Eurides Guerrero Paulino: Abogado, escritor y educador de la República Dominicana, con máster en Gestión de Centros Educativos y posgrados del Instituto Superior de Formación Docente Salome Ureña (ISFODOSU, Sto Dgo) y de las universidades UCE San Pedro de Macorís, Universidad de Barcelona y Universidad del Norte de Colorado, (UNC). Becado por Ministerio de Educación Superior, Ciencias y Tecnología (MESCyT mayo del 2000), Instituto Nacional de Formación Magisterial (INAFOCAM junio 2006) Ministerio de Educación de la Republica Dominicana (MINERD, septiembre 2006 y julio 2013) y Universidad de Georgetown (Washington julio 2014) Concursos de oposición ganados: para directores de centros educativos del Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD, julio 2006), concurso coordinado por la Universidad de Georgetown (programa de becas SEED para América central y República Dominicana) para viajar a los Estados Unidos a estudiar fortalecimiento de la lectoescritura para niños de zonas rurales en la Universidad del Norte de Colorado, (UNC) patrocinada por la USAID, (Julio del 2014) Ha trabajado en todos los niveles educativos preuniversitarios de la República Dominicana, llegando a ocupar los cargos de Director y Técnico distrital, además de otros cargos docentes y administrativos. Evaluaciones recibidas: evaluación de desempeño de calidad educativa (MINERD 2007), evaluación de desempeño de calidad educativa (MINERD 2017) con resultados muy buenos en ambas ocasiones. Amor que se escapa Golondrina amada que alza vuelo ¿Por qué mi lado quieres escapar? ¡Yo que me creí ser tu único dueño! ¿Qué haré ahora para que no vayas a volar? Sólo veo en tus negros ojos mi azul cielo en tu corazón sepultura de todo mi mal Si te vas inclemente, de pena me muero vivir ya no quiero si a mi lado no estás Hermosa avecilla de irracional proceder ¿por qué me acostumbraste tanto a tu amor? ¡Ya no puedo olvidar tus caricias de ayer! Y la hipotermia me mata por falta de tu calor ¿Por qué tus alas no puedo ahora cortar? ¿Por qué no adviertes sinuoso el horizonte? ¡Lugar luctuoso al que ciega quieres volar donde no hay sol, ni luna, ni días, ni noches! Ya he preparado un cálido nido de sedas mis mimos y caricias serán no más para ti Yo siempre te daré todo cuanto quieras sólo te pido que me dejes a tu lado dormir Somos Tú, torbellino que todo destruye Fuego que reduce todo a cenizas Yo, esquizo que aun de sí huye Infeliz fugitivo, de amargada vida Tú, invierno que helas hasta el aire Toxina letal que sin piedad aniquilas Yo, víctima de tus malditos desaires Cadáver andante, flor marchita Tú, fragante más que lilas y azucenas, Hermosa rosa del huerto divino Yo, moribundo por exceso de penas Avecilla errante, carente de nido Tú, cristalina agua que la vida refrescas Ave libre que siempre emprendes tu vuelo Yo, plebeyo y forastero del planeta tierra Caminante cuyos senderos conducen al infierno Tú más hermosa que todas las estrellas Sobrepasas lo naturalmente imaginable Yo, oprobio y escarnio, víctima y presa Pichón sin alas, ni plumas, ni nido, ni padres Tú, cascada de abundante agua limpia y fresca Hermoso árbol productor de frutos y sombra Yo, lánguido, habitante de zonas desiertas Víctima de tus risas, tus burlas y mofas Tú, vanidosa, concupiscente y fatua De primacía canallesca y lisonjera Yo, redentor extremo de tus faltas El juez que te exime siempre de penas Tú, mentirosa, inicua, infame, insensata De aspecto hermoso, como mujer ninguna Yo, menesteroso que si de veras me faltas Cambio mi vida y bienes por fría tumba. Partida Gotita que se pierde en medio de la tierra Arbolillo hermoso que el otoño marchita Rocío del pasto que sol de la mañana seca Precoz crepúsculo que apena mi vida Estrellita que veloz se apaga ante mis ojos silueta en mi mente intensamente grabada hermosa flor ahogada por simbióticos abrojos albor agredido por nubes negras y borrascas Trayectoria de reptil sobre la peña color grisáceo de semilla muy fecunda lágrimas que emanan, exceso de penas media incierta entre mi certeza y mi duda Camino a lo eterno, retorno muy tardío Luz que se apaga ante mí, infeliz e indefenso por siempre vivirá en el corazón mío tu grata amistad y tus dulces recuerdos Ya te has ido, aunque me parezca incierto y sólo me has dejado una enorme misión “Hacer al prójimo aquello que sea bueno” mientras me esperas madre en la casa de Dios No Sabía No sabía que de veras tanto te amaba Que sin ti se me dificultaría respirar Que en tu inepta ausencia tanto llorara Que sol y luna me negarían su brillar No sabía que sin ti las flores no olían Que se ensañaría contra mí el mal Que los arroyos en tu ausencia pararían Que se helaba el aire que debo respirar No sabía que si tú no estabas era tan fatal Que endecharían por mi duelo cielo y mar Que se haría amargo el fruto del panal Y que el verano mismo optaría por helar No sabía que a mis ojos tú eras la luz Que sin ti mi corazón dejaría de latir Que eres zumo para eterna juventud Que tu huida me preludia desgraciado fin Que las nubes su lluvia no darían Que las colinas se vestirían de gris Que en mis noches ninguna estrella brillaría Y que el cielo mismo ennegrecería por ti Realmente cierto es que yo no lo sabia Que mi vida depende totalmente de ti Sin ti no hay rizas, gozos, ni alegría Sin ti soy un bastardo, indigno e infeliz Mis Desdenes Tu silencio insensato e insolente Amor tormentoso y desesperado Tu belleza enorme e inclemente Tentación y delirio de tus labios Tu piel tersa con color de miel Tú arrogante e ingrata hermosura Mis sentimientos de hoy como ayer Tu espléndida cara, radiante luna La precocidad de tu indolencia Tu innato corazón frío y pavoroso Tus bellos encantos de primavera Mi espasmo repentino al ver tu rostro Tu gran parecido a Venus la bella Tus hermosos ojos de mar y cielo La humillación que haces a las estrellas Mi precoz torpeza de cuanto te quiero La terquedad de mi ser entero Las tinieblas a que me condenas El camino despejado al infierno La infamia de mis llantos y penas Tú linda risa grosera y enferma Mi peregrinar por ti interminable Tu impiedad y maldad extrema Tu cuerpo blasfemo, pero adorable La presencia en mi ser de tinieblas La opresión que me enfada y entristece Mi expulsión alevosa de la tierra Tu ignorancia de cómo mi alma muere Tú, otoño que a mi árbol desojas Invierno que hela mis noches y días Árbol que a mi vida sólo da sombras Ensañada enemiga de mi paz y alegría Invierno inclemente, corazón marchito Frialdad y pavor que causa horror Hoz de la muerte, dolor, llanto y martirio Noche sin estrellas ni luna, cielo sin sol Tus ultrajes que me envilecen y humillan Tus desprecios que me fastidian y golpean Eres arma maldita, punzante y homicida Fantasma que mis sueños de males llena Tu impiedad que me maltrata y me fatiga Las piedras y espinas que colman mi camino Mi sueño atrozmente has hecho pesadilla ¡Me causaras la muerte, cual vulgar asesino!