Página1 OBSERVACIONES SOBRE LA DESDIGNIFICACIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES Página2 ANÁLISIS Y DISCUSIÓN TÉCNICA DE LA SITUACIÓN DE LOS PENSIONADOS Y JUBILADOS VENEZOLANOS EN EL EXTERIOR ©PACUHR 2021 Esta obra está bajo una licencia de la Unión Panamericana y del Caribe por los Derechos Humanos (PACUHR), y puede reproducirse para cualquier fin no comercial en su forma original o cualquier forma derivada, siempre que se le atribuya crédito a (PACUHR), en los términos abajo señalados y que las obras derivadas tengan una licencia en los mismos términos que la obra original. la Unión Panamericana y del Caribe por los Derechos Humanos (PACUHR), no es responsables de los errores contenidos en obras derivadas y no garantizan que el uso de esta obra para otros fines no infringirá los derechos de terceros. Cualquier disputa relacionada con el uso de las obras del (PACUHR), que no pueda resolverse amistosamente se someterá a arbitraje de conformidad con las reglas de la CNUDMI. 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PENSIONADOS Y JUBILADOS VENEZOLANOS EN EL EXTERIOR 5. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN TÉCNICA DE LA SITUACIÓN DE LOS PENSIONADOS Y JUBILADOS VENEZOLANOS EN EL EXTERIOR Página4 6. LECTURAS DE LA DESDIGNIFICACIÓN Página5 OBSERVACIONES SOBRE LA DESDIGNIFICACIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES Página6 ANÁLISIS Y DISCUSIÓN TÉCNICA DE LA SITUACIÓN DE LOS PENSIONADOS Y JUBILADOS VENEZOLANOS EN EL EXTERIOR El presente documento es un análisis y discusión técnica de la situación de los pensionados y jubilados venezolanos en el exterior, el cual esa basado en 2358 encuestas realizadas a personas mayores que residen fuera de Venezuela. Este estudio se puedo llevar a cabo por un esfuerzo en conjunto de la Red de Asociaciones de Pensionados y Jubilados de Venezuela Residentes en el Exterior (RED – APEJUVEX) y la Unión Panamericana y del Caribe por los Derechos Humanos (PACUHR) por sus siglas en inglés, la cual es una red de actores comprometidos con los derechos humanos; que desde la acción buscamos fortalecer la voz, las capacidades y los conocimientos de los titulares de los derechos humanos Página7 La Unión Panamericana y Caribeña por los Derechos Humanos, busca establecer un espacio de permanente debate, defensa y promoción , pero a la vez constituir un centro especializado, trabajando conjuntamente con organizaciones sociales de todos los estados panamericanos con especial énfasis en su relacionamiento con el caribe, para que los principios que postula (PACUHR) se incorporen a cada una de las acciones que respectan la vida social para que las personas puedan acceder, ejercitar y gozar plenamente de todos los derechos que les son inherentes por su condición humana, y para este fin se cuenta con el siguiente equipo de acción: José Antonio Oropeza: Secretario General Patricia Carolina Rojas: Directora General Gabriel Ortiz: Director de la Unidad de Derechos Humanos Francisco Mangano: Director de la Unidad de Proyectos Ma. Angélica Miranda: Directora de la Unidad de Comunicaciones Luis Ramírez: Director de la Unidad de Finanzas Página8 CONTEXTO DE UN PROCESO DE DESDIGNIFICACIÓN En las dos últimas décadas del siglo XX y principios del Siglo XXI, en América Latina se han registrado diversas reformas de regímenes de jubilación y pensiones con objetivos, estrategias, estructuras y participación de los actores sociales muy similares a casi todos los países, independientemente de sus economías, tasas demográficas y avance tecnológicos, estas condiciones han sido tomadas como prerrequisitos para alcanzar niveles más avanzados de desarrollo económico, en cuanto a los modelos de reforma; no hay un modelo único y universal de reforma estructural de pensiones, en América Latina hay tres modelos generales diferentes (sustitutivo, paralelo y mixto), con considerable variedad en sus características, aún dentro de un mismo modelo. de elementos esenciales. Por tanto, no es correcto proponer un sólo modelo de reforma en la región. Las futuras reformas deberían estudiar cuidadosamente la experiencia de los otros (sus aciertos y fallas), antes de escoger un modelo general y adaptarlo a sus peculiaridades. En siete de los nueve países que han implantado la reforma, todos los asegurados se han pasado al sistema privado (Bolivia y México) o la mayoría de ellos se ha cambiado. Estos cambios no han sido necesariamente el resultado de las bondades del sistema privado, sino también de la obligación de mudarse, restricciones impuestas a la libertad de elección del asegurado, leyes e incentivos para promover el traspaso, y el tiempo de operación de la reforma Las reformas de pensiones deben de intentar alcanzar un equilibrio óptimo entre la libertad de selección y otras metas como el cierre del sistema público y la necesidad de tomar la edad en consideración a efectos acumulativos. Ahora bien, el tema de la seguridad social, tras años de ser considerada como una formulación técnica, ha salido del discurso puramente económico y se ha convertido en un tema social. explica que en este tema es necesario tomar en cuenta que la seguridad social nace en un momento muy especial en Europa, por medidas económicas y políticas como son los tributos. Página9 En general, los países han adaptado la reforma a sus condiciones financieras, económicas, sociales, políticas y de seguridad social; pero algunos han copiado un supuesto modelo universal que no puede funcionar debido a la falta Es decir, fue posible pasar de un estado de necesidad como situación de riesgo de la población a un estado de bienestar a través de la seguridad social como sistema de protección contra todos los riesgos. Esta constatación es fundamental para América Latina, en estas dos últimas décadas, ha tenido crecimiento económico, pero no desarrollo expresándose en las desigualdades sociales. En este sentido, las reformas de pensiones deberían incluir una meta de extender la cobertura, especialmente a grupos difíciles de incorporar (por ejemplo, trabajadores por cuenta propia, economía informal, entre otros), así como considerar la viabilidad financiera de otorgar pensiones asistenciales. Los altos costos fiscales de la reforma deberían balancearse con la necesidad de recursos para la protección social de los grupos de bajo ingreso. Las crisis económicas han afectado adversamente al rendimiento, así el rendimiento histórico promedio de Argentina y Chile hasta la mitad de la década de los noventa fue muy superior al rendimiento promedio posterior. Las oscilaciones del rendimiento envuelven un riesgo para los asegurados y pueden tener un impacto adverso en el monto de su pensión. En América Latina conviven una rica variedad de sistemas, es justo entender que antes de las grandes reformas de los años noventa, todos los países tenían sistemas de beneficios definidos en mayor o menor medida financiados. Luego de la reforma chilena de 1981, nueve países más pasaron a sistemas de contribución definida. Sin embargo, los sistemas de beneficio definido aún persisten, incluso en los países donde se reformaron. Página10 Así pues, se tiene que en Chile, El Salvador, México y República Dominicana siguen existiendo de manera transitoria hasta su desaparición. En Colombia y Perú conviven de manera paralela (y permanente) con los sistemas de contribución definida, de tal forma que los trabajadores pueden elegir uno u otro. Y finalmente en Costa Rica, Panamá y Uruguay, están integrados con los sistemas de contribución definida, de tal modo que las pensiones que otorgan estos países son una combinación de beneficios derivados de ambos sistemas. En este sentido, el quid de la reforma del sistema de seguridad social de algunos de los países que componen a América Latina, deben redefinir el modelo de pensiones a partir de los modelos básicos, esto es: En primer lugar, tomar en cuenta de manera diferenciada a los grupos de la población que no se han integrado al sector formal y en segundo lugar, considerar a los grupos de ciudadanos que pueden quedar desfavorecidos y desprotegidos por una decisión equivocada en la postura oficial del Estado. Esto ha representado un gran desafío porque las desigualdades sociales han crecido y las políticas del subsidio en algunos países que han girado a la izquierda del espectro político como Venezuela mantienen una seguridad social a la baja por enfrentar el problema de una economía inflacionaria, además, producto de la crisis del Estado rentista, dejando al descubierto las fallas y deficiencias de la seguridad social como una tendencia generalizada en Latinoamérica. No obstante, en la actualidad se debe reconocer la creación de leyes de carácter eminentemente social que poco a poco tienden a mejorar el sistema de pensiones. En concordancia con lo anterior, Venezuela posee el Régimen Prestacional de Servicios Sociales al Adulto Mayor y otras Categorías de Personas que tiene por objeto garantizarles atención integral, a fin de mejorar y mantener su calidad de vida y bienestar social bajo el principio de respeto a la dignidad humana. También, garantizar a las personas contribuyentes, las prestaciones dinerarias que les correspondan, de acuerdo con las contingencias amparadas por este Régimen y conforme a los términos, condiciones y alcances previstos en la Ley Orgánica de Seguridad Social y las demás leyes que las regulan. En este contexto, se puede afirmar que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) – (CRBV), es garante de esos derechos, recogiendo todos los elementos que un sistema de previsión social debe tener, además como servicio público y obligación del Estado. Es extensiva a todos los venezolanos, abarca todos los ámbitos de la protección social, todos deben participar en su financiamiento, aunque la no contribución no implica la exclusión, es único, sin sistemas paralelos, entre otras cosas más. Página11 Durante los primeros años de este período, conocido como la Revolución Bolivariana, se promovió un modelo económico inclusivo basado en la redistribución de la renta petrolera a través de un considerable gasto social. No obstante, ciertas medidas políticas y económicas como el control cambiario, el control de precios, las expropiaciones y nacionalizaciones, destruyeron el aparato productivo nacional y asfixiaron a las empresas privadas; al insostenible gasto público se sumó la corrupción, el clientelismo, la falta de inversión en industrias y la mala gestión de las empresas nacionales, todos estos factores llevaron al país a una severa crisis económica. Bajo este enfoque, todos los venezolanos, sin excepción, según la (CRBV – 1999) tienen la garantía de salud, vivienda, vejez, empleo y desempleo, viudedad, maternidad y paternidad. Entre las misiones más importantes y vinculadas al tema de las personas adultas mayores se encuentra Gran Misión En Amor Mayor Venezuela, la cual surge por Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley como se indica seguidamente: La misión Amor Mayor Venezuela, es una política del gobierno, creada a través del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Nª 8694, según Gaceta Oficial Nª 39819, año CXXXIX, mes III, del 13 de diciembre del 2011, con la finalidad de asegurar la máxima protección, inclusión, igualdad, respeto, solidaridad y justicia social para las personas adultas mayores, especialmente para quienes