Cohorte N° 1 DIPLOMADO: INTEGRACIÓN FUNCIONAL ORGÁNICA SISTEMA NERVIOSO NEUROTRANSMISORES Y NUTRICEREBRALES Diplomante: Andrés Elinar Jiménez C. I. V 4.738.827 Barquisimeto, julio de 2021 INTRODUCCIÓN El presente trabajo trata sobre el Sistema Nervioso y sus diferentes partes anatómicas, el cual es un sistema que tiene un conjunto de órganos constituidos por tejidos nerviosos, donde su unidad básica o tipo celular básico son las neuronas. Cuya su función principal, recibir información de receptores externos e internos, las cuales se transmiten como señales que se trasladan por todo el sistema por estímulos eléctricos o químicos. Siendo sus dos principales partes el Sistema Nervioso Central y el Sistema Nervioso Periférico, el cual conecta al Sistema Nervioso Central con las diferentes partes del cuerpo. En igual sentido se hará referencia a los NEUROTRANSMISORES los cuales son las sustancias químicas que se encargan de la transmisión de las señales que se desplazan por todo el organismo a través de las neuronas. Existiendo en la actualidad alrededor de cincuenta sustancias químicas que pueden actuar como neurotransmisores. Abordando en la parte final del presente trabajo, la influencia que tiene la alimentación sana para mantener un cerebro y el cuerpo en las mejores condiciones, haciendo referencia al tipo de alimentación y los diferentes nutrientes que debemos ingerir para conseguir tal propósito. SISTEMA NERVIOSO El sistema nervioso es una red compleja, que se extiende por todo el cuerpo, formado por nervios o neuronas y células, los cuales mediante conexiones bidireccionales en cadenas, desde y hacia el control central, y las distintas partes del cuerpo, tienen como función hacer llegar o transmitir información y mensajes desde el cerebro y la medula espinal hacia los diversos sentidos u órganos del cuerpo, como respuesta a los estímulos internos y externos que percibe el organismo, dotado de este sistema. La función principal del sistema nervioso es captar y procesar señales tanto internas como externas a la vez que coordina el cuerpo. En este sentido, se puede decir que el sistema nervioso es el encargado de dirigir, supervisar y controlar las funciones del organismo del individuo, incluyendo músculos, articulaciones, órganos internos, para trasladar la información al sistema nervioso, éste, utiliza los receptores que tiene a lo largo del cuerpo, tales como ojos, oídos, olfato, gusto, y el tacto a través de la piel. Los receptores recogen datos y estos se envían a través de los nervios al sistema nervioso. A su vez, el sistema nervioso se encarga también del funcionamiento del organismo interiormente, controlando la respiración, los latidos del corazón, las funciones viscerales. Los elementos básicos del sistema nervioso son: Las células nerviosas o neuronas. Las Neuroglías: son células de sostén dentro del sistema nervioso. El tejido conectivo: hace referencia a las membranas que cubren el cerebro y la medula, son conocidas como meninges. LAS NEURONAS El científico español Santiago Ramón y Cajal logra describir por primera vez los diferentes tipos de neuronas en forma aislada. Al mismo tiempo plantea que el sistema nervioso estaría constituido por neuronas individuales, las que se comunicarían entre sí a través de contactos funcionales llamados sinapsis (teoría de la neurona). La hipótesis de Cajal se oponía a la de otros científicos de su época que concebían al sistema nervioso como una amplia red de fibras nerviosas conectadas entre sí formando un continuo (en analogía a los vasos sanguíneos). En cada célula nerviosa podemos distinguir dos partes: el soma o cuerpo de la célula y las dendritas. El soma neuronal es la parte central de la neurona donde se originan los impulsos nerviosos. Las dendritas son prolongaciones ramificadas que conducen y transmiten los impulsos nerviosos originados en el cuerpo de la neurona. En las neuronas existe una prolongación más larga que es la encargada de la conexión con otras neuronas. Esa dendrita más alargada se denomina axón. Cuando la neurona conduce un impulso de una parte del