HISTORIA DE NUESTRO CACAO Una linda leyenda narra que “Quetzalcóatl”, el dios de la luna y de los vientos, descubrió el árbol del cacao en los campos luminosos de los hijos del sol. Lo regaló a los hombres que le llamaron “El alimento de Dioses”. A partir del 250 d. C. los mayas de las Tierras Bajas crearon Ciudades-Estado tan importantes como Tikal (Guatemala) y Copán (Honduras). En ellas, elaboraban el “kakaw” (cacao) como bebida caliente de la clase alta, hecho que se refleja en las elegantes vasijas halladas en las tumbas de sus nobles. Para los Aztecas que dominaron Mesoamérica del siglo XIV hasta la conquista de México por los españoles el cacao tenía un sentido sagrado. Se sabe que Cristóbal Colón fue el primer extranjero en beber chocolate al llegar a Nicaragua en 1502 buscando rutas marítimas para el transporte de especies hacia el Este; sin embargo, fue Hernán Cortés quien exportó a España en 1528 la receta de la cultura azteca del xocoatl (bebida de chocolate) descubriéndola en 1519 a su llegada al Imperio Azteca. Esta bebida se volvió muy popular en las cortes españolas al adicionarle azúcar. Si existe una delicia al paladar a la cual nadie se ha escapado y que nos hace sentir orgullosos, es el Cacao. Todos hemos saboreado un riquísimo cacao con lehe, una taza de chocolate caliente, un delicioso pastel de chocolate; un buen tiste o un rico pinolillo. Desde los tiempos antiguos se ha producido y consumido el cacao como parte de la cultura ancestral maya y azteca; siendo los Nicaraos y Chorotegas los primeros pobladores de Nicaragua provenientes de México por las olas migratorias ocurridas en aquello tiempos. El pueblo Nicarao dominó el cultivo de cacao, aunque los Chorotegas también lo utilizaban tanto como bebida de los dioses, brebaje para curar, energizante para guerreros y como moneda de intercambio. El cronista de principios del siglo XVII, Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés al escribir sobre los nicarao (indígenas mayas de Nicaragua) nos relata el valor del cacao como moneda: “entre los nicarao un conejo valía diez almendras, por cuatro almendras dan ocho pomas o nísperos de aquella excelente fruta que ellos llaman munoncapot, y un esclavo vale más o menos cien almendras”. En tiempos precolombinos, los indígenas produjeron cacao (Theobroma cacao) alrededor de los dos grandes lagos de Nicaragua y lo vendieron a los pueblos Mayas. Desde esos tiempos hasta inicio del siglo 20, se produjo el cacao en la zona del pacífico nicaragüense. Las primeras referencias de áreas de cacao a nivel comercial se sitúan en: 1. En el municipio de Cárdenas en el departamentos de Rivas, 2. En el Valle de Menier hoy Valle de Nandaime - Granada, 3. En el municipio de Nindirí – Masaya 4. En el municipio de Ticuantepe que pertenece actualmente al departamento de Managua. El Valle Menier fue en el siglo XIX una gran extensión de terreno sembrada con cacao localizada en Nandaime, el valle era propiedad del millonario francés Emilio Menier. Por 53 años (1867-1920) la firma Menier tuvo sus plantaciones de cacao en el Valle Menier hoy Nandaime. Este cacao era exportado a Paris en Francia para fabricar las tabletas de chocolates más famosas del mundo. En 1959 vende sus activos a Nestlé de Suiza. Científicos reconocidos han nombrado al cacao producido en esta zona como “cacao Lagarto” uno de los criollos Antiguos de Nicaragua y cacao real al establecido en la zona de Chinandega. El cacao fue uno de los principales productos de exportación de Nicaragua en tiempos coloniales, sin embargo con las luchas de post independencia su exportación se redujo casi a cero. A inicios de los años 90 en el marco de rehabilitar y mejorar los bancos de germoplasmas de cacao del Centro Experimental del Recreo, se introdujeron más de 100 clones con el apoyo de la FAO y el CATIE clones fueron introducidos y CATIE. A partir de mediados de los años 90 la Empresa Chocolatera Ritter Sport de Alemania inicia el apoyo a la cooperativa CACAONICA a través de Pro Mundo Humano, promoviendo el rubro en esta zona y convirtiendo a Waslala en una referencia de la producción cacaotera en Nicaragua. A finales de los años 90 e inicio del 2000 a causa de factores interno ( plagas, material genético, desconocimiento tecnológico) y factores externos (precios, estándares de calidad), donde el precio interno en el país superaba el precio internacional dada la demanda interna del cacao sin exigencias en cuanto a calidad, la actividad cacaotera cayó en crisis provocando el abandono masivo de plantaciones, con ello la disminución de la producción y la proliferación de la Monilia (Moliniophthota roreri). A partir del año 2007, que el mercado internacional comenzó a reaccionar positivamente, Nicaragua con el apoyo de la comunidad donante, inicia un proceso de apoyo fuerte al campesinado pobre de las zonas de Rio San Juan, Waslala, Triangulo Minero, Matiguas – Rio Blanco, El Rama, Muelle de los Bueyes y Nueva Guinea para el establecimiento de plantaciones con fines comerciales y al mismo tiempo para intentar frenar el avance de la frontera agrícola del país.