Ecofronteras, 2021, vol. 25, núm. 71, pp. 25-27, ISSN 2007-4549 (revista impresa), E-ISSN 2448-8577 (revista digital). Licencia CC (no comercial, no obras derivadas); notificar reproducciones a [email protected] La orquídea naranja del otoño Es relajante observar las orquídeas naranja en el paisaje, que por cierto también se usan como calmante y antiinflamatorio en algunas regiones; son plantas silvestres que podrían ser clave para la conservación de otras especies, y su peculiar ciclo de vida marca el otoño con sus colores. ¿Hacen falta más motivos para preservarlas? Unas flores muy peculiares Guillermo Alejandro Pérez Flores y Paola Sofía Reyes-Morales GUILLERMO PÉREZ C on la palabra “otoño” se produce en nuestra mente una imagen de hojas caedizas inmersas en el color amari- llento de la hierba que cierra su ciclo de vida, y no esperaríamos toparnos con elegantes flores naranja-rojizo entre el pasto seco; sin embargo, sucede. Se trata de unas orquídeas terrestres o litófitas que adoptan el nombre de su color: orquídeas naranja. Son silvestres y el resto del año permanecen vivas bajo el suelo a la espera de su evento reproductivo, el cual anuncian con vistosas inflorescencias que revientan unas semanas antes de iniciar el otoño (las inflorescencias son múltiples flores muy 25 pequeñas). Alcanzan 70 centímetros de al- sidad biológica —información que, por otra para elaborar o adornar penachos, ves- tura y sus flores dan la impresión de ser parte, hemos aprovechado para este artí- timentas y otros objetos. Aún hoy, en la una espiga que se adelgaza gradualmente culo—. Una característica destacada es que Ciudad de México y otros estados del país, a lo largo de 15 cm, para contener de 40 a sus flores son visibles a distancias conside- el nombre común de varias orquídeas es 60 botones de color naranja a rojo intenso rables, lo que atrae a estudiantes curiosos, “chautle”, vocablo que deriva del náhuatl que encienden llanos y campos. a pobladores que las cortan enteras para tzauhtli o tzacuhtli y que significa pega- La mayoría de las orquídeas son plan- llevarlas a casa, y a aves e insectos polini- mento o engrudo. tas epífitas; esto significa que crecen so- zadores que con zumbidos y aleteos mag- bre sobre troncos o ramas de árboles para nifican su encanto. Su uso medicinal es el que más ha sobrevivido. Mantiene ese propósito en Chia- usarlos como soporte, pero sin parasitar- La orquídea naranja se distribuye en pas, y en Yucatán sirve de antiinflamatorio los; no obstante, también hay especies que Estados Unidos, gran parte del territo- y calmante, además de que se le atribuyen se desarrollan directamente sobre el suelo, rio mexicano —sobre todo en el sur— y en propiedades refrescantes. como ocurre con la orquídea naranja. Su Guatemala. Crece en llanos y páramos ele- nombre científico es Dichromanthus cinna- vados, y es notable su tolerancia a la per- Flores, polen y colibrís barinus, aunque se le conoce de muchas turbación, puesto que la vemos proliferar en A diferencia de sus parientes epífitas de los otras formas: corazón de gallina, corba ga- camellones de avenidas, en caminos muy bosques tropicales que lentamente van de- llina, espiga naranja, palillo, palo blanco, transitados y hasta en construcciones de sarrollando vástagos (nuevos tallos), las palo estaca, tarabilla, vidrillo, chautle y za- concreto. A pesar de que se le ha estudia- orquídeas chautle u orquídeas naranja tie- patilla escarlata; en náhuatl: cutzis, y en do, solo unas cuantas personas saben que nen un crecimiento vegetativo que ocurre inglés: scarlet ladie’s tresses, que significa se trata de una orquídea y casi nadie la re- entre agosto y octubre, un breve lapso en trenzas de dama escarlata y alude a la dis- conoce en el campo antes de que florezca. el que, luego de la floración, mueren tallos, posición en espiral de las flores, que parecen cabello trenzado. Usos y aprovechamiento hojas y flores de la planta, para permanecer en estado latente como raíces que rebrotan al siguiente año. Quienes estamos relacionados con el Las orquídeas ya eran conocidas y utiliza- Campus Ixtacuixtla de la Universidad Au- das entre los pueblos prehispánicos. Los Sus inflorescencias presentan simetría tónoma de Tlaxcala, en el municipio de Ix- aztecas las usaron con fines medicinales, bilateral, o sea, que al hacer un corte por tacuixtla de Mariano Matamoros, solemos ornamentales, alimenticios y como espe- la mitad quedan dos partes iguales. En sus notar cuando estas orquídeas aparecen a cias. Era muy importante el mucílago de flores individuales, de afuera hacia den- finales del verano en los linderos de las tie- numerosas especies, una sustancia viscosa tro, se distinguen tres secciones: tres sé- rras de cultivo y a las orillas de los cami- procedente de algunas partes de la plan- palos, tres pétalos que incluyen el labelo, nos. También se han documentado en el ta (cormos y pseudobulbos), que se apro- y un pétalo modificado y diferente a los la- Pedregal de San Ángel, en la Ciudad de Mé- vechaba como pegamento en la plumaria, terales