Subido por Ariel Batres Villagrán

Ariel Batres -Flavio Herrera. Cuando El miedo se convierte en Hembra, 2021

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Flavio Herrera. Cuando “El miedo” se
convierte en “Hembra”
Ensayo por: Ariel Batres Villagrán
Guatemala, enero de 2021
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Flavio Herrera. Cuando “El miedo” se
convierte en “Hembra”
Ensayo por: Ariel Batres Villagrán
Guatemala, 7 de enero de 2021
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Crédito de imagen
Cubierta: Fotografía tomada por Flavio Herrera: “Noche de luna — Pamaxán”, 5 de septiembre de 1931.
Archivo Casa de la Cultura Flavio Herrera
Nota: según el Diccionario Geográfico de Guatemala, PAMAXÁN. Es una región o zona que en la boca costa
atraviesa, entre otros, los poblados de Mazatenango, San Bernardino, San Antonio Suchitepéquez y el valle de
Chicacao. Etim.: Pa = en; maxán = hoja grande que sirve para envolver la sal. En el lugar donde hay hojas
maxán (calathea macrocephala). Voces achíes.
4
Un resumen del presente ensayo fue desarrollado en las Jornadas Académicas de Literatura
Centroamericana (A partir de la organización del II Congreso Centroamericano de Literatura 2020),
dedicadas a Roberto Obregón y Roque Dalton (Facultad de Humanidades, USAC), en la mesa de:
Teatro y novela en la literatura guatemalteca del siglo XX, el 17 de octubre de 2020, con el título:
Flavio Herrera: «Cuando “El miedo” se convierte en Hembra». Exposición virtual en
https://www.youtube.com/watch?v=-Dt6QjMBg2w&feature=youtu.be.
Texto o material de apoyo en:
«Flavio Herrera. Cuando “El miedo” se convierte en “Hembra”. Resumen», publicado el 25 de
octubre de 2020 en el portal de Academia.edu
https://www.academia.edu/44365955/Flavio_Herrera_Cuando_El_miedo_se_convierte_en_Hembra_
5
6
Flavio Herrera en 1924 1
Su libro de cuentos Cenizas, donde incluyó “El miedo”, es de 1923
1
El Imparcial; Los poetas de Guatemala. Poemas inéditos o seleccionados por sus autores. Flavio Herrera:
Las primicias de “El ala en el mar”. Guatemala : sábado 15 de marzo de 1924. Página 5.
7
Flavio Herrera en 1953 2
El mecanuscrito de Hembra data de 1954
2
De su pasaporte del 8 de mayo de 1953. Archivo Histórico Casa de la Cultura Flavio Herrera.
8
Pamaxán
Pamaxán. Lugar donde se desarrollan los hechos narrados en “El miedo” y en Hembra
Fotografía tomada por Flavio Herrera: “Noche de luna — Pamaxán”, 5 de septiembre de 1931.
“Nada hay que valga la gloria de esta vida libérrima, bárbara y grandiosa; de una amanecida
aquí en la montaña, cuando son las cuatro de la mañana y un dulce efluvio precursor del alba, un
cefirillo revoltoso que viene cargado de aromas montaraces que acendró la luna, nos evaporan el
ensueño, mientras el canto del primer gallo clava su lírico espolón en pleno pecho de la madrugada.
Lejos le contesta otro gallo. El santo y seña de la aurora. […] Todo se impregna de un vaho genésico.
Todo quiere erguirse, darse, vivir. […]
Nada hay que valga la gloria de un día en las plantaciones de cacao. En estas selvas de
Suchitepéquez, sagradas y millonarias de leyendas. Selvas de cacaotales en que cada palo es un
templo y cada mazorca una urna en que se grana en almendras la pródiga fábula del trópico; cada
mazorca una urna rosada… verde, amarilla, con opulencias carnales entre un silencio morado que
huele nupcias y se embalsama de sombra aleve, resbaladiza y la sombra, la misma sombra huele a
santuario y a cáscaras podridas. ¡A fermento, a muerte, a vida! Estas selvas de Guatemala donde el
colmillo de las serpientes protege mitos indígenas. La leyenda lo yergue a uno, lo empina, lo esponja,
de pronto, el deseo de volverse de espaldas a la vida y hundirse en las aguas del pasado.”
Bulbuxyá–Pamaxán, abril–mayo de 1935
La Tempestad (1935).
9
Oración
Trópico: ímpetu lírico de la tierra, ineluctable tercería
de la locura con el amor y la muerte. En la transparencia de
todos tus significados, yuxtapuestos, superpuestos, se
interpreta así tu enigma: trópico: vórtice de pasión, dádiva
cósmica. Oferta absoluta. Holocausto supremo. Trópico:
ansia: ansia de arder. Ansia de quemarse: combustión:
purificación: espiritualización.
El tigre (1934), capítulo “Oración”.
Oda a la sierra de Pamaxán
Sierra de Pamaxán, tu áspera sangre
brota en la cumbre en diástole de pinos
y, allá en las noches, tus quinientas fincas
parpadean de luz cuando tu sangre
le roba al cielo glóbulos de estrellas.
Oros de Otoño (1962)
10
Contenido
Pamaxán ............................................................................................................................................. 9
Casa de la Cultura Flavio Herrera, “Patrimonio Cultural de la Nación” ................................. 13
PRESENTACIÓN .......................................................................................................................... 17
1.
Antecedentes ............................................................................................................................ 19
2.
Cenizas (1923) .......................................................................................................................... 61
3.
Cuento “El miedo” (1923) ....................................................................................................... 71
4.
Novela Hembra (1994)............................................................................................................. 81
4.1
Reseña de la novela............................................................................................................. 81
4.2
Descubrimiento del manuscrito en 1972 ........................................................................... 112
4.3
Algunos datos sobre el descubridor William Felker ........................................................... 119
4.4
¿Cuándo escribió Flavio Herrera el manuscrito de Hembra? ............................................. 123
4.5
Algunos aspectos de la tesis de Felker y de la novela mecanuscrita Hembra ...................... 126
ANEXOS ........................................................................................................................................ 137
Transcripción comparativa de “El miedo” en Cenizas (1923) y en Hembra (1994) ................... 139
Introduction — Introducción en tesis de William Lloyd Felker, 1973 ....................................... 157
“Flavio Herrera: A Bibliography”. Por: William Felker (1978) ................................................. 185
Flavio Herrera, el joven. Por: Adolfo Méndez Vides, 2020 ........................................................ 199
FUENTES CONSULTADAS ....................................................................................................... 203
BIBLIOGRÁFICAS .................................................................................................................... 203
HEMEROGRÁFICAS ................................................................................................................ 207
INTERNET ................................................................................................................................. 213
11
12
Casa de la Cultura Flavio Herrera, “Patrimonio Cultural de la Nación”
La Casa Flavio Herrera fue declarada Patrimonio
Cultural de la Nación
Acuerdo del Ministerio de Cultura y Deportes
No. 881-2020, publicado en el diario oficial el
8 octubre de 2020
13
14
15
Acuerdo publicado en el diario oficial el 8 octubre de 2020
16
PRESENTACIÓN
A partir del 17 de julio de 2020 la Casa de la Cultura Flavio Herrera, Patrimonio Cultural
de la Nación, publicó mediante entregas en su portal Web el texto de la primera parte de la
novela Hembra (1994), del escritor Flavio Herrera Hernández (1895–1968). La transcripción fue
efectuada por la directora de dicha Casa, Magíster Ondina Isabel Rosales Mejicanos. La lectura
dio lugar a considerar la necesidad de dar a conocer dos aspectos especiales: la novela se originó
en un cuento del mismo autor; y, no obstante que se encontraba inédita, el mecanuscrito original
fue dado a conocer –seguramente a escasos lectores académicos– en 1973.
En efecto. Lo atrayente del proceso de construcción de la ficción por parte de su autor,
es que partió del cuento “El miedo”, que escribiera y publicara originalmente en 1923 (como
parte de los diez que integran el libro Cenizas), ampliándolo en su contenido, estableciendo un
final distinto al que sugiere el texto original en el cuento.
Herrera incorpora además una técnica completamente diferente a la que utilizó en sus
otras ficciones: discute con sus personajes y permite que cuestionen los motivos que tuvo para
asignarles determinado papel en la trama, que ellos quisieran diferente, y de los posibles finales
que pudiera tener la ficción o historia, según el punto de vista de quien haga el planteamiento.
No es la primera vez que un autor desarrolla y publica un texto original, modificándolo
y presentándolo años después con distinto título y género literario. Un ejemplo lo constituye
Miguel Ángel Asturias Rosales, el cual convirtió su cuento inédito “Los mendigos políticos”
(escrito en 1922) en la conocida novela El Señor Presidente (1946).
Flavio Herrera amplió el cuento “El miedo” (1923), que pasó a ser la Jornada Primera
de su novela, en la edición póstuma de Hembra (1994), agregando nuevos apartados o capítulos
sin numerar –los que en dicha edición forman parte de la Jornada Segunda– en los que da un
giro total a lo que el lector hubiera esperado del drama pasional planteado en el cuento.
La conversión del cuento a novela fue realizada entre 1953 y 1954. Sin embargo,
permaneció inédita durante décadas; fue descubierta en 1972 por el investigador norteamericano
William Lloyd Felker en los archivos de la que al año siguiente se inauguraría como Casa de la
Cultura Flavio Herrera, e incluida en fotocopia como apéndice en la tesis de doctorado que en
junio de 1973 presentó a la Universidad de Tennessee: El Señor de Bulbuxyá: A Study Of The Life
And Works Of Flavio Herrera.
Un ejemplar digital de la “Cubierta”, “Portada”, “Introducción”, capítulos 3 y 9, y el
“Apéndice” de la tesis, fue gentilmente proporcionado en fechas 17 y 28 de agosto de 2020, por
el señor José Miguel Galindo, Encargado de la Biblioteca del Centro de Investigaciones
Regionales de Mesoamérica (Cirma), ubicado en la ciudad de Antigua Guatemala. El suscrito
queda enormemente agradecido con él por su valiosa ayuda. Posteriormente y con ayuda de otra
fuente institucional, se logró obtener copia de los capítulos restantes.
17
A casi medio siglo de que William L. Felker presentara su tesis para obtener el
doctorado en lenguas extranjeras e historia en la Universidad de Tennessee, se considera que la
misma debe ser estudiada por investigadores interesados en la vida y obra del novelista, cuentista
y poeta. Tomando en cuenta que la tesis fue redactada y presentada en junio de 1973 en idioma
inglés, y como un pequeño aporte a la cultura en general y conocimiento sobre Flavio Herrera
Hernández en particular, este ensayista se atrevió a realizar el traslado al idioma español,
concluyendo dicha actividad el 31 de diciembre de 2020.
Por el momento el texto impreso de la traducción del inglés al español de El Señor de
Bulbuxyá: A study of the life and Works of Flavio Herrera / El Señor de Bulbuxyá: Estudio de la vida y obra
de Flavio Herrera, está a disposición de estudiantes e investigadores en la biblioteca de la Casa de
la Cultura Flavio Herrera. Cuando sea factible obtener autorización de su autor y de que alguna
editorial guatemalteca la reproduzca, se distribuirán ejemplares en bibliotecas públicas y de igual
manera se colocará en la Internet.
Finalmente, por lo que respecta a Hembra, fue publicada hasta en 1994 en Guatemala,
aunque no como libro individual sino formando parte de la recopilación de cuatro de las novelas
de Herrera por Editorial Universitaria: La novela de la expresividad. Son cinco volúmenes los que
completan la valiosa colección, que recoge la mayor parte de su producción literaria en prosa y
verso, preparada por un equipo de investigadores, y dada a conocer en 1995, cuando se
conmemoró el centenario de nacimiento del autor.
Aprovechando la oportunidad que tienen los lectores de leer la primera parte de la novela
en el portal web de la Casa en mención, se presenta la génesis de Hembra, basada en el cuento
“El miedo”, siendo esa la razón de que el presente trabajo lleve por título Flavio Herrera.
Cuando “El miedo” se convierte en Hembra. No tiene ninguna connotación erótica,
peyorativa o de otra índole; describe básicamente el proceso de conversión del cuento a novela,
y presenta la glosa de cada texto.
[email protected]
18
1. Antecedentes
Flavio Herrera Hernández (1895–1968) abogado, cuentista, novelista, poeta, diplomático
y catedrático universitario, no necesita presentación. Empero, para ubicación de contexto sobre
el tema relacionado con el taller literario del artista de la palabra, de cuando escribió el cuento
“El miedo” en 1923 y produjo la novela inédita Hembra entre 1953 y 1954, publicada
póstumamente en 1994 como parte del libro La novela de la expresividad (que constituye la antología
de cuatro de sus obras), aunque fue incluida en calidad de anexo por William Felker en su tesis
de doctorado El Señor de Bulbuxyá: A study of the life and Works of Flavio Herrera (1973), se describen
a continuación algunos detalles de sus actividades públicas en el ámbito estudiantil, literario y de
hombre público.
Principiando por la fecha de nacimiento, oficialmente ha sido establecido que data del
18 de febrero de 1895. Empero, en muchos documentos y estudios es variada.
Aunque podría resultar discrepante con lo que refieren los textos consultados, se tiene
por cierto que ocurrió el 18 de febrero de 1894, un año antes de lo que se dice. La copia
19
digitalizada de imagen anterior, que se conserva en el Registro Nacional de las Personas (Renap),
proviene del asiento o registro de su cédula de vecindad, es clara al respecto y no admite dudas.3
En el “Currículum Vitae del Licenciado Flavio Herrera”, preparado por él
aproximadamente en 1961 (resguardado en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio
Herrera) dice “20 de Febrero de 1,897” como fecha de nacimiento.
Si el propio autor creó un mito alrededor de la fecha exacta de cuándo nació, no es de
extrañar que en otras publicaciones respecto a su persona equivocadamente se apunte 1892 o
1898. Así, por ejemplo:
• El año 1892 se indica en:
Rodríguez Cerna, José; “La literatura guatemalteca. III”. Madrid, diciembre de 1930.
Guatemala : El Imparcial, viernes 17 de abril de 1931. Páginas 3 y 4. Publicado nuevamente y en
forma parcial en:
Rodríguez Cerna, José; “Panorama de la literatura guatemalteca (Fragmentos)”. Guatemala :
Diario de Centro América, edición del sábado 6 de octubre de 1934. Páginas 9 a 10.
Villagrán Amaya, Víctor (editor); Poetas de Guatemala. Víctor Villagrán Amaya, compilación,
selección y notas. Volumen 1, Colección Contemporáneos. Guatemala : Ediciones El Libro de
Guatemala. Impreso en Tipografía Hispania, 1947. Página 101.
Henríquez Ureña, Max; “Breve Historia del Modernismo. América Central (Capítulo de
«Breve Historia del Modernismo». Max Henríquez Ureña. Fondo de Cultura Económica –
México– Buenos Aires. Primera edición 1954)”. En: El Salvador : Cultura. Revista del Ministerio
de Cultura. Número 1. Enero–Febrero 1955. Director, Manuel Andino. Página 117.
•
El año 1898 se anota en:
Herrera, Flavio; “Las muletas”. En: Echeverría, Amílcar (Compilador); Antología de la literatura
guatemalteca : prosa y verso. Prólogo de M. Tulio González M. Guatemala : Editorial Savia, 1960.
Páginas 173 a 177.
Registro Nacional de las Personas (Renap); “Sabías que… Flavio Herrera”. Disponible en:
https://studylib.es/doc/6288334/flavio-herrera.
3
20
En los pasaportes que Herrera tramitó previo a su salida de Guatemala entre 1943 y 1960
también hay discrepancias en fecha de nacimiento, fotografía utilizada y estatura:
• En los de 1943, 1951 y 1953 la fecha de nacimiento es 18 de febrero de 1895, pero en el de
1960 fue el 20 de febrero de 1905; una pequeña diferencia de ¡diez años!
• La fotografía colocada en los pasaportes de 1943, 1953 y 1960 es la misma, como si en el
lapso de 17 años no hubiesen ocurrido cambios físicos en su persona.
• Su estatura en metros y centímetros varió: en los pasaportes de 1943 y 1951 fue de 1.67 y en
los de 1953 y 1960 aumentó a 1.70.
“Vanidad de vanidades, dijo el predicador. Todo es vanidad”. No hay duda que don
Flavio “tenía sus cosas…”.
Por si hubiera duda, a continuación, las imágenes que ilustran los cuatro pasaportes
resguardados en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera.
21
Para el investigador norteamericano William Lloyd Felker: “Flavio Herrera nació en la
ciudad de Guatemala el 20 de febrero de 1894”. En nota 1 a pie de página de su tesis de 1973
anota y cita –entre otros documentos, el currículum vitae mencionado supra–:
1
A Flavio Herrera se le han atribuido varias fechas de nacimiento en
conflicto: 1892 por Huberto Alvarado, Exploración de Guatemala (Guatemala:
Ediciones Letras de Guatemala, 1961), p. 48; Martin E. Erickson, “Literatura
guatemalteca de los últimos cincuenta años”, Ph. D. diss., Universidad de
Washington, 1941, pág. 116; Ruth Lamb, ed., Antología del cuento guatemalteco
(México: Ediciones de Andrea, 1959), p. 46. 19 de abril de 1893 por Walter Juárez
Estrada, “Flavio Herrera heredó todos sus bienes a la universidad”, Prensa Libre
(Guatemala), 15 de febrero de 1968, pág. 39. 18 de febrero de 1895 por “El jurista,
escritor y poeta Flavio Herrera”, Ejército (Guatemala), 6, No. 66 (febrero de 1968),
p. 1; Ronald Hilton, ed., Who's Who in Latin America, 3d ed., 7 vols. (Prensa de la
Universidad de Stanford; Universidad de Stanford, California, 1935), 2:37; también
entregado por Flavio su pasaporte fechado el 17 de febrero de 1943. El 19 de febrero
de 1895 por el expediente biográfico de Flavio Herrera en la Biblioteca Nacional de
la Ciudad de Guatemala. 4 20 de febrero de 1897 también impartido por el propio
Flavio y utilizado en su currículum vitae final de los años sesenta. 20 de febrero de
1894 por el Registro Civil de la Ciudad de Guatemala. Supongo que esta es la fecha
correcta, ya que está tomada del certificado de nacimiento de Herrera. Los críticos y
Igual fecha se consigna en: Prensa Libre; “Flavio Herrera ha muerto”. Guatemala : Prensa Libre, edición del
jueves 1 de febrero de 1968. Página 13.
4
22
comentaristas aparentemente no consultaron con el Registro. Herrera contribuyó
deliberadamente a la confusión, cambiando la fecha varias veces. En un caso, cambió
el día del 20 de febrero al 18 de febrero para que coincidiera con la fecha de
nacimiento de su amante. David Vela y Ricardo Estrada sugirieron que las
alteraciones en los años de su nacimiento se debieron a su vanidad. 5
Se discrepa de Felker en cuanto a que la fecha exacta haya sido el 20 de febrero. Ergo: la
data correcta es 18 de febrero de 1894. En consecuencia, la Casa de la Cultura Flavio Herrera
deberá cambiar este detalle en los documentos que divulga, y omitir 1895 como el año de su
nacimiento. Mientras eso sucede, puesto que seguramente ocurrirá un largo proceso legal, el que
esto escribe continuará anotando 1895–1968.
ↈↈↈↈↈↈↈ
La vida y obra intelectual de Flavio Herrera es conocida; 6 la producción literaria que legó
a la cultura se encuentra resumida en 25 libros clasificados, según género, así: 6 novelas; 10
poemarios que incluyen hai–kais y tankas; 7 de cuentos, uno de los cuales –“Mujeres”– no ha
sido localizado; y, 2 obras de carácter académico –de derecho romano y de sociología–; ensayos
eruditos varios incluidos en diarios y revistas, así como muchos poemas y cuentos publicados en
diversos medios de comunicación escrita a partir de 1912, pero que no fueron recogidos en sus
poemarios ni en sus trabajos de ficción.
No se piense que señalar su calidad de poeta desde que tenía 17 años es una forma vana
de exaltarlo, ya que no hay razón para efectuar la apología de alguien acreditado en la academia
nacional. Solamente baste mencionar que el poeta Rafael Arévalo Martínez (1875–1984) le
reconoció el mérito de ser un vate en ciernes, al dedicarle un ejemplar de su poemario Maya
(1911) con la siguiente frase laudatoria en forma manuscrita: “Al poeta Flavio Herrera con el
afecto de Rarévalo Martínez. 1913”. Debió haber representado un fuerte espaldarazo para el
muchacho que todavía no había visto sus poemas impresos en libro propio, lo que hará en 1921
con El ala de la montaña, versos viejos, 1913–1918, reproducido como homenaje al primer centenario
5
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Tennessee, EE.
UU. : Knoxville University of Tennessee 1973. Páginas: xvi, 275. Notas: p. 184-217. Tesis (Ph.D.). Página 24.
Traducción libre del inglés al español y resaltado propio.
6
Batres Villagrán, Ariel; 20 Rábulas en Flux y uno más, de Flavio Herrera Hernández. Reseña y comentarios.
30 de noviembre de 2018, en: https://ensayosbatres.wordpress.com/2018/11/30/20-rabulas-en-flux-y-uno-masde-flavio-herrera-hernandez-resena-y-comentarios/.
Y,
en
igual
fecha:
https://www.academia.edu/37887972/20_R%C3%A1bulas_en_Flux_y_uno_m%C3%A1s_de_Flavio_Herrera
_Hern%C3%A1ndez._Rese%C3%B1a_y_comentarios.
23
de independencia patria; o bien sus primeros cuentos con el título La Lente Opaca y El hilo del sol
(1921).
Flavio Herrera principió a divulgar hai–kais en formato de libro a partir de 1931, aunque
varios los dio a conocer en diversos periódicos, especialmente en El Imparcial donde publicó 17
juegos durante el período comprendido del 11 de julio de 1925 al 7 de noviembre de 1930. 7 A
finales de 1930 el reconocido cronista y escritor José Rodríguez Cerna (1885–1952) señaló al
respecto en “Panorama de la literatura guatemalteca” (nótese que escribe 1892 como año de su
nacimiento y también indica el nombre del libro Mujeres, que nunca editó Herrera y se considera
perdido):
[…] Se destaca la poesía original y bella de Flavio Herrera, que marca un
avance indudable, trayendo la aportación de hai–kai japonés, manejado por él
felizmente en su breve intensidad (1892. Volúmenes: La lente opaca y El ala de la
montaña, poesías; Cenizas y Mujeres, cuentos). 8
El poeta Carlos Rodríguez Cerna (hermano del cronista José), en las páginas de El
Imparcial del 5 de junio de 1931 rubrica un artículo de opinión con el título “No más hai–kais”,
en el cual critica a muchos chapines que piensan que unas cuantas palabras bastan para que lo
que se escribe pueda ser considerado como Hai–Kai. Señala que su “portaestandarte e
introductor” en Guatemala es Flavio Herrera, en tanto que a los demás los considera malos
imitadores. Herrera –burla burlando– publica el 12 de junio “Los hai–kais del amor”, y en fechas
13, 16 y 20 de junio expone en su columna de opinión “El Minarete”, lo que denominó como
“Divagaciones acerca del hai–kais”. 9
Por ejemplo: “7 Hai–kais marinos”; “8 Hai–kais para Alfonso Cravioto”; “7 Hai–kais”; “Siete Hai–kais”;
“Cinco Hai–kais”; “Hai–kais de invierno”; “Hai–kai de la Danta”; “Flavio Herrera dedica cinco Hai–kais a
Rigoleto” (Pamaxán); y “Hai–kais de Noviembre”. El poeta César Brañas escribió: “El Cinturón de los días.
Flavio Herrera o los Hai Kais”, el 17 de abril de 1929. Riviera, Marcial; “Nuevas tendencias. El Hai–kaiismo”.
Guatemala : El Imparcial, miércoles 15 de julio de 1925. Página 3 (comentario sobre los hai–kais de Flavio
Herrera). Los detalles respecto a fechas exactas puede verlos el lector en el apartado de Fuentes Consultadas,
Hemerográficas.
8
Rodríguez Cerna, José; “Panorama de la literatura guatemalteca”. Publicado originalmente en Madrid, en
diciembre de 1930. Guatemala : El Imparcial, jueves 16 de abril de 1931. Páginas 5 y 6. Editado nuevamente
y en forma parcial en: Rodríguez Cerna, José; “Panorama de la literatura guatemalteca (Fragmentos)”.
Guatemala : Diario de Centro América, edición del sábado 6 de octubre de 1934. Páginas 9 a 10.
9
Rodríguez Cerna, Carlos; “No más Hai–kais”. Guatemala : El Imparcial, viernes 5 de junio de 1931. Pág. 3.
Herrera, Flavio; “Los Hai–kais del amor”. Stambul, 1931. Guatemala : El Imparcial, viernes 12 de junio de
1931. Página 3. Contiene; El vínculo; Una lágrima; Sus cartas; Confianza; y, Después.
----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. I”. Guatemala : El Imparcial, sábado 13 de junio de
1931. Página 3. Comenta el artículo de Carlos Rodríguez Cerna, “No más Hai–kais”.
----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. II”. Guatemala : El Imparcial, martes 16 de junio de
1931. Página 3 de la Sección Editorial con motivo del 11 aniversario de El Imparcial.
7
24
Varios de los poemas de juventud, insertos en periódicos y revistas por Herrera, así como
en sus dos libros de 1921, eran extensos y quizá por ello Arévalo Martínez lo sitúa en una reunión
con el poeta español José Vicente Martínez (el que ya alejado del ambiente diplomático residía
permanentemente en Guatemala en los años veinte del siglo pasado). En dicha tertulia:
Uno de los poetas, que hasta entonces había estado callado, —galán, cortés,
orgulloso— como si venciera cierta resistencia interior, entregó a la lectura un poema
bellísimo y de regulares dimensiones, pues estaban aún muy lejanos aquellos tiempos
en que engastaría los menudos diamantes de sus Hai–Kais. Se llamaba Flavio
Herrera.10
William Lloyd Felker, que en 1978 publicó una recopilación de fuentes bibliográficas de
y sobre el autor, basada en su tesis de 1973, explica que Flavio Herrera:
Fue un producto de su nación y su época, reflejando los rasgos literarios y las
preocupaciones sociales de la Guatemala de principios del siglo XX. Un estudio de
su prosa proporciona una visión esclarecedora del criollismo centroamericano y
claves para comprender las fuentes del antropomorfismo, la brutalidad y la sexualidad
en la novela moderna. Más significativamente, el amplio alcance de la obra completa
de Herrera permite al lector explorar en profundidad las complejidades del desarrollo
psicológico, ideológico y literario, que en última instancia conduce a importantes
contribuciones a la historia de la literatura. 11
----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. III. Para Feliciano Fuentes. T. Hai–Kaista inédito de
Pamaxán”. Guatemala : El Imparcial, sábado 20 de junio de 1931. Página 3.
10
Arévalo Martínez, Rafael; Hondura. Guatemala : Colección Contemporáneos No. 48. Editorial del Ministerio
de Educación Pública, “José de Pineda Ibarra”, 1959. Página 107.
11
Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía]. Revista
interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978,
págs. 291-304. Página 294. Texto de las páginas 291 a 295 del estudio de Felker, en ANEXO del presente
trabajo.
25
Biblioteca Casa de la Cultura Flavio Herrera
https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/08/produccion-literaria-de-flavio-herrera.html
El resumen estadístico de la producción y divulgación de las obras de Herrera en vida
(Por), Póstumamente por (FH) y Acerca de (FH) por otros autores es el siguiente:
26
Obras de Flavio Herrera: Publicaciones 1916-2018
30
25
25
25
20 20
20 20
20
20
20
15
15
15
15
15
15
15
10
10 10
10 10
10
10 10 10
10
10
5 5
5
5
5
5
5
5 5
5
1914-1916
1916-1918
1920-1922
1928-1930
1930-1932
1932-1934
1934-1936
1936-1938
1938-1940
1942-1944
1944-1946
1948-1950
1950-1952
1952-1954
1954-1956
1956-1958
1958-1960
1960-1962
1962-1964
1964-1966
1966-1968
1974-1976
1982-1984
1984-1986
1988-1990
1992-1994
1994-1996
2000-2002
2002-2004
2004-2006
2008-2010
2010-2012
2018-2020
0
Por
Póstumamente por
Acerca de
Elaboración propia con base en http://www.worldcat.org/identities/lccn-n86827298/
Según los datos que reporta WorldCat, las obras de Herrera han sido impresas en tres
idiomas:
Español (172); Inglés (6); Alemán (1)
Curiosidad: el nombre de Flavio Herrera aparece escrito en idioma árabe:
‫فالفيو هيريرا‬
27
No. de ediciones de algunas obras de
Flavio Herrera 1916-2018
Palo verde: hai-kais
2
Narrativa breve
2
La novela de la expresividad
2
La trilogía del trópico
3
La obra lírica: poemas: hai-kais y tankas
3
Curso de derecho romano
3
Oros de otoño
4
20 rábulas en flux: ensayo de picaresca (1946)
4
Poniente de sirenas
6
Solera
7
7 pájaros del iris
7
20 rábulas en flux y uno más (1965)
7
La lente opaca
8
Cosmos indio
8
Cenizas
8
La tempestad
20
Caos
23
El tigre
35
0
5
10
15
20
25
30
Elaboración propia con base en http://www.worldcat.org/identities/lccn-n86827298/
28
35
40
Obsérvese que en la lista de obras publicadas y reeditadas durante el período
comprendido de 1916 a 2018 no figura su tesis de graduación en 1918, la novela Hembra y otros
libros de poesía y de cuentos.
En el caso de la tesis, fue impresa en dos oportunidades: José Enrique Rodó y el americanismo
literario, editada por la Tipografía Sánchez y de Guise en 1918; y, “José Enrique Rodó y el
americanismo literario”, en revista Centro América No. 9, del año 1919. Por lo que se refiere a
Hembra su “primera edición” data de 1994. Es posible que no esté incluida en lista anterior
porque en lugar de editarse en formato de libro independiente es parte del Tomo IV de la edición
de toda su obra por el centenario de su nacimiento, que lleva por título La Novela de la
Expresividad. 7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20 Rábulas en Flux y Hembra. Editorial Universitaria,
Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. Páginas 311 a 342.
Igual ocurre con otros trabajos publicados por imprentas y editoriales; quizá porque no
se trata de novelas ni libros de cuentos, el registro de WorldCat no los recopila. Son 11 libros,
de un total de 25, que dicho centro mundial de catalogación no incluye, lo cual se justifica desde
el punto de vista de que si Guatemala no le informa a través de su red de bibliotecas…, 12 aspecto
que se aprecia en la siguiente tabla:
PRODUCCIÓN LITERARIA DE FLAVIO HERRERA SEGÚN AÑO DE PRIMERA EDICIÓN
PRODUCCIÓN LITERARIA DE FH
RECOPILACIÓN DE
WORLDCAT
1918
José Enrique Rodó y el americanismo literario
1921
El ala de la montaña, versos viejos, 1913-1918
1921
El hilo del sol
1921
La Lente Opaca
La lente opaca
1923
Cenizas
Cenizas
1931
Trópico (Hai-Kais)
1932
Sinfonías del trópico
1933
Bulbuxyá (Hai-Kais)
1934
El Tigre
1934
Hacia el milagro hispanoamericano. Apuntes de sociología
guatemalteca 13
El tigre
12
OCLC WorldCat Identities: Centro de bibliotecas informáticas en línea de OCLC, Inc.
Herrera, Flavio; Hacia el milagro hispanoamericano. Apuntes de sociología guatemalteca. (Conferencia
pronunciada en la clausura del Año lectivo de 1933 en la Universidad Nacional, por el Licenciado FLAVIO
HERRERA, Profesor de Derecho Español y Guatemalteco y de Oratoria Forense). Guatemala : Tipografía
Nacional, 1934. Pp. 20. La cubierta o portada dice marzo de 1934 y la portada interior, abril. Publicado
13
29
PRODUCCIÓN LITERARIA DE FLAVIO HERRERA SEGÚN AÑO DE PRIMERA EDICIÓN
PRODUCCIÓN LITERARIA DE FH
RECOPILACIÓN DE
WORLDCAT
1934
Sagitario. Poemas (Hai-Kais/Hais-Buns)
1935
La tempestad
La tempestad
1936
7 pájaros del iris
7 pájaros del iris
1937
Poniente de sirenas
Poniente de sirenas
1938
Cosmos indio (Hai-Kais y Tankas)
Cosmos indio
1942
Curso de Derecho Romano (dos tomos)
Curso de derecho romano
1946
20 rábulas en flux: ensayo de picaresca
1946
Palo verde (Hai-Kais)
20 rábulas en flux: ensayo de
picaresca
Palo verde: hai-kais
1949
Caos
Caos
1961
7 mujeres y un niño
originalmente con el título: “El milagro hispanoamericano”. Guatemala : El Imparcial, martes 6 de marzo de
1934. Páginas 5 y 6. Recorte de periódico en mal estado y roto en algunas de sus partes, en el Archivo Histórico
de Casa de la Cultura Flavio Herrera. Se trata de la reproducción en formato de libro o folleto de la conferencia
que impartió el domingo 4 de marzo de 1934. Un día antes se anunció que la Universidad realizaría el acto de
clausura del ciclo lectivo 1933-1934, que se entregarían los premios a las mejores tesis del año por cada Facultad
que lo tenía establecido, y que Flavio Herrera dictaría la conferencia “El milagro Hispanoamericano”.
En algunas fuentes documentales se indica que Herrera desarrolló su exposición en 1933, lo que ha inducido a
error a varios investigadores –incluyendo al que esto escribe– a tomarlo como válido. Quizá el yerro de
interpretación en cuanto al año en que impartió la conferencia se deba a que se consultó el texto impreso en
formato de libro o folleto, en el cual se da a entender que la expuso en 1933: (Conferencia pronunciada en la
clausura del Año lectivo de 1933 en la Universidad Nacional, […]. Esto es producto del desconocimiento en
cuanto al funcionamiento del sistema educativo, que en 1933 no operaba como en la actualidad, con ciclo lectivo
de enero a octubre para educación primaria y secundaria y de enero a noviembre para la universitaria, sino de
mayo de un año a marzo del siguiente, de tal suerte que al anotarse que la conferencia en mención fue por el
cierre del ciclo lectivo 1933, debió haberse advertido que este concluyó en marzo de 1934. Un ejemplo lo
constituye la siguiente noticia:
El Imparcial; Nosotros ante la vida. Iniciación del ciclo lectivo 1934. Guatemala : miércoles 16 de mayo de
1934. Página 3. Informa que “Hoy se inaugura el nuevo año escolar en toda la república, después de dos meses
y medio de vacaciones en los que maestros y discípulos se tomaron un bien merecido descanso”. Como
Guatemala no era ajena a la crisis económica mundial, agrega que los padres de los alumnos debían hacer
grandes esfuerzos porque “La depresión económica ha llegado hasta el extremo de que muchos de estos últimos
tienen que hacer verdaderos sacrificios para que sus hijos no abandonen los estudios, pero en el sacrificio mismo
encuentran la recompensa”. La Universidad Nacional, al formar parte del Ministerio de Instrucción Pública
también inició actividades en tal mes.
30
PRODUCCIÓN LITERARIA DE FLAVIO HERRERA SEGÚN AÑO DE PRIMERA EDICIÓN
1962
Oros de otoño
RECOPILACIÓN DE
WORLDCAT
Oros de otoño
1962
Solera
Solera
1964
Patio y nube
1965
20 Rábulas en Flux y uno más
1994
Hembra
1994
Los cinco libros anotados por WorldCat corresponden
a igual número de Tomos publicados como parte de la
recopilación de toda la obra de Flavio Herrera por el
centenario de su nacimiento. Editorial Universitaria,
Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994.
PRODUCCIÓN LITERARIA DE FH
1994
1994
20 rábulas en flux y uno más
I
La trilogía del trópico
II
Narrativa breve
III
1994
IV
La obra lírica: poemas: hai-kais
y tankas
La novela de la expresividad
1994
V
Presencia y huella
Elaboración propia con base en: WorldCat, http://www.worldcat.org/identities/lccn-n86827298/; y, Batres
Villagrán, Ariel; La producción literaria de Flavio Herrera. 2 de julio de 2020, disponible en:
https://www.academia.edu/43502343/47_aniversario_de_la_Casa_de_la_Cultura_Flavio_Herrera_LA_PRODU
CCI%C3%93N_LITERARIA_DE_FLAVIO_HERRERA;
y,
5
de
julio
de
2020
en
https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/07/05/la-produccion-literaria-de-flavio-herrera-por-ariel-batresvillagran/.
En resumen: Flavio Herrera escribió 25 libros clasificados, según género, así:
•
•
•
•
6 novelas;
10 poemarios (que incluyen hai–kais y tankas);
7 de cuentos, uno de los cuales –Mujeres– no ha sido localizado; y, 14
2 obras de carácter académico (de derecho romano y de sociología).
Interesa acotar que en trabajos anteriores este ensayista aseveró que entre las obras
inéditas de Herrera se encuentra Las tinieblas. Empero, gracias a la orientación que Felker
14
Algunos de los cuentos que integrarían el libro fueron dados a conocer gradualmente y en distintos años por
Herrera, principalmente en las páginas de El Imparcial. En el epígrafe de algunos se anotó, a partir de 1923,
que formaban parte de Mujeres, y en 1936 y 1937 indicó que estaba “en prensa” pero en realidad nunca lo
publicó como tal. Véase, por ejemplo:
El Imparcial; Flavio Herrera va a publicar un nuevo libro. “Mujeres” es el bello título. Guatemala : jueves 6
de diciembre de 1923. Página 1.
Herrera, Flavio; “Cuentos de amor. Su recuerdo. Del libro ‘Mujeres’”. Guatemala : El Imparcial, lunes 24 de
diciembre de 1923. Página 4.
31
proporciona en su tesis de doctorado, se puede afirmar que la obra qué el anunció con el título
de Las tinieblas, y hasta aseguró que se encontraba “en prensas”, nunca salió a luz con tal nombre,
pero sí con el de Caos en 1949.
En efecto. Dando respuesta a una de las preguntas de José Arzú, quien lo entrevistaba,
declaró en 1936:
“—¿Obras en preparación?
Está listo para prensas un libro de cuentos: Mujeres. Preparo otra novela de la vida
agraria: Las Tinieblas.” 15
En el capítulo ocho de su tesis, “Vida y literatura – La solución de Caos: 1949”, Felker
describe:
[…] David Vela dijo que Herrera a menudo había discutido sus planes sobre una
narrativa que iba a ser la última novela de la tierra, y que Las tinieblas era el título
original de Caos publicado en 1949. 16 Un año antes de la aparición de Caos, Herrera
le había dicho a Antonio Villaseñor Van Dorne 17 en una entrevista para la revista
guatemalteca Orientación, que Las tinieblas se estaba imprimiendo en Montevideo,
pero esa edición no se materializó. El brasileño Mario de Andrade, que conoció a
Flavio Herrera en la década de los 40, comentó: 18
Arzú, José; “¿Cómo escribe usted? Entrevistas de José Arzú. Flavio Herrera, al decirnos como escribe, hace
interesante referencia a la génesis de sus bellas novelas”. Guatemala : El Imparcial, sábado 18 de enero de
1936. Páginas 3 y 8.
Al año siguiente de dicha declaración, Mujeres fue colocada en la lista de novelas publicadas y Las Tinieblas
entre las que se encontraban “Para prensas”. Ver: Herrera, Flavio; Poniente de sirenas. Novela de amores y de
mar. Guatemala : Unión Tipográfica. Imprenta y Fotograbado Muñoz Plaza y Cía., 1937. Página 2.
16
Nota de Felker a pie de página: 2 Interview with David Vela, 1 June 1972.
17
Felker escribió “Vallaseñor”. Se corrige el apellido del ciudadano de origen holandés nacido en Guatemala.
En 1954 se graduó de abogado y notario con la tesis de 76 páginas: El consentimiento y su aspecto en la
contratación moderna. Falleció el 16 de agosto de 2009. En página 201 de su tesis, sección de bibliografía,
también anota la entrevista (aunque con error en el apellido: Vallaseñor Van Dorne, Antonio. “Licenciado
Flavio Herrera”. Orientación (Guatemala), 1, No. 4 (July 1948), p. 9.
18
No se duda de la relación entre ambos (de Andrade fue poeta, novelista, ensayista, y musicólogo), aunque
posiblemente los contactos entre ambos no ocurrieron en la “década de los 40” como señala Felker, sino en la
anterior ya que de él se transcribió en la solapa anterior de la primera edición de 20 Rábulas en Flux. Ensayo
de picaresca (1946): “Flavio herrera, con sus maravillosos Hai–Kais, ha dado nueva ruta y nuevo sentido a un
género de la poesía americana”.
Los primeros Hai–Kais del autor guatemalteco, publicados en formato de libro, datan a partir de 1931, aunque
varios los dio a conocer en diversos periódicos, especialmente en El Imparcial durante el período comprendido
del 11 de julio de 1925 al 7 de noviembre de 1930. Sus obras poéticas fueron, por ejemplo: Trópico (1931),
Sinfonías del trópico (1932), Bulbuxyá (1933), Sagitario. Poemas (1934), y Cosmos indio (1938).
15
32
Conocí las primicias de esta novela cuando su autor … andaba … con
la duda de titular a su novela Las tinieblas o Caos. … Nos gustó más el título
de Caos hasta por la técnica de contrapunto y lo deliberadamente caótico de
la acción en que se ensamblan dos tiempos de dos novelas que, realmente, son
una sola novela. 19
La declaración de Andrade se refiere al progreso de Herrera entre 1945 y 1947, pero
no arroja luz sobre el estado de la novela en 1936. 20 Mercedes Duchez afirma que
Herrera le dictó todo el libro en Brasil, 21 pero es probable que solo de hecho se
dictaron fragmentos de la segunda parte de Caos, y que la primera sección existía
antes de la misión diplomática de Herrera en América del Sur. El texto completo se
cierra con dos fechas y lugares separados: Pamaxán, Guatemala, 1942, y Río de
Janeiro, Brasil, 1946. Caos son, en efecto, dos obras separadas pero complementarias.
La primera mitad del libro, que presumiblemente se basa en el original Las tinieblas,
describe la autorrealización de un finquero en un complejo proceso de identificación
con un alcohólico depravado y su interacción con un universo primigenio. 22
En resumen: Las tinieblas no es una obra inédita ni extraviada en los archivos, sino vio la
luz con su título definitivo Caos, publicada en 1949 por Editorial Universitaria de la Universidad
de San Carlos de Guatemala.
El título Las tinieblas se escribe en cursivas, a sabiendas que la novela sobre la vida agraria
no fue publicada con tal designación.
Muestra de las obras que publicó Flavio Herrera se aprecia en la composición de
imágenes a continuación, en donde por razones de espacio se organizan en tres tramos de
tiempo.
Nota de Felker a pie de página: 3 Mario Andrade cited in introductory note on the inside cover of Herrera’s
Caos. / TRADUCCIÓN: 3 Mario Andrade citado en nota introductoria en la portada interior de Caos de Herrera.
NOTA: El texto de Mario de Andrade, nombre correcto pues se trata del autor brasileño Mário Raul de
Morais Andrade (1893–1945), se encuentra en la solapa anterior y posterior, edición de 1949, en la cual
Editorial Universitaria se tomó la libertad de traducir el nombre al español y Felker lo transcribió así.
20
La deducción de Felker en cuanto al progreso de la novela entre los años 1945 a 1947 se invalida por lo
siguiente: Flavio Herrera le envió el borrador a Mario de Andrade mucho antes del 25 de febrero de 1945 (fecha
de fallecimiento del brasileño), y este emitió opinión. En la última página de Caos Herrera anota que la principió
en Pamaxán (Guatemala), 1942 y la concluyó en Río de Janeiro (Brasil) en 1946.
21
Mercedes Duchez fue la primera esposa de Flavio Herrera; se casaron el 26 de mayo de 1943 y el divorcio se
legalizó el 31 de julio de 1950. En Brasil el escritor desempeñó el cargo de embajador de Guatemala entre 1945
y principios de 1947. Quizá por tal razón él escribió en página inicial de Caos: “Al Brasil. Donde viví días de
gloria”.
22
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas
136 y 137.
19
33
34
35
ↈↈↈↈↈↈↈ
Para fines del presente trabajo, interesa resaltar solamente algunos años en la vida de
Flavio Herrera, relacionados o alrededor de 1923, cuando publica el cuento “El miedo”, inserto
como parte del libro Cenizas:
•
1912: El 5 de agosto escribe el artículo “La India”. Se trata de un ensayo
del joven bachiller de 17 años. En un párrafo de prosa poética dice
sobre el país asiático:
Selvas maravillosas donde la vida palpita en todas las cosas, en
todos los átomos; selvas plenas de poesía donde los dioses
multiformes meditan en las pagodas y los templos en ruina
evocando la gloria de las edades remotas! Y fulguran las
hipnóticas pupilas de los tigres, y rugen los leones, y pasean su
indolencia, los elefantes colosales mientras una serpiente forma
un símbolo en la arena y pasa la esmeralda gigantesca de un
36
lagarto por entre los bambúes soñolientos……. ¡Selvas vírgenes donde palpita el
panteísmo de aquel pueblo colosal! 23
•
1912 a 1917: Estudia la carrera de derecho (Ciencias Jurídicas) en la denominada Universidad
Nacional, a la que en 1918 se le cambió nombre por el del presidente Manuel Estrada
Cabrera; tras la caída de este en abril de 1920, el nuevo gobierno de Carlos Herrera emitió el
Acuerdo Gubernativo del 3 mayo 1920, que prohíbe la utilización del nombre del malhadado
dictador en cualquier lugar geográfico del país.
Los recuerdos estudiantiles de Herrera quedaron grabados en la jocosa e histórica
“nivola” –como él le llamó– 20 Rábulas en Flux, 1946; o 20 Rábulas en Flux y uno más, 1965. 24
•
1913: Publica artículos y poemas en Juan Chapín, Revista de
literatura y variedades, que dirigía el poeta Rafael Arévalo
Martínez, de la que se editaron 42 números entre el 1 de marzo
de 1913 y 1914. Catalina Barrios y Barrios anota (sin especificar
fecha): «De Flavio Herrera “El lago”». 25 Posiblemente se trate
del poema que con igual título Herrera incluyó en El ala de la
montaña (1921). 26
En periódico no identificado, posiblemente de 1913, da a
conocer, en prosa poética: “Tarde de lluvia”, cuyo primer párrafo
dice:
Herrera, Flavio; “La India”. Guatemala 5 de agosto de 1912. Publicado en un periódico que no es factible
identificar de cuál se trata, ni la fecha de edición. Se encuentra colocado y pegado como recorte de prensa, junto
a los de Flavio Herrera y de autores varios, divulgados entre 1912 y 1914, y de otros más copiados a mano entre
1901 y 1905 por el anterior propietario de un libro para asuntos de contabilidad, de 72 folios (el resto fueron
arrancados). El artículo o ensayo está en folios 9 a 11. En la portada interior se lee: “Propiedad de Arturo R.
Vielmann. Guatemala julio 27 de 1901”. El folio 1 lo identifica como ”Libro Diario abierto el día 16 de julio
de 1901”. Está resguardado en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera.
24
Contiene relatos y anécdotas de la vida estudiantil universitaria, entre 1912 y el 25 de diciembre de 1917, de
un grupo de amigos cursantes de la carrera de derecho, rábulas (incluyendo dos de medicina), entre los cuales
el propio autor. En julio de 1961 da a conocer lo que será el capítulo nuevo, “uno más”, para su nivola, motivo
por el cual el 9 de septiembre de 1965 es publicada la segunda edición de 20 Rábulas en Flux (1946), con el
título 20 Rábulas en Flux y uno más, porque adiciona dicho capítulo.
25
Barrios y Barrios, Catalina; Estudio histórico del periodismo guatemalteco (1900-1930). Guatemala :
Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 2012. Página 256.
26
Portada de la revista Juan Chapín, núm. 39 (15 de diciembre de 1913), disponible en El Blog del Museu
Picasso de Barcelona: http://www.blogmuseupicassobcn.org/2019/01/laventura-americana-de-jaumesabartes/?lang=es.
23
37
Como siempre: un cielo azul; un sol implacable; luego una
nubecilla que crece, se agiganta y cubre el cielo; el aire es
pesado; obscurece y las primeras gotas de lluvia, rectas y
brillantes, son como un millón de flechas disparadas por un
arco prodigioso. 27” 28
•
1914: Publica artículos y poesía en La Esfera. “Semanario
ilustrado. Se inició en diciembre de 1914. Dirigido por T. Romero
Gómez en lo literario y en lo artístico Carlos Matheu. Noticias de
la guerra mundial. Poemas de […] Flavio Herrera […] Escriben también Carlos Wyld Ospina
[…]. / En 1915 su editor fue G. M. Stabler. […] (Biblioteca
César Brañas, referencia 2677).”29
En Honduras se editaba la revista literaria Esfinge (1905–
1918) y en Costa Rica Ariel (1925-1940), también de carácter
literario; ambas a cargo del conocido autor hondureño Froylán
Turcios. Aunque no se pudo constatar fechas ni títulos de las
colaboraciones de Herrera, para fines de investigación futura es
de señalar que en ambas publicó tres aportes: en Esfinge, páginas
513 y 848–849; y, en Ariel, página 1149. 30 En el caso de esta
última, la página 1149 podría corresponder al No. 43 de 1939,
porque está cercano a la que aparece en un artículo de Antonio
Ramón Vallejo: «“Donde se leyó en Tegucigalpa el Acta de
Independencia”. Revista Ariel. San José de Costa Rica. 1º de
julio de 1939. Nº 43 p. 1108 (contiene un breve juicio de
Froylán Turcios sobre el Dr. Vallejo).» 31
En el original dice “flechas dispara”. Aquí se corrige.
Herrera, Flavio; “Rincón literario. Tarde de lluvia”. Publicado entre 1915 y 1921 en un periódico que no es
factible señalar de cuál se trata, ni la fecha de edición. Se encuentra colocado y pegado como recorte de prensa
en folio 8 de un libro (cubierta de color negro) para asuntos de contabilidad. Está resguardado en el Archivo
Histórico de la Casa de la Cultura Flavio Herrera.
29
Barrios y Barrios, Catalina; Op. Cit., página 260.
30
Meléndez, Fanny; “Modernismo y americanismo en dos revistas de Froylán Turcios: Esfinge (1905-1918) y
Ariel (1925-1940). Contiene el índice de Autores”. Universidad Nacional Autónoma de Honduras. (U.N.A.H).
Documentación VIII Congreso Centroamericano de Historia, Guatemala, julio 2006: Trabajos seleccionados
sobre literatura e historia. Istmo. Revista virtual de estudios literarios y culturales centroamericanos. No. 13,
julio – diciembre 2006. http://istmo.denison.edu/n13/proyectos/modernismo.html.
31
Ramos, Víctor Manuel; Antonio Ramón Vallejo / Vida Y Obra. Premio Rey Juan Carlos I de Estudios
Históricos, 2005. Página 182. Disponible en http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/antonio-ramonvallejo-vida-y-obra/.
27
28
38
Interesante es la carta de la educadora, geógrafa y feminista Natalia Górriz v. de Morales
(1866–1941), la que en el periódico La República publicaba artículos sobre el papel de la mujer
en la sociedad, utilizando el pseudónimo “Noel” (1900 a 1904). Por su libro Compendio de
geografía descriptiva (1904), editado en Honduras, fue admitida por unanimidad como socia
corresponsal de la Real Sociedad de Geografía de Madrid en 1906. 32
En misiva del 14 de octubre de 1938 solicita al director de la revista Ariel que publique el
capítulo “La epopeya del café”, de La Tempestad. 33
•
1915: Con oprobio, aunque no le resta mérito a su obra porque era lo obligado en esa época,
formó parte del “Club de Intelectuales” cuyos miembros dirigieron un Manifiesto público al
mandatario Manuel Estrada Cabrera designándolo como su candidato presidencial (se
trataba de la tercera reelección del dictador), a través del cual:
[…] en esta hora solemne se oirá nuestra voz vibrante que proclama muy alto el
nombre ilustre del eminente jurisconsulto y expertísimo estadista , señor licenciado
don Manuel Estrada Cabrera, Benemérito de la Patria, como el ciudadano que por sus
indiscutibles méritos, brillantes antecedentes e infatigable labor, es el llamado a
continuar impulsando a Guatemala, con el beneplácito de todos, por el sendero del
progreso y del engrandecimiento, y en quien reconocemos mayores aptitudes para
salvar con habilidad e inteligencia los escollos y tropiezos […] os proclamamos
nuestro candidato para ejercer la Presidencia de la República durante el próximo
período constitucional. 34
Cabe anotar que entre los firmantes del desafortunado “Manifiesto” aparecen: Antonio
Batres Jáuregui, Salvador Falla, Máximo Soto Hall, Alberto Mencos, Virgilio Rodríguez
Beteta y Adrián Recinos, en su calidad de miembros de la junta directiva del “Club de
Intelectuales”, a los que se agregan los nombres, entre otros, de: Arturo Ubico (padre de
Jorge Ubico), José María Reina Andrade, Enrique Arís, Félix Calderón Ávila, José Santos
Chocano, Rubén Darío, Flavio Herrera, José María Orellana, José y su hermano Carlos
Rodríguez Cerna, Magdalena Spínola, el español Jaime Sabartés, Adrián Vidaurre (auditor de
guerra de don Manuel), Miguel Larreinaga, Carlos Wyld Ospina y Pedro Zamora Castellanos.
Hernández, Bienvenido (2017); “El pensamiento pedagógico de Natalia Górriz”. Revista Historia de la
Educación
Latinoamericana.
19.
10.19053/01227238.7549.
Disponible
en
https://www.researchgate.net/publication/321336584_El_pensamiento_pedagogico_de_Natalia_Gorriz.
33
Ariel; “Carta de doña Natalia G. vda. de Morales”. Ariel. Quincenario antológico de Letras, Artes, Ciencias
y Misceláneas. Director: Froylán Turcios. Serie X, Número 29. San José de Costa Rica, 10 de noviembre de
1938. Página 766.
34
Vidaurre, Adrián; Los Últimos Treinta Años de la Vida Política de Guatemala / Memorias. Habana, Cuba :
Imp. Sainz, Arca y Ca., 1921. Páginas 80 a 81.
32
39
En ese mismo año de 1915 existió lo que se llamó la “Convención Nacional”, que tenía
como órgano de difusión un periódico cuyo director lo era Antonio Batres Jáuregui,
actuando en calidad de redactores: José Rodríguez Cerna, Máximo Soto Hall, Félix Calderón
Ávila y Miguel Larreinaga, en cuyas páginas se demandaba la reelección de Estrada Cabrera.
No es de extrañar que Flavio Herrera perteneciera a un club político de adhesión a la
reelección de Estrada Cabrera. La investigadora Catherine Rendón estima que en dicho año
existían más de 500 organizaciones de tal índole en todo el país, así como por lo menos 200
publicaciones (revistas, periódicos, pasquines) de igual talante, y todo mundo era forzado a
inscribirse en el club liberal de su respectiva localidad, so pena de ser encarcelado y como
mínimo perder el trabajo por no hacerlo. Muchos intelectuales cedieron su pluma para
exaltar la figura del Benemérito solicitándole que por favor aceptara la reelección, entre los
cuales Enrique Gómez Carrillo y el decano de la Facultad de Derecho, Carlos Salazar, quien
fue repudiado por los estudiantes. 35 Varios de los nombres referidos en el “Manifiesto”
comentado aparecen en otras listas, como por ejemplo la que proporciona el historiador
Ernesto Chinchilla Aguilar:
La intelectualidad de Guatemala sucumbió ante el atractivo de las fiestas a la diosa
sabiduría y era frecuente la participación en ellas de renombrados escritores como J.
Joaquín Palma, Alberto Mencos, Máximo Soto Hall, Manuel Valle, Joaquín Méndez,
Francisco Castañeda, José Flamenco, José Rodríguez Cerna, Pío M. Riépele,
Salvador Falla, Valero Pujol, Natalia Gorriz V. de Morales, Virgilio Rodríguez Beteta
y en general lo más granado de la sociedad de entonces. El Presidente hacía gala de
su mecenazgo de las letras así como de la educación; y en su tiempo vivieron en
Guatemala ilustres escritores americanos como Rubén Darío, Porfirio Jacob, José
Santos Chocano, y otros.36
•
1916: Ofrece discurso durante la celebración del aniversario de independencia patria. No
efectúa ditirambos al tirano Manuel Estrada Cabrera, a pesar de que se encontraba presente.
Plantea la necesidad del reconocimiento de las razas sin detrimento o sobre posición de
ninguna sobre otra, del respeto a la mujer, y del sufragio universal. 37
35
Rendón, Catherine; Minerva y la Palma : el enigma de don Manuel. Guatemala : Artemis Edinter, 2000.
Páginas 218 a 220.
36
Chinchilla Aguilar, Ernesto; “La Vida Moderna en Centroamérica”. Guatemala: Editorial José de Pineda
Ibarra, 1977. Págs. 496-497. Citado por: Pinto Aguilar, Rodolfo Mauricio Gerardo; La Época de Manuel
Estrada Cabrera a través de testimonios inéditos orales. Guatemala : Universidad Francisco Marroquín, 1982.
Pág. 92.
37
Herrera, Flavio; Discurso pronunciado por el bachiller don Flavio Herrera la noche del concierto verificado
en el Palacio del Ejecutivo el 14 de septiembre de 1916. Guatemala : Tipografía Nacional, [s.a.]. Ver
40
•
1918: Se gradúa de abogado. Su tesis fue distinguida con el Premio Gálvez; lleva por título:
José Enrique Rodó y el americanismo literario. El investigador norteamericano William Felker cita
dos reproducciones:
José Enrique Rodó y el americanismo literario. Guatemala: Tipografía Sánchez y de
Guise, 1918. 13 p.
“José Enrique Rodó y el americanismo literario,” Centro-América, 9 (1919), pp. 5157. 38
La revista Centro América que indica Felker, es la misma que aparece sin guion en otras
fuentes. Barrios y Barrios describe someramente el número XI de Centro América, fechado en
julio, agosto y septiembre de 1919, con textos (sin especificar títulos) de Rafael Arévalo
Martínez, Flavio Herrera y Adrián Recinos. Biblioteca César Brañas, referencia 4418. 39 En
consecuencia, el número IX debió publicarse entre enero y junio de ese año.
