EMILIA MONTSERRAT RUIZ SOL ÉTICA Y DEONTOLOGÍA JURÍDICA EL ALMA DE LA TOGA PROFESOR LUIS ALBERTO TORIJA RUIZ VIERNES 14 DE MAYO DE 2021 INTRODUCCIÓN El libro en general trata sobre engrandecer los valores con los que cuentan los abogados y de igual manera trata de guiar a los jóvenes que están estudiando la carrera de derecho, como es que debe de ser un verdadero abogado. El libro El Alma de la Toga fue publicado por primera vez en 1919 y actualmente se usa como referencia por abogados. El alma de la toga fue escrito por Ángel Ossorio y Gallardo quien fue abogado y político español, el escritor se licenció en derecho y posterior a esto alcanzó un gran prestigio como abogado y como escritor a principios del siglo XX con obras como El alma de la toga y El divorcio en el matrimonio civil. Para este trabajo decidí hacer una breve descripción y análisis de cada uno de los capítulos que contiene el libro. ¿QUIÉN ES ABOGADO? Inicialmente el autor hace mención de cómo es que se debe de definir correctamente el término “abogado”, ya que dice que ser abogado va más lejos de haberse titulado de Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, pero aquel que es un verdadero abogado, es el que ejerce su profesión dando consejos jurídicos y pidiendo justicia. Considero que lo que dice el autor es importante y estoy de acuerdo, porque ser abogado y ser Licenciado en Derecho no son lo mismo, pero igualmente existe una gran variedad de abogados que aunque ejerzan su profesión de forma digna, las personas se han encargado de darle una mala reputación a la profesión. LA FUERZA INTERIOR Cuando el autor dice que en nosotros mismos hay una fuerza que no se puede hallar en ningún otro lugar, se me hizo un comentario bastante acertado. Esta fuerza es la que sirve como ayuda para enfrentar las injusticias que se nos puedan llegar a presentar; incluso cuando la dignidad se ve manchada por agresiones o críticas debemos de tener siempre en alto nuestro orgullo y hacer justicia o pedirla. Muchas veces podemos pensar que ya todo está completamente perdido, pero es importante que encontremos esa fuerza interior para que sirva como impulso para seguir adelante y como dice el autor, en el momento que no la encuentres, en ese momento tu sabrás que debes de cambiar de oficio. LA SENSACIÓN DE LA JUSTICIA El autor dice “la justicia no es fruto del estudio sino una sensación”, y es bastante cierto porque yo creo que la justicia no es algo que uno pueda leer y aprender en libros, sino que es algo que vas aprendiendo a lo largo de tu vida basándote en las experiencias que has tenido. En la actualidad el sentido de la justicia en varios abogados se ha visto un poco turbio debido a que en la sociedad capitalista en la que nos encontramos lo que más importa es el dinero, y lo que realmente importa más es la justicia, la equitatividad, lo bueno y lo prudente; entonces lo que hacen es manipular las leyes a como ellos quieran sin importarles nada ni nadie. Siempre hay que buscar el equilibrio de todas las cosas, es decir, brindarle la ayuda a nuestro cliente sin caer en la justicia con los demás. Yo creo que esto es algo que recae mucho en la familia y en los valores que nos enseñan en casa, ya que actualmente se puede ver como valores tan importantes como es la justicia han sido poco recordados por muchas personas. LA MORAL DEL ABOGADO Basado en lo que menciona el autor, cuando un abogado acepta un caso, es porque la causa que defiende es justa, y debe de hacer todo lo posible moralmente para defenderlo. pero ¿cómo saber qué es lo correcto y que no lo es? y hay una frase escrita por el autor que yo relaciono con la pregunta anterior “abogado que sucumba al qué dirán, debe tener manchada su hoja de servicios con la nota de cobardía”, relaciono esto porque para lo que muchas personas es correcto, puede ser que para otras no lo sea, y si uno comienza a dejarse llevar por los comentarios de los demás, quizás nunca lleguemos a ser como desde un principio pensamos que seríamos. EL SECRETO PROFESIONAL Es completamente cierto que muchas personas no pueden guardar un secreto, porque se le cuenta a alguien que supuestamente es de total confianza, pero es apersona se lo dice a otra y esa otra a otra y así es como un secreto no puede permanecer en una sola persona, podemos pensar que el contar un secreto no trae muchas consecuencias, pero no sabemos en realidad lo importante que es para esa persona que contó el secreto y puede que ella sí se vea afectada. Como abogados, debemos de evitar a toda costa lo anterior, porque en el momento en que se revele un secreto puede llegar a ser atroz para el veredicto del juez. Aquí se toca el