Uso de mascarillas y situación actual de la actividad física en tiempos de COVID-19.

Universidad de Las Américas
Instituto del Deporte
Uso de mascarillas y situación actual de la actividad física en tiempos
de COVID-19.
Diego Correa Fredes
22-04-2021
Profesor: Lucas Valenzuela
Ramo: Ética en el deporte
LICAF 3° año
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Hoy en día resulta indispensable la utilización de cubre bocas o mascarilla para
prevenir el esparcimiento del COVID-19 en nuestro país y el mundo. Recientemente en
chile se ha abierto una franja horaria para poder realizar deporte al aire libre. Actividades
tales como entrenamiento funcional, jogging, ciclismo de ruta y diversos deportes
colectivos se pueden realizar en esta franja horaria puesta en la mañana. También se
está evaluando poner otra franja horaria en la tarde, pero nada es seguro todavía.
El problema que había, en un principio de la pandemia, en la realización de las
actividades deportivas al aire libre es que lógicamente se debía realizar con cubre bocas
para efectos del cumplimiento de las normas sanitarias impuestas por las autoridades
gubernamentales. Y, ¿Por qué digo que era un problema?, bueno, Kampert et al. (2020)
enfatiza que el uso de mascarilla limita la función cardiopulmonar cuando se realizan
ejercicios de alta intensidad. También Fikenzer et al. (2020) señala que al usar un cubre
bocas durante pruebas de ejercicio cardiopulmonar, aumento notablemente la resistencia
respiratoria, alterando las mecánicas respiratorias, la hemodinámica cardiaca
compensatoria y también aumento desproporcionadamente el gasto cardiaco
redistribuido a los músculos respiratorios. Una dificultad en las mecánicas respiratorias y
un aumento del gasto cardiaco representa una gran desventaja para sujetos que estén
realizando ejercicio intenso, tanto de manera recreativa como competitiva, haciendo que
las actividades se vuelvan aún más difíciles de realizar. Una baja en el rendimiento de
los sujetos no debería ser sorpresa con todos lo anteriormente mencionado. Este
fenómeno pudo haber provocado un rechazo de parte de las personas poco activas o
sedentarias al intentar realizar actividad física aeróbica en tiempos de pandemia.
Fikenzer et al. (2020) también encontró que los sujetos que fueron sometidos a pruebas
de ejercicio aeróbico usando cubre bocas manifestaron una alta incomodidad en
comparación con el grupo que no usó mascarilla. Además, la humedad de los pulmones
incrementa al no eliminarse el aire expirado correctamente, acumulándose agua en los
alveolos, dificultando el intercambio gaseoso, provocando una deficiencia de oxígeno y
aumentando las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en nuestra sangre.
Todo lo anteriormente mencionado representa un conjunto de dificultades
no tan solo para quienes realizan actividad física aeróbica, sino que también para las
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personas comunes y corrientes que tienen que utilizar mascarillas por prolongados
periodos de tiempo.
Mas tarde un informe realizado por Àptima Centre Clínic Mútua Terrassa, demostró
que el uso de mascarilla a una intensidad mayor a caminar reduce el oxígeno disponible
en un 4% y aumenta los niveles de CO2 hasta 20 veces, resultando un riesgo mayor para
la gente que realiza deporte, por lo que la OMS finalmente desaconsejo el uso de
mascarillas durante la actividad física, recomendando solo tomar el distanciamiento social
correspondiente como medida preventiva de parte de las personas que realizan actividad
física. Al aire libre es muy poco probable la posibilidad de contagio puesto que el virus en
espacios abiertos y poco concurridos prácticamente no está, refiriéndonos a un parque,
cerros, lagos, canchas abiertas, carreteras rurales, etc.
Las recomendaciones difundidas por la OMS no pueden estar más lejos de lo
correcto, ya que la propia naturaleza de la actividad física intensa hace que el uso de
cubre bocas sea incompatible con ella.