Seguramente a Herrera le interesó el pensador uruguayo, por las ideas panamericanistas
que profesaba y lo que este escribiera en sus
[…]
estudios
«Juan
María
Gutiérrez»,
«El
Iniciador de
1838»,
«Americanismo literario», «Arte e historia» y la refundición posterior de todos ellos
en «Juan María Gutiérrez y su época».” “En cierto sentido, las ideas de Rodó
sobre americanismo literario, admitiendo la aleación de lo propio con lo necesario
llegado de otras latitudes, cierran una etapa de la inconciliable polémica que durante
la segunda mitad del siglo XIX se agitó por todas partes, la que planteó el
enfrentamiento entre nacionalismo cultural y cosmopolitismo. 40
De acuerdo con Felker, en su tesis de 1918 Herrera plantea el disgusto que sentía por el
exceso de erotismo en las obras del francés Émile Zola. Sin embargo, sus “historias
individuales” o cuentos:
Ignoradas por todos los comentaristas de Herrera, las historias individuales son
algunas de las piezas más intrigantes del autor. Forman una transición entre el
frustrado erotismo rural de sus primeras obras y las complejas intrigas de sus dos
grandes novelas, El tigre (1934) y Caos (1949). Muestran que a pesar de las críticas
transcripción en Anexo con dicho título en: Batres Villagrán, Ariel; 20 Rábulas en Flux y uno más, de Flavio
Herrera Hernández. Reseña y comentarios.
38
Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. Op. Cit., página 297. Texto de las páginas 291 a 295 del
estudio de Felker, en ANEXO del presente trabajo.
39
Barrios y Barrios, Catalina; Estudio histórico del periodismo guatemalteco (1900-1930). Op. Cit., pág. 275.
40
Rocca, Pablo; Enseñanza y teoría de la literatura en José Enrique Rodó : (Apéndice: “Apuntes inéditos” de
un curso de literatura de Rodó). Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2010. url =
http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcdb8j9.
41
en su tesis de “la pornografía científica de Zolá” y las “exageraciones enfermizas” (17)
41
del naturalismo, Herrera no fue enemigo de tales tendencias. 42
Felker encuentra relación entre los postulados de la tesis de 1918, con respecto a otras
ideas de Herrera sobre el latinismo de las razas, que en aquel entonces era como decir que
las latinas eran inferiores. Así, lo sitúa en 1929:
Más tarde ese año, cuando pasaba la mayor parte de su tiempo en la finca sur,
comenzó a escribir una columna para El Imparcial a la que llamó “El minarete”.
Como la mayoría de sus esfuerzos periodísticos, no tuvo una gran longevidad, pero
expresó puntos de vista que señalaron una progresión del desarrollo ideológico desde
su tesis en 1918. El artículo más importante se refería a los factores raciales en
Guatemala. Escribiendo inicialmente una reseña favorable de El autócrata de Carlos
Wyld Ospina, un libro que trata de la era de Estrada Cabrera y crítico de las
debilidades políticas y sociales nacionales, Herrera se apartó de su tema y lo utilizó
como punto de partida para sus propias opiniones. Haciendo una excepción con Wyld
Ospina, dice:
Esa exposición en El autócrata, de nuestras lacras sociales, que para su autor hacen
marco en lo político al caciquismo y en lo económico al capitalismo ... ¿derivan todas
de la educación, como se ha dado en decir y creer? ¿No hay una razón biológica más
honda? Lo que también se ha dado en llamar latinismo en Hispanoamérica es una
serie de síntomas que determinan la ineptitud de estos pueblos para incorporarse los
principios de cultura moderna que son base de progreso social y la capacidad
económica. 8 43
Nota de Felker a pie de página: “17 Herrera, “José Enrique Rodó y el americanismo literario,” p. 55.
NOTA: Como la tesis de Herrera tiene 13 páginas, el lector puede confundirse al observar que Felker anota “p.
55”. Esto se debe a que él consultó la transcripción publicada en la revista Centro América (sin guion
intercalado), aunque seguramente vio la edición original, la que también incluye en la lista bibliográfica que
dio a conocer en su tesis de 1973 y en 1978:
José Enrique Rodó y el americanismo literario. Guatemala: Tipografía Sánchez y de Guise, 1918. 13 p.
“José Enrique Rodó y el americanismo literario,” Centro-América, 9 (1919), pp. 51-57.
Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. Revista interamericana de bibliografía: Review of
interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978. Página 297.
42
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 66.
43
Nota de Felker a pie de página: 8 Flavio Herrera, “Acerca del autócrata,” in “El minarete,” El Imparcial
(Guatemala), 29 Nov. 1929, p. 3. Traducción libre del inglés al español.
NOTA: “Acerca del autócrata” corresponde a la segunda parte. Herrera publicó:
----------; “El Minarete. El Autócrata de C. Wyld Ospina”. Guatemala : El Imparcial, sábado 23 de noviembre
de 1929. Página 3.
----------; “El Minarete. Acerca del Autócrata II”. Stambul. Guatemala : El Imparcial, viernes 29 de noviembre
de 1929. Página 3.
41
42
Esto es esencialmente una repetición del punto de vista expresado en su tesis [de
abogado, 1918], de que el “latinismo inferior” no era una fantasía sino una realidad
deplorable. Herrera aún se resiste a definir claramente la “razón biológica” exacta a
la que se refiere, y cuando presenta su propio caso histórico contra la educación en
Guatemala, el problema de la herencia parece explicarse en términos de deficiencias
ambientales de largo alcance. 44
Cabría pensar también que Herrera dio el nombre de “El Minarete” a su columna de
opinión en El Imparcial, porque en la finca Bulbuxyá, propiedad suya y que al fallecer legó a
la Universidad de San Carlos de Guatemala, tenía un lugar donde desde lo alto se observaba
el panorama tropical. Su antiguo alumno en la Facultad de Humanidades de dicha
universidad, Ricardo Estrada h., lo recuerda, colocando entre paréntesis su digresión, y
transcribiendo un párrafo de La tempestad donde el personaje César es el alter ego de Herrera,
así:
(Cuántas veces, en el corredor de la casa de ‘Bulbuxyá’, frente a la montaña —y
en el vórtice dionisíaco— he contemplado, a la par del maestro, el orgasmo frenético
del trópico, en parpadeo y estremecimiento frente al derrumbe primitivo del rayo, con
una contorsión de ánimo anhelante. Y el maestro… con la impasibilidad que da la
identificación, captando, en un rito interno que lleva en sí el engendro… Después, en
la jungla, el reencuentro de las luciérnagas y el tableteo de sapos enormes, y la lumbre
en los ojos de las bestias celebrando el vértigo.) 45
Y adelante, el minarete de ‘Bulbuxyá’, de aire exótico con la pureza de madera
de canoj, 46 desde donde avizora César —Flavio Herrera.
44
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 62.
Traducción libre del inglés al español.
45
Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San
Carlos de Guatemala, 1960. Página 121.
46
Canoj (Nectandra sp.), “una madera que se caracteriza por ser similar a la madera de cedro, su madera oscura
y olorosa”. Su principal y casi única producción se ubica en el municipio de Santiago Atitlán, Sololá; “esta
especie, aunque es nativa de algunas regiones de la costa del pacifico, es aprovechada para la producción de
madera, aun así, no es una especie preferidas para proyectos de reforestación con estos fines”. Véase
http://ppm.inab.gob.gt/docs/dinamica_28_especies_en_plantaciones_vf.pdf
En un informe de la Dirección General de Investigación de la USAC se indica: “Distribución: Endémica para
Chiapas (México) y Guatemala. / Altitud: Entre 1800 a 3200msnm, principalmente por arriba de 2500msnm. /
Hábitat: Principalmente en bosques nubosos, tanto de hoja ancha como mixtos. / Características morfológicas:
▪ Árbol de 15-20m de altura, con ramas fornidas y densas. / ▪ Hojas sobre peciolos gruesos, láminas coriáceas,
elípticas, verdes y glabras en la superficie, cubiertas de tomento ferroginoso muy denso en el envés.”
https://www.researchgate.net/publication/327871237_Fenologia_de_diez_especies_potencialmente_utiles_pa
ra_restaurar_bosques_nubosos_del_Altiplano_Occidental_de_Guatemala
43
“Allí subía a las del alba a otear los horizontes aún arrebujados en niebla,
esperando el salto del sol y este acto era como ritual; tenía un íntimo sentido de
comunión con la naturaleza; era algo como una cuotidiana afirmación de su señorío
en la tierra.” 47
•
1918 a 1922: Después de graduarse de abogado y notario, en forma intermitente entre 1918
y 1922 Herrera estudia en Roma y Madrid, en donde amplía conocimientos en varias
disciplinas jurídicas y literarias. En su “currículum vitae”, redactado por él y mecanografiado
por su secretaria (FH/ems) indica, sin especificar años:
Estudios especiales: Aplicaciones Jurídico Criminales en Italia (Roma) Instituto de
Aplicaciones Jurídico Criminales, Literatura y Derecho Constitucional (Universidad
Central de Madrid). 48
La preparación del currículum vitae posiblemente ocurrió hasta e inclusive el año 1961
porque la última obra publicada que coloca en la lista es de 1958; entre 1962 y 1965 produjo
47
Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Op. Cit., página 122. Resaltado propio.
“Currículum vitae del licenciado Flavio Herrera”. Mecanuscrito disponible en el Archivo Histórico de la Casa
de la Cultura Flavio Herrera.
48
44
tres libros más que no menciona en su hoja de vida. Aunque la nivola 20 Rábulas en flux la
publicó originalmente en 1946, se cuenta como adición la versión de 1965 con el título 20
Rábulas en flux y uno más.
De las distinciones obtenidas incluye la que recibió (sin indicar fecha) el 25 de abril de
1961, cuando la Facultad de Ciencias Jurídicas de la USAC le otorga medalla Universitaria,
pero no hace referencia a la orden del Quetzal que se le entregó en 1966, ni al grado de
Profesor Emérito que el 12 de junio de 1966 le concedió el Consejo Superior Universitario
de la USAC. 49
Algún “encargado” del archivo en la Casa de la Cultura Flavio Herrera anotó a mano la
fecha de su fallecimiento, alterando “sin saber” el mecanuscrito original.
•
1920: Ocupa el puesto de “Secretario de la legación guatemalteca en Costa Rica en 1920. Allí
hizo su debut en la alta sociedad centroamericana, y su poesía dejó una impresión favorable
en los salones de San José”, 50 en la que a su vez fue también encargado de negocios. 51 El
nombramiento para dicho cargo le fue otorgado por el gobierno de Carlos Herrera, sucesor
del defenestrado Manuel Estrada Cabrera; partió a Costa Rica a fines de junio y desempeñó
el cargo hasta diciembre de ese año. 52 El embajador era el abogado Faustino Padilla y Padilla
(1867–1958), quien, en 1936, ante la tempestad de La tempestad (1935) que provocó la novela
de Herrera, lo apoya y aconseja. Desde Hamburgo, Alemania, le envía carta con aviso de
recibo de un ejemplar y efectuando algunos comentarios, le pide que tome con serenidad los
cuestionamientos que recibe de los jóvenes (pues igual los hizo el escritor en su tiempo) y
que siga en su tarea literaria, recordándole que cuando fue su secretario ya le había dado
recomendaciones respecto a qué no decir en materia de relaciones diplomáticas. Que el
hecho de que algunos le llamaran finquero o agricultor fracasado lo tuviera sin cuidado, pues
qué sabían ellos de la crisis económica que obligó a muchos a vender por poco valor sus
propiedades, para salvar algo del capital; 53 será en el capítulo “La epopeya del café” de su
novela La tempestad, donde relate este tipo de angustias.
Todavía encontrándose en Costa Rica, en agosto de 1920 figura en Guatemala como
miembro del equipo de colaboradores de Electra, “Revista mensual ilustrada de Ciencia, Arte
Ver: Estrada h., Ricardo; “Flavio Herrera, Emérito”. Guatemala : El Imparcial, martes 14 de junio de 1966.
Página 13. Y, El Imparcial; Los justos homenajes. El crepúsculo de Flavio Herrera. Guatemala : martes 14 de
junio de 1966. Página 13.
50
Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. Op. Cit., página 291.
51
El Imparcial; Un grande de nuestras letras ha muerto: Flavio Herrera. Hizo de El Imparcial un hogar para
su intelecto. Guatemala : jueves 1 de febrero de 1968. Páginas 1 y 2.
52
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 42.
53
Padilla, Faustino; “Serenidad, y seguir… Carta del licenciado Padilla a propósito de La Tempestad”.
Guatemala : El Imparcial, viernes 31 de enero de 1936. Páginas 3 y 6.
49
45
y Literatura”, en su segunda época (la primera corresponde a los años 1913 y 1914). Los
redactores eran David Vela y su hermano Arqueles. En la lista de colaboradores, además de
Flavio Herrera, se encontraban –entre otros–: Miguel Ángel Asturias, Carlos Samayoa
Aguilar, Rafael Arévalo Martínez, Alberto Velásquez, Carlos Wyld Ospina, Adolfo Drago
Bracco, Adrián Recinos, Ramón Aceña Durán, los hermanos Carlos y José Rodríguez
Cerna.54
•
1921: “Inmediatamente después de su regreso de San José, se le ofreció un puesto como
profesor de derecho penal en la Universidad de San Carlos. Allí pronunció un discurso en la
primavera de 1921 que reafirmó su posición entre los guatemaltecos que buscan la clave para
un renacimiento nacional.” El texto de su alocución quedó consignado en Studium
(Guatemala, Año 1, No. 4. Mayo de 1921). 55
El 14 de septiembre pronuncia discurso conmemorativo, en nombre de la Municipalidad
capitalina, con motivo de la celebración del Primer Centenario de la Independencia
Centroamericana. 56
Publica El ala de la montaña, versos viejos, 1913–1918, y varios cuentos reunidos en La Lente
Opaca y El hilo del sol (Guatemala, Imprenta Royal, 1921. 136 pp.). Sobre La Lente Opaca, en
Honduras el crítico Roberto Hervé advertirá en ese año: “La lente opaca será muy comentada
por los círculos literarios y pondrá a su autor como uno de los cuentistas más conocedores
del francesismo, aplicado hábilmente al español y a nuestro criollismo autóctono”. 57
Comentarios sobre dicho libro escribirán José Arzú y Alejandro Córdova (el mismo que en
junio del año siguiente fundará el periódico El Imparcial); este último señala que compadece
54
Quintana, Epaminondas; Historia de la generación de 1920. Guatemala : Tipografía Nacional, 1971.
Página 240.
55
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 45.
56
Herrera, Flavio; “Palabras pronunciadas por el señor licenciado don Flavio Herrera, a nombre de la
Municipalidad de la Capital, en la sesión que ésta celebró conmemorando el Primer Centenario de la
Independencia Centroamericana”. Guatemala : Letras de Guatemala; Revista Semestral 1989–1990. Números
8–9. Directora: María del Carmen Meléndez de Alonzo. Instituto de Estudios de la Literatura Nacional. Facultad
de Humanidades, Departamento de Publicaciones. Universidad de San Carlos de Guatemala. Páginas 103 a 107.
También en: Herrera, Flavio; Presencia y huella. Tomo V de la edición por el centenario de su nacimiento.
Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1995. Páginas 9 a 12.
57
Carrera, Mario Alberto; “Flavio Herrera”. En: Biografías de siete grandes escritores guatemaltecos.
Guatemala : Librerías Artemis Edinter S.A., 2004. Página 96. Nota: el texto original, proveniente de una
conferencia, fue publicado en: Carrera, Mario Alberto; Flavio Herrera: su vida y su obra. Colección Flavio
Herrera. Volumen 1 de “Microbiografías de autores guatemaltecos”. Guatemala : Editorial Piedra Santa, 1975.
46
a Flavio Herrera porque no encuentra apoyo para su producción literaria, siendo uno de los
mejores exponentes del cenáculo de intelectuales. 58
Respecto a El ala de la montaña, según le refirió Herrera a la investigadora Elsie Fuerniss
Criger, recibió el comentario del crítico Cansinos Assens. La tesista describe:
La tendencia literaria en Centroamérica a principios de la década de 1920 fue hacia
la poesía, seguida poco después por un cambio a cuentos y leyendas. Así, en 1921
Flavio Herrera publicó en Guatemala su primer volumen de cuentos titulado La Lente
Opaca. Posteriormente en el año le siguió El Ala en la Montaña, un libro de versos
que, según el Sr. Herrera, 1 fue comentado muy favorablemente por el crítico literario
español Sr. Rafael Cansinos Assens. Se cita al Sr. Cansinos Assens por haber
reconocido a nuestro autor como el adaptador del Hai-Kai a la literatura
hispanoamericana y como el primer Haikaista del continente.
_________
1
En una carta personal al autor fechada el 3 de marzo de 1946.
59/ 60
A finales de septiembre de 1921 parte a Roma “para iniciar
estudios de posgrado en el Instituto de Aplicaciones Jurídico–
criminales. Se habían hecho contactos personales adecuados para él
en Italia, y recibió una cálida y académicamente provechosa
bienvenida del Profesor del Vecchio, que formaba parte del personal
de la Facultad de Derecho y era director de la revista Filosofia del
Dirito.” 61 Este detalle es confirmado por el artículo de Nikil
(seudónimo), de noviembre de 1923, transcrito infra.
•
1922: En marzo inicia una sección literaria en Diario de Centro América,
a la que denominó “Propósitos y noticias”, donde incluiría textos de,
entre otros, Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou, los ultraístas,
Enrique González y Daniel Vega. Sin embargo, es de corta duración
Arzú, José; “El libro de Flavio Herrera”. Guatemala : Diario de Centro América, miércoles 20 de julio de
1921. Página 5.
Córdova, Alejandro; “Perfiles criollos. El choteo literario”. Guatemala : Diario de Centro América, viernes 21
de octubre de 1921. Página 1.
59
Criger, Elsie F.; Some comments on the ideas and style of Flavio Herrera. A thesis presented for the degree
of Master of Arts. The Ohio State University 1947. Página 54. Traducción libre del inglés al español.
60
Portada original de El ala de la montaña primera edición; ejemplar disponible en Biblioteca César Brañas de
la USAC.
61
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 45.
58
47
pues al mes siguiente el Diario anuncia que él se retira por haber aceptado un cargo en otro
periódico, aunque no se especifica en cual. 62
Teniendo 27 años es designado Rector suplente de la Universidad Nacional. Obtiene
permiso de esta y aproximadamente en junio de 1922, según William Felker, llega a
Madrid y se matriculó en la Universidad Central. Tomó clases ocasionales de
literatura, derecho penal y constitucional, pero estos estudios agregaron poco a sus
credenciales escolares. Hizo un curso con Ortega y Gasset, y además de sus clases,
participó en lo que El Imparcial llamó “famosas tertulias” donde “Flavio cambió
impresiones y departió momentos inolvidables con muchas de las actuales figuras
literarias españolas”. 63
Poco tiempo permaneció en Madrid. En agosto se trasladó a París, donde además de
paseos por la ciudad y sus museos, sostiene entrevista con Enrique Gómez Carrillo, ya que
todo guatemalteco culto que visitaba la Ciudad Luz consideraba obligado tratar de conversar
con el “Príncipe de los Cronistas”. Este detalle lo comentará Herrera en entrevista concedida
en enero de 1966, aunque él sitúa la plática en 1921.
Casi a finales de 1922 pasa a Alemania con fines turísticos y de inversión, donde recorre
varios estados, y permanece ahí hasta la primavera del año siguiente, realizando gestiones
para la reproducción de su libro de cuentos Cenizas, lo que ocurrirá en 1923 en Leipzig. En
algunas biografías se menciona que en Alemania efectuó estudios de especialización en
derecho, lo cual no es válido afirmarlo, ni él lo expresó en vida, y en su currículum vitae
tampoco señaló tal desinformación.
•
1923: Interesante es la siguiente reseña sobre la estancia de Herrera en Europa, redactada
por alguien que escribía con el seudónimo Nikil. Ni siquiera insinúa que haya estudiado en
Alemania –únicamente de vacaciones–; solo en Italia y España:
Cuando fue a Italia, fue presentado en atentísimas cartas al Prof. del Vecchio,
(Director de la Revista «Filosofía del Dirito»), y a otros de los principales miembros
de la Fac. de Derecho, por el Avvocato Tomaso A. Castiglia al que incidentalmente
conocimos en la Universidad de Berlín, recién llegado de su patria […]. Pocos días
Herrera, Flavio; “Propósitos y noticias”. Guatemala : Diario de Centro América, jueves 9 de marzo de 1922.
Página 4.
Diario de Centro América; Flavio Herrera se separa de nosotros. Guatemala : edición del jueves 20 de abril de
1922. Página 1.
63
Nota de Felker a pie de página: 6 Kikil (pseud.), “Obras y labores de nuestro corresponsal en Europa, Flavio
Herrera,” El Imparcial (Guatemala), 3 Nov. 1923, p. 15.
NOTA: El pseudónimo correcto es Nikil. Así aparece en la publicación de referencia.
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 46.
62
48
después de la llegada de Herrera a Roma, Castiglia me daba a leer las cartas autógrafas
del Prof. del Vecchio en que le participaba la buena acogida de que había sido objeto
su presentado y colega, y, el interés particular que se había tomado por introducirlo
en todo aquello que pudiera interesarle en su profesión. De Italia pasó a España. En
Madrid, en famosas tertulias, como la de don Ramón, el de las “Barbas de Chivo”,
Flavio cambió impresiones y departió momentos inolvidables con muchas de las
actuales figuras literarias españolas.
Leed los severos y acertados juicios críticos del Semanario «España», de Madrid;
en uno de los números de julio pasado, si mal no recuerdo, encontraréis conceptos
que consagran a nuestro joven escritor. 64
En Alemania ha aparecido su tercer libro, editado en condiciones muy honrosas y
halagüeñas por una conocida casa de Leipzig. A «Cenizas», le corresponde el No. 10
de la Biblioteca «Rojo y Negro» en que figuran escritores de la categoría de Teodoro
Storm. Podéis daros cuenta de la sensación grata que se recibe con la sorpresa de
encontrar en las vitrinas de elegantes avenidas, coquetas exposiciones de libros entre
los que figura el de un compatriota? En Alemania se encuentran raramente libros en
español; «Cenizas» estaba en una exposición de novedades literarias: las últimas
producciones de Wilde, de Wells, de Tagore, de Rackham, de Doenges y de cien más
de todas partes igualmente conocidos. Esos libros, allí, eran hermanos. La edición fue
de 10.000 volúmenes; hoy muchos andan de viaje hacia todos los países de habla
española. […]
Flavio no vino a mendigar autógrafos ni a pagar cursos de especialización «à la
manque»; 65 vino a pasear y supo hacerlo; sin compromisos escolares ni horas fijas,
aprendió lo que puede aprender un criterio amplio y fácil, con la elegancia que pide
la civilización moderna, con el sentimiento de lo bello, la visión clara de la hermosura
64
No se encontró la edición de dicho semanario, correspondiente al año IX de su publicación. Sin embargo,
puede anotarse que en 1923 entre los colaboradores con sus artículos de opinión estaban: Miguel de Unamuno,
César Falcón, Corpus Barga, Ramón Gómez de la Serna, Ernesto López Parra, José Moreno Villa, Enrique Díez
Canedo, Ciprina Rivas Cherif y Camilo Barciam. Véase https://www.abebooks.com/magazinesperiodicals/Espa%C3%B1a-Semanario-Vida-Nacional-A%C3%B1o-1923/30449232717/bd. En virtud que
Nikil no está seguro si efectivamente fue en el mes de julio de 1923 cuando en el semanario España se publicó
el artículo comentando sobre Flavio Herrera, y tampoco anota el nombre del autor, podría encontrarse en alguno
de los siguientes, de la edición correspondiente a junio: “- Aspectos prácticos del hispanoamericanismo, por
Carlos Malarriaga. - Política piresca, por Antonio Cases. - Letras americanas, por E. D.-C.” España. Semanario
de la vida nacional. Año IX, núm. 373. Madrid, 9 de junio 1923. En: https://www.iberlibro.com/ESPA%C3%91ASemanario-vida-nacional-A%C3%B1o-n%C3%BAm/4534473382/bd.
65
Expresión en francés que significa “a la falta”. Tomar cursos de poca monta o de escaso valor académico.
49
de las cosas, con ese acervo de conocimientos que fertilizarían la aridez de la vida
reservada a los que están ceñidos en un círculo vulgar. […]
NIKIL. Blankenese, septiembre de 1923. 66
En 1947 la investigadora norteamericana Elsie Fuerniss Criger reportó valiosos datos,
varios de los cuales obtenidos en las entrevistas realizadas a Herrera por medio de cartas que
le dirigió en 1946 a Brasil donde este se desempeñaba como embajador de Guatemala. Sus
novedades se consideran alternas con respecto a las referencias que publicó Nikil en El
Imparcial del 3 de noviembre de 1923 y merecen ser verificadas en el futuro, lo cual permitirá
disminuir las “lagunas” referentes a la vida y obra del novelista y diplomático. Ella informa,
con base en el currículum que el interrogado le proporcionó, que entre 1921 y 1925:
“Viaje a Estados Unidos y Europa. En España se vinculó con los círculos literarios
y su primer libro de Poesía fue comentado muy favorablemente por la crítica
española. El maestro, Rafael Cansinos Assens lo saludó como el adaptador del HaiKai a la Literatura Hispanoamericana y como el primer Hai-kaista del Continente. 67
La casa Tauchnitz de Leipzig editó su libro de cuentos Cenizas. En el orden
Académico fue discípulo de los Maestros Adolfo Posada y Luis Jimenes de Assua en
España y, en Italia, de los Maestros Ferry Sergi hijo, Optholengi, etc.” 68
Adolfo Méndez Vides en mayo de 2020 escribió acerca de “Flavio Herrera, el joven” (ver
texto completo en ANEXO del presente ensayo), mencionando Cenizas y el cuento “El
miedo”. Recuerda al lector que en Madrid Flavio Herrera “compartió la tertulia bohemia de
Ramón Gómez de la Serna”, un experto en greguerías. Quizá en él se inspiró al componer
muchos de sus hai–kais. El investigador norteamericano Richard L. Jackson señaló en 1966,
después de comentar sobre el escritor español Gómez de la Serna (1888–1963), que Xavier
Villaurrutia fue el iniciador de las greguerías en México, pero:
Todavía más que los escritores mexicanos, el guatemalteco Flavio Herrera consiguió
recrear de forma infantil la realidad —muy patente en la greguería de Gómez de la
Serna— basándose en el normal funcionamiento de la imaginación que en primer
Nikil (seudónimo); “Obra y labores de nuestro corresponsal en Europa. Flavio Herrera”. Guatemala : El
Imparcial, sábado 3 de noviembre de 1923. Página 15.
67
Posiblemente en: Rafael Cansinos–Asséns; Verde y dorado en las letras americanas: semblanzas e
impresiones críticas (1926-1936). Madrid : Editorial Aguilar, 1947. La autora de la tesis no cita este libro en la
lista bibliográfica –páginas 83 a 84–, pero incluye el currículum vitae que Flavio Herrera le envió –páginas 85
a 86– y ahí aparece el extracto del presente párrafo.
68
Criger, Elsie F.; Some comments on the ideas and style of Flavio Herrera. Op. Cit., página 85. Traducción
libre del inglés al español.
66
50
lugar re–descubre las cosas y después las transforma, por el arte, en nuevas y
brillantes entidades, como si fueran vistas por primera vez. Abundan los ejemplos:
“El canario: ¿Quién ha puesto en la jaula una yema de huevo con ala?”
“El papagayo: una antorcha que canta.”
“Los cuervos: papeles quemados que arremolina el viento.”
“el ciempiés: un peine vagabundo.”
“La orquídea: ¿es el alma de la nieve?”
“La laguna: jícara de cristal para el chorro del cielo
(‘Poesía horizontal’, Cosmos indios).”
No cabe duda que Flavio Herrera en estos ejemplos ha captado la impresión buscada
en la greguería: la metáfora sorprendente y humorística que nos ofrece una nueva
perspectiva inesperada de alguna faceta desatendida de la realidad. Veamos algunas
de Gómez de la Serna que comparten la misma agudeza de visión:
“Lira: música entre paréntesis.”
“Luna en el lago: leche condensad mezclándose al té.”
“Nubes: ríos vagabundos.”
“El perfume es el eco de las flores.” 69
El 5 de junio se anuncia que figura en la lista de tres candidatos a rector:
“Los que cuentan con mayores simpatías son los doctores Carlos Federico Mora y
Ernesto Alarcón y el Licenciado Flavio Herrera, actual Rector Suplente de la
Universidad que está próximo a volver a Guatemala.” 70
De Alemania regresa a Italia en 1923. Estudia en Roma, y a la vez escribe cuentos, que
envía y publica el periódico El Imparcial.
Ejemplo de sus estudios en Italia es la autorización que recibió en febrero de 1923, del
Ministerio del Interior, para ingresar al Manicomio Giudiziario di Aversa, en calidad de
Jackson, Richard L. “Apuntes sobre la lengua greguerística en la poesía contemporánea
hispanoamericana.” Hispanófila, no. 28, 1966, pp. 49–58. JSTOR, www.jstor.org/stable/43806813. Consulta
efectuada el 20 Oct. 2020. Páginas 53 a 54. [No. 28 (SEPTIEMBRE 1966), págs. 49-58 (10 páginas)].
Publicado por: Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill para su Departamento de Estudios
Románticos.
NOTA: Jackson escribe “Cosmos indios”. Sin embargo, el título correcto es “Cosmos indio” (1938).
70
El Imparcial; ¿Quién será el rector de la Universidad? Se postulan tres candidatos para las próximas
elecciones. Se trata de los doctores Carlos Federico Mora y Ernesto Alarcón y el licenciado Flavio Herrera,
actual Rector Suplente de la Universidad. Guatemala : edición del martes 5 de junio de 1923. Página 1.
Posteriormente hubo cambio en la lista de candidatos y al final ganó el doctor José Matos.
69
51
observador “por razones de estudio”. La tarjeta siguiente se conserva en el Archivo Histórico
de la Casa de la Cultura Flavio Herrera.
En agosto-septiembre de 1923, el cronista José Rodríguez Cerna señaló de Carlos Wyld
Ospina, después de emitir juicio sobre la reedición de su libro Las dádivas simples, que tanto
él como otros poetas se encontraban en un ambiente tan cerrado que…
“Poeta de tan ilustres lises mentales vive dentro de un bostezo provinciano.
Lo mismo que Rafael Valle, lo mismo que Flavio Herrera, lo mismo que
Rafael Arévalo Martínez.
Por ser sus fuentes tan abundantes y preclaras, no las ha extinguido el
raquitismo del borriquero ambiente,”
Rodríguez Cerna, José; “Algunos poemas y artículos de Carlos Wyld Ospina y una nota crítica
sobre su arte”. Guatemala : Studium. Revista mensual. Órgano de la Asociación de Estudiantes
Universitarios de la República de Guatemala. Año II, Nos. 8 y 9. Agosto y septiembre de 1923.
Página 56.
52
En la fecha magna en que se conmemoraba el 102 aniversario de independencia patria,
15 de septiembre de 1923, envió a la redacción de El Imparcial una crónica o relato de su
estancia en la ciudad de Verona, Italia, donde se supone está enterrada “Julieta”, la heroína
de la obra de William Shakespeare, Romeo y Julieta.
Sea cuento, crónica o relato, su prosa es poética en: “Verona – La tumba de Julieta”. La
incluye como parte de su columna periodística: “El corazón viajero”. Es válido que la edición
del periódico lo reporte como “Crónica exclusiva para El Imparcial” en virtud que el autor se
encontraba viajando por Europa y recientemente había visitado en Alemania las ciudades de
Colonia y Leipzig; en esta última le fue publicado ese año su libro de cuentos Cenizas. En el
relato menciona la ciudad de München. 71
En Italia estudia en la Universidad de Roma; escribe sobre sus experiencias en las
ciudades de Florencia, Venecia y Verona. Como lo recordó el filósofo León Aguilera al
escribir una elegía tras su muerte:
Te conocimos cuando provenido de Alemania, de tus viajes por Europa esparcías
la fama de tus poemas Cenizas, Lente Opaca. Entonces eras aunque más que treintón
un buen mozo. Galante, decidor, haciendo brillar tu sonrisa y tus ojos bajo el ala de
bien ajustado sombrero. 72
Herrera, Flavio; “El corazón viajero. Verona – La tumba de Julieta. Crónica exclusiva para El Imparcial”.
Guatemala : El Imparcial, sábado 15 de septiembre de 1923. Página 13.
72
Aguilera, León; “Urnas del tiempo. Muerte de Flavio Herrera”. Guatemala : El Imparcial, lunes 5 de febrero
de 1968. Página 3. En 1942 León Aguilera publicó su libro de poesía Estancias de la Montaña, recibiendo un
conceptuoso poema laudatorio. Herrera, Flavio; “Radio lírico. Flavio Herrera a León Aguilera. Pulso del libro
Estancias de la Montaña”. Guatemala : El Imparcial, martes 23 de junio de 1942. Página 3. Véase también: El
Imparcial; Estancias de la montaña. Poemas de León Aguilera. Sierra de las minas; prologa Alejandro
Córdova. Guatemala : martes 16 de junio de 1942. Página 1. El Imparcial; Dos libros guatemaltecos más allá
de las fronteras. Angustia, de Raúl Leiva, y Estancias de la montaña, de León Aguilera. Guatemala : martes 28
de julio de 1942. Páginas 1 y 6.
71
53
El 30 de octubre de 1923 El Imparcial informa que Flavio Herrera (recién llegado de
Europa) y Rafael Cardona ingresan al periodismo; muestra fotografía de ambos. 73 Ahí tuvo
su columna, de corta data: “El corazón viajero”, en la que insertaba crónicas y poemas.
En enero de 1966, en entrevista concedida al periodista Julio César Anzueto, cuya
conversación giró alrededor del tema de si debían o no repatriarse los restos mortales del
llamado “Cronista errante”, Enrique Gómez Carrillo (1873–1927), le comentó que lo
conoció cuando llegó a París, y también de su estancia en Berlín donde una señora les
preparaba frijoles. 74
—Sería justo traerlo, pero eso le robará universalidad...
Se queda un momento pensativo y añade:
—Me pronuncio por traerlo. Porque es un grupo de intelectuales el que lo está
propugnando. Por ellos, para regocijo de los amigos de Guatemala y de Gómez
Carrillo, entre los cuales me cuento yo, me inclino por traerlo, aunque, repito, va a
perder universalidad al abandonar a París...
Y añade firmemente:
—Pero eso sí, que al menos se le coloque en un sitio decoroso...
El licenciado y escritor Flavio Herrera, expresa así al reportero su opinión sobre
la repatriación de Gómez Carrillo. En su residencia de la zona 11, «Triana», de
ambiente español, tranquila y cuya construcción recuerda a la Sevilla que en un
tiempo llenara los ojos del novelista, lo recibe llevándolo a su gabinete de trabajo. 75
Libros, libros y más libros. Es el lugar donde pasa buena parte de las horas del
día y algunas de la noche. Sillones antiguos, viejos escritorios, candelabros y cuadros
de épocas pasadas, en un ambiente acogedor. Sobre una mesa, al centro, otros libros,
una máquina de escribir con una hoja escrita a medias, papeles y otros objetos.
—Lo hemos interrumpido...
73
El Imparcial; Valiosas conquistas de El Imparcial. Los escritores Rafael Cardona y Flavio Herrera ingresan
en el periódico y el número de páginas se ha aumentado. Foto de Flavio Herrera y del poeta costarricense
Rafael Cardona. Guatemala : martes 30 de octubre de 1923. Páginas 1 y 10. En el caso de Cardona, estuvo
pocos meses colaborando con el periódico: El Imparcial; Rafael Cardona ya no está en El Imparcial. Tiene sus
ideas sobre México. Guatemala : lunes 17 de marzo de 1924. Páginas 1 y 8.
74
Cierto diputado del Congreso de la República de Guatemala, de cuyo nombre no es agradable acordarse,
comentó recientemente que los diputados no se hincarían ante las presiones de los “come frijoles” que en
noviembre de 2020 exigían, mediante manifestaciones populares frente al edificio del Congreso, la derogación
del decreto que aprobó el presupuesto de ingresos y egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2021. Que dirá
el susodicho “padre de la patria” si se entera que Flavio Herrera gustaba también de los frijoles.
75
Dos de sus composiciones poéticas fueron inspiradas en el barrio de Triana, de la ciudad de Sevilla, España.
Véase Herrera, Flavio; “Raíz de España. A Miguel Ángel Asturias”. Guatemala : El Imparcial, edición del
sábado 26 de septiembre de 1959. Pág. 13. Contiene los poemas: Valencia, Una canción en el alba (firmados
en Sevilla, Barrio de Triana, 1956) y Cipreses de Alcalá (suscrito en Alcalá de Henares, abril de 1956).
54
El escritor corta muy amablemente:
—En absoluto. Pase usted. Y lo invita a sentarse frente a
un amplio ventanal. El autor de «El Tigre» viste camisa sport
sobre el pantalón y cómodas pantuflas.
—Le visitamos porque tenemos entendido que usted
conoció a Gómez Carrillo en París...
—Sabía a qué venía usted —interrumpe—. He leído lo
que se ha publicado y todo me parece muy interesante. En lo
que no estoy de acuerdo es en una supuesta superioridad de
Rodríguez Cerna sobre Gómez Carrillo como cronista, según
le expresó alguien a usted. Para mí valen igual, aunque uno
haya escrito en Guatemala y otro en París.
—Pero el tema principal es la repatriación —continúa—
¿usted qué piensa? ¿Cuál de los juicios le parece más
acertado? ¿Traerlo o dejarlo?
—El reportero vacila un momento ante lo inesperado de las preguntas, pero luego
contesta:
—La opinión del pintor Garavito me impresionó bastante. Me dejó la impresión
que sabe lo que hubiera deseado Gómez Carrillo. Me pareció sincero. ¿No cree?
—En efecto, sus declaraciones reflejan un conocimiento muy cercano del cronista
en aquella época. Y ese detalle de los frijoles…
El novelista sonríe y agrega:
—Eso me trae el recuerdo de algunas fiestas chapinas que tuvimos en Berlín, entre
la muchachada guatemalteca que vivía en Europa en ese entonces. También tuvimos
frijoles y hasta guineos. Doña Regina de Krolik llevó de Guatemala esas costumbres
y en su casa nos reuníamos los entonces estudiantes, doctores Salvador Ortega, Luis
Ogarrio y Ricardo Álvarez. También Rafael Santolino, Oscar Álvarez, hermano de
Ricardo y otros muchachos. Pasamos muchos momentos felices recordando a la patria
por su comida. 76
—Eso fue en...
—1923, aproximadamente. Dos años antes había yo llegado a París y entonces
conocí a Enrique. Recuerdo que el primer encuentro fue en el café Napolitano,
76
Esposa de don Salvador Krolik. En los años de 1920 a 1922 la pareja tenía una pequeña casa en Ottensen–
Othmarschen (barrio en el distrito de Altona de Hamburgo, en el norte de Alemania), comprada a un nieto del
príncipe von Bismarck, según comentó el sobrino de ambos, el filatelista León Bilak. Véase: Bilak, León;
“Grandezas e incidencias de la vida de Enrique Heine”. Guatemala : Anales de la Academia de Geografía e
Historia de Guatemala. Tomo XLVIII, Año XLVIII. Julio de 1975 a Junio de 1976. Página 68.
55
estando en compañía de José Arzú y él me presentó. Enrique estaba sobrio y fue muy
cordial. La plática se prolongó bastante, pues se habló de la patria, de libros, de
mujeres...
—Me ausenté de París un tiempo —continúa— pero al regresar de Alemania volví
a encontrarlo en «La Rotonda», un café situado en el barrio Latino. Esta vez estaba
con copas y gozaba de la compañía de bellas mujeres. Era otro Gómez Carrillo,
desconcertante, ingenioso, alegre: el bohemio cuyo atractivo comentaba Paris...
Tras una breve pausa agrega:
—En ese entonces casi todos los latinoamericanos llegaban a verlo, pues una
visita a París para un intelectual o artista, no era completa sin conocer a Enrique.
Muchos de ellos eran introducidos por José Arzú o por Sierra Valle y algunos por
el propio embajador de Guatemala.
—Ventura Calderón 77 nos introdujo a los muchachos guatemaltecos en los
círculos literarios de la ciudad luz y notamos inmediatamente la estima y admiración
que en todas partes se tenía por Enrique. Porque, él logró con su estilo tocar la
verdadera fibra de los parisienses. Y lo logró allá, porque en Guatemala el ambiente
no era propio para elevarse hasta las alturas a donde él llegó. No era propicio, aunque
muchos se esforzaron y superaron. José (Rodríguez Cerna), por ejemplo, abría la
puerta a esos valores, cuando dirigía el Diario de Centro América. Recuerdo la
camaradería y generosidad de esa generación de 1920. De todos nosotros., Rafael
(Arévalo Martínez) era el mayor.
—Pero volvamos a nuestro tema, a la bohemia, al ambiente parisino —dice el
novelista—. En ese entonces y hoy todavía, el centro de la cultura es París. Es la meta
para la intelectualidad. Ese fue el ambiente que atrajo, como un reto, a Enrique y en
él triunfó totalmente. Afluían a París muchos escritores latinoamericanos y eso,
naturalmente, creaba cierta pugna y pequeñas rivalidades.
—Un escritor ecuatoriano —añade—, por ejemplo, solía decir de Enrique, el más
envidiado por su mismo valer: «Los libros de Gómez Carrillo son pensados en París,
sus crónicas de viajes son escritas sin salir de la ciudad...»
—Claro que eso, si fuera cierto, acentuaría aún más su valer. Se necesitaría
imaginación y un estudio excepcional para describir lo que no se ha visto, sin incurrir
en error, comenta el reportero y pregunta:
—¿Cuál de sus obras le gusta más?
77
Se trata del escritor peruano Ventura García Calderón (1886–1959). Un excelente estudio sobre su vida y
obra, principalmente en la cuentística, se encuentra en: Filhol, Benoit; El Perú en la narrativa de Ventura
García Calderón. Tesis doctoral, Universidad de Alicante, 2013.
https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36318/1/Tesis_benoit_filhol.pdf
56
—He terminado de leer «La Grecia eterna», de nuevo, pero fundamentalmente me
inclino por «Treinta años de mi vida». Es la más perdurable, la más humana de todas
sus obras. Sincera y atractiva, pues es su propia vida. Novelesca, como fue en realidad
su existencia. 78
•
1924: Cuatro años después de su graduación, y habiendo regresado de Roma, Madrid,
Alemania, París e Italia, se asocia con dos colegas y ofrece servicios profesionales de
abogado, publicando el siguiente anuncio comercial en un periódico cuya divisa era la
conocida frase de Benito Juárez: “El respeto al Derecho ajeno, tanto entre los pueblos como
entre los individuos es la Paz”. 79
Del 12 de julio de 1924 es la crónica: “La tristeza del viaje – El adiós a Venecia”, Italia.
Está suscrita en “Venecia, febrero de 1923”. 80
•
1929 y 1930: Entre 1929 y 1930 eventualmente Herrera publicaba artículos de opinión en El
Imparcial, por medio de otra columna, “El Minarete”. Quizá de la torre del segundo nivel de
su casa o chalet “Triana”, fue que tuvo la idea de darle el nombre a dicha columna.
Anzueto, Julio César; “Repatriar restos de Gómez Carrillo desean destacados intelectuales. Se actualiza una
vieja polémica: ¿Esos restos deben quedar en París?, o ¿Deben regresar a Guatemala? –III–”. Guatemala :
Prensa Libre, edición del martes 11 de enero de 1966. Páginas 13 y 40. La transcripción de las preguntas y
comentarios del periodista se efectúa en letra cursiva para diferenciar con respecto a las respuestas de Flavio
Herrera. Anzueto publicó la serie divida en seis partes, entre enero y febrero de 1966. Dos años después las
integró en: Anzueto, Julio César; Enrique Gómez Carrillo: ¿en dónde deben reposar sus restos? Guatemala :
Universidad de San Carlos de Guatemala, 1968.
79
Tiempos Nuevos. Diario de la juventud independiente; Anuncio comercial. “Licenciados Flavio Herrera,
Eugenio Silva Peña, Ernesto Viteri B.” Guatemala : Año I, Núm. 1. 28 de abril de 1924. Página 1.
80
Herrera, Flavio; “Páginas de Flavio Herrera. La tristeza del viaje – El adiós a Venecia”. Guatemala : El
Imparcial, sábado 12 de julio de 1924. Página 5.
78
57
“El minarete” en la Casa o chalé Triana
Foto en Archivo Histórico Casa de la Cultura Flavio Herrera
58
Vista lateral izquierda del chalet “Triana”, donde funciona la Casa de la Cultura Flavio Herrera
https://www.facebook.com/CasaFlavioHerrera/photos/a.2618759701729761/2618806865058378/?type=3&theater
ↈↈↈↈↈↈↈ
Sobre las publicaciones de ficción corta de Flavio Herrera, los investigadores Francisco
Albizúrez Palma (1935–2014) y Catalina Barrios y Barrios (1929) comentan críticamente:
Los cuentos de Herrera deben considerarse como una etapa en la evolución
narrativa de nuestro autor. En efecto, a ellos no se dedicó sistemáticamente ni produjo
ningún sobresaliente. Del primer volumen de cuentos, afirma Ricardo Estrada que
“mantienen un dejo entre romántico y modernista”. “La lente opaca –continúa
Estrada– aparece en 1921. Tal vez con un dejo amargo de primera poda y con el aire
de aquella juventud todavía enmelenada: «Esa cosa áspera, turbia y dolorosa es la
vida». Tal vez, también, con una cosa luminosa en el ‘Preludio’: rubendariana e
59
incierta con su rumbo melancólico de reflexivo epígrafe. Son disonancias. Lucha
entre corrientes ajenas en los temas y la ansiedad de manifestación
hispanoamericana. También la lucha entre la ansiedad de lejanía y el arraigo a la
tierra”. 81 Cenizas (1923) reproduce cuentos del primer libro e incorpora otros, en los
cuales asoma la vocación de narrador regionalista que cuajará en El tigre. Sin
embargo, la mayoría de nuevos relatos –advierte Estrada– poseen temáticas y
desarrollo literario dulzones, “vertidos en bohemia, cuentos, versos, declamaciones,
y ligados a impresiones primeras en atisbos autobiográficos. Entrégase el autor a
una racha cosmopolita sin raigambre cierta, especialmente el cuento con que se abre
el volumen.” 82 Por otra parte, modernismo y realismo coexisten en este volumen.
Dato singular es que ya desde los cuentos de La lente se advierten ciertos
personajes cuya caracterización anuncia los de las futuras novelas de Herrera. Se
confirma, así, el señalamiento de Menton en cuanto a la afición de Flavio a emplear
los mismos personajes en todas sus novelas. 83 Los cuentos –tanto en un volumen
como en otro– revelan la preocupación de Herrera por el mundo interior de los
personajes, así como la escasa preocupación por los problemas sociales, rasgos ambos
adjudicados por Menton a las novelas de Herrera. Menton cree ver, en los cuentos de
nuestro autor, la técnica de Maupassant. 84
81
Esto lo señaló el autor referido en: Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Op. Cit., página 15.
Que lleva por nombre “Cenizas”, y a la vez es el que le da título al libro de cuentos.
83
Véase: Menton, Seymour; Historia crítica de la novela guatemalteca. Guatemala: Imprenta Universitaria,
Editorial Universitaria. Universidad de San Carlos de Guatemala, 1960.
84
Albizúrez Palma, Francisco y Barrios y Barrios, Catalina; Historia de la Literatura Guatemalteca. Guatemala
: Tomo 2. Primera edición, primera reimpresión. Talleres de la Editorial Universitaria, Colección “Historia
Nuestra”, Volumen No. 4. Universidad de San Carlos de Guatemala, 1999. Página 131.
82
60
2. Cenizas (1923)
«Un documento valioso para entender la sensibilidad de la época y lo que
vivió o experimentó emotivamente nuestro escritor en sus años de
abandono, cuando “un naufragio me hubiera hecho feliz”.»
Adolfo Méndez Vides 85
Un ejemplar de Cenizas, cuya cubierta y portada interior se muestran aquí, está
resguardado en la biblioteca del campus central de la Universidad Rafael Landívar, Guatemala,
lugar donde el lector puede consultar la magnífica “Colección Viteri”, producto de la donación
que el abogado Ernesto Viteri Bertrand (1897–1989) hiciera a dicho centro de estudios
Méndez Vides, Adolfo; “Flavio Herrera, el joven”. Guatemala : elPeriódico, edición digital del 5 de mayo
de 2020, en https://elperiodico.com.gt/oculta/2020/05/05/flavio-herrera-el-joven/. Ver texto completo en
Anexo.
85
61
superiores. Ahí se encuentra la primera edición de varios libros de Flavio Herrera, con
dedicatoria especial para Viteri.
Cenizas (1923) constituye una colección de diez cuentos. La obra fue publicada en Leipzig
(Alemania), por Bernhard Tauchnitz, Imprenta del Editor, con “Introducción” suscrita por el
Dr. Máximo Asenjo García, en su calidad de director de la Biblioteca Rojo y Azul, de la cual el
libro corresponde al No. 10, de los publicados hasta tal año.
La edición fue de ¡10,000 ejemplares!, los cuales fueron distribuidos para su venta en
librerías de Europa e Hispanoamérica. 86
El Índice original de Cenizas es como sigue:
Folio
5
7
21
41
53
65
75
97
117
123
131
Introducción
Cenizas
El miedo
El corazón
Su venganza
Por una sonrisa
La pernada
Una
La deuda
La pitanza
El capitán Bealby
En la “Introducción”, después de presentar los propósitos de la Biblioteca Rojo y Azul,
que eran los de apoyar a los nuevos escritores de quienes se confiaba que tendrían un magnífico
futuro en el campo de las letras, el doctor Máximo Asenjo especifica:
Al grupo literario de esos jóvenes que mucho prometen para el porvenir, que ya
hoy son halagadora realidad para las letras hispano–americanas pertenece Flavio
Herrera. Su estilo vibrante, suavemente cadencioso, nostálgico y sugestivo tiene los
azulados matices del cielo embrujador de su ciudad natal, está teñido del cálido
colorido tropical. Aunque impregnado del sano y fuerte aroma de la selva americana
cruje a veces acariciador y frufrutante como el ropaje de seda que envuelve el cuerpo
de una mujer hermosa. 87 Y en verdad hermosas son también las ideas que atavía el
Nikil (seudónimo); “Obra y labores de nuestro corresponsal en Europa. Flavio Herrera”. Guatemala : El
Imparcial, sábado 3 de noviembre de 1923. Página 15.
87
El llamado “Cronista errante” o “Príncipe de los cronistas”, Enrique Gómez Carrillo (1873–1927) en “La
psicología del viaje”, de El primer libro de las crónicas (Madrid, Editorial Mundo latino, 1920) se refirió a este
86
62
estilo de este joven escritor. Su concepto de la vida es serio, sano, reflexivo. Tras el
soñador se adivina al observador preocupado por estudiar las cuestiones sociales, tras
el poeta se revela el pensador acosado por el afán de descifrar, investigando los
problemas de la vida, el enigma de la existencia y destino humanos. 88
Resulta “extraño” que, en la edición de 1994 reproducida por Editorial Universitaria, no
se haya transcrito la introducción del Dr. Asenjo, ya que de hecho forma parte del libro y de la
historia. Igual omisión ocurrió con la realizada por Tipografía Nacional en 2009, con
presentación de Adolfo Méndez Vides: “La recuperación de Cenizas”.
concepto al decir que París tendría además de un color propio un sonido especial, frufrutante, porque “tiene un
eterno frufrú de sedas en su actividad deliciosa”. Así también, en El libro de las mujeres (París, Garnier Frères,
1909), señala que las calles rue de la Paix, la rue Royale y el Bulevar, representan “los centros del lujo de París
por las cuales pasan, frufrutantes y perfumadas, las parisienses”. Tómese en cuenta que Gómez Carrillo, al igual
que José Milla y Vidaurre (1822–1882), Enrique Martínez Sobral (1875–1950) y Ramón A. Salazar (1852–
1914), a decir del citado investigador Felker, pudieron influenciar de alguna manera a Herrera, por lo menos al
principio de su carrera literaria, ya que:
«[…] introdujeron elementos de las escuelas naturalistas en la novela guatemalteca, elementos que
iban a crecer y tener una influencia decisiva en la escritura de Flavio Herrera.
Enrique Gómez Carrillo, “niño terrible” del Modernismo, probablemente fue el miembro más
importante de este grupo de autores en el giro de la dirección literaria guatemalteca hacia Europa y
finalmente en una ruptura con el tema y la forma románticos. Viajero del mundo, notorio amante y
compulsivo escritor, Gómez Carrillo era bohemio con un estilo que pocos de los decadentes
compañeros de escuela de Flavio eran capaces de igualar. Hizo su residencia permanente en París,
adoptó la ciudadanía francesa y nunca regresó a su antiguo país después de 1900. Además de darle a
Guatemala un estilista que en ese momento sólo rivalizaba en Centroamérica con Darío, se convirtió
en ejemplo de un escritor nacional que triunfó en la atmósfera enrarecida de los círculos literarios
parisinos.”»
Felker cita del libro Páginas escogidas (1954), lo que para Gómez Carrillo representaban algunas partes del
cuerpo humano (y posiblemente para Flavio Herrera en su colección de hai-kais: Su sonrisa, Sus brazos, Su
cabello, etc.):
«“¿No es acaso el cuerpo humano el compendio de todas las ideas? Los brazos tienen elocuencia, las
piernas expresan sentimientos, los senos conocen los arcanos de la metafísica.” En un diálogo
imaginario con la bailarina, dice: “Ven, ven de nuevo … ven a humillar con tu desnudez sagrada a la
Fealdad moderna. ... Ven a enseñar al mundo ... lo único que el mundo ha olvidado de sus grandezas
de otro tiempo, que es la locura del instinto”. Este motivo, que se transmite a través de gran parte de
la poesía erótica del período modernista en América Latina, se convierte en una sexualidad cósmica
en la década de 1930.»
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas 10
y 20 a 21. Ver texto completo en ANEXO de este modesto trabajo: Introduction — Introducción.
88
Asenjo, Máximo; “Introducción”. En: Herrera, Flavio; Cenizas. “Introducción” por Dr. Máximo Asenjo.
Biblioteca Rojo y Azul No. 10. Leipzig, Alemania : Bernhard Tauchnitz, Imprenta del Editor, 1923. Página 6.
63
Cuando en octubre de 1923, recién llegado a Guatemala proveniente de Europa, Flavio
Herrera se incorporó como redactor de planta de El Imparcial, dicho periódico explicó que con
él y la participación del poeta costarricense Rafael Cardona aumentaría el número de ejemplares
que editaría diariamente, toda vez que los lectores se interesaban no solo en noticias sino también
en las buenas letras y bellas artes. En especial, de Herrera reseñó sus aportes al diario y sobre su
nuevo libro de cuentos Cenizas:
Bajo estas líneas se publica una nota bibliográfica dedicada al nuevo libro de
Flavio Herrera, que ha llegado.
Con efecto, Flavio regresa de un viaje magnífico realizado por países de
Europa y algunos de América. Juventud soñadora y fuerte, supo recoger no sólo
impresiones superficiales, sino gustó de ahondar en los problemas que tuvo cerca,
estudiando almas y pueblos con solicitud que servirá a los fundamentos de una
superior cultura y experiencia para su vida y obra subsiguientes.
Fue nuestro distinguido amigo, durante su
éxodo, no un colaborador ocasional, sino el
compañero asiduo en el trabajo y atento a la
trayectoria de progreso que EL IMPARCIAL
describía. Sus cartas de entonces manifiestan
sinceras y espontáneas el cariño con que asistía
desde lejos a ese desenvolvimiento. Su
colaboración queda en las páginas del periódico
como un orgullo, uno de los justos orgullos de EL
IMPARCIAL, el de ser una verdadera y siempre
abierta casa de la juventud.
Y ahora que entre nosotros se halla el ya
prestigiado escritor, nos ha brindado con su
cooperación: podemos ofrecer a los lectores su
obra nueva, avalorada por un nuevo mundo de
visiones y experiencias.
Es, como dijimos, ésta la casa de la joven intelectualidad guatemalteca; Flavio
Herrera tiene en el periódico y en nuestra estimación, un sitio distinguido.
EL NUEVO LIBRO DE FLAVIO HERRERA
Flavio Herrera, el querido y admirado amigo, está en Guatemala, de regreso
de sus viajes por tierras de Europa.
El artista viajero —tan contrario en su psicología al simple y adinerado
transeúnte de las grandes capitales, que nada dejó ni nada trae, salvo la ropa, como en
la redondilla humorística— retorna a su Guatemala con un rico bagaje de impresiones
espirituales y estéticas, que ha de desarrollar, para bien de nuestras moribundas letras,
64
en sus géneros favoritos: el verso y el cuento, esa moderna y victoriosa forma de la
novela. Flavio trae además un tomo ya editado de cuentos, que elogiara calurosamente
la crítica madrileña.
El volumen está hecho en Leipzig; y pasma considerar la corrección del
impreso ejecutado en un país extranjero, con obreros que desconocen el castellano.
Con Herrera y unos pocos escritores más, la misma casa editora inició su
biblioteca en español; y tiene en labor otra novela del compatriota, que circulará tan
luego como la vida normal del trabajo se reanude en la gran nación alemana. 89
Leeremos devotamente el libro ya editado de Herrera, que él ha tenido la
gentileza de poner en nuestras manos; y al dar al escritor nuestra más cordial
bienvenida, nos prometemos dedicar a la obra algo más que una nota informativa. 90
El Diario de Centro América, en su edición del 16 de noviembre de 1923 efectuó un
comentario sobre Cenizas, indicando (según los recopiladores de la información):
“Cenizas” de Flavio Herrera. Artículo de Crítica: Hace una presentación del
libro. El cual menciona que Flavio Herrera lo trajo de Alemania. Que posee un
prólogo de Máximo Asenjo. Es una obra que plantea problemas sociales, de la vida,
el enigma de la existencia. Estos cuentos traen el motivo regional, lo enaltece y
cultiva, lo puramente nacional. 91
Acerca del doctor Máximo Asenjo García (nicaragüense), se anotan los siguientes datos
sueltos, obtenidos en diferentes sitios de Internet:
• Por acuerdo aprobado por el presidente de Nicaragua José Santos Zelaya López (1853–
1919), el 29 de enero de 1900 (publicado en La Gaceta No. 989 del 31 de enero), es nombrado
Comandante de Armas del Departamento de León, equivalente al de Gobernador o Jefe
Político.
• En enero de 1901 asistió al Primer Congreso Médico Latino–Americano; formó parte de la
Comisión Directiva.
89
De Herrera dicha editorial solo publicó Cenizas.
El Imparcial; Valiosas conquistas de El Imparcial. Los escritores Rafael Cardona y Flavio Herrera ingresan
en el periódico y el número de páginas se ha aumentado. Foto de Flavio Herrera y del poeta costarricense
Rafael Cardona. Guatemala : martes 30 de octubre de 1923. Páginas 1 y 10.
