Proyecto de Tesis: “Iniciativa y consulta popular como herramientas efectivas en la reivindicacion de derechos ambientales en los municipios. El caso de la megaminería en la Argentina” Doctorando: Uluhan Berk Öndül Introducción La demanda de aumentar la transparencia y la participación ciudadana en las democracias representativas no es un fenómeno reciente. Para acomodar a esta demanda muchos países latinoamericanos incorporaron diversos mecanismos de democracia directa a sus constituciones. Algunos de tales mecanismos son la consulta popular, la revocatoria (recall) y la iniciativa popular legislativa. Argentina reformó su Constitución en 1994, después de que el entonces presidente, Carlos Saúl Menem, y el líder del principal partido de la oposición, Raúl Alfonsín, llegaran a un acuerdo sellado en el famoso “Pacto de Olivos”. Junto con muchos otros cambios profundos, una de sus novedades fue la adopción de dos mecanismos de democracia semidirecta: la iniciativa popular legislativa y la consulta popular vinculante y no vinculante. Estos mecanismos no se han utilizado con frecuencia en Argentina, menos aún a nivel nacional, debido al elevado costo que implica, a los altos requisitos de firmas y a las reglas de representación geográfica que desincentivan o dificultan su uso por parte de la población. En cambio, el ámbito subnacional ha sido más prolífico en el uso de estas dos herramientas. Un importante universo a analizar es el de los grupos y asambleas socioambientales que se formaron a fines del siglo XX y principios del siglo XXI en algunas provincias argentinas. Estas agrupaciones emplearon las herramientas participativas con cierta frecuencia en señal de protesta contra la minería a cielo abierto, también conocida como megaminería. El primer caso a destacar en este sentido es el de Loncopué (localidad emplazada en la provincia de Neuquén). En 2012, este municipio dictó una ordenanza que prohibía el uso de productos químicos en las operaciones mineras. La norma fue aprobada en un referéndum histórico. El proyecto de ordenanza y la consulta popular habían sido impulsadas por la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de esa localidad, aunque con oposición del gobierno provincial1. Otro caso de interés se produjo en 2014 en Chubut. Aquí también vecinos autoconvocados (la Unión de Asambleas de Comunidades de Chubut –UACCh) lograron juntar las firmas necesarias para presentar a la legislatura provincial un proyecto de ley destinado a prohibir la minería a cielo abierto en la provincia. Sin embargo, durante su tratamiento la legislatura hizo tantos cambios que la ley quedó desvirtuada. Incluso un legislador fue acusado de recibir instrucciones de empresarios mineros para introducir sendas reformas al proyecto. Ante al primer fracaso, en junio de 2020, la UACCh presentó un nuevo proyecto de iniciativa popular, haciendo uso de un mecanismo presente en la Constitución provincial. El fin era el mismo: frenar la extensión de la minería en el territorio.2 Un tercer caso, antecedente exitoso de esta reciente iniciativa, fue la aprobación en Chubut de la ley 5001, sancionada en 2003. Su disparador había sido el contundente rechazo a la minería que resultó de la consulta popular lanzada en Esquel, en la que más del 80% de la población votó el no a la mina y expulsó a la compañía Meridian Gold del territorio. Si bien esa ley fue considerada un triunfo popular, sus alcances resultaron ser muy limitados: solo prohíbía la minería a cielo abierto con uso de cianuro como método de extracción. La presentación de nuevas opciones de minería “sustentable” impulsadas por el gobierno nacional y las subsiguientes propuestas de instalación de zonas de sacrificio harían necesario ampliar el dominio de la norma. 1 “Contundente No a la megaminería a cielo abierto en Loncopué provincia de Neuquén”, Farco, 4/06/2012, https://www.farco.org.ar/contundente-no-a-la-megamineria-a-cielo-abierto-en-loncopue-provincia-deneuquen/ 2 “Bajo el lema “Nos deben una ley” Chubut lanzó la Segunda Iniciativa Popular contra la megaminería”, Anred, 30/06/2020, https://www.anred.org/2020/06/30/bajo-el-lema-nos-deben-una-ley-chubut-lanzo-la-segunainiciativa-popular-contra-la-megamineria/ Esta investigación examinará el uso de la iniciativa popular en Loncopué iniciada contra proyectos de minería a cielo abierto y lo contrastará con las iniciativas similares registradas en Chubut, tanto en el municipio de Esquel