Subido por Jesus Gonzalez Navamuel

Informe Retorno Medio Rural Instituto Ingeniería España

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RETORNO AL MEDIO RURAL
INTRODUCCIÓN
En el marco del Comité de Asuntos Rurales (CAR) del IIE, que preside Domingo Gómez
Orea, se ha constituido un grupo de trabajo coordinado por Miguel Soriano Moyano, de
la Asociación de Ingeniero de Montes, con la participación de José Ramón Arana
Montes, también perteneciente a la Asociación de Ingenieros de Montes, el propio
presidente del CAR, Domingo Gómez Orea y Vicente Forteza del Rey,ambos de la
Asociación de Ingenieros Agrónomos, José Antonio Rodríguez de la Cruz, Asociación
de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, y Cristina Luna de María Toledo y Pedro
Oñorbe de Torre, ambos de la Asociación de Ingenieros Industriales. En este grupo de
trabajo se ha contado además con la colaboración del Comité del Espacio del IIE
a través de su presidenta Isabel Vera Trailero y de los miembros Maite Mejide Montes
y Pablo Fajardo Peña. Finalmente, se ha contado con la colaboración, como asesores
externos, de Luis Márquez Delgado, Ingeniero Agrónomo y José Enrique Villarino
Valdivieso, Economista.
El objetivo de este grupo de trabajo ha sido el de elaborar un documento cuya finalidad
es la de plasmar en el mismo una reflexión inducida por la pandemia del Covid19 acerca
de las posibilidades que pudieran derivarse respecto a la revitalización los municipios
rurales, de las opciones para incentivar y facilitar el arraigo poblacional y mejorar su
calidad de vida después del intermedio de una pandemia, que nos ha hecho pensar en
enfoques distintos a nuestro trabajo habitual y la posibilidad de desarrollarlo en entornos
más en contacto con la naturaleza y algo más alejados de una sociedad de ritmo
frenético.
Durante el estado de alarma declarado como consecuencia de la pandemia del Covid19,
el trabajo en remoto, ya sea en exclusiva o de una forma mixta, presencial y on-line, se
ha convertido en una opción real en el mundo laboral, permitiendo trabajar fuera de su
oficina habitual, ya sea en su propia casa o en "cooperativa de oficinas".
Una pregunta que podría hacerse es si, al no esta modalidad de trabajo, permitirá hacer
factible la posibilidad real de trabajar desde el medio rural en trabajos "avanzados" y
tecnificados, para los que, en muchas ocasiones, sólo es necesario conexión a internet
y un ordenador. Sin embargo, en relación con esto, conviene señalar la diferencia entre
trabajo remoto, que significa trabajar alejado de la sede habitual de trabajo, y teletrabajo
que exige formular objetivos y plazos concretos e implica un espíritu de compromiso con
los objetivos, de colaboración y de comunicación con todos los implicados.
Otra pregunta que cabría hacerse es la de si esta crisis supone una oportunidad para
paliar el despoblamiento y para reactivar el mundo rural mediante el desarrollo de
actividades económicas con empresas, con jóvenes que pudieran poner en práctica sus
proyectos de vida laboral e incluso con ciertos segmentos profesionales de la población
urbana que pudieran dar continuidad a su actividad profesional y a sus proyectos de
innovación. Todo ello, favorecería, de modo complementario, un alivio de la presión
demográfica en áreas urbanas, una disminución de la contaminación en las ciudades
así como mejoraría la conciliación familiar.
El despoblamiento de las áreas rurales está inducido por la falta de actividad económica,
la falta de empleo de calidad, razonablemente bien remunerado y estable. El sector
primario: agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, aún subvencionado por la
PAC, por sí solo no es capaz, salvo excepciones en las comarcas de producción muy
intensiva o de singular calidad y precio, de mantener una riqueza y un empleo que
retenga a la cada vez más escasa población joven. Afrontarlo requiere dotarlo de medios
para el fomento de empleo en actividades no sólo ligadas al sector agroalimentario,
forestal o de turismo rural, sino, además, a empresas energéticas, industriales, a la
implantación de franquicias o abanderamientos y un amplio abanico de posibilidades
que, manteniendo su esencia, permitan la conexión de las zonas rurales al mundo digital
del siglo XXI.
CÓMO LLEVARLO A CABO
La base de partida son las diferentes estrategias de desarrollo rural redactadas tanto
por la Comunidad Europea, por la Administración General del Estado (AGE) como por
las Comunidades Autónomas (CCAA), pero estas herramientas se muestras
insuficientes si no se ejecutan en su totalidad dentro del periodo programático y si no
lleva a cabo un seguimiento exhaustivo de su eficacia en términos de cumplimiento real
de objetivos y de su eficiencia en términos de coste de oportunidad.