en tamaño, forma y color, muy útil xico, gracias a lo cual conocemos su diver- arte de gran desarrollo entre los mexicas para atraer a los polinizadores. Este complejo arreglo influye en la reproducción sexual que asegura el intercambio genético entre individuos. En general, los polinizadores de la vegetación suelen ser insectos y aves, además PAULINA CERNA FRAGA de algunas especies de murciélagos y en raras ocasiones otros mamíferos. En cuanto a las flores de la orquídea naranja, hay rasgos del síndrome de ornitofilia, es decir, un conjunto de características de color, forma, textura y néctar, que facilitan la polinización por aves, en este caso, los colibrís. La forma tubular facilita que estos accedan al néctar, y una muestra de su eficacia como polinizadores es que una gran proporción de las floHylocharis leucotis. 26 res del chautle produce frutos. En Ixtacuixtla, Tlaxcala, se ha obser- para compensar que la germinación es es- vado que estas orquídeas reciben las con- casa y, en consecuencia, la supervivencia tinuas visitas de tres tipos de colibrís: el de las plántulas también lo es. Aun así, en berilo (Amazilia beryllina), que al volar si- toda la región centro del país, en cada final mula destellos por su cuerpo verde esme- del verano se reinicia la magia de la repro- ralda y el café rojizo del reverso de sus ducción de estas orquídeas, que comienza alas; el oreja blanca (Hylocharis leucotis), con la floración y termina con las semillas cuyos machos se distinguen por las plu- revoloteando en el aire. mas iridiscentes púrpura-azul en su frenesmeralda; y el lucifer (Calothorax lucifer), ¿Por qué conservar la orquídea naranja? que identificamos porque las plumas de la Debido al estado actual de perturbación de garganta de los machos tienen iridiscencias los ecosistemas, conocer y proteger a las or- rojo carmín-fucsia, y el pecho y vientre de quídeas naranja puede significar el mante- las hembras es beige. A la belleza visual nimiento de otras especies de plantas, pues se agregan las vocalizaciones de estas aves atraen polinizadores generalistas, como los que, aunque no son canoras, emiten soni- colibrís, que favorecen a más especies en dos que se repiten mañana y tarde para re- floración (por ejemplo, Loeselia mexicana). clamar los territorios de alimentación. Son plantas que también contribuyen a la te y barbilla, y sus hembras, por ser verde Semillas con alas conservación del suelo, ya que sus estructuras subterráneas lo mantienen unido y su Los frutos de la orquídea no son comesti- asociación con los pastos evita la erosión bles debido a la falta de una pulpa jugosa; eólica. Como valor agregado, es un disfrute son más bien una cápsula que resguarda mayor contemplar un paisaje de flores rojo- los propágulos recién formados o semillas. naranja rodeadas por colibrís. Las cápsulas son dehiscentes, lo cual se re- Debemos considerar que su persisten- fiere a que presentan tres o seis ranuras cia a través del tiempo depende de las áreas longitudinales que se abren al llegar el mo- de vegetación nativa, o al menos de áreas mento oportuno para liberar las semillas; verdes. Aunque no es muy conocida a cau- estas contienen los embriones de la plan- sa de su corto periodo de floración, es fun- ta y quedan expuestas al ambiente, que en damental descubrir los detalles de su etapa las condiciones adecuadas de temperatura, reproductiva, enriquecer la documentación humedad y luz, habrán de germinar. de su biología en las fases tempranas de su Sin embargo, antes de eso necesitan desarrollo bajo tierra, así como sus impli- dispersarse, llegar a otros lugares en con- caciones ecológicas. Mientras tanto, es una diciones óptimas para nacer. Al respecto, planta que no dejará de atraer la atención estas numerosas y diminutas semillas tie- de los paseantes en los campos en donde nen una ventaja evolutiva: la capacidad pa- se conserva. siva de “volar”, gracias a que la naturaleza las dotó de una membrana a manera de ala. so, porque dependiendo de su intensidad puede desplazarlas desde una corta distancia hasta cientos de metros. Debemos decir, cuestión aparte, que si hay un lugar del GUILLERMO PÉREZ El viento se vuelve importante en el proce- El catálogo de Libros ECOSUR ofrece algunos materiales con información vigente en el tema de las orquídeas: ¡Orquídeas en peligro! Guía de manejo sustentable en el Soconusco, de Anne Damon (con una segunda edición preparada para trabajo en campo), y Atlas de las orquídeas del Soconusco. Modelos digitales de nichos ambientales entre Centro y Sudamérica, de Vincenzo Bertolini, Anne Damon, Carlos Ibarra-Cerdeña. Información: [email protected] y www.ecosur. mx/libros altiplano mexicano con fuerte viento en invierno, ese es Tlaxcala. Las semillas alcanzan sitios muy distantes. Son muchas las que se dispersan Guillermo Alejandro Pérez Flores es académico de la Licenciatura en Biología de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (gaperezf@gmail. com). Paola Sofía Reyes-Morales es estudiante de la misma licenciatura y universidad ([email protected]). 27