c a> 'E ro U) c Q) Q. ^ a; 4^ L_ fD y$a MARTA PENHOS Ver, conocer, dominar I M A G E N E S DE S U D A M E R I C A A FINES D E L SIGLO XVIII Siglo veintiuno editores l Argentina 3fcl Siglo veintiuno editores Argentina s. a. TUCUMAN 1621 T N (C10SOAAG). BUENOS AIRES. REPUBLICA ARGENTINA Siglo veintiuno editores, s.a. de c.v. CERRO OEL AGUA 248, DELEGAClON COYOACAN, 04310, MEXICO, D. F. Marta Penhos Ver, conocer, dominar: imagenes de Sudamerica a fines del siglo XVIII - 1a ed. - Buenos Aires: Siglo XXI Editores ' Argentina, 2005, 384 p.; 21xU cm. (Arte y pensamiento - dirigida por Andrea Giunta) ISBN 987-1220-18-9 1. Historia del Arte-America del Sur l. Titulo CDD 709.8 Diseno: Estudio Lo Bianco @ 2005, Siglo XXI Editores Argentina S. A. ISBN 987-1220-18-9 lmpreso en Artes Graficas Delsur Alte. Solier 2450, Avellaneda en el mes de septiembre de 2005 Hecho el dep6sito que marca la ley 11.723 lmpreso en Argentina - Made in Argentina Indice 11 Agradecimientos 15 lntroducci6n 29 Primera parte l Matorras o los logros de ta imagen 31 Capitulo 1 31 Entradasyvisualidades 37 Marcas, huellas, pistas &3 De los 'impenetrabtes bosques" al paisaje que deleita la vista 53 Sobre la "potencia visiva' 55 La Relaci6n y sus fuentes 59 La dimensi6n religiosa 63 El orden de las imagenes 75 Cap(tulo2 75 Una obra en tensi6n 81 Retrato y estereotipo 93 Entre plano y paisaje 100 De inversiones y otros negocios 105 ^Autoroautores? 112 lconografia. devociones y funciones de ta imagen 119 Visiones fragmentadas, significaciones multiples 123 Segunda parte l Azara o el deseo de las imagenes 125 Capitulo3 125 0bservaci6n, mensura y delimitaci6n 131 La historia natural ausente 144 Representarlaspracticas 150 Verparaconocer de una region periferica que era necesario incorporar, enlo simb6lico y en lo efectivo, al dominio espanol. Gran ex voto que pone las acciones humanas bajo el paraguas de la Providencia. Todo ello, sin duda, y algo mas. v El o los comitentes de nuestra pintura hubiesen mostrado gran satisfacci6n por la fortuna que obtuvo. La figura de Matorras apareceen ella conjurando triunfalmente los enfrentamientos con Bucarelli y Campero, que lo acusaban de filojesuita, asi como con la elite de Tucuman, que preferia la captura violenta de los chaquefios y su utilizaci6n como mano de obra en haciendasy minasJ^ Con su campamento responde a los cuestionamientos de las autoridades sobre el manejo de los fondos. La gloria justifica las acciones piadosas del gobernador y ayuda a ocultar sus intereses en la apertura de caminos hacia el Alto Peru, derivados del comercio de mulas en el que estaba involucrado.^ Los mocovies son pacificos seres en busca de su redenci6n, y nada se muestra de sus cr6nicos enfrentamientos con los abipones y de su necesidad de pactarcon losespanolesJ^ Por debajo de sus opacidades, la obra resulta la representaci6n de una mecanica de apropiaci6n y ordenamiento del espacio en la que, en el ocaso del Antiguo Regimen, funcionaron en tensi6n permanente las ambiciones personales, el ansia de riquezas, los negocios poco claros, y el servicio a la corona y a Dios. 1 U Vease D. Santamaria, "Paz y asistencialismo vs guerra y esclavitud La politica reformista del gobernador Matorras en el Chaco centro-occidental(1769-1775],1999. 115 En el siglo xvin'el actual NOA proveia ganado mular y excedentes agrlcolas al Alto Peru Salta en particular nucleaba a los comerciantes ocupados en estos negocios, ya que en los alrededores de la ciudad invernaban las mulas que pr6venian de C6rdoba, Cuyo y BuenosAires V. Milletich, obcit. p234 En Tucuman, Matorras, otrora comerciahte de "generos de CastiUa', se dedicara al envio de mulas a Potosi, vease C.. Mazzeo, 'Empresarios coloniales a fines del siglo xviii El caso de los comerciantes peruanos frente a la competencia extranjera", 2001 116 VeaseAGull6nAbao,p103;.J SchofieldSaeger,obcit pp112-113;MB Vitar, 'Algunas notas ", ob cit El Diario de Matorras deja entrever esta situaci6n, al volcar el punto 11 del tratado firmado entre Matorras y Paykin: " haberseles negado por el Senor Gobernador armas de pistolas, lanzas y machetes que le habian pedido para defenderse de sus enemigos , p 147 Segunda parte l Azara o el deseo de las imagenes Capftulo 3 0bservaci6n, mensura y delimitaci6n * * ^ m A principios de 1781. mientras continuaban los intentos reduccionales en el Chaco, se designaron en Madrid los miembros de las partidas demarcatorias que se dirigirian a Sudamerica para cumplir con lo establecido por el Tratado Preliminar de Limites firmado con Portugal en 1777. La tarea de las expediciones de limites constituyen un aspecto singular de la politica espanola a fines del siglo xvin enmarcado en el interes de Gran Bretana y Francia por el Atlantico Sur, que determin6 el crecimiento del Rio de la Plata como punto estrategico para la defensa de Sudamerica. La resoluci6n del cr6nico problema de fronteras con Portugal por via diplomatica debia contribuir a eliminar un posible frente de conflicto, neutralizando ademas la secular alianza entre ingleses y portugueses. Los cambios en el mapa politico de las colonias, entre ellos la creaci6n del Virreinato con capital en Buenos Aires (1776), y las reformas econ6micas que llev6 a cabo la corona, se orientaron precisamente a fortalecer la presencia internacional de Espafia frente al poderfo militar de lnglaterra y a su intervenci6n creciente en la economia hispanoamericanaJ 1,. Veanse entre otros Academia Nacional de la Historia, Historia de la Naci6n Argentina, 1961,vol i; L.. Bethell, [ed.J, Historia deAmerica Latina, 1990, 125 La ocupaci6n efectiva de territorios en el interior de las colonias es otro aspecto de esta situaci6n, ya que era necesario mejorar la economia de la regi6n, incorporando unidades productivas y acrecentando los mercados, a la vez que se reforzaba el dominio polftico.^ En el contexto de las tendencias centralizadoras de los Borbones, la ocupaci6n ffstca del territorio americano creci6 en importancia, convirtiendose en un factor clave de la politica ultramarina espanola.3 Definir las fronteras y conjurar el peligro de un enfrentamiento armado con Portugal facilitaba el desarrollo de los planes politicos y econ6micos que la corte de Madrid implement6 en este periodo Espana y Portugal habian firmado en 1750 un tratado con la intenci6n de definir la larga frontera que separaba los dominios de las dos monarquias en Sudamerica. Pero despert6 oposici6n en sectores de ambas cortes, y la llamada "Guerra Guaranitica" hizo imposible su ejecuci6n, suspendida en 1761. En 1777 el tratado fue ratificado, aunque con algunas modificaciones Los espanoles se asegurabanel dominio absoluto del Rio de la Plata, incluido Sacramento, incorporaban la margen oriental del rio Uruguay, y devolvian a los portugueses la isla de Santa Catalina. Sin embargo, entre la linea establecida por los funcionarios en San lldefonso y la demarcaci6n efectiva se abria un margen de ambiguedades e indefiniciones que hicieron larga y engorrosa la tarea de los demarcadores. El desconocimiento del espacio en el que habia de operarse, la lentitud e indiferencia de las partidas portuguesas, y la falta de colaboraci6n de algunas aUtoridades locales, entorpecieron los trabajos. La llamada Expedici6n deAmerica Meridional excedi6 ampliamente sus objetivos primeros, originando una masa de informaci6n sobre los territorios examinados, de la que hay testimonio en textos e imagenes Dividida en cuatro partidas que desarrollaron sus tareas entre 1781 y 1801, la direcci6n general estuvo a cargo de Jose Varela y Ulloa, siendo los comisarios Diego de tomo 2; 0 Gil Munilla, El Ptata en la pol!tica intemacional. genesis del Virreinato. 1949; Z Moutoukias, Gobiernoysociedad enTucumanyel Rlode la Plata, 1550-1800 . 2000: B Ruibal, CuUuraypolilicaenunasociedad de Antiguo Regimen , 2000 2 Vease 0 Gil MuniUa, ob cit., p 346 3.. M Lucena Giraldo y A Barrueco Rodriguez. Estudio preliminar". en F de Azara, Escritosfronterizos, 1994, p 13 Alvear, Felix de Azara y Juan Francisco Aguirre,^ Ningun miembro de las partidas ha llamado tanto la atenci6n como Azara.^ Durante los casi veinte afios de su estancia en tierras sudamericanas - d e mayo de 1782 a fines de 1 8 0 1 - realiz6 varios viajes por el interior de la regi6n y redact6 apuntes que fueron la base de una numerosa cantidad de escritos en los que se imbrican ^o Ol historia natural, geografia. protoetnograffa e historia, junto con observaciones sobre economia, politica y sociedad. ^ Z Azara y sus companeros compartieron ideas y opiniones acerca del estado polftico y econ6mico de los dominios en America, y sobre temas puntuales, como el funcionamiento de los pueblos que habian estado bajo losjesuitas.. Eran profesionales, militares de carrera formados en instituciones reformadas segun principios modernos.* Sus textos revelan una comunidad de pensamiento que, simplificando mucho, podemos definir como "ilustrado espanol"/ con base en ciertas ideas recurrentes: la agricultura como motor del progreso de un pais, sostenida por los fisi6cratas contra la idea mercantilista de la acumulaci6n de metales preciosos (que habia regido la colonizacion espanola), la apertura del comercio, el utilitarismo moral, la valoraci6n positiva del afan de lucro y las criticas a la ociosidad.^ o 2 ^ ^ "^ w ^ <U k Vease M Lucena Giraldo, Ciencia para la frontera: las expediciones espanolas de limites. 1751-1804.1988 5 Felix de Azara y Pereda naci6 eh Barbufiales [Arag6n] en 1742 Curs6 leyes y filosofia, y mas tarde entr6 como cadete en el Regirniento de lnfanterfa de Galicia lngres6 en el Cuerpo de lngenieros Militares en 1765. realizando sus estudios en la Real Academia de Matematicas de Barcelona durante tres afios En 1767 fue ascendido a subteniente de infanterfa e ingeniero delineador del ejercito En recompensa por su valor en la campana de Argel, fue nombrado capitan de infanteria e ingeniero extraordinario Tuvo a su cargo obras publicas en diversos puntos de Espana, hasta su partida a America en 1782 6 En la decada de 1760varias reformas militares tuvieron porfin modernizar la formaci6n de los cuadros y mejorar el funcionamiento de instituciones como la marina, cuyos miembros se profesionalizaron a lraves de estudios combinados de areas te6ricas y conocimientos tecnicos Creado en 1711, el cuerpo de ingenieros militares, del que sali6 Azara, se incorpor6 al Ejercito en 1761, M. Lucena Giraldo, y A Barrueco Rodriguez, ob cit, pp U-15 7 Vease entre otros, el clasico de J Sarrailh, La Espana ilustrada de la segunda mitad del siglo xvui, 1981 8 Sobre el impacto y circulaci6n de estas ideas en America, vease J C Chiaramonte, Ensayossobre la 'llustracion'Argentina, ob cit., yPensamiento delallustraci6n.obcH 127 Pero ademas, los textos de las partidas permiten poner la tarea de Azara en relaci6n con la que realizaron otros miembnos de las partidas demarcatorias, los puntos de encuentro y distancia entre ellos en torno a la relaci6n entre visualidades, busqueda de conocimiento y contribuci6n al incremento del dominio politico en la regi6n. Losdiarios e informes oficiales redactados por los comisarios y miembros de las partidas son un buen material para estudiar esta cuesti6n, ya que nuclean temas, elementos de composici6n y estilos, y responden a una normativa que pretende regirycontrolarsu producci6n. Efectivamente, la Expedici6n que nos ocupa cont6 con instrucciones generales emanadas de la corte, que el comisario de la segunda partida, Diego de Alvear, reproduce de manera resumida en su Diario.' Ademas nos informa sobre instrucciones particulares para cada partida, y otras emitidas por el Virreyde Buenos Aires.