cuerpo a otra, están implicados fenómenos químicos y eléctricos. La conducción eléctrica ocurre cuando el impulso viaja a lo largo del axón; la transmisión química está implicada cuando el impulso se trasmite (“salta”) al otro lado de la sinapsis, desde una neurona a otra. Una sinapsis es en realidad el espacio que existe entre los pies terminales de un axón y las dendritas de una segunda neurona o la superficie receptora del músculo o célula glandular. En la neurona el cuerpo y las prolongaciones se agrupan de la siguiente forma: por un lado, los cuerpos de las neuronas se agrupan para formar la sustancia gris del cerebro y, por otro lado, los axones se agrupan para formar la sustancia blanca que rodea a la sustancia gris. NEURONA Existen dos tipos de fibras nerviosas: mielenizadas y no mielenizadas. Una fibra está mielenizada cuando está rodeada por una vaina gruesa formada por células Schwann: estructuralmente estas fibras son largas y blancas y podemos encontrarlas en la sustancia blanca del sistema nervioso central. Las fibras mielenizadas tienen intervalos en las que no están rodeadas de mielina; estos espacios, reciben el nombre de nódulos de Ranvier. Una fibra no está mielenizada si no se encuentra recubierta por esa capa; estructuralmente estas fibras suelen ser delgadas y se encuentran en el sistema nervioso autónomo, concretamente en la sustancia gris del cerebro y de la médula. Si una neurona se daña queda destruida para siempre. Sin embargo, las fibras dañadas que mantienen las conexiones si pueden crecer de nuevo, permitiendo que algunas partes de la corteza cerebral puedan asumir alguna función del área destruida. La información dentro del sistema nervioso es manejada por tres tipos de neuronas. Las neuronas sensoriales, que mandan información desde los tejidos del cuerpo y los órganos sensoriales hacia la médula espinal. Cuando el cerebro procesa esa información involucra una segunda clase de neuronas, las interneuronas, que forman su sistema de comunicación interna. Como resultado de ese procesamiento, el sistema nervioso central manda instrucciones hacia los tejidos del cuerpo por medio del tercer tipo de neuronas, las motos neuronas. Como hay unos pocos millones de neuronas sensoriales, algunos millones más de neuronas motoras, y miles y miles de millones de interneuronas, es claro que la mayor parte de la complejidad de nuestro organismo se basa en los sistemas de interneuronas. La neuroglia o células gliales se encargan de la reparación, sostén y protección de las delicadas células nerviosas. Están constituidas por el tejido conectivo y las células de sostén. LA SINAPSIS. Es la conexión entre las neuronas. Se trata de una conexión unidireccional en la que la neurona transmisora o presináptica manda un impulso nervioso a través de su axón, liberando así sustancias (neurotransmisores) a la neurona receptora o postsináptica. Los neurotransmisores son sustancias generadas en el axón de la neurona y excitan o inhiben a las demás neuronas. COMPONENTES DEL SISTEMA NERVIOSO Este sistema está formado fundamentalmente por el cerebro y la médula espinal, (la unión de ambos forma el Sistema Nervioso Central) y por las fibras conectoras que forman los nervios propiamente dichos (que componen el Sistema Nervioso Periférico). Cuando el Sistema Nervioso Central y el Sistema Nervioso Periférico se unen forman el Sistema Nervioso Somático o sistema nervioso de la vida de relación porque se encarga de mantener y regular las funciones voluntarias del organismo, por ejemplo, los movimientos musculares, el tacto y otros. El Sistema Nervioso Autónomo o Vegetativo es el que se encarga de mantener y regular las funciones vitales involuntarias: el movimiento intestinal, la sensibilidad visceral, los latidos del corazón, la respiración, entre otros. Por eso recibe el nombre de sistema nervioso de la vida vegetativa. SISTEMA NERVIOSO CENTRAL Es el centro estructural y funcional de todo el sistema nervioso. Está formado por el encéfalo y la médula espinal. Ambos componentes se encuentran adyacentes a estructuras óseas como el cráneo