viven en hogares cuyos ingresos son inferiores al salario mínimo nacional (art 1, Decreto 8694). Su ámbito de aplicación es en todo el territorio nacional; cuyos beneficiarios son las mujeres adultas mayores a partir de los 55 años de edad y hombres adultos mayores a partir de 60 años de edad. Se establece un régimen especial para la asignación de pensión de vejez, igual al salario mínimo nacional. Igualmente, la misión Amor Mayor contempla una serie de programas a favor de las personas adultas mayores; entre otros: de distribución de alimentos, medicinas, bienes o servicios, recreativos y turísticos. En cuanto a las pensiones contempladas por la previsión social, de tipo contributivas otorgadas por el seguro social se suman las de tipo asistenciales, no contributivas, con cobertura nacional, estadal o regional y municipal o local, cuya representatividad institucional, está bajo la direccionalidad del Instituto Nacional de los Servicios Sociales (INASS), organismo que regula el Régimen Prestacional del Adulto Mayor y otras Categorías de Personas. Desde el año 2007 y en especial en el año 2011 con la creación de la Gran Misión en Amor Mayor el Estado venezolano ha venido implantando algunas medidas de carácter social que les ha permitido a la población no cotizante al seguro social optar por la pensión de vejez y otros beneficios a través de este régimen pensional contributivo, que debió asumirse a través del INASS; y esto es lo que ha hecho que aumente el número de pensionados que reporta el IVSS. Página12 La coexistencia de ambos regímenes (pensiones contributivas y no contributiva) es positiva, pero su desenvolvimiento sin criterio técnico alguno y sin disponibilidad financieras para honrar compromisos presentes y futuros, a la sola expensa de la renta petrolera, se constituyó en génesis de la desdignificación de las personas mayores de nacionalidad venezolana. Obviamente, no se critica el hecho de que se haya incorporado a la seguridad social un amplio contingente de personas que, al llegar a determinada edad, haya cotizado o no, requiera de una pensión, ya que eso constituye un derecho inalienable de todo ser humano, y es deber del Estado extender la cobertura de la seguridad social a toda la población sin discriminación alguna. La esencia del asunto radica en el hecho de que, una política de tal naturaleza requiere y exige de sus promotores el establecimiento de criterios técnicos y sobre todo de la constitución de fondos de financiamiento cuyas fuentes puedan ser fiscales, de contribución directa o no, o ambas, como precondición de sustentabilidad y permanencia en el tiempo. Si una persona no cuenta con una pensión suficiente para llevar a cabo una vida normal que le permita participar activamente de la vida política, social y cultural o si el monto de esa pensión depende completamente del desempeño que tuvo en el mercado a lo largo de su vida, a esta persona el Estado no le está asegurando su ciudadana, y en la actualidad es lo que está pasando a la población de adultos mayores tanto dentro como fuera de Venezuela. Sin embargo, a pesar de que para las políticas públicas la seguridad social constituye un pilar fundamental de la acción del Estado, la situación de la seguridad social deja mucho que desear, ya que se ha mantenido el crecimiento del sector informal y el estancamiento del mercado laboral. Por tanto, se considera incuestionable desarrollar revisiones críticas del sistema de pensiones en estos tiempos, aunque resulte un trabajo arduo porque en el estudio de los fenómenos sociales es el devenir del tiempo que indica el éxito o fracaso de una determinada política social. En suma, se puede apuntalar la complejidad que ha significado la seguridad social tanto en la implantación como en la forma jurídica para hacer efectiva la creación de una Ley que reúna todos los elementos indispensables que garanticen la eficiencia y efectividad de políticas sociales de carácter universal y solidario. Se ha visto que se trata de un fenómeno complicado que ha estado presente en la evolución social del hombre y que se afianza como un derecho humano, que se debe incluir en la Carta Magna de los Estados con un ideal de justicia social. En Venezuela particularmente, La Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social (2002) vigente, representa más que un texto jurídico, la encarnación de múltiples cambios, reformas y contrarreformas que han intentado proteger al ciudadano, tal parece que la tarea que asume el Estado venezolano, no es nada sencilla, si se tiene presente los efectos cáusticos de la inviabilidad económica, incremento de la burocracia, los cambios políticos e ideológicos, la confusión legislativa y hasta la corrupción que han conspirado negativamente para alcanzar el éxito en la meta propuesta, sobre todo porque son leyes de carácter nominativo que al momento de llevarla la práctica se hace inviable, porque la política económica no concuerda con la política del subsidio, tradición en Venezuela Página13 Fundamentalmente en Latinoamérica, el aumento de la longevidad y la mejora de calidad de vida en algunos países, hace impostergable la reactivación del mercado laboral y el ajuste de las políticas económicas que propendan a mayores garantías en la edad de retiro de la laboral. Es cierto, que independientemente de los nuevos cotizantes a través de la creación de empleos formales, no se asegura en la administración de pensiones la cobertura y sostenibilidad. Para los pensionados y jubilados venezolanos, tanto dentro del país como en el exterior, la cuestión de sus pensiones se ha convertido en una prebenda política, una bandera social que impacta en el electorado y sus reformas van a depender más de los intereses de algunos discursos populistas. Página14 PENSIONADOS Y JUBILADOS: MIRADAS DE UNA REALIDAD La seguridad social y más específicamente, el sistema de pensiones, surge de la necesidad que tienen las personas de generar ingresos para cubrir sus necesidades, pero que por razones de vejez o invalidez no tienen la capacidad de generarlas. De esta forma, los sistemas de pensiones aseguran que las personas, en el largo plazo, dispongan de los ingresos necesarios para cubrir sus gastos y de tener un estilo de vida estable. Este tema toma mayor importancia asumiendo que el mundo financiero se encuentra en constantes crisis que afectan la estabilidad macroeconómica y que estos shocks tendrían efectos irreversibles si la población que ya no es productiva no cuenta con la capacidad de responder a ellos. En las distintas naciones, la participación del Estado en la seguridad social alcanza diferente envergadura. Así, en algunos contextos resulta el único proveedor de estos factores, mientras que en otros países la actividad es compartida con organizaciones no gubernamentales e incluso con fundaciones o entidades privadas. Para establecer las miradas de la realidad de los pensionados y jubilados venezolanos en el exterior, es importante determinar, que la seguridad social plantea dos problemas que se pueden descomponer en dos áreas de estudio; la primera es la asistencia sanitaria y la segunda viene dada por el sistema de pensiones. El presente dialogo, busca centrarse específicamente en las pensiones, porque es el tema que mayor incertidumbre genera ya que se deriva en un gran debate que involucra desde organismos oficiales hasta a los ciudadanos, tanto en Venezuela como fuera del país, los cuales son los protagonistas principales de este informe técnico. Ahora bien, estas miradas vienen dadas por las interrogantes sobre cuál debe ser la procedencia de los fondos utilizados para sostener el sistema, los cuales pueden ser públicos, a través de sistemas de reparto; privados, a través de sistemas de capitalización o mixtos, en combinación del Estado y el sector privado en el manejo de los fondos, y como se pueden hacer llegar a los destinatarios si no están en el país. Por esta razón al analizar el funcionamiento del sistema de pensiones en una economía es de los más importantes indicadores para determinar el peso del gasto público en relación a su PIB, así como comprobar si realmente esto se traduce en bienestar para la sociedad que se ve directamente beneficiada. Página15 Los sistemas de pensiones de reparto, como es el caso venezolano, son modelos en donde el manejo de los fondos del sistema los realiza el Estado y en los cuales las cotizaciones de la población laboral activan de hoy se destinan al pago de las jubilaciones de los adultos mayores de hoy. En otras palabras, depende de un pilar solidario intergeneracional a través del cual los pensionados requieren de las cotizaciones de las demás personas y se establece la tasa de dependencia poblacional, que muestra la dependencia de los adultos mayores de los ciudadanos en edad laboral activa. Si esta relación es muy alta, un solo individuo cotizando no puede hacerse cargo de la jubilación de muchos adultos mayores, por lo tanto, el Estado necesita intervenir para financiar el pago de las pensiones. La pregunta primordial es si este esquema de financiamiento es sostenible en el tiempo ante diversos factores adversos, como podrían llegar a ser recesiones económicas, gobiernos fiscalmente irresponsables, crisis en el mercado laboral, movimientos migratorios, cambios en la demografía, etc. Otra alternativa puede resultar en adoptar un sistema de pensiones de capitalización privada, el cual difiere de los de reparto básicamente en dos cosas; la primera, es que los fondos son manejados por entes financieros privados; y la segunda, es que las cotizaciones son individuales y cada persona es responsable de su jubilación. Este esquema resuelve algunas de las aristas creadas por el sistema de reparto, como por ejemplo, evitar que el Estado use la seguridad social como instrumento político o el riesgo del cambio radical en la estructura demográfica del país, ya que en este modelo pasa a tener menor peso la tasa de dependencia poblacional porque cada individuo activo laboralmente cotiza solo para su pensión futura. Página16 Además, los sistemas de pensiones de capitalización individual generan un impacto positivo en el ahorro, que en el futuro se verá reflejado en consumo de bienes de capital, generando inversión y crecimiento económico; aunque tienen un riesgo asociado a la presencia de crisis en el sistema financiero. Los entes privados utilizan el capital de las cuentas de capitalización y lo invierten en activos financieros generadores de rendimientos, pero toda transacción financiera tiene asociado un nivel de riesgo y se está expuesto a burbujas que puedan llegar a afectar el capital de los contribuyentes, poniendo el riesgo su jubilación y el cobro de sus pensiones futuras. Como tercer modelo, surgen los sistemas de pensiones mixtos, los cuales son capaces de mitigar de manera simultánea, aunque solo parcialmente, los riesgos descritos anteriormente de los sistemas de reparto y capitalización. Actualmente, muchos países estudian la posibilidad de reformar sus sistemas gracias a la experiencia positiva que han tenido Noruega y Suecia, siendo estos los dos países que presentan mejor desempeño en los indicadores de calidad de vida de las personas mayores y también en su sostenibilidad desde el punto de vista temporal y financiero. Este sistema funciona de ambas maneras. Cada trabajador al momento de cotizar, realiza dos pagos obligatorios; el