El desarrollo rural se tiene que fundamentar en modelos económicos que, ya sea
mediante transferencia de recursos procedentes de presupuestos públicos o
exclusivamente mediante la iniciativa privada, sean autosuficientes y capaces de
mantenerse en el tiempo. Pero para que tales modelos sean eficaces y eficientes es
preciso vertebrar el sistema de pueblos sobre las cabeceras comarcales y sobre algunos
núcleos cuyo tamaño permita augurar un futuro poblacional estable; de otra forma
también las cabeceras perderán población
Los desequilibrios actuales que padece el mundo rural deberían ser corregidos mediante
la adopción de diversas medidas de apoyo entre las que estarían:
 Incentivos fiscales que, al incrementarse la población y la producción económica,
pudieran compensar los sobrecostes que en la actualidad tienen en las áreas rurales
la prestación de servicios públicos básicos
 Políticas de alojamiento, mediante la rehabilitación y/o construcción de nuevas
vivienda, con una apuesta especial por los jóvenes.
 Disponibilidad de suelo industrial que permita la creación de parques científicos y
tecnológicos operativos
 Acceso rápido y seguro a centros educativos y servicios sociales
En este sentido, la existencia de una red telemática con cobertura rápida y segura en
las zonas rurales supondría un salto cualitativo en la enseñanza al dotar de acceso
a Internet de alta velocidad a los centros educativos de enseñanzas obligatorias.
 Mejora de la atención sanitaria
 Mejoras en las conexiones de transporte de personas y mercancías así como
en las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento en pequeños
municipios
 Ampliación y mejora de la cobertura telemática, de las condiciones de buena
conectividad
En abril de 2018, la Unión Europea (UE) rubricó la Declaración de Bled enfocada a
garantizar un futuro inteligente de las áreas rurales de la UE en virtud de la cual, se
desarrollaría la economía digital rural de forma innovadora, integrada e inclusiva, con
el potencial de mejorar la calidad de vida de la población rural y, por lo tanto, de
enfrentar el actual despoblamiento y la migración desde estas zonas rurales.
Asimismo, se desarrolló el enfoque de los Territorios Rurales Inteligentes (Smart
Villages) que, a través de políticas europeas y nacionales se doten del potencial de
aumentar la cohesión social y económica y mejorar la igualdad entre ambas
realidades sociales.
En nuestro país, el 91,4% de viviendas tienen acceso a internet, pero la brecha se
abre entre los municipios menores de 10.000 habitantes (86,8%) y los mayores de
100.000 (93,5%), según la encuesta sobre “Equipamiento y Uso de Tecnologías de
Información y Comunicación en los Hogares. Año 2019" que anualmente lleva a cabo
el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El Plan 300 x 100, presentado por el gobierno español en marzo 2018, dotado
con 525 millones de euros, pretende garantizar el acceso del 95% de la
población de cada provincia de España a redes de banda ancha ultrarrápida
con al menos 300 Megabytes por segundo (Mbps) antes de 2021. Por otro
lado, la agenda europea quiere que, para este mismo año, todos los
ciudadanos europeos tengan conexiones de, al menos, 30 Mbps. La paradoja
es que, aunque España es líder en la implantación de fibra óptica, la velocidad
a la que aspira la UE no llega a más del 25% de la población: existen algo más
de 4.000 municipios en los que no se alcanzan esos 30 megas y, en otras 2.600
localidades, ni siquiera los 10.
En pleno siglo XXI, esta brecha digital debe solventarse si se pretende garantizar el
sostenimiento de actividades económicas en las que la aplicación del internet de las
cosas (loT) está directamente relacionada con una gestión viable del negocio que
pretenda llevar cualquier empresa en un entorno rural, para garantizar una
conectividad efectiva, es imprescindible dotar al entorno rural de las infraestructuras
necesarias, mediante satélites geoestacionarios, o incluso constelaciones de
satélites, como Starlink u otras. La transformación digital en el ámbito empresarial
rural debe tener como objetivo la reorganización de los procesos de negocio, las
metodologías de trabajo y las estrategias empresariales mediante la aplicación de
tecnologías digitales que mejoran la eficiencia y la productividad con la finalidad de
impulsar el crecimiento económico, incrementando las ventas y optimizando los
costes
En resumen, todas estas medidas deberán considerarse como retos transversales
apoyados en proyectos finalistas cuyos objetivos se basen en
 Facilitar el arraigo de la población en el entorno rural y atraer a nuevos vecinos
estables a dichas localidades
 Impulsar las iniciativas sociales que trabajan por la sostenibilidad y el futuro del
mundo rural
 Apoyar a las actividades productivas que soportan el tejido social
 Dotar de infraestructuras y servicios básicos suficientes para garantizar la calidad de
vida de la población
 Favorecer la implantación de empresas comprometidas con los retos ambientales y,
en particular, con la economía circular
 Establecer alianzas entre entidades de interés público y de representación social, así
como con entidades privadas
 Diseñar una fiscalidad y una financiación adaptadas al medio rural
La creación de un tejido productivo en el entorno rural, que permanezca en el tiempo
podrá acometerse exclusivamente mediante la iniciativa privada, en solitario o través de
franquicias o abanderados, o bien a través de fondos públicos de la UE, de la AGE o
de las CCAA.
