: Introducción Como ya hemos visto, Estados Unidos se expandió de norte a sur y de este a oeste, a expensas de otras naciones no necesariamente utilizando la vía diplomática, el mayor ejemplo de esto lo fue la forma como se apropió de prácticamente la mitad del territorio mexicano; sin olvidarse que por medio de la guerra contra España se hizo del control de otros territorios tanto dentro de América (Cuba y Puerto Rico), como fuera de ella (Guam y las Filipinas). Dentro de ese contexto expansivo, fue como Estados Unidos, en función de su interés por controlar la estratégica ruta interoceánica, plantó bandera en territorio panameño, logrando su objetivo a través de la construcción del canal interoceánico. 2.1. Tratado Mallarino-Bidlack de 1846. 2.2. Tratado Clayton-Bulwer de 1850. 2.3. Tratado Hay-Paunceffote de 1901. 2.4. Separación de Panamá de Colombia y el interés norteamericano. 2.5. Constitución de 1904 y el artículo 136. 2.1. Tratado Mallarino-Bidlack de 1846 Para la década de los 40 del siglo XIX, Inglaterra poseía prósperas factorías comerciales en Sudamérica y el Caribe y había instaurado un protectorado en la Mosquitia, En 1844 esta potencia nombra un cónsul en la Costa Mosquitia, oficializando de ese modo su reconocimiento de la misma como una nación independiente, aliada y protegida. Entre 1846 y 1848, Gran Bretaña estableció los parámetros de las fronteras de la nación mosquita a lo largo de la costa atlántica de América Central, desde el Cabo de Honduras hasta el río San Juan, en Nicaragua, haciendo renacer el antiguo Protectorado Mosquito. El objetivo británico era apoderarse de territorios de Nicaragua y la Nueva Granada para construir un canal interoceánico. Por otra parte, con el ascenso de James K. Polk a la Presidencia de Estados Unidos en 1845, se revitalizó, el deseo urgente de ese país por adquirir más territorios fundamentándose ideológicamente en un mesiánico "Destino Manifiesto" que preconizaba su misión de llevar la civilización a los rincones atrasados de América. Como hemos visto, de esa misión resultó la anexión de prácticamente la mitad de territorio mexicano. En ese contexto, Estados Unidos, aprovechando lo tenso de las relaciones entre Nueva Granada e Inglaterra, por los deseos de esta última de apoderarse de territorios occidentales de la república neogranadina (Bocas del Toro), concertó con esta en diciembre de 1846 el Tratado General de Paz, Navegación y Comercio, mejor conocido como Mallarino-Bidlack, mediante el cual, (…) los ciudadanos, buques y mercancías de los Estados Unidos disfrutarán en los puertos de la Nueva Granada, incluso los de la parte del territorio granadino generalmente denominado Istmo de Panamá, desde su arranque en el extremo del sur hasta la frontera de Costa Rica, todos las franquicias, privilegios e inmunidades, en lo relativo a comercio y navegación, de que ahora gocen y en lo sucesivo gozaren los ciudadanos granadinos, sus buques y mercancías; y que esta igualdad de favores se hará extensiva a los pasajeros, correspondencia y mercancías de los Estados Unidos que transiten al través de dicho territorio de un mar a otro. El Gobierno de la Nueva Granada garantiza al Gobierno de los Estados Unidos que el derecho de vía o tránsito al través del Istmo de Panamá, por cualesquiera medios de comunicación que ahora existan o en lo sucesivo puedan abrirse, estarán franco y expedito para los ciudadanos y el Gobierno de los Estados Unidos, y para el transporte de cualesquiera artículos, de productos, manufacturas o mercancías de lícito comercio, pertenecientes a los ciudadanos de los Estados Unidos que pasen en cualquiera dirección de un mar al otro (…) (y) no estarán sujetos a otros derechos, peajes o impuestos de cualquiera clase, sino aquellos a que estuvieren sujetos los ciudadanos naturales, Para seguridad del goce tranquilo y constante de estas ventajas, y en especial compensación de ellas y de los favores adquiridos (…) los Estados Unidos garantizan positiva y eficazmente a la Nueva Granada, por la presente estipulación, la perfecta neutralidad del ya mencionado Istmo, con la mira de que en ningún tiempo, existiendo