primero va destinado al financiamiento de la jubilación de los pensionados de hoy (componente público intergeneracional) y el segundo, es un pago asociado a su jubilación futura y este capital va dirigido al fondo de capitalización privada. De esta manera cada ciudadano, al momento de cumplir sus cotizaciones y demás requisitos para jubilarse, pasa a cobrar una pensión fija suministrada por el Estado y otra porción generada por su ahorro individual. El sistema venezolano de pensiones sufre actualmente una crisis estructural y muestra su gravedad en términos de eficiencia, por lo que se considera oportuno realizar las reformas pertinentes que formen las bases hacia un sistema óptimo que sea sostenible y que cumpla con su finalidad: mejorar la calidad de vida de los pensionados. Las Naciones Unidas en un informe sobre la estructura poblacional venezolana reveló que para 2050 se estima una tasa de dependencia de 4 pensionistas por cada pensionado asociado al sistema, un panorama bastante alarmante si tomamos en cuenta que para el año 2000 ésta tasa era de 14 pensionistas por cada pensionado. Con el paso del tiempo, la esperanza de vida de la población irá en aumento y la tasa de natalidad se verá reducida, traduciéndose ello en una tasa de reemplazo cada vez menor. Página17 Otro de los problemas que acarrea este sistema es la monopolización de los fondos por parte del IVSS, que no permite que ninguna otra institución financiera maneje el capital de los beneficiarios. Este hecho, dado que el ente regulador no ejerce su autonomía, ocasiona que el IVSS responda a una parcialidad política que lo utiliza con fines populistas. El Estado venezolano ha demostrado ser fiscalmente irresponsable y financia estas medidas con un excesivo gasto público, causando expansiones monetarias cada vez de mayor proporción para hacer frente a ese nivel de deuda pública, lo que culmina en una inflación sin precedentes en nuestra historia y afectando el valor real de las pensiones que suministra. Estos hechos resultan realmente alarmantes para un país que no ha tenido el mejor desempeño económico en los últimos años y que cada vez va a tener la necesidad de financiar las políticas de seguridad social a una población que envejece y que con el paso del tiempo será más dependiente de las mismas. La seguridad social en Venezuela no es capaz de ofrecer una jubilación a la población venezolana en edad reglamentaria para el cobro, tanto a los que están dentro del país, como los que están fuera, negando a estos beneficiarios un mínimo de suficiencia en la adquisición de bienes o servicios básicos. Es decir, no cumplen su finalidad de garantizar una calidad de vida determinada a quienes salen del mercado laboral. El monto de las pensiones en el país es arbitrariamente equivalente al salario mínimo mensual, esto sin importar el número de cotizaciones o el monto de las mismas de los beneficiarios a la hora de realizar sus pagos al sistema, se carece totalmente de la dinámica que debe seguir un sistema de pensiones eficiente. El salario mínimo en Venezuela está considerablemente alejado del salario medio estimado del país, razón por la cual no posee un poder de compra real. ¿QUÉ ES LA SEGURIDAD SOCIAL PARA LOS VENEZOLANOS? Página18 El sistema de pensiones venezolano está en un momento de encrucijada, el constante empobrecimiento del sistema a causa de las políticas llevadas y la acumulación de deuda implícita, ponen en una posición de duda de cuánto tiempo más podrá aguantar el sistema si se mantienen los sets de toma de decisiones tal y como se conocen en la actualidad. Además, la seguridad social en Venezuela sufre actualmente muchas dificultades técnicas que lo hacen ineficientes. Hay que tener en cuenta que la causa de muchas de estas ineficiencias radica en la pérdida de la autonomía por parte del IVSS, ya que esta institución responde a las necesidades partidistas del Estado sin importar si las medidas tomadas son necesarias o no. Muestra de este hecho es la descripción formal de dicha institución (IVSS, 2020): Actualmente, el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales es un institución recuperada por el proceso revolucionario, bajo los postulados de justicia y equidad social establecidos en el legado del Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana y en armonía con los derechos consagrados en el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, con el fin de seguir avanzando en la plena satisfacción de las necesidades básicas para la vida de nuestro pueblo. Esta pérdida de autonomía ha sido definitoria en la toma de decisiones con respecto a las reformas realizadas, ya que se han producido decretos en Gaceta Oficial que contradice los requisitos de los individuos para acceder al sistema, como por ejemplo la Gaceta Oficial N° 39.819 con fecha del 13 de Diciembre del 2011: Se dicta el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Nº 8.694, que tiene por objeto crear la Gran Misión en Amor Mayor Venezuela, en el marco del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, con la finalidad de asegurar la máxima protección, inclusión, igualdad, respeto, solidaridad, bienestar y justicia social para las personas adultas mayores de la Patria, especialmente para quienes viven en hogares cuyos ingresos son inferiores al salario mínimo nacional, hasta lograr la mayor suma de seguridad social y de felicidad posible. El entorno país es otro de los inconvenientes del sistema venezolano. La inflación presente a lo largo de los años ha sido causante de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios reales y no ha habido adecuaciones para equilibrar este hecho, lo que ha causado la descapitalización del sistema, y la imposibilidad de garantizar los pagos y compromisos para con la población jubilada y pensionada, que debido al clima sociopolítico se vieron en la necesidad de dejar el país. Página19 La seguridad social en Venezuela no es capaz de ofrecer una jubilación a sus beneficiarios que garantice un mínimo de suficiencia en la adquisición de bienes o servicios básicos. Es decir, no cumplen su finalidad de garantizar una calidad de vida determinada a quienes salen del mercado laboral. El monto de las pensiones en el país es arbitrariamente equivalente al salario mínimo mensual, esto sin importar el número de cotizaciones o el monto de las mismas de los beneficiarios a la hora de realizar sus pagos al sistema, se carece totalmente de la dinámica que debe seguir un sistema de pensiones eficiente. El salario mínimo en Venezuela está considerablemente alejado del salario medio estimado del país, razón por la cual no posee un poder de compra real, y si se lleva ese monto al campo de acción de los venezolanos en el exterior, es casi nula la asignación. La seguridad social es quizás la principal garantía con la que cuenta un ciudadano en su vida laboral y al retirarse de ella, sin embargo, el sistema de pensiones en Venezuela ha estado marcado por la economía rentista petrolera y por tanto monoproductora, afectando su eficiencia, lo cual ha sido uno de los puntos generadores de pobreza, la cual presente una repercusión negativa en la población y en la problemática de la implementación de la seguridad social del país, ya que la desigualdad social desde el punto de vista de las remuneraciones de trabajo, se ha mantenido relativamente estable en los últimos 25 años. La pobreza es uno de los rasgos más distintivos de las sociedades subdesarrolladas, esta es resultante de las insuficiencias del aparato productivo que resulta incapaz de satisfacer las demandas de empleo productivo y bien remunerado por parte de la mayoría de la población; así como la de proporcionar una calidad de vida digna a amplios sectores sociales. La experiencia de Latinoamérica (con ciertos matices, por ejemplo en Brasil), con la transmisión intergeneracional de la pobreza y la relación existente entre otras distintas variables como fiscalidad, inflación, demografía, y pensiones, para prevenir las crisis en los sistemas de pensiones, radica en que si por ejemplo, el porcentaje de pasivos supera un determinando índice, pueden incidir sobre las pensiones, si la inflación sube, influye sobre el rendimiento del fondo de pensiones. La fiscalidad debe mantenerse como proveedora de recursos económicos al sistema público de prestaciones sociales y cualquier incremento o reducción debe traducirse en una modificación de los derechos sociales. Y, a la vez, el sistema fiscal debe responder a una eficaz y honesta progresividad en función de rentas y riqueza. La fiscalidad bien entendida es un mecanismo de solidaridad y de utilidad, eje del comportamiento verdaderamente humano, desde el punto de vista socioestructural la discontinuidad en las políticas sociales del Estado. La legislación tardía para atender la seguridad social, la ausencia de políticas sociales preventivas y su incidencia en el incremento del sector informal (desprovisto de seguridad social), indica no sólo que la vulnerabilidad en la población es una consecuencia de unos medios de vida precarios, sino que esta vulnerabilidad también revierte en la dificultad de lograr la cobertura universal e internacional y en el carácter solidario de pensiones y jubilaciones y actúa, por ende, como un factor condicionante de cualquier cambio. Página20 Es así como la falta de continuidad en las políticas públicas, para el desarrollo de programas coyunturales que hacen frente a problemas puntuales e inmediatos (programas provisionales sin garantías de continuidad), que es una práctica añeja en el país ha desembocado en el colapso de los servicios públicos y de la seguridad social, ya que no se desarrollan políticas públicas efectivas a mediano y largo plazo que consagran estos derechos, no se cumplen o no se materializan eficaz y efectivamente. Con este esquema se van a ver sometidos permanentemente a presiones los sistemas fiscales, sobre todo en Venezuela que lleva a cabo una política de subsidios en muchos de los servicios públicos, la gasolina, alimentos básicos, entre otros. En el período 1990-2000, por ejemplo, se incorporaron poco más de 4 millones de venezolanos al mercado de empleo, de los cuales menos del 12% encontraron empleo en el sector formal, no quedándole otra opción al 88% restante que la informalidad o el desempleo. Este fenómeno afecta de manera particular a los jóvenes, grupo para el cual las cifras de desempleo son significativamente más elevadas que para el resto (24,3% vs. 12,3% para el segundo semestre del 2000). Adicionalmente, en este mismo período el ingreso del trabajador venezolano promedio perdió un tercio de su valor de compra, y la caída es aún más drástica si tomamos como base de comparación, digamos, el año 1978: 73%, infiriéndose una tendencia similar después del 2000. Esta tendencia se ha mantenido, ya que el principal empleador en el país es el Estado. La premisa principal que ha desarrollado el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con respecto a las pensiones se refiere a mejores trabajos a mejores pensiones y es que en Venezuela resulta un poco difícil cumplir esta condición, ya que la empresa privada ha sufrido fuertes presiones por la implementación de un nuevo modelo económico, el control cambiario, la inflación, la depreciación de la moneda, y por ende la escasez generalizada. Página21 Esto indica que la economía inflacionaria