^ Las Instrucciones repiten partes delTratadode San lldefonso, sobre todo los puntos de referencia para la demarcaci6n, establecen las competencias de cada comisi6n, e indican los principales recorridos a realizar. Todo ello de acuerdo con el "metodo practico", que se indica como "unico modo" de llevar adelante la tarea, basado en la observaci6n y en practicas modernas de mensura. Ademas de solicitar un informe de la actividad de cada partida y un pormenorizado detalle de las caracteristicas topograficas e hidrograficas de los terrenos relevados, las Instrucciones indicaban que los Diarios debian incluir descripciones de "Animales raros que se encontraren, asi Cuadrupedos como Volatiles, y todos!os obgetos que se juzgaren interesantes a la Fisica e Historia Natural".^ 9 Diario de la Segunda Partida de la Demarcacion de Limites entre los Dominios de Espana y Portugal en la America Meridional Por el Comisario de ella el Teniente de Navio de la Real Armada Don Diego de Albear y Escalera. (en adelante Diario de Alvear], en AGN, Sala vn, Biblioteca Nacional, 46 En el primerfolio dice que "Principia en Diz.e de 1783. yen el ultimo Alvear certifica la autenticidad del texto con fecha julio de 1804 10 Las instrucciones del Virrey se refieren al funcionamiento de cada partida, lasatribucionesyresponsabilidades de cada miembroyel ordenjerarquico que regia en las partidas Vease Diario de Alvear, ob cit, f 27 Tambien lnstruccion que devera observarse en las Partidas o dibisiones destinadas a la Demarcacion de limites de estos Dominios con los de Portugal', firmada porVertiz el 20 de noviembre de 1783,en A6N, Sala K, Legajo 5.4-4-1. 11../Wrfem,f..23.. A partir de estas indicaciones, Alvear anuncia asf el contenido del Diario: c <* *fO e la Historia y Polemica de la Demarcacion 6 Distrito de estas % Partidas: el Catalogo de Observaciones Astronomicas y el de las Fisicas 6 de Historia Natural. [..] Finalmente la 3^ ultima o o parte de nuestro Diario, tratando de un punto ageno de nuestra profesion, y en que solo podremos entrar por un efecto de curiosidad que insinuan las lnstrucciones, si nuestras fuerzas,'' alcanzaren alla, incluira' otra Coleccion de Observaciones de Historia Natural sobre los tres grandes Reynos de la Naturaleza, Animal, Vegetal y Mineral, distribuidos segun sus clases, Ordenes, Generos, Especies, yVariedades, con arreglo al hermoso sistema del mas celebre de los Naturalistas T3 <u $ <o ^ ^ ^ ^ re modernosCarlosdeLineo^. ' ^ 3 o> <u Sin embargo, el texto presenta aproximadamente las dos primeras partes anunciadas. Otro documento contiene la "Relacion historica y geografica de tan fertil y dilatada Provincia" (Misiones], que Alvear dice agregar al Diario por ser su territorio uno de los "mas amenos de estaAmerica Meridional",^ y que de Angelis public6 en su Colecci6n.^ Como ha establecido Torre Revello en un minucioso estudio, existen varias copias del Diario de Alvear,^ algunas mas completas que otras, pero sin llegar a recoger toda la informaci6n acopiada por la segunda partida, que se perdi6 en un naufragio sufrido por Alveary su familia cuando regresaban a Europa en 18Q4 12. Diario deAlvear, ob cit, f 33 'h'lbidem,i 33 ^14. "Relacion historicaygeograficadela Provincia de Misiones Paraservitde SiV suplemento al Diario de la segunda Partida de Demarcacion de Limites. -,;l en la America Meridional. por el comisario de S. M. C [1783], AGN. Biblioteca Nacional, Legajo 106; P de Angelis, Colecci6n , [1970], vol v 15 Torre Revello identific6en totalocho ejemplaresdelDiario,yTeodoro Becu tenia una edici6n de De Angelis que incluia un inconcluso tomo Vll con una parte del Diario de Alvear Hay tambien siete impresos sueltos de iguales caracteristicas que probablemente hayan sido tirados para la Colecci6n i.que hubo de suspenderse a causa del bloqueo Vease T Becu y J.. Torre r,j Revello, La Colecci6n de Documentos de Pedro de Angelis y el Diario de :r 0/esode4/vear,1941,pp83-86yw-x ^ 129 En rigor, la versi6n que hemos consultado se compone de "salidas" de un punto hacia otro, "viages" dentro delterritorio a examinar, "descripciones" de poblaciones, "reconocimientos" de terrenos y accidentes geograficos, y anotaciones de aspectos importantes para la demarcaci6n. Los recorridos aparecen medidos en leguas y, en general, hay una preocupacion por consignar las mediciones y otros trabajos vinculados con los objetivos de la expedici6n. Tambien se mencionan puntualmente las observaciones astron6micas y las determinaciones de latitud y longitud realizadas en cada punto relevado. Alvear alterna la tercera persona del singular ("La primera divisi6n [...] parti6 de BuenosAyres " P ' con el impersonal ("El rnismo dia se continuo la navegacion..."),^ pero lo mas frecuente es el plural de la primera persona ("Nos propusimos desde luego seguir nuestro viage por t i e r r a . . . " ) ^ El caracter oficial de su trabajo se traslada al texto en un colectivo que representa al grupo. Si atendemos a las pistas dejadas por otros miembros de la segunda partida, el Diario puede ser considerado el compendio de una tarea larga e intrincada en la que tomaron parte varios actores Entre ellos hay que mencionar especialmente al ingeniero ayudante Jose Maria Cabrer, colaborador estrecho de Alvear y a quien se atribuyen muchos de los planos y mapas con que se acompanaron los informes, y el piloto de la Real Armada Andres de Oyarvide, que se desempefi6 como ge6grafo. Mientras que este ultimo estaba ocupado de los relevamientos sobre el terreno, Cabrer, en una tarea cercana a lo artistico, confeccionaba los mapas definitivosJ' A pesar de las referencias a "recorridos", el Diario de Alvear tiene escasas huellas de la presencia fisica de los espanoles en el espacio transitado. Las "descripciones" estan construidas con base en calificativos de caracter general - " g r a n d e " , "dilatado", "fertil", "abundante", " d e s i g u a l " - aplicados a porciones del territorio, cursos de agua, puertos, en combinaciones de las que resultan panoramas mas o menos precisos Las penurias 16 DiariodeAlvear,f 2 17 lbidem,f.92. 18 lbidem,l2 19 Acerca de la tarea de estos personajes, M Penhos, Modos de visualidad, ob cit... cap 3 Vease miembros de tas cuatro partidas en M Lucena Giraldo, ob cit. pp 172-173 Tambien Diario de Atvear. ob cit, ff 29-31 del viaje aparecen rara vezy en forma poco destacada. Un siglo despues, en cambio, Sabina, la hija de Alvear, no ahorrara elementos de impacto para poner de relieve el sacrificio de su padre y sus companeros, en su relato de la misi6n de limites. Cuenta, por ejemplo, que en un tramo del camino, se hizo dificilavanzar y Oyarvide arrostr6 el peligro"con la poca, hambrienta y destrozada gente que le quedaba".^ c S> | $ <u o S La historia n a t u r a l ausente Como dijimos, el Diario de Alvear trae s6lo parte del contenido que el autor anuncia al comienzo. Lamentablemente, no nos ha llegado la tercera secci6n, dedicada a las "Observaciones de Historia Natural". En carta a Godoy, Alvear dice que para entregarle un texto con los resultados de su misi6n. trabaj6 sobre lo que pudo rescatar del naufragio en el que, ademas de perderse gran parte del material relevado en Sudamerica, murieron su esposa y siete h i j o s ^ ra D. .. la obra completa, que traia en limpio en cinco volumenes, incluso el quinto tomo, descriptivo de los tres reinos de Historia natural, con arreglo al sistema de Carlos de Linneo, como igualmente el mismo Atlas o colecci6n de dichos planos, se me perdi6 todo en la voladura de la desgraciada fragata Mercedes, en que pereci6 mi desventurada familia, sin haberme quedado masque los borradores confusos de todos estos trabajos, que he tenido que rehacer y copiar de nuevo con no poca fatiga *2 A pesar de sus intenciones, por lo que conocemos Alvear no lleg6 a reescribir la parte de historia natural. De esta s6lo hay datos sueltos en el Diario y en papeles que public6 su hija Sin 20 S Alvear y Ward, Historia de don Diego de Alvear y Ponce de Le6n, 1891. U p..59. i .. J: y21. En agostode 1804,Alvearysu familia viajaban a Espanaa bordode una de cuatro fragatas espanolas Cerca del cabo de Santa Maria trabaron combate con una flola inglesa Ademas de Alvear, s6lo salv6 la vida su hijo CarlosVease T Becii yJTorre Revello, ob cit., ppiv-v 22 CartadeAlvearaGodoy,abrilde1806,citen/6/'dem,piv. 131 g j^ ^^ 2 duda, habria sido sumamente interesante comprobar los conocimientos que el comisario posefa acerca del sistema linneano y de que manera pudo aplicarlo a la compleja realidad americana. Si volvemos al principio del Diario se puede vislumbrar una dificultad inicial referida a la "Coleccion de Observaciones de Historia Natural", que Alvear califica de "punto ageno de nuestra profesion, y en que solopodremos entrar por un efecto de curiosidad que insinuan las lnstrucciones". Es revelador que Alvearafirme que las lnstrucciones s6lo "insinuan" esta tarea, y que retome la idea de que los informes debian volcar sobre todo las "curiosidades" que se hallasen Tampoco la "Relaci6n Geografica e Hist6rica del Territorio de las Misiones", que Alvearescribi6 como apendice del Diario, trae mas datos sobre esta cuesti6n Dividida en seis capitulos, se ocupa unicamente de los treinta pueblos anteriormente a cargo de losjesuitas. El primercapitulo, titulado "Geografia del pais", en realidad contiene informaci6n sobre la ubicaci6n precisa de las misiones, con una tabla corografica que el autor explica en detalle. Nos brinda alli pistas para reconstruir las modalidades de trabajo de las partidas y la existencia de lo que podriamos denominaruna "comunidad tecnica" de demarcadores: Las dos primeras columnas incluyen sus longitudes y latitudes [de los pueblos], conforme a nuestras observaciones practicadas en variosde los pueblos y la latitud de los otros es observada pordon Felix deAzara en su viaje a esta provincia el ano de 1784; el cual levant6 una carta reducida de toda ella, con mucha prolijidad y exactitud Puede cotejarse el plano formado con arreglo a dichos elementos con el de la antigua demarcaci6n, hecho por el brigadier Jose Custodio [de Saa y Faria], que lo hemos hallado bastante regularycon los trabajos de nuestras partidas.^ Noticias sobre los indigenas de la regi6n y una historia de su conquista y colonizaci6n y de la obra de los jesuitas, son la materia prihcipal del capitulo, para cuyo desarrollo Alvear acude a los antiguos cronistas, como Alvar Nunez y Ruy Diaz, y 132 23 D. de Alvear, Relaci6n Geografica e Hist6rica del Territorio de las Misiones", en P.deAngelis.obcit.tomov,pp.581-582 a los historiadores de la Companfa, sobre todo Ruiz de Montoya S6lo en el capi{ulo vi, dedicado al "Gobierno y estado presente de las Misiones", el comisario de la segunda partida habla de la calidad de la tierra, su fertilidad y lo que allf crece. La informaci6n acerca de flora y fauna se limita a enumeraciones similares a las que hallamos en el Diario de Matorras: cuadrupedos, aves y peces desfilan en una lista que parece proceder mas de las fuentes usadas por Alvear que de su propia observaci6n.. Se posa sobre los territorios misioneros una mirada que evalua utilidades y futuros progresos derivados de sus recursos naturales:"..... se da de cuanto puede conducir a pasar una vida c6moda y agradable, y contribuir al fomento del comercio e industria ^ En la Relaci6n..., la abundancia de estos recursos que poseen las ex misiones jesuitas es el motor del trabajo organizado y garantia de una prosperidad que se derramaria sobre todo el pafs y redundaria en beneficio del Estado: los pueblos no deben ser unicamente para ellos mismos: deben ser utiles al estado del que recibieron el ser que tienen, y contribuir a la comun felicidad de sus compatriotas Reine la libertad de comercio en esta provincia como en las demas de la naci6n, que es la que la hara florecer, y es conforme a la mente de S.. M ^ En general, Alvear muestra una percepci6n positiva del espacio misionero, que se extiende retrospectivamente a su historia, Contrariamente a Gonzalo de Doblas y al propio Azara, no se manifiesta critico de la experienciajesuita.