En lo referente a las franquicias, la apertura de un negocio en una pequeña población
rural significa empleo, riqueza y la oportunidad de revitalizar una zona en ocasiones
abocada a desaparecer por la falta de recursos. El mercado nacional de la franquicia
cuenta con numerosas enseñas que se adaptan al medio rural favoreciendo el desarrollo
de la zona y la provisión a la población de productos y servicios que antes quedaban
lejanos, no se trata exclusivamente de negocios dedicados al comercio de la
alimentación o de ropa sino también de actividades ligadas al sector servicios, evitando
de este modo desplazamientos a la población que habita en estos municipios.
En el caso de gestión financiera a través fondos públicos de la UE, de la AGE o de las
CCAA intervienen agentes dinamizadores como los Grupos de Acción Local (GAL)/
Grupos de Desarrollo Rural, asociaciones sin ánimo de lucro, de ámbito comarcal,
donde se integran entidades públicas (Ayuntamientos y Mancomunidades) y privadas
(asociaciones, colectivos, cooperativas, empresas) representativas del tejido
socioeconómico de la comarca.
Su principal función es la aplicación de las estrategias europeas de desarrollo rural, a
través del diseño, puesta en marcha y gestión de sus estrategias de desarrollo local
(EDLP), que son el fruto del análisis de las necesidades de su territorio y del consenso
logrado entre los diferentes colectivos que los conforman. Los GAL realizan su EDLP a
través del programa LEADER encuadrado en la medida 19 de los Programas de
Desarrollo Rural (PDR), aunque pueden así mismo obtener financiación de otros fondos
estructurales diferentes del FEADER, como son el FSE, el FEDER o el FEMP.
Su trabajo fomenta la puesta en valor de los recursos endógenos gracias al
conocimiento local. Ayudan a la creación de infraestructuras municipales, a la
generación de empresas, a la presencia de servicios para la población y, en suma, a la
generación de empleo. Su objetivo básicamente es la tramitación de expedientes de los
proyectos propuestos por los diferentes socios, sin entrar a ser promotores de los
mismos. Al comienzo de cada período de programación, los GAL son seleccionados a
través de convocatoria pública por las comunidades autónomas, gestoras de los PDR.
Otros agentes intervinientes son los Grupos Operativos, agrupaciones de actores de
distintos perfiles, tales como agricultores, ganaderos, selvicultores, industrias
agroalimentarias o forestales, centros públicos o privados de I+D+i o de formación y
asesoramiento, centros tecnológicos o instituciones sin fines de lucro, entre otros, que
se asocian para conseguir una innovación al objeto de resolver un problema o
aprovechar una oportunidad, con el enfoque de acción conjunta y multisectorial y que
se materializan en la propuesta proyectos concretos para presentarse a los concursos
abiertos para financiación de los mismos.
Finalmente, los Grupos Evaluadores, son los encargados de llevar a cabo la
supervisión de la eficacia y consecución de objetivos de los distintos proyectos
subvencionados y financiados por los PDR.. Cada Comunidad Autónoma tiene
designado u ente evaluador de los proyectos
POSIBILIDADES DE DESARROLLO
El abanico de posibilidades es amplio tanto desde un punto de vista de producción de
bienes como de servicios.
En el caso de Producción de Bienes de Consumo, el centro productivo ubicado en el
medio rural debe estar vinculado con medios complementarios de marketing y
distribución. La seguridad de la inversión debe estar relacionada, en la mayoría de los
casos, con una buena conexión con infraestructuras viarias o energéticas para asegurar
el éxito de la inversión. Dentro de este concepto se podrían englobar sectores como:
 Energético
 Energía fotovoltaica
España tiene una posición geográfica privilegiada para desarrollar la energía
fotovoltaica, para autoabastecerse y para exportar. El planteamiento es ¿cómo
desarrollamos esta energía en el mundo rural? ¿Construimos plantas grandes o
construimos plantas medianas y pequeñas?
