Flavio Herrera. Cuando “El miedo” se convierte en “Hembra” Ensayo por: Ariel Batres Villagrán Guatemala, enero de 2021 2 Flavio Herrera. Cuando “El miedo” se convierte en “Hembra” Ensayo por: Ariel Batres Villagrán Guatemala, 7 de enero de 2021 3 Crédito de imagen Cubierta: Fotografía tomada por Flavio Herrera: “Noche de luna — Pamaxán”, 5 de septiembre de 1931. Archivo Casa de la Cultura Flavio Herrera Nota: según el Diccionario Geográfico de Guatemala, PAMAXÁN. Es una región o zona que en la boca costa atraviesa, entre otros, los poblados de Mazatenango, San Bernardino, San Antonio Suchitepéquez y el valle de Chicacao. Etim.: Pa = en; maxán = hoja grande que sirve para envolver la sal. En el lugar donde hay hojas maxán (calathea macrocephala). Voces achíes. 4 Un resumen del presente ensayo fue desarrollado en las Jornadas Académicas de Literatura Centroamericana (A partir de la organización del II Congreso Centroamericano de Literatura 2020), dedicadas a Roberto Obregón y Roque Dalton (Facultad de Humanidades, USAC), en la mesa de: Teatro y novela en la literatura guatemalteca del siglo XX, el 17 de octubre de 2020, con el título: Flavio Herrera: «Cuando “El miedo” se convierte en Hembra». Exposición virtual en https://www.youtube.com/watch?v=-Dt6QjMBg2w&feature=youtu.be. Texto o material de apoyo en: «Flavio Herrera. Cuando “El miedo” se convierte en “Hembra”. Resumen», publicado el 25 de octubre de 2020 en el portal de Academia.edu https://www.academia.edu/44365955/Flavio_Herrera_Cuando_El_miedo_se_convierte_en_Hembra_ 5 6 Flavio Herrera en 1924 1 Su libro de cuentos Cenizas, donde incluyó “El miedo”, es de 1923 1 El Imparcial; Los poetas de Guatemala. Poemas inéditos o seleccionados por sus autores. Flavio Herrera: Las primicias de “El ala en el mar”. Guatemala : sábado 15 de marzo de 1924. Página 5. 7 Flavio Herrera en 1953 2 El mecanuscrito de Hembra data de 1954 2 De su pasaporte del 8 de mayo de 1953. Archivo Histórico Casa de la Cultura Flavio Herrera. 8 Pamaxán Pamaxán. Lugar donde se desarrollan los hechos narrados en “El miedo” y en Hembra Fotografía tomada por Flavio Herrera: “Noche de luna — Pamaxán”, 5 de septiembre de 1931. “Nada hay que valga la gloria de esta vida libérrima, bárbara y grandiosa; de una amanecida aquí en la montaña, cuando son las cuatro de la mañana y un dulce efluvio precursor del alba, un cefirillo revoltoso que viene cargado de aromas montaraces que acendró la luna, nos evaporan el ensueño, mientras el canto del primer gallo clava su lírico espolón en pleno pecho de la madrugada. Lejos le contesta otro gallo. El santo y seña de la aurora. […] Todo se impregna de un vaho genésico. Todo quiere erguirse, darse, vivir. […] Nada hay que valga la gloria de un día en las plantaciones de cacao. En estas selvas de Suchitepéquez, sagradas y millonarias de leyendas. Selvas de cacaotales en que cada palo es un templo y cada mazorca una urna en que se grana en almendras la pródiga fábula del trópico; cada mazorca una urna rosada… verde, amarilla, con opulencias carnales entre un silencio morado que huele nupcias y se embalsama de sombra aleve, resbaladiza y la sombra, la misma sombra huele a santuario y a cáscaras podridas. ¡A fermento, a muerte, a vida! Estas selvas de Guatemala donde el colmillo de las serpientes protege mitos indígenas. La leyenda lo yergue a uno, lo empina, lo esponja, de pronto, el deseo de volverse de espaldas a la vida y hundirse en las aguas del pasado.” Bulbuxyá–Pamaxán, abril–mayo de 1935 La Tempestad (1935). 9 Oración Trópico: ímpetu lírico de la tierra, ineluctable tercería de la locura con el amor y la muerte. En la transparencia de todos tus significados, yuxtapuestos, superpuestos, se interpreta así tu enigma: trópico: vórtice de pasión, dádiva cósmica. Oferta absoluta. Holocausto supremo. Trópico: ansia: ansia de arder. Ansia de quemarse: combustión: purificación: espiritualización. El tigre (1934), capítulo “Oración”. Oda a la sierra de Pamaxán Sierra de Pamaxán, tu áspera sangre brota en la cumbre en diástole de pinos y, allá en las noches, tus quinientas fincas parpadean de luz cuando tu sangre le roba al cielo glóbulos de estrellas. Oros de Otoño (1962) 10 Contenido Pamaxán ............................................................................................................................................. 9 Casa de la Cultura Flavio Herrera, “Patrimonio Cultural de la Nación” ................................. 13 PRESENTACIÓN .......................................................................................................................... 17 1. Antecedentes ............................................................................................................................ 19 2. Cenizas (1923) .......................................................................................................................... 61 3. Cuento “El miedo” (1923) ....................................................................................................... 71 4. Novela Hembra (1994)............................................................................................................. 81 4.1 Reseña de la novela............................................................................................................. 81 4.2 Descubrimiento del manuscrito en 1972 ........................................................................... 112 4.3 Algunos datos sobre el descubridor William Felker ........................................................... 119 4.4 ¿Cuándo escribió Flavio Herrera el manuscrito de Hembra? ............................................. 123 4.5 Algunos aspectos de la tesis de Felker y de la novela mecanuscrita Hembra ...................... 126 ANEXOS ........................................................................................................................................ 137 Transcripción comparativa de “El miedo” en Cenizas (1923) y en Hembra (1994) ................... 139 Introduction — Introducción en tesis de William Lloyd Felker, 1973 ....................................... 157 “Flavio Herrera: A Bibliography”. Por: William Felker (1978) ................................................. 185 Flavio Herrera, el joven. Por: Adolfo Méndez Vides, 2020 ........................................................ 199 FUENTES CONSULTADAS ....................................................................................................... 203 BIBLIOGRÁFICAS .................................................................................................................... 203 HEMEROGRÁFICAS ................................................................................................................ 207 INTERNET ................................................................................................................................. 213 11 12 Casa de la Cultura Flavio Herrera, “Patrimonio Cultural de la Nación” La Casa Flavio Herrera fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación Acuerdo del Ministerio de Cultura y Deportes No. 881-2020, publicado en el diario oficial el 8 octubre de 2020 13 14 15 Acuerdo publicado en el diario oficial el 8 octubre de 2020 16 PRESENTACIÓN A partir del 17 de julio de 2020 la Casa de la Cultura Flavio Herrera, Patrimonio Cultural de la Nación, publicó mediante entregas en su portal Web el texto de la primera parte de la novela Hembra (1994), del escritor Flavio Herrera Hernández (1895–1968). La transcripción fue efectuada por la directora de dicha Casa, Magíster Ondina Isabel Rosales Mejicanos. La lectura dio lugar a considerar la necesidad de dar a conocer dos aspectos especiales: la novela se originó en un cuento del mismo autor; y, no obstante que se encontraba inédita, el mecanuscrito original fue dado a conocer –seguramente a escasos lectores académicos– en 1973. En efecto. Lo atrayente del proceso de construcción de la ficción por parte de su autor, es que partió del cuento “El miedo”, que escribiera y publicara originalmente en 1923 (como parte de los diez que integran el libro Cenizas), ampliándolo en su contenido, estableciendo un final distinto al que sugiere el texto original en el cuento. Herrera incorpora además una técnica completamente diferente a la que utilizó en sus otras ficciones: discute con sus personajes y permite que cuestionen los motivos que tuvo para asignarles determinado papel en la trama, que ellos quisieran diferente, y de los posibles finales que pudiera tener la ficción o historia, según el punto de vista de quien haga el planteamiento. No es la primera vez que un autor desarrolla y publica un texto original, modificándolo y presentándolo años después con distinto título y género literario. Un ejemplo lo constituye Miguel Ángel Asturias Rosales, el cual convirtió su cuento inédito “Los mendigos políticos” (escrito en 1922) en la conocida novela El Señor Presidente (1946). Flavio Herrera amplió el cuento “El miedo” (1923), que pasó a ser la Jornada Primera de su novela, en la edición póstuma de Hembra (1994), agregando nuevos apartados o capítulos sin numerar –los que en dicha edición forman parte de la Jornada Segunda– en los que da un giro total a lo que el lector hubiera esperado del drama pasional planteado en el cuento. La conversión del cuento a novela fue realizada entre 1953 y 1954. Sin embargo, permaneció inédita durante décadas; fue descubierta en 1972 por el investigador norteamericano William Lloyd Felker en los archivos de la que al año siguiente se inauguraría como Casa de la Cultura Flavio Herrera, e incluida en fotocopia como apéndice en la tesis de doctorado que en junio de 1973 presentó a la Universidad de Tennessee: El Señor de Bulbuxyá: A Study Of The Life And Works Of Flavio Herrera. Un ejemplar digital de la “Cubierta”, “Portada”, “Introducción”, capítulos 3 y 9, y el “Apéndice” de la tesis, fue gentilmente proporcionado en fechas 17 y 28 de agosto de 2020, por el señor José Miguel Galindo, Encargado de la Biblioteca del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (Cirma), ubicado en la ciudad de Antigua Guatemala. El suscrito queda enormemente agradecido con él por su valiosa ayuda. Posteriormente y con ayuda de otra fuente institucional, se logró obtener copia de los capítulos restantes. 17 A casi medio siglo de que William L. Felker presentara su tesis para obtener el doctorado en lenguas extranjeras e historia en la Universidad de Tennessee, se considera que la misma debe ser estudiada por investigadores interesados en la vida y obra del novelista, cuentista y poeta. Tomando en cuenta que la tesis fue redactada y presentada en junio de 1973 en idioma inglés, y como un pequeño aporte a la cultura en general y conocimiento sobre Flavio Herrera Hernández en particular, este ensayista se atrevió a realizar el traslado al idioma español, concluyendo dicha actividad el 31 de diciembre de 2020. Por el momento el texto impreso de la traducción del inglés al español de El Señor de Bulbuxyá: A study of the life and Works of Flavio Herrera / El Señor de Bulbuxyá: Estudio de la vida y obra de Flavio Herrera, está a disposición de estudiantes e investigadores en la biblioteca de la Casa de la Cultura Flavio Herrera. Cuando sea factible obtener autorización de su autor y de que alguna editorial guatemalteca la reproduzca, se distribuirán ejemplares en bibliotecas públicas y de igual manera se colocará en la Internet. Finalmente, por lo que respecta a Hembra, fue publicada hasta en 1994 en Guatemala, aunque no como libro individual sino formando parte de la recopilación de cuatro de las novelas de Herrera por Editorial Universitaria: La novela de la expresividad. Son cinco volúmenes los que completan la valiosa colección, que recoge la mayor parte de su producción literaria en prosa y verso, preparada por un equipo de investigadores, y dada a conocer en 1995, cuando se conmemoró el centenario de nacimiento del autor. Aprovechando la oportunidad que tienen los lectores de leer la primera parte de la novela en el portal web de la Casa en mención, se presenta la génesis de Hembra, basada en el cuento “El miedo”, siendo esa la razón de que el presente trabajo lleve por título Flavio Herrera. Cuando “El miedo” se convierte en Hembra. No tiene ninguna connotación erótica, peyorativa o de otra índole; describe básicamente el proceso de conversión del cuento a novela, y presenta la glosa de cada texto. [email protected] 18 1. Antecedentes Flavio Herrera Hernández (1895–1968) abogado, cuentista, novelista, poeta, diplomático y catedrático universitario, no necesita presentación. Empero, para ubicación de contexto sobre el tema relacionado con el taller literario del artista de la palabra, de cuando escribió el cuento “El miedo” en 1923 y produjo la novela inédita Hembra entre 1953 y 1954, publicada póstumamente en 1994 como parte del libro La novela de la expresividad (que constituye la antología de cuatro de sus obras), aunque fue incluida en calidad de anexo por William Felker en su tesis de doctorado El Señor de Bulbuxyá: A study of the life and Works of Flavio Herrera (1973), se describen a continuación algunos detalles de sus actividades públicas en el ámbito estudiantil, literario y de hombre público. Principiando por la fecha de nacimiento, oficialmente ha sido establecido que data del 18 de febrero de 1895. Empero, en muchos documentos y estudios es variada. Aunque podría resultar discrepante con lo que refieren los textos consultados, se tiene por cierto que ocurrió el 18 de febrero de 1894, un año antes de lo que se dice. La copia 19 digitalizada de imagen anterior, que se conserva en el Registro Nacional de las Personas (Renap), proviene del asiento o registro de su cédula de vecindad, es clara al respecto y no admite dudas.3 En el “Currículum Vitae del Licenciado Flavio Herrera”, preparado por él aproximadamente en 1961 (resguardado en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera) dice “20 de Febrero de 1,897” como fecha de nacimiento. Si el propio autor creó un mito alrededor de la fecha exacta de cuándo nació, no es de extrañar que en otras publicaciones respecto a su persona equivocadamente se apunte 1892 o 1898. Así, por ejemplo: • El año 1892 se indica en: Rodríguez Cerna, José; “La literatura guatemalteca. III”. Madrid, diciembre de 1930. Guatemala : El Imparcial, viernes 17 de abril de 1931. Páginas 3 y 4. Publicado nuevamente y en forma parcial en: Rodríguez Cerna, José; “Panorama de la literatura guatemalteca (Fragmentos)”. Guatemala : Diario de Centro América, edición del sábado 6 de octubre de 1934. Páginas 9 a 10. Villagrán Amaya, Víctor (editor); Poetas de Guatemala. Víctor Villagrán Amaya, compilación, selección y notas. Volumen 1, Colección Contemporáneos. Guatemala : Ediciones El Libro de Guatemala. Impreso en Tipografía Hispania, 1947. Página 101. Henríquez Ureña, Max; “Breve Historia del Modernismo. América Central (Capítulo de «Breve Historia del Modernismo». Max Henríquez Ureña. Fondo de Cultura Económica – México– Buenos Aires. Primera edición 1954)”. En: El Salvador : Cultura. Revista del Ministerio de Cultura. Número 1. Enero–Febrero 1955. Director, Manuel Andino. Página 117. • El año 1898 se anota en: Herrera, Flavio; “Las muletas”. En: Echeverría, Amílcar (Compilador); Antología de la literatura guatemalteca : prosa y verso. Prólogo de M. Tulio González M. Guatemala : Editorial Savia, 1960. Páginas 173 a 177. Registro Nacional de las Personas (Renap); “Sabías que… Flavio Herrera”. Disponible en: https://studylib.es/doc/6288334/flavio-herrera. 3 20 En los pasaportes que Herrera tramitó previo a su salida de Guatemala entre 1943 y 1960 también hay discrepancias en fecha de nacimiento, fotografía utilizada y estatura: • En los de 1943, 1951 y 1953 la fecha de nacimiento es 18 de febrero de 1895, pero en el de 1960 fue el 20 de febrero de 1905; una pequeña diferencia de ¡diez años! • La fotografía colocada en los pasaportes de 1943, 1953 y 1960 es la misma, como si en el lapso de 17 años no hubiesen ocurrido cambios físicos en su persona. • Su estatura en metros y centímetros varió: en los pasaportes de 1943 y 1951 fue de 1.67 y en los de 1953 y 1960 aumentó a 1.70. “Vanidad de vanidades, dijo el predicador. Todo es vanidad”. No hay duda que don Flavio “tenía sus cosas…”. Por si hubiera duda, a continuación, las imágenes que ilustran los cuatro pasaportes resguardados en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera. 21 Para el investigador norteamericano William Lloyd Felker: “Flavio Herrera nació en la ciudad de Guatemala el 20 de febrero de 1894”. En nota 1 a pie de página de su tesis de 1973 anota y cita –entre otros documentos, el currículum vitae mencionado supra–: 1 A Flavio Herrera se le han atribuido varias fechas de nacimiento en conflicto: 1892 por Huberto Alvarado, Exploración de Guatemala (Guatemala: Ediciones Letras de Guatemala, 1961), p. 48; Martin E. Erickson, “Literatura guatemalteca de los últimos cincuenta años”, Ph. D. diss., Universidad de Washington, 1941, pág. 116; Ruth Lamb, ed., Antología del cuento guatemalteco (México: Ediciones de Andrea, 1959), p. 46. 19 de abril de 1893 por Walter Juárez Estrada, “Flavio Herrera heredó todos sus bienes a la universidad”, Prensa Libre (Guatemala), 15 de febrero de 1968, pág. 39. 18 de febrero de 1895 por “El jurista, escritor y poeta Flavio Herrera”, Ejército (Guatemala), 6, No. 66 (febrero de 1968), p. 1; Ronald Hilton, ed., Who's Who in Latin America, 3d ed., 7 vols. (Prensa de la Universidad de Stanford; Universidad de Stanford, California, 1935), 2:37; también entregado por Flavio su pasaporte fechado el 17 de febrero de 1943. El 19 de febrero de 1895 por el expediente biográfico de Flavio Herrera en la Biblioteca Nacional de la Ciudad de Guatemala. 4 20 de febrero de 1897 también impartido por el propio Flavio y utilizado en su currículum vitae final de los años sesenta. 20 de febrero de 1894 por el Registro Civil de la Ciudad de Guatemala. Supongo que esta es la fecha correcta, ya que está tomada del certificado de nacimiento de Herrera. Los críticos y Igual fecha se consigna en: Prensa Libre; “Flavio Herrera ha muerto”. Guatemala : Prensa Libre, edición del jueves 1 de febrero de 1968. Página 13. 4 22 comentaristas aparentemente no consultaron con el Registro. Herrera contribuyó deliberadamente a la confusión, cambiando la fecha varias veces. En un caso, cambió el día del 20 de febrero al 18 de febrero para que coincidiera con la fecha de nacimiento de su amante. David Vela y Ricardo Estrada sugirieron que las alteraciones en los años de su nacimiento se debieron a su vanidad. 5 Se discrepa de Felker en cuanto a que la fecha exacta haya sido el 20 de febrero. Ergo: la data correcta es 18 de febrero de 1894. En consecuencia, la Casa de la Cultura Flavio Herrera deberá cambiar este detalle en los documentos que divulga, y omitir 1895 como el año de su nacimiento. Mientras eso sucede, puesto que seguramente ocurrirá un largo proceso legal, el que esto escribe continuará anotando 1895–1968. ↈↈↈↈↈↈↈ La vida y obra intelectual de Flavio Herrera es conocida; 6 la producción literaria que legó a la cultura se encuentra resumida en 25 libros clasificados, según género, así: 6 novelas; 10 poemarios que incluyen hai–kais y tankas; 7 de cuentos, uno de los cuales –“Mujeres”– no ha sido localizado; y, 2 obras de carácter académico –de derecho romano y de sociología–; ensayos eruditos varios incluidos en diarios y revistas, así como muchos poemas y cuentos publicados en diversos medios de comunicación escrita a partir de 1912, pero que no fueron recogidos en sus poemarios ni en sus trabajos de ficción. No se piense que señalar su calidad de poeta desde que tenía 17 años es una forma vana de exaltarlo, ya que no hay razón para efectuar la apología de alguien acreditado en la academia nacional. Solamente baste mencionar que el poeta Rafael Arévalo Martínez (1875–1984) le reconoció el mérito de ser un vate en ciernes, al dedicarle un ejemplar de su poemario Maya (1911) con la siguiente frase laudatoria en forma manuscrita: “Al poeta Flavio Herrera con el afecto de Rarévalo Martínez. 1913”. Debió haber representado un fuerte espaldarazo para el muchacho que todavía no había visto sus poemas impresos en libro propio, lo que hará en 1921 con El ala de la montaña, versos viejos, 1913–1918, reproducido como homenaje al primer centenario 5 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Tennessee, EE. UU. : Knoxville University of Tennessee 1973. Páginas: xvi, 275. Notas: p. 184-217. Tesis (Ph.D.). Página 24. Traducción libre del inglés al español y resaltado propio. 6 Batres Villagrán, Ariel; 20 Rábulas en Flux y uno más, de Flavio Herrera Hernández. Reseña y comentarios. 30 de noviembre de 2018, en: https://ensayosbatres.wordpress.com/2018/11/30/20-rabulas-en-flux-y-uno-masde-flavio-herrera-hernandez-resena-y-comentarios/. Y, en igual fecha: https://www.academia.edu/37887972/20_R%C3%A1bulas_en_Flux_y_uno_m%C3%A1s_de_Flavio_Herrera _Hern%C3%A1ndez._Rese%C3%B1a_y_comentarios. 23 de independencia patria; o bien sus primeros cuentos con el título La Lente Opaca y El hilo del sol (1921). Flavio Herrera principió a divulgar hai–kais en formato de libro a partir de 1931, aunque varios los dio a conocer en diversos periódicos, especialmente en El Imparcial donde publicó 17 juegos durante el período comprendido del 11 de julio de 1925 al 7 de noviembre de 1930. 7 A finales de 1930 el reconocido cronista y escritor José Rodríguez Cerna (1885–1952) señaló al respecto en “Panorama de la literatura guatemalteca” (nótese que escribe 1892 como año de su nacimiento y también indica el nombre del libro Mujeres, que nunca editó Herrera y se considera perdido): […] Se destaca la poesía original y bella de Flavio Herrera, que marca un avance indudable, trayendo la aportación de hai–kai japonés, manejado por él felizmente en su breve intensidad (1892. Volúmenes: La lente opaca y El ala de la montaña, poesías; Cenizas y Mujeres, cuentos). 8 El poeta Carlos Rodríguez Cerna (hermano del cronista José), en las páginas de El Imparcial del 5 de junio de 1931 rubrica un artículo de opinión con el título “No más hai–kais”, en el cual critica a muchos chapines que piensan que unas cuantas palabras bastan para que lo que se escribe pueda ser considerado como Hai–Kai. Señala que su “portaestandarte e introductor” en Guatemala es Flavio Herrera, en tanto que a los demás los considera malos imitadores. Herrera –burla burlando– publica el 12 de junio “Los hai–kais del amor”, y en fechas 13, 16 y 20 de junio expone en su columna de opinión “El Minarete”, lo que denominó como “Divagaciones acerca del hai–kais”. 9 Por ejemplo: “7 Hai–kais marinos”; “8 Hai–kais para Alfonso Cravioto”; “7 Hai–kais”; “Siete Hai–kais”; “Cinco Hai–kais”; “Hai–kais de invierno”; “Hai–kai de la Danta”; “Flavio Herrera dedica cinco Hai–kais a Rigoleto” (Pamaxán); y “Hai–kais de Noviembre”. El poeta César Brañas escribió: “El Cinturón de los días. Flavio Herrera o los Hai Kais”, el 17 de abril de 1929. Riviera, Marcial; “Nuevas tendencias. El Hai–kaiismo”. Guatemala : El Imparcial, miércoles 15 de julio de 1925. Página 3 (comentario sobre los hai–kais de Flavio Herrera). Los detalles respecto a fechas exactas puede verlos el lector en el apartado de Fuentes Consultadas, Hemerográficas. 8 Rodríguez Cerna, José; “Panorama de la literatura guatemalteca”. Publicado originalmente en Madrid, en diciembre de 1930. Guatemala : El Imparcial, jueves 16 de abril de 1931. Páginas 5 y 6. Editado nuevamente y en forma parcial en: Rodríguez Cerna, José; “Panorama de la literatura guatemalteca (Fragmentos)”. Guatemala : Diario de Centro América, edición del sábado 6 de octubre de 1934. Páginas 9 a 10. 9 Rodríguez Cerna, Carlos; “No más Hai–kais”. Guatemala : El Imparcial, viernes 5 de junio de 1931. Pág. 3. Herrera, Flavio; “Los Hai–kais del amor”. Stambul, 1931. Guatemala : El Imparcial, viernes 12 de junio de 1931. Página 3. Contiene; El vínculo; Una lágrima; Sus cartas; Confianza; y, Después. ----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. I”. Guatemala : El Imparcial, sábado 13 de junio de 1931. Página 3. Comenta el artículo de Carlos Rodríguez Cerna, “No más Hai–kais”. ----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. II”. Guatemala : El Imparcial, martes 16 de junio de 1931. Página 3 de la Sección Editorial con motivo del 11 aniversario de El Imparcial. 7 24 Varios de los poemas de juventud, insertos en periódicos y revistas por Herrera, así como en sus dos libros de 1921, eran extensos y quizá por ello Arévalo Martínez lo sitúa en una reunión con el poeta español José Vicente Martínez (el que ya alejado del ambiente diplomático residía permanentemente en Guatemala en los años veinte del siglo pasado). En dicha tertulia: Uno de los poetas, que hasta entonces había estado callado, —galán, cortés, orgulloso— como si venciera cierta resistencia interior, entregó a la lectura un poema bellísimo y de regulares dimensiones, pues estaban aún muy lejanos aquellos tiempos en que engastaría los menudos diamantes de sus Hai–Kais. Se llamaba Flavio Herrera.10 William Lloyd Felker, que en 1978 publicó una recopilación de fuentes bibliográficas de y sobre el autor, basada en su tesis de 1973, explica que Flavio Herrera: Fue un producto de su nación y su época, reflejando los rasgos literarios y las preocupaciones sociales de la Guatemala de principios del siglo XX. Un estudio de su prosa proporciona una visión esclarecedora del criollismo centroamericano y claves para comprender las fuentes del antropomorfismo, la brutalidad y la sexualidad en la novela moderna. Más significativamente, el amplio alcance de la obra completa de Herrera permite al lector explorar en profundidad las complejidades del desarrollo psicológico, ideológico y literario, que en última instancia conduce a importantes contribuciones a la historia de la literatura. 11 ----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. III. Para Feliciano Fuentes. T. Hai–Kaista inédito de Pamaxán”. Guatemala : El Imparcial, sábado 20 de junio de 1931. Página 3. 10 Arévalo Martínez, Rafael; Hondura. Guatemala : Colección Contemporáneos No. 48. Editorial del Ministerio de Educación Pública, “José de Pineda Ibarra”, 1959. Página 107. 11 Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía]. Revista interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978, págs. 291-304. Página 294. Texto de las páginas 291 a 295 del estudio de Felker, en ANEXO del presente trabajo. 25 Biblioteca Casa de la Cultura Flavio Herrera https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/08/produccion-literaria-de-flavio-herrera.html El resumen estadístico de la producción y divulgación de las obras de Herrera en vida (Por), Póstumamente por (FH) y Acerca de (FH) por otros autores es el siguiente: 26 Obras de Flavio Herrera: Publicaciones 1916-2018 30 25 25 25 20 20 20 20 20 20 20 15 15 15 15 15 15 15 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 1914-1916 1916-1918 1920-1922 1928-1930 1930-1932 1932-1934 1934-1936 1936-1938 1938-1940 1942-1944 1944-1946 1948-1950 1950-1952 1952-1954 1954-1956 1956-1958 1958-1960 1960-1962 1962-1964 1964-1966 1966-1968 1974-1976 1982-1984 1984-1986 1988-1990 1992-1994 1994-1996 2000-2002 2002-2004 2004-2006 2008-2010 2010-2012 2018-2020 0 Por Póstumamente por Acerca de Elaboración propia con base en http://www.worldcat.org/identities/lccn-n86827298/ Según los datos que reporta WorldCat, las obras de Herrera han sido impresas en tres idiomas: Español (172); Inglés (6); Alemán (1) Curiosidad: el nombre de Flavio Herrera aparece escrito en idioma árabe: فالفيو هيريرا 27 No. de ediciones de algunas obras de Flavio Herrera 1916-2018 Palo verde: hai-kais 2 Narrativa breve 2 La novela de la expresividad 2 La trilogía del trópico 3 La obra lírica: poemas: hai-kais y tankas 3 Curso de derecho romano 3 Oros de otoño 4 20 rábulas en flux: ensayo de picaresca (1946) 4 Poniente de sirenas 6 Solera 7 7 pájaros del iris 7 20 rábulas en flux y uno más (1965) 7 La lente opaca 8 Cosmos indio 8 Cenizas 8 La tempestad 20 Caos 23 El tigre 35 0 5 10 15 20 25 30 Elaboración propia con base en http://www.worldcat.org/identities/lccn-n86827298/ 28 35 40 Obsérvese que en la lista de obras publicadas y reeditadas durante el período comprendido de 1916 a 2018 no figura su tesis de graduación en 1918, la novela Hembra y otros libros de poesía y de cuentos. En el caso de la tesis, fue impresa en dos oportunidades: José Enrique Rodó y el americanismo literario, editada por la Tipografía Sánchez y de Guise en 1918; y, “José Enrique Rodó y el americanismo literario”, en revista Centro América No. 9, del año 1919. Por lo que se refiere a Hembra su “primera edición” data de 1994. Es posible que no esté incluida en lista anterior porque en lugar de editarse en formato de libro independiente es parte del Tomo IV de la edición de toda su obra por el centenario de su nacimiento, que lleva por título La Novela de la Expresividad. 7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20 Rábulas en Flux y Hembra. Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. Páginas 311 a 342. Igual ocurre con otros trabajos publicados por imprentas y editoriales; quizá porque no se trata de novelas ni libros de cuentos, el registro de WorldCat no los recopila. Son 11 libros, de un total de 25, que dicho centro mundial de catalogación no incluye, lo cual se justifica desde el punto de vista de que si Guatemala no le informa a través de su red de bibliotecas…, 12 aspecto que se aprecia en la siguiente tabla: PRODUCCIÓN LITERARIA DE FLAVIO HERRERA SEGÚN AÑO DE PRIMERA EDICIÓN PRODUCCIÓN LITERARIA DE FH RECOPILACIÓN DE WORLDCAT 1918 José Enrique Rodó y el americanismo literario 1921 El ala de la montaña, versos viejos, 1913-1918 1921 El hilo del sol 1921 La Lente Opaca La lente opaca 1923 Cenizas Cenizas 1931 Trópico (Hai-Kais) 1932 Sinfonías del trópico 1933 Bulbuxyá (Hai-Kais) 1934 El Tigre 1934 Hacia el milagro hispanoamericano. Apuntes de sociología guatemalteca 13 El tigre 12 OCLC WorldCat Identities: Centro de bibliotecas informáticas en línea de OCLC, Inc. Herrera, Flavio; Hacia el milagro hispanoamericano. Apuntes de sociología guatemalteca. (Conferencia pronunciada en la clausura del Año lectivo de 1933 en la Universidad Nacional, por el Licenciado FLAVIO HERRERA, Profesor de Derecho Español y Guatemalteco y de Oratoria Forense). Guatemala : Tipografía Nacional, 1934. Pp. 20. La cubierta o portada dice marzo de 1934 y la portada interior, abril. Publicado 13 29 PRODUCCIÓN LITERARIA DE FLAVIO HERRERA SEGÚN AÑO DE PRIMERA EDICIÓN PRODUCCIÓN LITERARIA DE FH RECOPILACIÓN DE WORLDCAT 1934 Sagitario. Poemas (Hai-Kais/Hais-Buns) 1935 La tempestad La tempestad 1936 7 pájaros del iris 7 pájaros del iris 1937 Poniente de sirenas Poniente de sirenas 1938 Cosmos indio (Hai-Kais y Tankas) Cosmos indio 1942 Curso de Derecho Romano (dos tomos) Curso de derecho romano 1946 20 rábulas en flux: ensayo de picaresca 1946 Palo verde (Hai-Kais) 20 rábulas en flux: ensayo de picaresca Palo verde: hai-kais 1949 Caos Caos 1961 7 mujeres y un niño originalmente con el título: “El milagro hispanoamericano”. Guatemala : El Imparcial, martes 6 de marzo de 1934. Páginas 5 y 6. Recorte de periódico en mal estado y roto en algunas de sus partes, en el Archivo Histórico de Casa de la Cultura Flavio Herrera. Se trata de la reproducción en formato de libro o folleto de la conferencia que impartió el domingo 4 de marzo de 1934. Un día antes se anunció que la Universidad realizaría el acto de clausura del ciclo lectivo 1933-1934, que se entregarían los premios a las mejores tesis del año por cada Facultad que lo tenía establecido, y que Flavio Herrera dictaría la conferencia “El milagro Hispanoamericano”. En algunas fuentes documentales se indica que Herrera desarrolló su exposición en 1933, lo que ha inducido a error a varios investigadores –incluyendo al que esto escribe– a tomarlo como válido. Quizá el yerro de interpretación en cuanto al año en que impartió la conferencia se deba a que se consultó el texto impreso en formato de libro o folleto, en el cual se da a entender que la expuso en 1933: (Conferencia pronunciada en la clausura del Año lectivo de 1933 en la Universidad Nacional, […]. Esto es producto del desconocimiento en cuanto al funcionamiento del sistema educativo, que en 1933 no operaba como en la actualidad, con ciclo lectivo de enero a octubre para educación primaria y secundaria y de enero a noviembre para la universitaria, sino de mayo de un año a marzo del siguiente, de tal suerte que al anotarse que la conferencia en mención fue por el cierre del ciclo lectivo 1933, debió haberse advertido que este concluyó en marzo de 1934. Un ejemplo lo constituye la siguiente noticia: El Imparcial; Nosotros ante la vida. Iniciación del ciclo lectivo 1934. Guatemala : miércoles 16 de mayo de 1934. Página 3. Informa que “Hoy se inaugura el nuevo año escolar en toda la república, después de dos meses y medio de vacaciones en los que maestros y discípulos se tomaron un bien merecido descanso”. Como Guatemala no era ajena a la crisis económica mundial, agrega que los padres de los alumnos debían hacer grandes esfuerzos porque “La depresión económica ha llegado hasta el extremo de que muchos de estos últimos tienen que hacer verdaderos sacrificios para que sus hijos no abandonen los estudios, pero en el sacrificio mismo encuentran la recompensa”. La Universidad Nacional, al formar parte del Ministerio de Instrucción Pública también inició actividades en tal mes. 30 PRODUCCIÓN LITERARIA DE FLAVIO HERRERA SEGÚN AÑO DE PRIMERA EDICIÓN 1962 Oros de otoño RECOPILACIÓN DE WORLDCAT Oros de otoño 1962 Solera Solera 1964 Patio y nube 1965 20 Rábulas en Flux y uno más 1994 Hembra 1994 Los cinco libros anotados por WorldCat corresponden a igual número de Tomos publicados como parte de la recopilación de toda la obra de Flavio Herrera por el centenario de su nacimiento. Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. PRODUCCIÓN LITERARIA DE FH 1994 1994 20 rábulas en flux y uno más I La trilogía del trópico II Narrativa breve III 1994 IV La obra lírica: poemas: hai-kais y tankas La novela de la expresividad 1994 V Presencia y huella Elaboración propia con base en: WorldCat, http://www.worldcat.org/identities/lccn-n86827298/; y, Batres Villagrán, Ariel; La producción literaria de Flavio Herrera. 2 de julio de 2020, disponible en: https://www.academia.edu/43502343/47_aniversario_de_la_Casa_de_la_Cultura_Flavio_Herrera_LA_PRODU CCI%C3%93N_LITERARIA_DE_FLAVIO_HERRERA; y, 5 de julio de 2020 en https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/07/05/la-produccion-literaria-de-flavio-herrera-por-ariel-batresvillagran/. En resumen: Flavio Herrera escribió 25 libros clasificados, según género, así: • • • • 6 novelas; 10 poemarios (que incluyen hai–kais y tankas); 7 de cuentos, uno de los cuales –Mujeres– no ha sido localizado; y, 14 2 obras de carácter académico (de derecho romano y de sociología). Interesa acotar que en trabajos anteriores este ensayista aseveró que entre las obras inéditas de Herrera se encuentra Las tinieblas. Empero, gracias a la orientación que Felker 14 Algunos de los cuentos que integrarían el libro fueron dados a conocer gradualmente y en distintos años por Herrera, principalmente en las páginas de El Imparcial. En el epígrafe de algunos se anotó, a partir de 1923, que formaban parte de Mujeres, y en 1936 y 1937 indicó que estaba “en prensa” pero en realidad nunca lo publicó como tal. Véase, por ejemplo: El Imparcial; Flavio Herrera va a publicar un nuevo libro. “Mujeres” es el bello título. Guatemala : jueves 6 de diciembre de 1923. Página 1. Herrera, Flavio; “Cuentos de amor. Su recuerdo. Del libro ‘Mujeres’”. Guatemala : El Imparcial, lunes 24 de diciembre de 1923. Página 4. 31 proporciona en su tesis de doctorado, se puede afirmar que la obra qué el anunció con el título de Las tinieblas, y hasta aseguró que se encontraba “en prensas”, nunca salió a luz con tal nombre, pero sí con el de Caos en 1949. En efecto. Dando respuesta a una de las preguntas de José Arzú, quien lo entrevistaba, declaró en 1936: “—¿Obras en preparación? Está listo para prensas un libro de cuentos: Mujeres. Preparo otra novela de la vida agraria: Las Tinieblas.” 15 En el capítulo ocho de su tesis, “Vida y literatura – La solución de Caos: 1949”, Felker describe: […] David Vela dijo que Herrera a menudo había discutido sus planes sobre una narrativa que iba a ser la última novela de la tierra, y que Las tinieblas era el título original de Caos publicado en 1949. 16 Un año antes de la aparición de Caos, Herrera le había dicho a Antonio Villaseñor Van Dorne 17 en una entrevista para la revista guatemalteca Orientación, que Las tinieblas se estaba imprimiendo en Montevideo, pero esa edición no se materializó. El brasileño Mario de Andrade, que conoció a Flavio Herrera en la década de los 40, comentó: 18 Arzú, José; “¿Cómo escribe usted? Entrevistas de José Arzú. Flavio Herrera, al decirnos como escribe, hace interesante referencia a la génesis de sus bellas novelas”. Guatemala : El Imparcial, sábado 18 de enero de 1936. Páginas 3 y 8. Al año siguiente de dicha declaración, Mujeres fue colocada en la lista de novelas publicadas y Las Tinieblas entre las que se encontraban “Para prensas”. Ver: Herrera, Flavio; Poniente de sirenas. Novela de amores y de mar. Guatemala : Unión Tipográfica. Imprenta y Fotograbado Muñoz Plaza y Cía., 1937. Página 2. 16 Nota de Felker a pie de página: 2 Interview with David Vela, 1 June 1972. 17 Felker escribió “Vallaseñor”. Se corrige el apellido del ciudadano de origen holandés nacido en Guatemala. En 1954 se graduó de abogado y notario con la tesis de 76 páginas: El consentimiento y su aspecto en la contratación moderna. Falleció el 16 de agosto de 2009. En página 201 de su tesis, sección de bibliografía, también anota la entrevista (aunque con error en el apellido: Vallaseñor Van Dorne, Antonio. “Licenciado Flavio Herrera”. Orientación (Guatemala), 1, No. 4 (July 1948), p. 9. 18 No se duda de la relación entre ambos (de Andrade fue poeta, novelista, ensayista, y musicólogo), aunque posiblemente los contactos entre ambos no ocurrieron en la “década de los 40” como señala Felker, sino en la anterior ya que de él se transcribió en la solapa anterior de la primera edición de 20 Rábulas en Flux. Ensayo de picaresca (1946): “Flavio herrera, con sus maravillosos Hai–Kais, ha dado nueva ruta y nuevo sentido a un género de la poesía americana”. Los primeros Hai–Kais del autor guatemalteco, publicados en formato de libro, datan a partir de 1931, aunque varios los dio a conocer en diversos periódicos, especialmente en El Imparcial durante el período comprendido del 11 de julio de 1925 al 7 de noviembre de 1930. Sus obras poéticas fueron, por ejemplo: Trópico (1931), Sinfonías del trópico (1932), Bulbuxyá (1933), Sagitario. Poemas (1934), y Cosmos indio (1938). 15 32 Conocí las primicias de esta novela cuando su autor … andaba … con la duda de titular a su novela Las tinieblas o Caos. … Nos gustó más el título de Caos hasta por la técnica de contrapunto y lo deliberadamente caótico de la acción en que se ensamblan dos tiempos de dos novelas que, realmente, son una sola novela. 19 La declaración de Andrade se refiere al progreso de Herrera entre 1945 y 1947, pero no arroja luz sobre el estado de la novela en 1936. 20 Mercedes Duchez afirma que Herrera le dictó todo el libro en Brasil, 21 pero es probable que solo de hecho se dictaron fragmentos de la segunda parte de Caos, y que la primera sección existía antes de la misión diplomática de Herrera en América del Sur. El texto completo se cierra con dos fechas y lugares separados: Pamaxán, Guatemala, 1942, y Río de Janeiro, Brasil, 1946. Caos son, en efecto, dos obras separadas pero complementarias. La primera mitad del libro, que presumiblemente se basa en el original Las tinieblas, describe la autorrealización de un finquero en un complejo proceso de identificación con un alcohólico depravado y su interacción con un universo primigenio. 22 En resumen: Las tinieblas no es una obra inédita ni extraviada en los archivos, sino vio la luz con su título definitivo Caos, publicada en 1949 por Editorial Universitaria de la Universidad de San Carlos de Guatemala. El título Las tinieblas se escribe en cursivas, a sabiendas que la novela sobre la vida agraria no fue publicada con tal designación. Muestra de las obras que publicó Flavio Herrera se aprecia en la composición de imágenes a continuación, en donde por razones de espacio se organizan en tres tramos de tiempo. Nota de Felker a pie de página: 3 Mario Andrade cited in introductory note on the inside cover of Herrera’s Caos. / TRADUCCIÓN: 3 Mario Andrade citado en nota introductoria en la portada interior de Caos de Herrera. NOTA: El texto de Mario de Andrade, nombre correcto pues se trata del autor brasileño Mário Raul de Morais Andrade (1893–1945), se encuentra en la solapa anterior y posterior, edición de 1949, en la cual Editorial Universitaria se tomó la libertad de traducir el nombre al español y Felker lo transcribió así. 20 La deducción de Felker en cuanto al progreso de la novela entre los años 1945 a 1947 se invalida por lo siguiente: Flavio Herrera le envió el borrador a Mario de Andrade mucho antes del 25 de febrero de 1945 (fecha de fallecimiento del brasileño), y este emitió opinión. En la última página de Caos Herrera anota que la principió en Pamaxán (Guatemala), 1942 y la concluyó en Río de Janeiro (Brasil) en 1946. 21 Mercedes Duchez fue la primera esposa de Flavio Herrera; se casaron el 26 de mayo de 1943 y el divorcio se legalizó el 31 de julio de 1950. En Brasil el escritor desempeñó el cargo de embajador de Guatemala entre 1945 y principios de 1947. Quizá por tal razón él escribió en página inicial de Caos: “Al Brasil. Donde viví días de gloria”. 22 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas 136 y 137. 19 33 34 35 ↈↈↈↈↈↈↈ Para fines del presente trabajo, interesa resaltar solamente algunos años en la vida de Flavio Herrera, relacionados o alrededor de 1923, cuando publica el cuento “El miedo”, inserto como parte del libro Cenizas: • 1912: El 5 de agosto escribe el artículo “La India”. Se trata de un ensayo del joven bachiller de 17 años. En un párrafo de prosa poética dice sobre el país asiático: Selvas maravillosas donde la vida palpita en todas las cosas, en todos los átomos; selvas plenas de poesía donde los dioses multiformes meditan en las pagodas y los templos en ruina evocando la gloria de las edades remotas! Y fulguran las hipnóticas pupilas de los tigres, y rugen los leones, y pasean su indolencia, los elefantes colosales mientras una serpiente forma un símbolo en la arena y pasa la esmeralda gigantesca de un 36 lagarto por entre los bambúes soñolientos……. ¡Selvas vírgenes donde palpita el panteísmo de aquel pueblo colosal! 23 • 1912 a 1917: Estudia la carrera de derecho (Ciencias Jurídicas) en la denominada Universidad Nacional, a la que en 1918 se le cambió nombre por el del presidente Manuel Estrada Cabrera; tras la caída de este en abril de 1920, el nuevo gobierno de Carlos Herrera emitió el Acuerdo Gubernativo del 3 mayo 1920, que prohíbe la utilización del nombre del malhadado dictador en cualquier lugar geográfico del país. Los recuerdos estudiantiles de Herrera quedaron grabados en la jocosa e histórica “nivola” –como él le llamó– 20 Rábulas en Flux, 1946; o 20 Rábulas en Flux y uno más, 1965. 24 • 1913: Publica artículos y poemas en Juan Chapín, Revista de literatura y variedades, que dirigía el poeta Rafael Arévalo Martínez, de la que se editaron 42 números entre el 1 de marzo de 1913 y 1914. Catalina Barrios y Barrios anota (sin especificar fecha): «De Flavio Herrera “El lago”». 25 Posiblemente se trate del poema que con igual título Herrera incluyó en El ala de la montaña (1921). 26 En periódico no identificado, posiblemente de 1913, da a conocer, en prosa poética: “Tarde de lluvia”, cuyo primer párrafo dice: Herrera, Flavio; “La India”. Guatemala 5 de agosto de 1912. Publicado en un periódico que no es factible identificar de cuál se trata, ni la fecha de edición. Se encuentra colocado y pegado como recorte de prensa, junto a los de Flavio Herrera y de autores varios, divulgados entre 1912 y 1914, y de otros más copiados a mano entre 1901 y 1905 por el anterior propietario de un libro para asuntos de contabilidad, de 72 folios (el resto fueron arrancados). El artículo o ensayo está en folios 9 a 11. En la portada interior se lee: “Propiedad de Arturo R. Vielmann. Guatemala julio 27 de 1901”. El folio 1 lo identifica como ”Libro Diario abierto el día 16 de julio de 1901”. Está resguardado en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera. 24 Contiene relatos y anécdotas de la vida estudiantil universitaria, entre 1912 y el 25 de diciembre de 1917, de un grupo de amigos cursantes de la carrera de derecho, rábulas (incluyendo dos de medicina), entre los cuales el propio autor. En julio de 1961 da a conocer lo que será el capítulo nuevo, “uno más”, para su nivola, motivo por el cual el 9 de septiembre de 1965 es publicada la segunda edición de 20 Rábulas en Flux (1946), con el título 20 Rábulas en Flux y uno más, porque adiciona dicho capítulo. 25 Barrios y Barrios, Catalina; Estudio histórico del periodismo guatemalteco (1900-1930). Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 2012. Página 256. 26 Portada de la revista Juan Chapín, núm. 39 (15 de diciembre de 1913), disponible en El Blog del Museu Picasso de Barcelona: http://www.blogmuseupicassobcn.org/2019/01/laventura-americana-de-jaumesabartes/?lang=es. 23 37 Como siempre: un cielo azul; un sol implacable; luego una nubecilla que crece, se agiganta y cubre el cielo; el aire es pesado; obscurece y las primeras gotas de lluvia, rectas y brillantes, son como un millón de flechas disparadas por un arco prodigioso. 27” 28 • 1914: Publica artículos y poesía en La Esfera. “Semanario ilustrado. Se inició en diciembre de 1914. Dirigido por T. Romero Gómez en lo literario y en lo artístico Carlos Matheu. Noticias de la guerra mundial. Poemas de […] Flavio Herrera […] Escriben también Carlos Wyld Ospina […]. / En 1915 su editor fue G. M. Stabler. […] (Biblioteca César Brañas, referencia 2677).”29 En Honduras se editaba la revista literaria Esfinge (1905– 1918) y en Costa Rica Ariel (1925-1940), también de carácter literario; ambas a cargo del conocido autor hondureño Froylán Turcios. Aunque no se pudo constatar fechas ni títulos de las colaboraciones de Herrera, para fines de investigación futura es de señalar que en ambas publicó tres aportes: en Esfinge, páginas 513 y 848–849; y, en Ariel, página 1149. 30 En el caso de esta última, la página 1149 podría corresponder al No. 43 de 1939, porque está cercano a la que aparece en un artículo de Antonio Ramón Vallejo: «“Donde se leyó en Tegucigalpa el Acta de Independencia”. Revista Ariel. San José de Costa Rica. 1º de julio de 1939. Nº 43 p. 1108 (contiene un breve juicio de Froylán Turcios sobre el Dr. Vallejo).» 31 En el original dice “flechas dispara”. Aquí se corrige. Herrera, Flavio; “Rincón literario. Tarde de lluvia”. Publicado entre 1915 y 1921 en un periódico que no es factible señalar de cuál se trata, ni la fecha de edición. Se encuentra colocado y pegado como recorte de prensa en folio 8 de un libro (cubierta de color negro) para asuntos de contabilidad. Está resguardado en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera. 29 Barrios y Barrios, Catalina; Op. Cit., página 260. 30 Meléndez, Fanny; “Modernismo y americanismo en dos revistas de Froylán Turcios: Esfinge (1905-1918) y Ariel (1925-1940). Contiene el índice de Autores”. Universidad Nacional Autónoma de Honduras. (U.N.A.H). Documentación VIII Congreso Centroamericano de Historia, Guatemala, julio 2006: Trabajos seleccionados sobre literatura e historia. Istmo. Revista virtual de estudios literarios y culturales centroamericanos. No. 13, julio – diciembre 2006. http://istmo.denison.edu/n13/proyectos/modernismo.html. 31 Ramos, Víctor Manuel; Antonio Ramón Vallejo / Vida Y Obra. Premio Rey Juan Carlos I de Estudios Históricos, 2005. Página 182. Disponible en http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/antonio-ramonvallejo-vida-y-obra/. 27 28 38 Interesante es la carta de la educadora, geógrafa y feminista Natalia Górriz v. de Morales (1866–1941), la que en el periódico La República publicaba artículos sobre el papel de la mujer en la sociedad, utilizando el pseudónimo “Noel” (1900 a 1904). Por su libro Compendio de geografía descriptiva (1904), editado en Honduras, fue admitida por unanimidad como socia corresponsal de la Real Sociedad de Geografía de Madrid en 1906. 32 En misiva del 14 de octubre de 1938 solicita al director de la revista Ariel que publique el capítulo “La epopeya del café”, de La Tempestad. 33 • 1915: Con oprobio, aunque no le resta mérito a su obra porque era lo obligado en esa época, formó parte del “Club de Intelectuales” cuyos miembros dirigieron un Manifiesto público al mandatario Manuel Estrada Cabrera designándolo como su candidato presidencial (se trataba de la tercera reelección del dictador), a través del cual: […] en esta hora solemne se oirá nuestra voz vibrante que proclama muy alto el nombre ilustre del eminente jurisconsulto y expertísimo estadista , señor licenciado don Manuel Estrada Cabrera, Benemérito de la Patria, como el ciudadano que por sus indiscutibles méritos, brillantes antecedentes e infatigable labor, es el llamado a continuar impulsando a Guatemala, con el beneplácito de todos, por el sendero del progreso y del engrandecimiento, y en quien reconocemos mayores aptitudes para salvar con habilidad e inteligencia los escollos y tropiezos […] os proclamamos nuestro candidato para ejercer la Presidencia de la República durante el próximo período constitucional. 34 Cabe anotar que entre los firmantes del desafortunado “Manifiesto” aparecen: Antonio Batres Jáuregui, Salvador Falla, Máximo Soto Hall, Alberto Mencos, Virgilio Rodríguez Beteta y Adrián Recinos, en su calidad de miembros de la junta directiva del “Club de Intelectuales”, a los que se agregan los nombres, entre otros, de: Arturo Ubico (padre de Jorge Ubico), José María Reina Andrade, Enrique Arís, Félix Calderón Ávila, José Santos Chocano, Rubén Darío, Flavio Herrera, José María Orellana, José y su hermano Carlos Rodríguez Cerna, Magdalena Spínola, el español Jaime Sabartés, Adrián Vidaurre (auditor de guerra de don Manuel), Miguel Larreinaga, Carlos Wyld Ospina y Pedro Zamora Castellanos. Hernández, Bienvenido (2017); “El pensamiento pedagógico de Natalia Górriz”. Revista Historia de la Educación Latinoamericana. 19. 10.19053/01227238.7549. Disponible en https://www.researchgate.net/publication/321336584_El_pensamiento_pedagogico_de_Natalia_Gorriz. 33 Ariel; “Carta de doña Natalia G. vda. de Morales”. Ariel. Quincenario antológico de Letras, Artes, Ciencias y Misceláneas. Director: Froylán Turcios. Serie X, Número 29. San José de Costa Rica, 10 de noviembre de 1938. Página 766. 34 Vidaurre, Adrián; Los Últimos Treinta Años de la Vida Política de Guatemala / Memorias. Habana, Cuba : Imp. Sainz, Arca y Ca., 1921. Páginas 80 a 81. 32 39 En ese mismo año de 1915 existió lo que se llamó la “Convención Nacional”, que tenía como órgano de difusión un periódico cuyo director lo era Antonio Batres Jáuregui, actuando en calidad de redactores: José Rodríguez Cerna, Máximo Soto Hall, Félix Calderón Ávila y Miguel Larreinaga, en cuyas páginas se demandaba la reelección de Estrada Cabrera. No es de extrañar que Flavio Herrera perteneciera a un club político de adhesión a la reelección de Estrada Cabrera. La investigadora Catherine Rendón estima que en dicho año existían más de 500 organizaciones de tal índole en todo el país, así como por lo menos 200 publicaciones (revistas, periódicos, pasquines) de igual talante, y todo mundo era forzado a inscribirse en el club liberal de su respectiva localidad, so pena de ser encarcelado y como mínimo perder el trabajo por no hacerlo. Muchos intelectuales cedieron su pluma para exaltar la figura del Benemérito solicitándole que por favor aceptara la reelección, entre los cuales Enrique Gómez Carrillo y el decano de la Facultad de Derecho, Carlos Salazar, quien fue repudiado por los estudiantes. 35 Varios de los nombres referidos en el “Manifiesto” comentado aparecen en otras listas, como por ejemplo la que proporciona el historiador Ernesto Chinchilla Aguilar: La intelectualidad de Guatemala sucumbió ante el atractivo de las fiestas a la diosa sabiduría y era frecuente la participación en ellas de renombrados escritores como J. Joaquín Palma, Alberto Mencos, Máximo Soto Hall, Manuel Valle, Joaquín Méndez, Francisco Castañeda, José Flamenco, José Rodríguez Cerna, Pío M. Riépele, Salvador Falla, Valero Pujol, Natalia Gorriz V. de Morales, Virgilio Rodríguez Beteta y en general lo más granado de la sociedad de entonces. El Presidente hacía gala de su mecenazgo de las letras así como de la educación; y en su tiempo vivieron en Guatemala ilustres escritores americanos como Rubén Darío, Porfirio Jacob, José Santos Chocano, y otros.36 • 1916: Ofrece discurso durante la celebración del aniversario de independencia patria. No efectúa ditirambos al tirano Manuel Estrada Cabrera, a pesar de que se encontraba presente. Plantea la necesidad del reconocimiento de las razas sin detrimento o sobre posición de ninguna sobre otra, del respeto a la mujer, y del sufragio universal. 37 35 Rendón, Catherine; Minerva y la Palma : el enigma de don Manuel. Guatemala : Artemis Edinter, 2000. Páginas 218 a 220. 36 Chinchilla Aguilar, Ernesto; “La Vida Moderna en Centroamérica”. Guatemala: Editorial José de Pineda Ibarra, 1977. Págs. 496-497. Citado por: Pinto Aguilar, Rodolfo Mauricio Gerardo; La Época de Manuel Estrada Cabrera a través de testimonios inéditos orales. Guatemala : Universidad Francisco Marroquín, 1982. Pág. 92. 37 Herrera, Flavio; Discurso pronunciado por el bachiller don Flavio Herrera la noche del concierto verificado en el Palacio del Ejecutivo el 14 de septiembre de 1916. Guatemala : Tipografía Nacional, [s.a.]. Ver 40 • 1918: Se gradúa de abogado. Su tesis fue distinguida con el Premio Gálvez; lleva por título: José Enrique Rodó y el americanismo literario. El investigador norteamericano William Felker cita dos reproducciones: José Enrique Rodó y el americanismo literario. Guatemala: Tipografía Sánchez y de Guise, 1918. 13 p. “José Enrique Rodó y el americanismo literario,” Centro-América, 9 (1919), pp. 5157. 38 La revista Centro América que indica Felker, es la misma que aparece sin guion en otras fuentes. Barrios y Barrios describe someramente el número XI de Centro América, fechado en julio, agosto y septiembre de 1919, con textos (sin especificar títulos) de Rafael Arévalo Martínez, Flavio Herrera y Adrián Recinos. Biblioteca César Brañas, referencia 4418. 39 En consecuencia, el número IX debió publicarse entre enero y junio de ese año. Seguramente a Herrera le interesó el pensador uruguayo, por las ideas panamericanistas que profesaba y lo que este escribiera en sus […] estudios «Juan María Gutiérrez», «El Iniciador de 1838», «Americanismo literario», «Arte e historia» y la refundición posterior de todos ellos en «Juan María Gutiérrez y su época».” “En cierto sentido, las ideas de Rodó sobre americanismo literario, admitiendo la aleación de lo propio con lo necesario llegado de otras latitudes, cierran una etapa de la inconciliable polémica que durante la segunda mitad del siglo XIX se agitó por todas partes, la que planteó el enfrentamiento entre nacionalismo cultural y cosmopolitismo. 40 De acuerdo con Felker, en su tesis de 1918 Herrera plantea el disgusto que sentía por el exceso de erotismo en las obras del francés Émile Zola. Sin embargo, sus “historias individuales” o cuentos: Ignoradas por todos los comentaristas de Herrera, las historias individuales son algunas de las piezas más intrigantes del autor. Forman una transición entre el frustrado erotismo rural de sus primeras obras y las complejas intrigas de sus dos grandes novelas, El tigre (1934) y Caos (1949). Muestran que a pesar de las críticas transcripción en Anexo con dicho título en: Batres Villagrán, Ariel; 20 Rábulas en Flux y uno más, de Flavio Herrera Hernández. Reseña y comentarios. 38 Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. Op. Cit., página 297. Texto de las páginas 291 a 295 del estudio de Felker, en ANEXO del presente trabajo. 39 Barrios y Barrios, Catalina; Estudio histórico del periodismo guatemalteco (1900-1930). Op. Cit., pág. 275. 40 Rocca, Pablo; Enseñanza y teoría de la literatura en José Enrique Rodó : (Apéndice: “Apuntes inéditos” de un curso de literatura de Rodó). Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2010. url = http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcdb8j9. 41 en su tesis de “la pornografía científica de Zolá” y las “exageraciones enfermizas” (17) 41 del naturalismo, Herrera no fue enemigo de tales tendencias. 42 Felker encuentra relación entre los postulados de la tesis de 1918, con respecto a otras ideas de Herrera sobre el latinismo de las razas, que en aquel entonces era como decir que las latinas eran inferiores. Así, lo sitúa en 1929: Más tarde ese año, cuando pasaba la mayor parte de su tiempo en la finca sur, comenzó a escribir una columna para El Imparcial a la que llamó “El minarete”. Como la mayoría de sus esfuerzos periodísticos, no tuvo una gran longevidad, pero expresó puntos de vista que señalaron una progresión del desarrollo ideológico desde su tesis en 1918. El artículo más importante se refería a los factores raciales en Guatemala. Escribiendo inicialmente una reseña favorable de El autócrata de Carlos Wyld Ospina, un libro que trata de la era de Estrada Cabrera y crítico de las debilidades políticas y sociales nacionales, Herrera se apartó de su tema y lo utilizó como punto de partida para sus propias opiniones. Haciendo una excepción con Wyld Ospina, dice: Esa exposición en El autócrata, de nuestras lacras sociales, que para su autor hacen marco en lo político al caciquismo y en lo económico al capitalismo ... ¿derivan todas de la educación, como se ha dado en decir y creer? ¿No hay una razón biológica más honda? Lo que también se ha dado en llamar latinismo en Hispanoamérica es una serie de síntomas que determinan la ineptitud de estos pueblos para incorporarse los principios de cultura moderna que son base de progreso social y la capacidad económica. 8 43 Nota de Felker a pie de página: “17 Herrera, “José Enrique Rodó y el americanismo literario,” p. 55. NOTA: Como la tesis de Herrera tiene 13 páginas, el lector puede confundirse al observar que Felker anota “p. 55”. Esto se debe a que él consultó la transcripción publicada en la revista Centro América (sin guion intercalado), aunque seguramente vio la edición original, la que también incluye en la lista bibliográfica que dio a conocer en su tesis de 1973 y en 1978: José Enrique Rodó y el americanismo literario. Guatemala: Tipografía Sánchez y de Guise, 1918. 13 p. “José Enrique Rodó y el americanismo literario,” Centro-América, 9 (1919), pp. 51-57. Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. Revista interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978. Página 297. 42 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 66. 43 Nota de Felker a pie de página: 8 Flavio Herrera, “Acerca del autócrata,” in “El minarete,” El Imparcial (Guatemala), 29 Nov. 1929, p. 3. Traducción libre del inglés al español. NOTA: “Acerca del autócrata” corresponde a la segunda parte. Herrera publicó: ----------; “El Minarete. El Autócrata de C. Wyld Ospina”. Guatemala : El Imparcial, sábado 23 de noviembre de 1929. Página 3. ----------; “El Minarete. Acerca del Autócrata II”. Stambul. Guatemala : El Imparcial, viernes 29 de noviembre de 1929. Página 3. 41 42 Esto es esencialmente una repetición del punto de vista expresado en su tesis [de abogado, 1918], de que el “latinismo inferior” no era una fantasía sino una realidad deplorable. Herrera aún se resiste a definir claramente la “razón biológica” exacta a la que se refiere, y cuando presenta su propio caso histórico contra la educación en Guatemala, el problema de la herencia parece explicarse en términos de deficiencias ambientales de largo alcance. 44 Cabría pensar también que Herrera dio el nombre de “El Minarete” a su columna de opinión en El Imparcial, porque en la finca Bulbuxyá, propiedad suya y que al fallecer legó a la Universidad de San Carlos de Guatemala, tenía un lugar donde desde lo alto se observaba el panorama tropical. Su antiguo alumno en la Facultad de Humanidades de dicha universidad, Ricardo Estrada h., lo recuerda, colocando entre paréntesis su digresión, y transcribiendo un párrafo de La tempestad donde el personaje César es el alter ego de Herrera, así: (Cuántas veces, en el corredor de la casa de ‘Bulbuxyá’, frente a la montaña —y en el vórtice dionisíaco— he contemplado, a la par del maestro, el orgasmo frenético del trópico, en parpadeo y estremecimiento frente al derrumbe primitivo del rayo, con una contorsión de ánimo anhelante. Y el maestro… con la impasibilidad que da la identificación, captando, en un rito interno que lleva en sí el engendro… Después, en la jungla, el reencuentro de las luciérnagas y el tableteo de sapos enormes, y la lumbre en los ojos de las bestias celebrando el vértigo.) 45 Y adelante, el minarete de ‘Bulbuxyá’, de aire exótico con la pureza de madera de canoj, 46 desde donde avizora César —Flavio Herrera. 44 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 62. Traducción libre del inglés al español. 45 Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1960. Página 121. 46 Canoj (Nectandra sp.), “una madera que se caracteriza por ser similar a la madera de cedro, su madera oscura y olorosa”. Su principal y casi única producción se ubica en el municipio de Santiago Atitlán, Sololá; “esta especie, aunque es nativa de algunas regiones de la costa del pacifico, es aprovechada para la producción de madera, aun así, no es una especie preferidas para proyectos de reforestación con estos fines”. Véase http://ppm.inab.gob.gt/docs/dinamica_28_especies_en_plantaciones_vf.pdf En un informe de la Dirección General de Investigación de la USAC se indica: “Distribución: Endémica para Chiapas (México) y Guatemala. / Altitud: Entre 1800 a 3200msnm, principalmente por arriba de 2500msnm. / Hábitat: Principalmente en bosques nubosos, tanto de hoja ancha como mixtos. / Características morfológicas: ▪ Árbol de 15-20m de altura, con ramas fornidas y densas. / ▪ Hojas sobre peciolos gruesos, láminas coriáceas, elípticas, verdes y glabras en la superficie, cubiertas de tomento ferroginoso muy denso en el envés.” https://www.researchgate.net/publication/327871237_Fenologia_de_diez_especies_potencialmente_utiles_pa ra_restaurar_bosques_nubosos_del_Altiplano_Occidental_de_Guatemala 43 “Allí subía a las del alba a otear los horizontes aún arrebujados en niebla, esperando el salto del sol y este acto era como ritual; tenía un íntimo sentido de comunión con la naturaleza; era algo como una cuotidiana afirmación de su señorío en la tierra.” 47 • 1918 a 1922: Después de graduarse de abogado y notario, en forma intermitente entre 1918 y 1922 Herrera estudia en Roma y Madrid, en donde amplía conocimientos en varias disciplinas jurídicas y literarias. En su “currículum vitae”, redactado por él y mecanografiado por su secretaria (FH/ems) indica, sin especificar años: Estudios especiales: Aplicaciones Jurídico Criminales en Italia (Roma) Instituto de Aplicaciones Jurídico Criminales, Literatura y Derecho Constitucional (Universidad Central de Madrid). 48 La preparación del currículum vitae posiblemente ocurrió hasta e inclusive el año 1961 porque la última obra publicada que coloca en la lista es de 1958; entre 1962 y 1965 produjo 47 Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Op. Cit., página 122. Resaltado propio. “Currículum vitae del licenciado Flavio Herrera”. Mecanuscrito disponible en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera. 48 44 tres libros más que no menciona en su hoja de vida. Aunque la nivola 20 Rábulas en flux la publicó originalmente en 1946, se cuenta como adición la versión de 1965 con el título 20 Rábulas en flux y uno más. De las distinciones obtenidas incluye la que recibió (sin indicar fecha) el 25 de abril de 1961, cuando la Facultad de Ciencias Jurídicas de la USAC le otorga medalla Universitaria, pero no hace referencia a la orden del Quetzal que se le entregó en 1966, ni al grado de Profesor Emérito que el 12 de junio de 1966 le concedió el Consejo Superior Universitario de la USAC. 49 Algún “encargado” del archivo en la Casa de la Cultura Flavio Herrera anotó a mano la fecha de su fallecimiento, alterando “sin saber” el mecanuscrito original. • 1920: Ocupa el puesto de “Secretario de la legación guatemalteca en Costa Rica en 1920. Allí hizo su debut en la alta sociedad centroamericana, y su poesía dejó una impresión favorable en los salones de San José”, 50 en la que a su vez fue también encargado de negocios. 51 El nombramiento para dicho cargo le fue otorgado por el gobierno de Carlos Herrera, sucesor del defenestrado Manuel Estrada Cabrera; partió a Costa Rica a fines de junio y desempeñó el cargo hasta diciembre de ese año. 52 El embajador era el abogado Faustino Padilla y Padilla (1867–1958), quien, en 1936, ante la tempestad de La tempestad (1935) que provocó la novela de Herrera, lo apoya y aconseja. Desde Hamburgo, Alemania, le envía carta con aviso de recibo de un ejemplar y efectuando algunos comentarios, le pide que tome con serenidad los cuestionamientos que recibe de los jóvenes (pues igual los hizo el escritor en su tiempo) y que siga en su tarea literaria, recordándole que cuando fue su secretario ya le había dado recomendaciones respecto a qué no decir en materia de relaciones diplomáticas. Que el hecho de que algunos le llamaran finquero o agricultor fracasado lo tuviera sin cuidado, pues qué sabían ellos de la crisis económica que obligó a muchos a vender por poco valor sus propiedades, para salvar algo del capital; 53 será en el capítulo “La epopeya del café” de su novela La tempestad, donde relate este tipo de angustias. Todavía encontrándose en Costa Rica, en agosto de 1920 figura en Guatemala como miembro del equipo de colaboradores de Electra, “Revista mensual ilustrada de Ciencia, Arte Ver: Estrada h., Ricardo; “Flavio Herrera, Emérito”. Guatemala : El Imparcial, martes 14 de junio de 1966. Página 13. Y, El Imparcial; Los justos homenajes. El crepúsculo de Flavio Herrera. Guatemala : martes 14 de junio de 1966. Página 13. 50 Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. Op. Cit., página 291. 51 El Imparcial; Un grande de nuestras letras ha muerto: Flavio Herrera. Hizo de El Imparcial un hogar para su intelecto. Guatemala : jueves 1 de febrero de 1968. Páginas 1 y 2. 52 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 42. 53 Padilla, Faustino; “Serenidad, y seguir… Carta del licenciado Padilla a propósito de La Tempestad”. Guatemala : El Imparcial, viernes 31 de enero de 1936. Páginas 3 y 6. 49 45 y Literatura”, en su segunda época (la primera corresponde a los años 1913 y 1914). Los redactores eran David Vela y su hermano Arqueles. En la lista de colaboradores, además de Flavio Herrera, se encontraban –entre otros–: Miguel Ángel Asturias, Carlos Samayoa Aguilar, Rafael Arévalo Martínez, Alberto Velásquez, Carlos Wyld Ospina, Adolfo Drago Bracco, Adrián Recinos, Ramón Aceña Durán, los hermanos Carlos y José Rodríguez Cerna.54 • 1921: “Inmediatamente después de su regreso de San José, se le ofreció un puesto como profesor de derecho penal en la Universidad de San Carlos. Allí pronunció un discurso en la primavera de 1921 que reafirmó su posición entre los guatemaltecos que buscan la clave para un renacimiento nacional.” El texto de su alocución quedó consignado en Studium (Guatemala, Año 1, No. 4. Mayo de 1921). 55 El 14 de septiembre pronuncia discurso conmemorativo, en nombre de la Municipalidad capitalina, con motivo de la celebración del Primer Centenario de la Independencia Centroamericana. 56 Publica El ala de la montaña, versos viejos, 1913–1918, y varios cuentos reunidos en La Lente Opaca y El hilo del sol (Guatemala, Imprenta Royal, 1921. 136 pp.). Sobre La Lente Opaca, en Honduras el crítico Roberto Hervé advertirá en ese año: “La lente opaca será muy comentada por los círculos literarios y pondrá a su autor como uno de los cuentistas más conocedores del francesismo, aplicado hábilmente al español y a nuestro criollismo autóctono”. 57 Comentarios sobre dicho libro escribirán José Arzú y Alejandro Córdova (el mismo que en junio del año siguiente fundará el periódico El Imparcial); este último señala que compadece 54 Quintana, Epaminondas; Historia de la generación de 1920. Guatemala : Tipografía Nacional, 1971. Página 240. 55 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 45. 56 Herrera, Flavio; “Palabras pronunciadas por el señor licenciado don Flavio Herrera, a nombre de la Municipalidad de la Capital, en la sesión que ésta celebró conmemorando el Primer Centenario de la Independencia Centroamericana”. Guatemala : Letras de Guatemala; Revista Semestral 1989–1990. Números 8–9. Directora: María del Carmen Meléndez de Alonzo. Instituto de Estudios de la Literatura Nacional. Facultad de Humanidades, Departamento de Publicaciones. Universidad de San Carlos de Guatemala. Páginas 103 a 107. También en: Herrera, Flavio; Presencia y huella. Tomo V de la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1995. Páginas 9 a 12. 57 Carrera, Mario Alberto; “Flavio Herrera”. En: Biografías de siete grandes escritores guatemaltecos. Guatemala : Librerías Artemis Edinter S.A., 2004. Página 96. Nota: el texto original, proveniente de una conferencia, fue publicado en: Carrera, Mario Alberto; Flavio Herrera: su vida y su obra. Colección Flavio Herrera. Volumen 1 de “Microbiografías de autores guatemaltecos”. Guatemala : Editorial Piedra Santa, 1975. 46 a Flavio Herrera porque no encuentra apoyo para su producción literaria, siendo uno de los mejores exponentes del cenáculo de intelectuales. 58 Respecto a El ala de la montaña, según le refirió Herrera a la investigadora Elsie Fuerniss Criger, recibió el comentario del crítico Cansinos Assens. La tesista describe: La tendencia literaria en Centroamérica a principios de la década de 1920 fue hacia la poesía, seguida poco después por un cambio a cuentos y leyendas. Así, en 1921 Flavio Herrera publicó en Guatemala su primer volumen de cuentos titulado La Lente Opaca. Posteriormente en el año le siguió El Ala en la Montaña, un libro de versos que, según el Sr. Herrera, 1 fue comentado muy favorablemente por el crítico literario español Sr. Rafael Cansinos Assens. Se cita al Sr. Cansinos Assens por haber reconocido a nuestro autor como el adaptador del Hai-Kai a la literatura hispanoamericana y como el primer Haikaista del continente. _________ 1 En una carta personal al autor fechada el 3 de marzo de 1946. 59/ 60 A finales de septiembre de 1921 parte a Roma “para iniciar estudios de posgrado en el Instituto de Aplicaciones Jurídico– criminales. Se habían hecho contactos personales adecuados para él en Italia, y recibió una cálida y académicamente provechosa bienvenida del Profesor del Vecchio, que formaba parte del personal de la Facultad de Derecho y era director de la revista Filosofia del Dirito.” 61 Este detalle es confirmado por el artículo de Nikil (seudónimo), de noviembre de 1923, transcrito infra. • 1922: En marzo inicia una sección literaria en Diario de Centro América, a la que denominó “Propósitos y noticias”, donde incluiría textos de, entre otros, Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou, los ultraístas, Enrique González y Daniel Vega. Sin embargo, es de corta duración Arzú, José; “El libro de Flavio Herrera”. Guatemala : Diario de Centro América, miércoles 20 de julio de 1921. Página 5. Córdova, Alejandro; “Perfiles criollos. El choteo literario”. Guatemala : Diario de Centro América, viernes 21 de octubre de 1921. Página 1. 59 Criger, Elsie F.; Some comments on the ideas and style of Flavio Herrera. A thesis presented for the degree of Master of Arts. The Ohio State University 1947. Página 54. Traducción libre del inglés al español. 60 Portada original de El ala de la montaña primera edición; ejemplar disponible en Biblioteca César Brañas de la USAC. 61 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 45. 58 47 pues al mes siguiente el Diario anuncia que él se retira por haber aceptado un cargo en otro periódico, aunque no se especifica en cual. 62 Teniendo 27 años es designado Rector suplente de la Universidad Nacional. Obtiene permiso de esta y aproximadamente en junio de 1922, según William Felker, llega a Madrid y se matriculó en la Universidad Central. Tomó clases ocasionales de literatura, derecho penal y constitucional, pero estos estudios agregaron poco a sus credenciales escolares. Hizo un curso con Ortega y Gasset, y además de sus clases, participó en lo que El Imparcial llamó “famosas tertulias” donde “Flavio cambió impresiones y departió momentos inolvidables con muchas de las actuales figuras literarias españolas”. 63 Poco tiempo permaneció en Madrid. En agosto se trasladó a París, donde además de paseos por la ciudad y sus museos, sostiene entrevista con Enrique Gómez Carrillo, ya que todo guatemalteco culto que visitaba la Ciudad Luz consideraba obligado tratar de conversar con el “Príncipe de los Cronistas”. Este detalle lo comentará Herrera en entrevista concedida en enero de 1966, aunque él sitúa la plática en 1921. Casi a finales de 1922 pasa a Alemania con fines turísticos y de inversión, donde recorre varios estados, y permanece ahí hasta la primavera del año siguiente, realizando gestiones para la reproducción de su libro de cuentos Cenizas, lo que ocurrirá en 1923 en Leipzig. En algunas biografías se menciona que en Alemania efectuó estudios de especialización en derecho, lo cual no es válido afirmarlo, ni él lo expresó en vida, y en su currículum vitae tampoco señaló tal desinformación. • 1923: Interesante es la siguiente reseña sobre la estancia de Herrera en Europa, redactada por alguien que escribía con el seudónimo Nikil. Ni siquiera insinúa que haya estudiado en Alemania –únicamente de vacaciones–; solo en Italia y España: Cuando fue a Italia, fue presentado en atentísimas cartas al Prof. del Vecchio, (Director de la Revista «Filosofía del Dirito»), y a otros de los principales miembros de la Fac. de Derecho, por el Avvocato Tomaso A. Castiglia al que incidentalmente conocimos en la Universidad de Berlín, recién llegado de su patria […]. Pocos días Herrera, Flavio; “Propósitos y noticias”. Guatemala : Diario de Centro América, jueves 9 de marzo de 1922. Página 4. Diario de Centro América; Flavio Herrera se separa de nosotros. Guatemala : edición del jueves 20 de abril de 1922. Página 1. 63 Nota de Felker a pie de página: 6 Kikil (pseud.), “Obras y labores de nuestro corresponsal en Europa, Flavio Herrera,” El Imparcial (Guatemala), 3 Nov. 1923, p. 15. NOTA: El pseudónimo correcto es Nikil. Así aparece en la publicación de referencia. Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 46. 62 48 después de la llegada de Herrera a Roma, Castiglia me daba a leer las cartas autógrafas del Prof. del Vecchio en que le participaba la buena acogida de que había sido objeto su presentado y colega, y, el interés particular que se había tomado por introducirlo en todo aquello que pudiera interesarle en su profesión. De Italia pasó a España. En Madrid, en famosas tertulias, como la de don Ramón, el de las “Barbas de Chivo”, Flavio cambió impresiones y departió momentos inolvidables con muchas de las actuales figuras literarias españolas. Leed los severos y acertados juicios críticos del Semanario «España», de Madrid; en uno de los números de julio pasado, si mal no recuerdo, encontraréis conceptos que consagran a nuestro joven escritor. 64 En Alemania ha aparecido su tercer libro, editado en condiciones muy honrosas y halagüeñas por una conocida casa de Leipzig. A «Cenizas», le corresponde el No. 10 de la Biblioteca «Rojo y Negro» en que figuran escritores de la categoría de Teodoro Storm. Podéis daros cuenta de la sensación grata que se recibe con la sorpresa de encontrar en las vitrinas de elegantes avenidas, coquetas exposiciones de libros entre los que figura el de un compatriota? En Alemania se encuentran raramente libros en español; «Cenizas» estaba en una exposición de novedades literarias: las últimas producciones de Wilde, de Wells, de Tagore, de Rackham, de Doenges y de cien más de todas partes igualmente conocidos. Esos libros, allí, eran hermanos. La edición fue de 10.000 volúmenes; hoy muchos andan de viaje hacia todos los países de habla española. […] Flavio no vino a mendigar autógrafos ni a pagar cursos de especialización «à la manque»; 65 vino a pasear y supo hacerlo; sin compromisos escolares ni horas fijas, aprendió lo que puede aprender un criterio amplio y fácil, con la elegancia que pide la civilización moderna, con el sentimiento de lo bello, la visión clara de la hermosura 64 No se encontró la edición de dicho semanario, correspondiente al año IX de su publicación. Sin embargo, puede anotarse que en 1923 entre los colaboradores con sus artículos de opinión estaban: Miguel de Unamuno, César Falcón, Corpus Barga, Ramón Gómez de la Serna, Ernesto López Parra, José Moreno Villa, Enrique Díez Canedo, Ciprina Rivas Cherif y Camilo Barciam. Véase https://www.abebooks.com/magazinesperiodicals/Espa%C3%B1a-Semanario-Vida-Nacional-A%C3%B1o-1923/30449232717/bd. En virtud que Nikil no está seguro si efectivamente fue en el mes de julio de 1923 cuando en el semanario España se publicó el artículo comentando sobre Flavio Herrera, y tampoco anota el nombre del autor, podría encontrarse en alguno de los siguientes, de la edición correspondiente a junio: “- Aspectos prácticos del hispanoamericanismo, por Carlos Malarriaga. - Política piresca, por Antonio Cases. - Letras americanas, por E. D.-C.” España. Semanario de la vida nacional. Año IX, núm. 373. Madrid, 9 de junio 1923. En: https://www.iberlibro.com/ESPA%C3%91ASemanario-vida-nacional-A%C3%B1o-n%C3%BAm/4534473382/bd. 65 Expresión en francés que significa “a la falta”. Tomar cursos de poca monta o de escaso valor académico. 49 de las cosas, con ese acervo de conocimientos que fertilizarían la aridez de la vida reservada a los que están ceñidos en un círculo vulgar. […] NIKIL. Blankenese, septiembre de 1923. 66 En 1947 la investigadora norteamericana Elsie Fuerniss Criger reportó valiosos datos, varios de los cuales obtenidos en las entrevistas realizadas a Herrera por medio de cartas que le dirigió en 1946 a Brasil donde este se desempeñaba como embajador de Guatemala. Sus novedades se consideran alternas con respecto a las referencias que publicó Nikil en El Imparcial del 3 de noviembre de 1923 y merecen ser verificadas en el futuro, lo cual permitirá disminuir las “lagunas” referentes a la vida y obra del novelista y diplomático. Ella informa, con base en el currículum que el interrogado le proporcionó, que entre 1921 y 1925: “Viaje a Estados Unidos y Europa. En España se vinculó con los círculos literarios y su primer libro de Poesía fue comentado muy favorablemente por la crítica española. El maestro, Rafael Cansinos Assens lo saludó como el adaptador del HaiKai a la Literatura Hispanoamericana y como el primer Hai-kaista del Continente. 67 La casa Tauchnitz de Leipzig editó su libro de cuentos Cenizas. En el orden Académico fue discípulo de los Maestros Adolfo Posada y Luis Jimenes de Assua en España y, en Italia, de los Maestros Ferry Sergi hijo, Optholengi, etc.” 68 Adolfo Méndez Vides en mayo de 2020 escribió acerca de “Flavio Herrera, el joven” (ver texto completo en ANEXO del presente ensayo), mencionando Cenizas y el cuento “El miedo”. Recuerda al lector que en Madrid Flavio Herrera “compartió la tertulia bohemia de Ramón Gómez de la Serna”, un experto en greguerías. Quizá en él se inspiró al componer muchos de sus hai–kais. El investigador norteamericano Richard L. Jackson señaló en 1966, después de comentar sobre el escritor español Gómez de la Serna (1888–1963), que Xavier Villaurrutia fue el iniciador de las greguerías en México, pero: Todavía más que los escritores mexicanos, el guatemalteco Flavio Herrera consiguió recrear de forma infantil la realidad —muy patente en la greguería de Gómez de la Serna— basándose en el normal funcionamiento de la imaginación que en primer Nikil (seudónimo); “Obra y labores de nuestro corresponsal en Europa. Flavio Herrera”. Guatemala : El Imparcial, sábado 3 de noviembre de 1923. Página 15. 67 Posiblemente en: Rafael Cansinos–Asséns; Verde y dorado en las letras americanas: semblanzas e impresiones críticas (1926-1936). Madrid : Editorial Aguilar, 1947. La autora de la tesis no cita este libro en la lista bibliográfica –páginas 83 a 84–, pero incluye el currículum vitae que Flavio Herrera le envió –páginas 85 a 86– y ahí aparece el extracto del presente párrafo. 68 Criger, Elsie F.; Some comments on the ideas and style of Flavio Herrera. Op. Cit., página 85. Traducción libre del inglés al español. 66 50 lugar re–descubre las cosas y después las transforma, por el arte, en nuevas y brillantes entidades, como si fueran vistas por primera vez. Abundan los ejemplos: “El canario: ¿Quién ha puesto en la jaula una yema de huevo con ala?” “El papagayo: una antorcha que canta.” “Los cuervos: papeles quemados que arremolina el viento.” “el ciempiés: un peine vagabundo.” “La orquídea: ¿es el alma de la nieve?” “La laguna: jícara de cristal para el chorro del cielo (‘Poesía horizontal’, Cosmos indios).” No cabe duda que Flavio Herrera en estos ejemplos ha captado la impresión buscada en la greguería: la metáfora sorprendente y humorística que nos ofrece una nueva perspectiva inesperada de alguna faceta desatendida de la realidad. Veamos algunas de Gómez de la Serna que comparten la misma agudeza de visión: “Lira: música entre paréntesis.” “Luna en el lago: leche condensad mezclándose al té.” “Nubes: ríos vagabundos.” “El perfume es el eco de las flores.” 69 El 5 de junio se anuncia que figura en la lista de tres candidatos a rector: “Los que cuentan con mayores simpatías son los doctores Carlos Federico Mora y Ernesto Alarcón y el Licenciado Flavio Herrera, actual Rector Suplente de la Universidad que está próximo a volver a Guatemala.” 70 De Alemania regresa a Italia en 1923. Estudia en Roma, y a la vez escribe cuentos, que envía y publica el periódico El Imparcial. Ejemplo de sus estudios en Italia es la autorización que recibió en febrero de 1923, del Ministerio del Interior, para ingresar al Manicomio Giudiziario di Aversa, en calidad de Jackson, Richard L. “Apuntes sobre la lengua greguerística en la poesía contemporánea hispanoamericana.” Hispanófila, no. 28, 1966, pp. 49–58. JSTOR, www.jstor.org/stable/43806813. Consulta efectuada el 20 Oct. 2020. Páginas 53 a 54. [No. 28 (SEPTIEMBRE 1966), págs. 49-58 (10 páginas)]. Publicado por: Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill para su Departamento de Estudios Románticos. NOTA: Jackson escribe “Cosmos indios”. Sin embargo, el título correcto es “Cosmos indio” (1938). 70 El Imparcial; ¿Quién será el rector de la Universidad? Se postulan tres candidatos para las próximas elecciones. Se trata de los doctores Carlos Federico Mora y Ernesto Alarcón y el licenciado Flavio Herrera, actual Rector Suplente de la Universidad. Guatemala : edición del martes 5 de junio de 1923. Página 1. Posteriormente hubo cambio en la lista de candidatos y al final ganó el doctor José Matos. 69 51 observador “por razones de estudio”. La tarjeta siguiente se conserva en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera. En agosto-septiembre de 1923, el cronista José Rodríguez Cerna señaló de Carlos Wyld Ospina, después de emitir juicio sobre la reedición de su libro Las dádivas simples, que tanto él como otros poetas se encontraban en un ambiente tan cerrado que… “Poeta de tan ilustres lises mentales vive dentro de un bostezo provinciano. Lo mismo que Rafael Valle, lo mismo que Flavio Herrera, lo mismo que Rafael Arévalo Martínez. Por ser sus fuentes tan abundantes y preclaras, no las ha extinguido el raquitismo del borriquero ambiente,” Rodríguez Cerna, José; “Algunos poemas y artículos de Carlos Wyld Ospina y una nota crítica sobre su arte”. Guatemala : Studium. Revista mensual. Órgano de la Asociación de Estudiantes Universitarios de la República de Guatemala. Año II, Nos. 8 y 9. Agosto y septiembre de 1923. Página 56. 52 En la fecha magna en que se conmemoraba el 102 aniversario de independencia patria, 15 de septiembre de 1923, envió a la redacción de El Imparcial una crónica o relato de su estancia en la ciudad de Verona, Italia, donde se supone está enterrada “Julieta”, la heroína de la obra de William Shakespeare, Romeo y Julieta. Sea cuento, crónica o relato, su prosa es poética en: “Verona – La tumba de Julieta”. La incluye como parte de su columna periodística: “El corazón viajero”. Es válido que la edición del periódico lo reporte como “Crónica exclusiva para El Imparcial” en virtud que el autor se encontraba viajando por Europa y recientemente había visitado en Alemania las ciudades de Colonia y Leipzig; en esta última le fue publicado ese año su libro de cuentos Cenizas. En el relato menciona la ciudad de München. 71 En Italia estudia en la Universidad de Roma; escribe sobre sus experiencias en las ciudades de Florencia, Venecia y Verona. Como lo recordó el filósofo León Aguilera al escribir una elegía tras su muerte: Te conocimos cuando provenido de Alemania, de tus viajes por Europa esparcías la fama de tus poemas Cenizas, Lente Opaca. Entonces eras aunque más que treintón un buen mozo. Galante, decidor, haciendo brillar tu sonrisa y tus ojos bajo el ala de bien ajustado sombrero. 72 Herrera, Flavio; “El corazón viajero. Verona – La tumba de Julieta. Crónica exclusiva para El Imparcial”. Guatemala : El Imparcial, sábado 15 de septiembre de 1923. Página 13. 72 Aguilera, León; “Urnas del tiempo. Muerte de Flavio Herrera”. Guatemala : El Imparcial, lunes 5 de febrero de 1968. Página 3. En 1942 León Aguilera publicó su libro de poesía Estancias de la Montaña, recibiendo un conceptuoso poema laudatorio. Herrera, Flavio; “Radio lírico. Flavio Herrera a León Aguilera. Pulso del libro Estancias de la Montaña”. Guatemala : El Imparcial, martes 23 de junio de 1942. Página 3. Véase también: El Imparcial; Estancias de la montaña. Poemas de León Aguilera. Sierra de las minas; prologa Alejandro Córdova. Guatemala : martes 16 de junio de 1942. Página 1. El Imparcial; Dos libros guatemaltecos más allá de las fronteras. Angustia, de Raúl Leiva, y Estancias de la montaña, de León Aguilera. Guatemala : martes 28 de julio de 1942. Páginas 1 y 6. 71 53 El 30 de octubre de 1923 El Imparcial informa que Flavio Herrera (recién llegado de Europa) y Rafael Cardona ingresan al periodismo; muestra fotografía de ambos. 73 Ahí tuvo su columna, de corta data: “El corazón viajero”, en la que insertaba crónicas y poemas. En enero de 1966, en entrevista concedida al periodista Julio César Anzueto, cuya conversación giró alrededor del tema de si debían o no repatriarse los restos mortales del llamado “Cronista errante”, Enrique Gómez Carrillo (1873–1927), le comentó que lo conoció cuando llegó a París, y también de su estancia en Berlín donde una señora les preparaba frijoles. 74 —Sería justo traerlo, pero eso le robará universalidad... Se queda un momento pensativo y añade: —Me pronuncio por traerlo. Porque es un grupo de intelectuales el que lo está propugnando. Por ellos, para regocijo de los amigos de Guatemala y de Gómez Carrillo, entre los cuales me cuento yo, me inclino por traerlo, aunque, repito, va a perder universalidad al abandonar a París... Y añade firmemente: —Pero eso sí, que al menos se le coloque en un sitio decoroso... El licenciado y escritor Flavio Herrera, expresa así al reportero su opinión sobre la repatriación de Gómez Carrillo. En su residencia de la zona 11, «Triana», de ambiente español, tranquila y cuya construcción recuerda a la Sevilla que en un tiempo llenara los ojos del novelista, lo recibe llevándolo a su gabinete de trabajo. 75 Libros, libros y más libros. Es el lugar donde pasa buena parte de las horas del día y algunas de la noche. Sillones antiguos, viejos escritorios, candelabros y cuadros de épocas pasadas, en un ambiente acogedor. Sobre una mesa, al centro, otros libros, una máquina de escribir con una hoja escrita a medias, papeles y otros objetos. —Lo hemos interrumpido... 73 El Imparcial; Valiosas conquistas de El Imparcial. Los escritores Rafael Cardona y Flavio Herrera ingresan en el periódico y el número de páginas se ha aumentado. Foto de Flavio Herrera y del poeta costarricense Rafael Cardona. Guatemala : martes 30 de octubre de 1923. Páginas 1 y 10. En el caso de Cardona, estuvo pocos meses colaborando con el periódico: El Imparcial; Rafael Cardona ya no está en El Imparcial. Tiene sus ideas sobre México. Guatemala : lunes 17 de marzo de 1924. Páginas 1 y 8. 74 Cierto diputado del Congreso de la República de Guatemala, de cuyo nombre no es agradable acordarse, comentó recientemente que los diputados no se hincarían ante las presiones de los “come frijoles” que en noviembre de 2020 exigían, mediante manifestaciones populares frente al edificio del Congreso, la derogación del decreto que aprobó el presupuesto de ingresos y egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2021. Que dirá el susodicho “padre de la patria” si se entera que Flavio Herrera gustaba también de los frijoles. 75 Dos de sus composiciones poéticas fueron inspiradas en el barrio de Triana, de la ciudad de Sevilla, España. Véase Herrera, Flavio; “Raíz de España. A Miguel Ángel Asturias”. Guatemala : El Imparcial, edición del sábado 26 de septiembre de 1959. Pág. 13. Contiene los poemas: Valencia, Una canción en el alba (firmados en Sevilla, Barrio de Triana, 1956) y Cipreses de Alcalá (suscrito en Alcalá de Henares, abril de 1956). 54 El escritor corta muy amablemente: —En absoluto. Pase usted. Y lo invita a sentarse frente a un amplio ventanal. El autor de «El Tigre» viste camisa sport sobre el pantalón y cómodas pantuflas. —Le visitamos porque tenemos entendido que usted conoció a Gómez Carrillo en París... —Sabía a qué venía usted —interrumpe—. He leído lo que se ha publicado y todo me parece muy interesante. En lo que no estoy de acuerdo es en una supuesta superioridad de Rodríguez Cerna sobre Gómez Carrillo como cronista, según le expresó alguien a usted. Para mí valen igual, aunque uno haya escrito en Guatemala y otro en París. —Pero el tema principal es la repatriación —continúa— ¿usted qué piensa? ¿Cuál de los juicios le parece más acertado? ¿Traerlo o dejarlo? —El reportero vacila un momento ante lo inesperado de las preguntas, pero luego contesta: —La opinión del pintor Garavito me impresionó bastante. Me dejó la impresión que sabe lo que hubiera deseado Gómez Carrillo. Me pareció sincero. ¿No cree? —En efecto, sus declaraciones reflejan un conocimiento muy cercano del cronista en aquella época. Y ese detalle de los frijoles… El novelista sonríe y agrega: —Eso me trae el recuerdo de algunas fiestas chapinas que tuvimos en Berlín, entre la muchachada guatemalteca que vivía en Europa en ese entonces. También tuvimos frijoles y hasta guineos. Doña Regina de Krolik llevó de Guatemala esas costumbres y en su casa nos reuníamos los entonces estudiantes, doctores Salvador Ortega, Luis Ogarrio y Ricardo Álvarez. También Rafael Santolino, Oscar Álvarez, hermano de Ricardo y otros muchachos. Pasamos muchos momentos felices recordando a la patria por su comida. 76 —Eso fue en... —1923, aproximadamente. Dos años antes había yo llegado a París y entonces conocí a Enrique. Recuerdo que el primer encuentro fue en el café Napolitano, 76 Esposa de don Salvador Krolik. En los años de 1920 a 1922 la pareja tenía una pequeña casa en Ottensen– Othmarschen (barrio en el distrito de Altona de Hamburgo, en el norte de Alemania), comprada a un nieto del príncipe von Bismarck, según comentó el sobrino de ambos, el filatelista León Bilak. Véase: Bilak, León; “Grandezas e incidencias de la vida de Enrique Heine”. Guatemala : Anales de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Tomo XLVIII, Año XLVIII. Julio de 1975 a Junio de 1976. Página 68. 55 estando en compañía de José Arzú y él me presentó. Enrique estaba sobrio y fue muy cordial. La plática se prolongó bastante, pues se habló de la patria, de libros, de mujeres... —Me ausenté de París un tiempo —continúa— pero al regresar de Alemania volví a encontrarlo en «La Rotonda», un café situado en el barrio Latino. Esta vez estaba con copas y gozaba de la compañía de bellas mujeres. Era otro Gómez Carrillo, desconcertante, ingenioso, alegre: el bohemio cuyo atractivo comentaba Paris... Tras una breve pausa agrega: —En ese entonces casi todos los latinoamericanos llegaban a verlo, pues una visita a París para un intelectual o artista, no era completa sin conocer a Enrique. Muchos de ellos eran introducidos por José Arzú o por Sierra Valle y algunos por el propio embajador de Guatemala. —Ventura Calderón 77 nos introdujo a los muchachos guatemaltecos en los círculos literarios de la ciudad luz y notamos inmediatamente la estima y admiración que en todas partes se tenía por Enrique. Porque, él logró con su estilo tocar la verdadera fibra de los parisienses. Y lo logró allá, porque en Guatemala el ambiente no era propio para elevarse hasta las alturas a donde él llegó. No era propicio, aunque muchos se esforzaron y superaron. José (Rodríguez Cerna), por ejemplo, abría la puerta a esos valores, cuando dirigía el Diario de Centro América. Recuerdo la camaradería y generosidad de esa generación de 1920. De todos nosotros., Rafael (Arévalo Martínez) era el mayor. —Pero volvamos a nuestro tema, a la bohemia, al ambiente parisino —dice el novelista—. En ese entonces y hoy todavía, el centro de la cultura es París. Es la meta para la intelectualidad. Ese fue el ambiente que atrajo, como un reto, a Enrique y en él triunfó totalmente. Afluían a París muchos escritores latinoamericanos y eso, naturalmente, creaba cierta pugna y pequeñas rivalidades. —Un escritor ecuatoriano —añade—, por ejemplo, solía decir de Enrique, el más envidiado por su mismo valer: «Los libros de Gómez Carrillo son pensados en París, sus crónicas de viajes son escritas sin salir de la ciudad...» —Claro que eso, si fuera cierto, acentuaría aún más su valer. Se necesitaría imaginación y un estudio excepcional para describir lo que no se ha visto, sin incurrir en error, comenta el reportero y pregunta: —¿Cuál de sus obras le gusta más? 77 Se trata del escritor peruano Ventura García Calderón (1886–1959). Un excelente estudio sobre su vida y obra, principalmente en la cuentística, se encuentra en: Filhol, Benoit; El Perú en la narrativa de Ventura García Calderón. Tesis doctoral, Universidad de Alicante, 2013. https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36318/1/Tesis_benoit_filhol.pdf 56 —He terminado de leer «La Grecia eterna», de nuevo, pero fundamentalmente me inclino por «Treinta años de mi vida». Es la más perdurable, la más humana de todas sus obras. Sincera y atractiva, pues es su propia vida. Novelesca, como fue en realidad su existencia. 78 • 1924: Cuatro años después de su graduación, y habiendo regresado de Roma, Madrid, Alemania, París e Italia, se asocia con dos colegas y ofrece servicios profesionales de abogado, publicando el siguiente anuncio comercial en un periódico cuya divisa era la conocida frase de Benito Juárez: “El respeto al Derecho ajeno, tanto entre los pueblos como entre los individuos es la Paz”. 79 Del 12 de julio de 1924 es la crónica: “La tristeza del viaje – El adiós a Venecia”, Italia. Está suscrita en “Venecia, febrero de 1923”. 80 • 1929 y 1930: Entre 1929 y 1930 eventualmente Herrera publicaba artículos de opinión en El Imparcial, por medio de otra columna, “El Minarete”. Quizá de la torre del segundo nivel de su casa o chalet “Triana”, fue que tuvo la idea de darle el nombre a dicha columna. Anzueto, Julio César; “Repatriar restos de Gómez Carrillo desean destacados intelectuales. Se actualiza una vieja polémica: ¿Esos restos deben quedar en París?, o ¿Deben regresar a Guatemala? –III–”. Guatemala : Prensa Libre, edición del martes 11 de enero de 1966. Páginas 13 y 40. La transcripción de las preguntas y comentarios del periodista se efectúa en letra cursiva para diferenciar con respecto a las respuestas de Flavio Herrera. Anzueto publicó la serie divida en seis partes, entre enero y febrero de 1966. Dos años después las integró en: Anzueto, Julio César; Enrique Gómez Carrillo: ¿en dónde deben reposar sus restos? Guatemala : Universidad de San Carlos de Guatemala, 1968. 79 Tiempos Nuevos. Diario de la juventud independiente; Anuncio comercial. “Licenciados Flavio Herrera, Eugenio Silva Peña, Ernesto Viteri B.” Guatemala : Año I, Núm. 1. 28 de abril de 1924. Página 1. 80 Herrera, Flavio; “Páginas de Flavio Herrera. La tristeza del viaje – El adiós a Venecia”. Guatemala : El Imparcial, sábado 12 de julio de 1924. Página 5. 78 57 “El minarete” en la Casa o chalé Triana Foto en Archivo Histórico Casa de la Cultura Flavio Herrera 58 Vista lateral izquierda del chalet “Triana”, donde funciona la Casa de la Cultura Flavio Herrera https://www.facebook.com/CasaFlavioHerrera/photos/a.2618759701729761/2618806865058378/?type=3&theater ↈↈↈↈↈↈↈ Sobre las publicaciones de ficción corta de Flavio Herrera, los investigadores Francisco Albizúrez Palma (1935–2014) y Catalina Barrios y Barrios (1929) comentan críticamente: Los cuentos de Herrera deben considerarse como una etapa en la evolución narrativa de nuestro autor. En efecto, a ellos no se dedicó sistemáticamente ni produjo ningún sobresaliente. Del primer volumen de cuentos, afirma Ricardo Estrada que “mantienen un dejo entre romántico y modernista”. “La lente opaca –continúa Estrada– aparece en 1921. Tal vez con un dejo amargo de primera poda y con el aire de aquella juventud todavía enmelenada: «Esa cosa áspera, turbia y dolorosa es la vida». Tal vez, también, con una cosa luminosa en el ‘Preludio’: rubendariana e 59 incierta con su rumbo melancólico de reflexivo epígrafe. Son disonancias. Lucha entre corrientes ajenas en los temas y la ansiedad de manifestación hispanoamericana. También la lucha entre la ansiedad de lejanía y el arraigo a la tierra”. 81 Cenizas (1923) reproduce cuentos del primer libro e incorpora otros, en los cuales asoma la vocación de narrador regionalista que cuajará en El tigre. Sin embargo, la mayoría de nuevos relatos –advierte Estrada– poseen temáticas y desarrollo literario dulzones, “vertidos en bohemia, cuentos, versos, declamaciones, y ligados a impresiones primeras en atisbos autobiográficos. Entrégase el autor a una racha cosmopolita sin raigambre cierta, especialmente el cuento con que se abre el volumen.” 82 Por otra parte, modernismo y realismo coexisten en este volumen. Dato singular es que ya desde los cuentos de La lente se advierten ciertos personajes cuya caracterización anuncia los de las futuras novelas de Herrera. Se confirma, así, el señalamiento de Menton en cuanto a la afición de Flavio a emplear los mismos personajes en todas sus novelas. 83 Los cuentos –tanto en un volumen como en otro– revelan la preocupación de Herrera por el mundo interior de los personajes, así como la escasa preocupación por los problemas sociales, rasgos ambos adjudicados por Menton a las novelas de Herrera. Menton cree ver, en los cuentos de nuestro autor, la técnica de Maupassant. 84 81 Esto lo señaló el autor referido en: Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Op. Cit., página 15. Que lleva por nombre “Cenizas”, y a la vez es el que le da título al libro de cuentos. 83 Véase: Menton, Seymour; Historia crítica de la novela guatemalteca. Guatemala: Imprenta Universitaria, Editorial Universitaria. Universidad de San Carlos de Guatemala, 1960. 84 Albizúrez Palma, Francisco y Barrios y Barrios, Catalina; Historia de la Literatura Guatemalteca. Guatemala : Tomo 2. Primera edición, primera reimpresión. Talleres de la Editorial Universitaria, Colección “Historia Nuestra”, Volumen No. 4. Universidad de San Carlos de Guatemala, 1999. Página 131. 82 60 2. Cenizas (1923) «Un documento valioso para entender la sensibilidad de la época y lo que vivió o experimentó emotivamente nuestro escritor en sus años de abandono, cuando “un naufragio me hubiera hecho feliz”.» Adolfo Méndez Vides 85 Un ejemplar de Cenizas, cuya cubierta y portada interior se muestran aquí, está resguardado en la biblioteca del campus central de la Universidad Rafael Landívar, Guatemala, lugar donde el lector puede consultar la magnífica “Colección Viteri”, producto de la donación que el abogado Ernesto Viteri Bertrand (1897–1989) hiciera a dicho centro de estudios Méndez Vides, Adolfo; “Flavio Herrera, el joven”. Guatemala : elPeriódico, edición digital del 5 de mayo de 2020, en https://elperiodico.com.gt/oculta/2020/05/05/flavio-herrera-el-joven/. Ver texto completo en Anexo. 85 61 superiores. Ahí se encuentra la primera edición de varios libros de Flavio Herrera, con dedicatoria especial para Viteri. Cenizas (1923) constituye una colección de diez cuentos. La obra fue publicada en Leipzig (Alemania), por Bernhard Tauchnitz, Imprenta del Editor, con “Introducción” suscrita por el Dr. Máximo Asenjo García, en su calidad de director de la Biblioteca Rojo y Azul, de la cual el libro corresponde al No. 10, de los publicados hasta tal año. La edición fue de ¡10,000 ejemplares!, los cuales fueron distribuidos para su venta en librerías de Europa e Hispanoamérica. 86 El Índice original de Cenizas es como sigue: Folio 5 7 21 41 53 65 75 97 117 123 131 Introducción Cenizas El miedo El corazón Su venganza Por una sonrisa La pernada Una La deuda La pitanza El capitán Bealby En la “Introducción”, después de presentar los propósitos de la Biblioteca Rojo y Azul, que eran los de apoyar a los nuevos escritores de quienes se confiaba que tendrían un magnífico futuro en el campo de las letras, el doctor Máximo Asenjo especifica: Al grupo literario de esos jóvenes que mucho prometen para el porvenir, que ya hoy son halagadora realidad para las letras hispano–americanas pertenece Flavio Herrera. Su estilo vibrante, suavemente cadencioso, nostálgico y sugestivo tiene los azulados matices del cielo embrujador de su ciudad natal, está teñido del cálido colorido tropical. Aunque impregnado del sano y fuerte aroma de la selva americana cruje a veces acariciador y frufrutante como el ropaje de seda que envuelve el cuerpo de una mujer hermosa. 87 Y en verdad hermosas son también las ideas que atavía el Nikil (seudónimo); “Obra y labores de nuestro corresponsal en Europa. Flavio Herrera”. Guatemala : El Imparcial, sábado 3 de noviembre de 1923. Página 15. 87 El llamado “Cronista errante” o “Príncipe de los cronistas”, Enrique Gómez Carrillo (1873–1927) en “La psicología del viaje”, de El primer libro de las crónicas (Madrid, Editorial Mundo latino, 1920) se refirió a este 86 62 estilo de este joven escritor. Su concepto de la vida es serio, sano, reflexivo. Tras el soñador se adivina al observador preocupado por estudiar las cuestiones sociales, tras el poeta se revela el pensador acosado por el afán de descifrar, investigando los problemas de la vida, el enigma de la existencia y destino humanos. 88 Resulta “extraño” que, en la edición de 1994 reproducida por Editorial Universitaria, no se haya transcrito la introducción del Dr. Asenjo, ya que de hecho forma parte del libro y de la historia. Igual omisión ocurrió con la realizada por Tipografía Nacional en 2009, con presentación de Adolfo Méndez Vides: “La recuperación de Cenizas”. concepto al decir que París tendría además de un color propio un sonido especial, frufrutante, porque “tiene un eterno frufrú de sedas en su actividad deliciosa”. Así también, en El libro de las mujeres (París, Garnier Frères, 1909), señala que las calles rue de la Paix, la rue Royale y el Bulevar, representan “los centros del lujo de París por las cuales pasan, frufrutantes y perfumadas, las parisienses”. Tómese en cuenta que Gómez Carrillo, al igual que José Milla y Vidaurre (1822–1882), Enrique Martínez Sobral (1875–1950) y Ramón A. Salazar (1852– 1914), a decir del citado investigador Felker, pudieron influenciar de alguna manera a Herrera, por lo menos al principio de su carrera literaria, ya que: «[…] introdujeron elementos de las escuelas naturalistas en la novela guatemalteca, elementos que iban a crecer y tener una influencia decisiva en la escritura de Flavio Herrera. Enrique Gómez Carrillo, “niño terrible” del Modernismo, probablemente fue el miembro más importante de este grupo de autores en el giro de la dirección literaria guatemalteca hacia Europa y finalmente en una ruptura con el tema y la forma románticos. Viajero del mundo, notorio amante y compulsivo escritor, Gómez Carrillo era bohemio con un estilo que pocos de los decadentes compañeros de escuela de Flavio eran capaces de igualar. Hizo su residencia permanente en París, adoptó la ciudadanía francesa y nunca regresó a su antiguo país después de 1900. Además de darle a Guatemala un estilista que en ese momento sólo rivalizaba en Centroamérica con Darío, se convirtió en ejemplo de un escritor nacional que triunfó en la atmósfera enrarecida de los círculos literarios parisinos.”» Felker cita del libro Páginas escogidas (1954), lo que para Gómez Carrillo representaban algunas partes del cuerpo humano (y posiblemente para Flavio Herrera en su colección de hai-kais: Su sonrisa, Sus brazos, Su cabello, etc.): «“¿No es acaso el cuerpo humano el compendio de todas las ideas? Los brazos tienen elocuencia, las piernas expresan sentimientos, los senos conocen los arcanos de la metafísica.” En un diálogo imaginario con la bailarina, dice: “Ven, ven de nuevo … ven a humillar con tu desnudez sagrada a la Fealdad moderna. ... Ven a enseñar al mundo ... lo único que el mundo ha olvidado de sus grandezas de otro tiempo, que es la locura del instinto”. Este motivo, que se transmite a través de gran parte de la poesía erótica del período modernista en América Latina, se convierte en una sexualidad cósmica en la década de 1930.» Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas 10 y 20 a 21. Ver texto completo en ANEXO de este modesto trabajo: Introduction — Introducción. 88 Asenjo, Máximo; “Introducción”. En: Herrera, Flavio; Cenizas. “Introducción” por Dr. Máximo Asenjo. Biblioteca Rojo y Azul No. 10. Leipzig, Alemania : Bernhard Tauchnitz, Imprenta del Editor, 1923. Página 6. 63 Cuando en octubre de 1923, recién llegado a Guatemala proveniente de Europa, Flavio Herrera se incorporó como redactor de planta de El Imparcial, dicho periódico explicó que con él y la participación del poeta costarricense Rafael Cardona aumentaría el número de ejemplares que editaría diariamente, toda vez que los lectores se interesaban no solo en noticias sino también en las buenas letras y bellas artes. En especial, de Herrera reseñó sus aportes al diario y sobre su nuevo libro de cuentos Cenizas: Bajo estas líneas se publica una nota bibliográfica dedicada al nuevo libro de Flavio Herrera, que ha llegado. Con efecto, Flavio regresa de un viaje magnífico realizado por países de Europa y algunos de América. Juventud soñadora y fuerte, supo recoger no sólo impresiones superficiales, sino gustó de ahondar en los problemas que tuvo cerca, estudiando almas y pueblos con solicitud que servirá a los fundamentos de una superior cultura y experiencia para su vida y obra subsiguientes. Fue nuestro distinguido amigo, durante su éxodo, no un colaborador ocasional, sino el compañero asiduo en el trabajo y atento a la trayectoria de progreso que EL IMPARCIAL describía. Sus cartas de entonces manifiestan sinceras y espontáneas el cariño con que asistía desde lejos a ese desenvolvimiento. Su colaboración queda en las páginas del periódico como un orgullo, uno de los justos orgullos de EL IMPARCIAL, el de ser una verdadera y siempre abierta casa de la juventud. Y ahora que entre nosotros se halla el ya prestigiado escritor, nos ha brindado con su cooperación: podemos ofrecer a los lectores su obra nueva, avalorada por un nuevo mundo de visiones y experiencias. Es, como dijimos, ésta la casa de la joven intelectualidad guatemalteca; Flavio Herrera tiene en el periódico y en nuestra estimación, un sitio distinguido. EL NUEVO LIBRO DE FLAVIO HERRERA Flavio Herrera, el querido y admirado amigo, está en Guatemala, de regreso de sus viajes por tierras de Europa. El artista viajero —tan contrario en su psicología al simple y adinerado transeúnte de las grandes capitales, que nada dejó ni nada trae, salvo la ropa, como en la redondilla humorística— retorna a su Guatemala con un rico bagaje de impresiones espirituales y estéticas, que ha de desarrollar, para bien de nuestras moribundas letras, 64 en sus géneros favoritos: el verso y el cuento, esa moderna y victoriosa forma de la novela. Flavio trae además un tomo ya editado de cuentos, que elogiara calurosamente la crítica madrileña. El volumen está hecho en Leipzig; y pasma considerar la corrección del impreso ejecutado en un país extranjero, con obreros que desconocen el castellano. Con Herrera y unos pocos escritores más, la misma casa editora inició su biblioteca en español; y tiene en labor otra novela del compatriota, que circulará tan luego como la vida normal del trabajo se reanude en la gran nación alemana. 89 Leeremos devotamente el libro ya editado de Herrera, que él ha tenido la gentileza de poner en nuestras manos; y al dar al escritor nuestra más cordial bienvenida, nos prometemos dedicar a la obra algo más que una nota informativa. 90 El Diario de Centro América, en su edición del 16 de noviembre de 1923 efectuó un comentario sobre Cenizas, indicando (según los recopiladores de la información): “Cenizas” de Flavio Herrera. Artículo de Crítica: Hace una presentación del libro. El cual menciona que Flavio Herrera lo trajo de Alemania. Que posee un prólogo de Máximo Asenjo. Es una obra que plantea problemas sociales, de la vida, el enigma de la existencia. Estos cuentos traen el motivo regional, lo enaltece y cultiva, lo puramente nacional. 91 Acerca del doctor Máximo Asenjo García (nicaragüense), se anotan los siguientes datos sueltos, obtenidos en diferentes sitios de Internet: • Por acuerdo aprobado por el presidente de Nicaragua José Santos Zelaya López (1853– 1919), el 29 de enero de 1900 (publicado en La Gaceta No. 989 del 31 de enero), es nombrado Comandante de Armas del Departamento de León, equivalente al de Gobernador o Jefe Político. • En enero de 1901 asistió al Primer Congreso Médico Latino–Americano; formó parte de la Comisión Directiva. 89 De Herrera dicha editorial solo publicó Cenizas. El Imparcial; Valiosas conquistas de El Imparcial. Los escritores Rafael Cardona y Flavio Herrera ingresan en el periódico y el número de páginas se ha aumentado. Foto de Flavio Herrera y del poeta costarricense Rafael Cardona. Guatemala : martes 30 de octubre de 1923. Páginas 1 y 10. 91 Seminario de Literatura. Guatemala (1992); “Investigación hemerográfica (1920–1968). El Imparcial y Diario de Centro América”. En: Herrera, Flavio; Presencia y huella. Tomo V de la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. Página 202. 90 65 • • • • El 2 de junio de 1902 (diario oficial de San Salvador, El Salvador, del 4 de junio, Tomo 52, Número 131) fue designado como jefe del Cuerpo Médico Militar, con jurisdicción en toda la República. El 2 de septiembre de 1903 le fue autorizada en Honduras su incorporación como médico y cirujano, graduado en la Universidad de Múnich, Alemania. En 1911 estuvo exiliado en Jersey City, New Jersey, USA, contando con el apoyo del Mayor Wallace Winchell, Superintendente del Hogar Industrial del Ejército de Salvación. Se trasladó a Alemania donde tradujo varios libros del español al alemán y viceversa, fechados en 1915; algunos de ellos incluidos en la Biblioteca Rojo y Azul que dirigía en dicho país. Es de advertir que Flavio Herrera insertó cinco de los cuentos de La Lente Opaca y El hilo del sol (1921), en Cenizas, aunque esto no le quita mérito a esta obra. Los que volvió a publicar son: De La Lente Opaca Simona, que en Cenizas cambia su nombre por el de: La pernada La deuda Una La pitanza De El hilo del sol El capitán Bealby Sobre Cenizas el poeta costarricense Rafael Cardona, expresó: 92 «Crítica: Herrera es uno de esos hombres a quienes la crítica no puede seguir sino apresurado el paso. Posee el verso y lo desenvuelve con escepticismo de una mentalidad que no encuentra reposo en la inmediata creación del arte, sino a condición de que le revele un goce nuevo. Herrera posee gran poder de síntesis emocional que caracteriza sus pequeños poemas y sus bellísimos cuentos. Ha extraído su estética de su propio temperamento entregado a la psicologización de los hechos. Dotado de tristeza, jamás cede ante las dificultades del estilo. Su prosa es un espejo donde se refleja la alegría y el dolor humano. Posee la técnica maliciosa del hombre de mundo. Su libro “Cenizas” contiene un espíritu que es delicado y morboso. Herrera trata de ser en él despreocupado, casi frívolo, pero está la sombra del macho potente. 