^ Para 24 lbidem. pp 706-707 25 Relaci6n geografica e hist6rica "', ob cit, p 726 26 Tampoco Juan Francisco Aguirre, el comisario de la cuarta partida, tuvo una posici6n marcadamente contraria a la Compania Vease "Diario del Capitan de Fragata de la Real Armada D Juan Francisco Aguirre en la Demarcacion de limites de Espana y Portugal en la America Meridional Dedicado al Rey M.S. En la Asumpcion del Paraguay por Pedro Rodriguez Oficial 2' en Factoria General de Reales Rentas de Tabaco Afio de MOCCLXXxxnl [1793]", en trestomos, Libro4",Tomoi.AGN. Biblioteca Nacional, Legajos 17,18y19,pp 307-311 Copia manuscrita de 1873a partirdeloriginaldela Bibliotecade la RealAcademia de la Historia de Madrid g g o. Alvear, los padres parecen haber conocido bien el caracter de los guaranies, < ^ 2 sacandolos de la barbarie y soledad del bosque a la cultura de una vida social y racional, acertaron a establecer un sistema de gobierno civil, tan adecuado al genio de la naci6n, como raro y nuevo en el mundo.^ La voz de Alvear tambien resulta discordante respecto de la valoracion de las iglesias jesuiticas. Compendio del mal gusto en muchos de los escritos sobre las misiones desde finales del siglo XVIII, para el son obras admirables por su buena construcci6nysu magnificencia.^ De todas formas, esta mirada benevola se rompe precisamente en un parrafo dedicado a especies animales: abunda considerablemente de sabandijas ponzonosas y molestas, viboras tremendas, culebras, sapos, caimanes, murcielagos, mosquitos, gegenes. tabanos, avispas, mangangas, aranas, tarantulas, hormigas, y otra multitud innumerable de insectos que incomodan lo que no es decible^' La enumeraci6n, que sigue una modalidad propia de las cr6nicas antiguas, agrupa reptiles, insectos y aracnidos, de acuerdo con el peligro o molestia que pueden causar al ser humano, sin asomo de orden o clasificaci6n, colocando una nota amenazadora en un espacio promisorio. Las pocas huellas dejadas por Alvear, sin embargo, nos permiten suponer un cierto conocimiento de Linneo. En el Diario, cuando se refiere a las inmediaciones de Colonia, dice que 134 27 Diario de Alvear, ob cit, p 687 28 lbidem, p.. 685 Tanto Doblas como Azara son buenos ejemplos de una valoracion estelica de las obras jesuitas atravesada por parametros ilustrados, vease del primero Memoria hist6rica, geografica, politica y econ6mica sobre la Provincia de Misiones de indios guaranies , en P de Angelis, ob cit, tomo v, por ejemplo p 99 De Azara, Vlajes ineditos de D.. Felix de Azara desde Santa Fe hasta la Asuncion, 1873. por ejemplo p 228 29 'Relaci6n geografica e hist6rica ",ob cit... p 707 se vieron muchas Capivaras, quadrupedo muy comun de esta America, del tamafio de un perro, la cabeza de liebre, hocico obtuso, labio hendido, con los dientes incisivos arriba y otros dos abajo, por lo que pertenece a los Glires de Linneo vease su descripcion.^ Hay que notar que, a pesar de clasificar al animal de acuerdo con el sistema del sueco, Alvear acude a un recurso tradicional: la descripci6n combinadapor referencia a varios animales conocidos. Vuelve a mencionar a Linneo en un "lnforme sobre el Virreynato de Buenos Ayres" publicado por Sabina Alli dice que la tierra de los alrededores de la ciudades "humus vegetalis niger (Linneo)",3i y precisa sobre la yerba mate: .... esa lo menos muyparecida a la callicarpa americana, hojas oblongas carnosas y aceradas de la clase de las tetrandias monoginias de Linneo, como puede verse en nuestras observaciones botanicas ^2 ra N < D Ol Pero en el resto del texto, como en el Diario, se limita a enumerar especies vegetales y animales y a destacar los cultivos y los animales de cria. En varias ocasiones remite al mentado tomo 5, en el que habria volcado susobservaciones de historia natural. Sin embargo, se puede desconfiar de que esos escritos perdidos en el naufragio fuesen algo mas que apuntes, carentes de una sistematizacion que permitiera darlos a conocer Por lo menos llama la atenci6n que el mismo Alvear al final de sus breves descripciones indique a los interesados que "nuestro Comisario de limites del Paraguay, Don Felix de Azara, se extendi6 mucho en las cosas de esta provincia, pajaros y quadrupedos; pueden consultarse sus escritos..."^ En los materiales analizados el comisario de la segunda partida se muestra como un profesional celoso de su compromiso con la corona, aunque muy poco dado a incursionar en areas 30 Diario de Alvear, f 7 31.S AlvearyWard.ob.cit..p 503 32 /Wdem.p..518 33./Wdem.p.519. 135 o j5 "^ 2 que quedaban fuera de su competencia. Es muy probable que la formaci6n de los miembros de la expedici6n de limites s6lo los capacitara p a r a t e n e r una aproximaci6n somera a una tematica compleja. como era la incorporaci6n de la naturaleza americana a los sistemas de conocimiento vigentes. Pero las ideas y debates suscitados en el terreno de la historia natural en Europa dejaron alguna huella en la obra de los demarcadores en Sudamerica. La taxonomfa de Carlvon Linne sigue ideas anteriores sobre la importancia de los caracteres sexuales para la clasificaci6n de los seres vivos, llevandolas a la formulaci6n de un sistema basado en la fructificaci6n, Esto, y la nomenclatura binomial, que designa el genero y la especie, fueron sus mas importantes aportes, y a mediados del siglo xvm era reconocido como la autoridad maxima entre los naturalistas europeos.^ A la par que las ideas de Linneo se difundian portoda Europa, alcanz6 un punto de particular intensidad la polemica entre los partidarios de un sistema basado en una sola caracteristica de los organismos, y los que defendian uno con base en un conjunto de caracteristicas. Linneo, con su enfasis en la cantidad y forma de los estambres y pistilos de los vegetales, integr6 las filas de los primeros. Entre sus criticos mas acerbos se destacaba el conde de Buffon,^ alineado con quienes sostenian un sistema que diese cuenta de la complejidad de la naturaleza, y consideraban la taxonomfa linneana una abstracci6n artificiosa. A partirde una concepci6n temporal de la naturaleza, Buffon pens.6 una gran cadena de seres que en progresi6n jerarquica iba de lo mas simple a lo mas complejo. En la cima estaba el hombre. Para Buffon, no era posible formular una clasificaci6n general de la naturaleza y, en este sentido s6lo aceptaba la categona de "especies" como ajustada a la realidad (individuos de la misma especie podian reproducirse), considerando los "generos", "familias", "6rdenes" y demas categorias meros 136 34 Linneo (1707-1778], que se formo como medico y botanico en Suecia y Holanda, dio a conocer su sistema en tres obras claves escritas en latfn: Systema naturae |1735). Fundamenta botanica |1736) y Classesplantorum l1738) lnicialmente pensado para el reino vegetal, el mismo Linneo lo aplic6 a la clasificaci6n de los animales 35 Georges-Louis Leclerc. conde de Buffon [1707-1788) fue uno de los naturalistas mas influyentes de Europa. Director del Jardin du Roi desde 1739, desarroU6 una obra monumental en los tomos de su Histoire naturetle generale etparticuliere, que comenz6 a aparecer en 1749 nombres sin correspondencia con la variedad y diversidad de los seres vivos Es claro que, mas alla de las posiciones encontradas, los sistemas propuestos pretendian develar el plan de la naturaleza, poniendo orden en un caos que s6lo era a p a r e n t e ^ ro i Se comprende que Alvear invocara a Linneo como inspirador de sus observaciones sobre fauna y flora del territorio a su cargo, dada la difusi6n que su sistema habia alcanzado en toda Europa, no s6lo porvia de sus escritos sino por la presencia de discipulos y seguidores en distintos puntos del continente. El propio Linneo habfa participado de excursiones por el interior de Suecia y paises limitrofes, pero el grueso del material que utiliz6 como base para sus estudios fue relevado por una red de colaboradores..^ En 1760, dos j6venes discipulos de Linneo, Logie y Alstr6mer, se hallaban en Cadiz con el prop6sito de recoger ejemplares botanicos en la peninsula y de conseguir noticias sobre la flora americana. Trabaronrelaci6n con Celestino Mutis, quien dirigiria la Real Expedici6n Botanica del Reino de Nueva Granada, y seria corresponsal de Linneo y proveedor de especimenes americanos p a r a s u gabinete Otro discipulo del sabio sueco, Pehr L6ffling, pas6 una temporada en Espana, en contacto con naturalistas de ese pais, antes de partir como miembro de una de las primeras comisiones de limites despues de la ratificaci6nde San lldefonso, la Expedici6n del Orinoco (1754--1761) La presencia de L6ffling signific6 un importante 36 Una aproximaci6n a las ideas de Linneo y Buffon en T Hankins, Ciencia e llustraci6n, 1988, pp 156-169; A..C. Crombie, ob cit, pp. 239, 275 y 288290 Un fino analisis de las metaforas de la cadena del ser y el mapa, en su relaci6n con los sistemas clasificatorios de Buffon y Linneo, en G Barsanti, La Scala, la Mappa, l'Albero. Immagini e classificazioni della naturafraSeieOttocento, 1992Acercadeldesarrollode la historia naturalyel papel de la taxonomia linneana en la modernidad, M Foucault, Laspalabrasylascosas Unaarqueologiadelascienciashumanas, 2002, cap 5 Una interpretaci6npolitica de las ideas de Buffon y su enfrentamiento con Linneo, en D. Poole, Vision, 'Race and Modernity. A visual economy of the Andean lmage World, 1997, cap. 3 Sobre las relaciones entre los sistemas de historia natural y la expansi6n imperialista a partir de mediados del xvin. M L P r a t t , o b c i t . p p 53-74 37 Entre 1747 y 1772 los discipulos de Linneo viajaron a Norteamerica, China, America del Sur, Cercano Oriente y Africa, incorporandose algunos de ellos a importantes expediciones, como las de Cook Vease M L Pratt, ob. cit,p.56 137 g g *< ^ 2 138 estfmulo para la aclualizaci6n de la botanica espanola, que por entonces se estudiaba en el Real Jardin Botanico, creado en1755.38 Que las lnstrucciones para los demarcadores solicitaran informaci6n sobre la fauna y flora de Sudamerica muestra el crecimiento del interes por la historia natural en la peninsula durante el siglo xvm. Antonio de Ulloa y Jorge Juan ya habfan advertido que su Relaci6n hist6rica del viaje a la America Meridional (1748) era incompleta en lo que respecta a esta area del conocimiento. La corona respondi6 con el envio a America de varias expediciones ad hoc: la dirigida por Mutis, la que integraron los botanicos Hip6lito Ruiz y Jose Pav6n, que parti6 a Chile y Peru en 1777, y la dirigida por Martin Sesse a Nueva Espafia (1787-1803), son buenos ejemplos de las acciones que se instrumentaron para acopiar una informaci6n sistematizada que no s6lo buscaba el aseptico avance del conocimiento propugnado por la ciencia sino tambien acrecentar las posibilidades de explotaci6n econ6mica de los recursos naturales en los dominios americanos.^' En el caso de la expedici6n de Sesse, hay que senalar que la actividad de los estudiosos espanoles se complement6 con el establecimiento de la primera catredra de botanica y la creaci6n del Jardin Botanico en Mexico, con la consiguiente formaci6n de cientificos locales, como Jose Mozino, de actuaci6n fundamental en la misma expedici6n. Trabulse ha mostrado c6mo en el ambiente cient(fico de la Nueva Espafia circulaban las ideas acerca de los sistemas clasificatorios y de que manera peninsulares y mexicanos participaban en los debates a favor de unosy otros.