Subido por Félix Tenorio

RamirezZuluagaCamilo2009

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LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO PROCESAL:
Problemas para su Definición
CAMILO RAMÍREZ ZULUAGA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
DEPARTAMENTO DE DERECHO PROCESAL
BOGOTÁ D.C.
2009
2
LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO PROCESAL:
Problemas para su Definición
CAMILO RAMÍREZ ZULUAGA
Trabajo de Grado para optar al título de
ABOGADO
Director:
JOSÉ IGNACIO GARCÍA ARBOLEDA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
DEPARTAMENTO DE DERECHO PROCESAL
BOGOTÁ D.C.
2009
5
NOTA DE ADVERTENCIA
“Resolución No. 13 de julio de 1946, artículo 23: La Universidad no
se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus
trabajos de tesis. Solo velará por que no se publique nada contrario al
dogma y a la moral católica y por que las tesis no contengan ataques
personales contra persona alguna, antes bien se vea en ellas el anhelo
de buscar la verdad y la justicia”.
6
CONTENIDO
RESUMEN ............................................................................................................................. 8
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 9
1.
MARCO TEÓRICO ...................................................................................................... 14
1.1
PRINCIPIO PROPIAMENTE DICHO .................................................................. 14
1.1.1 Características y Funciones de los Principios ..................................................... 16
2.
PRINCIPIO DE DERECHO.......................................................................................... 22
2.1
LAS FUNCIONES DE LOS PRINCIPIOS GENERALES DE DERECHO ............. 26
2.1.1 Creadora ............................................................................................................ 28
2.1.2 Informadora ....................................................................................................... 30
2.1.3 Integradora ........................................................................................................ 32
2.1.4 Interpretativa ..................................................................................................... 34
2.2
EL PRINCIPIO DE DERECHO COMO FUENTE DEL ORDENAMIENTO
JURÍDICO. ....................................................................................................................... 38
3.
PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO PROCESAL ......................................... 44
3.1. DEFINICIÓN ............................................................................................................ 44
3.2
LA DISCUSIÓN DOCTRINAL SOBRE CUÁLES SON LOS PRINCIPIOS
GENERALES DEL PROCESO. ........................................................................................ 47
3.2.1 Los que no hacen una distinción sobre las características de los principios ......... 47
7
3.2.2 Los que distinguen entre principios generales del proceso y principios del
procedimiento ............................................................................................................... 50
3.2.3 Los que diferencian entre principios y reglas técnicas ........................................ 56
4.1
CARACTERÍSTICAS DE LAS REGLAS TÉCNICAS .......................................... 61
5.1
ENUNCIACIÓN DE LOS PRINCIPIOS GENERALES DE DERECHO PROCESAL
Y LAS REGLAS TÉCNICAS DEL PROCESO ................................................................. 65
5.1.1 Principios Generales del Derecho Procesal......................................................... 65
5.1.2 Las Reglas Técnicas del Proceso ........................................................................ 66
5.2
INTEGRACIÓN DE LAS POSICIONES EXISTENTES EN MATERIA DE
PRINCIPIOS GENERALES DEL PROCESO ................................................................... 66
5.3
LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL PROCESO ............................................... 70
5.3.1 Legalidad ........................................................................................................... 71
5.3.2 Igualdad de las Partes ........................................................................................ 75
5.3.3 Imparcialidad e Independencia del juez .............................................................. 78
5.3.4 La Cosa Juzgada ................................................................................................ 81
6.
CONCLUSIONES ........................................................................................................ 86
ANEXO ................................................................................................................................ 88
8
RESUMEN
Los principios generales de derecho procesal son los fundamentos del derecho procesal que
establecen los parámetros sobre los cuales deben regirse los sujetos procesales y que permiten
la correcta aplicación de las normas procesales, con el fin de propender por la convivencia
armónica de los seres humanos y garantizar la aplicación de la ley a un caso en concreto. El
presente trabajo de grado tiene como objetivo ser un documento de revisión en el que se
presenta la discusión doctrinal existente al momento de definir qué es un principio general de
derecho procesal y cuáles son los postulados que se enmarcan dentro de la definición y se
propone una clasificación de los mismos teniendo en cuenta sus funciones y características.
Palabras clave: Principios, Principios generales de derecho, Principios generales de derecho
procesal, Reglas técnicas del proceso.
9
INTRODUCCIÓN
Desde tiempos pretéritos se ha observado la necesidad de los seres humanos de definir todo lo
que los rodea, lo cual se ha convertido en parte de su naturaleza. En ese proceso de definición,
se han formulado cuestiones comunes, como por ejemplo, de dónde viene y hacia dónde va.
De esta manera, el ser humano busca en sus orígenes para definir cuál es su objetivo y su
destino, por lo que ha desarrollado una serie de preceptos que se han encargado de definir su
comportamiento con el fin de lograr dichos cometidos, no sólo individualmente, sino también
en comunidad o en sociedad. Por esta razón, se han planteado pautas, fundamentos o
principios que envuelven su vida personal y su vida en comunidad.
El antecedente conocido del establecimiento de preceptos cuyo objetivo sea regir la vida en
sociedad lo encontramos en el derecho romano. En las Instituciones, Ulpiano definió los tria
iuris praecepta los cuales fueron adoptados posteriormente por Justiniano en el Corpus Iuris
Civilis. Estos tria iuris praecepta están definidos como los principios, bases o fundamentos
sobre los cuales nace todo el derecho, siendo éstos honeste vivere (vivir honestamente),
alterum non laedere (no hacer daño al otro), suum cuique tribuere (dar a cada cual lo suyo).
Escriche estableció al respecto que “el objeto del primero (honeste vivere) dicen, es hacer un
10
hombre de bien; el objeto del segundo (alterum non laedere) es hacer un buen ciudadano, y el
objeto del tercero (suum cuique tribuere) es hacer un buen magistrado”1
De esta manera, los tres preceptos establecidos desde el derecho romano buscaban que el
hombre romano fuera una buena persona, un buen ciudadano y un buen magistrado, cubriendo
así todas las facetas de la vida de una persona.
A través de los años, la necesidad de conocer los principios que regían las relaciones en
sociedad aumentó, generando infinidad de teorías que buscaban la definición y el
establecimiento de preceptos más desarrollados para cada una de las artes y las ciencias.
El derecho no ha sido ajeno a esta discusión. Diversos autores se han puesto en la tarea de
tratar de definir los principios generales de derecho, discusión que no ha sido únicamente
doctrinaria sino que la encontramos en leyes y pronunciamientos del poder jurisdiccional de
los Estados.
Así lo ha establecido Juan F Monroy, al decir lo siguiente:
En esta discusión académica por darle a los principios generales del derecho una
importancia suprema o un rasgo peyorativo, es donde empieza a descubrirse que atrás de
la polémica en torno de qué y cuáles son los principios, está guarnecida no sólo la
importancia teórica de éstos, sino una extraordinaria labor de cobertura de las situaciones
1
ESCRICHE, Joaquín. Diccionario razonado de legislación y jurisprudencia, tomo III. Segunda Edición. Madrid,
1845, P.. 51 y 52. Citado por JIMENEZ CANO, Roberto-Marino. Sobre los Principios Generales del Derecho.
Especial Consideración en Derecho Español. [En línea] http://www.filosofiayderecho.com/rtfd/numero3/1-3.pdf
[Citado el 30 de julio de 2009]
11
límites en las que el Derecho – fenómeno social al fin- suele ser atrapado por la realidad
sin tener una salida coherente.2
Así, cada una de las ramas del derecho tiene sus propios fundamentos y principios sin los
cuales sería imposible su efectividad en la práctica, situación que no es ajena para el objeto de
este estudio que es el del derecho procesal.
El derecho procesal, al igual que las demás ramas del derecho, tiene unos principios
específicos sin los cuales no sería posible que un órgano investido de autoridad por el Estado
para administrar justicia, bien sea el mismo órgano jurisdiccional, los árbitros o autoridades
administrativas, pudieran aplicar el derecho sustancial a un caso en concreto.
Para ello, se han desarrollado una serie de garantías que buscan la protección de dichos
principios, estando ellas enmarcadas dentro del concepto de debido proceso. El debido proceso
es “el conjunto de garantías que protegen al ciudadano sometido a cualquier proceso, que le
aseguran a lo largo del mismo una recta y cumplida administración de justicia, la seguridad
jurídica y la fundamentación de las resoluciones judiciales conforme a derecho” 3.
De esta manera, los principios generales del derecho procesal son dichas garantías que
fundamentan el debido proceso, con el fin de asegurar que la aplicación de la ley a un caso
concreto tenga unos fundamentos y bases que permitan la materialización de la justicia.
2
MONROY GÁLVEZ, Juan F. Teoría General del Proceso. Primera edición. Lima : Palestra Editores. 2007., P.
167
3
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-001/93, M.P. Jaime Sanín Greiffenstein
12
La importancia del estudio de los principios generales de derecho procesal la establece Alfredo
Rocco para quien “(…) ninguna otra rama del derecho está quizás tan dominada por principios
generalísimos como la del derecho procesal. El estudio de estos principios es una exigencia
cuotidiana de la interpretación de las leyes procesales (…)”4
Al igual que las demás ramas del derecho, la discusión es interminable sobre cuáles deben ser
dichos principios que se encargan de fundamentar el sistema procesal y sin los cuales no
existiría la institución más importante del derecho, el proceso como medio de solución de
conflictos. Tal como lo establece Briseño Sierra, “(l)a vaguedad y confusión del tratamiento
dado al tema de los principios en el campo jurídico en general se refleja en la rama procesal,
cuando se observa que su número crece de manera desorbitada y sin seguir una línea clara y
precisa de congruencia.”5
Juan F Monroy, trae a colación la posición de Peyrano y Chiappini para quienes “(…), las tesis
construidas en derredor de los principios generales del derecho no sólo suelen estar
impregnadas de un subjetivismo reñido con la investigación científica, sino que además sus
mentores están animados de un particular espíritu intransigente, contrario a toda conciliación y
renuente a cualquier raciocinio que no concuerde con la postura sostenida a ultranza” 6
4
ROCCO, Alfredo. La sentencia civil, interpretación de las leyes procesales. P. 326. Citado por BLANCO
GÓMEZ, José Luis. Sistemas dispositivo y prueba de oficio según el Código de Procedimiento Civil. Segunda
Edición. Bogotá : Gustavo Ibañez. 1994. P. 32
5
BRISEÑO SIERRA, Humberto. Compendio de Derecho Procesal. Editorial Señal. 1990. P. 27
6
PEYRANO, Jorge W. y CHIAPPINI, Julio O. Instituciones Atípicas en Derecho Privado. Buenos Aires :
Rubinzal-Culzoni. 1985, p. 23. Citado por MONROY GÁLVEZ, Juan F. Op. Cit., P. 166.
13
De esta manera, no se ha encontrado uniformidad en las posiciones de los autores, para
quienes la definición de los principios, en algunos casos, se ha convertido en una simple
enunciación de postulados sin ningún estudio a fondo sobre la naturaleza de dichos postulados.
El objetivo de este trabajo se centra en ser un documento de revisión que pretende definir
cuáles son los principios generales del derecho procesal a partir de un estudio de cada una de
las características y funciones que debe tener un principio y de las posiciones adoptadas por
autores iberoamericanos sobre el tema.
Así, se realizará un proceso deductivo a partir del cual se iniciará por la definición más general
de principio y una vez se tenga clara dicha definición, se pueda definir principio general de
derecho y, así, principio general del derecho procesal.
14
1. MARCO TEÓRICO
1.1 PRINCIPIO PROPIAMENTE DICHO
Antes de comenzar el estudio sobre los principios generales de derecho procesal, es necesario
definir qué es un principio y establecer sus características y funciones con el objeto de poder
determinar cuáles son los principios generales del proceso. Al respecto, se observa que la
doctrina ha dado diferentes definiciones, las cuales se plasman a continuación.
Principio tiene su raíz en el latín principĭum que significa “lo antiguo”, “lo valioso”; también
procede de primum caput que significa, “preferencia”, “procedencia”.
Según la Real Academia Española de la Lengua, principio es la “base, origen, razón
fundamental sobre la cual se procede discurriendo en cualquier materia. Norma o idea
fundamental que rige el pensamiento o la conducta.”7
Robert Alexy se ha encargado de plantear su teoría sobre la definición de principio para quien
“los principios son normas que ordenan que se realice algo en la mayor medida posible, en
relación con las posibilidades jurídicas y fácticas. Los principios son, por consiguiente,
7
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA DE LA LENGUA. Diccionario de la Lengua Española [En línea]
http://www.rae.es. [Citado el 30 de junio de 2009]
15
mandatos de optimización que se caracterizan porque pueden ser cumplidos en diversos
grados y porque la medida ordenada de su cumplimiento no sólo depende de las posibilidades
fácticas, sino también de las posibilidades jurídicas” (subrayado fuera de texto)8
Para Miguel Enrique Rojas, “(l)os principios son postulados o reglas que indefectiblemente
guían el comportamiento humano en sociedad, siempre orientado a alcanzar unos ideales más
o menos definidos.”9
Es necesario resaltar la importancia que conllevan estas definiciones, en la medida en que el
principio es un fundamento, una base, un punto de partida para alguna cosa, lo que implica
que todo tiene un principio que determina su existencia.
Se es consciente de la amplitud de la definición de principio, pero, a medida que se vaya
avanzando en el estudio, se restringirá más la definición al enmarcarlo en un sistema
determinado.
8
ALEXY, Robert. Sistema jurídico, principios jurídicos y razón práctica, en Doxa. Cuadernos de Filosofía de
Derecho, núm 5, 1988. P. 143-4. Citado por: ATIENZA, Manuel y RUIZ MANERO, Juan. Sobre Principios y
Reglas. [En línea]
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12482196462352624198846/cuaderno10/doxa10_04.pdf
[Citado el 30 de julio de 2009]
9
ROJAS GÓMEZ, Miguel Enrique. Teoría del Proceso. Segunda Edición. Bogotá : Universidad Externado de
Colombia. 2004. P. 254
16
1.1.1 Características y Funciones de los Principios
Algunos doctrinantes han establecido las características que individualizan los principios y
que permiten diferenciarlos de otros preceptos que no tienen dicha calidad.
A manera de ejemplo, López Blanco establece que los principios “son absolutos, es decir, no
admiten contrarios, son permanentes y por ende inmodificables mientras se les tenga como
tales, siempre deben observarse, no admiten excepciones, constituyen el norte del respectivo
sistema procesal y a su desarrollo siempre debe tenderse.”10
Por otro lado, Miguel Enrique Rojas 11 establece que los principios tienen como elementos
característicos la universalidad, la perpetuidad y siempre persiguen su realización.
Resumiendo las posiciones, podemos encontrar elementos comunes para determinar las
funciones y características de los principios, tal como se puede observar a continuación:
1) La función primordial: regir las relaciones en sociedad.
Antes de iniciar un razonamiento sobre las funciones que la doctrina plantea sobre los
principios, es necesario observar que hay una función esencial de los principios, la cual se
encuentra en la misma definición. Dicha función es regir las relaciones en sociedad.
10
LÓPEZ BLANCO, Hernán Fabio. Instituciones de Derecho Procesal Civil Colombiano. Bogotá D.C. : Dupré.
