Subido por Alejandra Rodriguez

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5/6.2020
CORONAVIRUS Los detonadores del pánico
Su tasa de
desaparición
es alarmante
y podría ser
desastrosa
para el
planeta.
INSECTOS
¿SU EXTINCIÓN
SERÍA LA NUESTRA?
PANAMÁ B 3,75
COSTA RICA Col. 2,255
06/20
5.00
EstE Espacio corrEspondE a la casa cuyos EmblEmáticos
rElojEs masculinos sE inspiraron En la historia dEl pionEro
dE la aviación, albErto santos-dumond.
#TELEVISATEACOMPAÑA #ESPACIORESERVADO
MÁS ALLÁ
M A Y O /J U N I O D E 2 0 2 0
C O N T E N I D O
En portada
En la Estación de Investigación del Suroeste, en
Arizona, una trampa de luz
aún atrae a una multitud
de insectos. Pero en todo
el mundo, sus poblaciones
disminuyen.
DAVID LIITTSCHWAGER
T E S T I M O N I O S
E X P L O R A
13
REFLEXIONES
Días de pánico
6
¿Cómo entramos en pánico? Descubre los mecanismos que secuestran
nuestro cerebro.
P O R A MY MC K E E V E R
A TRAVÉS DE LA LENTE
Más que un espectáculo
Un fotoperiodista observa
más allá de la propaganda
de Corea del Norte.
P O R DAV I D G U T T E N F E L D E R
Visiones celestiales
del Hubble
Treinta años después
de su lanzamiento
para orbitar alrededor
de la Tierra, el telescopio óptico aún revela
los secretos del espacio
profundo y crea imágenes sorprendentes.
IMAGE (HUBBLE): J.P. HARRINGTON AND K.J. BORKOWSKI, UNIVERSIDAD DE MARYLAND; NASA/ESA
ADEMÁS
Ranas falsas
M AY O /J U N I O
|
A R T Í C U L O S
CONTENIDO
¿Y los insectos?
Primeros síntomas
Su número mengua
a un ritmo alarmante.
Cuerpos en
movimiento
P O R E L I Z A B E T H KO L B E RT
La detección temprana,
del autismo podría
mitigar sus efectos.
F O T O G R A F Í A S D E D AV I D
POR YUDHIJIT
Cómo evolucionaron los animales para
moverse por la vida.
L I I T T S C H WA G E R
B H AT TA C H A R J E E
P O R J A S O N T R E AT,
F OTO G RA F Í A S D E
BRAD SCRIBER
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . P.
22
Y PAT R I C I A H E A LY
LY N N J O H N S O N
Mayoría de edad
con autismo
......................................
P. 70
Estos adultos enfrentan serias dificultades
para poder encontrar
trabajo y amor.
Una idea silvestre
P O R J U D I T H N E WM A N
F OTO G RA F Í A S D E
F O T O G R A F Í A S D E LY N N
T O M Á S M U N I TA
J O H N S O N ...................
P. 46
B R YA N C H R I S T I E D E S I G N
......................................
El sueño de preservar
millones de hectáreas.
P O R D AV I D Q U A M M E N
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . P.
I LU ST R AC I O N E S D E
74
P. 98
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extiende los límites de la exploración para incrementar
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Javornik. SPAIN: Ismael Nafría. TAIWAN: Yungshih Lee.
THAILAND: Kowit Phadungruangkij. TURKEY: Nesibe Bat
T E S T I M O N I O S
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
6
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
L A T I E R R A V I S TA D E S D E TO D O S S U S Á N G U L O S
NASA/ESA Y Z. LEVAY (STSCI/AURA)
LAS VISIONES DEL HUBBLE
Treinta años después de su lanzamiento, el telescopio aún revela los secretos del espacio profundo.
VO L . 4 6 N ÚM . 5
Una composición
coloreada captura
la nebulosa del Velo.
Es una porción del bucle de Cygnus, con forma de dona, resultado
de la explosión de una
supernova hace varios
miles de años.
M A Y O /J U N I O D E 2 0 2 0
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T E S T I M O N I O S
Línea superior, desde la izq.: la nebulosa del Cangrejo rodea una estrella; nebulosas planetarias emiten
material expulsado de estrellas moribundas; la nebulosa del Huevo brilla a 3 000 años luz de la Tierra.
LÍNEA SUPERIOR: NASA/ESA (M. WEISSKOPF, CENTRO MARSHALL DE VUELOS ESPACIALES DE NASA; NASA/ESA Y EL EQUIPO DEL HUMBLE HERITAGE (STCI/AURA);
RAGHVENDRA SAHAI Y JOHN TRAUGER. LÍNEA INFERIOR: STSCI; NASA/ESA/STSCI; NASA/ESA/ Y EL EQUIPO DE HUBBLE HERITAGE (STSCI/AURA)
Línea inferior: una vista de la nebulosa del Cangrejo muestra el gradiente de temperatura; la nube de gas
y polvo de la nebulosa de la Quilla se extiende tres años luz; este grupo lejano de galaxias se llama Arp 273.
M A Y O /J U N I O D E 2 0 2 0
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T E S T I M O N I O S
Los astrónomos estudiaron 10 000 estrellas capturadas por el Hubble para realizar esta imagen compuesta y aprender sobre la evolución de la Vía Láctea. La luz de nuestra propia galaxia es la más reciente y
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N AT I O N A L G E O G R A P H I C
NASA/ESA Y T. BROWN, STSCI
brillante. Varias misiones de mantenimiento conservaron al Hubble en forma para captar datos que el
Space Telescope Science Institute descifró luego y coloreó para crear imágenes celestiales asombrosas.
M A Y O /J U N I O D E 2 0 2 0
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T E S T I M O N I O S
LA HISTORIA DETRÁS
T O D AV Í A E N F U N C I O N A M I E N T O E L T E L E S C O P I O E S P A C I A L
H U B B L E S I G U E MO S T R Á N D O N O S L A P RO F U N D I DA D D E L E S PAC I O.
y la Agencia Espacial
Europea lanzaron un telescopio diseñado para penetrar en lo más profundo
del universo. Más allá de la atmósfera
terrestre, observaría sin las distorsiones
causadas por el aire, la luz y la contaminación. Los científicos decían que
duraría una década.
Treinta años después, el Hubble no
deja de fascinarnos. Sus imágenes han
ayudado a los astrónomos a contestar
algunas de las principales preguntas
sobre el espacio, desde “¿cuál es la edad
del universo?” (13 800 millones de años)
hasta “¿existen los agujeros negros?” (sí).
En 1995, el astrónomo Bob Williams tuvo
una idea loca: ¿y si NASA apuntara el
E N 1 9 9 0, N A SA
Hubble hacia un aparente punto negro
en el cielo? Eso llevó al descubrimiento
de que, aun donde el ojo humano no ve
nada, existen miles de galaxias.
“Uno de los logros más duraderos del
Hubble será que le mostró al público
las maravillas del universo”, afirma
Kenneth Sembach, director del Space
Telescope Science Institute, que supervisa el programa científico del Hubble.
El año próximo, NASA planea lanzar
el Telescopio Espacial James Webb, de
mayor sensibilidad. Juntos, armarán
un retrato aún más complejo del universo y buscarán respuestas a una pregunta que nunca envejece: ¿qué más
hay allá afuera? —DANIEL STONE
NASA considera al Hubble, que orbita a 547 kilómetros de la Tierra, una de sus mejores inversiones.
ESA
E X P L O R A
LO S D E S C U B R I M I E N TO S D E H OY Q U E D E F I N I R Á N E L MU N D O D E M A Ñ A N A
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
VO L . 4 6 N ÚM . 5
Por qué nos
aterramos
DESDE TIEMP OS PREHISTÓRICOS, NUESTROS CEREBROS ANSIOSOS PUED E N H A C E R C O RT O C I R C U I T O F R E N T E A L M I E D O A L O D E S C O N O C I D O.
P O R A MY MC K E E V E R
D
empezó a dispersarse por
el mundo hemos aprendido mucho acerca de hasta
dónde está dispuesta a llegar la gente por un rollo de
papel de baño, un bote de gel desinfectante o una
mascarilla. A medida que se incrementa el número
de casos confirmados de COVID-19, mientras Estados
y países suspenden reuniones de muchas personas o cierran tiendas para alentar el distanciamiento
social, esta incertidumbre nos conduce a las llamadas “compras de pánico”, que vacían los estantes más
rápido de lo que se pueden resurtir.
La compra de pánico de suministros es una manera en que los humanos hemos lidiado con la incertidumbre durante las epidemias desde por lo
menos 1918, con la epidemia de gripe de 1918–1919,
hasta el brote de SARS de 2003.
“Cuando ves respuestas extremas, se debe a que
la gente cree que su supervivencia está amenazada
y necesita hacer algo para sentir que tiene el control”,
D E S D E Q U E L A C OV I D - 1 9
M A Y O /J U N I O D E 2 0 2 0
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E X P L O R A
|
REFLEXIONES
LOS HUMANOS SON MALOS A LA
H O R A D E E VA L U A R R I E S G O S
FRENTE A LA INCERTIDUMBRE, Y
DE MANERAS DIFERENTES, LO
QUE HACE QUE SOBREESTIMEMOS O SUBESTIMEMOS NUESTRO
RIESGO PERSONAL.
explica Karestan Koenen, profesora de epidemiología psiquiátrica en la Escuela T. H. Chan de Salud
Pública de Harvard.
Pero, ¿qué es exactamente lo que nos hace entrar
en pánico y cómo podemos mantener la cordura en
tiempos de mucho estrés, como en una pandemia?
Depende de qué manera las diferentes regiones del
cerebro trabajen en conjunto.
La supervivencia humana ha dependido tanto
del miedo como de la ansiedad para que reaccionemos de manera inmediata cuando encontramos una
amenaza (piensa: el león a la vuelta de la esquina),
así como para que podamos reflexionar sobre amenazas percibidas (¿dónde están los leones hoy?).
El pánico empieza cuando una suerte de negociación en el cerebro sale mal. Koenen explica que la
amígdala, el centro emocional del cerebro, quiere
que nos alejemos del peligro de inmediato, y no le
importa cómo evitemos al león.
Pero la corteza prefrontal, que se encarga de tus
respuestas conductuales, insiste en que primero
analicemos la situación del león. ¿Cuándo nos podríamos encontrar con uno y qué hacer al respecto?
A veces la ansiedad se entromete. En vez de hablar
directamente con las partes del cerebro que son
buenas para planear y tomar decisiones, la corteza
prefrontal se aturde por toda la comunicación cruzada entre otras partes del cerebro determinadas en
proyectar todos los escenarios posibles en los que
nos podríamos volver la cena del león.
El pánico ocurre cuando todo hace cortocircuito.
Mientras que nuestra corteza prefrontal quiere pensar dónde estarán mañana los leones, nuestra amígdala está a marchas forzadas.
“El pánico ocurre cuando a la parte más racional
de tu cerebro [la corteza prefrontal] la rebasa la emoción”, afirma Koenen. Tu miedo es tan agudo que la
amígdala toma el control y la adrenalina hace efecto. En algunos escenarios, el pánico te puede salvar
la vida. Cuando estamos en peligro inminente de
que nos devore un león o nos atropelle un auto, la
respuesta más racional sería huir, pelear o paralizarnos. No queremos que nuestros cerebros desperdicien mucho tiempo en ese debate.
Pero escuchar a la amígdala puede acarrear serios
inconvenientes. En su trabajo de 1954 “The Nature
and Conditions of Panic”, Enrico Quarantelli, un sociólogo que llevó a cabo investigaciones pioneras
sobre cómo los humanos se comportan durante los
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N AT I O N A L G E O G R A P H I C
Distanciamiento
social en el
mundo animal
Mucha gente en los países más golpeados por la pandemia actual del
coronavirus batalla para evitar entrar en contacto con los demás
y permanecer en casa. Pero el
distanciamiento social no es un
concepto nuevo en el mundo natural, en el que las enfermedades infecciosas son lugar común. Varias
especies sociales expulsan a miembros de su comunidad si están
infectados con un patógeno. Mediante sentidos especializados en
los animales, estos pueden detectar
ciertas enfermedades y cambiar
su comportamiento para evitar
enfermarse. Las colonias de abejas
melíferas expulsan de la colmena
las larvas infectadas, las cuales
emitirían sustancias químicas que
las abejas mayores pueden oler.
En 1996, mientras estudiaba chimpancés en el Parque Nacional Gombe Stream, en Tanzania, Jane
Goodall observó a un chimpancé
que había contraído polio, causado
por un virus altamente contagioso.
Sus congéneres lo atacaron y lo
echaron del grupo. Al igual que
los humanos, los chimpancés son
criaturas visuales y hay investigaciones que sugieren que el estigma
inicial hacia los chimpancés infectados con polio sería ocasionado
por el miedo y la repulsión hacia
su desfiguración –que es, en sí
misma, parte de la estrategia
para evitar contagiarse de la
enfermedad que causa dichas
deformaciones. — S Y D N E Y C O M B S
ILUSTRACIÓN: JUTTA KUSS/GETTY
M A Y O /J U N I O D E 2 0 2 0
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E X P L O R A
|
REFLEXIONES
desastres, contó la historia de una mujer que oyó una
explosión y huyó de casa porque pensó que una bomba la había alcanzado. Fue solo cuando se dio cuenta
de que la explosión había ocurrido en la acera de enfrente que recordó que había olvidado a su bebé.
“El pánico, más que antisocial, es un comportamiento no social –escribió Quarantelli–. La desintegración de las normas sociales... a menudo resulta
en el quiebre de los lazos grupales primarios más
fuertes”. El pánico tampoco ayuda con las amenazas
a largo plazo. Es entonces cuando la corteza prefrontal debe permanecer al mando y alertarte de la posibilidad de una amenaza, pero también debe tomarse
el tiempo para evaluar el riesgo y hacer un plan para
actuar. Pero, si estamos inundados con información
y mensajes durante esta pandemia, ¿por qué hay
gente que acapara papel de baño y gel desinfectante mientras que otros desestiman el riesgo y abarrotan los bares?
Los humanos son en verdad malos a la hora de
evaluar riesgos frente a la incertidumbre, y somos a
menudo malos para ello de maneras diferentes, lo
que hace que sobreestimemos o subestimemos nuestro riesgo personal. Sonia Bishop, profesora asociada de psicología en la Universidad de California en
Berkeley que investiga cómo la ansiedad afecta la
toma de decisiones, asevera que esto es particularmente cierto ahora, durante la pandemia de coronavirus. Mensajes inconsistentes de los gobiernos, los
medios y las autoridades de salud pública –como
toda la variedad de recomendaciones sobre el distanciamiento social– alimentan la ansiedad.
“No estamos acostumbrados a vivir en situaciones
en las que hay probabilidades que cambian con
rapidez”, afirma Bishop. Idealmente, prosigue, deberíamos emplear un acercamiento llamado aprendizaje libre de modelos para evaluar nuestro riesgo
frente a la incertidumbre. Este abordaje implica más
que nada prueba y error: dependemos de nuestras
experiencias personales y de forma gradual actualizamos nuestros estimados respecto a cuán probable sería que algo sucediera, cuán malo sería si en
efecto ocurriera y cuánto esfuerzo tenemos que
invertir para evitarlo.
Cuando no tenemos un modelo de cómo abordar
una amenaza, dice Bisho
rre al
aprendizaje basado en modelos, un marco de referencia en el que tratamos de recordar ejemplos del
pasado o simulamos posibilidades futuras. Y es ahí
donde se mete a hurtadillas el “sesgo de disponibilidad”. Cuando hemos escuchado o leído mucho
acerca de algo –por ejemplo, un accidente aéreo que
ha sido cubierto de manera exhaustiva en los medios–,
se vuelve tan fácil imaginarse a uno mismo en un
avión que sufre un accidente que uno podría sobreestimar el riesgo de volar. “Es esa facilidad para simular ese escenario que entonces abruma nuestra
evaluación de la probabilidad”, afirma Bishop.
De manera similar, algunas personas tienen sesgos hacia el optimismo o el pesimismo. Mientras
16
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
EL PÁNICO EMPIEZA CUANDO
LA AMÍGDALA, EL CENTRO
EMO CIONAL DEL CEREBRO,
QUIERE QUE NOS ALEJEMOS
DEL PELIGRO DE INMEDIATO,
Y NO LE IMP ORTA CÓMO
EVITEMOS LA AMENAZA.
que los pesimistas no pueden dejar de imaginar con
ansiedad todos los escenarios apocalípticos posibles,
los optimistas tienden a pensar que no va a pasar
nada malo, aunque se encuentran en alguno de los
grupos vulnerables. “Te devuelve un poco de [sentido de] control”, dice Bishop.
para entrar en pánico?
Mientras que, sin duda, hay gente que cae en cualquiera de los dos extremos, la mayoría experimenta
algo más: ansiedad aguda. Cierta cantidad de ansiedad sería buena frente al desastre. El miedo puede
ser un motivador, ya que incrementa nuestros niveles de energía y el estado de alerta. Nos recuerda
que nos lavemos las manos, que pongamos atención
a las noticias y, sí, que incluso almacenemos productos básicos.
Por otro lado, es terrible padecer ansiedad a largo
plazo. Para empezar, a medida que nos volvemos
más ansiosos, a nuestro cerebro se le dificulta más
evitar caer en una espiral de pánico. Estudios han
indicado que el estrés crónico puede encoger partes
de nuestros cerebros que nos ayudan a razonar, lo
que puede avivar más el pánico.