^ 38 Vease M. Lucena Giraldo, ob cit.. p 159; J A Amaya, Celestino Mutisyla Expedici6nBotanica, 1986, pp.8-10y31-36 Sobre la incorporaci6n delsistema linneano en Espafia, dentro de un panorama del desarrollo de la botanica y las ciencias naturales en la segunda mitad del xvm, vease J Sarrailh, ob cit, tercera parte, cap. n 39. VeaseA. Gonzalez Bueno.yR Rodriguez Nozal, Conocimiento cientffico y poder en la Espana ilustrada: hacia la supremacia comercial a traves de la botanica medicinal", 1995 i0 E Trabulse, Historia de la ciencia en Mexico, 1983, pp 87-100 Las nuevas teor!as biol6gicas generaron resistencias en el medio religioso de Nueva Espana, donde el Santo Oficio censur6 las obras de Buffon y proces6 a individuos que sostenian tesis de matices evolucionistas, p 91 Sobre las ciencias naturales en Nueva Espana a fines del siglo xvin, vease tambien v Gonzalez Claveran, La Expedici6n cientifica de Malaspina en Nueva Espana, 1988,terceraparte Nuestras fuentes confirman que los esfuerzos espanoles por incluir la flora y fauna americanas en una Historia Natural "universal" transitaban a fines del siglo xvin por los caminos marcados por Linneo.Ahora bien, no sabemos si Alvear conocia lo suficiente el sistema linneano al punto de construir a partir de el un discurso coherente y ordenado sobre los seres vivos de America - c o m o de hecho si llev6 a cabo Mutis con la flora de Nueva Granada. Felix de Azara, comisario de la tercera partida, quien sin duda realiz6 los aportes mas completos sobre la materia en el contexto de la expedicion de limites, no s6lo no integr6 las filas linneanas sino que utiliz6 como punto de partida para sus escritos sobre los pajaros y los cuadrupedos de la regi6n la obra del gran impugnador del sueco, el conde de Buffon Si bien en el capitulo que siguetomaremos el probtema de las relaciones Azara-Buffon, es importante hacer notar aqui la existencia de una polemica tacita entre los demarcadores acerca de c6mo comprender la naturaleza del continente americano y, consecuentemente, de que manera alcanzar un mejor dominio sobre la misma. Seria muy atractivo ubicar a los miembros de las partidas como seguidores d6cilesde Linneo, y a Azara como un solitario batallador que"usa como guia a Buffon, con cuya obra toma contacto en Buenos Aires. Pero veamos mas de cerca esta cuesti6n. El naturalista frances fue bien conocido en la metr6poli, a partir de la traducci6n al castellano de la Histoire natureite realizada por Jose Clavijo y Fajardo, quien dirigia el Real Gabinete de Historia Natural de Madrid.5u obra se manej6 en amplios circulos a ambos lados del Atlantico y no fue ajena a los jesuitas, ya que por lo menos Sanchez Labrador lo c i t a ^ Azara consult6 en Buenos Aires algunos tomos de la traducci6n, asi como la edici6n completa en frances.^ Los escritos buffonianos fueron de lectura corriente entre los ilustrados espanoles,^y llegaron a tener una difusi6n aun mas amplia, a 41 G Furlong, Historia socialycultura( del Rio de la Plata. 1536-1810, Ciencia, p.. 87.. i2. Clavijocomenz6 a traducirla obra de Buffon en 1785yla concluy6 en 18CK, por lo que Azara s6lo accedi6 a una par(e de la versi6n espanola 43. Figuran entre las obras consultadas por Jovellanos y su cfrculo de relaciones, vease J Sarrailh. ob cit, p 314 139 juzgar por lo afirmado en una biografia del gran naturalista aparecida enMadrid en 1797: QL < s. Nuestra Espafia [ ] se cuenta en el dia en el numero de sus admiradores [de la naturaleza]. Las obras de Buffon andan en manos de todos, sin exceptuar el bello sexo que las maneja con fruto y deleyte_** Sabemos, por otra parte, que en la capjtal de Nueva Espafia la obra de Buffon era de conocimiento corriente entre los intelectuales.^ Es l6gico que el conocimiento de sus ideas llegara, entonces, a los oficiales demarcadores, algo que se confirma por las citas que hicieron en sus escritos. Alvear, por ejemplo, trae la' autoridad de Buffon para apoyar sus ideas respecto de la pertenencia de los americanos a un unico g r u p o ^ Juan Francisco Aguirre, comisario de la cuarta partida, extrae de la Histoire natureile datossobre las caractensticas del hierro, con el objeto de establecer si el gran trozo hallado en el Chaco es deese m i n e r a L ^ Este tipo de referencias nos orientan hacia un uso de la obra del frances mas cerca de un thesaurus del mundo de la naturaleza que de una base para su clasificaci6n, Sin duda, llama la atenci6n queAzara se encontrara carente de una informaci6n que circulaba entre sus colegas con cierta fluidez, y que s6lo al arribar al Rio de la Plata hubiese dado con la obra enciclopedica de Buffon. Aun manejando un conocimiento amplio y actualizado de la historia natural - p o r medio de la obra de los dos naturalistas mas importantes del moment o - , los otros demarcadoresno llegaron a responder en ese terreno a las expec.tativas de las autoridades, por mas que ellas no fuesen muy importantes dentro de los objetivos marcados para las expediciones del(mites. Notemos que las lnstrucciones no solicitaban un registro minucioso y sistematico de la fauna y U0 44 Vida del Conde de Buffon 1797, p m.. 45 Vease E. Trabulse, ob cit., pp. 89-90 i6. "Mr De Buffon y otros no menos celebres naturalistas, sentado este principio de la uniformidad de los americanos. pasan a dar la raz6n, y la encuentran en la temperatura casi igual de este continente...'". 'Relaci6n hist6rica y geografica ob cit., pp 587-588 kl. Diario de Aguirre, Tomo l, p 304 Aguirre tambien cita a Buffon en el Prospecto' del Diario, en relaci6n con el caractery caudal del Rfo de la Plata,tomoi,pm U1 flora sudamericanas. Mas bien remitian al parametro tradicional que regia el genero de la historia naturaly moral, es decir la curiosidad o rareza de los ejemplares.. Tampoco 6onzalo de Doblas, teniente gobernador de los pueblos de Misiones y colaborador de las partidas de limites, incursiona en los estudios de historia natural. La "Memoria sobre los pueblos de Misione;s", escrita a solicitud de Azara, presenta con claridad algunas de las ideas rectoras del pensamiento ilustrado iberoamericahot como la critica al sistema de comunidad de los pueblos misioneros, obstaculo de la optimizaci6n del rendimiento econ6mico de los territorios sudamericanos mediante la explotaci6n agrfcola y la libertad de comercio..^ En general, en forma semejante a Alvear, Doblas echa sobre el espacio estudiado una mirada optimista, que no encuentra obstaculos para su explotaci6n y mejor aprovechamiento. Gran parte del texto, cuya primera secci6n es una "Descripci6n del pais, de sus habitantes y producciones", esta dedicado a demostrar las potenciaLidades economicas de la regi6n.. Doblas rara vez cita autoridades, haciendo de su propia experiencia, en la quejuegan un papel central los datos acopiados por la vista, la referencia principal: i- o c o O) -<0 e u> <0 Q) ^ o o V) <u T3 a> o n ^ ro N < <a n a. ro T3 c 3 CT Cl U5 .... quiero decir algo de los del departamento de mi cargo, con la satisfacci6n de que hablo como quien los ha visto y comparado con el resto de los demas pueblos de esta provincia... ... todo cuanto digo lo se por experiencia y diligencia propia, y que puedo hacerlo patente siempre que se ofrezca; porque la aplicaci6n de cuatro anos, el trato continuo con los indios, el 48. Memoria ". en P de Angelis, Colecci6n . ob. cit., tomo V El texto tuvo inmediata repercusi6n y fue material de consutta para los demarcadores, suscitando tambien el interes de las autoridades virreinales Al final de la Relaci6n geografica e hist6rica ....". Alvear remile a la Memoria', p 727 En noviembre de 1787, el marques de Loreto solicit6 a Alvear que le remitiese todas las copias que existiesen del rnanuscrito, y el comisario c u m pli6 enviandole la que poseia Tambien Azara envi6 al Virrey el original de la M e m o r i a , aclarando ' el motivo y modo con que obtuve dicho Escrito" Es evidente que el interes de Buenos Aires por el texto expresa la necesidad de controlar un contenido que. como dice Loreto en carta a Azara, sale de la linea de privado y si en sus manos tuviera un discreto buen uso, no asi hecho notorio para otros sin conocimiento ni acuerdo de este S u p e r i o r G o v i e r n o , documentos cit.. en T. Becu y J Torre Revello, ob cit., ppxxvi-xxx H1 U7 g g "" ^ < oficio de teniente gobernador, y el Haber visto y examinado todos los treinta pueblos y sus terrenos, con el mayor cuidado, me han puesto en estado de poder hablar con conocimiento de todo *' 2 Esta posici6n de observador atento y fiel a la verdad la encontraremos tambien en la obra de Azara, aplicada a una sistematica recolecci6n de informaci6n sobre una vasta porci6n de Sudamerica. En la "Memoria...", los valores positivos del territorio se despliegan en sus riquezas naturales, vinculadas estrechamente con la utilidad que puede darseles:".. se encuentran muchas maderas de varias especies, a prop6sitos para construcci6n de embarcaciones, fabricas de casas y muebles "..^o Este caracter utilitario se traslada al mismo texto, que tambien debe "servir" a los objetivos de prosperidad y progreso generalizados Aqui, como en Alvear, es clara la complementariedad entre estos objetivos y el fin mas importante, que es acrecentar el poder de la corona porvia del mejor aprovechamiento econ6mico de los dominios americanos.^ En el texto de Doblas incluso la valoraci6n de los habitantes, a los que permanentemente reprocha su ociosidad y pocas luces, termina siendo positiva y tenida de utilitarismo. No quiere aceptar que "estos naturales son perezosos e incapaces" por naturaleza y confia en la educaci6n para sacarlos de sus tendencias y transformarlos en personas utiles a si mismas y al Rey.52 En este marco, no es dificil imaginar que las referencias de Doblas a vegetales y animales se encuentren en funci6n de su aprovechamiento, o que minimice los peligros e incomodidades que pueden causar algunos de ellos. Como Alvear, usa el recurso de la enumeraci6n de "tigras", "leopardos", "zorras", "antas" y "avestruces", para afirmar enseguida que "por lo regular no molestan a los hombres" Se diluye aqui el antiguo temor por los reptiles, que hemos visto asomarse en el Diario i2 49 ' Memoria "', ob cit.., pp 69y 124 50 lbidem, p24 51 Porejemplo. ibidem. pp 21-22 y 125 Sobre el caracter fuertemente utilitario de la ilustraci6n espanola, vease J Sarrailh, ob cit. cap 11. 52 lbidem. p 75 de Matorras: "Hay tambien viboras de muchas especies. y algunas de mortalveneno: pero no son tantas como se dice, y en los poblados raras veces se ve a l g u n a " ; ^ y tambien el elemento fantastico que encontrabamos aun en ese texto.. Si Matorras confiaba en capturar pigmeos o gentes totalmente peladas, Doblas desecha de plano la existencia de seres monstruosos: o T} "De estos indios cuentan los guaranfes algunas patranas una de ellas es que sus pies no tienen dedos y que en ellos tienen dos talones o c a r c a n a l e s . " . ^ No deja de ser curioso que para lograr esta representaci6n general de Misiones, de caracter marcadamente positivo, Doblas llegue a contradecir un topos consagrado de la literatura sobre Sudamerica, como lo es la abundancia yvariedad de insectos y los peligros o molestias que suponen para el hombre: para el hay pocos, y los mosquitos en particular, no resultan inc6modos.