LA COMPETENCIA DESLEAL EN LA GUERRA DE LA LIBRANZA PARA LAS COOPERATIVAS DE AHORRO Y CRÉDITO Álvaro Correa López [email protected] Cel/wapp 3232887131 La realidad del cooperativismo financiero colombiano está en franco cambio, debido a las tendencias que se están dado en el mercado financiero, en el cual están confluyendo una serie de actores, con diferentes modelos de organización jurídica y operativa. En efecto, en Colombia en los últimos meses se han dado cita nuevas entidades financieras y de acuerdo al blog de Colombia Fintech y al diario de carácter económico La República, han presentado solicitud y están a la espera de su autorización de funcionamiento por parte de la Superintendencia Financiera de Colombia, SFC, 73 entidades financieras. (La República 2020) Entre las que ya le han sido aprobadas operaciones, tenemos el JP Morgan de Colombia, Lulo Bank de la familia Gilinsky y los brasileros Nu Bank y BTG Pactual. (La República 2020), que se suman a los ya 25 existentes. Están a la espera de autorización de iniciar operaciones, cuatro compañías de financiamiento que se suman a las 12 en funcionamiento, tres SEDPE para completar ocho en total y tres crowfounding que acompañaran a las cinco que ya operan en el país. (La República 2020) Como se ve la oferta es variada, pero esencialmente, en el caso de las cooperativas de ahorro y crédito, la competencia llega principalmente de los bancos comerciales, y desde hace unos años para acá han estado incursionado en el mercado de las libranzas, prefiriendo los pensionados y los empleados públicos y de algunas empresas grandes del país. Pero lo bancos no son los únicos actores que compiten con las cooperativas en este segmento del mercado, a ello se suman las compañías de financiamiento, como Credifinanciera y “compañías como Giros & Finanzas y ExcelCredit; incluso las 1 fintech como AlphaCredit, Bayport y Dibanka han decidido incursionar en esta modalidad, que busca favorecer a los jubilados especialmente.” (La República 2021). Pero la cosa no acaba ahí, hay una serie de empresas que, bajo diferentes figuras jurídicas, que van desde cooperativas de aporte y crédito y SAS, compiten también en este segmento, que hacen publicidad de sus servicios en las aceras públicas del centro de las principales ciudades del país, Whatsapp, Facebook e incluso envío directo a correos electrónicos. Por último, hay que resaltar la consolidación de las fintech, las cuales no prestan sus servicios a través de trámites presenciales, sino mediante una parte importante de canales virtuales de transacción1, y que entre el 2019-2020 creció su número en el 26%. El siguiente gráfico ilustra la situación al 2020. Fuente: La República, julio 9 de 2021 Uno de los factores de competencia es la tasa de interés, lo que se puede observar en días pasados, 29 de junio, en el periódico económico, La República, que 1 Para una visión más clara de la evolución de las fintech en el mercado financiero colombiano, ver https://www.colombiafintech.co/ 2 presentó un artículo en el cual destacaba este mercado, el crédito garantizado en la libranza, con cifras como estas: “Las entidades que ofrecen el interés más bajo son Bancolombia, con 8,86%; Scotiabank con 10,03% y Banco de Occidente con 10,16%.”. El siguiente cuadro de este diario económico. (La República 2021) Fuente: la República, 29 de junio de 2021 Aquí resalta algo curioso, que en el artículo se mencionan prácticamente todo tipo de actores financieros, menos las cooperativas, que, si pensamos que la información es tomada de la SFC, es de recordar que esta entidad tiene bajo su egida de control, cinco cooperativas financieras. Otro aspecto de competencia, que ya se esbozó atrás, es el tráfico de listados de candidatos a ser sujetos de crédito, tráfico que se mueve de una forma u otra, y es esencialmente la base de la llamada “compra de cartera”, práctica que está extendida en el mercado. Pero aquí cabe preguntarse, ¿es que las cooperativas están impedidas de participar en esta competencia? La respuesta claro que no, de hecho, fue el mecanismo con el que la mayoría de las cooperativas de ahorro y crédito y fondos de empleados, 3 empezaron sus operaciones alrededor de las décadas de 1960 y 1970, este fue el nicho, por decirlo así, originario. En la medida que la industrialización del país, no solo no se completó, sino que se truncó, bajo el modelo de la apertura económica y la globalización, en el cual, aún hoy, no se ha insertado de manera clara, generándose una economía donde la informalidad y el desempleo son la constante. Las personas que tienen amparada su actividad productiva bajo un contrato de trabajo, más o menos estable, son cada vez menos. Debido a esto, las personas sujeto de crédito bajo la modalidad, de libranza, ya explicitado, son cada vez menos, y aún esta modalidad de crédito genera un riesgo de crédito menor que otras formas de garantizar la amortización del crédito. Como era de esperarse, en esta época de pandemia, cuando la economía se ha visto bastante