MANIFIESTO POR EL DIA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES Los derechos no se negocian: la resistencia continúa Ecuador, 1 de mayo de 2021 Vivimos un momento doloroso, de confusión y desconcierto, ante los resultados del último proceso electoral, que nos exige a las organizaciones sociales y colectivos ciudadanos un profundo esfuerzo de reflexión y de evaluación de las razones profundas que llevaron al triunfo presidencial de un banquero, representante del gran capital financiero y corresponsable de todo lo que hemos y estamos sufriendo en Ecuador. Los banqueros, las élites empresariales, los grandes medios de desinformación, la derecha política, el FMI y el imperialismo norteamericano han cogobernado con Lenin Moreno y el FMI, imponiendo políticas que sólo han beneficiado a los ricos, mientras sometieron a situaciones de pobreza, desempleo, hambre, abandono y muerte en contra de la mayoría de la población y las familias de sectores populares y medios. La necesidad histórica de evaluar es para comprender de mejor forma cómo se ha impuesto el proyecto de dominación de los banqueros y las élites, pero también es fundamental para aprender de nuestras propias limitaciones y errores, con el sano propósito de transformar nuestra práctica y superar los errores, caso contrario, si se mantienen ciertas concepciones y prácticas equivocadas, le hacemos un gran favor a la estrategia del bloque dominante que busca por todos los medios liquidar cualquier alternativa social y política que cuestione el neoliberalismo y el proyecto de dominación del capital financiero y los intereses imperiales. El trágico resultado electoral para los pueblos, nacionalidades y el estado ecuatoriano, no puede interpretarse simplemente a partir de errores o certezas de mercadotecnia que surgieron de manera contingente en el contexto de la campaña, sino que son fundamentalmente resultado de factores estructurales y de una correlación de fuerzas que llevó a una diversa y desigual presencia de las fuerzas populares y de izquierda en la escena electoral: Se descuidó la construcción de factores reales y efectivos de poder popular: no se construyó verdadero poder de la ciudadanía fortaleciendo el tejido social y promoviendo su protagonismo como sujeto central de las transformaciones sociales; los problemas económicos y la contraofensiva de las élites desde el año 2015, desarmó el bloque de fuerzas sociales y políticas que sacó del poder y cambió las políticas neoliberales de las élites económicas y la derecha el año 2007; no se desarrollaron los medios de comunicación comunitarios y una red nacional de información y opinión alternativa, para contrarrestar al enorme complejo mediático de los banqueros y grandes empresarios. El campo popular se dispersó y se dividió, especialmente entre sus representantes más importantes, la revolución ciudadana y el movimiento indígena, a pesar que coinciden en la 1 mayor parte de sus objetivos y en la defensa de los derechos de la ciudadanía y de los grandes intereses nacionales. En la contienda electoral participaron separados, debido a los distanciamientos que han sido cultivados mutuamente y que con el tiempo han construido muros infranqueables para el diálogo y la acción conjunta, y que llevaron equivocadamente a promover el voto nulo, facilitando lamentablemente el triunfo de los banqueros y la derecha. No se puede negar que la campaña de persecución y aniquilamiento de cualquier alternativa popular y de izquierda por parte del gobierno de Moreno y sus aliados, se ha demostrado exitosa en sus pretensiones por debilitar y aniquilar a las fuerzas populares y de izquierda. Su campaña permanente de manipulación psicológica y emocional, mediante la canalla mediática y el lawfare, les ha permitido triturar en la percepción de la ciudadanía, los grandes logros, obras y a los dirigentes del gobierno de la revolución ciudadana, así como a los líderes del movimiento indígena que dirigieron el levantamiento popular de octubre 2019. La incomprensión de que, si bien la revolución ciudadana es la organización política más importante en el Ecuador, su fuerza ha sido debilitada y no es suficiente para ganar las elecciones, ello llevo a la persistencia de prácticas excluyentes y sectarias por parte de UNES, que estaba llamada a generar muy amplias alianzas. Se fracasó en el esfuerzo de conformar un instrumento de reconstrucción de alianzas sociales y políticas amplias para cambiar la correlación de fuerzas; y se desplegó una campaña electoral que no logró llegar de forma amplia a los electores con sus propuestas, discursos y acciones, apenas se logró trascender la base electoral de la revolución ciudadana. Lo más trágico de la derrota electoral del campo popular y la izquierda y del triunfo del capital financiero protofascista, es el doble triunfo indirecto del gobierno de Moreno, de un lado, su compromiso con la derecha ecuatoriana se traducirá en un escudo de impunidad que dejará intacta las atrocidades de su mandato, de otro, con la alternancia y continuidad de Lasso, el neoliberalismo se profundizará en el país. Esto en el marco de la peor crisis sistémica