^ Contrariamente, Azara no dej6 de consignar los inconvenientes que ocasionaban estosseres a las personas,^ y r e c o r d e m o s el elocuente parrafo de Alvear sobre el tema. Doblas describe con cierto detalle solamente aquellos animales que resultan curiosos, Como el tucan, pero lo hace sin un atisbo de asombro, neutralizando los rasgos ex6ticos o fantasticos que llamaron la atenci6n de los antiguos cronistas y de los expedicionarios al Chaco, que los observaron casi contemporaneamente a nuestrosdemarcadores. Se puede comparar la descripci6n casi aseptica de Doblas con la que aparece en el Diario de Matorras, que acentua la "rareza" y "'particularidad" del t u c a n . ^ 53 lbidem, pp 29-30 5i lbidem. p 96 55 lbidem. p 28 Durante el siglo xvni. el t6pico de la cantidad de alimafias que pueblan America se reactualiz6 en las teor!as de la naturaleza, entre ellas la de Buffon.veaseA Gerbi, ob cit, p 16ya lo largo de todo ellibro 56. Vease por ejemplo Viajes por la America Meridional, 1999, tomo l, pp 1 hU y 130. En un informe escrito a pedido de Azara, Cervino escribi6 sobre unos terrenos del Chaco que se hallaban llenos de una infinidad de mosquitos de que no es posible dar idea', AGN, Archivo y Colecci6n Andres Lamas. Legajo31.2634 57 Memoria , ob. cit, p 29; Diario de Matorras. ob cit. p 150 H3 Representar las practicas Dijimos ya que Alvear consigna las tareas de demarcaci6n sin detallar la manera en que se llevaron a cabo, las practicas concretas, los instrumentos y las formas en que fueron utilizados, Por su parte, en los Viajes por la America Meridional^ Azara aparece mas preocupado por explicarel metodo seguido para el ordenamiento de sus observaciones de pajaros y cuadrupedos, pero en la lntroducci6n brinda suficientes noticias acerca de las practicas demarcatorias, lo que nos posibilita reconstruiralgo de la experiencia perceptiva del espacio que tuvieron nuestros personajes. Esta percepci6n aparece condicionada por el objetivo de la expedici6n, y mediada por los instrumentos utilizados para determinar la ubicaci6n de cada punto y sus distancias relativas: El principal objeto de mis viajes, tan largos como multiples, era levantarla carta exacta de aquellas regiones, porque esta era mi profesi6nytenia los instrumentos necesarios Portanto, nunca di un paso sin llevar conmigo dos buenos instrumentos de reflexi6n de Halleyyun horizonte artificial En cualquier parte que me encontrara observaba la latitud, aun en medio del campo, todos los dias al mediodia y todas las noches, por medio del sol y de las estrellas. Tenia tambien una brujula con pinulas, y con frecuencia verificaba la variaci6n comparando su acimut con el que daban mis calculos y la observaci6n del sol. Azara nos muestra, por un lado, la puesta a prueba de este instrumental en el territorio a relevar. Por otro, la combinatoria de diferentes practicas, adaptadas a las situaciones concretas dentro de las que hubo de desarrollar su tarea: Como el pais es Uano, podia con mucha frecuencia fijar con la brujula el rumbo directo de un punto a otro entre dos latitudes observadas, lo cual me permitia calcular c6modamente la diferencia de la longitud. De esta manera es como he procurado determinarsiempre la posici6n de todas las alturas o puntos 58. Ellibrofuepublicadoenfrancesen 1809 Sobreestaedici6nyotrostextos de Azara. vease capitulo k. notables, porque marcando a continuaci6n, con la brujula, otros lugares cuya latitud me era conocida encontraba facilmente, por el calculo, su diferencia de longitud. A veces, cuando me hallaba en los bosques, hacia encender grandes hogueras, cuyo humo me servia de senal, y encontraba'por este medio la verdadera posici6n de los lugares cuya latitud habfa observado previamente, En otras ocasiones. y cuando no habia otro recurso. enviaba por delante de mf dos hombres a caballo, de los que uno se detenia cuando me perdia de vista y el otro continuaba hasta perder, a su vez, al primero que se habfa 0) o 2 fD detenido, y asi sucesivamente. Levantaba yo la posicion del primero, y cuando habia llegado a el. la del segundo y asf sucesivamente. No s6lo teriia el cuidado de marchar lo mas en ^ ^ linea recta posible. sino qu4tambien tomaba nota del tiempo que tardaba en ir de un plant6n a otro, marchando siempre al mismo paso. Despues, por la relaci6n de los minutos y los rumbos y por la comparaci6n de las d6s observaciones, determinaba el rumbo directo entre dos latitudes observadas. Mas adelante, reveLa que, pese a la meticulosidad de su trabajo y a la confianza depositada en los instrumentos utilizados, precisamente a causa de ^stos, no puede garantizarse una exactitud total: "" ^ o> ^ & En fin, en mis viajes he evitado siempre juzgar por aproximaci6n. No puede, pues, encontrarse aquf otro error que aquel de que es susceptible una observacion de la latitud aunque hecha con un buen instrumento, y una determinaci6n tomada con una brujula en que los medios grados estan bien marcados. Pero es bien sabido que todo error en una observacion hecha con el horizonte artificial se reduce a la mitad en el calculo de la latitudtyque los errores de determinaci6n con la brujula no pueden ser muy considerables en rumbos tan cortos como eran los de mis viajes... ^' ' Resulta interesante que no atribuya errores e indeterminaciones al ojo humano, sino a las herramientas que los hombres habian creado para hacer mas exacta la observacion. Sin 59 F. de Azara, Viajes ob cit., pp 40-41 U5 <s> g jJj "^ ^ embargo, la confianza en los instrumentos interpuestos entre la visi6n y los objetos, nunca se rompe. La visualidad, con o sin ellas, se mantiene como el punto de partida fundamental para acopiarconocimiento sobre la regi6n. Ocupan los parrafos siguientes otros detalles sobre la determinaci6n de la posici6n de arroyos y rfos, y sobre el estudio del curso de estos ultimos, por medio de su navegaci6n.. Azara nos hace saber ademas que ha utilizado las observaciones astron6micas "para hacer mi carta mas exacta" He hecho en Montevideo, en Buenos Aires, en Corrientes y en Asunci6n muchas observaciones de la inmersi6n y emersi6n de los satelites de Jupiter, de eclipses de sol y de ocultaciones de estrellas por la Luna, y como consecuencia de ellas he trazado los grados de longitud en mi carta.^ Esta informaci6n sobre los relevamientos en el terreno se corresponde con referencias a las responsabilidades en e l t r a zado de los mapas, que contribuyen a ubicar los trabajos de Azara respecto de los de sus colaboradores y a identificar las fuentes utilizadas, y echan luz sobre los mecanismos de la praxis cartografica: He copiado las fuentes o primera parte del curso del Parana y del Paraguay de la carta inedita del brigadier portugues Jose Custodio de Saa y Faria, que pas6 algunos anos en estas regiones;pero como no era mas que un ingeniero y no astr6nomo, no le concedo una entera confianza, aunque estimo mas su carta que todas las que se han publicado. ' He trazado la de la provincia de Chiquitos y de Santa Cruz de la Sierra sobre el trabajo de mi companero D.Antonio Alvarez de Sotomayor, jefe de una divisi6n de comisarios de limites; y aunque ignoro el metodo que ha seguido, como tenia buenos instrumentos y el tiempo necesario, tengo confianza en su trabajo y no dudo de que sera superior a todo lo que habian hecho losjesuitas. La carta del rio Paraguay desde la desembocadura del Jauru hasta el grado 19 de latitud es una copia de la que trazaron los U6 60lbidem,p 43 comisarios de limites en virtud del tratado de 1750. La de la parte superior del Parana desde su gran cascada hasta el pueblo de Corpus se ha trazado con arregloal trabajo que acaba de terminar mi companero el capitan de navfo D. Diego de Alvear, jefe de otra comisi6n de lfmites.. Tengo la mayor confianza en la exactitud de estasdos partes de la carta.. Todo el resto es mfo. excepto el curso de los pequefios riachuelosque salen de las partes mas altas de la gran cadena montafiosa llamada de los Andes, y quealreunirse forman los diferentes rios que atraviesan el Chaco. c O &> oo 2 m He copiado todos estos nos y las partes de su dependencia de la carta de D. Juan de la Cruz, grabada en 1775, porque era necesario terminar por este lado la gran provincia del Chaco, por la que he viajado tan poco. Esta carta esta reputada, con mucho fundamento, por la mejor de la America Meridional. No obstante, no puedo atribuirle la exactitud que a lamia ni a las otras que he copiado.. [ ] En mis viajes me he hecho acompanar casi siempre por algun subalterno, no s6lo para observar las latitudes al mismo tiempo que yo y confrontarlas, sino tambien para que se enterara de mi manera de trabajaren la confecci6n de la carta. He obtenido por completo lo que me proponia y he sido ayudado en mi trabajo no sotamente por Cervino, lnciarte y Oyalvide [sic], a quienes ya he citado, sino tambien por el capitan de fragata D. Juan Francisco Aguirre, por el capitan de navio D. Martfn Boneo y por los pilotos D. Pablo ZizuryD. Ignacio Pazos.*' ^ tj ^ ^ O) *> Vale la pena destacarvarias cuestiones: en primerlugar, como ya aparece en Alvear, la utilizacion de las cartas de Saa y Fana, de las que Oyarvide realiz6 varias copias, lo que senala el lugar principal de la informaci6n brindada por el brigadier portugues, que en 1777 habia pasado a las filas espafiolas.^ El mapa 61/b/rfem.pp.42-43 62 Jose Custodio de Saa y Farfa, formado en la Academia Militar de Fortificaciones de Lisboa, fue nombrado en 1749 capitan de ingenieros y poco despues pas6 a America donde sirvi6 largos anos en diferentes cargos, y algunos de ellos en la demarcaci6n de limites Era comandante de la isla de Santa Catalina durante su toma en 1777 por las fuerzas espaiiolas de Cevallos A parlir de ese ano sirvi6 en el gobierno de Buenos Aires. que le encarg6 importantes obras publicas, entre ellas un puente sobre el Riachuelo, que se realiz6 con madera, una fachada para la catedral. que 147 citado por Azara era inedito y su consulta probablemente estaba restringida a quienes formaban el cfrculo estrecho de profesionales y entendidos. Estosmateriales, que provenfan de la experiencia anterior de Saa y Faria como comisario de limites de la corona portuguesa desde 1750, de alguna manera compensaban la falta de colaboraci6n de los portugueses*que apareceen todos los informes y diarios En segundo lugar, Azaranos muestra una comunidad, la de los demarcadores espanoles, que manejan la misma informaci6n, siguen la misma.metodologfa y utilizan los misnnos "buenos instrumentos", de lo que se deriva la confianza de Azara en sus aportes.. Finalmente, se asoman con nombre y apellido personajes que arman una red distribuida por parte de los actuales territorios de Argentina, Uruguay y Paraguay, y que podemos imaginar intercambiando experiencias, materiales visuales ytextos, construyendo,en suma, un gran mapa omnicomprensivo de la regi6n.^ Es importante retener este aspecto de la tarea de Felix, para balancear el perfil de "sabio solitario" que,segun veremos mas adelante, el mismo contribuy6 a delinear. La lntroducci6n de los Viajes.... nos brinda entonces datos para reconstruir parte del trabajo de campo que estaba en la base de la confecci6n de los mapas, y entender la distancia U8 nolleg6 a e'dificarse,y los planos de la catedral de Montevideo Vease entre otros M J.. Buschiazzo, "La arquitectura". en Academia Nacional de Bellas Artes, Historia General del Arte en la Argentina, tomo i, 1983, p 189; G. Furlong, Historia , El trasplante social. 1969, p.. 491; e Historia Ciencia, p. 441 El aprecio de las autoridades por Saa y Faria aparece en una carta de Varela y Ulloa a Vertiz de 1783, en la que dice haber consultado con el portugues, de cuyo talento y buen caracter haria aqui el devido elogio si este sugeto no fuera como lo es tan conocido de VE", AGN, Sala ix, Legajo5,4-4-1. 63. Cervino, que se hattafaa^n el Rio de la Platd cuiriu vulunldi iu del ejercito, form6 parte de la tercera partida como "alferez de milicias, ingeniero". Juan Luis lnciarte e lgnacio Pasos tambien integraban la partida comandada porAzara, como "piloto de la armada" y "piloto de la arrnada, ge6grafo", respectivamente. El teniente de navio Martin Boneo era el segundo comisario, pero a causa de su salud, tuvo una actuaci6n intermitente. Oyarvide y Zizur, en cambio. pertenecian a la segunda y cuarta partidas pero tambien colaboraron en tareas bajo la supervisi6n de Azara Ademas, al parecer este trabaj6 en buenos terminos con los otros comisariosAlvearyAguirre.Vease M Lucena Giraldo, ob cit., pp 172-173 entre Las tareas de un Oyarvide -dedicado a Los relevamientos sobre eL t e r r e n o - y Las de un Cabrer - o c u p a d o en dibujar las cartas a partir de esos relevamientos. El propio Azara aparece aqui basculando entre ambas pricticas: experto top6grafo, familiarizado con un instrumental moderno, capaz de realizar observaciones astron6micas - e l indica la falta de esta ultima habiLidad en Saa y F a n a - , y ademas autor de planos y mapas para la confecci6n de la carta que abarca una "enorme extenL/ si6n"."