Transferencia y cesión del contrato de trabajo Emilio E. Romualdi Sumario: I. Introducción. Transferencia, arrendamiento o cesión del establecimiento. II. Situaciones de despido y solidaridad. III. Arrendamiento o cesión transitoria. IV. Transferencia a favor del Estado Nacional. V. Cesión del personal. I. Introducción. Transferencia, arrendamiento o cesión del establecimiento En esta entrega, trataré el tema de la transferencia, arrendamiento, cesión temporal de establecimiento, la cesión de personal y la particular situación de transmisión en favor del estado. En primer lugar hay que establecer los conceptos transferencia y cesión. Así, se ha sostenido que con el término cesión o transferencia se alude a la sucesión de un derecho o alguna facultad de un derecho subjetivo por disposición de quien es titular [1]. En tal sentido, se ha dicho en la provincia de Buenos Aires que para que se produzca la transferencia del establecimiento -y la consecuente solidaridad- entre transmitente y adquirente, es necesario un acuerdo de voluntades o una disposición legal que así lo establezca, no siendo suficiente para ello la mera sucesión cronológica entre las empresas [2]. En igual sentido, ha sostenido la jurisprudencia que los arts. 225 y 227 de la Ley de Contrato de Trabajo reglan el cambio a través de la titularidad del establecimiento, figurando en la relación de trabajo un nuevo empleador con los poderes directivos o jerárquicos que rigen la actividad del mismo y responsable de los deberes y obligaciones que origina la continuación de la explotación y en esta situación, la transferencia de la relación laboral se produce con independencia de la voluntad del trabajador: Hay transferencia de la vinculación de trabajo porque hay transferencia del establecimiento [3]. En relación a la cesión la jurisprudencia ha sostenido que el art. 229 de la Ley de Contrato de Trabajo prevé la transferencia sólo de la relación de trabajo con independencia de todo cambio en la titularidad del establecimiento. Se produce una cesión del contrato de trabajo con todos sus derechos y obligaciones [4]. Ahora bien, se ha sostenido que el actor no tiene derecho a reclamar a la actual concesionaria de transporte público de pasajeros rubros remuneratorios e indemnizatorios con motivo de la extinción de la relación laboral que mantuvo con la empresa que anteriormente explotaba el servicio pues no se configura la situación prevista en el art. 225 de la LCT, al no operar una sucesión, sino una sustitución dispuesta por el Estado concedente mediante licitación pública. Ello así ya que no resultan de aplicación al caso las disposiciones contenidas en los arts. 225 y 228 de la LCT, en tanto la adquisición de la explotación del servicio público de transporte automotor de pasajeros no se produjo en virtud de una contratación directa o convencional entre la empresa que explotaba el servicio y la aquí demandada; por el contrario, dicha adjudicación se materializó mediante un llamado licitatorio dispuesto por la Secretaría de Transportes de la Nación [5]. Ahora bien, distinto es el caso donde el Estado como tercero ajeno da la concesión de un servicio público, sino que su intervención se limita a autorizar la cesión que efectúa el titular conforme el acuerdo celebrado entre cedente y cesionario existe la sucesión de un derecho por disposición del que es titular, una vinculación entre el transmitente y el sucesor adquirente, una adquisición derivada -y no originaria- tal como lo requiere el art. 225 de la Ley de Contrato de Trabajo (art. 228, ley cit.) [6]. 