91
Seminario de Literatura. Guatemala (1992); “Investigación hemerográfica (1920–1968). El Imparcial y
Diario de Centro América”. En: Herrera, Flavio; Presencia y huella. Tomo V de la edición por el centenario de
su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994. Página 202.
90
65
•
•
•
•
El 2 de junio de 1902 (diario oficial de San Salvador, El Salvador, del 4 de junio, Tomo 52,
Número 131) fue designado como jefe del Cuerpo Médico Militar, con jurisdicción en toda
la República.
El 2 de septiembre de 1903 le fue autorizada en Honduras su incorporación como médico y
cirujano, graduado en la Universidad de Múnich, Alemania.
En 1911 estuvo exiliado en Jersey City, New Jersey, USA, contando con el apoyo del Mayor
Wallace Winchell, Superintendente del Hogar Industrial del Ejército de Salvación.
Se trasladó a Alemania donde tradujo varios libros del español al alemán y viceversa,
fechados en 1915; algunos de ellos incluidos en la Biblioteca Rojo y Azul que dirigía en dicho
país.
Es de advertir que Flavio Herrera insertó cinco de los cuentos de La Lente Opaca y El hilo
del sol (1921), en Cenizas, aunque esto no le quita mérito a esta obra. Los que volvió a publicar
son:
De La Lente Opaca
Simona, que en Cenizas cambia su nombre por el de: La pernada
La deuda
Una
La pitanza
De El hilo del sol
El capitán Bealby
Sobre Cenizas el poeta costarricense Rafael Cardona, expresó: 92
«Crítica: Herrera es uno de esos hombres a quienes la crítica no puede seguir
sino apresurado el paso. Posee el verso y lo desenvuelve con escepticismo de una
mentalidad que no encuentra reposo en la inmediata creación del arte, sino a
condición de que le revele un goce nuevo. Herrera posee gran poder de síntesis
emocional que caracteriza sus pequeños poemas y sus bellísimos cuentos.
Ha extraído su estética de su propio temperamento entregado a la
psicologización de los hechos. Dotado de tristeza, jamás cede ante las dificultades del
estilo. Su prosa es un espejo donde se refleja la alegría y el dolor humano. Posee la
técnica maliciosa del hombre de mundo.
Su libro “Cenizas” contiene un espíritu que es delicado y morboso. Herrera
trata de ser en él despreocupado, casi frívolo, pero está la sombra del macho potente.
92
Recuerde el lector que el 30 de octubre de 1923 El Imparcial anunció que Flavio Herrera y Rafael Cardona
ingresaron al periodismo en dicho diario. Herrera lo hará por medio de su columna “El Minarete”.
66
No es propiamente un tipo sensual del arte ni llega hasta el cafetín de mala
muerte de los Belda.» 93
Cardona, al describir que en Cenizas Flavio Herrera se muestra “casi frívolo”, pero no
como el “cafetín de mala muerte de los Belda”, sin duda se refiere a las novelas eróticas
publicadas por el periodista y humorista español Joaquín Belda Carreras (1883–1935); en su
mayoría se trata de novelas cortas en edición de bolsillo, muy populares en la época, como por
ejemplo (de las conocidas hasta 1923 aunque hay varias en años subsiguientes e incluso de 1935):
Las chicas de Terpsícore (1917), El “souper-chotis” (1917), Traviatismo agudo (1918), Las mujeres de
Belda (1921), Tobilleras (1922), Titina, segunda tiple, (1923), El Sultán de Recoletos (1923). 94
Finalmente, sobre comentarios a Flavio Herrera y su obra cabe insertar lo que en 1928 y
desde París, expresó el poeta y novelista César Brañas sobre lo que hasta ese año había producido
Herrera, a quien ve con un dejo de envidia por su posición económica, pero a la vez lo respeta
como amigo:
Flavio Herrera. —Con Rafael Valle, Flavio Herrera marca la transición del
espíritu anterior a 1920 —en lo literario— a la inquietud posterior, y desde un
principio tuvo un puesto en nuestra plataforma, porque toda su obra se desenvuelve
conjunta a la nuestra, siendo comunes sus direcciones con las orientaciones nuestras.
Hace con elegante discreción su triple papel de literato, hombre de sociedad y
finquero. Conocido en sus principios sólo como poeta, dio la gentil sorpresa de La
lente opaca (cuentos, 1921) y confirmó sus dotes de escritor en 1923, con Cenizas,
en su viaje a Europa. Luego prometió otro libro, Mujeres, inédito aún. Y uno más, El
libro de los hai–kais, la modalidad que viene cultivando con fervor que no decae,
desde hace algunos años. Ajeno a las inquietudes económicas contra las que libran
continua batalla muchos otros de los compañeros de generación, Flavio Herrera puede
permitirse reposados placeres de lectura, de producción y de emoción. Por eso mismo
nosotros le pediríamos una más constante contribución al caudal literario de nuestro
tiempo: prosa y versos suyos para enriquecer la desmedrada bibliografía de
Guatemala. 95
93
El Imparcial, edición del 20 de noviembre de 1923. Transcripción tomada de: Seminario de Literatura.
Guatemala (1992); “Investigación hemerográfica (1920–1968). El Imparcial y Diario de Centro América”. Op.
Cit., página 165.
Al año siguiente, Herrera le dedicará a Cardona una de sus crónicas. Véase: Herrera, Flavio; “El corazón viajero.
Primera noche de Venecia. Para Rafael Cardona”. Guatemala : El Imparcial, sábado 2 de febrero de 1924.
Página 3.
94
https://es.wikipedia.org/wiki/Joaqu%C3%ADn_Belda.
95
Brañas, César; “Confines y problemas de la generación del novecientos veinte (contribución al estudio de
nuestro desenvolvimiento intelectual). V. Algunos nombres y algunas obras”. París, septiembre de 1928.
67
Respecto a la aseveración de César Brañas en el sentido de que Flavio Herrera prometió
la publicación de El libro de los hai–kais, así como el de cuentos Mujeres, ya se sabe que no ocurrió.
Del primero nunca lo comentó en sus escritos y del segundo sí, y en varias oportunidades desde
1924 hasta e inclusive 1942, pero no lo vieron sus lectores y en forma de manuscrito no ha sido
encontrado, todavía.
El cronista José Rodríguez Cerna, durante su estancia en Madrid donde publicaba
artículos en un periódico de esa ciudad y que también enviaba a Guatemala, escribió en diciembre
de 1930 sobre algunos de los “novísimos” influenciados por ideas socialistas (rojas o violetas) y
por el dadaísmo y el creacionismo. Punto aparte le mereció la poesía de Flavio Herrera, de quien
menciona el libro Mujeres, que el autor tanto prometió y aseguró en diversas oportunidades que
estaba “en prensas”, pero que como tal nunca fue publicado. Explica Cerna:
Los novísimos traen felices hallazgos de infrarrojos y de ultravioletas. Sin
perder emoción, la obra se cerebraliza y se hace claro el afán de formas cada vez más
depuradas, aunque a veces se concrete en el desingularizarse con meras
combinaciones verbales o con lo inaudito de las imágenes, que llegan a los dadaístas
y creacionistas. Huidobro no anda lejos. Se destaca la poesía original y bella de Flavio
Herrera, que marca un avance indudable, trayendo la aportación del hai–kai japonés,
manejado por él felizmente en su breve intensidad (1892. Volúmenes: La lente opaca
y El ala de la montaña, poesías; Cenizas y Mujeres, cuentos). 96
ↈↈↈↈↈↈↈ
En virtud que es un tanto difícil encontrar las ediciones originales de las obras que
Herrera publicó en 1921 y 1923, según el libro de cuentos que se desee estudiar, se aconseja
utilizar una edición “reciente”: la de 1994 publicada por Editorial Universitaria de la USAC en
homenaje al Centenario del nacimiento del autor, la cual se esmeró en reunir en cinco volúmenes
la mayor parte de su obra. En el caso particular de sus libros de cuentos, quedaron incluidos en
el Tomo II: Narrativa breve. La lente opaca, El hilo del sol, Cenizas, 7 Mujeres y un Niño.
Guatemala : El Imparcial, lunes 1 de octubre de 1928. Página 3. Recorte de periódico en Archivo Histórico
Casa de la Cultura Flavio Herrera. Véase texto completo en: “Confines y problemas de la generación del
novecientos veinte (contribución al estudio de nuestro desenvolvimiento intelectual)”. Guatemala : Revista
Política y Sociedad. Escuela de Ciencia Política, Universidad de San Carlos de Guatemala. No. 37, Año 1999.
Páginas 159 a 173.
96
Rodríguez Cerna, José; “La literatura guatemalteca. III”. Madrid, diciembre de 1930. Guatemala : El
Imparcial, viernes 17 de abril de 1931. Páginas 3 y 4. Recorte de periódico en Archivo Histórico Casa de la
Cultura Flavio Herrera. Publicado nuevamente y en forma parcial en: Rodríguez Cerna, José; “Panorama de la
literatura guatemalteca (Fragmentos)”. Guatemala : Diario de Centro América, edición del sábado 6 de octubre
de 1934. Páginas 9 a 10.
68
En dicha edición solamente se aclara que “Simona”, de La Lente Opaca, es el mismo que
en Cenizas aparece con el nombre de “La pernada”, pero no se advierte que en este último libro
fueron omitidos “La deuda”, “Una”, “La pitanza” y “El capitán Bealby”, por figurar en los dos
de 1921. Si quien lee la nueva edición de Cenizas no está sabido, pensará que este solo tuvo cinco
cuentos, cuando en realidad fueron diez.
69
70
3. Cuento “El miedo” (1923)
Como ayuda al lector, el cuento “El miedo” incluido en Cenizas (1923), puede
examinarse íntegramente en la primera columna del ANEXO: Transcripción comparativa de “El
miedo” en Cenizas (1923) y en Hembra (1994).
La reseña del cuento “El miedo” es como sigue:
Se trata de dos amigos “de la infancia” (Luis y Gómez), que supuestamente fueron
condiscípulos en la escuela. Escribe Herrera, en las primeras dos líneas del cuento: “Eran viejos
amigos, con amistad que se afirmó desde la infancia allá en los bancos escolares.”
Se advierte que en este punto hay una asincronía en el tiempo, en virtud que Gómez es
aproximadamente quince años mayor que Luis y por dicha razón no pudieron haber estado en
la misma aula escolar y ni siquiera se conocieron durante la infancia. Sin embargo, es de anticipar
que la diferencia de edades se deslinda en la novela, de tal suerte que la falta de sincronización
no se esclarece en la ficción corta; es más, ni siquiera se nota.
No obstante, siguiendo el desarrollo del cuento, y aceptando que estudiaron juntos,
vuelven a verse después de diez años. El encuentro ocurre casualmente en un restaurante de la
ciudad capital de Guatemala. Ambos se cuentan qué ha sido de su vida y tal parece que Luis
siguió un derrotero marcado por el licor, de tal suerte que sus bienes materiales –que heredó de
una tía santurrona, “a cambio de regaños y pescozones”– han venido a menos. Solo le queda
una finca en San Miguel Panán, municipio del departamento de Suchitepéquez. Según el
Diccionario Geográfico de Guatemala:
La Gobernación Departamental en Mazatenango indicó el 1° febrero 1972 que
el actual municipio San Miguel Panán se nominó el 29 junio 1901 Estrada Cabrera.
Puede asumirse que con base en el acdo. gub. del 3 mayo 1920, no recopilado, que
prohibió el uso del nombre del ex–Presidente licenciado Manuel Estrada Cabrera y
de sus familiares en los nombres geográficos del país, volvió a tomar su antiguo
nombre. 97
En el caso de Gómez, atraviesa por una situación difícil en materia laboral, no obstante
que su experiencia y carácter fuerte le ha permitido hacerse cargo de la administración de varias
fincas, “sierra adentro”.
Para Herrera, hablar de “sierra adentro” es referirse en forma genérica a Pamaxán, lugar
donde se ubicaba su finca Bulbuxyá. El cuento “De sierra adentro” escrito en 1919 precisamente
97
Instituto Geográfico Nacional; Diccionario Geográfico de Guatemala. Compilación crítica Francis Gall.
Tomo III, Segunda edición. Guatemala : Tipografía Nacional, 1981.
71
en dicha finca, fue publicado el 19 de enero 1924 en El Imparcial. No forma parte de ninguno de
sus libros anteriores ni posteriores a tal fecha: La Lente Opaca y El hilo del sol (1921), Cenizas (1923)
o 7 Mujeres y un Niño (1961). Un año después, en el mismo lugar geográfico, escribió el poema
“Ahora el río pasa…”, anotando que proviene de —en plural— Sierras adentro. 98 En dicho mes
y en el mismo diario publicó los poemas: “Estación” (8 de diciembre); y, “El ala en el mar”,
dedicado al poeta César Brañas (25 de diciembre).
Sobre su finca Bulbuxyá en Pamaxán publicó dos poemas en 1928 y 1962. Un fragmento
de cada uno a continuación: 99
Bulbuxyá, 1928
Para César Brañas
Pamaxán por el norte,
azul, próvido, abrupto
se empina sobre el llano y en las lomas
va escalonando en pulcros batallones
sus 40 millones
de cafetos
—soldados
prestos a la conquista
de extranjeros mercados.—
Bulbuxyá, 1962
Para Ricardo Estrada h. —que siente Bulbuxyá—
Tu nombre es chorro de agua
que está brotando en gruta de montaña,
gruta en que —hay tiempos— mi destino fragua
su claro rumbo y su apolínea hazaña.
Volcán vecino, tú me das ejemplo
de fortaleza y de bravura.
Yo te venero por tu línea pura
y porque el maya, al erigir su templo,
copió con ojo y alma tu figura.
Cuando Gómez se encuentra con Luis en la capital está libre laboralmente, razón por la
cual ve la oportunidad de empezar de nuevo en la finca de este, proponiéndole que la pongan a
trabajar, ya que sus terrenos incultos no producen nada, y en manos de él podrían surgir de
nuevo a la vida. El joven acepta entregársela para su administración y seguramente continuar su
vida de crápula en la ciudad, pero Gómez establece como condición que le acompañe, quien
accede a regañadientes.
Al llegar encuentran que el lugar está abandonado, los terrenos cubiertos de maleza, no
hay casa formal donde pernoctar –solo un rancho con paredes de madera sin lijar y techo de
paja– y Luis casi está dispuesto a regresar a la ciudad, pero Gómez le convence que deben
Herrera, Flavio; “Ahora el río pasa…”. (Poema de Sierras adentro). Guatemala : El Imparcial, jueves 10 de
diciembre de 1925. Página 5.
99
Bulbuxyá, 1928 en: Herrera, Flavio; “Poemas de Flavio Herrera. Bulbuxyá”. Guatemala : El Imparcial,
edición del miércoles 22 de mayo de 1929. Página 3.
Bulbuxyá, 1962 en: Herrera, Flavio; Solera. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de
Guatemala, 1962. Páginas 9 a 12.
98
72
dedicarse a la faena de hacer que la tierra produzca y construir un chalet. Como señala Méndez
Vides respecto al conjunto de cuentos incluidos en Cenizas:
La narración despliega abulia, vida disipada y sibarita, la condenada aceptada
de vivir en el campo, entre paredes de tablas sin cepillar, como describe en ‘El miedo’,
alejado del tradicional refinamiento del mundo desarrollado. 100
Pasan diez años en la finca y después de arduos trabajos por parte de Gómez, porque
Luis hace como que hace, pero no hace nada, la heredad es productiva, con ganado y cultivos,
además de un enorme chalet donde solo habitan los dos. El autor recuerda años después de que
escribiera el cuento de 1923, lo que cuesta ser agricultor y sobre todo lo que debiera significar;
en La tempestad (1935), capítulo “La divina locura”, advierte:
Ser agricultor no es esquilmar la tierra con intención semita. No es calcular
cosechas con propósitos de usura ni la idea del lucro por delante, no es promiscuir el
sentimiento con cálculos fenicios, con alma mercantil; no es enturbiar la emoción con
la concupiscencia del agio. Ser agricultor es sentirse traspasado de unción en esta
bárbara matriz de la belleza. […] Ser agricultor es sumirse en el pasmo místico del
indio cuando siembra maíz y mete la macana con decoro sacerdotal y la solemnidad
de un rito y, con el grano, mete su alma misma a fundirla en el alma de la tierra. Ser
agricultor es todo esto y mucho más que mi lengua no ha dicho ni acaso diga nunca,
porque no pudo. ¡En dónde está el máximo poeta que, a fuerza de ser macho, te
comprenda, ¡oh, sembrador. 101
Durante esa década Luis partió muchas veces de la propiedad hacia el pueblo cercano de
Panán, para libar en la cantina de un conocido hotel con amigos del lugar –varios de ellos
finqueros– principalmente de Cepeda. Conoce a Mariana, una española que recientemente
regresó de México, quien se encuentra hospedada en el hospedaje del que otrora fue propietaria:
bonita, divorciada y de buenas carnes, casi cincuentona. Aunque Luis tiene fama de don Juan
Tenorio, sucumbe ante los encantos de la hembra, mayor que él en “diez años por lo menos” –
a decir de Gómez en la novela–, pero eso no importa. Prácticamente se ausenta de la finca: “Cada
Méndez Vides, Adolfo; “Flavio Herrera, el joven”. Ver texto completo en ANEXO.
El escritor conoce la obra de Herrera y particularmente los cuentos en mención, ya que en 2009 escribió sobre
“La recuperación de Cenizas”, en la presentación de Cenizas editada por Tipografía Nacional.
101
Herrera, Flavio; La tempestad. Guatemala : Unión Tipográfica, 1935. Páginas 319 a 320.
Herrera, Flavio; “La tempestad” (1935). En: La Trilogía del Trópico. El Tigre, La Tempestad y Caos. Tomo I
de la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos
de Guatemala, 1994. Página 287.
100
73
día galopaba leguas en busca de la hembra y llegó el tiempo en que salía a diario para verla”. 102
Sostiene un amorío con ella, pero lo oculta a su amigo, por respeto, ya que lo considera como
un padre. Empero, decide que ya no puede seguir solo visitándola, y armándose de valor le cuenta
de su amante y a la vez le pregunta si no le molestaría que la llevara a vivir a la finca como su
mujer.
Tras los cuestionamientos de rigor, Gómez se atreve a inquirir en tono molesto: “Y ella…
¿No te ha hablado de mí?”. Aquí es donde el lector puede interrogarse: y por qué el enojo, será
que Gómez la conoce, que tuvo algo que ver con la señora y no acepta que llegue a la casa en
calidad de conviviente de Luis. Este justifica su amorío diciendo que en el trópico las necesidades
sexuales deben calmarse y Gómez le dirá que se trata del “enredo por higiene, en fin, la hembra”.
Sobre este asunto, el autor expone en forma más amplia sus ideas en La Tempestad (1935), capítulo
“Naturalmente”, cuando César le explica a la muchacha Palma:
A guisa de disculpa, César dijo: —¿Cómo quieres que un hombre soltero
resuelva su problema sexual en una finca? Palma, hablemos con franqueza. Te creo
inteligente; acaso preparada y, por ende, curada de gazmoñerías y remilgos.
Supongamos a un finquero en pleno trópico que le anticipa la función sexual. Tiene
que desfogar el instinto con indias, con sus rancheras —lo corriente— pero esto, para
un hombre delicado es sórdido; se le vulneran muchas delicadezas espirituales; es la
bestialidad desnuda; aparte del problema de la descendencia posible, en este medio
pacato en que aun el hijo ilegítimo —como se le llama— tiene una condición social
inferior, hasta vergonzosa. Cierto que en pueblos y fincas hay mujeres ladinas; pero
éstas, por la sordidez de su vida, por su ignorancia y grosería, en poco difieren de las
indias y el problema es casi idéntico. Es la hembra para el ayuntamiento fortuito
del que presto se reniega si se le engendra un hijo indeseado. Es la hembra apta para
el cuidado del hombre. Su cocinera, su criada, su ama, no su compañera. Queda la
cortesana, la mujer de ocasión, la mujer pública. No hablemos de ello, amén de que
las condiciones del medio no dan garantía higiénica alguna para asegurarse la
inocuidad del contacto. 103
La transcripción de algunas frases del cuento, colocadas entre comillas, se toma de: Herrera, Flavio; “El
miedo” (1923). En: Narrativa breve. La lente opaca, El hilo del sol, Cenizas, 7 Mujeres y un Niño. Tomo II de
la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos
de Guatemala, 1994. Páginas 71 a 79. Resaltado propio.
El texto completo de “El miedo”, en primera columna del ANEXO Transcripción comparativa de…
103
Herrera, Flavio; La tempestad (1935), página 214, o bien “La tempestad” (1994). Op. Cit., páginas 228 a
229. Resaltado propio.
102
74
Gómez se exalta y le dice a Luis que puede llevar a Mariana, pero que él se irá de la
propiedad. A la vez, el joven no se explica qué ocurre; pide disculpas y aunque al principio le
dice que no la llevará, cambia de parecer.
Al día siguiente Luis confronta de nuevo a Gómez y logra sonsacarle que Mariana: “Pues
sí… esa mujer en otro tiempo… y a ti te molestaría ahora…”, asegurándole que no le importará
que ella llegue puesto que “Ya pasó. Con esas mujeres, tu comprendes… son la aventura fácil;
el capricho de una hora; el enredo por higiene, en fin, la hembra.” Sin embargo, su decisión de
marcharse de la finca no varía: “Ya tú lo dijiste: Hay recuerdos y habría sombras. Yo sería esa
sombra entre la dicha de ustedes. El pasado…”.
Obviamente que Gómez tiene “miedo”, sensación de la cual no quería explicarle a Luis,
pero después de aclararle que la conoció y que tuvieron relaciones, da la impresión de que confía
en que después de un tiempo este la dejará porque ella casi que es una mujer fatal.
Ambos no muestran todas sus cartas sobre la mesa; cada uno se guarda lo que piensa del
otro y en especial de Mariana, la que sin proponérselo se convierte en la que separe a los amigos:
“¡La hembra!”.
Al final del cuento, Flavio Herrera en calidad de narrador se pregunta: “Pero ¿quién de
los dos temía más?”: Luis por el presente o Manuel por su pasado.
ↈↈↈↈↈↈↈ
El varias veces citado William Felker señala la relación entre los cuentos “Simona”
(Eduardo es el protagonista) y “El miedo” (con Luis a la cabeza), e incluso encuentra su
antecedente respecto a motivaciones y temática de Herrera en el libro El ala de la montaña. Tome
en cuenta el lector que el cuento “Simona” pertenece a La lente opaca (1921) al que después
cambió el título por “La pernada” y lo incluyó en Cenizas (1923).
En sus dos protagonistas masculinos, Herrera creó un patrón de dualismo
psicológico que se convertiría en la marca registrada de sus mejores obras. A través
de la persona de Luis, delineó aún más un personaje representativo del hombre culto
del mundo que no puede manejarse en un ambiente tropical. Como Eduardo en
“Simona”, Luis pierde el equilibrio en la selva. Es débil, cerebral, acostumbrado a las
adaptaciones de la vida de la ciudad y una existencia poco exigente. Falla en la
autodisciplina incluso en un entorno benigno, pero cuando entra a los trópicos, los
charlatanes se vuelven aún peores, y es asaltado por un miedo fuerte y sereno sexual
dentro de la filosofía de El ala de la montaña. No es completamente inmune a los
celos, pero ha llegado a aceptar el mundo tal como es, viviendo en armonía con él.
75
Encarna un patrón de existencia ideal para Herrera, donde un “divorcio del ambiente”
ha sido virtualmente eliminado y donde una “incapacidad del medio” es irrelevante.104
Para cerrar esta parte, seguidamente se transcribe el análisis que del cuento expuso el
humanista Ricardo Estrada h., quien utilizó como fuente la primera edición de Cenizas (1923).
“El Miedo” es, también, un cuento enmarcado en el regreso de Europa; es el
síntoma de la temática criolla; inicio de la identificación de Flavio Herrera con su
tierra. Debe advertirse que, dentro del volumen, se codea el cuento preciosista del
modernismo con una nueva actitud: el realismo —algo que ya se insinuara en La
Lente Opaca—; ahí está éste en el tema, en los personajes y en el ámbito. Sin
embargo, la autenticidad criolla se quiebra con el esguince castizo de una estampa y
su personaje femenino. Hay reminiscencia meramente castellana con el profundo
arraigo, con el impresionante y fiel asirse a lo materno en la expresividad.
“Luis conoció a Mariana en una fiesta de la Asunción. Entraba al pueblo
como un Cid caracoleando el potro alazán en las esquinas cuando, al pasar frente al
hotel, un lindo rostro de maja le sonrió tras una ventana…”
“Española… divorciada… bonita…”
“Mariana irradiábale con un hechizo gitano, relámpago de sol y de locura;
visión cálida mecida en un sollozo de guitarras enfermas de musulmana languidez…”
(Cenizas, págs. 32-34)
El juego literario de este cuento es un noble amasijo hispano y americano. Sus
personajes también lo son: Luis y Gómez son frutos criollos, pero con una
predominante española. Mariana trasunta casticismo. Pero vale la pena decir algo
sobre la lengua que es sustancia: los materiales idiomáticos, aisladamente, son
universales; pero en conjunción de novela se deben a un sentido que deviene
peculiaridad y, dentro de nuestra lengua —a la altura de madurez y de sustantividad
hispanoamericana— cabe establecer los deslindes expresivos: hay un aliento que nos
perfila ya dentro de una hispanoamericanidad pura. Por eso, en el cuento a que nos
referimos, se muestra el asidero tradicional al tema y expresividad españoles. De ahí
que Mariana, encajada en un cuento criollo, sea algo invertebrado; es una estampa
vivencial y casi íntima del autor llevada a nuestro ámbito, pero sin fuerza, sin acento.
Ya señalaremos, en otra parte, el significado y proyección que el cuento tiene en otros
aspectos. 105
104
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág. 55.
Traducción libre del inglés al español.
105
Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Op. Cit., páginas 18 a 19.
76
Nótese que Estrada destaca que en “El miedo” interviene Mariana, que ocasionará las
desavenencias entre Luis y Gómez, la cual era “Española… divorciada… bonita…”, lo que da
lugar a que el crítico exprese a que en el cuento exista “el asidero tradicional al tema y
expresividad españoles” y que Mariana “sea algo invertebrado” porque es ubicada en una ficción
criollista. Sin embargo, no se sabe por qué razones, cuando el cuento es convertido en novela y
este constituye el primer capítulo de esta, Herrera cambia el gentilicio de Mariana por el
mexicano. Si el autor desde 1923 hubiera establecido dicho origen, la interpretación del crítico
Ricardo Estrada hubiera sido otra.
El significado y proyección que tiene el cuento “El miedo”, del que Estrada anticipó que
lo señalaría en otra parte de su exposición, no lo desarrolló; tan solo una leve alusión al personaje
de Luis. Empero, puede señalarse que se refiere a que los cuentos y novelas de Flavio Herrera
demuestran rasgos autobiográficos, el traslado de experiencias personales hacia los personajes,
en donde más de alguno es su alter ego. Por tal razón, señala que en “El miedo” se refleja el
regreso del autor, quien proveniente de Europa llega a su tierra en el trópico, y posiblemente en
el personaje Luis es donde queda retratado:
En Cenizas todavía una mayor evidencia que es raíz de algo que va a darse
fuertemente hasta llegar a Caos:
“¡No conocía sus tierras! Vagamente recordó otros tiempos cuando se midió
la finca y cada mañana se prometía asistir a la medida sin lograrlo por aquella
pereza…” … “su pavor supersticioso ante la selva, especie de nosofobia que lo hacía
presentir en cada roce el contacto de un peligro. Por aquel tiempo viera morir a un
indígena mordido de serpiente y, desde entonces, jamás se echaba al campo sin que
un mozo le precediese haciendo claros a filo de machete…” (Cenizas, “El Miedo”,
págs. 30-31) 106
El investigador William Felker encuentra algunos rasgos similares en Luis, personaje del
mismo nombre en la novela El Tigre (1934) y en el cuento “El miedo”, destacando:
Luis es una combinación de Eduardo en “Simona” y Luis en “El miedo” 107 y
el contraste entre su personalidad y la de su hermano subraya el dualismo básico de
la novela. Las diferencias distintas al temperamento intensifican su conflicto, siendo
el más vital, el deseo de Fernando de tener la propiedad completa de la finca.
La rivalidad personal y familiar eventualmente termina en el asesinato de Luis
por parte de su hermano, y este nivel de la novela forma su trama básica. El
antagonismo entre personajes no es diferente al de “El miedo”, en el que Gómez y
Luis difieren en sus filosofías y chocan por una mujer en su finca común. Como se
106
Ídem., página 70.
“Simona”, cuento incluido en La lente opaca (1921), que en Cenizas (1923) cambia su título a “La pernada”.
El cuento “El miedo”, también en Cenizas.
107
77
mencionó, los dos Luis tienen mucho en común, y un personaje menor de El tigre,
Chato Ortiz, brinda una proyección más de su sensibilidad poética y romántica. La
diferencia entre Gómez y Fernando es paralela al cambio en la visión de la naturaleza
del escritor, de una idílica a una primitiva. 108
Los vínculos entre la jungla, la conciencia cósmica y la sexualidad que fueron
parcialmente sugeridos en “El miedo” se hacen plenamente visibles en El tigre, así
como el rol de lo erótico como punto de trascendencia entre la pasión elemental y la
realidad del universo. 109
La compleja tesis de El tigre es la primera síntesis literaria de Herrera, de las
principales preocupaciones que aparecen en sus trabajos anteriores. La novela señala
un claro desarrollo hacia la reconciliación de los elementos contradictorios de esas
obras. La naturaleza idílica de El ala de la montaña había poseído una cualidad
inquietante también en “Simona” y “El Miedo”, el poder de poner al hombre contra
sí mismo provocando una pasión inusual. En este último relato se encontraba una
figura de la poesía de Herrera que proyectaba los prejuicios arcadianos del autor y
que parecía inmune a las influencias malignas que afectaron negativamente al culto
Luis, junto a su antecesor Eduardo. Los cambios de principio en la visión sociológica
de Herrera durante los más de diez años posteriores a su tesis involucraron un nuevo
concepto de la tierra y la relación del guatemalteco con su entorno total a través del
cual el personaje Eduardo–Luis pudo encontrar un lugar significativo en un entorno
esencialmente hostil y extranjero. En El tigre, Luis descubre el secreto que eludió a
sus contrapartes del cuento de ficción de Herrera. Ese secreto que el autor consideró
fundamental en sus ensayos para el retorno a la vida agraria implicaba una visión de
la tierra como un inframundo primitivo frente a un paraíso arcadio. 110
Respecto a rasgos autobiográficos de Flavio Herrera en sus novelas, cuando en 1946 la
estudiante norteamericana Elsie F. Criger preparaba su tesis universitaria de graduación (la cual
presentó a la Universidad Estatal de Ohio y le fue aprobada al año siguiente), envió y recibió
respuestas a sus cartas por parte del autor, quien se encontraba en Río de Janeiro, Brasil,
ocupando el cargo de embajador en la legación de Guatemala, planteándole diversas preguntas
sobre su novelística. Ella comenta sobre El Tigre, La tempestad, 7 pájaros del iris, y Poniente de Sirenas:
[…] Los personajes de estas novelas son mestizos, criollos o indios de todos
los tipos indígenas de Guatemala.
108
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas
94 a 95. Traducción libre del inglés al español.
109
Ídem., página 97.
110
Ídem., página 101.
78
No es de extrañar, entonces, que Flavio Herrera, sintiendo una unidad con
estas personas, haya tratado con trazos vigorosos y coloridos de pintar de manera
realista la escena guatemalteca contemporánea. Hay que reconocer en sus novelas un
profundo deseo de simplemente presentar situaciones existentes. En ellas no hay
amonestación ni acusación por las condiciones descritas, ya que no tenía deseos de
escribir novelas de carácter político ni de acusar deliberadamente. El Sr. Herrera
escribe,
Mis novelas no son autobiografías, pero en cada una hay trozos
autobiográficos mezclados con fantasía. Nunca me propuse escribir novelas de Tesis,
sino dejar correr la pluma en los momentos en que una fuerza superior a mi voluntad
me llevó la mano. Escribo por vocación y creo que el artista debe regir la influencia
en su obra; pero esto, a la postre resulta una ingenuidad porque hay un momento en
que el subconsciente se enseñorea en el artista y entonces este resulta solo
instrumento de alguna fuerza superior que le está dictando su mensaje. 1
_________
1
Carta a la autora, Río de Janeiro, 6 de marzo de 1946.
111
Acerca de otros rasgos autobiográficos del novelista y cuentista, se recomienda consultar
el citado estudio analítico de Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Op. Cit., páginas 68 a
74, en donde después de extraer de las obras del autor algunos posibles elementos que denotan
un perfil propio trasladado a sus personajes, su antiguo alumno en la Facultad de Humanidades,
USAC, concluye:
“Perdón, maestro, por esta reminiscencia que colinda con la pena, pero yo
estuve próximo a esa realidad.”
111
Criger, Elsie F.; Some comments on the ideas and style of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas 57 a 58.
Traducción libre del inglés al español.
79
80
4. Novela Hembra (1994)
Con Hembra (publicada póstumamente en 1994),
es cuando Flavio Herrera convierte su cuento de 1923,
“El miedo”, en ficción ampliada. Le agrega nuevos
detalles e incorpora un estilo distinto al de sus otras obras
en las ramas de cuento y novela.
4.1
Reseña de la novela
“De un recuerdo brotó esta novela o esta
historia”
Flavio Herrera 112
Así como Miguel Ángel Asturias (1899–1974)
convirtió su cuento inédito “Los mendigos políticos”
(escrito en 1922) en una excelente novela, El Señor
Presidente (1946), 113 Flavio Herrera desarrolló un proceso
parecido. En efecto, la ficción corta “El miedo” (1923)
fue ampliado en la novela Hembra (entre 1953 y 1954, y
con algunas correcciones a mano realizadas hasta e
inclusive 1958), la que estuvo inédita durante varias décadas y fue publicada en 1994.
Otro ejemplo reciente: el escritor guatemalteco David Unger (en 2014 recibió el Premio
Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias), informó que su nuevo libro de 10 capítulos,
Sleeping with the Light On, está basado en “La casita, un libro ilustrado que se publicó en español
por la Editorial CIDCLI, en 2011, en México”, el que a su vez es “uno de los títulos incluido en
Herrera, Flavio; “Hembra”. En: “Appendix Unedited Photocopy of an Original Typed Version of Flavio
Herrera’s Unpublished Novelette, Hembra” [Apéndice Fotocopia no editada de una versión original
mecanografiada de la novela no publicada de Flavio Herrera, Hembra], de: Felker, William L.; El señor de
Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., página 220.
113
Batres Villagrán, Ariel; El Señor Presidente (Edición conmemorativa de la RAE y la ASALE). Publicado el
11 de julio de 2020
https://www.academia.edu/43588443/El_Se%C3%B1or_Presidente_Edici%C3%B3n_conmemorativa_._3_de
_septiembre_de_2020_fecha_de_su_lanzamiento;
y,
en
la
misma
fecha,
en:
https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/07/11/el-senor-presidente-edicion-conmemorativa-septiembre-de2020/
112
81
el libro de cuentos Ni chicha ni limonada, que en 2009 publicó […] la editorial guatemalteca F&G
Editores. La obra tuvo su segunda edición en junio de 2019.” 114
El descubridor de Hembra en 1972, el investigador norteamericano William Felker, en el
capítulo nueve de su tesis opinó acerca de la calidad de la obra inédita en ese entonces. Aunque
sus valoraciones sobre la novela pudieran generar escozor, es necesario transcribirlas:
[…] Menton devolvió el texto con una carta fechada el 4 de agosto de 1958,
en la que afirmaba que “Hembra” era una excelente adición a las obras de Flavio.
Después de eso, sin embargo, no parece haber indicios de que Flavio intentara llevar
su última ficción larga a la prensa.
Los comentarios de Menton tienen poca validez objetiva, y los méritos
literarios de “Hembra” algunos. La capacidad de Herrera para juzgar el valor de su
propia escritura nunca fue aguda, por lo que no es probable que haya dejado de
publicar el libro por razones estéticas. El contenido y los personajes de “Hembra” se
basan en hechos reales, y el autor sintió que la historia avergonzaría a varios de sus
conocidos. La relevancia de “Hembra” se deriva de una serie de consideraciones que
no están necesariamente vinculadas a ningún valor último de la escritura de Herrera.
La novela comienza con el cuento clave originalmente titulado “El miedo” en
Cenizas. “Hembra” establece la base fáctica de esa narrativa y completa su acción
para el lector curioso. Los siguientes capítulos se refieren a la rivalidad de Luis y
Gómez por la muchacha, Mariana, y los apasionados monólogos de ambos personajes
masculinos recuerdan el frenesí de celos de muchas historias de la secuencia
“Mujeres”. En la mitad del libro, el autor intercala sus propios pensamientos, así como
una discusión de la acción por parte de varios miembros de una tertulia. La técnica es
una pobre imitación del concepto de Unamuno en Niebla, aunque Menton había
notado la relación con un comentario favorable. Las secciones interpoladas, sin
embargo, le dan un interés biográfico a la obra y eventualmente pueden contribuir a
la comprensión de los muchos secretos todavía ocultos en la existencia novelesca de
Herrera. El autor admite aquí que sus personajes son personas reales, 115 y aunque los
personajes de sus otras obras pueden considerarse tomados de entre sus amigos,
Agenda Cultural Guatemala; “David Unger publica su nuevo libro «Sleeping with the Light On».
(Durmiendo con la luz encendida).” Texto Braliem Jousc. 29 septiembre, 2020. Disponible en
https://agendaculturalguatemala.com/2020/09/29/libro-david-unger-sleeping-light-on-literatura-guatemala/.
115
Nota de Felker a pie de página: 26 Flavio Herrera, Hembra, unpublished manuscript in the Collection at
Triana. See appendix to my dissertation, “El Señor de Bulbuxyá,” University of Tennessee, 1973, p. 243.
NOTA: Se trata de un agregado a mano efectuado por el propio Felker. En rigor, no debió incluir tal referencia,
como tampoco debió haberlo hecho en la sección de “Bibliography” (página 204, apartado III. CRÍTICA A LA
OBRA DE FLAVIO HERRERA, C. Disertaciones inéditas que contienen comentarios sobre las obras de FH),
porque es como citarse a sí propio. Bastaba con remitir al lector al apéndice de la tesis.
114
82
amantes y conocidos, esta es la única vez que lo admite abiertamente por escrito. 116
La caracterización contrastante de Gómez y Luis en “El miedo”, así como el dualismo
similar en El tigre y Caos, se da en perspectiva biográfica, ya que el manuscrito
refuerza el tema del conflicto entre un dandi educado pero débil y un hombre de la
tierra que está en comunión con la naturaleza, y sugiere fuertemente que estas
personas todavía están vivas. Esta revelación desalienta las suposiciones de que los
dos personajes son realmente extensiones de la propia mente de Flavio, y las posibles
interpretaciones de las obras de Herrera en términos de un tema interno y
autobiográfico de civilización versus barbarie no tienen fundamento. En total,
“Hembra” es mucho menos concluyente y quizás menos pulida que cualquiera de las
otras novelas del autor. Proporciona un final esclarecedor para todas sus historias de
paranoia obsesiva, refuerza el mensaje final de “7 mujeres y un niño”, que los
tiempos de la visión cósmica estaban llegando a su fin y que la sublimación ya no
podía lograrse mediante símbolos, instinto o trascendencia artística. 117
Si para Felker “Los comentarios de Menton tienen poca validez objetiva”, es solo una
opinión. Independientemente de lo que señala acerca del juicio y valor en las apreciaciones de
este, debe señalarse que en el ejemplar que le obsequió a Herrera de su Historia crítica de la novela
guatemalteca (1960), de hecho, ratificó lo que pensaba en 1958 pues tiene la siguiente dedicatoria
manuscrita:
“Al gran amigo y estimado maestro Flavio Herrera.
Como estímulo para que siga produciendo obras geniales.
Seymour Menton
Guat. 22 de ago. de 1960”.
El propósito de la transcripción de páginas 162 a 163 de la tesis de Felker es mostrar la
única acotación crítica que se encontró acerca de la novela. No obstante que por fin esta se
conoció en 1994, hace falta el trabajo del crítico o analista literario que la examine y exponga los
resultados de su interpretación en cuanto al valor estético de la obra, y de su relación con el
cuento “El miedo”.
Conviene explicar que, convertir un cuento en novela no fue la primera vez para Herrera.
En efecto; con la diferencia de que no los transformó en novela completa sino en parte de una,
tiempo atrás insertó dos cuentos publicados previamente, en sus novelas El Tigre (1934) y La
116
Nota de Felker a pie de página: 27 Ibid., p. 250.
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas
162 a 163. Traducción libre del inglés al español.
117
83
Tempestad (1935). Interesante que el mismo año en que publicó El Tigre, la Universidad Nacional
se interesara en su adquisición:
En sesión celebrada el sábado recién pasado por el Consejo Directivo de la
Universidad Nacional, a moción del Licenciado Ricardo Quiñónez, se acordó
comprar cien ejemplares de cada una de las obras de los escritores nacionales
Licenciado Flavio Herrera, que con su último libro “El Tigre” ha merecido justas
apreciaciones de la prensa nacional, y de Carlos Samayoa Chinchilla, autor de “Madre
Milpa”, libro de cuentos regionales.
La Universidad se propone enviar al extranjero ejemplares de las obras
citadas, para dar a conocer, en esta forma, la literatura vernácula. 118
Respecto al libro de Samayoa, acerca del cual Flavio Herrera emitió dictamen favorable,
días antes de la nota anterior, el mismo periódico informa, sin olvidar manifestar su
agradecimiento al “señor Presidente” Jorge Ubico, por “su apoyo a los intelectuales”, mediante
la publicación de esta obra:
Tarde ha llegado a nuestra mesa de redacción el libro titulado «Madre Milpa»,
que se debe a la pluma del escritor nacional Carlos Samayoa Chinchilla, y que fue
recientemente editado en los talleres de la Tipografía Nacional.
Contiene «Madre Milpa», a manera de prólogo, un importante juicio emitido
por los señores Licenciados don Flavio Herrera y don Santiago Argüello, y el señor
Rafael Arévalo Martínez, acerca de la mencionada obra, en el que manifiestan que el
libro de Samayoa Chinchilla, por su forma como por su fondo digno de todo elogio,
como por desenvolver asuntos netamente nacionales merece el apoyo del gobierno.
El señor Presidente, que, como se habrá notado, en el último tiempo ha
introducido su apoyo a los intelectuales, acordó la inmediata publicación del libro del
escritor Samayoa Chinchilla.
Diario de Centro América; La Universidad comprará ejemplares de “El Tigre” y “Madre Milpa”.
Guatemala : edición del lunes 10 de septiembre de 1934. Página 2.
En octubre se informó: “El quince del corriente mes, saldrá a luz la segunda edición de la novela regional «El
Tigre», de la pluma del poeta Flavio Herrera. La segunda edición tendrá sugestiva carátula de uno de los más
hábiles pintores nacionales. El tiraje de «El Tigre» se está haciendo en los talleres de la Unión Tipográfica.”
Diario de Centro América; Nueva edición de “El Tigre”. Guatemala : edición del lunes 1 de octubre de 1934.
Página 3.
No obstante que se informa que el tiraje de la segunda edición ya se estaba realizando, no ocurrió ese año de
1934 ni en Guatemala, sino en 1942 por Ediciones Ercilla de Santiago de Chile. En cuanto a que la carátula sea
trabajo de un pintor nacional, no se tiene a la vista la edición Santiaguina, pero sí la sexta impresa en Guatemala
en 1954, con “Carátula y estampas de Guillermo Grajeda Mena”.
118
84
El Consejo Superior Universitario, en sesión celebrada el 17 de febrero del
presente año, dispuso adherirse al dictamen emitido por los señores Herrera, Argüello
y Arévalo Martínez, declarando de provecho la divulgación de la obra de Carlos
Samayoa Chinchilla.
Contiene la obra de Chinchilla, quince cuentos vernáculos, en los que palpita
el alma de nuestra raza. 119
A continuación, un curioso homónimo del 13 de septiembre de 1934; seguramente el
poeta y novelista ni siquiera se enteró:
Fecha 13. La Segunda Sección de Policía de Hacienda decomisó en
jurisdicción de Joyabaj, a Gregorio Sical y Flavio Herrera, una fábrica de aguardiente
clandestino, quedando los reos a disposición de la autoridad. 120
El primer cuento inserto por Herrera dentro de una novela es “De sierra adentro”. 121
Aunque lo escribió en 1919 en su finca Pamaxán, fue publicado el 19 de enero 1924 en El
Imparcial, con la imagen que ilustra a una mujer muerta en una cama, con su bebé a la par, que
está mamando vida de la muerte. Con leves modificaciones y adición de párrafos, lo incluyó en
El tigre (1934), capítulo “Otra huella”. No forma parte de ninguno de sus libros anteriores ni
posteriores a tal fecha; La Lente Opaca y El hilo del sol (1921), Cenizas (1923) o 7 Mujeres y un Niño
(1961). Cabe agregar que en la misma finca y un año después escribió el poema “Ahora el río
pasa…”, indicando que proviene de —en plural— Sierras adentro. 122 En dicho mes y en el mismo
diario publicó los poemas: “Estación” (8 de diciembre); y, “El ala en el mar”, dedicado al poeta
César Brañas (25 de diciembre).
El segundo cuento que aprovechó para incluirlo en La Tempestad (1935), capítulo “La
pesquería”, es el que lleva el mismo nombre y que publicara un año antes, en el Boletín de la
Biblioteca Nacional, con modificaciones que le permitieron adaptarlo a la novela. 123
119
Diario de Centro América; El libro de Carlos Samayoa Chinchilla. Guatemala : edición del martes 4 de
septiembre de 1934. Página 2.
120
Diario de Centro América; Las autoridades del Quiché laboran por el progreso del departamento.
Guatemala : edición del viernes 21 de septiembre de 1934. Página 6.
121
Herrera, Flavio; “De sierra adentro” (cuento). Guatemala : El Imparcial, sábado 19 de enero 1924. Pág. 8.
122
Herrera, Flavio; “Ahora el río pasa…”. (Poema de Sierras adentro). Guatemala : El Imparcial, jueves 10 de
diciembre de 1925. Página 5.
123
Herrera, Flavio; “La pesquería”. (Cuento). Guatemala : Boletín de la Biblioteca Nacional. Director Rafael
Arévalo Martínez. Año III, Número 11, noviembre 1934. Páginas 415 a 417.
Los cuentos “De sierra adentro” y “La pesquería”, fueron transcritos en Anexos con igual título, en:
Batres Villagrán, Ariel; 20 Rábulas en Flux y uno más, de Flavio Herrera Hernández. Reseña y comentarios.
30 de noviembre de 2018, en: https://ensayosbatres.wordpress.com/2018/11/30/20-rabulas-en-flux-y-uno-masde-flavio-herrera-hernandez-resena-y-comentarios/.
Y,
en
la
misma
fecha:
85
De cuentos como este y otros, Flavio Herrera pudo haber pensado que era mejor
adecuarlos en alguna de sus novelas para que no se perdieran, por haber sido dados a conocer
en un diario, pues como expresó el bardo José (Pepe) Batres Montúfar (1809–1844):
[…] el estar impreso en un periódico de Guatemala es lo mismo que hallarse
en un archivo privado. 124
Como apoyo a los interesados en apreciar las diferencias entre ambas versiones, la copia
literal de “El miedo”, Jornada primera de Hembra (1994), puede leerse íntegramente en la segunda
columna del ANEXO del presente ensayo: Transcripción comparativa de “El miedo” en Cenizas
(1923) y en Hembra (1994).
La reseña de la novela Hembra es como sigue:
Está organizada en dos “jornadas” (primera y segunda). Lo de Jornada primera y Jornada
segunda corresponde al agregado que durante la revisión del manuscrito realizara la licenciada
María del Carmen Meléndez de Alonzo, coordinadora del equipo de investigadores a cargo del
proceso de edición 1994. En la versión original e inédita, incluida como apéndice en la tesis de
William L. Felker, no aparece tal división, solamente los quince apartados o títulos.
La JORNADA PRIMERA lleva como subtítulo “El miedo” y representa la transcripción
del cuento del mismo nombre publicado como parte de los diez que integran la colección en
Cenizas (1923), con leves modificaciones como cambio de palabras, por eliminación o sustitución
(v.g. crótalo por víbora; Cepeda por Zepeda; Mariana que de ciudadana española pasa a
convertirse en mexicana), pero sin alterar la esencia de la ficción original, por lo que el lector
puede confiar en el resumen presentado en páginas anteriores.
En “El miedo” original Mariana “Ahora viene de Méjico”, “Española… divorciada…
bonita…”. En Hembra, “Ahora viene de México” y es “Mexicana… divorciada… bonita…”. En
https://www.academia.edu/37887972/20_R%C3%A1bulas_en_Flux_y_uno_m%C3%A1s_de_Flavio_Herrera
_Hern%C3%A1ndez._Rese%C3%B1a_y_comentarios
124
Pepe Batres señaló:
«No tuve otro objeto al componer el cuento de Don Pablo que traducir al castellano unas pocas de las muchas
sales que se encuentran en los cuentos de Casti, para darlas a conocer a algunos amigos. No creyéndome capaz
de hacer la traducción por entero, ni queriendo tampoco, en atención a lo muy libre de su estilo, hacerme cargo
de una parte de la tacha de licencioso que tiene aquel poeta, me limité a copiar algunas de sus gracias en un
cuento que no debía salir del círculo de mis propios amigos, pues el estar impreso en un periódico de Guatemala
es lo mismo que hallarse en un archivo privado.» Menéndez Pelayo, Marcelino; Historia de la poesía
hispanoamericana. Tomo 1. Página 190, nota 1. Ejemplar subido a la red por Mariano Rajoy de la Universidad
Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Filológicas, Adjunto. Disponible en:
https://www.academia.edu/19189820/Historia_de_la_poesia_hispanoamericana_t_1_0?email_work_card=title.
86
el cuento el lector puede interpretar que proviene de México porque ahí se encontraba por alguna
razón, pero como se advierte que es española no se puede pensar que sea oriunda del país
norteño. Ya en la novela queda claro que no venía del país vecino por el hecho de que ahí
estuviera solo como residente, sino también por haber nacido en el mismo.
En la JORNADA SEGUNDA Herrera divide la exposición en quince títulos, siendo
estos (tomados de la edición de Editorial Universitaria, 1994):
Hembra en La Novela de la Expresividad (1994)
Jornada primera
El miedo
Jornada segunda
La noche de Luis
La noche de Gómez
Interloquio
Clave
Monólogo del… ¿narrador?
Monólogo de Amelia
Monólogo del abogado
Monólogo de María
Ella seguía callando…
Monólogo de Zepeda
Otra vez Luis
El grupo
Otra vez Luis
La carta
Gómez y Mariana
Pág.
311
311
321
321
322
323
324
329
330
330
331
331
336
337
339
340
340
341
La JORNADA SEGUNDA inicia con “La noche de Luis”, 125 durante la cual este piensa
que Mariana es una “zorra”, que debió haberle contado de su relación previa con Gómez, su
amigo y a la vez enemigo viviendo en la misma finca; cavila en que correrá a pedirle explicaciones,
pero se arrepiente porque sufre por ella y no le importa su pasado, aunque le carcome el alma
saber que antes fue poseída por su compañero.
Continúa la jornada con “La noche de Gómez”, cuando este se lamenta que todo iba
muy bien entre ambos hasta que de nuevo apareció la hembra, interponiéndose, “a revolverlo
Las frases que se transcriben en forma entrecomillada provienen de: Herrera, Flavio; “Hembra”. En: La
Novela de la Expresividad. 7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20 Rábulas en Flux y Hembra. Tomo IV de
la edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos
de Guatemala, 1994. Páginas 311 a 342.
125
87
todo con este mocoso de Luis que se me crece y se me revela de repente con imaginaciones
absurdas y me provoca”.
Nótese que Gómez llama “mocoso” a su amigo, supuesto condiscípulo en la escuela,
aunque a decir verdad esto es un anacronismo en Herrera, ya que no podían haber estudiado
juntos si tenían una diferencia de quince años, según se deduce en la novela (“¡Yo, a los
cincuenta!” dice Gómez); en el cuento este aspecto no se deslinda.
Lo de la edad de ambos se aclara un poco en el siguiente subtítulo, “Interloquio”, cuando
Gómez conversa con Zepeda (Cepeda en el cuento), a quien piensa darle un poder para que
actúe como administrador de la finca ya que Luis es el propietario, y le refiere: “yo podría
estrangular a este mocoso que no quiere verme… Conmigo, este alarde, es como ponerme
mostaza en la sangre… ¡Imagínate! Ese mamón a quien yo hice hombre…”. “¡Todo porque una
vieja se asoma a su vida a torcérsela con mañas cortesanas! ¡Vieja que podría darle de mamar!...
No, no tanto, pero es mucho más vieja que él… diez años por lo menos.” Finalmente, le pide a
Joaquín Zepeda (aunque este no emite ni una palabra durante el “Interloquio”) que entretenga a
Luis en la finca para así darle tiempo a visitar a Mariana y exigirle que se aleje de sus vidas.
Viene el subtítulo “Clave”, que es donde Herrera incorpora una técnica diferente a la de
todas sus novelas. Incluye a varios personajes que conversan con él en su calidad de narrador
y/o autor, y posteriormente hablan por su cuenta entre ellos acerca de la tragedia sentimental de
los dos amigos y la mujer fatal. Dichos personajes no figuran en el cuento “El miedo” (1923).
En 1994, tratándose de la edición prínceps de la novela (hasta la fecha no hay otra), la
licenciada María del Carmen Meléndez de Alonzo, 126 en su calidad de coordinadora del proceso
de recopilación y ordenamiento de la obra de Herrera en cinco tomos, en página 2 del Tomo IV
señala:
En el caso de Hembra, que se publica ahora por primera vez, se percibe un
afán experimental que evidencia el deseo de innovación de Herrera. Surgida la novela
a partir del germen de uno de sus propios cuentos, muestra el ámbito cálido de la boca
costa y los conflictos pasionales propios de la temática del autor, pero se insertan en
ella las reflexiones metodológicas del novelista que contempla el devenir de sus
personajes y su voluntad de escritor que intenta moldearlos un poco bajo el influjo
unamoniano.
Nótese que la licenciada Meléndez indica que la novela sale “del germen de uno de sus
propios cuentos”. Omite especificar de cuál se trata, pero como ya se describió en páginas
anteriores, se trata del cuento “El miedo”, que forma parte de Cenizas (1923).
126
En tal año e incluso en 1995 la licenciada Meléndez se desempeñaba como directora de la Revista semestral
Letras de Guatemala, que editaba el Instituto de Estudios de la Literatura Nacional. Facultad de Humanidades,
Departamento de Publicaciones, Universidad de San Carlos de Guatemala.
88
Tiene razón la coordinadora de la colección y del Tomo IV en particular, al anotar que
en Hembra Flavio Herrera intentó construir a sus personajes influido del pensamiento
“unamoniano”; esto es, por don Miguel de Unamuno (1864–1936), habida cuenta que —como
antecedente literario de sí propio— en 20 Rábulas en Flux (concluida en 1942) y que él clasificó
como “nivola”, las anécdotas presentadas se apartan del género criollista de sus novelas
anteriores. Fue editada en 1946 porque después del acto público estudiantil de septiembre de
1941 donde se le brindó un merecido reconocimiento a su trayectoria como docente: “El
cacicazgo del ex presidente Ubico, a raíz del homenaje, prohibió la publicación de este libro”
(página 3 en la primera edición de 1946 y página 5 en la segunda edición de 1965). Así también,
dichos relatos no tenían nada que ver con la estructura formal de una obra de ficción y, por
tanto, seguramente se inspiró en lo que Unamuno (el de las barbas de chivo) explicó en Niebla
(1914), cuyo subtítulo es precisamente el de nivola:
“Nivola es el neologismo creado por Miguel de Unamuno para referirse a sus
propias creaciones de ficción narrativa, para representar su distancia con respecto a
la novela realista imperante a finales del siglo XIX. El término nivola aparece por
primera vez como subtítulo de la obra Niebla, del propio Unamuno. Con esta
denominación, el escritor bilbaíno quería expresar su rechazo hacia los principios
dominantes en la novela realista: la caracterización psicológica de los personajes, la
ambientación realista, la narración omnisciente en tercera persona...” Wikipedia.
Sin embargo, a diferencia del escritor español que en Niebla conversa con su personaje
quien lo cuestiona sobre su destino y en lugar de obtener respuesta decide matarlo, en 20 Rábulas
en Flux Herrera no se inmiscuye con los personajes, aunque por tratarse de una nivola
autobiográfica el lector deduce que alguno de ellos es él y por tanto está ampliamente involucrado
en varias de las historietas que narra. En Hembra el autor sí participa —atribuyéndose solamente
la calidad de narrador— y aunque no liquida a ninguno sí dialoga y a veces discute con varios.
En “Clave” se presenta el momento cuando el autor a la vez que narrador termina de
contar la “historia o si ustedes quieren la novela…”. En la transcripción efectuada por el equipo
de personas que tuvo a su cargo la edición de 1994 hubiera sido “clave” que colocaran las breves
palabras que a modo de advertencia anotó Herrera en la portada de su mecanuscrito: “De un
recuerdo brotó esta novela o esta historia” 127 Qué excelente que el investigador norteamericano
William L. Felker en su tesis de 1973 la haya incluido, toda vez que en este apartado es donde el
autor contiende verbalmente con sus personajes y como le reclaman el hecho de no distinguir si
su obra es novela o es historia, él se encarga de aclarar las cosas, aunque medianamente.
Herrera, Flavio; “Hembra”. En: “Appendix Unedited Photocopy of an Original Typed Version of Flavio
Herrera's Unpublished Novelette, Hembra” [Apéndice Fotocopia no editada de una versión original
mecanografiada de la novela no publicada de Flavio Herrera, Hembra], de: Felker, William L.; El señor de
Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., página 220.
