Refractarios: quiere decir que pueden resistir altas temperaturas sin descomponerse. Volátiles: compuestos que se convierten en vapores y gases. La tabla 1 describe para cada nivel de tratamiento el tipo de contaminante removido, las eficiencias de reducción alcanzadas y el tipo de mecanismo predominante. La figura 1 muestra una comparación entre diferentes tecnologías de uso común para el tratamiento del ARD en países en desarrollo para una población equivalente determinada y en las mismas condiciones de eficiencia de reducción esperadas. Las diferencias están asociadas a los tiempos de retención hidráulica de los sistemas que definen los volúmenes de reactores requeridos en cada caso. La tabla 2 muestra una comparación de costos de inversión y operación para diversos procesos de tratamiento, en la que se muestra que la configuración anaerobio-aerobio garantiza los mismos niveles de calidad de agua tratada, pero a costos menores que los de los sistemas convencionales de lodos activados. La figura 2 muestra que el afluente es alimentado por el fondo del reactor. Se pone en contacto con el manto de lodo y empieza la degradación anaerobia de los sustratos orgánicos, es allí donde también ocurre la metanogénesis y se produce el biogás. El flujo combinado ascendente de las aguas residuales puede hacer que algunos de los sólidos del lodo lleguen a la parte superior del reactor donde un separados gas-liquido-solido impide la salida de estos separándolos del gas producido y del efluente líquido. El biogás es almacenado para ser usado posteriormente. Metanogénesis: es la generación de metano a partir de la materia orgánica de los seres vivos.