Desafíos de la gestión financiera del proceso de contratación en la industria petrolera venezolana Challenges of the financial management of the contracting process in the Venezuelan oil industry ARTÍCULO Autora: Neyruvi J. Villalobos R. Agosto 2020 CIFIV Ingeniera Electricista, Magister Scientiarum Gerencia Financiera, Diplomada en Sistema Eléctrico Interconectado Nacional, 20 años de experiencia en asignaciones operativas y administrativa en empresas del sector eléctrico y petrolero. Asesora académica de la escuela de Ingeniería Eléctrica del IUPSM. Profesora de postgrado de la Universidad Alonso de Ojeda. Correo electrónico: [email protected] RESUMEN En el artículo se analizan los desafíos de la gestión financiera del proceso de contratación en la industria petrolera venezolana. La reflexión se sustentó teóricamente en Rodríguez (2015), Palma (2016), Arcos (2009), entre otros. En las conclusiones se sostiene que la deficiente gestión financiera de los contratos genera pérdidas significativas de recursos financieros y de producción para la industria. Esto se traduce en desafíos importantes, siendo el más significativo la necesidad de crear condiciones para una gestión eficaz basada en una poderosa relación de negocios que allane el camino hacia una mayor rentabilidad a largo plazo. Palabras clave: gestión financiera, desafíos de la gestión financiera, proceso de contratación, industria petrolera ABSTRACT The article analyzes the challenges of financial management of the contracting process in the Venezuelan oil industry. The reflection was theoretically supported by Rodríguez (2015), Palma (2016), Arcos (2009), among others. The conclusions argue that the deficient financial management of the contracts generates significant losses of financial and production resources for the industry. This translates into significant challenges, the most significant being the need to create conditions for effective management based on a powerful business relationship that paves the way to greater long-term profitability. Keywords: financial management, financial management challenges, hiring process, oil industry. INTRODUCCIÓN En la última década, en Venezuela, se agudizó una crisis económica sin precedentes que afectó a su industria petrolera. Al depender de este sector, la vulnerabilidad de su economía se agravó con el incremento desproporcionado del gasto público derivado del aumento de la renta petrolera, lo cual provocó crecimientos de la oferta monetaria y, por ende, del nivel de precios. Esta inflación que continúa afectando al país, es consecuencia de medidas que, en su momento, se consideraron como paliativos; no obstante, a la larga, tuvieron efectos negativos. Al respecto, Palma (2016)planteó que: “La elevada y creciente inflación que padece el país se debe a múltiples factores: el descomunal y creciente déficit público, su financiamiento masivo por el BCV con dinero inorgánico, el hostigamiento gubernamental a la actividad económica privada, la imposición de controles desproporcionados de precios, la imposibilidad de acceder a las divisas, las enormes deudas acumuladas con los proveedores externos, la upina ineficiencia de las empresas manejadas por el Estado y las limitaciones para importar.” Estas apreciaciones muestran la realidad económica de Venezuela, el decaimiento de su industria petrolera, cuya renta hoy día no mantiene sus instalaciones, ocasionando el desmejoramiento de sus procesos y su gestión, presentándose desafíos que debe enfrentar cada día, evitando el desmembramiento de su infraestructura, ahora visibles para el ciudadano común, mostrando una gestión deficiente lo que derivó, en la merma de su contribución al bienestar al país. Al considerar a la industria petrolera venezolana, se observa que los recursos financieros son utilizados para establecer una secuencia de estrategias, hechos, acciones relacionados con gastos, ingresos y endeudamientos, armonizados en un presupuesto que están encausados al logro de unos objetivos previamente predeterminados, considerando la información cualitativa y cuantitativa que conlleva al análisis de estados financieros, derivando en información útil sobre aspectos importantes de sus indicadores de gestión financiera; como el de liquidez, endeudamiento, rentabilidad y actividad que una vez caracterizados permitió identificar las fortalezas y debilidades presentes en la toma de decisiones. Actualmente, existe un nuevo modelo de competitividad que exige flexibilidad en los parámetros de producción petrolera, aquí la gestión financiera juega un rol determinante al ejecutar las inversiones y los gastos operativos, porque su objetivo es la ejecución del presupuesto de gastos