1.-La reserva. Es un documento muy habitual cuando aún no se puede formalizar el contrato de compraventa entre las partes. El comprador entregará un dinero como garantía de que comprará la vivienda en un plazo determinado y el vendedor se compromete a vendérsela, pudiendo ambas partes resolver el contrato con arreglo a las penalizaciones pactadas. 2.-El contrato de compraventa. Analice el contrato de compraventa y si tiene alguna duda solicite las explicaciones oportunas, deje claro quién deberá hacerse cargo de los gastos y tributos derivados de la transmisión. Se trata de un documento en el que se describe claramente la vivienda y mediante el cual el vendedor se obliga a su entrega y el comprador a pagar por ella un precio. Se puede instrumentar mediante un contrato privado entre las partes, que es vinculante y válido entre ellos, pero es recomendable que se eleve a escritura pública, es decir que se suscriba un documento notarial y que posteriormente se inscriba en el Registro. 3.-La escritura pública de compraventa. El acto formal de la compraventa se realiza mediante un contrato firmado ante Notario que se denomina escritura pública. Esta escritura después de liquidar los correspondientes gastos e impuestos se lleva al Registro de la Propiedad. Al Registro sólo pueden acceder escrituras públicas y otros documentos de carácter judicial o administrativo, pero nunca un contrato privado. Por eso es importante que la compraventa se realice en escritura pública notarial. En vivienda usada, a la firma de la escritura se acreditarán; a.-Nota simple del registro, donde se identifica quién es el titular actual, y si la finca se encuentra gravada con hipoteca o con algún otro derecho, como anotaciones de embargo, condiciones resolutorias, derechos de usufructo, arrendamientos, opciones de compra, o algunas otras más complicadas e infrecuentes, que se denominan derechos reales en cosa ajena. b.-Comunidad de Propietarios, A través del administrador de la finca o del presidente se puede informar de la situación de los gastos de comunidad o de derrama por gastos extraordinarios. Los gastos de la Comunidad de Propietarios son una obligación de la que responde la vivienda independientemente de quien sea el propietario. La Ley de Propiedad Horizontal obliga al vendedor de la vivienda a presentar en la firma notarial una certificación expedida por el administrador o el presidente de la Comunidad de Propietarios, confirmando que la vivienda se encuentra al corriente de los pagos. El Notario debe consignar que tal certificado se aporta. De esta forma, se evita que los propietarios morosos con la comunidad vendan sin cancelar estas deudas. c.-Los impuestos de la vivienda, las viviendas pagan impuestos, mejor dicho, los pagan los propietarios. Es importante saber cuál es la situación de pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles IBI, también conocido como contribución territorial urbana. Es necesario comprobar que está al corriente de los pagos ya que la vivienda responde de las dos últimas anualidades inmediatas. Es obligatoria la referencia catastral en la escritura, que además es necesaria para la inscripción en el Registro. 4.-La financiación. España es uno de los países en los que la oferta de créditos hipotecarios está más regulada. La entidad financiera a la que solicitemos información deberá entregarnos un folleto en el que se especifique claramente el plazo de amortización, tipo de interés, comisiones y cuota y gastos que corren a costa del cliente. Una vez hayamos elegido la entidad financiera, ésta realizará un estudio de nuestras circunstancias para comprobar la viabilidad de la concesión del préstamo. Si hemos optado por no subrogarnos en el préstamo que en su caso tenga la vivienda, y concertarlo con otra entidad de crédito, ésta encargará a nuestra costa una nueva tasación. Se trata de un paso importante, pues el importe del préstamo hipotecario oscilará entre el 70% y el 80% del valor menor, de tasación o venta de la vivienda. Por último, la entidad financiera nos pedirá nota registral de la vivienda o realizará la consulta en nuestro nombre para garantizarse la seguridad de la operación. Con todos estos datos en la mano, la entidad de crédito realizará una oferta vinculante que podremos analizar durante diez días. El préstamo hipotecario se firma ante notario y es simultáneo a la escritura de compraventa. Por Ley estamos obligados a contratar un seguro de incendios sobre la vivienda a hipotecar. También es recomendable, aunque no obligatorio, contratar un seguro de amortización del préstamo que cubra el capital pendiente de pago en caso de fallecimiento del titular. 5.-Gastos de formalización de la operación. Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITPAJD). Impuesto que, como su propio nombre indica, grava las ventas de inmuebles y cualquier otra transmisión de la propiedad. Es un impuesto alternativo al IVA, se paga uno u otro, dependiendo de si es vivienda nueva o de segunda mano. Dependiendo de la comunidad autónoma en la que se encuentre la vivienda adquirida. Su cuantía se fija por aplicación de un porcentaje sobre el precio escriturado, actualmente el 10%. Existen también tipos reducidos para algunos casos VPO, familias numerosas, jóvenes... Este impuesto lo paga el comprador. Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (PLUSVALÍA). Es un impuesto municipal que grava el aumento de valor de los terrenos urbanos experimentado durante los años en que el vendedor ha sido propietario de la vivienda. Se calcula teniendo en cuenta el valor catastral y el número de años que ha transcurrido desde la anterior transmisión. Sobre este incremento se aplica el tipo de gravamen que es fijado por cada Ayuntamiento según unos máximos unos mínimos legalmente establecidos. Según la ley lo paga el vendedor, salvo pacto en contrario entre las partes. En caso de vivienda nueva, existe también un plusvalía por el incremento del valor del terreno, que normalmente debe pagar el promotor. Notario. Son los honorarios por la intervención del Notario como fedatario público para que el documento sea una escritura pública y se pueda inscribir en el Registro. Le corresponde al comprador el pago de los aranceles de la primera copia de la escritura. El precio viene determinado por el valor de la compraventa, pero también influyen la extensión de la escritura, el número de copias o la existencia de operaciones conexas, como una hipoteca. Las tarifas de los notarios, denominadas aranceles, son aprobadas por el Gobierno mediante Real Decreto y son las mismas para todos. Registro. Son los honorarios por la intervención del Registrador que comprueba la legalidad del documento y lo inscribe en el Registro de la Propiedad. Este gasto también corre a cargo del comprador y se abona en el momento de la inscripción registral. Los aranceles de los Registradores de la Propiedad se establecen por el Gobierno en el Real Decreto y son las mismas para cada oficina registral. El precio viene determinado por cada asiento de presentación y por un porcentaje sobre el importe escriturado de compraventa. Gestor. El gestor administrativo realiza normalmente las verificaciones e inscripciones registrales correspondientes y tramita las liquidaciones de gastos e impuestos en los plazos legales. Sus honorarios los paga el comprador y dependen de los trámites que se soliciten. Se trata de profesionales libres por lo que su tarifa no está regulada y puede variar de unas zonas a otras. Sus honorarios llevan IVA. Lo normal es que se adelante una provisión de fondos y después se proceda a su liquidación con los justificantes de los pagos realizados.