127
89
Si es novela o historia lo que se narra en Hembra, Flavio Herrera como que se inspiró en
el guatemalteco Antonio José Ramón de Irisarri Alonso, más conocido como Antonio José de
Irisarri (1786–1868) cuando este en su ficción autobiográfica: Historia del perínclito Epaminondas del
Cauca (1863), “aclara” o enreda lo que expone, al indicar desde el principio: “Esta es una novela
que no carece de su parte histórica, ni de su parte política, ni de su parte filosófica, ni de su parte
moral, ni de su parte literaria.” 128 En la edición guatemalteca de 1951, Manuel Galich López
(1913–1984) señala en el “Prólogo” que:
No es una novela, pero tiene de ésta; no es historia, pero es una fuente para el
que guste de estudiarla; … no es un tratado de política, pero abundan las ideas sobre
los vicios de los gobiernos, y las doctrinas en boga; no es un libro festivo, pero no
faltan los epigramas y las alusiones regocijantes; es sí, en el fondo, una sátira
demoledora, profunda, que hace meditar hondamente sobre el problema
hispanoamericano. … Es la última obra de Irisarri, es como su última airada protesta,
como su testamento político, como su postrer estremecimiento ante la catástrofe de la
América Española. 129
De hecho, Herrera se imita a sí propio en cuanto a dar vida a sus personajes y
“permitirles” que conversen con él y hasta le cuestionen en su calidad de autor o narrador, como
lo hizo en “Una novela por dentro” (texto de la conferencia que brindó en 1942, publicada en
Revista Acento de ese año) 130 y que en 1952 vuelve a editar sin las dos páginas que conforman la
“introducción”, en artículo publicado en El Imparcial: “Antífona de El Tigre. Los personajes de
la novela reclaman al autor”. Equivale a decir que varios de los protagonistas que figuran en su
novela El Tigre (1934), 131 hacen un examen de los propósitos que tuvo para clasificarlos de
128
Irisarri, Antonio José; Historia del perínclito Epaminondas del Cauca. Guatemala : Editorial del Ministerio
de Educación Pública, Biblioteca de Cultura Popular “20 de Octubre”, Volúmenes 14 y 16, 1951 [1863]. Página
4 del Volumen 14.
129
Galich, Manuel; “Prólogo” a Historia del perínclito Epaminondas del Cauca. Ídem., página XXXVIII del
volumen 14. Véase también: García Bauer, Carlos; Antonio José de Irisarri. Insigne escritor y polifacético
prócer de la independencia americana. Guatemala : Tipografía Nacional, 2002. Páginas 13–16.
130
Herrera, Flavio; “Una novela por dentro”. En: Herrera, Flavio; Presencia y huella. Tomo V de la edición por
el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala,
1994. Páginas 17 a 25.
131
Herrera, Flavio; El Tigre. Guatemala : Talleres de la Unión Tipográfica, 1934.
• “En 1934 Herrera publicó El Tigre, su primera novela, cuya quinta edición se imprimió en Chile en 1939
y que ha tenido una gran acogida tanto en Centro y Sudamérica como en Europa.” Criger, Elsie F.; Some
comments on the ideas and style of Flavio Herrera. Op. Cit., página 55.
• ------; El Tigre. Segunda edición. Santiago de Chile : Ediciones Ercilla, 1942.
90
determinada manera y no como a ellos les hubiera gustado. Basten algunos fragmentos de lo que
explica:
La vida pone un día frente a frente a los dos adversarios. Adversarios porque están
cargados de fuerzas extrañas, de fluidos adversos: 132 de ímpetus que chocan, de
esencias contrarias. La fiera es Fernando. El hermano selecto, Luis. ¿Quién de los dos
vencerá? Pero Luis «no tiene garra». ¿Valdría decir que es inepto para vivir aquí en
el trópico donde la vida es tragedia incrementada? 133 A lo largo de los días se insinúa
y estalla la lucha entre los dos enemigos. La fiera, siempre venteando presa, alienta
macabros propósitos. Viola y persigue. Persigue a la flor pura, llena de ingenua
fragancia —Margarita— viola (o el novelista lo deja suponer) a la cuarentona austera
y opulenta —doña Pilar— […]
Ante el novelista aparece un mundillo abigarrado y clamoroso. Un mundillo
bizarro otrora creado por él. Son los personajes de su novela. La turba se asoma por
la puerta y a quien primero distingue es a Fernando, la fiera, que lo increpa:
—Al fin lo atrapamos aquí. Mírenlo, allí está. Es nuestro autor y el autor de
nuestras desgracias. Sin su voluntad, nada nos habría pasado. Él nos creó.
—Mientes, clama Bruno, el mayoral. Ustedes ya existían. Lo conocí a usted
hace muchos años en la finca vecina, en El Capulín, donde usted vivía haciendo
fechorías…
—El que miente eres tú, canalla, replica Fernando. Todo lo que se me atribuye
son infundios del novelista. Son calumnias de mi propio padre porque yo no soy hijo
de ese tal don Juan que tú mientas ni lo conozco. Yo soy hijo de este hombre y mal
padre —y señala al novelista— que me delató y por cuya delación me persiguen. Me
culpa a mí en lugar de inculparse a sí mismo y, caso que yo sea el maleta que me pinta
¿por qué me engendró así? Vengo a pedirle cuenta y razón del torcido destino que le
dio a su engendro y de su prevención y ligereza para interpretar mis acciones, ¿con
•
------; El Tigre. Volumen No. 1 de la Colección Novela. “Apostilla a la sexta edición” por Flavio Herrera.
Carátula y estampas de Guillermo Grajeda Mena. Edición a cargo de Ricardo Estrada h. y Hugo Cerezo
Dardón. Guatemala : Editorial Popol-Vuh, Ltda. 3 de abril de 1954.
• ------; “El Tigre” (1934). En: La Trilogía del Trópico. El Tigre, La Tempestad y Caos. Tomo I de la edición
por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de
Guatemala, 1994.
132
En el texto original dice “flúidos”. Aquí se corrige.
133
Igual papel de inepto para el trabajo en el trópico desempeña el Luis de “El miedo” y de Hembra.
91
qué derecho se inmiscuye en mi vida y la explica a su antojo? ¿Qué sabe él de mi
vida? 134
Proceso similar, el de enfrentarse a sus personajes de ficción, siguió Miguel Ángel
Asturias en “El «Señor Presidente» como mito”, aunque no en una de sus ficciones sino como
parte del texto de la conferencia pronunciada en 1965 en la Facultad de Lenguas y Literaturas
extranjeras de la Universidad Bocconi de Milán. Sobre su novela El Señor Presidente (1946) anotó
en “2. Muerte y resurrección del novelista…”:
Aquella vez, el novelista había muerto. Sí, había muerto. Dejó de existir en un lugar
tan apartado de todo trato humano, que nadie acudió a darle sepultura. Nadie.
Humano, nadie. Nadie de carne y hueso. Otros iban a encargarse de su cadáver. No
los animales que se alimentan de cadáveres, aves negras o mamíferos amantes de la
carroña, serviciales y funerarios. 135 A media mañana del día en que murió el novelista,
sin que hubiera persona alguna, parientes, amigos o conocidos, para recibir a los que
llegaban, se presentó un hombre de mediana estatura, bigote cano muy cascado,
vestido de riguroso luto, y al oír que desde ultratumba el novelista preguntaba: “Quién
es…?” Contestó: “El Señor Presidente…”.
Dijo así y avanzó en seguida con menudo paso, el sombrero negro, negro
como su traje, sus zapatos, sus guantes, su corbata, el pañuelo que le salía de la bolsita
de cerca de la solapa de la americana. Luego, inmovilizado, solemne, el sombrero
negro de fieltro tomado por sus dos manos negras, enguantadas, que apoyaba sobre
su camisa blanca impecable y parte del chaleco también negro, 136 preguntó:
—¿Y los demás?...
Iban llegando, El Pelele, con la espuma del último ataque de epilepsia; el
Mosco, sin sus piernas; Patahueca, gritando “¡Viva Francia!”, y la sordomuda
embarazada, llorando, no por el novelista muerto, sino porque éste, reclamaba, le dejó
Herrera, Flavio; “Antífona de El Tigre. Los personajes de la novela reclaman al autor”. Guatemala : El
Imparcial, jueves 22 de mayo de 1952. Páginas 9 y 15. Texto completo con igual título en Anexo de: Batres
Villagrán, Ariel; 20 Rábulas en Flux y uno más, de Flavio Herrera Hernández. Reseña y comentarios.
135
Asturias quizá remite a la figura del zopilote que utiliza en su novela, el cual es parte de la familia de los
buitres, que es un ave que habita desde Estados Unidos hasta Sur América. Se caracteriza por ser carroñera y
en las ciudades es normal encontrarla en los basureros, tal como él la coloca en el lugar donde el “Pelele” llega
tras su fuga después de matar al “coronel Parrales”; ver Capítulo III, “La fuga del Pelele” en El Señor
Presidente. En capítulos IV, VII, VIII, XVIII y XXV se describe también el trabajo de los zopilotes.
136
En Capítulo VI, “La cabeza de un general” lo describe así: “El Presidente vestía, como siempre, de luto
riguroso: negros los zapatos, negro el traje, negra la corbata, negro el sombrero que nunca se quitaba; en los
bigotes canos, peinados sobre las comisuras de los labios, disimulaba las encías sin dientes, tenía los carrillos
pellejudos y los párpados como pellizcados.”
134
92
permanentemente un hijo en las entrañas, ya que nunca en página alguna de su novela
cuenta que tal criatura hubiera nacido. 137
—Hemos venido nosotros —explica el Señor Presidente, autoritario,
terminante— a falta de seres humanos, todos ellos en sus ocupaciones cuotidianas, y
es a nosotros —paseó la cabeza ligeramente calva—, nosotros, ficciones, hijos de tu
fantasía —se dirigió al novelista—, no totalmente por cierto, porque la verdad es que
fuimos sacados de la realidad, a quienes toca darte sepultura. 138
Y como en el subtítulo “Clave” (Jornada Segunda de Hembra) el narrador manifiesta a
sus personajes que lo que refiere es “historia o si ustedes quieren la novela…”, una de sus
interlocutoras le cuestiona, en razón a que “si es novela, ¿se inspiró en alguna historia? y si es así,
¿la novela es fiel a los hechos? ...”. Como se trata de ambos casos, le lanza otra interrogante: “¿es
usted, el autor, si es novela, o sólo el narrador, si es historia?”, ante lo cual el expositor señala
que prefiere mantener la incógnita toda vez que los personajes están vivos y no es prudente
revelar nombres (a la fuerza aclara que el de Gómez es Manuel), además —como lo estableció
en su “nivola” 20 Rábulas en Flux (1946), o bien 20 Rábulas en Flux y uno más (1965) que se refiere
a hechos ocurridos en las aulas universitarias y extrauniversitarias de 1912 a 1917— les aclara a
sus personajes: “Nuestro ambiente es pacato y nuestra moral es farisaica y cualquier sospecha de
alusión directa sería un asunto escabroso aquí donde a cualquier hijo de vecino, gente conocida
y les clava un sambenito…”, con lo cual da a entender que los hechos narrados ocurrieron en
verdad, seguramente antes de 1923, que es el año cuando publicó el cuento “El miedo” como
parte integral de Cenizas. Y precisamente en ese año, de pacatas habló Herrera en el cuento “Su
recuerdo” (1923), donde la mujer que consulta al médico le dice, al confesarle que no padece de
neuralgia alguna, que necesita morfina solo para olvidar al amor que la abandonó, porque: “esos
Por razón no explicada por el autor de la novela, “la sordomuda” está embarazada no se sabe por quién y
tampoco llega a tener al bebé, por lo menos en el transcurso de la ficción. Aparece en los siguientes Capítulos:
I, “En el portal del Señor”: “la sordomuda en cinta que lloraba de miedo porque sentía un hijo en las entrañas”;
“la sordomuda se sobaba el vientre para ella inexplicablemente crecido”. II, “La muerte del Mosco”: “De miedo,
de frío y de hambre lloraban los mendigos apañuscados en la sombra. No se veían ni las manos. A veces
quedábanse aletargados y corría entre ellos, como buscando salida, la respiración de la sordomuda encinta”;
“La sordomuda lloraba de miedo porque sentía un hijo en las entrañas...”. XXIX, “Consejo de Guerra”: “Los
pordioseros ocupaban las bancas de los testigos. […] la sordomuda que babeaba las bancas y se rascaba los
piojos del sobaco izquierdo”. El que Asturias la incluyera en este Capítulo como testigo para declarar quién
mató al “coronel Parrales”, fue seguramente como una muestra de hasta dónde podía llegar el delirio de
pretender achacarle un crimen al enemigo del presidente, por medio del testimonio que la sordomuda pudiera
brindar, a lo que se agrega que actuaba como loca.
138
Asturias, Miguel Ángel; “El «Señor Presidente» como mito”. En: América, fábula de fábulas. Compilados
con Prólogo de Richard Callan. Caracas, Venezuela : Monte Ávila Editores S.A., 1972. Páginas 129 a 130.
137
93
recatos estúpidos, esos escrúpulos sociales.… esas cosas ridículas aquí, en estas sociedades
aldeanas y pacatas…” 139
En 1935 se refirió de nuevo al papel de la mujer, en La Tempestad (páginas 48 a 49 de la
primera edición), capítulo “Reencuentro”. En La trilogía del trópico (1994), página 140:
Nuestra moral sexual tiene un código estúpido y ahora, [le dice César a la
muchacha] Palma, a la mujer se le reivindica casi en las todas partes, claro —
civilizadas. Sólo que aquí, por una ironía del ambiente, la mujer misma, por su ñoñez,
se aferra a subalterna condición en el hogar. En las clases humildes, tornándose en
incubadora de hijos y en nodriza perpetua; matando la alegría del amor; fabricando
inconsciente futura carne de cárcel u hospital por su indigencia biológica y en las
clases adineradas, elegantes, esta misma ignorancia produce ese tipo de mujer sin vida
interior, sin ninguna inquietud espiritual, embotada en el ocio frívolo o absorta en un
exclusivismo deportivo y en ostentaciones de vida social que son, sin duda, factores
de una educación femenina idónea y completa, pero que no se sabe dar entre nosotros.
A la muchacha elegante, adinerada, conocida, se le prepara socialmente, pero con una
idea miope, incluyendo en esta cultura, exclusivamente social, ciertas formas
convencionales de divertimiento y de expansión: el bridge, el té, el cine y nada más;
la obsesión de lujo enmascarando una burda coquetería con pergeño de feminidad,
cuando la verdadera feminidad es algo más puro y más hondo; falta para la mujer una
educación integral, una preparación para la vida que sea algo más que gimnasia de
frivolidad para atrapar un marido; […]
Sobre el ambiente citadino y campestre, timorato a la vez que falso, Herrera dio cuenta
en su “nivola” de 1946. Al anunciarse en Guatemala que “próximamente” podría ser leída —ya
que un mes antes había sido publicada en Uruguay (el colofón dice: “Esta edición se terminó de
imprimir en los talleres de la «Imprenta Artigas S. C.» calle Prudencio Vásquez y Vega 1141 en
el mes de agosto de 1946”)—, 140 un comentarista anónimo, tal vez César Brañas quien tenía a
su cargo la página editorial de El Imparcial, resaltó sobre la mentalidad cerrada:
Se llama Veinte Rábulas en Flux, y «Es una pintura valiente del ambiente estudiantil,
recuerdos de sus mocedades. Contraste de ruindades y bajezas con un romanticismo
de pura cepa. Y los rábulas deambulan entre aulas, fondas y prostíbulos, y el autor
encara sin tapujos ni disfraces el problema —o la tragedia— de las mujeres públicas.
Herrera, Flavio; “Cuentos de amor. Su recuerdo. Del libro ‘Mujeres’”. Guatemala : El Imparcial, lunes 24
de diciembre de 1923. Página 4. Se reitera que “Mujeres” nunca lo publicó; quedó entre los inéditos e
inencontrables a la fecha.
140
Por coincidencia, el 30 de agosto de 1946 Miguel Ángel Asturias publica en México, editorial Costa–Amic,
su novela El Señor Presidente.
139
94
Creo que en la «nivola» se mueven muchos personajes chapines de carne y hueso,
aunque en el prólogo aparece el aviso cinematográfico de que cualquier semejanza
con personajes de la vida real, vivos o muertos, es pura coincidencia» … Imagino que
producirá muy mala impresión en los espíritus pacatos y llenos de prejuicios que
desgraciadamente pululan con abundancia en el terruño». 141
Como se indicó, Herrera —en calidad de narrador en Hembra— opta por ocultar los
nombres de sus personajes, en virtud que algunos todavía estaban vivos y cualquiera que leyese
la ficción podría deducir de quiénes se trata e incluso reclamarle. Es lo que Ricardo Estrada h.,
de manera un tanto jocosa y a la vez anecdótica, relató acerca de El Tigre (1934):
Dirijamos estas estimativas a los personajes de la novela de Flavio Herrera. Buen
número de ellos es real; ha emergido de una existencia. Quizá vivan aún, pero
nosotros no tenemos la suficiente cautela, ni ha transcurrido el tiempo debido para
desvelarlos en todo lo que tienen de auténtico y de intenso.
Flavio Herrera, en las reconditeces de ‘Bulbuxyá’ —su guarida literaria en
Pamaxán, la Costa Grande— o bien en la intimidad de ‘Triana’ —su refugio que lo
rescata de la agitación citadina— 142 ha confesado: “Sí, hermano; mis personajes son
reales… A unos los he conocido yo mismo, pertenecen a esta intimidad, en todo su
color y relieve humanos. Otros… me los transmitió Bruno, el mayordomo de
‘Estambul’, la finca que fuera de mi padre y que se perdiera cuando la crisis del
café…143 Sí. Fernando existió. Fue fulano de tal… Doña Pilar de Osegueda fue doña
mengana…”
Pero estas confesiones quedan sumergidas, por hoy, en la discreción devota que
debemos al maestro; quedan en la reconditez para no “violentar intimidades”.
Y no pocas incidencias ha tenido Flavio Herrera por haber arrancado a sus
personajes del ámbito del trópico. Algunas van a lo picaresco, a la anécdota festiva.
Se cuenta que, una vez, iba de paso por X hacia ‘Bulbuxyá’. Allí se detuvo. En
eso, lo asalta el señor Y…
“—Vos, cabrón, dicen que me sacaste en una tu novela…
“—No jodás, hombre. Una novela es una novela. Es ficción…”
141
El Imparcial; Nueva novela de Flavio Herrera. Guatemala : jueves 26 de septiembre de 1946. Página 3.
En 1960 cuando Estrada escribió esto, sí que era un refugio apartado de la ciudad, ya que la misma no se
había extendido hasta fuera de los confines de “Triana” y el tránsito vehicular era escaso. Hoy en día la “jungla
de asfalto” y la fuerte contaminación auditiva provocada por miles de automotores que circulan frente y atrás
de la Casa de la Cultura Flavio Herrera, dificultaría a su antiguo propietario concentrarse en la labor creativa.
143
Legalmente el nombre de la finca fue “Stambul”. Ricardo Estrada hizo la traducción de un nombre propio.
142
95
Se estuvo al borde de la violencia. Y esto, también va adquiriendo categoría
novelesca. De una realidad surgió la novela, y la novela germina y difunde otras
realidades para dar testimonio de autenticidad. Y es que Flavio Herrera ha atrapado
la realidad de sus obras viviéndolas; ha venteado a sus personajes con rápida
intuición. 144
En la dilucidación acerca de si Hembra es novela o historia, o de quién es el autor de la
misma, que podría ser el mismo narrador o tal vez Luis (a quien de hecho Ricardo Estrada h.
atribuye que es Flavio Herrera, aunque para William Felker no es así), quizá Gómez o bien
Joaquín Zepeda, en el subtítulo “Clave” intervienen otros personajes de ficción: Amelia, María
(que de joven fue secretaria de un jurista y se cree con experiencia en hablar como los rábulas
porque conoce su jerga), un abogado, Esperanza y don Fernando.
El subtítulo “Clave” es clave (permítase la redundancia) para comprender el propósito
del autor. Todos los personajes discuten, se zahieren, defienden a Luis o a Gómez, aunque
ninguno ampara a Mariana, elucubrando acerca de cómo acabará el asunto y sugiriendo al
narrador que inserte o elimine alguna parte para darle más sabor a tragedia, a romanticismo, a
drama ocurrido en el trópico, todo según puntos de vista e intereses individuales, pero con la
duda todavía acerca de qué haría o debería hacer cada cual, si alguno de ellos fuera el autor, o en
calidad de personaje.
Amelia se pregunta “¿cómo va a seguir esto?” y osa debatir al narrador o autor respecto
a por qué no proporciona los nombres de los personajes y su correspondiente descripción o
perfil aunque sea físico, pero en vista que este no los menciona le ataca diciendo “yo no sé cuáles
son los trucos de usted, por lo oído, me parece que usted prefiere describir a sus personajes por
dentro…”, evidenciando que Herrera tiene precisamente esa preferencia, tal como lo demostró
en sus novelas, principalmente las que forman parte de “la trilogía del trópico”: El Tigre (1934),
La Tempestad (1935) y Caos (1949).
La simpática Amelia continúa inquiriendo respecto a quién es el creador de la novela
Hembra, y dirigiéndose al abogado afirma:
—Bueno, yo pienso que es Luis el autor por ciertos detalles que sin lograrlo quiere
velar el autor. Parece que Luis, más culto y refinado, sobre todo, más joven, se va a
quedar con Mariana y que Gómez, desolado, se va a pegar un tiro…
—No me gustaría que la cosa quedara allí –replicó el abogado. Ya no habría novela
o lo que hubiera sería vulgar, sin importancia. Imagínense a Luis y Mariana viviendo
juntos… 145 amándose hasta aburrirse y empezar a engañarse mutuamente… ¡a
morirse de tedio como en la vida! Para mí, mejor que la cosa siga en tono dramático.
144
145
Estrada h., Ricardo; Flavio Herrera. Su novela. Op. Cit., páginas 13 a 14.
En el original solo hay dos puntos suspensivos. Aquí se corrige.
96
Por ejemplo que, cuando Gómez esté visitando a Mariana los sorprenda Luis y les
descerraje un tiro aunque sea sin matarlos sino sólo herirlos… En fin, que haya
emoción trágica… que haya asunto para intervenir yo. Desde estudiante me dediqué
a los asuntos criminales. Me encantan aunque no dejan mucha plata…
La tertulia se alarga y termina casi a las tres de la mañana: “Qué va a suceder con tanta
gente y opiniones en la vida o en la novela?”. Sin embargo, el verdadero novelista no le da gusto
a sus interlocutores, que participan en el subtítulo “Clave”; modela la ficción con un final distinto
a lo que ellos desearían.
Seguidamente viene el subtítulo “Monólogo del… ¿narrador?”, en el cual Herrera trata
de mantener la incógnita respecto a quién es el autor de la ficción o de la historia, y expone su
punto de vista respecto a las novelas inéditas, como ocurrió precisamente con Hembra hasta
1994, cuando se publicó después de 26 años de fallecido. Y como lo que describe posiblemente
les sucedió a personas conocidas en la sociedad de los años veinte, enuncia:
Este infundio tal vez se publicará, se editará. En la voluntad hay más enigmas
que en el sueño, que en los sueños. Algunas obras del espíritu duermen inéditas por
muchas razones, en las novelas, por ejemplo, porque viven los personajes o por otras
razones, pero, a veces también hay algo tremendo en el subconsciente que rige la
voluntad del autor y lo urge a publicarla aunque vivan las personas, sobre toda
reticencia, y la obra sale a la vida desafiando muchedumbre de obstáculos y riesgos.
[…]
Y ahora ya están otros muñecos metidos en la farsa…; pero que vean ellos
cómo se las arreglan. Lo que soy yo, sí que estoy metido en un lío, ¿de
inconsecuencias? ¿Estoy insertando trozos de historia en una ficción?, o de una
ficción estoy haciendo historia… ¿Qué más da? ¿Qué va de la historia a la ficción?...
Y hablando de “muñecos en la farsa”, Herrera explicó en 1946 que precisamente los
hombres no pueden ser estudiados cual si muñecos que proceden según el medio ambiente
endógeno y exógeno en que el autor quiere ubicarlos. En respuesta brindada a la investigadora
norteamericana Elsie F. Criger, por medio de carta suscrita desde Río de Janeiro, donde se
desempeñaba como embajador de Guatemala, le aclara este aspecto. Ella lo explica como sigue
e incrusta el texto recibido del autor:
Al igual que los primeros modernistas, a nuestro autor le gusta usar palabras
o símbolos que evocan colores, sonidos, olores, sensaciones o estados de ánimo. Los
trópicos de las tierras bajas guatemaltecas llenos de colores, sonidos y olores
acentuados se prestan fácilmente a este tipo de escritura. Merece la pena señalar a
este respecto en el siguiente párrafo la actitud del propio autor con respecto a la
influencia de los trópicos en el hombre, y al darse cuenta de esto, es más fácil
97
comprender las muchas descripciones encontradas a lo largo de sus novelas
expresadas en frases contundentes, concisas pero audaces de tiempos limítrofes en
extrema sensualidad. El Sr. Herrera dice:
No soy un determinista ortodoxo pero, por experiencia sé la influencia del
ambiente en la conducta humana y, concretándome a la vida del trópico he nacido y
vivido en él, y he sentido su garra, su gloria y sus angustias. Ahora, el problema se
complica cuando no se toma al hombre, como una entidad abstracta, sino que se
estudia a los muñecos humanos actuando bajo factores que creemos conocer y sean
exógenos, como clima etc. o endógenos como raza, psicología etc. y de pronto estos
muñecos reaccionan en la vida de una manera insospechada hasta lo increíble. 2
_________
2
Carta a la autora, Río de Janeiro, 6 de marzo de 1946. 146
Cabe mencionar que el 24 de diciembre de 1923 Herrera publicó el cuento “Su
recuerdo”. 147 Lo “extraño” es que el libro “Mujeres”, del que supuestamente forma parte, ese
año El Imparcial anunció que sería próximamente editado, 148 y en 1936 y 1937 el autor indicó
que estaba “en prensa”, pero no se conoce. 149 ¿Quedó entre los inéditos? La duda se plantea
porque en 1942 se anotó también en su lista de obras ya publicadas. 150 Posiblemente Herrera se
vio influenciado por Enrique Gómez Carrillo (1873–1927) al pensar escribir y publicar un libro
denominado “Mujeres”, toda vez que el “Cronista errante” en El libro de las mujeres (1909)
describió sus relaciones con por lo menos quince damas, y señala en página inicial que
“Cronológicamente, otras de mis obras podrían figurar antes que ésta en la
galería de mi ópera omnia. Pero considerado de un modo espiritual, es el «Libro de
las mujeres», tal cual hoy lo publico, el que contiene la esencia inicial de mi carácter
y de mi talento: una esencia tenua, ligera, vaporosa, danzante, algo irónica, algo
tierna, algo tímida, algo entusiasta, algo escéptica, toda formada por lo menos en
apariencia de matices de sutilezas de «algos» …”.
146
Criger, Elsie F.; Some comments on the ideas and style of Flavio Herrera. Op. Cit., página 58. Traducción
libre del inglés al español.
147
Herrera, Flavio; “Cuentos de amor. Su recuerdo. Del libro ‘Mujeres’”. Guatemala : El Imparcial, lunes 24
de diciembre de 1923. Página 4. Véase texto completo en Anexo de: Batres Villagrán, Ariel; 20 Rábulas en
Flux y uno más, de Flavio Herrera Hernández. Reseña y comentarios.
148
El Imparcial; Flavio Herrera va a publicar un nuevo libro. “Mujeres” es el bello título. Guatemala : jueves
6 de diciembre de 1923. Página 1.
149
“Mujeres” está en la lista de novelas. Ver: Herrera, Flavio; Poniente de sirenas. Novela de amores y de mar.
Guatemala : Unión Tipográfica. Imprenta y Fotograbado Muñoz Plaza y Cía., 1937. Pág. 2.
150
Boletín de Museos y Bibliotecas; “Curso de Derecho Romano por el Licenciado Flavio Herrera”. Guatemala
: Director Rafael Arévalo Martínez. Publicaciones de la Secretaría de Educación Pública. Año II, Época 2ª,
Número 2, julio de 1942. Páginas 45 a 47.
98
Siguiendo con Hembra, aclarado lo relacionado con los “muñecos en la farsa”, por el
propio autor metido a narrador, viene el “Monólogo de Amelia”, otro personaje que no figura
en el cuento “El miedo”, quien expresa su aversión por Mariana, la mujer fatal, a la que tiene por
una “¡Que hace estragos en la vida de los hombres!” y se conduele de Manuel Gómez, por ser el
que de verdad se ha preocupado en sacar adelante la finca y hacer que produzca dinero; reclama
que Luis debiera darle algo en compensación, porque este en calidad de propietario hizo nada o
poco para alcanzar la prosperidad que se logró gracias al trabajo de Manuel.
En el “Monólogo del abogado”, sin nombre propio, este anticipa que “Aquí va a haber
un lío”, del cual saldrá ganando, ya sea porque Gómez se quede con la finca o porque Luis le
entregue algo a cambio de su trabajo; el picapleitos recibirá, piensa: “De todos modos, una buena
tajada para el abogado que pesque la mortual o… las mortuales de ambos…”. Y aunque la
sociedad entre los dos se disuelva, él anticipa que sea que se arregle el asunto en forma pacífica
o con sangre, siempre sacará buena raja. A lo que agrega que a sabiendas que Gómez tiene un
hijo adolescente (esto lo advirtió el Narrador en su monólogo) que lo anda buscando, el güizache
podría encontrarlo e insinuarle a que meta un “pleitecito”, donde también él saldría beneficiado
ya que se haría cargo de llevar el caso en un tribunal.
Viene el breve “Monólogo de María” (de tan solo un párrafo) quien se decanta a favor
de Luis y aunque el autor lo haya presentado como un don Juan, ajeno a los quehaceres de la
finca, ella cuestiona: “Si esto es una novela; pero ese farsante del novelista con sus enredos o sus
trucos nos hace creer que Luis y los otros son de carne y hueso y a lo mejor son meros infundios
de su imaginación y luego, el embustero del autor nos quiere meter… ya nos metió no sólo en
la novela sino en un lío porque ahora ya no sé si Luis es un Luis en la vida o un Luis ideado por
el novelista y si yo soy, una yo que me siento y me palpo o soy un fantasma que sólo vive en la
novela…” Ergo: Herrera en tan breves líneas da a conocer que su técnica para exponer la ficción
rebasa los cánones de lo que debe ser una novela.
Y ahora la cosa se pone buena porque el autor presenta a Mariana; contradictoriamente,
la hace hablar en “Ella seguía callando…”, cuando Manuel Gómez va en su busca al hotel donde
reside. Toca la puerta, pero la casi cincuentona no quiere abrir, pide que se vaya; él le dice que
es algo muy grave lo que necesita comunicarle y que si no abre descerraja la puerta y hace todo
un escándalo. Cede Mariana y al abrir encuentra a Gómez de rodillas, suplicándole que abandone
a Luis, pero por él, que se vayan y huyan porque desde hace diez años, cuando se dejaron, la
sigue queriendo.
Pero Mariana calla, solo escucha que Gómez lamenta haberla perdido y que pretende
recuperarla, dispuesto a todo. Por fin habla, indicando que no lo seguirá, que no lo quiere o,
mejor dicho: “No digo eso… digo más bien, no puedo…”, porque espera un hijo de Luis, ante
lo cual Gómez la amenaza con un “No vivirás, ni él…”, con el revólver en la mano (porque “los
hombres en el trópico llevan un revólver”). Aquí es donde se rebela “la hembra”; le recuerda
que hace diez años abortó un hijo suyo, pero por sus exigencias ya que no lo quería. Sin embargo,
99
el hombre más parece un infante suplicándole que huya con él y es que, a la larga: “¡Todos niños
ante el erótico maleficio de la hembra!”, es la sentencia de Herrera. Ella promete que lo pensará,
que mejor se retire; y él, que no puede regresar a la finca en Panán, que mejor se quedará en
Mazatenango a esperar.
Entra en escena el “Monólogo de Zepeda” (Cepeda en “El miedo”), aquel administrador
de fincas amigo íntimo de Gómez, pero que ahora piensa que los dos rivales son unos imbéciles,
toda vez que buscan su tercería en el asunto. Él tampoco tiene en buena estima a Mariana, a
quien considera “un guiñapo de hembra que no vale una peseta”. Y por qué le piden ayuda si al
final no le pagan nada, tiene cincuenta años y en tanto que los finqueros prosperan él sigue igual,
solo con su honradez y su buen nombre, se dice. Porque con él llegaron también María y el
abogado, cada uno proponiéndole terciar en el lío, pero con deseos de obtener beneficios
personales e incluso él sabe dónde está el hijo de Gómez, pero se guarda el secreto ante el
abogado, hasta que pueda librarse de “esta chingada conciencia y me decida ¿por qué camino?”.
“Otra vez Luis” es el monólogo a continuación, durante el cual este se pregunta si Gómez
fue a ver a Mariana y si ella lo recibió. Y como ya le contaron que eso ocurrió, la acusa de impía:
“¡Qué cosa más sucia y vil es esta hembra! ¡La traidora!”. El monólogo se interrumpe cuando
Mariana llega a buscarlo y la recibe con un “¿A qué vienes, grandísima puerca?”, dicho lo cual la
empuja provocando que sangre de la cara, amenazándola con su arma, y aquí es donde el autor
confirma que la mujer es mayor que el joven Luis –de aproximadamente 35 años– cuando esta
le increpa: “¡Ándale, cobarde, toma el revólver y mátame! ¡Mejor mátame… Yo tuve la culpa…
Quien con niños se acuesta…”. Nótese que la proposición “Ándale” es típica de México, lo cual
confirma que, si en el cuento “El miedo” Herrera la designó como española, ya en la novela
cambia el gentilicio por el de mexicana.
Como Luis insiste en reñir y no acepta las explicaciones acerca de por qué Mariana se
reunió con Gómez en el hotel, ella le confiesa y amenaza: “tengo algo en las entrañas que es
tuyo, pero ya no lo quiero… ahora, toma tu revólver y mátame o mejor dicho, mátanos… así
me limpio de ti…”. Dispuesta a retirarse, Luis la ataja y es cuando entra a la habitación un
pequeño grupo de personajes, lo que es aprovechado por esta para escapar.
Se trata de “El grupo” formado por Elena (novia de Luis en la capital), María (amiga de
Elena desde adolescentes cuando asistían al mismo colegio) y don Fernando. Elena se presenta
para salvar a Luis, con la idea de perdonarle que se hubiera enredado con Mariana, pero el autor
cambió de parecer y le dio un giro total al pensamiento de la joven; cuando Luis le pregunta a
qué ha llegado, su respuesta es brutal: “Vine a salvarte, pero lo he oído todo y ahora me voy…
Ya no me interesas… Ándate tras de tu barragana y hónrala, que es madre de tu hijo. Adiós…”
Como Mariana ya se ha ido cuando se presenta “El grupo” ante Luis, don Fernando le
indica a este que la deje porque “Recuérdese lo que dijo de ellas el gran guerrero: «Con las mujeres
la mejor victoria es huir» …”, aunque le advierte que para algunos es difícil y reinciden para sufrir
otra derrota. El gran guerrero a quien se refiere es Napoleón Bonaparte, el que señaló: «Las
100
batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo», y también: «Una retirada a
tiempo es una victoria». 151
Y de nuevo “Otra vez Luis” con un párrafo por monólogo; indeciso y confuso todavía
no sabe qué hacer, pero cavilando se dice que irá tras ella y lo que esta lleva en el vientre, que es
suyo. En tales meditaciones se encontraba cuando recibe “La carta” escrita por Mariana, en la
que le comunica que no puede acompañarlo: “Nuestra vida sería un infierno por mi pasado y
porque siento que ya me perdiste la fe… Me voy Luis, perdóname. Me voy con él y no me
maldigas […] yo ya soy vieja y necesito, necesito un palo a que arrimarme con decisión y
confianza para que me de tranquilidad”, advirtiéndole que tendrá a su hijo y cuando este sea
mayor quizá le busque y le de consuelo en su vejez.
Y el drama llega a su última etapa con “Gómez y Mariana”. No es el final de tragedia que
pretendían varios de los interlocutores del novelista en el subtítulo “Clave”, sino lo que este
decide hacer con sus personajes principales.
Mariana llega a buscar a Manuel Gómez y le pregunta si está “presto”; para qué responde
este: “Ándale idiota, presto a que nos vayamos”. Gómez no puede salir de la sorpresa, se hinca
y la besa, pero ella lo urge a huir, utilizando por segunda vez el adjetivo peyorativo: “Apúrate,
idiota, ¡apúrate antes que vengan a matarnos o… yo me arrepienta de irme contigo!” 152 Y ese
“nos vayamos” puede significar huir hacia México, país vecino de Guatemala y a pocos
kilómetros de Panán, donde se desarrolla la trama de la novela. Recuerde el lector que Herrera
modificó el gentilicio de Mariana: en el cuento “El miedo” ella era española; en Hembra es
mexicana. Por qué razón la innovación, no se sabe; solo puede elucubrarse que posiblemente
por su cercanía con Guatemala era más factible hacer que la pareja escapara hacia la vecindad
territorial y no a España, que en tal época era muy difícil, ya que la ficción se desarrolla en los
años veinte cuando las facilidades de viaje solo permitían hacerlo en barco o vapor;
prácticamente no existía el transporte aéreo y las pocas experiencias de pilotos nacionales dieron
al traste por la renuencia del dictador Manuel Estrada Cabrera, quien prohibió incluso utilizar
vehículos de cuatro ruedas en las ciudades porque provocaban accidentes.
Si Gómez fue un idiota por haberse ido con Mariana, a sabiendas de su pasado
tormentoso (el que vivió con él diez años antes y el que protagonizó con Luis en los últimos
meses), y que posiblemente se renovará después de su escape, posiblemente a tierras mexicanas,
es un tema que no corresponde dilucidar aquí, ni siquiera pretender, como los interlocutores del
autor metido a narrador, definir cómo debió haber concluido el drama.
Lo cierto del asunto es que Flavio Herrera dio un giro diferente a lo que planteó en el
cuento “El miedo”, no solo para convertirlo en la novela Hembra sino al incorporar nuevos
151
Frases de Napoleón Bonaparte (1769–1821) en: https://www.abc.es/cultura/20140815/abci-frases-celebresnapoleon-201408142128_1.html.
152
El primer signo de admiración no está en el original. Aquí se inserta.
101
personajes que conversan con él y lo cuestionan, con un final diferente al que tiene el cuento
original.
Como remate es dable la siguiente digresión. En 1927 el autor guatemalteco Carlos Wyld
Ospina (1891–1956), amigo de Flavio Herrera, obtuvo el primer lugar en los Juegos Florales de
Quetzaltenango con el cuento “La mala hembra”, el que seis años después sería publicado junto
con varios más en: La tierra de las Nahuyacas. 153
Wyld Ospina es autor del excelente ensayo El Autócrata, ensayo político social (1929), donde
retrató hábilmente a los dictadores Rafael Carrera, Justo Rufino y principalmente a Manuel
Estrada Cabrera. 154 Herrera comentó el ensayo, pero introdujo elementos de concepción propia,
enunciados desde 1918 en su tesis de graduación como abogado. El investigador norteamericano
Felker ya citado, comenta al respecto:
Cubierta de El autócrata, edición 2020
Wyld Ospina, Carlos; “La mala hembra”. En: La tierra de las Nahuyacas. La mala hembra –El manuscrito
de Fernán Abelino –Los dos –Las palomas de Fernán Abelino –De dura cerviz. Guatemala : Tipografía
Nacional, 1933. Páginas 81 a 120.
En la segunda edición incluye nuevos cuentos: Wyld Ospina, Carlos; “La mala hembra”. En: La tierra de las
Nahuyacas. La mala hembra –El manuscrito de Fernán Abelino –Los dos –Las palomas de Fernán Abelino –
De dura cerviz –Felipe Esquipulas. Segunda edición. Biblioteca Guatemalteca de Cultura Popular, “15 de
septiembre”. Volumen 11. Guatemala : Ministerio de Educación Pública, 1957. Páginas 57 a 83.
154
Wyld Ospina, Carlos; El Autócrata. Ensayo político social. Guatemala: Colección Memoriales ]diez[.
Tercera edición en el Primer Centenario de la Caída de Manuel Estrada Cabrera. “Prólogo” por José Cal
Montoya. Catafixia Editorial, 2020.
----------; El Autócrata. Ensayo político social. Guatemala: Segunda edición. Biblioteca Guatemalteca de
Cultura Popular “15 de septiembre”. Volumen 103. Departamento Editorial y de Producción de Material
Didáctico “José de Pineda Ibarra”, Ministerio de Educación, 1967 [1929].
153
102
Escribiendo inicialmente una reseña favorable de El autócrata de Carlos Wyld
Ospina, un libro que trata de la era de Estrada Cabrera y crítico de las debilidades
políticas y sociales nacionales, Herrera se apartó de su tema y lo utilizó como punto
de partida para sus propias opiniones. Haciendo una excepción con Wyld Ospina,
dice:
Esa exposición en El autócrata, de nuestras lacras sociales, que para
su autor hacen marco en lo político al caciquismo y en lo económico al
capitalismo ... ¿derivan todas de la educación, como se ha dado en decir y
creer? ¿No hay una razón biológica más honda? Lo que también se ha dado
en llamar latinismo en Hispanoamérica es una serie de síntomas que
determinan la ineptitud de estos pueblos para incorporarse los principios de
cultura moderna que son base de progreso social y la capacidad económica.155
Esto es esencialmente una repetición del punto de vista expresado en su tesis
[de abogado, 1918], de que el “latinismo inferior” no era una fantasía sino una
realidad deplorable. Herrera aún se resiste a definir claramente la “razón biológica”
exacta a la que se refiere, y cuando presenta su propio caso histórico contra la
educación en Guatemala, el problema de la herencia parece explicarse en términos de
deficiencias ambientales de largo alcance.
Un resabio de escolasticismo hasta hoy inextirpado de los métodos
educativos, que empaña a la juventud el concepto real de la vida y le aborta su
desarrollo integral, divorciándolo del ambiente, inadaptándolo al medio y
preparando así al futuro burócrata, inepto y fatal porque agobiará siempre
nuestra pobreza económica 151 y demográfica. 152
La educación que no se adapta a las circunstancias culturales y raciales
particulares; produce no solo un sistema de auto propagación, sino que también
degrada gradualmente a los pueblos que son adoctrinados por ese sistema. El
resultado es un doble asalto a las esperanzas de estos pueblos de lograr una
civilización avanzada. Tienen un establecimiento educativo inadecuado que es malo
Nota de Felker a pie de página: 8 Flavio Herrera, “Acerca del autócrata,” in “El minarete,” El Imparcial
(Guatemala), 29 Nov. 1929, p. 3.
NOTA: “Acerca del autócrata” corresponde a la segunda parte. Herrera publicó:
----------; “El Minarete. El Autócrata de C. Wyld Ospina”. Guatemala : El Imparcial, sábado 23 de noviembre
de 1929. Página 3.
----------; “El Minarete. Acerca del Autócrata II”. Stambul. Guatemala : El Imparcial, viernes 29 de noviembre
de 1929. Página 3.
155
103
en sí mismo; además, a lo largo de los siglos, los males del establecimiento se reflejan
a través de la herencia.
El caso del indio le presenta otro problema, más crucial. En su larga digresión
alejándose de El autócrata de Wyld Ospina, Herrera utiliza al indígena como ejemplo
de la máxima degradación de un grupo racial guatemalteco. Al hablar del optimismo
de algunos con respecto a los mayas, da su propio punto de vista menos favorable:
Esa visión de una raza, ¿raza?, caquéxica, con hambre de hospital y
cementerio. Filaria, uncinaria, malaria— oh, letanía— malaria, malaria
siempre y por todas partes. Las gentes de caras lívidas como limones maduros
y con el vientre hinchado como un odre. La mala sangre hierve fermentada
por el sol y el aguardiente y, con la indolencia de una justicia coja, la muerte
atisba en el machete del jayán y con las fauces abiertas en todos los pantanos.
La muerte segando aquí la vida en flor. Así aborta la vida en estos pueblos
malarizados, derrengados, deshilachados por el alcohol, el crimen y las
endemias de los trópicos. 156/ 157
Posteriormente Wyld Ospina publicó La gringa (1935). Una “coincidencia”: el crítico
literario Arturo Arias presentó el análisis: “La gringa de Carlos Wyld Ospina y La tempestad de
Flavio Herrera: la confluencia del criollismo con el ubiquismo”. 158 Fallecido en 1956,
prácticamente el último trabajo de Wyld publicado en vida fue el ensayo “Tres poetas
modernistas de Guatemala”, siendo estos: Rafael Arévalo Martínez, Alberto Velásquez y Félix
Calderón Ávila. 159
Procede recordar que en 1924 Wyld Ospina publicó la novela El solar de los Gonzagas. La
novela de la ciudad pequeña. Flavio Herrera comentó, con sutil crítica a las costumbres pueblerinas
de la capital guatemalteca y utilizando palabras comunes en la época, que hoy en día se
consideran arcaísmos:
156
Nota de Felker a pie de página: 10 Ibid.
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas
62 a 63.
158
Arias, Arturo; La identidad de la palabra/ Narrativa guatemalteca a la luz del Siglo XX. Guatemala :
Artemis-Edinter, 1998. Páginas 41 a 70.
159
Wyld Ospina, Carlos; “Tres poetas modernistas de Guatemala”. Ensayo suscrito en Xelajú, mayo de 1954.
En: El Salvador : Cultura. Revista del Ministerio de Cultura. Número 1. Enero–Febrero 1955. Director, Manuel
Andino. Páginas 54 a 70.
157
104
Es un advenimiento feliz. Carlos Wyld Ospina nos
da su primera novela: EL SOLAR DE LOS
GONZAGAS, subrayándole en subtítulo LA NOVELA
DE LA CIUDAD PEQUEÑA. Y, en un comento que se
nos antoja una miaja despectiva para su propia obra, a
guisa de prólogo, nos advierte, quizás en previsión de
nuestras suspicacias aldeanas, que la acción de su
novela no discurre en ninguna ciudad geográficamente
determinada, sino en «la ciudad pequeña del espíritu» y
que no ha llevado a sus páginas tipos de personas
vivientes. Sin embargo, en las páginas de EL SOLAR
DE LOS GONZAGAS, amén de la ciudad pequeña del
espíritu, está pintada —y felizmente— nuestra ciudad
pequeña que, ya capital de provincia, ya con tufos de
metrópoli, tiene una fisonomía siempre pacata, siempre
aldeana. 160
En su novela Hembra Flavio Herrera aclara que no proporciona nombres de los
personajes, solo apellidos ficticios, Mariana por ejemplo, no vaya a ser que algún conocido se
sienta retratado y le reclame.
En “La mala hembra”, segundo cuento incluido en La tierra
de las nahuyacas (1933) cuya imagen se coloca aquí tomada de la
primera edición, Wyld Ospina describe a una mujer exuberante, que
no es igual en años y belleza física a la Mariana de Herrera sino más
joven, aunque similar a las mujeres del trópico que este incluye en El
Tigre y La tempestad, pero sí provocaba…
En la finca la llamaban la Toña. Era una moza morena,
de un caliente color de trigo seco, carirredonda, la nariz
ligeramente respingada, de anchas fosas que, al excitarse,
palpitaban como las de ciertos felinos. Rasgado ojo de
almendra, verde la pupila, con un lento descender de
pestañas asombrosas y un guiño osado para mirar a los
hombres. Pero lo más peregrino de la Toña era el andar: un
andar cimbreante y rítmico, con vagas aristocracias
Herrera, Flavio; “La novela en Guatemala. El solar de los Gonzagas. Impresión de lectura de Flavio Herrera”.
Guatemala : El Imparcial, jueves 21 de febrero de 1924. Página 4.
160
105
animales, como suelen caminar, despacio, las yeguas de raza sobre sus remos
elásticos.
¿Cómo pudo darse aquella moza entre el mujerío ruin, compendio de fealdades,
que vegeta y procrea chiquillos en los campos?
Un europeo del norte, rubiote y sanguíneo, muy dado al amor y a las borracheras,
administraba veinte años antes la hacienda; y de su amancebamiento con una india
guapa, nació la Toña. Criose en casa del amo, ayudando en los menesteres
domésticos. […] Pero la moza tenía una intrepidez salvaje para rechazar los piropos
lúbricos que, entre carcajadas del concurso, la soltaba el más listo entre el grupo de
trabajadores que manipulaban café en los patios de secar. 161
La Toña era objeto de vituperios entre las mujeres, más por envidia que por otra cosa.
Cuando tuvo veinte años se fue a vivir con su tío José María (hermano de su madre), quien le
aconsejó que se casara con Pedro, el carpintero, que este ya la había pedido. Ella se niega porque
también anda en amoríos con Martín, amigo del otro desde niños; al final acepta y después de
que se casa Martín le propone que sigan a escondidas, que a él no le importa, y hasta vuelve a
hacer amistad con Pedro, solo para estar cerca de ella. Una noche, después de que ambos amigos
se van a libar, Martín regresa solo; el tío Chema le increpa y como el otro no acierta a decir la
verdad, por sus titubeos deduce que lo mató, pero él se defiende diciendo que fue por culpa de
Toña; trata de escapar, pero tío Chema lo hiere. Llega la policía rural captura al tío por el intento
de matar a Martín. Las mujeres del pueblo también se presentan y acusan a Toña de lo peor, que
los hombres se pierden a causa de ella y que es mejor que se vaya. Su respuesta es lacónica; no
se irá porque la defiende el administrador de la finca, con quien también tuvo amoríos.
Ergo: el cuento “La mala hembra” (1927) de Wyld Ospina (incluido en su colección de
1933) y la novela Hembra (1994) de Flavio Herrera son dos creaciones literarias distintas en su
estructura estilística. El de Wyld se desarrolla en una finca cafetalera ubicada en Ciudad Vieja (a
pocos kilómetros de Antigua Guatemala, departamento de Sacatepéquez) y la de Herrera en una
finca diversificada en su producción (localizada en San Miguel Panán, municipio del
departamento de Suchitepéquez). Aunque ambas ficciones pintan a un tipo de mujer fatal, las
diferencias son notables: la Toña es hija de un rubio europeo que se aprovechó de una indígena
y por eso la apodaban Canche, ya que su cabello era del mismo color que el de su padre; Mariana
es mexicana (aunque originalmente española en el cuento “El miedo”). Los personajes varones
de Wyld se conocen de cuando eran niños, casi igual que los de Herrera, aunque en la novela de
Wyld Ospina, Carlos; “La mala hembra”. En: La tierra de las Nahuyacas. La mala hembra–. 1933. Op. Cit.,
páginas 85 a 86.
Wyld Ospina, Carlos; “La mala hembra”. En: Echeverría, Amílcar (Compilador); Antología de la literatura
guatemalteca : prosa y verso. Prólogo de M. Tulio González M. Guatemala : Editorial Savia, 1960. Páginas
164 a 165.
161
106
este se descubre una asincronía en el tiempo; no obstante que anota que estudiaron juntos desde
pequeños, uno le lleva al otro por lo menos quince años. Por tanto, ni siquiera puede
argumentarse que el segundo se inspiró en el primero. Es más, siguiendo a Unamuno y su
“nivola” Niebla (1914), Herrera conversa y discute con sus personajes, lo que no hace Wyld. En
suma, lo de hembra en ambos títulos es una simple coincidencia.
Sobre el conjunto de cuentos que integran La tierra de las Nahuyacas, en 1943 el crítico
norteamericano Martin Elmer Erickson señaló:
Mas que un libro de cuentos, La tierra de las nahuyacas es un libro de ensayos en
los cuales nos delinea la vida material y espiritual del indio guatemalteco. Mediante
escenas típicas de ritos religiosos, de la vida agrícola, de la pesca y la caza, nos revela
Wyld Ospina la psicología del indio. Y ha logrado crear un libro muy interesante,
escrito en un estilo directo, sin circunloquios y sin “mucha cursilería literaria”, según
las palabras del autor.
Especialmente dignos de atención son el mencionado cuento “La siembra” y “La
hembra mala”, que revelan la inclinación del indio hacia la vida fuerte y su voluntad
para superar cualquier obstáculo. La prosa de este libro es fina, pulida, al mismo
tiempo que nervuda y tenaz. 162
Acerca de Flavio Herrera dicho investigador publicó:
Erickson, Martin E.; “Escritores modernistas de Guatemala. Flavio Herrera”. Revista
Iberoamericana, [S.l.], p. 291-300, nov. 1944. ISSN 2154-4794. Disponible en: <http://revistaiberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/3050/3233>.
La Revista Iberoamericana era el “Órgano del Instituto Internacional de Literatura
Iberoamericana”. Carlos García-Prada, Director. University of Washington, Seattle 5, Wash.
Cabe mencionar que Erikson estuvo en Guatemala en 1939, recopilando información
para su investigación, de lo que da cuenta el Informe de las labores realizadas en la Biblioteca Nacional
de Guatemala en 1939, cuyo director –Rafael Arévalo Martínez– refiere que recibió la visita de
estudiosos de diferentes países entre los cuales: “mención especial del señor Martin E. Erickson,
de nacionalidad estadounidense, que se está documentando en nuestro centro para escribir una
Erickson, Martin E.; “Escritores Modernistas de Guatemala. Carlos Wyld Ospina. Es este el primero de una
serie de tres estudios; los otros tratan de Flavio Herrera y Rafael Arévalo Martínez”. Revista Iberoamericana,
[S.l.], p. 479-492, mayo 1943. ISSN 2154-4794. Párrafos transcritos de página 487. Disponible en:
<https://revista-iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/1119/1352>.
162
107
«Historia de la Literatura Guatemalteca», obra que con urgencia reclama la generación de
nuestros días y que aún no está escrita.” 163
El 4 de marzo de 1941 Martin Elmer Erickson envió carta a Herrera, escrita en el anverso
y reverso de una hoja de papel tamaño media carta, con membrete oficial de la Universidad de
Washington donde laboraba.
Del texto se deduce que previo a publicar sus reseñas sobre los “Escritores Modernistas
de Guatemala” estuvo en casa de Flavio Herrera y le promete visitarlo de nuevo para
acompañarlo a la “jungla” donde este escribió El Tigre.
En su misiva Erickson le pide aclarar algunas palabras del vocabulario que emplea en
dicha novela, así como información sobre varios autores que pertenecen a la “Generación de
1920” en Guatemala, y datos del concurso promovido por la editorial Farrar & Rinehart de
Nueva York, la cual operó de 1929 a 1946.
Los resultados de las investigaciones de Erickson se describen en: Guatemalan Literature
of the Last Fifty Years. University of Washington, Seattle, 1942, cuyo texto original proviene del
inédito “Ph.D. dissertation, University of Washington, 1941. 307 p.”. 164
La carta mecanuscrita es la siguiente: 165
163
Biblioteca Nacional de Guatemala; Informe de las labores realizadas en la Biblioteca Nacional de
Guatemala en
1939.
Director:
Rafael
Arévalo
Martínez.
Disponible
en
http://bibliotecanacionaldeguatemala.blogspot.com/2012/05/informe-de-labores-1939.html
164
Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía]. Revista
interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978,
págs. 291-304. Dato tomado de página 302.
165
Erickson, Martin E.; Carta a Flavio Herrera del 4 de marzo de 1941. University of Washington, Departament
of Romanic Languages Literature. Seattle. Original conservado en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura
Flavio Herrera.
108
109
Sobre las novelas inéditas que Erickson le solicita a Herrera, se aprecia que él no sabía
que solo estaban anotadas en la lista de obras que incluye en Poniente de sirenas, pero en realidad
quedaron en los archivos del autor y hasta la fecha una de estas no ha sido localizada. En efecto.
En cuanto al libro de cuentos “Mujeres”, se anunció desde 1923 166 y en 1936 él respondió en
una entrevista que estaba en proceso de reproducción y, además, que se encontraba escribiendo
la novela Las tinieblas:
—¿Obras en preparación?
Está listo para prensas un libro de cuentos: Mujeres. Preparo otra novela de la vida
agraria: Las Tinieblas. 167
Al año siguiente de la declaración anterior, Mujeres fue colocada en la lista de novelas
publicadas y Las tinieblas entre las que se encontraban “Para prensas”. 168 Empero, de Las tinieblas
ya se aclaró que nunca se publicó con dicho título sino con el definitivo: Caos (1949).
Respecto al concurso de la editorial Farrar & Rinehart, objeto de consulta de Erickson,
en otro trabajo quien esto escribe apuntó:
En 1942 la actividad académica y de participación de Flavio Herrera en diversos eventos
no se detiene, ya que además de publicar su libro sobre el derecho romano y de impartir clases
en la Facultad de Derecho, es miembro del jurado calificador que escogería la obra ganadora,
entre las que se recibieran, para enviarla después a Nueva York.
En efecto, el poeta y novelista Rafael Arévalo Martínez informó a la prensa sobre el
concurso convocado por la editorial Farrar & Rinehart de Nueva York. Ya lo había anunciado
meses atrás, de tal suerte que su declaración fue solamente un atento recordatorio, mes y medio
antes de que se venciera el plazo para que los posibles participantes presentaran sus trabajos:
“El señor Rafael Arévalo Martínez, director de la biblioteca nacional, por este
medio recuerda a los interesados en participar en el segundo concurso literario
latinoamericano convocado por la editorial Farrar & Rinehart, de Nueva York, por
intermedio de la oficina de cooperación intelectual de la Unión Panamericana, que la
recepción de los trabajos se cierra el 14 de septiembre próximo, a las veintidós horas.
Herrera, Flavio; “Cuentos de amor. Su recuerdo. Del libro ‘Mujeres’”. Guatemala : El Imparcial, lunes 24
de diciembre de 1923. Página 4.
167
Arzú, José; “¿Cómo escribe usted? Entrevistas de José Arzú. Flavio Herrera, al decirnos como escribe, hace
interesante referencia a la génesis de sus bellas novelas”. Guatemala : El Imparcial, sábado 18 de enero de
1936. Páginas 3 y 8.
168
Herrera, Flavio; Poniente de sirenas. Novela de amores y de mar. Guatemala : Unión Tipográfica. Imprenta
y Fotograbado Muñoz Plaza y Cía., 1937. Página 2.
166
110
Los concursantes podrán enviar sus trabajos hasta la fecha mencionada, a las
horas hábiles, que son de 8 a 12 y de 19:30 a las 22. 169 Los concursantes deben firmar
los formularios respectivos, requisito indispensable al entregarlos.
Un jurado compuesto por los señores Federico Hernández de León, licenciado
Luis Beltranena, presbítero Ángel Arín, licenciado Flavio Herrera y licenciado Alejandro
Arenales, estudiará los trabajos de primera categoría, la cual comprende los temas
siguientes: biografía, ensayo histórico o sociológico, libro de memorias, libro de viajes,
etcétera, o cualquier obra en prosa de tema no ficticio que presente un aspecto
importante de la vida o de la psicología latinoamericana, con excepción de obras
didácticas y de monografías científicas.
La segunda categoría comprende la novela. El presidente del jurado respectivo
es el señor Eduardo Mayora, y los otros miembros los señores Alberto Velásquez, doctor
Luis Martínez Mont, Carlos Samayoa Chinchilla y Sinforoso Aguilar.
La tercera categoría comprende obras literarias en prosa para jóvenes de doce a
dieciséis años. La presidencia del jurado que calificará es doña Rosa de Mora y los otros
miembros los señores Luis Valle, licenciado Miguel Ángel Asturias, doctor Jorge Luis
Arriola y Rafael Arévalo Martínez.