Bishop señala que nuestros cuerpos no están hechos para vivir con estrés y ansiedad agudos por
semanas y meses. Aunque puedan darnos un aumento de energía a corto plazo, al final nos dejan
agotados y deprimidos. A la postre, esto puede tener
implicaciones serias en la respuesta de la sociedad
si la gente acaba tan desgastada por el distanciamiento social que empieza a salir de nuevo antes de
que la pandemia alcance su pico.
Jennifer Horney, directora fundadora de epidemiología en la Universidad de Delaware y experta
en prevención de salud pública que entrenó equipos
de respuesta rápida durante la pandemia de H1N1
en 2009 (“gripe porcina”), afirma que reducir la incertidumbre es crucial para asegurarse de que funcionen nuestras intervenciones.
El coronavirus no es algo del todo desconocido,
añade. Los funcionarios de salud pública saben mucho sobre este tipo de virus gracias a quienes han
lidiado con el SARS y el MERS.
“Mucho de lo que está pasando son las típicas
medidas de salud pública que tomamos para controlar los brotes, solo que ahora ocurre a una escala
mucho mayor”, indica Horney. j
¿ H AY A LG Ú N B U E N M O M E N TO
E X P L O R A
|
HALLAZGOS
Salvarranas
ENVÍOS DESDE
L A VA N G U A R D I A
DE LA CIENCIA
Y L A I N N O VA C I Ó N
Hay una nueva solución humanitaria para evitar la disección de
ranas. SynFrog está hecha
de tejidos sintéticos húmedos
que imitan el aspecto, la textura, los órganos internos e incluso
los huevecillos del animal. Es
reutilizable y también segura.
—NATASHA DALY
¿PLANETA O PLÁSTICO?
El champú
se libera de
la botella
ANIMALES
LOS GENES DEL CÁNCER
IMPULSAN SUS ASTAS
LO S V E N A D O S A P ROV E C H A N L A D I V I S I Ó N D E L A S
C É L U L A S C A N C E R O S A S S I N Q U E E S TA S L O S D A Ñ E N .
pueden crecer más de 20 centímetros
en una quincena. Las células que dan lugar a estos apéndices se encuentran entre las de más rápido crecimiento en el reino animal y,
según un estudio recién publicado en la revista Science, involucran
una variedad de genes que se encuentran en otro tipo de células de
división rápida: las cancerosas. De hecho, los genes que estas cornamentas expresan o utilizan son más similares a los usados por las
células de osteosarcoma (un cáncer de hueso) que a los de un tejido
óseo saludable. Sin embargo, los venados presentan una quinta
parte de la tasa de cáncer de otros mamíferos, quizá porque las células de sus astas también expresan con firmeza varios genes supresores del cáncer. Comprender cómo los ciervos le dan un buen uso a la
genética del cáncer podría ayudar a descubrir tratamientos oncológicos en otras especies, incluidos los humanos. — D O U G L A S M A I N
L A S A S TA S D E L C I E RVO C O M Ú N
FOTOGRAFÍAS (DESDE ARRIBA): SYNDAVER; MARKUS BUERKLE; REBECCA HALE (NGM)
Aplástalos, agrega
agua y enjabónate
en la ducha. Esa es la
idea detrás del champú, acondicionador y
gel de baño en cubos
pequeños: reemplazos ecológicos para
los artículos de tocador que vienen en
minibotellas de plástico de un solo uso
para viajes y que serán prohibidas en los
hoteles de California
a partir de 2023. El fabricante de los cubos,
EarthSuds, indica que
si un hotel ofrece los
productos durante un
año, podría evitar que
13 600 kilogramos de
plástico lleguen a
los basureros.
—SARAH GIBBENS
E X P L O R A
|
A T R AV É S D E L A L E N T E
El show
de Corea
del Norte
EL RÉGIMEN ORGANIZA DESF I L E S E S P E C TA C U L A R E S C O N
M I L E S D E PA RT I C I PA N T E S .
UN FOTÓGRAFO APRENDE A
V E R L O S A F O N D O.
TEXTO Y FOTOGRAFÍAS DE
D AV I D G U T T E N F E L D E R
de Corea del Norte, el
acto final de la celebración por el 70º aniversario
del país en 2018 fue un espectáculo impresionante.
Miles de estudiantes con antorchas marcharon por
los alrededores de la plaza Kim Il Sung de Piongyang.
La llama eléctrica en la punta de la Torre Juche resplandecía mientras los cantos de los estudiantes y
los fuegos artificiales resonaban en la plaza inmensa.
Estos eventos masivos han sucedido sin parar durante los 20 años que llevo cubriendo Corea del Norte.
Los fotografío no solo por su atractivo visual, sino
porque ofrecen una manera de comprender la imagen
que el régimen desea proyectar al mundo. Presentan
una versión idealizada del país: aséptico, con todo
cuidado como si fuera un montaje, unido, fuerte.
Los norcoreanos confían en que los fotógrafos sean
propagandistas intencionales, no fotorreporteros con
A U N PA R A L O S E S TÁ N D A R E S
20
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
un ojo crítico. Por ello, trabajar en Corea del Norte
como fotoperiodista extranjero es un desafío. Cuando estoy en el país, siempre me acompaña un guía
designado por el gobierno, cuyo trabajo es facilitar
mi visita y vigilar todos mis movimientos.
En mis primeros viajes parecía que los norcoreanos
esperaban que un fotógrafo como yo, proveniente de
su adversario, Estados Unidos, los juzgara de manera
injusta y tomara fotografías para hacerlos quedar mal
a propósito. Tan intenso escrutinio me orilló a improvisar para capturar momentos más auténticos. Tomaba fotos sobre la marcha, desde la altura de mi
cadera o por las ventanas del coche o camión que me
llevaba o regresaba de los eventos programados. Las
fotografías más interesantes, las más sinceras y reales,
mostraban a personas normales haciendo cosas normales. Y, con el tiempo, este tipo de fotografías me
permitió abrir una pequeña ventana para observar
las vidas cotidianas de los norcoreanos.
Creo que, a la larga, los guías comprendieron lo que
quería hacer: ofrecer una mirada justa y sincera de su
país, sin importar la falta de retoques ni la crudeza.
Buscaba la esencia, la vida cotidiana, a las personas
reales con vidas reales dignas de ser comprendidas.
Viajar allá como fotógrafo es aún más difícil que en
años anteriores. En 2017, Estados Unidos declaró que
los pasaportes estadounidenses serían inválidos para
viajar a Corea del Norte. Cuando visité el país como
reportero para cubrir las celebraciones de aniversario
un año después, necesité una autorización especial del
Departamento de Estado, que me entregó un pasaporte de un solo uso para poder entrar. Una vez en el país,
para atender los eventos me confinaron junto con otros
periodistas extranjeros en la zona de Piongyang
alrededor de la plaza. Detrás de mí, varios oficiales no
uniformados estaban sentados sobre podios. Frente a
mí, los estudiantes cargaban antorchas y marchaban.
Las fotografías que tomé durante aquella visita son
el tipo de imágenes que el mundo occidental espera
de Corea del Norte, pero para entender al país es
necesario ir más a fondo.
Al mirar esta fotografía, ahora pienso en las personas que durante años me contaron sobre su participación en estos grandes espectáculos cuando eran
estudiantes, quienes describieron la experiencia como
un emocionante momento de transición en sus vidas,
y recuerdo que detrás de los espectáculos más extravagantes está la gente común. j
David Guttenfelder ayudó a abrir Associated Press en Piongyang,
la primera oficina de prensa occidental en Corea del Norte. Para la
edición de abril, fotografió un viaje por EUA en autos léctricos.
M A Y O /J U N I O D E 2 0 2 0
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P O R ELIZABETH KOLBERT
F O T O S D E D AV I D L I I T T S C H WA G E R
22
¿Dónde
están
los
insectos?
LO S I N S E C TO S E S TÁ N D E S A PA R E C I E N D O
A UN RITMO ALARMANTE ,
LO QUE PODRÍA SER DESASTROSO
PA R A E L P L A N E TA .
La extinción de la mariposa xerces azul, vista
por última vez hace casi
80 años en los alrededores de San Francisco,
pudo haber sido el presagio de lo que algunos
científicos ven como
la extinción global de
los insectos.
ESPÉCIMEN EN CONSERVACIÓN
FOTOGRAFIADO EN LA ACADEMIA
DE LAS CIENCIAS DE CALIFORNIA
Una sábana alumbrada
reúne abundantes insectos voladores nocturnos en una estación
en la Amazonía ecuatoriana. En sitios menos
remotos, trampas de luz
revelan una disminución
abrupta de los insectos.
El cambio climático, la
pérdida de hábitat y
los pesticidas, todos
son responsables.
FOTOGRAFIADO EN LA ESTACIÓN
IYARINA, EN GOMATAON
Lo que se
ha perdido
En agosto de 1994 (izq.),
entomólogos de Krefeld, Alemania, recolectaron insectos en el
transcurso de dos semanas y, de nuevo, en
agosto de 2016 (der.),
en el mismo lugar y con
la misma trampa. Cifras
similares de 63 zonas
protegidas de Alemania arrojan resultados
igual de alarmantes: un
descenso de 76 % en la
biomasa de los insectos
entre 1989 y 2016.
FOTOGRAFIADO EN LA SOCIEDAD
ENTOMOLÓGICA DE KREFELD
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1
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Insectos, un mundo vasto
En Arizona, Tennessee
y Ecuador, el fotógrafo David
Liittschwager retrató docenas de insectos, una clase
(Insecta) que incluye millones de especies. De adultos
todos tienen seis patas, tres
segmentos que conforman
su cuerpo y un exoesqueleto rígido. Fuera de eso, la
diversidad rige la clase.
5
6
7
A continuación se representan 10
grupos: escarabajos (Coleoptera);
cucarachas y termitas (Blattodea);
mariposas y palomillas (Lepidoptera); moscas (Diptera); hemípteros
(Hemiptera); abejas, avispas,
hormigas y moscas de sierra
(Hymenoptera); insectos palo
(Phasmida); siálidos, moscas de
Dobson y coridálidos (Megaloptera); alas nervadas (Neuroptera);
saltamontes, chapulines y grillos
(Orthoptera). Los insectos aquí
reunidos se identificaron por género y especie, de ser conocidos:
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1. Stenelytrana emarginata
2. Cryptocercus wrighti 3. Cicindela
sexguttata 4. Pantherodes
uncinaria 5. Orthosoma brunneum
6. Holcocephala 7. Megalopyge
8. Dryocampa rubicunda
9. Dichorda iridaria 10. Hypoprepia
miniata 11. Chauliodes pectinicornis
12. Anotia uhleri 13. Myrmeleontidae
(larva) 14. Megalopyge (oruga)
15. Telamona 16. Halictidae: Augochlorini 17. Noctuidae 18. Serratitibia 19. Neotibicen 20. Limenitis
arthemis 21. Archips purpurana
22. Erotylus onagga 23. Mesothen
petosiris 24. Paraponera clavata
25. Leptoscelis 26. Laphria 27.
Megalodacne heros 28. Pucaya
pulchra 29. Lyces fornax 30. Gibbifer 31. Erotylus dilaceratus 32. Homeomastax dereixi 33. Dysschema
dissimulata (oruga parasitada)
34. Hemiptera: Pentatomidae
35. (Larva parásita emergida
de una oruga Geometridae)
36. Lophocampa (pupa)
37. Ichneumonidae: Ophioninae
38. Callophrys spinetorum
(oruga) 39. Bertholdia trigona
40. Hypercompe permaculata
41. Automeris abdominalis
42. Megaceras philoctetes
43. Oreophoetes topoense
31
43
41
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L
primero
miles, después decenas y cientos de miles. La
parte inferior de las alas era café y, la superior, de
un anaranjado vivo. Al volar parecían pedacitos
de luz de sol. El espectáculo era maravilloso,
asombroso y algo desconcertante.
Me encontré con la nube de mariposas –en
sentido estricto, una irrupción de mariposas carey californianas– durante un día despejado de
verano en la sierra Nevada. Hacía senderismo en
Castle Peak junto con Matt Forister, biólogo de la
Universidad de Nevada en Reno. Las mariposas
de Castle Peak –una montaña al noroeste del
lago Tahoe– son una de las poblaciones de insectos más estudiadas del mundo: desde hace 45
años, todos los veranos las censan cada quice días.
El mentor de Forister, Art Shapiro, lepidopterólogo apasionado y profesor en la Universidad de
California en Davis, reunió buena parte de esta
información en fichas.
Luego de que Forister y su equipo digitalizaran
y analizaran los censos, descubrieron que, desde
2011, la población de mariposas de Castle Peak
ha disminuido. Hablábamos de la situación
cuando nos envolvió una nube naranja.
“La idea de que los insectos sufren parece
asombrar a la gente, y lo entiendo –asegura Forister, mientras señala las mariposas que nos
sobrevolaban–. Los insectos parecen ser abundantes, entonces es raro”.
Se dice que vivimos en el Antropoceno, época
definida por los efectos de las acciones humanas
L A S M A R I P O SA S S E G U Í A N L L E GA N D O,
Junto al río Mosela, en
Alemania, Martin Sorg,
curador de la Sociedad
Entomológica de Krefeld, lleva una muestra
de una trampa Malaise,
una especie de tienda
de campaña para atrapar insectos voladores.
Los miembros de la
sociedad han monitoreado este tipo de
trampas desde los años
ochenta del siglo xx.
en el planeta. Pero, por mucho, son los insectos
los que dominan el mundo. Se estima que hay 10
trillones de insectos. En cuanto a la variedad, las
cifras son igual de impresionantes: cerca de 80 %
de todas las especies animales son insectos. Conservan el mundo como lo conocemos: sin insectos
que polinicen las flores, desde margaritas hasta
cornejos floridos, estas morirían y se extinguirían.
Como bien lo ha declarado el biólogo Edward
O. Wilson, si los seres humanos desaparecieran
de repente, la Tierra “se regeneraría y recuperaría el rico equilibrio que existió hace 10 000 años”.
Pero “si los insectos desaparecieran, el medio
ambiente colapsaría”.
Por lo tanto, asombra –y alarma– que en buena parte de las zonas que los científicos estudiaron recientemente hayan descubierto que las
poblaciones de insectos están disminuyendo.
Tanto zonas agrícolas como naturales. Y es muy
probable que también ocurra en tu jardín.
de Krefeld, Alemania, junto al río Rin, no muy lejos de la frontera
con los Países Bajos, conserva sus colecciones en
una antigua escuela. Los salones ahora guardan
cajas llenas de botellas, repletas a su vez de cadáveres de insectos que flotan en etanol. Si hubiera una zona de desastre para apreciar la creciente
L A S O C I E DA D E N TO M O LÓ G I C A
¿ D Ó N D E E S TÁ N LO S I N S E C TO S ?
31
En la sierra de Ecuador
existen muchas especies
de escarabajos tigre de
los Andes (hay más
de 350 000 especies conocidas de escarabajos
en el mundo). Se infiere
que se alimentan de
otros insectos. Las manchas naranjas engañan
a sus depredadores,
pues lo hace parecer
una hormiga aterciopelada, la cual tiene
un temible aguijón.
aún hoy. “No tiene fin”, declara Sorg
preocupación respecto al descenso
con un suspiro.
de la riqueza de los insectos, esta
Desde el artículo de Krefeld, entoantigua escuela lo sería.
“No contamos las botellas porque
mólogos de todo el mundo han
estudiado registros e insectarios.
las cifras cambian cada semana”,
Algunos científicos argumentan
me comenta Martin Sorg, curador FOTOGRAFIADO EN LA ESTACIÓN
BIOLÓGICA DE YANAYACU
en jefe de la colección. Calcula que
que los artículos son sesgados, pues
es más probable que se publique un
hay “varias decenas de miles”.
A finales de los años ochenta, Sorg
estudio que demuestre cambios
y sus colegas se propusieron investigar el estado drásticos que uno que no. En todo caso, los resulde los insectos en distintas zonas protegidas de tados han sido aleccionadores. Investigadores que
Alemania. Para ello, montaron trampas Malaise, trabajan en un bosque protegido de Nuevo
que parecen pequeñas casas de campaña trian- Hampshire descubrieron que las poblaciones de
gulares, pero inclinadas. Las trampas atrapan escarabajos en la zona ha disminuido más de 80 %
todo lo que llega volando a ellas: moscas, avispas, desde mediados de los setenta, mientras que la
palomillas, abejas, mariposas y crisopas. Lo que diversidad –el número de las diferentes especies
registradas– ha descendido casi 40 por ciento.
caía en la trampa, terminaba en una botella.
Un estudio sobre mariposas en los Países Bajos
Recolectaron especímenes durante más de 20
años, primero en un perímetro, luego en otro, has- reveló que, desde finales del siglo xix, las cifras
ta abarcar 63 zonas protegidas en total, sobre todo han descendido casi 85 %, mientras que otro esen el estado de Renania del Norte-Westfalia, don- tudio acercad de las efímeras en el medio oeste
de se ubica Krefeld. En 2013, los entomólogos de Estados Unidos reveló que, desde 2012, las poregresaron a dos zonas donde habían tomado blaciones habían menguado más de la mitad. En
muestras en 1989. El cúmulo de insectos atrapa- Alemania, un segundo equipo de investigadores
dos era una fracción de lo que había hacía 24 años. confirmó el aspecto principal de los resultados
En 2014 volvieron a tomar muestras en las mismas de Krefeld. Descubrieron que, entre 2008 y 2017,
zonas y en más de una decena adicionales. Los el número de especies de insectos en las dehesas
resultados fueron similares en todos lados.
y los bosques del país –cuyas muestras se recoPara interpretar los resultados, la sociedad re- lectaron reiteradamente en cientos de perímetros
currió a otros entomólogos y a estadísticos. Su en tres vastas áreas protegidas– había disminuianálisis confirmó que, de 1989 a 2016, la biomasa do más de 30 por ciento.
de los insectos voladores en zonas protegidas de
“Es alarmante”, declaró uno de los investigaAlemania había disminuido un astronómico 76 dores, Wolfgang Weisser, profesor de la Univerpor ciento.
sidad Técnica de Múnich. Pero “corresponde con
Este descubrimiento se publicó en la revista lo que han publicado numerosos estudios”.
científica PLOS One y figuró en los encabezados
de periódicos de todo el mundo. The Guardian Q U I Z Á A L A G E N T E le gusten las mariposas y deadvirtió sobre el “Armagedón ecológico”, The teste los moscos, pero ignoramos a la mayoría
New York Times lo tituló “el Armagedón insectil”. de los insectos. Esto revela más de las criaturas
El Frankfurter Allgemeine Zeitung declaró que bípedas que de las criaturas de seis patas.