ejerce una presión crónica sobre los ingresos del ciudadano. Las influencias de estas variables ofrecen una mayor coincidencia en los elementos que han obstaculizado el fiel cumplimiento del espíritu de la Ley, y de los ideales de justicia social contenidos en la (CRBV – 1999) Los problemas estructurales de la sociedad venezolana y viejas prácticas burocráticas heredadas por la administración vigente, han sido decisivas para dejar atrás la coyuntura que ha atravesado la Seguridad Social y el sistema de pensiones en Venezuela. Es una cuestión que se debe resolver con políticas fiscales de seguridad social, administrativas coherentes y en sintonía con las tendencias económicas de la región. En este sentido, cabe destacar que la política de subsidios, no es precisamente la panacea, ya que las pensiones no contributivas tienen un costo, tienen que financiarse con impuestos, es decir que el sector minoritario y productivo se ve castigado con el peso de cofinanciar indirectamente este tipo de sistema. En su mayoría, los que reciben este tipo de pensiones están en la línea de pobreza o por debajo de la línea de pobreza (2.5 dólares diarios de ingresos, según cifras del BID, 2021). Muchas de las pensiones, no son suficientes sobre todo las no contributivas para atender los costos de los productos básicos o de primera necesidad. En síntesis, en el caso venezolano puede afirmarse que los trabajadores por cuenta propia son los que no van a recibir una pensión mañana, es decir pobre hoy y pobres también mañana, independientemente de que estén homologadas si la inflación se mantiene como reflejo de la distorsión de la economía. También, surge un elemento y es el exceso de burocratización que cobra importancia a corto y mediano plazo. Esto podría explicar la influencia que ésta ejerce en la legislación oportuna y eficiente del Estado y en la preeminencia de la voluntad política en la implementación, reformas, unificación del sistema de pensiones en Venezuela. Este es el corolario, ya que los cambios oportunos y los aciertos en las políticas se encuentran en manos de su principal actor que es el Estado venezolano Página22 PENSIONADOS Y JUBILADOS VENEZOLANOS EN EL EXTERIOR Para generar observaciones sobre la desdignificación de las pensionados y jubilados venezolanos en el exterior, se necesitó estructurar toda la información concerniente al desarrollo del proceso de desmejora social que actualmente viven estos adultos mayores. Para este punto se hicieron 2358 encuestas, las cuales fueron organizadas en su producción por la Red de Asociaciones de Pensionados y Jubilados de Venezuela Residentes en el Exterior (RED – APEJUVEX) y la Unión Panamericana y del Caribe por los Derechos Humanos (PACUHR) por sus siglas en ingles. Y la misma se estructuro en cuatro (04) partes fundamentales a saber: datos personales, datos sobre su pensión y/o jubilación, datos sobre su estancia en Venezuela y datos sobre su estancia en el país de acogida. Pero para comenzar con la discusión técnica de la situación de los pensionados y jubilados venezolanos en el exterior, es de importancia señalar que la agencia AgeWatch publicó en 2021 un informe sobre el Índice Global de Envejecimiento y establece un ranking de los países donde es más favorable envejecer en términos de condiciones económicas y de salud y donde la esperanza de vida es mayor. No sorprende la posición de Suecia, la cual se ubica en el segundo lugar gracias a poseer un sistema de pensiones mixto que funciona de manera eficiente y se acompaña de un envidiable sistema de salud que garantiza una vejez digna. España y Chile se encuentran un poco más rezagados en los puestos 21 y 22 respectivamente, España con su sistema de pensiones de reparto y Chile con un sistema privado de capitalización que, a pesar de ser modelos antagónicos, según este estudio, son muy similares los resultados sobre la población objetivo. El caso alarmante es el de Venezuela, la cual se ubica en el puesto 90 de la muestra de 96 utilizada por AgeWatch, el sistema actual demuestra no ser capaz de garantizar unas condiciones mínimas de vejez digna. Esta es una de las motivaciones para el proceso de emigración que actualmente se vive en Venezuela. No esta demás recordada que Históricamente Venezuela fue considerada como una nación joven, con una envidiable estructura de la pirámide poblacional al poseer la proporción casi perfecta de jóvenes por cada adulto mayor y una tasa de natalidad que permitía proyectar consistencia en este comportamiento estructural. El problema es que no solo depende de las tasas de natalidad y mortalidad, las migraciones juegan un papel importante en la demografía, y la crisis política y socio-económica ha propiciado el aumento de la migración externa a niveles nunca antes experimentados. Venezuela era receptor neto de migrantes, por lo tanto, es totalmente inédita la situación actual. Durante el siglo XX, Venezuela fue país receptor para inmigrantes provenientes de la Europa post-guerra, razón por la cual existen grandes colonias de descendientes de españoles, portugueses e italianos principalmente. Posteriormente se produjo una segunda ola migratoria, esta vez proveniente de Latinoamérica, que veían a Venezuela como el país más estable de la región y con la economía más próspera gracias a la industria petrolera, además de contar con la democracia más estable reforzada por sus instituciones. Página23 Todo este escenario ha sufrido una repentina reversión, la cual se ha producido en dos grandes bloques. En la primera década del siglo XXI comenzó una leve ola de emigración, esta estuvo producida por el regreso de parte de los extranjeros que habían llegado al país a sus naciones de origen. Posteriormente, ya a mediados de la segunda década, se produce la más importante y severa ola migratoria experimentada en nuestra historia y una de las mayores de la región. La hiperinflación más prolongada del país ha causado, además de afectar directamente las condiciones de vida de la población, la migración forzosa de millones de venezolanos en búsqueda de mejores oportunidades salariales que permitan atender al menos las necesidades de una cesta básica, educación, salud y capacidad de ahorro. Según (ACNUR, 2021) “La cifra de venezolanos que han emigrado de su país se ubica en 6,4 millones, lo cual representa un 25,4% de la población total venezolana.” En su memoria económica, social o política, la sociedad venezolana no había registrado la vivencia de la emigración internacional, aquella que implica el abandono del lugar de origen por un período de tiempo prolongado. Hasta comienzos de la década de 1980, la emigración era un fenómeno poco común porque los venezolanos consideraban que su nivel de vida futuro no estaba en riesgo. La historia contemporánea de la migración en Venezuela da cuenta de un país que se mostró atractivo para la población extranjera en ciertos períodos bien definidos, durante los cuales transitó por fases de expansión económica, asociadas a los altos ingresos provenientes de la renta petrolera, que permitieron el desarrollo de importantes proyectos de inversión y la elevación de sus índices de bienestar, en medio de cierta estabilidad democrática. Ahora bien, la celeridad e intensidad de la afluencia migratoria de venezolanos de todos los rangos etarios y de profesión, ha desbordado la capacidad de respuesta de los Estados y de las instituciones, así como de la sociedad en general, nos generan estas preguntas: ¿Cuántos venezolanos van y vienen cruzando la frontera para satisfacer necesidades básicas y serán adultos mayores? ¿Cuántos han traspasado la frontera para permanecer en algún destino en situación regular o irregular? ¿Qué edad tendrán, serán jubilados? Página24 ¿Qué profesión u ocupación tendrán? Hay dificultades con las fuentes de información, las cuales tienen limitaciones —por su naturaleza y por el uso de diferentes criterios definitorios de las migraciones— para responder a las exigencias de estadísticas oportunas y pertinentes. Asimismo, ha sido complejo para las unidades de análisis y los centros de investigación sistematizar la información disponible y generar los estudios requeridos. De allí que este análisis y discusión técnica de la situación de los pensionados y jubilados venezolanos en el exterior, producto de un esfuerzo colectivo, adquiera un valor inestimable por los aportes realizados en la compilación de datos de fuentes secundarias y en el levantamiento directo de información a través de entrevistas unifocales. Es necesario dejar claro que, para los venezolanos bajo régimen de pensión, tanto en Venezuela como fuera del país, los derechos de pensión, deberían ser calculados utilizando los modelos de pensiones de la OCDE. Los cálculos teóricos se basan en parámetros nacionales y normas aplicables en 20120 y asumen que los trabajadores ingresan al mercado laboral a los 20 años. El impacto global de las reformas de las pensiones que ya han sido legisladas pero que están en proceso se toma en cuenta para los cálculos. Los indicadores son precedidos por una nota en la arquitectura de los sistemas nacionales de pensiones, seguido de una nota sobre la metodología y expectativas. Los indicadores de los derechos de pensiones comienzan con la tasa de reemplazo: la proporción de la pensión con los ingresos individuales. El primer indicador mira las tasas de reemplazo brutas (antes de impuestos) de todas las fuentes obligatorias y cuasiobligatorias, para una sola persona. El segundo indicador muestra un análisis del tratamiento fiscal de las pensiones y pensionados. El tercer indicador muestra las tasas de reemplazo en términos netos, teniendo en cuenta los impuestos y contribuciones pagados sobre ingresos y pensiones. Siguen tres indicadores de la “riqueza de la pensión”: el valor de la duración del flujo de beneficios de jubilación. Es una medida más amplia que las tasas de reemplazo porque tiene en cuenta la edad de jubilación, la indexación y la esperanza de vida. Los dos primeros indicadores son la riqueza de la pensión bruta y neta y la riqueza neta de las pensiones, el tercero es el cambio en la riqueza bruta de la pensión. El equilibrio entre dos objetivos de la política (proporcionar ingresos de jubilación adecuados y reemplazo de un recurso compartido de destino de los ingresos) se examina en el siguiente par de indicadores, que resumen la progresividad de fórmulas de beneficio a la pensión y el vínculo entre pensiones y beneficios. Los dos últimos indicadores dan un promedio de los derechos a la pensión entre los individuos con diferentes niveles de ingresos, muestran los niveles de pensiones, la riqueza de la pensión y el papel de cada parte del sistema de ingresos en la jubilación. Página25 Pero se debe dejar claro, que ninguna estos puntos de realización se están haciendo valer para los pensionados y jubilados venezolanos tanto en país como en el exterior, pero a partir de este estudio técnico se hará una observación a los factores planteados por la Red de Asociaciones de Pensionados y Jubilados de Venezuela Residentes en el Exterior (RED – APEJUVEX), lo cual serán de ayuda para dar respuestas a la interrogantes antes planteadas, además de servir este análisis, como una radiografía en tiempo real del escenario socio-económico de las personas de nacionalidad venezolana o de otras nacionalidades, que vivieron y trabajaron en Venezuela