Las grandes plantas fotovoltaicas reproducen el sistema actual de generación
centralizada mientras que las medianas y pequeñas desarrollarían la generación
distribuida. Otro valor añadido de la tecnología fotovoltaica es el diseño de plantas
en cualquier tamaño, sin ser necesario un umbral mínimo de potencia, propiciando
el uso de una de las energías más eficientes que tenemos: el autoconsumo. Estas
grandes plantas fotovoltaicas evacuan su energía en la red de transporte pero hay
escasez de puntos de conexión, mientras que el autoconsumo vierte sus
excedentes de producción en la red de media y baja tensión, donde el acceso a la
red es más factible. El hito que permite o no una planta fotovoltaica grande es el
acceso a la red de transporte y no la disponibilidad de suelo que, en todo caso,
podría suponer una ventaja en terrenos próximos a plantas energéticas
preexistentes con proyecto de reconversión. Para que la integración del
autoconsumo sea óptima se necesitan redes de distribución inteligentes, por
eficiencia del propio sistema eléctrico.
El autoconsumo fotovoltaico en cubierta ofrece grandes oportunidades al mundo
rural, bien el en el consumo doméstico, bien en el consumo industrial. Un coste
significativo de la industria es el energético. El ahorro por autoconsumo
fotovoltaico es una oportunidad para el desarrollo de la industria en el mundo rural.
Asimismo, la vivienda rural, unifamilar o en edificios con poca altura, es la idónea
para el desarrollo del autoconsumo fotovoltaico, lo que supondría un acicate en
cuanto al ingreso extra, o dicho de otro modo, al ahorro, que esto supone para los
residentes de los municipios rurales. Muchas casas rurales tienen tejados para
instalar el doble de potencia fotovoltaica de lo que necesita el hogar. Retribuir los
excedentes del autoconsumo fotovoltaico sería una forma de propiciar la inversión
aprovechando al máximo la capacidad de todas las cubiertas del territorio. El
propietario rural tendría, al menos durante 30 años, un beneficio que podría invertir
en el mundo rural (rehabilitar su vivienda, contribuir con su pueblo…). Todo suma.
Por otra parte, el Operador del Sistema Eléctrico podría exportar los excedentes
del autoconsumo.
 Energía eólica
Las iniciativas energéticas señaladas exigen instalaciones generalmente
discordantes en el paisaje, por lo que su ubicación debería estar regulada por unas
directrices regionales que fijen con claridad las restricciones de localización
 Biomasa, tanto en su vertiente eléctrica como para ACS, recurso que se ha
convertido en una pujante fuente sustitutiva de otros combustibles fósiles de
mayor coste y poder de contaminación atmosférica. Se trata de un recurso
fundamentalmente ligado al medio rural (la superficie forestal ocupa el 52% del
territorio nacional), en un país como el nuestro en el que los incendios forestales
son uno de los mayores problemas de gestión ambiental con un crecimiento
continuo de la biomasa (un 64% entre el II y III Inventario Forestal Nacional), con
un aprovechamiento medio de sólo el 35-40% del crecimiento anual mientras que
en países de la UE alcanza el 60%.
Se trata de un recurso energético apoyado tanto por la Comisión de Medio
Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, la
cuala enviado una propuesta de resolución a la Eurocámara para que la UE
intensifique la protección y restauración de bosques, proponiendo, entre otras
medidas, en el ámbito de la producción sostenible, el uso de combustibles
procedentes de la madera y la importación de péllets, que, además, ha sido
incluido en la propuesta del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)
2021-2030 en el que uno de sus objetivos es el de duplicar la presencia de
renovables en el uso final de la energía, con la biomasa en un papel destacado en
el sector térmico residencial.
El uso de biomasa puede considerarse como una fuente energética de gran
utilidad ya que está ligada a un empleo de calidad en zonas rurales contribuyendo
a fijar población en estas áreas ya que este empleo se genera básicamente en
entornos rurales, facilitando además la gestión de los bosques, está directamente
relacionada con la reducción del riesgo de incendios y que contribuye además al
incremento de la renta del sector primario a través de la valorización de los
subproductos de las actividades agrícola y forestal, haciendo de esta actividad un
importante componente de la sostenibilidad económica, social y ambiental del
mismo. De cada 100 € que se ingresan por venta de energía en una planta de
biomasa para ACS, entre 60 y 70 € vuelven a la economía local principalmente en
forma de compra de subproductos agrícolas y forestales, pago de salarios y
contratación de diversos servicios. La biomasa, que ya mueve en España un
negocio de 3.700 millones €. En cuanto a la biomasa eléctrica, si bien su
crecimiento es más modesto al estar limitada su producción, en la actualidad
existen 20 centrales en nuestro país que generan 90 MWe. Se estima que cada
MWe de potencia instalado da lugar a 27 puestos de trabajo.