92 Recuerde el lector que el 30 de octubre de 1923 El Imparcial anunció que Flavio Herrera y Rafael Cardona ingresaron al periodismo en dicho diario. Herrera lo hará por medio de su columna “El Minarete”. 66 No es propiamente un tipo sensual del arte ni llega hasta el cafetín de mala muerte de los Belda.» 93 Cardona, al describir que en Cenizas Flavio Herrera se muestra “casi frívolo”, pero no como el “cafetín de mala muerte de los Belda”, sin duda se refiere a las novelas eróticas publicadas por el periodista y humorista español Joaquín Belda Carreras (1883–1935); en su mayoría se trata de novelas cortas en edición de bolsillo, muy populares en la época, como por ejemplo (de las conocidas hasta 1923 aunque hay varias en años subsiguientes e incluso de 1935): Las chicas de Terpsícore (1917), El “souper-chotis” (1917), Traviatismo agudo (1918), Las mujeres de Belda (1921), Tobilleras (1922), Titina, segunda tiple, (1923), El Sultán de Recoletos (1923). 94 Finalmente, sobre comentarios a Flavio Herrera y su obra cabe insertar lo que en 1928 y desde París, expresó el poeta y novelista César Brañas sobre lo que hasta ese año había producido Herrera, a quien ve con un dejo de envidia por su posición económica, pero a la vez lo respeta como amigo: Flavio Herrera. —Con Rafael Valle, Flavio Herrera marca la transición del espíritu anterior a 1920 —en lo literario— a la inquietud posterior, y desde un principio tuvo un puesto en nuestra plataforma, porque toda su obra se desenvuelve conjunta a la nuestra, siendo comunes sus direcciones con las orientaciones nuestras. Hace con elegante discreción su triple papel de literato, hombre de sociedad y finquero. Conocido en sus principios sólo como poeta, dio la gentil sorpresa de La lente opaca (cuentos, 1921) y confirmó sus dotes de escritor en 1923, con Cenizas, en su viaje a Europa. Luego prometió otro libro, Mujeres, inédito aún. Y uno más, El libro de los hai–kais, la modalidad que viene cultivando con fervor que no decae, desde hace algunos años. Ajeno a las inquietudes económicas contra las que libran continua batalla muchos otros de los compañeros de generación, Flavio Herrera puede permitirse reposados placeres de lectura, de producción y de emoción. Por eso mismo nosotros le pediríamos una más constante contribución al caudal literario de nuestro tiempo: prosa y versos suyos para enriquecer la desmedrada bibliografía de Guatemala. 95 93 El Imparcial, edición del 20 de noviembre de 1923. Transcripción tomada de: Seminario de Literatura. Guatemala (1992); “Investigación hemerográfica (1920–1968). El Imparcial y Diario de Centro América”. Op. Cit., página 165. Al año siguiente, Herrera le dedicará a Cardona una de sus crónicas. Véase: Herrera, Flavio; “El corazón viajero. Primera noche de Venecia. Para Rafael Cardona”. Guatemala : El Imparcial, sábado 2 de febrero de 1924. Página 3. 94 https://es.wikipedia.org/wiki/Joaqu%C3%ADn_Belda. 95 Brañas, César; “Confines y problemas de la generación del novecientos veinte (contribución al estudio de nuestro desenvolvimiento intelectual). V. Algunos nombres y algunas obras”. París, septiembre de 1928. 67 Respecto a la aseveración de César Brañas en el sentido de que Flavio Herrera prometió la publicación de El libro de los hai–kais, así como el de cuentos Mujeres, ya se sabe que no ocurrió. Del primero nunca lo comentó en sus escritos y del segundo sí, y en varias oportunidades desde 1924 hasta e inclusive 1942, pero no lo vieron sus lectores y en forma de manuscrito no ha sido encontrado, todavía. El cronista José Rodríguez Cerna, durante su estancia en Madrid donde publicaba artículos en un periódico de esa ciudad y que también enviaba a Guatemala, escribió en diciembre de 1930 sobre algunos de los “novísimos” influenciados por ideas socialistas (rojas o violetas) y por el dadaísmo y el creacionismo. Punto aparte le mereció la poesía de Flavio Herrera, de quien menciona el libro Mujeres, que el autor tanto prometió y aseguró en diversas oportunidades que estaba “en prensas”, pero que como tal nunca fue publicado. Explica Cerna: Los novísimos traen felices hallazgos de infrarrojos y de ultravioletas. Sin perder emoción, la obra se cerebraliza y se hace claro el afán de formas cada vez más depuradas, aunque a veces se concrete en el desingularizarse con meras combinaciones verbales o con lo inaudito de las imágenes, que llegan a los dadaístas y creacionistas. Huidobro no anda lejos. Se destaca la poesía original y bella de Flavio Herrera, que marca un avance indudable, trayendo la aportación del hai–kai japonés, manejado por él felizmente en su breve intensidad (1892. Volúmenes: La lente opaca y El ala de la montaña, poesías; Cenizas y Mujeres, cuentos). 96 ↈↈↈↈↈↈↈ En virtud que es un tanto difícil encontrar las ediciones originales de las obras que Herrera publicó en 1921 y 1923, según el libro de cuentos que se desee estudiar, se aconseja utilizar una edición “reciente”: la de 1994 publicada por Editorial Universitaria de la USAC en homenaje al Centenario del nacimiento del autor, la cual se esmeró en reunir en cinco volúmenes la mayor parte de su obra. En el caso particular de sus libros de cuentos, quedaron incluidos en el Tomo II: Narrativa breve. La lente opaca, El hilo del sol, Cenizas, 7 Mujeres y un Niño. Guatemala : El Imparcial, lunes 1 de octubre de 1928. Página 3. Recorte de periódico en Archivo Histórico Casa de la Cultura Flavio Herrera. Véase texto completo en: “Confines y problemas de la generación del novecientos veinte (contribución al estudio de nuestro desenvolvimiento intelectual)”. Guatemala : Revista Política y Sociedad. Escuela de Ciencia Política, Universidad de San Carlos de Guatemala. No. 37, Año 1999. Páginas 159 a 173. 96 Rodríguez Cerna, José; “La literatura guatemalteca. III”. Madrid, diciembre de 1930. Guatemala : El Imparcial, viernes 17 de abril de 1931. Páginas 3 y 4. Recorte de periódico en Archivo Histórico Casa de la Cultura Flavio Herrera. Publicado nuevamente y en forma parcial en: Rodríguez Cerna, José; “Panorama de la literatura guatemalteca (Fragmentos)”. Guatemala : Diario de Centro América, edición del sábado 6 de octubre de 1934. Páginas 9 a 10. 68 En dicha edición solamente se aclara que “Simona”, de La Lente Opaca, es el mismo que en Cenizas aparece con el nombre de “La pernada”, pero no se advierte que en este último libro fueron omitidos “La deuda”, “Una”, “La pitanza” y “El capitán Bealby”, por figurar en los dos de 1921. Si quien lee la nueva edición de Cenizas no está sabido, pensará que este solo tuvo cinco cuentos, cuando en realidad fueron diez. 69 70 3. Cuento “El miedo” (1923) Como ayuda al lector, el cuento “El miedo” incluido en Cenizas (1923), puede examinarse íntegramente en la primera columna del ANEXO: Transcripción comparativa de “El miedo” en Cenizas (1923) y en Hembra (1994). La reseña del cuento “El miedo” es como sigue: Se trata de dos amigos “de la infancia” (Luis y Gómez), que supuestamente fueron condiscípulos en la escuela. Escribe Herrera, en las primeras dos líneas del cuento: “Eran viejos amigos, con amistad que se afirmó desde la infancia allá en los bancos escolares.” Se advierte que en este punto hay una asincronía en el tiempo, en virtud que Gómez es aproximadamente quince años mayor que Luis y por dicha razón no pudieron haber estado en la misma aula escolar y ni siquiera se conocieron durante la infancia. Sin embargo, es de anticipar que la diferencia de edades se deslinda en la novela, de tal suerte que la falta de sincronización no se esclarece en la ficción corta; es más, ni siquiera se nota. No obstante, siguiendo el desarrollo del cuento, y aceptando que estudiaron juntos, vuelven a verse después de diez años. El encuentro ocurre casualmente en un restaurante de la ciudad capital de Guatemala. Ambos se cuentan qué ha sido de su vida y tal parece que Luis siguió un derrotero marcado por el licor, de tal suerte que sus bienes materiales –que heredó de una tía santurrona, “a cambio de regaños y pescozones”– han venido a menos. Solo le queda una finca en San Miguel Panán, municipio del departamento de Suchitepéquez. Según el Diccionario Geográfico de Guatemala: La Gobernación Departamental en Mazatenango indicó el 1° febrero 1972 que el actual municipio San Miguel Panán se nominó el 29 junio 1901 Estrada Cabrera. Puede asumirse que con base en el acdo. gub. del 3 mayo 1920, no recopilado, que prohibió el uso del nombre del ex–Presidente licenciado Manuel Estrada Cabrera y de sus familiares en los nombres geográficos del país, volvió a tomar su antiguo nombre. 97 En el caso de Gómez, atraviesa por una situación difícil en materia laboral, no obstante que su experiencia y carácter fuerte le ha permitido hacerse cargo de la administración de varias fincas, “sierra adentro”. Para Herrera, hablar de “sierra adentro” es referirse en forma genérica a Pamaxán, lugar donde se ubicaba su finca Bulbuxyá. El cuento “De sierra adentro” escrito en 1919 precisamente 97 Instituto Geográfico Nacional; Diccionario Geográfico de Guatemala. Compilación crítica Francis Gall. Tomo III, Segunda edición. Guatemala : Tipografía Nacional, 1981. 71 en dicha finca, fue publicado el 19 de enero 1924 en El Imparcial. No forma parte de ninguno de sus libros anteriores ni posteriores a tal fecha: La Lente Opaca y El hilo del sol (1921), Cenizas (1923) o 7 Mujeres y un Niño (1961). Un año después, en el mismo lugar geográfico, escribió el poema “Ahora el río pasa…”, anotando que proviene de —en plural— Sierras adentro. 98 En dicho mes y en el mismo diario publicó los poemas: “Estación” (8 de diciembre); y, “El ala en el mar”, dedicado al poeta César Brañas (25 de diciembre). Sobre su finca Bulbuxyá en Pamaxán publicó dos poemas en 1928 y 1962. Un fragmento de cada uno a continuación: 99 Bulbuxyá, 1928 Para César Brañas Pamaxán por el norte, azul, próvido, abrupto se empina sobre el llano y en las lomas va escalonando en pulcros batallones sus 40 millones de cafetos —soldados prestos a la conquista de extranjeros mercados.— Bulbuxyá, 1962 Para Ricardo Estrada h. —que siente Bulbuxyá— Tu nombre es chorro de agua que está brotando en gruta de montaña, gruta en que —hay tiempos— mi destino fragua su claro rumbo y su apolínea hazaña. Volcán vecino, tú me das ejemplo de fortaleza y de bravura. Yo te venero por tu línea pura y porque el maya, al erigir su templo, copió con ojo y alma tu figura. Cuando Gómez se encuentra con Luis en la capital está libre laboralmente, razón por la cual ve la oportunidad de empezar de nuevo en la finca de este, proponiéndole que la pongan a trabajar, ya que sus terrenos incultos no producen nada, y en manos de él podrían surgir de nuevo a la vida. El joven acepta entregársela para su administración y seguramente continuar su vida de crápula en la ciudad, pero Gómez establece como condición que le acompañe, quien accede a regañadientes. Al llegar encuentran que el lugar está abandonado, los terrenos cubiertos de maleza, no hay casa formal donde pernoctar –solo un rancho con paredes de madera sin lijar y techo de paja– y Luis casi está dispuesto a regresar a la ciudad, pero Gómez le convence que deben Herrera, Flavio; “Ahora el río pasa…”. (Poema de Sierras adentro). Guatemala : El Imparcial, jueves 10 de diciembre de 1925. Página 5. 99 Bulbuxyá, 1928 en: Herrera, Flavio; “Poemas de Flavio Herrera. Bulbuxyá”. Guatemala : El Imparcial, edición del miércoles 22 de mayo de 1929. Página 3. Bulbuxyá, 1962 en: Herrera, Flavio; Solera. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1962. Páginas 9 a 12. 98 72 dedicarse a la faena de hacer que la tierra produzca y construir un chalet. Como señala Méndez Vides respecto al conjunto de cuentos incluidos en Cenizas: La narración despliega abulia, vida disipada y sibarita, la condenada aceptada de vivir en el campo, entre paredes de tablas sin cepillar, como describe en ‘El miedo’, alejado del tradicional refinamiento del mundo desarrollado. 100 Pasan diez años en la finca y después de arduos trabajos por parte de Gómez, porque Luis hace como que hace, pero no hace nada, la heredad es productiva, con ganado y cultivos, además de un enorme chalet donde solo habitan los dos. El autor recuerda años después de que escribiera el cuento de 1923, lo que cuesta ser agricultor y sobre todo lo que debiera significar; en La tempestad (1935), capítulo “La divina locura”, advierte: Ser agricultor no es esquilmar la tierra con intención semita. No es calcular cosechas con propósitos de usura ni la idea del lucro por delante, no es promiscuir el sentimiento con cálculos fenicios, con alma mercantil; no es enturbiar la emoción con la concupiscencia del agio. Ser agricultor es sentirse traspasado de unción en esta bárbara matriz de la belleza. […] Ser agricultor es sumirse en el pasmo místico del indio cuando siembra maíz y mete la macana con decoro sacerdotal y la solemnidad de un rito y, con el grano, mete su alma misma a fundirla en el alma de la tierra. Ser agricultor es todo esto y mucho más que mi lengua no ha dicho ni acaso diga nunca, porque no pudo. ¡En dónde está el máximo poeta que, a fuerza de ser macho, te comprenda, ¡oh, sembrador. 101 Durante esa década Luis partió muchas veces de la propiedad hacia el pueblo cercano de Panán, para libar en la cantina de un conocido hotel con amigos del lugar –varios de ellos finqueros– principalmente de Cepeda. Conoce a Mariana, una española que recientemente regresó de México, quien se encuentra hospedada en el hospedaje del que otrora fue propietaria: bonita, divorciada y de buenas carnes, casi cincuentona. Aunque Luis tiene fama de don Juan Tenorio, sucumbe ante los encantos de la hembra, mayor que él en “diez años por lo menos” – a decir de Gómez en la novela–, pero eso no importa. Prácticamente se ausenta de la finca: “Cada Méndez Vides, Adolfo; “Flavio Herrera, el joven”. Ver texto completo en ANEXO. El escritor conoce la obra de Herrera y particularmente los cuentos en mención, ya que en 2009 escribió sobre “La recuperación de Cenizas”, en la presentación de Cenizas editada por Tipografía Nacional. 101 Herrera, Flavio; La tempestad. Guatemala : Unión Tipográfica, 1935. Páginas 319 a 320. Herrera, Flavio; “La tempestad” (1935). En: La Trilogía del Trópico. El Tigre, La Tempestad y Caos. Tomo I de la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. Página 287. 100 73 día galopaba leguas en busca de la hembra y llegó el tiempo en que salía a diario para verla”. 102 Sostiene un amorío con ella, pero lo oculta a su amigo, por respeto, ya que lo considera como un padre. Empero, decide que ya no puede seguir solo visitándola, y armándose de valor le cuenta de su amante y a la vez le pregunta si no le molestaría que la llevara a vivir a la finca como su mujer. Tras los cuestionamientos de rigor, Gómez se atreve a inquirir en tono molesto: “Y ella… ¿No te ha hablado de mí?”. Aquí es donde el lector puede interrogarse: y por qué el enojo, será que Gómez la conoce, que tuvo algo que ver con la señora y no acepta que llegue a la casa en calidad de conviviente de Luis. Este justifica su amorío diciendo que en el trópico las necesidades sexuales deben calmarse y Gómez le dirá que se trata del “enredo por higiene, en fin, la hembra”. Sobre este asunto, el autor expone en forma más amplia sus ideas en La Tempestad (1935), capítulo “Naturalmente”, cuando César le explica a la muchacha Palma: A guisa de disculpa, César dijo: —¿Cómo quieres que un hombre soltero resuelva su problema sexual en una finca? Palma, hablemos con franqueza. Te creo inteligente; acaso preparada y, por ende, curada de gazmoñerías y remilgos. Supongamos a un finquero en pleno trópico que le anticipa la función sexual. Tiene que desfogar el instinto con indias, con sus rancheras —lo corriente— pero esto, para un hombre delicado es sórdido; se le vulneran muchas delicadezas espirituales; es la bestialidad desnuda; aparte del problema de la descendencia posible, en este medio pacato en que aun el hijo ilegítimo —como se le llama— tiene una condición social inferior, hasta vergonzosa. Cierto que en pueblos y fincas hay mujeres ladinas; pero éstas, por la sordidez de su vida, por su ignorancia y grosería, en poco difieren de las indias y el problema es casi idéntico. Es la hembra para el ayuntamiento fortuito del que presto se reniega si se le engendra un hijo indeseado. Es la hembra apta para el cuidado del hombre. Su cocinera, su criada, su ama, no su compañera. Queda la cortesana, la mujer de ocasión, la mujer pública. No hablemos de ello, amén de que las condiciones del medio no dan garantía higiénica alguna para asegurarse la inocuidad del contacto. 103 La transcripción de algunas frases del cuento, colocadas entre comillas, se toma de: Herrera, Flavio; “El miedo” (1923). En: Narrativa breve. La lente opaca, El hilo del sol, Cenizas, 7 Mujeres y un Niño. Tomo II de la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. Páginas 71 a 79. Resaltado propio. El texto completo de “El miedo”, en primera columna del ANEXO Transcripción comparativa de… 103 Herrera, Flavio; La tempestad (1935), página 214, o bien “La tempestad” (1994). Op. Cit., páginas 228 a 229. Resaltado propio. 102 74 Gómez se exalta y le dice a Luis que puede llevar a Mariana, pero que él se irá de la propiedad. A la vez, el joven no se explica qué ocurre; pide disculpas y aunque al principio le dice que no la llevará, cambia de parecer. Al día siguiente Luis confronta de nuevo a Gómez y logra sonsacarle que Mariana: “Pues sí… esa mujer en otro tiempo… y a ti te molestaría ahora…”, asegurándole que no le importará que ella llegue puesto que “Ya pasó. Con esas mujeres, tu comprendes… son la aventura fácil; el capricho de una hora; el enredo por higiene, en fin, la hembra.” Sin embargo, su decisión de marcharse de la finca no varía: “Ya tú lo dijiste: Hay recuerdos y habría sombras. Yo sería esa sombra entre la dicha de ustedes. El pasado…”. Obviamente que Gómez tiene “miedo”, sensación de la cual no quería explicarle a Luis, pero después de aclararle que la conoció y que tuvieron relaciones, da la impresión de que confía en que después de un tiempo este la dejará porque ella casi que es una mujer fatal. Ambos no muestran todas sus cartas sobre la mesa; cada uno se guarda lo que piensa del otro y en especial de Mariana, la que sin proponérselo se convierte en la que separe a los amigos: “¡La hembra!”. Al final del cuento, Flavio Herrera en calidad de narrador se pregunta: “Pero ¿quién de los dos temía más?”: Luis por el presente o Manuel por su pasado. ↈↈↈↈↈↈↈ El varias veces citado William Felker señala la relación entre los cuentos “Simona” (Eduardo es el protagonista) y “El miedo” (con Luis a la cabeza), e incluso encuentra su antecedente respecto a motivaciones y temática de Herrera en el libro El ala de la montaña. Tome en cuenta el lector que el cuento “Simona” pertenece a La lente opaca (1921) al que después cambió el título por “La pernada” y lo incluyó en Cenizas (1923). En sus dos protagonistas masculinos, Herrera creó un patrón de dualismo psicológico que se convertiría en la marca registrada de sus mejores obras. A través de la persona de Luis, delineó aún más un personaje representativo del hombre culto del mundo que no puede manejarse en un ambiente tropical. Como Eduardo en “Simona”, Luis pierde el equilibrio en la selva. Es débil, cerebral, acostumbrado a las adaptaciones de la vida de la ciudad y una existencia poco exigente. Falla en la autodisciplina incluso en un entorno benigno, pero cuando entra a los trópicos, los charlatanes se vuelven aún peores, y es asaltado por un miedo fuerte y sereno sexual dentro de la filosofía de El ala de la montaña. No es completamente inmune a los celos, pero ha llegado a aceptar el mundo tal como es, viviendo en armonía con él. 75 Encarna un patrón de existencia ideal para Herrera, donde un “divorcio del ambiente” ha sido virtualmente eliminado y donde una “incapacidad del medio” es irrelevante.104 Para cerrar esta parte, seguidamente se transcribe el análisis que del cuento expuso el humanista Ricardo Estrada h., quien utilizó como fuente la primera edición de Cenizas (1923). “El Miedo” es, también, un cuento enmarcado en el regreso de Europa; es el síntoma de la temática criolla; inicio de la identificación de Flavio Herrera con su tierra. Debe advertirse que, dentro del volumen, se codea el cuento preciosista del modernismo con una nueva actitud: el realismo —algo que ya se insinuara en La Lente Opaca—; ahí está éste en el tema, en los personajes y en el ámbito. Sin embargo, la autenticidad criolla se quiebra con el esguince castizo de una estampa y su personaje femenino. Hay reminiscencia meramente castellana con el profundo arraigo, con el impresionante y fiel asirse a lo materno en la expresividad. “Luis conoció a Mariana en una fiesta de la Asunción. Entraba al pueblo como un Cid caracoleando el potro alazán en las esquinas cuando, al pasar frente al hotel, un lindo rostro de maja le sonrió tras una ventana…” “Española… divorciada… bonita…” “Mariana irradiábale con un hechizo gitano, relámpago de sol y de locura; visión cálida mecida en un sollozo de guitarras enfermas de musulmana languidez…” (Cenizas, págs. 32-34) El juego literario de este cuento es un noble amasijo hispano y americano. Sus personajes también lo son: Luis y Gómez son frutos criollos, pero con una predominante española. Mariana trasunta casticismo. Pero vale la pena decir algo sobre la lengua que es sustancia: los materiales idiomáticos, aisladamente, son universales; pero en conjunción de novela se deben a un sentido que deviene peculiaridad y, dentro de nuestra lengua —a la altura de madurez y de sustantividad hispanoamericana— cabe establecer los deslindes expresivos: hay un aliento que nos perfila ya dentro de una hispanoamericanidad pura. Por eso, en el cuento a que nos referimos, se muestra el asidero tradicional al tema y expresividad españoles. De ahí que Mariana, encajada en un cuento criollo, sea algo invertebrado; es una estampa vivencial y casi íntima del autor llevada a nuestro ámbito, pero sin fuerza, sin acento. Ya señalaremos, en otra parte, el significado y proyección que el cuento tiene en otros aspectos. 105 104 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 55. Traducción libre del inglés al español. 105 Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Op. Cit., páginas 18 a 19. 76 Nótese que Estrada destaca que en “El miedo” interviene Mariana, que ocasionará las desavenencias entre Luis y Gómez, la cual era “Española… divorciada… bonita…”, lo que da lugar a que el crítico exprese a que en el cuento exista “el asidero tradicional al tema y expresividad españoles” y que Mariana “sea algo invertebrado” porque es ubicada en una ficción criollista. Sin embargo, no se sabe por qué razones, cuando el cuento es convertido en novela y este constituye el primer capítulo de esta, Herrera cambia el gentilicio de Mariana por el mexicano. Si el autor desde 1923 hubiera establecido dicho origen, la interpretación del crítico Ricardo Estrada hubiera sido otra. El significado y proyección que tiene el cuento “El miedo”, del que Estrada anticipó que lo señalaría en otra parte de su exposición, no lo desarrolló; tan solo una leve alusión al personaje de Luis. Empero, puede señalarse que se refiere a que los cuentos y novelas de Flavio Herrera demuestran rasgos autobiográficos, el traslado de experiencias personales hacia los personajes, en donde más de alguno es su alter ego. Por tal razón, señala que en “El miedo” se refleja el regreso del autor, quien proveniente de Europa llega a su tierra en el trópico, y posiblemente en el personaje Luis es donde queda retratado: En Cenizas todavía una mayor evidencia que es raíz de algo que va a darse fuertemente hasta llegar a Caos: “¡No conocía sus tierras! Vagamente recordó otros tiempos cuando se midió la finca y cada mañana se prometía asistir a la medida sin lograrlo por aquella pereza…” … “su pavor supersticioso ante la selva, especie de nosofobia que lo hacía presentir en cada roce el contacto de un peligro. Por aquel tiempo viera morir a un indígena mordido de serpiente y, desde entonces, jamás se echaba al campo sin que un mozo le precediese haciendo claros a filo de machete…” (Cenizas, “El Miedo”, págs. 30-31) 106 El investigador William Felker encuentra algunos rasgos similares en Luis, personaje del mismo nombre en la novela El Tigre (1934) y en el cuento “El miedo”, destacando: Luis es una combinación de Eduardo en “Simona” y Luis en “El miedo” 107 y el contraste entre su personalidad y la de su hermano subraya el dualismo básico de la novela. Las diferencias distintas al temperamento intensifican su conflicto, siendo el más vital, el deseo de Fernando de tener la propiedad completa de la finca. La rivalidad personal y familiar eventualmente termina en el asesinato de Luis por parte de su hermano, y este nivel de la novela forma su trama básica. El antagonismo entre personajes no es diferente al de “El miedo”, en el que Gómez y Luis difieren en sus filosofías y chocan por una mujer en su finca común. Como se 106 Ídem., página 70. “Simona”, cuento incluido en La lente opaca (1921), que en Cenizas (1923) cambia su título a “La pernada”. El cuento “El miedo”, también en Cenizas. 107 77 mencionó, los dos Luis tienen mucho en común, y un personaje menor de El tigre, Chato Ortiz, brinda una proyección más de su sensibilidad poética y romántica. La diferencia entre Gómez y Fernando es paralela al cambio en la visión de la naturaleza del escritor, de una idílica a una primitiva. 108 Los vínculos entre la jungla, la conciencia cósmica y la sexualidad que fueron parcialmente sugeridos en “El miedo” se hacen plenamente visibles en El tigre, así como el rol de lo erótico como punto de trascendencia entre la pasión elemental y la realidad del universo. 109 La compleja tesis de El tigre es la primera síntesis literaria de Herrera, de las principales preocupaciones que aparecen en sus trabajos anteriores. La novela señala un claro desarrollo hacia la reconciliación de los elementos contradictorios de esas obras. La naturaleza idílica de El ala de la montaña había poseído una cualidad inquietante también en “Simona” y “El Miedo”, el poder de poner al hombre contra sí mismo provocando una pasión inusual. En este último relato se encontraba una figura de la poesía de Herrera que proyectaba los prejuicios arcadianos del autor y que parecía inmune a las influencias malignas que afectaron negativamente al culto Luis, junto a su antecesor Eduardo. Los cambios de principio en la visión sociológica de Herrera durante los más de diez años posteriores a su tesis involucraron un nuevo concepto de la tierra y la relación del guatemalteco con su entorno total a través del cual el personaje Eduardo–Luis pudo encontrar un lugar significativo en un entorno esencialmente hostil y extranjero. En El tigre, Luis descubre el secreto que eludió a sus contrapartes del cuento de ficción de Herrera. Ese secreto que el autor consideró fundamental en sus ensayos para el retorno a la vida agraria implicaba una visión de la tierra como un inframundo primitivo frente a un paraíso arcadio. 110 Respecto a rasgos autobiográficos de Flavio Herrera en sus novelas, cuando en 1946 la estudiante norteamericana Elsie F. Criger preparaba su tesis universitaria de graduación (la cual presentó a la Universidad Estatal de Ohio y le fue aprobada al año siguiente), envió y recibió respuestas a sus cartas por parte del autor, quien se encontraba en Río de Janeiro, Brasil, ocupando el cargo de embajador en la legación de Guatemala, planteándole diversas preguntas sobre su novelística. Ella comenta sobre El Tigre, La tempestad, 7 pájaros del iris, y Poniente de Sirenas: […] Los personajes de estas novelas son mestizos, criollos o indios de todos los tipos indígenas de Guatemala. 108 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas 94 a 95. Traducción libre del inglés al español. 109 Ídem., página 97. 110 Ídem., página 101. 78 No es de extrañar, entonces, que Flavio Herrera, sintiendo una unidad con estas personas, haya tratado con trazos vigorosos y coloridos de pintar de manera realista la escena guatemalteca contemporánea. Hay que reconocer en sus novelas un profundo deseo de simplemente presentar situaciones existentes. En ellas no hay amonestación ni acusación por las condiciones descritas, ya que no tenía deseos de escribir novelas de carácter político ni de acusar deliberadamente. El Sr. Herrera escribe, Mis novelas no son autobiografías, pero en cada una hay trozos autobiográficos mezclados con fantasía. Nunca me propuse escribir novelas de Tesis, sino dejar correr la pluma en los momentos en que una fuerza superior a mi voluntad me llevó la mano. Escribo por vocación y creo que el artista debe regir la influencia en su obra; pero esto, a la postre resulta una ingenuidad porque hay un momento en que el subconsciente se enseñorea en el artista y entonces este resulta solo instrumento de alguna fuerza superior que le está dictando su mensaje. 1 _________ 1 Carta a la autora, Río de Janeiro, 6 de marzo de 1946. 111 Acerca de otros rasgos autobiográficos del novelista y cuentista, se recomienda consultar el citado estudio analítico de Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Op. Cit., páginas 68 a 74, en donde después de extraer de las obras del autor algunos posibles elementos que denotan un perfil propio trasladado a sus personajes, su antiguo alumno en la Facultad de Humanidades, USAC, concluye: “Perdón, maestro, por esta reminiscencia que colinda con la pena, pero yo estuve próximo a esa realidad.” 111 Criger, Elsie F.; Some comments on the ideas and style of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas 57 a 58. Traducción libre del inglés al español. 79 80 4. Novela Hembra (1994) Con Hembra (publicada póstumamente en 1994), es cuando Flavio Herrera convierte su cuento de 1923, “El miedo”, en ficción ampliada. Le agrega nuevos detalles e incorpora un estilo distinto al de sus otras obras en las ramas de cuento y novela. 4.1 Reseña de la novela “De un recuerdo brotó esta novela o esta historia” Flavio Herrera 112 Así como Miguel Ángel Asturias (1899–1974) convirtió su cuento inédito “Los mendigos políticos” (escrito en 1922) en una excelente novela, El Señor Presidente (1946), 113 Flavio Herrera desarrolló un proceso parecido. En efecto, la ficción corta “El miedo” (1923) fue ampliado en la novela Hembra (entre 1953 y 1954, y con algunas correcciones a mano realizadas hasta e inclusive 1958), la que estuvo inédita durante varias décadas y fue publicada en 1994. Otro ejemplo reciente: el escritor guatemalteco David Unger (en 2014 recibió el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias), informó que su nuevo libro de 10 capítulos, Sleeping with the Light On, está basado en “La casita, un libro ilustrado que se publicó en español por la Editorial CIDCLI, en 2011, en México”, el que a su vez es “uno de los títulos incluido en Herrera, Flavio; “Hembra”. En: “Appendix Unedited Photocopy of an Original Typed Version of Flavio Herrera’s Unpublished Novelette, Hembra” [Apéndice Fotocopia no editada de una versión original mecanografiada de la novela no publicada de Flavio Herrera, Hembra], de: Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., página 220. 113 Batres Villagrán, Ariel; El Señor Presidente (Edición conmemorativa de la RAE y la ASALE). Publicado el 11 de julio de 2020 https://www.academia.edu/43588443/El_Se%C3%B1or_Presidente_Edici%C3%B3n_conmemorativa_._3_de _septiembre_de_2020_fecha_de_su_lanzamiento; y, en la misma fecha, en: https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/07/11/el-senor-presidente-edicion-conmemorativa-septiembre-de2020/ 112 81 el libro de cuentos Ni chicha ni limonada, que en 2009 publicó […] la editorial guatemalteca F&G Editores. La obra tuvo su segunda edición en junio de 2019.” 114 El descubridor de Hembra en 1972, el investigador norteamericano William Felker, en el capítulo nueve de su tesis opinó acerca de la calidad de la obra inédita en ese entonces. Aunque sus valoraciones sobre la novela pudieran generar escozor, es necesario transcribirlas: […] Menton devolvió el texto con una carta fechada el 4 de agosto de 1958, en la que afirmaba que “Hembra” era una excelente adición a las obras de Flavio. Después de eso, sin embargo, no parece haber indicios de que Flavio intentara llevar su última ficción larga a la prensa. Los comentarios de Menton tienen poca validez objetiva, y los méritos literarios de “Hembra” algunos. La capacidad de Herrera para juzgar el valor de su propia escritura nunca fue aguda, por lo que no es probable que haya dejado de publicar el libro por razones estéticas. El contenido y los personajes de “Hembra” se basan en hechos reales, y el autor sintió que la historia avergonzaría a varios de sus conocidos. La relevancia de “Hembra” se deriva de una serie de consideraciones que no están necesariamente vinculadas a ningún valor último de la escritura de Herrera. La novela comienza con el cuento clave originalmente titulado “El miedo” en Cenizas. “Hembra” establece la base fáctica de esa narrativa y completa su acción para el lector curioso. Los siguientes capítulos se refieren a la rivalidad de Luis y Gómez por la muchacha, Mariana, y los apasionados monólogos de ambos personajes masculinos recuerdan el frenesí de celos de muchas historias de la secuencia “Mujeres”. En la mitad del libro, el autor intercala sus propios pensamientos, así como una discusión de la acción por parte de varios miembros de una tertulia. La técnica es una pobre imitación del concepto de Unamuno en Niebla, aunque Menton había notado la relación con un comentario favorable. Las secciones interpoladas, sin embargo, le dan un interés biográfico a la obra y eventualmente pueden contribuir a la comprensión de los muchos secretos todavía ocultos en la existencia novelesca de Herrera. El autor admite aquí que sus personajes son personas reales, 115 y aunque los personajes de sus otras obras pueden considerarse tomados de entre sus amigos, Agenda Cultural Guatemala; “David Unger publica su nuevo libro «Sleeping with the Light On». (Durmiendo con la luz encendida).” Texto Braliem Jousc. 29 septiembre, 2020. Disponible en https://agendaculturalguatemala.com/2020/09/29/libro-david-unger-sleeping-light-on-literatura-guatemala/. 115 Nota de Felker a pie de página: 26 Flavio Herrera, Hembra, unpublished manuscript in the Collection at Triana. See appendix to my dissertation, “El Señor de Bulbuxyá,” University of Tennessee, 1973, p. 243. NOTA: Se trata de un agregado a mano efectuado por el propio Felker. En rigor, no debió incluir tal referencia, como tampoco debió haberlo hecho en la sección de “Bibliography” (página 204, apartado III. CRÍTICA A LA OBRA DE FLAVIO HERRERA, C. Disertaciones inéditas que contienen comentarios sobre las obras de FH), porque es como citarse a sí propio. Bastaba con remitir al lector al apéndice de la tesis. 114 82 amantes y conocidos, esta es la única vez que lo admite abiertamente por escrito. 116 La caracterización contrastante de Gómez y Luis en “El miedo”, así como el dualismo similar en El tigre y Caos, se da en perspectiva biográfica, ya que el manuscrito refuerza el tema del conflicto entre un dandi educado pero débil y un hombre de la tierra que está en comunión con la naturaleza, y sugiere fuertemente que estas personas todavía están vivas. Esta revelación desalienta las suposiciones de que los dos personajes son realmente extensiones de la propia mente de Flavio, y las posibles interpretaciones de las obras de Herrera en términos de un tema interno y autobiográfico de civilización versus barbarie no tienen fundamento. En total, “Hembra” es mucho menos concluyente y quizás menos pulida que cualquiera de las otras novelas del autor. Proporciona un final esclarecedor para todas sus historias de paranoia obsesiva, refuerza el mensaje final de “7 mujeres y un niño”, que los tiempos de la visión cósmica estaban llegando a su fin y que la sublimación ya no podía lograrse mediante símbolos, instinto o trascendencia artística. 117 Si para Felker “Los comentarios de Menton tienen poca validez objetiva”, es solo una opinión. Independientemente de lo que señala acerca del juicio y valor en las apreciaciones de este, debe señalarse que en el ejemplar que le obsequió a Herrera de su Historia crítica de la novela guatemalteca (1960), de hecho, ratificó lo que pensaba en 1958 pues tiene la siguiente dedicatoria manuscrita: “Al gran amigo y estimado maestro Flavio Herrera. Como estímulo para que siga produciendo obras geniales. Seymour Menton Guat. 22 de ago. de 1960”. El propósito de la transcripción de páginas 162 a 163 de la tesis de Felker es mostrar la única acotación crítica que se encontró acerca de la novela. No obstante que por fin esta se conoció en 1994, hace falta el trabajo del crítico o analista literario que la examine y exponga los resultados de su interpretación en cuanto al valor estético de la obra, y de su relación con el cuento “El miedo”. Conviene explicar que, convertir un cuento en novela no fue la primera vez para Herrera. En efecto; con la diferencia de que no los transformó en novela completa sino en parte de una, tiempo atrás insertó dos cuentos publicados previamente, en sus novelas El Tigre (1934) y La 116 Nota de Felker a pie de página: 27 Ibid., p. 250. Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas 162 a 163. Traducción libre del inglés al español. 117 83 Tempestad (1935). Interesante que el mismo año en que publicó El Tigre, la Universidad Nacional se interesara en su adquisición: En sesión celebrada el sábado recién pasado por el Consejo Directivo de la Universidad Nacional, a moción del Licenciado Ricardo Quiñónez, se acordó comprar cien ejemplares de cada una de las obras de los escritores nacionales Licenciado Flavio Herrera, que con su último libro “El Tigre” ha merecido justas apreciaciones de la prensa nacional, y de Carlos Samayoa Chinchilla, autor de “Madre Milpa”, libro de cuentos regionales. La Universidad se propone enviar al extranjero ejemplares de las obras citadas, para dar a conocer, en esta forma, la literatura vernácula. 118 Respecto al libro de Samayoa, acerca del cual Flavio Herrera emitió dictamen favorable, días antes de la nota anterior, el mismo periódico informa, sin olvidar manifestar su agradecimiento al “señor Presidente” Jorge Ubico, por “su apoyo a los intelectuales”, mediante la publicación de esta obra: Tarde ha llegado a nuestra mesa de redacción el libro titulado «Madre Milpa», que se debe a la pluma del escritor nacional Carlos Samayoa Chinchilla, y que fue recientemente editado en los talleres de la Tipografía Nacional. Contiene «Madre Milpa», a manera de prólogo, un importante juicio emitido por los señores Licenciados don Flavio Herrera y don Santiago Argüello, y el señor Rafael Arévalo Martínez, acerca de la mencionada obra, en el que manifiestan que el libro de Samayoa Chinchilla, por su forma como por su fondo digno de todo elogio, como por desenvolver asuntos netamente nacionales merece el apoyo del gobierno. El señor Presidente, que, como se habrá notado, en el último tiempo ha introducido su apoyo a los intelectuales, acordó la inmediata publicación del libro del escritor Samayoa Chinchilla. Diario de Centro América; La Universidad comprará ejemplares de “El Tigre” y “Madre Milpa”. Guatemala : edición del lunes 10 de septiembre de 1934. Página 2. En octubre se informó: “El quince del corriente mes, saldrá a luz la segunda edición de la novela regional «El Tigre», de la pluma del poeta Flavio Herrera. La segunda edición tendrá sugestiva carátula de uno de los más hábiles pintores nacionales. El tiraje de «El Tigre» se está haciendo en los talleres de la Unión Tipográfica.” Diario de Centro América; Nueva edición de “El Tigre”. Guatemala : edición del lunes 1 de octubre de 1934. Página 3. No obstante que se informa que el tiraje de la segunda edición ya se estaba realizando, no ocurrió ese año de 1934 ni en Guatemala, sino en 1942 por Ediciones Ercilla de Santiago de Chile. En cuanto a que la carátula sea trabajo de un pintor nacional, no se tiene a la vista la edición Santiaguina, pero sí la sexta impresa en Guatemala en 1954, con “Carátula y estampas de Guillermo Grajeda Mena”. 118 84 El Consejo Superior Universitario, en sesión celebrada el 17 de febrero del presente año, dispuso adherirse al dictamen emitido por los señores Herrera, Argüello y Arévalo Martínez, declarando de provecho la divulgación de la obra de Carlos Samayoa Chinchilla. Contiene la obra de Chinchilla, quince cuentos vernáculos, en los que palpita el alma de nuestra raza. 119 A continuación, un curioso homónimo del 13 de septiembre de 1934; seguramente el poeta y novelista ni siquiera se enteró: Fecha 13. La Segunda Sección de Policía de Hacienda decomisó en jurisdicción de Joyabaj, a Gregorio Sical y Flavio Herrera, una fábrica de aguardiente clandestino, quedando los reos a disposición de la autoridad. 120 El primer cuento inserto por Herrera dentro de una novela es “De sierra adentro”. 121 Aunque lo escribió en 1919 en su finca Pamaxán, fue publicado el 19 de enero 1924 en El Imparcial, con la imagen que ilustra a una mujer muerta en una cama, con su bebé a la par, que está mamando vida de la muerte. Con leves modificaciones y adición de párrafos, lo incluyó en El tigre (1934), capítulo “Otra huella”. No forma parte de ninguno de sus libros anteriores ni posteriores a tal fecha; La Lente Opaca y El hilo del sol (1921), Cenizas (1923) o 7 Mujeres y un Niño (1961). Cabe agregar que en la misma finca y un año después escribió el poema “Ahora el río pasa…”, indicando que proviene de —en plural— Sierras adentro. 122 En dicho mes y en el mismo diario publicó los poemas: “Estación” (8 de diciembre); y, “El ala en el mar”, dedicado al poeta César Brañas (25 de diciembre). El segundo cuento que aprovechó para incluirlo en La Tempestad (1935), capítulo “La pesquería”, es el que lleva el mismo nombre y que publicara un año antes, en el Boletín de la Biblioteca Nacional, con modificaciones que le permitieron adaptarlo a la novela. 123 119 Diario de Centro América; El libro de Carlos Samayoa Chinchilla. Guatemala : edición del martes 4 de septiembre de 1934. Página 2. 120 Diario de Centro América; Las autoridades del Quiché laboran por el progreso del departamento. Guatemala : edición del viernes 21 de septiembre de 1934. Página 6. 121 Herrera, Flavio; “De sierra adentro” (cuento). Guatemala : El Imparcial, sábado 19 de enero 1924. Pág. 8. 122 Herrera, Flavio; “Ahora el río pasa…”. (Poema de Sierras adentro). Guatemala : El Imparcial, jueves 10 de diciembre de 1925. Página 5. 123 Herrera, Flavio; “La pesquería”. (Cuento). Guatemala : Boletín de la Biblioteca Nacional. Director Rafael Arévalo Martínez. Año III, Número 11, noviembre 1934. Páginas 415 a 417. Los cuentos “De sierra adentro” y “La pesquería”, fueron transcritos en Anexos con igual título, en: Batres Villagrán, Ariel; 20 Rábulas en Flux y uno más, de Flavio Herrera Hernández. Reseña y comentarios. 30 de noviembre de 2018, en: https://ensayosbatres.wordpress.com/2018/11/30/20-rabulas-en-flux-y-uno-masde-flavio-herrera-hernandez-resena-y-comentarios/. Y, en la misma fecha: 85 De cuentos como este y otros, Flavio Herrera pudo haber pensado que era mejor adecuarlos en alguna de sus novelas para que no se perdieran, por haber sido dados a conocer en un diario, pues como expresó el bardo José (Pepe) Batres Montúfar (1809–1844): […] el estar impreso en un periódico de Guatemala es lo mismo que hallarse en un archivo privado. 124 Como apoyo a los interesados en apreciar las diferencias entre ambas versiones, la copia literal de “El miedo”, Jornada primera de Hembra (1994), puede leerse íntegramente en la segunda columna del ANEXO del presente ensayo: Transcripción comparativa de “El miedo” en Cenizas (1923) y en Hembra (1994). La reseña de la novela Hembra es como sigue: Está organizada en dos “jornadas” (primera y segunda). Lo de Jornada primera y Jornada segunda corresponde al agregado que durante la revisión del manuscrito realizara la licenciada María del Carmen Meléndez de Alonzo, coordinadora del equipo de investigadores a cargo del proceso de edición 1994. En la versión original e inédita, incluida como apéndice en la tesis de William L. Felker, no aparece tal división, solamente los quince apartados o títulos. La JORNADA PRIMERA lleva como subtítulo “El miedo” y representa la transcripción del cuento del mismo nombre publicado como parte de los diez que integran la colección en Cenizas (1923), con leves modificaciones como cambio de palabras, por eliminación o sustitución (v.g. crótalo por víbora; Cepeda por Zepeda; Mariana que de ciudadana española pasa a convertirse en mexicana), pero sin alterar la esencia de la ficción original, por lo que el lector puede confiar en el resumen presentado en páginas anteriores. En “El miedo” original Mariana “Ahora viene de Méjico”, “Española… divorciada… bonita…”. En Hembra, “Ahora viene de México” y es “Mexicana… divorciada… bonita…”. En https://www.academia.edu/37887972/20_R%C3%A1bulas_en_Flux_y_uno_m%C3%A1s_de_Flavio_Herrera _Hern%C3%A1ndez._Rese%C3%B1a_y_comentarios 124 Pepe Batres señaló: «No tuve otro objeto al componer el cuento de Don Pablo que traducir al castellano unas pocas de las muchas sales que se encuentran en los cuentos de Casti, para darlas a conocer a algunos amigos. No creyéndome capaz de hacer la traducción por entero, ni queriendo tampoco, en atención a lo muy libre de su estilo, hacerme cargo de una parte de la tacha de licencioso que tiene aquel poeta, me limité a copiar algunas de sus gracias en un cuento que no debía salir del círculo de mis propios amigos, pues el estar impreso en un periódico de Guatemala es lo mismo que hallarse en un archivo privado.» Menéndez Pelayo, Marcelino; Historia de la poesía hispanoamericana. Tomo 1. Página 190, nota 1. Ejemplar subido a la red por Mariano Rajoy de la Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Filológicas, Adjunto. Disponible en: https://www.academia.edu/19189820/Historia_de_la_poesia_hispanoamericana_t_1_0?email_work_card=title. 86 el cuento el lector puede interpretar que proviene de México porque ahí se encontraba por alguna razón, pero como se advierte que es española no se puede pensar que sea oriunda del país norteño. Ya en la novela queda claro que no venía del país vecino por el hecho de que ahí estuviera solo como residente, sino también por haber nacido en el mismo. En la JORNADA SEGUNDA Herrera divide la exposición en quince títulos, siendo estos (tomados de la edición de Editorial Universitaria, 1994): Hembra en La Novela de la Expresividad (1994) Jornada primera El miedo Jornada segunda La noche de Luis La noche de Gómez Interloquio Clave Monólogo del… ¿narrador? Monólogo de Amelia Monólogo del abogado Monólogo de María Ella seguía callando… Monólogo de Zepeda Otra vez Luis El grupo Otra vez Luis La carta Gómez y Mariana Pág. 311 311 321 321 322 323 324 329 330 330 331 331 336 337 339 340 340 341 La JORNADA SEGUNDA inicia con “La noche de Luis”, 125 durante la cual este piensa que Mariana es una “zorra”, que debió haberle contado de su relación previa con Gómez, su amigo y a la vez enemigo viviendo en la misma finca; cavila en que correrá a pedirle explicaciones, pero se arrepiente porque sufre por ella y no le importa su pasado, aunque le carcome el alma saber que antes fue poseída por su compañero. Continúa la jornada con “La noche de Gómez”, cuando este se lamenta que todo iba muy bien entre ambos hasta que de nuevo apareció la hembra, interponiéndose, “a revolverlo Las frases que se transcriben en forma entrecomillada provienen de: Herrera, Flavio; “Hembra”. En: La Novela de la Expresividad. 7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20 Rábulas en Flux y Hembra. Tomo IV de la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. Páginas 311 a 342. 125 87 todo con este mocoso de Luis que se me crece y se me revela de repente con imaginaciones absurdas y me provoca”. Nótese que Gómez llama “mocoso” a su amigo, supuesto condiscípulo en la escuela, aunque a decir verdad esto es un anacronismo en Herrera, ya que no podían haber estudiado juntos si tenían una diferencia de quince años, según se deduce en la novela (“¡Yo, a los cincuenta!” dice Gómez); en el cuento este aspecto no se deslinda. Lo de la edad de ambos se aclara un poco en el siguiente subtítulo, “Interloquio”, cuando Gómez conversa con Zepeda (Cepeda en el cuento), a quien piensa darle un poder para que actúe como administrador de la finca ya que Luis es el propietario, y le refiere: “yo podría estrangular a este mocoso que no quiere verme… Conmigo, este alarde, es como ponerme mostaza en la sangre… ¡Imagínate! Ese mamón a quien yo hice hombre…”. “¡Todo porque una vieja se asoma a su vida a torcérsela con mañas cortesanas! ¡Vieja que podría darle de mamar!... No, no tanto, pero es mucho más vieja que él… diez años por lo menos.” Finalmente, le pide a Joaquín Zepeda (aunque este no emite ni una palabra durante el “Interloquio”) que entretenga a Luis en la finca para así darle tiempo a visitar a Mariana y exigirle que se aleje de sus vidas. Viene el subtítulo “Clave”, que es donde Herrera incorpora una técnica diferente a la de todas sus novelas. Incluye a varios personajes que conversan con él en su calidad de narrador y/o autor, y posteriormente hablan por su cuenta entre ellos acerca de la tragedia sentimental de los dos amigos y la mujer fatal. Dichos personajes no figuran en el cuento “El miedo” (1923). En 1994, tratándose de la edición prínceps de la novela (hasta la fecha no hay otra), la licenciada María del Carmen Meléndez de Alonzo, 126 en su calidad de coordinadora del proceso de recopilación y ordenamiento de la obra de Herrera en cinco tomos, en página 2 del Tomo IV señala: En el caso de Hembra, que se publica ahora por primera vez, se percibe un afán experimental que evidencia el deseo de innovación de Herrera. Surgida la novela a partir del germen de uno de sus propios cuentos, muestra el ámbito cálido de la boca costa y los conflictos pasionales propios de la temática del autor, pero se insertan en ella las reflexiones metodológicas del novelista que contempla el devenir de sus personajes y su voluntad de escritor que intenta moldearlos un poco bajo el influjo unamoniano. Nótese que la licenciada Meléndez indica que la novela sale “del germen de uno de sus propios cuentos”. Omite especificar de cuál se trata, pero como ya se describió en páginas anteriores, se trata del cuento “El miedo”, que forma parte de Cenizas (1923). 126 En tal año e incluso en 1995 la licenciada Meléndez se desempeñaba como directora de la Revista semestral Letras de Guatemala, que editaba el Instituto de Estudios de la Literatura Nacional. Facultad de Humanidades, Departamento de Publicaciones, Universidad de San Carlos de Guatemala. 88 Tiene razón la coordinadora de la colección y del Tomo IV en particular, al anotar que en Hembra Flavio Herrera intentó construir a sus personajes influido del pensamiento “unamoniano”; esto es, por don Miguel de Unamuno (1864–1936), habida cuenta que —como antecedente literario de sí propio— en 20 Rábulas en Flux (concluida en 1942) y que él clasificó como “nivola”, las anécdotas presentadas se apartan del género criollista de sus novelas anteriores. Fue editada en 1946 porque después del acto público estudiantil de septiembre de 1941 donde se le brindó un merecido reconocimiento a su trayectoria como docente: “El cacicazgo del ex presidente Ubico, a raíz del homenaje, prohibió la publicación de este libro” (página 3 en la primera edición de 1946 y página 5 en la segunda edición de 1965). Así también, dichos relatos no tenían nada que ver con la estructura formal de una obra de ficción y, por tanto, seguramente se inspiró en lo que Unamuno (el de las barbas de chivo) explicó en Niebla (1914), cuyo subtítulo es precisamente el de nivola: “Nivola es el neologismo creado por Miguel de Unamuno para referirse a sus propias creaciones de ficción narrativa, para representar su distancia con respecto a la novela realista imperante a finales del siglo XIX. El término nivola aparece por primera vez como subtítulo de la obra Niebla, del propio Unamuno. Con esta denominación, el escritor bilbaíno quería expresar su rechazo hacia los principios dominantes en la novela realista: la caracterización psicológica de los personajes, la ambientación realista, la narración omnisciente en tercera persona...” Wikipedia. Sin embargo, a diferencia del escritor español que en Niebla conversa con su personaje quien lo cuestiona sobre su destino y en lugar de obtener respuesta decide matarlo, en 20 Rábulas en Flux Herrera no se inmiscuye con los personajes, aunque por tratarse de una nivola autobiográfica el lector deduce que alguno de ellos es él y por tanto está ampliamente involucrado en varias de las historietas que narra. En Hembra el autor sí participa —atribuyéndose solamente la calidad de narrador— y aunque no liquida a ninguno sí dialoga y a veces discute con varios. En “Clave” se presenta el momento cuando el autor a la vez que narrador termina de contar la “historia o si ustedes quieren la novela…”. En la transcripción efectuada por el equipo de personas que tuvo a su cargo la edición de 1994 hubiera sido “clave” que colocaran las breves palabras que a modo de advertencia anotó Herrera en la portada de su mecanuscrito: “De un recuerdo brotó esta novela o esta historia” 127 Qué excelente que el investigador norteamericano William L. Felker en su tesis de 1973 la haya incluido, toda vez que en este apartado es donde el autor contiende verbalmente con sus personajes y como le reclaman el hecho de no distinguir si su obra es novela o es historia, él se encarga de aclarar las cosas, aunque medianamente. Herrera, Flavio; “Hembra”. En: “Appendix Unedited Photocopy of an Original Typed Version of Flavio Herrera's Unpublished Novelette, Hembra” [Apéndice Fotocopia no editada de una versión original mecanografiada de la novela no publicada de Flavio Herrera, Hembra], de: Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., página 220. 127 89 Si es novela o historia lo que se narra en Hembra, Flavio Herrera como que se inspiró en el guatemalteco Antonio José Ramón de Irisarri Alonso, más conocido como Antonio José de Irisarri (1786–1868) cuando este en su ficción autobiográfica: Historia del perínclito Epaminondas del Cauca (1863), “aclara” o enreda lo que expone, al indicar desde el principio: “Esta es una novela que no carece de su parte histórica, ni de su parte política, ni de su parte filosófica, ni de su parte moral, ni de su parte literaria.” 128 En la edición guatemalteca de 1951, Manuel Galich López (1913–1984) señala en el “Prólogo” que: No es una novela, pero tiene de ésta; no es historia, pero es una fuente para el que guste de estudiarla; … no es un tratado de política, pero abundan las ideas sobre los vicios de los gobiernos, y las doctrinas en boga; no es un libro festivo, pero no faltan los epigramas y las alusiones regocijantes; es sí, en el fondo, una sátira demoledora, profunda, que hace meditar hondamente sobre el problema hispanoamericano. … Es la última obra de Irisarri, es como su última airada protesta, como su testamento político, como su postrer estremecimiento ante la catástrofe de la América Española. 129 De hecho, Herrera se imita a sí propio en cuanto a dar vida a sus personajes y “permitirles” que conversen con él y hasta le cuestionen en su calidad de autor o narrador, como lo hizo en “Una novela por dentro” (texto de la conferencia que brindó en 1942, publicada en Revista Acento de ese año) 130 y que en 1952 vuelve a editar sin las dos páginas que conforman la “introducción”, en artículo publicado en El Imparcial: “Antífona de El Tigre. Los personajes de la novela reclaman al autor”. Equivale a decir que varios de los protagonistas que figuran en su novela El Tigre (1934), 131 hacen un examen de los propósitos que tuvo para clasificarlos de 128 Irisarri, Antonio José; Historia del perínclito Epaminondas del Cauca. Guatemala : Editorial del Ministerio de Educación Pública, Biblioteca de Cultura Popular “20 de Octubre”, Volúmenes 14 y 16, 1951 [1863]. Página 4 del Volumen 14. 129 Galich, Manuel; “Prólogo” a Historia del perínclito Epaminondas del Cauca. Ídem., página XXXVIII del volumen 14. Véase también: García Bauer, Carlos; Antonio José de Irisarri. Insigne escritor y polifacético prócer de la independencia americana. Guatemala : Tipografía Nacional, 2002. Páginas 13–16. 130 Herrera, Flavio; “Una novela por dentro”. En: Herrera, Flavio; Presencia y huella. Tomo V de la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. Páginas 17 a 25. 