en el último siglo, se trat6a de una crisis sanitaria, económica, social, institucional, política, humanitaria. Se va a gobernar otorgando mayores privilegios y beneficios y la acumulación de riqueza en los banqueros y grandes empresarios, permitiéndoles que acumulen más riqueza a costa de la desposesión y pauperización de todo el pueblo ecuatoriano, los trabajadores y sectores productivos, pequeños agricultores, agricultura familiar campesina, economía popular y solidaria, artesanos, pequeña y mediana empresa. Para lograr estos nefastos objetivos, el nuevo gobierno orgánico de la banca, va a profundizar la persecución y la represión en contra aquellos que resistan o que protesten, particularmente en contra de la revolución ciudadana y el movimiento indígena, porque son vistos como una amenaza a su proyecto aberrante de dominación. Es una ingenuidad pensar que el bloque neoliberal va a parar la persecución judicial o la campaña de difamación y desprestigio a través de sus medios de desinformación, o que va a abandonar la persecución con juicios, la cárcel y la represión, para amedrentar y callar a quienes luchamos por nuestros derechos y por un país al servicio de las mayorías y no de unos pocos privilegiados. 2 El bloque neoliberal sabe perfectamente quienes son sus enemigos, lo tiene tan claro que ahora buscan armar una mayoría en el legislativo y maniobran para tomarse la CONAIE, comprando dirigentes o buscando suspender su congreso para impedir el triunfo de los sectores más consecuentes con los intereses de los pueblos y nacionalidades y del conjunto del país. Ellos quieren consolidar en el largo plazo su proyecto capitalista de privatizaciones, liberalización financiera y comercial, flexibilización laboral, debilitamiento y destrucción del estado. Nuevamente en el Ecuador está en un gravísimo riesgo de que lo conviertan en un estado fallido, similar a lo que ocurrió con el ciclo neoliberal de fines de los noventa, que profundizó el desempleo, la pobreza y el hambre, hasta niveles intolerables y que llevó a la migración de alrededor de 3 millones de ecuatorianas y ecuatorianos. La derrota de las fuerzas populares y de izquierda, son también resultado de la imposición de los intereses y la geoestrategia del imperialismo gringo para América Latina. El nuevo gobierno de la bancocracia pretenderá terminar de subordinarnos a los intereses económicos y a la geopolítica de EEUU, imponiendo tratados de libre comercio lesivos a la producción y economía nacional y reactivando la fracasada Alianza del Pacífico. Sin embargo, América Latina continua como un territorio en disputa entre las fuerzas de la vida y la muerte, en medio de la heroica resistencia de los pueblos a la peor contracción económica en un siglo, que llega al 8% del PIB y que está llevando a decenas millones de personas al desempleo y a la pobreza, como resultado de la pandemia y de las políticas neoliberales. Vemos con esperanza que los pueblos de Perú, Chile, Nicaragua, Honduras y Colombia fortalecen alternativas populares y de izquierda y tienen importantes posibilidades de triunfar en los procesos de elecciones presidenciales que se van a desarrollar en sus respectivos países. De igual forma los procesos electorales parlamentarios pueden significar el fortalecimiento de los gobiernos populares de Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández, en México y Argentina. Además, en Brasil, luego de comprobarse la falsedad de la persecución judicial contra Lula y su injusto encarcelamiento, el PT se reconstruye para ganar las elecciones; y, en Chile también está prevista la decisión mediante consulta popular de una convención constituyente para cambiar completamente la constitución de Pinochet. En este contexto, y como parte de la conmemoración del Día Internacional del Trabajador, en homenaje a los Mártires de Chicago, ejecutados el año 1886 en Estados Unidos por defender sus derechos, especialmente la reducción de la jornada laboral diaria de 16 a 8 horas, la Asamblea Nacional Ciudadana, ANC Ecuador. plantea los siguientes desafíos y tareas estratégicas a los pueblos y nacionalidades ecuatorianas, y a todas las organizaciones sociales y políticas de izquierda, plurinacionales y progresistas: 1. Convocamos a reorganizar las fuerzas en defensa de los derechos, la dignidad y la esperanza, mediante la unidad y la acción colectiva con un programa de resistencias al neoliberalismo, a las privatizaciones, la liberalización financiera y de las importaciones, la flexibilización laboral y la violación de los derechos de los trabajadores, el desempleo y la pauperización económica, la mercantilización de la salud y educación, el sometimiento al imperialismo. Esto como parte de un 3 proceso que nos permita reconstruir una mayoría social y factores de poder desde abajo, desde las organizaciones sociales, cuya finalidad última sea la constitución de un bloque histórico contrahegemónico, capaz de reconquistar el poder y de impulsar nuevos gobiernos populares para las parroquias rurales, los municipios, las provincias y todo el país. 2. La construcción práctica del poder popular tomando como base sus