y las vértebras, que podrían dañarlos. Para evitar el contacto directo, estas estructuras están envueltas en membranas protectoras que reciben el nombre de meninges, las cuales son tres: Duramadre: es la capa más externa y dura. Se encuentra pegada al cráneo. Aracnoides: es la capa intermedia. Piamadre: es la capa más interna y se encuentra adherida al cerebro y a la medula. EL ENCEFALO Desde el punto de vista celular en esta división sólo se incluyen los elementos celulares que están íntegramente situados en estas zonas. El encéfalo está formado por cinco regiones provenientes de las vesículas encefálicas embrionarias: Mielencéfalo (Bulbo raquídeo), Metencéfalo (Protuberancia y cerebelo), Mesencéfalo (Mesencéfalo), Diencéfalo (Tálamo e hipotálamo) y Telencéfalo (Ganglios basales y corteza cerebral). La médula espinal es la parte más caudal del sistema nervioso central. Se subdivide en las regiones cervical, torácica, lumbar y sacra. El bulbo raquídeo Es la estructura que conecta el cerebro con la médula espinal. A través del bulbo pasan todas las fibras que bajan del cerebro a la médula espinal y todas las que suben de la médula al cerebro. Protuberancia o puente Contiene una gran cantidad de neuronas que van a formar los núcleos de los pares craneales del sistema nervioso periférico. La protuberancia se sitúa entre la corteza cerebral y el cerebelo e interviene en la comunicación entre ambas estructuras. El cerebelo Es una estructura separada del cerebro, situada en la parte inferior, compuesta de materia gris. Es de las primeras estructuras en formarse en el proceso embrionario, tiene infinitas conexiones con múltiples áreas cerebrales y se encarga fundamentalmente de coordinar los movimientos finos voluntarios. Ayuda a realizar movimientos corporales e interviene en la postura corporal. Tálamo e hipotálamo El tálamo es la entrada de toda la información sensorial al cerebro (menos el olfato); está compuesto por dos tálamos, derecho e izquierdo, unidos por un haz de fibras denominado comisura gris intertálamica. El hipotálamo se sitúa debajo del tálamo y entre sus funciones se encuentra ser el punto de unión entre el sistema nervioso y el sistema endocrino. Interviene por tanto en la conducta de alimentación y en la regulación de la temperatura, además controla el sistema nervioso vegetativo. El cerebro Tradicionalmente se nos ha informado que el cerebro es el órgano, ubicado dentro del cráneo, situado en la parte anterior y superior de la cavidad craneal, siendo el responsable de gestionar la actividad del sistema nervioso, que como se refirió con anterioridad forma parte del Sistema Nervioso Central (SNC) y constituye la parte más voluminosa y conocida del encéfalo, está presente en todos los vertebrados. Dentro del cráneo, el cerebro flota en un líquido transparente, llamado líquido cefalorraquídeo, que cumple funciones de protección, tanto físicas como inmunológicas. La corteza cerebral engloba dos hemisferios y cuatro lóbulos. La función del hemisferio derecho es regular las funciones motrices y motoras del lado izquierdo del organismo. El hemisferio izquierdo regula del mismo modo el lado derecho. Ambos hemisferios están unidos por el cuerpo calloso. Este cuerpo calloso separa ambas partes claramente diferenciadas de la estructura cerebral. Sin embargo, a pesar de la diferencia, ambas zonas están unidas por un punto común de fibras nerviosas. En este sentido, está formado por millones de neuronas que, interconectadas mediante axones y dendritas, permiten regular todas y cada una de las funciones del cerebro, cuerpo y la mente. Se encarga de funciones vitales, como respirar o regular el pulso cardíaco, pasando por el sueño, el hambre o la sed, hasta funciones superiores como el razonamiento, la memoria, la atención (Corbetta & Shulman, 2002), el control de las emociones y la conducta. En el cerebro, las neuronas—formadas por un núcleo, axones y dendritas— realizan un papel fundamental, comunicándose entre sí mediante los axones y las dendritas, enviando señales eléctricas que liberan neurotransmisores. El cerebro craneal se puede dividir en cuatro lóbulos: 1. El lóbulo parietal es la parte del cerebro que regula los datos recibidos a partir de estímulos del sentido del tacto, por ejemplo, la percepción del dolor, una caricia agradable o la sensación de frío. 2. El lóbulo frontal es la parte del cerebro que más diferencia al ser humano como ser racional del resto de seres. El lóbulo frontal regular la memoria funcional y el lenguaje. Es la parte del cerebro que trabaja a partir del pensamiento consciente. 