131 Herrera, Flavio; El Tigre. Guatemala : Talleres de la Unión Tipográfica, 1934. • “En 1934 Herrera publicó El Tigre, su primera novela, cuya quinta edición se imprimió en Chile en 1939 y que ha tenido una gran acogida tanto en Centro y Sudamérica como en Europa.” Criger, Elsie F.; Some comments on the ideas and style of Flavio Herrera. Op. Cit., página 55. • ------; El Tigre. Segunda edición. Santiago de Chile : Ediciones Ercilla, 1942. 90 determinada manera y no como a ellos les hubiera gustado. Basten algunos fragmentos de lo que explica: La vida pone un día frente a frente a los dos adversarios. Adversarios porque están cargados de fuerzas extrañas, de fluidos adversos: 132 de ímpetus que chocan, de esencias contrarias. La fiera es Fernando. El hermano selecto, Luis. ¿Quién de los dos vencerá? Pero Luis «no tiene garra». ¿Valdría decir que es inepto para vivir aquí en el trópico donde la vida es tragedia incrementada? 133 A lo largo de los días se insinúa y estalla la lucha entre los dos enemigos. La fiera, siempre venteando presa, alienta macabros propósitos. Viola y persigue. Persigue a la flor pura, llena de ingenua fragancia —Margarita— viola (o el novelista lo deja suponer) a la cuarentona austera y opulenta —doña Pilar— […] Ante el novelista aparece un mundillo abigarrado y clamoroso. Un mundillo bizarro otrora creado por él. Son los personajes de su novela. La turba se asoma por la puerta y a quien primero distingue es a Fernando, la fiera, que lo increpa: —Al fin lo atrapamos aquí. Mírenlo, allí está. Es nuestro autor y el autor de nuestras desgracias. Sin su voluntad, nada nos habría pasado. Él nos creó. —Mientes, clama Bruno, el mayoral. Ustedes ya existían. Lo conocí a usted hace muchos años en la finca vecina, en El Capulín, donde usted vivía haciendo fechorías… —El que miente eres tú, canalla, replica Fernando. Todo lo que se me atribuye son infundios del novelista. Son calumnias de mi propio padre porque yo no soy hijo de ese tal don Juan que tú mientas ni lo conozco. Yo soy hijo de este hombre y mal padre —y señala al novelista— que me delató y por cuya delación me persiguen. Me culpa a mí en lugar de inculparse a sí mismo y, caso que yo sea el maleta que me pinta ¿por qué me engendró así? Vengo a pedirle cuenta y razón del torcido destino que le dio a su engendro y de su prevención y ligereza para interpretar mis acciones, ¿con • ------; El Tigre. Volumen No. 1 de la Colección Novela. “Apostilla a la sexta edición” por Flavio Herrera. Carátula y estampas de Guillermo Grajeda Mena. Edición a cargo de Ricardo Estrada h. y Hugo Cerezo Dardón. Guatemala : Editorial Popol-Vuh, Ltda. 3 de abril de 1954. • ------; “El Tigre” (1934). En: La Trilogía del Trópico. El Tigre, La Tempestad y Caos. Tomo I de la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. 132 En el texto original dice “flúidos”. Aquí se corrige. 133 Igual papel de inepto para el trabajo en el trópico desempeña el Luis de “El miedo” y de Hembra. 91 qué derecho se inmiscuye en mi vida y la explica a su antojo? ¿Qué sabe él de mi vida? 134 Proceso similar, el de enfrentarse a sus personajes de ficción, siguió Miguel Ángel Asturias en “El «Señor Presidente» como mito”, aunque no en una de sus ficciones sino como parte del texto de la conferencia pronunciada en 1965 en la Facultad de Lenguas y Literaturas extranjeras de la Universidad Bocconi de Milán. Sobre su novela El Señor Presidente (1946) anotó en “2. Muerte y resurrección del novelista…”: Aquella vez, el novelista había muerto. Sí, había muerto. Dejó de existir en un lugar tan apartado de todo trato humano, que nadie acudió a darle sepultura. Nadie. Humano, nadie. Nadie de carne y hueso. Otros iban a encargarse de su cadáver. No los animales que se alimentan de cadáveres, aves negras o mamíferos amantes de la carroña, serviciales y funerarios. 135 A media mañana del día en que murió el novelista, sin que hubiera persona alguna, parientes, amigos o conocidos, para recibir a los que llegaban, se presentó un hombre de mediana estatura, bigote cano muy cascado, vestido de riguroso luto, y al oír que desde ultratumba el novelista preguntaba: “Quién es…?” Contestó: “El Señor Presidente…”. Dijo así y avanzó en seguida con menudo paso, el sombrero negro, negro como su traje, sus zapatos, sus guantes, su corbata, el pañuelo que le salía de la bolsita de cerca de la solapa de la americana. Luego, inmovilizado, solemne, el sombrero negro de fieltro tomado por sus dos manos negras, enguantadas, que apoyaba sobre su camisa blanca impecable y parte del chaleco también negro, 136 preguntó: —¿Y los demás?... Iban llegando, El Pelele, con la espuma del último ataque de epilepsia; el Mosco, sin sus piernas; Patahueca, gritando “¡Viva Francia!”, y la sordomuda embarazada, llorando, no por el novelista muerto, sino porque éste, reclamaba, le dejó Herrera, Flavio; “Antífona de El Tigre. Los personajes de la novela reclaman al autor”. Guatemala : El Imparcial, jueves 22 de mayo de 1952. Páginas 9 y 15. Texto completo con igual título en Anexo de: Batres Villagrán, Ariel; 20 Rábulas en Flux y uno más, de Flavio Herrera Hernández. Reseña y comentarios. 135 Asturias quizá remite a la figura del zopilote que utiliza en su novela, el cual es parte de la familia de los buitres, que es un ave que habita desde Estados Unidos hasta Sur América. Se caracteriza por ser carroñera y en las ciudades es normal encontrarla en los basureros, tal como él la coloca en el lugar donde el “Pelele” llega tras su fuga después de matar al “coronel Parrales”; ver Capítulo III, “La fuga del Pelele” en El Señor Presidente. En capítulos IV, VII, VIII, XVIII y XXV se describe también el trabajo de los zopilotes. 136 En Capítulo VI, “La cabeza de un general” lo describe así: “El Presidente vestía, como siempre, de luto riguroso: negros los zapatos, negro el traje, negra la corbata, negro el sombrero que nunca se quitaba; en los bigotes canos, peinados sobre las comisuras de los labios, disimulaba las encías sin dientes, tenía los carrillos pellejudos y los párpados como pellizcados.” 134 92 permanentemente un hijo en las entrañas, ya que nunca en página alguna de su novela cuenta que tal criatura hubiera nacido. 137 —Hemos venido nosotros —explica el Señor Presidente, autoritario, terminante— a falta de seres humanos, todos ellos en sus ocupaciones cuotidianas, y es a nosotros —paseó la cabeza ligeramente calva—, nosotros, ficciones, hijos de tu fantasía —se dirigió al novelista—, no totalmente por cierto, porque la verdad es que fuimos sacados de la realidad, a quienes toca darte sepultura. 138 Y como en el subtítulo “Clave” (Jornada Segunda de Hembra) el narrador manifiesta a sus personajes que lo que refiere es “historia o si ustedes quieren la novela…”, una de sus interlocutoras le cuestiona, en razón a que “si es novela, ¿se inspiró en alguna historia? y si es así, ¿la novela es fiel a los hechos? ...”. Como se trata de ambos casos, le lanza otra interrogante: “¿es usted, el autor, si es novela, o sólo el narrador, si es historia?”, ante lo cual el expositor señala que prefiere mantener la incógnita toda vez que los personajes están vivos y no es prudente revelar nombres (a la fuerza aclara que el de Gómez es Manuel), además —como lo estableció en su “nivola” 20 Rábulas en Flux (1946), o bien 20 Rábulas en Flux y uno más (1965) que se refiere a hechos ocurridos en las aulas universitarias y extrauniversitarias de 1912 a 1917— les aclara a sus personajes: “Nuestro ambiente es pacato y nuestra moral es farisaica y cualquier sospecha de alusión directa sería un asunto escabroso aquí donde a cualquier hijo de vecino, gente conocida y les clava un sambenito…”, con lo cual da a entender que los hechos narrados ocurrieron en verdad, seguramente antes de 1923, que es el año cuando publicó el cuento “El miedo” como parte integral de Cenizas. Y precisamente en ese año, de pacatas habló Herrera en el cuento “Su recuerdo” (1923), donde la mujer que consulta al médico le dice, al confesarle que no padece de neuralgia alguna, que necesita morfina solo para olvidar al amor que la abandonó, porque: “esos Por razón no explicada por el autor de la novela, “la sordomuda” está embarazada no se sabe por quién y tampoco llega a tener al bebé, por lo menos en el transcurso de la ficción. Aparece en los siguientes Capítulos: I, “En el portal del Señor”: “la sordomuda en cinta que lloraba de miedo porque sentía un hijo en las entrañas”; “la sordomuda se sobaba el vientre para ella inexplicablemente crecido”. II, “La muerte del Mosco”: “De miedo, de frío y de hambre lloraban los mendigos apañuscados en la sombra. No se veían ni las manos. A veces quedábanse aletargados y corría entre ellos, como buscando salida, la respiración de la sordomuda encinta”; “La sordomuda lloraba de miedo porque sentía un hijo en las entrañas...”. XXIX, “Consejo de Guerra”: “Los pordioseros ocupaban las bancas de los testigos. […] la sordomuda que babeaba las bancas y se rascaba los piojos del sobaco izquierdo”. El que Asturias la incluyera en este Capítulo como testigo para declarar quién mató al “coronel Parrales”, fue seguramente como una muestra de hasta dónde podía llegar el delirio de pretender achacarle un crimen al enemigo del presidente, por medio del testimonio que la sordomuda pudiera brindar, a lo que se agrega que actuaba como loca. 138 Asturias, Miguel Ángel; “El «Señor Presidente» como mito”. En: América, fábula de fábulas. Compilados con Prólogo de Richard Callan. Caracas, Venezuela : Monte Ávila Editores S.A., 1972. Páginas 129 a 130. 137 93 recatos estúpidos, esos escrúpulos sociales.… esas cosas ridículas aquí, en estas sociedades aldeanas y pacatas…” 139 En 1935 se refirió de nuevo al papel de la mujer, en La Tempestad (páginas 48 a 49 de la primera edición), capítulo “Reencuentro”. En La trilogía del trópico (1994), página 140: Nuestra moral sexual tiene un código estúpido y ahora, [le dice César a la muchacha] Palma, a la mujer se le reivindica casi en las todas partes, claro — civilizadas. Sólo que aquí, por una ironía del ambiente, la mujer misma, por su ñoñez, se aferra a subalterna condición en el hogar. En las clases humildes, tornándose en incubadora de hijos y en nodriza perpetua; matando la alegría del amor; fabricando inconsciente futura carne de cárcel u hospital por su indigencia biológica y en las clases adineradas, elegantes, esta misma ignorancia produce ese tipo de mujer sin vida interior, sin ninguna inquietud espiritual, embotada en el ocio frívolo o absorta en un exclusivismo deportivo y en ostentaciones de vida social que son, sin duda, factores de una educación femenina idónea y completa, pero que no se sabe dar entre nosotros. A la muchacha elegante, adinerada, conocida, se le prepara socialmente, pero con una idea miope, incluyendo en esta cultura, exclusivamente social, ciertas formas convencionales de divertimiento y de expansión: el bridge, el té, el cine y nada más; la obsesión de lujo enmascarando una burda coquetería con pergeño de feminidad, cuando la verdadera feminidad es algo más puro y más hondo; falta para la mujer una educación integral, una preparación para la vida que sea algo más que gimnasia de frivolidad para atrapar un marido; […] Sobre el ambiente citadino y campestre, timorato a la vez que falso, Herrera dio cuenta en su “nivola” de 1946. Al anunciarse en Guatemala que “próximamente” podría ser leída —ya que un mes antes había sido publicada en Uruguay (el colofón dice: “Esta edición se terminó de imprimir en los talleres de la «Imprenta Artigas S. C.» calle Prudencio Vásquez y Vega 1141 en el mes de agosto de 1946”)—, 140 un comentarista anónimo, tal vez César Brañas quien tenía a su cargo la página editorial de El Imparcial, resaltó sobre la mentalidad cerrada: Se llama Veinte Rábulas en Flux, y «Es una pintura valiente del ambiente estudiantil, recuerdos de sus mocedades. Contraste de ruindades y bajezas con un romanticismo de pura cepa. Y los rábulas deambulan entre aulas, fondas y prostíbulos, y el autor encara sin tapujos ni disfraces el problema —o la tragedia— de las mujeres públicas. Herrera, Flavio; “Cuentos de amor. Su recuerdo. Del libro ‘Mujeres’”. Guatemala : El Imparcial, lunes 24 de diciembre de 1923. Página 4. Se reitera que “Mujeres” nunca lo publicó; quedó entre los inéditos e inencontrables a la fecha. 140 Por coincidencia, el 30 de agosto de 1946 Miguel Ángel Asturias publica en México, editorial Costa–Amic, su novela El Señor Presidente. 139 94 Creo que en la «nivola» se mueven muchos personajes chapines de carne y hueso, aunque en el prólogo aparece el aviso cinematográfico de que cualquier semejanza con personajes de la vida real, vivos o muertos, es pura coincidencia» … Imagino que producirá muy mala impresión en los espíritus pacatos y llenos de prejuicios que desgraciadamente pululan con abundancia en el terruño». 141 Como se indicó, Herrera —en calidad de narrador en Hembra— opta por ocultar los nombres de sus personajes, en virtud que algunos todavía estaban vivos y cualquiera que leyese la ficción podría deducir de quiénes se trata e incluso reclamarle. Es lo que Ricardo Estrada h., de manera un tanto jocosa y a la vez anecdótica, relató acerca de El Tigre (1934): Dirijamos estas estimativas a los personajes de la novela de Flavio Herrera. Buen número de ellos es real; ha emergido de una existencia. Quizá vivan aún, pero nosotros no tenemos la suficiente cautela, ni ha transcurrido el tiempo debido para desvelarlos en todo lo que tienen de auténtico y de intenso. Flavio Herrera, en las reconditeces de ‘Bulbuxyá’ —su guarida literaria en Pamaxán, la Costa Grande— o bien en la intimidad de ‘Triana’ —su refugio que lo rescata de la agitación citadina— 142 ha confesado: “Sí, hermano; mis personajes son reales… A unos los he conocido yo mismo, pertenecen a esta intimidad, en todo su color y relieve humanos. Otros… me los transmitió Bruno, el mayordomo de ‘Estambul’, la finca que fuera de mi padre y que se perdiera cuando la crisis del café…143 Sí. Fernando existió. Fue fulano de tal… Doña Pilar de Osegueda fue doña mengana…” Pero estas confesiones quedan sumergidas, por hoy, en la discreción devota que debemos al maestro; quedan en la reconditez para no “violentar intimidades”. Y no pocas incidencias ha tenido Flavio Herrera por haber arrancado a sus personajes del ámbito del trópico. Algunas van a lo picaresco, a la anécdota festiva. Se cuenta que, una vez, iba de paso por X hacia ‘Bulbuxyá’. Allí se detuvo. En eso, lo asalta el señor Y… “—Vos, cabrón, dicen que me sacaste en una tu novela… “—No jodás, hombre. Una novela es una novela. Es ficción…” 141 El Imparcial; Nueva novela de Flavio Herrera. Guatemala : jueves 26 de septiembre de 1946. Página 3. En 1960 cuando Estrada escribió esto, sí que era un refugio apartado de la ciudad, ya que la misma no se había extendido hasta fuera de los confines de “Triana” y el tránsito vehicular era escaso. Hoy en día la “jungla de asfalto” y la fuerte contaminación auditiva provocada por miles de automotores que circulan frente y atrás de la Casa de la Cultura Flavio Herrera, dificultaría a su antiguo propietario concentrarse en la labor creativa. 143 Legalmente el nombre de la finca fue “Stambul”. Ricardo Estrada hizo la traducción de un nombre propio. 142 95 Se estuvo al borde de la violencia. Y esto, también va adquiriendo categoría novelesca. De una realidad surgió la novela, y la novela germina y difunde otras realidades para dar testimonio de autenticidad. Y es que Flavio Herrera ha atrapado la realidad de sus obras viviéndolas; ha venteado a sus personajes con rápida intuición. 144 En la dilucidación acerca de si Hembra es novela o historia, o de quién es el autor de la misma, que podría ser el mismo narrador o tal vez Luis (a quien de hecho Ricardo Estrada h. atribuye que es Flavio Herrera, aunque para William Felker no es así), quizá Gómez o bien Joaquín Zepeda, en el subtítulo “Clave” intervienen otros personajes de ficción: Amelia, María (que de joven fue secretaria de un jurista y se cree con experiencia en hablar como los rábulas porque conoce su jerga), un abogado, Esperanza y don Fernando. El subtítulo “Clave” es clave (permítase la redundancia) para comprender el propósito del autor. Todos los personajes discuten, se zahieren, defienden a Luis o a Gómez, aunque ninguno ampara a Mariana, elucubrando acerca de cómo acabará el asunto y sugiriendo al narrador que inserte o elimine alguna parte para darle más sabor a tragedia, a romanticismo, a drama ocurrido en el trópico, todo según puntos de vista e intereses individuales, pero con la duda todavía acerca de qué haría o debería hacer cada cual, si alguno de ellos fuera el autor, o en calidad de personaje. Amelia se pregunta “¿cómo va a seguir esto?” y osa debatir al narrador o autor respecto a por qué no proporciona los nombres de los personajes y su correspondiente descripción o perfil aunque sea físico, pero en vista que este no los menciona le ataca diciendo “yo no sé cuáles son los trucos de usted, por lo oído, me parece que usted prefiere describir a sus personajes por dentro…”, evidenciando que Herrera tiene precisamente esa preferencia, tal como lo demostró en sus novelas, principalmente las que forman parte de “la trilogía del trópico”: El Tigre (1934), La Tempestad (1935) y Caos (1949). La simpática Amelia continúa inquiriendo respecto a quién es el creador de la novela Hembra, y dirigiéndose al abogado afirma: —Bueno, yo pienso que es Luis el autor por ciertos detalles que sin lograrlo quiere velar el autor. Parece que Luis, más culto y refinado, sobre todo, más joven, se va a quedar con Mariana y que Gómez, desolado, se va a pegar un tiro… —No me gustaría que la cosa quedara allí –replicó el abogado. Ya no habría novela o lo que hubiera sería vulgar, sin importancia. Imagínense a Luis y Mariana viviendo juntos… 145 amándose hasta aburrirse y empezar a engañarse mutuamente… ¡a morirse de tedio como en la vida! Para mí, mejor que la cosa siga en tono dramático. 144 145 Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Op. Cit., páginas 13 a 14. En el original solo hay dos puntos suspensivos. Aquí se corrige. 96 Por ejemplo que, cuando Gómez esté visitando a Mariana los sorprenda Luis y les descerraje un tiro aunque sea sin matarlos sino sólo herirlos… En fin, que haya emoción trágica… que haya asunto para intervenir yo. Desde estudiante me dediqué a los asuntos criminales. Me encantan aunque no dejan mucha plata… La tertulia se alarga y termina casi a las tres de la mañana: “Qué va a suceder con tanta gente y opiniones en la vida o en la novela?”. Sin embargo, el verdadero novelista no le da gusto a sus interlocutores, que participan en el subtítulo “Clave”; modela la ficción con un final distinto a lo que ellos desearían. Seguidamente viene el subtítulo “Monólogo del… ¿narrador?”, en el cual Herrera trata de mantener la incógnita respecto a quién es el autor de la ficción o de la historia, y expone su punto de vista respecto a las novelas inéditas, como ocurrió precisamente con Hembra hasta 1994, cuando se publicó después de 26 años de fallecido. Y como lo que describe posiblemente les sucedió a personas conocidas en la sociedad de los años veinte, enuncia: Este infundio tal vez se publicará, se editará. En la voluntad hay más enigmas que en el sueño, que en los sueños. Algunas obras del espíritu duermen inéditas por muchas razones, en las novelas, por ejemplo, porque viven los personajes o por otras razones, pero, a veces también hay algo tremendo en el subconsciente que rige la voluntad del autor y lo urge a publicarla aunque vivan las personas, sobre toda reticencia, y la obra sale a la vida desafiando muchedumbre de obstáculos y riesgos. […] Y ahora ya están otros muñecos metidos en la farsa…; pero que vean ellos cómo se las arreglan. Lo que soy yo, sí que estoy metido en un lío, ¿de inconsecuencias? ¿Estoy insertando trozos de historia en una ficción?, o de una ficción estoy haciendo historia… ¿Qué más da? ¿Qué va de la historia a la ficción?... Y hablando de “muñecos en la farsa”, Herrera explicó en 1946 que precisamente los hombres no pueden ser estudiados cual si muñecos que proceden según el medio ambiente endógeno y exógeno en que el autor quiere ubicarlos. En respuesta brindada a la investigadora norteamericana Elsie F. Criger, por medio de carta suscrita desde Río de Janeiro, donde se desempeñaba como embajador de Guatemala, le aclara este aspecto. Ella lo explica como sigue e incrusta el texto recibido del autor: Al igual que los primeros modernistas, a nuestro autor le gusta usar palabras o símbolos que evocan colores, sonidos, olores, sensaciones o estados de ánimo. Los trópicos de las tierras bajas guatemaltecas llenos de colores, sonidos y olores acentuados se prestan fácilmente a este tipo de escritura. Merece la pena señalar a este respecto en el siguiente párrafo la actitud del propio autor con respecto a la influencia de los trópicos en el hombre, y al darse cuenta de esto, es más fácil 97 comprender las muchas descripciones encontradas a lo largo de sus novelas expresadas en frases contundentes, concisas pero audaces de tiempos limítrofes en extrema sensualidad. El Sr. Herrera dice: No soy un determinista ortodoxo pero, por experiencia sé la influencia del ambiente en la conducta humana y, concretándome a la vida del trópico he nacido y vivido en él, y he sentido su garra, su gloria y sus angustias. Ahora, el problema se complica cuando no se toma al hombre, como una entidad abstracta, sino que se estudia a los muñecos humanos actuando bajo factores que creemos conocer y sean exógenos, como clima etc. o endógenos como raza, psicología etc. y de pronto estos muñecos reaccionan en la vida de una manera insospechada hasta lo increíble. 2 _________ 2 Carta a la autora, Río de Janeiro, 6 de marzo de 1946. 146 Cabe mencionar que el 24 de diciembre de 1923 Herrera publicó el cuento “Su recuerdo”. 147 Lo “extraño” es que el libro “Mujeres”, del que supuestamente forma parte, ese año El Imparcial anunció que sería próximamente editado, 148 y en 1936 y 1937 el autor indicó que estaba “en prensa”, pero no se conoce. 149 ¿Quedó entre los inéditos? La duda se plantea porque en 1942 se anotó también en su lista de obras ya publicadas. 150 Posiblemente Herrera se vio influenciado por Enrique Gómez Carrillo (1873–1927) al pensar escribir y publicar un libro denominado “Mujeres”, toda vez que el “Cronista errante” en El libro de las mujeres (1909) describió sus relaciones con por lo menos quince damas, y señala en página inicial que “Cronológicamente, otras de mis obras podrían figurar antes que ésta en la galería de mi ópera omnia. Pero considerado de un modo espiritual, es el «Libro de las mujeres», tal cual hoy lo publico, el que contiene la esencia inicial de mi carácter y de mi talento: una esencia tenua, ligera, vaporosa, danzante, algo irónica, algo tierna, algo tímida, algo entusiasta, algo escéptica, toda formada por lo menos en apariencia de matices de sutilezas de «algos» …”. 146 Criger, Elsie F.; Some comments on the ideas and style of Flavio Herrera. Op. Cit., página 58. Traducción libre del inglés al español. 147 Herrera, Flavio; “Cuentos de amor. Su recuerdo. Del libro ‘Mujeres’”. Guatemala : El Imparcial, lunes 24 de diciembre de 1923. Página 4. Véase texto completo en Anexo de: Batres Villagrán, Ariel; 20 Rábulas en Flux y uno más, de Flavio Herrera Hernández. Reseña y comentarios. 148 El Imparcial; Flavio Herrera va a publicar un nuevo libro. “Mujeres” es el bello título. Guatemala : jueves 6 de diciembre de 1923. Página 1. 149 “Mujeres” está en la lista de novelas. Ver: Herrera, Flavio; Poniente de sirenas. Novela de amores y de mar. Guatemala : Unión Tipográfica. Imprenta y Fotograbado Muñoz Plaza y Cía., 1937. Pág. 2. 150 Boletín de Museos y Bibliotecas; “Curso de Derecho Romano por el Licenciado Flavio Herrera”. Guatemala : Director Rafael Arévalo Martínez. Publicaciones de la Secretaría de Educación Pública. Año II, Época 2ª, Número 2, julio de 1942. Páginas 45 a 47. 98 Siguiendo con Hembra, aclarado lo relacionado con los “muñecos en la farsa”, por el propio autor metido a narrador, viene el “Monólogo de Amelia”, otro personaje que no figura en el cuento “El miedo”, quien expresa su aversión por Mariana, la mujer fatal, a la que tiene por una “¡Que hace estragos en la vida de los hombres!” y se conduele de Manuel Gómez, por ser el que de verdad se ha preocupado en sacar adelante la finca y hacer que produzca dinero; reclama que Luis debiera darle algo en compensación, porque este en calidad de propietario hizo nada o poco para alcanzar la prosperidad que se logró gracias al trabajo de Manuel. En el “Monólogo del abogado”, sin nombre propio, este anticipa que “Aquí va a haber un lío”, del cual saldrá ganando, ya sea porque Gómez se quede con la finca o porque Luis le entregue algo a cambio de su trabajo; el picapleitos recibirá, piensa: “De todos modos, una buena tajada para el abogado que pesque la mortual o… las mortuales de ambos…”. Y aunque la sociedad entre los dos se disuelva, él anticipa que sea que se arregle el asunto en forma pacífica o con sangre, siempre sacará buena raja. A lo que agrega que a sabiendas que Gómez tiene un hijo adolescente (esto lo advirtió el Narrador en su monólogo) que lo anda buscando, el güizache podría encontrarlo e insinuarle a que meta un “pleitecito”, donde también él saldría beneficiado ya que se haría cargo de llevar el caso en un tribunal. Viene el breve “Monólogo de María” (de tan solo un párrafo) quien se decanta a favor de Luis y aunque el autor lo haya presentado como un don Juan, ajeno a los quehaceres de la finca, ella cuestiona: “Si esto es una novela; pero ese farsante del novelista con sus enredos o sus trucos nos hace creer que Luis y los otros son de carne y hueso y a lo mejor son meros infundios de su imaginación y luego, el embustero del autor nos quiere meter… ya nos metió no sólo en la novela sino en un lío porque ahora ya no sé si Luis es un Luis en la vida o un Luis ideado por el novelista y si yo soy, una yo que me siento y me palpo o soy un fantasma que sólo vive en la novela…” Ergo: Herrera en tan breves líneas da a conocer que su técnica para exponer la ficción rebasa los cánones de lo que debe ser una novela. Y ahora la cosa se pone buena porque el autor presenta a Mariana; contradictoriamente, la hace hablar en “Ella seguía callando…”, cuando Manuel Gómez va en su busca al hotel donde reside. Toca la puerta, pero la casi cincuentona no quiere abrir, pide que se vaya; él le dice que es algo muy grave lo que necesita comunicarle y que si no abre descerraja la puerta y hace todo un escándalo. Cede Mariana y al abrir encuentra a Gómez de rodillas, suplicándole que abandone a Luis, pero por él, que se vayan y huyan porque desde hace diez años, cuando se dejaron, la sigue queriendo. Pero Mariana calla, solo escucha que Gómez lamenta haberla perdido y que pretende recuperarla, dispuesto a todo. Por fin habla, indicando que no lo seguirá, que no lo quiere o, mejor dicho: “No digo eso… digo más bien, no puedo…”, porque espera un hijo de Luis, ante lo cual Gómez la amenaza con un “No vivirás, ni él…”, con el revólver en la mano (porque “los hombres en el trópico llevan un revólver”). Aquí es donde se rebela “la hembra”; le recuerda que hace diez años abortó un hijo suyo, pero por sus exigencias ya que no lo quería. Sin embargo, 99 el hombre más parece un infante suplicándole que huya con él y es que, a la larga: “¡Todos niños ante el erótico maleficio de la hembra!”, es la sentencia de Herrera. Ella promete que lo pensará, que mejor se retire; y él, que no puede regresar a la finca en Panán, que mejor se quedará en Mazatenango a esperar. Entra en escena el “Monólogo de Zepeda” (Cepeda en “El miedo”), aquel administrador de fincas amigo íntimo de Gómez, pero que ahora piensa que los dos rivales son unos imbéciles, toda vez que buscan su tercería en el asunto. Él tampoco tiene en buena estima a Mariana, a quien considera “un guiñapo de hembra que no vale una peseta”. Y por qué le piden ayuda si al final no le pagan nada, tiene cincuenta años y en tanto que los finqueros prosperan él sigue igual, solo con su honradez y su buen nombre, se dice. Porque con él llegaron también María y el abogado, cada uno proponiéndole terciar en el lío, pero con deseos de obtener beneficios personales e incluso él sabe dónde está el hijo de Gómez, pero se guarda el secreto ante el abogado, hasta que pueda librarse de “esta chingada conciencia y me decida ¿por qué camino?”. “Otra vez Luis” es el monólogo a continuación, durante el cual este se pregunta si Gómez fue a ver a Mariana y si ella lo recibió. Y como ya le contaron que eso ocurrió, la acusa de impía: “¡Qué cosa más sucia y vil es esta hembra! ¡La traidora!”. El monólogo se interrumpe cuando Mariana llega a buscarlo y la recibe con un “¿A qué vienes, grandísima puerca?”, dicho lo cual la empuja provocando que sangre de la cara, amenazándola con su arma, y aquí es donde el autor confirma que la mujer es mayor que el joven Luis –de aproximadamente 35 años– cuando esta le increpa: “¡Ándale, cobarde, toma el revólver y mátame! ¡Mejor mátame… Yo tuve la culpa… Quien con niños se acuesta…”. Nótese que la proposición “Ándale” es típica de México, lo cual confirma que, si en el cuento “El miedo” Herrera la designó como española, ya en la novela cambia el gentilicio por el de mexicana. Como Luis insiste en reñir y no acepta las explicaciones acerca de por qué Mariana se reunió con Gómez en el hotel, ella le confiesa y amenaza: “tengo algo en las entrañas que es tuyo, pero ya no lo quiero… ahora, toma tu revólver y mátame o mejor dicho, mátanos… así me limpio de ti…”. Dispuesta a retirarse, Luis la ataja y es cuando entra a la habitación un pequeño grupo de personajes, lo que es aprovechado por esta para escapar. Se trata de “El grupo” formado por Elena (novia de Luis en la capital), María (amiga de Elena desde adolescentes cuando asistían al mismo colegio) y don Fernando. Elena se presenta para salvar a Luis, con la idea de perdonarle que se hubiera enredado con Mariana, pero el autor cambió de parecer y le dio un giro total al pensamiento de la joven; cuando Luis le pregunta a qué ha llegado, su respuesta es brutal: “Vine a salvarte, pero lo he oído todo y ahora me voy… Ya no me interesas… Ándate tras de tu barragana y hónrala, que es madre de tu hijo. Adiós…” Como Mariana ya se ha ido cuando se presenta “El grupo” ante Luis, don Fernando le indica a este que la deje porque “Recuérdese lo que dijo de ellas el gran guerrero: «Con las mujeres la mejor victoria es huir» …”, aunque le advierte que para algunos es difícil y reinciden para sufrir otra derrota. El gran guerrero a quien se refiere es Napoleón Bonaparte, el que señaló: «Las 100 batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo», y también: «Una retirada a tiempo es una victoria». 151 Y de nuevo “Otra vez Luis” con un párrafo por monólogo; indeciso y confuso todavía no sabe qué hacer, pero cavilando se dice que irá tras ella y lo que esta lleva en el vientre, que es suyo. En tales meditaciones se encontraba cuando recibe “La carta” escrita por Mariana, en la que le comunica que no puede acompañarlo: “Nuestra vida sería un infierno por mi pasado y porque siento que ya me perdiste la fe… Me voy Luis, perdóname. Me voy con él y no me maldigas […] yo ya soy vieja y necesito, necesito un palo a que arrimarme con decisión y confianza para que me de tranquilidad”, advirtiéndole que tendrá a su hijo y cuando este sea mayor quizá le busque y le de consuelo en su vejez. Y el drama llega a su última etapa con “Gómez y Mariana”. No es el final de tragedia que pretendían varios de los interlocutores del novelista en el subtítulo “Clave”, sino lo que este decide hacer con sus personajes principales. Mariana llega a buscar a Manuel Gómez y le pregunta si está “presto”; para qué responde este: “Ándale idiota, presto a que nos vayamos”. Gómez no puede salir de la sorpresa, se hinca y la besa, pero ella lo urge a huir, utilizando por segunda vez el adjetivo peyorativo: “Apúrate, idiota, ¡apúrate antes que vengan a matarnos o… yo me arrepienta de irme contigo!” 152 Y ese “nos vayamos” puede significar huir hacia México, país vecino de Guatemala y a pocos kilómetros de Panán, donde se desarrolla la trama de la novela. Recuerde el lector que Herrera modificó el gentilicio de Mariana: en el cuento “El miedo” ella era española; en Hembra es mexicana. Por qué razón la innovación, no se sabe; solo puede elucubrarse que posiblemente por su cercanía con Guatemala era más factible hacer que la pareja escapara hacia la vecindad territorial y no a España, que en tal época era muy difícil, ya que la ficción se desarrolla en los años veinte cuando las facilidades de viaje solo permitían hacerlo en barco o vapor; prácticamente no existía el transporte aéreo y las pocas experiencias de pilotos nacionales dieron al traste por la renuencia del dictador Manuel Estrada Cabrera, quien prohibió incluso utilizar vehículos de cuatro ruedas en las ciudades porque provocaban accidentes. Si Gómez fue un idiota por haberse ido con Mariana, a sabiendas de su pasado tormentoso (el que vivió con él diez años antes y el que protagonizó con Luis en los últimos meses), y que posiblemente se renovará después de su escape, posiblemente a tierras mexicanas, es un tema que no corresponde dilucidar aquí, ni siquiera pretender, como los interlocutores del autor metido a narrador, definir cómo debió haber concluido el drama. Lo cierto del asunto es que Flavio Herrera dio un giro diferente a lo que planteó en el cuento “El miedo”, no solo para convertirlo en la novela Hembra sino al incorporar nuevos 151 Frases de Napoleón Bonaparte (1769–1821) en: https://www.abc.es/cultura/20140815/abci-frases-celebresnapoleon-201408142128_1.html. 152 El primer signo de admiración no está en el original. Aquí se inserta. 101 personajes que conversan con él y lo cuestionan, con un final diferente al que tiene el cuento original. Como remate es dable la siguiente digresión. En 1927 el autor guatemalteco Carlos Wyld Ospina (1891–1956), amigo de Flavio Herrera, obtuvo el primer lugar en los Juegos Florales de Quetzaltenango con el cuento “La mala hembra”, el que seis años después sería publicado junto con varios más en: La tierra de las Nahuyacas. 153 Wyld Ospina es autor del excelente ensayo El Autócrata, ensayo político social (1929), donde retrató hábilmente a los dictadores Rafael Carrera, Justo Rufino y principalmente a Manuel Estrada Cabrera. 154 Herrera comentó el ensayo, pero introdujo elementos de concepción propia, enunciados desde 1918 en su tesis de graduación como abogado. El investigador norteamericano Felker ya citado, comenta al respecto: Cubierta de El autócrata, edición 2020 Wyld Ospina, Carlos; “La mala hembra”. En: La tierra de las Nahuyacas. La mala hembra –El manuscrito de Fernán Abelino –Los dos –Las palomas de Fernán Abelino –De dura cerviz. Guatemala : Tipografía Nacional, 1933. Páginas 81 a 120. En la segunda edición incluye nuevos cuentos: Wyld Ospina, Carlos; “La mala hembra”. En: La tierra de las Nahuyacas. La mala hembra –El manuscrito de Fernán Abelino –Los dos –Las palomas de Fernán Abelino – De dura cerviz –Felipe Esquipulas. Segunda edición. Biblioteca Guatemalteca de Cultura Popular, “15 de septiembre”. Volumen 11. Guatemala : Ministerio de Educación Pública, 1957. Páginas 57 a 83. 154 Wyld Ospina, Carlos; El Autócrata. Ensayo político social. Guatemala: Colección Memoriales ]diez[. Tercera edición en el Primer Centenario de la Caída de Manuel Estrada Cabrera. “Prólogo” por José Cal Montoya. Catafixia Editorial, 2020. ----------; El Autócrata. Ensayo político social. Guatemala: Segunda edición. Biblioteca Guatemalteca de Cultura Popular “15 de septiembre”. Volumen 103. Departamento Editorial y de Producción de Material Didáctico “José de Pineda Ibarra”, Ministerio de Educación, 1967 [1929]. 153 102 Escribiendo inicialmente una reseña favorable de El autócrata de Carlos Wyld Ospina, un libro que trata de la era de Estrada Cabrera y crítico de las debilidades políticas y sociales nacionales, Herrera se apartó de su tema y lo utilizó como punto de partida para sus propias opiniones. Haciendo una excepción con Wyld Ospina, dice: Esa exposición en El autócrata, de nuestras lacras sociales, que para su autor hacen marco en lo político al caciquismo y en lo económico al capitalismo ... ¿derivan todas de la educación, como se ha dado en decir y creer? ¿No hay una razón biológica más honda? Lo que también se ha dado en llamar latinismo en Hispanoamérica es una serie de síntomas que determinan la ineptitud de estos pueblos para incorporarse los principios de cultura moderna que son base de progreso social y la capacidad económica.155 Esto es esencialmente una repetición del punto de vista expresado en su tesis [de abogado, 1918], de que el “latinismo inferior” no era una fantasía sino una realidad deplorable. Herrera aún se resiste a definir claramente la “razón biológica” exacta a la que se refiere, y cuando presenta su propio caso histórico contra la educación en Guatemala, el problema de la herencia parece explicarse en términos de deficiencias ambientales de largo alcance. Un resabio de escolasticismo hasta hoy inextirpado de los métodos educativos, que empaña a la juventud el concepto real de la vida y le aborta su desarrollo integral, divorciándolo del ambiente, inadaptándolo al medio y preparando así al futuro burócrata, inepto y fatal porque agobiará siempre nuestra pobreza económica 151 y demográfica. 152 La educación que no se adapta a las circunstancias culturales y raciales particulares; produce no solo un sistema de auto propagación, sino que también degrada gradualmente a los pueblos que son adoctrinados por ese sistema. El resultado es un doble asalto a las esperanzas de estos pueblos de lograr una civilización avanzada. Tienen un establecimiento educativo inadecuado que es malo Nota de Felker a pie de página: 8 Flavio Herrera, “Acerca del autócrata,” in “El minarete,” El Imparcial (Guatemala), 29 Nov. 1929, p. 3. NOTA: “Acerca del autócrata” corresponde a la segunda parte. Herrera publicó: ----------; “El Minarete. El Autócrata de C. Wyld Ospina”. Guatemala : El Imparcial, sábado 23 de noviembre de 1929. Página 3. ----------; “El Minarete. Acerca del Autócrata II”. Stambul. Guatemala : El Imparcial, viernes 29 de noviembre de 1929. Página 3. 155 103 en sí mismo; además, a lo largo de los siglos, los males del establecimiento se reflejan a través de la herencia. El caso del indio le presenta otro problema, más crucial. En su larga digresión alejándose de El autócrata de Wyld Ospina, Herrera utiliza al indígena como ejemplo de la máxima degradación de un grupo racial guatemalteco. Al hablar del optimismo de algunos con respecto a los mayas, da su propio punto de vista menos favorable: Esa visión de una raza, ¿raza?, caquéxica, con hambre de hospital y cementerio. Filaria, uncinaria, malaria— oh, letanía— malaria, malaria siempre y por todas partes. Las gentes de caras lívidas como limones maduros y con el vientre hinchado como un odre. La mala sangre hierve fermentada por el sol y el aguardiente y, con la indolencia de una justicia coja, la muerte atisba en el machete del jayán y con las fauces abiertas en todos los pantanos. La muerte segando aquí la vida en flor. Así aborta la vida en estos pueblos malarizados, derrengados, deshilachados por el alcohol, el crimen y las endemias de los trópicos. 156/ 157 Posteriormente Wyld Ospina publicó La gringa (1935). Una “coincidencia”: el crítico literario Arturo Arias presentó el análisis: “La gringa de Carlos Wyld Ospina y La tempestad de Flavio Herrera: la confluencia del criollismo con el ubiquismo”. 158 Fallecido en 1956, prácticamente el último trabajo de Wyld publicado en vida fue el ensayo “Tres poetas modernistas de Guatemala”, siendo estos: Rafael Arévalo Martínez, Alberto Velásquez y Félix Calderón Ávila. 159 Procede recordar que en 1924 Wyld Ospina publicó la novela El solar de los Gonzagas. La novela de la ciudad pequeña. Flavio Herrera comentó, con sutil crítica a las costumbres pueblerinas de la capital guatemalteca y utilizando palabras comunes en la época, que hoy en día se consideran arcaísmos: 156 Nota de Felker a pie de página: 10 Ibid. Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas 62 a 63. 158 Arias, Arturo; La identidad de la palabra/ Narrativa guatemalteca a la luz del Siglo XX. Guatemala : Artemis-Edinter, 1998. Páginas 41 a 70. 159 Wyld Ospina, Carlos; “Tres poetas modernistas de Guatemala”. Ensayo suscrito en Xelajú, mayo de 1954. En: El Salvador : Cultura. Revista del Ministerio de Cultura. Número 1. Enero–Febrero 1955. Director, Manuel Andino. Páginas 54 a 70. 157 104 Es un advenimiento feliz. Carlos Wyld Ospina nos da su primera novela: EL SOLAR DE LOS GONZAGAS, subrayándole en subtítulo LA NOVELA DE LA CIUDAD PEQUEÑA. Y, en un comento que se nos antoja una miaja despectiva para su propia obra, a guisa de prólogo, nos advierte, quizás en previsión de nuestras suspicacias aldeanas, que la acción de su novela no discurre en ninguna ciudad geográficamente determinada, sino en «la ciudad pequeña del espíritu» y que no ha llevado a sus páginas tipos de personas vivientes. Sin embargo, en las páginas de EL SOLAR DE LOS GONZAGAS, amén de la ciudad pequeña del espíritu, está pintada —y felizmente— nuestra ciudad pequeña que, ya capital de provincia, ya con tufos de metrópoli, tiene una fisonomía siempre pacata, siempre aldeana. 160 En su novela Hembra Flavio Herrera aclara que no proporciona nombres de los personajes, solo apellidos ficticios, Mariana por ejemplo, no vaya a ser que algún conocido se sienta retratado y le reclame. En “La mala hembra”, segundo cuento incluido en La tierra de las nahuyacas (1933) cuya imagen se coloca aquí tomada de la primera edición, Wyld Ospina describe a una mujer exuberante, que no es igual en años y belleza física a la Mariana de Herrera sino más joven, aunque similar a las mujeres del trópico que este incluye en El Tigre y La tempestad, pero sí provocaba… En la finca la llamaban la Toña. Era una moza morena, de un caliente color de trigo seco, carirredonda, la nariz ligeramente respingada, de anchas fosas que, al excitarse, palpitaban como las de ciertos felinos. Rasgado ojo de almendra, verde la pupila, con un lento descender de pestañas asombrosas y un guiño osado para mirar a los hombres. Pero lo más peregrino de la Toña era el andar: un andar cimbreante y rítmico, con vagas aristocracias Herrera, Flavio; “La novela en Guatemala. El solar de los Gonzagas. Impresión de lectura de Flavio Herrera”. Guatemala : El Imparcial, jueves 21 de febrero de 1924. Página 4. 160 105 animales, como suelen caminar, despacio, las yeguas de raza sobre sus remos elásticos. ¿Cómo pudo darse aquella moza entre el mujerío ruin, compendio de fealdades, que vegeta y procrea chiquillos en los campos? Un europeo del norte, rubiote y sanguíneo, muy dado al amor y a las borracheras, administraba veinte años antes la hacienda; y de su amancebamiento con una india guapa, nació la Toña. Criose en casa del amo, ayudando en los menesteres domésticos. […] Pero la moza tenía una intrepidez salvaje para rechazar los piropos lúbricos que, entre carcajadas del concurso, la soltaba el más listo entre el grupo de trabajadores que manipulaban café en los patios de secar. 161 La Toña era objeto de vituperios entre las mujeres, más por envidia que por otra cosa. Cuando tuvo veinte años se fue a vivir con su tío José María (hermano de su madre), quien le aconsejó que se casara con Pedro, el carpintero, que este ya la había pedido. Ella se niega porque también anda en amoríos con Martín, amigo del otro desde niños; al final acepta y después de que se casa Martín le propone que sigan a escondidas, que a él no le importa, y hasta vuelve a hacer amistad con Pedro, solo para estar cerca de ella. Una noche, después de que ambos amigos se van a libar, Martín regresa solo; el tío Chema le increpa y como el otro no acierta a decir la verdad, por sus titubeos deduce que lo mató, pero él se defiende diciendo que fue por culpa de Toña; trata de escapar, pero tío Chema lo hiere. Llega la policía rural captura al tío por el intento de matar a Martín. Las mujeres del pueblo también se presentan y acusan a Toña de lo peor, que los hombres se pierden a causa de ella y que es mejor que se vaya. Su respuesta es lacónica; no se irá porque la defiende el administrador de la finca, con quien también tuvo amoríos. Ergo: el cuento “La mala hembra” (1927) de Wyld Ospina (incluido en su colección de 1933) y la novela Hembra (1994) de Flavio Herrera son dos creaciones literarias distintas en su estructura estilística. El de Wyld se desarrolla en una finca cafetalera ubicada en Ciudad Vieja (a pocos kilómetros de Antigua Guatemala, departamento de Sacatepéquez) y la de Herrera en una finca diversificada en su producción (localizada en San Miguel Panán, municipio del departamento de Suchitepéquez). Aunque ambas ficciones pintan a un tipo de mujer fatal, las diferencias son notables: la Toña es hija de un rubio europeo que se aprovechó de una indígena y por eso la apodaban Canche, ya que su cabello era del mismo color que el de su padre; Mariana es mexicana (aunque originalmente española en el cuento “El miedo”). Los personajes varones de Wyld se conocen de cuando eran niños, casi igual que los de Herrera, aunque en la novela de Wyld Ospina, Carlos; “La mala hembra”. En: La tierra de las Nahuyacas. La mala hembra–. 1933. Op. Cit., páginas 85 a 86. Wyld Ospina, Carlos; “La mala hembra”. En: Echeverría, Amílcar (Compilador); Antología de la literatura guatemalteca : prosa y verso. Prólogo de M. Tulio González M. Guatemala : Editorial Savia, 1960. Páginas 164 a 165. 161 106 este se descubre una asincronía en el tiempo; no obstante que anota que estudiaron juntos desde pequeños, uno le lleva al otro por lo menos quince años. Por tanto, ni siquiera puede argumentarse que el segundo se inspiró en el primero. Es más, siguiendo a Unamuno y su “nivola” Niebla (1914), Herrera conversa y discute con sus personajes, lo que no hace Wyld. En suma, lo de hembra en ambos títulos es una simple coincidencia. Sobre el conjunto de cuentos que integran La tierra de las Nahuyacas, en 1943 el crítico norteamericano Martin Elmer Erickson señaló: Mas que un libro de cuentos, La tierra de las nahuyacas es un libro de ensayos en los cuales nos delinea la vida material y espiritual del indio guatemalteco. Mediante escenas típicas de ritos religiosos, de la vida agrícola, de la pesca y la caza, nos revela Wyld Ospina la psicología del indio. Y ha logrado crear un libro muy interesante, escrito en un estilo directo, sin circunloquios y sin “mucha cursilería literaria”, según las palabras del autor. Especialmente dignos de atención son el mencionado cuento “La siembra” y “La hembra mala”, que revelan la inclinación del indio hacia la vida fuerte y su voluntad para superar cualquier obstáculo. La prosa de este libro es fina, pulida, al mismo tiempo que nervuda y tenaz. 162 Acerca de Flavio Herrera dicho investigador publicó: Erickson, Martin E.; “Escritores modernistas de Guatemala. Flavio Herrera”. Revista Iberoamericana, [S.l.], p. 291-300, nov. 1944. ISSN 2154-4794. Disponible en: <http://revistaiberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/3050/3233>. La Revista Iberoamericana era el “Órgano del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana”. Carlos García-Prada, Director. University of Washington, Seattle 5, Wash. Cabe mencionar que Erikson estuvo en Guatemala en 1939, recopilando información para su investigación, de lo que da cuenta el Informe de las labores realizadas en la Biblioteca Nacional de Guatemala en 1939, cuyo director –Rafael Arévalo Martínez– refiere que recibió la visita de estudiosos de diferentes países entre los cuales: “mención especial del señor Martin E. Erickson, de nacionalidad estadounidense, que se está documentando en nuestro centro para escribir una Erickson, Martin E.; “Escritores Modernistas de Guatemala. Carlos Wyld Ospina. Es este el primero de una serie de tres estudios; los otros tratan de Flavio Herrera y Rafael Arévalo Martínez”. Revista Iberoamericana, [S.l.], p. 479-492, mayo 1943. ISSN 2154-4794. Párrafos transcritos de página 487. Disponible en: <https://revista-iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/1119/1352>. 162 107 «Historia de la Literatura Guatemalteca», obra que con urgencia reclama la generación de nuestros días y que aún no está escrita.” 163 El 4 de marzo de 1941 Martin Elmer Erickson envió carta a Herrera, escrita en el anverso y reverso de una hoja de papel tamaño media carta, con membrete oficial de la Universidad de Washington donde laboraba. Del texto se deduce que previo a publicar sus reseñas sobre los “Escritores Modernistas de Guatemala” estuvo en casa de Flavio Herrera y le promete visitarlo de nuevo para acompañarlo a la “jungla” donde este escribió El Tigre. En su misiva Erickson le pide aclarar algunas palabras del vocabulario que emplea en dicha novela, así como información sobre varios autores que pertenecen a la “Generación de 1920” en Guatemala, y datos del concurso promovido por la editorial Farrar & Rinehart de Nueva York, la cual operó de 1929 a 1946. Los resultados de las investigaciones de Erickson se describen en: Guatemalan Literature of the Last Fifty Years. University of Washington, Seattle, 1942, cuyo texto original proviene del inédito “Ph.D. dissertation, University of Washington, 1941. 307 p.”. 164 La carta mecanuscrita es la siguiente: 165 163 Biblioteca Nacional de Guatemala; Informe de las labores realizadas en la Biblioteca Nacional de Guatemala en 1939. Director: Rafael Arévalo Martínez. Disponible en http://bibliotecanacionaldeguatemala.blogspot.com/2012/05/informe-de-labores-1939.html 164 Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía]. Revista interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978, págs. 291-304. Dato tomado de página 302. 165 Erickson, Martin E.; Carta a Flavio Herrera del 4 de marzo de 1941. University of Washington, Departament of Romanic Languages Literature. Seattle. Original conservado en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera. 108 109 Sobre las novelas inéditas que Erickson le solicita a Herrera, se aprecia que él no sabía que solo estaban anotadas en la lista de obras que incluye en Poniente de sirenas, pero en realidad quedaron en los archivos del autor y hasta la fecha una de estas no ha sido localizada. En efecto. En cuanto al libro de cuentos “Mujeres”, se anunció desde 1923 166 y en 1936 él respondió en una entrevista que estaba en proceso de reproducción y, además, que se encontraba escribiendo la novela Las tinieblas: —¿Obras en preparación? Está listo para prensas un libro de cuentos: Mujeres. Preparo otra novela de la vida agraria: Las Tinieblas. 167 Al año siguiente de la declaración anterior, Mujeres fue colocada en la lista de novelas publicadas y Las tinieblas entre las que se encontraban “Para prensas”. 168 Empero, de Las tinieblas ya se aclaró que nunca se publicó con dicho título sino con el definitivo: Caos (1949). Respecto al concurso de la editorial Farrar & Rinehart, objeto de consulta de Erickson, en otro trabajo quien esto escribe apuntó: En 1942 la actividad académica y de participación de Flavio Herrera en diversos eventos no se detiene, ya que además de publicar su libro sobre el derecho romano y de impartir clases en la Facultad de Derecho, es miembro del jurado calificador que escogería la obra ganadora, entre las que se recibieran, para enviarla después a Nueva York. En efecto, el poeta y novelista Rafael Arévalo Martínez informó a la prensa sobre el concurso convocado por la editorial Farrar & Rinehart de Nueva York. Ya lo había anunciado meses atrás, de tal suerte que su declaración fue solamente un atento recordatorio, mes y medio antes de que se venciera el plazo para que los posibles participantes presentaran sus trabajos: “El señor Rafael Arévalo Martínez, director de la biblioteca nacional, por este medio recuerda a los interesados en participar en el segundo concurso literario latinoamericano convocado por la editorial Farrar & Rinehart, de Nueva York, por intermedio de la oficina de cooperación intelectual de la Unión Panamericana, que la recepción de los trabajos se cierra el 14 de septiembre próximo, a las veintidós horas. Herrera, Flavio; “Cuentos de amor. Su recuerdo. Del libro ‘Mujeres’”. Guatemala : El Imparcial, lunes 24 de diciembre de 1923. Página 4. 167 Arzú, José; “¿Cómo escribe usted? Entrevistas de José Arzú. Flavio Herrera, al decirnos como escribe, hace interesante referencia a la génesis de sus bellas novelas”. Guatemala : El Imparcial, sábado 18 de enero de 1936. Páginas 3 y 8. 168 Herrera, Flavio; Poniente de sirenas. Novela de amores y de mar. Guatemala : Unión Tipográfica. Imprenta y Fotograbado Muñoz Plaza y Cía., 1937. Página 2. 166 110 Los concursantes podrán enviar sus trabajos hasta la fecha mencionada, a las horas hábiles, que son de 8 a 12 y de 19:30 a las 22. 169 Los concursantes deben firmar los formularios respectivos, requisito indispensable al entregarlos. Un jurado compuesto por los señores Federico Hernández de León, licenciado Luis Beltranena, presbítero Ángel Arín, licenciado Flavio Herrera y licenciado Alejandro Arenales, estudiará los trabajos de primera categoría, la cual comprende los temas siguientes: biografía, ensayo histórico o sociológico, libro de memorias, libro de viajes, etcétera, o cualquier obra en prosa de tema no ficticio que presente un aspecto importante de la vida o de la psicología latinoamericana, con excepción de obras didácticas y de monografías científicas. La segunda categoría comprende la novela. El presidente del jurado respectivo es el señor Eduardo Mayora, y los otros miembros los señores Alberto Velásquez, doctor Luis Martínez Mont, Carlos Samayoa Chinchilla y Sinforoso Aguilar. La tercera categoría comprende obras literarias en prosa para jóvenes de doce a dieciséis años. La presidencia del jurado que calificará es doña Rosa de Mora y los otros miembros los señores Luis Valle, licenciado Miguel Ángel Asturias, doctor Jorge Luis Arriola y Rafael Arévalo Martínez. Premio para las dos primeras categorías es de 2.000 dólares y para la tercera de 1.000 dólares.” 170 En cuanto al concurso en la rama de ensayo, el ganador fue Rafael Arévalo Martínez con ¡Ecce Pericles! (sobre el gobierno de Manuel Estrada Cabrera), quien publicó su trabajo en 1945, anotando en la portada interior: “Obra elegida por el jurado guatemalteco —compuesto por Federico Hernández de León, los licenciados Luis Beltranena, Flavio Herrera y Alejandro Arenales y el padre Ángel Arín— para ser enviada al jurado internacional, en el segundo Concurso Latinoamericano, de Farrar & Rinehart —Nueva York— 1942”. 171 En 1942 Erickson publicó otro trabajo: “Guatemala, asilo de escritores hispanoamericanos”. Trata sobre José Joaquín Palma, Rubén Darío y José Santos Chocano. De cómo fueron acogidos en Guatemala. Menciona a Enrique Gómez Carrillo, Rafael Arévalo 169 Corresponde al horario en que abría sus puertas la Biblioteca Nacional. Actualmente es de 9:00 a 17:00. El Imparcial; Recepción de trabajos del segundo torneo literario latinoamericano. Será hasta el 14 de septiembre próximo habiéndose formado ya los jurados para los tres certámenes. Guatemala : jueves 30 de julio de 1942. Páginas 1 y 2. 171 Arévalo Martínez, Rafael; ¡Ecce Pericles! Guatemala : Tipografía Nacional, 1945. 170 111 Martínez y Carlos Wyld Ospina. 172 Así también, dio a conocer su trabajo sobre: “Antonio Batres Jauregui: crítico guatemalteco”. Hispania. Vol. 25, núm. 3, Coester Number (octubre de 1942), págs. 343-350. Siete años después Erikson participó en la organización y actividades preparatorias del Cuarto Congreso Internacional de Literatura que se realizó en La Habana (Cuba), efectuado durante el período comprendido del 11 al 16 de abril de 1949. Acerca de dicho Congreso en la “Cronología integrada del IILI y de la Revista Iberoamericana” se agradece a la Unesco y a los académicos que esta designó, por el apoyo brindado: “[…] Este Congreso es especialmente importante después de un lapso de cinco años y se dan las gracias a sus funcionarios, Arturo Torres-Rioseco, Jefferson Spell, Dorothy Schons, Nina Weissinger, J.T. Reid, John A. Crow, M. Erickson, […].” 173 Flavio Herrera asistió al IV Congreso; no se tiene información respecto a si Erickson llegó a Cuba, y el novelista guatemalteco tampoco lo reportó en la reseña que ofreció acerca de las labores realizadas, en un conjunto de cinco crónicas: Herrera, Flavio; “Ecos del Cuarto Congreso Internacional de Literatura celebrado en Cuba”. Guatemala : El Imparcial, miércoles 4 de mayo de 1949. Página 3. Parte I. Las partes II a V fueron publicadas en fechas 6, 10, 11 y 12 de mayo, algunas en página 3 y otras en página 9, todas en la “Sección Editorial”. 