Premio para las dos primeras categorías es de 2.000 dólares y para la tercera de
1.000 dólares.” 170
En cuanto al concurso en la rama de ensayo, el ganador fue Rafael Arévalo Martínez con
¡Ecce Pericles! (sobre el gobierno de Manuel Estrada Cabrera), quien publicó su trabajo en 1945,
anotando en la portada interior:
“Obra elegida por el jurado guatemalteco —compuesto por Federico Hernández
de León, los licenciados Luis Beltranena, Flavio Herrera y Alejandro Arenales y el padre
Ángel Arín— para ser enviada al jurado internacional, en el segundo Concurso
Latinoamericano, de Farrar & Rinehart —Nueva York— 1942”. 171
En 1942 Erickson publicó otro trabajo: “Guatemala, asilo de escritores
hispanoamericanos”. Trata sobre José Joaquín Palma, Rubén Darío y José Santos Chocano. De
cómo fueron acogidos en Guatemala. Menciona a Enrique Gómez Carrillo, Rafael Arévalo
169
Corresponde al horario en que abría sus puertas la Biblioteca Nacional. Actualmente es de 9:00 a 17:00.
El Imparcial; Recepción de trabajos del segundo torneo literario latinoamericano. Será hasta el 14 de
septiembre próximo habiéndose formado ya los jurados para los tres certámenes. Guatemala : jueves 30 de
julio de 1942. Páginas 1 y 2.
171
Arévalo Martínez, Rafael; ¡Ecce Pericles! Guatemala : Tipografía Nacional, 1945.
170
111
Martínez y Carlos Wyld Ospina. 172 Así también, dio a conocer su trabajo sobre: “Antonio Batres
Jauregui: crítico guatemalteco”. Hispania. Vol. 25, núm. 3, Coester Number (octubre de 1942),
págs. 343-350.
Siete años después Erikson participó en la organización y actividades preparatorias del
Cuarto Congreso Internacional de Literatura que se realizó en La Habana (Cuba), efectuado
durante el período comprendido del 11 al 16 de abril de 1949. Acerca de dicho Congreso en la
“Cronología integrada del IILI y de la Revista Iberoamericana” se agradece a la Unesco y a los
académicos que esta designó, por el apoyo brindado:
“[…] Este Congreso es especialmente importante después de un lapso de cinco años
y se dan las gracias a sus funcionarios, Arturo Torres-Rioseco, Jefferson Spell,
Dorothy Schons, Nina Weissinger, J.T. Reid, John A. Crow, M. Erickson, […].” 173
Flavio Herrera asistió al IV Congreso; no se tiene información respecto a si Erickson
llegó a Cuba, y el novelista guatemalteco tampoco lo reportó en la reseña que ofreció acerca de
las labores realizadas, en un conjunto de cinco crónicas:
Herrera, Flavio; “Ecos del Cuarto Congreso Internacional de Literatura celebrado en
Cuba”. Guatemala : El Imparcial, miércoles 4 de mayo de 1949. Página 3. Parte I.
Las partes II a V fueron publicadas en fechas 6, 10, 11 y 12 de mayo, algunas en
página 3 y otras en página 9, todas en la “Sección Editorial”.
4.2
Descubrimiento del manuscrito en 1972
La novela Hembra se anota como edición póstuma por cuanto antes de 1994 no había
sido publicada en formato de libro, solamente como apéndice en una tesis de doctorado y con
fotocopias. Se encuentra contenida en la publicación de Editorial Universitaria de la USAC en
homenaje al Centenario del nacimiento del Flavio Herrera, Tomo IV: La Novela de la Expresividad.
7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20 Rábulas en Flux y Hembra. En página 311 se especifica en
nota al pie:
“El texto inédito se encontró en los archivos de la casa Flavio Herrera y fue
localizado por la Profa. Raquel Montenegro, Auxiliar del Instituto de Estudios de la
Literatura Nacional (Facultad de Humanidades, USAC). La revisión del manuscrito
la efectuó la Licda. María del Carmen Meléndez de Alonzo.”
Erickson, Martin E.; “Guatemala, asilo de escritores hispanoamericanos”. Revista Iberoamericana, [S.l.], p.
115-120,
mayo
1942.
ISSN
2154-4794.
Disponible
en:
<https://revistaiberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/975/1211>.
173
Cronología
integrada
del
IILI
y
de
la
Revista
Iberoamericana.
En:
http://www.hispanic.pitt.edu/iili/cronologiaprintable.html
172
112
Sin embargo, debe indicarse que el texto virgen o mecanuscrito
realmente fue descubierto por el académico norteamericano William
Lloyd Felker (escuela de posgrado en Knoxville, Tennessee), 174 y dado a
conocer por este en 1973 –año de fundación de la Casa de la Cultura
Flavio Herrera–. Lo encontró en 1972 entre los papeles existentes en los
archivos de la Casa en mención, aunque esta no funcionaba todavía como
tal y por tal razón él escribe que fue en la casa “Triana”. Los investigadores
Francisco Albizúrez Palma y Catalina Barrios y Barrios apuntan en una “ficha”:
«B. NOVELAS MANUSCRITAS “Hembra”. Manuscrito localizado en la casa de
Flavio Herrera, “Triana”, sobre la Avenida Mariscal en la ciudad de Guatemala.
Fotocopia incluida con un apéndice de: William L. Felker, “El Señor de Bulbuxyá: A
study of the life and Works of Flavio Herrera”. Ph. D. dissertation, University of
Tennessee, 1,973. 53 p.» 175
En realidad, la tesis tiene xvi, 275 páginas; no 53 como se indica. Es pertinente aclarar
que el error no es de ambos investigadores, en particular del doctor Francisco Albizúrez Palma
quien lo suscribe con sus iniciales FAP, sino del propio Felker, de quien copiaron la ficha sin
citar fuente (tampoco la incluyen en la bibliografía que consultaron sobre y de Flavio Herrera en
página 328 del Tomo 2 anotado supra), ya que solo se apunta: “[…] Un recuento exhaustivo de
la producción herreriana ha sido preparado por el profesor William L. Gelker.” 176 Nótese que
hasta en el apellido hay error, toda vez que se trata de Felker.
Extrañamente, el dato incorrecto lo proporciona el autor norteamericano en un trabajo
publicado en 1978 (cinco años después de que presentara su tesis de Ph. D.) y que es el que quizá
consultó FAP sin dar a conocer la referencia bibliográfica, la cual es:
Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía].
Revista interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 02506262, Vol. 28, Nº. 3, 1978, págs. 291-304. El error sobre el número correcto de
páginas en su tesis de 1973 se encuentra en página 295.
Algo más. En página 204 de su trabajo de 1973, referente a la bibliografía consultada
(que abarca de páginas 184 a 217), en la sección “C. Unpublished Dissertations Which Contain
Commentary on Flavio Herrera’s Works” [“Disertaciones inéditas que contienen comentarios
sobre las obras de Flavio Herrera”], además de citar su tesis de maestría del año 1965, escribe a
174
Fotografía de Felker tomada de https://ysnews.com/news/2017/12/bill-felkers-new-book-offers-riches-ofhome
175
Albizúrez Palma, Francisco y Barrios y Barrios, Catalina; Historia de la Literatura Guatemalteca. Op. Cit.,
página 115.
176
Ídem., página 114.
113
mano precisamente el título de la tesis de 1973, algo inaudito por cuanto no se puede incluir
como fuente el mismo libro que el lector tiene en sus manos.
Da la idea que la inclusión manual, como muchas otras a lo largo de su estudio para
obtener el doctorado, fue efectuada posteriormente, y al entregar ejemplares estos ya las
contienen.
Y cómo hizo Felker para encontrar la novela inédita de Herrera
El investigador relata que en junio de 1972 efectuó visitas a la casa o chalet “Triana”. No
proporciona información referente a quién le autorizó el ingreso; posiblemente algún
funcionario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, quizá de la Facultad de Humanidades.
Describe que la residencia estaba casi en completo abandono; aunque tenía dos guardianes que
resguardaban el inmueble, ya había recibido la intrusión de amigos de lo ajeno. Nadie se había
preocupado de organizar libros, documentos, mobiliario y menaje de casa.
Se deduce que Felker encontró en la casa un caos de documentos, una total tempestad con
respecto al desorden de cuanto material documental, mobiliario y objetos de valor cultural,
literario e histórico había en la casa, casi todo atacado por la humedad y las goteras en los techos
de varias habitaciones y en la sala principal (hoy biblioteca); como que se necesitaría ser un tigre
para organizarlo todo y él no lo era.
Cómo logró dar con tres copias del mecanuscrito de la novela Hembra, y tantas cartas de
Herrera y de otras personas con las que sostenía correspondencia es algo que no explica, pero al
menos en el “Prefacio” de su tesis comenta:
La fuente de información más fructífera fue la recopilación de los papeles de
Herrera en su casa. Vivió en Triana la mayor parte de su vida y salvó casi todos los
documentos relacionados con su carrera literaria. La casa en sí estaba en un estado de
renovación cuando la visité varias veces en junio de 1972. La sala grande donde
Herrera solía trabajar y celebraba tertulias de fama nacional estaba llena de muebles
y artefactos de otras habitaciones. Papeles esparcidos, libros y diplomas cubiertos de
polvo se apilaban unos encima de otros. Un candelabro simple colgaba del techo con
vigas sobre una mesa de madera larga y pesada. Cuatro sillas talladas de respaldo alto
que combinaban con la decoración de la mesa estaban apiladas con revistas y páginas
114
podridas de manuscritos. Sobre el manto había un busto de Goethe junto con tres
figurillas de yeso de jaguares. Un desnudo tallado en madera en estilo neo–africano
yacía sobre un montón de listas de aulas universitarias y calificaciones de 1962. En
un armario encontré la famosa colección de pipas de Herrera, algo agotada, sospecho
que por los ladrones que, según los informes, habían irrumpido en la casa varias veces
antes de llegar. Las pipas que quedaban estaban talladas de forma ornamentada.
Algunas estaban esmaltadas con diseños orientales, pero astilladas y aparentemente
no tenían gran valor; artefactos mayas, viejos adornos navideños, dos elefantes de
ébano, Don Quijote en bronce y un búho de yeso se apiñaban dentro y alrededor del
gabinete. Otras estatuillas abundaban en casi todos los estantes, la mayoría
representando jaguares y tigres. A la izquierda de la enorme chimenea de piedra había
un reloj de madera, con el péndulo todavía balanceándose. Cerca del reloj, así como
en la mayoría de las paredes de la habitación, había pinturas y bocetos de ninfas y
sátiros y uno o dos desnudos provocativos con grandes ojos seductores. Los cuadros
y los marcos eran todos de un estilo que evocaba la década de 1920 y el tardío
florecimiento del Modernismo en Guatemala. Sobre el escritorio de Herrera había
numerosas copias de las primeras ediciones de sus novelas, Caos y La tempestad,
apuntes de clase sobre Milla para un curso de literatura guatemalteca. En uno de los
cajones del escritorio, gemelos, papelería del Hotel Velásquez de Madrid y varias
arañas.
Flavio Herrera había sido un coleccionista compulsivo de libros y poseía una
asombrosa cantidad de “Centroamericana”. Sus libros, que prácticamente habían
servido de biblioteca a los miembros de las generaciones de 1920 y 1930, comenzaban
a decaer. En algunos lugares, el agua se había filtrado desde el techo hacia montones
de volúmenes encuadernados en papel. Los ratones de biblioteca y el tiempo también
estaban teniendo su efecto, y la mayor parte de la colección de Herrera estaba en grave
peligro de sufrir daños irreparables. Los manuscritos corrieron la misma suerte, ya
que no se había tenido cuidado de asegurar su conservación.
En el curso de mis visitas a la casa, intenté inspeccionar cada pieza de material
que podía encontrar. Muchos paquetes de cartas habían sido completamente
destruidos por el agua. Algunas versiones mecanografiadas de las obras más famosas
de Herrera estaban esparcidas por el suelo y no podían ensamblarse en ningún orden
útil. La mayoría de sus papeles y manuscritos estaban ubicados en tres gabinetes de
madera en la sala grande y la habitación que alguna vez había sido su biblioteca.
La mayoría de estos fragmentos aún estaban en condiciones de ser
identificados. Incluían cuentos, poemas, reseñas de libros, comunicados de prensa,
fotografías, cartas y recuerdos de hoteles y complejos turísticos que había visitado. El
115
orden en que se encontraron los artículos delataba menos la falta de organización por
la que Flavio Herrera era famoso, que una continua relectura de recuerdos de los
hechos literarios, sociales y amorosos de su vida. Se mezclaron copias de periódicos
de la década de 1930 con números más recientes. Se encontraron cartas de amor de
su juventud entre los esquemas de clase mimeografiados de sus últimos años en la
Universidad de San Carlos. Los menús de restaurantes de Madrid, París, Río de
Janeiro, Buenos Aires y Montevideo estaban esparcidos entre recortes de sus
numerosas novelas y libros de poemas.
No hubo evidencia de que el desorden en todo esto fuera el resultado de
investigaciones previas. Algunas personas me habían hablado de la obsesión de
Herrera por esconder dinero entre sus libros, pero la cronología de los papeles que vi
no corroboró la sospecha de una búsqueda de un tesoro escondido y el caos resultante.
La suposición más lógica era que Flavio Herrera iba más que a menudo al pasado,
que se preocupaba profundamente por su reputación y que sus recuerdos habían
estado bastante vivos, especialmente al final de su vida.
Fue en los recuerdos en descomposición, pero accesibles, donde descubrí los
compromisos más ocultos de su vida, que su familia y estudiantes conocían un poco,
pero que se mostraban reacios a revelar. Hay una leyenda sobre Flavio Herrera como
una figura inquieta, jovial y febrilmente inspirada que viajó por el mundo, impartió
clases famosas en su finca Bulbuxyá, amó a su madre hasta el extremo, bebió hasta
morir con desafío y vigor. Mi investigación no disipó la imagen, sino que le dio cierta
perspectiva. Prácticamente nada se ha escrito sobre la vida de este autor que, en 1940,
era considerado uno de los novelistas más finos de Centroamérica, y mi información
biográfica sirvió para fundamentar los mitos sobre la vida de Herrera, así como
explicar gran parte de su producción literaria.
En mi segunda visita a la casa encontré varias copias del manuscrito perdido,
“Hembra”. Mi curiosidad por esta novela se había despertado después de leer un
artículo en Prensa Libre que apareció al día siguiente de la muerte de Herrera. Las
líneas pertinentes decían: “Dejó el literato una obra inédita, que había titulado
‘Hembra’, de la que están solamente los borradores.” 177 Algunos de los amigos más
cercanos de Flavio negaron la existencia del borrador, pero el autor del artículo debió
haberlo visto o hablado con alguien que lo había hecho. En efecto, “Hembra”
permaneció sin recuperar hasta que la encontré en 1972. El hecho de que no se haya
sacado a la luz antes es quizás un indicio del estado de la reputación literaria de
Herrera en el momento de su muerte, o más posiblemente, de las exiguas recompensas
Felker se refiere a la publicación de: Prensa Libre; “Flavio Herrera ha muerto”. Guatemala : Prensa Libre,
edición del jueves 1 de febrero de 1968. Página 13.
177
116
para los críticos guatemaltecos que sacan a la luz una obra inédita de un autor
nacional. Sin duda, “Hembra” no es una obra maestra y, al final, aportará poco al
mundo de las letras centroamericanas. La crítica y la biografía guatemaltecas toman
su parte más artística de una tradición oral informal en lugar de una escrita. “Hembra”,
siendo mayoritariamente autobiográfica y algo controvertida en sus revelaciones
sobre la vida del autor, amigos y amantes, no habría sido aceptada cómodamente en
ese marco oral donde las discusiones son tanto personales como críticas.
Me encontré con una pequeña cantidad de otras historias y poemas que, que
yo sepa, aún no se han publicado. Su calidad, como la de “Hembra”, no invita a un
estudio intenso, pero su contenido contribuye a una visión más unificada de la mente
y las preocupaciones de Herrera. Entre las cartas que no fueron destruidas, las de la
poetisa Thelma del Río son sin duda las más literarias de los trabajos inéditos de
Triana. 178 Sin embargo, ha pasado poco tiempo para que estos se reproduzcan
completamente sin repercusiones por parte de los individuos que aún viven en
Guatemala. 179
Con base en lo que Felker explica, queda la duda respecto a cómo hizo para reunir tanta
información sobre Flavio Herrera, especialmente periódicos antiguos (muchos de los cuales
pudo habérselos proveído David Vela, en 1972 director de El Imparcial), y en particular copia de
las cartas de Flavio Herrera a variadas personalidades, amigos y parientes, así como de las que
recibió durante más de cinco décadas, en virtud que como detalla, mucho de este material se
encontraba en tal estado de destrucción por la humedad, ratones y el paso del tiempo, que era
difícil aprovecharlo. Empero, en la parte final de su trabajo de tesis, inserta una fabulosa
“Bibliografía”, que abarca de páginas 184 a 217, en la cual puede encontrarse la lista no solo de
libros, periódicos y revistas que consultó, sino también la correspondencia que localizó entre ese
desorden llamado caos, el cual pudo haberlo visto como una tempestad de documentos sin clasificar
y como él no era un tigre, imposible que se diera a la tarea de ordenarlos. Ese trabajo le
correspondió a la Casa de la Cultura Flavio Herrera, que inició operaciones el 26 de junio de
1973.
“El Señor de Bulbuxyá” con el que William L. Felker designa a Flavio Herrera, no se
trata de una invención del investigador. Era el sobre nombre con el cual el autor suscribía las
178
El seudónimo correcto es Thelma del Río, nombre literario de Ana María Pacheco de Tello (1917–1961).
En capítulo IX, entre páginas [152] a [157], Felker se refiere a la relación entre la pareja y de cómo ella estaba
enterada de la nueva novela, escrita entre 1953 y 1954, y le pedía que la publicara.
179
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. “Preface”. Op.
Cit., págs. vi a xi. Traducción libre del inglés al español.
117
cartas que le enviaba a Thelma del Río en 1953 y primeros meses de 1954: “Él, a su vez, la inundó
de poemas, algunos de ellos firmados de forma deslumbrante: ‘El señor de Bulbuxyá’.” 180
El título de Triana y el apelativo “El Señor de Bulbuxyá” devienen de los nombres de
dos propiedades del escritor, donadas tras su muerte a la Universidad de San Carlos de
Guatemala, lo cual fue establecido por él en testamento celebrado ante el notario Manuel de
Jesús Vásquez, en fecha 16 de mayo de 1961; en la cláusula sexta quedó especificado: “Que de
su libre y determinada voluntad instituye como su única y universal heredera de sus bienes,
derechos y acciones a la Universidad de San Carlos de Guatemala […]”. 181
Respecto al testamento, una crónica publicada el 13 de febrero de 1968 describe:
Días después del fallecimiento del licenciado Herrera, el rector de la
universidad, licenciado Edmundo Vásquez Martínez, actuando como representante
legal de esa casa de estudios, inició ante el juzgado 3º de la. instancia civil, a cargo
del licenciado Lester Lemus Solórzano, el juicio sucesorio testamentario.
El representante universitario actúa bajo la dirección y procuración del
licenciado Fernando José Quezada Toruño, secretario de la universidad.
En su exposición, dice el licenciado Vásquez Martínez, que una vez agotadas
las diligencias que señalan las leyes, los bienes, derechos y acciones, que tenía en
vida el profesional desaparecido, pasen a nombre de la universidad.
[…]
El 16 de mayo de 1961, el escritor desaparecido dictó en la oficina del
licenciado Manuel de Jesús Vásquez, el testamento, ante el testimonio de la señora
María Angélica Zunún Cristal de Rivero y el señor Julio René Cerezo García.
El testamento fue asentado en el protocolo del licenciado Vásquez, con el
número 49, acto que se realizó a partir de las 16 horas, del día anteriormente
consignado y como es de ley se hizo constar que, el otorgante en el momento de
expresar su última voluntad, se encontraba en el pleno goce de sus facultades mentales
y volitivas.
El escritor y licenciado Flavio Herrera, otorgó en consecuencia, testamento
común abierto y declaró como único y universal heredero de sus bienes, derechos y
acciones, a la universidad de San Carlos de Guatemala […] 182
180
Ídem., pág. 155.
Herrera, Flavio; La Novela de la Expresividad. 7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20 Rábulas en Flux
y Hembra. Tomo IV. Op. Cit., página 366.
182
Juárez Estrada, Walter. “Flavio Herrera heredó todos sus bienes a la Universidad”. Guatemala : Prensa
Libre, edición del martes 13 de febrero de 1968. Página 39.
181
118
Los bienes que heredó a la universidad fueron su casa de habitación, identificada como
“Chalet Triana”, 183 la cual se ubica en la Calle Mariscal, zona 11 y en la que a partir del 26 de
junio de 1973 se creó la “Casa de la Cultura Flavio Herrera”. 184
Adicionalmente, en el municipio de San Miguel Panán, departamento de
Suchitepéquez,185 donó su finca, de nombre “Bulbuxyá” en idioma cakchiquel (lugar donde brota
el agua; manantial o agua que brota según el Memorial de Sololá. Anales de los Cakchiqueles), en la
cual funciona el “Centro de Agricultura Tropical Bulbuxyá”, para estudiantes e investigadores
de la Facultad de Agronomía, USAC.
4.3
Algunos datos sobre el descubridor William Felker
Respecto a William Lloyd Felker (Minnesota – EE. UU., 1940) es provechoso señalar
algunos datos acerca de su vida y obra:
•
“William L. Felker nació el 26 de junio de 1940 en Minneapolis, Minnesota. Su
formación preparatoria para la universidad la tomó en el Holy Cross Seminary en
LaCross, Wisconsin. Recibió su B. A. en Filosofía de la Universidad de Minnesota en
1963, y su Maestría en español en 1965, también de la Universidad de Minnesota.
Después de dos años con el Ejército de los Estados Unidos en Panamá, enseñó como
profesor asistente en North Central College en Naperville, Illinois, hasta 1970. Desde el
otoño de 1970 hasta 1972, fue instructor y asistente de enseñanza en la Universidad de
Por simple coincidencia con “Triana”, dos de sus composiciones poéticas fueron inspiradas en el barrio de
Triana, de la ciudad de Sevilla, España. Véase Herrera, Flavio; “Raíz de España. A Miguel Ángel Asturias”.
Guatemala : El Imparcial, edición del sábado 26 de septiembre de 1959. Pág. 13. Contiene los poemas:
Valencia, Una canción en el alba (firmados en Sevilla, Barrio de Triana, 1956) y Cipreses de Alcalá (suscrito
en Alcalá de Henares, abril de 1956).
184
Respecto a tan especial fecha, véase el discurso de inauguración en:
Batres Villagrán, Ariel; “Flavio Herrera, Hombre y Poeta en Unidad Indivisible”. Por: Carlos Martínez Durán
(1973). Publicación digital en Casa de la Cultura Flavio Herrera 10 de junio de 2020
https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/06/flavio-herrera-hombre-y-poeta-en-unidad.html
(fragmento); y, texto completo: 16 de junio de 2020 https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/06/16/flavioherrera-hombre-y-poeta-en-unidad-indivisible-discurso-de-carlos-martinez-duran-1973-notas-de-ariel-batresvillagran-2020/.
Otro
extracto,
24
de
agosto
de
2020,
en
https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/08/flavio-herrera-hombre-y-poeta-enunidad.html?fbclid=IwAR124QaO9-Qh_DHRXJXS2VtXEctmbSMs4EvejGeGIUA3t6g3FNPSnKa2UBo.
185
Creado en junio de 1901 con el nombre de “Municipio Manuel Estrada Cabrera” el cual conservó hasta
1920; después del derrocamiento del dictador se le designó con el que lleva a la fecha. Igual sucedió con la
Universidad Nacional, que llevó dicho nombre de 1918 a 1920.
183
119
•
•
•
•
•
Tennessee. En 1972, aceptó un nombramiento como profesor asistente de español en
Knoxville College, Knoxville, Tennessee.” 186
Obtuvo la licenciatura en filosofía (B. A.) en 1963, en la University of Minnesota.
En 1965, maestría en idiomas extranjeros y estudios de área con: Existential Situations in Four
Latin American Novels. [Situaciones existenciales en cuatro novelas latinoamericanas]. Master’s thesis,
University of Minnesota, 1965. 46 p.
Doctorado en lenguas extranjeras e historia en la Universidad de Tennessee (1973): El Señor
de Bulbuxyá: A study of the life and Works of Flavio Herrera. Ph. D. dissertation, University of
Tennessee, 1973. 273 p. 187 En Anexo del presente trabajo se inserta la “Introducción”,
transcrita y traducida del inglés al español (versión libre).
Es “curioso” que cuando Felker preparaba su tesis de doctorado sobre Flavio Herrera, sentía
fuerte presión académica para concluirla; de ahí que –como él comenta– prácticamente
cambiara de profesión, creando el:
«Almanaque del pobre Will, que creo que es algo similar a lo que Gilbert White
consideraría “historia parroquial”, comenzó en 1972 con el regalo de un barómetro.
Mi esposa, Jean, me dio el instrumento cuando estaba sucumbiendo al estrés de la
escuela de posgrado en Knoxville, Tennessee, y se convirtió no solo en un escape
del intenso trabajo académico, sino en el primer paso en el camino hacia un tipo
diferente de conciencia sobre el mundo.» 188
En 1978 dio a conocer una excelente reseña de su tesis de grado, que lleva por título: “Flavio
Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía], la cual publicó en Revista
interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3,
1978, págs. 291-304. En Anexo del presente trabajo se transcribe y traduce del inglés al
español (versión libre), un fragmento: extracto de páginas 291 a 294. Excepto por lo que
anota en las páginas en mención, la bibliografía que incluye es prácticamente la misma que
figura en la sección correspondiente de su tesis de 1973.
186
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., pág.
275. Traducción libre del inglés al español.
187
Fuentes: Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía]. Revista
interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978,
págs. 291-304. https://en.wikipedia.org/wiki/William_Felker; y, Commencement Program, 1965, en:
https://conservancy.umn.edu/handle/11299/57595.
188
https://www.wyso.org/programs/poor-wills-almanack (resaltado propio).
120
•
•
•
•
•
Tres años después: Felker, William. L. “Some unpublished verse from colonial Guatemala:
commentary and texts”. (Hispa, 1981, núm. 73, págs. 69 a 78). [“Algunos versos inéditos de
la Guatemala colonial: comentarios y textos”]. 189
Un artículo suyo, que contiene la lista de publicaciones de autores “extranjeros”, fue incluido
en: Critical Survey of Long Fiction: Foreign Language Series, Volumen 1. Frank Northen Magill.
Salem Press, 1984 - 2396 páginas. Critical Survey of Long Fiction: Foreign Language
Series, Frank Northen Magill, Volumen 1. ISBN 0893563692, 9780893563691. Universidad
de Michigan, Salem Press, 1984.
Después de finalizar 40 años de carrera como docente universitario, de 2003 a la fecha
publica anualmente en Ohio (reside desde 1978 en Yellow Springs) el Almanack the Poor Will
(Almanaque del pobre Will), que contiene información variada sobre jardinería, herbología,
fenomenología y principalmente datos del clima. A la vez, lo transmite semanalmente por la
radio. 190
Cuenta con una página web desde la cual ofrece reseñas sobre los temas de su Almanaque;
él refiere, en tercera persona:
«Bill Felker ha estado escribiendo columnas y almanaques de la naturaleza para
publicaciones regionales y nacionales desde 1984. Su Poor Will's Almanack ha
aparecido como una publicación anual desde 2003. Su organización de patrones
climáticos y fenología (lo que sucede cuando está en la naturaleza) ofrece una
estructura única para comprender los ritmos repetitivos del año.
Al explorar todo, desde la cría de animales hasta la fenología, Felker se ha hecho
muy conocido por los agricultores y los lectores urbanos de todo el país. Es un orador
ocasional sobre el medio ambiente en centros naturales, iglesias y universidades, y
también ha presentado documentos relacionados con el almanaque en conferencias
académicas. Felker ha recibido tres premios por su escritura de almanaque de la
Asociación de Periódicos de Ohio. “No se puede encontrar una mejor escritura en los
documentos más importantes de Estados Unidos”, declaró el juez con ocasión del
premio de Felker en 2000.
Actualmente, Bill Felker vive en Yellow Springs, Ohio. Tiene dos hijas, Jeni, que
es psicóloga en Portland, Oregon, y Neysa, una fotógrafa en Spoleto, Italia.» 191
Para el año 2021, desde el 14 de agosto de 2020 publicó en su Blog el siguiente anuncio:
Almanaque del pobre Will para 2021
Véase también en: “Bibliografía.” Nueva Revista De Filología Hispánica, vol. 34, no. 1, 1985, pp. 243–
488. JSTOR, www.jstor.org/stable/40298675. Sección “Hispanoamérica”, No. 33-2933. Página 361. Accessed
12 Dec. 2020.
190
https://www.kirkusreviews.com/book-reviews/bill-felker/poor-wills-almanack-for-2017/.
191
https://www.poorwillsalmanack.com/
189
121
•
El Almanaque de este año presenta descripciones de las 48 estaciones del año en la
naturaleza, con énfasis en los ciclos florales y faunísticos. Un
calendario de plantas en flor complementa estas narrativas y
facilita seguir el progreso del paisaje a medida que cambia
con la posición del sol. Las secciones sobre los planetas
principales, las estrellas y las estrellas fugaces añaden
dimensión a los ensayos estacionales. Los pronósticos
meteorológicos mensuales enfatizan el paso predecible de los
sistemas de alta presión en los Estados Unidos e incluyen la
consideración de la influencia lunar en estos frentes. El Índice
de trastorno afectivo estacional, que mide los efectos de la
nubosidad, el clima, la duración del día y la fase de la luna en
el TAE, ofrece un contexto numérico para seguir la influencia
de estos factores en las emociones humanas. Para obtener una
copia autografiada de Poor Will's Almanack para 2021, ordene en The Shop en este
sitio web, www.poorwillsalmanack.com. 192
Véase también su libro: Home is the prime meridian. Almanac essays in search of time and place and
spirit, impreso en Ohio, 2017 (El hogar es el primer meridiano. Almanaque ensayos de búsqueda de
tiempo y lugar y espíritu). 193 Fue entrevistado sobre la temática del texto (21 de diciembre 2017);
la periodista describe:
«Grillos camello en la bañera. Robinson y su ausencia. Un estanque koi en invierno.
Hepática, berro violeta, sanguinaria, campanillas de Virginia. La “iconografía” de la
luz en una pared. Recuerdos de devoción adolescente en un seminario católico.
Todos estos temas iluminan el nuevo libro del escritor de almanaques local Bill
Felker, “Home Is the Prime Meridian”, autoeditado a través de Amazon en noviembre
y disponible a través de ese minorista en línea y localmente en Village Artisans y
Yellow Springs News. El libro presenta 40 breves ensayos líricos seleccionados de
las miles de columnas de naturaleza y piezas de almanaque que ha escrito a lo largo
de los años, incluso para este periódico.
Si bien Felker ha estado publicando sus almanaques anuales en forma de libro desde
2003, “Home” es su primera colección de ensayos. Se vio impulsado a crear el
volumen después de la muerte de su esposa, Jeanie, en 2012.» 194
192
https://www.poorwillsalmanack.com/
https://www.kirkusreviews.com/book-reviews/bill-felker/home-prime-meridian/
194
https://ysnews.com/news/2017/12/bill-felkers-new-book-offers-riches-of-home
193
122
4.4
¿Cuándo escribió Flavio Herrera el manuscrito de Hembra?
A falta de datos que puedan fundamentarse en fuentes documentales confiables, y en
virtud que el manuscrito, o más bien mecanuscrito, porque la novela fue encontrada escrita a
máquina por el citado William Felker, procede transcribir lo que este comentó sobre su hallazgo
de 1972, del que dio cuenta en su tesis de doctorado en 1973.
[…] La existencia del manuscrito no era tanto un misterio cuando fue escrito,
como lo fue cuando Herrera murió en 1968. Las primeras referencias al libro
aparecieron en cartas de Thelma del Río fechadas el 22 de marzo y el 31 de agosto de
1954. Herrera pensaba seriamente entonces en publicar la novela, y los comentarios
de Thelma indican que está ansiosa por saber la fecha de su aparición. En 1958,
Herrera envió una copia mecanografiada a Seymour Menton, quien entonces estaba
compilando su historia de la novela guatemalteca. 195 Menton devolvió el texto con
una carta fechada el 4 de agosto de 1958, en la que afirmaba que “Hembra” era una
excelente adición a las obras de Flavio. Después de eso, sin embargo, no parece haber
indicios de que Flavio intentara llevar su última ficción larga a la prensa. 196
La relación de Flavio Herrera con la cuentista y promotora cultural en Quetzaltenango,
Thelma del Río (1917–1961), es descrita por Felker en el capítulo nueve de su tesis, que lleva
por título: LOS ÚLTIMOS ASUNTOS Y LA FICCIÓN ERÓTICA: 1950–1961 : Otro
matrimonio y divorcio. El romance con Thelma del Río. Cuentos de 7 mujeres y un niño. La
noveleta inédita, “Hembra”, páginas [149] a [164].
El “romance” entre Herrera y Del Río inició en 1953 y concluyó en octubre de 1954,
aunque mantuvieron relaciones epistolares hasta 1958. Esa es la razón de que ella tuviera
conocimiento de la novela inédita, y que hable de esta en sus cartas a Herrera de marzo y agosto
de 1954.
Thelma del Río era el seudónimo o nombre literario de Ana María Pacheco de Tello
esposa del banquero Jorge Tello y Tello. Tras su fallecimiento la Casa de la Cultura de Occidente
(Quetzaltenango), promovió la publicación de su libro de cuentos El ojo de agua (1961). Fue
editado por la Tipografía Nacional, 1961. En página 91 se encuentra la siguiente elegía de
Herrera, que él no incluyó en sus poemarios de 1962 y 1964:
195
La concluyó y fue impresa dos años después: Menton, Seymour; Historia crítica de la novela guatemalteca.
Guatemala: Imprenta Universitaria, Editorial Universitaria. Universidad de San Carlos de Guatemala, 1960.
196
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas
161 a 162. Traducción libre del inglés al español.
123
Cinco años después de la defensa de su tesis de doctorado, Felker presentó un resumen
general sobre la vida y obra de “El Señor de Bulbuxyá” (así se autodenominó y firmaba Herrera
en cartas a Thelma del Río), 197 cuando ofreció la lista bibliográfica de las publicaciones de este
en formatos de libro, en periódicos y revistas. Nótese que reitera lo explicado un quinquenio
atrás:
Una novela inédita, “Hembra”, se completó antes de 1954, y trata de la vieja
obsesión de Herrera con los estragos internos del enredo erótico. En 1958, envió una
copia mecanografiada a Seymour Menton, quien entonces estaba compilando su
historia de la novela guatemalteca. Después de eso, no parece haber indicios de que
intentara llevar el trabajo a imprenta. Permaneció con sus trabajos hasta 1972, cuando
lo descubrí y lo incluí como apéndice de mi disertación sobre su vida y sus escritos.
En total, “Hembra” está mucho menos pulida que cualquiera de las otras novelas del
autor, pero proporciona un final esclarecedor para todas sus historias de paranoia. 198
Si efectivamente Flavio Herrera escribió la novela “antes de 1954” o bien entre 1953 y
1954 es un dato que necesita corroboración mediante nuevos estudios, y si la envió en 1958 a
Menton, quizá para su revisión o que le diera alguna opinión, es un tema pendiente. Lo cierto es
197
Ídem., página 155. De aquí seguramente nació la inspiración de William Felker para el título de su tesis.
Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. Op. Cit., página 294. Texto de las páginas 291 a 295 del
estudio de Felker, en ANEXO del presente trabajo. Traducción libre del inglés al español.
198
124
que este último, en su Historia crítica de la novela guatemalteca, no menciona nada sobre el particular
y se limita a examinar las ediciones físicas (novelas y cuentos) del autor guatemalteco.
¿Por qué razones Herrera no publicó Hembra?, también es un tema pendiente de
dilucidar. En el subtítulo “Monólogo del… ¿narrador?” declara:
Algunas obras del espíritu duermen inéditas por muchas razones, en las
novelas, por ejemplo, porque viven los personajes o por otras razones, pero, a veces
también hay algo tremendo en el subconsciente que rige la voluntad del autor y lo
urge a publicarla aunque vivan las personas, sobre toda reticencia, y la obra sale a la
vida desafiando muchedumbre de obstáculos y riesgos.
En el caso de 20 Rábulas en flux (1946), no obstante que es novela donde retrata la vida
de un grupo de estudiantes, él incluido, durante el período 1912 a 1917, su subconsciente le
exigió publicarla. Pero con Hembra ocurrió lo contrario, por razones que no explicó siguió inédita
hasta su muerte y durante 26 años más.
Si el borrador de la novela recibió críticas de Menton o quizá de David Vela, en ese
entonces y durante muchos años director del periódico vespertino El Imparcial, no se sabe. Podría
elucubrarse que tal vez le hizo algún comentario a su antiguo alumno en la Facultad de
Humanidades y después amigo personal, Ricardo Estrada h., quien en 1960 publicó Flavio
Herrera. Su novela. (Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala).
A ambos los entrevistó Felker en junio de 1972 y alude en su trabajo de 1978. 199
Las posibles opiniones que pudo haber obtenido Herrera entre 1954 y 1958 (si es que
los datos que proporciona Felker son válidos) acerca del borrador de su novela inédita Hembra,
quedaron en el anonimato.
Será mediante trabajo de arqueología literaria cuando quizás en el futuro logren
dilucidarse, no solo las fechas sino también respecto a si recibió apostillas favorables o no, que
lo hicieron desistir de llevarla a la imprenta.
Cabe mencionar que en su estudio de 1978 Felker reporta que sus hallazgos fueron
discutidos con Vela y Estrada, así como con María Dolores Mercedes Baucells León (conocida
como Mercedes Duchez), la primera esposa de Herrera. 200 Empero, ella no podría haber opinado
sobre el borrador de Hembra, en virtud que para 1954 estaba divorciada del escritor y no participó
del proceso de gestación de esta nueva producción literaria ya que se casaron en la ciudad de San
Francisco, California el 26 de mayo de 1943, divorciándose el 31 de julio de 1950.
El 19 de abril de 1951 Herrera se casa con Clara Mimi Sinibaldi; en mayo ocurrió el
advenimiento de Adolfo, su primer y único hijo (quien falleció a pocas horas de nacido) y él en
el país vecino participando en actividades académicas en calidad de “visitante distinguido”.
199
200
Ídem., página 295.
Loc. Cit.
125
“Todavía estaba en México en mayo y, a mediados de ese mes, Mimi estaba lista para el divorcio.”
La pareja se separa y después de los trámites de rigor se divorcia en junio de 1952. 201 Ergo, a ella
tampoco podría habérsele consultado sobre la novela Hembra, ya que la relación entre ambos fue
rota totalmente y no puede pensarse que “quedaron como amigos” en vista que se unió en
matrimonio con un coronel.
4.5
Algunos aspectos de la tesis de Felker y de la novela mecanuscrita Hembra
201
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas
150 a 151.
126
La novela Hembra fue localizada en junio de 1972 dentro de los desordenados archivos
de la casa “Triana” (la que Flavio Herrera cedió a la USAC) por William Lloyd Felker, cuando
preparaba su tesis para obtener el Doctorado en lenguas extranjeras e historia en la Universidad
de Tennessee. Le fue aprobada en junio de 1973 (mismo mes y año en que fue inaugurada la
Casa de la Cultura Flavio Herrera). Lleva por título El Señor de Bulbuxyá: A study of the life and
Works of Flavio Herrera [El Señor de Bulbuxyá: Un estudio de la vida y las obras de Flavio Herrera]. 202
Felker organizó la tesis con un Prefacio, Introducción, diez capítulos y las Conclusiones,
más un Apéndice (reproducción, mediante fotocopia, de una de las tres versiones que localizó
de la novela Hembra, entonces inédita), Bibliografía y su currículum vitae.
El autor realizó un estudio completo de la vida y obra de Herrera, lo cual se refleja en los
títulos de cada capítulo, los cuales se transcriben en el mismo formato en que los presenta.
Un ejemplar digital de la “Cubierta”, “Portada”, “Introducción”, capítulos 3 y 9, y el “Apéndice” de la tesis,
fue gentilmente proporcionado durante fechas 17 y 28 de agosto de 2020, por el señor José Miguel Galindo,
Encargado de la Biblioteca del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (Cirma), ubicado en la
ciudad de Antigua Guatemala. El suscrito queda enormemente agradecido con él por su valiosa ayuda.
202
127
CAPÍTULO
CHAPTER 1:
Título del capítulo en inglés 1973
PREFACE
INTRODUCTION
EARLY LIFE AND LITERARY
CONCERNS: 1894–1918
Family life. Education. First book
of poetry, El ala de la montaña.
Thesis for the degree of licenciado
in law, “José Enrique Rodó y el
americanismo literario.”
CHAPTER 2:
ADVENTURES ABROAD AND
EXPERIMENTS IN SHORT
FICTION: 1919–1923
Herrera as Judge of the Primary
Courts in Suchitepéquez, Secretary
of the Guatemalan Legation to
Costa Rica, and student in Europe.
Key stories in two volumes of short
fiction, La lente opaca and Cenizas.
CHAPTER 3:
COFFEE, ADULTERY AND
COMPLEMENTARY PROSE:
1924–1930
Herrera´s attempts at managing his
coffee plantations. Unstable
relationships with married women.
His column for El Imparcial, “El
minarete” and the themes of his
thesis. A collection of short stories,
Mujeres and the erotic motif.
RETURN TO THE CITY AND
PREOCCUPATION WITH
POETIC FORM: 1930–1938
Herrera´s role in the intellectual life
of Guatemala City. His theories on
poetry. The haiku and its
relationships to his prose. Affinities
with Impressionism.
A SYNTHESIS OF
FUNDAMENTAL CONCERNS ––
THE NOVEL EL TIGRE: 1934
Philosophical and sociological
aspects of El tigre discussed in light
of Herrera´s previous works and a
CHAPTER 4:
CHAPTER 5:
128
Traducción libre al español 2020
PREFACIO
INTRODUCCIÓN
PREOCUPACIONES LITERARIAS
Y DE LA VIDA TEMPRANA:
1894–1918
Vida familiar. Educación. Primer
libro de poesía, El ala de la montaña.
Tesis para el grado de licenciado en
derecho, “José Enrique Rodó y el
americanismo literario”.
AVENTURAS EN EL
EXTRANJERO Y EXPERIMENTOS
EN FICCIÓN CORTA: 1919–1923
Herrera como Juez de los Juzgados de
Primera Instancia en Suchitepéquez,
Secretario de la Legación de
Guatemala en Costa Rica y estudiante
en Europa. Historias clave en dos
volúmenes de ficción corta, La lente
opaca y Cenizas.
CAFÉ, ADULTERIO Y PROSA
COMPLEMENTARIA: 1924–1930
Los intentos de Herrera de
administrar sus cafetales. Relaciones
inestables con mujeres casadas. Su
columna para El Imparcial, “El
minarete” y los temas de su tesis. Una
colección de cuentos, Mujeres y el
motivo erótico.
PÁG.
REGRESO A LA CIUDAD Y
PREOCUPACIÓN CON FORMA
POÉTICA: 1930–1938
El papel de Herrera en la vida
intelectual de la ciudad de Guatemala.
Sus teorías sobre la poesía. El haiku y
sus relaciones con su prosa.
Afinidades con el impresionismo.
UNA SÍNTESIS DE
PREOCUPACIONES
FUNDAMENTALES ––LA
NOVELA EL TIGRE: 1934 Aspectos
filosóficos y sociológicos de El tigre
discutidos a la luz de los trabajos
73
v
1
23
40
56
89
CAPÍTULO
CHAPTER 6:
CHAPTER 7:
CHAPTER 8:
Título del capítulo en inglés 1973
conferencia delivered in 1933,
“Hacia el milagro
hispanoamericano.”
THREE AUTOBIOGRAPHICAL
NOVELS AND EXPLANATORY
ESSAY: 1935–1939
Relationship of La tempestad, Los
siete pájaros del iris and Poniente
de sirenas to Herrera´s life and
ideology. Brief interpretation of the
essay, “La creación artística.”
POLITICS AND THE
PICARESQUE: 1940–1948
Herrera and the Ubico regime.
Travels in the United States.
Herrera´s role in the Revolution of
1944. Diplomatic assignments in
South America. Family life:
Marriage and divorce. The
picaresque work, 20 rábulas en
flux.
LIFE AND LITERATURE – –THE
SOLUTION OF CAOS: 1949
Herrera´s previous fiction,
sociology and life style mirrored in
this complex novel.
203
Traducción libre al español 2020
anteriores de Herrera y una
conferencia dictada en 1933, “Hacia
el milagro hispanoamericano”. 203
TRES NOVELAS
AUTOBIOGRÁFICAS Y ENSAYO
EXPLICATIVO: 1935–1939
Relación de La tempestad, Los siete
pájaros del iris y Poniente de sirenas
con la vida y la ideología de Herrera.
Breve interpretación del ensayo “La
creación artística”.
LA POLÍTICA Y LA PICARESCA:
1940–1948
Herrera y el régimen de Ubico. Viaja
por Estados Unidos. El papel de
Herrera en la Revolución de 1944.
Asignaciones diplomáticas en
América del Sur. Vida familiar:
matrimonio y divorcio. La obra
picaresca, 20 rábulas en flux.
PÁG.
VIDA Y LITERATURA – – LA
SOLUCIÓN DE CAOS: 1949
La ficción, la sociología y el estilo de
vida anteriores de Herrera se reflejan
en esta compleja novela.
135
102
118
La conferencia no la brindó en 1933 sino el 4 de marzo de 1934, en el acto de clausura de la Universidad
Nacional, del ciclo lectivo 1933–1934. Véase: Herrera, Flavio; “El milagro hispanoamericano”. Guatemala : El
Imparcial, martes 6 de marzo de 1934. Páginas 5 y 6. Recorte de periódico en mal estado y roto en algunas de
sus partes, en el Archivo Histórico de Casa de la Cultura Flavio Herrera. El error de interpretación de Felker en
cuanto al año en que Herrera impartió la conferencia, se debe a que consultó el texto impreso en formato de
libro o folleto, en el cual se da a entender que la expuso en 1933: Herrera, Flavio; Hacia el milagro
hispanoamericano. Apuntes de sociología guatemalteca. (Conferencia pronunciada en la clausura del Año
lectivo de 1933 en la Universidad Nacional, por el Licenciado FLAVIO HERRERA, Profesor de Derecho
Español y Guatemalteco y de Oratoria Forense). Guatemala : Tipografía Nacional, 1934. Pp. 20. En su tesis
Felker cita a pie de página: “Flavio Herrera, “Hacia el milagro hispanoamericano: apuntes de sociología
guatemalteca” (Guatemala : Tipografía Nacional, 1934), p. 3.”
Véase también: El Imparcial; Clausura del año en la Universidad. Programa que tendrá desarrollo mañana
domingo. Guatemala : sábado 3 de marzo de 1934. Página 1. Informa que el 4 de marzo la Universidad realizaría
el acto de clausura del ciclo lectivo 1933-1934, que se entregarían los premios a las mejores tesis del año por
cada Facultad que lo tenía establecido, y que Flavio Herrera dictaría la conferencia “El milagro
Hispanoamericano”. Ese mismo año la Tipografía Nacional la editó en libro o folleto de 20 páginas.
129
CAPÍTULO
CHAPTER 9:
CHAPTER 10:
CHAPTER 11:
BIBLIOGRAPHY
APPENDIX
Título del capítulo en inglés 1973
THE LAST AFFAIRS AND
EROTIC FICTION: 1950–1961
Another marriage and divorce. The
affair with Telma del Río. Short
stories from “7 mujeres y un niño.”
The unpublished novelette,
Hembra.
THE LAST YEARS AND POEMS:
1961–1968
Physical and mental decline. The
collections of poetry, “Oros de
otoño” and “Patio y nube.”
CONCLUSION
Unedited Photocopy of an Original
Typed Version of Flavio Herrera´s
Unpublished Novelette, Hembra
VITA
Traducción libre al español 2020
LOS ÚLTIMOS ASUNTOS Y LA
FICCIÓN ERÓTICA: 1950–1961
Otro matrimonio y divorcio. El
romance con Thelma del Río.
Cuentos de 7 mujeres y un niño. La
noveleta inédita, Hembra.
LOS ÚLTIMOS AÑOS Y POEMAS:
1961–1968
Declive físico y mental. Las
colecciones de poesía, Oros de otoño
y Patio y nube.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
APÉNDICE
Fotocopia inédita de una versión
original mecanografiada de la novela
inédita de Flavio Herrera, Hembra
VITAE
PÁG.
149
165
179
184
218
274
El “Prefacio” describe las visitas que efectuó a la casa o chalé Triana en junio de 1972,
de cómo encontró el estado de situación de libros, documentos, cartas y otros materiales
(periódicos y revistas): en completo abandono, húmedos por las goteras en varias habitaciones,
y los dos guardianes le comentaron que recibieron la visita de los amigos de lo ajeno en varias
oportunidades, razón por la cual los adornos y objetos de valor fueron prácticamente saqueados.
En la “Introducción” de la tesis (transcrita íntegramente en Anexo de este trabajo), Felker
hace un breve repaso de la historia política, económica y literaria de Guatemala desde la época
de independencia en 1821 hasta la década de 1960, explicando cómo los distintos regímenes de
gobierno oprimieron a la población en los siglos XIX y XX.
No escatima espacio para comentar que la educación pública y los estudios universitarios
estaban rezagados con respecto a los de otros países, y que quienes podían enviar a sus hijos al
extranjero a educarse, lograban que estos obtuvieran una mejor preparación.
De igual manera, explica que en una población donde apenas el 10% sabía leer y escribir,
los escritores no tenían expectativas halagüeñas para que sus obras fueran divulgadas y
comentadas, por cuanto entre los alfabetos –incluso con estudios universitarios– eran escasos
los que podían considerarse cultos y por tanto interesados en ampliar conocimientos.
De Flavio Herrera, como producto del medio ambiente y social en el que se
desempeñaba, un hombre de su tiempo, refiere:
La poesía, que había sufrido más por interpretaciones sombrías y de mal gusto
del romanticismo, siguió siendo el género con menos mérito en Guatemala hasta bien
130
entrado el siglo XX. La fuerte influencia de los versificadores más desenfrenados del
Modernismo, Darío y Chocano, solo magnificó la pesadilla estética de la tradición
poética guatemalteca. Flavio Herrera fue una de las muchas víctimas de esta dificultad
cultural, y si bien pudo hacer una contribución relativamente importante a la novela
de Centroamérica, su poesía generalmente se debilita por una excesiva deferencia a
un emocionalismo demasiado popular. A pesar de los factores negativos involucrados
en el doloroso proceso de un renacimiento de las letras guatemaltecas, difícilmente se
pueden negar las contribuciones positivas de muchos de los escritores más conocidos
de América Latina.204
Claramente atrapado en las fuertes corrientes de la época, Flavio Herrera luce
en su peor prosa y poesía con al menos el legado literario y filosófico del que es
heredero. Su mejor obra muestra una visión compleja y, a menudo, profundamente
sintética de la amplia ola de ideología que barría el continente. El universo para
Herrera, como para muchos de sus contemporáneos, fue claramente vivo y
antropomórfico, un universo que se convirtió en protagonista. Ese protagonista existía
tanto dentro como fuera de la mente humana. El hombre era parte del cosmos trópico;
sintió el imperio de la especie o el cósmico imperio de la vida en el diseño biológico
de las cosas. Los escritos de Herrera están llenos de un panteísmo místico siempre
relacionado con la búsqueda de estar unidos con el mundo en armonía cósmica. Sus
personajes son conscientes de su pasado primitivo y exhiben una conciencia repetida
de un inconsciente colectivo. La lucha psicológica que ocurre en todas las figuras
masculinas principales de Herrera es a menudo un conflicto entre el instinto y las
costumbres civilizadas que lo frustran o pervierten. En este sentido, sus obras han
sido llamadas representativas del dualismo clásico de Sarmiento, civilización y
barbarie. El universo de Herrera está lejos de ser dualista; sin embargo, un estudio de
su obra muestra que está más cerca del llamado monismo neoplatónico de la Graça
Aranha de Brasil que de la división de Sarmiento. En esencia, Flavio Herrera cree que
el hombre es parte de un organismo vivo externo, un supra mundo orgánico del cual
la conciencia racional sólo puede causar una separación incompleta. El lado físico del
hombre siente la atracción por el inframundo que todo lo abarca, y Herrera quiere
hacernos creer que, si uno pudiera regresar totalmente al estado elemental, alcanzaría
el paraíso. 205
204
Felker, William L.; El señor de Bulbuxyá : a study of the life and works of Flavio Herrera. Op. Cit., páginas
10 a 11. Traducción libre del inglés al español. Texto completo de la “Introducción”, en Anexo del presente
trabajo.
205
Ídem., página 12.
131
Para cuando escritores como el conde Keyserling estaban contribuyendo al
mito del “continente del tercer día de la creación”, la mayoría de las semillas ya
estaban sembradas para los desarrollos criollos híbridos en los que participó Flavio
Herrera. La literatura de la tierra fue, como todos los movimientos, una criatura de
los estados de ánimo y descubrimientos que la precedieron, y pocos de esos estados
de ánimo y descubrimientos eran nativos de América. La naturaleza aparentemente
indígena de los escritos de Rivera, Gallegos, Aranha, así como de Herrera, no es el
resultado de que el hombre europeo finalmente llegue a articular los términos con un
entorno extranjero y hostil en América, sino más bien el resultado de una dialéctica
extranjera que se transpone a América y encuentra terreno fértil. La generación de
Herrera fue creadora de una variedad latinoamericana de síntesis y solución de los
difíciles problemas filosóficos de la época, y Herrera, como muchos de sus
contemporáneos, es esencialmente partidario de la conversión cientificista del
universo romántico. A diferencia de los indianistas, no ve los trópicos en términos de
una utopía engañosa, pues eso evitaría la inevitable revolución darwiniana. Su
filosofía pertenece al evolucionismo monista y su contraparte literaria en el
naturalismo. Su preocupación por las explicaciones biológicas tiene sus raíces en el
concepto de raza de Taine y en una aplicación literaria de lo que Haeckel llamó
“memoria hisiónica” o “memoria inconsciente de los tejidos”. 206 La sexualidad o
sensualidad cósmica en Herrera traiciona una combinación de las innovaciones en la
descripción, que fomentaron el modernismo y el naturalismo, con una visión del
mundo básicamente monista. Su panteísmo y sentido de la pérdida del mundo son
paralelos al platonismo de Graça Aranha y ciertas tendencias del neoidealismo. En
definitiva, Herrera refleja la amplia fusión ecléctica que tuvo lugar en las letras
latinoamericanas durante las primeras décadas de este siglo. El alcance relativamente
amplio de su eclecticismo lo convierte en uno de los escritores más representativos
de la época. 207
En virtud que el actual estudio no pretende analizar la tesis de Felker, sino básicamente
extraer de esta lo relacionado con el descubrimiento que hizo de la novela Hembra y algunos
datos relacionados con Flavio Herrera y su producción literaria, no procede describir el
contenido de cada capítulo del trabajo académico efectuado por el investigador norteamericano.
206
Nota de Felker a pie de página: 31 Haeckel, p. 121.
NOTA: Se trata de la obra citada por Felker: de Ernst Haeckel, The Riddle of the Universe (New York: Harper,
1900).
207
Ídem., páginas 21 a 22. Traducción libre del inglés al español.
132
Lo que sí es indudable: el aporte que hizo al incluir en el Apéndice, el texto completo del
mecanuscrito, ubicado entre páginas 218 a 273.
Previo a transcribir la novela Hembra, Felker advierte en página 219 de su tesis que
considera dicha ficción como “contribución más valiosa a la historia literaria que a la literatura
como tal”. Esto es, para él no tiene valor estilístico y la examina solamente como parte de la
producción retórica de Flavio Herrera, pero sin darle mayor valor en cuanto a su aporte a las
letras guatemaltecas. Cuestión de opiniones, a juicio del que esto escribe.
Para Felker:
“The text included here is an unrevised photocopy of the longest of three typed
copies found in my investigations at Herrera's home. The other two manuscripts are
identical to this, with the exception of pages 50, 51, 52 and 53 which are omitted in
those versions. No attempt has been made to edit the material, since it is generally
legible and clear in its original form. I have considered Hembra to be a more valuable
contribution to literary history than to literature as such, and consequently I feel that
Herrera's original manuscript is of more interest than any copy I might submit with
corrections.”
Traducción libre:
“El texto incluido aquí es una fotocopia no revisada de la más larga de las tres
copias mecanografiadas encontradas en mis investigaciones en la casa de Herrera.
Los otros dos manuscritos son idénticos a este, a excepción de las páginas 50, 51, 52
y 53 que se omiten en esas versiones. No se ha intentado editar el material, ya que
generalmente es legible y claro en su forma original. He considerado a “Hembra” una
contribución más valiosa a la historia de la literatura que a la literatura como tal y, en
consecuencia, siento que el manuscrito original de Herrera es de más interés que
cualquier copia que yo pueda presentar con correcciones.”
No se duda de la afirmación de Felker en cuanto a que se limitó a presentar una fotocopia
de la novela, de las tres versiones que localizó en la casa de Flavio Herrera (la que en 1972 todavía
no se llamaba así, aunque ya formaba parte del inventario de bienes de la Universidad de San
Carlos de Guatemala).
Se confirma que se trata de una fotocopia del original, por cuanto es diferente el tipo de
fuente utilizada en su exposición con respecto a la de la novela, y en esta aparecen algunas
palabras tachadas o corregidas a mano, y varias con faltas de ortografía.
Así, por ejemplo:
133
Página 221
Página 223
Página 225
Página 251
Página 268
134
Un detalle en el Apéndice de Felker, que no contiene la edición de 1994, es que este
inserta después de la portadilla con el título del apéndice, otra portadilla con el nombre de la
novela, página 220, en la cual figura lo escrito por Flavio Herrera, quizá a modo de advertencia
a sus lectores:
“De un recuerdo brotó esta novela o esta historia”
Hizo bien el investigador norteamericano, toda vez que en el apartado “Clave” es donde
Flavio Herrera discute con sus personajes y como estos le reclaman el hecho de no distinguir si
su obra es novela o es historia, él se encarga de aclarar las cosas, aunque medianamente.
Al efectuar la comparación entre las ediciones de 1973 y 1994, se aprecian las siguientes
diferencias en cuanto a títulos:
Hembra en tesis de Felker (1973)
Pág.