El mayor desarrollo de esta energía requeriría la redacción y puesta en práctica
de los obligatorios planes de defensa contra incendios forestales, los cuales, a
pesar de dicha obligación tienen, en general, un nivel de ejecución muy bajo, así
como la necesidad de llevar a cabo planes de ordenación de montes con finalidad
energética, aspecto éste que en general presenta también niveles bajos de
redacción ya que no llega al 20 % frente al 60% de la UE y mucho menos si nos
referimos a porcentajes de montes certificados mediante alguno de los dos
procedimientos normativos actuales, PEFC o FSC; aspectos todos estos que
deben ser solventados por las Administraciones correspondientes a la mayor
brevedad posible para contribuir de esta manera al desarrollo de una herramienta
de gran interés para el mundo rural.
Una bonificación fiscal del IVA en el consumo de energías renovables contribuirá a su
desarrollo y por tanto fomentaría mejoras en las condiciones socioeconómicas del medio
rural, contribuyendo, complementariamente, al equilibrio en el sobrecoste de prestación
de servicios básicos en el mismo.
 Industria
La dependencia de materiales de protección sanitaria como consecuencia de la
pandemia del Covid 19, nos debe hacer reflexionar acerca de nuestra dependencia
exterior de suministro y la necesidad de afrontar el reto de la fabricación nacional de
todo el material sanitario de protección que permita asegurar una demanda regular y
que pueda responder ante una nueva pandemia. Esta puede ser una oportunidad
para el sector industrial, no sólo enfocado a la producción y suministro de materiales
de protección sino que tuviera también como objetivo el impulso de la biotecnología
médica para fabricar en España los equipos necesarios para la detección,
diagnóstico y tratamiento de las enfermedades contagiosas. Esta puede ser una
oportunidad de nueva industria en España y en particular en el mundo rural.
Cómo abordarlo, invita a una cuidadosa reflexión acerca de un modelo económico
que incorpore nuevos planteamientos para resolver este reto, ya sea a través del
Sistema Nacional de Salud o de la colaboración público-privada. El objetivo sería
crear una estructura robusta, organizada y con visión de futuro en la que el mundo
rural participaría mediante la disposición de suelo y de la infraestructura necesaria
para llevarlo a cabo.
En resumen, no sólo este sino cualquier otro desarrollo de un sector industrial en
áreas rurales requiere:
 digitalización e implantación de herramientas de gestión de la Industria 4.0 a la
que se ha hecho referencia anteriormente
 dinamización empresarial, facilitando su crecimiento, el aumento de su dimensión
y su sostenibilidad
 mayor implicación en el desarrollo de actividades de innovación, en todas las fases
de la producción
 mejora de las condiciones para un más fácil acceso a los mercados y a la
exportación
 incorporación de los retos medioambientales y la economía circular en los
procesos de producción y gestión
 integración en cadenas de suministro que mejoren la eficiencia de los procesos
productivos.
 Cultivos e industrias agropecuarias
La pandemia que está azotando al mundo debería obligar a la sociedad y a los
gobiernos a repensar muchas cosas y en particular garantizar la producción
estratégica de alimentos en la UE para no depender de terceros países, manteniendo
exigencias de calidad, ambientales y sociolaborales que están muy por encima de
las de los productos importados.
El fomento de un sector agropecuario tradicional actualizado mediante el empleo de
herramientas TICs contribuirá al mantenimiento de esta clásica actividad rural, a lo
que habría que añadir la mejora del regadío, de la producción agropecuaria, la
implantación de industrias derivadas y el fomento de centros tecnológicos
agroindustriales en el entorno urbano.
Por parte de los agentes implicados, Administraciones competentes, Asociaciones
profesionales y agricultores y ganaderos será de vital interés para la mejora del sector
agropecuario en el mundo rural, mejorar la rentabilidad y sostenimiento económico
de las explotaciones con propuestas como:
 Integración y asociación de los productores, de tal forma que puedan disponer de
mayor capacidad de negociación en el mercado
 Capacitación y formación de los productores y de sus organizaciones
 Innovación sectorial y avances en la gestión de las explotaciones
 Fomento de cultivos tradicionales y del consumo de productos locales,
contribuyendo, complementariamente, a la reducción, a escala país, de la huella
de carbono (las emisiones de CO2 del transporte representan un tercio de las
emisiones mundiales)
 Facilitar el funcionamiento de las cadenas de suministro, permitiendo una mejor
distribución del valor entre los operadores que la componen
 Incrementar la atención a los mercados y a las demandas de los consumidores
 Promover cambios tecnológicos y de gestión orientados a una mayor integración
ambiental
 Adaptación a las nuevas tecnologías mediante:
- Digitalización de los procesos productivos (IoT y Big data)
- Aplicaciones de nuevas tecnologías a la mecanización del cultivo.