punto que anteriormente he mencionado, que es el de que si un abogado acepta un caso, es porque es una razón justa de defender y considero que es muy importante que si tu cliente te confía un secreto donde se revele que es culpable, tú como abogado es mejor que dejes el caso, claro sin revelar el secreto y así no defiendes una causa que no es justa. Yo creo que un abogado no debería siquiera atestiguar en contra de su cliente en un caso, porque es ahí en donde su buen juicio se puede ver manchado por motivos personales y no se podrá desenvolver bien como abogado. LA CHICANA En algunos casos se hace la chicana por buenos motivos o porque es necesario hacerla y esto ya queda en la conciencia de cada uno de los abogados si lo hacen o no. La chicana hasta cierto punto puede llegar a ser algo malo, porque es como acomodar las leyes a tu beneficio o mejor dicho al beneficio del cliente. Por ejemplo, a lo mejor nosotros estamos seguros de que nuestro cliente es inocente y que las pruebas y argumentos que se presentan son falsos y que lo principal para ganar el caso es que te llegue una prueba contundente un día antes de la última sesión del caso. LA SENSIBILIDAD Es completamente cierto que la abogacía es una constante batalla de pasiones, pero nos toca a nosotros no ceder a ella. Esto no quiere decir que debamos ser totalmente fríos y escépticos, sino que no podemos estar inclinados a involucrarnos mucho o no involucrarnos en absoluto y solo que se trata de ganar, por dinero. Porque como dice el autor esto oscurece nuestro buen juicio. Y esto es lo que muchas personas esperan contactar con su abogado en algún momento, es decir, que pueda sentir un poco de su sufrimiento. Pero me parece que un abogado debe detenerse a analizar la situación, preocuparse por su cliente, sin ir más allá del límite en el que todo se vuelve personal, cubrirse y utilizar efectivamente lo que dicta la ley. EL DESDOBLAMIENTO PSÍQUICO En cuanto al autor, es muy interesante el punto que toca, ya que me parece que para avanzar mucho mejor en un caso, es muy importante establecer una conexión con el cliente. Para ello, es bueno dejar de lado nuestros intereses y bienestar y ponerse en la piel del cliente. No se trata de olvidar quiénes somos, sino de renunciar a algunas de las cosas que pueden interrumpir nuestro trabajo y utilizar nuestra autoridad como buenos abogados. LA INDEPENDENCIA Tiene partes muy concretas, aunque al mismo tiempo no estoy de acuerdo con algunas de ellas. Bueno, se dice claramente que la ley se practica libremente, pero esto a su vez puede verse influenciado por lo que sugiere el consejero o alguien cercano a usted. Y cuando el autor menciona que es difícil resistir el llanto de una mujer o la intervención de un familiar, no estoy totalmente de acuerdo. Porque sí, es cierto que la familia es primordial en nuestra vida, y digo que amo a mi familia con locura, pero cuando ejercemos la abogacía, tenemos que mudarnos. Cuando protegemos a otra persona, en nuestro mundo egocéntrico ya no somos solo nosotros, sino que debemos velar por los mejores intereses de nuestro cliente; Por supuesto, esto no nublara nuestra moralidad y nuestro sentido de justicia. Es un dilema bastante grande aceptar un caso que, aunque no parezca el más justo, pagará muy bien “financieramente”, pero tenemos que priorizar. Porque esto no es lo mismo que decirle a un abogado que tiene 8 hijos, cuya esposa no trabaja y no atiende el caso por más de 5 meses, que no acepta el caso, porque está obligado a su familia a alimentarlos. . decirle a uno que atiende 4 casos al mes y no tiene hijos o está casado; aunque, al final, todos permanecen en conciencia de qué hacer. EL TRABAJO La abogacía es simplemente maravillosa, y no lo digo porque esté estudiando para ser abogada, como de hecho lo estoy haciendo, porque me parece que es importante saber un poco de todo, y esto es lo que esta profesión es. lo hace. Te obliga a leer mucho sobre diferentes temas porque cada caso es completamente diferente y requiere una preparación por separado. De hecho, depende de cada abogado decidir en qué tipo de abogado quiere convertirse, porque si bien es cierto que la mayoría de las personas que buscan un abogado quieren al más famoso porque tienen un gran don de expresión y persuasión, o porque Tener un programa tremendamente impresionante, que demuestra su excelente educación, o su gran sentido de la honestidad, o simplemente el número de casos ganados. Este es un trabajo que requiere mucha dedicación y esfuerzo, pero sobre todo necesita ser amado. Esto incluye muchos sacrificios, como dedicarle muchas horas de sueño, aunque el autor nos dice que es