No incluye título referente a Jornada
El miedo
No incluye título referente a Jornada
La noche de Luis
La noche de Gómez
Interloquio
Clave
Monólogo del… ¿narrador?
Sin título, pero está completo el contenido
Monólogo del abogado
Monólogo de María
Ella seguía callando…
Monólogo de Zepeda
Otra vez Luis
El grupo
Otra vez Luis
La carta
Gómez y Mariana
221
233
237
240
242
249
251
252
253
254
262
264
268
270
271
272
135
Hembra en La Novela de la
Expresividad (1994)
Jornada primera
El miedo
Jornada segunda
La noche de Luis
La noche de Gómez
Interloquio
Clave
Monólogo del… ¿narrador?
Monólogo de Amelia
Monólogo del abogado
Monólogo de María
Ella seguía callando…
Monólogo de Zepeda
Otra vez Luis
El grupo
Otra vez Luis
La carta
Gómez y Mariana
Pág.
311
311
321
321
322
323
324
329
330
330
331
331
336
337
339
340
340
341
Respecto al contenido de la novela en la tesis de Felker (1973) y la de Editorial
Universitaria (1994), por el momento no corresponde desarrollar comparación alguna. El autor
norteamericano no la editó ni le hizo cambio alguno, ya que es una fotocopia la que incluye en
el Apéndice, en tanto que los responsables de su integración en el Tomo IV de la colección de
homenaje por el Centenario del nacimiento de Flavio Herrera sí la transcribieron y ello da pábulo
para considerar que incurrieron en alguna errata o bien corrigieron alguna de las que encontraron
en la versión original.
Se necesitará efectuar el cotejo entre la versión cuyo texto incluye Felker como apéndice
de su tesis expuesta a la Universidad de Tennessee, El Señor de Bulbuxyá: A study of the life and
Works of Flavio Herrera (1973), con relación a la presentada por Editorial Universitaria de la USAC
en homenaje al Centenario del nacimiento del Flavio Herrera, Tomo IV de la colección de V:
La Novela de la Expresividad. 7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20 Rábulas en Flux y Hembra (1994).
Los resultados de la comparación seguramente arrojarán resultados sorprendentes.
Una primicia
La edición de Hembra (1994) con respecto a la incluida por Felker en el apéndice de su
tesis podrá ser estudiada por el amable lector cuando se logre la publicación de dicha tesis, de la
cual este amanuense hizo el esfuerzo de transcribir de su versión original y traducirla al español.
Para ello se confía no solo en obtener la autorización del autor sino el apoyo de Editorial
Universitaria o de alguna otra editorial. En la última página se dejó anotado:
LA PRESENTE TRADUCCIÓN Y NOTAS DE LA TESIS
El Señor de Bulbuxyá: A Study Of The Life And Works Of
Flavio Herrera (1973), de
William L. Felker
se efectuó únicamente con propósito académico, no
comercial ni con fines de lucro.
Es para uso exclusivo de estudiantes e investigadores que
utilizan los servicios gratuitos que proporciona la Casa de la
Cultura Flavio Herrera, Patrimonio Cultural de la Nación.
ABV/104-2020
136
ANEXOS
137
138
Transcripción comparativa de “El miedo” en Cenizas (1923) y en Hembra (1994)
A continuación, en la primera columna de tabla siguiente, se transcribe el cuento “El
miedo”, que Flavio Herrera incluyera en su libro Cenizas (1923). La segunda columna
contiene el mismo cuento, el cual su autor convirtió en la primera parte de la novela Hembra
(1994, edición póstuma), escrita en tres borradores mecanuscritos entre 1953 y 1954 y con
correcciones a mano por parte de Herrera, realizadas entre 1954 y 1958.
Para fines de corroboración del texto por parte del amable lector, se informa que fue
copiado de los Tomos publicados como parte de la edición de toda la obra de Flavio Herrera
por el centenario de su nacimiento: Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de
Guatemala, 1994.
• Tomo II: Narrativa breve. La lente opaca, El hilo del sol, Cenizas, 7 Mujeres y un
Niño. El cuento se ubica en páginas [71] a [79].
• Tomo IV: La novela de la expresividad. 7 pájaros del iris, Poniente de sirenas, 20
Rábulas en Flux y Hembra. La jornada primera, que corresponde a “El miedo”, en
páginas [311] a [320].
Se advierte que, excepto por los errores ortográficos de ambas versiones de “El
miedo”, que aquí se corrigen, no se modifica ninguna parte del texto. Esto es: se respeta el
estilo del autor en cuanto a que en lugar de tres puntos suspensivos utiliza un mayor número,
y tampoco coloca signos de apertura en varias oraciones interrogativas o admirativas.
La lectura en paralelo de cada párrafo permite establecer que en esencia lo calcado en
Hembra se trata del mismo cuento publicado originalmente en Cenizas. Los cambios que
efectuó el autor son mínimos y la diferencia radica en algunas palabras que en la segunda
versión publicada en 1994 sustituyen a las escritas en la primera de 1923; división de un
párrafo en varios, o bien la unión en uno solo de lo que antes fue escrito en dos o más.
139
CENIZAS (1923)
HEMBRA (1994)
[71]
[311]
JORNADA PRIMERA
EL MIEDO
EL MIEDO
Eran viejos amigos, con amistad
que se afirmó desde la infancia allá en los
bancos escolares. Después, los separó la
vida y cada uno tiró por su lado. Luis
fundió su vida al torbellino ciudadano.
Gómez se fue sierra adentro a fecundar el
suelo; pero el olvido nunca medró en sus
corazones. El recuerdo de su vieja amistad
perduró en ambos con la clara pureza de un
día de mayo. Diez años después la vida los
juntó de nuevo. Una noche, a la salida del
teatro, Luis cenaba en un restaurant cuando
vio sonreírle enfrente una caraza
bonachona y morena del sol.
—Gómez!
—Luis!
Se abrazaron. Hubo las preguntas,
los desahogos y las confidencias rituales.
¿Y tú qué has hecho?
—Ya lo ves, hecho un jayán. ¿Y tú?
Estás un poco viejo. La crápula, libertino.
Y ambos sintieron que sus vidas –
ríos un día divergentes –ahora remansaban
unánimes quizás para afirmar el viaje por
un cauce idéntico y más amplio. De aquel
encuentro surgió un pacto y una alianza.
Luis atrapó la idea de ligar a su amistad sus
intereses. ¿Por qué no? él estaba arruinado
por una soltería disipada y aquel Gómez le
Eran viejos amigos, con amistad
que se afirmó desde la infancia allá en los
bancos escolares. Después, los separó la
vida. Cada uno tiró por su lado. Luis fundió
su vida al torbellino ciudadano. Gómez se
fue sierra adentro a cultivar la tierra; pero
el olvido nunca medró en sus corazones. El
recuerdo de su vieja amistad perduró en
ambos con la clara pureza de un día de
mayo. Diez años después la vida los juntó
de nuevo. Una noche, a la salida de un
teatro, Luis cenaba en un restaurante
cuando vio sonreírle una caraza bonachona
y morena por el sol.
—¡Gómez!
—¡Luis!
Se abrazaron. Hubo las preguntas,
los desahogos y las confidencias rituales.
Y tú, ¿qué te has hecho, Gómez?
—Ya lo ves, hecho un jayán. ¿Y tú?
Veo que no te entra el viejo a pesar de la
crápula, libertino. Y ambos sintieron que
sus vidas –ríos divergentes– ahora
remansaban unánimes, quizá para afirmar
el viaje por un cauce idéntico y más
amplio. De aquel encuentro surgió un
pacto y una alianza. Luis atrapó la idea de
ligar a su amistad sus intereses. ¿Por qué
no? Él estaba casi arruinado por una
140
CENIZAS (1923)
venía de perlas. ¡Su salvador! fue siempre
un amigo tan leal y tan discreto, y luego
ahora, el compañero que esperaba. El
idóneo acicate a su abulia… Recordó que
allá en los montes tenía él unas tierras en
olvido, herencia que una tía santurrona le
dejara a cambio de regaños y pescozones
porque Luis fue siempre el muchacho más
reacio a la misa y la comunión. Ya el éxito
le relampagueaba en el esbozo de un futuro
agrario. Moldearon el proyecto y Gómez
aceptó; pero conocía a su amigo y puso
condiciones: se irían a vivir a las sierras, de
otro modo provecho y economía eran
quimeras. También Luis aceptaba entre
gruñón y convencido. La selva le daba
espanto; la vida salvaje se le esbozaba con
perspectivas de suplicio. La montaña
subvertía sus hábitos de confort y de
pereza. Gómez reía de los pavores de aquel
señoritingo mimado que se echaba al
monte siempre con guantes sospechando
en cada insecto el mensajero de una fiebre;
tras de cada hierbajo la asechanza de un
reptil y en el grito de cualquier alimaña el
rugido de famélicas panteras. Los primeros
días Luis, [72] sibarita malvado, insinuaba
la idea de irse ambos a vivir al hotel del
pueblo mientras en la finca no se edificara
la casa que hospedaría su regalona
humanidad; pero Gómez torció el gesto y
se opuso. Debían quedarse allí.
Refaccionar uno de aquellos destartalados
ranchones, otro tiempo abrigo de rudos
mayorales, y así, uno de estos fue el primer
HEMBRA (1994)
soltería disipada y aquel Gómez le venía de
perlas. ¡Su salvador! Fue siempre un amigo
tan leal y tan discreto, y luego, ahora, el
compañero que esperaba. El idóneo acicate
a su abulia… Recordó que allá en las
montañas de occidente tenía él unas tierras
en olvido, herencia que una tía santurrona
le dejara a cambio de regaños y
pescozones. Porque Luis fue siempre el
muchacho más reacio a la misa y la
comunión. Ya el éxito le relampagueaba en
el esbozo de un futuro agrario. Juntos
explotarían las tierras. Fraguaron un plan y
Gómez aceptó; pero conocía a su amigo y
puso condiciones: se irían a vivir a las
sierras. De otro modo, provecho y
economía eran quimeras. También Luis
aceptaba entre gruñón y convencido. La
selva le daba espanto. La vida agreste se le
esbozaba con perspectivas de suplicio. La
idea de vivir en la montaña subvertía sus
hábitos de confort y de pereza. Gómez reía
de los pavores de aquel señoritingo
mimado que se echaba [312] al monte
siempre con guantes, sospechando en cada
insecto el mensajero de una fiebre; tras de
cada hierbajo la acechanza de un reptil y en
el grito de cualquier alimaña el rugido de
famélicas panteras. Los primeros días,
Luis, sibarita malvado, insinuaba la idea de
irse ambos a vivir al hotel del pueblo
mientras en la finca no se edificara la casa
que hospedaría su regalona humanidad;
pero Gómez torció el gesto y se opuso.
141
CENIZAS (1923)
cobijo: Tablas sin cepillar tuvo por muros.
Y por techo, la paja que ornaba la ribera.
Después, cuando el predio rindiese,
cuando las cosechas colmaran los graneros,
vendrían holganza y confort. El lucro se
calcula con el fruto ya en sazón. –Más
tarde, cuanto quieras Luisín, decía Gómez–
y Luis soñaba un chalet sobre la misma
gándara en que él ahora, supercivilizado,
pero estoico, abdicando de su habitual
refinamiento, moraba indecoroso rancho
por coacción del bárbaro de Gómez. Así,
abdicaba un poco cada día ante ese bárbaro
implacable. Aquel Gómez que, de fijo, era
forjado en hierro. Por sobrio y por heroico
parecía un griego de los tiempos de
Aquiles. A soles o a lluvias, a holganza o a
intemperies, sonreía con estoica serenidad
que le afirmaba en el alma la perpetua
juventud de un Dios. Siempre tenía una
broma a flor del labio para la ineptitud del
compañero; pero la burla sin veneno.
Bromas henchidas de un aliento paternal y
edificante. Se refocilaba recordando
siempre los percances del camarada en los
tiempos de su iniciación agraria. Una vez,
volviendo de las siembras, oía un batir de
hachas, percutiendo con sonoro tableteo en
el contorno. ¡Y Aquella saña olímpica de
Gómez cuando, al ganar el patio, hallara
derribado el árbol tutelar, aquel guachipilín
que abría un brazo sobre el rancho en
símbolo de alianza!
HEMBRA (1994)
Debían quedarse allí. Refaccionar uno de
aquellos destartalados ranchones, otro
tiempo abrigo de rudos mayorales, y así fue
como uno de esos ranchones les dio el
primer cobijo: los muros de tablas sin
cepillar y el techo de horcones y paja.
Después, decía Gómez, cuando el predio
rindiese, cuando las cosechas colmaran los
graneros, vendrían holganza y confort. El
lucro se calcula con el fruto ya en sazón.
—Más tarde, cuanto quieras Luisín.
Y Luis soñaba un chalet sobre la
misma gándara en la que él, ahora,
supercivilizado, pero estoico, abdicado de
su habitual refinamiento, moraba ruin e
indecoroso rancho por coacción del
bárbaro de Gómez. Así abdicaba un poco
cada día ante ese bárbaro implacable.
Aquel Gómez que, de fijo, era forjado en
hierro. Por sobrio y fuerte parecía un
griego de los tiempos heroicos. A soles o a
lluvias, a holganzas o a intemperies,
sonreía con estoica serenidad que le
afirmaba en el alma la perpetua juventud de
un dios.
Siempre tenía una broma a flor del
labio para la ineptitud del compañero; pero
la burla sin veneno. Bromas henchidas de
un aliento paternal y edificante. Se
refocilaba recordando siempre los
percances del camarada en los tiempos de
su iniciación agraria. Una vez, por ejemplo,
al volver de las siembras, oía un batir de
hachas, percutiendo con sonoro tableteo en
142
CENIZAS (1923)
HEMBRA (1994)
el contorno. ¡Y aquella saña olímpica de
Gómez cuando, al ganar el patio, hallara
derribado el árbol tutelar, aquel guachipilín
que tendía un brazo sobre el rancho en
símbolo de alianza!
—¿Qué hiciste salvaje? rugió a
Luis.
—Nada hombre. Que este árbol era
peligroso… ¿No oías en las noches un
ruidito como se oye al agitar esas cápsulas
con semillas secas?... Dice un caporal que
así es el ruido de las cascabeles. ¡Imagínate
una víbora, reptando por el árbol para
caernos encima!
—Qué hiciste, salvaje? rugió a
Luis.
—Nada hombre. Que este árbol era
peligroso.
¿No oías en las noches un ruidito
cascado como se oye al agitar esas cápsulas
con semillas desecadas? Pues dice el
caporal que así es el ruido de las
cascabeles. Imagínate un crótalo, reptando
por el árbol…
—Gómez sentía dolor y piedad.
Has derribado al Patriarca, rezongaba; pero
no tienes la culpa. “Perdónalos Señor…”
—Gómez sentía rabia y piedad.
—Has derribado al Patriarca –
rezongaba– Pero no tienes la culpa.
“Perdónalo Señor…”
Y así murió aquel viejo de tres
siglos. Arpa del viento y abrigo de nidadas.
De fijo ni un brote apuntara de la selva
circundante, cuando ya el guachipilín
tendía sus [313] cien brazos a las ínfulas
del viento. Ni chaparrones ni huracanes
desarraigaran su vital senilidad, para que
un día un granuja irreverente lleno de
miedo ordenase su muerte profanando esa
vejez gloriosa y tres veces centenaria.
Y así murió aquel viejo de tres
siglos. Arpa del viento y abrigo de nidadas.
Nunca más su corazón despertaríase a las
dianas de los polluelos felices. De fijo ni un
brote apuntara de la selva circundante,
cuando ya él tendía sus cien brazos a las
ínfulas del viento. Ni chaparrones ni
huracanes desarraigaran su viril senilidad,
para que un día un granuja irreverente lleno
de pánico ridículo ordenase su muerte
profanando esa vejez robusta y tres veces
centenaria.
Cuando Luis cabalgaba, era la
gloria. Una vez, delante de Gómez un zagal
sostenía el estribo al jinete novicio que,
Cuando Luis cabalgaba, era la
gloria. Una vez, delante de Gómez, un
zagal sostenía el estribo al jinete novicio
143
CENIZAS (1923)
aturdido, montaba del lado opuesto
torpemente.
[73]
—Por allí no, señor, le objetó el
mozo. Siempre por la izquierda.
—Animal, yo montó por donde me
da la gana. ¿Me vas a enseñar a mí? Y
azorado picó espuelas y se fue; pero en el
camino pensaba: decididamente, siendo
tan bestia, no es posible que me tomen en
cuenta mis esclavos.
—Debes hacerte un hombre, …
todo un campesino, – le decía Gómez. –Y
esto, ha de ensenártelo el maridaje con la
tierra. Si no, peligra tu señoril autoridad
con los jayanes.
HEMBRA (1994)
que, aturdido, montaba del lado opuesto
torpemente.
----------------
----------------
Una tarde estaban con Gómez junto
al río. Les interrumpió un rítmico tropel
que se acercaba por el vado. Un zagal pasó
con el ganado cerca de ellos. El mocito
descubrióse con uncioso respeto.
—Buenos días patrón.
—Buenos, Mateo. ¿A dónde vas
con los animales?
—No más, cerquita patrón, al
zacatal.
—Pero, ¿dónde está el zacatal que
no lo veo?
—Nomasito señor, tras esas peñas.
—Pero, ¿Eso es de la finca?
—Sí señor, hasta los guarumos.
Allí está el mojón del Paraíso.
Una tarde Luis y Gómez estaban
junto al río. Les interrumpió un rítmico
tropel que se acercaba por el vado. Un
pastor pasó con el ganado cerca de ellos. El
mocito descubrióse con uncioso respeto.
—Buenos días patrón.
—Buenos, Mateo. ¿A dónde vas
con los animales?
—No más cerquita patrón, al
zacatal.
—Pero, ¿dónde está el zacatal que
no lo veo?
—Nomasito señor, tras esas peñas.
—Pero, ¿eso es de la finca?
—Sí señor, hasta los guarumos.
Allí está el mojón del Paraíso. Aquello era
—Por allí no, señor – le objetó el
mozo. Siempre por la izquierda.
—Animal, yo montó por donde me
da la gana. ¿Me vas a enseñar a mí? Y
azorado picó espuelas y se fue; pero en el
camino pensaba: decididamente, siendo
tan torpe, no es posible que me tomen en
cuenta mis colonos.
—Debes hacerte un hombre……
todo un campesino, – le decía Gómez, – y
esto ha de ensenártelo el maridaje con la
tierra. Si no, peligra tu señoril autoridad
con los jayanes.
144
CENIZAS (1923)
Aquello era una revelación.
Siempre admiró esos prados verdegueantes
sin saber que eran suyos. Lo azoró su
ignorancia ante el pastor que sonreía con
malicia.
—No sabes lo que tienes, le dijo
Gómez, viéndolo confuso. –¡No conocía
sus tierras! Vagamente recordó otros
tiempos, cuando se midió la finca y cada
mañana se prometía asistir a la medida sin
lograrlo por aquella pereza! … su pavor
supersticioso ante la selva, especie de
nosofobia que le hacía presentir en cada
roce el contacto de un peligro. Por aquel
tiempo viera morir a un indígena mordido
de serpiente y desde entonces, jamás se
echaba al campo sin que un mozo le
precediese haciendo claros a filo de
machete en cada cerrazón de la maleza.
Pasó el tiempo. La finca medraba
en cultura y provecho. Donde antaño
fueran matorrales incultos, ahora se
extendía la geométrica pulcritud de las
siembras como [74] una loa verde al
esfuerzo redentor y fecundo. La finca era
un tesoro. Se levantó el chalet que soñara
Luis. Un estruendo mecánico violaba la
paz geórgica de las vegas. Trepidaban
motores y trapiches, glosando roncamente
un himno futurista. Las próvidas cosechas
ponían codicia a los graneros cuyos
vientres hinchábanse a la invasión copiosa
de los frutos. Un rumor de colmena
poblaba el ámbito salvaje otrora desolado.
HEMBRA (1994)
una revelación. Siempre admiró esos
prados verdegueantes sin saber que eran
suyos. Lo azoró su ignorancia ante el
pastor que sonreía con malicia.
—No sabes lo que tienes– le dijo
Gómez, viéndolo confuso. ¡No conocía sus
tierras! Vagamente recordó otros tiempos,
cuando se midió la finca y cada mañana se
prometía asistir a la medida sin lograrlo por
aquella su pereza por su pavor
supersticioso ante la selva, especie de
nosofobia que le hacía presentir en cada
roce el contacto de un peligro. [314] Por
aquel tiempo viera morir a un indígena
mordido de serpiente y, desde entonces,
jamás se echaba al campo sin que un mozo
le precediese haciendo claros a filo de
machete en cada cerrazón de la maleza.
Pasó el tiempo. La finca medraba
en cultura y provecho. Donde antaño
fueran matorrales incultos, ahora se
extendía la geométrica pulcritud de las
siembras como una loa verde al esfuerzo
redentor y fecundo. La finca era un tesoro.
Se levantó el chalet que soñaba Luis. Un
estruendo mecánico violaba la paz
geórgica de las vegas. Trepidaban dínamos
y motores, glosando roncamente un himno
futurista. Las próvidas cosechas ponían
codicia a los graneros cuyos vientres
hinchábanse a la invasión copiosa de los
frutos. Un rumor de colmena poblaba el
ámbito salvaje otrora desolado. Y, en los
145
CENIZAS (1923)
Y en los corrales ¡aquella diana matinal de
trinos, mugidos y relinchos recordando una
seráfica virtud de cepa franciscana que en
torno hubiese congregado toda una fauna
gárrula y feliz! Gómez sentíase renacer en
cada brote, en cada yema. El predio era una
irradiación de su individualidad. Su propio
sudor humedeció la tierra de los surcos y
ahora aquel humor acre y salino, aquellas
próceres fatigas, exhumábanse en granos
de oro y fuego, y él, optimista, imaginaba
en el oro y la escarlata de las pulpas, el
áureo relampagueo de su triunfo y el fuego
inmarcesible de la vida renovada.
Honradamente Luis no se sintiera
nunca solidario del triunfo y lo decía a
Gómez. –Te confieso, todo lo que hay aquí,
son obras tuyas. Tu energía templó mis
desalientos; tu ardor me ha da dado envidia
y entusiasmo; tu tenacidad me despertó
pudor y emulación. Quise imitarte, no
igualarte. ¡Hombre extraordinario, eres
más que mi hermano, eres mi padre. Tu
cuotidiana lección moral me ha renovado.
Olvidé el pasado. Ya soy otro, nuevo y
mejor! Y Gómez: –Hombre estás
trasfigurado! Y lo abrazaba radiante como
un padre que ve al hijo redimirse.
HEMBRA (1994)
corrales, aquella diana matinal de trinos,
mugidos y relinchos recordando una
seráfica virtud de cepa franciscana que en
torno hubiese congregado toda una fauna
gárrula y feliz. Gómez sentíase renacer en
cada brote, en cada yema. El predio era una
irradiación de su individualidad. Su propio
sudor humedeció la tierra de los surcos y,
ahora, aquel humor acre y salino, aquellas
próceres fatigas, exhumábanse en granos
de oro y fuego, y él, optimista, imaginaba
en el oro y la escarlata de las pulpas, el
áureo relampagueo de su triunfo y el fuego
inmarcesible de la vida renovada.
Honradamente Luis no se sintiera
nunca solidario del triunfo y lo decía a
Gómez.
—Te confieso, todo lo que hay
aquí, son obras tuyas. Tu energía templó
mis desalientos; tu ardor me ha da dado
envidia y entusiasmo; tu tenacidad me
despertó pudor y emulación. Quise
imitarte,
no
igualarte.
Hombre
extraordinario, eres más que mi hermano,
eres mi padre. Tu cotidiana lección moral
me ha renovado. Olvidé el pasado. ¡Ya soy
otro, nuevo y mejor!
Y Gómez:
—Hombre, ¡estás trasfigurado!
Y lo abrazaba radiante como un
padre que ve al hijo redimirse.
----------------
----------------
146
CENIZAS (1923)
Luis conoció a Mariana en una
fiesta de la Asunción. Entraba al pueblo
como un Cid caracoleando el potro alazán
en las esquinas cuando, al pasar frente al
hotel, un lindo rostro de maja le sonrió tras
una ventana. La visión se le filtró en el
alma con un extravío de locura. Entróse en
el hotel y, apeándose, con paso fanfarrón al
que coreaba el retintín de las espuelas,
enfiló un corredor, husmeando en las
puertas de los cuartos. En la cantina
algunos hombres charlaban en redor de una
mesa sembrada de botellas. Eran finqueros
del contorno. Luis reconoció a Cepeda en
el corrillo y lo llamó aparte febrilmente. El
aludido siguió a Luis hasta un pasillo
donde el otro, temblando de inquietud, con
timidez infantil le interrogó:
HEMBRA (1994)
Luis conoció a Mariana en una
fiesta de la Asunción. Entraba al pueblo
como un Cid caracoleando el potro alazán
en las esquinas cuando, al pasar frente al
hotel, un lindo rostro de maja le sonrió tras
una ventana. La visión se le filtró en el
alma con un extravío de locura. Entróse en
el hotel y, apeándose, con paso fanfarrón al
que coreaba el retintín de las espuelas,
enfiló un corredor, husmeando en las
puertas de los cuartos. En la cantina
algunos hombres charlaban en derredor de
una mesa sembrada de botellas. Eran
finqueros del contorno. Luis reconoció a
Zepeda en el corrillo y lo llamó aparte,
febrilmente. El aludido siguió a Luis hasta
un pasillo donde el otro, [315] temblando
de inquietud, con timidez infantil le
interrogó:
—¿Quién es esa mujeraza que vi aquí?
—¿Quién es esa mujeraza que vi
aquí?
—Pero ¿Ese es tu saludo, cafre?
¿De qué mujer hablas? ¿Mariana, la
española?
—No sé… No la conozco… La vi
pasar por las ventanas. Una maravilla…
¿La conoces?
—Claro, Mariana. Un monumento;
pero, ¿tú no la conocías? Ya estuvo aquí
otra vez. Tenía este hotel…
—Bueno, y qué más?
[75]
—Qué sé yo, sólo sé que es guapa.
—¿Soltera, viuda, casada?
—¿Pero ese es tu saludo, cafre? ¿De qué
mujer hablas? ¿Mariana, la mexicana?
—No sé… No la conozco… La vi
pasar por las ventanas. Monumento… ¿La
conoces?
—Claro, Mariana. Un monumento;
pero, ¿tú no la conocías? Ya estuvo aquí
otra vez. Tenía este hotel…
—Bueno, ¿y qué más?
—Qué sé yo! Solo sé que es guapa.
—¿Soltera, viuda, casada?
147
CENIZAS (1923)
—No, divorciada. No sé... unos
enredos… Ahora viene de Méjico. Quiere
instalarse aquí de nuevo. ¡Caray! Una de
líos que va a haber…
Pero Luis ya no lo oía. En su mente
hirvió un tumulto de ideas y de frases.
Española… divorciada… bonita. Un
relámpago de belleza pasábale nimbando
la ominosa nublazón de su vida salvaje.
Mariana irradiábale con un hechizo gitano,
relámpago de sol y de locura; visión cálida
mecida en un sollozo de guitarras enfermas
de musulmana languidez. Una idea se
fijaba, se aguzaba, e imponía en su mente:
hacerla su querida. Pensó: cueste lo que
cueste será mía y estuvo muchos días sin
asomarse por la finca.
De entonces menudearon sus
visitas al poblacho. La cosa más pueril
brindábale pretexto para un viaje. Cada día
galopaba leguas en busca de la hembra y
llegó el tiempo en que salía a diario para
verla. Como ante el amigo, encerrado
siempre como un fraile en su Cartuja, le
azoraran sus excursiones cuotidianas,
explotó luego una ridícula estrategia.
Esperaba a que Gómez se durmiese para
salir furtivamente volviendo al filo de la
aurora. Aquella pasión era un relapso de su
pretérita lujuria. Su fiebre carnal le abría
cimas dolorosas en que él, escudriñado,
adivinaba el pasado turbio y vergonzoso.
Una vida equívoca…Y comenzó para él la
clásica tortura de los celos retrospectivos.
HEMBRA (1994)
—No, divorciada. No sé... unos
enredos… Ahora viene de México. Quiere
instalarse aquí de nuevo. ¡Caray! Una de
líos que va a haber…
Pero Luis ya no lo oía. En su mente
hirvió un tumulto de ideas y de frases.
Mexicana… divorciada… bonita. Un
relámpago de belleza pasábale nimbando
la ominosa nublazón de su vida salvaje.
Mariana irradiábale con un hechizo gitano,
relámpago de sol y de locura; fricción
cálida mecida en un sollozo de guitarras
enfermas de criolla languidez. Una idea se
fijaba, se aguzaba e imponía en su mente:
hacerla su querida. Pensó: Cueste lo que
cueste será mía. Y estuvo muchos días sin
asomarse por la finca.
Desde entonces menudearon sus
visitas al poblacho. La cosa más pueril
brindándole pretexto para un viaje. Cada
día galopaba leguas en busca de la hembra
y llegó el tiempo en que salía a diario para
verla. Como ante el amigo, encerrado
siempre en la finca como un fraile en su
convento, le azoraran sus excursiones
cotidianas, explotó luego una táctica
manida. Esperaba a que Gómez se
durmiese para salir furtivamente volviendo
al filo de la aurora. Aquella pasión era un
relapso de su erotismo juvenil. Su ídolo
actual abríale en el alma cimas dolorosas
en que él, escudriñando, adivinaba el
pasado turbio y vergonzoso. Una vida
equívoca…Y comenzó para él la clásica
148
CENIZAS (1923)
Le obsedía el pasado tenazmente y así, en
el amante nació el redentorista.… La
llevaría a la finca; pero un muro fatal
cortaba el optimismo de sus planes:
Gómez! temía la explicación con aquel
hombre tan meticuloso y puritano. ¡Qué
sorpresa cuando Luis le contase su
proyecto. Por más que ya Gómez
sospechara ante la defección del
compañero, cuyo olvido lo había puesto
huraño y taciturno.
HEMBRA (1994)
tortura de los celos retrospectivos. Le
obsedía el pasado amargamente y así, en el
amante nació el redentorista…
La llevaría a la finca, proyectaba;
pero un muro fatal cortaba el optimismo de
sus planes: ¡Gómez! Temía la explicación
con aquel hombre tan meticuloso y
puritano. ¡Qué sorpresa cuando Luis le
contase su proyecto! Por más que ya
Gómez sospechara ante la defección del
compañero, cuyo olvido lo había puesto
huraño y taciturno.
[316]
En la mesa, cuando por excepción
comían juntos, apenas se cruzaban palabra.
Luis evadía las ocasiones de estar solos;
pero las cosas hacíanse tan tensas que él
mismo, exasperado un día, se abocó al
peligro:
—Gómez, te debo una explicación.
Me conduzco mal contigo.
Y el otro, entre irónico y
sorprendido:
—No lo veo. El gran don Luis de
siempre…
—¿Te burlas? Puedes hacerlo,
puedes hacer más. Mi conducta es desleal;
pero… tú debes disculpar… Tú
comprendes… En fin, eres como mi padre
y debo decírtelo todo. Tú comprendes…
esta vida en el monte, solos, con nuestros
años…en fin, que tengo una querida.
En la mesa, cuando por excepción
comían juntos, apenas se cruzaban palabra.
Luis evadía las ocasiones de estar solos;
pero las cosas hacíanse tan tensas que él
mismo, exasperado un día, se abocó al
peligro:
—Gómez te debo una explicación.
Me conduzco mal contigo.
Y el otro entre irónico y
sorprendido: –No lo veo. El gran don Luis
de siempre…
—Te burlas? Puedes hacerlo,
puedes hacer más. Mi conducta es de
granuja; pero… tú debes disculpar… tú
comprendes… en fin, eres como mi padre
y
debo
decírtelo
todo.
Tú
comprendes…esta vida en el monte, solos,
con nuestros años…en fin, que tengo una
querida.
—Lo suponía.
—Lo suponía.
149
CENIZAS (1923)
HEMBRA (1994)
—Pero, es que te abandono… Casi
no vivo aquí y claro, esto no ha de seguir
así. No puede seguir así y… no hay
solución, o si la habría… trayendo aquí a la
muchacha. Tú permitirías –y al decir esto
temblaba como un colegial, a quien se ha
descubierto la primera calaverada.
—Pero, es que te abandono… Casi
no vivo aquí y, claro, esto no ha de seguir
así. No puede seguir así y… no hay
solución, o si la habría… trayendo aquí a la
mujer. Tú permitirías…
Y al decir esto temblaba como un
colegial que confiesa la primera
calaverada.
Gómez sonreía, mientras el otro
evocaba esa suprema avidez de algunos
reos a punto de oír la sentencia.
—Y ¿quién es tu querida?
—No la conoces… O… tal vez…
Ella estuvo antes por aquí y como tú llevas
tiempo de trajinar por estas fincas…
—¿Y quién es ella?
—Una mexicana así… pero
guapa… Se llama Mariana.
—¿Una morena de grandes ojos
que tuvo hotel en Panán?
—La misma. Ahora viene de
México. Dice que fue casada… Un
divorcio…; ¡qué sé yo! Una mujer así…
ligera ¿comprendes? Pero uno se
inquieta…
Jadeaba y sufría y, a modo de
reticencia, sesgó:
—Pero, ¿tú la conoces?
[317]
—Y ella… ¿No te ha hablado de
mí?
—No, no ha habido ocasión pero…
¡tú debes conocerla!
[76]
Gómez sonreía, mientras el otro
evocaba esa suprema avidez de algunos
condenados a punto de oír la sentencia.
—Y ¿Quién es tu querida?
—No la conoces… O… tal vez…
Ella estuvo antes por aquí y como tú llevas
tiempo de trajinar por estas fincas…
—Y quién es ella?
—Una española así… pero
guapa… Se llama Mariana.
—Una morena de grandes ojos que
tuvo hotel en Panán?
—La misma. Ahora viene de
Méjico. Dice que fue casada… Un
divorcio… qué sé yo. Una mujer así…
ligera ¿comprendes? Pero uno se
inquieta… Jadeaba y sufría y, a modo de
reticencia, sesgó:
—Pero, ¿tú la conoces?
—Y ella… ¿no te ha hablado de
mí?
—No, no ha habido ocasión pero
¡tú debes conocerla!
150
CENIZAS (1923)
—Claro, ¿quién no conoce a una
hotelera? luego, en Panán. Allí parábamos
todos. –También el otro evadía desviando
la plática, impaciente:
HEMBRA (1994)
—Claro, ¿quién no conoce a una
hotelera? Luego, en Panán, allí parábamos
todos.
También el otro evadía desviando
la plática, impaciente:
—Y ¿quieres traerla aquí?
—Si tú permitieras…
Gómez tenía algo que le opacaba la
voz. Acodado a la mesa, con el mentón
sobre la palma de mano, quedóse
pensativo, absorto, lejano.
Luego dijo:
—¿Cuánto hace que es tu querida?
Antes no me dijiste nada. ¿Cómo la
conociste?
—Fue en Panán, en la fiesta de la
Asunción. En el hotel, charlamos, bailamos
y después… claro con una mujer así…
—Y quieres traerla aquí?
—Si tú permitieras…
Gómez tenía algo que le opacaba la
voz. Acodado a la mesa, con el mentón
sobre la palma de mano, quedóse
pensativo, absorto, lejano. Luego dijo:
—¿Cuánto hace que es tu querida?
Antes no me dijiste nada. ¿Cómo la
conociste?
—Fue en Panán, en la fiesta de la
Asunción. Estaba en el hotel, charlamos,
bailamos y después… ¡claro, con una
muchacha así…
[77]
—Sería mejor dejar eso. No vale la
pena. Es ridículo darse de bruces con la
primera mujerzuela… con una de esas… Y
ahora que todo marcha bien. Así no
haremos nada en firme.
Pero tú, hombre del siglo y con esas
gazmoñerías de beata ¿qué mal hay en que
yo tenga una mujer? Todo hombre la tiene
y luego, que la traiga aquí? No veo el
pecado…
Entonces Gómez alzó el rostro
palidecido, la frente henchida de recuerdos
y lento, solemne, dijo:
—¿Quieres mucho a esa mujer?
—Sería mejor dejar eso. No vale la
pena. Es ridículo darse de bruces con la
primera mujer… con una de esas… Y
ahora que todo marcha bien. Así no
haremos nada en firme.
Pero tú, hombre del siglo y con esas
gazmoñerías, ¿qué mal hay en que yo tenga
mujer? Todo hombre la tiene y luego, que
la traiga aquí… No veo el pecado.
Entonces Gómez alzó el rostro
palidecido, la frente henchida de recuerdos
y lento, solemne, dijo:
—¿Quieres mucho a esa mujer?
151
CENIZAS (1923)
—Sí.
—¿No podrías pasártela sin ella?
—No.
—¿Estás resuelto traerla a la finca?
HEMBRA (1994)
—Sí.
—¿No podrías pasártela sin ella?
—No.
—¿Estás resuelto a traerla a la
finca?
—No
impedírmelo.
tienes
razón
—No
tienes
razón
para
impedírmelo.
[318]
—Bien, tráela, pero yo me iré de
aquí.
—¿Tú?
—Irrevocablemente. No intentes
impedírmelo. No desisto. Me conoces.
—Pero estamos ligados…
—No. Las tierras son tuyas, todo es
tuyo…
A Luis lo ahogaban el dolor y el
remordimiento. Fue hacia el amigo como
un hijo hacia el padre y abrazándolo, decía:
—No Gómez, nunca. Perdona…
No es para tanto. Tú eres violento. No
comprendo que tú…
Gómez ya no lo oía. Volvióse desde
la puerta para decir:
—Ni me reclames ni me preguntes
más.
Y salió más grave y taciturno que la
noche.
para
—Bien, tráela, pero yo me iré de
aquí.
—¿Tú?
—Irrevocablemente. No intentes
impedírmelo. No desisto. Me conoces.
—Pero, estamos ligados…
—No. Las tierras son tuyas, todo es
tuyo…
A Luis lo ahogaba el dolor y el
remordimiento. Fue hacia el amigo como
un hijo al padre y abrazándolo, decía: –No
Gómez, nunca. Perdona… No es para
tanto. Tú eres violento. No comprendo que
tú…
Gómez ya no lo oía. Volvióse desde
la puerta para decir: –ni me recrimines ni
me preguntes más. Y salió más grave y
taciturno que la noche.
---------------Luis no le creía. Pensaba: Su
violencia es sólo una estratagema para
disuadirme. Mañana será el buenazo de
Luis no le creía. Pensaba: Su
violencia es sólo una estratagema para
disuadirme. Mañana será el buenazo de
152
CENIZAS (1923)
siempre. Y se echó sobre una hamaca
ofuscado, [78] derrengado, miserable… Ya
una duda, una cosa vaga y posible, una
cosa tenaz y dolorosa le mordía el corazón.
HEMBRA (1994)
siempre. Y se echó sobre una hamaca
ofuscado, derrengado, miserable… Ya una
duda, una cosa vaga y posible, una cosa
tenaz y dolorosa le mordía el corazón.
----------------
Al día siguiente se juntaron
desayunando en el comedor. Ambos
estaban silenciosos y esquivos. Se
temían… Hundían los ojos en las tazas
humeantes por no verse; pero Luis tenía
una angustiosa inquietud que lo ahogaba y
rompió el silencio.
—Óyeme. Dirás que soy necio
pero… Tú, anoche, no me oías. Quiero
aludirme a…
El otro lo vio con impaciencia.
—Pues bien, seguía Luis, dices que
te irás de la finca si viene esa mujer; pero,
yo no puedo separarme de ti.
¿Comprendes? No debo, no quiero. Lo que
tengo ahora, lo debo a ti. Has sido mi padre
y tú vales más que una mujer; pero ¿no
comprendes que este celibato en pleno
trópico nos mata? Y luego, yo quisiera… si
tú fueras más amplio conmigo… ¿No
comprendes? A ti mismo puede sucederte:
Te encuentras con alguna y … yo te juro,
por mis huesos, que no vería en eso nada
malo ni imitaría tu actitud de ahora. A
menos que tú… en fin… que alguna cosa
singular…
Al día siguiente, se juntaron
desayunando en el comedor. Ambos
estaban silenciosos y esquivos. Se
temían… Hundían los ojos en las tazas
humeantes por no verse; pero Luis tenía
una angustiosa inquietud que lo ahogaba y
rompió el silencio.
—Óyeme. Dirás que soy necio
pero… tú, anoche, no me oías. Quiero
aludirme a…
El otro lo vio con impaciencia.
—Pues bien, –seguía Luis–, dices
que te irás de la finca si viene esa mujer;
pero, yo no puedo separarme de ti.
¿Comprendes? No debo, no quiero. Lo que
tengo ahora, lo debo a ti. Has sido mi padre
y tú vales más que cualquier mujer, pero
¿no comprendes [319] que este celibato en
pleno trópico nos mata? Y luego yo
quisiera… si tú fueras más amplio
conmigo… ¿No comprendes? A ti mismo
puede sucederte: Te encuentras con alguna
y … yo te juro, por mis huesos, que no
vería en eso nada malo ni imitaría tu actitud
de ahora. A menos que tú… en fin… que
alguna cosa singular…
153
CENIZAS (1923)
Gómez lo acechaba jadeante. Las
últimas palabras le bordearon la herida.
¿Qué me quieres decir? repuso
palideciendo.
El otro titubeaba antes de soltar la
gran perfidia y, en una inhibición de la
voluntad, sin querer, como si una presión
interna le sacara las frases, dijo: –
¿Hombre, claramente, que no comprendo
tu intransigencia? Salvo que tengas algún
motivo especial contra Mariana. Y el otro,
demudándose:
HEMBRA (1994)
Gómez lo acechaba jadeante. Las
últimas palabras le bordearon la herida.
¿Qué me quieres decir? –repuso
palideciendo.
El otro titubeaba antes de soltar la
gran perfidia y, en una inhibición de la
voluntad, sin querer, como si una presión
interna le sacara las frases, dijo:
—Hombre, claramente, que no
comprendo tu intransigencia. Salvo que
tengas algún motivo especial contra
Mariana.
Y el otro, demudándose:
—¿Es decir, que sospechas…?
—Casi…casi…
Gómez sintió restallar en el alma el
fustigazo temido. Se aproximó y con voz
que la emoción hacía opaca, musitó:
—Bien. Pues sí… esa mujer en otro
tiempo… y claro, a ti te molestaría ahora…
Luis estalló, con piadosa ironía que
disfrazaba su dolor:
—¡Esto es otra cosa! Entonces,
tienes razón. ¡De habérmelo dicho antes!…
Naturalmente, a ti es a quien molestaría
verla conmigo. Al fin, fue tuya y… nunca
se olvida del todo. Hay recuerdos… tienes
razón. El pasado…
El adversario sintió el rasguño en su
fibra más vulnerable.
—¿Es decir, que sospechas?
—Casi casi…
Gómez sintió restallarle en el alma
el fustigazo temido. Se le aproximó y con
voz que la emoción hacía opaca, musitó:
—Bien. Pues sí… esa mujer en otro
tiempo… y a ti te molestaría ahora…
Luis estalló, con piadosa ironía que
disfrazaba su dolor: –¡Esto es otra cosa!
Entonces, tienes razón. ¡De habérmelo
dicho antes!… Naturalmente, a ti es a
quien molestaría verla conmigo. Al fin fue
tuya y… nunca se olvida del todo. Hay
recuerdos… tienes razón. El pasado…
El adversario sintió el rasguño en su
fibra más vulnerable.
[79]
—No seas niño. Pero, si es por ti,
precisamente…
—No seas niño. Pero, si es por ti,
precisamente…
154
CENIZAS (1923)
—¿Por mí? Bah! Y tú ¿por qué
niegas que te molestaría? Es tan natural si
la quisiste. ¡Una cosa muy humana!
—No seas niño. A mí, ¿qué me
importa? Te lo juro. Ya pasó. Con esas
mujeres así, tu comprendes… son la
aventura fácil; el capricho de una hora; el
enredo por higiene, en fin, la hembra. Pero
tú… lo hago por ti… Estoy seguro de que,
a pesar de tus pujos de hombre amplio y
moderno, te dolería. Ya tú lo dijiste: Hay
recuerdos y habría sombras, Yo sería esa
sombra entre la dicha de ustedes. El
pasado…
HEMBRA (1994)
—¿Por mí? ¡Bah! y tú, ¿por qué
niegas que te molestaría? Es tan natural si
la quisiste… ¡Una cosa muy humana!
—No seas niño. A mí, ¿qué me
importa? Te lo juro. Ya pasó. Con esas
mujeres así, tu comprendes… El enredo
por higiene, en fin, la hembra. Pero tú… Lo
hago por ti… Estoy seguro de que, a pesar
de tus pujos de hombre amplio y moderno,
te dolería. Ya tú lo dijiste: Hay recuerdos y
habría sombras. Yo sería esa sombra entre
la dicha de ustedes. El pasado…
[320]
—Psh… No creas. Es más fácil que
tú le temas al presente. Al fin… si la
quisiste …
—Pues bien, te probaré que no.
Tráela si quieres, si tú no temes al
pasado…
Ambos
sonreían
falsamente
forzando un gesto entre burlón y desdeñoso
ante su mutuo desafío y ambos sintieron
romperse en ese instante algo muy noble,
muy hondo y sutilísimo que hasta entonces
se había tendido entre los dos, ligándose las
almas. Ya lo separaba algo, algo intangible,
pero enorme. Y eso más vasto que el mar y
más vano que las sombras: ¡La hembra! El
uno era el presente y el otro era el pasado y
sin embargo, se temían…
Pero ¿quién de los dos temía más?
—¡Psh!… No creas. Es más fácil
que tú le temas al presente. Al fin… si la
quisiste …
—Pues bien, te probaré que no.
Tráela si quieres, si tú no temes al
pasado…
Ambos
sonreían
suspicaces
forzando un gesto entre burlón y desdeñoso
ante su mutuo desafío y ambos sintieron
romperse en ese instante algo muy hondo,
noble y sutilísimo que hasta entonces se
había tendido entre los dos, ligándoles las
almas. Ya lo separaba algo, algo intangible,
pero enorme. Y eso más hondo que el mar
y más vano que las sombras: ¡la hembra! El
uno era el presente y el otro era el pasado y
sin embargo, se temían…
Pero ¿quién de los dos temía más?
155
156
Introduction — Introducción en tesis de William Lloyd Felker, 1973
NOTA:
Un ejemplar de la “Cubierta”, “Portada”, “Introducción”, capítulos 3 y 9, y el “Apéndice” de
la tesis, fue gentilmente proporcionado en formato digital, durante fechas 17 y 28 de agosto
de 2020, por el señor José Miguel Galindo, Encargado de la Biblioteca del Centro de
Investigaciones Regionales de Mesoamérica (Cirma), ubicado en la ciudad de Antigua
Guatemala. El suscrito queda enormemente agradecido con él por su valiosa ayuda.
El Señor de Bulbuxyá: A study of the life and Works of Flavio Herrera.
Transcripción textual de páginas [1] a [22]. Traducción libre del inglés al español.
157
Versión original en inglés 1973
Traducción libre al español 2020
[1]
[1]
Introduction
Introducción
[2]
[2]
The milieu into which Flavio
Herrera was born during the last decade of
the 19th century offered little promise or
opportunity for greatness. Guatemala had
not made significant progress from a
feudal social since colonial times. After
gaining its independence, the country
became a victim of conflicts between
Liberals and Conservatives, and was ruled
unenlightened dictators who failed to
develop sound national policies. The
majority of the approximately two million
inhabitants were Indians who were
excluded from active political life by
minority mestizo and white groups, who in
Central America are called the ladinos.
The economy was essentially agrarian.
The rise of coffee toward the end of the
century precipitated an expansion of the
landed aristocracy and the coercion of
large numbers of Indians into the labor
force the first time since the conquest.
El medio en el que nació Flavio
Herrera durante la última década del siglo
XIX ofrecía pocas promesas u
oportunidades de grandeza. Guatemala no
había logrado avances significativos de
una sociedad feudal desde la época
colonial. Después de obtener su
independencia, el país se convirtió en
víctima de conflictos entre liberales y
conservadores, y fue gobernado por
dictadores no ilustrados que no lograron
desarrollar políticas nacionales sólidas. La
mayoría de los aproximadamente dos
millones de habitantes eran indios que
fueron excluidos de la vida política activa
por grupos minoritarios mestizos y
blancos, que en Centroamérica se llaman
ladinos. La economía era esencialmente
agraria. El auge del café hacia fines de
siglo precipitó una expansión de la
aristocracia terrateniente y la coerción de
un gran número de indígenas en la fuerza
laboral por primera vez desde la conquista.
Antes del boom cafetero, las
exportaciones de Guatemala habían sido
insignificantes. El tinte, el algodón, el
tabaco y el cacao se vendían en el exterior
en pequeñas cantidades, pero no se
cultivaba ni se extraía del suelo ningún
producto importante que pudiera servir
como base para una economía estable. La
exportación más lucrativa, el tinte de
cochinilla, comenzó a enfrentarse a la dura
Prior to the coffee boom,
Guatemala’s
exports
had
been
insignificant. Dye, cotton, tobacco and
cacao were sold abroad in small quantities,
but no single major product was grown or
extracted from the soil which could serve
as the basis for a stable economy. The
most lucrative export, cochineal dye,
began to meet stiff competition from
European artifical dyes around 1860, and
158
Versión original en inglés 1973
an all time low of cochineal prices on the
world market was reached in 1863. 208
Reports about the success of coffee in
Costa Rica began to circulate and
stimulated speculation by its northern
neighbors. At the close of the dictatorship
of Rafael Carrera in 1865, [3] the liberal
Justo Rufino Barrios began encouraging
experiments in coffee planting in western
Guatemala. Continuing economic pressure
brought tangible results, and coffee
exports rose from 95 quintales in 1855 to
113,000 by 1870. 209
Traducción libre al español 2020
competencia de los tintes artificiales
europeos alrededor de 1860, y en 1863 se
alcanzó un mínimo histórico de precios de
la cochinilla en el mercado mundial. 208
Los informes sobre el éxito del café en
Costa Rica comenzaron a circular y
estimularon la especulación de sus vecinos
del norte. Al final de la dictadura de Rafael
Carrera en 1865, [3] el liberal Justo Rufino
Barrios comenzó a fomentar experimentos
en la siembra de café en el occidente de
Guatemala. La presión económica
continua trajo resultados tangibles y las
exportaciones de café aumentaron de 95
quintales en 1855 a 113.000 en 1870. 209
En la Revolución Liberal de 1871,
empresarios y plantadores se hicieron
cargo del gobierno. Bajo la dirección del
ex promotor del café Justo Rufino Barrios
(1873–1885), los liberales intentaron
construir una nación próspera sobre la base
de la exportación agrícola. Dado que el
café era el producto lógico de exportación,
Barrios jugó un papel decisivo en la
promulgación de una serie de decretos y
leyes que abrieron el camino para su
desarrollo.
En este punto de la historia, el
indígena guatemalteco vivía en un
aislamiento
relativamente
tranquilo.
Durante los siglos XVI y XVII,
desastrosos desde el punto de vista
In the Liberal Revolution of 1871,
business men and planters took over the
government. Under the former coffee
promoter Justo Rufino Barrios (1873–
1885), the Liberals attempted to build a
prosperous nation on an agricultural
export basis. Since coffee was the logical
product for export, Barrios was
instrumental in promulgating a series of
decrees and laws to open the way for its
development.
At this point in history, the
Guatemalan Indian was living in relatively
undisturbed isolation. During the
culturally disastrous sixteenth and
seventeenth centuries, when tribal
Nota de Felker a pie de página: 1 Frank G. Dawson, “Labor Legislation and Social Integration in Guatemala:
1871–1944,” American Journal of Comparative Law, 14 (1965), p. 128.
209
Nota de Felker a pie de página: 2 Sanford A. Mosk, “Coffee Economy of Guatemala, 1850–1918:
Development and Signs of Instability,” Inter–American Economic Affairs, 9, No. 3 (Winter 1955), p. 10.
208
159
Versión original en inglés 1973
independence had been effectively broken
by repartimiento practices, the Indian had
been subject to harsh labor restrictions and
became, for all practical purposes, serfs, if
not slaves of the Spanish. In 1720, the
labor pattern of the two preceding
centuries was declared illegal. The Maya
and other groups were freed from many of
the bonds which tied them to the colonial
system, and they began to return to a way
of life not dissimilar from that of their pre–
Columbian ancestors. While the Indian did
not become a free man, he was permitted
to a large degree to live unmolested in his
villages.
Traducción libre al español 2020
cultural, cuando las prácticas de
repartimiento habían roto la independencia
de las tribus, el indio había estado sujeto a
duras restricciones laborales y se
convirtió, a todos los efectos prácticos, en
siervo, si no en esclavo, de los españoles.
En 1720 se declaró ilegal el patrón laboral
de los dos siglos precedentes. Los mayas y
otros grupos se liberaron de muchos de los
lazos que los unían al sistema colonial y
comenzaron a regresar a una forma de vida
no muy diferente a la de sus antepasados
precolombinos. Si bien el indio no se
convirtió en un hombre libre, se le
permitió en gran medida vivir sin ser
molestado en sus aldeas.
[4]
La independencia de Guatemala,
un siglo después, eliminó la protección
real de la corona española. Los ladinos
hicieron algunos intentos para apoderarse
de las prósperas propiedades comunales
indígenas. 210 Las versiones del peonaje
por deudas o el trabajo forzoso
continuaron oprimiendo tribus y aldeas
dispersas, como durante el período
colonial, pero la economía del país había
estado decayendo desde finales del siglo
XVIII y no había demanda de mano de
obra india. Frank Griffith Dawson, uno de
los comentaristas más perspicaces de este
período, describió la situación del indio
antes de la llegada del café como una de
relativa paz y seguridad:
[4]
Guatemalan
independence
a
century later removed the royal protection
of the Spanish crown. Some attempts were
made by ladinos to take over the
prosperous Indian communal holdings. 210
Versions of debt peonage or forced labor
continued to oppress scattered tribes and
villages, as during the colonial period, but
the economy of the country had been
declining since end of the eighteenth
century, and Indian labor was not in
demand. Frank Griffith Dawson, one of
the more perceptive commentators on this
period, described the situation of the
Indian before the advent of coffee as one
of relative peace and security:
210
Nota de Felker a pie de página: 3 Erik R. Wolf, Sons of the Shaking Earth (Chicago: University of Chicago
Press, 1959), p. 246.
160
Versión original en inglés 1973
Traducción libre al español 2020
Relatively free of stringent
institutionalized control, Indians
withdrew into a deep cultural
isolation,
building
up
psychological defenses which,
while shutting out the abusive
white world that had stolen their
freedom, would enable it to coexist
with it. Since there was no pressing
need for Indian labor, physical
contact with whites could also be
kept at a minimum. ... Indians,
except for occasional military or
road service, were free to tend their
own crops on village communal
lands. 211
Relativamente libres de un estricto
control institucionalizado, los
indígenas se retiraron a un
profundo aislamiento cultural,
construyendo
defensas
psicológicas que, al tiempo que
excluían al abusivo mundo blanco
que les había robado la libertad, le
permitirían coexistir con él. Dado
que no había una necesidad urgente
de mano de obra india, el contacto
físico con los blancos también
podía mantenerse al mínimo. ...
Los indios, a excepción del
ocasional servicio militar o de
carreteras, eran libres de cultivar
sus propios cultivos en las tierras
comunales de las aldeas. 211
The Indians’ isolation came to an
abrupt end. Rufino Barrios began his
attack on the socioeconomic structure in
1871 by confiscating church lands and
authorizing the sale of state lands to
private parties. When coffee planting was
encouraged in these areas, exports were up
sharply by December of 1873. 212
El aislamiento de los indígenas
terminó abruptamente. Rufino Barrios
inició su ataque a la estructura
socioeconómica en 1871 al confiscar
tierras de la iglesia y autorizar la venta de
tierras estatales a particulares. Cuando se
fomentó la plantación de café en estas
áreas, las exportaciones aumentaron
drásticamente en diciembre de 1873. 212
Varios años más tarde, el café
quedó exento de impuestos a la
exportación. En enero de 1877, las tierras
comunales se vieron amenazadas por un
decreto que requería que las aldeas
Several years later, coffee was
exempted from export taxes. In January of
1877, communal lands were threatened by
a decree which required Indian villages to
prove ownership of, or obtain title to, [5]
211
212
Nota de Felker a pie de página: 4 Dawson, p. 126.
Nota de Felker a pie de página: 5 Ibid., p. 129
161
Versión original en inglés 1973
their lands. Since many of the more
isolated Indian tribes did not speak
Spanish, and knew practically nothing
about law, their communal property was
easy prey to the prospective finqueros.
Another decree, the Reglamento de
Jornaleros, completed the necessary legal
framework for the coffee economy. The
Reglamento made debt peonage and
forced labor more viable and local
political bosses were directed to insure
that workers were provided to private
persons in need of labor. 213
Traducción libre al español 2020
indígenas probaran la propiedad u
obtuvieran títulos de propiedad [5] de sus
tierras. Dado que muchas de las tribus
indígenas más aisladas no hablaban
español y no sabían prácticamente nada de
leyes, su propiedad comunal era presa fácil
de los posibles finqueros. Otro decreto, el
Reglamento de Jornaleros, completó el
marco legal necesario para la economía
cafetera. El Reglamento hizo que el
peonaje por deudas y el trabajo forzoso
fueran más viables y se ordenó a los jefes
políticos locales que aseguraran que los
trabajadores fueran proporcionados a
personas privadas que necesitaran mano de
obra. 213
Las exportaciones de café se
duplicaron entre 1873 y 1880. 214 El
número de trabajadores indios forzados a
esta
producción
aumentó
proporcionalmente. Dawson pudo haber
estado subestimando la situación cuando
escribió que “en el momento de la muerte
de Barrios en 1885, sus esfuerzos
legislativos habían llevado a la nueva
cultura india a un agudo conflicto con la
civilización y los valores ladinos,
amenazando gran parte del ... aislamiento
protector de los indígenas”. 215 Este punto
de vista se confirma en estudios del
antropólogo Oliver La Farge, quien afirma
que el boom cafetero renovó el conflicto
cultural del período de la conquista, quizás
Coffee exports doubled between
1873 and 1880. 214 The number of Indian
workers forced into this production
increased proportionately. Dawson may
have been understating the situation when
he wrote that “by the time of Barrios’
death in 1885 his legislative efforts had
brought the new Indian culture into sharp
conflict with ladino civilization and
values, menacing much of the Indian’s
protective … isolation”. 215 This view is
confirmed in studies by the anthropologist
Oliver La Farge, who claims that the
coffee boom renewed the cultural conflict
of the conquest period, perhaps with even
213
Nota de Felker a pie de página: 6 Ibid., pp. 129–130.