Por mucho, los insectos son las criaturas más
“estamos en una pesadilla”. Según el sitio web
Altmetric, que rastrea con qué frecuencia se diversas del planeta, a tal grado que los científimencionan publicaciones científicas en línea, el cos aún no saben cuántas especies hay. Han idenestudio fue el sexto artículo científico más dis- tificado cerca de un millón de especies, pero
cutido en 2017. La alguna vez desconocida Socie- coinciden en que muchas más –según cálculos
dad Entomológica de Krefeld recibió un aluvión recientes, unos cuatro millones más– siguen sin
de peticiones científicas y de los medios, vigente descubrirse. Tan solo una familia de avispas
32
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
parasitoides, los icneumónidos, agrupa unas
100 000 especies, un número mucho mayor que
el de todas las especies conocidas de peces, reptiles, mamíferos, anfibios y aves combinadas. Hay,
por ejemplo, alrededor de 60 000 especies de
curculiónidos o gorgojos.
Los insectos habitan prácticamente cualquier
hábitat terrestre, hasta los más extremos. Se han
registrado plecópteros en el Himalaya, a 5 600
metros de altitud, y tisanuros en cuevas a más de
900 metros bajo la superficie de la Tierra. La mosca Ephydra thermophila de Yellowstone vive en
los bordes de estanques de aguas termales hirviendo, mientras que Belgica antarctica sobrevive
al frío cubriendo sus huevos con una especie de
gel anticongelante. En climas secos extremos, las
larvas de una mosca conocida como quironómido durmiente, nativa de regiones semiáridas de
África, se encogen hasta adoptar la forma de copos deshidratados y entran en una especie de
animación suspendida de la que se les ha visto
recuperarse hasta 15 años después.
¿Cómo se explica esta magnífica variedad de
insectos? Se han propuesto muchas teorías; según la más sencilla, los insectos son antiguos.
Muy antiguos. Fueron los primeros animales en
colonizar la Tierra, hace más de 400 millones de
años, casi 200 millones de años antes que los
¿ D Ó N D E E S TÁ N LO S I N S E C TO S ?
33
Las poblaciones de especies de cinco órdenes
de insectos se han desplomado. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
rastreó las tendencias poblacionales de 2 200
especies –una muestra mínima de la realidad–;
las cifras de cerca de la mitad van en picada.
Lepidoptera
Odonata
ORDEN
27 %
71 %
63
36
2%
Decreciente
Estable
Creciente
1
Libélulas y caballitos del diablo
Mariposas y palomillas
Vitales y en extinción
Aunque los insectos nos piquen o asusten, mantienen vivo el planeta. Mientras
algunas poblaciones de insectos se desploman, científicos batallan para entender
los motivos –¿el cambio climático, los pesticidas o la pérdida de hábitat por las
granjas y las ciudades?– e identificar algunas especies antes de que se extingan.
Herrerillo común
(Cyanistes caeruleus)
Todos los días, dos
herrerillos recolectan
unas 100 orugas para
alimentar a un polluelo.
Los escarabajos
peloteros se alimentan
del estiércol de los
animales que pastan
y así contribuyen a
desintegrarlo.
Orugas de
palomilla
invernal
(Operophtera
brumata)
LOS INSECTOS
NO ESTÁN A ESCALA
Labores
cruciales
Escarabajo pelotero
(Canthon imitator)
PROVEEDORES
DESCOMPOSITORES
Todo insecto que zumba, se
arrastra y vuela es un engranaje en la máquina ecológica. Sus esfuerzos diminutos
e individuales suman a los
beneficios colosales para la
vida en la Tierra.
Los insectos figuran en casi todas las
cadenas alimentarias. Muchos animales grandes –aves, murciélagos,
anfibios y peces– comen insectos,
antes de convertirse en alimento de
sus depredadores. Se especula que
la escasez de insectos es la causa
principal del descenso reciente en
las poblaciones de aves.
Los insectos que consumen heces
liberan nutrientes, que de otro
modo se estancarían en el estiércol, las plantas y la carroña. Los escarabajos peloteros procesan el
estiércol del ganado –que cría parásitos y acaba con el pasto– en 23
meses, a diferencia de los 28 que
se necesitarían si no lo hicieran.
QUÉ PASARÍA EN UN MUNDO
SIN INSECTOS:
LAS ESPECIES QUE SE UBICAN
ARRIBA EN LA CADENA ALIMENTARIA SUFREN PÉRDIDAS
DEMOGRÁFICAS.
LOS DESECHOS Y LA CARROÑA
PERSISTEN EN DIVERSOS ECOSISTEMAS Y OBSTRUYEN EL
FLUJO DE NUTRIENTES
MANUEL CANALES (NGM); SCOTT ELDER. ILUSTRACIÓN: DANIEL SOLANO. FUENTES: SCOTT BLACK Y MATTHEW SHEPHERD, SOCIEDAD XERCES PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS INVERTEBRADOS.
Hymenoptera
Orthoptera
Coleoptera
12
42
61
57
37
85
1
2
Abejas, avispas y hormigas
UNIVERSO
DESCONOCIDO
Escarabajos
3
Chapulines y grillos
20 % identificado
Científicos suponen que hay
cerca de 1 000 veces más especies de insectos que de
mamíferos (5 500 especies
conocidas) y solo se ha identificado una quinta parte.
5 MILLONES
ESPECIES ESTIMADAS
DE INSECTOS
Un abejorro es capaz
de visitar (y polinizar)
3 000 flores al día.
Abejorro de parche oxidado
(Bombus affinis)
En un campo de cultivo
de 0.4 hectáreas, la chinche damisela puede alimentarse de un millón
de pulgones al día.
Chinche damisela
(Nabis americoferus)
Termitas
(Macrotermes natalensis)
Una colonia de termitas
es capaz de excavar
más de 250 kilogramos
de tierra al año.
Pulgón
(Acyrthosiphon pisum)
PESTICIDAS NATURALES
POLINIZADORES
INGENIEROS TERRESTRES
Los insectos depredadores se alimentan de plagas que amenazan los cultivos, así realizan la labor de los
pesticidas naturales. Esto recorta la
inversión en controles de plagas y
aumenta la producción, lo que ahorra
miles de millones de dólares anuales a
la industria. Además reduce residuos
de pesticidas tóxicos en los cultivos.
Cerca de 90 % de las especies de
plantas con flor y 75 % de las especies de plantas de cultivo dependen de los animales polinizadores,
la mayoría de ellos insectos. En total, una de cada tres mordidas del
alimento que consumimos depende de la polinización animal durante el proceso de producción.
Las termitas (y las hormigas) transforman la tierra en los climas calurosos y secos. Cavan túneles que
ventilan la tierra dura, así esta retiene agua y le añaden nutrientes.
En algunas regiones, la introducción de termitas ha convertido tierra infértil en campos de cultivo en
el curso de un año.
LAS PLAGAS PROLIFERAN, LO QUE
ESTIMULA EL USO CADA VEZ MÁS
EXACERBADO DE PESTICIDAS.
LOS CULTIVOS NO SE PUEDEN
REPRODUCIR; LOS HUMANOS Y
LOS ANIMALES PIERDEN FUENTES ALIMENTARIAS CLAVE.
EN ZONAS ÁRIDAS, LA TIERRA
SE VUELVE INFÉRTIL, LOS CULTIVOS NO PROSPERAN Y SE EXPANDEN LOS DESIERTOS.
TENDENCIAS DE ESPECIES DE INSECTOS: LISTA ROJA DE ESPECIES AMENAZADAS DE LA UNIÓN INTERNACIONAL PARA LA CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA; GRÁFICA ADAPTADA DE RODOLFO
DIRZO, SCIENCE, 2014. NÚMERO DE ESPECIES: BRETT SCHEFFERS, TRENDS IN ECOLOGY & EVOLUTION, 2012
El “zoológico” de bolsas
llenas de hojas en la estación de investigación
de La Selva, en Costa
Rica, alberga cientos de
orugas y huevos de avispas parasitoides. Investigadores buscan estudiar
estas especies antes
de que se extingan.
“Es un método científico desesperado”, afirma
el ecólogo Lee Dyer.
dinosaurios. Esa historia tan primitiva ha permitido que la diversidad se incremente con el tiempo.
No obstante, tal vez su capacidad para ocupar
distintos nichos ambientales también sea un
factor clave. Los insectos son tan pequeños que
un árbol puede albergar cientos de especies: algunos taladran la corteza, otros se abren paso por
las hojas y otros se alimentan de las raíces. Esta
“división de recursos”, como la denominan los
ecólogos, permite que muchas especies de insectos habiten el mismo espacio.
Después está el hecho de que los insectos han
mostrado tasas de extinción bajas, por lo menos
históricamente. Hace algunos años, investigadores
38
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
examinaron el registro fósil del suborden más
grande de coleópteros, los polífagos, un grupo que
incluye escarabajos, elatéridos y luciérnagas. Descubrieron que, en toda su historia evolutiva, ninguna familia del grupo se había extinguido, ni
siquiera durante la extinción masiva a finales del
periodo Cretácico, hace 66 millones de años. Este
descubrimiento hace que los descensos actuales
parezcan aún más ominosos.
C A DA OTO Ñ O , miles de investigadores se reúnen
durante la conferencia anual de la Sociedad Entomológica de Estados Unidos. El año pasado,
la conferencia se celebró en San Luis, Misuri, y
En una hoja en La Selva,
avispas parasitoides en
fase de crisálida, entre
larva y adulto, se congregan sobre la oruga
moribunda que las alimentó y cuya población
conservan a raya. “El
descenso de las avispas
parasitoides es catastrófico para cualquier ecosistema terrestre”, señala
Dyer. La zona ha perdido muchas especies de
estos dos organismos.
la sesión con mayor asistencia se
cuando hay 7 000 millones de habitituló “La disminución de los insectantes en el planeta”. En el proceso
tos en el Antropoceno”.
de alimentarse, vestirse, alojarse y
transportarse, los seres humanos
Ponente tras ponente, se expuso
la sombría evidencia. Sorg habló del
alteran el planeta de manera funtrabajo del grupo de Krefeld; Forister, FOTOGRAFIADO EN LA ESTACIÓN
damental: deforestan, aran dehesas,
DE INVESTIGACIÓN DE LA SELVA
del descenso del número de especies
siembran monocultivos, contaminan
de las mariposas en las sierras. Toke
el ambiente. Todos estos factores son
nocivos para los insectos y otros aniThomas Høye, investigador de la
Universidad de Aarhus, en Dinamarca, registró males. Las poblaciones de prácticamente todas las
un descenso en la cifra de moscas que visitan las especies animales están en declive.
“Sabemos que vivimos una crisis de biodiverflores del noreste de Groenlandia y May Berenbaum, entomóloga de la Universidad de Illinois, sidad”, comenta Wagner.
Lo más frustrante de esta pérdida es la velocidad
habló de “la crisis global de polinizadores”.
David Wagner, entomólogo de la Universidad que se ha reportado en estudios recientes. Resulde Connecticut, organizó la sesión. Cuando le tados como los que obtuvo el grupo de Krefeld
tocó tomar el micrófono, se refirió a “un enigma”. sugieren que los insectos desaparecen mucho más
Había un consenso entre casi todos los ponentes: rápido que cualquier otro grupo animal. ¿Por qué?
los insectos estaban en problemas, pero, cuando Una posible respuesta son los pesticidas. Aunse trataba de subrayar una causa, no había tal que el objetivo es exterminar las especies que se
consenso. Algunos culpaban al cambio climático, consideran “pestes”, las sustancias químicas no
otros a las prácticas de cultivo y unos más a la discriminan entre los insectos que dañan los culalteración de los hábitats de los insectos. “Me tivos y los que los polinizan (incluso en zonas proparece magnífico que tantos científicos estén es- tegidas de Alemania, los pesticidas podrían haber
tudiando el problema, sin embargo, aún no están causado estragos, pues muchas de ellas colindan
seguros de las causas”, observó.
con tierras de cultivo). Sin embargo, en lugares
Semanas más tarde, me reuní con Wagner en donde se han reportado declives serios –las monel Museo de Historia Natural de Estados Unidos tañas Blancas de Nuevo Hampshire, por ejemplo–,
en Nueva York. El museo resguarda uno de los el uso de pesticidas es mínimo. Ahí el enigma.
“El problema inmediato es resolver hasta qué
insectarios más extensos del mundo: fila tras fila
de gabinetes de metal llenos de millones de es- grado los insectos peligran más que otras espepecímenes sujetos con alfileres. Wagner abrió un cies –comenta Wagner–. Es urgente”.
“Por primera vez –añade– compruebo que a la
gabinete de Bombus –un género de abejorro–
más o menos al azar. En un cajón había moscar- gente le preocupan de verdad los servicios ecodones, Bombus dahlbomii. Se trata de las abejas sistémicos y todo lo que hacen los insectos para
más grandes del planeta, y comunes en buena mantener vivo el planeta”.
En su variedad casi infinita, los insectos realiparte de Chile y Argentina. En años recientes,
sus poblaciones se han desplomado.
zan una serie de labores, muchas de las cuales
Otro cajón guardaba abejorros de parche oxida- pasan inadvertidas. Cerca de tres cuartos de todo (Bombus affinis). Originarios del medio oeste das las plantas con flores dependen de los insecy el noreste de Estados Unidos, también eran tos que las polinizan: abejas y abejorros, pero
abundantes, pero han menguado tanto que ahora también mariposas, avispas y escarabajos. La
están en peligro de extinción.
mayoría de los cultivos frutales, desde manzanas
“Ya no se encuentran”, aclara Wagner.
hasta sandías, necesitan polinizadores.
Le pregunté a Wagner cuál era su hipótesis sobre
Los insectos también son indispensables para
la pérdida de los insectos. Contestó que hasta cier- dispersar semillas. Muchas plantas equipan sus
to punto la respuesta era obvia: “Es de esperarse semillas con pequeños apéndices, o eleosomas,
¿ D Ó N D E E S TÁ N LO S I N S E C TO S ?
39
En una trampa de luz
en las montañas Chiricahua, en Arizona, dominan las polillas
esfinge grandes y las
chinches hediondas
verdes. El equipo de
Dyer no ha registrado
el descenso de orugas
en la zona, pero, en
años anteriores, esta
trampa capturaba
muchos más insectos,
y más extraños.
FOTOGRAFIADO EN LA ESTACIÓN
DE INVESTIGACIÓN DEL SUROESTE,
MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE ESTADOS UNIDOS
El caballito del diablo de
ébano vive cerca de los
los arroyos de América
del Norte oriental; este
espécimen proviene de
las Grandes Montañas
Humeantes. Come moscos, y es alimento de
aves y ranas. Este caballito del diablo es una de
casi 3 000 especies conocidas, de la misma familia que las libélulas.
No está amenazado.
que contienen mucha grasa y otros
que los visitantes de la estación se
nutrientes. Las hormigas se llevan la
desvelaban para verlos. Sin embarsemilla, se comen el eleosoma y dejan
go, en el transcurso de las últimas
que el resto germine.
dos décadas el espectáculo se ha
A cambio, los insectos proporciotornado menos impresionante, al
FOTOGRAFIADO EN LA ESTACIÓN
nan alimento para los peces de agua DE INVESTIGACIÓN BIOLÓGICA DE
grado de que ya no es un espectácuLA UNIVERSIDAD DE TENNESSEE
dulce y casi todas las especies de
lo. Dos viajes al pabellón durante
animales terrestres. Los reptiles innoches húmedas en enero resultasectívoros incluyen gecos, anolis y
ron en este recuento: tres palomiescincos; las musarañas arborícolas y los osos llas, un gorgojo, una chinche hedionda y varias
hormigueros son mamíferos insectívoros. Las aves moscas del mantillo.
que subsisten primordialmente gracias a los
“La primera vez que vine era de verdad un
insectos incluyen gaviotas, chipes, pájaros car- punto de encuentro –cuenta Lee Dyer, ecólogo
pinteros y sotorreyes.
de la Universidad de Nevada en Reno, en refeIncluso las aves que de adultas son omnívoras, rencia al pabellón–. Ahora ni siquiera hay insecen su infancia suelen depender de los insectos. tos, tal vez uno o dos”.