y tienen derecho a una pensión o jubilación y actualmente habitan en otros países Página26 ANÁLISIS Y DISCUSIÓN TÉCNICA DE LA SITUACIÓN DE LOS PENSIONADOS Y JUBILADOS VENEZOLANOS EN EL EXTERIOR En Venezuela la solicitud de prestaciones dinerarias por concepto de vejez, es valido después de haber cumplido 60 años de edad si es varón o 55 años si es mujer, toda persona que esté o haya estado trabajando en organismos o entes públicos o privados y cumpla con requisitos de edad y años de servicio para hacerse acreedor del beneficio de jubilación. La Jubilación es un derecho constitucional, irrenunciable, que le proporciona a la persona que desempeña o ha desempeñado algún cargo una pensión o una recompensa por los servicios prestados. Es un derecho adquirido de por vida para los funcionarios y empleados al servicio de los organismos o entes públicos o privados y se otorgará cuando el trabajador tiene un determinado número de años de servicio y ha alcanzado ciertos límites de edad, es decir que haya cumplido 55 años en la mujer y 60 en el hombre y tener 25 años de servicio en la administración pública o cuando el funcionario o empleado haya cumplido 35 años de servicios, independientemente de la edad. Consiste en recibir una pensión, es decir un pago fijo y periódico, hasta la fecha de su muerte y, no se transmite a sus herederos. Es una consecuencia del derecho al trabajo y forma parte de él. El trabajador que durante años ha prestado servicios para una empresa o institución adquiere el derecho a ser jubilado y a que en lugar del salario que se le cancelaba cuando era trabajador activo, se le pague una pensión que le sirva para satisfacer sus necesidades básicas y las de su familia. Página27 El trabajador tiene un período de tiempo de tres (3) años que deben contarse a partir de la fecha en que termina la relación laboral si se trata de la solicitud del beneficio a la jubilación, o bien a partir de la exigibilidad de cada una de las pensiones no pagadas, si se trata del pago de las mismas. La norma que consagra el derecho a la jubilación es el Artículo 80 de la (CRBV – 99) y el Código Civil en su artículo 1.980, prevé un lapso de tres (3) años para reclamar o solicitar la Jubilación. Es decir, que el derecho a la jubilación puede reclamarse por un período de hasta tres (3) años, contados a partir de la fecha de terminación de la relación laboral. Lo anterior esta totalmente relacionado con la primera pregunta de la encuesta técnica realizada a los miembros activos y agregado de La Red de Asociaciones de Pensionados y Jubilados de Venezuela Residentes en el Exterior (RED – APEJUVEX), la cual corresponde a la primera parte: Datos Personales, cuya enunciación fue: 1. SELECCIONE SU RANGO DE EDAD. La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: Como bien se puede observar, un 50,5% de los encuestados están en el rango etario desde los 65 años hasta los 74, un 27, 8% tiene desde los 55 años de edad hasta los 64, un 19% marca una edad de 75 a 84 años, y 2,7% es mayor a 85 años El Régimen Prestacional de Pensiones y Otras Asignaciones Económicas, garantizará a las personas, previo cumplimiento de los requisitos de afiliación y contribución, prestaciones dinerarias ante las contingencias amparadas, comprendiendo entre otras, las pensiones de vejez o jubilación, las cuales sustituirán las tradicionales pensiones pagadas en los actuales momentos por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales y por otros entes públicos con base en la Ley del Estatuto sobre el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de los Funcionarios o Empleados de la Administración Pública Nacional de los Estados y de los Municipios. Página28 Hasta ahora, este Régimen no se ha desarrollado, pues su puesta en práctica implica además de la promulgación de una Ley especial para regularlo, la realización de profundas modificaciones al complejo y heterogéneo régimen de pensiones existente en el país. Según lo previsto en la LOSSS (artículo 65) la pensión de vejez o jubilación garantizada por el referido Régimen Prestacional será de financiamiento solidario, a través de cotizaciones obligatorias, para las personas con o sin relación laboral de dependencia, de beneficio definido, de aseguramiento colectivo bajo el régimen financiero de prima media general y sobre una base contributiva de uno a diez (10) salarios mínimos urbanos, correspondiéndole al Estado la administración del fondo de pensiones de vejez. Dicha pensión de vejez o jubilación será financiada con las contribuciones de los empleadores y trabajadores y, de los trabajadores no dependientes con ayuda eventual del Estado en los casos en que sea procedente, conforme a lo establecido en la ley que regule éste Régimen Prestacional. Asimismo, aquellas personas que no estén vinculadas a alguna actividad laboral, con capacidad contributiva, podrán afiliarse al Sistema de Seguridad Social y cotizarán los aportes correspondientes al patrono y al trabajador y en consecuencia serán beneficiarios a la pensión de vejez (artículo 66 ejusdem). Por su parte el Régimen Prestacional de Servicios Sociales al Adulto Mayor y Otras Categorías de Personas, de carácter asistencialista y base no contributiva, actualmente en plena vigencia, tiene por objeto garantizar, a los sujetos bajo su ámbito de aplicación personal, atención integral a fin de mejorar y mantener su calidad de vida y bienestar social en consonancia con el principio de respeto a su dignidad humana. Dispone la LOSSS que el Régimen Prestacional de Servicios Sociales al Adulto Mayor y Otras Categorías de Personas se regirá por las disposiciones de dicha Ley y por su Ley especial, y para alcanzar la protección que asegura el Sistema a los adultos mayores con ausencia de capacidad contributiva, legalmente se han estructurado un conjunto integrado de prestaciones, programas y servicios Página29 Pero lo cierto, es que a pesar de que el 100% de los encuestados cumplen con los requisitos legales, no reciben el beneficio de la pensión y/o jubilación, en primer orden, por la incompetencia del entramado jurídico e institucional, además, la complejidad y heterogeneidad que caracteriza al Sistema de Seguridad Social venezolano, se pone en evidencia con la dispersión normativa existente en materia de prestaciones, tanto en especie como en dinero, así como en la multiplicidad de organismos, regímenes y entes previsionales creados en este ámbito en el país, los cuales no son capaces de hacer cumplir con el pago a los venezolanos en el exterior. El proceso de envejecimiento en la población es un hecho biológico y natural propio de cualquier ser humano, cuyos efectos se hacen sentir con mayor fuerza en un mundo altamente globalizado y competitivo, donde convergen simultáneamente la inclusión y la exclusión social. Particularmente en Latinoamérica, el arribo a la tercera edad se da en un entorno caracterizado por la pobreza, una aguda desigualdad del ingreso, un escaso desarrollo institucional y una persistente inequidad social, siendo lo peor del caso que en la mayoría de los países no se han establecido mecanismos eficaces dentro de los Sistemas de Seguridad Social que permitan la acumulación de recursos a lo largo de la vida activa del trabajador, a fin de contar con ingresos suficientes para disfrutar de una vejez digna. En este contexto, el envejecimiento es tratado de una manera marginal, debido a que no existe una estructura educativa capaz de crear una imagen positiva de la vejez, así como el reconocimiento de los valores y la experiencia de vida de aquellos que han alcanzado edad avanzada. Adicionalmente a lo antes expuesto, al no contar la gran mayoría de países con eficientes sistemas de protección social, de ahorro o de capitalización individual, que les permitan satisfacer sus necesidades de consumo y de salud durante la vejez, las necesidades de estas personas se cubren mediante activos acumulados durante la edad laboral, transferencias familiares intergeneracionales, programas asistenciales e instituciones de beneficencia a cargo de los Sistemas de Seguridad Social de los países de acogida 2. INDIQUE SU NIVEL EDUCATIVO La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: Por ser la jubilación es un proceso inevitable en la vida laboral de una persona, el cual conlleva diversos cambios ante los cuales los individuos deben generar respuestas adaptativas y congruentes con esta situación. Esta etapa representa una ruptura en el desenvolvimiento profesional de las personas, tan radical que afecta al individuo en todos los aspectos de su vida, es decir, en su situación económica, psicológica, social y familiar. no obstante, no todas las personas están preparadas para asumir los cambios que se avecinan al entrar en la fase previa a la jubilación, debido a que cada uno Docente Profesora Abogado Página30 Se determinó que son diversos los efectos que manifiestan el proceso de jubilación, presentándose una amplia gama de sentimientos, emociones y sensaciones que van desde los negativos como lo son la ansiedad, depresión y miedo, hasta los positivos como la tranquilidad, optimismo y seguridad. En este caso en particular se constató que la posee características individuales que proporcionan una percepción diferente ante esta nueva etapa. lo que para algunos constituye un cierre de ciclo y comienzo de uno nuevo lleno de expectativas y nuevas oportunidades, para otros es el inicio de una fase colmada de incertidumbre, plagada de angustias, tristezas y causante de cambios en el comportamiento normal de los involucrados. Pero se debe entender que más del 80% de los 2358 encuestados tienen una profesión universitaria, siendo las siguientes las de mayor presencia en los jubilados y/ pensionados en el exterior: Secretaria Ingeniero Economista ansiedad predomina sobre los demás efectos. se demostró que la adaptabilidad a la jubilación está determinada por las actitudes y creencias personales que enmarcan la figura del retiro laboral. En este sentido, la planificación constituye uno de los elementos más importantes que deben ser tomados en cuenta por los trabajadores activos. Página31 3. ¿USTED ES PENSIONADO DEL IVSS O JUBILADO POR ALGUNA INSTITUCIÓN DE VENEZUELA? PUEDE SEÑALAR MAS DE UNA OPCIÓN. La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: Página32 Como bien se puede apreciar en la representación gráfica de la tercera pregunta, el 85,6% de la población encuestada es jubilada del (IVSS), lo cual indica que 2019 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, cumplieron con todos los requirentes para merecer el pago de seguridad social. Lo cual no ocurre incumpliendo totalmente la Ley Aprobatoria del Convenio de Seguridad Social en el territorio de una Parte o de un tercer país (1988). El artículo 5 del Convenio establece entre otros aspectos que “las prestaciones económicas debidas por una de las Partes Contratantes, en aplicación del presente Convenio, se harán efectivas a los beneficiarios que residan en el territorio de una Parte o de un tercer país”. Ello quiere decir, que la obligación del Estado venezolano con sus jubilados se mantiene al ubicar el jubilado su residencia en ese país. Es decir, tiene la obligación de pagar las pensiones estableciendo con España los mecanismos para que se haga efectivo. Esa obligación se estuvo cumpliendo en términos generales de manera aceptable hasta el año 2016, cuando