como en el nivel provincial. Al hacerlo, se dará especial tratamiento al rol desempeñado por las agrupaciones socioambientales de vecinos en el impulso de estas herramientas participativas. En tal sentido, se indagará la representación no electoral que ejercen tales organizaciones sociales respecto de la participación ciudadana en el proceso legislativo local y provincial. Estos aspectos centrales serán discutidos en términos de su potencial influencia en el resultado final de la implementación de dichas iniciativas. Justificación Fundamentos Objetivos Aunque la iniciativa popular se introdujo en la constitución Argentina con la reforma de 1994 (art. 39), su uso a nivel nacional no ha sido frecuente. En, cambio, en el ámbito provincial han habido más casos de implementación que nos proporcionan datos importantes para la investigación. La literatura especializada se ha centrado principalmente en la indagación en la arena nacional (Zovatto, 2010; 120). Aún así, varios investigadores se mostraron conscientes del potencial que tienen los estudios de mecanismos de democracia semidirecta a nivel provincial y local (Perera y Scandizzi, 2016; Eberhardt, 2013). Tal interés ha producido importantes avances en la materia y es menester de esta tesis que continúe haciéndolo. Efectivamente, en la presente investigación se realizarán estudios de casos anclados tanto en la teoría del movimiento social como en la de la representación y la participación ciudadana, a fin de examinar las diversas formas en las que la ciudadanía puede expandir su influencia en la política utilizando mecanismos institucionales. Fundamentos Subjetivos Mi motivación personal para investigar este tema proviene de tres fuentes: la beca que me otorgó el Ministerio de Educación Nacional de Turquía para realizar mis estudios doctorales, influencias y eventos ocurridos durante mi cursada de maestría y la preocupación por la calidad de la democracia. En primer lugar, el Ministerio de Educación Nacional de Turquía me otorgó una beca de doctorado en 2014 para estudiar en Argentina. A través de esta beca, he estado formándome y aprendiendo sobre América Latina y Argentina en Buenos Aires durante los últimos cinco años. Durante este tiempo me ha fascinado los vaivenes de la democracia argentina y la riqueza de los estudios existentes sobre la misma. En segundo lugar, durante mi cursada de la Maestría en Derechos Humanos, me concentré en lo que hace a la resolución de conflictos y a la defensa de tales derechos. Dicho período (2013-2015) coincidió con una ola de movimientos sociales y protestas desatadas en todo el mundo. Por lo tanto, en mis primeros años en la Universidad de Belgrano, me dediqué a estudiar las diversas formas de investigar los problemas de derechos humanos en Argentina y sus conexiones con la teoría del movimiento social. Con el paso del tiempo comencé a interesarme más profundamente en la historia política argentina. Sin embargo, no abandoné el aspecto del movimiento social de mis estudios. Por último, en diversas clases de mi posgrado me he dado cuenta de que el tema de la participación es un aspecto muy importante de la democracia, el que, desde mi punto de vista, ha estado en declive en Turquía. En marcado contraste con la realidad de mi país, en Argentina existen numerosas formas institucionales de participación. Por lo tanto, mis estudios se han orientado a los mecanismos de la democracia semidirecta como alternativa y complemento de las instituciones representativas. Entre tales mecanismos, la iniciativa popular legislativa me llamó especialmente la atención debido a su inmenso potencial de uso y versatilidad. Llegué a la conclusión de que el estudio de este mecanismo de democracia semidirecta se adaptaba perfectamente a los requisitos de mi beca, a mi interés en los movimientos sociales y a un área vibrante de experiencia para alimentar mi curiosidad por el resto de mi carrera académica. Preguntas ¿Qué función desempeñan las agrupaciones socioambientales de cara a la explotación minera en las provincias de Neuquén y Chubut? ¿Cuál es su posición respecto del uso de los mecanismos de participación ciudadana reconocidos en la normativa provincial y local? ¿Qué impacto tiene el accionar de estas agrupaciones en términos de representación de intereses y respecto de la participación ciudadana? El empleo de mecanismos semidirectos ¿ha favorecido a estas agrupaciones sociales en el acceso a la representación