- Aplicaciones de la Biotecnología a la mejora genética (aumento de
rendimientos, mejora de calidad, resistencias a altas temperaturas, sequía,
salinidad y otros factores limitantes)
- Recuperación de material vegetal de alta calidad, con demanda en los
mercados (en especial, frutas de hueso y hortalizas)
- Diseño y aplicación de nuevos fertilizantes y bioestimulantes
- Racionalización del empleo de fitosanitarios autorizados y aplicación de nuevos
métodos de lucha biológica para la defensa de las producciones
- Lucha contra las malas hierbas, enfermedades y plagas mediante inteligencia
artificial
 Ahorro de agua mediante propuestas basadas en:
- Reducción del consumo de agua de riego y empleo de energías renovables
para su aplicación
- Mejoras en el seguimiento y evolución precisa de los cultivos mediante el
empleo de drones
- Hidroponía
 Mejora de la trazabilidad en los mercados de las producciones y sus
elaboraciones, tanto artesanales como industriales, mediante el empleo del
blockchain
 Diseño de nuevas líneas de seguros agrarios adaptadas a las situaciones que
deriven de las variaciones en los riesgos climáticos y los riesgos del mercado
 Bioeconomía forestal
Con el incremento de la inversión para la gestión y valorización del territorio forestal
y la promoción del uso de materiales forestales (madera, corcho, resinas, fibras
vegetales, productos micológicos…) sustituyendo a otros con mayor huella de
carbono (plásticos, metales, cemento…) se contribuye a frenar la despoblación rural
en áreas forestales. Su complementación con la Agenda 2030 en cuanto a desarrollo
sostenible, utilización de energía renovables y fomento del empleo rural (puestos de
trabajo estables con un horizonte a medio-plazo) así como el aprovechamiento del
Fondo de Transición Justa creado en el Pacto Verde Europeo pueden ser
herramientas de gran utilidad para conseguir dichos objetivos.
En este sentido, la gestión forestal sostenible es la herramienta de mayor alcance no
sólo por el valor añadido de los diferentes recursos que pueden obtenerse de ella
sino por su contribución como sumidero de carbono y elemento indispensable para
la lucha contra el cambio climático.
La gestión forestal es una de las líneas maestras recogidas en la Estrategia para la
Biodiversidad 2030 de la UE por estar directamente relacionada con la mayor
capacidad de secuestro de carbono así como por ser el elemento principal para la
defensa y prevención de grandes incendios forestales. Esta gestión de masas
forestales, vinculadas fundamentalmente al entorno rural permitirá un empleo estable
y especializado que se mantendrá en el tiempo. Pero para llegar a alcanzar este
objetivo será necesario que por parte de las Administraciones competentes:
 se redacten los planes comarcales de defensa contra incendios forestales, cuyo
nivel cuantitativo de redacción es muy bajo
 se redacten los planes de ordenación de montes, cuyo porcentaje promedio a
nivel nacional no llega al 20% y se certifique la superficie arbolada por alguno
de los sistemas normalizados vigentes, FSC/PEFC (actualmente el porcentaje
no llega al 15%)
 se liberen recursos económicos para afrontar un reto que es imprescindible
para la conservación de nuestros bosques, para su defensa contra los
incendios forestales y para la correcta gestión hidrológico-forestal de las
cuencas hidrográficas y en consecuencia de la calidad de las aguas vertientes.
Tal y como se ha expuesto anteriormente, la concordancia de los tratamientos
selvícolas con su aprovechamiento energético como biomasa tiene un enorme
interés económico que revierte en forma de ingresos y empleo para la población
rural y las entidades municipales o supramunicipales. En este sentido, la figura
de colaboración público-privada debería ser considerada por su utilidad para
conseguir los objetivos pretendidos sin necesidad de incrementar el gasto
público.
Por otra parte, deberían acometerse medidas complementarias tales como:
 Formación profesional homologada para el desarrollo de líneas de negocio
relacionadas con la bioeconomía forestal y creación de centros de gestión logística
 Desarrollo de la figura de colaboración público-privada y de la de esponsorización
 Desarrollo de un tejido tecnológico ad hoc para la bioceconomía forestal adaptada
a una comarca, mediante la colaboración Empresa-Universidad, posibilidad de
utilización de infraestructuras espaciales, para la observación de la tierra, las
comunicaciones y la geolocalización.
 Creación de districts-heatings (redes de calor) y plan de renovación de calderas
de gasóleo y carbón
 Desarrollo de modelos favorecedores de empleo y de start-ups tales como el
Modelo UrbanForest Innovation Lab Cuenca.