2005. p. 50
11
ROJAS GÓMEZ, Miguel Enrique. Op Cit., p. 256
17
Es claro que, tal como lo establece la Constitución Política en su artículo 150, la ley es la
encargada de regir las relaciones en sociedad pero, como se verá más adelante, detrás de la ley
están los principios que rigen determinada actividad en la sociedad que sirven de base y
sustento para la creación de normas de carácter positivo y formal, atribuyéndosele a los
principios generales de derecho una función más específica que es la función creadora de
derecho.
Por esto, es necesario que la función de regir las relaciones en sociedad, sea calificada como la
primordial y esencial de los principios, encontrándose en un nivel de jerarquía superior sobre
otras funciones más específicas, las cuales varían dependiendo del sistema o actividad que
rigen y, además, son las encargadas de ejecutar dicha función.
Trayendo nuevamente la definición de Rojas12 planteada arriba, es claro cómo la función sobre
la que parten los principios es guiar el comportamiento humano en sociedad. Y ese
comportamiento se guía a través de la regulación por parte del Estado. Por esta razón, “los
principios dan el sentido, la finalidad a que deben adecuarse las leyes”. 13
En el mismo sentido, Gimeno Sendra, refiriéndose a los principios generales de derecho
procesal sostiene que ellos “constituyen un instrumento valioso para la política legislativa,
pues tales principios son a su propia vez „termómetros de los elementos corporativos o
12
“Los principios son postulados o reglas que indefectiblemente guían el comportamiento humano en sociedad,
siempre orientado a alcanzar unos ideales más o menos definidos.” (ROJAS)
13
BRISEÑO SIERRA, Humberto. Compendio de Derecho Procesal. Editorial Señal. 1990.P. 407
18
autoritarios de la Constitución‟ (Goldschmidt), es decir, a través de los mismos podemos
constatar la funcionalidad o disfuncionalidad del sistema procesal con las normas
fundamentales y con los valores sociopolíticos y económicos imperantes.” 14
Nótese la importancia de esta función que, a pesar de ser una función muy general y amplia, es
la que determina el desarrollo de las demás funciones. Se podría decir que la función de regir
las relaciones en sociedad, más que una función de los principios, es su finalidad, lo que
persiguen los principios.
Es necesario aclarar que, dependiendo de la actividad o sistema en el que se apliquen los
principios, ellos tendrán, además de la función de regir las relaciones en sociedad, funciones
más específicas que son, por esencia, diferentes en cada uno de dichos sistemas. Por esto, las
funciones específicas varían de acuerdo con el sistema al que se esté aplicando y por ahora se
verá la función primordial. Más adelante, se analizarán las funciones específicas de los
principios generales de derecho procesal, objeto de este estudio.
2) Características
a) Universales
Esta característica plantea que un principio debe ser común para toda la humanidad, sin
importar si hay diferencia de culturas, de política o de religión. De esta manera, se tienen
como principios, por ejemplo, la honestidad y el respeto.
14
GIMENO SENDRA, José Vicente. Fundamentos de derecho procesal. Madrid : Civitas. 1981. P. 177
19
Tal como lo establece Giorgio del Vecchio,
La afirmación de que los principios generales del derecho son válidos solamente para
cada pueblo en particular, es decir, que existen tantas series de principios generales
cuantos son los sistemas particulares, además de ser en puridad una contradictio in
adjecto, no corresponde ciertamente a la creencia en una ratio iuris de carácter universal
que, desde los romanos acá, dígase lo que se quiera en contrario, ha sido patrimonio
común de nuestra conciencia jurídica y, sin duda, inspiró también a los autores del código
vigente.15
Es por esta razón que la definición de un principio debe tener en cuenta el hecho de que se
pueda aplicar en cualquier sistema político, jurídico o geográfico, sin distinción alguna de su
organización, costumbres o religión.
b) Perpetuos
Los principios deben ser permanentes. El hecho de que la sociedad cambie de sistema no
implica el cambio de los principios. Así, para que un postulado determinado pueda ser
considerado y calificado como principio, debe ser permanente, esto es, que además de poderse
aplicar en cualquier sistema o actividad (universalidad), cualquier reforma en dicho sistema lo
mantiene incólume, no lo modifica.
c) Absolutos
Para que un postulado sea considerado un principio, no debe admitir excepción, es decir, no
debe tener contrarios, y si los tiene, ellos son contrarios al orden público o a las buenas
costumbres.
15
DEL VECCHIO, Giorgio. Los Principios Generales del derecho. Barcelona : Librería Bosch. 1933. P.48
20
En este punto hay que aclarar que existen muchos postulados que tienen un opuesto o
contrario, pero que dicho contrario no es ilícito ni va en contra del orden público. Ello
descartaría que cualquiera de los dos postulados pudieran llegar a ser principios ya que
perderían, en primer lugar, su universalidad y, en segundo lugar, perderían su perpetuidad al
poder ser aplicados en diferentes sistemas o en un mismo sistema en diferentes condiciones
temporales.
Así, los principios no pueden admitir ningún tipo de contrario, así exista. Si existe y se admite,
el postulado, como lo veremos más adelante, deja de ser un principio para convertirse en una
regla particular de un sistema determinado.
d) Siempre persiguen su realización
Una de las finalidades de los principios es servir de “garantía de que el propósito de la
actividad específica pueda ser alcanzado”16. Así, los principios deben ser perseguidos y debe
procurarse su aplicación ya que son el norte de un sistema determinado.
Tal como se verá más adelante, los principios constituyen una fuente de cada sistema en el que
se aplican. Por ejemplo, los principios generales de derecho son fuente de derecho, lo que
permite aplicarlos para que las normas sean creadas, interpretadas y aplicadas.
16
ROJAS GÓMEZ, Miguel Enrique. Op. Cit., P. 258
21
Para ello, es necesario que tanto el legislador en sentido material, quien expide normas de
carácter vinculante, como los particulares, quienes pueden regular sus relaciones a través de la
autonomía de la voluntad, tengan en cuenta los principios que regulan la actividad, lo cual no
implica una simple mención de los principios que se aplican, sino que, tal como lo establece
Rojas, “(a)ntes que hacer mención expresa de los principios, lo acertado es hacer las normas
teniéndolos permanentemente en cuenta, de tal manera que el contenido de éstas se muestre
como auténtica expresión positiva de aquéllos.”17
Una vez visto el concepto, la función primordial y características del principio propiamente
dicho, se demuestra la complejidad que existe para establecer y definir qué puede ser
considerado un principio y qué es, simplemente, un postulado cuyo origen está en un principio
anterior, razón por la cual, hay que ser muy cuidadosos al momento de establecer, como
principio, cualquier postulado.
A continuación, se restringe el estudio a la definición de los principios del derecho, para
después definir y determinar los principios generales del derecho procesal.
17
Ibíd., P. 258
22
2. PRINCIPIO DE DERECHO
El derecho es un “(c)onjunto de principios y normas, expresivos de una idea de justicia y de
orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia puede ser
impuesta de manera coactiva.”18 (Negrilla fuera de texto).
Nótese cómo el derecho, además de ser una ciencia, es un conjunto de principios sobre los
cuales se regulan las relaciones humanas, lo que nos muestra cómo, a partir de unos principios,
se forma un concepto ideal: El derecho.
Esto no solo se predica del derecho, se predica, como ya fue establecido, de todas las ciencias
y de todos los sistemas en los que se pueda enmarcar la vida en sociedad. Así, la economía, la
ingeniería, la política, la religión, en fin, todas las ciencias y artes parten de un conjunto de
principios que rigen y regulan su desarrollo y aplicación. A pesar de esto, este estudio ha
demostrado que los principios, al tener como fundamento regir las relaciones en sociedad, y el
derecho, siendo un regulador de las relaciones humanas, están íntimamente relacionados ya
que el derecho es la expresión material y real de los principios.
18
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA DE LA LENGUA. Op. Cit. [en línea] http://www.rae.es [Citado el 10 de
julio de 2009]
23
El derecho es uno sólo, pero para poder incurrir en un estudio ordenado del mismo debe
realizarse por partes, ya que es un universo de conceptos organizados que rigen todos los
aspectos de la vida del ser humano. Esto ha hecho necesaria la agrupación del derecho por
materias
que,
aunque
se
puedan
estudiar
independientemente,
siempre
estarán
interrelacionadas.
Así, encontramos diferentes formas del derecho como, por ejemplo, derecho civil, derecho
laboral, derecho penal, derecho administrativo, derecho comercial, derecho procesal, derecho
financiero, derecho tributario, en fin, en cada hecho o acto que realiza un ser humano se
encuentra el derecho como regulador de sus acciones.
Siendo el derecho, entonces, un conjunto de principios, es claro que, en cada una de las ramas
del derecho, se van a encontrar los principios que le dan base o fundamento a dicha rama y
que, junto a los demás principios, conforman el derecho como tal.
Jaime Guasp trae una forma particular de establecer qué es un principio de derecho la cual se
ilustra a continuación:
Una norma concreta legal o consuetudinaria se compone siempre de un supuesto de hecho
determinado al que se atribuye cierta consecuencia. A veces, con respecto a otros
supuestos de hecho, se repite la misma consecuencia en varios casos. Se puede inducir
entonces la tesis de que en los supuestos de hecho que guarden con los anteriores la misma
afinidad que éstos entre sí, la consecuencia de la norma, aún no expresada debe seguir
siendo la misma, creándose entonces un supuesto de hecho de carácter general al que
corresponde la consecuencia repetida.19
19
GUASP DELGADO, Jaime. Derecho Procesal Civil. Cuarta Edición. Madrid : Editorial Civitas, 1998. P.74
24
En pocas palabras, los principios del derecho se determinan cuando hay una repetición o
generalización de conductas en determinada actividad.
Esta tesis no puede ser aceptada porque desnaturalizaría la definición dada al principio
propiamente dicho. Una conducta repetitiva no puede ser considerada, en todos los casos,
como principio. Es cierto que una de las características de los principios es que se debe
perseguir su realización y que esa realización debe ser generalizada para la actividad que rige
determinado principio, pero no se puede ser tan amplio en la definición al decir que toda
conducta repetida o generalizada crea un principio.
De esta manera, se debe definir el principio de derecho como el fundamento, base, punto de
partida de cada una de las ramas del derecho, que establece la finalidad sobre la cual debe
regirse el comportamiento humano para garantizar la convivencia armónica de los seres
humanos, mediante la aplicación del ordenamiento jurídico.
Ahora bien, es necesario en este punto preguntarse dónde se pueden encontrar los principios
generales de derecho, más concretamente, si los principios son los que se encuentran
plasmados formal o materialmente en una ley o si son máximas que no es necesario
encontrarlas plasmadas en un acto para garantizar su validez.
Para Diez Picaso, los principios generales del derecho son “estos criterios no legislados ni
consuetudinarios mediante los cuales debemos integrar las lagunas de la ley y de los cuales
25
debemos servirnos para llevar a cabo la labor de interpretación de las leyes.” 20 Plantea así este
autor la teoría de que los principios generales de derecho no parten ni de la legislación ni de la
costumbre para su existencia. En otras palabras, como ya se ha dicho, los principios existen
antes de cualquier práctica, sea material o legislativa, es decir, los principios existen per se.
Por otro lado, encontramos en nuestra legislación que los diferentes códigos, incluso la misma
Constitución, incluye en sus textos principios que no son diferentes a los que surgen de la
costumbre y que no se encuentran legislados. Además, es posible que un principio no se
encuentre expresamente consagrado en una norma, sino que se requiere de una labor
interpretativa para encontrar el principio. Dicha “tesis se sustenta en el hecho que un sistema
normativo es completo y armónico en sí mismo, por tanto, no es factible considerar que tiene
lagunas. Esta concepción privilegia un principio llamado también „norma de clausura‟, que
tiene como función esencial integrar el sistema. La norma es: „todo lo que no está prohibido,
está permitido‟”.21
Al respecto Juan F Monroy es muy claro al establecer que “los principios generales del
derecho pueden ser extralegales, pero en ningún caso son extrajurídicos. Siendo así, se trata de
fenómenos jurídicos que tienen como funciones: crear, interpretar e integrar el sistema
jurídico. Ahora bien, tales funciones sólo se pueden cumplir en tanto los principios sean
20
DIEZ PICASO, Luis. Experiencias jurídicas y teoría del derecho. Tercera Edición. Barcelona : Ariel, 1999. P.
202.
21
MONROY GÁLVEZ, Juan F. Op. Cit., P. 171
26
normas fundamentales, trascendentes, universales, tópicas, sin que esencialmente sean
positivas”22.
De esta manera, se observa que es posible encontrar principios legislados como también
principios no legislados, pero también podremos encontrar principios legislados que no
cumplen con las características y funciones que deben perseguir los principios.
A continuación, se analizará cada una de dichas funciones y características para lograr
determinar cuándo se está frente a un principio y en qué casos se está simplemente frente a un
postulado que no alcanza a tener la calidad de principio.
2.1 LAS FUNCIONES DE LOS PRINCIPIOS GENERALES DE DERECHO
Como se dijo antes, la función primordial de los principios es regir las relaciones en sociedad
pero, dependiendo de la actividad o sistema en el que se enmarcara, tendría unas funciones
especiales.
Para Miguel Enrique Rojas, las funciones de los principios son la informadora, la integradora
y la interpretativa. En el mismo sentido apunta Gilberto Blanco Zúñiga, para quien los
22
Ibíd. P. 172
27
principios tienen “tres funciones fundamentales: creativa, interpretativa o hermenéutica e
integrativa”23.
Para Jose Luis Blanco Gómez, los principios tienen un carácter normativo, un alcance
individual, en la medida en que “cada principio acoge una única materia y no pluralidades o
bloques”24, un sentido esencial, en la medida en que el principio es ajeno a “aforismos,
proverbios, máximas de la experiencia, etc”25, y las funciones “de velar por la homogeneidad
de las normas de los estatutos, cometido nada sencillo y de singular trascendencia, y la relativa
a la hermenéutica”26.
Finalmente, Quintero y Prieto señalan las funciones de los principios tales como ser “subsidio
para resolver lagunas, desempeñando una función de integración de la ley con el mecanismo
lógico de la analogía iuris. Sirven de guía en la tarea hermenéutica, como interpretación
axiológica. Y constituyen las bases y los fundamentos del ordenamiento positivo. Son
principios informadores. Ideas madres.” 27
A continuación, se verán las funciones específicas de los principios generales de derecho.
23
BLANCO ZÚÑIGA. Gilberto. Sistema de Fuentes en el Ordenamiento Jurídico Colombiano. Barranquilla :
Uninorte. 2007. P. 276
24
BLANCO GÓMEZ, José Luis. Op. Cit., P. 30
25
Ibíd. P. 30
26
Ibíd. P. 30
27
QUINTERO ARREDONDO, Beatriz, PRIETO, Eugenio. Teoría General del Proceso. Tercera Edición. Bogotá
D.C. : Temis. 2000. P.75
28
2.1.1 Creadora
Los principios, al ser la base o el fundamento de un sistema determinado, son el punto de
partida para regular dichos sistemas. La vida en sociedad se debe desenvolver según los
principios que rigen determinada actividad, pero es claro que los principios no se aplican
naturalmente por sí solos sino que es necesario que exista un ente que permita su aplicación y
garantice su cumplimiento.