aprobados. Al respecto, Arcos (2007), expone que estas empresas deben manejar un criterio técnico gerencial y con cuidadosa consideración a las funciones del proceso administrativo científico: planificación, coordinación, dirección, control, evaluación, tanto en su concepción orgánica como en el sentido material y operativo, traduciéndose en un eficiente manejo del recurso asignado para alcanzar metas y optimizar el gasto. En ese escenario, una industria petrolera con similares características busca la maximización del nivel de funcionamiento efectivo y coordinado de la gestión financiera, sin embargo cuando no ejecuta acciones en conjunto, ni fortalece la capacidad de su personal; su operatividad general de forma directa o indirecta, no cubre las necesidades funcionales, esto desmejora su desempeño en el corto y mediano plazo, reflejando una práctica deficiente en términos de esquemas de negocios, procesos, productividad, medio ambiente y seguridad industrial en las operaciones; debilitando la importancia del proceso de contratación y sus estrategias de negociación con las empresas afines. Aunque en la industria petrolera venezolana se toman decisiones usando factores de producción para obtener bienes y servicios ofrecidos en el mercado, esta información no se presenta en estados financieros tradicionales, cuestión muy diferente al de las empresas privadas donde prevalece una gestión financiera centrada en el análisis constante de indicadores financieros que permitan lograr el objetivo de maximización de las utilidades de los dueños. En efecto, esta gestión financiera en las empresas, para Álvarez (2009), debe centrarse en el comportamiento económico-financiero, su estabilidad, vulnerabilidad, efectividad y eficiencia para cumplir sus objetivos y poder mantener y financiar sus recursos, retribuir sus fuentes de financiamiento y determinar la viabilidad como negocio en marcha, por eso, es fundamental su utilidad. Cabe destacar que, en Venezuela, a contratación de servicios está regulada por el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Contrataciones Públicas emitida en Gaceta Oficial Extraordinaria Nro. 6154, el 13 de noviembre de 2014, como norma fundamental que debe ser considerada por toda empresa operativa en el territorio nacional. No obstante, existen organismos estatales (ministerios, comisiones, equipos multidisciplinarios) asignados por el gobierno reguladores de la gestión financiera en el sector petrolero y sus actos dan lugar al reconocimiento de derechos y obligaciones de contenido económico, asegurándose que sus procedimientos de gestión se ajusten a las disposiciones aplicables en cada caso, a través de la función de control financiero, por ende, el sometimiento de la actividad del sector público no siempre está apegado a principios éticos económicos. Estas apreciaciones muestran la realidad económica de Venezuela, el decaimiento de su industria petrolera, cuya renta, hoy día, no mantiene sus instalaciones, ocasionando el desmejoramiento de sus procesos y su gestión, presentándose desafíos que debe enfrentar cada día, evitando el desmembramiento de su infraestructura, ahora visibles para el ciudadano común, mostrando una gestión deficiente que derivó, en la merma de su contribución al bienestar al país. En un estudio anterior, Franco (2014), aportó evidencia que demostró algunas de las causas que originan retrasos en los mantenimientos planificados por la industria. Igualmente, a través de su investigación se identificaron los elementos del proceso de contratación en el corto y mediano plazo, lo cual confirmó la importancia de la gestión financiera para optimizar los recursos cuando es aplicada de manera efectiva en cada caso de contratación de servicios. Así pues, la gestión financiera en el proceso de contratación de la industria petrolera venezolana no escapa a esta realidad, siendo una actividad necesaria para contratar o adquirir un bien o servicio, utilizar óptimamente los recursos financieros aplicando controles administrativos de seguimiento oportunos, mejorando el gasto o inversión relacionado estrechamente con la toma de decisiones en las estructuras de los contratos y los niveles de financiamiento. En virtud de ello, en el trabajo se analizan los desafíos de la gestión financiera del proceso de contratación en la industria petrolera venezolana. Con ello se espera contribuir con futuras investigaciones en la formulación de estrategias que permitan mejorar su eficacia, en concordancia con la realidad abrumadora que avanza en detrimento de su capacidad productiva y de generación de beneficios. Aproximación conceptual La gestión financiera del proceso de contratación es la actividad que surge a partir