Subido por Malena Funes

Parcial-sociales

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Sociedades y territorios en tiempos contemporáneos – R. Gurevich
Características de territorios y sociedades actuales
Complejidad: las sociedades y los territorios en tiempos globales son complejos,
se hallan constituidos e intervienen en ellos una multiplicidad de elementos y
factores de distinta índole. Esos elementos y factores pueden ser de origen
natural, social, político, económico, cultural, jurídico, tecnológico, étnico, religioso,
entre otros.
Alude a la cantidad y a la diversidad de elementos en juego, a la dinámica
de funcionamiento, a la velocidad de los cambios y transformaciones y a las
nuevas relaciones globales que marcan la producción de lo cotidiano.
Se asocia al tipo de problemas, de nudos, de cuestiones que atraviesan los
distintos grupos sociales y a la definición de la escala que adoptan dichos
problemas según sea el alcance de los fenómenos, procesos y acontecimientos
en cuestión. ´
Los procesos complejos son:



Multidimensionales: abarcan al conjunto de las dimensiones de la vida social y a
sus múltiples interrelaciones.
Multiescalares: implican variadas escalas temporales y espaciales para su análisis
y resolución.
Multijurisdiccionales: requiere para su gestión y gobierno, un conjunto amplio de
actores, decisiones, regulaciones y normas.
Esta reestructuración de la vida de las sociedades y de la configuración de los
territorios hace que las referencias a los sujetos y a los territorios se realice en
plural, es decir, nos hace hablar de “sociedades, grupos, identidades, culturas”.
Fragmentación
El mundo y los territorios actuales están hechos de fragmentos, cuya totalidad no
se expresa en la suma de las partes que los componen, sino en una dinámica
articuladora y a la vez disgregadora de esos conjuntos de zonas y lugares.
Muchos de estos fragmentos de territorios se encuentran estrechamente unidos
entre sí, a través de redes, materiales e inmateriales, que los hacen compartir el
mundo en tiempo real. Otros, en cambio, se hallan sin ningún entramado,
conformando bolsones de aislamiento, de pobreza, de olvido y marginación.
Debemos desarrollar una geografía escolar que invite a trabajar con
situaciones de enseñanza que vinculen procesos generales con aquellas
fracciones territoriales más pequeñas, más acotadas de la vida social y territorial
cotidiana, afinando la escala de análisis para detectar las diferencias
microrregionales o microlocales. Así, los territorios pueden ser analizados entre la
diversidad y la homogeneización.
Desigualdad: son cada vez más profundas en cuanto a de las posibilidades de
vida y de trabajo de las personas en todo el mundo. La brecha entre la
distribución y el consumo de bienes y servicios se perfila en progresivo aumento,
según la condición social y el capital cultural de que las personas dispongan, ya
sea como trabajadores, como consumidores o ciudadanos.
Diferencia: debemos desarrollar una geografía escolar que invite a trabajar con
situaciones de enseñanza que vinculen procesos generales con aquellas
fracciones territoriales más pequeñas, más acotadas de la vida social y territorial
cotidiana, afinando la escala de análisis para detectar las diferencias
microrregionales o microlocales.
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Desterritorialización: los continuos movimientos por todo el mundo de personas,
mercaderías, ideas, mensajes, informaciones y capital imprimen y marcan el
modelado territorial: las empresas transnacionales, dispersas por doquier;
produciendo bienes y servicios, los inmigrantes, las compañías de producción
artística y cultural, el turismo y los medios masivos de comunicación que llevan y
traen escenas y objetos trans-locales a todo el planeta. Estos flujos hacen que lo
nacional, lo global y lo local se articulen.
La denominada desterritorialización del mundo se alimenta de esos
movimientos, de esos modos de organizar el trabajo y la producción que se
repiten más allá de las coordenadas fijas de una localización particular.
Reterritorialización: esta noción sería más pertinente para capturar el
movimiento del mundo de hoy, ya que las localizaciones y las distribuciones
geográficas de los objetos y de las relaciones sociales están lejos de
independizarse de los rasgos territoriales propios de cada uno de los lugares del
globo.
Proceso de enseñanza-aprendizaje del mundo social
Coordenadas de la época: La sociedad contemporánea, detenta una
configuración específica y particular y no es mera continuidad de lo anterior. No
es “más de lo mismo”, ya que como nunca antes se comparten a escala planetaria
grandes conjuntos de objetos, patrones técnicos, símbolos, rutinas y consumos
cotidianos.
Más allá de las continuidades en el hilo histórico y de las regularidades del
proceso socioeconómico a escala mundial, resulte necesario incorporar al
contenido mismo de la enseñanza las condiciones de la contemporaneidad.