3. El lóbulo occipital es la parte del cerebro que procesa los datos visuales puesto que allí se localiza la corteza visual. Por esta razón, gracias a esta información podemos comprender el medio que nos rodea. 4. El lóbulo temporal es la parte encargada de percibir y reconocer los estímulos auditivos y los vinculados a la memoria. Este lóbulo está distribuido en los laterales de nuestra cabeza (a la altura de las orejas aproximadamente) Ahora bien, de acuerdo a las investigaciones más recientes, se habla de la existencia de tres cerebros. Los cuales son: el cerebro craneal, un segundo cerebro a nivel intestinal y un tercer cerebro a nivel de la piel. LA MEDULA ESPINAL Se localiza en el interior de la columna vertebral y se extiende desde el agujero occipital del cráneo hasta debajo de la región lumbar. Es una estructura a través de la cual suben y bajan las fibras nerviosas tanto las aferentes como las eferentes. Al igual que el encéfalo se encuentra protegida por las meninges (duramadre, aracnoides y piamadre), teniendo como función evitar que entre en contacto directo con el hueso. La médula espinal está formada por sustancia gris y sustancia blanca: la sustancia gris tiene forma de: “H” donde cada extremo recibe el nombre de “asta”. La sustancia blanca es el resto de materia que bordea la sustancia gris y está dividida en tres partes o cordones: anterior, lateral y posterior. A su vez, los cordones se dividen en fascículos, que son los encargados de llevar la sensibilidad a las distintas partes del cuerpo y participar en movimientos, o en el equilibrio según corresponda. En las astas de la sustancia gris se localizan neuronas sensoriales o motoras y en la sustancia blanca se encuentran las fibras ascendentes y descendentes, que transmiten la información sensorial o motora. A lo largo de la médula aparece, en el centro, un conducto por el que discurre el líquido cefalorraquídeo. En su configuración externa tiene forma de cilindro ligeramente aplanado con dos ensanchamientos a los lados: uno correspondiente a la región cervical y otro a la lumbar. Por la cara anterior existe un surco llamado surco medio anterior que la recorre en toda su longitud. A ambos lados se encuentran los surcos colaterales anteriores. En la cara posterior se encuentran el surco medio posterior y los surcos colaterales posteriores, desde donde emergen las raíces posteriores de los nervios raquídeos. La última porción de la médula está formada por un conjunto de fibras nerviosas que corresponden a la región del sacro y que se denominan cola de caballo. Es importante saber que hay tantas raíces nerviosas como agujeros conjugados existen entre vértebra y vértebra. Asimismo, la médula presenta dos engrosamientos: uno a nivel cervical que recoge los nervios de los brazos (plexo braquial) y otro a nivel lumbo-sacro donde está el plexo lumbar y el plexo sacro que recoge los nervios de las piernas. Los plexos están formados por la unión de las ramas de los nervios periféricos y los nervios espinales. SISTEMA NERVIOSO PERIFERICO Está formado por grupos de neuronas denominados ganglios y nervios periféricos. Según su punto de origen existen doce nervios (o pares) craneales, provenientes del encéfalo; y 31 nervios (o pares) raquídeos, procedentes de la médula espinal. Estos nervios procedentes del sistema nervioso central se extienden como una red por todo el organismo. Los nervios craneales (sensoriales, motores o mixtos) se denominan con números romanos y son: I. II. III. IV. V. VI. VII. VIII. IX. X. XI. XII. Olfatorio Óptico Oculomotor Troclear Trigémino Abductor