Diseñando la tridimensionalidad Por Jennifer Ethel Rodríguez Ayala El presente ensayo expone la tercera dimensión en la que vivimos de las cuales se abordará su concepto a partir de la construcción bidimensional que las conforma. Ante esto me cuestiono ¿Qué son? Por tanto, se considera importante definir sus elementos y, cómo a partir de una estructura bidimensional podemos comenzar un análisis coherente guiado a la tridimensionalidad, haciendo un análisis a las formas y sus elementos, teniendo en cuenta la organización tridimensional y su complejidad además de las diferentes maneras de conceptualizar sus componentes. Para este proceso, fue de importancia la investigación basada en los libros de Wong y Scott de los cuales podemos detallar más adelante. Se observa a diario un mundo de tres dimensiones, ya que la manera en que el ojo se conecta con la mente humana se encarga de darnos la primera impresión, pero la formación en el diseño permite crear diversos ángulos. De esta forma, cambiando de ángulo, se puede observar una perspectiva total y completamente diferente de la que teníamos en un principio. Es tan fascinante descubrir, que día a día podemos ver las cosas totalmente diferentes como si fuese un universo alterno al que simplemente estamos adheridos, del que no podemos alejarnos, pero si transformarlo. Con respecto a lo anteriormente mencionado, los autores abordados (Scott,2002) y (Wong, 2001), coinciden en la importancia de la fascinante perspectiva, que sugiere el cuestionamiento ¿Qué es el diseño? bueno el "diseño es formular un plan para satisfacer una necesidad humana" (Shigley y Mischke,1989). Para observar las tres dimensiones no se necesita ser diseñador, vivimos en tres dimensiones y podemos observar sus diferentes vistas pero para construir un diseño, el diseñador puede jugar con las diferentes vistas que sugieren estos autores con sus métodos y hacerlo con un propósito, esa es la diferencia. De construir con conocimiento de causa. O construir o diseñar un mundo en el que vivimos. Por lo anteriormente expuesto, se requiere de un profundo análisis al aspecto tanto interior como exterior de una figura para después tener una armonía que comprenda desde la tridimensionalidad hasta la vida cotidiana del hombre. Estamos rodeados de formas, formas que van más allá de nuestra perspectiva y que comprenden de una dimensión para poder existir, a lo que la palabra dimensión nos orilla a pensar en magnitudes en el espacio, usadas para describir la Y como diseñadores, no solo la describimos, sino que tenemos la capacidad de construirla y de transformarla si nos adentramos a este análisis profundo de las formas y sus funciones. El diseñador ha de conocer lo que es la forma (más que figura), y sus elementos conceptuales, visuales y de relación para poder construirlos e interpretarlos desde la planta, el contorno o el volumen de la propia forma. (Wong, 2001) Al analizar sobre las formas y sus dimensiones sabemos que el espacio bidimensional se conforma de una proyección plana y física del universo donde vivimos, no tenemos perspectivas puesto que no hay ángulos ni distancias engañosas que nos permitan ver de otra manera, es por eso que solo tomamos en cuenta el ancho y largo; sin embargo, existe orden visual al igual que en la tridimensión, teniendo un propósito en común. Al estar en contacto con el mundo bidimensional y tridimensional debemos ser capaces de ampliar nuestra capacidad de visualizar las diferencias, ya que en el diseño tridimensional podremos interactuar con estas formas, oportunamente es complejo poder organizarlas y lograr un entendimiento más profundo puesto que “los problemas del diseño no pueden dividirse” (Scott, 2002, p.138. sino habrán que integrarse. Por lo general aprendemos de la tridimensionalidad desde pequeños enseñándonos que se compone de una anchura, altura y profundidad, sencillo ¿no? pero si analizamos a fondo sus elementos podremos saber que dispone de una fuerza y equilibrio para poderse mantenerse en pie, y visualmente y visualmente de una profundidad para poder ser llamada forma volumétrica; Estas formas se caracterizan por su tamaño, figura, color o textura, características que las distinguen y hacen ricas sus relaciones. Ahora bien, podremos analizar a fondo a estos dos autores que argumentan significativamente organización a la tridimensionalidad. Por un lado, Robert Gillan Scott quien llama a su libro “Fundamentos del diseño” (Scott, 2002) y por otro lado a Wucius Wong quien nombra a su libro “Fundamentos del diseño bi y tri dimensional” (Wong, 2001). Cada uno de ellos teniendo la determinación de organizar estos elementos y conducirnos al entendimiento profundo de esta tridimensionalidad. Al observar que cada uno de ellos, llama a sus elementos de diferente manera, observamos que, por ejemplo, Wong considera sus elementos divididos en conceptuales los cuales ayudan a definir la forma: los visuales los que percibimos, y de relación que es en el lugar en que se encuentre, además de la posición, dirección y fuerza que tome la forma. Por su parte Scott, define sus elementos como plásticos haciendo referencia que son fácilmente moldeables y que podemos manipular. En conjunto estos dos autores hacen referencia a particularidades como peso, estructura, color y textura, que es lo que conforma la totalidad tridimensional. Se ha argumentado que “Lo que vemos es un espacio continuo en el que estamos incluidos” (Wong, 2001, p.102), nos exige explorar más allá del juicio de la primera vista, poner nuestros cinco sentidos y conocer estas formas a profundidad. Por otro lado, con la aplicación de una proyección ortogonal (Scott, 2002) y analizando la forma por medio de cruciales esquemas de proyección que comienzan con la planta y sus elevaciones hacia cada uno de sus lados. Este proceso de representación de la forma, permite observar todas las dimensiones de la forma a detalle. Por su parte, Wong (2001), con su método de las tres perspectivas básicas partiendo de una visión plana, visión lateral y frontal, aporta desde la figura elemental del cubo, la distribución de figuras en cada una de sus caras, lo que crea interminables relaciones de forma. Ya sea una forma cerrada o una forma abierta, ya sea que implique o no el diseño interno, el diseñador podrá determinar la forma general, el color o la textura desde todos los aspectos. Estos fundamentos permiten conocer, describir, diseñar diferentes formas y su interrelación. Después de analizar los métodos de ambos autores se considera como factor crucial la imaginación, pues la mente y el propósito fracasarán sin ella, la tridimensionalidad se trata de explorar, ser creativo, abrirse con el exterior para ser parte del interior. Para llenarse de asombro al ser crítico, tener presente tantas emociones y sensaciones y poderse maravillar, gran clave de la relación y de la organización que tiene la persona en el espacio tridimensional con tan solo apreciar de manera inteligente. Todos los días nos topamos con formas de diferentes magnitudes pero que son necesarias entender, ya sea una obra de arte o un edificio, desde lo más inimaginable a lo común pero que gracias al ojo humano podemos apreciar desde diversos ángulos, lo que es increíble, pues llegamos a un punto en el que el material primario es el mundo y el usuario que junto con sus necesidades se crea, descubre o plasma interrelaciones dinámicas con todos estos elementos en integración. Referencias Bibliográficas. * SCOTT, G. Robert, (2002), Fundamentos del Diseño, México, Ed. Limusa. * WONG, Wucius, (2001), Fundamentos del diseño bi- y tri-dimensional, México, tercera edición. Ed. G.G. * SHIGLEY Joseph Edward y MISCHKE Charles R, (1989), Diseño en ingeniería mecánica, Estados Unidos, Ed. Mcgraw-Hill College