MEDIDA CAUTELAR EN EL PROCESO CIVIL JOHAN LIEV PACAYA SHUPINGAHUA - Universidad Científica del Perú – UCP RESUMEN El trabajo realizado nos da a conocer información muy importante acerca de la medida cautelar. Por ello se parte mencionando una breve definición que se encuentra inmersa en la introducción del trabajo. Seguidamente tenemos la autonomía con la que esta revestida la medida cautelar, y como esta existe independientemente del proceso principal, siguiendo una totalmente diferente en cuaderno aparte, pero siempre ligada a la pretensión principal. Luego, se pasa a desarrollar las características de las medidas, los tipos de medidas cautelares, la finalidad que esta cumple y finalmente se desarrolla de manera puntual la contracautela. PALABRAS CLAVE: Medida Cautelar, Proceso Principal, Verosímil, Instrumental, Peligro en la demora. ABSTRACT The work carried out gives us very important information about the precautionary measure. For this reason, it starts by mentioning a brief definition that is immersed in the introduction of the work. Next we have the autonomy with which the precautionary measure is covered, and how it exists independently of the main process, following a totally different one in a separate notebook, but always linked to the main claim. Then, it goes on to develop the characteristics of the measures, the types of precautionary measures, the purpose that it fulfills and finally the injunction is developed in a timely manner. KEYWORDS: Precautionary Measure, Main Process, Plausible, Instrumental, Danger in the delay. INTRODUCCION Una de las actividades que constantemente se observa y que es una facultad innata de los seres humanos es su constante vinculación con otros individuos, partiendo de lo más básico, una cena, una salida con amigos; pasando al ámbito jurídico, la celebración de un contrato de trabajo o, una compra y venta, un matrimonio, el arrendamiento de un bien inmueble y así, un sinfín de relaciones que por algún motivo pudieran trascender en significancia tanto para el entorno social como para quien lo asume. Y con todo ello nace la necesidad de administrar el conflicto de una relación jurídica. En este caso interviene la jurisdicción del Estado por medio de sus jueces para componer la situación. Sin embargo, en el proceso judicial concurren una serie de etapas, secuencias que están encaminadas a lograr la solución del conflicto, todo esto hace que el proceso se vaya prolongando por mucho más tiempo de lo que estaba previsto, y esto puede afectar la pretensión solicitada en el proceso. Para proteger esto, uno de los mecanismos necesarios en el proceso civil, es la tutela cautelar, que tiene por objeto asegurar la eficacia y el cumplimiento de la sentencia que emite el juez. En atención a esta realidad, con una solicitud de la parte interesada, el órgano jurisdiccional con las facultades conferidas por el estado, puede adoptar medidas que van a estar destinadas al aseguramiento de la pretensión y al fin que se busca lograr mientras transcurre el proceso. El fomus boni iuris y el periculum in mora son algunos presupuestos que se necesitan para obtener una resolución favorable en respuesta al pedido o la pretensión cautelar. La tutela cautelar está vinculada al conjunto de actos al interior de un proceso judicial que buscan, a través de una resolución judicial, garantizar los efectos de la sentencia que se puede dar en un proceso principal. En algunos casos, lo que se busca es impedir que el particular sufra mayores daños, y en otro, el reconocimiento de derechos y que no se pierda la eficacia de la sentencia. En ese sentido, la Corte Superior de Lima ha indicado que “las medidas cautelares son la modalidad de la actividad judicial que tiene por finalidad el resguardo de los bienes o situaciones extraprocesales con trascendencia jurídica los cuales, por falta de custodia, se podría frustrar la eficacia de la sentencia a expedirse. Las medidas cautelares tienen su fundamento en la necesidad de mantener la igualdad de las partes en el juicio y evitar que se convierta en ilusoria la sentencia que ponga fin al proceso, busca asegurar de forma preventiva el resultado práctico o la eficacia de la sentencia a expedirse. (EXPEDIENTE N° 2195-2009) LA AUTONOMIA DEL PROCEDIMIENTO CAUTELAR En este punto es de vital importancia abordar el estudio de la autonomía procedimental. Es un tema muy controvertido, dado que aún existe la disyuntiva de si nos encontramos ante pretensiones dentro de un proceso o si estamos dentro de un proceso autónomo. La primera posición niega la autonomía del proceso cautelar dado que existe una actuación procesal que se encuentra vinculada a un proceso principal, y solo se podría hablar de autonomía