De ningún modo esta idea significa prescindir arbitrariamente de los
contenidos históricos o clásicos, sino que intenta subrayar la importancia
pedagógica de seleccionar contenidos susceptibles de ser jugados para la
comprensión de lo que ocurre.
Es importante presentar aspectos centrales, ubicar su sentido, su
oportunidad y su valor estratégico para ser enseñados, aprendidos y evaluados.
Multiplicidad de perspectivas y tipo de conocimiento: En la vida social
conviven en consenso y en disenso simultáneamente, una pluralidad de
pensamientos, opiniones, criterios y formas de acción.
La perspectiva de concebir al conocimiento como un producto histórico, no
cerrado, inconcluso, sin posibilidad de clausura, nos resulta sumamente fértil para
revisar la selección de contenidos en geografía. Puede proponerse la tarea de
revisar en una planificación de aula en qué medida los contenidos se presentan
con tal apertura, historicidad, diversidad, pluralidad.
Los estudiantes van modelando una construcción propia, que se produce
día a día como resultado de la interrelación de variados elementos y situaciones
escolares y no escolares.
Enseñar y aprender los principales contenidos de la agenda de una
geografía social contemporánea es tramitar, desde el principio, el uso de un
lenguaje particular. Se trata de un lenguaje que se nutre de otras disciplinas y
saberes académicos, del discurso técnico y político, del de los medios de
comunicación, de la literatura, entre otras de las múltiples formas de expresión de
prácticas y experiencias.
Dilemas políticos y éticos: se relacionan con temas y problemas relevantes de
la vida social. Los estudiantes deberán definir posturas y posiciones.
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Una posición de enseñanza que proponga la diversidad y la pluralidad
como contenidos de aprendizaje, abre enormes posibilidades para el ejercicio
democrático, para el intercambio de ideas, para la construcción de consensos y
para aprender a tramitar productivamente los disensos.
Historicidad de los procesos: recorrer la historicidad de los procesos que
permitan reconstruir los hechos o procesos a través de fragmentos o contextos
que permitan explicar porque son posibles las acciones, ofrecer a los estudiantes
ese clima de época que permite aproximarse repetitivamente a lo sucedido y
colaborar en su interpretación.
Recuperar la perspectiva histórica también significa reconocer una doble
cuestión: la historicidad de los temas en sí mismo y la historicidad de las formas
de abordaje de un cierto tema.
Una construcción con otros: el conocimiento compartido resulta indispensable
para reconstruir los pensamientos, para negociar los significados, para
reorganizar las ideas y los contenidos, para enriquecer las representaciones del
mundo, para desarrollar la reflexión y la crítica.
Conceptos y problemas: conceptos para englobar y abstraer la información en
bruto, para no perderse en las infinitas formas de lo real, y situaciones problema
para situar y analizar contextualizadamente los hechos, para reconstruir los
procesos, para establecer relaciones causales o intencionalidades, para poner en
juego argumentos y posiciones, no como un mero ejercicio formal. De esta
manera los estudiantes estarán en mejores condiciones para transitar caminos de
significados cada vez más complejos, más profundos, más amplios.
PARTE 3:
La construcción de abordajes didácticos desde una perspectiva crítica: la
idea es brindar a los estudiantes un conjunto de ofertas de transformación, de
propuestas que los convoquen para aprender tendencias y dinámicas nuevas.
Invitamos a poner a disposición de ellos los significados que adquieren los
territorios en la actualidad: nuevos recortes de lugares y zonas, nuevas fronteras
otras relaciones de cercanía y lejanía, conformación de redes, regiones que
abarcan territorios no necesariamente contiguos.
No cualquier posición disciplinar en las ciencias sociales puede dialogar
con discursos educativos críticos. Los aportes disciplinares renovados en el
campo de la geografía son compatibles y pueden alinearse de modo promisorio
con las perspectivas críticas en educación y con las constructivistas en materia de
conocimiento.
Si el compromiso es comprender y explicar cómo se construyen y cómo
funcionan los territorios de las sociedades contemporáneas, una primera premisa
podría ser la de alejarse de la inmovilidad de los significados ya dados a cada
porción de la superficie y permitirse explorar los nuevos aportes de las teorías, los
enfoques y las metodologías más recientes de la disciplina.
Los abordajes vinculados con la enseñanza de la comprensión, la
multiperspectividad, el trabajo colaborativo y los planteos del pensamiento
complejo han contribuido a una renovación didáctica de la geografía.