de la necesidad de contratar o de adquirir un bien, haciendo un uso óptimo de los recursos financieros asignados, aplicando controles administrativos de seguimiento oportunos, para optimar el gasto o inversión y satisfacer la necesidad de una organización. Luna (2015) la considera como el eje del proceso general de una empresa para la adquisición de bienes y servicios, así como también un apoyo indispensable en la evaluación y la forma como se debe pagar esas inversiones. Más allá de la definición, es importante precisar que cuando la gestión financiera en el proceso de contratación no es efectiva, sus consecuencias se observan en la realidad operativa de la industria petrolera venezolana, cuyo interés final es la obtención del máximo beneficio con el mínimo riesgo posible. No obstante, se percibe la carencia de sus procesos efectivos y su desmejora en la infraestructura, por cuanto hace necesario replantear estrategias para poder colocarse dentro de la competitividad perdida y sobre todo posicionarse nuevamente en el mercado petrolero. Método Al analizar la gestión financiera en el proceso de contratación de la industria petrolera venezolana, se revisó fuentes documentales que involucra el seguimiento de esta variable dentro de la estatal petrolera venezolana y sus filiales, que permitió constatar la vulnerabilidad financiera del sector petrolero en el presente, al mermar de manera drástica la contratación de bienes y servicios. El método de investigación fue deductivo, porque ofreció un análisis reflexivo de estos desafíos, luego de observar la necesidad de trascender de un viejo modelo de negocios, que debe ajustarse nuevos modelos de gestión financiera acorde con nuevas tendencias, es decir, crear o diseñar un sistema de indicadores más cónsonos con la realidad que se vive. El tipo de investigación es analítico porque inició en un proceso de conocimiento con la identificación de cada una de las partes que caracterizan una realidad existente en la industria petrolera venezolana, de esta manera se puede establecer relaciones entre sus elementos y se ofrecen conclusiones pertinentes acerca del impacto en la sociedad venezolana. La realidad de la industria petrolera en el presente Hoy la industria petrolera presenta una contracción productiva producto de la deficiente gestión de los últimos años según cifras de Monaldi (2019), en el año 1998 la producción petrolera estuvo en el orden de 3,5 millones de barriles diarios, para abril de 2013, la producción fué de 2,7 y para mayo de 2018, la producción llegó a la mitad de ese nivel, aproximadamente 1,36 millones de barriles diarios. El colapso se aceleró rápidamente; de hecho, la mayor parte de la caída (aproximadamente 1,25 millones de barriles diarios) ocurrió en los últimos dos años. La producción operada exclusivamente por la estatal petrolera PDVSA, como industria nacional, cayó a niveles mínimos históricos y actualmente se calcula que se encuentra en menos 500 mil barriles diarios (Mbd), mientras que en el 2016 se encontró en 1,5 millones de barriles diarios, de los 3,1 para 1998.(Ver Figura 1) adicionalmente la producción operada por empresas mixtas, con socios extranjeros, también decayó recientemente, pero menos intensamente, a 750 de 1,1 millones de barriles diarios en 2016. Incluso la producción operada por las empresas petroleras estatales rusas y chinas mermaron, aun cuando estos países le han sido fuente de financiamiento importante para la estatal petrolera y su industria. Mbd PRODUCCIÓN PETROLERA VENEZOLANA EN LOS ULTIMOS 20 AÑOS (Mbd) 4000 3500 3000 2500 2000 1500 1000 500 0 1997 1998 2013 2018 2019 2020Año Figura 1: Producción petrolera venezolana en los últimos 20 años. Fuente: Monaldi (2019) Este esquema de depreciación en la producción de petróleo representa mínimos históricos convirtiéndola en un riesgo geopolítico en el mercado internacional, debido en mayor medida, a su dependencia de divisas provenientes de la exportaciones e inyectándolas a la economía venezolana, esta caída productiva empeora la ya existente peor depresión económica de la historia de América Latina, por ende, Venezuela atraviesa una terrible hiperinflación, un colapso económico sin precedentes y una migración de refugiados (más de 4 millones) según cifras de ACNUR, generando una gran crisis humanitaria en la región latinoamericana. Aunado a este escenario, Mora (2020) señala que el gobierno venezolano gastó el ingreso petrolero que recibió, en conjunto con una buena parte de las reservas internacionales acumuladas y se endeudó en cantidades exorbitantes, puesto que, aprovechó el período de auge de los precios del petróleo para contraer deuda en montos impresionantes, y la sociedad