cuando la medida se demanda separadamente del proceso donde se actuará el derecho. La segunda posición reconoce la influencia que ha tenido el pensamiento de Carnelutti, quien postula que mientras los procesos ejecutivos y de conocimiento persiguen la composición definitiva de la Litis, el proceso cautelar, en cambio, tiene por finalidad la composición provisional. (CARNELUTTI, 1971) Kielmanovich concibe al proceso cautelar como aquel que tiene por objeto una verdadera pretensión cautelar, dice: “entendemos que se trata de un proceso que goza conceptualmente de autonomía, por su peculiar estructura, grado de conocimiento diferenciado y particular impuesto para la adopción de las medidas cautelares (…) la pretensión cautelar es autónoma por su propia naturaleza y porque no se confunde con la pretensión objeto del proceso contencioso o con la petición del objeto extracontensioso, sino que se trata de una pretensión, o si se quiere acción, diversa de la pretensión o petición actuada en el proceso principal, llamada a tener una virtualidad provisoria, por más que pueda mediar alguna coincidencia entre el bien de la vida aprehendido en una y otra”. (KIELMANOVICH, 2000, pág. 20 y 49) Partiendo de lo señalado en el artículo 635 del CPC, “todos los actos relativos a la obtención de una medida cautelar, conforman un proceso autónomo para el que se forma cuaderno especial”. Se puede observar que el proceso cautelar, desde su procedimiento o tramite, es independiente del proceso principal, por tal motivo la norma señala que debe tramitarse en cuaderno especial, siguiendo una línea totalmente diferente de proceso principal sin importado el estado en que este se encuentre. Con esta autonomía lo que se busca es ordenar mejor el proceso y lograr una tramitación mucho más rápida, evitando así entorpecer ambos procesos, y garantizar el dictado oportuno de la medida independientemente de la demanda principal. CARACTERISTICAS ESPECIALES DE LA MEDIDA CAUTELAR A través de las medidas cautelares lo que se busca obtener es que el derecho que se pretende actuar en un proceso, pierda su eficacia durante el tiempo de su iniciación hasta el cumplimiento de la sentencia definitiva, para amparar o desestimar la solicitud de tutela cautelar el juez el juez valorará los elementos y también los efectos, la cobertura y la intensidad de la medida cautelar; también tendrá que determinar en la resolución la intervención de los colaboradores judiciales para la correcta y adecuada ejecución de la medida. Todos estos criterios forman parte de la resolución cautelar, y tiene como característica ser: - Provisoria: las medidas cautelares no tienen carácter de permanente ni absolutas, por esa razón no se puede asociar a la cosa juzgada. Esta está destinada a tener una duración limitada hasta que sobrevenga el fallo definitivo, mientras no se dicte la resolución final en el proceso principal dicha medida se mantiene. A través de este carácter provisorio se busca contrarrestar los efectos negativos que podría tener el tiempo sobre el derecho que se pretende lograr. La corte suprema explica que “toda medida es provisoria y por ello mismo, las consecuencias que genere no pueden ser absolutas, porque de ser así lo provisorio se convertiría en definitivo y lo probable adquiriría la calidad de cosa juzgada”. (CASACION 328-2014 CALLAO) - Variable: como ya se ha explicado, las medidas cautelares no adquieren eficacia de cosa juzgada, esta característica permite que la medida pueda sufrir modificaciones durante el proceso, siempre que la motivación para expedir la medida cautelar cambie. El carácter variable de la medida cautelar permite que esta pueda sufrir cambios en atención a la modificación de las bases que sirvieron para su decreto, es decir; luego de un adecuado examen por parte del juez, las medidas pueden ser ampliadas, revocadas o incluso reducidas. - Instrumental: la principal característica de la medida cautelar es su carácter instrumental, no se puede justificar la vigencia de una medida sin un proceso, necesariamente debe existir la dependencia simultánea o posterior de un proceso principal, como regula el artículo 636 del CPC, condiciona la vigencia de una medida cautelar al inicio de un proceso en un plazo de 10 días, de no ser así, la medida cautelar caduca. Al respecto, el Tribunal Constitucional, señala que: “la medida cautelar está orientada en su carácter instrumental a asegurar la efectividad del derecho demandado en el marco de un debido proceso, no solo cuando trate de procesos que adolecen de dilaciones indebidas o que no se resuelvan dentro de los plazos establecidos, sino también cuando se trate de la duración ordinaria de los procesos”. (EXP. N.