la gestión de Maduro decidió no cancelar un solo centavo más a los jubilados en el exterior. Es decir, se están sometiendo a situaciones de penuria a unos 12.000 pensionados residentes en España, Portugal, Italia, Uruguay, Chile y Ecuador, de los cuales 2358 fueron participantes de este análisis técnico 4. ¿SEÑALE EN CUÁL DE LAS SIGUIENTES CONDICIONES SE ENCUENTRA USTED EN CUANTO A SUS DERECHOS A PERCIBIR LA PENSIÓN DE VENEZUELA? La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: Página33 La situación que enfrentan los pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior es muy compleja. Por una parte, el proceso de ubicación en la sociedad, de adaptación a diferentes costumbres, la convivencia en sociedades donde el rechazo al extranjero, llega incluso a desatar actitudes violentas. Por otra parte, la emigración, cambia la visión que se tiene del país de origen. La literatura sobre el tema coincide en destacar los problemas de identidad que vive el emigrante, sobre todo cuando proviene de un país colonizado, repleto de diversidad cultural como el nuestro. El proceso de emigración de venezolanos clase media puede entenderse como una consecuencia de la dinámica de transformación económica, social, política y cultural que marca nuestra inserción en la economía globalizada a finales del siglo XX. Hasta ahora este fenómeno ha sido comentado en los medios de comunicación, y en los espacios académicos ha llegado el momento de estudiarlo para contribuir a establecer sus dimensiones reales y su resonancia social. hay los que buscan aventuras, desarrollo profesional o nuevos mundos. El hecho migratorio no se presenta como ruptura, se explica antes que justificarse, como una aspiración coherente con su vida y con su identidad, es más fácil encontrar la unidad de sentido. Dentro de los calificados como motivación externa se encuentran los que buscan mejores ingresos para ellos y su familia y los que vienen huyendo de la violencia. Deben hacer una negociación para reorganizar su unidad de sentido, deben integrar los factores externos con motivaciones internas para justificar el hecho migratorio. Dentro del grupo calificado como de motivación interna Es importante destacar dos tipos de entrevistados: los que se fueron sin intención de emigrar y allá decidieron quedarse y los que directamente buscaban establecerse en un tercer país. Es interesante observar cómo ambos grupos coinciden en señalar motivos personales y sociales, externos e internos. 5. ¿EN CUÁL DE ESTAS OPCIONES UBICA UD., EL RECIBO DE SU PENSIÓN EN EL EXTERIOR? La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: Página34 En cuanto a la sostenibilidad del sistema de pensiones y jubilaciones, vemos que tan solo 21 % de las personas de 40 años o más cotiza regularmente, cifra inferior al 34 % registrado en 2016, caída que, si bien es consistente con el incremento del desempleo, la informalidad y el deterioro del poder adquisitivo, no deja de representar un grave problema de cara al futuro de la consecución de recursos vía contribución por parte de los futuros beneficiarios para garantizar la sostenibilidad del sistema En consecuencia, la profundidad y cobertura del sistema de seguridad social venezolano es limitado e insostenible, y el nivel de aporte dinerario es deficitario y nada significativo desde el punto de vista del poder adquisitivo que les confiere a sus beneficiarios 6. ¿RECIBE SU PENSIÓN O JUBILACIÓN EN EL PAÍS EN QUE SE ENCUENTRA? La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: El 89,6 de los encuestados en la actualidad no reciben su pensión estando en el exterior, esto se debe en gran parte por los efectos de la crisis política y socioeconómica actual y de la hiperinflación son palpables en los desequilibrios del mercado laboral y en el empobrecimiento de los trabajadores. La situación laboral y de retiro del venezolano tanto dentro como fuera de país, continúa deteriorándose y todos los indicadores generales presentados dan cuenta de ello. Página35 En consecuencia, el trabajo formal asalariado, soporte vital del crecimiento y el desarrollo económico, pierde importancia como principal fuente de ingresos para los trabajadores, los beneficios y derechos laborales pierden sentido económico y su razón o naturaleza, es decir, en términos reales, las prestaciones sociales, la seguridad social, las utilidades, seguro por desempleo pierden atractivo entre los trabajadores, y más para los venezolanos en el exterior. El significado cultural y el valor social del trabajo asalariado y productivo desaparecen, lo que modifican las características del relacionamiento económico actual, situación que se hace evidente en la extendida política de bonos gubernamentales con fines clientelares que desvirtúa el trabajo 7. ¿CUÁL ERA SU SITUACIÓN SOCIO ECONÓMICA EN VENEZUELA? La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: Página36 Esta pregunta resulta de suma importancia porque la misma, puede darnos a entender la macro situación social y económica que en la actualidad se vive en Venezuela, ya que el 52,3% de los pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, a pesar de tener una buena situación económica decidieron o se vieron obligados a emigrar, ya que en un contexto de elevada intervención del Estado, excesivas restricciones a la libertad económica, inseguridad jurídica, desestímulos a la inversión, presiones contra la autonomía sindical, distorsiones agudas en las relaciones laborales y fuerte impacto por parte de la depresión económica y la hiperinflación; el mercado de trabajo venezolano refleja graves distorsiones que se evidencian en niveles crecientes de desequilibrios de mercado y el empobrecimiento generalizado de la sociedad, la única opción que se vislumbra para personas con más de 55 años, de los cuales más de 30 años, fueron dedicados al trabajo y ahora no se les recompensa con lo que por ley les pertenece, la única opción es salir de país. La irregularidad o falta de acceso a los sistemas de pensiones son situaciones que pueden conllevar a una serie de riesgos y dificultades en el goce de derechos de estos adultos mayores, lo que se ve reflejado transversalmente en los resultados que se analizaron frente al acceso a salud, vivienda, al trabajo y a la seguridad, entre otros derechos. En varios países tanto de América como de Europa, hay altos porcentajes de personas mayores que no cuentan con documentación, principalmente en los movimientos mixtos, con mayores dificultades en cuanto a diferencias de género y discapacidad. La gran mayoría de los pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior encuestados viven en una situación de gran vulnerabilidad económica, porque la recepción de pensiones es muy baja o inaccesible; el acceso al trabajo es limitado por las condiciones de los mercados laborales, por la falta de documentación y por la discriminación principalmente debido a la edad y situación de movilidad, todo esto lleva a la informalidad en situaciones de precariedad y explotación laboral, con largas jornadas y bajos ingresos, así como situaciones denigrantes y peligrosas. 8. ¿POR CUÁLES RAZONES EMIGRÓ DE VENEZUELA? (PUEDE MARCAR MAS DE 1 OPCIÓN) La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: Los pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, presentan principalmente como motivo de haber emigrado, las razones humanitarias, una baja seguridad en el derecho a la vivienda. El desalojo es otro de los riesgos graves para las personas mayores y se presenta como una forma de maltrato hacia esta población y sus familias. De igual forma se debe hacer punto de atención en el maltrato psicológico, el cual es un problema que se debe priorizar, pues está vinculado a las consecuencias de la inseguridad y la violencia, en este sentido, las personas mayores se encuentran en mayor indefensión. Es necesario observar las diferencias de género en las formas de maltrato, ya que se identifica que, en varios casos, las mujeres sufren mayores porcentajes de maltrato psicológico. Página37 En Venezuela, con la llegada del régimen socialista se empezó a vivir escenarios de discriminación por edad, además de ser la principal forma de discriminación, conlleva efectos negativos en todos los ámbitos de un goce efectivo de derechos. A esta se suma la discriminación por la propia condición de persona en situación de movilidad humana, siendo también una barrera transversal en el acceso a servicios y derechos, que requiere de un fuerte trabajo de sensibilización en las comunidades de acogida. Existe una baja tendencia a la participación por parte de las personas mayores, situación que es necesario revertir para mejorar el bienestar y calidad de vida de las personas mayores. Se presenta una correlación inversa o negativa entre discriminación y participación: cuanta mayores discriminaciones sientan las personas mayores, menor es su grado de participación. Tanto así, que se puede observar que solo el 10,3 de los encuestados han emigrado por razones de trabajo, lo que hace más imperante la necesidad de su pensión. 9. SELECCIONE EN QUE PERÍODO INGRESÓ AL PAÍS DE ACOGIDA: La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: Esta investigación adopta un enfoque micro-analítico que no considera a las decisiones individuales de las pensionadas y/o jubilados venezolanos en el exterior como escindidas de las condiciones y condicionantes externos, sino como participantes de una realidad social mucho más compleja. Página38 Estas respuestas se han utilizado como herramienta heurística que ayudara a comprender una realidad social que no es la misma según el nivel de análisis o la escala de observación en la que se decida ubicarlas. Ya que como bien se ve el grafico correspondiente desde el 2010, la migración ha sido prácticamente constante. Por esta razón, la perspectiva de la Red de Asociaciones de Pensionados y Jubilados de Venezuela Residentes en el Exterior (RED – APEJUVEX) no fue útil para focalizar. A la vez, se permite un planteamiento relacional que transita entre el plano micro de la adopción de decisiones individuales y el plano macro de los determinantes estructurales de las migraciones. Las redes sociales son estructuras de carácter transnacional que involucran a todas aquellas personas e instituciones vinculadas al proceso migratorio: políticas públicas (en país de origen y de destino), personas migrantes, empleadores, informantes, así como, asociaciones culturales, políticas, sociales y religiosas, entre otras. Cuando se mencionan las trayectorias migratorias, se hace referencia a las trayectorias de vida que comprenden procesos espaciales integrados a la vida social y a la historia del sujeto Este enfoque resalta la subjetividad del pensionado y/o jubilado migrante que, además de reflejar sus expectativas, inquietudes, decisiones y capacidades de agencia individuales y familiares, también reconoce una época atravesada por normas y valores compartidos por la sociedad de la que el sujeto forma —o desea formar— parte. Respecto a estas subjetividades, interesa observar la auto-identificación del pensionado y/o jubilado migrante en función de la voluntariedad o no de su trayectoria migratoria, es difícil analizar la adscripción o no a una de las categorías de migración forzada por parte de sus protagonistas. Eso se debe a que, más allá de las “condiciones objetivas”, es la experiencia del