Una investigación reciente sobre las aves norDyer ha trabajado en La Selva desde 1991. Su
teamericanas descubrió que sus cifras también investigación se centra en la interacción de inhan disminuido, casi un tercio desde 1970. Las sectos y sus plantas huéspedes, y con otros insecespecies cuya dieta depende mucho de los in- tos. Muchos dependen de otros. Por ejemplo, la
sectos son las más vulnerables.
mayoría de las avispas parasitoides pone sus
Otra labor crucial de los insectos es desintegrar huevos en los cuerpos de las orugas; sus huéspemateria, lo que mantiene en marcha la rueda de des son una especie de alacena viva: las larvas se
la vida. Los escarabajos peloteros comen heces y comen las orugas de adentro hacia afuera. Otros
con ello ayudan a regresar nutrientes a la tierra. insectos, denominados hiperparasitoides, ponen
Las termitas hacen lo mismo con la madera. Sin sus huevos dentro o encima de los cuerpos de los
los insectos, la materia orgánica muerta –incluidos parasitoides. Incluso hay insectos que parasitan
los cadáveres humanos– se acumularía. En con- a los hiperparasitoides.
diciones adecuadas, las moscas califóridas consuCon ayuda de estudiantes y voluntarios, Dyer
men 60 % de un cadáver humano en una semana. ha recolectado orugas en La Selva para criarlas y
Es difícil asignarle un valor monetario a esta ver qué vida surge: a veces palomillas; otras, paralabor, pero en 2006 un par de entomólogos lo sitoides. Al igual que los miembros de la Sociedad
intentó. Revisaron cuatro categorías de “servicios Entomológica de Krefeld, no se propuso enconinsectiles” –abono de estiércol, control de plagas, trar evidencia de la disminución de los insectos.
polinización y nutrición de la naturaleza– y lle- La evidencia lo encontró. Hace poco, una de sus
garon a la cifra de 57 000 millones de dólares al alumnas de posgrado, Danielle Salcido, estudió
año, tan solo en Estados Unidos.
dos décadas de información. Halló que, desde 1997,
la diversidad de orugas en La Selva ha disminuido
casi 40 %. La diversidad de los parasitoides ha merL A E S TAC I Ó N D E I N V E S T I G AC I Ó N La Selva se ubica 55 kilómetros al norte de la capital de Costa mado aún más, cerca de 55 por ciento.
Rica, San José, pero llegar a ella supone un trayecLos parasitoides controlan la población de
to en auto de dos horas por un paso de montaña orugas que se alimentan de los cultivos, de maescarpado y con curvas pronunciadas.
nera que sin estos insectos las pérdidas agrícolas
Uno de los atractivos nocturnos de La Selva se podrían incrementar. La pérdida de interacsolía ser un pequeño pabellón equipado con una ciones de orugas con parasitoides también susábana blanca y luz negra para atraer a los insec- pone que cadenas alimentarias enteras podrían
tos. En la sábana se acumulaban tantos insectos estar desplomándose, en muchos casos antes de
42
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
que los humanos hayan tenido oportunidad de
descubrirlas.
“Estudié literatura inglesa y estas interacciones, estas historias, son como poemas”, cuenta
Dyer. Cuando se pierden, “es como quemar una
biblioteca”.
La mayoría de la información a largo plazo
relativa a los insectos proviene de zonas templadas: Europa o Estados Unidos. Sin embargo, cerca de 80 % de todas las especies de insectos vive
en el trópico, por lo que los descubrimientos de
Dyer y Salcido son muy importantes. Si bien La
Selva está rodeada de cultivos agrícolas, lo cual
supone problemas como fragmentación del
hábitat y empleo de pesticidas, Dyer sospecha
que uno de los factores principales de la baja
densidad de población es el cambio climático.
En especial se refiere al incremento de eventos
climatológicos extremos, como inundaciones.
Muchas especies de insectos “son sumamente
susceptibles a las condiciones climatológicas
extremas, sobre todo en los trópicos. No están
adaptadas a cambios tan drásticos”, afirma.
Dan Janzen y Winnie Hallwachs son ecólogos
tropicales de la Universidad de Pensilvania. Pasan
parte del año al norte de la ciudad de Liberia, al
oeste de Costa Rica, en una casa que comparten
con los animales de la región que los visitan,
¿ D Ó N D E E S TÁ N LO S I N S E C TO S ?
43
En la parte de las Grandes Montañas Humeantes en Tennessee,
Graham Montgomery,
candidato a doctorado
de la Universidad de
California en Los Ángeles, recolecta insectos
de la hierba, con la esperanza de replicar un
estudio que se realizó
hace 70 años. Debido a
que la información a largo plazo sobre la densidad de las poblaciones
de los insectos no es
frecuente, la gravedad
de su descenso es poco
clara. En el pasado, los
entomólogos no solían
censarlos, pues siempre
hubo muchos.
entre ellos amblipigios y murciélagos siricoteros.
Cuando llegó un visitante de La Selva, Hallwachs
señaló una cucaracha de siete centímetros bajo
el lavabo. “Le digo a la gente que los libros son
alimento para las termitas”, dijo Janzen señalando pedazos de papel en uno de los libreros”.
El entorno es muy distinto del de La Selva: selva
seca y, en la sierra, bosque nuboso y no bosque
tropical de tierra baja. Pero aquí Janzen y Hallwachs también han visto un desplome dramático de
las poblaciones de insectos. Hallwachs recordó
que en los ochenta, cuando consiguieron una computadora, en la noche la luz de la pantalla atraía
tantos insectos que tenían que montar una casa
de campaña dentro de la casa para trabajar.
“Llegué al grado de que todo insecto que aparece en mi escritorio durante la noche acaba en
un tubo de plástico con alcohol”, cuenta Janzen.
Había regresado a Costa Rica por dos semanas y
terminó recolectando solo nueve insectos.
Janzen y Hallwachs también atribuyen una buena parte de este desplome al cambio climático.
44
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
Janzen, de 81 años, cuenta que cuando empezó a
viajar a Costa Rica, en 1963, la temporada de sequía
duraba cuatro meses. “Hoy dura seis meses, así
que, si organizaban sus vidas en torno a una temporada de sequía de cuatro meses, ahora son dos
más. Se les acaba la comida y las señales estacionales, todo se derrumba”.
para revertir estas tendencias fatídicas? Hasta cierto punto, claro, depende
de la causa. Si se debe principalmente al cambio
climático, todo parecería indicar entonces que
la acción global para reducir emisiones sería
fundamental. Si, en cambio, los pesticidas y la
pérdida de hábitat son los culpables, entonces es
necesario actuar a escala regional o local.
Para proteger a los polinizadores, la Unión Europea ha prohibido la mayoría de los pesticidas
que contienen neonicotinoides, pues diversos
estudios los han relacionado con el declive de
las poblaciones de aves e insectos. El otoño pasado, el gobierno alemán adoptó “un programa para
¿ Q U É S E P U E D E H AC E R
proteger los insectos”, cuyo objetivo es restaurar
su hábitat, prohibir el uso de pesticidas en ciertas
zonas y eliminar gradualmente el glifosato, un
herbicida muy frecuente (este podría ser el responsable de exterminar plantas clave para los insectos
e investigaciones sugieren que también podría
alterar sus sistemas inmunes). “No podemos sobrevivir sin insectos”, sentencia el plan de acción.
Recientemente, un grupo de más de 50 científicos propuso un plan para la conservación de los
insectos. Recomendaban “dar pasos agresivos para
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, conservar más zonas naturales como reductos seguros para los insectos e imponer controles
más estrictos a las especies exóticas (el colapso
de los moscardones, en América del Sur, y quizá de
los abejorros de parche oxidado, en América del
Norte, se debió al ingreso de abejas provenientes
de Europa). El grupo también exigió una reducción
en el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos.
“Podemos hacer muchas cosas, sin importar
cómo termine esto, que serían prácticas positivas
–afirmó Wagner, parte del grupo–. Cualquier
cosa que tenga que ver con el clima encabeza mi
lista. Si pudiéramos reducir el empleo de pesticidas con fines cosméticos, como en nuestros
jardines, el planeta se beneficiaría”.
Una de las pocas organizaciones en el mundo
dedicada exclusivamente a la conservación de los
invertebrados es la Sociedad Xerces en Portland,
Oregón (la sociedad le rinde tributo al xerces azul,
una mariposa nativa de la península de San Francisco que se extinguió en los años cuarenta del
siglo pasado debido al desarrollo urbano). Poco
después de haber ascendido a Castle Peak, acompañé a Scott Black, director de la sociedad, a visitar
algunos de sus proyectos colaborativos en el valle
central de California. Mientras manejaba, Black
recordó uno de sus primeros amores, un Mustang
que compró en Nebraska en 1979 cuando era adolescente. Tenía que lavarlo mucho porque siempre
estaba cubierto de bichos muertos. Ahora, rara vez
es necesario quitar insectos muertos de su auto.
Este fenómeno se ha vuelto tan común que se le
conoce como “el efecto del parabrisas”.
Pasamos kilómetros de campos de cultivo.
Black sacudió la cabeza. Antes, las granjas en el
valle estaban rodeadas de maleza, donde se podían refugiar los insectos. Hoy las podan en todas
las carreteras. “Lo que veo es falta de hábitat”.
Llegamos a Bixler Ranch, en el pueblo de Stockton. En un terreno de 520 hectáreas se cultivan
almendras y arándanos, y hace algunos años los
propietarios decidieron trabajar con Xerces para
plantar setos y con ello restaurar una parte del
hábitat nativo que se había perdido en el curso
de medio siglo de agricultura intensiva. Habían
plantado un seto en un antiguo dique de riego
que se extendía más de un kilómetro. Arbustos
más altos, como la rosa de Wood o el saúco azul,
se alternaban con otros más pequeños, como la
salvia blanca y la verbena. Era un día caluroso y
polvoriento a finales del verano, y la mayoría de
las plantas parecía tener sed. Aun así, estaban
repletas de abejas cortadoras de alfalfa y halíctidos. “Tenemos mucha información que demuestra que, al hacer esto, regresan”, indica Black.
“Las plantas y los insectos son el tejido de este
planeta –prosiguió–. Lo estamos haciendo jirones y debemos volverlo a tejer”. j
Elizabeth Kolbert escribió La sexta extinción y es
colaboradora frecuente de National Geographic.
El fotógrafo David Liittschwager se centra en la
belleza compleja del mundo natural. Jason Bittel
reportó desde Costa Rica.
¿ D Ó N D E E S TÁ N LO S I N S E C TO S ?
45
Q U I E N E S F O R M A N P A R T E D E L ESPECTRO A U T I S T A E N F R E N T A N
D I F I C U L T A D E S A D I C I O N A L E S P A R A O B T E N E R TRABAJO, AMOR
E INDEPENDENCIA. P E R O L A S I T U A C I Ó N E M P I E Z A A C A M B I A R .
LA MAYORÍA DE EDAD
CON AUTISMO
P O R JUDITH NEWMAN
F O T O G R A F Í A S D E LY N N J O H N S O N
Luke Zenda, de 19 años,
acaricia su mejilla con
la boquilla de una aspiradora en el Rising Tide
Car Wash de Margate,
Florida. Tom D’Eri y su
padre fundaron el negocio con la finalidad
de dar empleo a su
hermano y a otras personas con autismo.
Cada vez son más las
empresas familiares
que brindan trabajo
a los adultos autistas.
47
Durante el festejo por
sus 11 años, Madi Haley
baila en su dormitorio
de Cayo Hueso, Florida,
donde la acompañan
tres amigas y su hermana. Aunque las invitadas están madurando
y los intereses de Madi
son más infantiles, el
grupo se mantiene
muy unido.
De camino a un baile,
Brandon Drucker (27
años) y Leah Nesenman
(23) se besuquean mientras Linda, la madre
de Leah, hace todo lo
posible por ignorarlos.
Brandon y Leah aún dependen mucho de sus
progenitores, pero aspiran a ser independientes algún día.
“¡HOMBRES!
RECUERDEN:
ARRIBA DEL
CUELLO.
Muy bien, empiecen”. Así da inicio una práctica
de galanteo en el Campamento para Citas PEERS,
un programa para adolescentes y adultos que
tienen necesidades especiales y anhelan encontrar el amor. Casi todos los participantes, muchos
de ellos autistas, cuentan con entre 25 y 30 años,
pero parecen mucho más jóvenes. Han venido
solos o con sus padres, cuidadores y el hermano
ocasional, pues la mayoría vive en familia. En el
grupo abundan el vello facial un tanto repulsivo,
las camisetas de grupos musicales desconocidos
(Radioactive Chicken Heads), los auriculares con
cancelación de ruido (para individuos de audición delicada) y los llaveros de peluche colgados
de mochilas.
Las personas que forman parte del espectro
autista tienen dificultades para interpretar pistas
sociales, así que todos han venido al campamento para aprender las reglas. Y, tratándose de citas,
52
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
Desde hace más de una
década, Gus (al centro,
hijo de la autora Judith
Newman) ha acudido
casi todos los domingos a la terminal Grand
Central de la ciudad
de Nueva York, donde
pasa el rato con los
conductores. El muchacho de 18 años conoce
los nombres y las rutas
de todos; también le
gusta repartir folletos
con los horarios de
los trenes y dar instrucciones a los pasajeros.
también estas abundan. Así que los “entrenadores
de citas” –candidatos doctorales o administradores del programa de neurociencias de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA)– tratan
de explicarlas.
Un hombre, con camisa de franela a cuadros y
pantalones khaki excesivamente ajustados arruga el entrecejo mientras observa a una entrenadora, como si buscara una forma de abordarla. Su
rostro se ilumina al notar un tatuaje en su tobillo.
“¡Oye! Veo que tienes una lambda. ¿Te gusta la
biofísica? ¡A mí también!”.
“Dije por arriba del cuello. Pero, de acuerdo.
¡Genial! –interviene el entrenador que dirige el
ejercicio–. Eso fue muy bueno. Identificaste un
interés común”.
El joven sonríe, radiante.
El entrenador se vuelve hacia otro hombre de
rostro infantil que viste una camisa de botones y
le pide que intente hacerle un cumplido a la entrenadora. La chica sonríe, alentándolo, y el nervioso
muchacho empieza a sudar. “Yo. Pues… me gusta
cómo brillan tus pendientes contra tu piel pálida”.
“¡Muy poético! –señala el entrenador–. Pero al
principio queremos evitar el color de la piel, la
raza, la religión y la etnicidad”. El muchacho, de
piel morena, asiente con la cabeza y toma notas.
Pese a ello, está deseoso de explicarse, de modo
que aclara: “Si tiene la piel pálida, significa que
no se expone al sol todo el día, así que no trabaja
en el campo. Es como de la realeza”.
Tampoco es por ahí, amigo. Aunque eso bastaría para robarme el corazón.
Pero mucho más lo es alcanzar la mayoría de edad en el espectro autista.
El autismo es un trastorno neurológico muy
complejo que ocasiona limitaciones en el lenguaje,
L A A D U LT E Z E S D U R A .
L A M AYO R Í A D E E D A D C O N A U T I S M O
53
Calvin Clark (12 años,
der.) presenta stimming, una conducta
repetitiva de autoestimulación [estereotipia]
que inspira los movimientos de baile de
su amigo Bennett Solomond. Ambos participan en el Campamento
Terapéutico Quest en
Pittsburgh, Pensilvania.
las destrezas de comunicación y la interacción
social, todo lo cual se combina con conductas
rígidas y repetitivas (lee el artículo sobre la
detección temprana del autismo, página 70).
Debido a que el abanico de discapacidades (y
habilidades) es inmensa, se habla de un “espectro”,
cuya cifra de afectados aumenta. En 2018, los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos publicaron una investigación que situó la prevalencia en uno por
cada 59 niños de ocho años, un incremento de
15 % en un lapso de dos años. ¿A qué se debe? Aun
cuando es tema de debates candentes, lo único
que se sabe es que la población de adultos con
autismo crece de manera acelerada. Los servicios
para adultos autistas terminan una vez cumplidos los 21 años. ¿Qué será de la vida cotidiana de
todas esas personas?
Si bien los datos sobre el empleo varían de manera significativa, se presume que más de ocho
de cada 10 adultos autistas están desempleados
o subempleados. Entre tanto, numerosos estudios apuntan a que una proporción equivalente
desea una pareja romántica, pero solo la tercera
parte o la mitad de esa población logra tener una
relación sentimental y, menos aún, llega a casarse. Si Freud tenía razón –en cuanto a que el amor
y el trabajo son el fundamento de nuestra humanidad–, necesitamos mejorar la situación.
Estos problemas me atañen de una forma muy
personal. Gus, mi hijo autista, acaba de cumplir
18 años y te aseguro que nunca conocerás a un
muchacho más amable. Sin embargo, su frustrante combinación de fortalezas y debilidades me
impide imaginar el día en que pueda ser independiente. ¿Por qué toca el piano de manera casi
prodigiosa y no logra cortar sus alimentos? Ama
las redes sociales, pero no puede evitar amistarse
con absolutamente todos, de suerte que su círculo incluye a la “trabajadora sexual Aboud”. ¿Por
qué recorre con tanta facilidad la ciudad de Nueva York, pero no puedo confiarle dinero porque
se lo regala a cualquiera que se lo pida?
Siempre estoy pensando en lo que hace falta
para que mi hijo sea independiente. Hay días en
que no puedo pensar en otra cosa. Y no soy la
única. Si es verdad que hay más de cuatro millones de autistas en Estados Unidos, estoy segura
de que habrá mucho más de cuatro millones de
personas neurotípicas que los aman.
A medida que Gus se acerca a la adultez, también crece el listado de discapacidades que me
preocupan. Con todo, son dos las interrogantes
56
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
Anat Klebanov tranquiliza a su hijo Gil (21 años),
quien ha tenido una crisis en JoyDew, programa
que Klebanov y su marido Moish Tov crearon
para brindar capacitación laboral y empleo a
los adultos autistas de
Midland Park, Nueva
Jersey, muchos de ellos
no verbales. El programa relaciona las destrezas de los participantes
con una tarea significativa, como buscar alteraciones en mamografías.
El matrimonio tiene otro
hijo con autismo, Tal, de
23 años. JoyDew es la
traducción al inglés de
los nombres hebreos
de ambos jóvenes.
que me causan insomnio: ¿encontrará el amor?