° 2544-2009-PC/TC) - Jurisdiccional: La finalidad de asegurar no es una facultad exclusiva de las medidas cautelares; este fin se puede alcanzar por mecanismos extrajudiciales, como la hipoteca, la prenda y la anticresis; estos mecanismos se constituyen fuera del proceso y cumplen fines análogos a las medidas cautelares, tienen un origen consensual. Pero es importante precisar que la medida cautelar también busca aseguramientos, pero este tiene un origen jurisdiccional pues nace por un mandado judicial para estar al servicio del proceso judicial que se ha iniciado o está por iniciarse; en eso radica el carácter jurisdiccional de la medida y, además, a través de ella se busca asegurar la paz social al lograr la eficacia de la sentencia. Además de las características ya mencionadas, las medidas cautelares deben ser dictadas inautida parts, sin audiencia del afectado, esto para poder evitar una posible frustración por parte del demandado. Es muy importante señalar también para poder decretar las medidas cautelares estas deben tener grado de apariencia, no dé certeza. No produce efectos de cosa juzgada, no causan instancia, su otorgamiento no supone prejuzgamiento, no tienen incidencia directa sobre la relación procesal, son de ejecutabilidad inmediata y revisten por ultimo carácter urgente y deberán ser canceladas, si la pretensión principal es declarada improcedente. PRESUPUESTOS PARA EL OTORGAMIENTO DE LA MEDIDA CAUTELAR Verosimilitud del derecho (fumus boni iuris): Si lo que se busca con una medida cautelar es asegurar una pretensión principal, es completamente razonable que la adopción de la medida tenga como presupuesto “la apariencia del derecho”, lo que señala que la pretensión pueda ser estimada. Lo que se exige al juzgador es un juicio simple de verosimilitud, que mediante los documentos presentados por el solicitante de la medida se pueda generar en el juez la apariencia razonable de que al pronunciarse la sentencia se declarará fundada la demanda. Al respecto, la Corte Superior de Lima explica que un derecho es verosímil cuando el juez considera que el derecho que se demanda será reconocido en la sentencia definitiva, en hipótesis que sea aceptada; criterio que puede ser variado en cualquier momento cuando las circunstancias del proceso así lo ameriten, razón por la cual la medida cautelar es siempre provisional, instrumental y variable conforme a lo que previene al artículo 612 del Código Procesal. (EXPEDIENTE N° 85-2004 ) Peligro en la demora (periculum in mora): El juez no solo debe apreciar la apariencia del derecho que invoca el solicitante de la medida cautelar, también debe apreciar el peligro de que el probable derecho sea violado y que sin la efectividad de la cautela pueda permanecer este insatisfecho. Por su parte, la Corte Superior de Lima, señala: “el peligro en la demora implica la necesidad de acceder a una medida preventiva, ante la inminencia de un daño evidente que puede ser originado precisamente por la demora en resolver la acción principal y que el órgano jurisdiccional está en la obligación sustancial de atender, a fin de cautelar el derecho que aparece como vulnerado”. (EXPEDIENTE N° 675-2002) Al respecto, Calamandrei ha sostenido la existencia de dos tipos de periculum in mora: peligro de infructuosidad y peligro de tardanza de la providencia principal: “Algunas de las providencias cautelares (…) no tratan de acelerar la satisfacción del derecho controvertido, sino solamente de suministrar anticipadamente los medios idóneos para conseguir que la declaración de certeza (…) o la ejecución forzada (…) del derecho, se produzcan, cuando la lentitud del procedimiento ordinario lo consienta, en condiciones prácticamente más favorables (…). En cambio, en otros casos (…) la providencia interina trata de acelerar en vía provisoria la satisfacción del derecho, porque el periculum in mora está constituido no por la temida desaparición de los medios necesarios para la formación o para la ejecución de la providencia principal sobre el mérito, sino precisamente por la prolongación, a causa de las diligencias del proceso ordinario, del estado de insatisfacción del derecho, sobre el que se contiene el juicio de mérito. Aquí, por lo tanto, la providencia cae directamente sobre la relación sustancial controvertida. (CALAMANDREI, 1945, pág. 71 y ss) La razonabilidad de la medida para garantizar la eficacia de la pretensión: El Tribunal Constitucional, en el Expediente Nº 2235-2004-AA/TC, ha precisado que la legitimidad constitucional de una limitación al ejercicio de los derechos fundamentales no se satisface con la observancia del principio de legalidad. Acotando luego que por virtud del principio de razonabilidad se exige que la medida restrictiva