Facial Vestibulococlear Glosofaríngeo Vago Espinal Hipogloso Los nervios espinales son los que salen de la medula espinal y reciben el nombre de la vértebra por la que emergen. Los 31 pares se clasifican en 8 pares denominados cervicales, 12 torácicos o dorsales, 5 lumbares, 5 sacros y 1 coccígeo. Los ganglios se dividen en tres grupos: Ganglios sensitivos que pertenecen a los nervios espinales. Son engrosamientos que aparecen en la parte posterior de cada nervio espinal. Ganglios sensitivos que se encuentran en algunos pares craneales, concretamente en el V, VII, VIII, IX y X. Ganglios del sistema nervioso autónomo: forman parte de la cadena simpática que se localiza al lado de la médula espinal. SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO O VEGETATIVO. Es el sistema que rige funciones viscerales, es decir, se trata de la parte del sistema nervioso que proporciona inervación a las estructuras involuntarias (corazón, pulmones, musculo liso, y glándulas) Anatómicamente se distribuye por el sistema nervioso central y el periférico. El sistema nervioso autónomo se encuentra dividido fundamentalmente en dos partes: la parte simpática y la parasimpática. Estos sistemas, en su funcionamiento, son antagónicos pero el resultado final de su interacción es el funcionamiento de los órganos que ambos sistemas regulan. La parte simpática prepara las vísceras de nuestro cuerpo a la hora de hacer frente a una situación de emergencia o de peligro: acelera la frecuencia del corazón, dilata las pupilas, y eleva la presión arterial. La parte parasimpática es la que intenta de alguna manera conservar y restablecer las energías que se emplean en la activación de la parte simpática. Las fibras de ambas partes establecen contactos en los ganglios, a los que controla el sistema nervioso autónomo: los impulsos aferentes tienen su origen en los receptores viscerales y van a ser conducidos hasta nuestro sistema nervioso central, donde van a ser integrados en las sinapsis neuronales. Posteriormente, saldrán vías eferentes que se van a volver a dirigir a las propias vísceras. NEUROTRANSMISORES Los neurotransmisores son las sustancias químicas que se encargan de la transmisión de las señales desde una neurona hasta la siguiente a través de las sinapsis. También se encuentran en la terminal axónica de las neuronas motoras, donde estimulan las fibras musculares para contraerlas. Ellos y sus parientes cercanos son producidos en algunas glándulas como las glándulas pituitaria y adrenal. Una neurona determinada recibe gran cantidad de estímulos de forma simultánea, positivos y negativos, de otras neuronas y los integra en varios patrones de impulsos diferentes. Éstos viajan a través del axón hasta la siguiente sinapsis. Una vez iniciada la propagación axonal del impulso nervioso, ciertas drogas o toxinas pueden modificar la cantidad de NT liberada por el axón terminal. Por ejemplo, la toxina botulínica bloquea la liberación de acetilcolina. Otras sustancias químicas influyen en la neurotransmisión modificando el receptor; en la miastenia grave los anticuerpos bloquean los receptores nicotínicos de acetilcolina. Hasta ahora se ha descubierto que alrededor de cincuenta sustancias químicas pueden actuar como neurotransmisores. El mismo neurotransmisor puede activar una neurona cuando se le secreta en cierta parte del cerebro o inhibir su actividad cuando se produce en otra parte. Entre los principales neurotransmisores figuran los siguientes: La acetilcolina fue el primer neurotransmisor en ser descubierto. Fue aislado en 1921 por un biólogo alemán llamado Otto Loewi, quien ganó posteriormente el premio Nobel por su trabajo. La acetilcolina tiene muchas funciones: es la responsable de muchas de la estimulación de los músculos, incluyendo los músculos del sistema gastro-intestinal. También se encuentra en neuronas sensoriales y en el sistema nervioso autónomo, y participa en la programación del sueño REM. Existe un vínculo entre la acetilcolina y la enfermedad de Alzheimer: hay una pérdida de cerca de un 90 % de la acetilcolina en los cerebros de personas