1 II. Situaciones de despido y solidaridad a) Situación de despido El art. 226 de la LCT plantea la posibilidad del trabajador de considerarse en situación de despido como injuria laboral (art. 242 de la LCT), siempre que se encuadre en los supuestos de dicho artículo, en los siguientes términos: “El trabajador podrá considerar extinguido el contrato de trabajo si, con motivo de la transferencia del establecimiento, se le infiriese un perjuicio que, apreciando con el criterio del art. 242, justificare el acto de denuncia. A tal objeto se ponderarán espacialmente los casos en que, por razón de la transferencia, se cambia el objeto de la explotación, se alteran las funciones, cargo o empleo, o si mediare una separación entre las diversas secciones, dependencias o sucursales de la empresa, de modo que se derive de ello disminución de la responsabilidad patrimonial del empleador”. Como puede apreciarse, la ley establece algunos supuestos que no deben considerarse taxativos sino tan solo enunciativos ya que el concepto del art. 242 de la LCT es amplio en su configuración y a él remite el art. 226 transcripto. Los supuestos son los siguientes: b.1) Cambio de objeto de la explotación: Ante el cambio de explotación, normalmente sucede que el trabajador debe cambiar de tarea, en cuyo caso si la misma lo perjudica en cuanto a su capacidad, categoría, etc., podría considerarse despedido en forma indirecta. b.2) Alteración de las funciones de cargo o empleo: En este caso nos encontramos ante una injuria evidente, similar, conceptualmente, al ejercicio abusivo del derecho a variar previsto en el art. 66 de la LCT, ya que si el dependiente no otorga su consentimiento no pueden alterarse sus funciones o cargo. b.3) Separación entre diversas secciones, dependencias o sucursales de la empresa: el trabajador puede colocarse en situación de despido, con fundamento en un posible fraude a la ley laboral derivado de la disminución de la responsabilidad patrimonial del empleador. b) Solidaridad entre adquirente y transmitente Este supuesto está previsto en el art. 228, 1er. Párrafo de la LCT, cuando dice, en su primer párrafo: “El transmitente y el adquirente de un establecimiento, serán solidariamente responsables respecto de las obligaciones emergentes del contrato de trabajo existentes a la época de la transmisión y que afectaren a aquel”. En definitiva, los créditos que le trabajador tuviera contra el transmitente por pagos parciales, vacaciones omitidas, feriados obligatorios omitidos, etc. se transmiten al adquiriente, quien debe responder ante el trabajador por los mismos. El transferente es igualmente responsable aún cuando haya cesado su calidad de empleador por los créditos existentes hasta le fecha en que invistió esa calidad. Ahora bien, para que resulte de aplicación lo dispuesto por el art. 225 de la LCT es necesario que la transferencia se realice por un vínculo de sucesión (jurídica), no bastando el mero hecho material de que un nuevo empleador aparezca cumpliendo la misma actividad que antes había cumplido otro [7]. Ha sostenido la jurisprudencia que en tanto el artículo 228 de la Ley de Contrato de Trabajo 2 dispone que el transmitente y el adquirente de un establecimiento son solidariamente responsables respecto de las obligaciones emergentes del contrato de trabajo "existentes a la época de la transmisión", la solidaridad establecida en el precepto citado no alcanza a los créditos laborales originados con posterioridad a la transferencia, por los cuales resulta responsable exclusivamente el adquirente (…) Corresponde responsabilizar solidariamente al transmitente del establecimiento en los términos del art. 228 de la Ley de Contrato de Trabajo por el pago del sueldo anual complementario que se devengó con anterioridad a la transferencia (arts. 121 a 123, L.C.T.) [8]. En igual sentido ha sido doctrina plenaria en la Ciudad de Buenos Aires que el adquirente de un establecimiento en las condiciones previstas en el art. 228 LCT es responsable por las obligaciones del transmitente derivadas de las relaciones laborales extinguidas con anterioridad