política y a la participación en la toma de decisiones a nivel local? En caso positivo ¿de qué manera? Objetivos General: Analizar el uso de los mecanismos de democracia semidirecta por parte de las agrupaciones socioambientales a nivel provincial y local en la Argentina, en particular, el de las iniciativas presentadas en Neuquén y Chubut con el fin de frenar la megaminería (1994-2020). Específicos: Indagar los motivos y resultados del uso de la iniciativa popular por parte de las agrupaciones socioambientales en las provincias de Neuquén y Chubut con posterioridad a su incorporación en la reforma constitucional nacional de 1994 Estudiar el impacto del uso de estas herramientas sobre las agrupaciones socioambientales promotoras en lo que hace a su nivel de representatividad en la ciudadanía y a su grado de influencia en la toma de decisiones a nivel local y provincial. Reflexionar acerca del tipo de representación ejercido por las agrupaciones socioambientales en la reivindicación de los derechos ciudadanos contra la contaminación ambiental por megaminería Describir el vínculo que emerge entre las organizaciones socioambientales y el electorado Analizar cómo se ejerce y qué resultados arroja la participación ciudadana vía iniciativa popular en la Argentina en lo que hace al tratamiento de cuestiones medioambientales. Hipótesis En Argentina, tras la reforma constitucional de 1994, las agrupaciones socioambientales utilizan el mecanismo de iniciativa popular legislativa en el nivel municipal y provincial de gobierno a fin de poner un freno a la minería a cielo abierto. El uso de esta herramienta ha arrojado un desempeño exitoso respecto del fin perseguido, al tiempo que otorgó a sus promotores cierta representatividad e influencia en la toma de decisiones políticas. El supuesto que sustenta dicha hipótesis es que la iniciativa legislativa popular ha funcionado en estos casos como un mecanismo de establecimiento de agenda (agenda setting) con más un impacto simbólico para las agrupaciones sociales a cargo en términos de representación de las demandas populares ante los gobernantes. Aun así, el efecto último de estas iniciativas depende en gran medida de las decisiones políticas de los mandatarios electos. Por tal motivo, las agrupaciones socioambientales suelen procurar establecer alianzas directas con los intendentes, gobernadores y legisladores para obtener su patrocinio y la aprobación de sus propuestas legislativas anti-megaminería. Ello, con el fin de lograr su cometido y a fin de aumentar su efectividad como nuevos vehículos de representación ciudadana y de gestión de políticas públicas. Estado de la cuestión La gran cantidad y diversidad de estudios previos disponibles sobre la participación ciudadana en el contexto de la democracia, así como de los mecanismos que la facilitan, proporciona amplios recursos para alimentar esta investigación de manera teórica y práctica. Para comenzar, nos encontramos con un cuerpo de fuentes primarias elaborado por los propios actores que impulsaron los procesos de consultas e iniciativas. Entre ellos, mencionamos: La Patagonia de Pie: Ecología vs. Negociados editado por Lucas Chiappe (2004), Esquel y su no a la mina por Juan A. Zuoza (2005) y Vienen por el oro, Vienen por todo por Javier Rodríguez Pardo (2011). Estos libros narran los hechos desde el punto de vista de los actores. Asimismo, dan cuenta del proceso de formación de las asambleas y de sus interacciones (entre sí y con los actores estatales y corporativos). Si bien estas fuentes resultan útiles a la hora de reconstruir tales procesos, no se las puede considerar producciones rigurosas. Por su parte, la literatura científica sobre los movimientos socioambientales a nivel provincial en Argentina proporciona una gama de hallazgos interesantes. Por ejemplo, Lucrecia Soledad Wagner (2010) destaca que, en Mendoza, como resultado de la firme organización de estos movimientos y de la fuerte presión que ejercen, la industria minera terminó por entender que el futuro de sus proyectos estaría directamente ligado a la capacidad de los empresarios para obtener la licencia social de las poblaciones locales. La autora agrega que el movimiento socioambiental surgió como resultado de la unión de varios sectores con el fin de crear una férrea resistencia contra los embates del capital multinacional. Otros factores que fortalecen las demandas anti-megamineras son los señalados por la