venezolana difícilmente podrá asumir estas deudas, debido al colapso de la economía nacional. Esta realidad ubica a la industria petrolera en un declive inminente porque parte de su producción total representa la generación de liquidez para Venezuela, el resto sigue destinado para consumo de mercado interno subsidiado (actualmente colapsado como es el caso de las refinerías), generando pérdidas masivas, otro aporte importante se destina al pago de deudas con aliados asiáticos (Rusia, China) entre otros destinos (Cuba), situación que produce un colapso en el flujo de caja y por ende en la inversión para su sostenibilidad como infraestructura generando una espiral mortal. A esto se le suma la deuda financiera con un monto que asciende a 40 mil millones de dólares (MMMUSD), según estimaciones de analistas del mercado petrolero, puesto que la estatal petrolera venezolana no ofrece cifras oficiales de sus estados financieros y deudas desde el año 2016. A esta situación, se suman problemas legales (caso CITGO, Conoco Philips) que incrementó el número de acreedores por impagos como blanco de litigación, el peso de sanciones financieras aplicadas que limita su capacidad para refinanciar deudas, vender bienes, obtener créditos u obtener dividendos, escenario que dificulta la adquisición de insumos mediante créditos o acuerdos razón por la cual acumula atrasos con empresas de servicios, por su parte el mercado nacional se encuentra colapsado lo que representa una pérdida masiva para la industria, situación que ocasiona el colapso del crecimiento, la hiperinflación, el incremento de la pobreza, la corrupción desmedida, factores que están intrínsecamente relacionado con la industria porque incluso hasta el esquema salarial para sus trabajadores ha colapsado, lo que ocasiona fuga de talento humano de sus filas al presentarse renuncia masivas en sus instalaciones. Al respecto Monaldi (2019), explica que las estrategias gubernamentales no han sido efectivas porque se basa en la política y la militarización de la industria al designar efectivos militares que adolecen de experiencia y formación relevante del mercado petrolero, adicional existe carencia de planes de recuperación efectivos, que solo quedan en intentos infructuosos para incrementar la producción en pozos inactivos usando la contratación de servicios que también fracasa producto de la malversación y malas prácticas aplicadas a su gestión financiera, porque surgen propuestas que fracasan al no evidenciarse un logro concreto. Por su parte Mora (2020) refiere que, el conjunto de medidas diplomáticas, personales y financieras que los gobiernos de Estados Unidos, así como algunos de la Unión Europea y de Latinoamérica, en contra de ciertos funcionarios del gobierno de Venezuela y de activos estatales empeora la situación socioeconómica venezolana, porque al sancionar a PDVSA y congelar sus activos ataca de forma directa las causas inmediatas tal como la coyuntura existente en el escenario político y no vincula las causas fundamentales que, en los supuestos del autor son aquellos trastornos socioeconómicos venezolano que descansan en las teorías económicas que sirvieron de base al diseño de la política ejecutada desde 1999 y sus consecuencias previsibles. Estos se basaban en la tendencia de la subida del precio del petróleo y por ende el Estado aprovechó la oportunidad para financiar la construcción de una nueva economía centralizada, sustituyendo al capitalismo rentístico venezolano que ya estaba en crisis por el socialismo del Siglo XXI, pero que, rápidamente, se convirtió en una especie de laboratorio social, que ha terminado por parecerse al socialismo real y existente del Siglo XX, debido al peso avasallante del Estado y al comportamiento personalista, autoritario, militarista y depredador de su élite dirigente. En este escenario la gestión financiera del proceso de contratación, adolece de efectividad, porque la industria petrolera al estar vinculada con políticas gubernamentales ineficaces y estando amarrada a un marco legal que limita el financiamiento en fuertes divisas, sumado a la falta de credibilidad dentro del contexto de endeudamiento por la excesiva deuda que posee, hace requiera de un cambio drástico en su concepto para el logro de acuerdos, que promueva la inversión y pueda ajustarse diferentes características y rentabilidad en la contratación de bienes y servicios haciéndolos competitivos en la atracción de inversiones, y a su vez garantiza que las rentas sean capturadas por la industria en diferentes escenarios de precio y productividad. Desafíos de la gestión financiera del proceso de contratación en la industria petrolera venezolana La carencia de planes efectivos