Y ¿encontrará un empleo que signifique algo para
él y que le permita mantenerse, al menos de forma parcial? Tengo que encontrar las respuestas.
recibí una nota de una profesora de la escuela de Gus. Poco antes había
publicado A Siri con amor, un libro donde hablo de
la experiencia de criar a un hijo “promedio” del
espectro, y supongo que puse en evidencia mis
temores. “No tengo idea de qué carajo habla
Judith Newman –escribió la maestra–. ¡Gus encontrará un trabajo de verdad! No necesitará la
caridad de nadie”. Nunca en mi vida he recibido
una nota más hermosa.
Es cierto que cada vez más empresas reconocen el talento único, y a veces extraordinario, de
las personas autistas. Incluso algunas han creado
H AC E C O M O U N A Ñ O
divisiones de reclutamiento especiales. Microsoft
y HP organizan programas de varios días para
contratar a científicos de datos e ingenieros autistas. Por su parte, JPMorgan Chase y Deutsche
Bank han comprobado las enormes ventajas de
reclutar individuos cuyas destrezas sociales son
dudosas o hasta inexistentes, pero que poseen
grandes dotes técnicas. Aunque estas iniciativas
son maravillosas, hay que señalar que los genios
integran un subconjunto muy reducido.
¿Qué pasa con el autista promedio?
Muchos negocios familiares empiezan a ocupar ese nicho, casi siempre creados por personas
con visión empresarial y que tienen un hijo autista. A menudo me entero de la apertura de uno
nuevo. Por ejemplo, en North Salem, Nueva York,
Good Reasons produce golosinas para perros
y ayuda a los autistas a alcanzar su patencial.
(aclaración: que estén ayudando a gente como mi
hijo no los salva del chiste). En Washington, D. C.,
Coletta Collections vende bisutería artesanal y bufandas teñidas a mano, y su sitio web presenta el
perfil de los artistas. El personal de Words, dos librerías de Nueva Jersey propiedad de una pareja
cuyo hijo forma parte del espectro, es eminentemente autista. Gus hizo una pasantía en Luv Michael, donde producen granola orgánica, sin gluten
ni nueces, que lleva el nombre del hijo autista de
los fundadores, Lisa Liberatore y Dimitri Kessaris.
Mi hijo no come granola, pues tiene el paladar limitado y característico de las personas autistas. ¿Y
el sueldo? Lo devoró.
Al igual que Luv Michael, muchas organizaciones similares no tienen fines de lucro. Así que me
pregunté si habría negocios que contrataran personas del espectro, con miras a obtener utilidades.
L A M AYO R Í A D E E D A D C O N A U T I S M O
57
Madi (a quien vimos celebrado su cumpleaños
en una fotografía anterior) está al borde de
las lágrimas mientras
hace la tarea. Mackenzie, su hermana de seis
años, observa el berrinche con temor. “Las tareas son frustrantes y
me confunden –protesta Madi–. Me llenan de
ansiedad y de rabia, y
me cuesta mucho controlar esa emoción”.
Rising Tide Car Wash llama mi atención de
dos maneras. La primera, su video viral, en el que
los adultos jóvenes que lavan los autos combinan
su obsesión por la limpieza con –pues sí– el baile. Poco después, una amiga de Parkland, Florida,
cliente habitual del lavado de autos, me platicó
que “los clientes no van allí para ayudar a los jóvenes autistas. Lo hacen porque los vehículos
quedan impecables”.
El copropietario y fundador de Rising Tide es
Tom D’Eri, quien creó la empresa pensando en
una fuente de trabajo para su hermano autista
Andrew. Rising Tide empezó a operar en 2013 y
cuatro años después abrió su primera sucursal.
Cuando los visito, D’Eri convoca algunos empleados a la sala de descanso.
Con 19 años, Luke Zenda es un trabajador estupendo y “sin filtros”. No es mera suposición.
58
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
“Soy buenísimo para esto, y no tengo filtros”,
comenta Luke, a modo de saludo. ¿Lo que más le
gusta del trabajo? “A veces los descansos, a veces
la lluvia y a veces la gente. Te pasan cosas que te
hacen cuestionar la vida”.
Me inquietaba un poco preguntarle a qué se
refería, pero no hubo necesidad. De vez en cuando llega un cliente peculiar: “Una vez vi a una
mujer que solo llevaba sujetador y pantalones”.
Y también se topan con los artículos que dejan
los usuarios: “Encontré un condón, ya usado”.
“¿Qué haces en tu tiempo libre?”, lo interrumpo rápidamente.
“Después de trabajar, solo quiero irme a dormir y no tener que lavar coches”, responde Luke,
refiriéndose a los autos con una palabrota que
condensa tanto su exasperación como su orgullo
por trabajar.
problemas de conducta con nuestros empleados
típicos”, señala.
Al final, todo es cuestión de conocer a las personas que trabajan para ti e identificar las peculiaridades que pueden llegar a convertirse en un
problema. “Cuando hablo de esto con otros empresarios, muchos señalan que los empleados
autistas requieren más intervenciones administrativas y de liderazgo, más supervisión –prosigue
D’Eri–. Sin embargo lo que en verdad necesitan
no es distinto de lo que requiere cualquier otro
trabajador. La diferencia es que puedes detectarlo con más facilidad”.
enfatiza Steven Nesenman.
Tratamos de dar la impresión de que caminamos tranquilamente por esta feria callejera de Lake
Worth, Florida, aunque en realidad vamos casi al
trote. Nesenman es un hombre taciturno y decidido, y no quiere perder de vista a su hija Leah. Su
temor no es que se extravíe, sino que va acompañada de su “amigo” Brandon, así que podría pasar
cualquier cosa. Y sí, han ocurrido un par de incidentes, pero nunca bajo la supervisión de papá.
Leah es una joven dulce y bien formada, de ojos
verdes penetrantes que pinta símbolos de paz de
manera obsesiva, colecciona figuras de lagartijas
y ranas, y crea joyería con pedazos de vidrio. La
joven trabaja en Chocolate Spectrum, una confitería que abrió la madre de otro joven autista.
Brandon también es artista. Pinta caricaturas
coloridas de animales, flores y diagramas con
palabras, y vende sus obras en línea y en Artists
With Autism, una galería de Pompano Beach que
fundó su madre y que él mismo administra de vez
en cuando. Ambos veinteañeros, la pareja se conoció hace siete años en una clase de arte.
“Nací con talento”, asegura Leah cuando les
damos alcance. No puede explicar por qué ha
optado por usar vidrio, solo sujeta su collar y
dice: “Me gustan los colores. Me hacen sentir
bien. Es lindo. Me gusta lo verde”. Ambos son
grandes admiradores del trabajo del otro.
Esa mañana visité a Brandon en el departamento pequeño y soleado que comparte con su
madre, Cynthia Drucker. Es un muchacho musculoso y guapo, con copete y una sonrisa amplia.
Fue un niño muy impulsivo que, aunque nunca
lastimó a otros, solía arrojar objetos cuando se
enfurecía. Drucker ha encuadernado una copia
de sus calificaciones escolares desde el jardín de
niños y de vez en cuando las hojea para recordar
cuán lejos ha llegado su hijo.
“ S O N A M I G O S ”,
Al principio, D’Eri dudó un poco del proyecto.
“Me incomodaba la idea de emplear a personas
con autismo –confiesa–. La verdad me asustaba
mucho”. Autodefinido como un gerente dictatorial, tuvo que aprender a escuchar a sus empleados para entenderlos.
Jeff y Anthony entran en ese momento. Ambos
tienen 32 años.
Al preguntarles qué les gusta más del trabajo
en el lavado de autos, Anthony responde sin vacilación: “La camaradería. Ver las mismas caras
–explica–. Y también tienes con quién hablar
mientras trabajas, porque hay días aburridos.
¿Verdad, Jeff?”
“Sí –contesta su amigo–. Hablamos de lo que
se nos ocurre. Y hablamos con el corazón”.
Lo que le preocupaba a D’Eri era justamente
esa desinhibición. Sin embargo, “tenemos más
L A M AYO R Í A D E E D A D C O N A U T I S M O
59
En Denville, Nueva Jersey, un alumno de Celebrate the Children usa
un visor de realidad virtual que controla su
maestra. La escuela
busca que sus estudiantes desarrollen destrezas relacionadas con el
raciocinio, la creatividad y la flexibilidad
para hacer frente a las
situaciones difíciles.
Christian Golon, de 25
años, juega con el gato
en su casa de Virginia.
Este adulto autista de
alto funcionamiento
administra una tienda
de mascotas donde no
tiene que preocuparse
de expectativas sociales.
Su esposa, Catherine
Bettenbender, no forma
parte del espectro.
La incapacidad para discernir las intenciones
de las personas, combinada con el impulso amoroso propio de la juventud, ha metido a Brandon
en buena cantidad de problemas. Hace un par de
años, Drucker llegó a casa con una prostituta que
buscaba un lugar para pasar el rato y la madre accedió. Drucker encontró el lado positivo. “Gracias
a que tuvo esa experiencia, ahora sabe qué hacer.
Debido al encuentro con la prostituta, sabe para
qué sirve un condón –precisa–. Algo bueno resultó de eso. Aunque me siento muy avergonzada cuando habla por teléfono con sus amigos y
les cuenta la experiencia”. Digamos que Drucker
es el tipo de madre que ve el vaso medio lleno.
Brandon ansía hablar de Leah y de la vida que
espera compartir con ella.
“Supongo que nos cuidaremos solos. Por ejemplo, si ella se enferma le daré su medicina”, explica. También promete cocinar y lavar la ropa.
¿Eso es todo lo que hace falta? Tal vez no, pero
es un buen comienzo. Brandon agrega que quiere vivir con Leah y con María, su otra novia. ¡Ups!
En fin, no es el primer hombre que abriga semejantes fantasías. Autista o no.
Cuando Leah me comparte sus sueños de una
relación amorosa, expresa la esperanza de que
sea un paso hacia la independencia.
La conversación incomoda sobremanera al
padre. “¡Qué difícil es criar a un hijo autista!”, se
lamenta Nesenman. Y encima supone un costo
muy elevado para cualquier matrimonio (los progenitores de Leah están divorciados). No quiero pecar de optimista, pero lo que veo en Leah y
Brandon es lo que tanto deseo para mi hijo. Intento hacer que el padre aprecie lo que tiene: una
hija creativa que, aun cuando necesita supervisión, desempeña un trabajo y parece tener una
muy buena posibilidad de formar una relación
de pareja y vivir de manera independiente.
Nesenman no comparte mi opinión. Sí, tiene
empleo, pero gana una miseria y, de cualquier manera, Leah no entiende el valor del dinero.
¿Acaso no le alegra que su hija tenga un romance? “No podemos llamarlo romance –responde, cortante–, sino apoyo, sensación de
seguridad, tener idea de lo que será el futuro.
Pero, sabes, eso es lo más difícil para los autistas.
Necesitan regularidad”.
No puedo ser objetiva. Pese a que entiendo
todas sus preocupaciones, esa actitud me pone
al borde de las lágrimas. Es verdad. Las personas
autistas quieren y necesitan regularidad. Pero,
¿qué tiene de malo que también deseen amor?
64
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
en una pizzería de la
Universidad Rutgers en Nuevo Brunswick, Nueva Jersey. Es un joven con autismo grave y eminentemente no verbal. De modo que, aunque lo
que hace es bastante tedioso, también me parece un pequeño milagro.
Cuando fue seleccionado como uno de los
primeros participantes del Centro Rutgers para
Servicios de Adultos Autistas, Frank exhibía dos
conductas casi incesantes: apretaba las manos y
gritaba a todo pulmón, nada de lo cual auguraba
algo bueno para un empleo remunerado. A pesar
de eso, el equipo de Rutgers descubrió otras peculiaridades de Frank: ama los libros y le encanta el
orden. Así que el personal del programa concluyó
que estaría fascinado en la biblioteca, pero, claro,
tenía el problema de los gritos. Para sorpresa de
todos, repetir el número de inventario de los libros
F R A N K E S TÁ A M A S A N D O
Matt (27 años) se rasura
siguiendo las indicaciones que su madre lee en
un iPad. Desarrolladora
de bienes raíces, Denise
Resnik quiere ayudarlo a
vivir por su cuenta, por
lo que fundó First Place,
comunidad de 55
departamentos en
Phoenix, Arizona, donde
promueven la vida independiente. El personal apoya con tareas
cotidianas como ir
de compras y enseña
habilidades como lavar la ropa.
que ponía en las repisas empezó a competir con
–y terminó avasallando– el impulso de gritar. Solo
quedaba el asunto de las manos.
Por ello, Frank pasa las tardes en la pizzería.
Con mucha sutileza le enseñaron a amasar y a
formar pequeñas bolas de masa que ponen a congelar. Resulta que, si vas a formar pizzas, apretar
los puños es una cualidad.
Con los ojos entrecerrados, Christopher Manente, director ejecutivo del centro que forma parte
de la Escuela de Posgrado en Psicología Aplicada
y Profesional, no despega la mirada de Frank y
su entrenador. “Sabes, muchos tienen una idea
prejuiciada acerca de las personas autistas. Creen
que son como Temple Grandin y el personaje de
The Good Doctor, o bien que están completamente discapacitadas. Los extremos. Cuando hablo
con alguna compañía y propongo que contraten
a uno de nuestros miembros, a veces se niegan
con el argumento de que solo causarán dificultades. Sin embargo, lo que pueden lograr es de lo
más interesante”.
Lejos de dirigirse a nichos específicos, el programa de Rutgers hace investigaciones y brinda
capacitación a los adultos de todo el espectro autista. Es el primer programa de su tipo en el sistema
de educación superior de Estados Unidos. Hasta
el momento hay 12 alumnos inscritos, pero el
centro pretende dar cabida a 60. Por lo pronto,
todos deben desplazarse a la universidad, pero
la intención es crear una comunidad de “vida y
trabajo” donde los estudiantes de posgrado reciban capacitación para trabajar con los adultos
autistas que vivirán con ellos.
Conozco a varios adultos en capacitación
mientras recorro el campus con Manente. Para
L A M AYO R Í A D E E D A D C O N A U T I S M O
65
66
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
D E S D E A R R I B A , D E I Z Q.
A DER.
En la sede de JPMorgan
Chase, en Wilmington,
Delaware, el desarrollador de software Brian
McDermott (35 años) se
lleva la mano al mentón
mientras escucha a sus
colegas. Pese a que es
un trabajador muy valioso y sus compañeros lo
apoyan, las reuniones de
trabajo son estresantes
para Brian, uno de los
177 empleados que forman parte del programa
Autism at Work.
Residente de First Place, Jenny Liebowitz (26
años) es empleada de
tiempo completo en el
departamento de informática de Precisionists, empresa que crea
empleos para personas
con discapacidades.
El trabajo de Jenny requiere una interacción
mínima con personas.
Otra residente de First
Place, Christy Owens
(25 años), trabaja en
una tienda recogiendo
los carritos que dejan
en el estacionamiento
y empaquetando las
compras. Aunque es
una artista estupenda,
solo usa esas destrezas
por el placer de crear,
no para ganar dinero.
En la ciudad de Nueva
York, Dusty Sweeney (20
años) parece absorto
en sus pensamientos
mientras prepara la
masa con que Invictus
Enterprises produce golosinas para los perros.
La empresa es un esfuerzo de Alison Berkley
y su amiga Molly Sebastian, quien tiene una hija
en el espectro autista.
Después de una conferencia sobre autismo en
Savannah, Georgia, algunos asistentes participaron en una vigilia
por las personas discapacitadas que han
muerto a manos de sus
cuidadores. La organizadora, Faye Montgomery, se sienta entre
su marido y la doctora
Temple Grandin, profesora de ciencias animales que ha destacado
como una de las personas autistas más famosas del mundo. Oradora
y activista, Grandin ha
inspirado la creciente
aceptación de individuos que –según sus
propias palabras– están
dotados de “cerebros
con capacidades
diferentes”.
Scott, lo mejor de su empleo como camarero del
restaurante es envolver cubiertos con servilletas.
Michael colabora en el elegante Club Rutgers,
donde su meticulosa atención lo impulsa a pasar
la aspiradora como un derviche; por supuesto,
siempre se queja de que el trabajo que quiere es
el de recepcionista. A Stan le gustan los acuarios
y la magia, pero trabaja en la tienda de computadoras del campus, donde enfrenta algunas
dificultades con el tema del servicio, ya que es propenso a manifestar opiniones implacables sobre
las noticias del día. Todos tienen excentricidades
propias.
Sin duda causan más problemas de los que
resuelven, ¿verdad?
Manente me presenta con Sebastian Nieto, el
gerente del Club Rutgers, quien nos invita a apretujarnos en su minúscula oficina tapizada con
68
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
fotografías. “Verás, somos una universidad y
muchas veces brindamos la primera experiencia
de trabajo a nuestros alumnos ‘regulares’ –explica Nieto–. Invertimos mucho tiempo y mucha
energía en su capacitación. ¿Por qué no hacerlo
con los demás?”. Originario de Argentina, el gerente analiza la situación desde la perspectiva
del migrante. “Vienes de otro país, no hablas el
idioma, no conoces las costumbres –prosigue–.
Puedes ser muy bueno, o tal vez seas terrible.
Pero alguien tiene que estar dispuesto a correr el
riesgo contigo, aunque tenga que esforzarse más
para conducirte adonde tienes que llegar”.
Familiarizado con el trabajo de Scott en el restaurante, Nieto asegura que envuelve los cubiertos
mejor que nadie y, además, disfruta muchísimo
haciéndolo. “¿Contratar personas autistas? Es obvio que sí”, declara Nieto.
es creación de Elizabeth Laugeson, de UCLA. Muchos programas
para adquirir destrezas sociales –tratamiento
común para las personas del espectro– dejan de
resultar eficaces después de cierta edad.