a la transmisión [9]. Más aún, se ha resuelto que el principio protectorio, de raigambre constitucional, y los argumentos que nutren la doctrina que comenzó a diseñarse en la Corte Suprema de Justicia de la Nación a partir de la causa "Di Tullio" (sent. del 17-XII-1996), abastecen suficientemente de razones la tesis de que la solidaridad prevista en el subsistema contenido en el art. 228 de la Ley de Contrato de Trabajo se extiende para abarcar también a las deudas de la transferente por relaciones laborales extinguidas a la época de la transmisión [10]. De este modo, la circunstancia de que no hubiera mediado una cesión del fondo de comercio entre el transmitente y el adquirente en modo alguno obsta a la configuración de la transferencia del establecimiento en los términos de la Ley de Contrato de Trabajo, que regula un mecanismo especial de responsabilidad por las obligaciones laborales que -por expresa disposición legal- opera de pleno derecho en caso de transmisión "por cualquier título" del establecimiento (art. 225 LCT), incluso cuando ella se produzca "a título precario o por cualquier otro modo" y "cualquiera sea la naturaleza y carácter" (art. 228, LCT) del contrato que origine la transferencia [11]. El fundamento de esta solidaridad es que el adquirente de un establecimiento resulta responsable por las obligaciones derivadas de las relaciones laborales extinguidas con anterioridad a la transmisión, en tanto se encuentra en condiciones de averiguar el pasivo que pesa sobre el transmitente, toda vez que puede cotejar la documentación laboral contable de éste, y requerir las garantías que estime necesarias para salvaguardar su patrimonio de posibles deudas generadas durante la explotación del establecimiento por aquél [12]. Ahora bien, la responsabilidad del adquirente en relación a los créditos anteriores tiene limitaciones sosteniendo la jurisprudencia que no corresponde responsabilizar solidariamente al transmitente del establecimiento en los términos del art. 228 de la Ley de Contrato de Trabajo por el pago de la indemnización prevista en el artículo 8 de la Ley 24.013 si, aun cuando la relación laboral se mantuvo desde su inicio en la clandestinidad, la intimación establecida en el art. 11 del citado cuerpo legal -verdadera condición de procedencia de dicho resarcimiento- fue cursada con posterioridad a la transferencia, lo que demuestra que el crédito no le era exigible al transmitente al momento en que se produjo la sucesión de empleadores [13]. En igual sentido se ha dicho que la directiva de los arts. 225 y 228, LCT, no instituye al sucesor o adquirente en empleador del dependiente con efecto retroactivo desde el inicio del contrato de éste con el transmitente, por lo que no está obligado a entregar constancias que certifiquen los datos de la totalidad del lapso en que se mantuvo el contrato de trabajo, es decir, no tiene obligación de certificar la etapa anterior a su actuación [14]. Finalmente ha sostenido la CSJN que no son aplicables las disposiciones laborales reguladoras el instituto de la transferencia de establecimiento (arts. 225 y 228 de la LCT) ni la doctrina plenaria de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo sobre la materia cuando la adquisición hecha por una empresa de una parte de la planta anteriormente explotada por otra tuvo su origen en un contrato celebrado por la primera y la sindicatura de la segunda, autorizado por el juez del concurso en el marco de un incidente de continuación de la explotación de la fallida, resultando conducente, en este supuesto, el examen de los hechos a la luz del art. 189 de la Ley N° 19.551 3 (vigente a la época de los hechos debatidos) que exime de responsabilidad a la adquirente por deudas contraídas por la fallida [15]. El art. 228, 2do. párrafo, dice: “Esta solidaridad operará ya sea