* Es posible leer esta parte del texto como una autorrepresentaci6n del papel oficial de Azara en la expedici6n de lfmites, y a la vez como anuncio de una representaci6n deL espacio que pretende poner por escritd los parametros cartograficos. En efecto, en los dos primeros capitulos, "DeL clima y Los vientos" y "Disposici6n y calidad deL terreno", el comisario vuelca numerosos datos que provienen de su experiencia como demarcador. Los accidentes de la topografia, el curso de los rios y sus caracteristicas, las variaciones climaticas, s0apues7 tos cuidadosamente en relaci6n con un territorio identificabLe por medio de latitudes y longitudes: c ^g> i # <u o <u Z *' o ' 2 ^ ^ "^ S> ^ En la Asunci6n. situada a 25" 16' 4 0 " de latitud, observe que eL mercurio deL term6metro de Fahrenheit, subfan en mi habitaci6n a 85" durante elverano... Todos los dep6sitos permanentes de agua son tambien poco 4. profundos, taLes como el de Mandiha, a los 25" 20' de Latitud: el de lpacarary, hacia los 25" 23'; el de lbera, al sur del Parana...*s Esto dentro de un texto en el que, como veremos en el capituLo que sigue, el autor presenta un compendio muy ampLio de conocimientos acerca de la regi6n. En los capitulos dedicados a las pnhladnnesHel tprritnrin, haria pl final Hel lihro, A73ra retnma Los datos de Latitud y longitud, que incluye en cuadros compLementarios del texto, con el nombre del pueblo, el afio de su fundaci6n y el numero de habitantes. S6lo mencionaremos que tanto la lntroducci6n de Los Viajes... de Azara como el Diario de Alvear se ven ampliamente supera6i Azara, F de, Viajes , ob cit... p &2 65 lbidem, pp 51 y 60. U9 dos en cantidad y exhaustividad de la informaci6n sobre las tareas realizadas por los demarcadores en el terreno por el Diario de Juan Francisco Aguirre, comisario de la cuarta partida.La obra sigue un ambicioso plan, en que el autor da cuenta del paso a paso de los expedicionarios, del uso de los instrumentos de medici6n, e incluye tambien la "cocina" de su trabajo al anotar calculos por aproximacion e insertar pequefios mapas tomados sobre el terreno.^ Sin embargo, la historia natural no tiene practicamente ningun lugaren elvasto panorama representado porAguirre. Pese a lo solicitado en las lnstrucciones, ni siquiera esboz6 el tema. Los reinos vegetal y animal s6lo se asoman en el rubro de la explotacion de los productos de la tierra, en forma de cultivos y ganado. Ver para conocer A pesar del apoyo en la palabra escrita, los demarcadores no dejaron de utilizar diferentes recursos visuales para dar a conocer los resultados de sus trabajos Entre ellos, fueron comunes las tablas corograficas, como la que usa Alvear para senalar, en la intersecci6n de columnas verticales y filas horizontales, las distancias relativas entre los pueblos de Misiones.. Siguiendo el mismo esquema, Doblas indic6 esas distancias entre los pueblos bajo su mando en un plano muy sencillo que acompan6 uno de sus informes..^ Otra 66 "Diario del Capitan de Fragata de la Real Armada D Juan Francisco Aguirre ', ob cit Groussac hizo una edici6n enAnates de la Bibtioteca, tomo iv, 1905, ytomovii, 1911 Un analisis del documento, en M Penhos, Modos de visualidad , cit, cap 3 y "La cocina del demarcador. El diario de Juan Francisco Aguirre", 2005. Con menos detalle en cuanto a la utilizaci6n de los instrumentos, un informe de Cervino escrito a pedido de Azara trae tambien interesantes referencias sobre la manera de abordar el estudio de los territorios por parte de los demarcadores, Vease "Expediente relativo a las reducciones del Chaco , AGN, Archivo y Colecci6n Andres Lamas, Legajo n" 31, 2634 67 'Planito que manifiesta la forma en que se hallan situados los siete Pueblos del Departamento de Concepci6n con la escala de las leguas de distancias que ay de unos a otros", Pueblo de Concepcion y enero 15 de 1787". AGN, Sala ix, 22-8-2 variante que aparece en informes y diarios son las tablas, de cantidad variable de columnas, en las que se vuelcan los datosde latitud y longitud, estadisticas depoblaci6n, rubros deproducci6n y estados fiscales. Ejemplo de esto es la sencilla tabla a dos columnas con que la primera partida dio cuenta de las marcas fronterizas que separaban lasjurisdicciones espanola y portuguesa, de acuerdo con el trabajo realizado porsusmiembros.^ .. En las fuentes estudiadas aparecen diversas formas de representaci6n - p o r medio de la combinaci6n de textos, diagramas, tablas, dibujos- que descansan en la idea de que visualizar algo equivale a entenderlo.Alpers senala de que manera las premisas baconianas sobre la preeminencia de la vista en la adquisici6n de conocimiento se trasladan a la pedagogia holandesa del siglo xvii: el equilibrio entre palabras e imagenes en los manuales se basan en el "ver para c r e e r " . " Los trabajos de Foucault, por otra parte, son ineludibles a la hora de considerar el fen6meno de la visualizaci6n en la mentalidad cientifica de la modernidad y su consecuencia, la espacializaci6n del conocimiento. Desde la difusi6n de laimprenta, el libro y su entramado de palabras e imagenes establecen un saberque se aprehende por los ojos, y se contrapone a la transmision oral, afirmada en la palabra como sonido.7^ Durante el siglo xvm se intensifica la necesidad de organizar y clasificar la realidad visible. En este sentido, la impronta de las ciencias naturales es clave para comprender el desarrollo de muchas disciplinas que a fines de esa centuria estaban definiendo sus objetos de estudio, sus herramientas metodol6gicas y su conjunto de practicas profesionales7^ 68 Lugares en donde se hallan colocados los Marcos por la Partida o subdivision de Dn. Josef Varela y Ulloa", 1791, y cuadros de los pueblos que habian sido de las misiones, con sus latitudes y longitudes arregladas a las observaciones practicadas por los oficiales de la Linea Divisoria , en AGN, Archivo y Colecci6n Andres Lamas, Legajo n ' 32, 2635 69 S Alpers, ob. cit., cap. m. 70 M Foucault, Laspalabrasylascosas, ob. cit., pp 57-82 Vease tambien E. Raimondi, La nuova scienza e la visione degli oggetti , 1970 71 J Fabian ha analizado, desde los comienzos de la antropologia, la complementariedad entre la observaci6n como base de la practica, y la dimensi6n visual de la representaci6n de esa practica, vease Timeandthe Other. HowAnthropology makes its object, 1983, p 106 151 ^En"la epoca de La Expedici6n de limites, el despliegue observacional'pretende, por un lado, dar cuenta del mundo natural y hu'mano,con la mediaci6n cada vez mas importante de los instrumentos.Por medio de estos elementos se escudrifian los cielos, se descubren seres minusculos, se mide y se proyecta, La<cultura visiya de la modernidad se caracteriza, precisamenteVpor la despersonalizaci6n de la observaci6n y la cosificaci6n de*todo lo observado,^ que el uso del instrumental moderno sin duda contribuy6 a acentuar -'Por otro lado, las representaciones de ese acopio de conocimientos debian funcionar como elocuentes puestas en orden de una masa de informaci6n que a simple vistase revelaba como ca6tica.. Los pequenos planos, los esquemas y diagramas con que los responsables de las partidas acompanaron sus textos no son meros apendices de estos, sino una manera clave de dara conocervisualmente elterritoriosudamericano, en forma clara y sintetica.;^ Palabrase imagenes terminan formando una densa trama de significados que funciona mediante combinaciones, reemplazos, superposiciones. En esta trama, que podemos pensar intencionalmente homogenea, no estan ausentes, sin embargo, las contradicciones o fisuras. La Expedici6n de America Meridional puede ser considerada un gran emprendimiento productor de imagenes. Existe en los archivos una verdadera summa cartographica como resultado del esfuerzo de sus miembros.^ Como han demostrado algunos estudiosos espanoles, a fines del siglo xvm y durante gran parte del xix, se desarrolla una cartografia de estado, fuertemente vinculada a la institucionalizaci6n de la geografia y en la que tuvieron protagonismo los ingenieros militares. Este es un proceso que se da en toda Europa, comenzando por Francia, que hacia 1790 ya esta elaborando un mapa topografico nacionaL Espana lo hara durante el siglo siguiente. De estas grandes empresas, en las que participaron profesionales que dominaban distintas tecnicas -astr6nomos, top6grafos, dibujantes, grabadores- dependia el mejorfuncionamiento de los aparatos estatales de control, 72 E Raimondi, ob cit p ^66 73 Acerca de la funci6n de las ilustraciones de los libros cientfficos, lbidem, p.474. 74Agradezco a Teresa Zweifel los datos sobre la cartografia de las partidas demarcatorias en el Museo Naval, de Madrid desde el administrativo hasta elmilitar. En este sentido, es centraL el papel de la Armada y de otras instituciones militares, como elCuerpo de lngenieros, en la articulaci6n entre los avances de ' diferentes disciplinas cientfficas y sus aplicaciones practicas.^ Los mapas, y entre ellos los que presentaban los dominios en' Sudamerica, funcionaban como prueba visual de un orderi garantizado por la posesi6n y manejo de un saber pretendidamente neutral y objetivo. Las cartas de fines del xvin y principios del xix, a diferencia de las que integraban los atlas anteriores, estan mas estrechamente relacionadas con practicas de relevamiento;y mensura in situ. Como vimos,.no desaparece del todo el uso de mapas ya existentes para la elaboraci6n de grandes cartas. De hecho, para realizar la reproducida en el Atlas de grabados de los Voyages... en 1809, que le insumi6 trece anos de relevamientos parciales, Azara se vali6 de trabajos anteriores propios y de sus colaboradores. Pero la figura del cart6grafo de gabinete se diluye para dar paso a la del tecnico experto. Si en la divisi6n del trabajo que imperaba en la partida comandada porAlvearentre el tecnico Oyarvide y el artista Cabrer podemos identificar ecos de una forma tradicional de entender la producci6n de esta clase de imagenes, sucede algo diferente con Azara, que es a la vez un ojo que observa y una mano que dibuja. ^Que espacio aparece en esta' multiplicidad de representaciones textuales y visuales? No un espacio, sin duda. Se trata de visiones parciales del territorio: porciones mensuradas, ubicadas y limitadas, que permiten armar el gran mapa abarcador como forma normada de entender la regi6n Existe una tensi6n entre los objetivos propios del saber cientifico del momento, aprehendidos por los demarcadoresyviabilizados por los intereses poUticos d,e la corona - l o g r a r una representaci6n unificada y sintetica delterritorio relevado-, y las practicas de los ingenieros, ge6grafosydibujantes, que necesariamente conllevan la fragmentaci6n yeldetalle. 75. Entre otros, vease H Capel etal, De Palas a Minerva. La formaci6n cient!ficay la estructura institucional de tos ingenieros militares en el siglo xviii. 