4.2 Descubrimiento del manuscrito en 1972 La novela Hembra se anota como edición póstuma por cuanto antes de 1994 no había sido publicada en formato de libro, solamente como apéndice en una tesis de doctorado y con fotocopias. Se encuentra contenida en la publicación de Editorial Universitaria de la USAC en homenaje al Centenario del nacimiento del Flavio Herrera, Tomo IV: La Novela de la Expresividad. 7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20 Rábulas en Flux y Hembra. En página 311 se especifica en nota al pie: “El texto inédito se encontró en los archivos de la casa Flavio Herrera y fue localizado por la Profa. Raquel Montenegro, Auxiliar del Instituto de Estudios de la Literatura Nacional (Facultad de Humanidades, USAC). La revisión del manuscrito la efectuó la Licda. María del Carmen Meléndez de Alonzo.” Erickson, Martin E.; “Guatemala, asilo de escritores hispanoamericanos”. Revista Iberoamericana, [S.l.], p. 115-120, mayo 1942. ISSN 2154-4794. Disponible en: <https://revistaiberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/975/1211>. 173 Cronología integrada del IILI y de la Revista Iberoamericana. En: http://www.hispanic.pitt.edu/iili/cronologiaprintable.html 172 112 Sin embargo, debe indicarse que el texto virgen o mecanuscrito realmente fue descubierto por el académico norteamericano William Lloyd Felker (escuela de posgrado en Knoxville, Tennessee), 174 y dado a conocer por este en 1973 –año de fundación de la Casa de la Cultura Flavio Herrera–. Lo encontró en 1972 entre los papeles existentes en los archivos de la Casa en mención, aunque esta no funcionaba todavía como tal y por tal razón él escribe que fue en la casa “Triana”. Los investigadores Francisco Albizúrez Palma y Catalina Barrios y Barrios apuntan en una “ficha”: «B. NOVELAS MANUSCRITAS “Hembra”. Manuscrito localizado en la casa de Flavio Herrera, “Triana”, sobre la Avenida Mariscal en la ciudad de Guatemala. Fotocopia incluida con un apéndice de: William L. Felker, “El Señor de Bulbuxyá: A study of the life and Works of Flavio Herrera”. Ph. D. dissertation, University of Tennessee, 1,973. 53 p.» 175 En realidad, la tesis tiene xvi, 275 páginas; no 53 como se indica. Es pertinente aclarar que el error no es de ambos investigadores, en particular del doctor Francisco Albizúrez Palma quien lo suscribe con sus iniciales FAP, sino del propio Felker, de quien copiaron la ficha sin citar fuente (tampoco la incluyen en la bibliografía que consultaron sobre y de Flavio Herrera en página 328 del Tomo 2 anotado supra), ya que solo se apunta: “[…] Un recuento exhaustivo de la producción herreriana ha sido preparado por el profesor William L. Gelker.” 176 Nótese que hasta en el apellido hay error, toda vez que se trata de Felker. Extrañamente, el dato incorrecto lo proporciona el autor norteamericano en un trabajo publicado en 1978 (cinco años después de que presentara su tesis de Ph. D.) y que es el que quizá consultó FAP sin dar a conocer la referencia bibliográfica, la cual es: Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía]. Revista interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 02506262, Vol. 28, Nº. 3, 1978, págs. 291-304. El error sobre el número correcto de páginas en su tesis de 1973 se encuentra en página 295. Algo más. En página 204 de su trabajo de 1973, referente a la bibliografía consultada (que abarca de páginas 184 a 217), en la sección “C. Unpublished Dissertations Which Contain Commentary on Flavio Herrera’s Works” [“Disertaciones inéditas que contienen comentarios sobre las obras de Flavio Herrera”], además de citar su tesis de maestría del año 1965, escribe a 174 Fotografía de Felker tomada de https://ysnews.com/news/2017/12/bill-felkers-new-book-offers-riches-ofhome 175 Albizúrez Palma, Francisco y Barrios y Barrios, Catalina; Historia de la Literatura Guatemalteca. Op. Cit., página 115. 176 Ídem., página 114. 113 mano precisamente el título de la tesis de 1973, algo inaudito por cuanto no se puede incluir como fuente el mismo libro que el lector tiene en sus manos. Da la idea que la inclusión manual, como muchas otras a lo largo de su estudio para obtener el doctorado, fue efectuada posteriormente, y al entregar ejemplares estos ya las contienen. Y cómo hizo Felker para encontrar la novela inédita de Herrera El investigador relata que en junio de 1972 efectuó visitas a la casa o chalet “Triana”. No proporciona información referente a quién le autorizó el ingreso; posiblemente algún funcionario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, quizá de la Facultad de Humanidades. Describe que la residencia estaba casi en completo abandono; aunque tenía dos guardianes que resguardaban el inmueble, ya había recibido la intrusión de amigos de lo ajeno. Nadie se había preocupado de organizar libros, documentos, mobiliario y menaje de casa. Se deduce que Felker encontró en la casa un caos de documentos, una total tempestad con respecto al desorden de cuanto material documental, mobiliario y objetos de valor cultural, literario e histórico había en la casa, casi todo atacado por la humedad y las goteras en los techos de varias habitaciones y en la sala principal (hoy biblioteca); como que se necesitaría ser un tigre para organizarlo todo y él no lo era. Cómo logró dar con tres copias del mecanuscrito de la novela Hembra, y tantas cartas de Herrera y de otras personas con las que sostenía correspondencia es algo que no explica, pero al menos en el “Prefacio” de su tesis comenta: La fuente de información más fructífera fue la recopilación de los papeles de Herrera en su casa. Vivió en Triana la mayor parte de su vida y salvó casi todos los documentos relacionados con su carrera literaria. La casa en sí estaba en un estado de renovación cuando la visité varias veces en junio de 1972. La sala grande donde Herrera solía trabajar y celebraba tertulias de fama nacional estaba llena de muebles y artefactos de otras habitaciones. Papeles esparcidos, libros y diplomas cubiertos de polvo se apilaban unos encima de otros. Un candelabro simple colgaba del techo con vigas sobre una mesa de madera larga y pesada. Cuatro sillas talladas de respaldo alto que combinaban con la decoración de la mesa estaban apiladas con revistas y páginas 114 podridas de manuscritos. Sobre el manto había un busto de Goethe junto con tres figurillas de yeso de jaguares. Un desnudo tallado en madera en estilo neo–africano yacía sobre un montón de listas de aulas universitarias y calificaciones de 1962. En un armario encontré la famosa colección de pipas de Herrera, algo agotada, sospecho que por los ladrones que, según los informes, habían irrumpido en la casa varias veces antes de llegar. Las pipas que quedaban estaban talladas de forma ornamentada. Algunas estaban esmaltadas con diseños orientales, pero astilladas y aparentemente no tenían gran valor; artefactos mayas, viejos adornos navideños, dos elefantes de ébano, Don Quijote en bronce y un búho de yeso se apiñaban dentro y alrededor del gabinete. Otras estatuillas abundaban en casi todos los estantes, la mayoría representando jaguares y tigres. A la izquierda de la enorme chimenea de piedra había un reloj de madera, con el péndulo todavía balanceándose. Cerca del reloj, así como en la mayoría de las paredes de la habitación, había pinturas y bocetos de ninfas y sátiros y uno o dos desnudos provocativos con grandes ojos seductores. Los cuadros y los marcos eran todos de un estilo que evocaba la década de 1920 y el tardío florecimiento del Modernismo en Guatemala. Sobre el escritorio de Herrera había numerosas copias de las primeras ediciones de sus novelas, Caos y La tempestad, apuntes de clase sobre Milla para un curso de literatura guatemalteca. En uno de los cajones del escritorio, gemelos, papelería del Hotel Velásquez de Madrid y varias arañas. Flavio Herrera había sido un coleccionista compulsivo de libros y poseía una asombrosa cantidad de “Centroamericana”. Sus libros, que prácticamente habían servido de biblioteca a los miembros de las generaciones de 1920 y 1930, comenzaban a decaer. En algunos lugares, el agua se había filtrado desde el techo hacia montones de volúmenes encuadernados en papel. Los ratones de biblioteca y el tiempo también estaban teniendo su efecto, y la mayor parte de la colección de Herrera estaba en grave peligro de sufrir daños irreparables. Los manuscritos corrieron la misma suerte, ya que no se había tenido cuidado de asegurar su conservación. En el curso de mis visitas a la casa, intenté inspeccionar cada pieza de material que podía encontrar. Muchos paquetes de cartas habían sido completamente destruidos por el agua. Algunas versiones mecanografiadas de las obras más famosas de Herrera estaban esparcidas por el suelo y no podían ensamblarse en ningún orden útil. La mayoría de sus papeles y manuscritos estaban ubicados en tres gabinetes de madera en la sala grande y la habitación que alguna vez había sido su biblioteca. La mayoría de estos fragmentos aún estaban en condiciones de ser identificados. Incluían cuentos, poemas, reseñas de libros, comunicados de prensa, fotografías, cartas y recuerdos de hoteles y complejos turísticos que había visitado. El 115 orden en que se encontraron los artículos delataba menos la falta de organización por la que Flavio Herrera era famoso, que una continua relectura de recuerdos de los hechos literarios, sociales y amorosos de su vida. Se mezclaron copias de periódicos de la década de 1930 con números más recientes. Se encontraron cartas de amor de su juventud entre los esquemas de clase mimeografiados de sus últimos años en la Universidad de San Carlos. Los menús de restaurantes de Madrid, París, Río de Janeiro, Buenos Aires y Montevideo estaban esparcidos entre recortes de sus numerosas novelas y libros de poemas. No hubo evidencia de que el desorden en todo esto fuera el resultado de investigaciones previas. Algunas personas me habían hablado de la obsesión de Herrera por esconder dinero entre sus libros, pero la cronología de los papeles que vi no corroboró la sospecha de una búsqueda de un tesoro escondido y el caos resultante. La suposición más lógica era que Flavio Herrera iba más que a menudo al pasado, que se preocupaba profundamente por su reputación y que sus recuerdos habían estado bastante vivos, especialmente al final de su vida. Fue en los recuerdos en descomposición, pero accesibles, donde descubrí los compromisos más ocultos de su vida, que su familia y estudiantes conocían un poco, pero que se mostraban reacios a revelar. Hay una leyenda sobre Flavio Herrera como una figura inquieta, jovial y febrilmente inspirada que viajó por el mundo, impartió clases famosas en su finca Bulbuxyá, amó a su madre hasta el extremo, bebió hasta morir con desafío y vigor. Mi investigación no disipó la imagen, sino que le dio cierta perspectiva. Prácticamente nada se ha escrito sobre la vida de este autor que, en 1940, era considerado uno de los novelistas más finos de Centroamérica, y mi información biográfica sirvió para fundamentar los mitos sobre la vida de Herrera, así como explicar gran parte de su producción literaria. En mi segunda visita a la casa encontré varias copias del manuscrito perdido, “Hembra”. Mi curiosidad por esta novela se había despertado después de leer un artículo en Prensa Libre que apareció al día siguiente de la muerte de Herrera. Las líneas pertinentes decían: “Dejó el literato una obra inédita, que había titulado ‘Hembra’, de la que están solamente los borradores.” 177 Algunos de los amigos más cercanos de Flavio negaron la existencia del borrador, pero el autor del artículo debió haberlo visto o hablado con alguien que lo había hecho. En efecto, “Hembra” permaneció sin recuperar hasta que la encontré en 1972. El hecho de que no se haya sacado a la luz antes es quizás un indicio del estado de la reputación literaria de Herrera en el momento de su muerte, o más posiblemente, de las exiguas recompensas Felker se refiere a la publicación de: Prensa Libre; “Flavio Herrera ha muerto”. Guatemala : Prensa Libre, edición del jueves 1 de febrero de 1968. Página 13. 177 116 para los críticos guatemaltecos que sacan a la luz una obra inédita de un autor nacional. Sin duda, “Hembra” no es una obra maestra y, al final, aportará poco al mundo de las letras centroamericanas. La crítica y la biografía guatemaltecas toman su parte más artística de una tradición oral informal en lugar de una escrita. “Hembra”, siendo mayoritariamente autobiográfica y algo controvertida en sus revelaciones sobre la vida del autor, amigos y amantes, no habría sido aceptada cómodamente en ese marco oral donde las discusiones son tanto personales como críticas. Me encontré con una pequeña cantidad de otras historias y poemas que, que yo sepa, aún no se han publicado. Su calidad, como la de “Hembra”, no invita a un estudio intenso, pero su contenido contribuye a una visión más unificada de la mente y las preocupaciones de Herrera. Entre las cartas que no fueron destruidas, las de la poetisa Thelma del Río son sin duda las más literarias de los trabajos inéditos de Triana. 178 Sin embargo, ha pasado poco tiempo para que estos se reproduzcan completamente sin repercusiones por parte de los individuos que aún viven en Guatemala. 179 Con base en lo que Felker explica, queda la duda respecto a cómo hizo para reunir tanta información sobre Flavio Herrera, especialmente periódicos antiguos (muchos de los cuales pudo habérselos proveído David Vela, en 1972 director de El Imparcial), y en particular copia de las cartas de Flavio Herrera a variadas personalidades, amigos y parientes, así como de las que recibió durante más de cinco décadas, en virtud que como detalla, mucho de este material se encontraba en tal estado de destrucción por la humedad, ratones y el paso del tiempo, que era difícil aprovecharlo. Empero, en la parte final de su trabajo de tesis, inserta una fabulosa “Bibliografía”, que abarca de páginas 184 a 217, en la cual puede encontrarse la lista no solo de libros, periódicos y revistas que consultó, sino también la correspondencia que localizó entre ese desorden llamado caos, el cual pudo haberlo visto como una tempestad de documentos sin clasificar y como él no era un tigre, imposible que se diera a la tarea de ordenarlos. Ese trabajo le correspondió a la Casa de la Cultura Flavio Herrera, que inició operaciones el 26 de junio de 1973. “El Señor de Bulbuxyá” con el que William L. Felker designa a Flavio Herrera, no se trata de una invención del investigador. Era el sobre nombre con el cual el autor suscribía las 178 El seudónimo correcto es Thelma del Río, nombre literario de Ana María Pacheco de Tello (1917–1961). En capítulo IX, entre páginas [152] a [157], Felker se refiere a la relación entre la pareja y de cómo ella estaba enterada de la nueva novela, escrita entre 1953 y 1954, y le pedía que la publicara. 179 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. “Preface”. Op. Cit., págs. vi a xi. Traducción libre del inglés al español. 117 cartas que le enviaba a Thelma del Río en 1953 y primeros meses de 1954: “Él, a su vez, la inundó de poemas, algunos de ellos firmados de forma deslumbrante: ‘El señor de Bulbuxyá’.” 180 El título de Triana y el apelativo “El Señor de Bulbuxyá” devienen de los nombres de dos propiedades del escritor, donadas tras su muerte a la Universidad de San Carlos de Guatemala, lo cual fue establecido por él en testamento celebrado ante el notario Manuel de Jesús Vásquez, en fecha 16 de mayo de 1961; en la cláusula sexta quedó especificado: “Que de su libre y determinada voluntad instituye como su única y universal heredera de sus bienes, derechos y acciones a la Universidad de San Carlos de Guatemala […]”. 181 Respecto al testamento, una crónica publicada el 13 de febrero de 1968 describe: Días después del fallecimiento del licenciado Herrera, el rector de la universidad, licenciado Edmundo Vásquez Martínez, actuando como representante legal de esa casa de estudios, inició ante el juzgado 3º de la. instancia civil, a cargo del licenciado Lester Lemus Solórzano, el juicio sucesorio testamentario. El representante universitario actúa bajo la dirección y procuración del licenciado Fernando José Quezada Toruño, secretario de la universidad. En su exposición, dice el licenciado Vásquez Martínez, que una vez agotadas las diligencias que señalan las leyes, los bienes, derechos y acciones, que tenía en vida el profesional desaparecido, pasen a nombre de la universidad. […] El 16 de mayo de 1961, el escritor desaparecido dictó en la oficina del licenciado Manuel de Jesús Vásquez, el testamento, ante el testimonio de la señora María Angélica Zunún Cristal de Rivero y el señor Julio René Cerezo García. El testamento fue asentado en el protocolo del licenciado Vásquez, con el número 49, acto que se realizó a partir de las 16 horas, del día anteriormente consignado y como es de ley se hizo constar que, el otorgante en el momento de expresar su última voluntad, se encontraba en el pleno goce de sus facultades mentales y volitivas. El escritor y licenciado Flavio Herrera, otorgó en consecuencia, testamento común abierto y declaró como único y universal heredero de sus bienes, derechos y acciones, a la universidad de San Carlos de Guatemala […] 182 180 Ídem., pág. 155. Herrera, Flavio; La Novela de la Expresividad. 7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20 Rábulas en Flux y Hembra. Tomo IV. Op. Cit., página 366. 182 Juárez Estrada, Walter. “Flavio Herrera heredó todos sus bienes a la Universidad”. Guatemala : Prensa Libre, edición del martes 13 de febrero de 1968. Página 39. 181 118 Los bienes que heredó a la universidad fueron su casa de habitación, identificada como “Chalet Triana”, 183 la cual se ubica en la Calle Mariscal, zona 11 y en la que a partir del 26 de junio de 1973 se creó la “Casa de la Cultura Flavio Herrera”. 184 Adicionalmente, en el municipio de San Miguel Panán, departamento de Suchitepéquez,185 donó su finca, de nombre “Bulbuxyá” en idioma cakchiquel (lugar donde brota el agua; manantial o agua que brota según el Memorial de Sololá. Anales de los Cakchiqueles), en la cual funciona el “Centro de Agricultura Tropical Bulbuxyá”, para estudiantes e investigadores de la Facultad de Agronomía, USAC. 4.3 Algunos datos sobre el descubridor William Felker Respecto a William Lloyd Felker (Minnesota – EE. UU., 1940) es provechoso señalar algunos datos acerca de su vida y obra: • “William L. Felker nació el 26 de junio de 1940 en Minneapolis, Minnesota. Su formación preparatoria para la universidad la tomó en el Holy Cross Seminary en LaCross, Wisconsin. Recibió su B. A. en Filosofía de la Universidad de Minnesota en 1963, y su Maestría en español en 1965, también de la Universidad de Minnesota. Después de dos años con el Ejército de los Estados Unidos en Panamá, enseñó como profesor asistente en North Central College en Naperville, Illinois, hasta 1970. Desde el otoño de 1970 hasta 1972, fue instructor y asistente de enseñanza en la Universidad de Por simple coincidencia con “Triana”, dos de sus composiciones poéticas fueron inspiradas en el barrio de Triana, de la ciudad de Sevilla, España. Véase Herrera, Flavio; “Raíz de España. A Miguel Ángel Asturias”. Guatemala : El Imparcial, edición del sábado 26 de septiembre de 1959. Pág. 13. Contiene los poemas: Valencia, Una canción en el alba (firmados en Sevilla, Barrio de Triana, 1956) y Cipreses de Alcalá (suscrito en Alcalá de Henares, abril de 1956). 184 Respecto a tan especial fecha, véase el discurso de inauguración en: Batres Villagrán, Ariel; “Flavio Herrera, Hombre y Poeta en Unidad Indivisible”. Por: Carlos Martínez Durán (1973). Publicación digital en Casa de la Cultura Flavio Herrera 10 de junio de 2020 https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/06/flavio-herrera-hombre-y-poeta-en-unidad.html (fragmento); y, texto completo: 16 de junio de 2020 https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/06/16/flavioherrera-hombre-y-poeta-en-unidad-indivisible-discurso-de-carlos-martinez-duran-1973-notas-de-ariel-batresvillagran-2020/. Otro extracto, 24 de agosto de 2020, en https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/08/flavio-herrera-hombre-y-poeta-enunidad.html?fbclid=IwAR124QaO9-Qh_DHRXJXS2VtXEctmbSMs4EvejGeGIUA3t6g3FNPSnKa2UBo. 185 Creado en junio de 1901 con el nombre de “Municipio Manuel Estrada Cabrera” el cual conservó hasta 1920; después del derrocamiento del dictador se le designó con el que lleva a la fecha. Igual sucedió con la Universidad Nacional, que llevó dicho nombre de 1918 a 1920. 183 119 • • • • • Tennessee. En 1972, aceptó un nombramiento como profesor asistente de español en Knoxville College, Knoxville, Tennessee.” 186 Obtuvo la licenciatura en filosofía (B. A.) en 1963, en la University of Minnesota. En 1965, maestría en idiomas extranjeros y estudios de área con: Existential Situations in Four Latin American Novels. [Situaciones existenciales en cuatro novelas latinoamericanas]. Master’s thesis, University of Minnesota, 1965. 46 p. Doctorado en lenguas extranjeras e historia en la Universidad de Tennessee (1973): El Señor de Bulbuxyá: A study of the life and Works of Flavio Herrera. Ph. D. dissertation, University of Tennessee, 1973. 273 p. 187 En Anexo del presente trabajo se inserta la “Introducción”, transcrita y traducida del inglés al español (versión libre). Es “curioso” que cuando Felker preparaba su tesis de doctorado sobre Flavio Herrera, sentía fuerte presión académica para concluirla; de ahí que –como él comenta– prácticamente cambiara de profesión, creando el: «Almanaque del pobre Will, que creo que es algo similar a lo que Gilbert White consideraría “historia parroquial”, comenzó en 1972 con el regalo de un barómetro. Mi esposa, Jean, me dio el instrumento cuando estaba sucumbiendo al estrés de la escuela de posgrado en Knoxville, Tennessee, y se convirtió no solo en un escape del intenso trabajo académico, sino en el primer paso en el camino hacia un tipo diferente de conciencia sobre el mundo.» 188 En 1978 dio a conocer una excelente reseña de su tesis de grado, que lleva por título: “Flavio Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía], la cual publicó en Revista interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978, págs. 291-304. En Anexo del presente trabajo se transcribe y traduce del inglés al español (versión libre), un fragmento: extracto de páginas 291 a 294. Excepto por lo que anota en las páginas en mención, la bibliografía que incluye es prácticamente la misma que figura en la sección correspondiente de su tesis de 1973. 186 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 275. Traducción libre del inglés al español. 187 Fuentes: Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía]. Revista interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978, págs. 291-304. https://en.wikipedia.org/wiki/William_Felker; y, Commencement Program, 1965, en: https://conservancy.umn.edu/handle/11299/57595. 188 https://www.wyso.org/programs/poor-wills-almanack (resaltado propio). 120 • • • • • Tres años después: Felker, William. L. “Some unpublished verse from colonial Guatemala: commentary and texts”. (Hispa, 1981, núm. 73, págs. 69 a 78). [“Algunos versos inéditos de la Guatemala colonial: comentarios y textos”]. 189 Un artículo suyo, que contiene la lista de publicaciones de autores “extranjeros”, fue incluido en: Critical Survey of Long Fiction: Foreign Language Series, Volumen 1. Frank Northen Magill. Salem Press, 1984 - 2396 páginas. Critical Survey of Long Fiction: Foreign Language Series, Frank Northen Magill, Volumen 1. ISBN 0893563692, 9780893563691. Universidad de Michigan, Salem Press, 1984. Después de finalizar 40 años de carrera como docente universitario, de 2003 a la fecha publica anualmente en Ohio (reside desde 1978 en Yellow Springs) el Almanack the Poor Will (Almanaque del pobre Will), que contiene información variada sobre jardinería, herbología, fenomenología y principalmente datos del clima. A la vez, lo transmite semanalmente por la radio. 190 Cuenta con una página web desde la cual ofrece reseñas sobre los temas de su Almanaque; él refiere, en tercera persona: «Bill Felker ha estado escribiendo columnas y almanaques de la naturaleza para publicaciones regionales y nacionales desde 1984. Su Poor Will's Almanack ha aparecido como una publicación anual desde 2003. Su organización de patrones climáticos y fenología (lo que sucede cuando está en la naturaleza) ofrece una estructura única para comprender los ritmos repetitivos del año. Al explorar todo, desde la cría de animales hasta la fenología, Felker se ha hecho muy conocido por los agricultores y los lectores urbanos de todo el país. Es un orador ocasional sobre el medio ambiente en centros naturales, iglesias y universidades, y también ha presentado documentos relacionados con el almanaque en conferencias académicas. Felker ha recibido tres premios por su escritura de almanaque de la Asociación de Periódicos de Ohio. “No se puede encontrar una mejor escritura en los documentos más importantes de Estados Unidos”, declaró el juez con ocasión del premio de Felker en 2000. Actualmente, Bill Felker vive en Yellow Springs, Ohio. Tiene dos hijas, Jeni, que es psicóloga en Portland, Oregon, y Neysa, una fotógrafa en Spoleto, Italia.» 191 Para el año 2021, desde el 14 de agosto de 2020 publicó en su Blog el siguiente anuncio: Almanaque del pobre Will para 2021 Véase también en: “Bibliografía.” Nueva Revista De Filología Hispánica, vol. 34, no. 1, 1985, pp. 243– 488. JSTOR, www.jstor.org/stable/40298675. Sección “Hispanoamérica”, No. 33-2933. Página 361. Accessed 12 Dec. 2020. 190 https://www.kirkusreviews.com/book-reviews/bill-felker/poor-wills-almanack-for-2017/. 191 https://www.poorwillsalmanack.com/ 189 121 • El Almanaque de este año presenta descripciones de las 48 estaciones del año en la naturaleza, con énfasis en los ciclos florales y faunísticos. Un calendario de plantas en flor complementa estas narrativas y facilita seguir el progreso del paisaje a medida que cambia con la posición del sol. Las secciones sobre los planetas principales, las estrellas y las estrellas fugaces añaden dimensión a los ensayos estacionales. Los pronósticos meteorológicos mensuales enfatizan el paso predecible de los sistemas de alta presión en los Estados Unidos e incluyen la consideración de la influencia lunar en estos frentes. El Índice de trastorno afectivo estacional, que mide los efectos de la nubosidad, el clima, la duración del día y la fase de la luna en el TAE, ofrece un contexto numérico para seguir la influencia de estos factores en las emociones humanas. Para obtener una copia autografiada de Poor Will's Almanack para 2021, ordene en The Shop en este sitio web, www.poorwillsalmanack.com. 192 Véase también su libro: Home is the prime meridian. Almanac essays in search of time and place and spirit, impreso en Ohio, 2017 (El hogar es el primer meridiano. Almanaque ensayos de búsqueda de tiempo y lugar y espíritu). 193 Fue entrevistado sobre la temática del texto (21 de diciembre 2017); la periodista describe: «Grillos camello en la bañera. Robinson y su ausencia. Un estanque koi en invierno. Hepática, berro violeta, sanguinaria, campanillas de Virginia. La “iconografía” de la luz en una pared. Recuerdos de devoción adolescente en un seminario católico. Todos estos temas iluminan el nuevo libro del escritor de almanaques local Bill Felker, “Home Is the Prime Meridian”, autoeditado a través de Amazon en noviembre y disponible a través de ese minorista en línea y localmente en Village Artisans y Yellow Springs News. El libro presenta 40 breves ensayos líricos seleccionados de las miles de columnas de naturaleza y piezas de almanaque que ha escrito a lo largo de los años, incluso para este periódico. Si bien Felker ha estado publicando sus almanaques anuales en forma de libro desde 2003, “Home” es su primera colección de ensayos. Se vio impulsado a crear el volumen después de la muerte de su esposa, Jeanie, en 2012.» 194 192 https://www.poorwillsalmanack.com/ https://www.kirkusreviews.com/book-reviews/bill-felker/home-prime-meridian/ 194 https://ysnews.com/news/2017/12/bill-felkers-new-book-offers-riches-of-home 193 122 4.4 ¿Cuándo escribió Flavio Herrera el manuscrito de Hembra? A falta de datos que puedan fundamentarse en fuentes documentales confiables, y en virtud que el manuscrito, o más bien mecanuscrito, porque la novela fue encontrada escrita a máquina por el citado William Felker, procede transcribir lo que este comentó sobre su hallazgo de 1972, del que dio cuenta en su tesis de doctorado en 1973. […] La existencia del manuscrito no era tanto un misterio cuando fue escrito, como lo fue cuando Herrera murió en 1968. Las primeras referencias al libro aparecieron en cartas de Thelma del Río fechadas el 22 de marzo y el 31 de agosto de 1954. Herrera pensaba seriamente entonces en publicar la novela, y los comentarios de Thelma indican que está ansiosa por saber la fecha de su aparición. En 1958, Herrera envió una copia mecanografiada a Seymour Menton, quien entonces estaba compilando su historia de la novela guatemalteca. 195 Menton devolvió el texto con una carta fechada el 4 de agosto de 1958, en la que afirmaba que “Hembra” era una excelente adición a las obras de Flavio. Después de eso, sin embargo, no parece haber indicios de que Flavio intentara llevar su última ficción larga a la prensa. 196 La relación de Flavio Herrera con la cuentista y promotora cultural en Quetzaltenango, Thelma del Río (1917–1961), es descrita por Felker en el capítulo nueve de su tesis, que lleva por título: LOS ÚLTIMOS ASUNTOS Y LA FICCIÓN ERÓTICA: 1950–1961 : Otro matrimonio y divorcio. El romance con Thelma del Río. Cuentos de 7 mujeres y un niño. La noveleta inédita, “Hembra”, páginas [149] a [164]. El “romance” entre Herrera y Del Río inició en 1953 y concluyó en octubre de 1954, aunque mantuvieron relaciones epistolares hasta 1958. Esa es la razón de que ella tuviera conocimiento de la novela inédita, y que hable de esta en sus cartas a Herrera de marzo y agosto de 1954. Thelma del Río era el seudónimo o nombre literario de Ana María Pacheco de Tello esposa del banquero Jorge Tello y Tello. Tras su fallecimiento la Casa de la Cultura de Occidente (Quetzaltenango), promovió la publicación de su libro de cuentos El ojo de agua (1961). Fue editado por la Tipografía Nacional, 1961. En página 91 se encuentra la siguiente elegía de Herrera, que él no incluyó en sus poemarios de 1962 y 1964: 195 La concluyó y fue impresa dos años después: Menton, Seymour; Historia crítica de la novela guatemalteca. Guatemala: Imprenta Universitaria, Editorial Universitaria. Universidad de San Carlos de Guatemala, 1960. 196 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas 161 a 162. Traducción libre del inglés al español. 123 Cinco años después de la defensa de su tesis de doctorado, Felker presentó un resumen general sobre la vida y obra de “El Señor de Bulbuxyá” (así se autodenominó y firmaba Herrera en cartas a Thelma del Río), 197 cuando ofreció la lista bibliográfica de las publicaciones de este en formatos de libro, en periódicos y revistas. Nótese que reitera lo explicado un quinquenio atrás: Una novela inédita, “Hembra”, se completó antes de 1954, y trata de la vieja obsesión de Herrera con los estragos internos del enredo erótico. En 1958, envió una copia mecanografiada a Seymour Menton, quien entonces estaba compilando su historia de la novela guatemalteca. Después de eso, no parece haber indicios de que intentara llevar el trabajo a imprenta. Permaneció con sus trabajos hasta 1972, cuando lo descubrí y lo incluí como apéndice de mi disertación sobre su vida y sus escritos. En total, “Hembra” está mucho menos pulida que cualquiera de las otras novelas del autor, pero proporciona un final esclarecedor para todas sus historias de paranoia. 198 Si efectivamente Flavio Herrera escribió la novela “antes de 1954” o bien entre 1953 y 1954 es un dato que necesita corroboración mediante nuevos estudios, y si la envió en 1958 a Menton, quizá para su revisión o que le diera alguna opinión, es un tema pendiente. Lo cierto es 197 Ídem., página 155. De aquí seguramente nació la inspiración de William Felker para el título de su tesis. Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. Op. Cit., página 294. Texto de las páginas 291 a 295 del estudio de Felker, en ANEXO del presente trabajo. Traducción libre del inglés al español. 198 124 que este último, en su Historia crítica de la novela guatemalteca, no menciona nada sobre el particular y se limita a examinar las ediciones físicas (novelas y cuentos) del autor guatemalteco. ¿Por qué razones Herrera no publicó Hembra?, también es un tema pendiente de dilucidar. En el subtítulo “Monólogo del… ¿narrador?” declara: Algunas obras del espíritu duermen inéditas por muchas razones, en las novelas, por ejemplo, porque viven los personajes o por otras razones, pero, a veces también hay algo tremendo en el subconsciente que rige la voluntad del autor y lo urge a publicarla aunque vivan las personas, sobre toda reticencia, y la obra sale a la vida desafiando muchedumbre de obstáculos y riesgos. En el caso de 20 Rábulas en flux (1946), no obstante que es novela donde retrata la vida de un grupo de estudiantes, él incluido, durante el período 1912 a 1917, su subconsciente le exigió publicarla. Pero con Hembra ocurrió lo contrario, por razones que no explicó siguió inédita hasta su muerte y durante 26 años más. Si el borrador de la novela recibió críticas de Menton o quizá de David Vela, en ese entonces y durante muchos años director del periódico vespertino El Imparcial, no se sabe. Podría elucubrarse que tal vez le hizo algún comentario a su antiguo alumno en la Facultad de Humanidades y después amigo personal, Ricardo Estrada h., quien en 1960 publicó Flavio Herrera. Su novela. (Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala). A ambos los entrevistó Felker en junio de 1972 y alude en su trabajo de 1978. 199 Las posibles opiniones que pudo haber obtenido Herrera entre 1954 y 1958 (si es que los datos que proporciona Felker son válidos) acerca del borrador de su novela inédita Hembra, quedaron en el anonimato. Será mediante trabajo de arqueología literaria cuando quizás en el futuro logren dilucidarse, no solo las fechas sino también respecto a si recibió apostillas favorables o no, que lo hicieron desistir de llevarla a la imprenta. Cabe mencionar que en su estudio de 1978 Felker reporta que sus hallazgos fueron discutidos con Vela y Estrada, así como con María Dolores Mercedes Baucells León (conocida como Mercedes Duchez), la primera esposa de Herrera. 200 Empero, ella no podría haber opinado sobre el borrador de Hembra, en virtud que para 1954 estaba divorciada del escritor y no participó del proceso de gestación de esta nueva producción literaria ya que se casaron en la ciudad de San Francisco, California el 26 de mayo de 1943, divorciándose el 31 de julio de 1950. El 19 de abril de 1951 Herrera se casa con Clara Mimi Sinibaldi; en mayo ocurrió el advenimiento de Adolfo, su primer y único hijo (quien falleció a pocas horas de nacido) y él en el país vecino participando en actividades académicas en calidad de “visitante distinguido”. 199 200 Ídem., página 295. Loc. Cit. 125 “Todavía estaba en México en mayo y, a mediados de ese mes, Mimi estaba lista para el divorcio.” La pareja se separa y después de los trámites de rigor se divorcia en junio de 1952. 201 Ergo, a ella tampoco podría habérsele consultado sobre la novela Hembra, ya que la relación entre ambos fue rota totalmente y no puede pensarse que “quedaron como amigos” en vista que se unió en matrimonio con un coronel. 4.5 Algunos aspectos de la tesis de Felker y de la novela mecanuscrita Hembra 201 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas 150 a 151. 126 La novela Hembra fue localizada en junio de 1972 dentro de los desordenados archivos de la casa “Triana” (la que Flavio Herrera cedió a la USAC) por William Lloyd Felker, cuando preparaba su tesis para obtener el Doctorado en lenguas extranjeras e historia en la Universidad de Tennessee. Le fue aprobada en junio de 1973 (mismo mes y año en que fue inaugurada la Casa de la Cultura Flavio Herrera). Lleva por título El Señor de Bulbuxyá: A study of the life and Works of Flavio Herrera [El Señor de Bulbuxyá: Un estudio de la vida y las obras de Flavio Herrera]. 202 Felker organizó la tesis con un Prefacio, Introducción, diez capítulos y las Conclusiones, más un Apéndice (reproducción, mediante fotocopia, de una de las tres versiones que localizó de la novela Hembra, entonces inédita), Bibliografía y su currículum vitae. El autor realizó un estudio completo de la vida y obra de Herrera, lo cual se refleja en los títulos de cada capítulo, los cuales se transcriben en el mismo formato en que los presenta. Un ejemplar digital de la “Cubierta”, “Portada”, “Introducción”, capítulos 3 y 9, y el “Apéndice” de la tesis, fue gentilmente proporcionado durante fechas 17 y 28 de agosto de 2020, por el señor José Miguel Galindo, Encargado de la Biblioteca del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (Cirma), ubicado en la ciudad de Antigua Guatemala. El suscrito queda enormemente agradecido con él por su valiosa ayuda. 202 127 CAPÍTULO CHAPTER 1: Título del capítulo en inglés 1973 PREFACE INTRODUCTION EARLY LIFE AND LITERARY CONCERNS: 1894–1918 Family life. Education. First book of poetry, El ala de la montaña. Thesis for the degree of licenciado in law, “José Enrique Rodó y el americanismo literario.” CHAPTER 2: ADVENTURES ABROAD AND EXPERIMENTS IN SHORT FICTION: 1919–1923 Herrera as Judge of the Primary Courts in Suchitepéquez, Secretary of the Guatemalan Legation to Costa Rica, and student in Europe. Key stories in two volumes of short fiction, La lente opaca and Cenizas. CHAPTER 3: COFFEE, ADULTERY AND COMPLEMENTARY PROSE: 1924–1930 Herrera´s attempts at managing his coffee plantations. Unstable relationships with married women. His column for El Imparcial, “El minarete” and the themes of his thesis. A collection of short stories, Mujeres and the erotic motif. RETURN TO THE CITY AND PREOCCUPATION WITH POETIC FORM: 1930–1938 Herrera´s role in the intellectual life of Guatemala City. His theories on poetry. The haiku and its relationships to his prose. Affinities with Impressionism. A SYNTHESIS OF FUNDAMENTAL CONCERNS –– THE NOVEL EL TIGRE: 1934 Philosophical and sociological aspects of El tigre discussed in light of Herrera´s previous works and a CHAPTER 4: CHAPTER 5: 128 Traducción libre al español 2020 PREFACIO INTRODUCCIÓN PREOCUPACIONES LITERARIAS Y DE LA VIDA TEMPRANA: 1894–1918 Vida familiar. Educación. Primer libro de poesía, El ala de la montaña. Tesis para el grado de licenciado en derecho, “José Enrique Rodó y el americanismo literario”. AVENTURAS EN EL EXTRANJERO Y EXPERIMENTOS EN FICCIÓN CORTA: 1919–1923 Herrera como Juez de los Juzgados de Primera Instancia en Suchitepéquez, Secretario de la Legación de Guatemala en Costa Rica y estudiante en Europa. Historias clave en dos volúmenes de ficción corta, La lente opaca y Cenizas. CAFÉ, ADULTERIO Y PROSA COMPLEMENTARIA: 1924–1930 Los intentos de Herrera de administrar sus cafetales. Relaciones inestables con mujeres casadas. Su columna para El Imparcial, “El minarete” y los temas de su tesis. Una colección de cuentos, Mujeres y el motivo erótico. PÁG. REGRESO A LA CIUDAD Y PREOCUPACIÓN CON FORMA POÉTICA: 1930–1938 El papel de Herrera en la vida intelectual de la ciudad de Guatemala. Sus teorías sobre la poesía. El haiku y sus relaciones con su prosa. Afinidades con el impresionismo. UNA SÍNTESIS DE PREOCUPACIONES FUNDAMENTALES ––LA NOVELA EL TIGRE: 1934 Aspectos filosóficos y sociológicos de El tigre discutidos a la luz de los trabajos 73 v 1 23 40 56 89 CAPÍTULO CHAPTER 6: CHAPTER 7: CHAPTER 8: Título del capítulo en inglés 1973 conferencia delivered in 1933, “Hacia el milagro hispanoamericano.” THREE AUTOBIOGRAPHICAL NOVELS AND EXPLANATORY ESSAY: 1935–1939 Relationship of La tempestad, Los siete pájaros del iris and Poniente de sirenas to Herrera´s life and ideology. Brief interpretation of the essay, “La creación artística.” POLITICS AND THE PICARESQUE: 1940–1948 Herrera and the Ubico regime. Travels in the United States. Herrera´s role in the Revolution of 1944. Diplomatic assignments in South America. Family life: Marriage and divorce. The picaresque work, 20 rábulas en flux. LIFE AND LITERATURE – –THE SOLUTION OF CAOS: 1949 Herrera´s previous fiction, sociology and life style mirrored in this complex novel. 203 Traducción libre al español 2020 anteriores de Herrera y una conferencia dictada en 1933, “Hacia el milagro hispanoamericano”. 203 TRES NOVELAS AUTOBIOGRÁFICAS Y ENSAYO EXPLICATIVO: 1935–1939 Relación de La tempestad, Los siete pájaros del iris y Poniente de sirenas con la vida y la ideología de Herrera. Breve interpretación del ensayo “La creación artística”. LA POLÍTICA Y LA PICARESCA: 1940–1948 Herrera y el régimen de Ubico. Viaja por Estados Unidos. El papel de Herrera en la Revolución de 1944. Asignaciones diplomáticas en América del Sur. Vida familiar: matrimonio y divorcio. La obra picaresca, 20 rábulas en flux. PÁG. VIDA Y LITERATURA – – LA SOLUCIÓN DE CAOS: 1949 La ficción, la sociología y el estilo de vida anteriores de Herrera se reflejan en esta compleja novela. 135 102 118 La conferencia no la brindó en 1933 sino el 4 de marzo de 1934, en el acto de clausura de la Universidad Nacional, del ciclo lectivo 1933–1934. Véase: Herrera, Flavio; “El milagro hispanoamericano”. Guatemala : El Imparcial, martes 6 de marzo de 1934. Páginas 5 y 6. Recorte de periódico en mal estado y roto en algunas de sus partes, en el Archivo Histórico de Casa de la Cultura Flavio Herrera. El error de interpretación de Felker en cuanto al año en que Herrera impartió la conferencia, se debe a que consultó el texto impreso en formato de libro o folleto, en el cual se da a entender que la expuso en 1933: Herrera, Flavio; Hacia el milagro hispanoamericano. Apuntes de sociología guatemalteca. (Conferencia pronunciada en la clausura del Año lectivo de 1933 en la Universidad Nacional, por el Licenciado FLAVIO HERRERA, Profesor de Derecho Español y Guatemalteco y de Oratoria Forense). Guatemala : Tipografía Nacional, 1934. Pp. 20. En su tesis Felker cita a pie de página: “Flavio Herrera, “Hacia el milagro hispanoamericano: apuntes de sociología guatemalteca” (Guatemala : Tipografía Nacional, 1934), p. 3.” Véase también: El Imparcial; Clausura del año en la Universidad. Programa que tendrá desarrollo mañana domingo. Guatemala : sábado 3 de marzo de 1934. Página 1. Informa que el 4 de marzo la Universidad realizaría el acto de clausura del ciclo lectivo 1933-1934, que se entregarían los premios a las mejores tesis del año por cada Facultad que lo tenía establecido, y que Flavio Herrera dictaría la conferencia “El milagro Hispanoamericano”. Ese mismo año la Tipografía Nacional la editó en libro o folleto de 20 páginas. 129 CAPÍTULO CHAPTER 9: CHAPTER 10: CHAPTER 11: BIBLIOGRAPHY APPENDIX Título del capítulo en inglés 1973 THE LAST AFFAIRS AND EROTIC FICTION: 1950–1961 Another marriage and divorce. The affair with Telma del Río. Short stories from “7 mujeres y un niño.” The unpublished novelette, Hembra. THE LAST YEARS AND POEMS: 1961–1968 Physical and mental decline. The collections of poetry, “Oros de otoño” and “Patio y nube.” CONCLUSION Unedited Photocopy of an Original Typed Version of Flavio Herrera´s Unpublished Novelette, Hembra VITA Traducción libre al español 2020 LOS ÚLTIMOS ASUNTOS Y LA FICCIÓN ERÓTICA: 1950–1961 Otro matrimonio y divorcio. El romance con Thelma del Río. Cuentos de 7 mujeres y un niño. La noveleta inédita, Hembra. LOS ÚLTIMOS AÑOS Y POEMAS: 1961–1968 Declive físico y mental. Las colecciones de poesía, Oros de otoño y Patio y nube. CONCLUSIÓN BIBLIOGRAFÍA APÉNDICE Fotocopia inédita de una versión original mecanografiada de la novela inédita de Flavio Herrera, Hembra VITAE PÁG. 149 165 179 184 218 274 El “Prefacio” describe las visitas que efectuó a la casa o chalé Triana en junio de 1972, de cómo encontró el estado de situación de libros, documentos, cartas y otros materiales (periódicos y revistas): en completo abandono, húmedos por las goteras en varias habitaciones, y los dos guardianes le comentaron que recibieron la visita de los amigos de lo ajeno en varias oportunidades, razón por la cual los adornos y objetos de valor fueron prácticamente saqueados. En la “Introducción” de la tesis (transcrita íntegramente en Anexo de este trabajo), Felker hace un breve repaso de la historia política, económica y literaria de Guatemala desde la época de independencia en 1821 hasta la década de 1960, explicando cómo los distintos regímenes de gobierno oprimieron a la población en los siglos XIX y XX. No escatima espacio para comentar que la educación pública y los estudios universitarios estaban rezagados con respecto a los de otros países, y que quienes podían enviar a sus hijos al extranjero a educarse, lograban que estos obtuvieran una mejor preparación. De igual manera, explica que en una población donde apenas el 10% sabía leer y escribir, los escritores no tenían expectativas halagüeñas para que sus obras fueran divulgadas y comentadas, por cuanto entre los alfabetos –incluso con estudios universitarios– eran escasos los que podían considerarse cultos y por tanto interesados en ampliar conocimientos. De Flavio Herrera, como producto del medio ambiente y social en el que se desempeñaba, un hombre de su tiempo, refiere: La poesía, que había sufrido más por interpretaciones sombrías y de mal gusto del romanticismo, siguió siendo el género con menos mérito en Guatemala hasta bien 130 entrado el siglo XX. La fuerte influencia de los versificadores más desenfrenados del Modernismo, Darío y Chocano, solo magnificó la pesadilla estética de la tradición poética guatemalteca. Flavio Herrera fue una de las muchas víctimas de esta dificultad cultural, y si bien pudo hacer una contribución relativamente importante a la novela de Centroamérica, su poesía generalmente se debilita por una excesiva deferencia a un emocionalismo demasiado popular. A pesar de los factores negativos involucrados en el doloroso proceso de un renacimiento de las letras guatemaltecas, difícilmente se pueden negar las contribuciones positivas de muchos de los escritores más conocidos de América Latina.204 Claramente atrapado en las fuertes corrientes de la época, Flavio Herrera luce en su peor prosa y poesía con al menos el legado literario y filosófico del que es heredero. Su mejor obra muestra una visión compleja y, a menudo, profundamente sintética de la amplia ola de ideología que barría el continente. El universo para Herrera, como para muchos de sus contemporáneos, fue claramente vivo y antropomórfico, un universo que se convirtió en protagonista. Ese protagonista existía tanto dentro como fuera de la mente humana. El hombre era parte del cosmos trópico; sintió el imperio de la especie o el cósmico imperio de la vida en el diseño biológico de las cosas. Los escritos de Herrera están llenos de un panteísmo místico siempre relacionado con la búsqueda de estar unidos con el mundo en armonía cósmica. Sus personajes son conscientes de su pasado primitivo y exhiben una conciencia repetida de un inconsciente colectivo. La lucha psicológica que ocurre en todas las figuras masculinas principales de Herrera es a menudo un conflicto entre el instinto y las costumbres civilizadas que lo frustran o pervierten. En este sentido, sus obras han sido llamadas representativas del dualismo clásico de Sarmiento, civilización y barbarie. El universo de Herrera está lejos de ser dualista; sin embargo, un estudio de su obra muestra que está más cerca del llamado monismo neoplatónico de la Graça Aranha de Brasil que de la división de Sarmiento. En esencia, Flavio Herrera cree que el hombre es parte de un organismo vivo externo, un supra mundo orgánico del cual la conciencia racional sólo puede causar una separación incompleta. El lado físico del hombre siente la atracción por el inframundo que todo lo abarca, y Herrera quiere hacernos creer que, si uno pudiera regresar totalmente al estado elemental, alcanzaría el paraíso. 205 204 Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas 10 a 11. Traducción libre del inglés al español. Texto completo de la “Introducción”, en Anexo del presente trabajo. 205 Ídem., página 12. 131 Para cuando escritores como el conde Keyserling estaban contribuyendo al mito del “continente del tercer día de la creación”, la mayoría de las semillas ya estaban sembradas para los desarrollos criollos híbridos en los que participó Flavio Herrera. La literatura de la tierra fue, como todos los movimientos, una criatura de los estados de ánimo y descubrimientos que la precedieron, y pocos de esos estados de ánimo y descubrimientos eran nativos de América. La naturaleza aparentemente indígena de los escritos de Rivera, Gallegos, Aranha, así como de Herrera, no es el resultado de que el hombre europeo finalmente llegue a articular los términos con un entorno extranjero y hostil en América, sino más bien el resultado de una dialéctica extranjera que se transpone a América y encuentra terreno fértil. La generación de Herrera fue creadora de una variedad latinoamericana de síntesis y solución de los difíciles problemas filosóficos de la época, y Herrera, como muchos de sus contemporáneos, es esencialmente partidario de la conversión cientificista del universo romántico. A diferencia de los indianistas, no ve los trópicos en términos de una utopía engañosa, pues eso evitaría la inevitable revolución darwiniana. Su filosofía pertenece al evolucionismo monista y su contraparte literaria en el naturalismo. Su preocupación por las explicaciones biológicas tiene sus raíces en el concepto de raza de Taine y en una aplicación literaria de lo que Haeckel llamó “memoria hisiónica” o “memoria inconsciente de los tejidos”. 206 La sexualidad o sensualidad cósmica en Herrera traiciona una combinación de las innovaciones en la descripción, que fomentaron el modernismo y el naturalismo, con una visión del mundo básicamente monista. Su panteísmo y sentido de la pérdida del mundo son paralelos al platonismo de Graça Aranha y ciertas tendencias del neoidealismo. En definitiva, Herrera refleja la amplia fusión ecléctica que tuvo lugar en las letras latinoamericanas durante las primeras décadas de este siglo. El alcance relativamente amplio de su eclecticismo lo convierte en uno de los escritores más representativos de la época. 207 En virtud que el actual estudio no pretende analizar la tesis de Felker, sino básicamente extraer de esta lo relacionado con el descubrimiento que hizo de la novela Hembra y algunos datos relacionados con Flavio Herrera y su producción literaria, no procede describir el contenido de cada capítulo del trabajo académico efectuado por el investigador norteamericano. 206 Nota de Felker a pie de página: 31 Haeckel, p. 121. NOTA: Se trata de la obra citada por Felker: de Ernst Haeckel, The Riddle of the Universe (New York: Harper, 1900). 207 Ídem., páginas 21 a 22. Traducción libre del inglés al español. 132 Lo que sí es indudable: el aporte que hizo al incluir en el Apéndice, el texto completo del mecanuscrito, ubicado entre páginas 218 a 273. Previo a transcribir la novela Hembra, Felker advierte en página 219 de su tesis que considera dicha ficción como “contribución más valiosa a la historia literaria que a la literatura como tal”. Esto es, para él no tiene valor estilístico y la examina solamente como parte de la producción retórica de Flavio Herrera, pero sin darle mayor valor en cuanto a su aporte a las letras guatemaltecas. Cuestión de opiniones, a juicio del que esto escribe. Para Felker: “The text included here is an unrevised photocopy of the longest of three typed copies found in my investigations at Herrera's home. The other two manuscripts are identical to this, with the exception of pages 50, 51, 52 and 53 which are omitted in those versions. No attempt has been made to edit the material, since it is generally legible and clear in its original form. I have considered Hembra to be a more valuable contribution to literary history than to literature as such, and consequently I feel that Herrera's original manuscript is of more interest than any copy I might submit with corrections.” Traducción libre: “El texto incluido aquí es una fotocopia no revisada de la más larga de las tres copias mecanografiadas encontradas en mis investigaciones en la casa de Herrera. Los otros dos manuscritos son idénticos a este, a excepción de las páginas 50, 51, 52 y 53 que se omiten en esas versiones. No se ha intentado editar el material, ya que generalmente es legible y claro en su forma original. He considerado a “Hembra” una contribución más valiosa a la historia de la literatura que a la literatura como tal y, en consecuencia, siento que el manuscrito original de Herrera es de más interés que cualquier copia que yo pueda presentar con correcciones.” No se duda de la afirmación de Felker en cuanto a que se limitó a presentar una fotocopia de la novela, de las tres versiones que localizó en la casa de Flavio Herrera (la que en 1972 todavía no se llamaba así, aunque ya formaba parte del inventario de bienes de la Universidad de San Carlos de Guatemala). Se confirma que se trata de una fotocopia del original, por cuanto es diferente el tipo de fuente utilizada en su exposición con respecto a la de la novela, y en esta aparecen algunas palabras tachadas o corregidas a mano, y varias con faltas de ortografía. Así, por ejemplo: 133 Página 221 Página 223 Página 225 Página 251 Página 268 134 Un detalle en el Apéndice de Felker, que no contiene la edición de 1994, es que este inserta después de la portadilla con el título del apéndice, otra portadilla con el nombre de la novela, página 220, en la cual figura lo escrito por Flavio Herrera, quizá a modo de advertencia a sus lectores: “De un recuerdo brotó esta novela o esta historia” Hizo bien el investigador norteamericano, toda vez que en el apartado “Clave” es donde Flavio Herrera discute con sus personajes y como estos le reclaman el hecho de no distinguir si su obra es novela o es historia, él se encarga de aclarar las cosas, aunque medianamente. Al efectuar la comparación entre las ediciones de 1973 y 1994, se aprecian las siguientes diferencias en cuanto a títulos: Hembra en tesis de Felker (1973) Pág. No incluye título referente a Jornada El miedo No incluye título referente a Jornada La noche de Luis La noche de Gómez Interloquio Clave Monólogo del… ¿narrador? Sin título, pero está completo el contenido Monólogo del abogado Monólogo de María Ella seguía callando… Monólogo de Zepeda Otra vez Luis El grupo Otra vez Luis La carta Gómez y Mariana 221 233 237 240 242 249 251 252 253 254 262 264 268 270 271 272 135 Hembra en La Novela de la Expresividad (1994) Jornada primera El miedo Jornada segunda La noche de Luis La noche de Gómez Interloquio Clave Monólogo del… ¿narrador? Monólogo de Amelia Monólogo del abogado Monólogo de María Ella seguía callando… Monólogo de Zepeda Otra vez Luis El grupo Otra vez Luis La carta Gómez y Mariana Pág. 311 311 321 321 322 323 324 329 330 330 331 331 336 337 339 340 340 341 Respecto al contenido de la novela en la tesis de Felker (1973) y la de Editorial Universitaria (1994), por el momento no corresponde desarrollar comparación alguna. El autor norteamericano no la editó ni le hizo cambio alguno, ya que es una fotocopia la que incluye en el Apéndice, en tanto que los responsables de su integración en el Tomo IV de la colección de homenaje por el Centenario del nacimiento de Flavio Herrera sí la transcribieron y ello da pábulo para considerar que incurrieron en alguna errata o bien corrigieron alguna de las que encontraron en la versión original. Se necesitará efectuar el cotejo entre la versión cuyo texto incluye Felker como apéndice de su tesis expuesta a la Universidad de Tennessee, El Señor de Bulbuxyá: A study of the life and Works of Flavio Herrera (1973), con relación a la presentada por Editorial Universitaria de la USAC en homenaje al Centenario del nacimiento del Flavio Herrera, Tomo IV de la colección de V: La Novela de la Expresividad. 