se justifique en la necesidad de preservar, proteger o promover un fin constitucionalmente valioso. Es la protección de fines constitucionalmente relevantes la que, en efecto, justifica una intervención estatal en el seno de los derechos fundamentales. Desde esta perspectiva, la restricción de un derecho fundamental satisface el principio de razonabilidad cada vez que esta persiga garantizar un fin legítimo y, además, de rango constitucional. (EXPEDIENTE N° 2235-2004-AA/TC) COMPETENCIA Es importante que el juez que conozca del proceso principal sea el que también conduzca el procedimiento cautelar. Si bien el trámite de ambos no lo vincula, ya que existe como hemos visto una autonomía, quién más que el juez que conoce del proceso principal para que tenga todos los elementos necesarios a fin de otorgar o no la medida cautelar solicitada en base a los hechos acontecidos en el proceso principal. Le permite tener una mejor visión del comportamiento de las partes en el proceso y la necesidad en el dictado de la tutela cautelar. OPORTUNIDAD Respecto de la oportunidad en que puede operar la medida cautelar, esta puede ser solicitada y concedida antes del proceso o con posterioridad al inicio este. En el primer supuesto, esta medida está sujeta a la condición de formular su pretensión dirimente ante la jurisdicción dentro de los diez días posteriores a la ejecución (artículo 636 del CPC). Igual exigencia corre para el caso de medidas cautelares dictadas antes del inicio del procedimiento arbitral. El citado artículo 636 del CPC establece claramente en primer lugar la materialización de la ejecución de la medida dictada y, en segundo lugar, la presentación de la demanda dentro de los diez días posteriores a dicho acto (ejecución). Se deberá tener en cuenta aquí si la pretensión principal resulta ser materia conciliable o no a fin de poder exigir el requisito de la conciliación. TIPOS DE MDEDIDAS CAUTELARES Embargo: Cuando la pretensión principal es apreciable en dinero, se puede solicitar embargo. Este consiste en la afectación jurídica de un bien o derecho del presunto obligado, aunque se encuentre en posesión de tercero, con las reservas que para este supuesto señala la ley. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 642) Secuestro: Cuando el proceso principal tiene por finalidad concreta la dilucidación del derecho de propiedad o posesión sobre determinado bien, la medida puede afectar a éste, con el carácter de secuestro judicial, con desposesión de su tenedor y entrega a un custodio designado por el Juez. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 643) Cuando la medida tiende a asegurar la obligación de pago contenida en un título ejecutivo de naturaleza judicial o extrajudicial, puede recaer en cualquier bien del deudor, con el carácter de secuestro conservativo, también con desposesión y entrega al custodio. Se aplican al secuestro, en cuando sean compatibles con su naturaleza, las disposiciones referidas al embargo. Embargo en forma de depósito y secuestro: Cuando el embargo en forma de depósito recae en bienes muebles del obligado, éste será constituido en depositario, salvo que se negare a aceptar la designación, en cuyo caso se procederá al secuestro de los mismos. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.649) Cuando el secuestro recae en bienes muebles del obligado, éstos serán depositados a orden del Juzgado. En este caso, el custodio será de preferencia un almacén legalmente constituido, el que asume la calidad de depositario, con las responsabilidades civiles y penales previstas en la ley. Asimismo, está obligado a presentar los bienes dentro del día siguiente al de la intimación del Juez, sin poder invocar derecho de retención. Embargo de inmueble sin inscripción registral o inscrito a nombre de tercera persona: Cuando se trata de inmueble no inscrito, la afectación puede limitarse al bien mismo, con exclusión de sus frutos, debiendo nombrarse necesariamente como depositario al propio obligado. Esta afectación no lo obliga al pago de renta, pero deberá conservar la posesión inmediata. En este supuesto el Juez a pedido de parte, dispondrá la inmatriculación del predio, sólo para fines de la anotación de la medida cautelar. En caso que se acredite, que el bien pertenece al deudor y se encuentra inscrito a nombre de otro; deberá notificarse con la medida cautelar a quien aparece como titular en el registro; la medida se anotará en la partida respectiva; la subasta se llevará adelante una vez regularizado el tracto sucesivo registral. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 650) Embargo en forma de inscripción: En caso de bienes registrados, la medida puede ejecutarse inscribiéndose el monto de la afectación, siempre que ésta resulte compatible con el título de propiedad ya inscrito. Este embargo no impide la enajenación del bien, pero el sucesor asume la carga hasta por el monto inscrito. La certificación registral de la inscripción se agrega al expediente. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 656) Embargo en forma de retención: Cuando la medida recae sobre derechos de crédito u otros bienes en posesión de terceros, cuyo titular es el afectado con ella, puede ordenarse al poseedor retener el pago a la orden del Juzgado, depositando el dinero en el Banco de la Nación. Tratándose de otros bienes, el retenedor asume las obligaciones y responsabilidades del depositario, salvo que los ponga a disposición del Juez. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 657) Embargo en forma de intervención en recaudación: Cuando la medida afecta una empresa de persona natural o jurídica con la finalidad de embargar los ingresos propios de ésta, el Juez designará a uno o más interventores recaudadores, según el caso, para que recaben directamente los ingresos de aquella. La resolución cautelar debe precisar el nombre del interventor y la periodicidad de los informes que debe remitir al Juez. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 661) Embargo en forma de intervención en información: Cuando se solicite recabar información sobre el movimiento económico de una empresa de persona natural o jurídica, el Juez nombrará uno o más interventores informadores, señalándoles el lapso durante el cual deben verificar directamente la situación económica del negocio afectado y las fechas en que informarán al Juez. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.665) Embargo en forma de administración de bienes: Cuando la medida recae sobre bienes fructíferos, pueden afectarse en administración con la finalidad de recaudar los frutos que produzcan. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 669) Secuestro: Cuando el proceso principal tiene por finalidad concreta la dilucidación del derecho de propiedad o posesión sobre determinado bien, la medida puede afectar a éste, con el carácter de secuestro judicial, con desposesión de su tenedor y entrega a un custodio designado por el Juez. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.643) Secuestro conservativo sobre bienes informáticos: En caso de que se dicte secuestro conservativo o embargo, sobre soportes magnéticos, ópticos o similares, el afectado con la medida tendrá derecho a retirar la información contenida en ellos. Quedan a salvo las demás disposiciones y las medidas que puedan dictarse sobre bienes informáticos o sobre la información contenida en ellos. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.647) Secuestro de bienes dentro de una unidad de producción o de comercio: Pueden secuestrarse bienes muebles que se encuentran dentro de una fábrica o comercio, cuando éstos, aisladamente, no afecten el proceso de producción o de comercio. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.651) Secuestro de títulos de crédito: Cuando se afecten títulos-valores o documentos de crédito en general, estos serán entregados al custodio haciéndose la anotación respectiva en el documento, conjuntamente con copia certificada de su designación y del acta de secuestro, a fin de representar a su titular. El custodio queda obligado a todo tipo de gestiones y actuaciones que tiendan a evitar que el título se perjudique y a depositar de inmediato a la orden del Juzgado, el dinero que obtenga. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.652) Anotación de demanda en los registros públicos: Cuando la pretensión discutida en el proceso principal está referida a derechos inscritos, la medida cautelar puede consistir en la anotación de la demanda en el registro respectivo. Para su ejecución, el Juez remitirá partes al registrador, los que incluirán copia íntegra de la demanda, de la resolución que la admite y de la cautelar. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.673) La anotación de la demanda como medida cautelar tiene como objetivo mantener en el mismo estado las cosas a la fecha de la anotación hasta la culminación del proceso y si la decisión judicial le es favorable al solicitante de la medida, los efectos de la resolución tienen validez desde la anotación. MEDIDA ANTICIPADA Además de las medidas cautelares reguladas, el Juez puede adoptar medidas anticipadas destinadas a evitar un perjuicio irreparable o asegurar provisionalmente la ejecución de la sentencia definitiva. A este efecto, si una medida se hubiere ejecutado sobre bienes perecibles o cuyo valor se deteriore por el transcurso del tiempo u otra causa, el Juez, a pedido de