En el caso del Sector Servicios, la potencialidad del desarrollo de actividades
económicas en el mundo rural está vinculada a:
 Desarrollo de Modelo Económico basado en la red Natura 2000
Otra de las líneas maestras consideradas en la Estrategia para la Biodiversidad 2030
de la UE, a la que se ha hecho mención anteriormente, en línea con el Pacto Verde
Europeo presentado en noviembre 2019, reconoce los potenciales beneficios
económicos relacionados directamente con la conservación de la biodiversidad. Esta
Estrategia considera que el ratio beneficio/coste de un efectivo programa global para
la conservación de la naturaleza es de 14/1. La inversión en capital de servicios
ambientales, incluyendo restauración de hábitats sumideros de carbono, de
agricultura sostenible, debe ser considerada como una de las cinco políticas fiscales
más importantes por su alto efecto económico multiplicador y positivo impacto en la
lucha contra el cambio climático.
Adoptada durante la pandemia de COVID-19, la estrategia es un elemento central
del plan de recuperación de la UE, crucial para prevenir y desarrollar la resiliencia
ante brotes futuros y proporcionar oportunidades comerciales y de inversión
inmediatas para restaurar la economía de la UE. También tiene como objetivo hacer
que las consideraciones sobre biodiversidad sean una parte integral de la estrategia
general de crecimiento económico de la UE. Dicha Estrategia pretende que el 30%
de la superficie europea tenga nivel de protección a través de planes efectivos de
restauración y conservación, así como que al menos el 10% del área agrícola esté
bajo características de paisaje de alta diversidad. En este sentido, es preciso
mencionar que la superficie terrestre que conforma la Red Natura 2000, figura
principal en la que se basa dicha Estrategia, ocupa aproximadamente un 27,35 % del
territorio español.
Las acciones previstas en la protección de la naturaleza, el uso sostenible y la
restauración traerán beneficios económicos a las comunidades locales, creando
empleos sostenibles y crecimiento. Se desbloqueará una financiación de 20.000
millones € anuales para la biodiversidad a través de diversas fuentes, incluidos
fondos de la UE, financiación nacional y privada, que, en buena lógica, deberían estar
focalizados en gran medida en áreas rurales en las que se concentra la gran mayoría
de los espacios que conforman la Red Natura 2000.
Esta Estrategia emana del Pacto Verde Europeo, presentado en noviembre 2019, el
cual aventura inversiones sostenibles para la próxima década en acciones por el
clima y en defensa del medio ambiente. Está fundamentado en lo que denomina
“Mecanismos para la Transición Justa”, esencial para transitar hacia una economía
climáticamente neutra y justa, para lo que están previstos 100.000 millones € de 2021
a 2027, en aras de mitigar el impacto socio económico de la transición. Cómo se
coordinen Estrategia y Pacto deberá concretarse a corto plazo por parte de la UE y
de sus Estados miembros con el fin de poder planificar actuaciones en los periodos
y plazos mencionados.
El plan al que hace referencia esta Estrategia creará puestos de trabajo, actividades
económicas sostenibles en el tiempo y darán valor al capital natural en entornos
directamente ligados al mundo rural, en donde será necesario llevar a cabo medidas
para:
 El fomento de actividades económicas privadas, sostenibles, relacionadas con la
conservación de espacios naturales
 La liberación de recursos económicos mediante inversiones públicas para llevar a
cabo las actividades de restauración y conservación recogidas en los respectivos
planes de gestión.
 La formación profesional, tanto para la restauración como el posterior
mantenimiento periódico de dichos espacios
 Turismo rural
Estrategias de desarrollo de turismo rural deberían ser concretadas por parte de las
Administraciones responsables de las CCAA, poniendo en valor el patrimonio cultural
y natural del mundo rural, de sus usos y costumbres, de su arquitectura religiosa y
civil y fomentando el turismo rural como vehículo que facilite actividades económicas
directas e indirectas que redunden en beneficio socioeconómico de las zonas rurales.
Dentro del amplio abanico de posibilidades y figuras preexistentes de turismo rural,
pasivo o activo, habría que considerar el patrocinio y promoción de carreteras
paisajísticas así como de obras públicas abandonadas, de interés como obras
arquitectónicas o de ingeniería singular, de las cuales el Caminito del Rey podría
considerarse el prototipo de ellas.
Asimismo, un país en el que, como se ha mencionado anteriormente, algo más del
27%, está incluido en la Red Natura 2000, tiene un potencial considerable para poner
en práctica un amplio abanico de actividades económicas vinculadas al turismo de
naturaleza.
Como complemento a la propuesta anterior, la creación de una red de “vías verdes”
interconectadas, al modo de las existentes en países como Francia o Gran Bretaña,
serían un acicate para la aparición de actividades económicas ligadas al turismo rural
y de naturaleza. Esta red conectaría espacios culturales y naturales de interés de
modo continuo para ser transitadas mediante senderismo o cicloturismo. Las
actividades a desarrollar deberían compatibilizarse con la normativa aplicable al
respecto y en el caso de espacios naturales a lo recogido en los planes de gestión
respectivos que estuvieran aprobados.