que sufren de esta enfermedad debilitante. En 1946, otro biólogo alemán cuyo nombre era von Euler, descubrió la norepinefrina (antes llamada noradrenalina). La norepinefrina está fuertemente asociada con la puesta en “alerta máxima” de nuestro sistema nervioso. Es prevalente en el sistema nervioso simpático, e incrementa la tasa cardiaca y la presión sanguínea. Nuestras glándulas adrenales la liberan en el torrente sanguíneo, junto con su pariente la epinefrina. Es también importante para la formación de memorias. La dopamina. Es un neurotransmisor inhibitorio, lo cual significa que cuando encuentra su camino a sus receptores, bloquea la tendencia de esa neurona a disparar. La dopamina está fuertemente asociada con los mecanismos de recompensa en el cerebro. Las drogas como la cocaína, el opio, la heroína, y el alcohol promueven la liberación de dopamina, al igual que lo hace la nicotina. La grave enfermedad mental llamada esquizofrenia, se ha demostrado que implica cantidades excesivas de dopamina en los lóbulos frontales, y las drogas que bloquean la dopamina son usadas para ayudar a los esquizofrénicos. Por otro lado, demasiada poca dopamina en las áreas motoras del cerebro es responsable de la enfermedad de Parkinson, la cual implica temblores corporales incontrolables. En 1950, Eugene Roberts y J. Awapara descubrieron el GABA (ácido gamma aminobutírico), otro tipo de neurotransmisor inhibitorio. El GABA actúa como un freno de los neurotransmisores excitatorios que llevan a la ansiedad. La gente con poco GABA tiende a sufrir de trastornos de la ansiedad, y los medicamentos como el Valium funcionan aumentando los efectos del GABA. Si el GABA está ausente en algunas partes del cerebro, se produce la epilepsia. Se ha encontrado que la serotonina está íntimamente relacionada con la emoción y el estado de ánimo. Demasiada poca serotonina se ha demostrado que lleva a la depresión, problemas con el control de la ira, el desorden obsesivo-compulsivo, y el suicidio. Demasiada poca también lleva a un incremento del apetito por los carbohidratos (comidas ricas en almidón) y problemas con el sueño, lo cual también está asociado con la depresión y otros problemas emocionales. En 1973, Solomon Snyder y Candace Pert del John´s Hopkins descubrieron la endorfina. La endorfina es el nombre corto de “morfina endógena” (presente en la heroína). Es estructuralmente muy similar a los opioides (opio, morfina, heroína, etc.) y tiene funciones similares: está implicada en la reducción del dolor y en el placer, y las drogas opiáceas funcionan adhiriéndose a los receptores de endorfinas. NUTRICEREBRALES Sin buena nutrición y sin estimulo afectivo y cognitivo, el cerebro se vuelve débil y vulnerable. De hecho, los dos primeros años de vida suelen ser determinantes para un correcto desarrollo. Mucho del potencial y las vulnerabilidades del cerebro puede depender de las primeras dos décadas de la vida. Cuán importante es el balance o ingesta diversa de nutrientes y sobre todo el evitar los excesos. De diversas formas ingerimos los alimentos, a veces de manera directa, pero por lo general de manera transformada mediante los métodos de cocción, como disecación al sol, cocción en vapor, hervor, al horno, a la plancha, a las brasas, y las frituras, resultando estas dos últimas formas las más dañinas para la cocción de alimentos. El organismo recibe todo. Lo procesa, retiene y descarta. Desde el momento de la concepción misma. Los distintos órganos del cuerpo humano necesitan distintos y variados aportes de materias y minerales para mantenerse sanos por más tiempo. Para mantener el cerebro sano, es necesario darle al organismo bien de comer y mantenerlo en ejercicio. El cerebro craneal, es un órgano que representa el 2% del peso corporal (poco más de 1 Kg.) pero consume el 20% de la energía que gasta nuestro organismo, lo cual lo coloca en uno de los órganos más activos de nuestro cuerpo. Y hemos de considerar que el cerebro no tiene reserva propia de energía (nutrientes + oxigeno) por lo cual depende 100% de la recibe a través de la circulación