preferible que le dediquemos las primeras horas de la mañana, porque así es como damos nuestros primeros esfuerzos, y no la noche. en el que simplemente desperdiciamos el suyo. LA PALABRA La palabra es un don, que muchos aún no hemos aprendido a utilizar; al mismo tiempo puede ser un arma, ya que si no la utilizamos correctamente tanto otras personas como nosotros podemos salir heridos. Es cuestión de darle el uso correcto y también del mérito respectivo, pues de no ser por ella muchos de nosotros seríamos salvajes, ateos sin motivo de existencia alguna, ya que gracias a la palabra es que al pasar de los años se fueron difundiendo todas nuestras creencias, explicaciones de existencia, se concretan negociaciones, etc. Y de igual forma me parece que Ángel Osorio acierta mucho a la hora de explicarnos por decirlo de algún modo la clave para el buen uso de la palabra. Porque si bien es cierto que tanto la cordialidad hacia las otras personas, ya sea el otro abogado, o el juez; el uso correcto del léxico, más no tan rebuscado pues lo que se intenta es que se entienda lo que queremos transmitir; y la amenidad, pues es muchísimo más agradable escuchar a una persona que nos habla con calidez y sencillez a la que nos habla de manera tosca. EL ESTILO FORENSE Como ya he mencionado antes la abogacía es una profesión para ser amada, de no ser así hay que ir considerando otras profesiones. Es necesario sentir esa pasión por la Justicia y por querer hacer justicia. Pues estoy totalmente de acuerdo cuando el autor nos dice que "se puede vivir sin belleza, sin riqueza, hasta sin salud, mas no sin justicia". Es que en definitivas es algo primordial en la vida de toda persona, pues de prevalecer la justicia, podríamos decir que las riquezas estarían bien repartidas, que la belleza la hallaríamos en todas las cosas y que las condiciones de salud serían muchísimo mejores. ELOGIO DE LA CORDIALIDAD En mi percepción lo que el autor nos quiere transmitir con este capítulo es que a pesar de lo que se dice de los abogados y de los jueces, eso crea desconfianza entre ellos, hay que dejarlas a un lado para un mejor desenvolvimiento entre todos. Además de que nosotros no somos quien para juzgar a los demás. A fin de cuentas todos, tanto Magistrados como abogados tenemos la misma misión, la de trabajar por la justicia. CONCEPTOS ARCAICOS Todos los pueblos han evolucionado a lo largo de los años, pero no necesariamente sus leyes a su paso. Y claramente nos podemos dar cuenta de esto al leer el ejemplo que nos hace Ángel Osorio. La verdad, es muy lamentable que después de haber ocurrido el incidente, se haya modificado la ley. Lo cual, sinceramente, no me sorprende, pero tan siquiera es un avance; pues se dieron cuenta de que había que reformar la ley. EL ARTE Y LA ABOGACÍA Si bien es cierto, el arte se desarrolla por medio de las pasiones y de los sentimientos. Y a los abogados se nos es referido el don de la palabra, como arte la oratoria y la escritura, que es la expresión artística más elevada y noble. Al igual que otros profesionales desarrollan la química, la aritmética o el dibujo lineal. Es de vital importancia aceptar la invitación, que es como me gusta verlo, que nos hace el autor de leer más, de ilustrarnos. Pues como he mencionado antes, todo caso es diferente, por tanto necesita una preparación diferente para llevarlo a cabo. LA CLASE Es interesante ver cómo en una profesión como la abogacía existe esa indiferencia hacia lo ajeno, y que al finalizar un juicio ambos abogados puedan ir a tomarse un café sin molestia alguna. Y es que la gente tiene esta idea equívoca de que los abogados deben vivir en constantes luchas y pleitos con todo el mundo y no es así, a pesar de que hay cierto desdén, aunque, elegante. CÓMO SE HACE UN DESPACHO Aunque el autor nos dice que en verdad tiene sus dificultades el asociarse con otros abogados para formar un despacho, por las posibles diferencias de opiniones y por la división del crédito de un juicio si a final de cuentas es solo uno el que se involucra; yo opino que es una buena estrategia, aunque en definitiva, a la hora de asociarnos debe de ser con quienes compartan nuestros mismos ideales. ESPECIALISTAS Estoy totalmente de acuerdo con Ángel Osorio, pues un abogado debe de saber de todo. Simplemente, sería algo inconcebible que se le preguntara a un abogado que trabaja como asesor legal en un banco sobre algún problema penal y no sepa qué decir. Las especializaciones no son del todo malas pues siempre hay un aspecto de la profesión que nos llama más la atención, sin embargo, tener conocimiento de todos los aspectos que constituyen el campo de la abogacía es lo que