Los destructores de las lenguas indígenas Rodrigo Pérez Ramírez “No quiero cerrar los cuatro rincones de mi casa ni poner paredes en mis ventanas. Quiero que el espíritu de todas las culturas aliente en mi casa con toda la libertad posible… Me gustaría ver a esos jóvenes nuestros que sienten afición a la literatura aprender a fondo el inglés y cualquier otra lengua. Pero no me gustaría que un solo indio se olvidase o descuidase su lengua materna, que se avergonzase de ella o que la creyese impropia para la expresión de su pensamiento y de sus reflexiones más profundas. Mi religión me prohíbe hacer de mi casa una prisión” Ghandi Quiero empezar la siguiente nota con el siguiente dicho: “No hay otra forma de vencer y ganar una batalla que conociendo el enemigo” Y es que considero que lo que viven los pueblos indígenas y su lengua ahora es una batalla en la cual existen, tanto enemigos internos y externos (este último son los más importantes) y que día a día van provocando la muerte y desaparición, primero de la lengua y cuando muere el último hablante muere el pueblo. Alguno de estos destructores externos son la discriminación, la castellanización de la educación, la migración, la demagogia de la política pública, la globalización y la aculturación; pero los hay internos, como lo son la pérdida de identidad, la no trasmisión de generación en generación, la desvalorización de la cultura y la idea de que las lenguas indígenas son del pasado y que no tienen cabida en el mundo “moderno”, estos elementos entre muchos otros terminan por acabar con cualquier lengua por más fuerte que parezca. Según datos de Ethnologue (2009) y UNESCO (2010) en el mundo existen cerca de 7 mil lenguas (más de 200 de ellas se han extinguido en el curso de las tres últimas generaciones, 538 están en situación crítica, 502 seriamente en peligro, 632 en peligro y 607 en situación vulnerable. Esto es un fenómeno preocupante para algunos, indistinto para otros, natural para otros más. Del total de estas 7 mil lenguas que hay en el mundo, el 96% solo las hablan el 4% de la población. Esto es un indicio de la desaparición de las lenguas. Entre las naciones con más lenguas amenazadas, México ocupa el quinto sitio, con 144 lenguas en algún grado de peligro, revela el Atlas de las Lenguas en Peligro en el Mundo. La muerte de las lenguas indígenas es más grave en los países que están en desarrollo, como es el caso de nuestro país. Hoy en día hay ideales políticos que esperan unir las diversas culturas del país pero según estos ideales, no hay espacio para la diferencia. De hecho, están negando a muchas culturas de sus derechos culturales y lingüísticas como consecuencia de lo que llaman la igualdad. Junto a esta idea, también en este mundo industrializado, moderno y competitivo, hay presiones sociales y económicas que han comenzado a cambiar la actitud de mucha gente indígena y como resultado muchas lenguas indígenas son moribundas. Como verá estimado lector, el panorama para las lenguas y pueblos originarios es desalentador, existen muchos destructores que, como en las batallas navales (un destructor es un barco de dimensiones pequeñas cuya única tarea es atacar y derribar en poco tiempo, de manera sigilosa a los objetivos planteados) buscarán por todos los medios posibles desaparecer todo indicio de la existencia de lenguas y pueblos originarios. La pregunta es, ¿existe alguna forma de evitar que estos destructores acaben con nuestra lengua?, ¿podemos prever y proteger mi lengua de estos misiles?, metafóricamente hablando, claro está, y la respuesta es claro que sí, la única forma de advertir y prever sus ataques y por lo tanto sus consecuencias, es conociéndolos, saber cómo actúan, como son, como operan; en la medida que los conozcamos los podremos vencer y superar. Y es precisamente el objetivo de este escrito, que está estructurado por capítulos para que, usted que es hablante o pertenece a un pueblo originario pueda detectar cuáles y donde están estos destructores que amenazaran su identidad y su derecho de existir como descendiente de los pueblos originarios. Una vez que los conozca, sabrá cuáles son sus puntos débiles y como los puedes vencer. En la siguiente entrega hablaremos del primer Destructor: - La discriminación