sanguínea. Una persona con un cerebro saludable puede realizar las mismas actividades mentales a los 80 años que a los 30 aunque haya algunas diferencias en como lo hagan. Sin embargo, al envejecer aumenta el riesgo de que ciertas enfermedades afecten el funcionamiento cerebral. Las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, o las enfermedades cerebrovasculares son las más frecuentes. Para cuidar el cerebro y mantenerlo sano no existen fórmulas mágicas, pero existen varias cosas que podemos poner en práctica que ayudan a mantenerlo sano, entre otras: 1. Llevar una alimentación saludable 2. Mantener la mente en forma a través de estímulos novedosos y desafiantes 3. Realizar actividad física de forma regular al menos 30 minutos 3 veces por semana 4. Tener controlada la presión arterial 5. Reducir el estrés 6. Usar cascos para protegerse de los golpes 7. Mantener un peso adecuado 8. Tener una vida social activa 9. Controlar la glicemia (diabetes) y el coresterol 10. Tratar los cuadros depresivos Parecer sano, no significa que efectivamente lo este, conforme a investigaciones realizadas se calcula que desde que aparecen las primeras lesiones hasta que el paciente cumple los criterios diagnósticos para la enfermedad transcurren unos 10 a 20 años. Lo cual significa que se puede tener un cerebro enfermo sin desarrollar síntomas. Tener un cerebro sano resiste mejor la enfermedad. Uno de los puntos a tener en cuenta para contar con un cerebro saludable es la buena alimentación. Muchos estudios demuestran que una dieta rica en frutas, verduras, cereales, granos integrales y pescado protegen al cerebro mientras que, de manera contraria, una dieta abundante en grasas saturadas, grasas trans y colesterol está asociada a un aumento del riesgo de presentar deterioro cognitivo y demencia. Teniendo una alimentación saludable cuidamos al cerebro de distintas maneras, se fortalecen los vasos sanguíneos y en ese sentido el oxígeno y los nutrientes que viajan por la sangre pueden llegar correctamente a cada célula. Se nutren áreas cerebrales encargadas del lenguaje, el aprendizaje, el razonamiento entre otras. Protege al organismo de la inflamación, un proceso relacionado a muchas enfermedades, y, por último, una alimentación saludable aporta aquellos nutrientes que promueven y participan en el crecimiento de nuevas células cerebrales y nuevas conexiones neuronales. Debemos comer variado con moderación, tomar abundante agua, sobre todo debemos prestar especial atención a ciertos alimentos que aportan nutrientes con una participación muy importante en el cerebro como son: OMEGA 3, principalmente el DHA (ácido decosahexaenoico) que son ácidos grasos poliinsaturados, no producidos por el organismo. Los mismos forman parte de las membranas de las células del cerebro. El DHA se encuentra de manera natural en pescados grasos (sobre todo en salmón rosado, trucha, sardina, atún, arenque) y mariscos. Otra fuente de OMEGA 3, aunque no contienen El DHA pero si ácido linolénico, lo constituyen las frutas secas como nueces o almendras, los aceites vegetales como el de soja, canola, oliva, sacha inchi, que, una vez que ingresa al organismo a través de la dieta puede convertirse con la ayuda de ciertas enzimas en DHA. ANTIOXIDANTES, son sustancias naturales presentes en alimentos de origen vegetal, los cuales forman parte de un sistema de defensa frente al daño producido por sustancias oxidantes que hacen daño a las células. Aun cuando el cuerpo humano crea sus propios sistemas antioxidantes para protegerse de estas sustancias dañinas, a veces no son suficientes por lo que debe recurrir al consumo de alimentos que aporten antioxidantes como lo son entre otros: Vitamina E, sustancias antioxidantes se encuentra en frutas secas como nueces, almendras, castañas de caju, semillas de girasol, sésamo y aceites vegetales. Polifenoles, sustancias antioxidantes presentes en los frutos rojos (frutillas, frambuesas, cerezas, grosellas, moras) el resveratrol presente en las uvas, las catequinas, en el té verde, las procianidinas del cacao o los licopenos en el