“Casi todos los programas están dirigidos a
niños –explica–. ¿Crees que las destrezas sociales
que necesitaste en la primaria fueron diferentes de
las que necesitabas en secundaria, preparatoria
y como adulto? Pues de hecho sí, son completamente distintas”.
Amable, directa e imperturbable, Laugeson
dirige las actividades del campamento durante
todo el fin de semana. Su misión: esclarecer el
mundo social-romántico-sexual. “No puedes
tener citas con todos, y no todos pueden tener
citas contigo”, declara y repite la máxima casi
como un mantra.
E L C A M PA M E N T O D E C I TA S
El entrenamiento recurre a juegos de rol para
desgranar todos los aspectos imaginables de las
citas: desde coquetear con la mirada (mirar con
disimulo y apartar los ojos, en vez de evitar todo
contacto visual o mirar fijamente como un zombi) así como iniciar y terminar conversaciones
con soltura (quedó demostrado que “Tengo que
ir al baño” es la estrategia de salida menos adecuada) y la distancia que debe mantenerse durante
una conversación (tras informarle que estaba
demasiado lejos, una joven terminó parada a 15
centímetros de la cara de su entrenador).
También se hace mucho hincapié en prevenir
el desaliño: “Es una falta de respeto para tu acompañante”, advierte Laugeson y agrega el comentario, cómicamente mesurado, de que las personas
que carecen de buena higiene “muy rara vez
consiguen hacer citas”.
Se desata una metralla de preguntas. Los participantes quieren instrucciones concretas para
una de las experiencias humanas más caprichosas y Laugeson se esfuerza en complacerlos. Una
regla fundamental: si invitas a salir a una persona y no te responde, puedes repetir la invitación
una vez y nada más.
Hay reglas que ni siquiera esta doctora en psicología puede explicar, como la probabilidad de
recibir un beso de buenas noches al final de una
primera cita. “¿Cuál es el porcentaje de veces en
que te dan un beso?”, pregunta un muchacho,
amante de las matemáticas.
Varios quieren saber si deben divulgar su diagnóstico de autismo. Tampoco hay una regla para
eso, señala Laugeson. Sí, si no te avergüenzas de
tu condición. Aunque, para algunos, es preferible
evitarlo. Ahora bien, insiste Laugeson, si lo revelan,
“no deben hacerlo como algo negativo. Digan lo
que significa para ustedes”. Los invita a hablar
de todas las cosas buenas, por ejemplo, las personas con autismo tienden a seguir las reglas, ser
leales y decir lo que piensan.
A pesar de que la información parece excesiva
para estos conquistadores en potencia, todos
abrigan esperanzas. Y yo también. Por todos ellos,
por nuestra sociedad, por mi hijo. Y, especialmente, por el muchacho de anteojos que se
encuentra sentado junto a mí, quien asiente y
murmura entusiasmado: “Puedo hacerlo. Tengo
madera de novio”. j
Judith Newman escribió A Siri con amor, libro en
el que habla de Gus, su hijo autista. En su trabajo
más reciente, Lynn Johnson recorrió el mundo para
tomar fotografías de las mujeres más influyentes.
L A M AYO R Í A D E E D A D C O N A U T I S M O
69
DETECCIÓN
T E M P RA N A
DEL AUTISMO
Diversas investigaciones sugieren que
el cerebro de los bebés que desarrollan
este trastorno crece con excesiva rapidez.
Este hallazgo podría ayudar a prevenir las
discapacidades asociadas con el autismo
antes de que aparezcan.
P O R Y U D H I J I T B H AT TAC H A R J E E
F O T O G R A F Í A S D E LY N N J O H N S O N
siempre toma por
sorpresa a los padres: ¿cómo es posible que un
bebé, aparentemente sano, tenga un trastorno
incurable? Si bien la ciencia ha empezado a desentrañar lo que sucede en los cerebros de estos
niños, el origen del autismo aún es un misterio.
Es posible detectar los primeros signos hacia los
tres meses de nacido, mucho antes de que se manifieste el trastorno. Y esa detección daría cabida
a intervenciones que ayuden a prevenir o mitigar
las discapacidades asociadas con el autismo.
“Lo que hemos descubierto es que el autismo es
un rasgo y que la probabilidad de que este se manifieste depende de las primeras experiencias de
vida”, explica Ami Klin, psicólogo de la Universidad Emory, quien añade que este hallazgo plantea
la posibilidad “de que el autismo no conduzca, de
manera inevitable, a una discapacidad profunda”.
E L D I AG N Ó ST I C O D E AU T I S M O
70
Alia Aamar tranquiliza
a Aneesa, su hija de 10
meses, antes de un
escaneo cerebral en el
laboratorio de Joseph
Piven, en la Universidad
de Carolina del Norte,
en Chapel Hill. Dado
que su hermano mayor
es autista, Aneesa tiene
más probabilidades de
desarrollar el trastorno.
A fin de detectar cambios cerebrales que
ayuden a establecer un
diagnóstico precoz, los
científicos practican escaneos frecuentes en
niños con predisposición al autismo.
Aun cuando los científicos han determinado
que el autismo es consecuencia de varios genes,
tanto heredados como mutados, también han
propuesto otros factores, como la edad avanzada
de alguno de los progenitores. Una investigación
fraudulenta, publicada en 1998, atribuyó el padecimiento a la vacuna triple viral (sarampión, paperas y rubeola). El hecho es que el padecimiento
se ha vuelto cada vez más prevalente desde los
años noventa del siglo xx y, aunque algunos investigadores opinan que esto podría deberse a
las mejoras en la capacidad de diagnóstico, no
descartan la posibilidad de que diversos factores
biológicos y ambientales sean responsables de
la incidencia creciente.
Si bien es cierto que la comunidad científica no
ha precisado la causa del autismo, investigaciones
recientes empiezan a producir una imagen más
clara de la evolución del trastorno.
En 2017, el psiquiatra Joseph Piven y sus colegas de la Universidad de Carolina del Norte en
Chapel Hill estudiaron a 106 bebés que tenían
un hermano mayor autista, vínculo que apunta
en la mayoría de los niños. “Hablamos de detección en un momento en que los bebés solamente presentan algunos marcadores de riesgo”,
señala Piven.
Es común que los niños autistas deban someterse a intervenciones que los ayuden a socializar y
comunicarse, lo cual contribuye a paliar la gravedad de sus discapacidades. Sin embargo, Piven y
sus colegas insisten en que, a la larga, la detección
precoz permitiría emprender acciones preventivas
“que cambien la trayectoria de sus cerebros”.
En 2018, un grupo de investigación que dirigió
Charles Nelson, neurocientífico de la Facultad
de Medicina de Harvard, publicó sus resultados
sobre la viabilidad de utilizar electroencefalogramas (EEG) para determinar el riesgo de autismo
en bebés de tres meses a partir de su actividad
eléctrica cerebral. La actividad cerebral de los
niños que después desarrollaron autismo era
muy diferente de la observada en los demás.
Estos estudios sugieren una aparente concordancia entre el desarrollo cerebral atípico que
precede al autismo y los hallazgos conductuales
Las investigaciones más recientes plantean la posibilidad
de que los bebés en riesgo de padecer autismo puedan
ser susceptibles de recibir intervenciones correctivas.
a una mayor probabilidad de adquirir el trastorno. Para su investigación, los científicos escanearon cerebros infantiles a los seis, 12 y 24 meses
de nacidos, y esas resonancias magnéticas revelaron que, a partir de los seis meses, los cerebros
de los niños que después desarrollaron autismo
crecían con más celeridad que los del resto de la
población del estudio, expandiendo su área superficial hasta los 12 meses, para luego aumentar
de volumen durante el segundo año de vida.
Los investigadores pudieron utilizar escaneos
cerebrales obtenidos a los seis y 12 meses de nacidos para predecir el diagnóstico de autismo en
ocho de cada 10 bebés que luego presentaron el
trastorno. Por ello, los escaneos tienen el potencial de ayudar a los pediatras a detectar el autismo mucho antes de que aparezcan los primeros
signos, ya que las discapacidades características
rara vez se manifiestan antes de los dos años de
vida, edad en la que se establece el diagnóstico
72
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
de Klin y sus colegas, quienes también han estudiado los movimientos oculares de los bebés
mientras ven videos.
A decir de los investigadores, los lactantes de
dos a seis meses que pasaban menos tiempo
mirando los ojos de las personas, respecto a los
niños con desarrollo típico, tenían mayor probabilidad de ser diagnosticados con autismo cuando empezaban a caminar. Más aún, en un estudio
con pequeños de 12 a 36 meses los científicos
descubrieron que la frecuencia con que los niños
autistas volvían la mirada hacia un rostro era apenas la mitad de la observada en otros infantes, en
tanto que resultaban dos veces más propensos a
fijar su atención en los objetos.
Esto sugiere que los niños que terminan por
recibir el diagnóstico de autismo perciben el mundo de una manera fundamentalmente distinta,
modificaciones profundas en sus interacciones
sociales, las cuales, a su vez, tienen un efecto de
Piven sostiene impresiones 3D obtenidas de escaneos cerebrales. Este
psiquiatra opina que los
niños que terminan por
presentar el padecimiento asimilan su entorno de una manera
muy distinta. “El problema estriba en la manera
como experimentan el
mundo con sus sentidos
y sus sistemas de atención”, explica el científico, quien espera que
una mayor compresión
del desarrollo cerebral
observado en el autismo
contribuya a crear tratamientos farmacológicos.
“Algún día usaremos
medicamentos dirigidos
a subtipos específicos
de autismo”, pronostica.
cascada en el desarrollo cerebral que podría dar
origen a las discapacidades presentadas más adelante. “Al parecer, lo que sucede es que nuestros
niños con autismo se pierden de infinidad de experiencias de aprendizaje social”, comenta Klin.
Los hallazgos implican que los bebés con riesgo de autismo serían susceptibles de recibir intervenciones correctivas. Algunos investigadores
han probado con medidas conductuales, como el
Modelo Denver de Intervención Temprana, programa en el que padres y terapeutas aprenden a
utilizar estrategias específicas para propiciar el
desarrollo de destrezas sociales y del lenguaje en
los niños autistas. Los autores de un ensayo clínico
reciente, en el que participaron 118 niños, descubrieron que dicha intervención mejoraba las destrezas del lenguaje, lo que en la opinión de los
investigadores es uno de los principales predictores de la calidad de vida a largo plazo.
Geraldine Dawson, de la Universidad Duke,
quien colaboró en el desarrollo del Modelo Denver
de Intervención Temprana, concluye: “Lo que debemos hacer es reintegrar al bebé al mundo social
lo antes posible, a fin de que preste atención y reciba todo ese enriquecimiento temprano”. j
Colaborador de National Geographic, Yudhijit
Bhattacharjee escribió sobre el dolor para nuestro
artículo de portada de enero.
DETECCIÓN TEMPRANA DEL AUTISMO
73
una idea
Una pareja de estadounidenses
emprendedores tuvo un sueño: comprar un
millón de hectáreas en Chile y Argentina,
y después donarlas para parques nuevos.
indómita
P O R D AV I D Q U A M M E N
FOTOGRAFÍAS DE
TOM Á S MU N I TA
75
El veterinario Jorge
Gómez monitorea
un guacamayo rojo en
entrenamiento para
ser liberado en el Parque Iberá, en Argentina. Esta especie, que no
había sido vista en un
siglo, se reintroduce,
mientras que a las aves
en cautiverio se les
enseñan las habilidades necesarias para
sobrevivir en estado
silvestre.
FOTO ANTERIOR
Un guanaco, la versión
silvestre de la llama, llega a beber a la laguna
Seca del Parque Nacional Patagonia. El parque,
de 300 000 hectáreas,
combina tierras públicas
y propiedad privada donada por Tompkins
Conservation.
76
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
U N A I D E A I N D Ó M I TA
77
Con su caballo cerca
para poder cabalgarlo al
regreso, Mingo Ávalos
lleva su canoa por un canal, mientras con otro
guía lleva a turistas por
Iberá. El turismo implica
ganar-ganar: ex cazadores y empleados de rancho como él obtienen
trabajos amigables con
el ambiente; los visitantes aprenden de su conocimiento del entorno.
78
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
U N A I D E A I N D Ó M I TA
79
LOS úLTIMOS LUGARES SILVESTRES
Tompkins Conservation es socio en materia
de conservación de National Geographic
Society, como parte de la iniciativa Los
Últimos Lugares Silvestres.
“Era una época
desesperada.
Doug nunca
se repuso”.’
se sienta ante una mesa de centro cubierta de mapas de Chile y Argentina, y habla sobre la
controversia de principios de los noventa que giró en torno a
un lugar llamado Pumalín, al sur de Chile. Pumalín fue una
experiencia aleccionadora que les mostró a ella y a su difunto
marido, el empresario retirado y aventurero Doug Tompkins,
lo difícil que podía ser en América del Sur convertir los dólares yanquis y las buenas intenciones en acciones de protección
para el entorno. ¶ Más allá de la mesa, más allá de los mapas,
más allá de las enormes ventanas de esta casa de huéspedes
hecha de piedra, construida como un nido en la saliente de una
pequeña colina, se extiende una vista de pastizales y arroyos,
bosques de lengas y coihues y lagos de un azul de medianoche: las imponentes glorias naturales del Parque Nacional
Patagonia de Chile, otro proyecto de los Tompkins. ¶ El parque
comprende más de 300000 hectáreas, que incluyen el valle de
Chacabuco, al oeste de los Andes. Junto con Pumalín, unos 500
kilómetros al norte, y otros seis parques –creados o ampliados
por la persistencia de los Tompkins, en asociación con el gobierno chileno, y aprovechando las tierras donadas por ellos–,
esta red de lugares silvestres suma un total de 4.5 millones de
hectáreas. La amplitud y diversidad son vastas: se extienden a
lo largo de la mitad sur de Chile, desde el bosque templado
valdiviano de Hornopirén hasta las islas rocosas y glaciares de
KRIS MCDIVITT TOMPKINS
GIJS BESSELING
Kris Tompkins hace una
pausa cerca de la laguna La Pepa, en el Parque
Nacional Patagonia en
Chile. El bosque en recuperación alberga una
población creciente de
huemules, un ciervo andino en peligro de extinción. “El paisaje sin
vida silvestre es solo
escenografía”, asegura.
Su esposo y socio, Doug
Tompkins (izq., con Kris
en 2010), murió en un
accidente de kayak
en 2015.
Kawésqar. Sin embargo, para entender el alcance
de lo que Kris Tompkins y su marido han hecho,
así como los obstáculos a los que se han enfrentado, es mejor empezar con Pumalín. Kris despliega los mapas y me cuenta la historia.
En 1991, Doug Tompkins compró un rancho en
ruinas en la región de los lagos en Chile, un país
que él conocía por sus visitas como esquiador y
alpinista vagabundo a principio de los sesenta.
Más tarde en esa misma década, él y su primera
esposa fundaron la empresa The North Face, luego vendió ese negocio por no mucho dinero y
estableció la muy exitosa compañía de ropa Esprit. Para principios de los noventa, cuando ya
era muy rico, divorciado y estaba desencantado
por el consumismo voraz, vendió sus acciones
y se alejó del mundo de los negocios para dedicar
su vida a los deportes que lo habían llevado al sur
en un principio –montañismo, esquí, kayak– y
también a la conservación.
Su plan para restaurar la vegetación nativa del
rancho se convirtió en una idea más grande. Creó
y financió una fundación privada, Conservation
Land Trust y, por medio de ella, pudo unir dos
bloques de tierra en su mayoría virgen, Pumalín
Norte y Pumalín Sur. Entre ellos hay otra parcela, llamada Huinay, entonces propiedad de la
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso,
que estaba deseosa de venderla, pero intereses
National Geographic Society, asociación sin fines
de lucro, ayudó a financiar este artículo.
U N A I D E A I N D Ó M I TA
81
políticos poderosos, incluyendo al entonces presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se opusieron a
la venta. Fue en ese punto cuando Kris McDivitt
entró en escena, pues se había jubilado recientemente como directora ejecutiva de otra compañía
de ropa, Patagonia, y tenía su dinero y convicciones propios, que se alineaban bien con las de
Doug Tompkins. Se casaron en 1994.
Kris Tompkins es una mujer pequeña y enérgica de una inteligencia clínica; recuerda sin exteriorizar sus emociones. “Huinay, sí, esa era la
pieza que habría unido Pumalín”, me comentó.
Sumaba cerca de 340 kilómetros cuadrados, no
muy grande comparada con Pumalín Norte o Sur,
pero cubría el territorio continental de Chile en
uno de sus puntos más estrechos, desde el golfo
de Ancud hasta las cumbres de los Andes. Sus esfuerzos por comprarla despertaron sospechas,
resistencia, rencor. Hacían que la tierra de cultivo
dejara de producir y algunas personas se quejaron de tantas compras y tanta protección. Estaban
eliminando empleos, estaban formando “un feudo” en Chile.
Ese tipo de reacciones continuó durante los
noventa y los primeros años de este siglo, a medida que la pareja expandía su compra de tierras
y su protección a otras partes de Chile (incluyendo el valle de Chacabuco, donde Kris y yo estamos
en este momento). ¿Quiénes eran estos gringos
acaparadores y cuáles eran sus malévolos planes?