elementos nucleares, es decir, a las organizaciones sociales y colectivos ciudadanos como sujeto central del mismo y la acción colectiva y unitaria como mecanismo principal de construcción de un poder transformador de la sociedad. Se trata de fortalecer el tejido social desde abajo, reconociendo la importancia de su rol estratégico y facilitando el desarrollo de sus propios factores de poder: la economía social y solidaria en propiedad de las organizaciones populares; el desarrollo de sus medios de comunicación alternativos y su capacidad de diálogo con la sociedad; el reconocimiento de sus saberes y la diversidad de sus identidades y la promoción del diálogo intercultural; el ejercicio y garantía de sus derechos de participación política y de su capacidad de acción unitaria y colectiva; el desarrollo de una escuela nacional de formación ciudadana y política por el poder popular. Un proceso de esta naturaleza conlleva rechazar los discursos vacíos o de tergiversación del poder popular, así como trascender prácticas excluyentes, sectarias e inadecuadas, superar la utilización de las organizaciones y colectivos como clientela electoral o como meros beneficiarios, o su subordinación como simple correa de trasmisión de los partidos políticos. No caer en dinámicas que contribuyen a la dispersión y conformación de múltiples frentes en función de intereses particulares. Este tipo de prácticas no construyen el poder popular, al contrario, subordinan y le quitan poder a los pueblos y la ciudadanía y los convierten en meros objetos de intereses ajenos. 3. El desarrollo de una nueva mayoría social mediante el impulso de un nuevo bloque histórico contrahegemónico, mediante la amplia alianza de los pueblos y nacionalidades, las clases populares, medias y sectores productivos, que están siendo golpeados sistemática y progresivamente por el bloque neoliberal, en función de enriquecer más a los banqueros, quitándoles a los trabajadores, familias populares, agricultores, artesanos, industriales. Este bloque plurinacional-popular debe debilitar y disgregar al bloque neoliberal y debe construir un nuevo sistema hegemónico, un nuevo sentido común y una nueva cultura plurinacional y popular de defensa de los derechos, de defensa del trabajo y la producción, de los grandes intereses nacionales; de fortalecimiento de lo público y de actitud de servicio de las autoridades y de la clase política; una ética solidaria, de compartir los bienes comunes y del fin de los privilegios de las élites económicas y la clase política, bajo la dirección de los sectores populares y las clases subalternas. 4. Las tareas planteadas no se podrán hacer realidad sino se impulsa también la reconstrucción de una organización política ideológica apta para impulsar y facilitar el proceso de construcción del poder popular y de un bloque histórico contrahegemónico, así como de acompañar y conducir la resistencia al neoliberalismo. Esto exige la conformación de un auténtico y amplio frente político-social para unificar y articular el pensamiento y la acción de las fuerzas sociales y políticas de izquierda, plurinacionales, progresistas y socialdemócratas, sobre el eje fundamental de la unidad de la revolución ciudadana y del movimiento indígena, cuya primera prueba es la conformación de una mayoría alternativa en la asamblea legislativa, que impida el control del parlamento por parte del gobierno neoliberal de la bancocracia. De igual forma, 4 demandamos a las autoridades públicas del gobierno nacional, los gobiernos autónomos descentralizados, la asamblea legislativa y de las otras funciones del estado, que cumplan su principal deber constitucional, trabajar por la garantía total de los derechos humanos, al servicio de la ciudadanía y acompañando las luchas de las organizaciones sociales y colectivos ciudadanos. La ANC Ecuador como plataforma de unidad y de construcción del poder popular, vamos a estar vigilantes y ejerceremos nuestros derechos al control social y revocatoria del mandato para exigir el cumplimiento de la Constitución. ¡UNIDAD Y LUCHA POR LA DIGNIDAD, LOS DERECHOS! ¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO Y LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES! ¡VIVA LA UNIDAD DE TODOS LOS PUEBLOS Y NACIONALIDADES! ¡VIVA LA RESISTENCIA AL NEOLIBERALISMO! ¡VIVA LA CONSTRUCCIÓN DEL PODER POPULAR¡ La Asamblea Nacional Ciudadana por la Dignidad y los Derechos, ANC Ecuador, está conformada por alrededor de 600 organizaciones de base y de segundo grado en 17 provincias, y por 25 organizaciones nacionales. El presente manifiesto es una provocación para la reflexión y comprensión de la actual correlación de fuerzas, la definición de las principales acciones del campo popular y la orientación hacia la unidad y la acción colectiva de los diversos actores del campo popular en este nuevo momento histórico. En tal sentido, solicitamos a todas las organizaciones sociales y colectivos ciudadanos que lo puedan utilizar para leerlo y debatirlo con sus bases, y que pueda servir para dialogar y buscar caminos de unidad entre todos quienes aspiramos a un Ecuador al servicio de las mayorías. 5