sujeto y su relato lo que orientará la comprensión de los alcances, los efectos y las dimensiones de dichas condiciones en este caso. Se trata entonces de definir los límites —imprecisos— entre la migración forzada y la voluntaria. Las migraciones se pueden definir como todo “desplazamiento residencial de población desde un ámbito socioespacial a otro, entendiéndose por estos ámbitos el lugar donde las personas desarrollan la reproducción cotidiana de su existencia”. Pueden ser voluntarias cuando los sujetos migrantes, motivados por mejorar sus condiciones de vida o por conocer otras condiciones, toman la decisión de desplazarse hacia un destino específico; un ejemplo claro de este tipo de migración es la económica. La migración forzada, por otro lado, implica tanto una coacción externa directa (traslados obligados) para el desplazamiento, así como, una decisión tomada —en un abanico de opciones reducidas— por temor a perder la vida o la libertad. En este último caso, la migración no responde a los beneficios esperados en el país de destino, sino al miedo de permanecer en el país de origen. Página39 Las migraciones forzadas incluyen un conjunto de categorías legales o políticas con una característica común: que las sujetas y los sujetos migrantes se han visto obligados a abandonar su lugar de residencia para buscar refugio en otro lugar en el período 2010-2015 y se pueden ubicar las migraciones forzadas, las categorías de migración por violencia como consecuencia de los procesos sociales, al tener en común la vivencia de hechos traumáticos — pérdidas humanas y materiales— y la producción de desplazados y solicitantes de refugio. Dentro de la migración por violencia, se podrían incluir las figuras de exilio y refugio (teniendo en cuenta la relación país de origen/país de destino) fundadas en persecuciones políticas. El caso de la emigración de pensionados y/o jubilados venezolanos a partir de la categoría de exilio y refugio, especialmente para las personas emigradas de la primera y segunda ola, mientras que la tercera y cuarta ola invita a discutir las migraciones económicas de supervivencia como otro tipo de migración forzada. El término exilio se asocia al ámbito de lo político y de aquellas medidas — económicas, sociales, ambientales— que se toman en dicho ámbito, el exilio es un mecanismo de exclusión institucional que se puede realizar mediante la expulsión, la deportación u otras formas legales, y se usa para revocar el pleno uso de los derechos de ciudadanía. La figura del exiliado vincula entonces al individuo con su país de origen y tiene la característica de implicar la conformación de comunidad en el país de destino, al unirse los exiliados no solo por su nacionalidad sino por su afiliación política, causa inicial del alejamiento de su país de origen. En las primeras entrevistas, las personas migrantes utilizaron el término “huir de Venezuela”; esta expresión fue retomada para indagar sobre sus sensaciones frente a estas condiciones objetivas de carencia de alimentos y otros artículos de primera necesidad (medicamentos, pañales, etcétera). Esta búsqueda llevó a identificar en casi todos los casos una sensación de vulnerabilidad e injusticia, en ocasiones definida por una persecución política indirecta —nunca directa— y en otras por la percepción de un sistema socio-político y económico injusto, que no garantizaba seguridad frente al accionar violento de bandas. 10. ¿CUÁL ES SU ESTATUS MIGRATORIO EN EL PAÍS DE ACOGIDA? La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: Página40 Teniendo en cuenta que se trata de un flujo reciente y que continúa, se descarta por el momento el concepto de exilio hasta tanto se pueda observar el comportamiento de esta comunidad en este y otros países. La figura de estatus migratorio podría explicar la situación de estos pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, pero, no se considera que sea generalizable. La noción de migración por carencia y exclusión, por otro lado, puede ser útil y generalizable si se tiene en cuenta sus características. Esta movilidad está destinada a satisfacer necesidades básicas como el empleo, ingresos suficientes para la subsistencia, libertad política, étnica, religiosa, seguridad jurídica y seguridad pública. Además de agregarle el término privación, que implica la acción de un tercero que priva al sujeto, se ha sumado otras características que ayudan a dimensionar la privación de este colectivo: es extrema, porque el desabastecimiento en alimentos, productos de higiene y medicinas atenta contra la buena salud de la población. Es también general, porque además de bienes se ven privados de servicios básicos que afectan su vida cotidiana. Es colectiva, porque no afecta a familias ni a individuos aislados o a grupos sociales determinados, sino al conjunto de la sociedad. 11. ¿CUÁL ES SU SITUACIÓN SOCIO ECONÓMICA EN EL PAÍS DE ACOGIDA? La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: 12. ¿TRABAJA ACTUALMENTE? Página41 La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: Tanto la pregunta 11 como la pregunta 12, están analizadas y presentadas en conjunto ya que los pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, que poseen en la actualidad una buena situación, deben estar trabajando. Los flujos migratorios producen, tal como afirmábamos al comienzo, una serie de consecuencias relacionadas con el país de origen y con el país receptor. En el país de origen se podría disminuir el conflicto social y político cuando un porcentaje importante de la población productiva decide emigrar. Disminuirían así los niveles de desocupación y de descontento, ya que se crearían posibilidades aparentes, producto de este movimiento de personas hacia otras regiones. La mano de obra que se queda puede tener una mayor posibilidad de ingreso al mercado de trabajo, porque ha disminuido la competencia. Esta última perspectiva, denominada válvula de escape, ha sido aceptada por algunos marcos interpretativos que consideran la emigración de recursos humanos, y sobre todo los calificados, como proceso de circulación de capital humano, lo cual permite una asignación más eficiente de recursos en el ámbito mundial. Página42 Por el contrario, otra visión sobre el tema es aquélla que plantea que con la pérdida poblacional surge una disminución de las posibilidades de consumo en economías cuyo potencial de desarrollo se basa, parcialmente, en la activación de su mercado interno. Una tercera postura plantea que, con la emigración puede aumentar la capacidad de consumo de aquéllos que se quedan y tienen un grado de parentesco con quien se fue; siempre y cuando el emigrante se haya integrado a la sociedad receptora, de manera que esté en condiciones de enviar a su familia una parte del dinero excedente que genere en el país receptor. Para ello se condiciona a los sujetos de modo que tomen una decisión que, en general, nunca terminan de procesar totalmente. En realidad, dicha decisión viene siendo el resultado del mensaje introyectado, generador del consenso rutinario. Éste conduce a un conjunto de personas a emigrar, como una salida a las limitaciones impuestas en el país de origen. El imaginario sociocultural así constituido los determina, construyendo las fantasías sustentadas en ciertos valores que subsumen a la población en interpretaciones falsas de la realidad. Expresándose a partir de la frustración de la realización o desarrollo personal y la imposibilidad de una movilidad social ascendente, una buena calidad de vida, o tan siquiera expectativas reales para lograrlo. Su decisión estará determinada no sólo por una insatisfacción básica con respecto a lo que su país de origen le ofrece, sino también por las oportunidades imaginarias que surgen de la estructura del mercado de trabajo y el marco cultural y social general del país al cual se dirige. Por estas razones, su decisión estará orientada a una emigración más definitiva que circunstancial, lo cual se fortalece cuando el traslado se realiza a países donde el migrante supone que puede asimilarse con su familia, en condiciones laborales y sociales más ventajosas que en su país de origen. El país receptor aparece, imaginariamente, como un espacio de grandes oportunidades e ingresos. La búsqueda de mejores condiciones de vida motoriza los movimientos migratorios, cuyas consecuencias políticas, económicas y sociales, provocan, en muchos casos, situaciones de conflicto en el país receptor. Se puede incrementar la competencia laboral, pueden surgir nuevos bolsones de pobreza, aumento de la discriminación, la xenofobia, etc. Puede ocurrir que los trabajadores menos calificados se perjudiquen por la pérdida de empleos —que irán a parar a los migrantes— o por la disminución de sus salarios. Algunos de los efectos positivos de la emigración se relacionan con los logros comerciales que se pueden desarrollar y con las remesas. Aquí me detendré para tratar este efecto que hoy está tan de moda. Las remesas son indicadores del efecto de la migración, consecuencia del conflicto social expulsor de grandes contingentes de personas que envían dinero para que su familia intente salir de la crisis económica, lo cual, supuestamente, disminuiría los niveles particulares del conflicto socioeconómico de esa familia que recibe ese dinero. Se pretende hacer creer a las sociedades receptoras de remesas que estas divisas contribuyen al desarrollo general de la economía del país y, en realidad, si observamos con detenimiento los montos que llegan, cómo llegan y a quiénes se dirigen, nos daremos cuenta de que es verdad que contribuyen, pero solamente como un complemento del salario familiar básico de aquellas familias más necesitadas. Me animo a decir que, si estos montos viniesen en un solo paquete, podrían ser destinados a la puesta en marcha de políticas sociales de diferente índole, pero como vienen fragmentadas en tantos pedazos como migrantes envían dinero, sólo pueden ser utilizadas para el consumo familiar. Página43 Si realizamos la misma ecuación que hacen los analistas macroeconómicos para saber el ingreso per cápita de un país, y dividimos la cantidad de dinero que llega por remesa sobre la cantidad de población, nos encontraremos con que las sumas percibidas sólo alcanzarán para completar, mínimamente, el salario básico familiar; y, aunque esto no es poco, sobre todo para familias en situación de pobreza y pobreza extrema, no solucionaría el problema de las grandes mayorías pauperizadas de nuestras sociedades subdesarrolladas. Cuando se contrata, transporta y emplea a trabajadores migratorios en desafío de la ley, sus derechos y libertades fundamentales corren mayores riesgos. La pobreza masiva, el desempleo y subempleo existentes en muchos países en desarrollo ofrecen a empleadores y agentes privados sin escrúpulos un terreno fácil para la contratación. En algunos casos, el traslado clandestino de los trabajadores adquiere carácter de operación delictiva. Desprovisto de condición jurídica o social alguna, el trabajador migratorio ilegal es, por naturaleza, objeto de explotación. Queda a merced de sus empleadores y puede verse obligado a aceptar todo tipo de trabajo, en cualquier condición laboral de su vida. En el peor de los casos, la situación de los trabajadores migratorios es similar a la esclavitud o al trabajo forzoso. El trabajador migratorio ilegal rara vez trata de buscar justicia, por temor a ser descubierto y expulsado, y en muchos países no tiene derecho de apelación contra decisiones administrativas que le afectan. Otra de las formas de impacto de los movimientos migratorios se da a partir del desplazamiento de la mano de obra nacional de las áreas rurales, especialmente fronterizas, donde se prefiere emplear inmigrantes ilegales, por sus niveles de eficiencia y los bajos sueldos que devengan. También sobre el Sistema de Salud, en particular en hospitales y centro de salud rurales, que se ven desbordados en su capacidad de atención a la población en general. El retorno de ciertas enfermedades, que se consideraban erradicadas, por cuanto la población que ingresa en condiciones de ilegalidad no se somete, ni es sometida, a controles higiénicos sanitarios debido a su propia situación jurídica irregular; aumenta la demanda sobre el servicio educativo y la matrícula escolar; se produce la invasión de terrenos municipales y privados en forma ilegal y proliferan una serie de actividades ligadas a la economía informal, el juego de azar y la prostitución, así como el incremento en el tráfico y consumo de drogas. Desde la alimentación, hasta los usos más abstractos e intangibles, como la oración y los rituales religiosos particulares de la región de origen, son parte de la cultura con la que viajan los migrantes, conservando sus símbolos sociales y recreando espacios para mantenerla. 