para recuperar la industria petrolera venezolana es el desafío principal que enfrenta su gestión financiera, porque de ello depende la restructuración macroeconómica de su deuda ante la comunidad internacional, escenario que puede atraer la inversión extranjera, otra observación importante es la carencia de una gestión financiera oportuna que logre un proceso de contratación eficiente, que respalde las diversas necesidades que posee, con especial énfasis en la ejecución de los contratos para la obtención de recursos a través de fuentes externas, que impulse sus operaciones y emprenda proyectos que favorezcan su desarrollo y producción. Cabe acotar, la existencia de elementos estratégicos de gestión financiera (plan, patrón, maniobra, posición y perspectiva) susceptibles de mejorar, porque presentan, malas prácticas administrativas “bajo el criterio” de un adecuado equilibrio entre la flexibilidad operativa y el control interno, por cuanto, si no se toman medidas pertinentes en los procesos de contratación de la industria petrolera venezolana, se aumenta la cantidad de convocatorias declaradas desiertas o no adjudicadas de contratos, estas debilidades propicia la poca contribución con la gestión integral del proceso que repercute en la no consecución de objetivos empresariales en el corto y mediano plazo, y por ende no garantiza una mejor liquidez y rentabilidad en la industria. Esta situación requiere medidas efectivas y oportunas que puedan atraer inversiones al incentivar el lucro de los negocios, producto de metas apetecibles a los empresarios y coordinar ganancias netas en moneda fuerte extranjera a fin de mantener acuerdos de costo beneficios atractivas para las partes. En otras palabras, reorientar el esfuerzo de la gestión financiera hasta consolidar la contratación de bienes y servicios bajos estos esquemas. Arcos (2007) manifiesta que “el plan financiero es un instrumento de planificación y gestión financiera, que busca determinar la estructura de ingresos y gastos, el déficit y su financiación”, Al estructurar los elementos, es menester destacar que el plan en la gestión financiera del proceso de contratación en la industria petrolera venezolana, permite evaluar, establecer y reconocer con claridad las actividades que promueve el crecimiento óptimo del sector petrolero, la maniobra permite la aplicación de estrategias necesarias para obtener el resultado esperado, el patrón estructura el criterio en las contrataciones tanto en el ámbito operativo como en el financiero, la posición ayuda a homologar los criterios relacionados con la clasificación financiera de los contratos y la perspectiva enfoca los procedimientos administrativos establecidos en las regulaciones de ley en Venezuela. Las debilidades en los procedimientos de gestión financiera en el proceso de contratación son otros claros desafíos. Por ejemplo, la poca importancia aplicada a los niveles óptimos de capital de trabajo, a las fuentes de financiamiento y al control financiero, ocasiona una desmejora de procesos estandarizados, por cuanto, debe buscar el mecanismo que permita consolidar el control de seguimiento exhaustivo y efectivo de los niveles óptimos de la industria, porque se observa la existencia de retrasos en la clasificación detallada de las fuentes de financiamiento de corto y largo plazo a futuras empresas a contratar, se inhibe la posición del nivel de endeudamiento. De ahí que es importante aplicar la asistencia técnica y gerencial optima, es decir, mejorar los recursos de la industria, con esto se logra el apalancamiento financiero que impulse la contratación, de ahí la necesidad de que los procedimientos se cumplan de manera cónsona y organizada, solo así, se incrementa significativamente la inversión que estabilice la producción y eventualmente se logre un incremento sustancial en los próximos años. Al respecto González (2014) señala que es conveniente efectuar acciones de mejoramiento encaminadas a realizar una gestión financiera más efectiva para consolidar sus indicadores a través de las partidas de los proveedores de servicios, inventarios, entre otros, porque de presentarse resultados ineficientes se afecta en el largo plazo la liquidez y rentabilidad como ocurre actualmente, por su parte Arcos (2007) manifiesta que el punto de partida es entender que las industrias petroleras pueden presentar dos situaciones en apariencia contradictorias, porque o se muestran relativamente efectivas y eficientes ó se encuentran al borde del colapso. Otro desafío relevante es el modelo de negocios, el cual debe ser compatible con las enormes necesidades fiscales en el Estado venezolano. Por tanto, una parte importante del capital debe provenir