Nota de Felker a pie de página: 7 Mosk, p. 10.
215
Nota de Felker a pie de página: 8 Dawson, p. 132.
214
162
Versión original en inglés 1973
more devastating effect. 216 To a very large
degree, the methods used by Barrios to
‘achieve monocultural stability intensified
the feudalism which had characterized
Guatemala since Alvarado. A new
latifundia was created which by its size
and purpose compared with the colonial
system. A racially distinct labor force
widened the social and cultural gap
between the ladino and the Indian. [6]
When Flavio Herrera wrote about the
cultural crisis of Guatemala in the 1920’s
there were already fears of a caste war
spreading through the countryside, for
Indian revolts were causing a reassessment
of the coffee laws and their effects. The
question of biological superiority of
certain racial groups was in its infancy
during the liberal reforms in Guatemala,
but the consequences of the return to
feudalism coincided some forty years later
with a vogue of racial and cultural
determinism. The interaction of these
elements formed the ideology not only of
Herrera, but also of a large number of his
contemporaries. The seriousness with
which these Guatemalan intellectuals
accepted their task is understandable since
in Guatemala, whites made up less than 5
percent of the population. In fact, the
whites and mestizos combined were still a
minority in their own land.
Traducción libre al español 2020
con efectos aún más devastadores. 216
En gran medida, los métodos utilizados
por Barrios para lograr la estabilidad del
monocultivo intensificaron el feudalismo
que había caracterizado a Guatemala desde
Alvarado. Se creó un nuevo latifundio que
por su tamaño y finalidad se comparaba
con el sistema colonial. Una fuerza laboral
racialmente distinta amplió la brecha
social y cultural entre el ladino y el indio.
[6] Cuando Flavio Herrera escribió sobre
la crisis cultural de Guatemala en la década
de 1920, ya existían temores de que una
guerra de castas se extendiera por el
campo, porque las revueltas indígenas
estaban provocando una reevaluación de
las leyes del café y sus efectos. La cuestión
de la superioridad biológica de ciertos
grupos raciales estaba en su infancia
durante las reformas liberales en
Guatemala, pero las consecuencias del
retorno al feudalismo coincidieron
cuarenta años después con una moda de
determinismo racial y cultural. La
interacción de estos elementos formó la
ideología no solo de Herrera, sino también
de un gran número de sus contemporáneos.
La seriedad con la que estos intelectuales
guatemaltecos aceptaron su tarea es
comprensible ya que en Guatemala los
blancos constituían menos del 5 por ciento
de la población. De hecho, los blancos y
los mestizos combinados eran todavía una
minoría en su propia tierra.
Nota de Felker a pie de página: 9 Oliver La Farge, “Maya Ethnology: The Sequence of Cultures,” in The
Maya and Their Neighbors (New York: D. Appleton–Century Co., 1940).
216
163
Versión original en inglés 1973
The governments which followed
that of Rufino Barrios persisted in the
patterns established during the preceding
decades. The harsh dictatorship of Estrada
Cabrera from 1899 to 1920 saw
consolidation and further expansion of
coffee empires and the corresponding
virtual slave labor. The ultimate result was
unrest among the Indians. In March of
1922, in the midst of the turmoil and
disorganization which accompanied the
fall of Cabrera, the Indians began to revolt
against the tactics used to obtain their
services. President Orellana said that
disturbances taking place amounted to a
“caste–war”, and government troops had
to be sent to repress riots in areas where
Indians outnumbered ladinos. 217 [7] After
the world depression began to affect
Guatemalan coffee prices in the early
1930’s
conditions
again
became
unsatisfactory, and rebellions spread
throughout the coffee districts. Herrera’s
finca Versailles was in the middle of one
of the most affected areas where four
serious revolts took place in 1931.
Although government forces again quelled
these uprisings, no guarantee existed that
the Indians would remain quiet for long.
Traducción libre al español 2020
Los gobiernos que siguieron al de
Rufino Barrios persistieron en los patrones
establecidos
durante
las
décadas
precedentes. La dura dictadura de Estrada
Cabrera de 1899 a 1920 vio la
consolidación y una mayor expansión de
los imperios cafeteros y la correspondiente
mano de obra esclava virtual. El resultado
final fue el malestar entre los indios. En
marzo de 1922, en medio de la agitación y
desorganización que acompañó a la caída
de Cabrera, los indígenas comenzaron a
rebelarse contra las tácticas empleadas
para obtener sus servicios. El presidente
Orellana dijo que los disturbios que se
estaban produciendo equivalían a una
“guerra de castas” y que había que enviar
tropas gubernamentales para reprimir los
disturbios en áreas donde los indígenas
superaban en número a los ladinos. 217 [7]
Después de que la depresión mundial
comenzó a afectar los precios del café
guatemalteco a principios de la década de
1930, las condiciones volvieron a ser
insatisfactorias y las rebeliones se
extendieron por los distritos cafeteros. La
finca Versalles de Herrera estaba en medio
de una de las áreas más afectadas donde
ocurrieron cuatro revueltas serias en 1931.
Aunque las fuerzas del gobierno
nuevamente
sofocaron
estos
levantamientos, no existía ninguna
garantía de que los indios permanecieran
tranquilos por mucho tiempo.
217
Nota de Felker a pie de página: 10 Richard N. Adams, Crucifixion by Power: Essays on Guatemalan National
Social Structure (Austin: University of Texas Press, 1970), p. 441.
164
Versión original en inglés 1973
Within such an explosive social
and economic situation, literature had not
flourished in Guatemala, for the
environment was hardly propitious. The
state of education at the turn of the century
was deplorable. Since few schools existed,
the vast majority of the population was
illiterate. Teachers often had little formal
training. More promising students and
intellectuals went to Europe to make their
name, leaving the training of the young to
the less talented. Books and paper were at
a premium, discipline was harsh, and
methodology was primitive. The children
of the rich may have gained some
advantage over their less fortunate peers,
but the quality of their education was not
comparable to that received by those who
went abroad. The curriculum at most
levels was weak and suffered from lack of
organization and supervision. Since
political bias favored the liberal era of
history, students were taught that the
Conservative regimes of the nineteenth
century were backward and cruel, that
Spaniards were bad, and that North
Americans were worse.
Traducción libre al español 2020
En una situación social y
económica tan explosiva, la literatura no
había florecido en Guatemala. El estado de
la educación a principios de siglo era
deplorable. Como existían pocas escuelas,
la gran mayoría de la población era
analfabeta. Los profesores a menudo
tenían poca formación formal. Estudiantes
e intelectuales más prometedores fueron a
Europa para hacerse un nombre, dejando la
formación de los jóvenes a los menos
talentosos. Los libros y el papel eran un
bien escaso, la disciplina era dura y la
metodología primitiva. Los hijos de los
ricos pueden haber obtenido alguna
ventaja sobre sus compañeros menos
afortunados, pero la calidad de su
educación no fue comparable a la que
recibieron los que se fueron al extranjero.
El plan de estudios en la mayoría de los
niveles era deficiente y adolecía de falta de
organización y supervisión. Dado que el
sesgo político favoreció la era liberal de la
historia, se enseñó a los estudiantes que los
regímenes conservadores del siglo XIX
eran atrasados y crueles, que los españoles
eran malos y que los norteamericanos eran
peores.
Las modas literarias en Guatemala
imitaban los gustos europeos, pero, aun
así, quedaron rezagadas una generación o
más con respecto a las tendencias en París.
Entre [8] 1900 y 1920, un híbrido de
movimientos del siglo XIX, transpuesto
sin
restricciones
por
escritores
guatemaltecos, produjo una expresión
Literary fashions in Guatemala
were imitative of European tastes, but
even so, lagged a generation or more
behind trends in Paris. Between [8] 1900
and 1920, a hybrid of nineteenth century
movements, transposed without restraint
by Guatemalan writers, produced a
curious if not original national expression.
165
Versión original en inglés 1973
The critical tradition of the country had
been largely an oral one. Sound
scholarship on Guatemalan authors was
uncommon, and the absence of a National
Library until 1880 placed books outside
the realm of all but the elite. A large
quantity of writing did exist, dating from
the colonial period, but few efforts were
made to glean selectively the best from
this material and to formulate the unique
literary canon which could have been
presented. Agustín Mencos Franco,
Humberto Porta Mencos and José María
García S. made significant contributions to
the organization of literary history, but
reevaluation of their works was generally
lacking. Certain defects such as reluctance
to consider indigenous literary tradition,
prejudice in favor of popular but mediocre
national writers, and the inability to avoid
European criteria in judging a mestizo and
decidedly American literature, all went
uncorrected.
Traducción libre al español 2020
nacional curiosa, si no original. La
tradición crítica del país ha sido en gran
parte oral. La erudición sólida sobre los
autores guatemaltecos era poco común, y
la ausencia de una Biblioteca Nacional
hasta 1880 colocó a los libros fuera del
ámbito de todos, menos de la élite. Existía
una gran cantidad de escritos que databan
del período colonial, pero se hicieron
pocos
esfuerzos
para
extraer
selectivamente lo mejor de este material y
formular el canon literario único que
podría haberse presentado. Agustín
Mencos Franco, Humberto Porta Mencos
y José María García S. hicieron
contribuciones
significativas
a
la
organización de la historia literaria, pero
en general, faltó la reevaluación de sus
obras. Ciertos defectos como la renuencia
a considerar la tradición literaria indígena,
el prejuicio a favor de los escritores
nacionales populares pero mediocres y la
incapacidad de eludir los criterios
europeos al juzgar una literatura mestiza y
decididamente estadounidense, quedaron
sin corregir.
Una universidad y un sistema
educativo poco prósperos, junto con la
falta de instalaciones de impresión y
bibliotecas, y un desinterés casi universal
en las artes no ayudaron a la situación. Se
ha estimado que en 1900 casi el 90 por
ciento de los más de 2,5 millones de
habitantes no sabía leer y que del 10 por
ciento restante, menos de la mitad estaba
interesado en algún grado en la literatura
A less than thriving university and
educational system, together with a lack of
printing facilities and libraries, and an
almost universal disinterest in the arts did
not help the situation. It has been estimated
that in 1900 almost 90 percent of the more
than 2.5 million inhabitants could not read
and that of the remaining 10 percent, less
than half was interested to any degree in
166
Versión original en inglés 1973
national literature. 218 A writers’ market
within the country was scarcely
practicable, and the rich were the only [9]
ones who could afford to publish anything,
since sales did not cover even the expense
of printing.
The liberal shift in Guatemalan
politics and the subsequent economic
development after 1870 did bring about a
change somewhat more conducive to
creative activity than the preceding
oppressive and violent decades. Seymour
Menton, a twentieth century historian of
Guatemalan letters, called the reform
years “una época de progreso material
ideología liberal que era propicia al
desarrollo de la novela ... una época de
relativa tranquilidad.” 219 Given the
adverse factors already mentioned the
situation could not be expected to be ideal.
Nevertheless, a new national prose
literature did appear toward the end of the
nineteenth century which provided a
foundation upon which later generations
could build.
The direction taken by these
writers was not altogether fortunate, since
it attempted to adapt the forms of
European romanticism to American
subject matter. Miguel Urrutia’s Blanca
(1877) and Fernando Piñeda’s Luis,
memorias de un amigo (1878) followed
Traducción libre al español 2020
nacional. 218 Un mercado de escritores
dentro del país era prácticamente
imposible, y los ricos eran los únicos [9]
que podían permitirse publicar cualquier
cosa, ya que las ventas no cubrían ni
siquiera los gastos de impresión.
El cambio liberal en la política
guatemalteca y el subsiguiente desarrollo
económico después de 1870 provocaron
un cambio algo más propicio para la
actividad creativa que las anteriores
décadas opresivas y violentas. Seymour
Menton, un historiador de las letras
guatemaltecas del siglo XX, llamó a los
años de reforma “una época de progreso
material, ideología liberal que era propicia
al desarrollo de la novela ... una época de
relativa tranquilidad”. 219 Dados los
factores adversos ya mencionados, no se
podía esperar que la situación fuera ideal.
Sin embargo, a finales del siglo XIX
apareció una nueva literatura nacional en
prosa que proporcionó una base sobre la
que construir las generaciones posteriores.
La dirección que tomaron estos
escritores no fue del todo afortunada, ya
que intentó adaptar las formas del
romanticismo europeo a la temática
estadounidense. Blanca (1877) de Miguel
Urrutia y Luis, memorias de un amigo
(1878) de Fernando Pineda siguieron los
Nota de Felker a pie de página: 11 Martin E. Erickson, “Guatemalan Literature of the Last Fifty Years,” Ph.
D. diss., University of Washington, 1941, p. 56.
219
Nota de Felker a pie de página: 12 Seymour Menton, Historia crítica de la novela guatemalteca (Guatemala:
Editorial Universitaria, 1960), p. 67.
218
167
Versión original en inglés 1973
the patterns of the sentimental novel which
had been received with success in
Colombia ten years earlier. The most
widely read national novelist of the
nineteenth century was José Milla (1822–
1882), who established a combination of
the historical and sentimental novel as the
most accepted method of prose expression
in Guatemala. Enrique Martínez Sobral
(1875–1950), along [10] with Ramon A.
Salazar (1852–1914), introduced elements
of the naturalistic schools to the
Guatemalan novel, elements which were
to grow and have a decisive influence on
Flavio Herrera’s writing.
Enrique Gómez Carrillo, “l’enfant
terrible” of Modernism, probably was the
most important member of this group of
authors in turning Guatemala’s literary
direction toward Europe and ultimately to
a break with romantic theme and form. A
world traveler, notorious lover and
compulsive writer, Gómez Carrillo was
bohemian with a style few of Flavio’s
decadent schoolmates were able to match.
He made his permanent residence in Paris,
adopting French citizenship and never
returning to his former country after 1900.
In addition to giving Guatemala a stylist
rivaled at that time in Central America
only by Darío, he became an example of a
national writer who made good in the
rarified atmosphere of Parisian literary
circles.
Traducción libre al español 2020
patrones de la novela sentimental que
había sido acogida con éxito en Colombia
diez años antes. El novelista nacional más
leído del siglo XIX fue José Milla (1822–
1882), quien estableció una combinación
de novela histórica y sentimental como el
método de expresión en prosa más
aceptado en Guatemala. Enrique Martínez
Sobral (1875–1950), junto [10] con
Ramón
A.
Salazar
(1852–1914),
introdujeron elementos de las escuelas
naturalistas en la novela guatemalteca,
elementos que iban a crecer y tener una
influencia decisiva en la escritura de
Flavio Herrera.
Enrique Gómez Carrillo, “niño
terrible” del Modernismo, probablemente
fue el miembro más importante de este
grupo de autores en el giro de la dirección
literaria guatemalteca hacia Europa y
finalmente en una ruptura con el tema y la
forma románticos. Viajero del mundo,
notorio amante y compulsivo escritor,
Gómez Carrillo era bohemio con un estilo
que pocos de los decadentes compañeros
de escuela de Flavio eran capaces de
igualar. Hizo su residencia permanente en
París, adoptó la ciudadanía francesa y
nunca regresó a su antiguo país después de
1900. Además de darle a Guatemala un
estilista que en ese momento sólo
rivalizaba en Centroamérica con Darío, se
convirtió en ejemplo de un escritor
nacional que triunfó en la atmósfera
enrarecida de los círculos literarios
parisinos.
168
Versión original en inglés 1973
Poetry, which had suffered the
most
from
grim
and
tasteless
interpretations of romanticism, continued
to be the genre with least merit in
Guatemala well into the twentieth century.
The strong influence of Modernism’s most
unrestrained versifiers, Darío and
Chocano, only magnified the aesthetic
nightmare of Guatemalan poetic tradition.
Flavio Herrera was one of the many
victims of this cultural difficulty, and
while he was able to make a relatively
major contribution to the novel of Central
America, his poetry is generally weakened
by excessive deference to an all too
popular emotionalism. Despite the
negative factors involved in the painful
process of a rebirth of Guatemalan letters,
the positive contributions of many of Latin
America’s best known [11] writers can
hardly be denied. Jose Martí was in the
country during the 1870’s, helped to found
the Instituto Nacional de Varones, and
established La Revista Guatemalteca in
1877. Darío, who edited Guatemala’s El
Correo de la Tarde from 1890 to 1891,
gave new writers a glimpse of the literary
world beyond the very confining limits of
the country. Chocano visited the capital at
various times for over twenty years,
bringing the prestige of his name as well
as advice and help to Guatemala’s aspiring
new generation. The intermittent presence
of Chocano, Martí and Darío along with
the new literary self–consciousness which
spread through Latin America in those
Traducción libre al español 2020
La poesía, que había sufrido más por
interpretaciones sombrías y de mal gusto
del romanticismo, siguió siendo el género
con menos mérito en Guatemala hasta bien
entrado el siglo XX. La fuerte influencia
de los versificadores más desenfrenados
del Modernismo, Darío y Chocano, solo
magnificó la pesadilla estética de la
tradición poética guatemalteca. Flavio
Herrera fue una de las muchas víctimas de
esta dificultad cultural, y si bien pudo
hacer una contribución relativamente
importante a la novela de Centroamérica,
su poesía generalmente se debilita por una
excesiva deferencia a un emocionalismo
demasiado popular. A pesar de los factores
negativos involucrados en el doloroso
proceso de un renacimiento de las letras
guatemaltecas, difícilmente se pueden
negar las contribuciones positivas de
muchos de los escritores [11] más
conocidos de América Latina. José Martí
estuvo en el país durante la década de
1870, ayudó a fundar el Instituto Nacional
de Varones y estableció La Revista
Guatemalteca en 1877. Darío, quien editó
en Guatemala El Correo de la Tarde de
1890 a 1891, dio a los nuevos escritores
una visión de la literatura mundo más allá
de los límites del país. Chocano visitó la
capital en varias ocasiones durante más de
veinte años, trayendo el prestigio de su
nombre, así como consejos y ayuda a la
nueva generación de aspirantes de
Guatemala. La presencia intermitente de
Chocano, Martí y Darío, junto con la
169
Versión original en inglés 1973
years, provided in fact, a favorable
atmosphere for the development of a new
group of intellectuals unequaled in the
history of Guatemala. Arévalo Martínez
called it “una época de imponderable
lustre y brillo”, with Guatemala becoming
the center of cultural growth for the entire
isthmus. With the universities of
Honduras, El Salvador, Nicaragua and
Costa Rica far behind San Carlos in
establishing schools of Law and Medicine,
students from these countries came to
Guatemala City to study. “Y, oh prodigio,”
wrote Arévalo, “como plantas múltiples y
ricamente polinizados, los espíritus de los
universitarios centroamericanos juntos, se
fecundaban mutuamente …” The
intellectuals to which he referred,
including Miguel Angel Asturias, Carlos
Samayoa Chinchilla, David and Arqueles
Vela, Carlos Wyld Ospina and Flavio
Herrera, all contributed to what he
characterized as “una maravillosa
floración como nunca se ha visto
después”. 220
Traducción libre al español 2020
nueva autoconciencia literaria que se
extendió por América Latina en esos años,
brindó, de hecho, un clima propicio para el
desarrollo de un nuevo grupo de
intelectuales sin igual en la historia de
Guatemala. Arévalo Martínez lo llamó
“una época de imponderable lustre y
brillo”, con Guatemala convirtiéndose en
el centro de crecimiento cultural de todo el
istmo. Con las universidades de Honduras,
El Salvador, Nicaragua y Costa Rica muy
por detrás de San Carlos, en el
establecimiento de escuelas de derecho y
medicina, los estudiantes de estos países
llegaron a la ciudad de Guatemala para
estudiar. “Y, oh prodigio,” escribió
Arévalo, “como plantas múltiples y
ricamente polinizados, los espíritus de los
universitarios centroamericanos juntos, se
fecundaban mutuamente …” Los
intelectuales a los que se refirió, entre ellos
Miguel Ángel Asturias, Carlos Samayoa
Chinchilla, David y Arqueles Vela, Carlos
Wyld Ospina y Flavio Herrera,
contribuyeron a lo que calificó como “una
maravillosa floración como nunca se ha
visto después”. 220
[12]
Claramente atrapado en las fuertes
corrientes de la época, Flavio Herrera luce
en su peor prosa y poesía con al menos el
legado literario y filosófico del que es
heredero. Su mejor obra muestra una
visión
compleja
y,
a
menudo,
[12]
Clearly caught up in the strong
currents of the times, Flavio Herrera
shines in his worst prose and poetry with
at least the literary and philosophical
legacy to which he is heir. His best work
shows a complex and often deeply
Nota de Felker a pie de página: 13 Rafael Arévalo Martínez, Hondura (Guatemala: Editorial “José de Pineda
Ibarra,” Ministerio de Educación Pública, 1959), p. 5.
220
170
Versión original en inglés 1973
synthetic view of the broad wave of
ideology which was sweeping the
continent. The universe for Herrera as for
many of his contemporaries, was clearly
alive and anthropomorphic, a universe
which became a protagonist. That
protagonist existed both within and
outside the human mind. Man was a part
of the cosmos trópico; he felt the imperio
de la especie or the cósmico imperio de la
vida in the biological design of things.
Herrera’s writings are filled with a
panteísmo místico always related to a
search to be united with the world in
cosmic harmony. His characters are aware
of their primitive past, and they exhibit
repeated consciousness of a collective
unconscious. The psychological struggle
which occurs in all Herrera’s major male
figures is often a conflict between instinct
and the civilized manners which frustrate
or pervert it. In this sense his works have
been called representative of Sarmiento’s
classic dualism, civilización y barbarie.
Herrera’s universe is far from dualistic,
however, for a study of his work shows
that he is closer to the so–called
neoplatonic monism of Brazil’s Graça
Aranha than to Sarmiento’s division. In
essence, Flavio Herrera believes that man
is part of an external living organism, an
organic overworld from which rational
consciousness can cause only incomplete
separation. The physical side of man feels
the attraction for the all–embracing
netherworld, and Herrera would have us
Traducción libre al español 2020
profundamente sintética de la amplia ola
de ideología que barría el continente. El
universo para Herrera, como para muchos
de sus contemporáneos, fue claramente
vivo y antropomórfico, un universo que se
convirtió en protagonista. Ese protagonista
existía tanto dentro como fuera de la mente
humana. El hombre era parte del cosmos
trópico; sintió el imperio de la especie o el
cósmico imperio de la vida en el diseño
biológico de las cosas. Los escritos de
Herrera están llenos de un panteísmo
místico siempre relacionado con la
búsqueda de estar unidos con el mundo en
armonía cósmica. Sus personajes son
conscientes de su pasado primitivo y
exhiben una conciencia repetida de un
inconsciente
colectivo.
La
lucha
psicológica que ocurre en todas las figuras
masculinas principales de Herrera es a
menudo un conflicto entre el instinto y las
costumbres civilizadas que lo frustran o
pervierten. En este sentido, sus obras han
sido llamadas representativas del dualismo
clásico de Sarmiento, civilización y
barbarie. El universo de Herrera está lejos
de ser dualista; sin embargo, un estudio de
su obra muestra que está más cerca del
llamado monismo neoplatónico de la
Graça Aranha de Brasil que de la división
de Sarmiento. En esencia, Flavio Herrera
cree que el hombre es parte de un
organismo vivo externo, un supra mundo
orgánico del cual la conciencia racional
sólo puede causar una separación
incompleta. El lado físico del hombre
171
Versión original en inglés 1973
believe that if one could return totally to
the elemental state, he would attain
paradise.
Traducción libre al español 2020
siente la atracción por el inframundo que
todo lo abarca, y Herrera quiere hacernos
creer que, si uno pudiera regresar
totalmente al estado elemental, alcanzaría
el paraíso.
[13]
Muchos de los elementos presentes
en esta ideología surgieron de una crisis en
el pensamiento occidental que tuvo lugar
durante la última parte del siglo XVIII. Las
conclusiones de Kant habían dado lugar a
una visión del mundo que fomentaba,
directa o indirectamente, los lados monista
y panteísta de la filosofía alemana del siglo
XIX. Como Kant, muchos pensadores
románticos intentaron liberar a la filosofía
de la tendencia mecanicista de los siglos
precedentes. Por poco tiempo lo
consiguieron. Al oponerse a la dirección
limitada del
nominalismo
y el
materialismo, el idealismo que floreció
tuvo corolarios que humanizaron el
mundo. El hombre, que antes había sido
separado de la naturaleza por los datos
engañosos de sus sentidos, ahora se reunió
con ella, y esa unidad se convirtió en una
de
las
principales
tesis
del
221
romanticismo. El cosmos a menudo se
veía como un vasto organismo del cual el
hombre era una parte integral infinita. El
papel del medio ambiente ganó una nueva
importancia en los estudios de la
naturaleza humana y la teología se volvió
hacia el panteísmo, proponiendo un Dios
[13]
Many of the elements present in
this ideology grew out of a crisis in
western thought which took place during
the latter part of the eighteenth century.
The conclusions of Kant had given rise to
a view of the world which fostered,
whether directly or indirectly, the monistic
and pantheistic sides of nineteenth century
German philosophy. Like Kant, many
romantic thinkers attempted to free
philosophy from the mechanistic trend of
the preceding centuries. For a short time
they succeeded. Opposing the limited
direction of nominalism and materialism,
the idealism that flourished carried
corollaries which humanized the world.
Man, who had been previously separated
from nature by the deceptive data of his
senses, was now reunited with it, and such
unity became a major thesis of
romanticism. 221 The cosmos was often
seen as a vast organism of which man was
one of infinite integral parts. The role of
environment gained a new importance in
studies of human nature, and theology
turned toward pantheism, propounding a
God who was imminent in the world.
Philosophies from India and the Orient,
Nota de Felker a pie de página: 14 Bruce Wilshire, “Introduction,” in Romanticism and Evolution: The 19th
Century, ed. Bruce Wilshire (New York: Putnam’s Sons, 1968), p. 16.
221
172
Versión original en inglés 1973
introduced through translations that began
to appear in the late eighteenth century,
contributed to a “restatement of western
values” in regards to man’s place in the
universe. 222
Traducción libre al español 2020
inminente en el mundo. Las filosofías de la
India y Oriente, introducidas a través de
traducciones que comenzaron a aparecer a
fines del siglo XVIII, contribuyeron a una
“reafirmación de los valores occidentales”
con respecto al lugar del hombre en el
universo. 222
En América Latina, el indianismo
fue el resultado directo de estos desarrollos
europeos, pero fue superficial en su visión
de la naturaleza y el hombre en el [14]
Nuevo Mundo. El medio ambiente y sus
habitantes nativos fueron estilizados para
ajustarse a las ideas preconcebidas
románticas, pero hubo poca penetración en
la validez o viabilidad de la nueva arcadia
resultante. Los novelistas indianistas
fracasaron en general porque no
reconciliaron realmente su visión con una
dura realidad. Su sueño siguió siendo
artificial, artificial e inalcanzable.
En la década de 1850, cuando los
idealistas
latinoamericanos
apenas
comenzaban su interpretación limitada de
la filosofía romántica, ya estaban
surgiendo nuevas corrientes en Europa.
Debían alterar profundamente la dirección
de la literatura y finalmente encontrar su
camino hacia la novela de la tierra. La
revolución cientificista de la segunda
mitad del siglo XIX se produjo en un
momento crucial de la historia de la
filosofía y la literatura. La unidad del
hombre y la naturaleza imaginada por los
In Latin America, Indianismo was
the direct result of these European
developments, but it was shallow in its
outlook on nature and man in the [14] New
World. The environment and its native
inhabitants were stylized to conform with
romantic preconceptions but there was
little penetration into the validity or
viability of the resulting new arcadia.
Indianist novelists generally failed
because they did not really reconcile their
vision with a harsh reality. Their dream
remained artificial, contrived and
unattainable.
By the 1850’s, when the Latin
American idealists were scarcely
beginning their limited interpretation of
romantic philosophy, new currents were
already rising in Europe. They were to
alter the direction of literature profoundly
and eventually find their way to the novel
of the land. The scientistic revolution of
the latter half of the nineteenth century
came at a crucial time in the history of
philosophy and literature. The unity of
man and nature envisioned by the
romantics received a biological basis. The
222
Nota de Felker a pie de página: 15 A. Leslie Willson, A Mythical Image: The Ideal of India in German
Romanticism (Durham, North Carolina: Duke University Press, 1964), p. viii.
173
Versión original en inglés 1973
ramifications of Darwinism and the earlier
transformism led to scientific monism
which claimed to prove the physical and
spiritual identity of man with his
surroundings.
Traducción libre al español 2020
románticos recibió una base biológica. Las
ramificaciones del darwinismo y el
transformismo anterior llevaron al
monismo científico que pretendía probar la
identidad física y espiritual del hombre
con su entorno.
En lo que podría llamarse un
manifiesto monista, Ernst Haeckel
declaró: “El monismo ... reconoce una
única sustancia en el universo, que es a la
vez ‘Dios y la naturaleza’; cuerpo y
espíritu ... se considera inseparable”. 223
Haeckel, junto con muchos otros, propuso
“la unidad fisiológica del mundo
orgánico”,
una
“memoria
celular
inconsciente de los tejidos” y un “alma
celular”. Afirmó que “el panteísmo es el
sistema mundial [15] del científico
moderno”. 224 Quizás lo más importante es
el determinismo que expresa, un
determinismo que inquietaba a la mayor
parte del continente:
In what could be called a monist
manifesto, Ernst Haeckel declared
“Monism ... recognizes one sole substance
in the universe, which is at once ‘God and
nature’; body and spirit ... it holds to be
inseparable.” 223 Haeckel, along with
many
others,
propounded
“the
physchological unity of the organic
world”, an “unconscious cellular memory
of tissues”, and a “cell soul”. He stated that
“pantheism is the world [15] system of the
modern scientist.” 224 Perhaps most
important is the determinism he expresses,
a determinism which was unsettling most
of the continent:
We know now that each act of will
is as fatally determined by the
organization of the individual and
as dependent on the momentary
condition of his environment as
every other psychic activity. ... The
human will has no more freedom
than that of the higher animals
Sabemos ahora que cada acto de
voluntad está tan fatalmente
determinado por la organización
del individuo y tan dependiente de
la condición momentánea de su
entorno como cualquier otra
actividad psíquica. ... La voluntad
humana no tiene más libertad que
la de los animales superiores de los
223
Nota de Felker a pie de página: 16 Ernst Haeckel, The Riddle of the Universe (New York: Harper, 1900), p.
20.
224
Nota de Felker a pie de página: 17 Ibid., pp. 108, 121, 289.
174
Versión original en inglés 1973
from which it differs only in degree
not in kind. 225
Traducción libre al español 2020
que difiere sólo en grado, no en
especie. 225
The effect of such developments
on literature was most clearly seen in the
rise of realism and naturalism. Taine’s
essentially mechanistic and deterministic
criticism was representative of the times.
La race, le milieu et le moment became not
only pillars of literary investigation but of
literary creativity. The idyllic world of
romantic union took on sinister overtones
in the classic affirmation: “Car l’homme
n’est pas seul dans le monde: la nature
l’enveloppe et les autres hommes
l’entourent.” 226 There was a literary
compulsion to understand in all aspects “la
chose complete … l’homme agissant,
l’homme corporal et visible, qui mange,
qui marche, qui se bat, qui travaille.” 227 If
Unamuno took this mission in a different
way with his personal or existential novel,
the naturalists tended to stress the
primordial forces. Among these, as Ortega
noted, the concept of le milieu developed
to the proportions of a protagonist:
[16]
El efecto de tales desarrollos en la
literatura se vio más claramente en el
surgimiento del realismo y el naturalismo.
La crítica esencialmente mecanicista y
determinista de Taine fue representativa de
la época. La raza, el entorno y el tiempo se
convirtieron no solo en pilares de la
investigación literaria, sino también de la
creatividad literaria. El idílico mundo de la
unión romántica adquirió tintes siniestros
en la clásica afirmación: “Porque el
hombre no está solo en el mundo: la
naturaleza lo envuelve y otros hombres lo
rodean”. 226 Había una compulsión
literaria por comprender en todos los
aspectos “lo completo ... el hombre activo,
el hombre corporal y visible, que come,
que camina, que lucha, que trabaja”. 227
Si Unamuno tomó esta misión de otra
manera con su novela personal o
existencial, los naturalistas tendieron a
enfatizar las fuerzas primordiales. Entre
estos, como señaló Ortega, el concepto de
el medio se desarrolló hasta las
proporciones de un protagonista:
[16]
Llega la hora del ‘roman expérimental’. Zolá no aprende su poesía en Homero ni
en Shakespeare, sino en Claudio Bernard. Se trata siempre de hablarnos del
hombre. Pero como ahora el hombre no es sujeto de sus actos, sino que es movido
225
Nota de Felker a pie de página: 18 Ibid., p. 131.
Nota de Felker a pie de página: 19 H. Taine, Histoire de la Litterature Anglaise, 9th ed., 5 vols. (Paris:
Hachette, 1895), 1: xxvi.
227
Nota de Felker a pie de página: 20 Ibid., p. viii.
226
175
Versión original en inglés 1973
Traducción libre al español 2020
por el medio en que vive, la novela buscará la representación del medio. El medio
es el único protagonista. 228
The scientism of the fin du siècle
complemented the romantic thesis, but
contributed to the eclipse of individualism
in that thesis. Circumstances became
primary, and Ortega’s yo y mi
circunstancia was an attempt to find a
place for the individual in the rising wave
of determining factors. His criticism of the
naturalistic novel was based on the
ultimate rejection of mechanistic monism
in literature. Ortega was not alone in his
refusal to bow to the nineteenth century,
nor was he the first nor the best to react
against the new materialists. Bergson and
the school of vitalistic irrationalism
rejected both idealism and mechanism in a
“new Heracliteanism”. They held that
instinctive and life forces were not subject
to the laws of science because they were
never exactly identical, and consequently
incapable of being classified by a
scientific method based on repetition of
identical data. Individuality returned to the
realm of possibility, and life was seen as a
constant spiritual and physical evolution, a
process of continuous self–creation.
El cientificismo del fin de siglo
complementó la tesis romántica, pero
contribuyó al eclipse del individualismo en
esa tesis. Las circunstancias se volvieron
primarias y el yo y mi circunstancia de
Ortega fue un intento de encontrar un lugar
para el individuo en la ola creciente de
factores determinantes. Su crítica de la
novela naturalista se basó en el último
rechazo del monismo mecanicista en la
literatura. Ortega no fue el único que se
negó a ceder ante el siglo XIX, ni fue el
primero ni el mejor en reaccionar contra
los nuevos materialistas. Bergson y la
escuela del irracionalismo vitalista
rechazaron tanto el idealismo como el
mecanismo en un “nuevo Heracliteísmo”.
Sostenían que las fuerzas instintivas y
vitales no estaban sujetas a las leyes de la
ciencia porque nunca eran exactamente
idénticas y, en consecuencia, no podían
clasificarse mediante un método científico
basado en la repetición de datos idénticos.
La individualidad regresó al reino de la
posibilidad, y la vida fue vista como una
constante evolución espiritual y física, un
proceso de auto creación continua.
El sentido de la historia, de Azorín,
y su idea del retorno eterno están
relacionados con este vitalismo. Su propio
“heracliteísmo” enfatiza la unidad de los
Azorín’s sense of history and his
idea of the retorno eterno is related to this
vitalism. His own “heracliteanism”
stresses the unity of events and people in
228
Nota de Felker a pie de página: 21 José Ortega y Gasset, Obras completas, 4th ed., 6 vols. (Madrid: Revista
de Occidente, 1957), 1:400.
176
Versión original en inglés 1973
the river of time, but he is aware that this
[17] unity is achieved within the
multiplication of distinct factors: “Vivir es
ver volver. Es ver volver todo en un
retorno perdurable eterno … como esas
nubes que son siempre las mismas.” 229 In
El caballero inactual, an awareness of the
primitive human legacy strikes Azorín’s
protagonist in much the same way as it
does Herrera’s figures:
Traducción libre al español 2020
hechos y las personas en el río del tiempo,
pero es consciente de que esta [17] unidad
se logra en la multiplicación de distintos
factores: “Vivir es ver volver. Es ver
volver todo en un retorno perdurable
eterno … como esas nubes que son
siempre las mismas.” 229 En El caballero
inactual, la conciencia del legado humano
primitivo golpea al protagonista de Azorín
de la misma manera que a las figuras de
Herrera:
Muchas veces este poeta, que se precia de tan fino y cultivado, siente en el fondo
de su organismo, a manera de un violento tirón, que una sensibilidad primitiva,
atávica, partida de paisajes milenarios, da de toda su personalidad a través de la
inmensa cadena de las generaciones. Y entonces su espíritu se tiñe de una
irreprimible tristeza. Sí; una sensibilidad primigenia. Sí; el antecesor en la selva
aborigen, melancólico como el poeta ahora, solo, apoyada la cabeza en el tronco
de un árbol. 230
The entire racial and historical
preoccupation of the Generation of ‘98 is
hardly isolated from the preoccupations of
Europe at the same time. Both entities
moved in a similar direction to attempt a
synthesis of mechanism and philosophical
reactions to it.
Toda la preocupación racial e
histórica de la generación del 98
difícilmente está aislada de las
preocupaciones de Europa al mismo
tiempo. Ambas entidades se movieron en
una dirección similar para intentar una
síntesis de mecanismo y reacciones
filosóficas al mismo.
En América Latina, la escuela de la
“filosofía de vida” echó raíces. La
corriente más relevante para la novela de
la tierra fue la formación de un
In Latin America, the school of
“life philosophy” took early roots. The
most relevant trend for the novel of the
land was the formation of a neo–idealism
229
Nota de Felker a pie de página: 22 José Martínez Ruiz (Azorín), Castilla (Buenos Aires: Editorial Losada,
1945), p. 97.
230
Nota de Felker a pie de página: 23 José Martínez Ruiz (Azorín), Obras completas, 5 vols. (Madrid: Aguilar,
1948), 5:44.
177
Versión original en inglés 1973
or idealistic monism reminiscent of the
romantics. In Brazil, Raimundo de Farias
Brito proposed an eclectic psicología
transcendental which seemed to lean
toward a variety of Platonism. The
following passage indicates a portion of
his position:
Traducción libre al español 2020
neoidealismo o monismo idealista que
recuerda a los románticos. En Brasil,
Raimundo de Farias Brito propuso una
psicología trascendental ecléctica que
parecía inclinarse hacia una variedad de
platonismo. El siguiente pasaje indica una
parte de su posición:
O mundo é uma atividade
intelectual, pois é Deus pensado, e
nos, homens, como elementos que
somos do mecanismo do [18]
mundo, fazemos também parte do
pensamento de Deus, e somos, por
consiguinte, no mais rigoroso
sentido
da
palavra,
idéias
231
divinas.
El mundo es una actividad
intelectual,
porque
es
el
pensamiento de Dios, y nosotros,
los hombres, como elementos del
mecanismo del [18] mundo, somos
también parte del pensamiento de
Dios, y somos, por tanto, en el
sentido más estricto de la palabra,
ideas divinas. 231
Perhaps closes to what became
Herrera’s conflict between a longing for
union with nature and the demands of
consciousness is the philosophy of Graça
Aranha:
Quizás el cierre a lo que se
convirtió en el conflicto de Herrera entre el
anhelo de unión con la naturaleza y las
exigencias de la conciencia, es la filosofía
de Graça Aranha:
Não há maior angustia do que a
nossa separação do Todo universal.
É
a
dor
suprema
da
inteligência humana.
A
consciência criou êsse terrível
sofrimento; é precisco que a
consciência o
elimine
pela
compreensão da Unidade esencial
do Todo. … 232
No hay mayor angustia que nuestra
separación del Todo universal. Es
el dolor supremo de la inteligencia
humana. La conciencia creó este
terrible sufrimiento; es necesario
que la conciencia la elimine
entendiendo la Unidad esencial del
Todo. ... 232
231
Nota de Felker a pie de página: 24 Raimundo de Farias Brito, O Mundo Interior (Rio de Janeiro: 1914), p.
423.
232
Nota de Felker a pie de página: 25 José de Graça Aranha, A Estética da Vida (Rio de Janeiro: 1937), p. 20.
178
Versión original en inglés 1973
Traducción libre al español 2020
In Graça Arana’s novel Chanaan
the inhabitants of the jungle all seem to be
resigned to the cosmic unity of all
creatures. The protagonist Milkau remains
a stranger to himself until, like those he
finds living in the wilderness, he comes to
understand his relationship with the
physical world.
The Venezuelan author Rómulo
Gallegos resolves the conflict between
nature and man in his novel Canaima
(1935), and his solution carries racial
overtones which are an integral part of the
new criollismo. In his protagonist Marcos
Vargas, Gallegos creates a prototype for a
cosmic race, one who represents a fusion
of the seemingly contradictory elements of
civilization and primitivity. Like Graça
Aranha and Flavio Herrera, Gallegos has a
vision of a new race rising out of his native
land. He focuses on the tragedy of the
Indian but indicates a reversal of the [19]
the situation. He speaks of the “fondo
atormentado del alma de la raza vencida,
despojada y humillada”, 233 but it is this
anguish which Marcos Vargas transforms.
Toward the end of Canaima he ponders the
possibilities of “un gran pueblo indio”:
En la novela Chanaan de Graça
Arana, todos los habitantes de la jungla
parecen resignados a la unidad cósmica de
todas las criaturas. El protagonista Milkau
sigue siendo un extraño para sí mismo
hasta que, como los que encuentra
viviendo en el desierto, llega a comprender
su relación con el mundo físico.
El autor venezolano Rómulo
Gallegos resuelve el conflicto entre la
naturaleza y el hombre en su novela
Canaima (1935), y su solución tiene tintes
raciales que son parte integral del nuevo
criollismo. En su protagonista Marcos
Vargas, Gallegos crea un prototipo de raza
cósmica, una que representa una fusión de
los
elementos
aparentemente
contradictorios
de
civilización
y
primitividad. Como Graça Aranha y
Flavio Herrera, Gallegos tiene la visión de
una nueva raza surgiendo de su tierra natal.
Se centra en la tragedia del indio, pero
indica una reversión de la [19] situación.
Habla del “fondo atormentado del alma de
la raza vencida, despojada y humillada”,233
pero es esta angustia la que transforma
Marcos Vargas. Hacia el final de Canaima
reflexiona sobre las posibilidades de “un
gran pueblo indio”:
¿Sería posible – se preguntaba – sacar algo fuerte de aquellos indios melancólicos?
¿Quedarían rescoldos avivables de la antigua rebeldía rabiosa bajo aquellas cenizas
de sumisión fatalista? ¿Quién sería aquella india, de una raza desconocida, de que
233
Nota de Felker a pie de página: 26 Rómulo Gallegos, Canaima, 3rd ed., Colección Austral (Buenos Aires:
Espasa Calpe Argentina, 1944), p. 124.
179
Versión original en inglés 1973
Traducción libre al español 2020
hablara el arinacota? ... Él quería llamarla Tararana – algo de guarura guerrera
sonaba en esta palabra guaraúna – e imaginársela anunciada en alguna leyenda
mesiánica … ¿Pero no sería él capaz de reunir bajo su mando todas aquellas
comunidades dispersas en un vasto territorio y a la cabeza de ellas emprender
aquella obra grande que una vez le aconsejara Gabriel Ureña? Decirle al blanco
explotador: – ¡Fuera de aquí! – Y crear un gran pueblo indio … ¿Pero, no sería ya
la raza indígena, degenerada por enfermedades, sin cuidado ni precaución y por
falta de cruzamientos y por alimentación insuficiente algo total y definitivamente
perdido para la vida del país? ¿Y él mismo, por su parte, qué ideas se había traído
en la cabeza que sirviesen para algo? 234
What Marcos gives is his blood, his
son, and when he sends him to the
civilized world, this son is a type of hope,
the first of an ideal mestizo race which
will, in time, come to live and rule, not
only in Guyana or Venezuela, but in Latin
America. This is the vision of Gallegos,
the fruit of the metamorphosis of Marcos
Vargas.
Latin American neo–idealism with
its racial corollary is paralleled by other
ideological circumstances as well. Among
the effects of naturalism had been a strong
interest in portraying sexual passion in
terms of mechanistic tenets. The
biological imperative of Herrera’s [20]
characters was prefigured quite early in
Brazilian imitations of Zola’s roman
expérimental. Aluizio Azevedo’s O
homem (1887), a radical and innovative
novel in terms of style and content, was a
study of conflict and tragedy resulting
from sexual drives which blend to a
cosmic sexuality in the mind of the female
234
Lo que da Marcos es su sangre, su
hijo, y cuando lo envía al mundo
civilizado, este hijo es una especie de
esperanza, la primera de una raza mestiza
ideal que, con el tiempo, llegará a vivir y
gobernar, no solo en Guyana o Venezuela,
sino en Latinoamérica. Esta es la visión de
Gallegos, fruto de la metamorfosis de
Marcos Vargas.
El neoidealismo latinoamericano
con su corolario racial también tiene su
paralelo
con
otras
circunstancias
ideológicas. Entre los efectos del
naturalismo había un fuerte interés en
retratar la pasión sexual en términos de
principios mecanicistas. El imperativo
biológico de los personajes de Herrera [20]
fue prefigurado bastante temprano en las
imitaciones brasileñas de la novela
experimental de Zola. O homem (1887) de
Aluizio Azevedo, es una novela radical e
innovadora en términos de estilo y
contenido, fue un estudio del conflicto y la
tragedia resultantes de los impulsos
Nota de Felker a pie de página: 27 Ibid., p. 284.
180
Versión original en inglés 1973
protagonist. Julio Ribeiro’s A carne,
published one year later, was an almost
pornographic exploration of sexuality and
its relation to heredity and environment.
Among other things, A carne includes
scenes of autosexuality in which physical
stimulation is clearly related to the forces
of the jungle as well as to human nature.
Traducción libre al español 2020
sexuales que se mezclan con una
sexualidad cósmica en la mente de la
protagonista femenina. A carne, de Julio
Ribeiro, publicada un año después, fue una
exploración casi pornográfica de la
sexualidad y su relación con la herencia y
el medio ambiente. Entre otras cosas, A
carne incluye escenas de autosexualidad
en las que la estimulación física está
claramente relacionada con las fuerzas de
la jungla, así como con la naturaleza
humana.
El avance en el tema y la
descripción eróticos que fomentó el
naturalismo se complementó desde otra
dirección con la “sensualidad como forma
de protesta” del Modernismo. 235 Hay
indicios de esta tendencia en el
guatemalteco Gómez Carrillo, que
glorifica
estética
y
bastante
acientíficamente la carne y el instinto en
un marco claramente filosófico. Los
siguientes pasajes de las reflexiones de
Gómez
sobre
una
bailarina
particularmente sensual son ilustrativos.
“¿No es acaso el cuerpo humano el
compendio de todas las ideas? Los brazos
tienen elocuencia, las piernas expresan
sentimientos, los senos conocen los
236
arcanos
de
la
metafísica.”
En un diálogo imaginario con la bailarina,
dice: “Ven, ven de nuevo … ven a humillar
The progress in erotic theme and
description which naturalism fomented
was complemented from a different
direction by Modernism’s “sensuality as a
form of protest”.235 There are signs of this
tendency in Guatemala’s Gómez Carrillo,
who
aesthetically
and
quite
unscientifically glorifies the flesh and
instinct in a setting which is distinctly
philosophical. The following passages
from Gómez’s reflections on a particularly
sensuous dancing girl are illustrative.
“¿No es acaso el cuerpo humano el
compendio de todas las ideas? Los brazos
tienen elocuencia, las piernas expresan
sentimientos, los senos conocen los
arcanos de la metafísica.” 236 In an
imaginary dialogue with the dancer, he
says: “Ven, ven de nuevo … ven a
humillar con tu desnudez [21] sagrada a la
235
Nota de Felker a pie de página: 28 Jean Franco, The Modern Culture of Latin America: Society and the Artist
(New York: Frederick A. Praeger, 1967), p. 33.
236
Nota de Felker a pie de página: 29 Enrique Gómez Carrillo, Páginas escogidas, 3 vols. (Guatemala: Editorial
“José de Pineda Ibarra,” Ministerio de Educación Pública, 1954), 3:293.
181
Versión original en inglés 1973
Fealdad moderna. ... Ven a enseñar al
mundo ... lo único que el mundo ha
olvidado de sus grandezas de otro tiempo,
que es la locura del instinto” 237 This motif,
which is carried through much of the erotic
poetry of the modernist period in Latin
America, develops into a cosmic sexuality
in the 1930s.
Traducción libre al español 2020
con tu desnudez [21] sagrada a la Fealdad
moderna. ... Ven a enseñar al mundo ... lo
único que el mundo ha olvidado de sus
grandezas de otro tiempo, que es la locura
del instinto”. 237 Este motivo, que se
transmite a través de gran parte de la
poesía erótica del período modernista en
América Latina, se convierte en una
sexualidad cósmica en la década de 1930.
Para cuando escritores como el
conde Keyserling estaban contribuyendo
al mito del “continente del tercer día de la
creación”, la mayoría de las semillas ya
estaban sembradas para los desarrollos
criollos híbridos en los que participó
Flavio Herrera. La literatura de la tierra
fue, como todos los movimientos, una
criatura de los estados de ánimo y
descubrimientos que la precedieron, y
pocos de esos estados de ánimo y
descubrimientos eran nativos de América.
La naturaleza aparentemente indígena de
los escritos de Rivera, Gallegos, Aranha,
así como de Herrera, no es el resultado de
que el hombre europeo finalmente llegue a
articular los términos con un entorno
extranjero y hostil en América, sino más
bien el resultado de una dialéctica
extranjera que se transpone a América y
encuentra terreno fértil. La generación de
Herrera fue creadora de una variedad
latinoamericana de síntesis y solución de
los difíciles problemas filosóficos de la
época, y Herrera, como muchos de sus
By the time writers like Count
Keyserling were contributing to the
creation of a Latin American myth, 238 the
myth of the “continent of the third day of
creation”, most of the seeds had already
been planted for the hybrid creole
developments in which Flavio Herrera
took part. The literature of the land was,
like all movements, a creature of the
moods and discoveries that preceded it,
and few of those moods and discoveries
were native to America. The apparently
indigenous nature of the writings of
Rivera, Gallegos, Aranha, as well as
Herrera, is not the result of European man
finally coming to articulate terms with a
foreign and hostile environment in
America, but rather the result of a foreign
dialectic being transposed to America and
finding
fertile
ground.
Herrera’s
generation was the creator of a Latin
American variety of synthesis and solution
for the very difficult philosophical
problems of the times, and Herrera, like
many of his contemporaries, is essentially
237
238
Nota de Felker a pie de página: 30 Ibid., p. 295.
“the creation of a Latin American myth”. Tachado en el original.
182
Versión original en inglés 1973
partisan to the scientistic conversion of the
romantic universe. Unlike the indianistas,
he does not see the tropics in terms of a
deceptive utopía, for that would avoid the
unavoidable Darwinian revolution. His
philosophy
belongs
to
monistic
evolutionism and its literary counterpart in
[22] naturalism. His concern for biological
explanations is rooted in the Taine’s
concept of race and a literary application
of what Haeckel called “histionic
memory” or the “unconscious memory of
tissues”. 239 Cosmic sexuality or sensuality
in Herrera betrays a combination of the
innovations
in
description
which
Modernism and naturalism fostered, with
a basically monistic world view. His
pantheism and sense of world loss parallel
the platonism of Graça Aranha and certain
trends of neo–idealism. In short, Herrera
mirrors the broad eclectic fusion which
took place in Latin American letters
during the first few decades of this
century. The relatively wide scope of his
eclecticism makes him one of the more
representative writers of the period.
239
Traducción libre al español 2020
contemporáneos,
es
esencialmente
partidario de la conversión cientificista del
universo romántico. A diferencia de los
indianistas, no ve los trópicos en términos
de una utopía engañosa, pues eso evitaría
la inevitable revolución darwiniana. Su
filosofía pertenece al evolucionismo
monista y su contraparte literaria en el
naturalismo [22]. Su preocupación por las
explicaciones biológicas tiene sus raíces
en el concepto de raza de Taine y en una
aplicación literaria de lo que Haeckel
llamó “memoria hisiónica” o “memoria
inconsciente de los tejidos”. 239 La
sexualidad o sensualidad cósmica en
Herrera traiciona una combinación de las
innovaciones en la descripción, que
fomentaron el modernismo y el
naturalismo, con una visión del mundo
básicamente monista. Su panteísmo y
sentido de la pérdida del mundo son
paralelos al platonismo de Graça Aranha y
ciertas tendencias del neoidealismo. En
definitiva, Herrera refleja la amplia fusión
ecléctica que tuvo lugar en las letras
latinoamericanas durante las primeras
décadas de este siglo. El alcance
relativamente amplio de su eclecticismo lo
convierte en uno de los escritores más
representativos de la época.
Nota de Felker a pie de página: 31 Haeckel, p. 121. Donde dice: “the”, tachado en el original.
183
184
“Flavio Herrera: A Bibliography”. Por: William Felker (1978)
En 1978 el investigador norteamericano, doctor William Felker, publicó el siguiente
trabajo:
Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. Revista interamericana de bibliografía:
Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262, Vol. 28, Nº. 3, 1978, págs.
291-304.
En “Flavio Herrera: Una Bibliografía”, el autor describe pasajes importantes de la
vida y obra literaria de Flavio Herrera, de la visita que efectuó en junio de 1972 a la casa
“Triana”, que en junio de 1973 se convertiría en Casa de la Cultura Flavio Herrera, en donde
descubrió el manuscrito de la novela inédita Hembra (publicada hasta en 1994 por Editorial
Universitaria de la Universidad de San Carlos de Guatemala), y presenta la lista de obras y
artículos divulgados en periódicos y revistas por el poeta, novelista y cuentista, así como la
relación de otros trabajos sobre su vida y obra escritos por una gama de literatos dentro y
fuera de Guatemala.
Se considera que las opiniones expresadas por Felker en tan importante trabajo,
escrito en idioma inglés, deben ser transcritas y puestas a disposición del público hispano
hablante.
A continuación, la transcripción y traducción libre (del inglés al español) de un
fragmento del especial estudio de Felker, páginas [291] a [295], omitiendo las que contienen
la lista en mención, porque estas figuran en:
• Albizúrez Palma, Francisco y Barrios y Barrios, Catalina; Historia de la Literatura
Guatemalteca. Guatemala : Tomo 2. Primera edición, primera reimpresión. Talleres de
la Editorial Universitaria, Colección “Historia Nuestra”, Volumen No. 4. Universidad de
San Carlos de Guatemala, 1999. Páginas 114 a 119, así como en
• Albizúrez Palma, Francisco y Barrios y Barrios, Catalina; “Flavio Herrera”. En: Herrera,
Flavio; Presencia y huella. Tomo V de la edición por el centenario de su nacimiento.
Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 1994.
Páginas 119 a 145. La transcripción de la bibliografía que presentó Felker en 1978 se
encuentra en páginas 120 a 126. Es penoso informar que Francisco Albizúrez Palma,
responsable del estudio sobre Herrera, no especifica la fuente de donde la transcribió
textualmente; solo menciona, y con errata en el apellido de Felker: “[…] Un recuento
exhaustivo de la producción herreriana ha sido preparado por el profesor William L.
Gelker.” Ídem., página 114.
Seguidamente, una muestra del texto original:
185
186
Transcripción y traducción libre de páginas [291] a [295] del trabajo de William
Lloyd Felker.
Version original en inglés 1978
[291]
Traducción libre al español 2020
[291]
FLAVIO HERRERA: A BIBLIOGRAPHY
FLAVIO HERRERA: UNA BIBLIOGRAFÍA
WILLIAM FELKER
Chowan College
Murfreesboro, North Carolina, U.S.A.
WILLIAM FELKER
Universidad de Chowan
Murfreesboro, Carolina del Norte, EE. UU.
THE GUATEMALAN AUTHOR
FLAVIO HERRERA (1894-1968) was
an eclectic who blended numerous strains
of foreign thought with a deep knowledge
of his own country to create a hybrid
literature of significant quality and
dimension. Although he was a child of
naturalism and Modernismo, and
experimented
with
continental
ideologies, Herrera’s important works
were steps beyond these concerns. His
major themes, erotic conflict, the
problems of European man in a tropical
milieu, and the effects of racial mixture
on mestizo society, reflect an originality
of psychological and sociological
perspective. Several of his later prose
works are definite contributions to the
history of literature, and his final books of
poetry contain selections which deserve
serious attention. Herrera’s writings have
received little analysis since his death,
however, and he has never been widely
known to North American critics. It is
hoped that this study will facilitate access
to source material and thereby promote an
appreciation of the author and his works.
EL AUTOR GUATEMALTECO
FLAVIO HERRERA (1894-1968) fue un
ecléctico que mezcló numerosas corrientes
de pensamiento extranjero con un profundo
conocimiento de su propio país para crear
una literatura híbrida de gran calidad y
dimensión. Aunque era hijo del naturalismo
y el Modernismo, y experimentó con
ideologías continentales, las importantes
obras de Herrera fueron pasos más allá de
estas
preocupaciones.
Sus
temas
principales, el conflicto erótico, los
problemas del hombre europeo en un medio
tropical y los efectos de la mezcla racial en
la sociedad mestiza, reflejan una
originalidad de perspectiva psicológica y
sociológica. Varias de sus últimas obras en
prosa son contribuciones definitivas a la
historia de la literatura, y sus últimos libros
de poesía contienen selecciones que
merecen una seria atención. Sin embargo,
los escritos de Herrera han recibido poco
análisis desde su muerte y nunca ha sido
ampliamente conocido por los críticos
norteamericanos. Se espera que este estudio
facilite el acceso al material fuente y, por lo
187
Version original en inglés 1978
Flavio Herrera grew up during the
troubled years of Estrada Cabrera’s
dictatorship. His parents, Victoria and
Agustín Herrera, belonged to the ladino
upper middle class, and Flavio attended
the Colegio de Infantes, the Instituto de
Varones, and then went on to study law at
the University of San Carlos. He received
his licenciatura in 1918. That year he
published his Master’s thesis, “José
Enrique Rodó y el americanismo
literario,” as well as his first book of
poetry, El ala de la montaña. The former
is significant because it is the author’s
first statement about the effects of race
and environment on the Guatemalan
spirit. Herrera was partisan of
deterministic sociology; nevertheless, he
did express hopes for a decidedly
American literary and social synthesis of
conflicting elements. El ala de la
montaña is influenced by other forces,
most notably Modernismo; the book is
most important, however, for his basic
philosophy is presented here, and it
includes a pantheistic view of nature, a
call for retreat from bourgeois reality, and
an escape to an Arcadia where
immortality and sexual ecstasy exist
within cycles of eternal regeneration. The
youthful dream of El ala de la montaña is
that spiritual transcendence can be
attained through a kind of erotic union
with the universe.
Traducción libre al español 2020
tanto, promueva la apreciación del autor y
sus obras.