Con todo lo anteriormente mencionado también resulta difícil el darse
cuenta de que realizar actividad física al aire libre, tomando todas las recomendaciones
hechas por las autoridades sanitarias, es seguro para las personas, puesto que la
desinformación de la población respecto a estos datos hace que se señale a la gente que
hace deporte como personas que no siguen las recomendaciones dadas para la
población general.
Desde el punto de vista de los profesionales del ejercicio y la actividad física es
correcto buscar la manera que las personas puedan realizar actividad física con el menor
riesgo posible, ya sea sanitario o físico, pero nosotros muchas veces no controlamos
todas las variables del entorno de nuestros entrenados ni los factores ambientales, por lo
que se debería también tener en consideración estas variables que no controlamos para
crear un ambiente lo más seguro posible para la realización de actividad física.
La gente físicamente activa y los profesionales de la actividad física y el deporte
se han tenido que adaptar de una manera abrupta a todas las condiciones y cambios que
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ha sufrido la sociedad a nivel mundial, teniendo que entrenar bajo normativas y horarios
estrictos que de alguna manera garantizan la seguridad sanitaria de las personas.
Desde mi punto de vista y experiencia he vivido de cerca lo difícil que es adaptar
entrenamientos, horarios y metodologías de trabajo con la gente que quiere empezar a
entrenar o quiere volver a realizar actividad física en pandemia, lo que ha resultado en
puntos positivos como la disponibilidad de tiempo para algunas personas que antes no lo
tenían y puntos negativos para la gente que se vio limitada en su libertad para practicar
su deporte al aire libre o en lugares alejados de su hogar.
En mi caso he tenido que entrenar gente mediante videollamadas y de manera
presencial con las justas medidas sanitarias. La principal dificultad de entrenar gente por
videollamada es el estado cambiante en la calidad de la conexión a internet y también el
no pode ver de manera detallada el aspecto técnico de la ejecución de los ejercicios que
están realizando, pese a que se puede ver de manera global, me atrevería a decir que se
pierde un 50% de lo que realmente esta pasando con el sujeto entrenado. Por otro lado,
las principales dificultades de entrenar gente de manera presencial son: a) el uso de
mascarilla y la incomodidad que provoca en la respiración (muchas veces se ahogan), y
b) la limítate horaria y de circulación por lugares públicos, ya que muchas veces he tenido
que cortar cuando casi se esta terminando por topes de hora con el toque de queda o
muchas veces se pierden entrenamientos por la poca disponibilidad de permisos o
locomoción para poder llegar al lugar de entrenamiento.
Para ir cerrando, espero que la situación sanitaria a nivel global mejore para poder
tener la libertad que teníamos antes de realizar deporte sin ninguna dificultad ni limitante
más que nuestras mismas capacidades físicas y así poder tener un buen desarrollo como
deportistas y profesionales de la actividad física y la salud, ejerciendo y entrenando de
manera presencial como debe ser miedo a que nos cursen una multa por pasar el limite
de la franja horaria para realizar actividad física.
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Webgrafía y Referencias
-
https://www.lavanguardia.com/vivo/lifestyle/20201202/49849396904/mascarillaejercicio-oms.html
-
Fikenzer, S., Uhe, T., Lavall, D., Rudolph, U., Falz, R., Busse, M., Hepp, P., &
Laufs, U. (2020). Effects of surgical and FFP2/N95 face masks on
cardiopulmonary exercise capacity. Clinical Research in Cardiology, 109(12),
1522–1530. https://doi.org/10.1007/s00392-020-01704-y
-
Kampert, M., Singh, T., Finet, J. E., & Van Iterson, E. H. (2020). Impact of
wearing a facial covering on aerobic exercise capacity in the COVID‑19 era: is it
more than a feeling? Clinical Research in Cardiology, 109(12), 1595–1596.
https://doi.org/10.1007/s00392-020-01725-7
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