de compañías petroleras privadas y, de ser posible, se debe complementar el financiamiento con fondos obtenidos a través del mercado de valores por ejemplo, por su parte el marco fiscal y contractual puede ajustarse a las diferentes características y rentabilidades de los contratos haciéndolos competitivos en la atracción de inversiones, que a su vez garantice que las rentas sean capturadas por el Estado en diferentes escenarios de precio y productividad Al respecto Monaldi (2019), señala que lo más idóneo sería realizar subastas competitivas y transparentes creando un “marco fiscal progresivo, de forma que la participación gubernamental suba con la rentabilidad de los proyectos (contratados), las regalías deben variar con el precio del petróleo, como se hizo recientemente en México. Igualmente, la participación contractual del Estado debe variar con la rentabilidad y ser el parámetro fundamental en la subasta. Esto reducirá los incentivos para la renegociación oportunista de los contratos cuando los precios del petróleo suban. Esta apreciación es importante porque propone un modelo de negocios competitivo y resta improvisaciones gubernamentales que a la larga resultan infructuosas dentro de la industria. Debido al declive de la economía, surge la necesidad de tomar decisiones fundamentales, porque los procedimientos de análisis financiero se tornan más robustos y útiles al soportarse en procedimientos estadísticos, cuantitativos e informáticos, sin embargo, al describirlos se observó que deben consolidarse mecanismos de control financiero, que ayuden a realizar un seguimiento exhaustivo de los niveles de capital de trabajo y el nivel de estructura de costo del capital de los inversionistas, de esta manera se garantiza el éxito en la ejecución de los contratos. En efecto, la industria petrolera debe considerar la flexibilidad en los contratos para que resulte atractiva la inversión en aquellos sectores petroleros menos rentables, porque algunos pueden ser manejados a través de contratos de servicio o bajo contratos operacionales de riesgo y/o producción compartida; (Como es el caso de las empresas mixtas). La clave está en asegurarse que cada sector tenga una estructura contractual adecuada para hacer de la inversión un hecho posible y atraer el tipo de socio adecuado. Esto se observa en las concesiones de empresas mixtas que operan actualmente y cuya productividad se mantiene a pesar de la crisis nacional que se vive, de hecho, la poca producción que se obtiene hoy es por la actividad de éstas, por ello, la industria petrolera venezolana debe enfocar su inversión en su negocio principal y en proyectos de extracción de altos retornos y bajo costos. Para esto, debe ser profesional y apolítica, y mejorar los salarios significativamente a su talento humano, en otras palabras, la industria debe recobrar autonomía operacional y operativa con reglas y objetivos claros. Dentro de los desafíos que enfrenta la utilización de indicadores financieros está su cálculo e interpretación para detectar fallas y ajustar el desempeño operativo y financiero de la industria. En este apartado se destacan los indicadores más relevantes dentro de la industria por estar directamente relacionado con la contratación de servicios: El indicador de liquidez que establece requisitos de capacidad financiera con base a su conocimiento del sector petrolero objeto de la contratación, a su vez visualiza la disponibilidad de efectivo para cancelar obligaciones al momento de asumir compromisos de pagos durante la ejecución de los contratos. En la actualidad existen limitaciones en la capacidad de pago de deudas y en el proceso de toma de decisiones acertadas de la industria, que ha provocado una visible disminución del nivel de actividades operativas, de la rentabilidad y limitación de oportunidades de expansión. Ahora bien, durante el último ciclo, la mayoría de los países exportadores de petróleo, manejaron bastante bien la volatilidad de precios que los afectó, ahorrando parte importante del auge y evitando la masiva sobrevaluación de la moneda. Venezuela puede y debe también hacerlo, de lo contrario continuará siendo víctima de los ciclos de recursos naturales y el ejemplo prototípico de la maldición de los recursos, de ahí la importancia de un buen manejo de su liquidez. En cuanto a la actividad de la industria petrolera venezolana, se debe promover la eficiencia de los involucrados en la gestión de los recursos dispuestos para la operación, para conocer y dar seguimiento a la evolución del proceso de contratación, en el corto plazo, proporcionando valiosa información, para la toma de decisiones. En este aspecto se observa como impera el éxodo masivo de