Sin profundizar en teorías contractualistas y partiendo de un sistema liberal, los seres humanos
firmaron un contrato social con el fin de garantizar una vida en comunidad, en armonía y en
paz. De esta manera, se cedió una parte de la soberanía al Estado para que regulara la vida en
sociedad, dándole facultades para hacer cumplir por la fuerza sus disposiciones.
Dicha regulación parte de unos principios naturales e inmanentes al ser humano, los cuales,
existiendo la obligación natural de cumplirlos por todos, requieren de un ente que propenda y
que garantice su cumplimiento, esto es, el Estado.
Así, el Estado se encarga de regular las relaciones sociales partiendo de los principios que
rigen determinada actividad y es función del mismo regular todas las actividades que se
desarrollan dentro de su jurisdicción, así como tener en cuenta las actividades que se
desarrollan a nivel internacional.
29
Tal como lo establece Blanco Zúñiga, “los principios generales son fuente del ordenamiento
en su condición de fundamento jurídico-político del mismo y porque constituyen las ideas
fundamentales e informadoras de la organización jurídica de la Nación, „por representar los
valores bilaterales fundamentales vigentes en la sociedad, ellos dirigen la función legislativa,
ejecutiva y jurisdiccional del Estado‟”28.
El Tribunal Supremo español se pronunció igualmente al respecto considerando que “(l)os
principios generales del derecho son la atmósfera en la que se desarrolla la vida jurídica. El
oxígeno que respiran las normas, lo que explica que tales principios informen y que la
administración esté sometida no sólo a la ley, sino al derecho.”29
De esta manera, los principios generales de derecho tienen una función creadora, en la medida
en que son la base y el fundamento para la regulación y reglamentación de todas las relaciones
sociales. Así, las normas se crean a partir de los principios y se encargan de ejecutar la función
primordial de los principios que es regir la vida en sociedad.
Es claro que el legislador colombiano tiene una cláusula general de competencia para regular y
configurar los regímenes y procedimientos aplicables en todas las actuaciones de las personas,
con el objetivo de regir las relaciones en sociedad 30. La Corte Constitucional ha establecido
28
BLANCO ZÚÑIGA, Gilberto. Op. Cit. P. 276
Ibíd. P. 276
30
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA.
“Artículo 150. Corresponde al Congreso hacer las leyes. Por medio de ellas ejerce las siguientes funciones:
1. Interpretar, reformar y derogar las leyes
2. Expedir códigos en todos los ramos de la legislación y reformar sus disposiciones.
(…)”
29
30
que “para el ejercicio de dicha competencia goza de un amplio margen de autonomía y libertad
de configuración política que lo legitima para evaluar y definir con independencia las etapas,
características, formas, plazos, términos, y en general lo relativo a las condiciones de acceso,
trámite y conclusión de esas actuaciones”31.
Dicha facultad no es absoluta. Para la Corte, la configuración legislativa tiene unos límites, y
“esos límites se configuran en los criterios de razonabilidad y proporcionalidad que deben
asistir esas regulaciones, de forma tal que con ellas se permita el ejercicio útil de las garantías
y principios constitucionales, para el aseguramiento efectivo de los derechos consagrados en
la Constitución.”32 (Negrilla fuera de texto)
Así, el legislador debe tener en cuenta los principios y garantías al momento de regular una
actividad o materia para garantizar, en primer lugar, su constitucionalidad y acople con el
ordenamiento jurídico y, en segundo lugar, los derechos fundamentales y constitucionales de
las personas.
2.1.2 Informadora
Esta función está estrictamente relacionada con la función creadora. Está dirigida a que al
momento de la creación de las normas, el legislador “necesita tener claramente definido el
propósito que se persigue con dicho debate”33
31
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C- 880/05. M.P. Jaime Córdoba Triviño
Ibíd.
33
ROJAS GÓMEZ, Miguel Enrique. Op Cit. P. 259
32
31
Los principios serán los que guíen la creación de las normas, partiendo de que debe siempre
perseguirse la realización de los principios, siendo ésta una de sus características como ya fue
visto.
Para autores como del Vecchio, los principios generales del derecho son “organismos
respiratorios” del derecho. Así, establece:
La vida de ese organismo tiene como condición, según dijimos una cierta posibilidad de
renovarse, lo cual se facilita por la presencia en él de un „organismo respiratorio‟ –según
la acertada metáfora de POLACCO- o sea, de conceptos capaces de asumir en la unidad
de su propia significación, un contenido empíricamente variable. Tales conceptos, que
otros han llamado „conceptos válvulas‟ (Wurzel), y también „órganos de adaptación‟
(Donati), sirven precisamente para mantener el necesario equilibrio (no estático, sino
dinámico), entre el sistema jurídico y los elementos que lo rodean. 34
De esta manera, los principios son los que determinan cuál es el sentido en el que se debe
regular determinada materia y el legislador “tiene que estar atento al llamado permanente de
los principios, si quiere evitar desviarse de su propósito. Mientras guarde íntegramente los
principios tiene asegurada la coherencia de las normas que elabora con el producto de la
actividad que regula.”35
Entonces, el legislador en sentido material, al momento en que esté proyectando una
regulación sobre determinada materia, debe observar los principios para que haya coherencia,
unidad de materia y para que dicha regulación no esté viciada y sea válida al momento de ser
aplicada.
34
35
DEL VECCHIO, Giorgio. Op. Cit. P. 78
ROJAS GÓMEZ, Miguel Enrique. Op. Cit. P. 259
32
2.1.3 Integradora
Los principios, al ser la base y el fundamento de determinada actividad que rige las relaciones
en sociedad, además de su función creadora e informadora tienen una función integradora o
normativa del acto supletorio 36 que consiste en su capacidad para llenar los vacíos que deja la
regulación del Estado.
De esta manera, los principios se convierten en una fuente del derecho que se encarga de suplir
las lagunas o los vacíos que deja el legislador cuando regula determinada actividad.
Es claro que el legislador es quien tiene la obligación de cumplir los principios para regir las
relaciones en sociedad mediante la creación de normas y la regulación de situaciones del
entorno del ser humano. Pero, es claro que, en muchas ocasiones, el legislador no es
omnipresente y no puede, por su misma naturaleza humana, regular todas las relaciones,
dejando vacíos que al momento de aplicarlos al caso en concreto que, a primera vista,
carecerían de solución.
Es constante en este trabajo la mención a que los principios se encargan de regir las relaciones
en sociedad, pero es clara la importancia que se le dio a esta función. Es por esto que, ante los
vacíos que deja el legislador entendido como el creador de normas en sentido material, entran
los principios a suplir dichos vacíos con la finalidad de regir las relaciones en sociedad y no
dejar al azar la solución cuando se presenten lagunas.
36
BLANCO ZÚÑIGA, Gilberto. Op. Cit. P, 278
33
Tal como lo define Rojas, “(a)nte un vacío de regulación, el operador jurídico está avocado a
conseguir la solución adecuada, y seguramente la más acertada será la que enseñen los
principios generales del derecho procesal, pues, si ellos fueron determinantes del contenido de
las reglas básicas establecidas, con facilidad mostrarán la solución más coherente en una
situación particular no regulada específicamente.”37
“La función de integración tiene aquí una finalidad claramente determinada: colmar lagunas,
porque el juez y el funcionario público luego de haber intentado fallidamente el argumento
analógico deberán recurrir a los principios.” 38
Para Jaime Guasp, “los principios del derecho procesal civil contribuyen a la hermeticidad y
armonía del orden jurídico del proceso civil, pero no pueden realizarlas del todo porque no son
susceptibles de eliminar todas las contradicciones ni de colmar todos los vacíos de la
regulación positiva del proceso.”39
En cierta medida esto es cierto porque hay disposiciones que son taxativas y sobre las que no
puede el aplicador del derecho entrar a interpretarlas o a integrar con la legislación, tal como
lo establece el artículo 6 del Código de Procedimiento Civil 40. Por lo tanto, la función
37
ROJAS GÓMEZ, Miguel Enrique. Op. Cit., P. 259
CÁRDENAS GARCÍA, Jaime. Los principios y su impacto en la interpretación constitucional y judicial.
Interpretación constitucional. Tomo I. México : Porrua, 2005, P. 273-274, citado por BLANCO ZÚÑIGA,
Gilberto. Op. Cit. P. 281
39
GUASP DELGADO, Jaime. Op. Cit., P. 75.
40
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL.
38
34
integradora no es absoluta, en la medida en que hay ocasiones en que no es posible llenar los
vacíos de ley por tratarse de disposiciones de orden público.
De todas maneras, hay que tener en cuenta que el hecho de que existan disposiciones
taxativas, implica que un principio general de derecho fue base o fundamento de dicha
disposición, pero es claro que muchas veces dichas disposiciones regulan hechos concretos
por lo que el legislador, como ser humano que es, puede no cubrir con su definición todas las
posibilidades, por lo que tiene que ser muy cuidadoso al momento de definirlos.
2.1.4 Interpretativa
Esta función aparece a plena vista en los principios ya que el proceso de interpretación está
estrictamente ligado a los principios.
En este punto, hay que diferenciar la función interpretativa de la función integradora. Ambas
funciones están íntimamente relacionadas ya que la función interpretativa se apoya, en
ocasiones, en la integradora para darle una solución al caso en concreto.
Tiene que dejarse claro, entonces, que estas funciones no son iguales ni se aplican
indiferentemente a todas las situaciones. Lo que busca la función interpretativa es, en la
Artículo 6. Las normas procesales son de derecho público y orden público y, por consiguiente, de obligatorio
cumplimiento, y en ningún caso, podrán ser derogadas, modificadas o sustituidas por los funcionarios o
particulares, salvo autorización expresa de la ley.
Las estipulaciones que contradigan lo dispuesto en este artículo, se tendrán por no escritas.
35
mayoría de los casos, resolver cuestiones de oscuridad o vaguedad sobre regulación creada.
Por su lado, la función integradora busca crear derecho donde no existe regulación para lo
cual, generalmente, se debe apoyar en la función interpretativa para llegar a una solución
acorde con un ordenamiento determinado, pero en ningún momento se aplica la función
integradora para solucionar las ambigüedades u oscuridad de la regulación por estar
estrictamente dirigida a llenar los vacíos de la ley.
Para Juan F Monroy,
(…) la necesidad de justicia y de seguridad jurídica de la sociedad y, sobre todo, el
propósito de concretar la independencia del poder judicial, impusieron al juez la
exigencia de resolver sin ningún elemento externo a su voluntad. Precisamente, la
regulación normativa del “deber de fallar” significó proveer al juez de herramientas
jurídicas que suplieran los vacíos o deficiencias normativas, pues uno de esos remedios
para el juez o el intérprete en general son los principios generales del derecho 41.
Así, en el ordenamiento jurídico colombiano, existen diversas formas de interpretación de la
ley. Por ejemplo, podemos observar que existen dos sistemas de interpretación, los cuales
fueron definidos en el Libro I del Código Civil:
-
Interpretación Auténtica: La que hace el legislador para fijar el sentido de una ley
oscura (artículo 25)
-
Interpretación Doctrinal: La que hacen los jueces y funcionarios públicos al aplicar la
ley a un caso en concreto. (artículo 26).
41
MONROY GÁLVEZ, Juan F. Op. Cit., P. 169
36
Debe aclararse que en ambos tipos de interpretaciones, siempre estarán los principios
involucrados para determinar el verdadero sentido de la ley. Tanto el legislador como quienes
aplican la ley deben siempre tener en cuenta los principios.
Por su lado, la interpretación doctrinal puede ejercerse de diferentes maneras:
-
Interpretación Gramatical: La que acude al sentido literal de las palabras.
-
Interpretación Histórica: la que acude a la intención o espíritu de la ley, manifestados
en la misma o en la historia fidedigna de su establecimiento.
-
Interpretación sistemática: La que se hace partiendo del contexto de la ley.
-
Interpretación extensiva.
-
Interpretación por equidad: del modo que más conforme parezca al espíritu general de
la legislación y a la equidad natural.
Es claro que cuando el sentido de la ley es claro, se utilizará el método de interpretación
gramatical que no requiere de esfuerzos interpretativos para encontrar la solución al problema
por lo que simplemente el intérprete tendrá que acudir al tenor literal y al sentido común de las
palabras que suponen en el fondo que las disposiciones están de acuerdo con los principios
sobre los cuales se fundamentó dicha ley. En los demás casos, es necesario tener en cuenta los
principios que rigen determinada actividad con el fin de dar luz a los pasajes oscuros o
ambiguos que ella contiene.
37
A pesar de esto, es necesario resaltar que los principios cumplen adicionalmente, en palabras
de Peyrano, una función correctora la cual es efectiva “frente a interpretaciones exegéticas que
no tienen en cuenta el contexto en el cual se inserta la norma oscura o ambigua” 42. De esta
manera, se busca que la interpretación que se haga, a pesar de que esté acorde con el sentido
literal de la ley, debe tener en cuenta los principios para que sea una interpretación que
concuerde con la finalidad de la ley.
Por otro lado, Quintero y Prieto plantean lo siguiente:
Cuando se piensa en las funciones asignadas a los principios generales del derecho:
integrar (llenar vacíos), crear (ser útiles en la creación de otras normas, como sustento o
cimiento que se desarrolla), y servir como venero interpretativo, se debe considerar que
los principios sustanciales están lejos de servir para crear normas de derecho procesal, o
para interpretarlas y, menos, para integrarlas. Dado que son diferentes las conductas que
el derecho sustancial y el procesal regulan, por cuanto el primero disciplina los
comportamientos de las personas concernientes a la distribución de los bienes de la vida,
y el segundo rige las conductas tendentes a crear y aplicar otras normas, se evidencia la
conclusión de que cuando se va a crear, integrar o interpretar derecho procesal, es
indispensable acudir a los principios del derecho procesal, que son los que ilustran el
43
cómo de la aplicación o creación de las otras normas.
Lo que pretenden los autores es mostrar que las funciones planteadas no son funciones
específicas de los principios generales de derecho sino de los principios generales del derecho
procesal, sobre lo cual se debe argumentar que los principios generales de derecho sustancial,
como los llaman los autores, son la base y fundamento para regir todo el ordenamiento
jurídico, donde se incluye el derecho procesal. Por esta razón, no puede descartarse que las
funciones planteadas son especiales de los principios generales de derecho procesal ya que
42
43
PEYRANO, Jorge W. El Proceso Civil: Principios y Fundamentos. . Buenos Aires : Editorial Astrea. 1978 P. 8
QUINTERO ARREDONDO, Beatriz. Op. Cit. P. 76
38
enmarcan claramente dentro de las funciones que deberían tener los principios generales de
derecho, razón por la cual debe rechazarse esta posición.
Así, partiendo de sus funciones y características encontramos algunos principios generales de
derecho44, por ejemplo principio de igualdad de todos ante la ley, la limitación de un derecho
sólo puede establecerse en la ley y principio de soberanía de la ley.
Una vez vistas las funciones especiales de los principios de derecho, encontramos, tanto en la
ley como en la doctrina, los principios generales de derecho, bien sea como subsidiarios para
resolver lagunas, como guía en la tarea hermenéutica o como base y fundamento del
ordenamiento positivo, siendo entonces FUENTES del ordenamiento jurídico.
2.2 EL PRINCIPIO DE DERECHO COMO FUENTE DEL ORDENAMIENTO
JURÍDICO.