este Tratado, sea interrumpida ni embarazado el libre tránsito de uno a otro mar; y por consiguiente, garantizan de la misma manera los derechos de soberanía y propiedad que la Nueva Granada tiene y posee sobre dicho territorio. (Los Tratados entre Panamá y Estados Unidos, (Los Tratados entre Panamá y Estados Unidos, p. 22). En ese sentido, como nos dice Araúz (1994, p. 35): De esta forma, la Nueva Granada disipaba sus temores ante la peligrosa expansión británica en el Occidente de su territorio; en tanto que la creciente nación del Norte obtenía, casi sin proponérselo, importantes prerrogativas en un punto estratégico del Continente americano del que no tardaron en sacar el máximo provecho. No obstante, este convenio, aparte de que abrió de par en par las puertas al intervencionismo estadounidense en los asuntos internos neogranadinos; fue interpretado a su libre albedrío por cada una de las partes contratantes, ya que cuando Nueva Granada buscó que los norteamericanos salvaguardaran su soberanía en Panamá ante un movimiento revolucionario, si aquellos consideraban que el tránsito no estaba en peligro, no se molestaban en intervenir; mientras que lo hacían a su libre arbitrio cuando estimaban unilateralmente que la neutralidad del Istmo y el paso libre de sus ciudadanos corrían algún tipo de obstáculo. 2.2. Tratado Clayton-Bulwer de 1850 Posteriormente, Gran Bretaña y los Estados Unidos, entendiendo estar en igualdad en cuanto a su rol como potencias en el área, buscaron establecer un equilibrio a fin de evitar la confrontación directa. Fue así como, en el 19 de abril de 1850, celebraron el Tratado Clayton-Bulwer. En esencia permaneció, durante poco más de 50 años, como una especie de entendimiento destinado a mantener el statu quo. Por un lado, se le ponía freno al "Destino Manifiesto" atentando contra la Doctrina Monroe, pero al mismo tiempo se detenía el avance inglés que iba en detrimento de las naciones centroamericanas y especialmente de la Nueva Granada (Araúz, 1994, p. 35). En este acuerdo se establece que, Los Gobiernos de los Estados Unidos y la Gran Bretaña declaran por el presente que ni el uno ni el otro obtendrá ni sostendrá jamás para sí mismo ningún predominio exclusivo sobre dicho Canal, y convienen en que ni el uno ni el otro construirá ni mantendrá jamás fortificaciones que lo dominen, o que estén en sus inmediaciones, ni tampoco ocupará ni fortificará, ni colonizará a Nicaragua, Costa Rica, o la Costa de Mosquitos, ni asumirá ni ejercerá ningún dominio sobre esos países, ni sobre ninguna otra parte de la América Central(…) (Los Tratados entre Panamá y Estados Unidos, p.p. 29-30) Asimismo, ambas partes se comprometieron a proteger de principio a fin a los obreros, materiales y propiedades de la ulterior construcción de un canal interoceánico y a garantizar su neutralidad, para que se mantenga permanentemente libre y abierto. 2.3. Tratado Hay-Pauncefote de 1901 Luego de un período de aparente conformismo con el tratado Clayton-Bulwer, Estados Unidos no podía olvidar su deseo por ejercer cierta supremacía moral sobre las demás naciones del Nuevo Mundo. La construcción del canal, sin que se obtuviera su control político, ofrecería grandes ventajas económicas a los norteamericanos. Cuando en 1888 las finanzas de la Compañía Francesa del Canal se derrumbaron. Los capitalistas de los Estados Unidos vieron la oportunidad para iniciar una nueva empresa y una vez más trajeron el asunto a la consideración de su gobierno. Durante las elecciones presidenciales de 1896 el Partido Republicano incluyó en su programa una resolución al efecto de que el canal debía ser “construido, explotado y de propiedad de los Estados Unidos”. Posteriormente, La guerra con España demostró, la urgente necesidad de los Estados Unidos de contar con medios rápidos de comunicación entre el Atlántico y el Pacífico. Razones de orden estratégico, político y económico forzaron el problema, no tanto como una conveniencia sino, en opinión de los estadistas de los Estados Unidos, como un verdadero imperativo. Finalmente, pese a la reticencia británica y luego de ciertos escarceos diplomáticos, el 