La diabetes es una grave enfermedad crónica que se desencadena cuando el páncreas no produce suficiente insulina (una hormona que regula el nivel de azúcar, o glucosa, en la sangre), o cuando el organismo no puede utilizar con eficacia la insulina que produce. La hiperglucemia, a largo plazo, puede provocar un gran daño en diversos órganos del cuerpo, llevando al desarrollo de diversas complicaciones que ponen en peligro la vida, como enfermedades cardiovasculares, neuropatía, nefropatía, y enfermedades en los ojos, que llevan a retinopatía y ceguera. La diabetes tipo 2, previamente conocida como Diabetes no insulinodependiente ó diabetes del adulto, representa el 90-95% de todos los casos de Diabetes. Se han descrito múltiples factores de riesgo. Dentro de los más importantes están: La presencia de Diabetes Mellitus tipo 2 en familiares de primer grado, tener hipertensión arterial, sedentarismo, un índice de masa corporal mayor de 25, y una circunferencia de cintura de más de 102 cm en hombres y 88 en mujeres. Un estudio que incluyó 1416 pacientes para evaluar el rendimiento de la HbA1c comparada con la glucosa plasmática en ayuno muestra que la sensibilidad y la especificidad de la HbA1c > 6.5 fue de 41.9% y de 98.9%. El rendimiento de la HbA1c en el tamizaje de pacientes con pre diabetes fue pobre. Sensibilidad de 78.6% y especificidad de 55.1%. la HbA1c presenta una variación intraindividual menor y predice mejor las complicaciones micro y macrovasculares.