que la transmisión se haya efectuada para surtir efectos en forma permanente o en forma transitoria”. En definitiva, la posibilidad entre ambas partes es efectiva frente a cualquier forma de transferencia en cuanto a la permanencia o no en el tiempo de la transmisión del fondo industrial o comercial. En art. 228, 3er. párrafo de la LCT, se refiere a quienes deben considerarse adquirentes, en este sentido el concepto es amplio y tiende a evitar que se intente eludir la aplicación de la normativa laboral. Los ejemplos citados en el párrafo son meramente ejemplares. El art. 228, 4to. párrafo de la LCT, se refiere a la situación de transferencia transitoria, en cuyo caso la solidaridad entre las partes también se extiende a los créditos que el trabajador tuviera al momento de dicha restitución. Finalmente, el art. 228, 5to. párrafo de la LCT, tiene directa relación con el art. 229, 2do. párrafo del mismo ordenamiento legal, donde dice: “Aún cuando mediare tal conformidad, cedente y cesionario responden solidariamente por todas las obligaciones resultantes de la relación de trabajo cedida”. En definitiva, cualquiera sea la figura a utilizar, la solidaridad entre las partes persiste. El concepto de solidaridad previsto en la LCT permite al trabajador reclamar a cualquiera de las partes el monto del crédito sin perjuicio de las acciones posteriores entre ellas. De esta forma la LCT excluye al trabajador de las normas que hayan establecido las partes para la transferencia del establecimiento. Sin embargo, frente a una extensión de solidaridad a una parte no demandada en el principal se ha sostenido que corresponde confirmar la sentencia que desestimó el pedido de extensión de condena, en tanto hacer recaer los efectos de una condena a una persona jurídica que no ha sido demandada, aún cuando se invoque solidaridad emanada del art. 228 de la LCT, afecta la garantía de defensa en juicio consagrada por el art. 18 CN, ya que cargaría con los efectos de un fallo en cuyo proceso no intervino y no pudo ejercer sus legítimos derechos [16]. III. Arrendamiento o cesión transitoria Las disposiciones de los arts. 225, 226, y 229 de la LCT estudiados precedentemente se aplican al caso de arrendamiento o cesión transitoria del establecimiento. En este sentido, el art. 227 de la LCT dice: “Las disposiciones de los arts. 225 y 226 se aplican en caso de arrendamiento o cesión transitoria del establecimiento. Al vencimiento de los plazos de éstos el propietario del establecimiento, con relación al arrendatario y en todos los demás casos de cesión transitoria, el cedente, con relación al cesionario, asumirá las mismas obligaciones del art. 225, cuando recupere el establecimiento cedido precariamente”. 4 En tal sentido, el 5 de septiembre de 2007 la Primera Cámara del Trabajo de Mendoza, en autos “Rosenstein c/ Parancogua S.A. y otros” rechazó la defensa de falta de legitimación pasiva interpuesta por un fiduciario, condenándolo solidariamente al pago de indemnizaciones por despido reclamadas por una ex empleada del fiduciante [17]. IV. Transferencia a favor del Estado Nacional Conforme lo establece el art. 230 de la LCT no se aplican las normas anteriormente estudiadas cuando la transferencia se opere a favor del Estado Nacional. En estos casos no hay transferencia de relación laboral y por consiguiente el trabajador pierde los derechos adquiridos en su contrato de trabajo anterior, atento a que formaliza una nueva relación, y precisamente por excluirlo de las disposiciones desarrolladas es que no habrá responsabilidad solidaria ni tampoco traspaso de las obligaciones derivadas de la cesión. Por el contario ha sostenido la CSJN que en los procesos de privatización de empresas estatales corresponde la aplicación de lo dispuesto en los arts. 225 a 228 de la LCT, esto es la tutela de los créditos laborales