talento humano y a la fecha han renunciado aproximadamente más de 20 mil empleados en el último año según estimaciones del Instituto Baker de Políticas Públicas. Incluso, el hurto de equipos se ha convertido en uno de los principales impedimentos para operar en la industria, desde cables y repuestos hasta equipos multimillonarios, todo está en riesgo. Los trabajadores han presenciado robos armados dentro de las instalaciones de la industria. La corrupción incluso las tareas más sencillas. Este desafío es el más difícil de afrontar porque involucra la política organizacional que hoy está olvidada, para ello debe ser revisada y modificada en función de los intereses de Venezuela y para esto se debe combinar armónicamente medidas en el corto y mediano plazo, tales como, cambios en la legislación en materia de contratación, procesos de reestructuración institucional, al respecto Gonzales (2008) sugiere que para ello es necesario revitalizar el talento humano en la industria petrolera fortaleciendo las capacidades técnicas y gerenciales, por eso es indispensable acometer una evaluación rigurosa de su talento humano que oriente procesos de reclutamiento de personal calificado, que sea capaz de encausar nuevamente a la industria y consolidar nuevamente su posición en el mercado. Al analizar la situación del talento humano que hace vida en la industria petrolera venezolana, existe inactividad, desidia y una fuerte fuga producto de viejos modelos de liderazgo autoritario, ambiente de trabajos tensos, basado en órdenes donde la comunicación abierta no es permitida en los diferentes niveles jerárquicos, esto evita el desarrollo y la finalización de contratos exitosos. Ante este panorama se debe propiciar el dinamismo en sus procesos de contratación, promover un nuevo modelo de gestión financiera sólida, que rompa la inercia y provoque el crecimiento constante de la industria, adaptándose a los nuevos tiempos. El siguiente desafío es el de afrontar el indicador de endeudamiento de la industria que evidencia la determinación alto índice en su estructura, por otro lado puesto se exige el cálculo de las razones de endeudamiento para evaluar la capacidad financiera de una empresa, en mayor parte a través del patrimonio y un apalancamiento principalmente a corto plazo, con un bajo nivel de apalancamiento financiero externo debido a la merma de empresas interesadas en contratar con la industria petrolera. No obstante, de cara al futuro, el Estado y la industria petrolera venezolana enfrentan dos caminos radicalmente divergentes. El primero requiere un programa de estabilización macroeconómica con una reestructuración de la deuda, el apoyo de la comunidad internacional, y una masiva inversión extranjera. Monaldi (2019) estima que se debe aumentar la producción en aproximadamente 200 Mbd por año, y Venezuela necesitaría invertir en promedio cerca de 20 mil millones de dólares al año por una década. Sin embargo, ante esta realidad, el gobierno venezolano solo podría financiar una pequeña fracción de ese monto. De ahí la importancia de atraer inversiones extranjeras, y hacer una reforma petrolera que ofrezca credibilidad institucional y contractual. Sin un plan de esta naturaleza, pareciera casi imposible detener la hiperinflación, reanudar el crecimiento económico y recuperar la producción petrolera. En el otro camino la producción petrolera continúa disminuyendo; los acreedores siguen arrinconando al país, incautando activos, cargamentos y flujos de ingresos; las compañías occidentales tienen un papel decreciente en el sector petrolero; Rusia y China incrementan su rol en la exportación de crudo venezolano y, renuentemente, se convierten en los más grandes operadores de la declinante industria petrolera; el país se aísla políticamente, y el masivo éxodo de inmigrantes a la región continúa, este escenario termina de desgarrar la gestión financiera de contratación, porque no ofrece garantía a los inversionistas potenciales, porque cuando llega el momento de invertir, la industria carece de recursos para pagar su parte como consecuencia, las contrataciones se retrasan y la producción eventualmente cae. Por último, en cuanto a la rentabilidad, esta dependerá de la efectividad de los las políticas y planes concretos que se ajusten al nuevo modelo de negocios que propicie el apalancamiento de la producción; a fin de incrementar el impacto positivo de la inversión extranjera, por cuanto se sugiere que las empresas inversionistas privadas maximicen sus compras locales de bienes y servicios y la contratación de empleados, profesionales y técnicos nacionales. En este contexto, Rodríguez y col (2015) exponen que, en el caso, una caída en los precios del