18 de noviembre de 1901, las dos partes firmaron el convenio generalmente conocido como el Tratado Hay-Pauncefote. Como quiera que este Tratado reemplaza al Clayton-Bulwer y expresamente dispone la construcción del canal “bajo el patrocinio del gobierno de los Estados Unidos”, puede colegirse que en adelante la política de un canal sujeto al control de este país fue generalmente aceptada. Si bien es cierto que este tratado no le significó a Estados Unidos todo lo que demandaba, sí eliminó los impedimentos que mantenían a su administración gubernamental inactiva en cuanto a la edificación y control de una vía interoceánica. Por su parte, Inglaterra aceptó rubricar este pacto derogando el Clayton-Bulwer, debido a que su preminencia en la zona se había debilitado, además de poder enfocar sus recursos en otras áreas de su vasto imperio colonial. Según dicho acuerdo, los Estados Unidos de América y el Reino Unido (…) deseando facilitar la construcción de un canal para buques que una los océanos Atlántico y Pacífico por la vía que considere más conveniente, y a ese fin remover cualquier obstáculo que pudiera surgir del Convenio de 19 de Abril de 1850 (…) bajo los auspicios del Gobierno de los Estados Unidos, sin menoscabo del “principio general” de neutralización establecido en el artículo 89 de aquel Convenio, han convenido en los siguientes artículos: Artículo I Las Altas Partes contratantes convienen en que el presente Tratado abrogue el mencionado Convenio de 19 de abril de 1850. Artículo II Se conviene en que el Canal puede ser construido bajo los auspicios del Gobierno de los Estados Unidos, ya directamente y a sus propias expensas o por donación o empréstito de dinero a individuos o corporaciones o por suscripción o compra de bonos o acciones, y en que con arreglo a las prescripciones del presente Tratado, dicho Gobierno tendrá y disfrutará todos los derechos incidentales a dicha construcción, así como el derecho exclusivo de proveer a la reglamentación y administración del Canal. Artículo III Los Estados Unidos adoptan como base para la neutralización de dicho Canal las siguientes reglas (…) I El Canal será libre y abierto a la navegación por buques mercantes y de guerra de todas las naciones que observen estas reglas, en condiciones de entera igualdad, II Jamás será bloqueado el Canal, ni dentro de él se ejercerá ningún acto de guerra ni se cometerá ningún acto de hostilidad. (Los Tratados entre Panamá y Estados Unidos, p.p. 71-73) 2.4. Separación de Panamá de Colombia y el interés norteamericano Es innegable que para que se diera la separación de Panamá de Colombia, proclamada el 3 de noviembre de 1903, se conjugaron factores e intereses y circunstancias muy particulares, lo cual ha hecho surgir varias interpretaciones historiográficas de los hechos, que oscilan desde una llamada leyenda dorada, propicia a la actuación de los próceres, José Agustín Arango, Manuel Amador Guerrero, Tomás Arias y Nicanor A. de Obarrio, el general Esteban Huertas, Federico Boyd, Carlos Constantino Arosemena y Guillermo Andreve, entre otros. Esta es la que priva en las aulas escolares y en las versiones oficiales de todos los gobiernos panameños de ayer y de hoy, […] está representada inicialmente por los escritos de los principales partícipes del suceso, los llamados próceres, quienes plantean que, para llevar adelante la secesión, arriesgaron sus vidas, sus fortunas y su posición social a fin de librar al Istmo del yugo colombiano. Aunque algunos de ellos mencionan la participación del gobierno de Estados Unidos, en realidad se concentran en su actuación personal. (Araúz, 2004. p. 63). Fuente: http://playacommunity.com/images/stories/grupodehis toria_800x600.jpg Figura N° 1. Junta Revolucionaria Pasando por una denominada leyenda negra, más bien nombrada así por sus detractores, con respecto a la cual el sociólogo Olmedo Beluche (2006), haciéndose eco de los escritos de otros críticos de la versión tradicional, menciona que Arango y Manuel Amador Guerrero, eran empleados de la Compañía del Ferrocarril en manos estadounidenses, que Theodore Roosevelt, a la sazón presidente de Estados