no establece diferencia alguna en cuanto a su naturaleza. Es obvio que la psicología contemporánea no ha seguido el tipo de ideas que el conductismo radical defendió, y aún así, muy pocos psicólogos se atreverían a negar que Skinner haya creado escuela. Edward C. Tolman (1886-1959) Tolman siempre se consideró un conductista, un psicólogo interesado en el estudio de la conducta, alejándose del mentalismo y de la conciencia como objeto de estudio. Tolman rechazó el elementalismo: en oposición a la concepción molecularista de Watson, enunció una propuesta de definición molar que entendía como mucho más psicológica que las anteriores. Es patente en la definición de la unidad de análisis de la psicología la profunda huella que la escuela de la Gestalt ejerció en Tolman. Frente al molecularismo watsoniano que incluso al referirse a conductas globales las entendía como meras sumas de reflejos, Tolman propone que los actos de conducta poseen rasgos propios que no pueden entenderse como la mera suma de componentes fisiológicos. Esta conducta molar o acto de conducta se caracteriza por implicar siempre a un objeto meta, bien para alcanzarlo o bien para alejarse de él. Así definida, la conducta está dotada de propiedades emergentes, es decir, propiedades que no existirían en una definición molecular: es propositiva y cognitiva. Rompiendo con el esquema conductista clásico E-R y una vez precisados de forma objetiva, el propósito y la cognición formarán parte de un entramado teórico en el que Tolman los situará entre las causas iniciales estimulares y la conducta final. Sin embargo, no serán los únicos determinantes intermedios de la conducta, también las “capacidades” y los “ajustes de conducta” modularán la relación entre estímulos y respuestas. Saltamos de un esquema E-R (estímulo-respuesta) a otro más complejo: E-O-R (O de Organismo). De acuerdo con esto, es obvio que Tolman se estaba alejando de las posiciones neorrealistas, ya que el conocimiento parecería estar mediado por representaciones. Estas consideraciones le hicieron volverse hacia otra filosofía de la ciencia en cual cimentar su teoría: el positivismo lógico. Y sería en su seno donde encontró apoyo al uso de entidades inobservables, como sus conceptos de propósito y cognición, siempre y cuando se definieran operacionalmente, es decir, con relación a eventos observables. El concepto de mapa cognitivo de Tolman (el animal aprende relaciones medio-fin) fue otra de sus aportaciones más significativas a la psicología y uno de los aspectos más debatidos por sus contemporáneos. Es patente que su concepción sobre el aprendizaje se alejaba del esquema E-R y lo acercaba a concepciones más cognitivas, en las que se aprecia la influencia de los teóricos de la Gestalt y de la teoría de campo de K. Lewin. Desde la postura de Tolman, el refuerzo no es necesario para general aprendizaje. Los experimentos sobre aprendizaje latente o conductualmente silencioso le llevaron a postular una diferenciación que se ha constituido como una de las aportaciones más importantes de nuestro autor: la distinción entre aprendizaje y ejecución. A lo largo de sus obras, Tolman fue reinterpretando los distintos tipos de aprendizaje propuestos por los teóricos del aprendizaje en términos de los conceptos claves de su teoría: su carácter propositivo y cognitivo. Clark. L. Hull (1884-1952) En 1929, Hull se incorporó como investigador a la Universidad de Yale, y durante este periodo, sus intereses fueron acercándose a las preocupaciones características de la psicología conductista, y fue desarrollando su teoría del aprendizaje desde una perspectiva hipotético-deductiva. Si tuviéramos que destacar algunas de las convicciones a partir de las que se desarrolló la obra de Hull, tendríamos que comenzar por la fundamentación mecanicista de su teoría, que se hace patente en su consideración del organismo en términos de una máquina y en la conceptualización mecánica de los procesos de razonamiento abstracto. Desde esta perspectiva, lo psíquico sería explicable desde los principios de la materia y el movimiento, sin que fuera necesaria la inclusión de ninguna sustancia psicológica específica en la teorización. Junto al mecanicismo, otro aspecto muy característico del pensamiento de Hull es su aproximación matemática, a la que subyace la convicción de que todo elemento material es cuantificable, y por tanto, las relaciones entre diferentes elementos son expresables en términos exactos. Esta convicción le llevó a la elaboración de una teoría en la que la mayoría de sus afirmaciones se asientan sobre relaciones matemáticas. Por último, Hull defendió un nivel de análisis en términos de asociaciones estímulo-respuesta (E-R). Resaltamos también de Hull la inclusión de “variables intervinientes” (E-O-R) y la importancia que dio a la motivación. Causas del fracaso del conductismo. No contar con los límites biológicos del aprendizaje. Descrédito del “neopositivismo” en Filosofía de la Ciencia. Incapacidad para explicar los procesos psicológicos humanos más complejos, como el pensamiento o el lenguaje. Surgimiento de ideas teóricas alternativas. Las operaciones mentales son mucho más complicadas de lo que se puede suponer. El examen excluido de la conducta de organismos inferiores (animales) no podría revelar dichas peculiaridades. Esto nos obliga a aceptar que nuestra mente, en