En este punto se debe hacer una precisión previa para tratar de definir la verdadera naturaleza
de los principios de derecho. Para Blanco Zúñiga, los principios de derecho tienen una
naturaleza variopinta:
Consideramos que los principios tienen una naturaleza variopinta que los hace actuar a
veces como fuente y en otros casos como criterio auxiliar, según la función en la que
operen. Así, por ejemplo, creemos que cuando la función es interpretativa, su papel no es
otro que el de un criterio auxiliar de la actividad de los jueces; pero cuando actúan en sus
44
DEL VECCHIO, Giorgio. Op. Cit. P.78
39
funciones integrativas y creadoras, su condición no puede ser otra que la de verdaderas
fuentes del derecho. 45
Nótese cómo el autor, en este caso, toma como fuente lo que se ha denominado las fuentes
materiales del derecho ya que lo mira desde el punto de vista de la creación e integración del
derecho, lo cual no es equivocado; pero descarta las fuentes formales del derecho cuando
habla de la función interpretativa de los principios como criterio auxiliar de la actividad de los
jueces.
La jurisprudencia y doctrina han establecido que existen dos tipos de fuentes, las fuentes
materiales y las fuentes formales de derecho. Al respecto, la Corte Constitucional, en sentencia
C-131 de 1993, manifestó:
Las fuentes del derecho pueden ser formales o materiales. Las primeras son los cauces por
los que se expresa el derecho. Las segundas son los hechos sociales que suministran el
contenido del derecho. Ejemplo de las primeras son la ley, los contratos y la costumbre.
Ejemplo de las segundas son la economía, la realidad social y política. En el caso que
ahora ocupa a la Corte se trata de las fuentes formales del derecho.
(…)
Las fuentes están pues constitucionalmente clasificadas en dos grupos que tienen diferente
jerarquía:
- Fuente obligatoria: el "imperio de la ley" (inciso 1°).
- Fuentes auxiliares: la equidad, la jurisprudencia, los principios generales del derecho y
la doctrina (inciso 2°).
Ahora bien, por la expresión "imperio de la ley" debe entenderse ley en sentido material norma vinculante de manera general- y no la ley en sentido formal -la expedida por el
órgano legislativo-. Ello por cuanto, según se vio, la primera de las normas es la
Constitución -Art. 4° CP-. 46 (Resaltado por fuera de texto)
45
46
BLANCO ZÚÑIGA, Gilberto. Op. Cit. P. 282
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-131 de 1993. M.P. Alejandro Martínez Caballero
40
De esta manera, no se ve razonable la posición de Blanco Zúñiga, en la medida en que los
principios generales de derecho son, en esencia, fuentes del derecho sin importar cuál función
estén destinados a cumplir.
Entonces, es claro que todo lo que nos rodea tiene un principio, una causa inicial, que es sobre
lo que se fundamenta su evolución y desarrollo. El derecho no está exento de la existencia de
unos principios que lo fundamenten y sobre los cuales se desarrolle. Éstos son las fuentes del
derecho, los principios sobre los cuales se estructura y se desarrolla la ciencia del derecho.
Haciendo una recopilación normativa, obsérvese cómo se consagran los principios como una
fuente de derecho47:
47
Blanco Zúñiga trae a colación la historia de la materialización de los principios en las legislaciones de los
diferentes países:
Las diferentes legislaciones han hecho también diferentes alusiones a los principios generales del derecho y,
en ese orden, a sus diferentes funciones. Así el Código austriaco de 1811 previene en su artículo 6 que “Si no
se puede decidir una cuestión jurídica ni conforme a las palabras, ni según el sentido natural de la ley, se
tendrá en cuenta lo que se decida por la ley, en los casos semejantes, y los fundamentos de otras leyes
análogas. Si resultase aún dudoso el caso, se decidirá, de acuerdo con las circunstancias, cuidadosamente
recogidas y maduradamente pesadas, según los principios jurídicos naturales”.
Con la entrada en vigor, en 1865 del primer Código de la Italia se dispuso en el artículo 3 que “cuando una
controversia no se puede decidir con una precisa disposición legal, se tendrán en cuenta las disposiciones que
regulan los casos semejantes o materias análogas; cuando el caso permanezca dudoso, se decidirá según los
principios generales del Derecho”.
El Código Italiano de 1865 fue sustituido por el de 1942, que en su art. 12.2 señala que “Si una controversia
no puede ser decidida con una precisa disposición legal, se miran a las disposiciones que regulan casos
similares o materias análogas; si el caso permanece todavía dudoso, se decide según principios generales del
ordenamiento jurídico del Estado”.
Por su parte, el Código Civil español de 1889 señalaba en la redacción original en su artículo 6, párrafo
segundo, que “Cuando no hay ley exactamente aplicable al punto controvertido, se aplicará la costumbre del
lugar y, en su defecto, los principios generales del Derecho”.
No obstante, todo título preliminar del Código Civil de España fue modificado por Decreto de 31 de mayo de
1974 y quedó así el inicial artículo 6.2º: “Los principios generales del Derecho se aplicarán en defecto de ley
o costumbre, sin perjuicio de su carácter informador del ordenamiento jurídico”.
Igualmente, las referencias a los principios generales del derecho en las codificaciones civiles
latinoamericanas; así, por ejemplo, se encuentran, entre otros, el artículo 19 del Código Mexicano de 1928,
del Perú de 1984, artículo VIII, de Uruguay artículo 16, de Argentina artículo 16; inclusive, la estipulación 38
del Estatuto del Tribunal Internacional de Justicia, en cuanto establece como fundamentos jurídicos que se
41
Partiendo del la Constitución Política, el artículo 23048 trae a colación las fuentes del derecho,
especialmente, las fuentes del derecho procesal.
Sobre este artículo se debe hacer una precisión. Cuando se habla de imperio de la ley hay que
tener en cuenta que el artículo se refiere a la ley en sentido material. De esta forma, en primer
lugar, estará el imperio de la Constitución como norma de normas según lo establecido en el
artículo 4 de la misma; continuando con la ley en sentido formal y material, incluyendo los
actos administrativos proferidos por las autoridades públicas.
Es claro que cada rama del derecho debe estar fundamentada y debe aplicar los principios
generales del derecho. De esta manera, se puede observar que, en materia civil (artículo 8 de la
ley 153 de 188749), en materia procesal (artículos 4º y 5º del Código de Procedimiento
Civil50), en materia laboral (artículo 19 del Código Sustantivo de Trabajo 51) y en materia
48
49
50
deben aplicar los convenios internacionales, la costumbre internacional y los principios generales del derecho
reconocidas por las naciones civilizadas.
Valga la pena anotar que, por el contrario, en el caso de los códigos alemán, francés y suizo no se reconoce la
condición de los principios como fuente de derecho. (BLANCO ZÚÑIGA. Gilberto. Sistema de Fuentes en el
Ordenamiento Jurídico Colombiano. Uninorte. Barranquilla. 2007. P. 278)
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA
Artículo 230.- Los jueces, en sus providencias, sólo están sometidos al imperio de la ley.
La equidad, la jurisprudencia, los principios generales del derecho y la doctrina son criterios auxiliares de la
actividad judicial.
LEY 153 DE 1887
Artículo 8º. Cuando no hay ley exactamente aplicable al caso controvertido, se aplicarán las leyes que
regulen casos ó materias semejantes, y en su defecto, la doctrina constitucional y las reglas generales de
derecho.
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL
Artículo 4o. Al interpretar la ley procesal, el juez deberá tener en cuenta que el objeto de los procedimientos
es la efectividad de los derechos reconocidos por la ley sustancial. Las dudas que surgen en la interpretación
de las normas del presente Código, deberán aclararse mediante la aplicación de los principios generales del
derecho procesal, de manera que se cumpla la garantía constitucional del debido proceso, se respete el
derecho de defensa y se mantenga la igualdad de las partes.
42
comercial (el artículo 7º del Código de Comercio 52), entre otras, se aplican los principios
generales de derecho ante la existencia de vacíos, lagunas o cuando se generen
interpretaciones ambiguas.
En este punto, se puede observar la función interpretativa y la integradora de los principios de
derecho en la medida en que, ante la existencia de vacíos, primero se aplicarán las normas que
regulen casos semejantes y, en su defecto, las reglas generales de derecho, entendidas en este
caso como los principios generales de derecho.
De las disposiciones observadas se puede concluir que los principios generales del derecho
están consagrados como criterios auxiliares de la actividad judicial. Sobre esto se pregunta: si
las fuentes de derecho son los principios sobre los que se fundamenta, se estructura y se
desarrolla la ciencia del derecho, ¿Por qué los Principios Generales del Derecho, están
consagrados como una clase de fuentes, es más, como una fuente auxiliar del derecho?
La respuesta a este cuestionamiento debe ser muy clara. Los principios generales de derecho,
se utilizan como fuente auxiliar con el fin de cubrir los vacíos y lagunas de la ley y la
51
52
Artículo 5o. Cualquier vacío en las disposiciones del presente Código, se llenará con las normas que regulen
casos análogos, y a falta de éstas con los principios constitucionales y los generales de derecho procesal.
CÓDIGO SUSTANTIVO DEL TRABAJO
Artículo 19. Cuando no haya norma exactamente aplicable al caso controvertido, se aplican las que regulen
casos o materias semejantes, los principios que se deriven de este código, la jurisprudencia, la costumbre o el
uso, la doctrina, los convenios y recomendaciones adoptadas por la organización y las conferencias
internacionales del trabajo, en cuanto no se opongan a las leyes sociales del país, los principios del derecho
común que o sean contrarios a los del derecho del trabajo, todo dentro de un espíritu de equidad.
CÓDIGO DE COMERCIO.
Artículo 7º. Los tratados o convenciones internacionales de comercio no ratificados por Colombia, la
costumbre mercantil internacional que reúna las condiciones del artículo 3º, así como los principios generales
de derecho comercial, podrán aplicarse a las cuestiones mercantiles que no puedan resolverse conforme a las
reglas precedentes.”
43
jurisprudencia. No significa esto que el origen de las fuentes con mayor jerarquía, sea
autónomo. Las fuentes de mayor jerarquía están claramente concebidas a partir de los
principios generales de derecho pero es claro que en el caso colombiano, que parte de una
concepción romano-germánica, y a diferencia de sistemas regidos por el common law, se
aplica primero la ley escrita y luego, ante un vacío, se acude a la base o fundamento de dicha
ley: los principios.
Observando lo anterior, es posible hacer remisión a lo planteado por Clemente de Diego, para
quien “(l)os principios generales de Derecho son el aval de toda disquisición jurídica; ellos
amparan los razonamientos jurídicos aunque éstos tomen por base un precepto de ley o
costumbre, sirviéndoles de altísimo fundamento, en cuyo caso son fuente primaria difusa de
solución jurídica que acompaña todos los fallos expresa o tácitamente.” 53
Entonces, a pesar de encontrarse los principios como una simple fuente auxiliar del derecho,
en un rango inferior a las demás fuentes, ellos informan todo el sistema de fuentes y son su
base y fundamento. Es por esta razón que es necesario sentar posición en que los principios
son la fuente inicial y primordial del derecho, sólo que han sido consagrados por la ley como
fuente auxiliar para cubrir los vacíos de la ley. De aquí deriva la importancia de que los
principios sean claramente determinados a partir de sus características y funciones.
53
DEL VECCHIO, Giorgio. Prólogo de F. Clemente Diego. Op. Cit. P. VII
44
3. PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO PROCESAL
3.1. DEFINICIÓN
La doctrina se ha encargado de establecer, de diferentes formas, qué es un principio general
del derecho procesal.
Por un lado, Carlos Arellano establece que los principios procesales son “las bases o
fundamentos en que se apoyan las instituciones en el proceso”54.
Para Alvarado Velloso los principios generales de derecho procesal son “líneas directivas
fundamentales que deben ser imprescindiblemente respetadas para lograr el mínimo de
coherencia que supone todo sistema.” 55
Finalmente, en palabras de Eduardo Pallares, los principios procesales son los que
“determinan la finalidad del proceso, las reglas que deben seguir al tramitarlo y la correcta
manera de interpretar y aplicar las normas procesales”. 56
54
ARELLANO García, Carlos. Teoría General del Proceso. Sexta Edición. México D.F. : Porrúa. 1997. P. 30
ALVARADO VELLOSO, Adolfo. Introducción al estudio del derecho procesal. Santa Fe : Editorial RubinzalCulzoni. 1995. P. 259
56
PALLARES, Eduardo. Derecho Procesal Civil, p. 69 Citado por ARELLANO, Carlos. Op cit. P. 30
55
45
Las tres definiciones concuerdan en establecer que los principios procesales son fundamentos,
bases o directrices que establecen los parámetros de los actos procesales. Estas definiciones
son muy concretas y carecen de desarrollo para entender en realidad qué son los principios
generales de derecho procesal.
De esta manera, se propone realizar una definición de los principios generales de derecho
procesal, partiendo de la definición planteada de principio de derecho.
Como ya se dijo, principio de derecho es el fundamento, base, punto de partida de cada una de
las ramas del derecho, que establece la finalidad sobre la cual debe regirse el comportamiento
humano para garantizar la convivencia armónica de los seres humanos, mediante la aplicación
del ordenamiento jurídico.
Estructurando la definición, los principios generales de derecho procesal son los fundamentos,
bases o puntos de partida del derecho procesal que establecen los parámetros sobre los cuales
deben regirse los sujetos procesales y que permiten la correcta aplicación de las normas
procesales, con el fin de propender por la convivencia armónica de los seres humanos y
garantizar la aplicación de la ley a un caso en concreto.
Como ya se vio antes, el ordenamiento colombiano ha regulado de manera general los eventos
y la forma en que se debe acudir a los principios generales del derecho. Específicamente en
46
materia procesal, el ordenamiento procesal colombiano 57, en diferentes disposiciones, acude a
los principios generales del proceso para solucionar los problemas de ambigüedad. Así, se
refuerza la posición que identifica a los principios generales de derecho como fuente del
ordenamiento jurídico colombiano. José Luis Blanco concluye al respecto:
(…) primera, todos los códigos, de una u otra manera, se refieren a los principios
procesales; segunda, ninguno concuerda en cuanto a los nombres, ni mucho menos
respecto del número; tercera, no se da en ellos una noción de lo que se entiende por
principio; cuarta, en esos estatutos no se mencionan los principios ni los sistemas
dispositivo e inquisitivo temas de este trabajo.58
Antes de determinar cuáles son los principios generales del proceso, se debe hacer mención a
la discusión doctrinal en materia de definición sobre cuáles son los principios generales de
derecho procesal:
57
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL
“Artículo 4º. Al interpretar la ley procesal el juez deberá tener en cuenta que el objeto de los procedimientos
es la efectividad de los derechos reconocidos por la ley sustancial. Las dudas que surjan en la interpretación
de las normas del presente código, deberán aclararse mediante la aplicación de los principios generales del
derecho procesal, de manera que se cúmplala garantía constitucional del debido proceso, se respete el derecho
de defensa y se mantenga la igualdad de las partes.”
“Artículo 37. Son deberes del juez:
(…)
8º. Decidir aunque no haya ley exactamente aplicable al caso controvertido, o aquélla sea oscura o
incompleta, para lo cual aplicará las leyes que regulen situaciones o materias semejantes, y en su defecto la
doctrina constitucional, la costumbre y las reglas generales de derecho sustancial y procesal.”