En realidad, su meta en Pumalín era adquirir
tierra, crear un parque y dárselo a la nación, pero
Chile no tenía una tradición de filantropía privada fuera de los proyectos escolares o de la iglesia. Esa generosidad inexplicable de un par de
estadounidenses parecía patriarcal, en el mejor
de los casos, y siniestra en el peor. Huinay era
particularmente sensible porque, aunque relativamente pequeña, se extendía de frontera a frontera. Si los gringos ricos se adueñaban de esa
propiedad, alegaban los críticos, el país se partiría a la mitad.
“Tuvimos cuatro o cinco años de desprecio
–explica Kris Tompkins–. La gente creía que
pertenecíamos a un culto”.
de matrimonio, con sus múltiples y extensas propiedades y proyectos en
Chile y Argentina, y su incansable interés por las
tierras, los Tompkins pasaban un tiempo considerable en pequeños aeroplanos privados. Él
tenía 15 000 horas como piloto. Ella a menudo
tomaba los controles, pero nunca tuvo licencia,
DURANTE 21 AÑOS
82
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
ni para despegues ni aterrizajes. “Ahí soy más
feliz, volando”, me dice. Siempre pensaron que
morirían juntos, añade, gracias a todas las sacudidas de sus aviones Cessna o Husky, entre los
cañones y los picos andinos.
No fue así. Doug murió de hipotermia el 8 de
diciembre de 2015, en un hospital de Coihaique,
la capital regional, después de una inmersión
prolongada en un lago helado de Chile, un día
desastroso e infortunado en que los vientos aumentaron, las olas crecieron y el timón de su kayak se descompuso. El bote se volteó y el sistema
de control les impidió a él y a su compañero de
remo, el renombrado escalador Rick Ridgeway,
alcanzar la costa. Ridgeway fue rescatado después
de una hora y sobrevivió, Doug Tompkins no.
Kris Tompkins recibió la noticia por teléfono
–una versión vaga de un accidente y un posible
I Z Q.
Mientras el voluntario
Erik Esposito observa,
el biólogo Pablo Guerra
atiende a Nahuel, un
semental de 18 años,
en el Centro de Reintroducción del Jaguar
en la isla San Alonso,
dentro del Parque Iberá. Los cachorros que
nacen aquí se mantienen libres de todo contacto humano, lo que
maximiza sus oportunidades de supervivencia
después de ser devueltos al estado silvestre.
ABAJO
El biólogo Giuliano
Pesci monitorea un
tapir hembra con radiocollar y a su cachorro,
liberados en el Parque
Iberá. El programa de
resilvestración se suspendió después de que
cinco tapires sucumbieran ante un parásito
exótico. Los seis tapires
sobrevivientes de Iberá
están en cuarentena.
U N A I D E A I N D Ó M I TA
83
Ganar terreno
Mosaico protegido
El Parque Iberá es un mosai
mosaico de tierras nacionales y
provinciales. La vecina Reserva Natural Iberá está
bajo control provincial.
ha comprado casi un millón de hectáreas de
h
ierra privada en Chile y Argentina, para donarla
PA R AG
UAY
A RGE
NTIN
A
Ituzaingó
ritorio del
o
acamayo rojo
RE SE RVA
NAT URAL
IB E RÁ
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b
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durante décadas.
d
ecie
cies
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pu
pu
s
d
AR
IBERÁ
o
Venado de
las Pampas
muertes y la pobla i n crece
sin intervención humana.
Colonia
Carlos
o
ili
e
r
E
Pecarí
de collar
Sitio de liberación
b
Territorio local de la especie
Estación biológica
10 mi
10 km
RE SE R VA
NAT UR AL
Á
de
Socorro
o
Devolver especies
La resilvestración tiene como
meta restaurar a depredadores, herbívoros y dispersores
de semillas. Los planes incluyen la liberación de dos
depredadores: jaguare
d
Chavarría
rr
LLEVAR LA CUENTA
145
Pecarí de collar
(Pecari tajacu)
Reintroducido desde 2015
Población estable
P
H IT OS Y
AD Q U I SI CI ONE S
Doug Tompkins
visita Chile por
primera vez
1961
88
Oso hormiguero gigante
(Myrmecophaga tridactyla)
Desde 2007, estable
41
Venado de las pampas
(Ozotoceros bezoarticus)
Desde 2009, estable
28
Guacamayo rojo
(Ara chloropterus)
Desde 2015
que pertenece a Tompkins Conservation
donada por TC
verde donada por Chile y Argentina
Primer terreno
Compra de Estancia
Doug Tompkins y
adquirido para
San Alonso, lanzamiento
el Parque Pumalín Kris McDivitt se casan
del proyecto Iberá
Kris funda el
Patagonia Land Trust
1990
Se crea el Co
Land Trust
CHRISTINA SHINTANI, TAYLOR MAGGIACOMO E IRENE BERMAN-VAPORIS (NGM) FUENTES: TOMPKINS CONSERVATION; REWILDING ARGENTINA
Adquisición de Estancia
Valle Chacabuco en la
Patagonia chilena
Parqu
ue Nacio
El Imppenetra
rovincial
o
Corrientes
Parqu
A
1997—2018 años en
los que TC ha esta
involucrado en la
que
es
es
creación de parq
M
D
E
É R
I
C
A
L
S
U
R
Reconquista
17 % de tierra pa
ara
parques donada
a
8 programas acttivos
de resilvesstració
ón
Buenos
Valpara
Parqu
ue creado con tierras
o fondos de Tompkins
Parqu
ues existentes que TC expandió
O C É A NO
PA C Í F I C O
Otrass tierras protegidas
C
Parqu
ue marino afiliado con TC
Conncepció
Proye
ectt
O C É A NO
Parque Nacionnal
Pumalín Doougl
uglas
Tompkins
TLÁNTICO
uel Huapi
1991—2019, 73 %
30 propiedad
des
comunitariass
restauradas
Alerces
R de
Res.
Res
d
Pun
nt
P
eulat
A
1994—2018, 21
21 %
Cerca de 250
0 000
hectáreas de
e
selva primaria
42° S
CHILE
ARGENTINA
Trabajo
o en progreso
Hay 16 p
proyectos en curso: terrenos
que TC compró, pero que todavía no
qu
ha dona
ado. La organización planea
esttablecer un corredor para huemules entre
e los paralelos 42° y 53° sur.
T
agdalena
. Cerro Castillo
A
P. N. Patagonia (Argentina)
G
P. N. Patagonia
oniaa (Chil
N.
rito
oreno
O
2004—2018, 27 %
600+ km de cercas
de rancho elimin
nados
N
i i
2001—2019, 1 %
136 especies
de aves
AMÉRICA
DEL SUR
opirén
P. N. Corcovvaddo
P. N. Kawésqarr
Montevideo
Esfue
erzos de conservación
2012—2015, 51 %
7p
pumas monitoreados
de manera
Monte Le
—2004,, 100
de línea c
gida
inas
and)
gida
53° S
Reserva Na
Marina Ka
illones de ha
5.7 millones
de hectáreas
Terreno total
destinado a
parques
con donativos
de TC
2.6 mi
de hect
P. . A
rt
Salvaguardar áreas marin
TC colabora con gobierno
otras organizaciones para
crear parques marinos. Los
dos primeros de Argentina
P. N. Marino Yaganes
se designaron en 2018.
6.9 millones de hectáreas
4.9 M
Tierra añadida
por Chile y
Argentina
Se establece
P. N. Corcova
donada
propiedad
g
p
p q
I Z Q.
El veterinario Jorge
Peña le ofrece cuidados
críticos y un regazo
cálido a un venado de
las pampas en camino
a su nuevo hogar en el
Parque Iberá. El animal
sedado fue uno de los
varios trasladados en
helicóptero desde una
zona delimitada por
plantíos.
ABAJO
Un par de ñandús de
Darwin jóvenes, nacidos
en un centro de crianza,
evalúan las instalaciones de aclimatación
donde estarán por uno
o dos meses antes de
ser liberados en el Parque Nacional Patagonia
de Chile. El programa de
resilvestración aspira a
liberar al año entre 10
y 20 de estas aves no
voladoras.
86
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
hoguera de la viuda. “No podía imaginarme la
vida sin él”.
En vez de eso, se volvió a enfocar en su meta
de convertir sus propiedades en un muestrario
maravilloso de parques nacionales diseminados
por Chile y Argentina. Eso tardó tres años, pero
se aceleró rápidamente. Dos semanas después de
enterrar a su marido, consiguió un acuerdo para
proteger un enorme ecosistema de humedal conocido como Iberá, al norte de Argentina. Y, para
finales de marzo de 2019, finalizó su compromiso
con el gobierno de Chile para combinar más de
400 000 hectáreas de tierras de los Tompkins con
cuatro millones de hectáreas de tierras del gobierno para crear cinco parques nacionales nuevos
y agrandar otros tres. Lo que alguna vez fue la
reserva privada Pumalín ahora es un tesoro público: el Parque Nacional Pumalín Douglas Tompkins.
en la casa de huéspedes, Tompkins me lleva a caminar para ver el paisaje local. Detrás del alojamiento principal del
Parque Nacional Patagonia, un camino de servicio
conduce hasta donde se drena un arroyo. Hacemos una pausa en un cementerio muy pequeño,
rodeado de una cerca de pilares de piedra, con
10 tumbas señaladas con cruces de madera y
pequeños santuarios, más una losa plantada verticalmente, sobre la que se encuentra inscrito:
DESPUÉS DEL ALMUERZO
DOUGLAS RAINSFORD TOMPKINS
BIRDIE & LOLO
03-1943
fallecimiento–, después condujo por seis horas
hasta el hospital donde su esposo había sido
declarado muerto. “El que muriera tan pronto
encaja con cualquier cosa que haya sido ese matrimonio –me explica–. El duelo es una continuación de cualquier relación que tengas”. Vidas
intensas compartidas, duelo intenso. Que así sea.
El apodo como aviadora de Kris durante sus
años juntos era “Picaflor”, otro nombre para el
colibrí. El de Doug era “Águila”. Entre los dos, con
más intimidad, los apodos eran “Lolo” para él y
“Birdie” para ella. Pero si Kris parece algún pájaro, sería una golondrina de mar, inquieta e intrépida, no un colibrí. En los últimos años, ella ha
continuado sola, con más fervor que cuando estaban juntos.
“Es lo que me ha impedido irme con Doug”,
aclara. Se refiere a rendirse, a inmolarse en la
12-2015
Integrantes del personal escogieron la inscripción de la lápida sin consultar a Kris, pero ella
dice que le parece bien. Se muestra poco sentimental en sus conversaciones sobre su esposo y
su final, pero poco sentimental no quiere decir
sin emoción y, a veces, me cuenta, regresa a esta
tumba y se acuesta sobre la hierba en silencio
para recordar, para conversar.
El camino serpentea por laderas rocosas y llanuras llenas de hierba salpicadas de arbustos
espinosos de neneo macho, de flores amarillas,
con un perfil redondeado de manera que a la
distancia parecen cabezas de coral. Cruza un
arroyo, sombreado por lengas, luego sube hasta
un campamento y da la vuelta hacia las oficinas
del parque. En un punto, veo una pila de excremento seco de color blanco. “Sí, puma”, me dice
Tompkins. El crecimiento de la población de
pumas en el valle de Chacabuco es una muestra
U N A I D E A I N D Ó M I TA
87
88
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
El volcán Corcovado se
yergue sobre el Parque
Nacional Corcovado en
Chile. El difunto Doug
Tompkins, aventurero
y conservacionista,
escaló el volcán en
los noventa. El parque
se formó en 2005 con
la fusión de tierras federales y propiedades
donadas por Tompkins
Conservation y el filántropo Peter Buckley.
U N A I D E A I N D Ó M I TA
89
90
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
Cerca de su pueblo en la
provincia de Santa Cruz,
Argentina, Daniel Reber
se para frente a un guanaco moribundo que
será usado para alimentar a sus perros. La caza
de guanacos sin permiso es una práctica común, aunque ilegal, en
la provincia. Un parque
nacional cercano ofrece
520 kilómetros cuadrados de refugio seguro
para la vida silvestre.
U N A I D E A I N D Ó M I TA
91
de la resilvestración, una de las metas principales de las tierras de los Tompkins en Chile y
Argentina que han perdido elementos característicos de su fauna aborigen. La resilvestración
significa más pumas, huemules (un ciervo del
sur de los Andes en peligro de extinción) y ñandús patagónicos (un ave grande que no vuela)
aquí en el Parque Nacional Patagonia, además
de restauraciones y reintroducciones a la vida
silvestre en otras partes.
La resilvestración también es controversial, en
especial cuando implica el regreso de depredadores como el puma o el jaguar (en Iberá, los
humedales argentinos). Solo una combinación
de audacia y paciencia podía hacer que sucediera, y mucha de la paciencia es de Kris Tompkins.
las iniciativas de resilvestración de Tompkins suceden ajetreadamente en Esteros del Iberá, en el extremo noreste de
ese país. Es un vasto ecosistema húmedo, con
canales de aguas oscuras y ciénagas, lagunas,
plataformas de vegetación flotante y algunas zonas de sabana sólida. Los caimanes y las aves
acuáticas son abundantes y, si tienes suerte, puedes ver una anaconda amarilla. La luz del sol
pone todo al descubierto de manera brillante; el
nombre mismo viene del guaraní: Iberá significa
“aguas resplandecientes”.
Iberá se encuentra dentro de la provincia de
Corrientes, una región en su mayoría rural rodeada por Paraguay, Uruguay y Brasil, con un
fuerte elemento nativo de cultura y lengua guaranís, y una ética de independencia fronteriza.
Durante un siglo, la historia de Iberá incluyó la
ganadería marginal y la cacería por la carne y las
pieles; los habitantes a menudo viajaban en bote
o a caballo, pero no había mucha tierra firme
como para mantener a humanos o vacas. La alternativa futura tendía hacia el cultivo de arroz
a escala comercial, la agricultura y las plantaciones de pinos.
Entonces, en 1997, Doug Tompkins fue de visita.
El lugar lo intrigó y un día de verano volvió con su
esposa para echarle un vistazo. Él vio algo que ella
no –su biodiversidad, sus posibilidades– y compró
un rancho en una isla en medio de este gran pantano sin siquiera discutirlo con ella, cosa rara. Ese
rancho, Estancia San Alonso, se convirtió en el
primer punto de apoyo de los Tompkins en Iberá
y, con el tiempo, gracias a su lejanía, en un sitio
lógico para comenzar el acto más dramático de la
resilvestración: la reintroducción de jaguares.
D E L L A D O A R G E N T I N O,
92
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
No muy lejos de la casa del rancho hay un conjunto de recintos bien construidos: cercas de varillas fuertes y postes de acero, de cinco metros de
altura, con forma de T para evitar que los animales escapen; alambre electrificado rodea los perímetros interiores. Los jaguares son atléticos e
inquietos, en especial en cautiverio.
Cada recinto también incluye plataformas de
árboles o arbustos bajos, o algún otro tipo de mobiliario natural que ofrezca protección. Cuando
los visité, había ocho jaguares en residencia, incluyendo algunos sementales prestados de zoológicos y un par de cachorros de un año que
nacieron ahí, criados para ser liberados. Los cachorros vivían en un corral grande en la parte
trasera, con comida abundante pero sin contacto
humano –incluso la presencia de sus cuidadores
se mantiene al mínimo–, de manera que, cuando
I Z Q.
Baruki Pérez, encargado
del rancho, hace una
pausa después de una
cacería de zorros infructuosa en la estancia
de su familia, en la provincia de Santa Cruz.
Sus perros están ensangrentados por correr
sobre rocas filosas.
Zorros y pumas representan una amenaza
para las 6 000 ovejas de
la estancia, encerrada
entre dos parques.
ABAJO
El guardabosques Emanuel Galetto levanta una
puma sedada que cayó
en una trampa inocua
colocada por biólogos
en el Parque Nacional
Patagonia de Argentina.
Se le colocará un collar
con GPS y se liberará
para unirse con otros
seis pumas con collares
que se rastrean en el
parque.
U N A I D E A I N D Ó M I TA
93
Un pingüino de Magallanes permanece imperturbable ante una
manada de guanacos
en la reserva de Punta
Tombo, en la costa
atlántica de Argentina.
Tompkins Conservation compra tierras
costeras para su proyecto de parque marino, Patagonia Azul.
94
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
U N A I D E A I N D Ó M I TA
95
los liberen, les teman a las personas y no las asocien con comida, además de otros buenos hábitos
de supervivencia.
Vi cómo se introducía un capibara vivo –un
roedor nativo, enorme y robusto– en uno de los
corrales; la hembra adulta de jaguar que vivía ahí
no le prestó atención o no tenía hambre. Ya lo
encontraría a su tiempo. Un jaguar macho grande, conocido como Nahuel, paseaba de un lado
a otro de la cerca; sus músculos se movían bajo
su pelaje suave y estampado.
Estos felinos son tan feroces como hermosos,
por supuesto, y matarán cualquier tipo de ganado en cualquier zona donde vacas u ovejas suplanten a sus presas naturales. La isla de San
Alonso ahora está libre de ganado, su vegetación
mantiene muchos ciervos de los pantanos y una
abundancia casi cómica de capibaras (debida en
parte a la larga ausencia de jaguares), algunos
de ellos de hasta 70 kilogramos. Por eso, San
Alonso es el mejor lugar para empezar. Las primeras liberaciones podrían ocurrir pronto. El
en un recinto de aislamiento, después de un camino estrecho y detrás de una barda doble, cerca
de la ciudad de Corrientes, la capital provincial.
Una mujer local llamada Griselda “Guichi”
Fernández, que se unió a Tompkins hace más de
12 años. Actualmente es madre sustituta experta
en los osos hormigueros huérfanos que se crían
aquí, cada uno en su corral. Fernández le ofreció
un biberón a uno, conocido como Quisco, que se
aferró a ella amorosamente mientras su hocico
encontraba el chupón y su lengua lamía la leche.