petróleo para el sector público, los recortes del gasto tienden a concentrarse en las partidas de inversión mientras se protege el gasto corriente. Porque al disminuir calidad del gasto público se tiende a reducir la productividad de la economía como un todo al cancelarse o postergarse proyectos de inversión que estaban en proceso. A sumar la incertidumbre en los ingresos a esta situación, el Estado no es capaz diseñar políticas públicas con visión de largo plazo, debido a que el financiamiento no está asegurado, lo que deriva en el diseño de políticas públicas de poco alcance que, más que resolver problemas estructurales, persiguen un alivio temporal de estos que bien no son efectivos. Al respecto Espinasa (2017) señala que, un incentivo importante a este fin es que en el proceso licitatorio para el desarrollo de recursos se ponga como parámetro licitatorio a la contratación de empleo local y las compras nacionales, destacando también la separación de las actividades propiamente petroleras, es decir, excluir aquellas actividades que no son petroleras que van desde distribución de alimentos a la construcción de viviendas o por lo menos hay que separar las contabilidades y operaciones de las actividades petroleras de las que no lo son., en otras palabras, desenterrar la industria petrolera de todo el cúmulo de actividades no inherentes a su naturaleza. Consideraciones finales La gestión financiera del proceso de contratación directamente operado en la industria petrolera (gestión propia) alcanzó su máximo histórico en la primera década del 2000 justo con los aumentos de precios del petróleo se observó en la industria el mayor despilfarro de inversiones inconclusas jamás registradas en Venezuela, su declive inició a partir del 2013 cuando la caída de la producción se hizo evidente y la gestión directa de la estatal petrolera como porcentaje de la producción total tendió a disminuir, también se observó un incremento progresivo de la producción de las empresas privadas, en los antiguos convenios operativos y las asociaciones estratégicas que en nada ayudo a mejorar su caída. Esta situación muestra la importancia de la gestión financiera cuando dos empresas desean hacer negocios entre sí, un contrato especifica las actividades realizadas por ambas organizaciones y los términos a través de los cuales cada uno cumplirá con sus partes del acuerdo. Los contratos afectan la rentabilidad del negocio de una manera muy grande debido al énfasis en los ingresos y gastos. Cuando un contrato surge con una deficiente gestión financiera, la industria petrolera puede tener pérdidas significativas de sus recursos tanto financieros como en la producción, al carecer de recursos para identificar un tecnicismo simple. Ante todas estas consideraciones, en menester señalar que la gestión eficaz de los contratos puede crear en última instancia una poderosa relación de negocios y hallar el camino hacia una mayor rentabilidad a largo plazo, pero sólo cuando se gestiona correctamente y es aquí donde la aplicación de la sana practica de las leyes y normativas existentes, así como la reformulación de políticas petroleras efectivas, con una marcada aplicación de los indicadores señalados en este artículo contribuye a un mejor desempeño, que aun y cuando está regida por leyes y normativas que establecen un cumplimiento cabal de una serie de requisitos, el resultado final muestra que estos no se cumplen correctamente, en algunos de esos mandatos o disposiciones. El éxito de la de la gestión financiera en el proceso de contratación en la industria petrolera venezolana dependerá solo si se garantiza cierta libertad e incentivos a los inversionistas, en vez de obstáculos y controles. Los talentos, el capital y las conexiones pueden ser instrumentos para recuperar el sector petrolero, pero también para desatar el potencial del país en cuanto a equipos y servicios petroleros, ingeniería y construcción, que propicie su desarrollo y garantice su estabilidad a largo plazo. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: Álvarez Medina, María Trinidad. (2009). Información financiera. Base para el análisis de estados financieros, México. Artículo disponible en el portal:http://www.itson.mx/publicaciones/pacioli/Documents/no66/18ainformacion_financiera_base_para_el_analisis_de_estados_financieros.pdf Arcos Palma, Oscar (2007) Gestión financiera de empresas públicas. Programa tecnología en gestión pública financiera. Bogotá – Colombia 2009. 162 páginas, pp 25 Espinasa, Ramón. (2017) Trabajo: Lecciones y propuestas para la reconstrucción del sector petrolero: A 75 años de los acuerdos de 1943 Franco, Virginia. (2014). 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