1988; F Nadal y L Urteaga, ob cit; G. Silvestri y F. Aliata, Elpaisaje como cifra de armonia. Relaciones entre culturaynaturaleza a traves de la mirada paisajistica, Buenos Aires, 2001, pp 76-80; T Zweifel, 'lmagen tecnica como lectura y representaci6n delsaber. La cartografia deAmerica Meridional, 1750-1850', 2002 (agradezco a la autora haberme hecho conocer este texto inedito). cn o x 2 Q. < (CC < En las representaciones de la Expedici6n de la America Meridional, los accidentes, diferencias y discontinuidades del espacio estudiado, quedan traducidos en la superficie cartografica a signos convencionales.. El mapa, mediante el conocimiento que pretendia transmitir, garantizaba la aprehensi6n simb6lica del territorio en una operaci6n dialectica de identificaci6n de su singularidad -ubicaci6n geografica, caracterfsticas topograficas e hidrograficas- e incorporaci6n al Estado espanol - l i m i t e s precisos respecto de los dominios de Portugal. El paisaje que no fue Salvo fragmentos extraordinariamente cortos y raros, no encontramos representada en los textos de los demarcadores una mirada que constituya el espacio sudamericano como paisaje No hay entresus lineas ningun panorama similar a la vista del Chaco de matriz lozaniana que aparece en el Diario de Matorras, Veiamos que esta construcci6n no se vincula con la experiencia directa de los expedicionarios sino fundamentalmente.con recursos extraidos de fuentes literarias y cartograficas: Se trata de una mirada que observa a traves de pantallas consagradas por la tradici6n, en las que el punto de vista alto desempena un papel notable Los textos de los demarcadores, por su parte, representan una mirada mediada por los instrumentos, pero que remite a experiencias personales de los autores. Las elevaciones del terreno tambien son fundamentales, pero no como atalayas desde las cuales apreciar las cualidades del espacio y realizar una mensura grosso modo, sino como sitios privilegiados^para una observaci6n minuciosa y exhaustiva. Dice Aguirre: advertimos que solo abraza este estado los puntos observados y principales, entre los cuales son los cerros los mas importantes que una vez conocidos ofrecen tan oportuna comodidad para la situacion de cuantos interesen a su vista. Los cerros son los puntos mas interesantes de la geografia y la navegacion y como son por lo general,inaccesibles es preciso situarlos para la geodesia...7* 154 76. Diario de Aguirre. ob c i t , tomo ll, pp 323y346 Azara tambien toma los cerros como referencias imprescindibles para la demarcaci6n y como puntos principales que deben constar en el m a p a . ^ El punto de vista alto sigue ligado a la idea de dominio de un territorio pero en su representaci6n intervienen escasos elementos de indole estetica y cualitativa. El sesgo utilitario, presente en gran parte de estos textos, funciona como una suerte de filtro de la percepci6n que elimina o pone en un plano secundario aquellos elementos asociados .. con apreciaciones esteticas - l o s bosques amenos", los panoramas que "deleitan" la v i s t a - , y que relaciona los elementos cualitativos - l a " r i q u e z a " - con concretas posibilidades de explotaci6n. Al parecer, los demarcadores no se preocuparon por la construcci6n literaria de paisajes realizada a partir de la observaci6n directa de porciones del espacio sudamericano. . Si bien las relaciones entre la literatura de viajes y parte del material analizado en este libro, asf como el problema del estilo, se tratan en el capitulo siguiente, vale la pena traer aqui lo sefialado por Prieto sobre la pugna, en los afios finales del siglo xvin y los primeros del xix, entre dos modelos de relatos de viajes Uno de ellos, surgido "de la usina misma del racionalismo iluminista, tendfa a convertirlo tanto en guia de informaciones utilitarias como en indice escrupuloso de herbolarios y zoologias ex6ticas". El otro, que se abna paso con exito, privilegiaba las peripecias sufridas por el narrador/viajero y daba lugar al despliegue de sus impresiones personales.^ La distinci6n de Prieto, que de manera general marca el transito de una sensibilidad racionalista a otra romantica, contribuye a identificar algunos modos de visualidad en este periodo Los viajeros ilustrados contemplaron el espacio natural como escenario de las acciones del hombre yvaloraron sus cualidades en la medida en que podfan ser aprovechadas Entre sus intereses, el estudio cientifico de la naturaleza y las consecuencias econ6micas de su explotaci6n ocuparon los primeros lugares, aunque no fueron ajenos a las apreciaciones esteticas 77 F de Azara, Viajes , ob cit., p. 41.. 78 A Prieto, Los viajeros ingleses y la emergencia de la literatura argentina, 1996, p U Prattse refierea dosvertientesen los relatos deviajesalcontinente africano, una de caracter mas utilitario y otra de sesgo sentimental. ob.. cit.. cap. m.. " % | % e> ^ o J Z QJ o 2 ^ ^ "^ a> ^ 155 de algunos sitios "pintorescos" o "curiosos" que llamaron su atenci6n .7' En nuestroactual territorio, sin embargo, habra que entrar de Ueno en el siglo xix para que se produzca el "descubrimiento" del paisaje en terminos literarios y pict6ricos. El problema del papel que le cupo enese proceso a las miradas de losviajeros europeos representadas en textos e imagenes, y a las ideas y obras de los intelectuales y artistas locales en tomo al caracter de un paisaje propio, es uno de los temas mas interesantes de la historia cultural del siglo xix..^ Nuestros'demarcadores se hallan francamente dentro de una vertiente narrativa anterior al impacto de Alexander von Humboldt y sus Tableaux de la Nature (1808), y de su combinaci6n de los discursos racionalista y romantico, de la valoraci6n utilitaria y la apreciaci6n estetica.^ El modelo humboldtiano, difundido en la Argentina por los viajeros ingleses en el transcurso del siglo xix P- implicaba la incorporaci6nde la categorfa de lo sublime,mediante la cual podia observarseyvalorarse la desmesura americana desde un nuevo angulo, incorporandola alvasto panorama universal^ Es bien conocida la relaci6n estrecha entre el sabio y algunos artistas que viajaron a America y que contribuyeron con su obra a conformar modelos de paisaje que tendnan incidencia en la producci6n local. El bavaro Mauricio Rugendas, que llevaba la recomendaci6n de Humboldt deinspirarse en selvas y montanas y evitar las llanuras, es el ejemplo mas notable. Tambien hay que recordar que Celestino Mutis y los artistas de su taller frecuentaron al naturalista prusiano y se vieron influidos por el. Y que el pintor norteamericano Edward Church viaj6 a los Andes a impulsos de su obra.^ 79 G G6mez de la Serna, Los viajeros de la llustraci6n, 1974; sobre los viajeros ingleses del siglo xyni en Espana, C Freixa, *lmagenes y percepci6n de la naturaleza en elviajero ilustrado, 1999 80 En el marco de la historia del arte argentino, el trabajo mas completo es el capftulo ix del libro de L Malosetti Costa, Los primeros modernos Artey Sociedad en Buenos Aires a fines del siglo xix. 2001 Tambien L Malosetti y M.. Penhos, Imagenes para el desierto argentino Apuntes para una iconografiadelapampa".1991. 81APrieto,ob.cit,pp 16-23. 82 lbidem: 83 Un compendio de los estudios sobre la Naturphilosophie y la categorfa de lo sublime, en G. Silvestriy FAliata, ob cit, pp 94-105 Si Diversos aspectos de la influencia de Humboldt en la concepci6n del paisaje romantico en EuropayAmerica enAAW, ElregresodeHumboldt, 2001 Uno de los temas marcados por la influencia del sabio aleman, de fndole fundamental en la literatura y la pintura argentinas, es el de la inmensidad de la pampa, La comparaci6n de la llanura sin fin con el mar se constituye en un recurso clave del discurso romantico. En el siglo xix aparece recurrentemente, tanto en los relatos de viajeros extranjeros como en los textos fundantes de nuestra literatura, como la imagen de la homogeneidad y la monotonia que causaba sensadones encontradas de fascinaci6n y hastio. 'Ahora bien, este topos ocupa tambien un lugar singuiar en las fuentes de la expedici6n de limites. No enco#Uraremos en ellas descripciones de la llanura en terminos esteticos, puesta en relaci6n con las impresiones o sentimientos del autor. Pero es su similitud con el oceano la que permite utilizar sobre el terreno los instrumentos creados y perfeccionados para la navegaci6n. El caracter plano de los territorios relevados es mencionado varias veces como un elemento facilitador de las tareas demarcatorias. Dice Azara: V) O) c ai o> 'fD E <n a <u T3 O 0> >n o -a <u o n> L. m N <<u ro Q. ro TI C 3 B* O) tO Como el pais es llanq,podfa con mucha frecuencia fijar con la brujula el rumbo directode un punto a otro entre dos latitudes observadas. lo cual me permitia calcular c6modamente la diferencia de la longitud.^ Aguirre, a su vez, insiste en la conveniencia de usar en tierra los instrumentos de navegaci6n, que se muestran aptos en la planicie como en el m a r ^ L a l l a n u r a participa como un elemento mas dentro de una percepcion de la regi6n de signo positivo, mientras que en el discurso escrito y en las imagenes del siglo xix la pampa en particular y las grandes dimensiones del territorio argentino, aparecen frecuentemente asociados con nuestros " m a l e s " . ^ Vease tambien &AW,ArtistasAlemanes en Latinoamerica. Pintoresynaturatistas del siglo xix ilustran un continente, 1980; y AAW, Rugendas: America de puntaacabo, 1992 85. F.. deAzara, ob cit., p AQ, 86. Diario de Aguirre, ob c i t , p.. 332 87 El m a l que aqueja a la Republica Argentina es la extensi6n: el desierto la rodea portodas partes, se le insinua en las entrafias", dice Sarmiento en elFacundo [1845|. En la pintura de la segunda mitad delxixlasosamentas, los malonesy los incendios en el horizonte se utilizaron p a r a c o n n o t a r u n 157 to o x z LU Q. < h- cr < 2 Los demarcadores noven un amenazante mar de tintes byronianos en las grandes extensiones relevadas, sino un pielago manso facilmente observable, medibleytransitable. Comparemos cualquier descripci6n decimononica con el siguiente parrafo de Azara: Hemosvisto [ ] cual era la extensi6n del pais de que me ocupo. Ahora anadire que su vasta superficie no forma mas que una llanura unida y cuya mayor parte es sensiblemente horizontal, porque todas las excepciones se reducen a algunas alturas o pequenas montafias de poca extensi6n, [...] a las que no darfa elnombre de montafias si no estuvieran en una Uanura. Luego se refiere a las "consecuencias de esta forma de llanura" en latopograffa e hidrograffa, como datos objetivos desprendidos del "paralelismo" que se aprecia "a simple vista". La planicie no es algo malo o bueno. simplemente es un hecho, como otros de la naturaleza, del que los hombres, con inteligencia y trabajo, pueden sacar algun provecho,^ Esta concepci6n del espacio sudamericano difiere tambien de la que asoma en las fuentes que vimos en la primera parte del libro. En ellas, las grandes dimensiones del territorio - l a "dilatada provincia del C h a c o " - se ponen en relaci6n con la cantidad y variedad de grupos que lo habitaban. La extensi6n aparece como un desaf(o para la evangelizaci6n y un problema en terminos d e d o m i n i o efectivo que ella contribuiria a resolver Siguiendo el modelo de Lozano, los expedicionarios al Chaco consignaron sus limites por medio de los obispados que lo rodeaban, una imprecisi6n que cualquiera de los demarcadores hubiera considerado inaceptable. Contamos con una fuente muy locuaz acerca de la contraposici6n entre los expedicionarios al Chaco y los demarcadores en torno a las percepciones del espacio y las ideas acerca de su dominio. Hasta fin del siglo xvni llegan los repetidos intentos de Arias y Suarez de Cantillana - q u e seguian los objetivos reduccionales como principal estrategia-, asi como los proyectos 158 espacio amenazante Vease M Penhos. La imagen del indio en la plastica argentina, 1994 88 F.. deAzara, ob cit. p 57 basados en el fortalecimiento de la antigua linea de fortines, y los de caracter exploratorio. Por aquellos afios la cuesti6n de la penetraci6n definitiva en el territorio chaqueno se torn6 acuciante, a juzgar por la cantidad de papeles cruzados entre quienes hacfan diferentes propuestas y las autoridades virreinales. No es extrano, entonces, que se convocara a los comisarios de c .<* J S <u o <u limites, conocedores de la region, para que emitieran su opini6n al respecto. El propio Azara elabor6,a pedido del virrey Olaguer y Feliu, un informe en el que se pronuncia tajantemente contra varios proyectos presentados en esa epoca..