Código de Procedimiento Penal. La ley 600 de 2000 en sus artículos 1º a 24 trae una lista de principios que se
aplican al procedimiento penal. Por su parte la Ley 906 de 2004 en los artículos 1º a 27 trae los principios
rectores y garantías procesales que rigen el sistema penal acusatorio.
CÓDIGO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.
“Artículo 3º. Las actuaciones administrativas se desarrollarán con arreglo a los principios de economía,
celeridad, eficacia, imparcialidad, publicidad y contradicción y, en general, conforme a las normas de esta
parte primera. (…)”
El Código de Procedimiento laboral trae el principio de gratuidad (artículo 39), el principio de libertad ( Art.
40), los principios de oralidad y publicidad (Art. 42), sistema (principio) inquisitivo (Art. 48), principio de
lealtad procesal (Art. 49) y la excepción al principio de congruencia (Art. 50)
58
BLANCO GÓMEZ, José Luis. Op. Cit. P. 26
47
3.2 LA DISCUSIÓN DOCTRINAL SOBRE CUÁLES SON LOS PRINCIPIOS
GENERALES DEL PROCESO.
Es claro que establecer como principio un postulado es una labor muy difícil ya que los
principios deben cumplir con determinados requisitos y además de cumplirlos deben ejecutar
las funciones que éstos comprenden.
De esta manera, la doctrina no ha presentado una posición uniforme sobre cuáles son los
principios, al punto de que ningún autor concuerda exactamente con otro para determinar
cuáles son los principios generales del proceso. En este punto se muestran las posiciones de
los autores más representativos.
3.2.1 Los que no hacen una distinción sobre las características de los principios
Carlos Arellano59, trae una lista de cuáles son los principios más difundidos del proceso. Para
él los principios del proceso son el de inmediación, de publicidad, de la oralidad y de la
escritura, de impulsión procesal, de inmunidad de jurisdicción, de concentración, de igualdad
de las partes, de congruencia de las sentencias, de economía procesal, de preclusión, de
consumación procesal, del contradictorio, de convalidación, de la eficacia procesal, de
adaptación del proceso, de probidad, de respeto a la investidura judicial y dispositivo.
Para Ramiro Podetti, los principios fundamentales son:
59
ARELLANO, Carlos. Op Cit. P. 31
48
1º. El dispositivo, de iniciativa e impulsión del proceso por las partes, al cual se vincula el
subsidiario de bilateralidad.
2º. El de formalismo, que sujeta a las partes a los órganos de la jurisdicción, en el
proceso, a determinadas formas de estabilidad a las resoluciones.
3º El de escritura.
4º. El de publicidad.
5º. El de igualdad.
6º. El de coactividad o coercibilidad.
7º. El de celeridad, del cual surgen el de inmediación y concentración
8º. El de eventualidad.
9º. El de economía.
10º. El de moralidad60
Eduardo J. Couture61 establece que los principios generales del proceso son: igualdad,
economía, disposición, probidad, publicidad, preclusión, concentración, inmediación y
oralidad.
Para Hernando Morales Molina 62 los principios procesales son: audiencia bilateral o
contradicción, equilibrio procesal, dispositivo, impulso de la actuación, preclusivo y
eventualidad, concentración, escrito u oral, inmediación, publicidad y persuasión racional en
materia probatoria.
Por su lado, Cipriano Gómez Lara hace una lista más elaborada de los que para él son los
principios fundamentales del proceso:
1. El contenido de todo proceso es un litigio y su finalidad es la de resolver éste.
60
PODETTI, Ramiro. Teoría y Técnica del Proceso Civil. P. 109-110. Citado por ARELLANO, Carlos. Op cit.
P. 31
61
COUTURE, Eduardo Juan. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. Primera Edición. Montevideo : B de F..
2002. P. 150
62
MORALES MOLINA, Hernando. Curso de derecho procesal civil. Novena edición. Bogotá. : Editorial ABC.
1985. P. 177 - 187
49
2. Toda relación procesal tiene una estructura triangular en la que el tribunal o juez está
colocado en el vértice superior, y las dos partes, con intereses contrapuestos entre
ellas, en los vértices inferiores.
3. El proceso es un fenómeno dinámico, transitorio y proyectivo. Esta proyectividad debe
entenderse en cuanto a la estructura misma de la relación entre las partes y el juez, y
en cuanto al eslabonamiento, cadena o serie, que es esencial entre unos y otros actos
procesales, desde el primer acto de excitación al tribunal, hasta el último acto procesal.
4. El principio de impugnación, que abre la puerta a la revisión y análisis de las
resoluciones del juzgador, lleva implícitos los principios lógico y jurídico de
Chiovenda, citados por Castillo y Larrañaga y de Pina. Es decir, hay impugnación
procesal, en virtud de que el juzgador está obligado a actuar imparcialmente y,
además, al hacerlo, debe hacerlo observando las reglas de la lógica, de la igualdad de
las pares y de la legalidades la resolución. Todo esto nos llevará forzosamente a los
principios de congruencia y de motivación de la sentencia, los cuales deben estar
presentes en todo tipo de proceso. 63
Enrique Vescovi64, igualmente trae una clasificación sin hacer ninguna referencia a la forma
de obtención de la misma. Para él los principios son: inquisitivo, oralidad y escritura,
inmediación, concentración, igualdad, buena fe y probidad, formalismo procesal y de la
legalidad de formas, economía, preclusión, eventualidad, publicidad.
Finalmente Jaime Azula Camacho trae su propia clasificación de los principios, así: “debido
proceso, carácter exclusivo y obligatorio de la función jurisdiccional, la necesidad de oír al
demandado o sindicado, la igualdad de las partes y el trámite adecuado.” 65
Nótese cómo estos autores simplemente traen una lista indefinida de lo que para ellos deberían
ser los principios generales del derecho procesal, sin realizar algún estudio profundo previo.
Estas posiciones, por lo tanto, no serán tenidas en cuenta al momento de la definición de
cuáles deberían ser los principios generales de derecho procesal.
63
GÓMEZ LARA, Cipriano. Teoría General del Proceso. Octava Edición. México : Harla. 1990. P. 343
VESCOVÍ, Enrique. Teoría General del Proceso. Bogotá. : Editorial Temis. 2006. P. 16
65
AZULA CAMACHO, Jaime. Manual de Derecho Procesal. Bogotá D.C. : Temis. 2000. P. 28
64
50
3.2.2 Los que distinguen entre principios generales del proceso y principios del
procedimiento
Devis Echandía, a pesar de existir infinidad de principios, realiza una clasificación entre
principios del proceso y principios del procedimiento, distinción que opera en la medida en
que los primeros “sientan las bases generales del derecho procesal” 66 y los segundos “miran a
la organización del proceso”67.
Para Gimeno Sendra, el proceso y el procedimiento “aun teniendo una raíz etimológica común
(procedere), son conceptos fundamentalmente distintos. En tanto que el primero se reconduce
a la existencia de una pretensión y resistencia deducidas ante un órgano jurisdiccional y hace
alusión a la estructura y los nexos que median entre los actos procesales, los sujetos que los
realizan, finalidad a los que tienden, principios, cargas, obligaciones y derechos procesales,
por procedimiento hay que entender el lado formal de la actuación judicial, el conjunto de
normas reguladoras del proceso o, si se prefiere, el camino (iter) o itinerario que han de
recorrer la pretensión y su resistencia a fin de que reciban satisfacción del órgano
jurisdiccional.”68
66
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Compendio de Derecho Procesal. Segunda Edición. Bogotá : Editorial ABC.
1972. P. 35.
67
Ibíd., P. 35.
68
GIMENO SENDRA, José Vicente. Op. Cit. P. 180
51
Para Juan F. Monroy, los principios del proceso “son aquellos indispensables para la
existencia de un proceso, sin ellos éste carecería de elementos esenciales para ser admitido
como tal”69; los principios del procedimiento “son los que caracterizan e identifican la
presencia de un determinado sistema procesal” 70.
A pesar de seguir los mismos preceptos, la clasificación que hacen los autores no es uniforme.
a) Principios generales del proceso
Para Devis Echandía71 los principios del proceso son: a) Principio del interés público o general
en el proceso; b) Carácter exclusivo y obligatorio de la función jurisdiccional del Estado; c)
Independencia de la autoridad judicial; d)Imparcialidad rigurosa de los funcionarios judiciales;
e) Igualdad de las partes ante la ley procesal y en el proceso; f) Necesidad de oír a la persona
contra la cual va a surtirse la decisión y la garantía del derecho de defensa; g) Publicidad del
proceso; h) Obligatoriedad de los procedimientos establecidos en la ley; i) El principio de que
las sentencias no crean, sino declaran derechos; j) El principio de la verdad procesal. k) El
principio de la cosa juzgada.
69
MONROY GÁLVEZ, Juan F. Op. Cit. P. 174
Ibíd. P. 174
71
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. Cit, P. 35-39
70
52
Para Monroy Cabra72, los principios generales del proceso son: a) Carácter exclusivo y
obligatorio de la función jurisdiccional; b) Independencia absoluta de los funcionarios
judiciales; c) Imparcialidad rigurosa de los jueces; d) Igualdad de las partes ante la ley
procesal; e) Necesidad de oír a la persona contra quien se pide una decisión judicial.
Igualmente, Juan F. Monroy identifica diferencias entre principios generales del proceso y del
procedimiento. Para él los principios generales del proceso son el principio de la exclusividad
y obligatoriedad de la función jurisdiccional, independencia de los órganos jurisdiccionales,
imparcialidad de los órganos jurisdiccionales, contradicción o audiencia bilateral, publicidad,
obligatoriedad de los procedimientos establecidos en la ley, motivación de las resoluciones
jurídicas y cosa juzgada.
b) Principios generales del procedimiento
Para Devis Echandía73, los principios del procedimiento son: a) El principio dispositivo o
inquisitivo; b) Principio de la valoración de la prueba por el juez, de acuerdo con las reglas de
la sana crítica; c) El principio de impulsión oficiosa del proceso; d) Principio de la economía
procesal (menor trabajo y justicia más barata y rápida); e) Impulsión del proceso; f)
Eventualidad o preclusión; g) Inmediación; h) Oralidad o escritura; i) Interés para intervenir
en los procesos; j) Interés para contradecir una sentencia de fondo y legitimación en la causa;
72
MONROY CABRA, Marco Gerardo. Principios de Derecho Procesal Civil. Segunda Edición. Bogotá : Temis.
1979. P. 55
73
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. Cit. P. 39-51
53
k) Buena fe y lealtad procesal; l) Impugnación; m) Dos instancias; n) Motivación de la
sentencia; o) Carga de la prueba
Para Monroy Cabra, son: a) Obligatoriedad de los procedimientos establecidos en la Ley; b)
Principio de impulsión del proceso; c) Economía procesal; d) Preclusión o eventualidad; e)
Concentración; f) Inmediación; g) Sentencia no crea derechos sino que se limita a declararlos;
h) Verdad Procesal; i) Interés para intervenir en el proceso; j) Contradictorio o audiencia
bilateral; k) Impugnación; l) Cosa juzgada; m) Interpretación; n) Buena fe y lealtad procesal;
o) Dos instancias; p) Carga de la prueba; q) Humanidad del nuevo proceso civil.
Para Juan F. Monroy los principios del procedimiento son sistemas procesales, congruencia,
impugnación privada, inquisitivo, inmediación, concentración, buena fe y lealtad procesales,
economía procesal, celeridad procesal, socialización del proceso, integración del derecho
procesal, vinculación y elasticidad, adquisición y preclusión.
Ya aquí en este punto, se observan algunas diferencias entre los autores, pero aun así no existe
un criterio fijo para determinar cuáles deberían ser los principios determinantes del proceso y
cuáles deberían ser los principios del procedimiento.
Ahora bien, Monroy Cabra trae a colación un principio que no se ve plasmado en los escritos
de otros autores, que merece la pena en este momento ser resaltado que es el principio de la
humanidad del nuevo proceso civil. Parte de Calamandrei, quien lo define de la siguiente
forma:
54
Todas las innovaciones de que hasta ahora se ha hablado se resuelven, a fin de cuentas, en
un retorno del proceso a la simplicidad y a la naturaleza: reducidos al mínimo los
inconvenientes del formalismo, se trata de poner en contacto directo, de modo que puedan
rápida y lealmente entenderse, a los hombres que toman parte en el drama judicial, al juez
y a los justiciables, al magistrado y a los defensores. 74
De esta manera, se les da un papel más importante a los ejecutores del proceso, siendo ellos
quienes tienen en sus manos el poder de la ley para ser aplicado al caso en concreto.
c) La posición adoptada por el Departamento de Derecho Procesal de la Pontificia
Universidad Javeriana
Revisando el programa de la materia Teoría General del Proceso de la Pontificia Universidad
Javeriana, se observa una clasificación particular de los principios generales de derecho
procesal, la cual fue propuesta por el tratadista Gimeno Sendra 75 sobre la cual se considera que
académicamente es la clasificación más consistente por su claridad y consistencia, pero aun
así, muchos de esos „principios‟ no concuerdan con las funciones y características planteadas
para ser considerados principios generales del derecho procesal. Hay que aclarar que él
también diferencia entre principios del proceso y principios del procedimiento. Los clasifica
de la siguiente manera:
74
CALAMANDREI, Piero. Instituciones de derecho procesal civil, vol. 1, Buenos Aires, Ejea, P. 420. Citado
por MONROY CABRA, Marco Gerardo. Op. Cit. P. 65
75
GIMENO SENDRA, José Vicente. Op. Cit..
55
Principios del Proceso:
Son aquellos que “determinan el comportamiento de las partes dentro del proceso, sus
posibilidades y cargas en el mismo, formación y apreciación del objeto procesal” 76
-
Principios inherentes a la estructura del proceso: Contradicción, Igualdad.
-
Principios relativos a la pretensión y al derecho material subyacente: dispositivo y
acusatorio.
-
Relativos a la formación del material fáctico en el proceso: aportación e investigación.
-
Relativos a la valoración de la prueba.
Principios del Procedimiento
Son aquellos que “aluden a la forma de los actos procesales, a la comunicación de los sujetos
procesales entre sí y con la sociedad, a los diferentes tipos de relación del órgano
jurisdiccional con el material fáctico y a la sucesión temporal de los actos procesales”. 77
-
Relativos a la forma de los actos procesales: oralidad y escritura
-
Relativos a la relación entre el Tribunal y el material fáctico: inmediación-mediación
-
Otros principios: concentración, preclusión, publicidad
76
77
GIMENO SENDRA, José Vicente. Op. Cit. P. 181
Ibíd. P. 181
56
A pesar de ser ésta una clasificación con mayor fundamento a las anteriores, debe repetirse
que, los „principios‟ propuestos, no cumplen todos con las características de los principios
generales de derecho, razón por la cual no se puede aceptar esta teoría.
3.2.3 Los que diferencian entre principios y reglas técnicas
La teoría que a continuación se expondrá es el fundamento de la presente monografía debido a
que es la que tiene una justificación y fundamento claro que se acopla con las funciones y
características propias de los principios. Esta teoría es de origen mexicano, fundamentada y
desarrollada por Humberto Briseño Sierra y Adolfo Alvarado Velloso.