parte, puede ordenar su enajenación, previa citación a la contraria. El dinero obtenido mantiene su función cautelar, pudiendo solicitarse su conversión a otra moneda si se acreditara su necesidad. La decisión sobre la enajenación o conversión es apelable sin efecto suspensivo. Los elementos con que se construye la tutela anticipada, ya no será la verosimilitud sino la casi certeza del derecho que se busca y la urgencia que se sustentará en dos situaciones: a) la necesidad impostergable del que la pide (674 CPC); y, b) el peligro irreparable e inminente (682 y 687 CPC). FINALIDAD Siguiendo a Carnelutti y a Calamandrei podemos decir que la medida cautelar tiene como función «evitar que se realicen por el demandado, durante el curso del proceso, actos que impidan o dificulten la efectividad de la satisfacción de la pretensión que se ejercita” (LEDESMA NARVÁEZ, 2013, pág. 07). De esta manera se busca que el demandado, al conocer el proceso en su contra, no pueda disponer de los bienes respecto de los cuales pudiera recaer la ejecución de la decisión principal y tornarla en inejecutable, impidiendo la materialización de la tutela jurisdiccional en la fase ejecutiva. Lo que se busca es mantener un estatu quo respecto de determinadas situaciones vinculadas a la pretensión principal, ya que en caso ello no se pueda hacer de manera preventiva, la decisión final no será plenamente cumplida. De ahí la necesidad del dictado de medidas cautelares que aseguren el resultado del proceso principal, que debe estar claramente delimitado. LA CONTRACAUTELA La contracautela tiene por objeto asegurar al afectado con una medida cautelar el resarcimiento de los daños y perjuicios que pueda causar su ejecución. La admisión de la contracautela, en cuanto a su naturaleza y monto, es decidida por el juez, quien puede aceptar la propuesta por el solicitante, graduarla, modificarla o, incluso, cambiarla por la que sea necesaria para garantizar los eventuales daños que pueda causar la ejecución de la medida cautelar. La contracautela puede ser de naturaleza real o personal. Dentro de la segunda se incluye la caución juratoria, que puede ser admitida, debidamente fundamentada, siempre que sea proporcional y eficaz. Esta forma de contracautela es ofrecida en el escrito que contiene la solicitud de medida cautelar, con legalización de firma ante el secretario respectivo. Cabe precisar que los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, el Ministerio Público, los órganos constitucionales autónomos, los gobiernos regionales y locales, y las universidades, están exceptuados de prestar contracautela. CONCLUSIONES 1. Las medidas cautelares son la modalidad de la actividad judicial que tiene por finalidad el resguardo de los bienes o situaciones extraprocesales con trascendencia jurídica, que, por falta de custodia, podrían frustrar la eficacia de la sentencia a expediente. 2. Desde el punto de vista de su tramitación o procedimiento, el proceso cautelar es independiente del proceso principal, en razón de que aquel se tramita en cuaderno especial y sigue en trámite diferente sin importar el estado procesal en el que se encuentra el principal. 3. La medida cautelar tiene las siguientes características: jurisdiccional, provisional, variable e importa un prejuzgamiento (612 CPC). 4. Los tipos de medida cautelar regulados en el Código Procesal Civil son: medidas para futura ejecución forzada; medidas temporales sobre el fondo; medidas innovativas, medidas de no innovar y medidas genéricas. 5. La contracautela tiene por objeto asegurar al afectado con una medida cautelar el resarcimiento de los daños y perjuicios que pueda causar su ejecución. La admisión de la contracautela, en cuanto a su naturaleza y monto, es decidida por el juez, quien puede aceptar la propuesta por el solicitante, graduarla, modificarla o, incluso, cambiarla por la que sea necesaria para garantizar los eventuales daños que pueda causar la ejecución de la medida cautelar. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Bibliografía - CALAMANDREI, P. (1945). Introduccion al estudio sistemático de las providencias cautelares. Buenos Aires: Editorial Bibliografia Argentina. - CARNELUTTI, F. (1971). Derecho y Proceso. Buenos Aires: Ejea. - CASACION 328-2014 CALLAO, CASACIÓN (CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA SALA CIVIL PERMANENTE 2014). Obtenido de https://lpderecho.pe/no-procede-accesionsin-antes-haberse-determinado-titularidad-del-bien-casacion-328-2014-callao/ - CODIGO PROCESAL CIVIL. (2021). LIMA, PERÚ: JURISTAS EDITORES E.R.R.L. - EXP. N.° 2544-2009-PC/TC, N.° 2544 (TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 2009). 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