tomate. Vitamina B, sustancias antioxidantes, el ácido fólico o vitamina B9, vitamina B12 y B6 trabajan conjuntamente para disminuir los niveles de homocisteína en sangre, un aminoácido que se considera un factor de riesgo vascular cuando está en valores aumentados. Asimismo el ácido fólico y la vitamina B12 están involucrados en la reproducción celular, hoy sabemos que hay áreas cerebrales en donde se forman nuevas neuronas, un concepto nuevo, pues siempre se pensó que las neuronas no se reproducían, por lo tanto el consumo de estos nutrientes se consideran muy importante para mantener un cerebro sano. En resumen, la dieta para mantener un cerebro saludable debe ser completa, variada y aportar alimentos variados en forma equilibrada para obtener de esa manera todos los nutrientes necesarios. Para tener una alimentación saludable no debemos hablar de dietas, ya que la alimentación, para que sea saludable debe ser duradera en el tiempo, debe incluir cereales integrales, legumbres, frutas y verduras de la mayor cantidad de colores posibles, lácteos descremados, pescado, pollo sin piel y cortes magros de carnes rojas, variedad de aceites vegetales y frutos secos. QUE DEBEMOS COMER Hay que intentar comer más alimentos ricos en carbohidratos con un poco de proteína por la noche; ayudarán a relajarse y a dormir mejor. Deben consumirse ácidos grasos esenciales, ya sea en forma de pescado azul o de suplementos dietéticos. Es deseable incluir alimentos ricos en proteínas en la dieta. Las proteínas son esenciales para fabricar los neurotransmisores que son vitales para los procesos cerebrales. Se debe intentar que la comida del mediodía sea más rica en proteínas, para optimizar la mente y mantenerse más despierto por la tarde. Hay que comer alimentos ricos en vitaminas y minerales; poseen la llave para que muchas reacciones puedan llevarse a cabo. Beber 1,5 o 2 litros de agua al día ayuda a mantener el cerebro bien hidratado. Para oxigenar el cerebro, son convenientes el ejercicio y las comidas ligeras y frecuentes. CONCLUSIONES El sistema nervioso es el encargado de llevar a cabo la mayoría de las funciones de control y coordinación de las actividades en los organismos superiores. En su nivel de actuación más simple está encargado de regular el medio interno, controlando las respuestas autónomas y endocrinas. En un nivel más complejo, es el responsable de realizar la comunicación con el medio externo, a través de las funciones sensoriales y motoras; y en el hombre es la base de la conciencia, el pensamiento, la memoria y el resto de funciones superiores o comportamiento cognitivo. Por tal motivo, es de imperiosa necesidad el buen funcionamiento que deba poseer este sistema. La lesión del sistema nervioso puede provocar alteraciones de las aferencias sensoriales (pérdida de visión, de la audición, del olfato, u otras), mermar la capacidad para controlar el movimiento y las funciones del organismo y/o afectar a la capacidad del cerebro para tratar o almacenar la información. Además, la alteración del funcionamiento del sistema nervioso puede originar trastornos del comportamiento o psicológicos. A fin de que el sistema nervioso, tenga un buen desarrollo, se hace necesario una alimentación saludable que proporcione a nuestro organismo, todos los nutrientes que permitan que este sistema pueda encontrarse en las mejores condiciones posibles, por lo que, en ese sentido, poseeremos un sistema nervioso en condiciones de dar el mayor rendimiento, o presentar dificultades para el logro de ese objetivo, en la medida en que podamos cumplir con una alimentación sana. En tal sentido debemos ser vigilantes a la forma en que alimentamos y nutrimos nuestro organismo. Fuentes Consultadas http://www.facmed.unam.mx EL Sistema Nervioso – Facultad de Medicina UNAM http://ocw.unican.es/mod/page/view.php Fisiología Humana (2011) http://.pileje.es El Intestino, nuestro segundo cerebro http://www.ineco.org.ar nutrientes – INECO https://lamenteesmaravillosa.com/neurociencias/ Los Principales neurotransmisores http://depa.fquim.unam.mx NEURONAS Y NEUROTRANSMISORES