Después de comer, se regocijó con la atención de
Fernández, que le hacía cosquillas en la panza,
pero esa intimidad no podía durar.
Estos huérfanos quedan abandonados cuando
la madre muere en algún altercado con algún
cazador y sus perros. Un oso hormiguero adulto
es una criatura magnífica improbable: pelaje
pinto en su espalda, chaparreras blancas y una
franja negra, una cola peluda enorme que le sirve como cobija cuando duerme, un hocico grácilmente curveado que actúa como accesorio de
“Tuvimos cuatro o cinco años de desprecio –explica Kris
Tompkins–. La gente creía que pertenecíamos a un culto”.
restablecimiento de jaguares en una zona más
amplia de Iberá será más complicado, pues requerirá aceptación social y disponibilidad de
presas silvestres.
Tompkins Conservation aborda la cuestión con
una campaña de educación y eventos, con la intención de fomentar el aprecio por los jaguares
como parte de la orgullosa herencia de la provincia de Corrientes. En la fiesta del primer cumpleaños de los dos cachorros de jaguar, en el poblado
de Concepción, vi a más de 100 personas, adultos
y niños, que celebraban en un patio entre murales de animales, infantes que agitaban banderines
coloridos y un espectáculo de marionetas. Los
niños se turnaban para posar ante un enorme
póster de un jaguar y cada uno daba un rugido
jaguaresco.
resilvestración también incluye al guacamayo rojo, el venado de las pampas
(especie amenazada), el pecarí de collar, la nutria
gigante y el oso hormiguero gigante. Parte del
trabajo de preparación con estos animales ocurre
EL ESFUERZO DE
96
N AT I O N A L G E O G R A P H I C
una aspiradora, una lengua que mide la mitad
de su cuerpo y esas garras. Ocho adultos vivían
en corrales grandes no muy lejos del de Quisco y,
cuando Fernández aparecía con su cena –una
mezcla de comida para gato y agua, ya que sus
cuidadores solo pueden recolectar un número
limitado de hormigas–, dos llegaban rápidamente a lamerla. Una vez liberados en territorio silvestre, instintivamente regresarán a una dieta de
hormigas y termitas.
las propiedades
de los Tompkins en Iberá, por combinarlas con
tierras gubernamentales (nacionales y provinciales) en un gran parque público y fomentar un desarrollo económico basado en el turismo entre las
comunidades alrededor del perímetro de los humedales, ha sido larga y tensa. Sofía Heinonen,
actualmente directora ejecutiva de Tompkins
Conservation en Argentina, quien empezó a manejar el proyecto Iberá en 2005, me dijo que la
gente al principio hablaba de Doug como “el gringo que quería robarse el agua”. Se volvió un eslogan
L A L U C H A P O R R E S I LV E S T R A R
de la oposición: “Los gringos vienen por el agua”.
A los argentinos les resultaba difícil –así como a
los chilenos en la época de Huinay– creer que dos
estadounidenses ricos comprarían tierra para
regalarla. Algunas autoridades de la provincia de
Corrientes también sospechaban de la visión
del gran parque, al igual que los principales terratenientes locales, aferrados al viejo modelo
económico de ganadería, silvicultura y arroz.
El apoyo de las autoridades de Corrientes era
crucial porque, aparte de las propiedades de los
Tompkins y de la tierra en posesión del gobierno
nacional, gran parte de Iberá pertenecía a la provincia. “Tocamos y tocamos la puerta”, me contó Heinonen. Las autoridades de Corrientes no
abrían, pero los alcaldes de los pueblos pequeños
que rodeaban el humedal, puertas de entrada al
ecosistema, mostraban más interés en el ingreso
potencial por el turismo a un parque grande. Y
el gobierno nacional en Buenos Aires, especialmente el Ministerio de Turismo, también veía a
Iberá como un nuevo destino promisorio. Para
implícito: basta de nimiedades políticas, la vida
es corta. Hagámoslo.
Cinco años después, los antiguos críticos han
visto tanto el valor patrimonial de la resilvestración como los beneficios económicos del turismo.
“Había personas a las que Doug les desagradaba
porque era un yanqui –me dijo Flinta–. Y ahora
le agradecen”.
Parque Nacional Patagonia
en Chile, un día recorro el valle de Chacabuco
con un guía de avistamiento de aves para ver flamencos chilenos, somorgujos, gallaretas y otras
aves acuáticas en el lago Cisnes, un ensanchamiento del río Chacabuco. Ahí están los que le
dan el nombre: cisnes de cuello negro, elegantemente combinados, y los pequeños cisnes
coscoroba, de rostro blanco y alas con puntas
negras. En el extremo oeste del lago, álamos dan
sombra a un pequeño letrero: ÁREA DE PÍCNIC
PICAFLOR Y ÁGUILA. Lolo y Birdie acamparon
por primera vez en este lugar en 1993, de camino
DE REGRESO EN EL
La Estancia San Alonso era el sitio lógico para ese gran acto
de resilvestración: la reintroducción de los jaguares.
2013, por lo menos un político en Corrientes, el
senador Sergio Flinta, se dio cuenta de que la
provincia estaba en el lado equivocado de la pelea y empezó a promover, en el senado provincial, iniciativas para la creación del parque, pero
se encontraba todavía en un punto muerto. Entonces un acontecimiento rompió el impasse:
Doug Tompkins murió.
De inmediato, en medio de su duelo, Kris Tompkins tomó cartas en el asunto. Le dijo a Heinonen que llamara a Flinta y cerrara el trato en
términos de un acuerdo mutuo, que involucraba
168 000 hectáreas de tierra de los Tompkins, más
tierra provincial de Corrientes, más tierra nacional argentina, todas ligadas (pero sin subsumir
la soberanía) para formar un gran parque. En dos
semanas, Tompkins, Heinonen y Flinta estaban
en la oficina de Mauricio Macri, el nuevo presidente de Argentina, y el trato se cerró. Tompkins
pudo haber ido a esa reunión presidencial vestida de negro en señal de luto y sacar provecho de
la lástima, sin embargo se presentó con un suéter
blanco y una sonrisa que expresaba un mensaje
a explorar Argentina, y regresaron ahí casi cada
año hasta la muerte de Doug. Hoy, una familia
de chilenos de un pueblo cercano comparte el
almuerzo en el sitio para pícnics. Hablo con la
esposa, una abogada llamada Andrea Gómez
Jaramillo. “Sí –me dice–, hemos venido antes,
disfrutamos la vida silvestre. Una vez, el año pasado, incluso vimos un puma”. Una experiencia
para recordar.
Esa tarde, mientras cenamos una pasta que
Tompkins había cocinado, menciona que volará
a principios del año próximo en el Husky con su
piloto para ver un lugar que le parece interesante en las laderas chilenas del cerro San Lorenzo,
justo al sur, a lo largo de la frontera andina, que
quizá amerite comprarlo.
“¿Cuándo se acaba esto, Kris?”, le pregunto.
“No se acaba –me contesta–. Hasta que estire
la pata”. j
El libro más reciente de David Quammen es El
árbol enmarañado: una nueva y radical historia
de la vida. El fotógrafo chileno Tomás Munita
se especializa en temas sociales y ambientales.
U N A I D E A I N D Ó M I TA
97
Los animales terrestres han encontrado
innumerables soluciones para resolver
un reto: cómo desplazarse con mayor
facilidad. Los modos de desplazamiento
dependen del tamaño y entorno del animal, y el objetivo es moverse eficazmente
para buscar recursos y sortear el peligro.
98
CUERPOS EN
Mono gibón
de manos blancas
Hylobates lar
Los gibones pueden
mecerse como péndulos
debajo de asideros contiguos por medio de un
movimiento llamado
braquiación. A gran velocidad, sueltan ambas
manos para trasladarse
en el aire entre soportes.
MOVIMIENTO
P O R J A S O N T R E AT,
BRAD SCRIBER, Y
P AT R I C I A H E A LY
I LU ST RAC I O N E S D E
B R YA N C H R I S T I E
DESIGN
PRINCIPIOS BÁSICOS
DE MOVIMIENTO
En una zancada completa, las extremidades
de un animal terrestre impulsan el cuerpo
hacia enfrente, después se reajustan para
recuperar la fuerza necesaria y dar la próxima zancada. Los animales cambian la velocidad de su marcha variando el orden en
que las extremidades hacen contacto con
el suelo, así como la duración y frecuencia
de dichos contactos.
Etapa de
propulsión
Cuerpo
Pie
Etapa de
recuperación
ALETAS Y PATAS
En la actualidad, algunos peces pueden
moverse por tierra usando sus aletas para
impulsar el cuerpo hacia arriba y arrastrarse
hacia enfrente. Las extremidades de los tetrápodos, vertebrados de cuatro patas, entre
ellos los anfibios, evolucionaron de las aletas
de especies acuáticas ancestrales. Las patas se
formaron bajo el agua, pero la búsqueda de
alimento y seguridad pudo haber persuadido
a los primeros animales andantes a dirigirse a
tierra firme. La selección natural añadió brazos,
piernas, patas delanteras y traseras para diversificar y ampliar el número de especies.
Pez del fango
Periophthalmus gracilis
Menos refinados de lo que su
nombre sugiere, los peces del
fango usan sus aletas frontales
en tierra con un estilo tambaleante de locomoción que se
asemeja al uso de muletas.
Salamandra tigre
Ambystoma tigrinum
La transición en el ciclo de vida
de una salamandra –de larva
acuática a adulto terrestre con
patas extendidas– refleja una
de las maneras en que evolucionó el andar.
Desplazamiento lateral
En arena suelta, la cabeza es lo primero
que se eleva; sigue el resto del cuerpo
con un movimiento de latigazo.
Serpentina
En el movimiento más común,
el cuerpo sigue a la cabeza a lo
largo de un camino ondulado.
Concertina
Partes del cuerpo de la serpiente se juntan y acumulan fuerza para que otras
puedan extenderse hacia enfrente.
SIN PIERNAS
Las serpientes usan músculos, piel y su cuerpo flexible
para impulsarse sobre una variedad de superficies.
Algunas técnicas usan menos fricción y son más
adecuadas para terrenos nivelados blandos. Otras
usan puntos de contacto a lo largo del cuerpo flexible para superar obstáculos en el suelo, bordes en
pasajes o troncos de árboles.
Rectilínea
Los músculos aprietan las escamas del
vientre para aferrarse al suelo y arrastrar a la serpiente en línea recta.
Ciempiés doméstico
MUCHAS PATAS
La mayoría de los invertebrados distribuye su peso
corporal en varias patas, lo que aminora la carga
en cada extremidad. Moverse requiere coordinación o incluso patas de diversas longitudes para
que no tropiecen unas con otras.
Scutigera coleoptrata
Los pasos ondulantes comienzan con las
patas traseras, que son más largas, para
evitar que se enreden. Cada avance excede el total de la longitud corporal.
Escaladores estables
Las criaturas con muchas patas alternan los modos de andar: usan la mitad de ellas mientras que el resto se
mantiene firme en el suelo.
Cangrejo fantasma
Ocypode quadrata
Los cangrejos fantasma hacen pausas mientras escapan de amenazas.
Esto disminuye la acumulación de
lactato y les permite desplazarse
más lejos antes de cansarse.
CUADRÚPEDOS
Desde musarañas escurridizas hasta pesados elefantes, los cuerpos de los cuadrúpedos están formados
por la física y la fisiología. Los animales más grandes
tienen músculos más fuertes, pero sus esqueletos
deben aguantar mucho más peso. Los animales más
pequeños suelen moverse más rápido, pero el empleo de energía es menos eficiente. Las diferencias
en las piernas reflejan ciertas compensaciones.
EXTREMIDADES TRASERAS
Cadera
Pierna
Pantorrilla
Pie
Dedos
y uñas
Plantígrados
Caminar
con los pies
Usar la superficie
completa del pie
proporciona estabilidad, pero los
huesos superiores en las piernas
flexionadas están
sujetos a mayores
esfuerzos.
Digitígrados
Caminar con los
dedos de los pies
Muchos depredadores caminan
sobre las almohadillas de los pies
y con los talones
permanentemente elevados,
lo que les proporciona fuerza, velocidad y sigilo.
Guepardo
Acinonyx jubatus
La zancada extremadamente larga
de los guepardos es posible gracias a su
columna vertebral flexible que se arquea
y después se extiende. Sus colas ligeras y
peludas, así como sus garras afiladas, ofrecen estabilidad en giros y vueltas.
Ungulígrados
Caminar
con las uñas
Las pezuñas son
uñas especiales
para pies alargados. Las piernas
más rectas de los
ungulados pueden aguantar
más peso.
Elefante africano
Loxodonta africana
Titanes en puntillas, los elefantes pueden caminar rápido
pero no galopar. Una almohadilla situada detrás de los
dedos les permite que su
estructura ósea digitígrada,
con los talones levantados,
funcione como los pies planos
de los humanos.
GUEPARDO
GACELA DE THOMSON
CABALLO
GALGO
LEÓN
Velocidad máxima de animales terrestres
58
56
71
89
105 km/h
Jirafa
Giraffa camelopardalis
Las jirafas adultas cargan aproximadamente 10 % de su peso por
encima de los hombros. Subir y
bajar sus largos cuellos mientras
caminan mantiene sus ojos nivelados y también el equilibrio.
El cuello se curva
para mantener
el nivel de la
cabeza
Los hombros se elevan
Lagartija cola de cebra
Callisaurus draconoides
Todos los lagartos doblan sus cuerpos de extremo a extremo para alargar sus pasos. Esta especie puede
extender los tobillos y correr con los
dedos para recorrer 50 veces la extensión de su cuerpo cada segundo.
Ardilla gris
de las Carolinas
Sciurus carolinensis
Al descender de los árboles,
las ardillas giran sus patas traseras sobre los tobillos para
que los dedos apunten hacia
arriba y las garras están colocadas para cargar todo el peso.
Sus extremidades extendidas
también mejoran su sujeción.
Tortuga de espolones africana
Centrochelys sulcata
Las tortugas son herbívoros con
caparazones defensivos rígidos
y prefieren estabilidad en lugar
de velocidad. Pueden escalar pendientes pronunciadas y sus patas
bien separadas evitan las caídas.
Humanos
Homo sapiens
Más eficientes cuando caminan que cuando corren, las
piernas humanas funcionan
como péndulos invertidos.
En cada paso se emplea impulso y gravedad para mover el
cuerpo hacia enfrente.
BIPEDISMO
Los humanos y las aves usan las
extremidades delanteras para
sujetar o volar, pero dependen
de las piernas para caminar. Otros
animales se mueven en dos extremidades cuando lo necesitan.
Los canguros buscan alimento de
forma pentapedal, usan las cuatro
patas y la cola, pero saltan solo
con sus patas traseras para adquirir mayor velocidad.
FUENTES: PARVEZ ALAM, UNIVERSIDAD DE EDIMBURGO; MIRIAM A. ASHLEY-ROSS, UNIVERSIDAD WAKE
FOREST; ANDREW BIEWENER, UNIVERSIDAD DE HARVARD; S. TONIA HSIEH, UNIVERSIDAD DE TEMPLE; JOHN
HUTCHINSON, FACULTAD REAL DE VETERINARIA, UNIVERSIDAD DE LONDRES; BRUCE JAYNE, UNIVERSIDAD
DE CINCINNATI; MELISSA MERRICK Y JOHN KOPROWSKI, UNIVERSIDAD DE ARIZONA; SCOTT STAHL, STAHL
EXOTIC ANIMAL VETERINARY SERVICES; NAOMI WADA, UNIVERSIDAD YAMAGUCHI
Terópodos
Tyrannosaurus rex
Los tiranosaurios pueden haber sido los reyes de los dinosaurios, pero es poco probable
que corrieran rápido. Sus
músculos eran muy pequeños
y el peso de sus cuerpos, de
varias toneladas, habría roto
los huesos de las patas.
Cadera
Rodilla
Talón
Avestruz
Struthio camelus
El talón de un avestruz coincide con la altura de una rodilla
humana. Además de los huesos ligeros en el resto de las
piernas, los músculos grandes
alrededor de los fémures cortos le ayudan a dar pasos más
grandes y rápidos.
Canguro rojo
Macropus rufus
Debido a sus tendones de
Aquiles elásticos que almacenan y liberan energía con cada
salto, los canguros pueden
aumentar la velocidad sin
quemar más calorías.
INSTAGRAM
VINCENT J. MUSI
DE NUESTROS FOTÓGRAFOS
QUIÉN
Musi se especializa en fotografía animal y científica.
DÓNDE
El estudio de Musi, en Sullivan,
Carolina del Sur, el cual visitó
Hodor desde el santuario Hallie Hill para gatos y perros en
Hollywood, Carolina del Sur.
QUÉ
Una cámara Fujifilm GFX100
con un lente de 32-64 mm.
Durante 25 años, Musi ha fotografiado la vida silvestre
más majestuosa del planeta para National Geographic.
En 2018 optó por animales más vulnerables: perros
en refugios. Su serie de retratos, “The Underdogs”,
presenta canes viejos –algunos sin miembros o con
discapacidades sensoriales– que difícilmente son
adoptados en los hogares. Musi piensa que Hodor,
un perro de caza de 11 años (en la foto), sería un gran
compañero y, si pudiera hablar, con probabilidad
tendría grandes historias que contar.
Esta página presenta imágenes de las cuentas de National Geographic en Instagram.
Somos la marca más popular en la plataforma, con más de 131 millones de seguidores;
únete a ellos en Instagram@natgeo y @natgeolatam.
108
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la cual hay cosas quE El dinEro no puEdE comprar.
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