 Pago por Servicios ambientales
Los espacios naturales y los forestales en particular, ofrecen mucho más que
productos sostenibles necesarios para una transición ecológica real, ofrecen
servicios ecosistémicos, necesarios para el conjunto de la sociedad: regulando los
caudales hídricos de las cuencas hidrográficas, fijando carbono, ofreciendo baños de
naturaleza que se han demostrado beneficiosos para la salud…y lo hacen sin
contraprestación alguna, las zonas rurales satisfacen la demanda de áreas urbanas
sin compensación y cargándoles los gastos de gestión y costes de oportunidad
La remuneración de las externalidades positivas contempla el pago de los servicios
ambientales y también las inversiones adicionales específicas necesarias para los
beneficios socioeconómicos integrando así la dimensión social. La compensación por
servicios ambientales no debería ser un subsidio sino un pago y podría suponer:
 Menor coste de mantenimiento de infraestructuras hidráulicas y en tratamientos
de potabilización de agua como consecuencia de la gestión hidrológico-forestal de
la cuenca de recepción de la ETAP correspondiente, lo que debería redundar, al
menos parcialmente, en los propietarios y gestores de los terrenos vertientes. Hay
que tener en cuenta además que esta correcta gestión hidrológico-forestal supone
un incremento no inferior al 5% del agua disponible por lo que la remuneración por
externalidades hidrológicas debería contemplar las inversiones necesarias para
los beneficios socioeconómicos del entorno rural
 Un control del daño evitado por regulación de avenidas. En este sentido habrá que
tener en cuenta el desarrollo final que se haga de la recientemente presentada
“Guía sobre riesgos relacionados con el clima y medioambientales” por parte del
Banco Central Europeo para supervisiones bancarias
 Un menor riesgo de incendios con el consiguiente ahorro de gastos potenciales
en la extinción así como de daños en bienes y servicios, aspecto éste que estaría
vinculado con la guía mencionada en el punto anterior
 Compensación por la gestión forestal y su capacidad de fijación de CO2
 Desarrollo de servicios recreativos de acercamiento a la naturaleza para la
ciudadanía
Para normalizarlo debería fomentarse la certificación FSC/PEFC por servicios
ecosistémicos, la colaboración público-privada para el cobro de compensaciones
mediante una correcta valoración de beneficios y el incremento de la inversión pública
en la corrección hidrológico-forestal de cuencas.
Los fondos que se deriven del Pacto Verde Europeo deberían ser tenidos en cuenta
para la puesta en práctica, en los casos que corresponda, de pagos por servicios
ambientales que redunden en beneficio de las zonas rurales que albergan los
territorios que satisfacen las demandas de la sociedad en su conjunto.
CONCLUSIONES
Las trágicas consecuencias que está teniendo la pandemia del Covid19 ha revelado una
adaptación de las actividades socieconómicas y laborales que mediante enfoques
distintos a los habituales ha permitido desarrollarlas en entornos no necesariamente
urbanos, abriendo la posibilidad a llevarlas a cabo en el medio rural, aliviando a su vez,
la presión demográfica en áreas urbanas, la contaminación en las ciudades y mejorando
la condiciones para la conciliación familiar.
El mantenimiento en el tiempo de esta opción permitiría la revitalización de los
municipios rurales atrayendo nueva población que pretendiera poner en práctica sus
proyectos de vida laboral, atrayendo a ciertos segmentos profesionales de la población
urbana que pudieran dar continuidad a su actividad profesional y a sus proyectos de
innovación así como abriría la opción a la creación de un tejido empresarial que
encontrara ventajas competitivas en dicho entorno.
Pero para ello, este desarrollo rural se tiene que fundamentar en modelos económicos
que, ya sea mediante transferencia de recursos procedentes de presupuestos públicos
o exclusivamente mediante la iniciativa privada, sean autosuficientes y capaces de
mantenerse en el tiempo, vertebrando el sistema de pueblos en un nuevo modelo
apoyado en las cabeceras comarcales y/o en núcleos cuyo tamaño permita augurar un
futuro poblacional estable. Los desequilibrios actuales que padece el mundo rural
deberían ser corregidos mediante la adopción de diversas medidas como las
enumeradas en este informe: incentivos fiscales, disponibilidad de vivienda y suelo
industrial, acceso a servicios básicos, mejoras en las infraestructuras y ampliación y
mejora de la cobertura telemática en condiciones de buena conectividad solventando la
brecha digital que permita el sostenimiento de actividades socioeconómicas mediante
las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs).
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