7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20 Rábulas en Flux y Hembra (1994). Los resultados de la comparación seguramente arrojarán resultados sorprendentes. Una primicia La edición de Hembra (1994) con respecto a la incluida por Felker en el apéndice de su tesis podrá ser estudiada por el amable lector cuando se logre la publicación de dicha tesis, de la cual este amanuense hizo el esfuerzo de transcribir de su versión original y traducirla al español. Para ello se confía no solo en obtener la autorización del autor sino el apoyo de Editorial Universitaria o de alguna otra editorial. En la última página se dejó anotado: LA PRESENTE TRADUCCIÓN Y NOTAS DE LA TESIS El Señor de Bulbuxyá: A Study Of The Life And Works Of Flavio Herrera (1973), de William L. Felker se efectuó únicamente con propósito académico, no comercial ni con fines de lucro. Es para uso exclusivo de estudiantes e investigadores que utilizan los servicios gratuitos que proporciona la Casa de la Cultura Flavio Herrera, Patrimonio Cultural de la Nación. ABV/104-2020 136 ANEXOS 137 138 Transcripción comparativa de “El miedo” en Cenizas (1923) y en Hembra (1994) A continuación, en la primera columna de tabla siguiente, se transcribe el cuento “El miedo”, que Flavio Herrera incluyera en su libro Cenizas (1923). La segunda columna contiene el mismo cuento, el cual su autor convirtió en la primera parte de la novela Hembra (1994, edición póstuma), escrita en tres borradores mecanuscritos entre 1953 y 1954 y con correcciones a mano por parte de Herrera, realizadas entre 1954 y 1958. Para fines de corroboración del texto por parte del amable lector, se informa que fue copiado de los Tomos publicados como parte de la edición de toda la obra de Flavio Herrera por el centenario de su nacimiento: Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. • Tomo II: Narrativa breve. La lente opaca, El hilo del sol, Cenizas, 7 Mujeres y un Niño. El cuento se ubica en páginas [71] a [79]. • Tomo IV: La novela de la expresividad. 7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20 Rábulas en Flux y Hembra. La jornada primera, que corresponde a “El miedo”, en páginas [311] a [320]. Se advierte que, excepto por los errores ortográficos de ambas versiones de “El miedo”, que aquí se corrigen, no se modifica ninguna parte del texto. Esto es: se respeta el estilo del autor en cuanto a que en lugar de tres puntos suspensivos utiliza un mayor número, y tampoco coloca signos de apertura en varias oraciones interrogativas o admirativas. La lectura en paralelo de cada párrafo permite establecer que en esencia lo calcado en Hembra se trata del mismo cuento publicado originalmente en Cenizas. Los cambios que efectuó el autor son mínimos y la diferencia radica en algunas palabras que en la segunda versión publicada en 1994 sustituyen a las escritas en la primera de 1923; división de un párrafo en varios, o bien la unión en uno solo de lo que antes fue escrito en dos o más. 139 CENIZAS (1923) HEMBRA (1994) [71] [311] JORNADA PRIMERA EL MIEDO EL MIEDO Eran viejos amigos, con amistad que se afirmó desde la infancia allá en los bancos escolares. Después, los separó la vida y cada uno tiró por su lado. Luis fundió su vida al torbellino ciudadano. Gómez se fue sierra adentro a fecundar el suelo; pero el olvido nunca medró en sus corazones. El recuerdo de su vieja amistad perduró en ambos con la clara pureza de un día de mayo. Diez años después la vida los juntó de nuevo. Una noche, a la salida del teatro, Luis cenaba en un restaurant cuando vio sonreírle enfrente una caraza bonachona y morena del sol. —Gómez! —Luis! Se abrazaron. Hubo las preguntas, los desahogos y las confidencias rituales. ¿Y tú qué has hecho? —Ya lo ves, hecho un jayán. ¿Y tú? Estás un poco viejo. La crápula, libertino. Y ambos sintieron que sus vidas – ríos un día divergentes –ahora remansaban unánimes quizás para afirmar el viaje por un cauce idéntico y más amplio. De aquel encuentro surgió un pacto y una alianza. Luis atrapó la idea de ligar a su amistad sus intereses. ¿Por qué no? él estaba arruinado por una soltería disipada y aquel Gómez le Eran viejos amigos, con amistad que se afirmó desde la infancia allá en los bancos escolares. Después, los separó la vida. Cada uno tiró por su lado. Luis fundió su vida al torbellino ciudadano. Gómez se fue sierra adentro a cultivar la tierra; pero el olvido nunca medró en sus corazones. El recuerdo de su vieja amistad perduró en ambos con la clara pureza de un día de mayo. Diez años después la vida los juntó de nuevo. Una noche, a la salida de un teatro, Luis cenaba en un restaurante cuando vio sonreírle una caraza bonachona y morena por el sol. —¡Gómez! —¡Luis! Se abrazaron. Hubo las preguntas, los desahogos y las confidencias rituales. Y tú, ¿qué te has hecho, Gómez? —Ya lo ves, hecho un jayán. ¿Y tú? Veo que no te entra el viejo a pesar de la crápula, libertino. Y ambos sintieron que sus vidas –ríos divergentes– ahora remansaban unánimes, quizá para afirmar el viaje por un cauce idéntico y más amplio. De aquel encuentro surgió un pacto y una alianza. Luis atrapó la idea de ligar a su amistad sus intereses. ¿Por qué no? Él estaba casi arruinado por una 140 CENIZAS (1923) venía de perlas. ¡Su salvador! fue siempre un amigo tan leal y tan discreto, y luego ahora, el compañero que esperaba. El idóneo acicate a su abulia… Recordó que allá en los montes tenía él unas tierras en olvido, herencia que una tía santurrona le dejara a cambio de regaños y pescozones porque Luis fue siempre el muchacho más reacio a la misa y la comunión. Ya el éxito le relampagueaba en el esbozo de un futuro agrario. Moldearon el proyecto y Gómez aceptó; pero conocía a su amigo y puso condiciones: se irían a vivir a las sierras, de otro modo provecho y economía eran quimeras. También Luis aceptaba entre gruñón y convencido. La selva le daba espanto; la vida salvaje se le esbozaba con perspectivas de suplicio. La montaña subvertía sus hábitos de confort y de pereza. Gómez reía de los pavores de aquel señoritingo mimado que se echaba al monte siempre con guantes sospechando en cada insecto el mensajero de una fiebre; tras de cada hierbajo la asechanza de un reptil y en el grito de cualquier alimaña el rugido de famélicas panteras. Los primeros días Luis, [72] sibarita malvado, insinuaba la idea de irse ambos a vivir al hotel del pueblo mientras en la finca no se edificara la casa que hospedaría su regalona humanidad; pero Gómez torció el gesto y se opuso. Debían quedarse allí. Refaccionar uno de aquellos destartalados ranchones, otro tiempo abrigo de rudos mayorales, y así, uno de estos fue el primer HEMBRA (1994) soltería disipada y aquel Gómez le venía de perlas. ¡Su salvador! Fue siempre un amigo tan leal y tan discreto, y luego, ahora, el compañero que esperaba. El idóneo acicate a su abulia… Recordó que allá en las montañas de occidente tenía él unas tierras en olvido, herencia que una tía santurrona le dejara a cambio de regaños y pescozones. Porque Luis fue siempre el muchacho más reacio a la misa y la comunión. Ya el éxito le relampagueaba en el esbozo de un futuro agrario. Juntos explotarían las tierras. Fraguaron un plan y Gómez aceptó; pero conocía a su amigo y puso condiciones: se irían a vivir a las sierras. De otro modo, provecho y economía eran quimeras. También Luis aceptaba entre gruñón y convencido. La selva le daba espanto. La vida agreste se le esbozaba con perspectivas de suplicio. La idea de vivir en la montaña subvertía sus hábitos de confort y de pereza. Gómez reía de los pavores de aquel señoritingo mimado que se echaba [312] al monte siempre con guantes, sospechando en cada insecto el mensajero de una fiebre; tras de cada hierbajo la acechanza de un reptil y en el grito de cualquier alimaña el rugido de famélicas panteras. Los primeros días, Luis, sibarita malvado, insinuaba la idea de irse ambos a vivir al hotel del pueblo mientras en la finca no se edificara la casa que hospedaría su regalona humanidad; pero Gómez torció el gesto y se opuso. 141 CENIZAS (1923) cobijo: Tablas sin cepillar tuvo por muros. Y por techo, la paja que ornaba la ribera. Después, cuando el predio rindiese, cuando las cosechas colmaran los graneros, vendrían holganza y confort. El lucro se calcula con el fruto ya en sazón. –Más tarde, cuanto quieras Luisín, decía Gómez– y Luis soñaba un chalet sobre la misma gándara en que él ahora, supercivilizado, pero estoico, abdicando de su habitual refinamiento, moraba indecoroso rancho por coacción del bárbaro de Gómez. Así, abdicaba un poco cada día ante ese bárbaro implacable. Aquel Gómez que, de fijo, era forjado en hierro. Por sobrio y por heroico parecía un griego de los tiempos de Aquiles. A soles o a lluvias, a holganza o a intemperies, sonreía con estoica serenidad que le afirmaba en el alma la perpetua juventud de un Dios. Siempre tenía una broma a flor del labio para la ineptitud del compañero; pero la burla sin veneno. Bromas henchidas de un aliento paternal y edificante. Se refocilaba recordando siempre los percances del camarada en los tiempos de su iniciación agraria. Una vez, volviendo de las siembras, oía un batir de hachas, percutiendo con sonoro tableteo en el contorno. ¡Y Aquella saña olímpica de Gómez cuando, al ganar el patio, hallara derribado el árbol tutelar, aquel guachipilín que abría un brazo sobre el rancho en símbolo de alianza! HEMBRA (1994) Debían quedarse allí. Refaccionar uno de aquellos destartalados ranchones, otro tiempo abrigo de rudos mayorales, y así fue como uno de esos ranchones les dio el primer cobijo: los muros de tablas sin cepillar y el techo de horcones y paja. Después, decía Gómez, cuando el predio rindiese, cuando las cosechas colmaran los graneros, vendrían holganza y confort. El lucro se calcula con el fruto ya en sazón. —Más tarde, cuanto quieras Luisín. Y Luis soñaba un chalet sobre la misma gándara en la que él, ahora, supercivilizado, pero estoico, abdicado de su habitual refinamiento, moraba ruin e indecoroso rancho por coacción del bárbaro de Gómez. Así abdicaba un poco cada día ante ese bárbaro implacable. Aquel Gómez que, de fijo, era forjado en hierro. Por sobrio y fuerte parecía un griego de los tiempos heroicos. A soles o a lluvias, a holganzas o a intemperies, sonreía con estoica serenidad que le afirmaba en el alma la perpetua juventud de un dios. Siempre tenía una broma a flor del labio para la ineptitud del compañero; pero la burla sin veneno. Bromas henchidas de un aliento paternal y edificante. Se refocilaba recordando siempre los percances del camarada en los tiempos de su iniciación agraria. Una vez, por ejemplo, al volver de las siembras, oía un batir de hachas, percutiendo con sonoro tableteo en 142 CENIZAS (1923) HEMBRA (1994) el contorno. ¡Y aquella saña olímpica de Gómez cuando, al ganar el patio, hallara derribado el árbol tutelar, aquel guachipilín que tendía un brazo sobre el rancho en símbolo de alianza! —¿Qué hiciste salvaje? rugió a Luis. —Nada hombre. Que este árbol era peligroso… ¿No oías en las noches un ruidito como se oye al agitar esas cápsulas con semillas secas?... Dice un caporal que así es el ruido de las cascabeles. ¡Imagínate una víbora, reptando por el árbol para caernos encima! —Qué hiciste, salvaje? rugió a Luis. —Nada hombre. Que este árbol era peligroso. ¿No oías en las noches un ruidito cascado como se oye al agitar esas cápsulas con semillas desecadas? Pues dice el caporal que así es el ruido de las cascabeles. Imagínate un crótalo, reptando por el árbol… —Gómez sentía dolor y piedad. Has derribado al Patriarca, rezongaba; pero no tienes la culpa. “Perdónalos Señor…” —Gómez sentía rabia y piedad. —Has derribado al Patriarca – rezongaba– Pero no tienes la culpa. “Perdónalo Señor…” Y así murió aquel viejo de tres siglos. Arpa del viento y abrigo de nidadas. De fijo ni un brote apuntara de la selva circundante, cuando ya el guachipilín tendía sus [313] cien brazos a las ínfulas del viento. Ni chaparrones ni huracanes desarraigaran su vital senilidad, para que un día un granuja irreverente lleno de miedo ordenase su muerte profanando esa vejez gloriosa y tres veces centenaria. Y así murió aquel viejo de tres siglos. Arpa del viento y abrigo de nidadas. Nunca más su corazón despertaríase a las dianas de los polluelos felices. De fijo ni un brote apuntara de la selva circundante, cuando ya él tendía sus cien brazos a las ínfulas del viento. Ni chaparrones ni huracanes desarraigaran su viril senilidad, para que un día un granuja irreverente lleno de pánico ridículo ordenase su muerte profanando esa vejez robusta y tres veces centenaria. Cuando Luis cabalgaba, era la gloria. Una vez, delante de Gómez un zagal sostenía el estribo al jinete novicio que, Cuando Luis cabalgaba, era la gloria. Una vez, delante de Gómez, un zagal sostenía el estribo al jinete novicio 143 CENIZAS (1923) aturdido, montaba del lado opuesto torpemente. [73] —Por allí no, señor, le objetó el mozo. Siempre por la izquierda. —Animal, yo montó por donde me da la gana. ¿Me vas a enseñar a mí? Y azorado picó espuelas y se fue; pero en el camino pensaba: decididamente, siendo tan bestia, no es posible que me tomen en cuenta mis esclavos. —Debes hacerte un hombre, … todo un campesino, – le decía Gómez. –Y esto, ha de ensenártelo el maridaje con la tierra. Si no, peligra tu señoril autoridad con los jayanes. HEMBRA (1994) que, aturdido, montaba del lado opuesto torpemente. ---------------- ---------------- Una tarde estaban con Gómez junto al río. Les interrumpió un rítmico tropel que se acercaba por el vado. Un zagal pasó con el ganado cerca de ellos. El mocito descubrióse con uncioso respeto. —Buenos días patrón. —Buenos, Mateo. ¿A dónde vas con los animales? —No más, cerquita patrón, al zacatal. —Pero, ¿dónde está el zacatal que no lo veo? —Nomasito señor, tras esas peñas. —Pero, ¿Eso es de la finca? —Sí señor, hasta los guarumos. Allí está el mojón del Paraíso. Una tarde Luis y Gómez estaban junto al río. Les interrumpió un rítmico tropel que se acercaba por el vado. Un pastor pasó con el ganado cerca de ellos. El mocito descubrióse con uncioso respeto. —Buenos días patrón. —Buenos, Mateo. ¿A dónde vas con los animales? —No más cerquita patrón, al zacatal. —Pero, ¿dónde está el zacatal que no lo veo? —Nomasito señor, tras esas peñas. —Pero, ¿eso es de la finca? —Sí señor, hasta los guarumos. Allí está el mojón del Paraíso. Aquello era —Por allí no, señor – le objetó el mozo. Siempre por la izquierda. —Animal, yo montó por donde me da la gana. ¿Me vas a enseñar a mí? Y azorado picó espuelas y se fue; pero en el camino pensaba: decididamente, siendo tan torpe, no es posible que me tomen en cuenta mis colonos. —Debes hacerte un hombre…… todo un campesino, – le decía Gómez, – y esto ha de ensenártelo el maridaje con la tierra. Si no, peligra tu señoril autoridad con los jayanes. 144 CENIZAS (1923) Aquello era una revelación. Siempre admiró esos prados verdegueantes sin saber que eran suyos. Lo azoró su ignorancia ante el pastor que sonreía con malicia. —No sabes lo que tienes, le dijo Gómez, viéndolo confuso. –¡No conocía sus tierras! Vagamente recordó otros tiempos, cuando se midió la finca y cada mañana se prometía asistir a la medida sin lograrlo por aquella pereza! … su pavor supersticioso ante la selva, especie de nosofobia que le hacía presentir en cada roce el contacto de un peligro. Por aquel tiempo viera morir a un indígena mordido de serpiente y desde entonces, jamás se echaba al campo sin que un mozo le precediese haciendo claros a filo de machete en cada cerrazón de la maleza. Pasó el tiempo. La finca medraba en cultura y provecho. Donde antaño fueran matorrales incultos, ahora se extendía la geométrica pulcritud de las siembras como [74] una loa verde al esfuerzo redentor y fecundo. La finca era un tesoro. Se levantó el chalet que soñara Luis. Un estruendo mecánico violaba la paz geórgica de las vegas. Trepidaban motores y trapiches, glosando roncamente un himno futurista. Las próvidas cosechas ponían codicia a los graneros cuyos vientres hinchábanse a la invasión copiosa de los frutos. Un rumor de colmena poblaba el ámbito salvaje otrora desolado. HEMBRA (1994) una revelación. Siempre admiró esos prados verdegueantes sin saber que eran suyos. Lo azoró su ignorancia ante el pastor que sonreía con malicia. —No sabes lo que tienes– le dijo Gómez, viéndolo confuso. ¡No conocía sus tierras! Vagamente recordó otros tiempos, cuando se midió la finca y cada mañana se prometía asistir a la medida sin lograrlo por aquella su pereza por su pavor supersticioso ante la selva, especie de nosofobia que le hacía presentir en cada roce el contacto de un peligro. [314] Por aquel tiempo viera morir a un indígena mordido de serpiente y, desde entonces, jamás se echaba al campo sin que un mozo le precediese haciendo claros a filo de machete en cada cerrazón de la maleza. Pasó el tiempo. La finca medraba en cultura y provecho. Donde antaño fueran matorrales incultos, ahora se extendía la geométrica pulcritud de las siembras como una loa verde al esfuerzo redentor y fecundo. La finca era un tesoro. Se levantó el chalet que soñaba Luis. Un estruendo mecánico violaba la paz geórgica de las vegas. Trepidaban dínamos y motores, glosando roncamente un himno futurista. Las próvidas cosechas ponían codicia a los graneros cuyos vientres hinchábanse a la invasión copiosa de los frutos. Un rumor de colmena poblaba el ámbito salvaje otrora desolado. Y, en los 145 CENIZAS (1923) Y en los corrales ¡aquella diana matinal de trinos, mugidos y relinchos recordando una seráfica virtud de cepa franciscana que en torno hubiese congregado toda una fauna gárrula y feliz! Gómez sentíase renacer en cada brote, en cada yema. El predio era una irradiación de su individualidad. Su propio sudor humedeció la tierra de los surcos y ahora aquel humor acre y salino, aquellas próceres fatigas, exhumábanse en granos de oro y fuego, y él, optimista, imaginaba en el oro y la escarlata de las pulpas, el áureo relampagueo de su triunfo y el fuego inmarcesible de la vida renovada. Honradamente Luis no se sintiera nunca solidario del triunfo y lo decía a Gómez. –Te confieso, todo lo que hay aquí, son obras tuyas. Tu energía templó mis desalientos; tu ardor me ha da dado envidia y entusiasmo; tu tenacidad me despertó pudor y emulación. Quise imitarte, no igualarte. ¡Hombre extraordinario, eres más que mi hermano, eres mi padre. Tu cuotidiana lección moral me ha renovado. Olvidé el pasado. Ya soy otro, nuevo y mejor! Y Gómez: –Hombre estás trasfigurado! Y lo abrazaba radiante como un padre que ve al hijo redimirse. HEMBRA (1994) corrales, aquella diana matinal de trinos, mugidos y relinchos recordando una seráfica virtud de cepa franciscana que en torno hubiese congregado toda una fauna gárrula y feliz. Gómez sentíase renacer en cada brote, en cada yema. El predio era una irradiación de su individualidad. Su propio sudor humedeció la tierra de los surcos y, ahora, aquel humor acre y salino, aquellas próceres fatigas, exhumábanse en granos de oro y fuego, y él, optimista, imaginaba en el oro y la escarlata de las pulpas, el áureo relampagueo de su triunfo y el fuego inmarcesible de la vida renovada. Honradamente Luis no se sintiera nunca solidario del triunfo y lo decía a Gómez. —Te confieso, todo lo que hay aquí, son obras tuyas. Tu energía templó mis desalientos; tu ardor me ha da dado envidia y entusiasmo; tu tenacidad me despertó pudor y emulación. Quise imitarte, no igualarte. Hombre extraordinario, eres más que mi hermano, eres mi padre. Tu cotidiana lección moral me ha renovado. Olvidé el pasado. ¡Ya soy otro, nuevo y mejor! Y Gómez: —Hombre, ¡estás trasfigurado! Y lo abrazaba radiante como un padre que ve al hijo redimirse. ---------------- ---------------- 146 CENIZAS (1923) Luis conoció a Mariana en una fiesta de la Asunción. Entraba al pueblo como un Cid caracoleando el potro alazán en las esquinas cuando, al pasar frente al hotel, un lindo rostro de maja le sonrió tras una ventana. La visión se le filtró en el alma con un extravío de locura. Entróse en el hotel y, apeándose, con paso fanfarrón al que coreaba el retintín de las espuelas, enfiló un corredor, husmeando en las puertas de los cuartos. En la cantina algunos hombres charlaban en redor de una mesa sembrada de botellas. Eran finqueros del contorno. Luis reconoció a Cepeda en el corrillo y lo llamó aparte febrilmente. El aludido siguió a Luis hasta un pasillo donde el otro, temblando de inquietud, con timidez infantil le interrogó: HEMBRA (1994) Luis conoció a Mariana en una fiesta de la Asunción. Entraba al pueblo como un Cid caracoleando el potro alazán en las esquinas cuando, al pasar frente al hotel, un lindo rostro de maja le sonrió tras una ventana. La visión se le filtró en el alma con un extravío de locura. Entróse en el hotel y, apeándose, con paso fanfarrón al que coreaba el retintín de las espuelas, enfiló un corredor, husmeando en las puertas de los cuartos. En la cantina algunos hombres charlaban en derredor de una mesa sembrada de botellas. Eran finqueros del contorno. Luis reconoció a Zepeda en el corrillo y lo llamó aparte, febrilmente. El aludido siguió a Luis hasta un pasillo donde el otro, [315] temblando de inquietud, con timidez infantil le interrogó: —¿Quién es esa mujeraza que vi aquí? —¿Quién es esa mujeraza que vi aquí? —Pero ¿Ese es tu saludo, cafre? ¿De qué mujer hablas? ¿Mariana, la española? —No sé… No la conozco… La vi pasar por las ventanas. Una maravilla… ¿La conoces? —Claro, Mariana. Un monumento; pero, ¿tú no la conocías? Ya estuvo aquí otra vez. Tenía este hotel… —Bueno, y qué más? [75] —Qué sé yo, sólo sé que es guapa. —¿Soltera, viuda, casada? —¿Pero ese es tu saludo, cafre? ¿De qué mujer hablas? ¿Mariana, la mexicana? —No sé… No la conozco… La vi pasar por las ventanas. Monumento… ¿La conoces? —Claro, Mariana. Un monumento; pero, ¿tú no la conocías? Ya estuvo aquí otra vez. Tenía este hotel… —Bueno, ¿y qué más? —Qué sé yo! Solo sé que es guapa. —¿Soltera, viuda, casada? 147 CENIZAS (1923) —No, divorciada. No sé... unos enredos… Ahora viene de Méjico. Quiere instalarse aquí de nuevo. ¡Caray! Una de líos que va a haber… Pero Luis ya no lo oía. En su mente hirvió un tumulto de ideas y de frases. Española… divorciada… bonita. Un relámpago de belleza pasábale nimbando la ominosa nublazón de su vida salvaje. Mariana irradiábale con un hechizo gitano, relámpago de sol y de locura; visión cálida mecida en un sollozo de guitarras enfermas de musulmana languidez. Una idea se fijaba, se aguzaba, e imponía en su mente: hacerla su querida. Pensó: cueste lo que cueste será mía y estuvo muchos días sin asomarse por la finca. De entonces menudearon sus visitas al poblacho. La cosa más pueril brindábale pretexto para un viaje. Cada día galopaba leguas en busca de la hembra y llegó el tiempo en que salía a diario para verla. Como ante el amigo, encerrado siempre como un fraile en su Cartuja, le azoraran sus excursiones cuotidianas, explotó luego una ridícula estrategia. Esperaba a que Gómez se durmiese para salir furtivamente volviendo al filo de la aurora. Aquella pasión era un relapso de su pretérita lujuria. Su fiebre carnal le abría cimas dolorosas en que él, escudriñado, adivinaba el pasado turbio y vergonzoso. Una vida equívoca…Y comenzó para él la clásica tortura de los celos retrospectivos. HEMBRA (1994) —No, divorciada. No sé... unos enredos… Ahora viene de México. Quiere instalarse aquí de nuevo. ¡Caray! Una de líos que va a haber… Pero Luis ya no lo oía. En su mente hirvió un tumulto de ideas y de frases. Mexicana… divorciada… bonita. Un relámpago de belleza pasábale nimbando la ominosa nublazón de su vida salvaje. Mariana irradiábale con un hechizo gitano, relámpago de sol y de locura; fricción cálida mecida en un sollozo de guitarras enfermas de criolla languidez. Una idea se fijaba, se aguzaba e imponía en su mente: hacerla su querida. Pensó: Cueste lo que cueste será mía. Y estuvo muchos días sin asomarse por la finca. Desde entonces menudearon sus visitas al poblacho. La cosa más pueril brindándole pretexto para un viaje. Cada día galopaba leguas en busca de la hembra y llegó el tiempo en que salía a diario para verla. Como ante el amigo, encerrado siempre en la finca como un fraile en su convento, le azoraran sus excursiones cotidianas, explotó luego una táctica manida. Esperaba a que Gómez se durmiese para salir furtivamente volviendo al filo de la aurora. Aquella pasión era un relapso de su erotismo juvenil. Su ídolo actual abríale en el alma cimas dolorosas en que él, escudriñando, adivinaba el pasado turbio y vergonzoso. Una vida equívoca…Y comenzó para él la clásica 148 CENIZAS (1923) Le obsedía el pasado tenazmente y así, en el amante nació el redentorista.… La llevaría a la finca; pero un muro fatal cortaba el optimismo de sus planes: Gómez! temía la explicación con aquel hombre tan meticuloso y puritano. ¡Qué sorpresa cuando Luis le contase su proyecto. Por más que ya Gómez sospechara ante la defección del compañero, cuyo olvido lo había puesto huraño y taciturno. HEMBRA (1994) tortura de los celos retrospectivos. Le obsedía el pasado amargamente y así, en el amante nació el redentorista… La llevaría a la finca, proyectaba; pero un muro fatal cortaba el optimismo de sus planes: ¡Gómez! Temía la explicación con aquel hombre tan meticuloso y puritano. ¡Qué sorpresa cuando Luis le contase su proyecto! Por más que ya Gómez sospechara ante la defección del compañero, cuyo olvido lo había puesto huraño y taciturno. [316] En la mesa, cuando por excepción comían juntos, apenas se cruzaban palabra. Luis evadía las ocasiones de estar solos; pero las cosas hacíanse tan tensas que él mismo, exasperado un día, se abocó al peligro: —Gómez, te debo una explicación. Me conduzco mal contigo. Y el otro, entre irónico y sorprendido: —No lo veo. El gran don Luis de siempre… —¿Te burlas? Puedes hacerlo, puedes hacer más. Mi conducta es desleal; pero… tú debes disculpar… Tú comprendes… En fin, eres como mi padre y debo decírtelo todo. Tú comprendes… esta vida en el monte, solos, con nuestros años…en fin, que tengo una querida. En la mesa, cuando por excepción comían juntos, apenas se cruzaban palabra. Luis evadía las ocasiones de estar solos; pero las cosas hacíanse tan tensas que él mismo, exasperado un día, se abocó al peligro: —Gómez te debo una explicación. Me conduzco mal contigo. Y el otro entre irónico y sorprendido: –No lo veo. El gran don Luis de siempre… —Te burlas? Puedes hacerlo, puedes hacer más. Mi conducta es de granuja; pero… tú debes disculpar… tú comprendes… en fin, eres como mi padre y debo decírtelo todo. Tú comprendes…esta vida en el monte, solos, con nuestros años…en fin, que tengo una querida. —Lo suponía. —Lo suponía. 149 CENIZAS (1923) HEMBRA (1994) —Pero, es que te abandono… Casi no vivo aquí y claro, esto no ha de seguir así. No puede seguir así y… no hay solución, o si la habría… trayendo aquí a la muchacha. Tú permitirías –y al decir esto temblaba como un colegial, a quien se ha descubierto la primera calaverada. —Pero, es que te abandono… Casi no vivo aquí y, claro, esto no ha de seguir así. No puede seguir así y… no hay solución, o si la habría… trayendo aquí a la mujer. Tú permitirías… Y al decir esto temblaba como un colegial que confiesa la primera calaverada. Gómez sonreía, mientras el otro evocaba esa suprema avidez de algunos reos a punto de oír la sentencia. —Y ¿quién es tu querida? —No la conoces… O… tal vez… Ella estuvo antes por aquí y como tú llevas tiempo de trajinar por estas fincas… —¿Y quién es ella? —Una mexicana así… pero guapa… Se llama Mariana. —¿Una morena de grandes ojos que tuvo hotel en Panán? —La misma. Ahora viene de México. Dice que fue casada… Un divorcio…; ¡qué sé yo! Una mujer así… ligera ¿comprendes? Pero uno se inquieta… Jadeaba y sufría y, a modo de reticencia, sesgó: —Pero, ¿tú la conoces? [317] —Y ella… ¿No te ha hablado de mí? —No, no ha habido ocasión pero… ¡tú debes conocerla! [76] Gómez sonreía, mientras el otro evocaba esa suprema avidez de algunos condenados a punto de oír la sentencia. —Y ¿Quién es tu querida? —No la conoces… O… tal vez… Ella estuvo antes por aquí y como tú llevas tiempo de trajinar por estas fincas… —Y quién es ella? —Una española así… pero guapa… Se llama Mariana. —Una morena de grandes ojos que tuvo hotel en Panán? —La misma. Ahora viene de Méjico. Dice que fue casada… Un divorcio… qué sé yo. Una mujer así… ligera ¿comprendes? Pero uno se inquieta… Jadeaba y sufría y, a modo de reticencia, sesgó: —Pero, ¿tú la conoces? —Y ella… ¿no te ha hablado de mí? —No, no ha habido ocasión pero ¡tú debes conocerla! 150 CENIZAS (1923) —Claro, ¿quién no conoce a una hotelera? luego, en Panán. Allí parábamos todos. –También el otro evadía desviando la plática, impaciente: HEMBRA (1994) —Claro, ¿quién no conoce a una hotelera? Luego, en Panán, allí parábamos todos. También el otro evadía desviando la plática, impaciente: —Y ¿quieres traerla aquí? —Si tú permitieras… Gómez tenía algo que le opacaba la voz. Acodado a la mesa, con el mentón sobre la palma de mano, quedóse pensativo, absorto, lejano. Luego dijo: —¿Cuánto hace que es tu querida? Antes no me dijiste nada. ¿Cómo la conociste? —Fue en Panán, en la fiesta de la Asunción. En el hotel, charlamos, bailamos y después… claro con una mujer así… —Y quieres traerla aquí? —Si tú permitieras… Gómez tenía algo que le opacaba la voz. Acodado a la mesa, con el mentón sobre la palma de mano, quedóse pensativo, absorto, lejano. Luego dijo: —¿Cuánto hace que es tu querida? Antes no me dijiste nada. ¿Cómo la conociste? —Fue en Panán, en la fiesta de la Asunción. Estaba en el hotel, charlamos, bailamos y después… ¡claro, con una muchacha así… [77] —Sería mejor dejar eso. No vale la pena. Es ridículo darse de bruces con la primera mujerzuela… con una de esas… Y ahora que todo marcha bien. Así no haremos nada en firme. Pero tú, hombre del siglo y con esas gazmoñerías de beata ¿qué mal hay en que yo tenga una mujer? Todo hombre la tiene y luego, que la traiga aquí? No veo el pecado… Entonces Gómez alzó el rostro palidecido, la frente henchida de recuerdos y lento, solemne, dijo: —¿Quieres mucho a esa mujer? —Sería mejor dejar eso. No vale la pena. Es ridículo darse de bruces con la primera mujer… con una de esas… Y ahora que todo marcha bien. Así no haremos nada en firme. Pero tú, hombre del siglo y con esas gazmoñerías, ¿qué mal hay en que yo tenga mujer? Todo hombre la tiene y luego, que la traiga aquí… No veo el pecado. Entonces Gómez alzó el rostro palidecido, la frente henchida de recuerdos y lento, solemne, dijo: —¿Quieres mucho a esa mujer? 151 CENIZAS (1923) —Sí. —¿No podrías pasártela sin ella? —No. —¿Estás resuelto traerla a la finca? HEMBRA (1994) —Sí. —¿No podrías pasártela sin ella? —No. —¿Estás resuelto a traerla a la finca? —No impedírmelo. tienes razón —No tienes razón para impedírmelo. [318] —Bien, tráela, pero yo me iré de aquí. —¿Tú? —Irrevocablemente. No intentes impedírmelo. No desisto. Me conoces. —Pero estamos ligados… —No. Las tierras son tuyas, todo es tuyo… A Luis lo ahogaban el dolor y el remordimiento. Fue hacia el amigo como un hijo hacia el padre y abrazándolo, decía: —No Gómez, nunca. Perdona… No es para tanto. Tú eres violento. No comprendo que tú… Gómez ya no lo oía. Volvióse desde la puerta para decir: —Ni me reclames ni me preguntes más. Y salió más grave y taciturno que la noche. para —Bien, tráela, pero yo me iré de aquí. —¿Tú? —Irrevocablemente. No intentes impedírmelo. No desisto. Me conoces. —Pero, estamos ligados… —No. Las tierras son tuyas, todo es tuyo… A Luis lo ahogaba el dolor y el remordimiento. Fue hacia el amigo como un hijo al padre y abrazándolo, decía: –No Gómez, nunca. Perdona… No es para tanto. Tú eres violento. No comprendo que tú… Gómez ya no lo oía. Volvióse desde la puerta para decir: –ni me recrimines ni me preguntes más. Y salió más grave y taciturno que la noche. ---------------Luis no le creía. Pensaba: Su violencia es sólo una estratagema para disuadirme. Mañana será el buenazo de Luis no le creía. Pensaba: Su violencia es sólo una estratagema para disuadirme. Mañana será el buenazo de 152 CENIZAS (1923) siempre. Y se echó sobre una hamaca ofuscado, [78] derrengado, miserable… Ya una duda, una cosa vaga y posible, una cosa tenaz y dolorosa le mordía el corazón. HEMBRA (1994) siempre. Y se echó sobre una hamaca ofuscado, derrengado, miserable… Ya una duda, una cosa vaga y posible, una cosa tenaz y dolorosa le mordía el corazón. ---------------- Al día siguiente se juntaron desayunando en el comedor. Ambos estaban silenciosos y esquivos. Se temían… Hundían los ojos en las tazas humeantes por no verse; pero Luis tenía una angustiosa inquietud que lo ahogaba y rompió el silencio. —Óyeme. Dirás que soy necio pero… Tú, anoche, no me oías. Quiero aludirme a… El otro lo vio con impaciencia. —Pues bien, seguía Luis, dices que te irás de la finca si viene esa mujer; pero, yo no puedo separarme de ti. ¿Comprendes? No debo, no quiero. Lo que tengo ahora, lo debo a ti. Has sido mi padre y tú vales más que una mujer; pero ¿no comprendes que este celibato en pleno trópico nos mata? Y luego, yo quisiera… si tú fueras más amplio conmigo… ¿No comprendes? A ti mismo puede sucederte: Te encuentras con alguna y … yo te juro, por mis huesos, que no vería en eso nada malo ni imitaría tu actitud de ahora. A menos que tú… en fin… que alguna cosa singular… Al día siguiente, se juntaron desayunando en el comedor. Ambos estaban silenciosos y esquivos. Se temían… Hundían los ojos en las tazas humeantes por no verse; pero Luis tenía una angustiosa inquietud que lo ahogaba y rompió el silencio. —Óyeme. Dirás que soy necio pero… tú, anoche, no me oías. Quiero aludirme a… El otro lo vio con impaciencia. —Pues bien, –seguía Luis–, dices que te irás de la finca si viene esa mujer; pero, yo no puedo separarme de ti. ¿Comprendes? No debo, no quiero. Lo que tengo ahora, lo debo a ti. Has sido mi padre y tú vales más que cualquier mujer, pero ¿no comprendes [319] que este celibato en pleno trópico nos mata? Y luego yo quisiera… si tú fueras más amplio conmigo… ¿No comprendes? A ti mismo puede sucederte: Te encuentras con alguna y … yo te juro, por mis huesos, que no vería en eso nada malo ni imitaría tu actitud de ahora. A menos que tú… en fin… que alguna cosa singular… 153 CENIZAS (1923) Gómez lo acechaba jadeante. Las últimas palabras le bordearon la herida. ¿Qué me quieres decir? repuso palideciendo. El otro titubeaba antes de soltar la gran perfidia y, en una inhibición de la voluntad, sin querer, como si una presión interna le sacara las frases, dijo: – ¿Hombre, claramente, que no comprendo tu intransigencia? Salvo que tengas algún motivo especial contra Mariana. Y el otro, demudándose: HEMBRA (1994) Gómez lo acechaba jadeante. Las últimas palabras le bordearon la herida. ¿Qué me quieres decir? –repuso palideciendo. El otro titubeaba antes de soltar la gran perfidia y, en una inhibición de la voluntad, sin querer, como si una presión interna le sacara las frases, dijo: —Hombre, claramente, que no comprendo tu intransigencia. Salvo que tengas algún motivo especial contra Mariana. Y el otro, demudándose: —¿Es decir, que sospechas…? —Casi…casi… Gómez sintió restallar en el alma el fustigazo temido. Se aproximó y con voz que la emoción hacía opaca, musitó: —Bien. Pues sí… esa mujer en otro tiempo… y claro, a ti te molestaría ahora… Luis estalló, con piadosa ironía que disfrazaba su dolor: —¡Esto es otra cosa! Entonces, tienes razón. ¡De habérmelo dicho antes!… Naturalmente, a ti es a quien molestaría verla conmigo. Al fin, fue tuya y… nunca se olvida del todo. Hay recuerdos… tienes razón. El pasado… El adversario sintió el rasguño en su fibra más vulnerable. —¿Es decir, que sospechas? —Casi casi… Gómez sintió restallarle en el alma el fustigazo temido. Se le aproximó y con voz que la emoción hacía opaca, musitó: —Bien. Pues sí… esa mujer en otro tiempo… y a ti te molestaría ahora… Luis estalló, con piadosa ironía que disfrazaba su dolor: –¡Esto es otra cosa! Entonces, tienes razón. ¡De habérmelo dicho antes!… Naturalmente, a ti es a quien molestaría verla conmigo. Al fin fue tuya y… nunca se olvida del todo. Hay recuerdos… tienes razón. El pasado… El adversario sintió el rasguño en su fibra más vulnerable. [79] —No seas niño. Pero, si es por ti, precisamente… —No seas niño. Pero, si es por ti, precisamente… 154 CENIZAS (1923) —¿Por mí? Bah! Y tú ¿por qué niegas que te molestaría? Es tan natural si la quisiste. ¡Una cosa muy humana! —No seas niño. A mí, ¿qué me importa? Te lo juro. Ya pasó. Con esas mujeres así, tu comprendes… son la aventura fácil; el capricho de una hora; el enredo por higiene, en fin, la hembra. Pero tú… lo hago por ti… Estoy seguro de que, a pesar de tus pujos de hombre amplio y moderno, te dolería. Ya tú lo dijiste: Hay recuerdos y habría sombras, Yo sería esa sombra entre la dicha de ustedes. El pasado… HEMBRA (1994) —¿Por mí? ¡Bah! y tú, ¿por qué niegas que te molestaría? Es tan natural si la quisiste… ¡Una cosa muy humana! —No seas niño. A mí, ¿qué me importa? Te lo juro. Ya pasó. Con esas mujeres así, tu comprendes… El enredo por higiene, en fin, la hembra. Pero tú… Lo hago por ti… Estoy seguro de que, a pesar de tus pujos de hombre amplio y moderno, te dolería. Ya tú lo dijiste: Hay recuerdos y habría sombras. Yo sería esa sombra entre la dicha de ustedes. El pasado… [320] —Psh… No creas. Es más fácil que tú le temas al presente. Al fin… si la quisiste … —Pues bien, te probaré que no. Tráela si quieres, si tú no temes al pasado… Ambos sonreían falsamente forzando un gesto entre burlón y desdeñoso ante su mutuo desafío y ambos sintieron romperse en ese instante algo muy noble, muy hondo y sutilísimo que hasta entonces se había tendido entre los dos, ligándose las almas. Ya lo separaba algo, algo intangible, pero enorme. Y eso más vasto que el mar y más vano que las sombras: ¡La hembra! El uno era el presente y el otro era el pasado y sin embargo, se temían… Pero ¿quién de los dos temía más? —¡Psh!… No creas. Es más fácil que tú le temas al presente. Al fin… si la quisiste … —Pues bien, te probaré que no. Tráela si quieres, si tú no temes al pasado… Ambos sonreían suspicaces forzando un gesto entre burlón y desdeñoso ante su mutuo desafío y ambos sintieron romperse en ese instante algo muy hondo, noble y sutilísimo que hasta entonces se había tendido entre los dos, ligándoles las almas. Ya lo separaba algo, algo intangible, pero enorme. Y eso más hondo que el mar y más vano que las sombras: ¡la hembra! El uno era el presente y el otro era el pasado y sin embargo, se temían… Pero ¿quién de los dos temía más? 155 156 Introduction — Introducción en tesis de William Lloyd Felker, 1973 NOTA: Un ejemplar de la “Cubierta”, “Portada”, “Introducción”, capítulos 3 y 9, y el “Apéndice” de la tesis, fue gentilmente proporcionado en formato digital, durante fechas 17 y 28 de agosto de 2020, por el señor José Miguel Galindo, Encargado de la Biblioteca del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (Cirma), ubicado en la ciudad de Antigua Guatemala. El suscrito queda enormemente agradecido con él por su valiosa ayuda. El Señor de Bulbuxyá: A study of the life and Works of Flavio Herrera. Transcripción textual de páginas [1] a [22]. Traducción libre del inglés al español. 157 Versión original en inglés 1973 Traducción libre al español 2020 [1] [1] Introduction Introducción [2] [2] The milieu into which Flavio Herrera was born during the last decade of the 19th century offered little promise or opportunity for greatness. Guatemala had not made significant progress from a feudal social since colonial times. After gaining its independence, the country became a victim of conflicts between Liberals and Conservatives, and was ruled unenlightened dictators who failed to develop sound national policies. The majority of the approximately two million inhabitants were Indians who were excluded from active political life by minority mestizo and white groups, who in Central America are called the ladinos. The economy was essentially agrarian. The rise of coffee toward the end of the century precipitated an expansion of the landed aristocracy and the coercion of large numbers of Indians into the labor force the first time since the conquest. El medio en el que nació Flavio Herrera durante la última década del siglo XIX ofrecía pocas promesas u oportunidades de grandeza. Guatemala no había logrado avances significativos de una sociedad feudal desde la época colonial. Después de obtener su independencia, el país se convirtió en víctima de conflictos entre liberales y conservadores, y fue gobernado por dictadores no ilustrados que no lograron desarrollar políticas nacionales sólidas. La mayoría de los aproximadamente dos millones de habitantes eran indios que fueron excluidos de la vida política activa por grupos minoritarios mestizos y blancos, que en Centroamérica se llaman ladinos. La economía era esencialmente agraria. El auge del café hacia fines de siglo precipitó una expansión de la aristocracia terrateniente y la coerción de un gran número de indígenas en la fuerza laboral por primera vez desde la conquista. Antes del boom cafetero, las exportaciones de Guatemala habían sido insignificantes. El tinte, el algodón, el tabaco y el cacao se vendían en el exterior en pequeñas cantidades, pero no se cultivaba ni se extraía del suelo ningún producto importante que pudiera servir como base para una economía estable. La exportación más lucrativa, el tinte de cochinilla, comenzó a enfrentarse a la dura Prior to the coffee boom, Guatemala’s exports had been insignificant. Dye, cotton, tobacco and cacao were sold abroad in small quantities, but no single major product was grown or extracted from the soil which could serve as the basis for a stable economy. The most lucrative export, cochineal dye, began to meet stiff competition from European artifical dyes around 1860, and 158 Versión original en inglés 1973 an all time low of cochineal prices on the world market was reached in 1863. 208 Reports about the success of coffee in Costa Rica began to circulate and stimulated speculation by its northern neighbors. At the close of the dictatorship of Rafael Carrera in 1865, [3] the liberal Justo Rufino Barrios began encouraging experiments in coffee planting in western Guatemala. Continuing economic pressure brought tangible results, and coffee exports rose from 95 quintales in 1855 to 113,000 by 1870. 209 Traducción libre al español 2020 competencia de los tintes artificiales europeos alrededor de 1860, y en 1863 se alcanzó un mínimo histórico de precios de la cochinilla en el mercado mundial. 208 Los informes sobre el éxito del café en Costa Rica comenzaron a circular y estimularon la especulación de sus vecinos del norte. Al final de la dictadura de Rafael Carrera en 1865, [3] el liberal Justo Rufino Barrios comenzó a fomentar experimentos en la siembra de café en el occidente de Guatemala. La presión económica continua trajo resultados tangibles y las exportaciones de café aumentaron de 95 quintales en 1855 a 113.000 en 1870. 209 En la Revolución Liberal de 1871, empresarios y plantadores se hicieron cargo del gobierno. Bajo la dirección del ex promotor del café Justo Rufino Barrios (1873–1885), los liberales intentaron construir una nación próspera sobre la base de la exportación agrícola. Dado que el café era el producto lógico de exportación, Barrios jugó un papel decisivo en la promulgación de una serie de decretos y leyes que abrieron el camino para su desarrollo. En este punto de la historia, el indígena guatemalteco vivía en un aislamiento relativamente tranquilo. Durante los siglos XVI y XVII, desastrosos desde el punto de vista In the Liberal Revolution of 1871, business men and planters took over the government. Under the former coffee promoter Justo Rufino Barrios (1873– 1885), the Liberals attempted to build a prosperous nation on an agricultural export basis. Since coffee was the logical product for export, Barrios was instrumental in promulgating a series of decrees and laws to open the way for its development. At this point in history, the Guatemalan Indian was living in relatively undisturbed isolation. During the culturally disastrous sixteenth and seventeenth centuries, when tribal Nota de Felker a pie de página: 1 Frank G. Dawson, “Labor Legislation and Social Integration in Guatemala: 1871–1944,” American Journal of Comparative Law, 14 (1965), p. 128. 209 Nota de Felker a pie de página: 2 Sanford A. Mosk, “Coffee Economy of Guatemala, 1850–1918: Development and Signs of Instability,” Inter–American Economic Affairs, 9, No. 3 (Winter 1955), p. 10. 208 159 Versión original en inglés 1973 independence had been effectively broken by repartimiento practices, the Indian had been subject to harsh labor restrictions and became, for all practical purposes, serfs, if not slaves of the Spanish. In 1720, the labor pattern of the two preceding centuries was declared illegal. The Maya and other groups were freed from many of the bonds which tied them to the colonial system, and they began to return to a way of life not dissimilar from that of their pre– Columbian ancestors. While the Indian did not become a free man, he was permitted to a large degree to live unmolested in his villages. Traducción libre al español 2020 cultural, cuando las prácticas de repartimiento habían roto la independencia de las tribus, el indio había estado sujeto a duras restricciones laborales y se convirtió, a todos los efectos prácticos, en siervo, si no en esclavo, de los españoles. En 1720 se declaró ilegal el patrón laboral de los dos siglos precedentes. Los mayas y otros grupos se liberaron de muchos de los lazos que los unían al sistema colonial y comenzaron a regresar a una forma de vida no muy diferente a la de sus antepasados precolombinos. Si bien el indio no se convirtió en un hombre libre, se le permitió en gran medida vivir sin ser molestado en sus aldeas. [4] La independencia de Guatemala, un siglo después, eliminó la protección real de la corona española. Los ladinos hicieron algunos intentos para apoderarse de las prósperas propiedades comunales indígenas. 210 Las versiones del peonaje por deudas o el trabajo forzoso continuaron oprimiendo tribus y aldeas dispersas, como durante el período colonial, pero la economía del país había estado decayendo desde finales del siglo XVIII y no había demanda de mano de obra india. Frank Griffith Dawson, uno de los comentaristas más perspicaces de este período, describió la situación del indio antes de la llegada del café como una de relativa paz y seguridad: [4] Guatemalan independence a century later removed the royal protection of the Spanish crown. Some attempts were made by ladinos to take over the prosperous Indian communal holdings. 210 Versions of debt peonage or forced labor continued to oppress scattered tribes and villages, as during the colonial period, but the economy of the country had been declining since end of the eighteenth century, and Indian labor was not in demand. Frank Griffith Dawson, one of the more perceptive commentators on this period, described the situation of the Indian before the advent of coffee as one of relative peace and security: 210 Nota de Felker a pie de página: 3 Erik R. Wolf, Sons of the Shaking Earth (Chicago: University of Chicago Press, 1959), p. 246. 160 Versión original en inglés 1973 Traducción libre al español 2020 Relatively free of stringent institutionalized control, Indians withdrew into a deep cultural isolation, building up psychological defenses which, while shutting out the abusive white world that had stolen their freedom, would enable it to coexist with it. Since there was no pressing need for Indian labor, physical contact with whites could also be kept at a minimum. ... Indians, except for occasional military or road service, were free to tend their own crops on village communal lands. 211 Relativamente libres de un estricto control institucionalizado, los indígenas se retiraron a un profundo aislamiento cultural, construyendo defensas psicológicas que, al tiempo que excluían al abusivo mundo blanco que les había robado la libertad, le permitirían coexistir con él. Dado que no había una necesidad urgente de mano de obra india, el contacto físico con los blancos también podía mantenerse al mínimo. ... Los indios, a excepción del ocasional servicio militar o de carreteras, eran libres de cultivar sus propios cultivos en las tierras comunales de las aldeas. 211 The Indians’ isolation came to an abrupt end. Rufino Barrios began his attack on the socioeconomic structure in 1871 by confiscating church lands and authorizing the sale of state lands to private parties. When coffee planting was encouraged in these areas, exports were up sharply by December of 1873. 212 El aislamiento de los indígenas terminó abruptamente. Rufino Barrios inició su ataque a la estructura socioeconómica en 1871 al confiscar tierras de la iglesia y autorizar la venta de tierras estatales a particulares. Cuando se fomentó la plantación de café en estas áreas, las exportaciones aumentaron drásticamente en diciembre de 1873. 212 Varios años más tarde, el café quedó exento de impuestos a la exportación. En enero de 1877, las tierras comunales se vieron amenazadas por un decreto que requería que las aldeas Several years later, coffee was exempted from export taxes. In January of 1877, communal lands were threatened by a decree which required Indian villages to prove ownership of, or obtain title to, [5] 211 212 Nota de Felker a pie de página: 4 Dawson, p. 126. Nota de Felker a pie de página: 5 Ibid., p. 129 161 Versión original en inglés 1973 their lands. Since many of the more isolated Indian tribes did not speak Spanish, and knew practically nothing about law, their communal property was easy prey to the prospective finqueros. Another decree, the Reglamento de Jornaleros, completed the necessary legal framework for the coffee economy. The Reglamento made debt peonage and forced labor more viable and local political bosses were directed to insure that workers were provided to private persons in need of labor. 213 Traducción libre al español 2020 indígenas probaran la propiedad u obtuvieran títulos de propiedad [5] de sus tierras. Dado que muchas de las tribus indígenas más aisladas no hablaban español y no sabían prácticamente nada de leyes, su propiedad comunal era presa fácil de los posibles finqueros. Otro decreto, el Reglamento de Jornaleros, completó el marco legal necesario para la economía cafetera. El Reglamento hizo que el peonaje por deudas y el trabajo forzoso fueran más viables y se ordenó a los jefes políticos locales que aseguraran que los trabajadores fueran proporcionados a personas privadas que necesitaran mano de obra. 213 Las exportaciones de café se duplicaron entre 1873 y 1880. 214 El número de trabajadores indios forzados a esta producción aumentó proporcionalmente. Dawson pudo haber estado subestimando la situación cuando escribió que “en el momento de la muerte de Barrios en 1885, sus esfuerzos legislativos habían llevado a la nueva cultura india a un agudo conflicto con la civilización y los valores ladinos, amenazando gran parte del ... aislamiento protector de los indígenas”. 215 Este punto de vista se confirma en estudios del antropólogo Oliver La Farge, quien afirma que el boom cafetero renovó el conflicto cultural del período de la conquista, quizás Coffee exports doubled between 1873 and 1880. 214 The number of Indian workers forced into this production increased proportionately. Dawson may have been understating the situation when he wrote that “by the time of Barrios’ death in 1885 his legislative efforts had brought the new Indian culture into sharp conflict with ladino civilization and values, menacing much of the Indian’s protective … isolation”. 215 This view is confirmed in studies by the anthropologist Oliver La Farge, who claims that the coffee boom renewed the cultural conflict of the conquest period, perhaps with even 213 Nota de Felker a pie de página: 6 Ibid., pp. 129–130. Nota de Felker a pie de página: 7 Mosk, p. 10. 215 Nota de Felker a pie de página: 8 Dawson, p. 132. 214 162 Versión original en inglés 1973 more devastating effect. 216 To a very large degree, the methods used by Barrios to ‘achieve monocultural stability intensified the feudalism which had characterized Guatemala since Alvarado. A new latifundia was created which by its size and purpose compared with the colonial system. A racially distinct labor force widened the social and cultural gap between the ladino and the Indian. [6] When Flavio Herrera wrote about the cultural crisis of Guatemala in the 1920’s there were already fears of a caste war spreading through the countryside, for Indian revolts were causing a reassessment of the coffee laws and their effects. The question of biological superiority of certain racial groups was in its infancy during the liberal reforms in Guatemala, but the consequences of the return to feudalism coincided some forty years later with a vogue of racial and cultural determinism. The interaction of these elements formed the ideology not only of Herrera, but also of a large number of his contemporaries. The seriousness with which these Guatemalan intellectuals accepted their task is understandable since in Guatemala, whites made up less than 5 percent of the population. In fact, the whites and mestizos combined were still a minority in their own land. Traducción libre al español 2020 con efectos aún más devastadores. 216 En gran medida, los métodos utilizados por Barrios para lograr la estabilidad del monocultivo intensificaron el feudalismo que había caracterizado a Guatemala desde Alvarado. Se creó un nuevo latifundio que por su tamaño y finalidad se comparaba con el sistema colonial. Una fuerza laboral racialmente distinta amplió la brecha social y cultural entre el ladino y el indio. [6] Cuando Flavio Herrera escribió sobre la crisis cultural de Guatemala en la década de 1920, ya existían temores de que una guerra de castas se extendiera por el campo, porque las revueltas indígenas estaban provocando una reevaluación de las leyes del café y sus efectos. La cuestión de la superioridad biológica de ciertos grupos raciales estaba en su infancia durante las reformas liberales en Guatemala, pero las consecuencias del retorno al feudalismo coincidieron cuarenta años después con una moda de determinismo racial y cultural. La interacción de estos elementos formó la ideología no solo de Herrera, sino también de un gran número de sus contemporáneos. La seriedad con la que estos intelectuales guatemaltecos aceptaron su tarea es comprensible ya que en Guatemala los blancos constituían menos del 5 por ciento de la población. De hecho, los blancos y los mestizos combinados eran todavía una minoría en su propia tierra. Nota de Felker a pie de página: 9 Oliver La Farge, “Maya Ethnology: The Sequence of Cultures,” in The Maya and Their Neighbors (New York: D. Appleton–Century Co., 1940). 216 163 Versión original en inglés 1973 The governments which followed that of Rufino Barrios persisted in the patterns established during the preceding decades. The harsh dictatorship of Estrada Cabrera from 1899 to 1920 saw consolidation and further expansion of coffee empires and the corresponding virtual slave labor. The ultimate result was unrest among the Indians. In March of 1922, in the midst of the turmoil and disorganization which accompanied the fall of Cabrera, the Indians began to revolt against the tactics used to obtain their services. President Orellana said that disturbances taking place amounted to a “caste–war”, and government troops had to be sent to repress riots in areas where Indians outnumbered ladinos. 217 [7] After the world depression began to affect Guatemalan coffee prices in the early 1930’s conditions again became unsatisfactory, and rebellions spread throughout the coffee districts. Herrera’s finca Versailles was in the middle of one of the most affected areas where four serious revolts took place in 1931. Although government forces again quelled these uprisings, no guarantee existed that the Indians would remain quiet for long. Traducción libre al español 2020 Los gobiernos que siguieron al de Rufino Barrios persistieron en los patrones establecidos durante las décadas precedentes. La dura dictadura de Estrada Cabrera de 1899 a 1920 vio la consolidación y una mayor expansión de los imperios cafeteros y la correspondiente mano de obra esclava virtual. El resultado final fue el malestar entre los indios. En marzo de 1922, en medio de la agitación y desorganización que acompañó a la caída de Cabrera, los indígenas comenzaron a rebelarse contra las tácticas empleadas para obtener sus servicios. El presidente Orellana dijo que los disturbios que se estaban produciendo equivalían a una “guerra de castas” y que había que enviar tropas gubernamentales para reprimir los disturbios en áreas donde los indígenas superaban en número a los ladinos. 