nos lleva a ser abogados completos. LA HIPÉRBOLE El autor nos hace un llamado de atención, diciéndonos que no es necesario hacer uso de la hipérbole. Pues aquellos abogados que gozan de tener buen gusto, dignidad y pudor, se dan cuenta que no es necesario llamar la atención exagerando las cosas. Ya que con un buen argumento, sencillo, pero bueno, es suficiente. LA ABOGACÍA Y LA POLÍTICA Como nos dice el autor, no es común que un político quiera ser abogado, pero si se dan muchísimos casos en los que los abogados quieren ser políticos. Y es de lo más normal pues es una de las cosas a la que todo abogado está llamado. LIBERTAD DE DEFENSA No me parece adecuado que un particular pueda defenderse por sí mismo. Sí, tiene razón cuando dice que es vejatorio eso que le impongan pedir justicia por boca ajena. Es tan absurdo como decir que yo tengo derecho a gozar de buena salud y por eso yo mismo me voy a prescribir los medicamentos que necesito, sin saber si funcionarán o no. EL AMIANTO No me parece justo que por ser abogado, no se pueda tener acciones en alguna compañía o ejercer un cargo de administrador en ésta. Porque si bien es cierto, el abogado ejerce para lograr la justicia y ecuanimidad entre las personas, sin embargo, no por eso no significa que aparte de ejercer como abogado pueda ser un hombre de negocios. LOS PASANTES No son muchos los pasantes que continúan ejerciendo la profesión de la abogacía, después de haber visto cómo funciona el bufete. Y yo creo que en realidad esto se da porque como el autor nos menciona hay verdaderos abogados que le piden al pasante su opinión con respecto a un caso y como procederán; y a su vez hay otros que hacen llamarse abogados pero en realidad no lo son pues limitan la capacidad del pasante y lo hace pensar que como abogado debe defender al que le pague sin importar lo demás, lo cual no debería de ser. LA DEFENSA DE LOS POBRES No debería haber diferenciación entre un pobre y una persona con más recursos, refiriéndome a su defensa legal. El autor al final de este capítulo nos menciona unas breves medidas a aplicar, con las cuales no estoy de acuerdo. Comenzando por la segunda que nos dice que si el litigante pobre pierde deberá pagar un día de cárcel por cada 25 pesetas, esto me parece absurdo porque estaría como estableciendo que ser pobre es un delito, que por no poder pagar un abogado debe de pagar con cárcel ¿qué clase de insensatez es esta? Pero de igual forma las otras dos no se pueden quedar por fuera. LA TOGA Es algo lamentable que en nuestra actualidad, los abogados no usen la toga en los juicios. Ya que así mismo como lo menciona Ángel Osorio, la toga inspira cierto grado de respeto entre las demás personas, es una distinción entre el abogado al resto de los presentes en el juicio o la corte. La imagen de quien porta la toga es de alguien bueno y sabio. LA MUJER EN EL BUFETE En el estudio y relación de los abogados con las mujeres que en él entran, ha de poner tan alta su personalidad, de considerarla tan superior a las llamaradas de la pasión y al expolio de la carne, que su exaltación le conduzca a esta paradoja: el abogado es un hombre superior al hombre. Esto lo digo en el caso de que a un Abogado le toque alguna mujer muy atractiva como cliente. El abogado debe ver el atractivo del caso y no el de la dama. HACIA UNA JUSTICIA PATRIARCAL Las condiciones apetecibles e indispensables, según mi entender, para un buen procedimiento judicial, son estas cuatro: oralidad, publicidad, sencillez y eficacia. Estas son: La justicia debe ser sustanciada por medio de la palabra. Esto por las siguientes razones: 1. Por ley natural. Al hombre le fue dada la palabra para que, mediante ella se entendiera con sus semejantes. La escritura es un sucedáneo hijo del progreso. 2. Por economía de tiempo. 3. El procedimiento oral es el supuesto imprescindible para la publicidad. Lo sustancial es que hablen a los jueces las partes o sus letrados. 4. Por seguridad de que los jueces se enteran de las cuestiones. Claro que el Juez o Magistrado que recibe unos autos los debe estudiar hemos de suponer que lo hace. Pero los puede leer bien o leerlos mal o no leerlos. Puede entender todas las razones o dejar de entender algunas y en este último caso no tiene a quien pedir mejor explicación. CONCLUSIÓN Siento que mi punto de vista con respecto a esta profesión no ha variado mucho, pues siempre la he considerado de las más importantes y cultas que hay. Y es muy grato saber que un abogado bastante distinguido como Ángel Osorio siente ese llamado para inspirar a más jóvenes que están incursionando en la carrera a que sigan sus verdaderas pasiones y amen su profesión.