En el siguiente capítulo, se profundizará más en esta teoría al hablar de las reglas técnicas del
proceso.
57
4. LAS REGLAS TÉCNICAS DEL PROCESO
Como ya se vio antes, los principios tienen unas características y unas funciones que los
diferencian de los demás postulados, que pretendiendo ser principios, no logran su cometido.
La doctrina se ha encargado de fundamentar la teoría de las reglas técnicas del proceso, para
enmarcar dentro de ésta los postulados que no llegan a tener las características y funciones de
los principios, pero que aun así informan y guían el sistema procesal.
De esta manera, los principios generales del proceso son diferentes de lo que se denomina
reglas técnicas del proceso las cuales tienen un carácter binario, esto es, que siempre están en
pares contradictorios y que se adaptan a los sistemas procesales de acuerdo con el momento
histórico, cultural y político de determinado lugar.
Así lo ha establecido Briseño Sierra:
Contemplado el aislamiento analítico, el proceso es susceptible de directrices que
inclusive van en parejas discrepantes: oralidad o escritura, concentración o dispersión,
orden consecutivo o desarrollo flexible, litis cerrada o litis abierta, única instancia o
multiplicidad de instancias, juicio ordinario o juicio sumario, acuse de rebeldía o
preclusividad, procedimiento inquisitivo o procedimiento acusatorio, apelación amplia o
restringida, demanda individualizada o demanda sustancia y así por el estilo.
Esas directrices atañen a la técnica del proceso y algunas trascienden al procedimiento o a
otras ramas y aun a la teoría general del derecho, de tal manera que ni siquiera cabe
hablar algo propio y exclusivo del proceso por antonomasia.78
78
BRISEÑO SIERRA, Humberto. Compendio de Derecho Procesal. Editorial Señal. 1990. P. 29
58
Para Alvarado Velloso 79 un proceso “sólo es tal cuando se desarrolla conforme a la totalidad
de los principios” generales del proceso los cuales son “directivas unitarias (no admiten otras
antagónicas)”
Así, “si las partes no actúan en pie de igualdad, o si el juzgador no es imparcial, o si la
actividad de procesar no tiene un punto final predeterminado, o si la serie adoptada para su
desarrollo no es eficaz para efectuar el debate o finalmente, si la discusión se realiza al margen
de la regla moral, se estará ante un simple procedimiento y nunca ante un proceso” 80.
Mientras tanto, las reglas técnicas tienen una importancia menor que los principios, ya que es
claro que sin los principios no hay proceso pero “poco importa antológicamente que el medio
de expresión ante el juzgador sea la oralidad o la escritura, por ejemplo, en tanto que la
respectiva regla no desnaturalice la esencia misma del proceso”81.
La utilidad de dicha clasificación la trae Hernan Fabio López para quien “conociendo qué es
principio y qué es regla técnica, el jurista tiene las posibilidades de regular su legislación
procesal empleando las que en un determinado momento respondan a las necesidades del país
respectivo, y es así como de acuerdo con ella se legislará buscando el predominio de la
inmediación o de la mediación, de la escritura o de la oralidad, del impulso oficioso o de la
79
ALVARADO VELLOSO, Adolfo. Op. Cit. P. 262
Ibíd. P. 262
81
Ibíd. P. 263
80
59
petición de parte; en suma, de la herramienta técnica procesal que sea idónea para permitir una
pronta y cumplida justicia” 82.
En otras palabras, las reglas técnicas son aquellas que adaptan el proceso a determinada
condición histórica, social, cultural y religiosa en cada país.
Nótese cómo, hasta aquí, se han presentado diferentes teorías sobre cuáles son los principios
generales de derecho procesal, lo que ha generado interminables discusiones sobre el tema.
Así, los doctrinantes no han concordado en la definición de los principios y muchas veces,
inclusive los denominan sin ninguna distinción, tal como lo dice Alvarado Velloso, para quien
cuando se habla de principios generales del proceso “se mencionan indistintamente a tres
cosas diferentes: sistemas, principios y reglas técnicas del debate y de la actividad de
sentenciar.”83 En el mismo sentido habla Briseño Sierra, para quien las reglas técnicas del
proceso de convierten “en principios sin importar que a menudo se les enfrente un
pensamiento opuesto. Pese a que resulta absurdo dar valor de fundamento de una ciencia o de
una rama jurídica a una idea que marcha de la mano con su contraria, en la doctrina y después
por influencia suya en las leyes se consagran directrices que se elevan a la categoría máxima
de principios.”84
82
LÓPEZ BLANCO, Hernan Fabio. Replanteamiento de los Principios Informadores del derecho procesal. En:
UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA. Homenaje a Fernando Hinestrosa, 30 años de rectorado.
Liber Amicorum, Estudios y Temas. Tomo II. Bogotá. 1993. P. 309.
83
ALVARADO VELLOSO, Adolfo. Op. Cit. P. 259
84
BRISEÑO SIERRA, Humberto. Op. Cit. P. 30.
60
“Así, se encuentra que como informadores de un sistema procesal que garantice el debido
proceso, de la tradicional lista de principios informadores acuñada por la doctrina tan solo se
pueden rescatar como tales unos pocos que son los únicos que resisten el análisis frente a las
características apuntadas.”85
Entonces, se pueden definir las reglas técnicas del proceso como los postulados que guían el
sistema procesal, teniendo en cuenta las condiciones de modo, tiempo y lugar en las que deben
ser aplicadas las normas procesales, cuya característica esencial es que son binarias, es decir,
van aparejadas con su contrario.
Es importante señalar que no en todos los casos se adopta la definición de reglas técnicas. Por
ejemplo, Faustino Cordón86 le da el carácter de principios técnicos a lo que en este punto se
llamarían reglas técnicas. Así los principios “jurídico naturales” como él los llama “responden
a postulados elementales de justicia y son comunes a los distintos tipos de procesos”; por el
otro lado los principios técnicos “responden a los fines concretos que se pretenden alcanzar a
través del ejercicio de la jurisdicción en sus distintas manifestaciones y, por consiguiente
varían según los diversos tipos de procesos”
A continuación, se verán las características que diferencian las reglas técnicas de los principios
generales del derecho procesal, donde se encontrará la existencia de un gran abismo entre unos
85
86
LÓPEZ BLANCO, Hernan Fabio. Op. Cit., P. 50
CORDON MORENO, Faustino. Introducción al derecho procesal. Pamplona : Editorial EUNSA. 1994. P. 129
61
y otros, situación que en ningún caso permitirá asimilarlas bajo un mismo concepto, por lo que
es clara la necesidad de que sean conceptos separados.
4.1 CARACTERÍSTICAS DE LAS REGLAS TÉCNICAS
Hay que recordar que las características de los principios son: universales, perpetuos,
absolutos y siempre persiguen su realización. Así, partiendo de estas características, obsérvese
las diferencias de las reglas técnicas del proceso con los principios generales de derecho.
1) Carecen de universalidad
A pesar de ser postulados generales que se pueden aplicar sin distinción en cualquier sistema
jurídico, no se aplican en todos, ni pueden hacerse valer universalmente.
Las reglas técnicas del proceso se aplican dependiendo de las condiciones geográficas,
políticas, económicas, culturales y jurídicas que rigen un ordenamiento jurídico determinado.
Así, en un sistema de derecho romano-germánico no se aplican las mismas reglas que puedan
aplicarse en un sistema anglosajón. Igualmente, dentro del mismo ordenamiento pueden
concurrir reglas técnicas opuestas dependiendo del proceso que se esté hablando. Así, por
ejemplo, en el proceso civil prevalece la regla técnica de la escritura, mientras que en el
proceso penal prevalece la regla técnica de la oralidad.
62
2) No son perpetuas
Por carecer de universalidad, las reglas técnicas del proceso se aplican dependiendo de las
condiciones temporales en determinado sistema jurídico. De esta manera, una regla técnica
puede cambiar con una reforma legislativa buscando adaptarse a las condiciones que imponga
la necesidad actual de dicho sistema.
No se puede perder de vista el hecho de que los sistemas cambian, y por ese hecho el
legislador está encargado de regular las relaciones en sociedad con el fin de que haya una
armonía entre el ordenamiento jurídico y las relaciones entre los ciudadanos. Es por esto que,
a pesar de tener unos principios permanentes y perpetuos, hay que modificar algunos
postulados para que la aplicación de dichos principios se mantenga incólume.
Así por ejemplo, en el ordenamiento jurídico colombiano, el proceso penal regulado mediante
la Ley 600 de 2000 tenía como característica fundamental la escritura pero, debido a la gran
congestión de los procesos - entre otros - se implementó la Ley 906 de 2004 cuya
característica esencial es la oralidad en las actuaciones judiciales. De esta manera, de acuerdo
a las necesidades, se cambió en cuestión de cuatro años el régimen procedimental en materia
penal.
3) No son absolutas, son binarias
Las reglas técnicas, permiten la posibilidad de tener contrarios y admitir excepciones. Como
se dijo, los principios son postulados que no tienen excepciones o que si las tienen, dichas
63
excepciones son contrarias al orden público o a las buenas costumbres. Pero existen
postulados que al tener excepciones, no son contrarios al orden público o las buenas
costumbres por lo que se desnaturaliza el concepto de principio ya que perderían su
universalidad y perpetuidad al poder ser aplicados en diferentes sistemas o en un mismo
sistema en diferentes condiciones temporales. Así, el postulado se convierte en una regla de un
sistema determinado.
Para autores como Peyrano, los principios generales del proceso tienen la característica de ser
bifrontes, es decir que tienen posibilidad de contrario. Así dice, los principios generales de
derecho son “bifrontes, en el sentido que usualmente cada uno de ellos cuenta con otro
antitético, facilita la labor clasificadora del estudioso del derecho comparado” 87.
Nótese cómo este autor confunde el concepto de reglas técnicas con el de principios generales,
tesis que se debe rechazar en la medida en que el hecho de que un postulado no pueda ser
absoluto no permite que se consagre como un principio, porque perdería su naturaleza de ser
base o fundamento de la vida en sociedad.
Por otro lado, para Briseño Sierra, “las reglas técnicas ofrecen posibilidades que pueden ser
contradictorias: invariar instancias orales o escritas, facultades de disposición o de
87
PEYRANO, Jorge W. Op. Cit., P. 9
64
indisponibilidad, de impulsión de parte, de oficio, etc… debe pues entenderse por principio
técnico, la orientación en cualquier invariación que ofrezca una solución más adecuada” 88.
Así, las reglas técnicas del proceso son postulados que admiten excepciones que pueden ser
aplicados en diferentes condiciones geográficas o temporales y que, además, pueden coexistir
en unas mismas condiciones, tal como lo establece Rojas, “caso en el cual es tarea del
ordenamiento determinar cuál es el grado de aplicación que tendrá cada una de las reglas
prohijadas. Así, por ejemplo, pueden adoptarse coetáneamente la publicidad y la reserva, pero
como las dos son incompatibles entre sí es necesario que el legislador indique en qué medida
debe aplicarse cada una de ellas. Con frecuencia se acogen dos reglas opuestas pero se
reconfiere predominio a una sobre la otra.”89
De esta manera, se observan claras diferencias entre lo que se puede definir como un principio
y una regla técnica del proceso. A continuación, se enunciarán los principios generales y las
reglas técnicas del proceso. Teniendo en cuenta que el objetivo del presente trabajo era el de
determinar cuáles deben ser considerados los principios generales de derecho procesal según
sus funciones y características y por la ausencia de discusión doctrinal sobre cada regla técnica
en particular, no se profundizará sobre cada una de ellas.
88
BRISEÑO SIERRA, Humberto. EL proceso administrativo en Iberoamérica. P. 143. Citado por: GÓMEZ
LARA, Cipriano. Op. Cit. P. 341
89
ROJAS GÓMEZ, Miguel Enrique. Op. Cit. P. 262.
65
5. LA CLASIFICACIÓN PROPUESTA
A continuación se enunciarán los postulados que se consideran principios de acuerdo a sus
características y funciones, así como aquellos postulados que por no reunir las características
de principios, pero que son fundamentales dentro del proceso, deben ser considerados como
reglas técnicas.
5.1 ENUNCIACIÓN DE LOS PRINCIPIOS GENERALES DE DERECHO PROCESAL
Y LAS REGLAS TÉCNICAS DEL PROCESO
5.1.1 Principios Generales del Derecho Procesal
1) Legalidad
2) Igualdad de las partes
3) La imparcialidad
4) La independencia
5) Cosa Juzgada
6) Economía procesal
7) Eficacia procesal
8) Contradicción
9) Eventualidad o preclusión
66
10) Lealtad procesal
11) Verdad Procesal
12) Motivación
5.1.2 Las Reglas Técnicas del Proceso
1) Sistemas procesales: Dispositivo, Inquisitivo
2) Relación del Juez con las partes: oralidad y escritura
3) Relación del juez con la prueba: mediación, inmediación
4) Principio de la doble instancia e impugnación
5) Publicidad y Reserva
6) Reglas de valoración de la prueba: Tarifa legal, Sana Crítica e Íntima Convicción.
7) Congruencia
8) Concentración y Desconcentración
5.2 INTEGRACIÓN DE LAS POSICIONES EXISTENTES EN MATERIA DE
PRINCIPIOS GENERALES DEL PROCESO
Una vez realizada la enunciación de cuáles son los principios generales del proceso y cuáles
son las reglas técnicas del proceso, es preciso realizar un análisis de su adopción como
principio por los autores arriba citados, lo que permitirá demostrar la variedad de posiciones
existentes en la doctrina al respecto.
67
Inicialmente, realizando un análisis superficial, se podría argumentar que cuando los autores
diferencian los principios del proceso y del procedimiento, están asimilándolos a lo que serían
los principios generales del derecho procesal y las reglas técnicas del proceso respectivamente,
idea que no sería descabellada. Ahora bien, observando las teorías planteadas por los autores
que diferencian los principios del proceso y del procedimiento en cuya cabeza se encuentra
Hernando Devis Echandía, debe descartarse esta teoría.
Nótese cómo Devis habla de la economía procesal, de la eventualidad o preclusión, de la
lealtad procesal y de la motivación como principios del procedimiento, los cuales son
clasificados en este caso como principios generales del derecho procesal. Igualmente, se puede
observar que el autor clasifica como principio del proceso el principio de publicidad.
Adicionalmente, a pesar de seguir un norte común establecido por Devis, los autores que
predican esta teoría, entre ellos Monroy Cabra y Monroy Gálvez, no son consistentes al definir
un principio bien sea del proceso o del procedimiento. Por esto, se encuentra que principios
que unos tratan como del proceso otros lo tratan como del procedimiento. Por ejemplo, el
principio de obligatoriedad de procedimientos es tratado por Devis Echandía y por Monroy
Gálvez como un principio del proceso, mientras que Monroy Cabra lo trata como un principio
del procedimiento. Esto mismo sucede con el principio de verdad procesal y el de cosa
juzgada
Lo anterior permite inferir que la distinción entre principios del proceso y del procedimiento
difiere sustancialmente de lo que se pretende aquí destacar como principios generales del
68
derecho procesal y reglas técnicas del proceso. En el primer caso, se diferencia el proceso del
procedimiento, mientras en el segundo se busca una clasificación que parte de una definición
puramente semántica de qué es un principio y cuáles son sus funciones y características.