tesis doctoral de Lucas Gabriel Christel (2015), quien analiza los casos de Mendoza, Córdoba, Catamarca y San Juan. Desde una mirada enfocada sobre las variables económicas, las conclusiones de Christel advierten sobre las relaciones existentes entre los factores económicos y los sistemas políticos provinciales, las que producen resultados positivos para los movimientos en cuestión. En efecto, la matriz económica, término utilizado por Christel, hace referencia al papel del gobierno en el manejo de la economía y a la presencia de múltiples sectores productivos que contribuyen a la sociedad proporcionando productos y bienes así como a la configuración del mercado laboral (:14). Según el autor, las matrices económicas diversas y la pluralidad política brindan a los movimientos socioambientales oportunidades favorables para hacer aprobar leyes restrictivas contra las operaciones mineras (Christel, 2015; 256). Por su parte, Daniel Roy Torunzcyk Schein (2015) sostiene que la noción de soberanía se ha transformado debido a los cambios producidos en el marco legal, los que transfirieron la regulación de la explotación de los recursos naturales desde el gobierno nacional a los gobiernos provinciales. En este enfoque del problema, la soberanía de las compañías mineras extranjeras se describe como imperial, mientras que los movimientos socioambientales son calificados de contra-soberanos. La forma en que los tres actores (las empresas, el estado y los movimientos sociales) interactúan entre sí se define como convergencia o antagonismo. En el primer caso, el estado y las compañías actúan juntos; mientras que en el segundo, los movimientos obligan al estado a ponerse de su lado. Según esta conceptualización, la razón por la cual ciertas provincias permiten la minería mientras que otras la restringen radica en el modo diferencial en el que se ejerce la soberanía. Elisabeth Möhle (2018) también estudia los movimientos socioambientales y las operaciones mineras. Argumenta que los conflictos de esta naturaleza se caracterizan por la falta de procesos efectivos de gobernanza. Frente a ello, los mecanismos de democracia directa tienen el potencial de establecer procesos efectivos de participación y representación. En lo que hace al nivel de gobierno provincial y local, como se señaló más arriba, la diversidad de actividad económica, donde la economía local no depende de un solo sector, trabaja a favor de las demandas populares, sumando a ellas los reclamos de los diversos sectores productivos en contra de los proyectos mineros (Christel, 2015: 43-44). Sin embargo, no todas las localidades cuentan con matrices diversas y los gobiernos tienden a hacer de la minería un política de estado (226). En estos casos, los actores corporativos, los agentes estatales y la ciudadanía movilizada en contra de la instalación de proyectos mineros en sus ciudades suelen entrar en conflicto. Los resultados de tales conflictos son volátiles y dependen de muchas variables. Por lo general, en las poblaciones locales los reclamos temáticos, como la lucha contra la megaminería, que logran unir a las personas en pos de una misma reivindicación empujando a un segundo plano las identidades partidarias, hacen extremadamente difícil a los inversionistas extranjeros pasar por alto las demandas de la ciudadanía (Wagner, 2010: 441 y 446). Sin embargo, como ni las audiencias públicas requeridas legalmente para obtener las concesiones34, ni las consultas populares convocadas para aprobar los proyectos son vinculantes en muchas partes de la Argentina la ciudadanía local debe luchar por hacer que su voz sea escuchada. Esta investigación, a diferencia de otros estudios, se centrará en el análisis de los MDD empleados en los niveles provincial y municipal por parte de los movimientos socioambientales con el fin de detener y prohibir las actividades de megaminería. Asimismo, indagará en el papel representativo que dichos movimientos adquieren al momento de impulsar procesos políticos convencionales como los de votación en una consulta popular y la realización de campañas a favor de una u otra opción. La contracara del accionar de estos actores colectivos de la sociedad civil es que, ya que estas actividades son realizadas los mismos se integran por ciudadanos locales, quienes, de este modo, también participan directamente en la toma de decisiones públicas, sin pretender por ello convertirse en políticos profesionales. Considero que este es un tema fascinante y diferente de lo que ofrece el campo de estudios hasta el momento. 