Unidos, ordenó el arribo a Panamá, en noviembre de 1903, de diez acorazados para asegurar la separación. De igual forma menciona que frente al argumento de que, a pesar de la intervención estadounidense, la idea de la separación fue originalmente de José Agustín Arango, afirma que ya Roosevelt ante el posible rechazo del Tratado Herrán-Hay, tenía el plan alternativo de apoyar la separación. Por otra parte, con respecto a que con la separación nuestro país logró su independencia, argumenta que Panamá no adquirió una "independencia mediatizada" sino que se convirtió virtualmente en un "protectorado", refrendado por el Tratado Hay-Bunau Varilla y aceptado por los próceres sin traducirlo al español. En cuanto a la versión ecléctica, Araúz argumenta que […] sería iluso negar u olvidar el papel decisivo que el intervencionismo de EEUU desempeñó en el surgimiento de la República de Panamá, así como también desconocer el cabildeo tras bastidores de William Nelson Cromwell y Philippe Bunau Varilla. No obstante, tampoco se debe olvidar otros factores que coadyuvaron significativamente a la secesión y que suelen pasarse por alto, sobre todo por los detractores del suceso novembrino. En otras palabras, es preciso tomar en cuenta no sólo los elementos coyunturales: el centralismo colombiano, los intereses de la Nueva Compañía del Canal francés y los objetivos del imperialismo estadounidense, sino también causas estructurales, por ejemplo, las diferencias históricas y geográficas entre Panamá y Colombia, al igual que el permanente anhelo autonomista y separatista de un grupo de notables panameños desde inicios del siglo XIX para sacarle provecho a la privilegiada posición geográfica del Istmo con la construcción de una ruta interoceánica. (2004. p. 14). Sin embargo, no hay disenso entre historiadores de diverso signo ideológico en cuanto a que la no aprobación del tratado Herrán-Hay que le permitiría a los Estados Unidos, construir y mantener el Canal interoceánico por el Istmo de Panamá, fue un hecho fundamental en la separación de Panamá de Colombia. Ya que la clase dominante de Panamá veía este convenio como la anhelada solución al letargo económico en el que el Istmo se encontraba ya hacía años y que empeoró con el fracaso del Canal Francés. El 12 de agosto de 1903 el Senado colombiano rechazó unánimemente ratificar el Tratado Herrán-Hay. En ese sentido, “Los adversarios del Convenio consideraban inaceptables el traspaso de la concesión de construir el canal al Coloso del Norte, así como lesivo a la soberanía colombiana, los privilegios que se otorgaban a los estadounidenses, a más de la irrisoria compensación económica [10 millones de dólares y una renta anual de 250,000 dólares con cargos a los peajes del canal para Colombia]” (Gasteazoro et al, 1980. Tomo I. p. 332). He aquí una comparación entre los tratados Herrán-Hay y el Hay-Bunau Varilla Fuente: Castillero Pimentel, E. (1999). Panamá y Los Estados Unidos. Biblioteca de la Nacionalidad. Tomo XXVIII. p. p. 44-45. Dado el rechazo del precitado tratado, a instancias de José Agustín Arango en Panamá se formó una Junta Revolucionaria. En ese sentido, la fecha original para la declaración de independencia, el 28 de noviembre, hubo de ser cambiada por los conjurados panameños para el 3 de noviembre de 1903; ya que el gobierno colombiano enterado de la conspiración envió al Istmo al Batallón Tiradores, el cual encuadraba a 500 soldados, al mando de los generales Juan B. Tovar y Ramón Amaya que tenían como misión sustituir al Batallón Colombia, al mando del general Esteban Huertas, que había perdido la confianza del gobierno colombiano. No obstante, Tovar y Amaya, quienes habían llegado a la capital panameña debido a que el coronel James Shaler, superintendente de la Compañía del Ferrocarril de Panamá, había dispuesto que las tropas del Batallón Tiradores que habían desembarcado en la ciudad de Colón no contaran con los suficientes vagones para transportarse hasta la ciudad de Panamá. El mismo 3 de noviembre el Concejo Municipal elaboró el acta de independencia y el día siguiente 4 de noviembre se convocó a un Cabildo Abierto, en el cual se aprobó dicha acta. Asimismo, se creó un Junta Provisional de Gobierno integrada por José A. Arango, Federico Boyd y Tomás Arias. De esta manera, la separación de Panamá de Colombia se había consumado de manera prácticamente incruenta. El 6 de noviembre el gobierno de los Estados Unidos reconoció la independencia de Panamá. 