217 [7] Después de que la depresión mundial comenzó a afectar los precios del café guatemalteco a principios de la década de 1930, las condiciones volvieron a ser insatisfactorias y las rebeliones se extendieron por los distritos cafeteros. La finca Versalles de Herrera estaba en medio de una de las áreas más afectadas donde ocurrieron cuatro revueltas serias en 1931. Aunque las fuerzas del gobierno nuevamente sofocaron estos levantamientos, no existía ninguna garantía de que los indios permanecieran tranquilos por mucho tiempo. 217 Nota de Felker a pie de página: 10 Richard N. Adams, Crucifixion by Power: Essays on Guatemalan National Social Structure (Austin: University of Texas Press, 1970), p. 441. 164 Versión original en inglés 1973 Within such an explosive social and economic situation, literature had not flourished in Guatemala, for the environment was hardly propitious. The state of education at the turn of the century was deplorable. Since few schools existed, the vast majority of the population was illiterate. Teachers often had little formal training. More promising students and intellectuals went to Europe to make their name, leaving the training of the young to the less talented. Books and paper were at a premium, discipline was harsh, and methodology was primitive. The children of the rich may have gained some advantage over their less fortunate peers, but the quality of their education was not comparable to that received by those who went abroad. The curriculum at most levels was weak and suffered from lack of organization and supervision. Since political bias favored the liberal era of history, students were taught that the Conservative regimes of the nineteenth century were backward and cruel, that Spaniards were bad, and that North Americans were worse. Traducción libre al español 2020 En una situación social y económica tan explosiva, la literatura no había florecido en Guatemala. El estado de la educación a principios de siglo era deplorable. Como existían pocas escuelas, la gran mayoría de la población era analfabeta. Los profesores a menudo tenían poca formación formal. Estudiantes e intelectuales más prometedores fueron a Europa para hacerse un nombre, dejando la formación de los jóvenes a los menos talentosos. Los libros y el papel eran un bien escaso, la disciplina era dura y la metodología primitiva. Los hijos de los ricos pueden haber obtenido alguna ventaja sobre sus compañeros menos afortunados, pero la calidad de su educación no fue comparable a la que recibieron los que se fueron al extranjero. El plan de estudios en la mayoría de los niveles era deficiente y adolecía de falta de organización y supervisión. Dado que el sesgo político favoreció la era liberal de la historia, se enseñó a los estudiantes que los regímenes conservadores del siglo XIX eran atrasados y crueles, que los españoles eran malos y que los norteamericanos eran peores. Las modas literarias en Guatemala imitaban los gustos europeos, pero, aun así, quedaron rezagadas una generación o más con respecto a las tendencias en París. Entre [8] 1900 y 1920, un híbrido de movimientos del siglo XIX, transpuesto sin restricciones por escritores guatemaltecos, produjo una expresión Literary fashions in Guatemala were imitative of European tastes, but even so, lagged a generation or more behind trends in Paris. Between [8] 1900 and 1920, a hybrid of nineteenth century movements, transposed without restraint by Guatemalan writers, produced a curious if not original national expression. 165 Versión original en inglés 1973 The critical tradition of the country had been largely an oral one. Sound scholarship on Guatemalan authors was uncommon, and the absence of a National Library until 1880 placed books outside the realm of all but the elite. A large quantity of writing did exist, dating from the colonial period, but few efforts were made to glean selectively the best from this material and to formulate the unique literary canon which could have been presented. Agustín Mencos Franco, Humberto Porta Mencos and José María García S. made significant contributions to the organization of literary history, but reevaluation of their works was generally lacking. Certain defects such as reluctance to consider indigenous literary tradition, prejudice in favor of popular but mediocre national writers, and the inability to avoid European criteria in judging a mestizo and decidedly American literature, all went uncorrected. Traducción libre al español 2020 nacional curiosa, si no original. La tradición crítica del país ha sido en gran parte oral. La erudición sólida sobre los autores guatemaltecos era poco común, y la ausencia de una Biblioteca Nacional hasta 1880 colocó a los libros fuera del ámbito de todos, menos de la élite. Existía una gran cantidad de escritos que databan del período colonial, pero se hicieron pocos esfuerzos para extraer selectivamente lo mejor de este material y formular el canon literario único que podría haberse presentado. Agustín Mencos Franco, Humberto Porta Mencos y José María García S. hicieron contribuciones significativas a la organización de la historia literaria, pero en general, faltó la reevaluación de sus obras. Ciertos defectos como la renuencia a considerar la tradición literaria indígena, el prejuicio a favor de los escritores nacionales populares pero mediocres y la incapacidad de eludir los criterios europeos al juzgar una literatura mestiza y decididamente estadounidense, quedaron sin corregir. Una universidad y un sistema educativo poco prósperos, junto con la falta de instalaciones de impresión y bibliotecas, y un desinterés casi universal en las artes no ayudaron a la situación. Se ha estimado que en 1900 casi el 90 por ciento de los más de 2,5 millones de habitantes no sabía leer y que del 10 por ciento restante, menos de la mitad estaba interesado en algún grado en la literatura A less than thriving university and educational system, together with a lack of printing facilities and libraries, and an almost universal disinterest in the arts did not help the situation. It has been estimated that in 1900 almost 90 percent of the more than 2.5 million inhabitants could not read and that of the remaining 10 percent, less than half was interested to any degree in 166 Versión original en inglés 1973 national literature. 218 A writers’ market within the country was scarcely practicable, and the rich were the only [9] ones who could afford to publish anything, since sales did not cover even the expense of printing. The liberal shift in Guatemalan politics and the subsequent economic development after 1870 did bring about a change somewhat more conducive to creative activity than the preceding oppressive and violent decades. Seymour Menton, a twentieth century historian of Guatemalan letters, called the reform years “una época de progreso material ideología liberal que era propicia al desarrollo de la novela ... una época de relativa tranquilidad.” 219 Given the adverse factors already mentioned the situation could not be expected to be ideal. Nevertheless, a new national prose literature did appear toward the end of the nineteenth century which provided a foundation upon which later generations could build. The direction taken by these writers was not altogether fortunate, since it attempted to adapt the forms of European romanticism to American subject matter. Miguel Urrutia’s Blanca (1877) and Fernando Piñeda’s Luis, memorias de un amigo (1878) followed Traducción libre al español 2020 nacional. 218 Un mercado de escritores dentro del país era prácticamente imposible, y los ricos eran los únicos [9] que podían permitirse publicar cualquier cosa, ya que las ventas no cubrían ni siquiera los gastos de impresión. El cambio liberal en la política guatemalteca y el subsiguiente desarrollo económico después de 1870 provocaron un cambio algo más propicio para la actividad creativa que las anteriores décadas opresivas y violentas. Seymour Menton, un historiador de las letras guatemaltecas del siglo XX, llamó a los años de reforma “una época de progreso material, ideología liberal que era propicia al desarrollo de la novela ... una época de relativa tranquilidad”. 219 Dados los factores adversos ya mencionados, no se podía esperar que la situación fuera ideal. Sin embargo, a finales del siglo XIX apareció una nueva literatura nacional en prosa que proporcionó una base sobre la que construir las generaciones posteriores. La dirección que tomaron estos escritores no fue del todo afortunada, ya que intentó adaptar las formas del romanticismo europeo a la temática estadounidense. Blanca (1877) de Miguel Urrutia y Luis, memorias de un amigo (1878) de Fernando Pineda siguieron los Nota de Felker a pie de página: 11 Martin E. Erickson, “Guatemalan Literature of the Last Fifty Years,” Ph. D. diss., University of Washington, 1941, p. 56. 219 Nota de Felker a pie de página: 12 Seymour Menton, Historia crítica de la novela guatemalteca (Guatemala: Editorial Universitaria, 1960), p. 67. 218 167 Versión original en inglés 1973 the patterns of the sentimental novel which had been received with success in Colombia ten years earlier. The most widely read national novelist of the nineteenth century was José Milla (1822– 1882), who established a combination of the historical and sentimental novel as the most accepted method of prose expression in Guatemala. Enrique Martínez Sobral (1875–1950), along [10] with Ramon A. Salazar (1852–1914), introduced elements of the naturalistic schools to the Guatemalan novel, elements which were to grow and have a decisive influence on Flavio Herrera’s writing. Enrique Gómez Carrillo, “l’enfant terrible” of Modernism, probably was the most important member of this group of authors in turning Guatemala’s literary direction toward Europe and ultimately to a break with romantic theme and form. A world traveler, notorious lover and compulsive writer, Gómez Carrillo was bohemian with a style few of Flavio’s decadent schoolmates were able to match. He made his permanent residence in Paris, adopting French citizenship and never returning to his former country after 1900. In addition to giving Guatemala a stylist rivaled at that time in Central America only by Darío, he became an example of a national writer who made good in the rarified atmosphere of Parisian literary circles. Traducción libre al español 2020 patrones de la novela sentimental que había sido acogida con éxito en Colombia diez años antes. El novelista nacional más leído del siglo XIX fue José Milla (1822– 1882), quien estableció una combinación de novela histórica y sentimental como el método de expresión en prosa más aceptado en Guatemala. Enrique Martínez Sobral (1875–1950), junto [10] con Ramón A. Salazar (1852–1914), introdujeron elementos de las escuelas naturalistas en la novela guatemalteca, elementos que iban a crecer y tener una influencia decisiva en la escritura de Flavio Herrera. Enrique Gómez Carrillo, “niño terrible” del Modernismo, probablemente fue el miembro más importante de este grupo de autores en el giro de la dirección literaria guatemalteca hacia Europa y finalmente en una ruptura con el tema y la forma románticos. Viajero del mundo, notorio amante y compulsivo escritor, Gómez Carrillo era bohemio con un estilo que pocos de los decadentes compañeros de escuela de Flavio eran capaces de igualar. Hizo su residencia permanente en París, adoptó la ciudadanía francesa y nunca regresó a su antiguo país después de 1900. Además de darle a Guatemala un estilista que en ese momento sólo rivalizaba en Centroamérica con Darío, se convirtió en ejemplo de un escritor nacional que triunfó en la atmósfera enrarecida de los círculos literarios parisinos. 168 Versión original en inglés 1973 Poetry, which had suffered the most from grim and tasteless interpretations of romanticism, continued to be the genre with least merit in Guatemala well into the twentieth century. The strong influence of Modernism’s most unrestrained versifiers, Darío and Chocano, only magnified the aesthetic nightmare of Guatemalan poetic tradition. Flavio Herrera was one of the many victims of this cultural difficulty, and while he was able to make a relatively major contribution to the novel of Central America, his poetry is generally weakened by excessive deference to an all too popular emotionalism. Despite the negative factors involved in the painful process of a rebirth of Guatemalan letters, the positive contributions of many of Latin America’s best known [11] writers can hardly be denied. Jose Martí was in the country during the 1870’s, helped to found the Instituto Nacional de Varones, and established La Revista Guatemalteca in 1877. Darío, who edited Guatemala’s El Correo de la Tarde from 1890 to 1891, gave new writers a glimpse of the literary world beyond the very confining limits of the country. Chocano visited the capital at various times for over twenty years, bringing the prestige of his name as well as advice and help to Guatemala’s aspiring new generation. The intermittent presence of Chocano, Martí and Darío along with the new literary self–consciousness which spread through Latin America in those Traducción libre al español 2020 La poesía, que había sufrido más por interpretaciones sombrías y de mal gusto del romanticismo, siguió siendo el género con menos mérito en Guatemala hasta bien entrado el siglo XX. La fuerte influencia de los versificadores más desenfrenados del Modernismo, Darío y Chocano, solo magnificó la pesadilla estética de la tradición poética guatemalteca. Flavio Herrera fue una de las muchas víctimas de esta dificultad cultural, y si bien pudo hacer una contribución relativamente importante a la novela de Centroamérica, su poesía generalmente se debilita por una excesiva deferencia a un emocionalismo demasiado popular. A pesar de los factores negativos involucrados en el doloroso proceso de un renacimiento de las letras guatemaltecas, difícilmente se pueden negar las contribuciones positivas de muchos de los escritores [11] más conocidos de América Latina. José Martí estuvo en el país durante la década de 1870, ayudó a fundar el Instituto Nacional de Varones y estableció La Revista Guatemalteca en 1877. Darío, quien editó en Guatemala El Correo de la Tarde de 1890 a 1891, dio a los nuevos escritores una visión de la literatura mundo más allá de los límites del país. Chocano visitó la capital en varias ocasiones durante más de veinte años, trayendo el prestigio de su nombre, así como consejos y ayuda a la nueva generación de aspirantes de Guatemala. La presencia intermitente de Chocano, Martí y Darío, junto con la 169 Versión original en inglés 1973 years, provided in fact, a favorable atmosphere for the development of a new group of intellectuals unequaled in the history of Guatemala. Arévalo Martínez called it “una época de imponderable lustre y brillo”, with Guatemala becoming the center of cultural growth for the entire isthmus. With the universities of Honduras, El Salvador, Nicaragua and Costa Rica far behind San Carlos in establishing schools of Law and Medicine, students from these countries came to Guatemala City to study. “Y, oh prodigio,” wrote Arévalo, “como plantas múltiples y ricamente polinizados, los espíritus de los universitarios centroamericanos juntos, se fecundaban mutuamente …” The intellectuals to which he referred, including Miguel Angel Asturias, Carlos Samayoa Chinchilla, David and Arqueles Vela, Carlos Wyld Ospina and Flavio Herrera, all contributed to what he characterized as “una maravillosa floración como nunca se ha visto después”. 220 Traducción libre al español 2020 nueva autoconciencia literaria que se extendió por América Latina en esos años, brindó, de hecho, un clima propicio para el desarrollo de un nuevo grupo de intelectuales sin igual en la historia de Guatemala. Arévalo Martínez lo llamó “una época de imponderable lustre y brillo”, con Guatemala convirtiéndose en el centro de crecimiento cultural de todo el istmo. Con las universidades de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica muy por detrás de San Carlos, en el establecimiento de escuelas de derecho y medicina, los estudiantes de estos países llegaron a la ciudad de Guatemala para estudiar. “Y, oh prodigio,” escribió Arévalo, “como plantas múltiples y ricamente polinizados, los espíritus de los universitarios centroamericanos juntos, se fecundaban mutuamente …” Los intelectuales a los que se refirió, entre ellos Miguel Ángel Asturias, Carlos Samayoa Chinchilla, David y Arqueles Vela, Carlos Wyld Ospina y Flavio Herrera, contribuyeron a lo que calificó como “una maravillosa floración como nunca se ha visto después”. 220 [12] Claramente atrapado en las fuertes corrientes de la época, Flavio Herrera luce en su peor prosa y poesía con al menos el legado literario y filosófico del que es heredero. Su mejor obra muestra una visión compleja y, a menudo, [12] Clearly caught up in the strong currents of the times, Flavio Herrera shines in his worst prose and poetry with at least the literary and philosophical legacy to which he is heir. His best work shows a complex and often deeply Nota de Felker a pie de página: 13 Rafael Arévalo Martínez, Hondura (Guatemala: Editorial “José de Pineda Ibarra,” Ministerio de Educación Pública, 1959), p. 5. 220 170 Versión original en inglés 1973 synthetic view of the broad wave of ideology which was sweeping the continent. The universe for Herrera as for many of his contemporaries, was clearly alive and anthropomorphic, a universe which became a protagonist. That protagonist existed both within and outside the human mind. Man was a part of the cosmos trópico; he felt the imperio de la especie or the cósmico imperio de la vida in the biological design of things. Herrera’s writings are filled with a panteísmo místico always related to a search to be united with the world in cosmic harmony. His characters are aware of their primitive past, and they exhibit repeated consciousness of a collective unconscious. The psychological struggle which occurs in all Herrera’s major male figures is often a conflict between instinct and the civilized manners which frustrate or pervert it. In this sense his works have been called representative of Sarmiento’s classic dualism, civilización y barbarie. Herrera’s universe is far from dualistic, however, for a study of his work shows that he is closer to the so–called neoplatonic monism of Brazil’s Graça Aranha than to Sarmiento’s division. In essence, Flavio Herrera believes that man is part of an external living organism, an organic overworld from which rational consciousness can cause only incomplete separation. The physical side of man feels the attraction for the all–embracing netherworld, and Herrera would have us Traducción libre al español 2020 profundamente sintética de la amplia ola de ideología que barría el continente. El universo para Herrera, como para muchos de sus contemporáneos, fue claramente vivo y antropomórfico, un universo que se convirtió en protagonista. Ese protagonista existía tanto dentro como fuera de la mente humana. El hombre era parte del cosmos trópico; sintió el imperio de la especie o el cósmico imperio de la vida en el diseño biológico de las cosas. Los escritos de Herrera están llenos de un panteísmo místico siempre relacionado con la búsqueda de estar unidos con el mundo en armonía cósmica. Sus personajes son conscientes de su pasado primitivo y exhiben una conciencia repetida de un inconsciente colectivo. La lucha psicológica que ocurre en todas las figuras masculinas principales de Herrera es a menudo un conflicto entre el instinto y las costumbres civilizadas que lo frustran o pervierten. En este sentido, sus obras han sido llamadas representativas del dualismo clásico de Sarmiento, civilización y barbarie. El universo de Herrera está lejos de ser dualista; sin embargo, un estudio de su obra muestra que está más cerca del llamado monismo neoplatónico de la Graça Aranha de Brasil que de la división de Sarmiento. En esencia, Flavio Herrera cree que el hombre es parte de un organismo vivo externo, un supra mundo orgánico del cual la conciencia racional sólo puede causar una separación incompleta. El lado físico del hombre 171 Versión original en inglés 1973 believe that if one could return totally to the elemental state, he would attain paradise. Traducción libre al español 2020 siente la atracción por el inframundo que todo lo abarca, y Herrera quiere hacernos creer que, si uno pudiera regresar totalmente al estado elemental, alcanzaría el paraíso. [13] Muchos de los elementos presentes en esta ideología surgieron de una crisis en el pensamiento occidental que tuvo lugar durante la última parte del siglo XVIII. Las conclusiones de Kant habían dado lugar a una visión del mundo que fomentaba, directa o indirectamente, los lados monista y panteísta de la filosofía alemana del siglo XIX. Como Kant, muchos pensadores románticos intentaron liberar a la filosofía de la tendencia mecanicista de los siglos precedentes. Por poco tiempo lo consiguieron. Al oponerse a la dirección limitada del nominalismo y el materialismo, el idealismo que floreció tuvo corolarios que humanizaron el mundo. El hombre, que antes había sido separado de la naturaleza por los datos engañosos de sus sentidos, ahora se reunió con ella, y esa unidad se convirtió en una de las principales tesis del 221 romanticismo. El cosmos a menudo se veía como un vasto organismo del cual el hombre era una parte integral infinita. El papel del medio ambiente ganó una nueva importancia en los estudios de la naturaleza humana y la teología se volvió hacia el panteísmo, proponiendo un Dios [13] Many of the elements present in this ideology grew out of a crisis in western thought which took place during the latter part of the eighteenth century. The conclusions of Kant had given rise to a view of the world which fostered, whether directly or indirectly, the monistic and pantheistic sides of nineteenth century German philosophy. Like Kant, many romantic thinkers attempted to free philosophy from the mechanistic trend of the preceding centuries. For a short time they succeeded. Opposing the limited direction of nominalism and materialism, the idealism that flourished carried corollaries which humanized the world. Man, who had been previously separated from nature by the deceptive data of his senses, was now reunited with it, and such unity became a major thesis of romanticism. 221 The cosmos was often seen as a vast organism of which man was one of infinite integral parts. The role of environment gained a new importance in studies of human nature, and theology turned toward pantheism, propounding a God who was imminent in the world. Philosophies from India and the Orient, Nota de Felker a pie de página: 14 Bruce Wilshire, “Introduction,” in Romanticism and Evolution: The 19th Century, ed. Bruce Wilshire (New York: Putnam’s Sons, 1968), p. 16. 221 172 Versión original en inglés 1973 introduced through translations that began to appear in the late eighteenth century, contributed to a “restatement of western values” in regards to man’s place in the universe. 222 Traducción libre al español 2020 inminente en el mundo. Las filosofías de la India y Oriente, introducidas a través de traducciones que comenzaron a aparecer a fines del siglo XVIII, contribuyeron a una “reafirmación de los valores occidentales” con respecto al lugar del hombre en el universo. 222 En América Latina, el indianismo fue el resultado directo de estos desarrollos europeos, pero fue superficial en su visión de la naturaleza y el hombre en el [14] Nuevo Mundo. El medio ambiente y sus habitantes nativos fueron estilizados para ajustarse a las ideas preconcebidas románticas, pero hubo poca penetración en la validez o viabilidad de la nueva arcadia resultante. Los novelistas indianistas fracasaron en general porque no reconciliaron realmente su visión con una dura realidad. Su sueño siguió siendo artificial, artificial e inalcanzable. En la década de 1850, cuando los idealistas latinoamericanos apenas comenzaban su interpretación limitada de la filosofía romántica, ya estaban surgiendo nuevas corrientes en Europa. Debían alterar profundamente la dirección de la literatura y finalmente encontrar su camino hacia la novela de la tierra. La revolución cientificista de la segunda mitad del siglo XIX se produjo en un momento crucial de la historia de la filosofía y la literatura. La unidad del hombre y la naturaleza imaginada por los In Latin America, Indianismo was the direct result of these European developments, but it was shallow in its outlook on nature and man in the [14] New World. The environment and its native inhabitants were stylized to conform with romantic preconceptions but there was little penetration into the validity or viability of the resulting new arcadia. Indianist novelists generally failed because they did not really reconcile their vision with a harsh reality. Their dream remained artificial, contrived and unattainable. By the 1850’s, when the Latin American idealists were scarcely beginning their limited interpretation of romantic philosophy, new currents were already rising in Europe. They were to alter the direction of literature profoundly and eventually find their way to the novel of the land. The scientistic revolution of the latter half of the nineteenth century came at a crucial time in the history of philosophy and literature. The unity of man and nature envisioned by the romantics received a biological basis. The 222 Nota de Felker a pie de página: 15 A. Leslie Willson, A Mythical Image: The Ideal of India in German Romanticism (Durham, North Carolina: Duke University Press, 1964), p. viii. 173 Versión original en inglés 1973 ramifications of Darwinism and the earlier transformism led to scientific monism which claimed to prove the physical and spiritual identity of man with his surroundings. Traducción libre al español 2020 románticos recibió una base biológica. Las ramificaciones del darwinismo y el transformismo anterior llevaron al monismo científico que pretendía probar la identidad física y espiritual del hombre con su entorno. En lo que podría llamarse un manifiesto monista, Ernst Haeckel declaró: “El monismo ... reconoce una única sustancia en el universo, que es a la vez ‘Dios y la naturaleza’; cuerpo y espíritu ... se considera inseparable”. 223 Haeckel, junto con muchos otros, propuso “la unidad fisiológica del mundo orgánico”, una “memoria celular inconsciente de los tejidos” y un “alma celular”. Afirmó que “el panteísmo es el sistema mundial [15] del científico moderno”. 224 Quizás lo más importante es el determinismo que expresa, un determinismo que inquietaba a la mayor parte del continente: In what could be called a monist manifesto, Ernst Haeckel declared “Monism ... recognizes one sole substance in the universe, which is at once ‘God and nature’; body and spirit ... it holds to be inseparable.” 223 Haeckel, along with many others, propounded “the physchological unity of the organic world”, an “unconscious cellular memory of tissues”, and a “cell soul”. He stated that “pantheism is the world [15] system of the modern scientist.” 224 Perhaps most important is the determinism he expresses, a determinism which was unsettling most of the continent: We know now that each act of will is as fatally determined by the organization of the individual and as dependent on the momentary condition of his environment as every other psychic activity. ... The human will has no more freedom than that of the higher animals Sabemos ahora que cada acto de voluntad está tan fatalmente determinado por la organización del individuo y tan dependiente de la condición momentánea de su entorno como cualquier otra actividad psíquica. ... La voluntad humana no tiene más libertad que la de los animales superiores de los 223 Nota de Felker a pie de página: 16 Ernst Haeckel, The Riddle of the Universe (New York: Harper, 1900), p. 20. 224 Nota de Felker a pie de página: 17 Ibid., pp. 108, 121, 289. 174 Versión original en inglés 1973 from which it differs only in degree not in kind. 225 Traducción libre al español 2020 que difiere sólo en grado, no en especie. 225 The effect of such developments on literature was most clearly seen in the rise of realism and naturalism. Taine’s essentially mechanistic and deterministic criticism was representative of the times. La race, le milieu et le moment became not only pillars of literary investigation but of literary creativity. The idyllic world of romantic union took on sinister overtones in the classic affirmation: “Car l’homme n’est pas seul dans le monde: la nature l’enveloppe et les autres hommes l’entourent.” 226 There was a literary compulsion to understand in all aspects “la chose complete … l’homme agissant, l’homme corporal et visible, qui mange, qui marche, qui se bat, qui travaille.” 227 If Unamuno took this mission in a different way with his personal or existential novel, the naturalists tended to stress the primordial forces. Among these, as Ortega noted, the concept of le milieu developed to the proportions of a protagonist: [16] El efecto de tales desarrollos en la literatura se vio más claramente en el surgimiento del realismo y el naturalismo. La crítica esencialmente mecanicista y determinista de Taine fue representativa de la época. La raza, el entorno y el tiempo se convirtieron no solo en pilares de la investigación literaria, sino también de la creatividad literaria. El idílico mundo de la unión romántica adquirió tintes siniestros en la clásica afirmación: “Porque el hombre no está solo en el mundo: la naturaleza lo envuelve y otros hombres lo rodean”. 226 Había una compulsión literaria por comprender en todos los aspectos “lo completo ... el hombre activo, el hombre corporal y visible, que come, que camina, que lucha, que trabaja”. 227 Si Unamuno tomó esta misión de otra manera con su novela personal o existencial, los naturalistas tendieron a enfatizar las fuerzas primordiales. Entre estos, como señaló Ortega, el concepto de el medio se desarrolló hasta las proporciones de un protagonista: [16] Llega la hora del ‘roman expérimental’. Zolá no aprende su poesía en Homero ni en Shakespeare, sino en Claudio Bernard. Se trata siempre de hablarnos del hombre. Pero como ahora el hombre no es sujeto de sus actos, sino que es movido 225 Nota de Felker a pie de página: 18 Ibid., p. 131. Nota de Felker a pie de página: 19 H. Taine, Histoire de la Litterature Anglaise, 9th ed., 5 vols. (Paris: Hachette, 1895), 1: xxvi. 227 Nota de Felker a pie de página: 20 Ibid., p. viii. 226 175 Versión original en inglés 1973 Traducción libre al español 2020 por el medio en que vive, la novela buscará la representación del medio. El medio es el único protagonista. 228 The scientism of the fin du siècle complemented the romantic thesis, but contributed to the eclipse of individualism in that thesis. Circumstances became primary, and Ortega’s yo y mi circunstancia was an attempt to find a place for the individual in the rising wave of determining factors. His criticism of the naturalistic novel was based on the ultimate rejection of mechanistic monism in literature. Ortega was not alone in his refusal to bow to the nineteenth century, nor was he the first nor the best to react against the new materialists. Bergson and the school of vitalistic irrationalism rejected both idealism and mechanism in a “new Heracliteanism”. They held that instinctive and life forces were not subject to the laws of science because they were never exactly identical, and consequently incapable of being classified by a scientific method based on repetition of identical data. Individuality returned to the realm of possibility, and life was seen as a constant spiritual and physical evolution, a process of continuous self–creation. El cientificismo del fin de siglo complementó la tesis romántica, pero contribuyó al eclipse del individualismo en esa tesis. Las circunstancias se volvieron primarias y el yo y mi circunstancia de Ortega fue un intento de encontrar un lugar para el individuo en la ola creciente de factores determinantes. Su crítica de la novela naturalista se basó en el último rechazo del monismo mecanicista en la literatura. Ortega no fue el único que se negó a ceder ante el siglo XIX, ni fue el primero ni el mejor en reaccionar contra los nuevos materialistas. Bergson y la escuela del irracionalismo vitalista rechazaron tanto el idealismo como el mecanismo en un “nuevo Heracliteísmo”. Sostenían que las fuerzas instintivas y vitales no estaban sujetas a las leyes de la ciencia porque nunca eran exactamente idénticas y, en consecuencia, no podían clasificarse mediante un método científico basado en la repetición de datos idénticos. La individualidad regresó al reino de la posibilidad, y la vida fue vista como una constante evolución espiritual y física, un proceso de auto creación continua. El sentido de la historia, de Azorín, y su idea del retorno eterno están relacionados con este vitalismo. Su propio “heracliteísmo” enfatiza la unidad de los Azorín’s sense of history and his idea of the retorno eterno is related to this vitalism. His own “heracliteanism” stresses the unity of events and people in 228 Nota de Felker a pie de página: 21 José Ortega y Gasset, Obras completas, 4th ed., 6 vols. (Madrid: Revista de Occidente, 1957), 1:400. 176 Versión original en inglés 1973 the river of time, but he is aware that this [17] unity is achieved within the multiplication of distinct factors: “Vivir es ver volver. Es ver volver todo en un retorno perdurable eterno … como esas nubes que son siempre las mismas.” 229 In El caballero inactual, an awareness of the primitive human legacy strikes Azorín’s protagonist in much the same way as it does Herrera’s figures: Traducción libre al español 2020 hechos y las personas en el río del tiempo, pero es consciente de que esta [17] unidad se logra en la multiplicación de distintos factores: “Vivir es ver volver. Es ver volver todo en un retorno perdurable eterno … como esas nubes que son siempre las mismas.” 229 En El caballero inactual, la conciencia del legado humano primitivo golpea al protagonista de Azorín de la misma manera que a las figuras de Herrera: Muchas veces este poeta, que se precia de tan fino y cultivado, siente en el fondo de su organismo, a manera de un violento tirón, que una sensibilidad primitiva, atávica, partida de paisajes milenarios, da de toda su personalidad a través de la inmensa cadena de las generaciones. Y entonces su espíritu se tiñe de una irreprimible tristeza. Sí; una sensibilidad primigenia. Sí; el antecesor en la selva aborigen, melancólico como el poeta ahora, solo, apoyada la cabeza en el tronco de un árbol. 230 The entire racial and historical preoccupation of the Generation of ‘98 is hardly isolated from the preoccupations of Europe at the same time. Both entities moved in a similar direction to attempt a synthesis of mechanism and philosophical reactions to it. Toda la preocupación racial e histórica de la generación del 98 difícilmente está aislada de las preocupaciones de Europa al mismo tiempo. Ambas entidades se movieron en una dirección similar para intentar una síntesis de mecanismo y reacciones filosóficas al mismo. En América Latina, la escuela de la “filosofía de vida” echó raíces. La corriente más relevante para la novela de la tierra fue la formación de un In Latin America, the school of “life philosophy” took early roots. The most relevant trend for the novel of the land was the formation of a neo–idealism 229 Nota de Felker a pie de página: 22 José Martínez Ruiz (Azorín), Castilla (Buenos Aires: Editorial Losada, 1945), p. 97. 230 Nota de Felker a pie de página: 23 José Martínez Ruiz (Azorín), Obras completas, 5 vols. (Madrid: Aguilar, 1948), 5:44. 177 Versión original en inglés 1973 or idealistic monism reminiscent of the romantics. In Brazil, Raimundo de Farias Brito proposed an eclectic psicología transcendental which seemed to lean toward a variety of Platonism. The following passage indicates a portion of his position: Traducción libre al español 2020 neoidealismo o monismo idealista que recuerda a los románticos. En Brasil, Raimundo de Farias Brito propuso una psicología trascendental ecléctica que parecía inclinarse hacia una variedad de platonismo. El siguiente pasaje indica una parte de su posición: O mundo é uma atividade intelectual, pois é Deus pensado, e nos, homens, como elementos que somos do mecanismo do [18] mundo, fazemos também parte do pensamento de Deus, e somos, por consiguinte, no mais rigoroso sentido da palavra, idéias 231 divinas. El mundo es una actividad intelectual, porque es el pensamiento de Dios, y nosotros, los hombres, como elementos del mecanismo del [18] mundo, somos también parte del pensamiento de Dios, y somos, por tanto, en el sentido más estricto de la palabra, ideas divinas. 231 Perhaps closes to what became Herrera’s conflict between a longing for union with nature and the demands of consciousness is the philosophy of Graça Aranha: Quizás el cierre a lo que se convirtió en el conflicto de Herrera entre el anhelo de unión con la naturaleza y las exigencias de la conciencia, es la filosofía de Graça Aranha: Não há maior angustia do que a nossa separação do Todo universal. É a dor suprema da inteligência humana. A consciência criou êsse terrível sofrimento; é precisco que a consciência o elimine pela compreensão da Unidade esencial do Todo. … 232 No hay mayor angustia que nuestra separación del Todo universal. Es el dolor supremo de la inteligencia humana. La conciencia creó este terrible sufrimiento; es necesario que la conciencia la elimine entendiendo la Unidad esencial del Todo. ... 232 231 Nota de Felker a pie de página: 24 Raimundo de Farias Brito, O Mundo Interior (Rio de Janeiro: 1914), p. 423. 232 Nota de Felker a pie de página: 25 José de Graça Aranha, A Estética da Vida (Rio de Janeiro: 1937), p. 20. 178 Versión original en inglés 1973 Traducción libre al español 2020 In Graça Arana’s novel Chanaan the inhabitants of the jungle all seem to be resigned to the cosmic unity of all creatures. The protagonist Milkau remains a stranger to himself until, like those he finds living in the wilderness, he comes to understand his relationship with the physical world. The Venezuelan author Rómulo Gallegos resolves the conflict between nature and man in his novel Canaima (1935), and his solution carries racial overtones which are an integral part of the new criollismo. In his protagonist Marcos Vargas, Gallegos creates a prototype for a cosmic race, one who represents a fusion of the seemingly contradictory elements of civilization and primitivity. Like Graça Aranha and Flavio Herrera, Gallegos has a vision of a new race rising out of his native land. He focuses on the tragedy of the Indian but indicates a reversal of the [19] the situation. He speaks of the “fondo atormentado del alma de la raza vencida, despojada y humillada”, 233 but it is this anguish which Marcos Vargas transforms. Toward the end of Canaima he ponders the possibilities of “un gran pueblo indio”: En la novela Chanaan de Graça Arana, todos los habitantes de la jungla parecen resignados a la unidad cósmica de todas las criaturas. El protagonista Milkau sigue siendo un extraño para sí mismo hasta que, como los que encuentra viviendo en el desierto, llega a comprender su relación con el mundo físico. El autor venezolano Rómulo Gallegos resuelve el conflicto entre la naturaleza y el hombre en su novela Canaima (1935), y su solución tiene tintes raciales que son parte integral del nuevo criollismo. En su protagonista Marcos Vargas, Gallegos crea un prototipo de raza cósmica, una que representa una fusión de los elementos aparentemente contradictorios de civilización y primitividad. Como Graça Aranha y Flavio Herrera, Gallegos tiene la visión de una nueva raza surgiendo de su tierra natal. Se centra en la tragedia del indio, pero indica una reversión de la [19] situación. Habla del “fondo atormentado del alma de la raza vencida, despojada y humillada”,233 pero es esta angustia la que transforma Marcos Vargas. Hacia el final de Canaima reflexiona sobre las posibilidades de “un gran pueblo indio”: ¿Sería posible – se preguntaba – sacar algo fuerte de aquellos indios melancólicos? ¿Quedarían rescoldos avivables de la antigua rebeldía rabiosa bajo aquellas cenizas de sumisión fatalista? ¿Quién sería aquella india, de una raza desconocida, de que 233 Nota de Felker a pie de página: 26 Rómulo Gallegos, Canaima, 3rd ed., Colección Austral (Buenos Aires: Espasa Calpe Argentina, 1944), p. 124. 179 Versión original en inglés 1973 Traducción libre al español 2020 hablara el arinacota? ... Él quería llamarla Tararana – algo de guarura guerrera sonaba en esta palabra guaraúna – e imaginársela anunciada en alguna leyenda mesiánica … ¿Pero no sería él capaz de reunir bajo su mando todas aquellas comunidades dispersas en un vasto territorio y a la cabeza de ellas emprender aquella obra grande que una vez le aconsejara Gabriel Ureña? Decirle al blanco explotador: – ¡Fuera de aquí! – Y crear un gran pueblo indio … ¿Pero, no sería ya la raza indígena, degenerada por enfermedades, sin cuidado ni precaución y por falta de cruzamientos y por alimentación insuficiente algo total y definitivamente perdido para la vida del país? ¿Y él mismo, por su parte, qué ideas se había traído en la cabeza que sirviesen para algo? 234 What Marcos gives is his blood, his son, and when he sends him to the civilized world, this son is a type of hope, the first of an ideal mestizo race which will, in time, come to live and rule, not only in Guyana or Venezuela, but in Latin America. This is the vision of Gallegos, the fruit of the metamorphosis of Marcos Vargas. Latin American neo–idealism with its racial corollary is paralleled by other ideological circumstances as well. Among the effects of naturalism had been a strong interest in portraying sexual passion in terms of mechanistic tenets. The biological imperative of Herrera’s [20] characters was prefigured quite early in Brazilian imitations of Zola’s roman expérimental. Aluizio Azevedo’s O homem (1887), a radical and innovative novel in terms of style and content, was a study of conflict and tragedy resulting from sexual drives which blend to a cosmic sexuality in the mind of the female 234 Lo que da Marcos es su sangre, su hijo, y cuando lo envía al mundo civilizado, este hijo es una especie de esperanza, la primera de una raza mestiza ideal que, con el tiempo, llegará a vivir y gobernar, no solo en Guyana o Venezuela, sino en Latinoamérica. Esta es la visión de Gallegos, fruto de la metamorfosis de Marcos Vargas. El neoidealismo latinoamericano con su corolario racial también tiene su paralelo con otras circunstancias ideológicas. Entre los efectos del naturalismo había un fuerte interés en retratar la pasión sexual en términos de principios mecanicistas. El imperativo biológico de los personajes de Herrera [20] fue prefigurado bastante temprano en las imitaciones brasileñas de la novela experimental de Zola. O homem (1887) de Aluizio Azevedo, es una novela radical e innovadora en términos de estilo y contenido, fue un estudio del conflicto y la tragedia resultantes de los impulsos Nota de Felker a pie de página: 27 Ibid., p. 284. 180 Versión original en inglés 1973 protagonist. Julio Ribeiro’s A carne, published one year later, was an almost pornographic exploration of sexuality and its relation to heredity and environment. Among other things, A carne includes scenes of autosexuality in which physical stimulation is clearly related to the forces of the jungle as well as to human nature. Traducción libre al español 2020 sexuales que se mezclan con una sexualidad cósmica en la mente de la protagonista femenina. A carne, de Julio Ribeiro, publicada un año después, fue una exploración casi pornográfica de la sexualidad y su relación con la herencia y el medio ambiente. Entre otras cosas, A carne incluye escenas de autosexualidad en las que la estimulación física está claramente relacionada con las fuerzas de la jungla, así como con la naturaleza humana. El avance en el tema y la descripción eróticos que fomentó el naturalismo se complementó desde otra dirección con la “sensualidad como forma de protesta” del Modernismo. 235 Hay indicios de esta tendencia en el guatemalteco Gómez Carrillo, que glorifica estética y bastante acientíficamente la carne y el instinto en un marco claramente filosófico. Los siguientes pasajes de las reflexiones de Gómez sobre una bailarina particularmente sensual son ilustrativos. “¿No es acaso el cuerpo humano el compendio de todas las ideas? Los brazos tienen elocuencia, las piernas expresan sentimientos, los senos conocen los 236 arcanos de la metafísica.” En un diálogo imaginario con la bailarina, dice: “Ven, ven de nuevo … ven a humillar The progress in erotic theme and description which naturalism fomented was complemented from a different direction by Modernism’s “sensuality as a form of protest”.235 There are signs of this tendency in Guatemala’s Gómez Carrillo, who aesthetically and quite unscientifically glorifies the flesh and instinct in a setting which is distinctly philosophical. The following passages from Gómez’s reflections on a particularly sensuous dancing girl are illustrative. “¿No es acaso el cuerpo humano el compendio de todas las ideas? Los brazos tienen elocuencia, las piernas expresan sentimientos, los senos conocen los arcanos de la metafísica.” 236 In an imaginary dialogue with the dancer, he says: “Ven, ven de nuevo … ven a humillar con tu desnudez [21] sagrada a la 235 Nota de Felker a pie de página: 28 Jean Franco, The Modern Culture of Latin America: Society and the Artist (New York: Frederick A. Praeger, 1967), p. 33. 236 Nota de Felker a pie de página: 29 Enrique Gómez Carrillo, Páginas escogidas, 3 vols. (Guatemala: Editorial “José de Pineda Ibarra,” Ministerio de Educación Pública, 1954), 3:293. 181 Versión original en inglés 1973 Fealdad moderna. ... Ven a enseñar al mundo ... lo único que el mundo ha olvidado de sus grandezas de otro tiempo, que es la locura del instinto” 237 This motif, which is carried through much of the erotic poetry of the modernist period in Latin America, develops into a cosmic sexuality in the 1930s. Traducción libre al español 2020 con tu desnudez [21] sagrada a la Fealdad moderna. ... Ven a enseñar al mundo ... lo único que el mundo ha olvidado de sus grandezas de otro tiempo, que es la locura del instinto”. 237 Este motivo, que se transmite a través de gran parte de la poesía erótica del período modernista en América Latina, se convierte en una sexualidad cósmica en la década de 1930. Para cuando escritores como el conde Keyserling estaban contribuyendo al mito del “continente del tercer día de la creación”, la mayoría de las semillas ya estaban sembradas para los desarrollos criollos híbridos en los que participó Flavio Herrera. La literatura de la tierra fue, como todos los movimientos, una criatura de los estados de ánimo y descubrimientos que la precedieron, y pocos de esos estados de ánimo y descubrimientos eran nativos de América. La naturaleza aparentemente indígena de los escritos de Rivera, Gallegos, Aranha, así como de Herrera, no es el resultado de que el hombre europeo finalmente llegue a articular los términos con un entorno extranjero y hostil en América, sino más bien el resultado de una dialéctica extranjera que se transpone a América y encuentra terreno fértil. La generación de Herrera fue creadora de una variedad latinoamericana de síntesis y solución de los difíciles problemas filosóficos de la época, y Herrera, como muchos de sus By the time writers like Count Keyserling were contributing to the creation of a Latin American myth, 238 the myth of the “continent of the third day of creation”, most of the seeds had already been planted for the hybrid creole developments in which Flavio Herrera took part. The literature of the land was, like all movements, a creature of the moods and discoveries that preceded it, and few of those moods and discoveries were native to America. The apparently indigenous nature of the writings of Rivera, Gallegos, Aranha, as well as Herrera, is not the result of European man finally coming to articulate terms with a foreign and hostile environment in America, but rather the result of a foreign dialectic being transposed to America and finding fertile ground. Herrera’s generation was the creator of a Latin American variety of synthesis and solution for the very difficult philosophical problems of the times, and Herrera, like many of his contemporaries, is essentially 237 238 Nota de Felker a pie de página: 30 Ibid., p. 295. “the creation of a Latin American myth”. Tachado en el original. 182 Versión original en inglés 1973 partisan to the scientistic conversion of the romantic universe. Unlike the indianistas, he does not see the tropics in terms of a deceptive utopía, for that would avoid the unavoidable Darwinian revolution. His philosophy belongs to monistic evolutionism and its literary counterpart in [22] naturalism. His concern for biological explanations is rooted in the Taine’s concept of race and a literary application of what Haeckel called “histionic memory” or the “unconscious memory of tissues”. 239 Cosmic sexuality or sensuality in Herrera betrays a combination of the innovations in description which Modernism and naturalism fostered, with a basically monistic world view. His pantheism and sense of world loss parallel the platonism of Graça Aranha and certain trends of neo–idealism. In short, Herrera mirrors the broad eclectic fusion which took place in Latin American letters during the first few decades of this century. The relatively wide scope of his eclecticism makes him one of the more representative writers of the period. 239 Traducción libre al español 2020 contemporáneos, es esencialmente partidario de la conversión cientificista del universo romántico. A diferencia de los indianistas, no ve los trópicos en términos de una utopía engañosa, pues eso evitaría la inevitable revolución darwiniana. Su filosofía pertenece al evolucionismo monista y su contraparte literaria en el naturalismo [22]. Su preocupación por las explicaciones biológicas tiene sus raíces en el concepto de raza de Taine y en una aplicación literaria de lo que Haeckel llamó “memoria hisiónica” o “memoria inconsciente de los tejidos”. 239 La sexualidad o sensualidad cósmica en Herrera traiciona una combinación de las innovaciones en la descripción, que fomentaron el modernismo y el naturalismo, con una visión del mundo básicamente monista. Su panteísmo y sentido de la pérdida del mundo son paralelos al platonismo de Graça Aranha y ciertas tendencias del neoidealismo. En definitiva, Herrera refleja la amplia fusión ecléctica que tuvo lugar en las letras latinoamericanas durante las primeras décadas de este siglo. El alcance relativamente amplio de su eclecticismo lo convierte en uno de los escritores más representativos de la época. Nota de Felker a pie de página: 31 Haeckel, p. 121. Donde dice: “the”, tachado en el original. 183 184 “Flavio Herrera: A Bibliography”. Por: William Felker (1978) En 1978 el investigador norteamericano, doctor William Felker, publicó el siguiente trabajo: Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. Revista interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978, págs. 291-304. En “Flavio Herrera: Una Bibliografía”, el autor describe pasajes importantes de la vida y obra literaria de Flavio Herrera, de la visita que efectuó en junio de 1972 a la casa “Triana”, que en junio de 1973 se convertiría en Casa de la Cultura Flavio Herrera, en donde descubrió el manuscrito de la novela inédita Hembra (publicada hasta en 1994 por Editorial Universitaria de la Universidad de San Carlos de Guatemala), y presenta la lista de obras y artículos divulgados en periódicos y revistas por el poeta, novelista y cuentista, así como la relación de otros trabajos sobre su vida y obra escritos por una gama de literatos dentro y fuera de Guatemala. Se considera que las opiniones expresadas por Felker en tan importante trabajo, escrito en idioma inglés, deben ser transcritas y puestas a disposición del público hispano hablante. A continuación, la transcripción y traducción libre (del inglés al español) de un fragmento del especial estudio de Felker, páginas [291] a [295], omitiendo las que contienen la lista en mención, porque estas figuran en: • Albizúrez Palma, Francisco y Barrios y Barrios, Catalina; Historia de la Literatura Guatemalteca. Guatemala : Tomo 2. Primera edición, primera reimpresión. Talleres de la Editorial Universitaria, Colección “Historia Nuestra”, Volumen No. 4. Universidad de San Carlos de Guatemala, 1999. Páginas 114 a 119, así como en • Albizúrez Palma, Francisco y Barrios y Barrios, Catalina; “Flavio Herrera”. En: Herrera, Flavio; Presencia y huella. Tomo V de la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. Páginas 119 a 145. La transcripción de la bibliografía que presentó Felker en 1978 se encuentra en páginas 120 a 126. Es penoso informar que Francisco Albizúrez Palma, responsable del estudio sobre Herrera, no especifica la fuente de donde la transcribió textualmente; solo menciona, y con errata en el apellido de Felker: “[…] Un recuento exhaustivo de la producción herreriana ha sido preparado por el profesor William L. Gelker.” Ídem., página 114. Seguidamente, una muestra del texto original: 185 186 Transcripción y traducción libre de páginas [291] a [295] del trabajo de William Lloyd Felker. Version original en inglés 1978 [291] Traducción libre al español 2020 [291] FLAVIO HERRERA: A BIBLIOGRAPHY FLAVIO HERRERA: UNA BIBLIOGRAFÍA WILLIAM FELKER Chowan College Murfreesboro, North Carolina, U.S.A. WILLIAM FELKER Universidad de Chowan Murfreesboro, Carolina del Norte, EE. UU. THE GUATEMALAN AUTHOR FLAVIO HERRERA (1894-1968) was an eclectic who blended numerous strains of foreign thought with a deep knowledge of his own country to create a hybrid literature of significant quality and dimension. Although he was a child of naturalism and Modernismo, and experimented with continental ideologies, Herrera’s important works were steps beyond these concerns. His major themes, erotic conflict, the problems of European man in a tropical milieu, and the effects of racial mixture on mestizo society, reflect an originality of psychological and sociological perspective. Several of his later prose works are definite contributions to the history of literature, and his final books of poetry contain selections which deserve serious attention. Herrera’s writings have received little analysis since his death, however, and he has never been widely known to North American critics. It is hoped that this study will facilitate access to source material and thereby promote an appreciation of the author and his works. EL AUTOR GUATEMALTECO FLAVIO HERRERA (1894-1968) fue un ecléctico que mezcló numerosas corrientes de pensamiento extranjero con un profundo conocimiento de su propio país para crear una literatura híbrida de gran calidad y dimensión. Aunque era hijo del naturalismo y el Modernismo, y experimentó con ideologías continentales, las importantes obras de Herrera fueron pasos más allá de estas preocupaciones. Sus temas principales, el conflicto erótico, los problemas del hombre europeo en un medio tropical y los efectos de la mezcla racial en la sociedad mestiza, reflejan una originalidad de perspectiva psicológica y sociológica. Varias de sus últimas obras en prosa son contribuciones definitivas a la historia de la literatura, y sus últimos libros de poesía contienen selecciones que merecen una seria atención. Sin embargo, los escritos de Herrera han recibido poco análisis desde su muerte y nunca ha sido ampliamente conocido por los críticos norteamericanos. Se espera que este estudio facilite el acceso al material fuente y, por lo 187 Version original en inglés 1978 Flavio Herrera grew up during the troubled years of Estrada Cabrera’s dictatorship. His parents, Victoria and Agustín Herrera, belonged to the ladino upper middle class, and Flavio attended the Colegio de Infantes, the Instituto de Varones, and then went on to study law at the University of San Carlos. He received his licenciatura in 1918. That year he published his Master’s thesis, “José Enrique Rodó y el americanismo literario,” as well as his first book of poetry, El ala de la montaña. The former is significant because it is the author’s first statement about the effects of race and environment on the Guatemalan spirit. Herrera was partisan of deterministic sociology; nevertheless, he did express hopes for a decidedly American literary and social synthesis of conflicting elements. El ala de la montaña is influenced by other forces, most notably Modernismo; the book is most important, however, for his basic philosophy is presented here, and it includes a pantheistic view of nature, a call for retreat from bourgeois reality, and an escape to an Arcadia where immortality and sexual ecstasy exist within cycles of eternal regeneration. The youthful dream of El ala de la montaña is that spiritual transcendence can be attained through a kind of erotic union with the universe. Traducción libre al español 2020 tanto, promueva la apreciación del autor y sus obras. Flavio Herrera creció durante los turbulentos años de la dictadura de Estrada Cabrera. Sus padres, Victoria y Agustín Herrera, pertenecían a la clase media alta ladina, y Flavio asistió al Colegio de Infantes, al Instituto de Varones, y luego pasó a estudiar Derecho en la Universidad de San Carlos. Recibió su licenciatura en 1918. Ese año publicó su tesis de licenciatura, “José Enrique Rodó y el americanismo literario”, así como su primer libro de poesía, El ala de la montaña. El primero es significativo porque es la primera declaración del autor sobre los efectos de la raza y el medio ambiente en el espíritu guatemalteco. Herrera era partidario de la sociología determinista; sin embargo, expresó esperanzas de una síntesis literaria y social decididamente americana de elementos en conflicto. El ala de la montaña está influenciado por otras fuerzas, entre las que destaca el Modernismo; el libro es más importante, sin embargo, porque su filosofía básica se presenta aquí, e incluye una visión panteísta de la naturaleza, un llamado a retirarse de la realidad burguesa y un escape a una Arcadia donde la inmortalidad y el éxtasis sexual existen dentro de ciclos de regeneración eterna. El sueño juvenil de El ala de la montaña es que la trascendencia espiritual se puede alcanzar a través de una especie de unión erótica con el universo. 