3 Articulo 15 de L E Y V N 165 de la Provincia de Chubut: “Las opiniones vertidas tendrán carácter consultivo no vinculante” http://www.legischubut.gov.ar/hl/digesto/lxl/V-165.html 4 Articulo 31 de LEY PROVINCIAL Nº1875 de la Provincia de Neuquen: El resultado de la audiencia pública no será vinculante”. http://www.cean.gob.ar/wp-content/uploads/2016/05/leypcial1875-decreto2656leyt.o.2267.pdf Marco Teórico Los movimientos sociales Al momento de analizar una determinada acción colectiva, debemos tener presente qué se entiende por el término “movimientos sociales”. Desde la década de 1960 el estudio de los movimientos sociales ha experimentado muchos cambios. En la actualidad, contamos con numerosas descripciones y teorías sobre cómo definir y estudiar la temática. Para los propósitos de esta investigación, adoptaré un enfoque bastante novedoso: el de Sidney Tarrow (2011). Esta perspectiva, sintetiza elementos de teorías anteriores y conforma una nueva mirada: la de la política contenciosa. Según Tarrow, los movimientos se definen por cuatro propiedades empíricas: desafío colectivo, propósito común, solidaridad social e interacción sostenida (Tarrow, 2011; 9). Si bien estos elementos pueden encontrarse también en otras teorías, en ninguna de ellas aparecen todos juntos a la vez. Respecto de la primera propiedad, los desafíos colectivos, implica que los movimientos sociales requieren de un repertorio compartido de contención. Eso significa que no toda la acción colectiva encaja en la categoría de desafío colectivo. Los repertorios pueden presentarse en muchas formas y pueden ser comunes o raros, pero reflejan la memoria y la historia de grupos particulares y su desafío (29). Por lo tanto, es difícil proponer una definición que lo abarque todo. En segundo lugar, las redes y las estructuras de movilización son extremadamente importantes para estos movimientos, en tanto les permiten iniciar y sostener una interacción constante con sus miembros. La solidaridad social y el propósito común pueden construirse a partir del uso de estas redes o preexistir a ellas, en cualquier caso, tales herramientas les permiten organizarse y movilizarse. Finalmente, la identidad del grupo y los valores y propósitos compartidos por los integrantes en estas redes facilitan la formación de la llamada política contenciosa. En la terminología del movimiento social, la contención se forma gracias al trabajo de encuadre (framing) realizado por sus miembros. Su objeto es crear el discurso de un “nosotros” versus “ellos” con el que el movimiento identifica sus metas y desafíos. El uso de los medios de comunicación, tanto antiguos como modernos, juega un papel fundamental en este proceso de encuadre. Por último, si bien estos movimientos surgen de la sociedad civil, actúan en la esfera política. Es también en esta esfera donde deben manejarse con cuidado, por lo que son sensibles a las oportunidades y amenazas surgidas del entorno. Estas oportunidades y amenazas incentivan o desincentivan a los grupos a que desafíen al sistema político existente; a que mantengan, fortalezcan o debiliten su solidaridad; y a que sustenten sus interacciones con otros actores (como las instituciones estatales o las élites políticas, así como los actores no estatales). Todos estos elementos están presentes en los casos de estudio seleccionados para esta investigación. En efecto, las asambleas de vecinos desafían las decisiones políticas de sus gobiernos locales al tiempo que impulsan un repertorio de contención a partir de la convocatoria a marchas, la programación de actividades culturales y el uso de mecanismos institucionales como los MDD. Este desafío está acompañado por trabajos de encuadre en las redes sociales y en las radios locales y provinciales. Asimismo, las asambleas vecinales pueden también gestionar sus demandas a través de un diálogo directo con los funcionarios y organismos públicos de los gobiernos locales y provinciales, entablando una interacción sostenida con estos actores. La representación Pasemos ahora a conceptualizar la representación. El concepto de representación es bastante complejo y ha sido ampliamente debatido en gran parte del mundo. A los fines de esta tesis, solo consideraremos el sentido político de la representación, a fin de comprender el poder representativo que adquiere el movimiento