Tarjeta La Salle (2021) Texto_tARJETA lA sALLE (2021) 12/07/2021 10:27 Página 1 Tarjeta La Salle (2021) Texto_tARJETA lA sALLE (2021) 12/07/2021 10:27 Página 2 Lasaliano, lasaliana, hermano, hermana, compañero y compañera de camino … Has sido llamado/a a hacer de tu vida un servicio. Has escuchado esa voz en el clamor de nuestro mundo -siempre latente y confidente-. Has percibido el grito silenciado y desgarrador de los más vulnerables, y te has sentido atraído/a por el ministerio evangelizador que te identifica como educador/a, y que vives con pasión en el Proyecto Educativo de la Comunidad Lasaliana. De compromiso en compromiso, como Juan Bautista de La Salle, has descubierto, en esta historia compartida, que es Él, el Dios de la vida, quien te llama y te busca. Paso a paso, en el encuentro con Él, que se manifiesta en lo escondido, has ido percibiéndole en la tierra sagrada de los niños y jóvenes. Has abierto tu corazón para amarle, alabarle y entregarte enteramente a su servicio. El Evangelio, como quiso el Fundador, ha de ser tu primera y principal fuente de inspiración en cada uno de tus días, y que te acompañe, junto a tu comunidad, a discernir su Voluntad, donde sea creíble y visible la alegría de la vida fraterna en comunidad, el espacio donde se recrea el discipulado. Has de ser consciente de tu humanidad, de tu fragilidad, pero no has de olvidar tus cualidades personales en la comunidad, espacio que acoge, con ternura y misericordia samaritana, el rostro de cada hermano y hermana. Hemos sido convocados a hacer realidad el don de la fraternidad-sororidad, tan necesaria para nuestra misión. Llamados por el III Capítulo Distrital a tejer los hilos de una comunidad viva, te animamos a abrir los ojos y ensanchar tu corazón a lo nuevo que está por llegar, que de alguna manera ya está brotando, ¿no lo sientes? Ábrete, sin miedo, a las insinuaciones del Espíritu que habita en tu interior, y que, desde su creatividad provocadora, nos envía a dar razón de nuestra esperanza. ¡Que nadie ni nada nos roben el tesoro de nuestra fraternidad! Alégrate. ¡Este es el momento! Vive con pasión la vocación que has recibido. Es hora de que sigas ofreciendo lo mejor de ti.