188 Version original en inglés 1978 After the completion of his education, Herrera practiced law briefly, then became Secretary of the Guatemalan legation to Costa Rica in 1920. There, he made his debut into Central American high society, and his poetry made a favorable impression on the salons of San José. With the publication of book of short stories, La lente opaca, in 1921, his literary star began to rise. Soon after his return to Guatemala, however, he became involved in a scandal, and he left for Europe immediately. He studied a short time in Italy, traveled to Germany and Spain, then went to Paris, joining other Guatemalans who had made the pilgrimage to what they considered the center of the world. Herrera’s [292] second book of short stories, Cenizas, was published while he was still in Europe, and when he came home in 1923, he was in the vanguard of the Guatemalan “Generation of 1920”. The quality of Herrera’s short fiction, like that of his thesis and poetry, is uneven. Melodrama, contrived plot, sentimentality, and lack of verisimilitude disfigure some selections, while others are strikingly brutal and effective sketches of Guatemalan life. Techniques such as the dry, abrupt climax, the focus on curious or unusual figures and events, the use unexpected revelations, deliberate magnification of horror, and surprise endings alternately enhance and detract from the narratives. Themes range from rape in the jungle to Traducción libre al español 2020 Luego de completar su educación, Herrera ejerció brevemente la abogacía, luego se convirtió en Secretario de la legación guatemalteca en Costa Rica en 1920. Allí hizo su debut en la alta sociedad centroamericana, y su poesía dejó una impresión favorable en los salones de San José. Con la publicación del libro de cuentos, La lente opaca, en 1921, su estrella literaria comenzó a alzarse. Poco después de su regreso a Guatemala, sin embargo, se vio envuelto en un escándalo y partió a Europa de inmediato. Estudió un corto tiempo en Italia, viajó a Alemania y España, luego se fue a París, uniéndose a otros guatemaltecos que habían hecho la peregrinación a lo que consideraban el centro del mundo. [292] El segundo libro de cuentos de Herrera, Cenizas, se publicó cuando aún estaba en Europa, y cuando regresó a casa en 1923, estaba a la vanguardia de la “Generación de 1920” guatemalteca. La calidad de la ficción corta de Herrera, como la de su tesis y poesía, es desigual. El melodrama, la trama artificial, el sentimentalismo y la falta de verosimilitud desfiguran algunas selecciones, mientras que otras son bocetos sorprendentemente brutales y efectivos de la vida guatemalteca. Técnicas como el clímax seco y abrupto, el enfoque en figuras y eventos curiosos o inusuales, el uso de revelaciones inesperadas, la magnificación deliberada del horror y los finales sorpresivos mejoran y restan valor a las narraciones. Los temas van desde la violación en la jungla hasta la valentía 189 Version original en inglés 1978 unselfish bravery, but there is a decided taste for erotic situations, as well as an obsessive concern with Guatemala’s geographical and cultural isolation. In several key stories, the author explains extreme sexual behavior in terms of environmental deficiencies and the unhealthy effects of the jungle; this is a pivotal issue in the trajectory of his writings. Having experienced some trauma during puberty, Herrera attempts to describe his reactions in literary terms. He personifies the forces of nature and he sees his own chaotic feelings mirrored in the violent, sensuous landscape. Ignored by of Herrera’s commentators, the individual stories of a book he never published, “Mujeres,” are some of the author’s more interesting pieces. They form a transition between a frustrated rural sensuality in his early works, and the complex intrigues of his two major novels, El tigre (1934) and Caos (1949). They confirm that, despite criticism in his Master’s thesis of “la pornografia científica de Zola” and “exageraciones enfermizas” of naturalism, Herrera was no enemy of such trends. While his friends of the Generation of 1920 were thinking about the unity of the Central American states, social reform, educational relevance and the eradication of illiteracy, Herrera was following in the footsteps of those who had proposed to study morality through Traducción libre al español 2020 desinteresada, pero hay un gusto decidido por las situaciones eróticas, así como una preocupación obsesiva por el aislamiento geográfico y cultural de Guatemala. En varias historias clave, el autor explica el comportamiento sexual extremo en términos de deficiencias ambientales y los efectos nocivos para la salud de la selva; este es un tema fundamental en la trayectoria de sus escritos. Habiendo experimentado algún trauma durante la pubertad, Herrera intenta describir sus reacciones en términos literarios. Personifica las fuerzas de la naturaleza y ve sus propios sentimientos caóticos reflejados en el paisaje violento y sensual. Ignorado por los comentaristas de Herrera, las historias individuales de un libro que nunca publicó, “Mujeres”, son algunas de las piezas más interesantes del autor. Forman una transición entre una sensualidad rural frustrada en sus primeras obras y las complejas intrigas de sus dos grandes novelas, El tigre (1934) y Caos (1949). Confirman que, a pesar de las críticas en su tesis de licenciatura a “la pornografía científica de Zola” y “exageraciones enfermizas” del naturalismo, Herrera no fue enemigo de tales tendencias. Mientras sus amigos de la Generación de 1920 pensaban en la unidad de los estados centroamericanos, la reforma social, la relevancia educativa y la erradicación del analfabetismo, Herrera seguía los pasos de quienes se habían propuesto estudiar la moral a través del 190 Version original en inglés 1978 the erotic genre. In addition to the thematic variations which expand the writer’s treatment of sexual behavior, the pieces of “Mujeres” display improvements in technique and point of view which mark a new phase in his writing. During the twenties, Herrera divided his energies among teaching, managing his coffee plantations on the southern coast, and practicing law in Quezaltenango. In addition, he occasionally found time to write for the newspaper El Imparcial. His efforts, however, were not always equal to the demands of his work, and he began to experience financial difficulties. Coffee prices fell in 1929, and Herrera’s agricultural plans had to be temporarily abandoned. He settled in Guatemala City during the spring of 1930, and began the most creative time of his life. Between 1931 and 1938, he published five collections of poetry and four novels. The period was the height of his career. He solidified his national reputation and established himself as a serious American writer. The novel El tigre (1932) is the most accomplished of the seven books Herrera wrote in the 1930’s, and is a good example of the criollismo which was becoming popular in Guatemala as well as in much of Latin America. The work’s real significance, however, lies in its complex exploration of the mestizo’s Traducción libre al español 2020 género erótico. Además de las variaciones temáticas que amplían el tratamiento que el escritor da a la conducta sexual, las piezas de “Mujeres” muestran mejoras en la técnica y el punto de vista que marcan una nueva etapa en su escritura. Durante los años veinte, Herrera dividió sus energías entre la docencia, el manejo de sus plantaciones de café en la costa sur y el ejercicio de la abogacía en Quetzaltenango. Además, ocasionalmente encontraba tiempo para escribir para el diario El Imparcial. Sin embargo, sus esfuerzos no siempre estuvieron a la altura de las exigencias de su trabajo y comenzó a experimentar dificultades económicas. Los precios del café cayeron en 1929 y los planes agrícolas de Herrera tuvieron que abandonarse temporalmente. Se instaló en la ciudad de Guatemala durante la primavera de 1930 y comenzó la época más creativa de su vida. Entre 1931 y 1938, publicó cinco colecciones de poesía y cuatro novelas. El período fue el apogeo de su carrera. Consolidó su reputación nacional y se estableció como un escritor americano serio. La novela El tigre (1932) es el más logrado de los siete libros que escribió Herrera en la década de 1930, y es un buen ejemplo del criollismo que se estaba volviendo popular en Guatemala y en gran parte de América Latina. El verdadero significado de la obra, sin embargo, radica en su compleja exploración de la 191 Version original en inglés 1978 disassociation from his environment. The book is pessimistic in that [293] the hero falls short of coming to terms with the land and its Indian inhabitants. The optimistic side of El tigre is found the author’s recognition that hidden somewhere in the essence of the wilderness lies the secret to what he called the “divorcio del ambiente.” Here is Herrera’s first literary synthesis of the major preoccupations that appear in his previous works. In El ala de la montaña, La lente opaca, and Cenizas, nature had provoked unusual passion in the characters, disorienting and even turning them against themselves. The principal changes in Herrera’s outlook during the fifteen years following his first poetry involved a new concept through which man could find a meaningful place in essentially hostile and foreign surroundings. The protagonist of El tigre discovered an insight which had eluded his counterparts in Herrera’s earlier fiction; he gained a vision of the jungle as a primitive, but possibly benevolent netherworld, as opposed to an inexplicably malevolent paradise. By 1939, Herrera’s creative energies were turned to more immediate concerns. He once again experienced economic problems, and he was involved with a movement against Jorge Ubico. Having become and embarrassment to the government, Herrera was sent to the Traducción libre al español 2020 disociación del mestizo de su entorno. El libro es pesimista en el sentido de que [293] el héroe no llega a un acuerdo con la tierra y sus habitantes indios. El lado optimista de El tigre se encuentra en el reconocimiento del autor de que escondido en algún lugar de la esencia del desierto se encuentra el secreto de lo que llamó el “divorcio del ambiente”. Aquí está la primera síntesis literaria de Herrera, de las principales preocupaciones que aparecen en sus trabajos anteriores. En El ala de la montaña, La lente opaca y Cenizas, la naturaleza había provocado una pasión inusual en los personajes, desorientando e incluso volviéndolos contra sí mismos. Los principales cambios en la mirada de Herrera durante los quince años posteriores a su primera poesía implicaron un nuevo concepto a través del cual el hombre podía encontrar un lugar significativo en un entorno esencialmente hostil y ajeno. El protagonista de El tigre descubrió una intuición que había eludido a sus contrapartes en la ficción anterior de Herrera; obtuvo una visión de la jungla como un inframundo primitivo, pero posiblemente benevolente, en contraposición a un paraíso inexplicablemente malévolo. En 1939, las energías creativas de Herrera se dirigieron a preocupaciones más inmediatas. Volvió a tener problemas económicos y participó en un movimiento contra Jorge Ubico. Habiéndose convertido en una vergüenza para el gobierno, Herrera fue enviado a los Estados Unidos para 192 Version original en inglés 1978 United States to study North American education. During his trip abroad, he married Mercedes Duchez, a Guatemalan who had been studying in California. On his return, he again took part in pressures against Ubico. Although forced to flee the country in July 1944, he supported the Revolution of Octuber 20 and he was briefly considered for appointment as provisional president of Guatemala. After the fall of Ubico, Herrera received a diplomatic assignment in Argentina. There, he completed his two best works, 20 rábulas en flux, and Caos. The former is a collection of short stories and cuadros de costumbre which provides a rollicking portrait of student life during the Cabrera period, with special attention paid to the adventures of his decadent “Generation of 1912.” Its panorama includes an outraged landlady who covers boisterous pupils of the Facultad de Derecho with the contents of her chamber pots, sympathetic and generous prostitutes, hopelessly romantic lovers, various idiotic professors and other bizarre characters who, doubtlessly, peopled Herrera’s world in one form or another. The stories are narrated with color and nostalgia, are full of frank realism and earthy humor. Many seem to be embellished school memories, and are the only Herrera’s writings which show the extroverted side of his personality. Caos, published three years after 20 rábulas, presents a significantly Traducción libre al español 2020 estudiar educación norteamericana. Durante su viaje al exterior se casó con Mercedes Duchez, una guatemalteca que había estado estudiando en California. A su regreso, volvió a participar en las presiones contra Ubico. Aunque se vio obligado a huir del país en julio de 1944, apoyó la Revolución del 20 de octubre y fue considerado brevemente para su nombramiento como presidente provisional de Guatemala. Después de la caída de Ubico, Herrera recibe una asignación diplomática en Argentina. Allí completó sus dos mejores obras, 20 rábulas en flux y Caos. El primero es una colección de cuentos y cuadros de costumbre que ofrece un retrato alegre de la vida estudiantil durante el período de Cabrera, con especial atención a las aventuras de su decadente “Generación de 1912”. El panorama incluye a una casera indignada que cubre a bulliciosos alumnos de la Facultad de Derecho con el contenido de sus orinales, prostitutas simpáticas y generosas, amantes desesperadamente románticos, varios profesores idiotas y otros personajes extravagantes que, sin duda, poblaron el mundo de Herrera de una forma o de otra. Las historias están narradas con color y nostalgia, están llenas de franco realismo y humor terrenal. Muchos parecen ser recuerdos escolares embellecidos, y son los únicos escritos de Herrera que muestran el lado extrovertido de su personalidad. Caos, publicado tres años después de 20 rábulas, presenta soluciones 193 Version original en inglés 1978 modified solutions to old problems. It is the result of a long progression from Herrera’s earliest verses to a very sophisticated human treatment of personal and social issues. The dilemmas which confronted the protagonist in his other works, including El tigre, had always remained essentially unexplained. Driving passions were ultimately depicted in terminology which contributed to the creation of stereotypes rather than characters. In Caos, Herrera translates the persistent questions of man his circumstances to a clearly psychological level. Fascination with nature is here to be less the result of telluric forces than of a troubled and inconclusive puberty. The study of “latinismo inferior” and the Guatemalan environment, through which he had previously [294] attempted to explain his feelings, are exposed in this final novel as concentric circles of the author’s violent and tragic youth. After the publication of Caos, Herrera’s personal life and literary production deteriorated. Alcoholism and diabetes sapped his energies. He was divorced in 1950; he married a college student the next year, and was divorced once more soon afterwards. An unpublished novelette, “Hembra,” was completed prior to 1954, and concerns Herrera’s old obsession with the internal ravages of erotic entanglement. In 1958, Traducción libre al español 2020 significativamente modificadas a viejos problemas. Es el resultado de una larga progresión desde los primeros versos de Herrera hasta un tratamiento humano muy sofisticado de los problemas personales y sociales. Los dilemas a los que se enfrentó el protagonista en sus otras obras, entre ellas El tigre, siempre habían quedado esencialmente sin explicación. Las pasiones motrices se plasmaron en última instancia en una terminología que contribuyó a la creación de estereotipos en lugar de personajes. En Caos, Herrera traduce las persistentes interrogantes del hombre sobre sus circunstancias a un nivel claramente psicológico. La fascinación por la naturaleza es aquí menos el resultado de fuerzas telúricas que de una pubertad turbulenta e inconclusa. El estudio del “latinismo inferior” y el medio guatemalteco, a través del cual previamente [294] había intentado explicar sus sentimientos, se exponen en esta última novela como círculos concéntricos de la violenta y trágica juventud del autor. Después de la publicación de Caos, la vida personal y la producción literaria de Herrera se deterioró. El alcoholismo y la diabetes minaron sus energías. Se divorció en 1950; se casó con una estudiante universitaria al año siguiente y se divorció una vez más poco después. Una novela inédita, “Hembra”, se completó antes de 1954, y trata de la vieja obsesión de Herrera con los estragos internos del enredo erótico. En 1958, envió una copia mecanografiada a 194 Version original en inglés 1978 he sent a typed copy to Seymour Menton, who was then compiling his history of the Guatemalan novel. After that, there seems to be no indication that he tried to bring the work to press. It remained with his papers until 1972, when I discovered it and included it as an appendix to my dissertation on his life and writings. In all, “Hembra” is far less polished than any of the author’s others novels, but it does provide an enlightening finale for all his stories of paranoia. A collection of poetry, Oros de otoño, was published after the death of his mother in 1962, and expresses, in some of Herrera’s best verse, the physical and mental decline of his last years. Illness kept him confined to his home. He was depressed and in pain, and life hay evidently lost its meaning. While memories could have been sweet, they apparently were not. “No estoy soñando,” he stated in his poems, “vivo pesadillas.” He lamented his boredom, his lack of spiritual horizon, his disillusionment, and his inability to carry on his youthful adventures. Later poems do not suggest change of attitude: Patio and nube (1964), his final book of poetry, expresses a deepening of negative themes. Certain verses reflect a melancholy resignation to death, while others repeat the fear and desolation of Oros de otoño. Neither of these last books are consistently well enough written to be considered, in their totality, as great works of Guatemalan letters: however, Traducción libre al español 2020 Seymour Menton, quien entonces estaba compilando su historia de la novela guatemalteca. Después de eso, no parece haber indicios de que intentara llevar el trabajo a imprenta. Permaneció con sus trabajos hasta 1972, cuando lo descubrí y lo incluí como apéndice de mi disertación sobre su vida y sus escritos. En total, “Hembra” está mucho menos pulida que cualquiera de las otras novelas del autor, pero proporciona un final esclarecedor para todas sus historias de paranoia. Una colección de poesía, Oros de otoño, se publicó después de la muerte de su madre en 1962 y expresa, en algunos de los mejores versos de Herrera, el deterioro físico y mental de sus últimos años. La enfermedad lo mantuvo confinado en su casa. Estaba deprimido y dolorido, y evidentemente la vida había perdido su significado. Si bien los recuerdos podrían haber sido dulces, aparentemente no lo fueron. “No estoy soñando”, decía en sus poemas, “vivo pesadillas”. Lamentó su aburrimiento, su falta de horizonte espiritual, su desilusión y su incapacidad para continuar sus aventuras juveniles. Los poemas posteriores no sugieren un cambio de actitud: Patio y nube (1964), su último libro de poesía, expresa una profundización de los temas negativos. Ciertos versos reflejan una melancólica resignación a la muerte, mientras que otros repiten el miedo y la desolación de Oros de otoño. Ninguno de estos últimos libros está lo suficientemente bien escrito para ser considerado, en su totalidad, como grandes 195 Version original en inglés 1978 they do contain Herrera’s best poetry as well as his most penetrating visions of human destiny. Their most disconcerting lesson is that the value of individual ecstasy through sexuality and identification with nature is minimal and ephemeral; the author’s elaborate novelistic experiences with transcendence were irrelevant in the face of age and death. Flavio Herrera’s life and works are a progressive revelation of compulsion and disorientation in which literary melodrama is balanced with intimate tragedy and personal drama. His greatest writings, the poems of old age, the confessional Caos, and the ribald 20 rábulas, deserve a firm place in Latin American literature. The rest of his works listed here are useful from both a biographical and critical point of view. Every writer’s works offer lesson in literary history, and Herrera is no exception. He was a product of his nation and his age, reflecting the literary traits and social concerns of early twentiethcentury Guatemala. A study of his prose provides an enlightening view of Central American criollismo and keys to understanding the sources of anthropomorphism, brutality and sexuality in the modern novel. Most significantly, the broad scope of Herrera´s complete works enables the reader to explore in depth the intricacies of psychological, ideological and literary Traducción libre al español 2020 obras de letras guatemaltecas; sin embargo, contienen la mejor poesía de Herrera, así como sus visiones más penetrantes del destino humano. Su lección más desconcertante es que el valor del éxtasis individual a través de la sexualidad y la identificación con la naturaleza es mínimo y efímero; las elaboradas experiencias novelísticas del autor con la trascendencia eran irrelevantes frente a la edad y la muerte. La vida y obra de Flavio Herrera son una revelación progresiva de compulsión y desorientación en la que el melodrama literario se equilibra con la tragedia íntima y el drama personal. Sus mayores escritos, los poemas de la vejez, el Caos confesional y los 20 rábulas obscenos, merecen un lugar firme en la literatura latinoamericana. El resto de sus obras enumeradas aquí son útiles tanto desde un punto de vista biográfico como crítico. Las obras de todos los escritores ofrecen lecciones de historia literaria y Herrera no es una excepción. Fue un producto de su nación y su época, reflejando los rasgos literarios y las preocupaciones sociales de la Guatemala de principios del siglo XX. Un estudio de su prosa proporciona una visión esclarecedora del criollismo centroamericano y claves para comprender las fuentes del antropomorfismo, la brutalidad y la sexualidad en la novela moderna. Más significativamente, el amplio alcance de la obra completa de Herrera permite al lector explorar en profundidad las complejidades del desarrollo psicológico, ideológico y 196 Version original en inglés 1978 development, which ultimately lead to major contributions to the history of literature. Among the sources for the bibliography which follows were Herrera’s [295] personal papers and manuscripts found at his former home, “Triana,” on the Avenida Mariscal in Guatemala City (the house has been restored by the University of San Carlos and all documents there belong to the university), the files of the daily El Imparcial of Guatemala City, and the Archivo Nacional of Guatemala. Despite the numerous brief studies of Herrera’s works which have appeared in Guatemala, no attempt has ever been made to present a unified list of his writings in all genres. This bibliography in the first such attempt. My findings were discussed with three of Herrera’s most intimate acquaintances: David Vela, literary historian and critic, and longtime editor of El Imparcial, and a friend of Herrera since before 1920; Ricardo Estrada, author of Flavio Herrera: su novela, and one of his closest friends; and Mercedes Duchez, Herrera’s first wife. Traducción libre al español 2020 literario, que en última instancia conduce a importantes contribuciones a la historia de la literatura. Entre las fuentes para la bibliografía que sigue se encuentran los documentos [295] personales y manuscritos de Herrera encontrados en su antigua casa, “Triana”, en la Avenida Mariscal en la Ciudad de Guatemala (la casa ha sido restaurada por la Universidad de San Carlos y todos los documentos pertenecen a la universidad), los archivos del diario El Imparcial de la Ciudad de Guatemala y el Archivo Nacional de Guatemala. A pesar de los numerosos estudios breves de las obras de Herrera que han aparecido en Guatemala, nunca se ha intentado presentar una lista unificada de sus escritos en todos los géneros. Esta bibliografía en el primer intento de este tipo. Mis hallazgos fueron discutidos con tres de los conocidos más íntimos de Herrera: David Vela, historiador y crítico literario, y editor de El Imparcial desde hace mucho tiempo, y amigo de Herrera desde antes de 1920; Ricardo Estrada, autor de Flavio Herrera: su novela, y uno de sus amigos más cercanos; y Mercedes Duchez, primera esposa de Herrera. 197 198 Flavio Herrera, el joven. Por: Adolfo Méndez Vides, 2020 Oculta Flavio Herrera, el joven En este texto, Méndez Vides repasa en una de las obras tempranas del criollista. Como bien dice el autor, vale la pena mirar a esa obra que antecedió su gran trilogía. FECHA DE PUBLICACIÓN: 05–05–20 Por: Adolfo Méndez Vides El novelista guatemalteco Flavio Herrera (1895–1968) dedicó la vida a la Literatura y a la educación, y dejó su legado a la Universidad de San Carlos, editora de su Trilogía del trópico: ‘El tigre’, ‘La tempestad’ y ‘Caos’. En 1918, en plena época de “gripe española”, terminó sus estudios universitarios y viajó a Europa, a continuar sus estudios jurídicos en Leipzig, donde la literatura se le 199 atravesó, y lo empujó a Roma y a Madrid, donde compartió la tertulia bohemia de Ramón Gómez de la Serna y la escuela de don Ramón del Valle Inclán. Volvió a la Guatemala rural imposibilitado a recuperarse de la impresión, como administrador de fincas familiares, para vivir entre gente misteriosa, aturdido por el canto de los pájaros y desvelado por el necio trabajo de los grillos que se raspan las patas de violín con todo el tedio del mundo. Era joven, soñador, enamorado de la gloria y se sumergió en Bulbuxyá, una paradisíaca finca calurosa de San Antonio Suchitepéquez. Tocó por un tiempo la cima urbana del siglo XX y fue destinado a otra realidad. Se le ubica como parte de la Generación del cometa Halley o de 1910, o de los autores del terremoto de la Navidad de 1917, que fueron del modernismo a la exploración de las vanguardias y al criollismo. Sus primeras publicaciones datan de 1921, y en 1923 aparece en Leipzig, en la editorial Bernhard Tauchnitz el libro ‘Cenizas’, con diez cuentos de juventud, donde se pueden apreciar las preocupaciones de nuestro escritor. Los protagonistas son hombres solteros y mundanos, educados en Europa, propietarios de fincas, que han tenido que dejar la buena vida, la champaña y el buen vestir, para dedicarse al trabajo en el campo, a actividades rentables pero aburridas que aceptan resignados como una condena. Un documento valioso para entender la sensibilidad de la época y lo que vivió o experimentó emotivamente nuestro escritor en sus años de abandono, cuando “un naufragio me hubiera hecho feliz”. La narración despliega abulia, vida disipada y sibarita, la condenada aceptada de vivir en el campo, entre paredes de tablas sin cepillar, como describe en ‘El miedo’, alejado del tradicional refinamiento del mundo desarrollado. Y con una impresionante capacidad para adivinar el futuro se describe desde su juventud, proyectado en uno de sus protagonistas: “Soy como aquel solterón que nunca se casó por mujeriego y, ya en la triste madurez, cuando empiezan a nevar en el pelo los inviernos, se pasaba las horas, oyendo una vocecita musical y doliente, una dulce vocecita que gemía tras las bardas de su casa. (…) pero él ya había edificado un sueño a su modo. Procedía como algunos sabios arqueólogos que, por un detalle, una piedra, coligen y reconstruyen la arquitectura cabal de un monumento milenario”. Así prefigura la vida futura de viejo “reumático y saudoso”, en lo que más o menos se convirtió con el tiempo, escribiendo siempre, en una tierra donde los finqueros educados se entregaban a perseguir aventuras amorosas despiadadas con tal de “matar la murria del pueblón”. Ya entonces el joven escritor le planteaba a sus personajes la pregunta qué le habrán hecho a él más tarde sus amigos: “Por qué no te casaste?”. Y la respuesta se encuentra vagando en la memoria de su vida en Europa, en aquello a lo que se habituó para renunciar. El autor era joven cuando escribió ‘Cenizas’, y la imagen que nos presenta de la Guatemala de entonces es la del “tedio que le ahuecaba la vida”. ¿Qué podía hacer alguien 200 educado y soñador sino “jactarse de mundano”? La falta de entusiasmo llena las páginas y las preocupaciones de ‘Cenizas’, una obra inicial de un autor que más tarde se llenó de Guatemala y escribió una hermosa trilogía novelesca. En estos días de cuarentena, valdría la pena emprender la relectura de sus primeras obras para identificar la memoria del terremoto y la Gripe española, tragedias que de alguna manera lo debieron de conmover, o su trasunto. TOMADO DE: Méndez Vides, Adolfo; “Flavio Herrera, el joven”. Guatemala : elPeriódico, edición digital del 5 de mayo de 2020, en https://elperiodico.com.gt/oculta/2020/05/05/flavio-herrera-eljoven/. Cabe acotar que Méndez Vides recuerda al lector que en Madrid Flavio Herrera “compartió la tertulia bohemia de Ramón Gómez de la Serna”, (1888–1963), un experto en greguerías. Quizá en él se inspiró al componer muchos de sus hai–kais. El investigador norteamericano Richard L. Jackson señaló en 1966, después de comentar sobre el escritor español Xavier Villaurrutia a quien le asigna el papel de iniciador de las greguerías en México: Todavía más que los escritores mexicanos, el guatemalteco Flavio Herrera consiguió recrear de forma infantil la realidad —muy patente en la greguería de Gómez de la Serna— basándose en el normal funcionamiento de la imaginación que en primer 201 lugar re–descubre las cosas y después las transforma, por el arte, en nuevas y brillantes entidades, como si fueran vistas por primera vez. Abundan los ejemplos: “El canario: ¿Quién ha puesto en la jaula una yema de huevo con ala?” “El papagayo: una antorcha que canta.” “Los cuervos: papeles quemados que arremolina el viento.” “el ciempiés: un peine vagabundo.” “La orquídea: ¿es el alma de la nieve?” “La laguna: jícara de cristal para el chorro del cielo (‘Poesía horizontal’, Cosmos indios).” No cabe duda que Flavio Herrera en estos ejemplos ha captado la impresión buscada en la greguería: la metáfora sorprendente y humorística que nos ofrece una nueva perspectiva inesperada de alguna faceta desatendida de la realidad. Veamos algunas de Gómez de la Serna que comparten la misma agudeza de visión: “Lira: música entre paréntesis.” “Luna en el lago: leche condensad mezclándose al té.” “Nubes: ríos vagabundos.” “El perfume es el eco de las flores.” 240 Jackson, Richard L. “Apuntes sobre la lengua greguerística en la poesía contemporánea hispanoamericana.” Hispanófila, no. 28, 1966, pp. 49–58. 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Arzú, José; “¿Cómo escribe usted? Entrevistas de José Arzú. Flavio Herrera, al decirnos como escribe, hace interesante referencia a la génesis de sus bellas novelas”. Guatemala : El Imparcial, sábado 18 de enero de 1936. Páginas 3 y 8. Arzú, José; “El libro de Flavio Herrera”. Guatemala : Diario de Centro América, miércoles 20 de julio de 1921. Página 5. Sobre La lente opaca. Boletín de Museos y Bibliotecas; “Curso de Derecho Romano por el Licenciado Flavio Herrera”. Guatemala : Director Rafael Arévalo Martínez. Publicaciones de la Secretaría de Educación Pública. Año II, Época 2ª, Número 2, julio de 1942. Páginas 45 a 47. Brañas, César; “Confines y problemas de la generación del novecientos veinte (contribución al estudio de nuestro desenvolvimiento intelectual). V. Algunos nombres y algunas obras”. París, septiembre de 1928. Guatemala : El Imparcial, lunes 1 de octubre de 1928. Página 3. Recorte de periódico en Archivo Histórico Casa de la Cultura Flavio Herrera. Véase texto completo en: “Confines y problemas de la generación del novecientos veinte (contribución al estudio 207 • • • • • • • • • • • • • • de nuestro desenvolvimiento intelectual)”. Guatemala : Revista Política y Sociedad. Escuela de Ciencia Política, Universidad de San Carlos de Guatemala. No. 37, Año 1999. Páginas 159 a 173. Córdova, Alejandro; “Perfiles criollos. El choteo literario”. Guatemala : Diario de Centro América, viernes 21 de octubre de 1921. Página 1. Compadece a Flavio Herrera porque no encuentra apoyo para su producción literaria, siendo uno de los mejores exponentes del cenáculo de intelectuales. Diario de Centro América; Cenizas de Flavio Herrera. Guatemala : edición del viernes 16 de noviembre de 1923. Página 1. Crítica y comentarios al libro de cuentos. Diario de Centro América; El libro de Carlos Samayoa Chinchilla. Guatemala : edición del martes 4 de septiembre de 1934. Página 2. Se trata de Madre Milpa, con dictamen de Flavio Herrera. Diario de Centro América; Flavio Herrera se separa de nosotros. Guatemala : edición del jueves 20 de abril de 1922. Página 1. Informa que Flavio Herrera se retira de la sección “Propósitos y noticias” o “Los jueves del Diario”. Explica que se hará cargo de otro periódico. Diario de Centro América; La Universidad comprará ejemplares de “El Tigre” y “Madre Milpa”. Guatemala : edición del lunes 10 de septiembre de 1934. Página 2. De Flavio Herrera y Carlos Samayoa Chinchilla, respectivamente. Diario de Centro América; Las autoridades del Quiché laboran por el progreso del departamento. Guatemala : edición del viernes 21 de septiembre de 1934. Página 6. Un homónimo de Flavio Herrera, capturado. Diario de Centro América; Nueva edición de “El Tigre”. Guatemala : edición del lunes 1 de octubre de 1934. Página 3. El Imparcial; ¿Quién será el rector de la Universidad? Se postulan tres candidatos para las próximas elecciones. Se trata de los doctores Carlos Federico Mora y Ernesto Alarcón y el licenciado Flavio Herrera, actual Rector Suplente de la Universidad. Guatemala : edición del martes 5 de junio de 1923. Página 1. El Imparcial; Clausura del año en la Universidad. Programa que tendrá desarrollo mañana domingo. Guatemala : sábado 3 de marzo de 1934. Página 1. Informa que el 4 de marzo la Universidad realizaría el acto de clausura del ciclo lectivo 1933-1934, que se entregarían los premios a las mejores tesis del año por cada Facultad que lo tenía establecido, y que Flavio Herrera dictaría la conferencia “El milagro Hispanoamericano”. El Imparcial; Dos libros guatemaltecos más allá de las fronteras. Angustia, de Raúl Leiva, y Estancias de la montaña, de León Aguilera. Guatemala : martes 28 de julio de 1942. Páginas 1 y 6. El Imparcial; Estancias de la montaña. Poemas de León Aguilera. Sierra de las minas; prologa Alejandro Córdova. Guatemala : martes 16 de junio de 1942. Página 1. El Imparcial; Flavio Herrera va a publicar un nuevo libro. “Mujeres” es el bello título. Guatemala : jueves 6 de diciembre de 1923. Página 1. El Imparcial; Los justos homenajes. El crepúsculo de Flavio Herrera. Guatemala : martes 14 de junio de 1966. Página 13. El Imparcial; Los poetas de Guatemala. Poemas inéditos o seleccionados por sus autores. Flavio Herrera: Las primicias de “El ala en el mar”. Guatemala : sábado 15 de marzo de 1924. Página 5. 208 • • • • • • • • • • • • • • Contiene los poemas: De viaje; De cada amor; Experiencia; La vida; Aria de olvido; Llama; Ya te vas, tarde…; La secreta ternura; Tu poema; La sonrisa; El alma; y, Finis. El Imparcial; Nosotros ante la vida. Iniciación del ciclo lectivo 1934. Guatemala : miércoles 16 de mayo de 1934. Página 3. El Imparcial; Nueva novela de Flavio Herrera. Guatemala : jueves 26 de septiembre de 1946. Página 3. Se refiere a 20 Rábulas en flux. El Imparcial; Rafael Cardona ya no está en El Imparcial. Tiene sus ideas sobre México. Guatemala : lunes 17 de marzo de 1924. Páginas 1 y 8. El Imparcial; Recepción de trabajos del segundo torneo literario latinoamericano. Será hasta el 14 de septiembre próximo habiéndose formado ya los jurados para los tres certámenes. Guatemala : jueves 30 de julio de 1942. Páginas 1 y 2. Flavio Herrera, miembro del jurado en la rama de obra en prosa de tema no ficticio y Miguel Ángel Asturias en la de obras literarias en prosa para jóvenes. El Imparcial; Un grande de nuestras letras ha muerto: Flavio Herrera. Hizo de El Imparcial un hogar para su intelecto. Guatemala : jueves 1 de febrero de 1968. Páginas 1 y 2. El Imparcial; Valiosas conquistas de El Imparcial. Los escritores Rafael Cardona y Flavio Herrera ingresan en el periódico y el número de páginas se ha aumentado. Foto de Flavio Herrera y del poeta costarricense Rafael Cardona. Guatemala : martes 30 de octubre de 1923. Páginas 1 y 10. Erickson, Martin E.; “Escritores Modernistas de Guatemala. Carlos Wyld Ospina. Es este el primero de una serie de tres estudios; los otros tratan de Flavio Herrera y Rafael Arévalo Martínez”. Revista Iberoamericana, [S.l.], p. 479-492, mayo 1943. ISSN 2154-4794. Disponible en: <https://revista-iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/1119/1352>. ----------; “Escritores modernistas de Guatemala. Flavio Herrera”. Revista Iberoamericana, [S.l.], p. 291300, nov. 1944. ISSN 2154-4794. Disponible en: <http://revistaiberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/3050/3233 >. ----------; “Guatemala, asilo de escritores hispanoamericanos”. Revista Iberoamericana, [S.l.], p. 115-120, mayo 1942. ISSN 2154-4794. Disponible en: <https://revistaiberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/975/1211 >. Estrada h., Ricardo; “Flavio Herrera, Emérito”. Guatemala : El Imparcial, martes 14 de junio de 1966. Página 13. Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía]. Revista interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978, págs. 291-304. Henríquez Ureña, Max; “Breve Historia del Modernismo. América Central (Capítulo de «Breve Historia del Modernismo». Max Henríquez Ureña. Fondo de Cultura Económica –México– Buenos Aires. Primera edición 1954)”. En: El Salvador : Cultura. Revista del Ministerio de Cultura. Número 1. Enero–Febrero 1955. Director, Manuel Andino. Páginas 109 a 124. Herrera, Flavio; “Antífona de El Tigre. Los personajes de la novela reclaman al autor”. Guatemala : El Imparcial, jueves 22 de mayo de 1952. Páginas 9 y 15. ----------; “23 Hai–kais del Trópico”. Playas de Macuto, 1923. Guatemala : El Imparcial, sábado 11 de julio de 1925. Página 5. NOTA: Las Playas de Macuto se ubican en Venezuela. Incluye los 209 • • • • • • • • • • • • • siguientes: Los zopilotes; Escándalo; Tarde; El pueblo; La canoa; La pipa; La hamaca; Alarma; Recental blanco; Persecución; El dolor del árbol; Amor; Por ti; Secreto; Tal vez; Relatividad; Corazón; ¿Para qué…?; Confianza; Duda; Plenitud; El murciélago; y, El sauce de la orilla. ----------; “7 Hai–kais marinos”. Guatemala : El Imparcial, sábado 11 de julio de 1925. Página 5. Incluye los siguientes: Crepúsculo; Salvas; Lujuria; Pasión; Las gaviotas; Previsión; y, Finis. Olvido. ----------; “7 Hai–kais”. Guatemala : El Imparcial, sábado 25 de julio de 1925. Página 5. Incluye los siguientes: Ternura; Opio; Cuna; Sismo; Geórgica; Pax; y, Maestro. ----------; “8 Hai–kais. Para Alfonso Cravioto. Guatemala : El Imparcial, miércoles 15 de julio de 1925. Página 3. Incluye los siguientes: El sol; En la playa; La mirada; Ruego; Una vela; Confianza; Vínculo; y, Lobo marino. ----------; “Ahora el río pasa…”. (Poema de Sierras adentro). Guatemala : El Imparcial, jueves 10 de diciembre de 1925. Página 5. ----------; “Cinco Hai–kais. Para Luis Quintanilla”. Guatemala : El Imparcial, sábado 6 de noviembre de 1926. Tercera sección. Página 3. Incluye los siguientes: Los cocoteros; Los loros; Milagro; El guacamayo; y, El túnel. ----------; “Cuentos de amor. Su recuerdo. Del libro ‘Mujeres’”. Guatemala : El Imparcial, lunes 24 de diciembre de 1923. Página 4. ----------; “De sierra adentro” (cuento). Guatemala : El Imparcial, sábado 19 de enero 1924. Página 8. ----------; “Discurso del Lic. Flavio Herrera, en la clausura del año lectivo en la Universidad Nacional”, de 1920, publicado en Studium, Año I, No. 4 (mayo de 1921, de 32 páginas). Cfr. Quintana, Epaminondas; Historia de la generación de 1920. Guatemala : Tipografía Nacional, 1971. Página 185. ----------; “Discurso pronunciado por el Licdo. don Flavio Herrera, en la Universidad Nacional, al clausurarse el año lectivo de 1920”. En: Herrera, Flavio; Presencia y huella. Tomo V de la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. Páginas 3 a 7. En nota al pie de página 3 se indica: “Discurso en la Universidad Nacional. Revista Studium (Guatemala), 1 (4): 21-22, 1921.” ----------; “Ecos del Cuarto Congreso Internacional de Literatura celebrado en Cuba”. Guatemala : El Imparcial, miércoles 4 de mayo de 1949. Página 3. Parte I. Las partes II a V fueron publicadas en fechas 6, 10, 11 y 12 de mayo, algunas en página 3 y otras en página 9, todas en la “Sección Editorial”. ----------; “El corazón viajero. Primera noche de Venecia. Para Rafael Cardona”. Guatemala : El Imparcial, sábado 2 de febrero de 1924. Página 3. ----------; “El corazón viajero. Verona – La tumba de Julieta. Crónica exclusiva para El Imparcial”. Guatemala : El Imparcial, sábado 15 de septiembre de 1923. Página 13. ----------; “El milagro hispanoamericano”. Guatemala : El Imparcial, martes 6 de marzo de 1934. Páginas 5 y 6. Recorte de periódico en mal estado y roto en algunas de sus partes, resguardado en el Archivo Histórico de Casa de la Cultura Flavio Herrera. Se trata del mismo texto que posteriormente y en ese año publicó el autor: Herrera, Flavio; ----------; Hacia el milagro hispanoamericano. Apuntes de sociología guatemalteca. (Conferencia pronunciada en la clausura del Año lectivo de 1933 en la Universidad Nacional, por el Licenciado FLAVIO 210 • • • • • • • • • • • • HERRERA, Profesor de Derecho Español y Guatemalteco y de Oratoria Forense). Guatemala : Tipografía Nacional, 1934. Pp. 20. Véase también: El Imparcial; Clausura del año en la Universidad. Programa que tendrá desarrollo mañana domingo. Guatemala : sábado 3 de marzo de 1934. Página 1. Informa que el 4 de marzo la Universidad realizaría el acto de clausura del ciclo lectivo 1933-1934, que se entregarían los premios a las mejores tesis del año por cada Facultad que lo tenía establecido, y que Flavio Herrera dictaría la conferencia “El milagro Hispanoamericano”. ----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. I”. Guatemala : El Imparcial, sábado 13 de junio de 1931. Página 3. Comenta el artículo de Carlos Rodríguez Cerna, “No más Hai–kais”. ----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. II”. Guatemala : El Imparcial, martes 16 de junio de 1931. Página 3 de la Sección Editorial con motivo del 11 aniversario de El Imparcial. ----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. III. Para Feliciano Fuentes. T. Hai–Kaista inédito de Pamaxán”. Guatemala : El Imparcial, sábado 20 de junio de 1931. Página 3. ----------; “El misticismo”. Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Guatemala. Director: Ricardo Peralta. Secretario de redacción: José Rölz Bennett. Época III, Tomo IV, Números 1 y 2. Julio–Octubre de 1940. Páginas 23 a 28. ----------; “Hai–kais de invierno. Para Alberto Velásquez”. Guatemala : El Imparcial, jueves 30 de diciembre de 1926. Página 3. Incluye los siguientes: Nevada; La nieve; Sierra nevada; Ilusión; y, Magia. ----------; “La India”. Guatemala 5 de agosto de 1912. Publicado en un periódico que no es factible identificar de cuál se trata, ni la fecha de edición. Se encuentra colocado y pegado como recorte de prensa, junto a los de Flavio Herrera y de autores varios, divulgados entre 1912 y 1914, y de otros más copiados a mano entre 1901 y 1905 por el anterior propietario de un libro para asuntos de contabilidad, de 72 folios (el resto fueron arrancados). El artículo o ensayo está en folios 9 a 11. En la portada interior se lee: “Propiedad de Arturo R. Vielmann. Guatemala julio 27 de 1901”. El folio 1 lo identifica como ”Libro Diario abierto el día 16 de julio de 1901”. Está resguardado en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera. ----------; “La influencia de Erasmo”. Revista Studium. Año II, No. 5 (enero de 1942). Véase: Quintana, Epaminondas; Historia de la generación de 1920. Página 234. ----------; “La novela en Guatemala. El solar de los Gonzagas. Impresión de lectura de Flavio Herrera”. Guatemala : El Imparcial, jueves 21 de febrero de 1924. Página 4. Comentario a la novela de Carlos Wyld Ospina. ----------; “La picaresca española y la guatemalteca”. Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Guatemala. Abril-Junio de 1952. pp. 5-17. Véase: Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. Página 299. ----------; “La picaresca española”. Revista Studium. Año I, No. 4 (octubre de 1941). Véase: Quintana, Epaminondas; Historia de la generación de 1920. Página 232. ----------; “Los Hai–kais del amor”. Stambul, 1931. Guatemala : El Imparcial, viernes 12 de junio de 1931. Página 3. Contiene; El vínculo; Una lágrima; Sus cartas; Confianza; y, Después. ----------; “Páginas de Flavio Herrera. La tristeza del viaje – El adiós a Venecia”. Guatemala : El Imparcial, sábado 12 de julio de 1924. Página 5. 211 • • • • • • • • • • • • • ----------; “Propósitos y noticias”. Guatemala : Diario de Centro América, jueves 9 de marzo de 1922. Página 4. Presentación de la nueva sección del Diario, “Propósitos y noticias”, donde incluirá textos de, entre otros, Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou, los ultraístas, Enrique González y Daniel Vega. Véase: Diario de Centro América; “Flavio Herrera se separa de nosotros”. Guatemala : edición del jueves 20 de abril de 1922. Página 1. Informa que se retira de la sección “Propósitos y noticias” o “Los jueves del Diario”. Explica que se hará cargo de otro periódico. ----------; “Poemas de Flavio Herrera. Bulbuxyá. Pamaxán 1928. Para César Brañas”. Guatemala : El Imparcial, edición del miércoles 22 de mayo de 1929. Página 3. ----------; “Radio lírico. Flavio Herrera a León Aguilera. Pulso del libro Estancias de la Montaña”. Guatemala : El Imparcial, martes 23 de junio de 1942. Página 3. ----------; “Raíz de España. A Miguel Ángel Asturias”. Guatemala : El Imparcial, edición del sábado 26 de septiembre de 1959. Pág. 13. Contiene los poemas: Valencia, Una canción en el alba (firmados en Sevilla, Barrio de Triana, 1956) y Cipreses de Alcalá (suscrito en Alcalá de Henares, abril de 1956). ----------; “Rincón literario. Tarde de lluvia”. Publicado posiblemente entre 1915 y 1921 en un periódico que no es factible identificar de cuál se trata ni la fecha de edición. Se encuentra colocado y pegado como recorte de prensa, junto a los de Flavio Herrera y de autores varios, divulgados entre 1912 y 1914, y de otros más copiados a mano entre 1901 y 1905. El artículo se encuentra en folio 8 de un libro (cubierta de color negro) para asuntos de contabilidad, de 72 folios (el resto fueron arrancados). En la portada interior se lee: “Propiedad de Arturo R. Vielmann. Guatemala julio 27 de 1901”. El folio 1 lo identifica como “Libro Diario abierto el día 16 de julio de 1901”. Está resguardado en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera. ----------; “Siete Hai–kais de Flavio Herrera”. Guatemala : El Imparcial, sábado 8 de mayo de 1926. Página 3. Solo son cinco. Incluye los siguientes: La llanura; El cohete; La cordillera; Los cometas; y, Sueño. Juárez Estrada, Walter. “Flavio Herrera heredó todos sus bienes a la Universidad”. Guatemala : Prensa Libre, edición del martes 13 de febrero de 1968. Página 39. Nikil (seudónimo); “Obra y labores de nuestro corresponsal en Europa. Flavio Herrera”. Guatemala : El Imparcial, sábado 3 de noviembre de 1923. Página 15. Padilla, Faustino; “Serenidad, y seguir… Carta del licenciado Padilla a propósito de La Tempestad”. Guatemala : El Imparcial, viernes 31 de enero de 1936. Páginas 3 y 6. Prensa Libre; “Flavio Herrera ha muerto”. Guatemala : Prensa Libre, edición del jueves 1 de febrero de 1968. Página 13. Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Guatemala; “Tesis, de 1900 a la fecha”. Director: Ricardo Peralta. Secretario de redacción: José Rölz Bennett. Época III, Tomo IV, Números 1 y 2. Julio–Octubre de 1940. Páginas 119 a 154. Riviera, Marcial; “Nuevas tendencias. El Hai–kaiismo”. Guatemala : El Imparcial, miércoles 15 de julio de 1925. Página 3. Comentario sobre los hai–kais de Flavio Herrera. Rodríguez Cerna, Carlos; “No más Hai–kais”. Guatemala : El Imparcial, viernes 5 de junio de 1931. Página 3. Critica a muchos chapines que piensan que con unas cuantas palabras bastan para 212 • • • • • que lo que se escribe pueda ser considerado como Hai–Kai. Señala que su “portaestandarte e introductor” en Guatemala es Flavio Herrera, en tanto que a los demás los considera malos imitadores. Rodríguez Cerna, José; “Algunos poemas y artículos de Carlos Wyld Ospina y una nota crítica sobre su arte”. Guatemala : Studium. Revista mensual. Órgano de la Asociación de Estudiantes Universitarios de la República de Guatemala. Año II, Nos. 8 y 9. Agosto y septiembre de 1923. ----------; “Panorama de la literatura guatemalteca”. Guatemala : El Imparcial, jueves 16 de abril de 1931. Páginas 5 y 6. Recorte de periódico en Archivo Histórico Casa de la Cultura Flavio Herrera. ----------; “Panorama de la literatura guatemalteca (Fragmentos)”. Guatemala : Diario de Centro América, edición del sábado 6 de octubre de 1934. Páginas 9 a 10. Tiempos Nuevos. Diario de la juventud independiente; Anuncio comercial. “Licenciados Flavio Herrera, Eugenio Silva Peña, Ernesto Viteri B.” Guatemala : Año I, Núm. 1. 28 de abril de 1924. Página 1. Wyld Ospina, Carlos; “Tres poetas modernistas de Guatemala”. Ensayo suscrito en Xelajú, mayo de 1954. En: El Salvador : Cultura. Revista del Ministerio de Cultura. Número 1. Enero–Febrero 1955. Director, Manuel Andino. Páginas 54 a 70. Los poetas son: Rafael Arévalo Martínez, Alberto Velásquez y Félix Calderón Ávila. INTERNET • • • • Agenda Cultural Guatemala; “David Unger publica su nuevo libro «Sleeping with the Light On». (Durmiendo con la luz encendida).” Texto Braliem Jousc. 29 septiembre, 2020. Disponible en https://agendaculturalguatemala.com/2020/09/29/libro-david-unger-sleeping-light-onliteratura-guatemala/ Batres Villagrán, Ariel; “Canto de la Revolución” de 1944, por Flavio Herrera. Ensayo 7 de octubre de 2019 en https://ensayosbatres.wordpress.com/2019/10/07/canto-a-la-revolucion-de-1944por-flavio-herrera-por-ariel-batres-villagran/. En portal web de Casa de la Cultura Flavio Herrera, solo el poema, 20 de octubre de 2020 https://www.facebook.com/1580747545530987/posts/2697652030507194/?sfnsn=mo. ----------; “Flavio Herrera, Hombre y Poeta en Unidad Indivisible”. Por: Carlos Martínez Durán (1973). Publicación digital en Casa de la Cultura Flavio Herrera 10 de junio de 2020 https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/06/flavio-herrera-hombre-ypoeta-en-unidad.html (fragmento); y, texto completo: 16 de junio de 2020 https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/06/16/flavio-herrera-hombre-y-poeta-en-unidadindivisible-discurso-de-carlos-martinez-duran-1973-notas-de-ariel-batres-villagran-2020/. Otro extracto, 24 de agosto de 2020, en https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/08/flavio-herrera-hombre-ypoeta-en-unidad.html?fbclid=IwAR124QaO9Qh_DHRXJXS2VtXEctmbSMs4EvejGeGIUA3t6g3FNPSnKa2UBo. ----------; «Flavio Herrera: Cuando “El miedo” se convierte en Hembra». Resumen desarrollado en las Jornadas Académicas de Literatura Centroamericana (A partir de la organización del II 213 • • • • • • • • Congreso Centroamericano de Literatura 2020), dedicadas a Roberto Obregón y Roque Dalton (Facultad de Humanidades, USAC), en la mesa de: Teatro y novela en la literatura guatemalteca del siglo XX, el 17 de octubre de 2020. Exposición virtual en https://www.youtube.com/watch?v=-Dt6QjMBg2w&feature=youtu.be. ----------; 20 Rábulas en Flux y uno más, de Flavio Herrera Hernández. Reseña y comentarios. 30 de noviembre de 2018, en: https://ensayosbatres.wordpress.com/2018/11/30/20-rabulas-en-fluxy-uno-mas-de-flavio-herrera-hernandez-resena-y-comentarios/. Y, en igual fecha: https://www.academia.edu/37887972/20_R%C3%A1bulas_en_Flux_y_uno_m%C3%A1s_d e_Flavio_Herrera_Hern%C3%A1ndez._Rese%C3%B1a_y_comentarios ----------; Discurso pronunciado por el bachiller don Flavio Herrera la noche del concierto verificado en el Palacio del Ejecutivo el 14 de septiembre de 1916. Transcripción y notas. 8 de septiembre, 2020 en https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/09/08/discurso-pronunciado-por-elbachiller-don-flavio-herrera-en-septiembre-de-1916-por-ariel-batres-villagran/. Publicación digital en Casa de la Cultura Flavio Herrera, 6 de septiembre de 2020, en https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/09/discurso-pronunciado-por-elbachiller.html ----------; El Señor Presidente (Edición conmemorativa de la RAE y la ASALE). 11 de julio de 2020, en: https://www.academia.edu/43588443/El_Se%C3%B1or_Presidente_Edici%C3%B3n_conm emorativa_._3_de_septiembre_de_2020_fecha_de_su_lanzamiento; y, en la misma fecha, en: https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/07/11/el-senor-presidente-edicionconmemorativa-septiembre-de-2020/ ----------; La producción literaria de Flavio Herrera. 2 de julio de 2020, en: https://www.academia.edu/43502343/47_aniversario_de_la_Casa_de_la_Cultura_Flavio_H errera_LA_PRODUCCI%C3%93N_LITERARIA_DE_FLAVIO_HERRERA; y el 5 de julio de 2020 en https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/07/05/la-produccion-literaria-deflavio-herrera-por-ariel-batres-villagran/. Biblioteca Nacional de Guatemala; Informe de las labores realizadas en la Biblioteca Nacional de Guatemala en 1939. Director: Rafael Arévalo Martínez. Disponible en http://bibliotecanacionaldeguatemala.blogspot.com/2012/05/informe-de-labores-1939.html El Blog del Museu Picasso de Barcelona; Portada de la revista Juan Chapín, núm. 39 (15 de diciembre de 1913) http://www.blogmuseupicassobcn.org/2019/01/laventura-americana-de-jaumesabartes/?lang=es Cronología integrada del IILI y de la Revista Iberoamericana. En: http://www.hispanic.pitt.edu/iili/cronologiaprintable.html. Referencias del Cuarto Congreso Internacional de Literatura que se realizó en La Habana (Cuba), abril de 1949, en el que participó Flavio Herrera. 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