golpeada, las personas que aún poseen contratos de trabajo en funcionamiento o pensiones aseguradas, se han convertido en Esse est deus del crédito de consumo. La ley 1527 de 2012 permitió, con unos pocos requisitos, acceder a este tipo de descuento, siempre y cuando el empleado o trabajador así lo consignara en el documento llamado “libranza”, lo que le abrió el paso a todo tipo de empresas crediticias acceder a este tipo de amortización del crédito. Pues bien, la pandemia, sumado a que la cultura del riesgo se apoderó del negocio financiero y se abandonó la cultura de la garantía, la evaluación de los sujetos de crédito, se centró en la evaluación del riesgo de incumplimiento, más que en la garantía que cubre este riesgo, no me importa su riqueza ilíquida, me importa su ingreso periódico. Ante esto, y debido a la apertura de los bancos hacia segmentos de la clase media baja colombiana, y ante la reducción del empresarismo formal, la banca tradicional hubo de recurrir al mercado de la financiación del crédito de consumo, donde las personas sin riqueza acumulada, pero sí con pequeños ingresos periódicos, son el sujeto principal del crédito. El desarrollo de las cooperativas de ahorro y crédito y 4 los fondos de empleados a través del tiempo, ya habían mostrado las bondades de este tipo de crédito. Alguna vez un expositor avezado, planteó el problema de la infidelidad de los clientes, la cual por estos tiempos debemos trasladarlos a los asociados, los cuales, a fuerza de defender sus pocos ingresos, abandonan la propuesta cooperativa, puesto desde cualquier punto de vista le es desventajosa, por lo menos desde el punto de vista financiero. La cosa es sencilla, la cooperativa con mucho esfuerzo se puso al nivel de Bancolombia, y puso su tasa de interés en el 8,86%, e incluso los mismos gastos de estudio del crédito, seguro de vida, etc, pero hasta allí la cosa está bien. Pero cuando al asociado se le pide que debe hacer un aporte social, que lo hace asociado, y en las cooperativas de ahorro y crédito y fondos de empleados es condición inexcusable para hacer la operación con él, de acuerdo a las exigencias de la SES, la igualdad de condiciones de la operación queda truncada. Las consecuencias de esta situación, presenta su evidencia empírica en diferentes indicadores tomados de 187 cooperativas de ahorro y crédito entre los periodos 2010-2020, de acuerdo a la Supersolidaria. (Supersolidaria 2021) Uno muestra la evolución de los depósitos de los asociados, los cuales cada vez son parte más importante en la financiación de los activos, DEPOSITOS/ACTIVO 52,00% 50,00% 48,00% 46,00% 44,00% 42,00% 40,00% 38,00% 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 Fuente: Supersolidaria 2021 5 O sea, el aumento de la relación depósitos-activos, indica que la principal fuente de financiamiento de los activos son los depósitos, a costa de los otros componentes como el patrimonio y el endeudamiento financiero. Si observamos el comportamiento de los aportes sociales respecto al activo, se ve claramente su descenso, que se debe a varios factores como: i) políticas de competencia en reacción a la competencia de bancos y otras entidades de crédito, ii) descenso del número de asociados y iii) crecimiento de los activos vía endeudamiento o vía incremento de los depósitos. Una sencilla prueba de correlación, puede indicar si la tendencia a la baja de la participación de los aportes sociales en los activos corresponde al aumento de la participación de los depósitos. Se esperaría una relación negativa alta, veamos: DEPOSITO/ACTIVO APORTES/ ACTIVO COEF DE CORR 2010 43,56% 33,10% 2011 42,97% 32,67% 2012 42,95% 32,06% 2013 44,38% 31,04% 2014 45,20% 29,97% 2015 46,56% 29,47% 2016 45,68% 29,00% 2017 45,83% 29,63% 2018 46,72% 29,60% 2019 48,22% 29,16% 2020 51,09% 28,95% -0,80228156 La correlación es negativa como se esperaba y un valor relativamente alto -0.802, lo que sugiere que los aportes sociales han sido desplazados en los últimos 10 años, por los depósitos de los asociados, lo que significa que las cooperativas han ido cambiando las políticas de competencia debido a la guerra de libranzas, que inicialmente se dio entre las mismas cooperativas con la práctica de la compra de cartera, a la que se fueron incorporando los bancos comerciales. El primer afectado fue la rentabilidad, puesto al cambiar el origen del fondeo de los activos, de aportes sociales, por principio a costo cero, a la mezcla de captaciones, por los cuales se han de pagar intereses, el margen de intermediación se reduce. Es de anotar que las operativas han mantenido una tendencia a remunerar unos puntos adicionales al DTF por los depósitos de sus asociados, salvo en el periodo 2016-2017, que se presenta como atípico en la serie de DTF. Esto se puede observar en el gráfico siguiente. 