socioambiental. Michael Saward propone la forma general de la demanda representativa: un creador de representaciones ('M') presenta un sujeto ('S') que representa un objeto ('0') que está relacionado con un referente (‘R’) y se ofrece a una audiencia ('A') (2010:36). Desde esta perspectiva, la representación es dinámica, construida, conectada a aspectos culturales y simbólicos y performativa. Puede ser parte de la política institucional y de procesos electorales -o no- (:44). Por estas razones, incluso en términos políticos, la representación no es una foto instantánea de las realidades ni tampoco la autorización que se otorga a la élite política. Es más bien producto de una construcción cuidadosa. Por otra parte, encontramos la conceptualización de Nadia Urbinati (2000) acerca de la representación como advocacy. La autora recomienda que, en lugar de presentar a la representación y a la participación como conceptos opuestos, los imaginemos como parte del continuo político de las democracias modernas (:759). Al revisar las obras clásicas de pensadores como John Stuart Mill y Jean Jacques Rousseau, Urbinati llega a la conclusión de que la deliberación es la clave para un proceso democrático exitoso. Además, la deliberación necesita que el discurso público sea vibrante y abierto para que los representantes y la ciudadanía puedan expresar sus opiniones e influirse mutuamente (:760). Pensar en la representación como advocacy implica establecer un vínculo entre los representantes y las ideas o causas en las que estos crean. A través de ellos, tales ideas o causas son llevadas a la asamblea, donde tiene lugar la deliberación institucional. Como afirma Urbinati: para que esto suceda se "requiere y estimula la promoción en la sociedad" (2000:767). Por lo tanto, la distinción representación-participación no puede pensarse exclusivamente en términos de presencia institucional. Por otro lado, para esta concepción, el representante no es un delegado ni un fiduciario. Aunque el representante disfruta de cierto nivel de discreción, la sociedad es parte de la deliberación en entornos no institucionales. Volviendo al punto planteado por Saward sobre la posibilidad de representación no electoral, identificamos áreas superpuestas donde confluyen la advocacy, la representación y la participación ciudadana. Saward compara y contrasta la representación electoral y no electoral sobre una base de cuatro puntos. El primer punto muestra que si bien las personas pueden elegir quién las gobierna, no pueden en cambio escoger la forma de gobierno a la que estarán sujetos. El Estado permanece como una constante, mientras que, a través de las elecciones, la ciudadanía elige a los políticos que ejercerán el poder. El segundo punto es la identificación. Según Saward, las elecciones son instituciones a través de las cuales se establecen relaciones formales entre los representados y los representantes. Sin embargo, estas relaciones son imperfectas, ya que las plataformas de los políticos son incapaces de coincidir con las opiniones de todos los votantes sobre cada tema. Por lo tanto, los políticos no pueden evitar tergiversar tales opiniones (misrepresentation). El tercer punto cuestiona los órganos estatales (como las asambleas y los senados nacionales) que pretenden unificar a la Nación y, a través de sistemas electorales, representar sus intereses. Para el autor, combinado con los puntos anteriores, este nivel de abstracción da como resultado representaciones selectivas de la ciudadanía, en las que ciertos aspectos y opiniones se magnifican para crear una unidad. Por último, Saward afirma que el hecho de que los partidos elijan a sus candidatos antes de las elecciones (y no en internas o primarias) debilita la rendición de cuentas de los representantes ante la población. Se supone que los elegidos deben rendir cuentas a su electorado, pero en estos casos puede ocurrir que el principal control de los gobernantes provenga de los líderes del partido que los nominaron y no de los ciudadanos. A partir de estos criterios, Saward ofrece su propia visión sobre la representación no electoral, en tanto representación múltiple, que acepta la pluralidad, sobre temáticas específicas (no generales), no partidista, sensible a las experiencias particulares, abierta a nuevos estilos de representación, y más eficaz en el ejercicio del control y de la rendición de cuentas gracias al uso de los dispositivos deliberativos y de las