en ocasión de la transferencia de establecimientos, imponiendo respecto de las obligaciones correspondientes a aquéllos la solidaridad entre el transmitente y el adquirente, aún cuando sea en ocasión de una deuda devengada con anterioridad a que se privatizara el servicio [18]. Ello así ya que sostuvo la Cámara que el contrato de fideicomiso es un modo de disposición que “ata” los bienes a un destino determinado en interés de personas distintas de aquellas que reciben la propiedad y bajo el cual se transmiten todos los bienes para que la fiduciaria los controle y administre para cumplir un programa de inversiones. De igual modo sostuvo que la transferencia de los bienes efectuada en el contrato de fideicomiso es asimilable a la transferencia del establecimiento contemplada en los artículos 225 a 228 de la Ley de Contrato de Trabajo N° 20.744 y sus modificatorias (la “LCT”) de modo tal que al equipararse la transferencia efectuada bajo el fideicomiso a la prevista por la legislación laboral, todas las obligaciones existentes pasan al nuevo “adquirente” sin que se le pueda oponer al trabajador pacto en contrario, así estas obligaciones provengan de contratos vigentes o extinguidos a la fecha de la transferencia, tal como se encuentra previsto por el artículo 225 de la LCT. [19] V. Cesión del personal La cesión de personal está prevista en el art. 229 de la LCT cuando establece que: “La cesión del personal sin que comprenda el establecimiento, requiere la aceptación expresa y por escrito del trabajador. Aún cuando mediare tal conformidad, cedente y cesionario responden solidariamente por todas la obligaciones resultantes de la relación de trabajo cedida”. El art. 229 de la Ley de Contrato de Trabajo bajo el título de "cesión de personal", reglamenta una hipótesis muy particular -transferencia pura de la relación de trabajo sin transferencia de establecimiento- para lo cual impone la aceptación expresa y por escrito del trabajador generándose la responsabilidad de la principal sin que la transferencia se haya operado [20]. Aquí no nos ocupa la transferencia del establecimiento sino la del personal sin aquel. A tal fin dicho artículo exige dos requisitos: a) Aceptación del trabajador 5 b) Que sea en forma escrita y expresa. En tal sentido, y en relación a ambos requisitos, ha dicho la jurisprudencia que en la cesión del personal que contempla el art. 229 LCT es indispensable el consentimiento del dependiente, quien puede negarse a aceptar la cesión sin necesidad de invocar perjuicios actuales o futuros ya que no se le puede imponer un cambio de empleador. La cesión puede ser rechazada por el trabajador sin explicación alguna y sin necesidad de probar la existencia de perjuicio material o moral ya que el artículo referido no establece que su negativa deba ser fundada, ni lo obliga a probar que la transferencia del contrato le causa perjuicios(...) Corresponde revocar la sentencia en cuanto considero perfeccionada la cesión del contrato de trabajo realizada por una empresa a favor de otra, pues carece de validez y de efectos jurídicos si no existió consentimiento expreso y por escrito del trabajador (art. 229 de la LCT), formalidad que no pueda ser suplida por el hecho de que la actora haya trabajado en las oficinas de la supuesta cedida durante un breve plazo (1 mes y medio) [21]. Cuando se transfiere el establecimiento, se hace independientemente de la voluntad del trabajador, más cuando se cede el personal, para que la misma tenga eficacia deberá obtenerse la aceptación previa del dependiente transferido y a efecto de que la misma pueda probarse se excluye la aceptación verbal imperando la expresa y por escrito. Por último decimos que si bien media la conformidad del trabajador, cedente y cesionario son solidariamente responsables de las obligaciones resultantes de la relación