2.5. Constitución de 1904 y el artículo 136 Con la separación de Panamá de Colombia, Estados Unidos adquiere vía libre para construir, controlar y administrar el canal interoceánico en Panamá. El marco contractual de este control fue el Tratado Hay-Bunau-Varilla, aprobado por el nuevo gobierno de la recién estrenada República, convenio que como es de común conocimiento, fue negociado no por panameños sino por el francés Phillippe Bunau Varilla enviado plenipotenciario expresamente nombrado para estos efectos por los líderes de los conjurados panameños. Fuente: https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/3973/Philippe%20Jean%2 0Bunau-Varilla https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:William_Nelson_Cromwell.jpg Figura N° 2. Philippe Bunau-Varilla & William Nelson Cromwell En los artículos I Y VII de este acuerdo, se fundamentan las bases jurídicas en las a posteriori Estados Unidos se ampara para justificar sus recurrentes intervenciones en el Istmo, prácticamente desde los albores de la República. Según artículo I, los Estados Unidos garantizan y mantendrán la independencia de la República de Panamá. The United States guarantees and will maintain the independence of the Republic of Panama. (Texto original en inglés. Yale Law School, The Avalon Project). En ese mismo sentido, los dos párrafos finales del artículo VII disponían que; La República de Panamá está de acuerdo que en las ciudades de Panamá y Colón se cumplan a perpetuidad las ordenanzas sanitarias, tanto de carácter preventivo o curativo prescrito por los Estados Unidos; y en el caso de que el Gobierno de Panamá no pueda cumplir o no cumpla con su deber de garantizar el acatamiento de las ordenanzas sanitarias de los Estados Unidos en las ciudades de Panamá y Colón, la República de Panamá concede a los Estados Unidos el derecho y la autoridad para hacer cumplir las mismas. El mismo derecho y la autoridad se conceden a los Estados Unidos para el mantenimiento del orden público en las ciudades de Panamá y Colón y los territorios y puertos adyacentes a la misma, en el caso de que la República de Panamá no sea, a juicio de los Estados Unidos, capaz para mantener dicho orden. The Republic of Panama agrees that the cities of Panama and Colon shall comply in perpetuity with the sanitary ordinances whether of a preventive or curative character prescribed by the United States and in case the Government of Panama is unable or fails in its duty to enforce this compliance by the cities of Panama and Colon with the sanitary ordinances of the United States the Republic of Panama grants to the United States the right and authority to enforce the same. The same right and authority are granted to the United States for the maintenance of public order in the cities of Panama and Colon and the territories and harbors adjacent thereto in case the Republic of Panama should not be, in the judgment of the United States, able to maintain such order. (Texto original en inglés. Yale Law School, The Avalon Project). Asimismo, al promulgarse la primera Constitución Nacional. Es decir la de 1904, dichos artículos fueron resumidos en el espíritu del artículo 136 de la misma, el cual reza que “El Gobierno de los Estados Unidos de América podrá intervenir, en cualquier punto de la República de Panamá, para restablecer la paz pública y el orden constitucional si hubiere sido turbado, en el caso de que por virtud de Tratado Público aquella nación asumiere, o hubiere asumido la obligación de garantizar la independencia y soberanía de esta República” (Constitución Nacional de 1904. Binal). En ese contexto, La incorporación del artículo 136 por la Convención Nacional Constituyente de 1904, obedeció-según el prócer Tomás Arias- a los deseos de la Junta de Gobierno Provisional de asegurar la