^' Lo mas interesante es la referencia expl(cita a los emprendimientos de Matorras y Arias y la intervenci6n de Cantillana, la precariedad de las fundaciones realizadas por ellos, el despilafarro de losfondos publicos y las ambiciones personales que los impulsaban. En uno de los parrafos, dispara: * Z o 2 ^ ^ ^ ^ 3 Ol <D ..... los proyectos de Matorras no tuvieron otra mira real que pillar el gobierno de Tucuman y enriquecerse Los del senor obispo conseguir la mitra, y luego, con su primera representaci6n, el gobierno de Paraguay para su pariente D. Jose Antonio Arias Hidalgo,. Francisco Gavino de Arias tampoco pens6 sino en su grado de c o r o n e l ^ ' ^ La evangelizaci6n es cuestionada comomedio de alcanzar el dominio del Chaco, pero tambien las incursiones militares: ..... los indios del Chaco jamas se reduciran por los medios eclesiasticos o persuasivos, intentado milveces en 260 afios sin el menor fruto [ ] Lo mismo digo del de la fuerza.... En estas circunstancias, lo que encuentro mejory unico en el dia es entablar buen trato y comercio con dichos barbaros, para que porsu propio interesconserven la paz...'^ El espacio chaqueno pensado por Azara es el de pacificas colonias creciendo a partir de los presidios existentes, en relaci6n con 89. Informe delSefiorAzara sobrs ReduccionesdetChacoyfacilitarsu camino para el comercio (1799) , en F de Azara, Escritos fronterizos ob cit, xiv Tambien P. de Angelis. Colecci6n ob cit, tomovi 90lbidem,pp 133-13A 91/fc/rfem.p133 159 los indfgenas por medio deL comercio, via privilegiada de progreso y civilizaci6n. Sus propios proyectos, uno de ellos concretado en Batov(, sobre eL rfo Santa Marfa en el actual Uruguay, nos trae la idea de nucleos de poblaci6n blanca, capaces de autoabastecerse mediante.la agricultura y de generar excedentes para el intercambio comercial. Azara no fue el unico miembro de las partidas que se pronunci6 sobre el tema. En uno de sus informes, Alvear dice que losmedios que se utilizaron para penetrar el Chaco "han venido a ser tan infructuosose inutiles" y propone proteger a los indios pero "fomentarsus trabajos y labranzas [...] permitiendoles el dominio 6 propiedad y ellibre trafico de sus bienes y frutos". Aguirre tambien dedic6 varios parrafos a los proyectos presentados para la colonizaci6n del Chaco, considerandolos poco practicos.'^ Los suenos de una cristiandad americana se diluyen y la conversi6n de los nativos pasa a ser una cuesti6n secundaria. Mas importante es el control efectivo de los territorios, la explotaci6n eficiente de sus recursos naturales y la incorporaci6n de su poblaci6n como fuerza productiva, todo bajo la autoridad del estado centralizado. Podemos decir que en torno al problema de las visualidades ligadas al conocimiento y dominio de la regi6n, a pesar de ser casi contemporaneos los demarcadores se hallan bastante lejos,y hasta ensitios contrapuestos, respectode los expedicionarios alCnaco. Algo, no obstante, los liga: la necesidad de dejar marcas en el espacio recorrido. Las lnstrucciones para las partidasde lfmites mencionan "marcos que se deben colocar en los parages que determinael Art^ 13 [del Tratado] con las inscripciones". Debian serde piedra labrada.^ No hay referencias a estos mojones en ninguno de los textos relevados, pero sia otro tipo d,e inscripciones, muy pr6ximas a las leyendas dejadas por Matorras y sus companeros, Ante el espectaculo de las cataratas del lguazu, Alvear nos dice que 160 92 'lnforme sobre la poblaci6n del Chac6", en S. Alvear y Ward, ob cit. pp 466-475; Diario de Aguirre, tomo ui, pp 60-61 Pueden verse otros documentos relacionados con el tema en un ' Expediente relativo a las reducciones del Chaco" que abarca desde 1787 hasta 1797, AGN, Fondo y colecci6n Andres Lamas, Legajo nO 31, 263^ 93 Diario de Alvear, ob cit.. f 21 Tenfa con esta maravilla su literal aplicaci6n aquello de David: Elevaverunt flumina fLuctur suos, a vocibus aquarum multa- 2 Q) o> sn) T rum (Ps. xcii), y esta fue en efecto la inscripci6n que oportunamente hizo grabar nuestro ge6grafo Oyarvide, a su retirada del San Antonio, en el qrueso tronco de un arbol que miraba a / dicho salto, convidando por su cara de Occidente a ver aquel ,| S o. ^ o prodigio con otro mote no menos del caso: Venite, et videte opera Domini (Ps.. XLVp. 2 Z <v a o Testimonio elocuente de la suspensi6n de la mirada que mide, j , el texto muestra ademas el tradicional recurso a la cita biblica. Los debiles elementos esteticos de la descripci6n - l o s saltos se destacan por su "hermosura y t a m a f i o " - se subordinan a la vieja concepcion, de la naturaleza como obra divina, muy familiar a nuestros expedicionarios al Chaco. La practica de la inscripci6n en un arbol con contenidos religiosos vuelve a aparecer cuando un pequefio grupo desprendido de la partida de Alvear se encuentra en dificultades. Las fuerzas flaquean y estos hombres, que en las fuentes aparecen como maquinas de fijar limites que avanzan sin pausa sobre el territorio sudamericano observando y midiendo, de pronto miran alrededor y pierden el sentido de su presencia alli. Otra vez es Oyarvideel portavozde esta ruptura en la percepci6n racionalista del espacio: deja inscripta en u n a r b o l la frase "lnquirere et investigare pessimam occupationem Deus dedit hominibus (Eccles cap. i, vers. 13) San Antonio Guazu 17 junio 1791".95 Seguramente seria err6neo afirmar que la percepci6n y representaci6n del espacio de nuestros ilustrados personajes desaparece en el siglo xix. Es cierto que el enfasis se desplaza hacia una concepcion en la que lo estetico parece ocupar un lugar central. Sin embargo, un primer indice de los vasos comunicantes entre ambos siglos lo constituye la recuperaci6n de los escritos de Azara por parte de algunos viajeros, como es el caso del artista Leon Palliere, quien contribuiria a producir un corpus ic6nico de la nueva naci6n, y de otros personajes como Alcide D'Orbigny y Castelnau, cuyos escritos influyeron 94 S AlvearyWard, ob cit., p A7 95 lbidem, p 59 2 ni ^ ^ ^ ^ ^ o> ^ 161 if> o x z UJ O- < hK < 2 decisivamente en la concepci6n europea de Sudamerica." Es posible pensar en una interesante complementariedad entre la ret6rica textualy visual del desierto y las concretas practicas de relevamiento y mensura realizadas durante y poco despues de las campanas contra los indios de fines del xix." Teodolitos, brujulas, bar6metros y term6metros, camaras fotograficas, avanzaronjunto a los ejercitos, midiendo, determinando r u m bos, precisando datos climaticos, produciendo imagenes. Recordemos la tarea de los ingenieros Encina y Moreno en la expedici6n comandada porVillegas en 1882, quienes en operaciones casi simultaneas realizaron relevamientos topograficos y registros fotograficos.^ Existe un sugerente grabado incluido en La conquista de 15000 Leguas, de Estanislao S. Zeballos (1878) que muestra al autor rodeado de instrumentos topograficos y de una camara de fotos. La utilizaci6n de la fotografia por parte de muchos artistas decimon6nicos y las fluidas relaciones que mantuvieron con figuras como Zeballos abren interrogantes sobre la incidencia de la mirada mensuradora en la construccion de los imaginarios visuales, a los que convendna prestaratenci6n. Entre e l despliegue iconografico y el deseo de las imagenes Sin duda, los textos e imagenes producidos por los miembros de la Expedici6n de America Meridional pretendieron dar a conocer un espacio normado, limitado y util, dentro del que las alternativas delviaje, las molestias o sufrimientos de los demarcadores, sus impresiones sobre los espacios transitados, tienen un lugarmenor. Este espacio fijado en un orden e'n apariencia inmutable, aparece constrastado en otras representaciones, entre cuyas lineas 162 96 Agradezco a Roberto Amigo el haberme Uamado la atenci6n sobre las citas de Azara en el escrilo de Palliere Sobre las referencias a Azara en DOrbignyy Castelnau. vease 0 Baulny. FetixdeAzara Un aragonaisprecurseurrfeDanv/'n.1968,p 71 97.. Acerca de esta cuesti6n en Eslados Unidos, A Boime, ob cit 98, Vease M. Penhos. "La fotografiadelsigloxixylaconstrucci6ndeunaimagen publica de los indios , 1995 escritas o dibujadas es posible leer las tensiones y los conflictos en un territorio que estaba lejos de ser la superficie continua en la que poblaciones y accidentes geograficos se alteman en armonia. Sin duda, los textos de Azara resultan los mas ricos para asomarnos al multiforme escenario social y cultural en el que operaron los demarcadores. El espacio neutro de los mapas se llena de personas, de su historia y sus actividades, de otros seres vivos, todos ellos en interacci6n perrnanente. Los esfuerzos que el propio Azara, sus companeros Alvear, Aguirre y Cervino, su colaborador Doblas, hicieron por comprender el caracterde sociedades que estaban sufriendo profundos cambios - e l ejemplo mas significativo es el de las ex m i s i o n e s - y para realizar propuestas con vistas a su mejor funcionamiento, dan cuenta de la complejidad del material con el que se enfrentaron. Las tablas de poblaci6n incluidas en el Diario de Aguirre resultan elocuentes representaciones de espacios dinamicos, habitados por hombres y mujeres que producen y comercian. En una de ellas, las columnas incorporan cada habitante en una categona, siguiendo a grandes rasgos el sistema clasificador de la colonia: Nombres de los partidos, Espanoles europeos, Espanoles americanos, lndios criollos, lndios originarios, Negros y mulatos libres, Negros y mulatos esclavos, divididos por sexo y en Adultos y P a r v u l o s " En forma similar a los cuadros de castas, la tabla pretende "poner las cosas en su lugar" pero a la vez, aunque mas limitadamente que estos, evidencia que no es posible. Sobre todo cuando miramos las tablas siguientes, en las que estas mismas gentes aparecen de acuerdo a su pertenencia a cada parroquia, como bautizados, muertos y casados en el periodo de un ano. Y aun mas atendiendo a los "Estados del Comercio de la Real Hacienda y Ramos Municipales", varias listas con productos, estadfsticas de consumo, frutos y ganado comerciado con otras provincias. y estados fiscales. Como Aguirre advierte que las tablas no pueden dar cuenta de cierta informaci6n, inmediatamente vuelve a la prosa para detallar la manera en que se cultivan y comercian algunos productos, como el tabaco, la "hierva", el algod6n. el azucar, e t c e t e r a . ^ 99 Diario de Aguirre, ob cit... pp.. 353-354 100 /6;ofem.pp.355-391. n> N < n a. 163 De la expedici6n de limites nos han quedado representaciones multiples de Sudamerica en las que podemos identificar, sobre todo, miradas mediadas por instrumentos, y observaciones interesadas, una visualidad puesta en funci6n de medir. ubicar y l i m i t a r . Tambienaparecen, muchas veces diluidos como fantasmas, cuerpos que cabalgan a traves de enormes territorios, que sufren el acoso de los insectos, que se enferm a n . ^ Ademas, dentro de discursos de tono fuertemente racionalista, encontramos reveladoras referencias a elementos tradicionaLes, no s 6 l o e n la apelaci6n a las fuentes antiguas muchas veces discutidas, sino en los recursos usados para dar cuenta de la masa de informaci6n acerca de la naturaleza. En este sentido, se adyierte la dificultad o imposibilidad de ordenar esa informaci6n de acuerdo con los sistemas de clasificaci6n vigentes. Es asi que Alvear escribe apuntes linneanos que nunca da a conocery, como Doblas, acude alviejo recurso de la enumergci6n de seres vivos sin mas orden que el que marca el interes por su explotaci6n con la curiosidad. Es asi que Aguirre calla sobre el tema. S6lo Azara aborda la tarea de producir un conocimiento sistematico del reino animal en la regi6n estudiada, en una dialectica de singularizaci6n e integraci6n similar a la que senale mas arriba con respecto a la producci6n cartografica. La Expedici6n de America Meridiorial fue una usina productora de imagenes ^Cual es, entonces, el objeto de deseo al que se refiere eltitulo de esta parte?, ^que clase de imagenes estan ausentes de este corpusl El pr6ximo capitulo abordara esta cuesti6n. - , 101 En carta al Virrey. Alvear dice que Cabrer 'ha tiempo disfruta poca salud ,ob cit enT. BecuyJ.Torre Revello. o b c i t . pXL Sobre lasraras referencias al padecirniento fisico de Azara en los Viajes , vease capitulo siguiente