6 INTERES COOPERATIVAS VS DTF 8,00% 7,00% 6,00% 5,00% 4,00% 3,00% 2,00% 1,00% 0,00% 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 COSTO A. FINANCIERA/DEPOSITOS 2018 2019 2020 DTF El periodo atípico de 2016-2017 se explica, por varios factores entre los cuales está el repunte de la inflación en este periodo y la respuesta tardía del Banco Central al reducir su tasa de intervención del 7.5% al 4.5%, pero sus efectos se sentirían hasta el 2018, cuando las tasas de captación volverían a la tendencia oscilante que traían. (CEPAL 2018) Hay que anotar que, el descenso de las tasas de captación podría haber aumentado el margen de intermediación, pero este no se refleja en los excedentes debido al volumen a la baja de las colocaciones, lo cual se demuestra en al aumento de la liquidez. Este panorama, de depósitos de los asociados al alza, bajo nivel de colocación, debería redundar en un incremento de la liquidez, que, salvo el Fondo de Liquidez, es un activo improductivo, como efectivamente sucede: 7 EFECTIVO/ACTIVO 16,00% 14,00% 12,00% 10,00% 8,00% 6,00% 4,00% 2,00% 0,00% 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 Fuente: Supersolidaria 2021 y la consecuencia final, los excedentes a la baja, creciendo menos que los activos, los cuales se están engrosando con activos improductivos, como el exceso de liquidez, y los ingresos se adelgazan debido a las dificultades para colocar cartera de crédito. EXCEDENTES/ACTIVO 3,00% 2,50% 2,00% 1,50% 1,00% 0,50% 0,00% 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 Fuente: Supersolidaria 2021 8 Este mismo efecto se puede observar en el margen operacional el cual desde 2016 empezó una tendencia marcada de descenso, como se puede apreciar en la siguiente gráfica. MARGEN OPERACIONAL 40,00% 35,00% 30,00% 25,00% 20,00% 15,00% 10,00% 5,00% 0,00% 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 Fuente: Supersolidaria 2021 Las mayores exigencias de capital, que es la orientación desde 2010 por Basilea III y su etapa de revisión en 2017, bajo la dinámica expuesta, no será posible cumplirlas por parte de las cooperativas de ahorro y crédito, debido a las limitaciones que se les viene presentando, por el doble carácter de los asociados, ser propietarios de la cooperativa y usuarios de los servicios de esta. Este doble carácter está determinado por la necesidad del servicio, no el afán de la rentabilidad de una inversión. ¿Para qué aporto a la cooperativa, si el servicio que voy a recibir, lo puedo obtener en otra parte sin aportes? Así las cosas y de acuerdo a la orientación de Basilea III, el modelo financiero cooperativizado estaría siendo liquidado, puesto no habría mecanismo en el mercado para que subsista por mucho tiempo. Conclusión A manera de conclusión se puede afirmar que, el cooperativismo de ahorro y crédito está en camino de abandonar su nicho principal, y para muchas cooperativas de ahorro y crédito su nicho originario y aún el principal. Las medidas gubernamentales 9 de “democratización” del mecanismo de amortización de un crédito de la libranza, llevó de manera inexorable a que las entidades financieras más poderosas se apoderaran de él, con el inevitable colapso del patrimonio de miles de colombianos, acumulado por décadas. Y allí aflora la debilidad del sistema cooperativo, en un medio que no les favorable, puesto los patrimonios cooperativos, se alimentan de manera gradual y están altamente ligados a la prestación del servicio, el hecho de que el asociado sea propietario, y por lo tanto aportante del capital y a la vez usuario del servicio, le dan una diferencia, en la actual normatividad, definitiva con las instituciones de crédito comerciales. Basilea III establece que “los bancos (léase las entidades con intermediación financiera) 2 están obligados a mantener más capital y de mayor calidad para hacer frente a las pérdidas inesperadas” (Banco de Pagos Internacionales-BIS- 2017, p.2), que aunque no menciona por parte alguna las cooperativas, es una constante que la Superfinanciera adopta poco a poco las reglamentaciones que adopta la Superdinanciera, y esta está obligada a adoptarlas en virtud a la membresía de Colombia a la OCDE3. BIBLIOGRAFIA Banco de Pagos Internacionales-BIS-. «Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.» Banco de Pagos Internacionales-BIS-. diciembre de 2017. https://www.bis.org/bcbs/publ/d424_inbrief_es.pdf (último acceso: 10 de julio de 2021). CEPAL. «Colombia.» En Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe ▪ 2017, de CEPAL. Santiago de Chile: CEPAL, 2018. La República. La República. 22 de septiembre de 2020. https://www.larepublica.co/finanzas/el-sistema-financiero-estrenara-tresParéntesis fuera de texto. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico a la cual pertenece Colombia desde abril 28 de 2020. 2 3 10 bancos-y-cuatro-companias-de-financiamiento-3063237 (último acceso: 5 de julio de 2021). —. «El sistema financiero colombiano estrenará tres bancos y cuatro compañías de financiamiento.» La República, 29 de junio de 2021: edición digital. Supersolidaria. Cooperativas de Ahorro y crédito. 16 de julio de 2021. http://www.supersolidaria.gov.co/es/entidad/cooperativas-de-ahorro-ycredito (último acceso: 16 de julio de 2021). 11