redes de gobernanza (2009: 8). Por su parte, Kuyper sostiene que una de las diferencias claves entre las formas de representación electoral y no electoral radica en la capacidad que tiene la primera de tomar decisiones vinculantes. A su tiempo, los representantes no electorales (como los movimientos sociales) contrarrestan esta impotencia (en cuanto al “poder de coaccionar”) a través de su acceso a la esfera pública, donde informan y recaban el apoyo de la ciudadanía para movilizarse en torno de sus intereses (2016:45). Por lo tanto, la representación no electoral requiere de la deliberación para poder participar en el proceso de toma de decisiones. Por último, Urbinati y Warren subrayan que esta misma necesidad de deliberación pública está ausente en los diseños de las instituciones políticas. Argumentan que la gente se haya dispuesta a participar, pero que las instituciones (como los cuerpos legislativos) tienden a ejercer el poder por sí mismas. Afirman que, en respuesta, la ciudadanía se ha volcado a participar en organizaciones de defensa, grupos de interés, ONG, etc, a las que conceptualizan como “representantes auto-autorizados” (2008; 402-403). Al quedar por fuera de los poderes institucionales, estas organizaciones tienden a ejercer una representación mayormente discursiva. Por tanto, las representaciones electorales y no electorales no son formas perfectas ni totalmente aptas para dar respuesta por sí solas a todos los complejos problemas que enfrentan las democracias modernas. Su conclusión es que, en la actualidad, el gobierno representativo no está siendo atacado ni en riesgo de ser reemplazado. Lo que ocurre más bien es que las sociedades contemporáneas experimentan serios problemas con la rendición de cuentas y, a su vez, con la participación ciudadana. Metodología La investigación propuesta será cualitativa y descriptiva, ya que tiene como objetivo observar e identificar las motivaciones y los desafíos que enfrentan los movimientos o agrupaciones socioambientales en la utilización de los mecanismos de democracia semidirecta, especialmente, de la iniciativa legislativa popular y de la consulta popular, en los niveles subnacionales de gobierno. La investigación se concretará a través de estudios de casos y de análisis de contenido. Los primeros, permiten al investigador profundizar en un tema e identificar detalles e interacciones entre los actores, así como conocer los problemas generales relacionados con él. Los casos escogidos son las iniciativas y consultas populares impulsadas contra la minería a cielo abierto en Loncopué (Neuquén, 2012) y en Esquel (Chubut, 2003, 2014 y 2020). Otro camino de la presente investigación utilizará el análisis de contenido que proporcionará los datos necesarios para comparar las leyes y regulaciones locales, provinciales y nacionales acerca de la iniciativa y la consulta popular, así como de la megaminería. Para la recolección de datos, se realizarán entrevistas semiestructuradas con informantes clave. Debido a la amplia gama de actores que participaron en los conflictos mineros, los entrevistados seleccionados serán manifestantes, ciudadanos de las localidades en cuestión, clérigos, representantes de ONG, abogados, representantes de empresas, políticos. Las entrevistas semiestructuradas permitirán a los informantes expresarse libremente en el marco de una dirección general dada por el entrevistador. Para el análisis de contenido, los datos legislativos provendrán de fuentes en línea cuando estén disponibles y cuando no, se solicitarán a las municipalidades y a la legislatura provincial a través de peticiones oficiales de acceso a la información. Para rastrear la cronología de los eventos se utilizará otro conjunto de fuentes en línea, principalmente medios de comunicación locales y provinciales y páginas web dedicadas a la difusión de noticias sobre operaciones mineras. Cronograma Tareas Julio 2020 Agosto SeptiembreOctubre NoviembreDiciembre Enero Febrero Marzo Abril 2021 Mayo Junio Julio 2022 Agosto SeptiembreOctubre NoviembreDiciembre Enero Febrero Marzo Escritura del Proyecto Revision Bibliografica Elaboracion del Marco Teorico Entrevistas Analisis de Entrevistas Revision del proyecto Escritura de la tesis Correcciones Presentacion de la tesis La defensa de la tesis Bibliografía Abal Medina, J. M. (2010). Manual de ciencia política (No. 320/A11m). Altman, David. (2011). 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