protección norteamericana hacia el nuevo Estado, especialmente ante la posibilidad inmediata de una acción bélica por parte del gobierno colombiano, y para neutralizar conmociones políticas internas por la acción de los liberales oportunistas. Así, en enero de ese mismo año, el propio Tomás Arias solicitó al Ministro William Insco Buchanan que consultara a su gobierno sobre la conveniencia de introducir, en la carta Fundamental Panameña, una disposición semejante a la enmienda Platt cubana. (Gasteazoro et al. Tomo II p. 31). Asimismo, En cuanto a los efectos tangibles de este artículo, pronto sus resultados se hicieron sentir, y demostraron que el restablecimiento de la paz pública o el orden constitucional no fueron más que pretextos que, paradójicamente, ambas partes invocaron en la consecución de sus beneficios, que no todas las veces coincidían, tal como acaeció en las contiendas electorales, las controversias limítrofes y las luchas sociales. (Gasteazoro et al. Tomo II p. 32) Glosario Cabildeo: Acción y efecto de cabildear. Hacer gestiones con actividad y maña para ganar voluntades en un cuerpo colegiado o corporación. Ecléctica: Que trata de reunir, procurando conciliarlos, valores, ideas, tendencias, etc., de sistemas diversos. Estratégico: Esencial, de importancia decisiva para el desarrollo de algo. Expedito: Desembarazado, libre de todo estorbo. Geoeconómica: 1. El estudio de la relación entre política y economía, especialmente a escala internacional. 2. Una combinación de factores económicos y políticos internacionales relacionados o que influyen en una nación o región. Jurisdicción: 1. Poder o autoridad que tiene alguien para gobernar. 2. Autoridad, poder o dominio sobre otro. Manufactura: Obra hecha a mano o con auxilio de máquina. Mediatizar: Privar al Gobierno de un Estado de la autoridad suprema, que pasa a otro Estado, pero conservando aquel la soberanía nominal. Neutralidad: Condición jurídica en la cual, en la comunidad internacional, se encuentran los estados que permanecen ajenos a un conflicto bélico existente entre otros dos a más estados. Protectorado: 1. Modalidad de administración por la que, mediante un tratado internacional, un Estado ejerce el control, especialmente en lo relativo a asuntos exteriores, defensa y orden público, sobre un territorio en el que existe una entidad política dotada de autoridades propias. 2. Territorio sometido a un protectorado. Secesión: Acto mediante el cual una parte de la población, y el territorio en que habita, se separa del resto de la nación de que hasta entonces formaba parte, sea para unirse a otra o para constituir una independiente. Soberanía: En sentido restringido, en su significado moderno, el término aparece, a fines del siglo XVI, junto con el de estado, para indicar plenamente el poder estatal, único y exclusivo sujeto de la política. Bibliografía Araúz, C. (1994). Panamá y sus Relaciones Internacionales. Panamá: Editorial Universitaria Carlos Manuel Gasteazoro. Araúz, A. Estudio historiográfico sobre las interpretaciones en torno a la separación de Panamá de Colombia en 1903. Recuperado el 6 de mayo de 2016, de http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/tar117/arauz.rtf Araúz, C. y Pizzurno, P. (1999). Relaciones entre Panamá y Los Estados Unidos. Panamá: Autoridad del Canal de Panamá. Beluche, O. (2011). La separación de Panamá de Colombia. Mitos y falsedades. CNTP ALDÍA. Recuperado el 28 de junio de 2018, de http://cntpaldia.org/la-separacion-de-panama-de-colombia-mitos-yfalsedades Bethell, L. et al (1984). Historia de América Latina. Barcelona: Editorial Crítica. Castillero Pimentel, E. (1999). Panamá y Estados Unidos. Panamá: Autoridad del Canal de Panamá. Colección Biblioteca de la Nacionalidad (1999). Los Tratados entre Panamá y los Estados Unidos. Panamá: Autoridad del Canal. Convention for the Construction of a Ship Canal (Hay-Bunau-Varilla Treaty), November 18, 1903. Recuperado el 6 de mayo de 2016, de http://avalon.law.yale.edu/20th_century/pan001.asp Gasteazoro, C. et al (1999). La Historia de Panamá en sus Textos. Panamá: Editorial Universitaria Carlos Manuel Gasteazoro.