efecto, impone una organización propia al mundo, nuestra atención de hecho, condiciona lo que percibimos. Pero, para ello, necesitamos tener un conjunto de conocimientos internos, de “representaciones” que diría un psicólogo cognitivo, para que puedan afectar nuestra interpretación final de lo que vemos. Psicología Cognitiva. La psicología cognitiva es una escuela de la psicología que se encarga del estudio de la cognición, es decir los procesos mentales implicados en el conocimiento. Tiene como objeto de estudio los mecanismos básicos y profundos por los que se elabora el conocimiento. Surge como corriente psicológica en los años 50 y 60 como reacción al conductismo. La principal discrepancia viene de la proposición conductista de que la mente no puede ser estudiada debido a la imposibilidad de un acercamiento a través del método científico. En contraste, la psicología cognitiva hace uso de procesos mentales para explicar la conducta (a diferencia de tan solo asociaciones entre estímulos y respuestas). Ideas generales: Distintos materiales cumplen la misma función (Equivalencia funcional). La mente es al cerebro lo que el software es al Hardware: entre mente y programa hay una equivalencia funcional: ambos son similares en su funcionamiento, en su capacidad de manejar información, con independencia del soporte físico (neuronas en un caso, chips en otro) que los hacen posibles. (Metáfora del ordenador). El pensamiento es la manipulación mecánica de representaciones internas según ciertas reglas de cómputo (Mecanicismo abstracto y formal) Mecanicismo, porque el pensamiento puede ser descompuesto en algoritmos, y reproducido en una maquina adecuada. Abstracto porque su “materia prima” son los símbolos y Formal porque las explicaciones de los procesos cognitivos atienden a su forma (y a las reglas) y no a su contenido. La mente no se identifica con la conciencia. (distinción entre "subjetividad y "experiencia fenomenológica") Desarrollo de la idea general: Versión fuerte: la mente es un programa. Versión débil: metáfora del ordenador. Negación de la idea: Conexionismo. La versión débil corresponde a la psicología cognitiva, y elabora modelos basados en los sistemas de procesamiento de los ordenadores (por ejemplo diagramas de flujo) para explicar la conducta inteligente humana. El ordenador cumple aquí un papel de apoyo conceptual y formal. La versión fuerte corresponde a la ciencia cognitiva, e incluye varias disciplinas aportadas por los técnicos de IA (inteligencia artificial), filósofos funcionalistas, lingüistas y psicólogos. El ordenador es más que un simple elemento de apoyo: junto con la mente, ambos serían casos particulares de sistemas de procesamiento de 'propósito general'. Psicología Humanista Los humanistas respondieron, por un lado, al sentimiento que se respiraba en ciertos sectores de la sociedad en torno a los años 70 en contra del planteamiento materialista que, en su opinión, deshumaniza y contempla a los seres humanos como meros engranajes de la maquinaria social. En consecuencia, uno de los aspectos que dará cohesión al movimiento será la idea de que la psicología debía humanizarse, es decir, recuperar al sujeto consciente e intencional, dar validez a la experiencia humana, a los valores y a las intenciones. Situaban a la persona en el eje central de sus posiciones teóricas. Su máximo interés sería considerar la globalidad individual, acentuando, también, sus aspectos más existenciales: libertad, creatividad, responsabilidad, conocimiento… En síntesis, rechazaron el psicoanálisis, por haberse centrado exclusivamente en el análisis de la personalidad anormal y enferma, y al conductismo, por su análisis elementalista de las conductas aisladas. Abraham H. Maslow (1908-1970) Aparte de establecer el ideario humanista, su obra se focalizó en el estudio de la motivación humana, que la definió como dirigida hacia el desarrollo personal, la “autorrealización” y no exclusivamente fundamentada en la satisfacción de las necesidades primarias. De hecho, realizó una teoría jerárquica de la motivación humana. En ella, las necesidades superiores surgen cuando las inferiores están cubiertas. Cuantas más necesidades se satisfagan mayor será el grado de salud y de estabilidad de la persona, la insatisfacción de estas necesidades es la que puede general psicopatologías. Carl R. Rogers (1892-1887) Su terapia se basa en la idea de que es el propio sujeto quién mejor conoce su mundo y el modo por donde debe conducirse la resolución de su problema. Realizó, a su vez, planteamientos educativos dirigidos al campo de la enseñanza y el aprendizaje. Sus propuestas se concretaron en superar el modelo pasivo, memorístico y mecánico tradicional, proponiendo la necesidad de un aprendizaje significativo, personal y vivencial. El test de las tintas de Rorschach. Se presentan al paciente láminas con manchas de tintas y se le pide que diga lo que cree ver en ellas. Como no existe ninguna imagen real, el sujeto debe “proyectarse desde su interior”. Este test se utiliza principalmente para evaluar la personalidad del sujeto, A partir de sus respuestas, el especialista puede establecer o contrastar hipótesis acerca del funcionamiento del sujeto. Test de apercepción Temática. Basado en la teoría de la personalidad de Murray, se le pide al sujeto que cuente una historia acerca de la imagen que ve en la lámina.