De esta manera, se debe observar que las teorías planteadas por los autores no son uniformes y
cada cual tiene su propio punto de vista sobre cuáles deberían ser considerados los principios
generales de derecho procesal, razón por la que se ha pretendido con este trabajo unificar
criterios partiendo de condiciones y conceptos uniformes.
A primera vista, se demuestra que existen principios comunes para la mayoría de los autores
como lo son el principio de igualdad, de economía procesal, preclusión o eventualidad y la
lealtad procesal. (Ver Tabla 1)
Ahora bien, es necesario resaltar el hecho de que para muy pocos autores el principio de
legalidad, el de imparcialidad, el de independencia y la cosa juzgada sean tales, siendo éstos,
esenciales para el desarrollo del proceso ya que se deben hacer valer en todo momento dentro
del mismo. Es cierto que algunos autores tratan estos principios como garantías del proceso,
por lo que no se encuentran dentro de la clasificación que cada uno hace de sus principios. En
el caso particular, no se considera del todo acertada dicha elección debido a que, como ya fue
planteado en la introducción de este trabajo, la garantía fundamental de todo proceso es el
debido proceso consagrado en el artículo 29 de la Constitución Política de Colombia y los
principios de legalidad, imparcialidad, independencia y cosa juzgada son medios para que se
cumpla con la garantía del debido proceso.
69
Es por esta razón por la que, en el siguiente capítulo, se profundizará más en el estudio de los
principios de legalidad, imparcialidad, independencia y cosa juzgada, adicionando el principio
de igualdad, principios que se consideran básicos y que se deben observar en todo el
desenvolvimiento del proceso, sin los cuales no sería posible la existencia del mismo.
Los demás principios, siendo éstos, la economía procesal, la eficacia procesal, contradicción,
eventualidad o preclusión, lealtad procesal, verdad procesal y motivación, son considerados
como tales por cumplir con características y funciones propias de un principio general de
derecho, así:
En primer lugar todos cumplen con las características de ser universales (al ser aplicables para
toda la humanidad), perpetuos (son nortes que siempre deben guiar el sistema procesal de
determinado país), absolutos (no tienen opuestos) y siempre persiguen su realización.
Adicionalmente, observando sus funciones se tiene lo siguiente:
1) Su función primordial es regir las relaciones en sociedad: por ejemplo, la lealtad procesal
se encarga de regir las relaciones entre los sujetos procesales y entre ellos con el resto de la
sociedad, de allí su importancia.
2) La función informadora la cumple el principio de economía procesal ya que toda
regulación que se pretenda realizar tiene que tener en cuenta este principio y el legislador
70
debe guiarse por el mismo para garantizar el debido proceso, específicamente el acceso a
la justicia.
3) Todos los principios tienen una función integradora en la medida en que ante el vacío de la
ley se puede acudir a ellos para argumentar y fundamentar determinada posición dentro de
un proceso, por ejemplo, el principio de motivación obliga a que toda decisión que tome
un organismo investido de autoridad deba tener un fundamento de hecho y de derecho el
cual debe ser dado a conocer a las partes.
4) Igualmente, todos los principios tienen una función interpretativa, por ejemplo el principio
de eventualidad o preclusión, permite informar a los sujetos procesales cuál es el término
que poseen para realizar determinado acto procesal y que, una vez precluya la oportunidad,
no se permite subsanar la inacción de las partes.
A continuación, se mirarán con más detalle los principios de legalidad, igualdad,
imparcialidad, independencia y cosa juzgada.
5.3 LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL PROCESO
Como ya se dijo, los principios tienen unas funciones y características determinadas. En este
punto, es necesario aclarar que un principio no tiene que cumplir con todas las funciones para
ser considerado como tal.
71
Para que un postulado pueda ser calificado como principio la función primordial tiene que
estar presente porque es la que los guía y les da su finalidad. Las funciones específicas no son
excluyentes una de la otra, por lo que un principio puede tener dos o más de estas funciones
que se presentan de manera concurrente.
Sobre las características (universales, perpetuos, absolutos y siempre persiguen su
realización), sí es estrictamente obligatorio que cumpla con todas y cada una de ellas. De esta
manera, si un postulado determinado cumple con tres de las cuatro características, sin
excepción alguna, no podrá ser considerado como un principio general, por lo que deberá ser
reclasificado como una regla técnica del proceso.
Hay que afirmar que la doctrina ha concordado en materia de la definición de los principios o
reglas técnicas, sobre sus características y funciones en el proceso, sean calificados como
principios o como reglas, razón por la cual no vale la pena extenderse en ellos al no existir una
discusión de fondo sobre dichos aspectos. Como ya se dijo, debido a la importancia de ellos y
de su falta de desarrollo doctrinal, únicamente se definirán y se determinarán las funciones y
características de los principios de legalidad, igualdad de las partes, imparcialidad,
independencia y cosa juzgada.
5.3.1 Legalidad
Como tal, este principio no está denominado en las clasificaciones doctrinarias. Algunos
autores como Devis Echandía, lo tratan como la obligatoriedad de los procedimientos
72
establecidos en la ley; para Azula Camacho es el principio de trámite adecuado; para Beatriz
Quintero y Eugenio Prieto, es el principio del formalismo.
Tal como lo establece la Corte Constitucional, “en desarrollo del principio de legalidad del
proceso, todos los elementos de éste deben estar íntegra y sistemáticamente incorporados en la
ley, de manera que no pueden, ni las partes, ni el juez, pretender que el mismo discurra por
cauce distinto al previsto en la ley.” 90
Este principio se materializa en dos aspectos: 1) la forma del proceso y 2) la forma de los actos
procesales.
Sobre la forma del proceso, Devis dice que “la ley señala cuáles son los procedimientos que se
han de seguir para cada clase de proceso o para obtener determinadas declaraciones judiciales,
sin que les sea permitido a los particulares, aun existiendo acuerdo entre todos los interesados
en el caso, ni a las autoridades o a los jueces, modificarlos o pretermitir sus trámites, salvo
cuando expresamente la misma ley autoriza hacerlo (C. de P.C. Art. 6).”91
Sobre la forma de los actos procesales, Quintero y Prieto establecen que “implica la indicación
legal del conjunto de condiciones que debe reunir el acto procesal para producir un efecto
90
91
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-829 de 2001. M.P. Jaime Córdoba Triviño
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. Cit. P. 37
73
jurídico y su ámbito domina todo el derecho procesal.” 92 Así, las formas de los actos
procesales se reflejan en diferentes ejemplos:
(…) debida comunicación de la demanda al demandado, de la acusación al acusado;
plazo razonable para comparecer y defenderse; oportunidad probatoria en la que los
medios que se produzcan tengan que ser comunicados al contenedor para efectos de su
contradicción; oportunidades iguales a las partes para hacer sus alegaciones y para
interponer los recursos en contra de las providencias del juez; en una palabra, que cada
parte se sitúe en cada etapa del proceso con oportunidad adecuada a la naturaleza de
dicha etapa en condiciones de ser oída y de poder cumplir sus cometidos defensivos y
combativos. 93
De esta manera, este principio reúne los presupuestos procesales, esto es las exigencias
estructurales de cada proceso para que éste sea válido. Tiene su fundamento en el artículo 6
del Código de Procedimiento Civil donde se establece que las normas procesales son de
obligatorio cumplimiento y no pueden ser sustituidas por los funcionarios o particulares, salvo
autorización expresa de la ley.
Es por esto que se resalta la importancia de este principio, ya que si no se cumple se generará
la nulidad de las actuaciones, teniendo en cuenta que las causales de nulidad son taxativas y en
el procedimiento civil se encuentran consagradas en el artículo 140 del Código de
Procedimiento Civil y por esta misma vía el proceso laboral y el contencioso administrativo,
donde se puede observar que muchas de ellas se extraen directamente de la violación del
principio de legalidad.
92
93
QUINTERO ARREDONDO, Beatriz. Op. Cit. P. 100
Ibíd. P. 101
74
5.3.1.1 Qué lo hace ser principio
1) Funciones
El principio de legalidad cumple con las funciones de informar e interpretar.
La función de informar va de la mano con el concepto de integralidad de regulación del
proceso, el cual implica que el legislador debe regular de manera completa el proceso en la
medida en que “impone que las conductas tanto de las partes como del juez dentro del mismo,
solamente pueden desarrollarse en los términos de la ley”. 94
El interpretar obliga al intérprete de la norma, sea juez o particular, a someterse a las formas
del proceso tal y como están establecidas, sin tener opción alguna de apartarse de las mismas.
Por lo tanto, al momento de interpretar debe ser muy cuidadoso del cumplimiento de todos los
requisitos de forma para que el proceso no incurra en una nulidad, que afecte otros principios.
2) Características
El principio de legalidad se caracteriza por ser universal (va de la mano con la garantía del
debido proceso que se consagra como derecho fundamental en diferentes pactos y
convenciones de carácter internacional), perpetuo (no se concibe un sistema donde no se de
predominio a la legalidad de las formas), es absoluto (la ilegalidad o la arbitrariedad de las
94
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-829 de 2001. M.P. Jaime Córdoba Triviño
75
formas va contra el orden público y las buenas costumbres) y siempre persigue su realización
(el artículo 6 del Código de Procedimiento Civil sanciona la inexistencia de las disposiciones
que contravengan este principio).
5.3.2 Igualdad de las Partes
En palabras de Devis Echandía, la igualdad de las partes se materializa en que “las partes
gozan de iguales oportunidades para su defensa” 95. Tal como lo ha establecido la doctrina, la
igualdad de las partes implica lo que se ha consagrado como la igualdad de armas, es decir que
“ambas partes tengan las mismas posibilidades de ataque y de defensa” 96
Tal como lo ha establecido la Corte Constitucional la igualdad implica que “toda persona
tiene iguales oportunidades para ejercer sus derechos, debiendo recibir un tratamiento
exactamente igual, sin consideraciones de religión, raza, nacionalidad, posición social o
económica, etc.”97
El principio de igualdad de las partes se encuentra explícitamente consagrado en el artículo 13
de la Constitución Política 98, el artículo 2 de la Ley estatutaria de la Administración de
95
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. Cit. P. 36
GIMENO SENDRA, José Vicente. Op. Cit. P. 183
97
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-292/02. M.P. Jaime Córdoba Triviño.
98
CONSTITUCIÓN POLÍTICA.
Artículo 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las
autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por
razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.
El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas a favor de
grupos discriminados o marginados.
96
76
Justicia99 en materia de igualdad de acceso a la justicia, en el artículo 4º y en el numeral 2 del
artículo 37 del Código de Procedimiento Civil100.
5.3.2.1 Qué lo hace ser principio
1) Funciones
El principio de igualdad de las partes, además de regir las relaciones entre las partes, cumple
con las funciones de crear, de informar y de interpretar el derecho.
Así, el principio de igualdad tiene la clara función de informar todo el derecho existente y
debe estar presente en todas las actuaciones procesales. Así, las partes deben tener las mismas
armas para defenderse y hacer valer sus derechos.
El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se
encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se
cometan.
99
LEY ESTATUTARIA DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Artículo 2. El Estado garantiza el acceso de todos los asociados a la administración de justicia. Será de su cargo
el amparo de pobreza y el servicio de defensoría pública. En cada municipio habrá como mínimo un defensor
público.
100
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL.
Artículo 4. Al interpretar la ley procesal, el juez deberá tener en cuenta que el objeto de los procedimientos es
la efectividad de los derechos reconocidos por la ley sustancial. Las dudas que surgen en la interpretación de
las normas del presente Código, deberán aclararse mediante la aplicación de los principios generales del
derecho procesal, de manera que se cumpla la garantía constitucional del debido proceso, se respete el derecho
de defensa y se mantenga la igualdad de las partes.
Artículo 37. Son deberes del juez:
(…)
2. Hacer efectiva la igualdad de las partes en el proceso, usando los poderes que este Código le otorga. (…)
77
De esta manera, se garantiza el acceso de todas las personas a la administración de justicia
para garantizar su defensa mediante mecanismos como la gratuidad de los procesos y el acceso
de las personas que no están en condiciones económicas para contratar un abogado mediante
el amparo de pobreza y la asignación de abogados de oficio y la posibilidad de postulación por
parte de los estudiantes de las facultades de derecho en determinados procesos judiciales a
través de los consultorios jurídicos.
Igualmente, al momento de la interpretación de las normas para aplicarlas en el caso en
concreto se debe tener muy presente el principio de igualdad, en la medida en que el juez debe
estar exento de cualquier presión externa al momento de dictar sentencia, para lo cual debe ser
imparcial e independiente, principios que serán vistos en el siguiente aparte.
2) Características
El principio de igualdad se caracteriza por ser universal (está consagrado en pactos
internacionales y convenciones de derechos, así como en las constituciones de los países como
un derecho fundamental), perpetuo (no se concibe un sistema donde no se garantice la
igualdad), es absoluto (la discriminación va contra el orden público y las buenas costumbres y
es sancionada por el ordenamiento jurídico) y siempre persigue su realización (se consagra
como un derecho fundamental de las personas el cual puede ser protegido mediante la acción
de tutela).
78
5.3.3 Imparcialidad e Independencia del juez
Estos dos principios están estrechamente relacionados, por lo que serán estudiados en un solo
aparte.
Al respecto estableció la Corte Constitucional:
“La administración de justicia no sólo reclama un juez conocedor de la
problemática sobre la cual debe emitir sus fallos, de juicio sereno, recto en todo
sentido, con un acendrado criterio de lo justo, sino también de un juez objetiva e
institucionalmente libre.” 101
Estos principios se encuentran explícitamente consagrados en el artículo 228 102 de la
Constitución Política, en la Convención Interamericana de Derechos Humanos 103 y en el Pacto
de Derechos Civiles y Políticos.104
101
102
103
104
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-141/95. M.P. Antonio Barrera Carbonell
CONSTITUCIÓN POLÍTICA
Artículo 228. La Administración de Justicia es función pública. Sus decisiones son independientes. Las
actuaciones serán públicas y permanentes con las excepciones que establezca la ley y en ellas prevalecerá el
derecho sustancial. Los términos procesales se observarán con diligencia y su incumplimiento será
sancionado. Su funcionamiento será desconcentrado y autónomo.
CONVENCIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Artículo 8. Garantías Judiciales
1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un
juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
PACTOS DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS.
Artículo 14
1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá derecho a ser
oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o
para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil. (…)
79
5.3.3.1 La imparcialidad
Al momento de enfrentarse a un conflicto, en el caso del juez, éste debe carecer de cualquier
inclinación por alguna de las partes del mismo. Es claro que al momento de tomar una
decisión debe inclinarse por las pretensiones de alguna de las partes, pero esa inclinación debe
ser tomada con base en un fundamento superior.
La imparcialidad se puede ver desde diferentes dimensiones, es decir, debe predicarse de
diferentes sujetos del proceso. Así, el juez, los funcionarios administrativos con funciones
jurisdiccionales según el artículo 116 de la Constitución, los terceros intervinientes y los
auxiliares de la justicia tienen el deber de actuar con imparcialidad frente a las partes.