Flavio Herrera creció durante los
turbulentos años de la dictadura de Estrada
Cabrera. Sus padres, Victoria y Agustín
Herrera, pertenecían a la clase media alta
ladina, y Flavio asistió al Colegio de
Infantes, al Instituto de Varones, y luego
pasó a estudiar Derecho en la Universidad
de San Carlos. Recibió su licenciatura en
1918. Ese año publicó su tesis de
licenciatura, “José Enrique Rodó y el
americanismo literario”, así como su primer
libro de poesía, El ala de la montaña. El
primero es significativo porque es la
primera declaración del autor sobre los
efectos de la raza y el medio ambiente en el
espíritu guatemalteco. Herrera era partidario
de la sociología determinista; sin embargo,
expresó esperanzas de una síntesis literaria
y social decididamente americana de
elementos en conflicto. El ala de la montaña
está influenciado por otras fuerzas, entre las
que destaca el Modernismo; el libro es más
importante, sin embargo, porque su filosofía
básica se presenta aquí, e incluye una visión
panteísta de la naturaleza, un llamado a
retirarse de la realidad burguesa y un escape
a una Arcadia donde la inmortalidad y el
éxtasis sexual existen dentro de ciclos de
regeneración eterna. El sueño juvenil de El
ala de la montaña es que la trascendencia
espiritual se puede alcanzar a través de una
especie de unión erótica con el universo.
188
Version original en inglés 1978
After the completion of his
education, Herrera practiced law briefly,
then became Secretary of the Guatemalan
legation to Costa Rica in 1920. There, he
made his debut into Central American
high society, and his poetry made a
favorable impression on the salons of San
José. With the publication of book of
short stories, La lente opaca, in 1921, his
literary star began to rise. Soon after his
return to Guatemala, however, he became
involved in a scandal, and he left for
Europe immediately. He studied a short
time in Italy, traveled to Germany and
Spain, then went to Paris, joining other
Guatemalans who had made the
pilgrimage to what they considered the
center of the world. Herrera’s [292]
second book of short stories, Cenizas,
was published while he was still in
Europe, and when he came home in 1923,
he was in the vanguard of the Guatemalan
“Generation of 1920”. The quality of
Herrera’s short fiction, like that of his
thesis and poetry, is uneven. Melodrama,
contrived plot, sentimentality, and lack of
verisimilitude disfigure some selections,
while others are strikingly brutal and
effective sketches of Guatemalan life.
Techniques such as the dry, abrupt
climax, the focus on curious or unusual
figures and events, the use unexpected
revelations, deliberate magnification of
horror, and surprise endings alternately
enhance and detract from the narratives.
Themes range from rape in the jungle to
Traducción libre al español 2020
Luego de completar su educación,
Herrera ejerció brevemente la abogacía,
luego se convirtió en Secretario de la
legación guatemalteca en Costa Rica en
1920. Allí hizo su debut en la alta sociedad
centroamericana, y su poesía dejó una
impresión favorable en los salones de San
José. Con la publicación del libro de
cuentos, La lente opaca, en 1921, su estrella
literaria comenzó a alzarse. Poco después de
su regreso a Guatemala, sin embargo, se vio
envuelto en un escándalo y partió a Europa
de inmediato. Estudió un corto tiempo en
Italia, viajó a Alemania y España, luego se
fue a París, uniéndose a otros guatemaltecos
que habían hecho la peregrinación a lo que
consideraban el centro del mundo. [292] El
segundo libro de cuentos de Herrera,
Cenizas, se publicó cuando aún estaba en
Europa, y cuando regresó a casa en 1923,
estaba a la vanguardia de la “Generación de
1920” guatemalteca. La calidad de la ficción
corta de Herrera, como la de su tesis y
poesía, es desigual. El melodrama, la trama
artificial, el sentimentalismo y la falta de
verosimilitud
desfiguran
algunas
selecciones, mientras que otras son bocetos
sorprendentemente brutales y efectivos de la
vida guatemalteca. Técnicas como el clímax
seco y abrupto, el enfoque en figuras y
eventos curiosos o inusuales, el uso de
revelaciones inesperadas, la magnificación
deliberada del horror y los finales
sorpresivos mejoran y restan valor a las
narraciones. Los temas van desde la
violación en la jungla hasta la valentía
189
Version original en inglés 1978
unselfish bravery, but there is a decided
taste for erotic situations, as well as an
obsessive concern with Guatemala’s
geographical and cultural isolation. In
several key stories, the author explains
extreme sexual behavior in terms of
environmental deficiencies and the
unhealthy effects of the jungle; this is a
pivotal issue in the trajectory of his
writings. Having experienced some
trauma during puberty, Herrera attempts
to describe his reactions in literary terms.
He personifies the forces of nature and he
sees his own chaotic feelings mirrored in
the violent, sensuous landscape.
Ignored
by
of
Herrera’s
commentators, the individual stories of a
book he never published, “Mujeres,” are
some of the author’s more interesting
pieces. They form a transition between a
frustrated rural sensuality in his early
works, and the complex intrigues of his
two major novels, El tigre (1934) and
Caos (1949). They confirm that, despite
criticism in his Master’s thesis of “la
pornografia científica de Zola” and
“exageraciones
enfermizas”
of
naturalism, Herrera was no enemy of
such trends. While his friends of the
Generation of 1920 were thinking about
the unity of the Central American states,
social reform, educational relevance and
the eradication of illiteracy, Herrera was
following in the footsteps of those who
had proposed to study morality through
Traducción libre al español 2020
desinteresada, pero hay un gusto decidido
por las situaciones eróticas, así como una
preocupación obsesiva por el aislamiento
geográfico y cultural de Guatemala. En
varias historias clave, el autor explica el
comportamiento sexual extremo en
términos de deficiencias ambientales y los
efectos nocivos para la salud de la selva;
este es un tema fundamental en la
trayectoria de sus escritos. Habiendo
experimentado algún trauma durante la
pubertad, Herrera intenta describir sus
reacciones
en
términos
literarios.
Personifica las fuerzas de la naturaleza y ve
sus propios sentimientos caóticos reflejados
en el paisaje violento y sensual.
Ignorado por los comentaristas de
Herrera, las historias individuales de un
libro que nunca publicó, “Mujeres”, son
algunas de las piezas más interesantes del
autor. Forman una transición entre una
sensualidad rural frustrada en sus primeras
obras y las complejas intrigas de sus dos
grandes novelas, El tigre (1934) y Caos
(1949). Confirman que, a pesar de las
críticas en su tesis de licenciatura a “la
pornografía científica de Zola” y
“exageraciones
enfermizas”
del
naturalismo, Herrera no fue enemigo de
tales tendencias. Mientras sus amigos de la
Generación de 1920 pensaban en la unidad
de los estados centroamericanos, la reforma
social, la relevancia educativa y la
erradicación del analfabetismo, Herrera
seguía los pasos de quienes se habían
propuesto estudiar la moral a través del
190
Version original en inglés 1978
the erotic genre. In addition to the
thematic variations which expand the
writer’s treatment of sexual behavior, the
pieces
of
“Mujeres”
display
improvements in technique and point of
view which mark a new phase in his
writing.
During the twenties, Herrera
divided his energies among teaching,
managing his coffee plantations on the
southern coast, and practicing law in
Quezaltenango.
In
addition,
he
occasionally found time to write for the
newspaper El Imparcial. His efforts,
however, were not always equal to the
demands of his work, and he began to
experience financial difficulties. Coffee
prices fell in 1929, and Herrera’s
agricultural plans had to be temporarily
abandoned. He settled in Guatemala City
during the spring of 1930, and began the
most creative time of his life. Between
1931 and 1938, he published five
collections of poetry and four novels. The
period was the height of his career. He
solidified his national reputation and
established himself as a serious American
writer.
The novel El tigre (1932) is the
most accomplished of the seven books
Herrera wrote in the 1930’s, and is a good
example of the criollismo which was
becoming popular in Guatemala as well
as in much of Latin America. The work’s
real significance, however, lies in its
complex exploration of the mestizo’s
Traducción libre al español 2020
género erótico. Además de las variaciones
temáticas que amplían el tratamiento que el
escritor da a la conducta sexual, las piezas
de “Mujeres” muestran mejoras en la
técnica y el punto de vista que marcan una
nueva etapa en su escritura.
Durante los años veinte, Herrera
dividió sus energías entre la docencia, el
manejo de sus plantaciones de café en la
costa sur y el ejercicio de la abogacía en
Quetzaltenango. Además, ocasionalmente
encontraba tiempo para escribir para el
diario El Imparcial. Sin embargo, sus
esfuerzos no siempre estuvieron a la altura
de las exigencias de su trabajo y comenzó a
experimentar dificultades económicas. Los
precios del café cayeron en 1929 y los
planes agrícolas de Herrera tuvieron que
abandonarse temporalmente. Se instaló en la
ciudad de Guatemala durante la primavera
de 1930 y comenzó la época más creativa de
su vida. Entre 1931 y 1938, publicó cinco
colecciones de poesía y cuatro novelas. El
período fue el apogeo de su carrera.
Consolidó su reputación nacional y se
estableció como un escritor americano serio.
La novela El tigre (1932) es el más
logrado de los siete libros que escribió
Herrera en la década de 1930, y es un buen
ejemplo del criollismo que se estaba
volviendo popular en Guatemala y en gran
parte de América Latina. El verdadero
significado de la obra, sin embargo, radica
en su compleja exploración de la
191
Version original en inglés 1978
disassociation from his environment. The
book is pessimistic in that [293] the hero
falls short of coming to terms with the
land and its Indian inhabitants. The
optimistic side of El tigre is found the
author’s recognition that hidden
somewhere in the essence of the
wilderness lies the secret to what he
called the “divorcio del ambiente.” Here
is Herrera’s first literary synthesis of the
major preoccupations that appear in his
previous works. In El ala de la montaña,
La lente opaca, and Cenizas, nature had
provoked unusual passion in the
characters, disorienting and even turning
them against themselves. The principal
changes in Herrera’s outlook during the
fifteen years following his first poetry
involved a new concept through which
man could find a meaningful place in
essentially
hostile
and
foreign
surroundings. The protagonist of El tigre
discovered an insight which had eluded
his counterparts in Herrera’s earlier
fiction; he gained a vision of the jungle as
a primitive, but possibly benevolent
netherworld, as opposed to an
inexplicably malevolent paradise.
By 1939, Herrera’s creative
energies were turned to more immediate
concerns. He once again experienced
economic problems, and he was involved
with a movement against Jorge Ubico.
Having become and embarrassment to the
government, Herrera was sent to the
Traducción libre al español 2020
disociación del mestizo de su entorno. El
libro es pesimista en el sentido de que [293]
el héroe no llega a un acuerdo con la tierra y
sus habitantes indios. El lado optimista de El
tigre se encuentra en el reconocimiento del
autor de que escondido en algún lugar de la
esencia del desierto se encuentra el secreto
de lo que llamó el “divorcio del ambiente”.
Aquí está la primera síntesis literaria de
Herrera, de las principales preocupaciones
que aparecen en sus trabajos anteriores. En
El ala de la montaña, La lente opaca y
Cenizas, la naturaleza había provocado una
pasión inusual en los personajes,
desorientando e incluso volviéndolos contra
sí mismos. Los principales cambios en la
mirada de Herrera durante los quince años
posteriores a su primera poesía implicaron
un nuevo concepto a través del cual el
hombre podía encontrar un lugar
significativo en un entorno esencialmente
hostil y ajeno. El protagonista de El tigre
descubrió una intuición que había eludido a
sus contrapartes en la ficción anterior de
Herrera; obtuvo una visión de la jungla
como un inframundo primitivo, pero
posiblemente
benevolente,
en
contraposición
a
un
paraíso
inexplicablemente malévolo.
En 1939, las energías creativas de
Herrera se dirigieron a preocupaciones más
inmediatas. Volvió a tener problemas
económicos y participó en un movimiento
contra Jorge Ubico. Habiéndose convertido
en una vergüenza para el gobierno, Herrera
fue enviado a los Estados Unidos para
192
Version original en inglés 1978
United States to study North American
education. During his trip abroad, he
married Mercedes Duchez, a Guatemalan
who had been studying in California. On
his return, he again took part in pressures
against Ubico. Although forced to flee the
country in July 1944, he supported the
Revolution of Octuber 20 and he was
briefly considered for appointment as
provisional president of Guatemala. After
the fall of Ubico, Herrera received a
diplomatic assignment in Argentina.
There, he completed his two best works,
20 rábulas en flux, and Caos.
The former is a collection of short
stories and cuadros de costumbre which
provides a rollicking portrait of student
life during the Cabrera period, with
special attention paid to the adventures of
his decadent “Generation of 1912.” Its
panorama includes an outraged landlady
who covers boisterous pupils of the
Facultad de Derecho with the contents of
her chamber pots, sympathetic and
generous prostitutes, hopelessly romantic
lovers, various idiotic professors and
other bizarre characters who, doubtlessly,
peopled Herrera’s world in one form or
another. The stories are narrated with
color and nostalgia, are full of frank
realism and earthy humor. Many seem to
be embellished school memories, and are
the only Herrera’s writings which show
the extroverted side of his personality.
Caos, published three years after
20 rábulas, presents a significantly
Traducción libre al español 2020
estudiar educación norteamericana. Durante
su viaje al exterior se casó con Mercedes
Duchez, una guatemalteca que había estado
estudiando en California. A su regreso,
volvió a participar en las presiones contra
Ubico. Aunque se vio obligado a huir del
país en julio de 1944, apoyó la Revolución
del 20 de octubre y fue considerado
brevemente para su nombramiento como
presidente provisional de Guatemala.
Después de la caída de Ubico, Herrera
recibe una asignación diplomática en
Argentina. Allí completó sus dos mejores
obras, 20 rábulas en flux y Caos.
El primero es una colección de
cuentos y cuadros de costumbre que ofrece
un retrato alegre de la vida estudiantil
durante el período de Cabrera, con especial
atención a las aventuras de su decadente
“Generación de 1912”. El panorama incluye
a una casera indignada que cubre a
bulliciosos alumnos de la Facultad de
Derecho con el contenido de sus orinales,
prostitutas simpáticas y generosas, amantes
desesperadamente
románticos,
varios
profesores idiotas y otros personajes
extravagantes que, sin duda, poblaron el
mundo de Herrera de una forma o de otra.
Las historias están narradas con color y
nostalgia, están llenas de franco realismo y
humor terrenal. Muchos parecen ser
recuerdos escolares embellecidos, y son los
únicos escritos de Herrera que muestran el
lado extrovertido de su personalidad.
Caos, publicado tres años después de
20
rábulas,
presenta
soluciones
193
Version original en inglés 1978
modified solutions to old problems. It is
the result of a long progression from
Herrera’s earliest verses to a very
sophisticated human treatment of
personal and social issues. The dilemmas
which confronted the protagonist in his
other works, including El tigre, had
always remained essentially unexplained.
Driving passions were ultimately
depicted
in
terminology
which
contributed to the creation of stereotypes
rather than characters. In Caos, Herrera
translates the persistent questions of man
his circumstances to a clearly
psychological level. Fascination with
nature is here to be less the result of
telluric forces than of a troubled and
inconclusive puberty. The study of
“latinismo inferior” and the Guatemalan
environment, through which he had
previously [294] attempted to explain his
feelings, are exposed in this final novel as
concentric circles of the author’s violent
and tragic youth.
After the publication of Caos,
Herrera’s personal life and literary
production deteriorated. Alcoholism and
diabetes sapped his energies. He was
divorced in 1950; he married a college
student the next year, and was divorced
once more soon afterwards. An
unpublished novelette, “Hembra,” was
completed prior to 1954, and concerns
Herrera’s old obsession with the internal
ravages of erotic entanglement. In 1958,
Traducción libre al español 2020
significativamente modificadas a viejos
problemas. Es el resultado de una larga
progresión desde los primeros versos de
Herrera hasta un tratamiento humano muy
sofisticado de los problemas personales y
sociales. Los dilemas a los que se enfrentó
el protagonista en sus otras obras, entre ellas
El tigre, siempre habían quedado
esencialmente sin explicación. Las pasiones
motrices se plasmaron en última instancia
en una terminología que contribuyó a la
creación de estereotipos en lugar de
personajes. En Caos, Herrera traduce las
persistentes interrogantes del hombre sobre
sus circunstancias a un nivel claramente
psicológico. La fascinación por la
naturaleza es aquí menos el resultado de
fuerzas telúricas que de una pubertad
turbulenta e inconclusa. El estudio del
“latinismo
inferior”
y
el
medio
guatemalteco, a través del cual previamente
[294] había intentado explicar sus
sentimientos, se exponen en esta última
novela como círculos concéntricos de la
violenta y trágica juventud del autor.
Después de la publicación de Caos,
la vida personal y la producción literaria de
Herrera se deterioró. El alcoholismo y la
diabetes minaron sus energías. Se divorció
en 1950; se casó con una estudiante
universitaria al año siguiente y se divorció
una vez más poco después. Una novela
inédita, “Hembra”, se completó antes de
1954, y trata de la vieja obsesión de Herrera
con los estragos internos del enredo erótico.
En 1958, envió una copia mecanografiada a
194
Version original en inglés 1978
he sent a typed copy to Seymour Menton,
who was then compiling his history of the
Guatemalan novel. After that, there
seems to be no indication that he tried to
bring the work to press. It remained with
his papers until 1972, when I discovered
it and included it as an appendix to my
dissertation on his life and writings. In all,
“Hembra” is far less polished than any of
the author’s others novels, but it does
provide an enlightening finale for all his
stories of paranoia. A collection of
poetry, Oros de otoño, was published
after the death of his mother in 1962, and
expresses, in some of Herrera’s best
verse, the physical and mental decline of
his last years. Illness kept him confined to
his home. He was depressed and in pain,
and life hay evidently lost its meaning.
While memories could have been sweet,
they apparently were not. “No estoy
soñando,” he stated in his poems, “vivo
pesadillas.” He lamented his boredom,
his lack of spiritual horizon, his
disillusionment, and his inability to carry
on his youthful adventures. Later poems
do not suggest change of attitude: Patio
and nube (1964), his final book of poetry,
expresses a deepening of negative
themes. Certain verses reflect a
melancholy resignation to death, while
others repeat the fear and desolation of
Oros de otoño. Neither of these last books
are consistently well enough written to be
considered, in their totality, as great
works of Guatemalan letters: however,
Traducción libre al español 2020
Seymour Menton, quien entonces estaba
compilando su historia de la novela
guatemalteca. Después de eso, no parece
haber indicios de que intentara llevar el
trabajo a imprenta. Permaneció con sus
trabajos hasta 1972, cuando lo descubrí y lo
incluí como apéndice de mi disertación
sobre su vida y sus escritos. En total,
“Hembra” está mucho menos pulida que
cualquiera de las otras novelas del autor,
pero proporciona un final esclarecedor para
todas sus historias de paranoia. Una
colección de poesía, Oros de otoño, se
publicó después de la muerte de su madre en
1962 y expresa, en algunos de los mejores
versos de Herrera, el deterioro físico y
mental de sus últimos años. La enfermedad
lo mantuvo confinado en su casa. Estaba
deprimido y dolorido, y evidentemente la
vida había perdido su significado. Si bien
los recuerdos podrían haber sido dulces,
aparentemente no lo fueron. “No estoy
soñando”, decía en sus poemas, “vivo
pesadillas”. Lamentó su aburrimiento, su
falta de horizonte espiritual, su desilusión y
su incapacidad para continuar sus aventuras
juveniles. Los poemas posteriores no
sugieren un cambio de actitud: Patio y nube
(1964), su último libro de poesía, expresa
una profundización de los temas negativos.
Ciertos versos reflejan una melancólica
resignación a la muerte, mientras que otros
repiten el miedo y la desolación de Oros de
otoño. Ninguno de estos últimos libros está
lo suficientemente bien escrito para ser
considerado, en su totalidad, como grandes
195
Version original en inglés 1978
they do contain Herrera’s best poetry as
well as his most penetrating visions of
human destiny. Their most disconcerting
lesson is that the value of individual
ecstasy
through
sexuality
and
identification with nature is minimal and
ephemeral; the author’s elaborate
novelistic
experiences
with
transcendence were irrelevant in the face
of age and death.
Flavio Herrera’s life and works
are a progressive revelation of
compulsion and disorientation in which
literary melodrama is balanced with
intimate tragedy and personal drama. His
greatest writings, the poems of old age,
the confessional Caos, and the ribald 20
rábulas, deserve a firm place in Latin
American literature. The rest of his works
listed here are useful from both a
biographical and critical point of view.
Every writer’s works offer lesson in
literary history, and Herrera is no
exception. He was a product of his nation
and his age, reflecting the literary traits
and social concerns of early twentiethcentury Guatemala. A study of his prose
provides an enlightening view of Central
American criollismo and keys to
understanding
the
sources
of
anthropomorphism,
brutality
and
sexuality in the modern novel. Most
significantly, the broad scope of
Herrera´s complete works enables the
reader to explore in depth the intricacies
of psychological, ideological and literary
Traducción libre al español 2020
obras de letras guatemaltecas; sin embargo,
contienen la mejor poesía de Herrera, así
como sus visiones más penetrantes del
destino humano. Su lección más
desconcertante es que el valor del éxtasis
individual a través de la sexualidad y la
identificación con la naturaleza es mínimo y
efímero; las elaboradas experiencias
novelísticas del autor con la trascendencia
eran irrelevantes frente a la edad y la muerte.
La vida y obra de Flavio Herrera son
una revelación progresiva de compulsión y
desorientación en la que el melodrama
literario se equilibra con la tragedia íntima y
el drama personal. Sus mayores escritos, los
poemas de la vejez, el Caos confesional y
los 20 rábulas obscenos, merecen un lugar
firme en la literatura latinoamericana. El
resto de sus obras enumeradas aquí son
útiles tanto desde un punto de vista
biográfico como crítico. Las obras de todos
los escritores ofrecen lecciones de historia
literaria y Herrera no es una excepción. Fue
un producto de su nación y su época,
reflejando los rasgos literarios y las
preocupaciones sociales de la Guatemala de
principios del siglo XX. Un estudio de su
prosa proporciona una visión esclarecedora
del criollismo centroamericano y claves
para comprender las fuentes del
antropomorfismo, la brutalidad y la
sexualidad en la novela moderna. Más
significativamente, el amplio alcance de la
obra completa de Herrera permite al lector
explorar en profundidad las complejidades
del desarrollo psicológico, ideológico y
196
Version original en inglés 1978
development, which ultimately lead to
major contributions to the history of
literature.
Among the sources for the
bibliography which follows were
Herrera’s [295] personal papers and
manuscripts found at his former home,
“Triana,” on the Avenida Mariscal in
Guatemala City (the house has been
restored by the University of San Carlos
and all documents there belong to the
university), the files of the daily El
Imparcial of Guatemala City, and the
Archivo Nacional of Guatemala.
Despite the numerous brief
studies of Herrera’s works which have
appeared in Guatemala, no attempt has
ever been made to present a unified list of
his writings in all genres. This
bibliography in the first such attempt.
My findings were discussed with
three of Herrera’s most intimate
acquaintances: David Vela, literary
historian and critic, and longtime editor
of El Imparcial, and a friend of Herrera
since before 1920; Ricardo Estrada,
author of Flavio Herrera: su novela, and
one of his closest friends; and Mercedes
Duchez, Herrera’s first wife.
Traducción libre al español 2020
literario, que en última instancia conduce a
importantes contribuciones a la historia de
la literatura.
Entre las fuentes para la bibliografía
que sigue se encuentran los documentos
[295] personales y manuscritos de Herrera
encontrados en su antigua casa, “Triana”, en
la Avenida Mariscal en la Ciudad de
Guatemala (la casa ha sido restaurada por la
Universidad de San Carlos y todos los
documentos pertenecen a la universidad),
los archivos del diario El Imparcial de la
Ciudad de Guatemala y el Archivo Nacional
de Guatemala.
A pesar de los numerosos estudios
breves de las obras de Herrera que han
aparecido en Guatemala, nunca se ha
intentado presentar una lista unificada de
sus escritos en todos los géneros. Esta
bibliografía en el primer intento de este tipo.
Mis hallazgos fueron discutidos con
tres de los conocidos más íntimos de
Herrera: David Vela, historiador y crítico
literario, y editor de El Imparcial desde hace
mucho tiempo, y amigo de Herrera desde
antes de 1920; Ricardo Estrada, autor de
Flavio Herrera: su novela, y uno de sus
amigos más cercanos; y Mercedes Duchez,
primera esposa de Herrera.
197
198
Flavio Herrera, el joven. Por: Adolfo Méndez Vides, 2020
Oculta
Flavio Herrera, el joven
En este texto, Méndez Vides repasa en una de las obras tempranas del criollista. Como bien
dice el autor, vale la pena mirar a esa obra que antecedió su gran trilogía.
FECHA DE PUBLICACIÓN: 05–05–20
Por: Adolfo Méndez Vides
El novelista guatemalteco Flavio Herrera (1895–1968) dedicó la vida a la Literatura
y a la educación, y dejó su legado a la Universidad de San Carlos, editora de su Trilogía del
trópico: ‘El tigre’, ‘La tempestad’ y ‘Caos’.
En 1918, en plena época de “gripe española”, terminó sus estudios universitarios y
viajó a Europa, a continuar sus estudios jurídicos en Leipzig, donde la literatura se le
199
atravesó, y lo empujó a Roma y a Madrid, donde compartió la tertulia bohemia de Ramón
Gómez de la Serna y la escuela de don Ramón del Valle Inclán. Volvió a la Guatemala rural
imposibilitado a recuperarse de la impresión, como administrador de fincas familiares, para
vivir entre gente misteriosa, aturdido por el canto de los pájaros y desvelado por el necio
trabajo de los grillos que se raspan las patas de violín con todo el tedio del mundo. Era joven,
soñador, enamorado de la gloria y se sumergió en Bulbuxyá, una paradisíaca finca calurosa
de San Antonio Suchitepéquez. Tocó por un tiempo la cima urbana del siglo XX y fue
destinado a otra realidad.
Se le ubica como parte de la Generación del cometa Halley o de 1910, o de los autores
del terremoto de la Navidad de 1917, que fueron del modernismo a la exploración de las
vanguardias y al criollismo.
Sus primeras publicaciones datan de 1921, y en 1923 aparece en Leipzig, en la
editorial Bernhard Tauchnitz el libro ‘Cenizas’, con diez cuentos de juventud, donde se
pueden apreciar las preocupaciones de nuestro escritor. Los protagonistas son hombres
solteros y mundanos, educados en Europa, propietarios de fincas, que han tenido que dejar
la buena vida, la champaña y el buen vestir, para dedicarse al trabajo en el campo, a
actividades rentables pero aburridas que aceptan resignados como una condena.
Un documento valioso para entender la sensibilidad de la época y lo que vivió o
experimentó emotivamente nuestro escritor en sus años de abandono, cuando “un naufragio
me hubiera hecho feliz”.
La narración despliega abulia, vida disipada y sibarita, la condenada aceptada de vivir
en el campo, entre paredes de tablas sin cepillar, como describe en ‘El miedo’, alejado del
tradicional refinamiento del mundo desarrollado. Y con una impresionante capacidad para
adivinar el futuro se describe desde su juventud, proyectado en uno de sus protagonistas:
“Soy como aquel solterón que nunca se casó por mujeriego y, ya en la triste madurez, cuando
empiezan a nevar en el pelo los inviernos, se pasaba las horas, oyendo una vocecita musical
y doliente, una dulce vocecita que gemía tras las bardas de su casa. (…) pero él ya había
edificado un sueño a su modo. Procedía como algunos sabios arqueólogos que, por un detalle,
una piedra, coligen y reconstruyen la arquitectura cabal de un monumento milenario”. Así
prefigura la vida futura de viejo “reumático y saudoso”, en lo que más o menos se convirtió
con el tiempo, escribiendo siempre, en una tierra donde los finqueros educados se entregaban
a perseguir aventuras amorosas despiadadas con tal de “matar la murria del pueblón”. Ya
entonces el joven escritor le planteaba a sus personajes la pregunta qué le habrán hecho a él
más tarde sus amigos: “Por qué no te casaste?”. Y la respuesta se encuentra vagando en la
memoria de su vida en Europa, en aquello a lo que se habituó para renunciar.
El autor era joven cuando escribió ‘Cenizas’, y la imagen que nos presenta de la
Guatemala de entonces es la del “tedio que le ahuecaba la vida”. ¿Qué podía hacer alguien
200
educado y soñador sino “jactarse de mundano”? La falta de entusiasmo llena las páginas y
las preocupaciones de ‘Cenizas’, una obra inicial de un autor que más tarde se llenó de
Guatemala y escribió una hermosa trilogía novelesca.
En estos días de cuarentena, valdría la pena emprender la relectura de sus primeras
obras para identificar la memoria del terremoto y la Gripe española, tragedias que de alguna
manera lo debieron de conmover, o su trasunto.
TOMADO DE:
Méndez Vides, Adolfo; “Flavio Herrera, el joven”. Guatemala : elPeriódico, edición digital
del 5 de mayo de 2020, en https://elperiodico.com.gt/oculta/2020/05/05/flavio-herrera-eljoven/.
Cabe acotar que Méndez Vides recuerda al lector que en Madrid Flavio Herrera
“compartió la tertulia bohemia de Ramón Gómez de la Serna”, (1888–1963), un experto en
greguerías. Quizá en él se inspiró al componer muchos de sus hai–kais. El investigador
norteamericano Richard L. Jackson señaló en 1966, después de comentar sobre el escritor
español Xavier Villaurrutia a quien le asigna el papel de iniciador de las greguerías en México:
Todavía más que los escritores mexicanos, el guatemalteco Flavio Herrera consiguió
recrear de forma infantil la realidad —muy patente en la greguería de Gómez de la
Serna— basándose en el normal funcionamiento de la imaginación que en primer
201
lugar re–descubre las cosas y después las transforma, por el arte, en nuevas y
brillantes entidades, como si fueran vistas por primera vez. Abundan los ejemplos:
“El canario: ¿Quién ha puesto en la jaula una yema de huevo con ala?”
“El papagayo: una antorcha que canta.”
“Los cuervos: papeles quemados que arremolina el viento.”
“el ciempiés: un peine vagabundo.”
“La orquídea: ¿es el alma de la nieve?”
“La laguna: jícara de cristal para el chorro del cielo
(‘Poesía horizontal’, Cosmos indios).”
No cabe duda que Flavio Herrera en estos ejemplos ha captado la impresión buscada
en la greguería: la metáfora sorprendente y humorística que nos ofrece una nueva
perspectiva inesperada de alguna faceta desatendida de la realidad. Veamos algunas
de Gómez de la Serna que comparten la misma agudeza de visión:
“Lira: música entre paréntesis.”
“Luna en el lago: leche condensad mezclándose al té.”
“Nubes: ríos vagabundos.”
“El perfume es el eco de las flores.” 240
Jackson, Richard L. “Apuntes sobre la lengua greguerística en la poesía contemporánea
hispanoamericana.” Hispanófila, no. 28, 1966, pp. 49–58. JSTOR, www.jstor.org/stable/43806813. Consulta
efectuada el 20 Oct. 2020. Páginas 53 a 54. [No. 28 (SEPTIEMBRE 1966), págs. 49-58 (10 páginas)].
Publicado por: Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill para su Departamento de Estudios
Románticos.
240
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una vieja polémica: ¿Esos restos deben quedar en París?, o ¿Deben regresar a Guatemala? –
III–”. Guatemala : Prensa Libre, edición del martes 11 de enero de 1966. Páginas 13 y 40.
Incluye entrevista a Flavio Herrera, quien respondió: “—Me pronuncio por traerlo. Porque es
un grupo de intelectuales el que lo está propugnando. Por ellos, para regocijo de los amigos
de Guatemala y de Gómez Carrillo, entre los cuales me cuento yo, me inclino por traerlo,
aunque, repito, va a perder universalidad al abandonar a París...”.
Ariel; “Carta de doña Natalia G. vda. de Morales”. Ariel. Quincenario antológico de Letras, Artes,
Ciencias y Misceláneas. Director: Froylán Turcios. Serie X, Número 29. San José de Costa
Rica, 10 de noviembre de 1938. Página 766. Solicita que la revista publique el capítulo “La
epopeya del café”, de la novela La tempestad, de Flavio Herrera.
Arzú, José; “¿Cómo escribe usted? Entrevistas de José Arzú. Flavio Herrera, al decirnos como escribe,
hace interesante referencia a la génesis de sus bellas novelas”. Guatemala : El Imparcial,
sábado 18 de enero de 1936. Páginas 3 y 8.
Arzú, José; “El libro de Flavio Herrera”. Guatemala : Diario de Centro América, miércoles 20 de julio de
1921. Página 5. Sobre La lente opaca.
Boletín de Museos y Bibliotecas; “Curso de Derecho Romano por el Licenciado Flavio Herrera”.
Guatemala : Director Rafael Arévalo Martínez. Publicaciones de la Secretaría de Educación
Pública. Año II, Época 2ª, Número 2, julio de 1942. Páginas 45 a 47.
Brañas, César; “Confines y problemas de la generación del novecientos veinte (contribución al estudio de
nuestro desenvolvimiento intelectual). V. Algunos nombres y algunas obras”. París,
septiembre de 1928. Guatemala : El Imparcial, lunes 1 de octubre de 1928. Página 3. Recorte
de periódico en Archivo Histórico Casa de la Cultura Flavio Herrera. Véase texto completo
en: “Confines y problemas de la generación del novecientos veinte (contribución al estudio
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de nuestro desenvolvimiento intelectual)”. Guatemala : Revista Política y Sociedad. Escuela
de Ciencia Política, Universidad de San Carlos de Guatemala. No. 37, Año 1999. Páginas 159
a 173.
Córdova, Alejandro; “Perfiles criollos. El choteo literario”. Guatemala : Diario de Centro América,
viernes 21 de octubre de 1921. Página 1. Compadece a Flavio Herrera porque no encuentra
apoyo para su producción literaria, siendo uno de los mejores exponentes del cenáculo de
intelectuales.
Diario de Centro América; Cenizas de Flavio Herrera. Guatemala : edición del viernes 16 de noviembre
de 1923. Página 1. Crítica y comentarios al libro de cuentos.
Diario de Centro América; El libro de Carlos Samayoa Chinchilla. Guatemala : edición del martes 4 de
septiembre de 1934. Página 2. Se trata de Madre Milpa, con dictamen de Flavio Herrera.
Diario de Centro América; Flavio Herrera se separa de nosotros. Guatemala : edición del jueves 20 de
abril de 1922. Página 1. Informa que Flavio Herrera se retira de la sección “Propósitos y
noticias” o “Los jueves del Diario”. Explica que se hará cargo de otro periódico.
Diario de Centro América; La Universidad comprará ejemplares de “El Tigre” y “Madre Milpa”.
Guatemala : edición del lunes 10 de septiembre de 1934. Página 2. De Flavio Herrera y Carlos
Samayoa Chinchilla, respectivamente.
Diario de Centro América; Las autoridades del Quiché laboran por el progreso del departamento.
Guatemala : edición del viernes 21 de septiembre de 1934. Página 6. Un homónimo de Flavio
Herrera, capturado.
Diario de Centro América; Nueva edición de “El Tigre”. Guatemala : edición del lunes 1 de octubre de
1934. Página 3.
El Imparcial; ¿Quién será el rector de la Universidad? Se postulan tres candidatos para las próximas
elecciones. Se trata de los doctores Carlos Federico Mora y Ernesto Alarcón y el licenciado
Flavio Herrera, actual Rector Suplente de la Universidad. Guatemala : edición del martes 5
de junio de 1923. Página 1.
El Imparcial; Clausura del año en la Universidad. Programa que tendrá desarrollo mañana domingo.
Guatemala : sábado 3 de marzo de 1934. Página 1. Informa que el 4 de marzo la Universidad
realizaría el acto de clausura del ciclo lectivo 1933-1934, que se entregarían los premios a las
mejores tesis del año por cada Facultad que lo tenía establecido, y que Flavio Herrera dictaría
la conferencia “El milagro Hispanoamericano”.
El Imparcial; Dos libros guatemaltecos más allá de las fronteras. Angustia, de Raúl Leiva, y Estancias de
la montaña, de León Aguilera. Guatemala : martes 28 de julio de 1942. Páginas 1 y 6.
El Imparcial; Estancias de la montaña. Poemas de León Aguilera. Sierra de las minas; prologa Alejandro
Córdova. Guatemala : martes 16 de junio de 1942. Página 1.
El Imparcial; Flavio Herrera va a publicar un nuevo libro. “Mujeres” es el bello título. Guatemala : jueves
6 de diciembre de 1923. Página 1.
El Imparcial; Los justos homenajes. El crepúsculo de Flavio Herrera. Guatemala : martes 14 de junio de
1966. Página 13.
El Imparcial; Los poetas de Guatemala. Poemas inéditos o seleccionados por sus autores. Flavio Herrera:
Las primicias de “El ala en el mar”. Guatemala : sábado 15 de marzo de 1924. Página 5.
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Contiene los poemas: De viaje; De cada amor; Experiencia; La vida; Aria de olvido; Llama;
Ya te vas, tarde…; La secreta ternura; Tu poema; La sonrisa; El alma; y, Finis.
El Imparcial; Nosotros ante la vida. Iniciación del ciclo lectivo 1934. Guatemala : miércoles 16 de mayo
de 1934. Página 3.
El Imparcial; Nueva novela de Flavio Herrera. Guatemala : jueves 26 de septiembre de 1946. Página 3.
Se refiere a 20 Rábulas en flux.
El Imparcial; Rafael Cardona ya no está en El Imparcial. Tiene sus ideas sobre México. Guatemala : lunes
17 de marzo de 1924. Páginas 1 y 8.
El Imparcial; Recepción de trabajos del segundo torneo literario latinoamericano. Será hasta el 14 de
septiembre próximo habiéndose formado ya los jurados para los tres certámenes. Guatemala
: jueves 30 de julio de 1942. Páginas 1 y 2. Flavio Herrera, miembro del jurado en la rama de
obra en prosa de tema no ficticio y Miguel Ángel Asturias en la de obras literarias en prosa
para jóvenes.
El Imparcial; Un grande de nuestras letras ha muerto: Flavio Herrera. Hizo de El Imparcial un hogar
para su intelecto. Guatemala : jueves 1 de febrero de 1968. Páginas 1 y 2.
El Imparcial; Valiosas conquistas de El Imparcial. Los escritores Rafael Cardona y Flavio Herrera
ingresan en el periódico y el número de páginas se ha aumentado. Foto de Flavio Herrera y
del poeta costarricense Rafael Cardona. Guatemala : martes 30 de octubre de 1923. Páginas
1 y 10.
Erickson, Martin E.; “Escritores Modernistas de Guatemala. Carlos Wyld Ospina. Es este el primero de
una serie de tres estudios; los otros tratan de Flavio Herrera y Rafael Arévalo Martínez”.
Revista Iberoamericana, [S.l.], p. 479-492, mayo 1943. ISSN 2154-4794. Disponible en:
<https://revista-iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/1119/1352>.
----------; “Escritores modernistas de Guatemala. Flavio Herrera”. Revista Iberoamericana, [S.l.], p. 291300,
nov.
1944.
ISSN
2154-4794.
Disponible
en:
<http://revistaiberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/3050/3233 >.
----------; “Guatemala, asilo de escritores hispanoamericanos”. Revista Iberoamericana, [S.l.], p. 115-120,
mayo
1942.
ISSN
2154-4794.
Disponible
en:
<https://revistaiberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/view/975/1211 >.
Estrada h., Ricardo; “Flavio Herrera, Emérito”. Guatemala : El Imparcial, martes 14 de junio de 1966.
Página 13.
Felker, William; “Flavio Herrera: A Bibliography”. [Flavio Herrera: Una Bibliografía]. Revista
interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography. ISSN 0250-6262,
Vol. 28, Nº. 3, 1978, págs. 291-304.
Henríquez Ureña, Max; “Breve Historia del Modernismo. América Central (Capítulo de «Breve Historia
del Modernismo». Max Henríquez Ureña. Fondo de Cultura Económica –México– Buenos
Aires. Primera edición 1954)”. En: El Salvador : Cultura. Revista del Ministerio de Cultura.
Número 1. Enero–Febrero 1955. Director, Manuel Andino. Páginas 109 a 124.
Herrera, Flavio; “Antífona de El Tigre. Los personajes de la novela reclaman al autor”. Guatemala : El
Imparcial, jueves 22 de mayo de 1952. Páginas 9 y 15.
----------; “23 Hai–kais del Trópico”. Playas de Macuto, 1923. Guatemala : El Imparcial, sábado 11 de
julio de 1925. Página 5. NOTA: Las Playas de Macuto se ubican en Venezuela. Incluye los
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siguientes: Los zopilotes; Escándalo; Tarde; El pueblo; La canoa; La pipa; La hamaca;
Alarma; Recental blanco; Persecución; El dolor del árbol; Amor; Por ti; Secreto; Tal vez;
Relatividad; Corazón; ¿Para qué…?; Confianza; Duda; Plenitud; El murciélago; y, El sauce
de la orilla.
----------; “7 Hai–kais marinos”. Guatemala : El Imparcial, sábado 11 de julio de 1925. Página 5. Incluye
los siguientes: Crepúsculo; Salvas; Lujuria; Pasión; Las gaviotas; Previsión; y, Finis. Olvido.
----------; “7 Hai–kais”. Guatemala : El Imparcial, sábado 25 de julio de 1925. Página 5. Incluye los
siguientes: Ternura; Opio; Cuna; Sismo; Geórgica; Pax; y, Maestro.
----------; “8 Hai–kais. Para Alfonso Cravioto. Guatemala : El Imparcial, miércoles 15 de julio de 1925.
Página 3. Incluye los siguientes: El sol; En la playa; La mirada; Ruego; Una vela; Confianza;
Vínculo; y, Lobo marino.
----------; “Ahora el río pasa…”. (Poema de Sierras adentro). Guatemala : El Imparcial, jueves 10 de
diciembre de 1925. Página 5.
----------; “Cinco Hai–kais. Para Luis Quintanilla”. Guatemala : El Imparcial, sábado 6 de noviembre de
1926. Tercera sección. Página 3. Incluye los siguientes: Los cocoteros; Los loros; Milagro; El
guacamayo; y, El túnel.
----------; “Cuentos de amor. Su recuerdo. Del libro ‘Mujeres’”. Guatemala : El Imparcial, lunes 24 de
diciembre de 1923. Página 4.
----------; “De sierra adentro” (cuento). Guatemala : El Imparcial, sábado 19 de enero 1924. Página 8.
----------; “Discurso del Lic. Flavio Herrera, en la clausura del año lectivo en la Universidad Nacional”, de
1920, publicado en Studium, Año I, No. 4 (mayo de 1921, de 32 páginas). Cfr. Quintana,
Epaminondas; Historia de la generación de 1920. Guatemala : Tipografía Nacional, 1971.
Página 185.
----------; “Discurso pronunciado por el Licdo. don Flavio Herrera, en la Universidad Nacional, al
clausurarse el año lectivo de 1920”. En: Herrera, Flavio; Presencia y huella. Tomo V de la
edición por el centenario de su nacimiento. Guatemala : Editorial Universitaria, Universidad
de San Carlos de Guatemala, 1994. Páginas 3 a 7. En nota al pie de página 3 se indica:
“Discurso en la Universidad Nacional. Revista Studium (Guatemala), 1 (4): 21-22, 1921.”
----------; “Ecos del Cuarto Congreso Internacional de Literatura celebrado en Cuba”. Guatemala : El
Imparcial, miércoles 4 de mayo de 1949. Página 3. Parte I. Las partes II a V fueron publicadas
en fechas 6, 10, 11 y 12 de mayo, algunas en página 3 y otras en página 9, todas en la “Sección
Editorial”.
----------; “El corazón viajero. Primera noche de Venecia. Para Rafael Cardona”. Guatemala : El Imparcial,
sábado 2 de febrero de 1924. Página 3.
----------; “El corazón viajero. Verona – La tumba de Julieta. Crónica exclusiva para El Imparcial”.
Guatemala : El Imparcial, sábado 15 de septiembre de 1923. Página 13.
----------; “El milagro hispanoamericano”. Guatemala : El Imparcial, martes 6 de marzo de 1934. Páginas
5 y 6. Recorte de periódico en mal estado y roto en algunas de sus partes, resguardado en el
Archivo Histórico de Casa de la Cultura Flavio Herrera. Se trata del mismo texto que
posteriormente y en ese año publicó el autor: Herrera, Flavio; ----------; Hacia el milagro
hispanoamericano. Apuntes de sociología guatemalteca. (Conferencia pronunciada en la
clausura del Año lectivo de 1933 en la Universidad Nacional, por el Licenciado FLAVIO
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HERRERA, Profesor de Derecho Español y Guatemalteco y de Oratoria Forense). Guatemala
: Tipografía Nacional, 1934. Pp. 20. Véase también: El Imparcial; Clausura del año en la
Universidad. Programa que tendrá desarrollo mañana domingo. Guatemala : sábado 3 de
marzo de 1934. Página 1. Informa que el 4 de marzo la Universidad realizaría el acto de
clausura del ciclo lectivo 1933-1934, que se entregarían los premios a las mejores tesis del
año por cada Facultad que lo tenía establecido, y que Flavio Herrera dictaría la conferencia
“El milagro Hispanoamericano”.
----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. I”. Guatemala : El Imparcial, sábado 13 de junio
de 1931. Página 3. Comenta el artículo de Carlos Rodríguez Cerna, “No más Hai–kais”.
----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. II”. Guatemala : El Imparcial, martes 16 de
junio de 1931. Página 3 de la Sección Editorial con motivo del 11 aniversario de El Imparcial.
----------; “El Minarete. Divagaciones acerca del Hai–kai. III. Para Feliciano Fuentes. T. Hai–Kaista
inédito de Pamaxán”. Guatemala : El Imparcial, sábado 20 de junio de 1931. Página 3.
----------; “El misticismo”. Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Guatemala.
Director: Ricardo Peralta. Secretario de redacción: José Rölz Bennett. Época III, Tomo IV,
Números 1 y 2. Julio–Octubre de 1940. Páginas 23 a 28.
----------; “Hai–kais de invierno. Para Alberto Velásquez”. Guatemala : El Imparcial, jueves 30 de
diciembre de 1926. Página 3. Incluye los siguientes: Nevada; La nieve; Sierra nevada; Ilusión;
y, Magia.
----------; “La India”. Guatemala 5 de agosto de 1912. Publicado en un periódico que no es factible
identificar de cuál se trata, ni la fecha de edición. Se encuentra colocado y pegado como
recorte de prensa, junto a los de Flavio Herrera y de autores varios, divulgados entre 1912 y
1914, y de otros más copiados a mano entre 1901 y 1905 por el anterior propietario de un
libro para asuntos de contabilidad, de 72 folios (el resto fueron arrancados). El artículo o
ensayo está en folios 9 a 11. En la portada interior se lee: “Propiedad de Arturo R. Vielmann.
Guatemala julio 27 de 1901”. El folio 1 lo identifica como ”Libro Diario abierto el día 16 de
julio de 1901”. Está resguardado en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio
Herrera.
----------; “La influencia de Erasmo”. Revista Studium. Año II, No. 5 (enero de 1942). Véase: Quintana,
Epaminondas; Historia de la generación de 1920. Página 234.
----------; “La novela en Guatemala. El solar de los Gonzagas. Impresión de lectura de Flavio Herrera”.
Guatemala : El Imparcial, jueves 21 de febrero de 1924. Página 4. Comentario a la novela de
Carlos Wyld Ospina.
----------; “La picaresca española y la guatemalteca”. Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de Guatemala. Abril-Junio de 1952. pp. 5-17. Véase: Felker, William; “Flavio
Herrera: A Bibliography”. Página 299.
----------; “La picaresca española”. Revista Studium. Año I, No. 4 (octubre de 1941). Véase: Quintana,
Epaminondas; Historia de la generación de 1920. Página 232.
----------; “Los Hai–kais del amor”. Stambul, 1931. Guatemala : El Imparcial, viernes 12 de junio de 1931.
Página 3. Contiene; El vínculo; Una lágrima; Sus cartas; Confianza; y, Después.
----------; “Páginas de Flavio Herrera. La tristeza del viaje – El adiós a Venecia”. Guatemala : El Imparcial,
sábado 12 de julio de 1924. Página 5.
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----------; “Propósitos y noticias”. Guatemala : Diario de Centro América, jueves 9 de marzo de 1922.
Página 4. Presentación de la nueva sección del Diario, “Propósitos y noticias”, donde incluirá
textos de, entre otros, Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou, los ultraístas, Enrique González
y Daniel Vega. Véase: Diario de Centro América; “Flavio Herrera se separa de nosotros”.
Guatemala : edición del jueves 20 de abril de 1922. Página 1. Informa que se retira de la
sección “Propósitos y noticias” o “Los jueves del Diario”. Explica que se hará cargo de otro
periódico.
----------; “Poemas de Flavio Herrera. Bulbuxyá. Pamaxán 1928. Para César Brañas”. Guatemala : El
Imparcial, edición del miércoles 22 de mayo de 1929. Página 3.
----------; “Radio lírico. Flavio Herrera a León Aguilera. Pulso del libro Estancias de la Montaña”.
Guatemala : El Imparcial, martes 23 de junio de 1942. Página 3.
----------; “Raíz de España. A Miguel Ángel Asturias”. Guatemala : El Imparcial, edición del sábado 26
de septiembre de 1959. Pág. 13. Contiene los poemas: Valencia, Una canción en el alba
(firmados en Sevilla, Barrio de Triana, 1956) y Cipreses de Alcalá (suscrito en Alcalá de
Henares, abril de 1956).
----------; “Rincón literario. Tarde de lluvia”. Publicado posiblemente entre 1915 y 1921 en un periódico
que no es factible identificar de cuál se trata ni la fecha de edición. Se encuentra colocado y
pegado como recorte de prensa, junto a los de Flavio Herrera y de autores varios, divulgados
entre 1912 y 1914, y de otros más copiados a mano entre 1901 y 1905. El artículo se encuentra
en folio 8 de un libro (cubierta de color negro) para asuntos de contabilidad, de 72 folios (el
resto fueron arrancados). En la portada interior se lee: “Propiedad de Arturo R. Vielmann.
Guatemala julio 27 de 1901”. El folio 1 lo identifica como “Libro Diario abierto el día 16 de
julio de 1901”. Está resguardado en el Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Flavio
Herrera.
----------; “Siete Hai–kais de Flavio Herrera”. Guatemala : El Imparcial, sábado 8 de mayo de 1926. Página
3. Solo son cinco. Incluye los siguientes: La llanura; El cohete; La cordillera; Los cometas; y,
Sueño.
Juárez Estrada, Walter. “Flavio Herrera heredó todos sus bienes a la Universidad”. Guatemala : Prensa
Libre, edición del martes 13 de febrero de 1968. Página 39.
Nikil (seudónimo); “Obra y labores de nuestro corresponsal en Europa. Flavio Herrera”. Guatemala : El
Imparcial, sábado 3 de noviembre de 1923. Página 15.
Padilla, Faustino; “Serenidad, y seguir… Carta del licenciado Padilla a propósito de La Tempestad”.
Guatemala : El Imparcial, viernes 31 de enero de 1936. Páginas 3 y 6.
Prensa Libre; “Flavio Herrera ha muerto”. Guatemala : Prensa Libre, edición del jueves 1 de febrero de
1968. Página 13.
Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Guatemala; “Tesis, de 1900 a la fecha”.
Director: Ricardo Peralta. Secretario de redacción: José Rölz Bennett. Época III, Tomo IV,
Números 1 y 2. Julio–Octubre de 1940. Páginas 119 a 154.
Riviera, Marcial; “Nuevas tendencias. El Hai–kaiismo”. Guatemala : El Imparcial, miércoles 15 de julio
de 1925. Página 3. Comentario sobre los hai–kais de Flavio Herrera.
Rodríguez Cerna, Carlos; “No más Hai–kais”. Guatemala : El Imparcial, viernes 5 de junio de 1931.
Página 3. Critica a muchos chapines que piensan que con unas cuantas palabras bastan para
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que lo que se escribe pueda ser considerado como Hai–Kai. Señala que su “portaestandarte e
introductor” en Guatemala es Flavio Herrera, en tanto que a los demás los considera malos
imitadores.
Rodríguez Cerna, José; “Algunos poemas y artículos de Carlos Wyld Ospina y una nota crítica sobre su
arte”. Guatemala : Studium. Revista mensual. Órgano de la Asociación de Estudiantes
Universitarios de la República de Guatemala. Año II, Nos. 8 y 9. Agosto y septiembre de
1923.
----------; “Panorama de la literatura guatemalteca”. Guatemala : El Imparcial, jueves 16 de abril de 1931.
Páginas 5 y 6. Recorte de periódico en Archivo Histórico Casa de la Cultura Flavio Herrera.
----------; “Panorama de la literatura guatemalteca (Fragmentos)”. Guatemala : Diario de Centro América,
edición del sábado 6 de octubre de 1934. Páginas 9 a 10.
Tiempos Nuevos. Diario de la juventud independiente; Anuncio comercial. “Licenciados Flavio Herrera,
Eugenio Silva Peña, Ernesto Viteri B.” Guatemala : Año I, Núm. 1. 28 de abril de 1924.
Página 1.
Wyld Ospina, Carlos; “Tres poetas modernistas de Guatemala”. Ensayo suscrito en Xelajú, mayo de 1954.
En: El Salvador : Cultura. Revista del Ministerio de Cultura. Número 1. Enero–Febrero 1955.
Director, Manuel Andino. Páginas 54 a 70. Los poetas son: Rafael Arévalo Martínez, Alberto
Velásquez y Félix Calderón Ávila.
INTERNET
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Agenda Cultural Guatemala; “David Unger publica su nuevo libro «Sleeping with the Light On».
(Durmiendo con la luz encendida).” Texto Braliem Jousc. 29 septiembre, 2020. Disponible
en
https://agendaculturalguatemala.com/2020/09/29/libro-david-unger-sleeping-light-onliteratura-guatemala/
Batres Villagrán, Ariel; “Canto de la Revolución” de 1944, por Flavio Herrera. Ensayo 7 de octubre de
2019 en https://ensayosbatres.wordpress.com/2019/10/07/canto-a-la-revolucion-de-1944por-flavio-herrera-por-ariel-batres-villagran/. En portal web de Casa de la Cultura Flavio
Herrera,
solo
el
poema,
20
de
octubre
de
2020
https://www.facebook.com/1580747545530987/posts/2697652030507194/?sfnsn=mo.
----------; “Flavio Herrera, Hombre y Poeta en Unidad Indivisible”. Por: Carlos Martínez Durán (1973).
Publicación digital en Casa de la Cultura Flavio Herrera 10 de junio de 2020
https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/06/flavio-herrera-hombre-ypoeta-en-unidad.html (fragmento); y, texto completo: 16 de junio de 2020
https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/06/16/flavio-herrera-hombre-y-poeta-en-unidadindivisible-discurso-de-carlos-martinez-duran-1973-notas-de-ariel-batres-villagran-2020/.
Otro
extracto,
24
de
agosto
de
2020,
en
https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/08/flavio-herrera-hombre-ypoeta-en-unidad.html?fbclid=IwAR124QaO9Qh_DHRXJXS2VtXEctmbSMs4EvejGeGIUA3t6g3FNPSnKa2UBo.
----------; «Flavio Herrera: Cuando “El miedo” se convierte en Hembra». Resumen desarrollado en las
Jornadas Académicas de Literatura Centroamericana (A partir de la organización del II
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Congreso Centroamericano de Literatura 2020), dedicadas a Roberto Obregón y Roque
Dalton (Facultad de Humanidades, USAC), en la mesa de: Teatro y novela en la literatura
guatemalteca del siglo XX, el 17 de octubre de 2020. Exposición virtual en
https://www.youtube.com/watch?v=-Dt6QjMBg2w&feature=youtu.be.
----------; 20 Rábulas en Flux y uno más, de Flavio Herrera Hernández. Reseña y comentarios. 30 de
noviembre de 2018, en: https://ensayosbatres.wordpress.com/2018/11/30/20-rabulas-en-fluxy-uno-mas-de-flavio-herrera-hernandez-resena-y-comentarios/. Y, en igual fecha:
https://www.academia.edu/37887972/20_R%C3%A1bulas_en_Flux_y_uno_m%C3%A1s_d
e_Flavio_Herrera_Hern%C3%A1ndez._Rese%C3%B1a_y_comentarios
----------; Discurso pronunciado por el bachiller don Flavio Herrera la noche del concierto verificado en
el Palacio del Ejecutivo el 14 de septiembre de 1916. Transcripción y notas. 8 de septiembre,
2020 en https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/09/08/discurso-pronunciado-por-elbachiller-don-flavio-herrera-en-septiembre-de-1916-por-ariel-batres-villagran/. Publicación
digital en Casa de la Cultura Flavio Herrera, 6 de septiembre de 2020, en
https://casadelaculturaflavioherrerausac.blogspot.com/2020/09/discurso-pronunciado-por-elbachiller.html
----------; El Señor Presidente (Edición conmemorativa de la RAE y la ASALE). 11 de julio de 2020, en:
https://www.academia.edu/43588443/El_Se%C3%B1or_Presidente_Edici%C3%B3n_conm
emorativa_._3_de_septiembre_de_2020_fecha_de_su_lanzamiento; y, en la misma fecha, en:
https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/07/11/el-senor-presidente-edicionconmemorativa-septiembre-de-2020/
----------; La producción literaria de Flavio Herrera. 2 de julio de 2020, en:
https://www.academia.edu/43502343/47_aniversario_de_la_Casa_de_la_Cultura_Flavio_H
errera_LA_PRODUCCI%C3%93N_LITERARIA_DE_FLAVIO_HERRERA; y el 5 de julio
de 2020 en https://ensayosbatres.wordpress.com/2020/07/05/la-produccion-literaria-deflavio-herrera-por-ariel-batres-villagran/.
Biblioteca Nacional de Guatemala; Informe de las labores realizadas en la Biblioteca Nacional de
Guatemala en
1939.
Director:
Rafael
Arévalo
Martínez.
Disponible
en
http://bibliotecanacionaldeguatemala.blogspot.com/2012/05/informe-de-labores-1939.html
El Blog del Museu Picasso de Barcelona; Portada de la revista Juan Chapín, núm. 39 (15 de diciembre de
1913)
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Cronología
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del
IILI
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url = http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcdb8j9
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Un ejemplar impreso de este ensayo
Flavio Herrera. Cuando “El miedo” se convierte en
“Hembra”
elaborado únicamente con propósito académico, no
comercial ni con fines de lucro,
se entregó en enero de 2021 a la Casa de la Cultura Flavio
Herrera, Patrimonio Cultural de la Nación, para uso exclusivo
de estudiantes e investigadores que utilizan los servicios
gratuitos que proporciona.
ABV/105-2020
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