13. ¿CÓMO PUEDE USTED COMPARAR QUE SU VIDA CAMBIO CON LA MIGRACIÓN, EN RELACIÓN A COMO VIVÍA EN VENEZUELA? La cual fue respondida por 2358 pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, teniendo los siguientes resultados: Página44 Es evidente que en Venezuela el proceso de globalización tiene un impacto sobre la decisión de emigrar y quizás con mayor peso en las primeras etapas del mismo, pero sin duda las condiciones internas son determinantes para los individuos al momento de tomar la decisión de salir del país. El Estado venezolano está en la obligación de emprender políticas que mejoren las condiciones internas para contrarrestar la migración al mismo tiempo que puede, como en otras experiencias conocidas, organizar políticas que posteriormente permitan reconectar estos venezolanos para su regreso o su participación, aun en la distancia, con proyectos del país. Es necesario también que exista un reconocimiento por parte de los Estados, especialmente de la región y los que más se ven impactados por la llegada masiva de venezolanos, de que estas personas requieren un tratamiento especial; la evaluación - y en los casos que aplique el otorgamiento, de la condición de asilo y refugio establecida en diversos instrumentos como: la Convención de Ginebra (1951), Protocolo de 1967, así como en la Declaración de Cartagena (1984), que además los compromete a su protección e integración, al mismo tiempo que los obliga a exigir el restablecimiento de condiciones internas en sus países de origen, en este caso Venezuela, para mejorar la situación Es importante señalar que este proceso se manifiesta de forma distinta entre los países, hay aspectos estructurales y de la globalización que no son exclusivos de los países en vías de desarrollo; los Estados centros o desarrollados presentan una mayor tendencia al aprovechamiento de recursos y tecnologías para desarrollar sus condiciones internas, al mismo tiempo que generan políticas de atracción hacia la inmigración calificada, el conocimiento, considerando la “riqueza de las naciones” en los tiempos que transcurren. Independientemente de sus características los Estados están en la obligación de revisar sus condiciones internas, no sólo en el aprovechamiento de recursos e implementación de políticas, sino también cómo se enfrentan en torno a las dinámicas de la movilidad internacional y preguntarse cuán trascendente es su proceso de globalización en lo referente al intercambio de factores de producción y apertura - especialmente económica y sociocultural - con el resto de los países. Página45 Esto pasa por revisar si se está ejecutando una apertura real, porque es evidente que hay un importante proceso de desfronterización de tipo social y económica, pero también hay limitaciones para la movilidad. Este aspecto afecta, sobre todo, otra de las dimensiones de la migración, la fuerza de trabajo. Según las demandas de la mano de obra de los Estados, éstos restringen los flujos, aun así, no puede desestimarse que algunos intereses políticos han afectado la política inmigratoria. Esto es un factor determinante pues estas condiciones o políticas de migración tanto en el origen como en el destino van a determinar el estatus de los migrantes y su tiempo de permanencia Página46 LECTURAS DE LA DESDIGNIFICACIÓN En otros períodos de crisis vividos en el pasado, la población venezolana no percibía, como ocurre hoy, que su nivel de vida futuro estaba en riesgo y tampoco sentía que forzosamente debía migrar a otro país en la búsqueda de oportunidades para atender la satisfacción de sus necesidades básicas y las de su grupo familiar, por consiguiente, en esos años nunca se registró una escalada de la afluencia emigratoria de venezolanos hacia otros países como se viene observando en estos tiempos. Sabemos que los pequeños flujos emigratorios verificados en las décadas de 1980 y 1990 respondieron en buena medida a la salida de migrantes calificados y a migraciones de retorno postergadas generacionalmente. La crisis que vive la sociedad venezolana en todos sus órdenes responde al rotundo fracaso de un Modelo de Desarrollo Productivo Socialista que se ha tratado de implantar en medio de una gran conflictividad política y social, y un intenso proceso de desinstitucionalización que ha vulnerado a todas las esferas de la vida ciudadana, incluyendo el ejercicio de los valores democráticos. En este contexto, las dudas frente al futuro no solo han generado frustración, particularmente entre la población joven con educación universitaria, profesionales recién graduados, sino que ya ha transversalizado todo el espectro social, toda vez que la recesión económica y el fuerte proceso inflacionario ha significado el empobrecimiento generalizado de toda la población, como ya se ha dado cuenta en otros capítulos de esta obra. Página47 El análisis y discusión técnica de la situación de los pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior ha permitido evidenciar que, no obstante sus limitaciones, el método indirecto de identificación de emigrantes a través de la información reportada en los hogares brinda información útil para aproximarnos al dimensionamiento y caracterización de la población emigrada en el período reciente, especialmente cuando el gobierno nacional mantiene su cerco alrededor de las fuentes oficiales. Ello, sin perder de vista que la fotografía captada por este análisis y discusión técnica de la situación de los pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior, ha podido quedar superada por la afluencia emigratoria que se ha producido durante el tiempo que va del año 2018. Estos resultados nos auguran que debemos seguir explorando esta alternativa para la obtención de información sobre el fenómeno migratorio, con la finalidad profundizar en otros aspectos relacionados, por ejemplo, con el impacto sobre las dinámicas familiares, la conformación de redes migratorias, las ayudas económicas provenientes del exterior, entre otros aspectos. En lo que va de la década actual en Venezuela se ha desencadenado la crisis más profunda de su historia republicana. Se ha profundizado la inestabilidad política y la contracción económica, acompañada de un fuerte proceso inflacionario que ha erosionado completamente el poder adquisitivo de la población, enormes niveles de escasez de productos básicos y de todo tipo, deficiencias en todos los servicios públicos y un intenso proceso de desinstitucionalización. Este cuadro ha sido el marco para la severa crisis migratoria que está experimentando este país, cuyas dimensiones empiezan a impactar en otros países de América Latina y el Caribe. Ante la insuficiencia de estadísticas nacionales en esta última edición de la Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida 2017 se decidió la inclusión de una sección destinada a recabar información en los hogares sobre las personas que recientemente han emigrado desde Venezuela. Este trabajo tiene el propósito fundamental de analizar los resultados de la análisis y discusión técnica de la situación de los pensionados y/o jubilados venezolanos en el exterior sobre la emigración desde Venezuela durante los últimos cinco años, comparándolos con otras fuentes en la medida que sea posible, con la finalidad de establecer la consistencia de la información obtenida sobre el volumen de la población emigrante y sus características. Se espera que este estudio contribuya a evidenciar los cambios ocurridos en la composición social y en la elección de los países de destino durante esta nueva fase del proceso emigratorio desde Venezuela. Página48 En el corto plazo la migración forzada desde Venezuela se mantendrá y su escala dependerá de cuánto más se deterioren las condiciones de vida. El Estado venezolano es responsable de las garantías a nuestro derecho a no migrar y debe ser sancionado por sus faltas a ese compromiso. Por su parte la comunidad internacional debe entender que los factores detonantes de esta crisis migratoria son de la responsabilidad absoluta del gobierno nacional, el cual no da señales de rectificación de las políticas que han derivado en la ruina del país; en consecuencia, los países deben actuar considerando que las medidas de políticas migratorias concernientes a los venezolanos tienen que brindar las garantías fundamentales que en materia de derechos humanos el sistema internacional de protección establece para migrantes forzados o refugiados. A tales efectos, es muy importante la continuidad de todos los esfuerzos que redunden en un mayor conocimiento sobre la dinámica migratoria venezolana y sobre las necesidades de atención de las personas migrantes y sus familias. En la ENCOVI 2017 se indagó por la razón principal que motivó a la persona a emigrar a otro país y los resultados nos han dejado saber que de cada 3 emigrados hay 2 que decidieron irse con la finalidad de buscar trabajo o porque ya lo habían conseguido. Esta razón está implícitamente relacionada con la necesidad de mejorar los ingresos para cubrir las necesidades personales y contribuir a la economía familiar si ese es el caso. Como bien se ha señalado en varios capítulos de esta obra, el proceso hiperinflacionario ha destruido la capacidad adquisitiva que se tenía a través de las remuneraciones por trabajo, en consecuencia, para un número cada vez mayor de venezolanos la búsqueda de algún trabajo en otro país por el cual pueda percibir algún pago en una moneda más fuerte que el bolívar resulta imperativo. La violencia y la inseguridad que fueron aludidas hace algunos años con bastante frecuencia para justificar la predisposición a emigrar, en este tiempo han quedado de lejos relegadas a una segunda posición como causal de la emigración venezolana (5 %). Puede verse en el gráfico 7 que solo, respecto de 1 a 3 % del total de emigrantes recientes, fue identificado que dejaron el país debido a las demás causas relacionadas con problemas de salud, familiares, estudios y razones políticas. Página49