5.3.3.2 La independencia
Por su parte, la independencia es “obrar libremente en cuanto a la apreciación del derecho y de
la equidad, sin más obstáculos que las reglas que la ley les fije en cuanto a la forma de
adelantar el proceso y de proferir su decisión.”105
La independencia implica la “ausencia de presiones ejercidas sobre los funcionarios, esto es,
que quienes administran justicia no se vean sometidos a „insinuaciones, recomendaciones,
exigencias, determinaciones o consejos por parte de otros órganos del poder, inclusive de la
105
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. Cit. P. 35
80
misma rama judicial (…) la independencia se predica también (…) respeto de los superiores
jerárquicos dentro de la rama judicial‟” 106.
5.3.3.3 Qué los hace ser principios
1) Funciones
Los principios de imparcialidad e independencia, además de regir las relaciones entre las
partes y el juez o entre las partes y terceros, cumple con las funciones de crear y de informar
su creación.
Así, la existencia de estos principios permite al legislador la creación de mecanismos que
garanticen el cumplimiento de la imparcialidad al interior del proceso, como es el caso de los
impedimentos y recusaciones. Igualmente, informa su creación con el fin de determinar todas
y cada una de las causales que pueda impedir que se cumpla con el principio.
En este sentido, se han consagrado en el ordenamiento las causales de impedimentos y
recusaciones cuya función es reducir el riesgo de entrar en un proceso donde se pueda vulnerar
la imparcialidad. Así el artículo 150 del Código de Procedimiento Civil ha establecido unas
causales taxativas para declarar el impedimento o recusar a un juez o auxiliares de justicia
quienes, temporalmente, ejercen función pública. Dichas causales se presentan por razones de
106
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-1641 de 2000. MP Alejandro Martínez Caballero
81
parentesco, de interés directo o indirecto en el proceso, por razones de prejuzgamiento, de
sentimientos o por relaciones civiles.
De esta manera, el mismo ordenamiento, en busca de garantizar el cumplimiento de estos
principios, ha establecido mecanismos tendientes a su protección.
2) Características
Los principios de imparcialidad e independencia se caracterizan por ser universales (está
consagrado en pactos internacionales y convenciones de derechos), perpetuos (no se concibe
un sistema donde no se garantice la imparcialidad o independencia), es absoluto (la parcialidad
o dependencia del juez o los terceros va contra el orden público y las buenas costumbres) y
siempre persigue su realización (se consagran los impedimentos y recusaciones como norma
de orden público, así como la posibilidad de impugnar un fallo que carezca de independencia
ante el superior jerárquico y mediante la acción de tutela).
De esta manera, la imparcialidad y la independencia son principios de derecho procesal que
obligan al juez y a los terceros a actuar con rectitud e igualdad frente a las partes.
5.3.4 La Cosa Juzgada
La cosa juzgada, en palabras de Hugo Rocco es “la cuestión que ha constituido objeto de un
juicio lógico por parte de los órganos jurisdiccionales, esto es, una cuestión acerca de la cual
82
ha tenido lugar un juicio que la resuelve mediante la aplicación de la norma general al caso
concreto y que, precisamente porque ha constituido objeto de un juicio lógico, se llama
juzgada”107
Este principio es uno de los encargados de materializar uno de los aspectos de la garantía del
debido proceso que es la seguridad jurídica que implica la certeza de que las decisiones que
sean tomadas por un órgano investido de autoridad por el Estado queden en firme y puedan ser
ejecutadas plenamente. Así lo ha establecido la Corte Constitucional al establecer que la cosa
juzgada garantiza “la efectiva aplicación de los principios de igualdad, seguridad jurídica y
confianza legítima de los administrados.”108
La cosa juzgada se encuentra consagrada en el artículo 29 109 de la Constitución como
integrante del debido proceso y en el artículo 332 del Código de Procedimiento Civil 110.
107
ROCCO, Ugo. Tratado de derecho procesal civil. Tomo II. Editorial Temis. Bogotá 1969, P. 313 y ss. Citado
por: MONROY CABRA, Marco Gerardo. Op. Cit. P. 61
108
CONSTITUCIONAL. Sentencia C-622 de 2007. MP. Rodrigo Escobar Gil
109
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA
Artículo 29. (…)
(…) Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa (…) a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser
juzgado dos veces por el mismo hecho.
110
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL.
Artículo 332. La sentencia ejecutoriada proferida en proceso contencioso tiene fuerza de cosa juzgada, siempre
que el nuevo proceso verse sobre el mismo objeto, y se funde en la misma causa que el anterior, y que entre
ambos procesos haya identidad jurídica de partes.
Se entiende que hay identidad jurídica de partes, cuando las del segundo proceso son sucesores mortis causa de
las que figuraron en el primero o causahabientes suyos por acto entre vivos celebrado con posterioridad al
registro de la demanda, si se trata de derechos sujetos a registro y al secuestro en los demás casos.
La sentencia dictada en procesos seguidos por acción popular produce cosa juzgada erga omnes.
Los efectos de la cosa juzgada en procesos en que se ventilen cuestiones relativas al estado civil de las
personas, se regularán por lo dispuesto en el Código Civil y leyes complementarias.
En los procesos en que se emplace a personas indeterminadas para que comparezcan como parte, la cosa
juzgada surtirá efectos en relación con todas las comprendidas en el emplazamiento.
La cosa juzgada no se opone al recurso extraordinario de revisión.
83
La consecuencia jurídica de la cosa juzgada es la imposibilidad de iniciarse un nuevo proceso
y de proferirse sentencia sobre pretensiones decididas con anterioridad por un juez donde
exista identidad de objeto, identidad de causa e identidad de partes, es decir que, como dice la
Corte Constitucional, es “el fin natural del proceso”111. De ahí que la existencia de la cosa
juzgada permite tanto la interposición de una excepción previa como de fondo y garantiza la
economía procesal.
La Corte Constitucional ha sido expresa al señalar que “la cosa juzgada hace referencia a los
efectos jurídicos de las sentencias, en virtud de los cuales éstas adquieren carácter de
inmutables, definitivas, vinculantes y coercitivas, de tal manera que sobre aquellos asuntos
tratados y decididos en ellas, no resulta admisible plantear litigio alguno ni emitir un nuevo
pronunciamiento.”112
La eficacia de este principio es bastante discutida, en la medida en que hoy en día existen
acciones y recursos que permiten desvirtuar la cosa juzgada, tales como la acción de tutela
contra sentencias y el recurso extraordinario de revisión. Se considera al respecto que la
posibilidad de interponer acciones y recursos contra una providencia ya ejecutoriada no
desvirtúa la calidad de principio de la cosa juzgada. Es más, dichas excepciones a la cosa
juzgada, por llamarlas así, buscan corregir los errores que puede cometer una persona
encargada de administrar justicia ya que su misma naturaleza humana permite su
equivocación, siendo esa equivocación violatoria de garantías fundamentales como el debido
111
112
CONSTITUCIONAL. Sentencia C-622 de 2007. MP. Rodrigo Escobar Gil
Ibíd.
84
proceso. De esta manera se busca corregir los errores humanos para obtener una justicia
basada en derecho objetivo.
Se observa, entonces, que la cosa juzgada es un presupuesto esencial para la eficacia de los
procesos y procedimientos cuya finalidad es la obtención de una decisión definitiva que
permita la solución de las controversias existentes en la sociedad.
5.3.4.1 Qué lo hace ser principio
1) Funciones
El principio de cosa juzgada se encarga de regir las relaciones en sociedad al darle seguridad
jurídica a las partes de un litigio de que el mismo será decidido y definido mediante una
providencia judicial, así como su imposibilidad de volver a poner en tela de discusión el
asunto que tenga identidad de objeto, de causa y de partes.
Igualmente, este principio permite al legislador regular eficazmente la materia, cumpliendo así
la función informadora ya que el legislador debe tenerlo en cuenta al momento de regular la
actividad procesal. Por esto, no puede el legislador crear un proceso que no tenga un final
cierto, ni permitir la impugnación indefinida de providencias.
Igualmente, se encuentra que la cosa juzgada tiene una clara función interpretativa, en la
medida en que puede ser utilizada por las partes de una controversia para que, de manera
85
anticipada, se pueda resolver un conflicto. Así, la parte demandada puede proponer la
excepción previa de cosa juzgada para finalizar anticipadamente un proceso o alegarla como
de mérito.
2) Características
El principio de la cosa juzgada se caracteriza por ser universal (inclusive se permite la
aplicación de sentencias extranjeras en el territorio colombiano mediante la figura del
exequátur), perpetuos (no se concibe un sistema donde exista un proceso indefinido en el que
sea permanente la discusión), es absoluto (hay casos en que existe cosa juzgada, pero es
relativa. Al respecto hay que comentar que existen asuntos previstos en el artículo 333 del C.
de P.C. en los que una vez obtenido el fallo, la decisión allí contenida y el asunto materia de
juzgamiento, podrá ser variado con posterioridad. Hay que aclarar que esto no desvirtúa la
esencia de la cosa juzgada porque no tiene contrarios, simplemente existen situaciones
sustanciales que por su naturaleza pueden cambiar y no están cobijadas por este principio) y
siempre persigue su realización (tanto el juez como el legislador deben propender
constantemente por la eficacia de este principio.).
De esta manera, la cosa juzgada debe ser considerada un principio del derecho procesal, sin el
cual no se concibe la existencia de un proceso.
86
6. CONCLUSIONES
Una vez hecho el estudio sobre las dificultades para definir los principios generales de derecho
procesal, se pueden plantear las siguientes conclusiones:
Los principios generales del derecho procesal son los fundamentos, bases o puntos de
partida del derecho procesal que establecen los parámetros sobre los cuales deben regirse
los sujetos procesales y que permiten la correcta aplicación de las normas procesales, con
el fin de propender por la convivencia armónica de los seres humanos y garantizar la
aplicación de la ley a un caso en concreto.
El cumplimiento de dichos principios tiene la finalidad de cumplir con la garantía del
debido proceso y es el que le da existencia y validez al proceso, además de servir como
fuente primordial y fundamental del derecho en la medida en que cumple con las funciones
de regir la vida en sociedad y, específicamente, las de crear, informar, integrar e interpretar
el derecho.
Al momento de plantear cuáles son los principios generales del derecho procesal no ha
existido uniformidad por parte de la doctrina, lo que genera inseguridad jurídica al estar
expresamente consagrados los principios generales del derecho procesal como una fuente
auxiliar de derecho en el artículo 230 de la Constitución Política y en el artículo 4º del
Código de Procedimiento Civil.
87
Para establecer cuáles son los principios generales de derecho procesal es necesario tener
en cuenta las funciones (regir la vida en sociedad, creadora, informadora, integradora e
interpretativa) y las características (universales, absolutos, perpetuos, siempre persiguen su
realización) que son las que determinan si se está ante la presencia de un principio.
Por cumplir con las funciones y características propias de los principios generales del
derecho procesal, ellos son: legalidad, igualdad de las partes, imparcialidad,
independencia, economía procesal, eficacia procesal, contradicción, eventualidad o
preclusión, lealtad procesal, verdad procesal, motivación y cosa juzgada
Las reglas técnicas del proceso son aquellos postulados que adaptan el proceso a
determinada condición histórica, social, cultural y religiosa en cada país.
Las reglas técnicas se caracterizan por carecer de universalidad, ser bifrontes y por no ser
perpetuas, lo que demuestra la oposición con los principios.
La doctrina generalizada se ha encargado de definir como principio postulados que carecen
de las características de los principios y que se enmarcan dentro del concepto de reglas
técnicas del proceso.
Esta posición permite tener claros parámetros al momento de aplicar un principio general
del derecho procesal bien sea al momento de crear, informar, integrar o interpretar el
derecho.
88
ANEXOS
TABLA 1. RELACIÓN DE AUTORES POR PRINCIPIO
PRINCIPIO
AUTORES
Legalidad
Podetti, Vescoví, Monroy Cabra, Alvarado Velloso, Quintero y Prieto
Igualdad
Arellano, Podetti, Couture, Morales Molina, Azula, Vescoví, Gimeno
Sendra, Alvarado Velloso, López Blanco, Rojas
Imparcialidad
Devis Echandía, Monroy Cabra, Monroy Gálvez, Alvarado Velloso,
López Blanco, Rojas
Independencia
Devis Echandía, Monroy Cabra, Monroy Gálvez
Cosa Juzgada
Devis Echandía, Monroy Cabra, Monroy Gálvez
Economía Procesal
Arellano, Podetti, Couture, Vescovi, Devis Echandía, Monroy Cabra,
Monroy Gálvez, Gimeno Sendra, Alvarado Velloso, López Blanco,
Rojas
Eficacia
Contradicción
Arellano, Alvarado Velloso, Rojas
Arellano, Morales Molina, Azula, Devis, Monroy Cabra, Monroy
Gálvez, Gimeno Sendra, Rojas
Eventualidad
Arellano, Podetti, Couture, Morales Molina, Vescoví, Devis
Echandía, Monroy Cabra, Monroy Gálvez, Gimeno Sendra, Alvarado
Velloso, López Blanco, Rojas
Lealtad Procesal
Arellano, Couture, Vescoví, Devis Echandía, Monroy Cabra, Monroy
Gálvez, Alvarado Velloso, López Blanco, Rojas.
Verdad Procesal
Devis Echandía, Monroy Cabra
Motivación
Monroy Gálvez, Devis Echandía
89
TABLA 2. RELACIÓN DE AUTORES POR REGLA TÉCNICA
REGLA
Sistemas Procesales
AUTORES
Arellano, Podetti, Couture, Morales Molina, Vescoví, Devis
Echandía, Monroy Cabra, Monroy Gálvez, Gimeno Sendra, López
Blanco
Mediación/Inmediación Arellano, Podetti, Couture, Morales Molina, Vescoví, Devis
Echandía, Monroy Cabra, Monroy Gálvez, Gimeno Sendra,
Alvarado Velloso, López Blanco, Rojas
Doble Instancia/Única
Instancia
Publicidad/Reserva
Devis Echandía, Monroy Cabra, Monroy Gálvez, López Blanco,
Rojas
Arellano, Couture, Morales Molina, Vescoví, Devis Echandía,
Monroy Gálvez, Gimeno Sendra, Alvarado Velloso, López Blanco,
Rojas
Valoración de la
Morales Molina, Devis Echandía, Monroy Cabra, Gimeno Sendra
Prueba
Congruencia
Concentración /
Arellano, Monroy Gálvez
Arellano, Couture, Morales, Vescovi, Monroy Cabra, Monroy
Desconcentración
Gálvez, Gimeno Sendra, Alvarado Velloso, Rojas.
Oralidad/Escritura
Arellano, Podetti, Couture, Morales Molina, Vescovi, Devis
Echandía, Gimeno Sendra, Alvarado Velloso, López Blanco, Rojas.
90
BIBLIOGRAFÍA
AGUDELO RAMÍREZ, Martín. Introducción al estudio del derecho procesal. Editorial Señal.
1999. P. 195 -209
ALVARADO VELLOSO, Adolfo. Introducción al estudio del derecho procesal. Santa Fe :
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LEGISLACIÓN COMPLEMENTARIA
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Jurisprudencia:
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CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-001/93, MP. Jaime Sanín Greiffenstein
-
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C- 880/05. MP. Jaime Córdoba Triviño
-
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-131/93. MP. Alejandro Martínez Caballero
-
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-292/02. MP. Jaime Córdoba Triviño.
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CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia
C-1641 de 2000. MP Alejandro Martínez
Caballero
-
CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-622 de 2007. MP. Rodrigo Escobar Gil
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