de trabajo cedida, lógicamente las que se devenguen en el momento del a cesión y no así las posteriores que estarán a cargo del cesionario, salvo que entre éste y aquel mediare fraude a la ley laboral. Así, se ha sostenido que el art. 229 de la Ley de Contrato de Trabajo contempla la cesión del personal sin que comprenda el establecimiento con independencia de todo cambio de titularidad del mismo en que aquél se desempeñaba originariamente. En este supuesto se configura en verdad una cesión del contrato de trabajo con todos sus derechos y obligaciones al nuevo empleador. Para que esta transferencia ocurra, la norma impone un requisito ad probationem y no ad solemnitatem: La aceptación del trabajador, expresa y por escrito [22]. --------------------------------------------------------------------------[1] SCBA, L 44298 S 12-6-1990 Porter, Miguel Angel c/Expreso 9 de Julio S.A. s/Despido, DJBA 139, 253 -90 - TSS 1990, 703 - AyS 1990-II, 462. [2] SCBA, L 33846 S 14-5-1985 Perroti, Ramón Román y otro c/Expreso Carraza S.R.L. s/Despido, LT 1986 XXXIV-A, 139 - DT 1986-A, 48 - AyS 1985 I, 774; SCBA, L 83456 S 19-12-2007, SCBA, L 108694 S 26-9-2012, Barrera, Adriana Marcela y otros c/Extra S.A. s/Indemnización por despido. [3] SCBA, L 36603 S 2-9-1986, Carnovale, Francisco y otro c/Vidal, Lorenzo y otros s/Despido. DJBA 131, 466 - AyS 1986 III, 34 - LT 1987 XXXV-A, 460; SCBA, L 74272 S 18-9- García Santín, José c/Juan Cincotta S.A. s/Dif. de indemnización, despido, etc.. [4] SCBA, L 54891 S 14-3-1995, Nicoletti, Roberto c/Giannantonio y Bartolo Sociedad de Hecho y/o Alberto Bartolo y/o Pergamino y/o Pergamino Automotores S.A. s/Indemnización por despido, DJBA 148, 206 - TSS 1995, 589 - AyS 1995 I, 329. 6 [5] CNAT 10-03-2008 Fernández, Roberto F. c/Transporte Automotor Plaza S.A. s/Despido, IJ-XXVI589. [6] SCBA, L 44298 S 12-6-1990, Porter, Miguel Angel c/Expreso 9 de Julio S.A. s/ Despido DJBA 139, 253 -90 - TSS 1990, 703 - AyS 1990-II, 462 [7] CNAT Sala X S 8-06-201Escobar, Verónica A. c/Gralter SRL y Otro s/Despido; CNAT Sala X, S 254-2007 Manganiello, Rosa c/Katrine S.A. s/Despido Fecha: 25-04-2007. [8] SCBA, L 107146 S 29-5-2013 Chiro, Mónica V. c/Liandro, Raúl R. y otro s/Medida cautelar. [9] CNAT - en Pleno- S 08-08-1997Baglieri, Osvaldo D. c/Francisco Nemec y Cía S.R.L. s/Despido (Plenario Nº 289), IJ-XVI-377. [10] SCBA, L 98696 S 4-5-2011, Rolando, Walter Alfredo c/Supermercados Norte S.A. s/Indemnización por despido; SCBA, L 112767 S 5-6-2013, Ranilla, Claudia Liliana y otra c/Kim Young Wan y otro s/Indemnización por despido. [11] SCBA, L 93901 S 29-6-2011, Orellana, Fortunato y otros c/Fabi, Luis Eugenio y otro s/Despido. [12] CNAT- Sala IV S 31-3-2010 Arroyo Norma B. c/Touareg SA s/Despido, IJ-XXXVIII-774. [13] SCBA, L 107146 S 29-5-2013 Chiro, Mónica V. c/Liandro, Raúl R. y otro s/Medida cautelar. [14] CNAT sala II S 28/06/2011 Aren Acosta, Iracema c/Postres Balcarce S.A.. [15] CSJN S 13-8-1998 Rojas, Faustino A. c/Compañía Embotelladora Argentina S.A. s/Despido. [16] CNAT Sala I S 29-08-2008Sepulveda Rodríguez Olga P. c/Climedica S.A. s/Accidente-Ley Especial, IJ-XXX-704. [17] Patrón, Javier E. - Silva, Roberto E. (h) - Castro Madero, Fermín O. Un fallo extiende la responsabilidad laboral al fiduciario, 15-04-2008, IJ-XXVI-330. [18] CSJN S 17-12-1996 Di Tullio, Nilda en González, Carlos S. c/E.N.Tel. s/Cobro de Australes s/Inc. de Ejecución de Sentencia. [19] Patrón, Javier E. - Silva, Roberto E. (h) - Castro Madero, Fermín O, ob cit. [20] SCBA, L 78734 S 7-3-2007, Moya, Dante Luis c/Agrícola Industrial del Plata S.R.L. y otro s/Despido. [21] CNAT Sala II S 25-7-2008 S., D. A. c/Fada Pharma S.A. y Otro s/Despido. [22] SCBA, L 36603 S 2-9-1986, Carnovale, Francisco y otro c/Vidal, Lorenzo y otros s/ Despido, DJBA 131, 466 - AyS 1986 III, 34 - LT 1987 XXXV-A, 460. 7