Para el tratamiento de contenidos y prácticas acordes con un enfoque
social renovado de la geografía resulta casi inevitable apelar a un modo de
conocer que incluye lo no definitivo, lo incierto, lo no evidente y situaciones en las
cuales los datos que podamos conseguir serán siempre insuficientes o limitados
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para estar a la altura de la resolución de los temas y problemas sociales,
territoriales o ambientales que se formulen.
Los contenidos y los problemas en la trama pedagógica: una geografía
centrada en la espacialidad de los procesos sociales habilita, la posibilidad de
prácticas escolares tendientes a la comprensión, a la elaboración de
explicaciones, a la interrogación y al debate.
Los contenidos-problema, son construcciones que se inspiran y se nutren
de las distintas formas en que el conocimiento otorga sentido, interroga y
sistematiza distintos aspectos y problemas de la realidad. Si se entiende que
conocer el espacio geográfico es saber que contiene, entonces, los aprendizajes
se reducirán a la enumeración de sus elementos y características, sin considerar
los actores sociales que valoran y se apropian de ese espacio, por qué lo hacen
qué transformaciones producen.
Si decidimos trabajar con la perspectiva crítica, cambia el propósito de la
enseñanza y la propuesta consistirá en presentar a los estudiantes contextos de
problemas o preguntas relevantes que permitan el reposicionamiento de los
datos, la contextualización de las fuentes de información, los procesos de
construcción de hipótesis o explicaciones.
Enfoque geográfico y perspectiva didáctica: si se comporte la idea de que los
procesos globales de configuración territorial son homogéneos y fragmentados a
la vez, generadores al mismo tiempo de unicidades y de diferencias y
desigualdades, es preciso para su intelección el desarrollo de un pensamiento
que admita opuestos y zonas grises, que no claudique ante las ambigüedades y
los puntos sin respuesta o solución.
Un correlato en el orden cognitivo de trabajar en las clases de ciencias
sociales con procesos que incluyen tendencias opuestas, como por ejemplo el par
globalización-fragmentación, es, entre otros aspectos, el de permitirles a los
alumnos ensayar pensamientos divergentes en forma simultánea a la hora de
elaborar una explicación, sin perder coherencia. Puede ser muy fructífero,
también, tener la experiencia de aprender que argumentos disímiles y
antagónicos pueden coexistir en una misma interpretación.
Hablar de territorios contemporáneos es referirse, a conjuntos complejos y
múltiples que requieren para su comprensión que los alumnos articulen procesos
mundiales y locales, urbanos y rurales, de homogeneidad y heterogeneidad, de
concentración y dispersión, de exclusión e inclusión.
Los procesos productivos en la organización del territorio. Aproximaciones
teóricas para su enseñanza – Nin M.
Para comprender y explicar la organización de los territorios teniendo en cuenta
los procesos productivos es necesario reflexionar y reconsiderar el sustento
teórico.
Las articulaciones son las que permiten darles particularidad a los territorios,
éstas se manifiestan en un interjuego de escalas que explican las relaciones
sociales y productivas.
Los intereses, las acciones y las posibilidades de los sujetos configuran
diferentes territorios. Como así también la incorporación de las tecnologías de
producción, información y comunicación que intervienen en la organización
diferencial de los territorios.
Indagar, reflexionar y reconstruir la actualización conceptual y metodológica sobre
la comprensión y explicación de la organización delos territorios para posibilitar la
enseñanza.
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Conceptos, categorías e interpretaciones ampliamente aceptados
necesitan redefiniciones o pueden ser simplemente abandonados, como otros
que precisan ser creados. Se alteran las acepciones de tiempo y espacio, que
involucran las nociones de lugar, espacio, territorio y frontera, mercado, trabajo,
producción, productividad, entre otros.
Redefinir el territorio como concepto clave que permite la articulación,
complejización y profundización creciente que proponen los nuevos diseños
curriculares.
Las situaciones de enseñanza no solo deben presentar a la organización
territorial como una construcción histórica, sino comprender las relaciones
sociales, culturales y productivas que se producen en él.
El ritmo de las transformaciones en tiempos de la globalización deja huellas
particulares a los territorios que requieren una actualización conceptual y
académica para aproximarse a su comprensión.
Los territorios actuales son organizados por sus acciones y las decisiones
que resultan de las relaciones de diferentes actores.
Para pensar el concepto de territorio deben estar presentes los atributos
que lo definen, como la intencionalidad la multidimensionalidad y la
multiescalaridad.
Un territorio es mucho más que un espacio. Mientras que el concepto
espacio se refiere a una realidad física, el soporte donde tiene lugar la actividad
económica; el territorio se refiere a naturaleza, sociedad y articulaciones juntas.
Abordaje de los territorios en los cuadernos curriculares: Para comprender el
significado de los territorios en la actualidad debemos ofrecer a los estudiantes
propuestas de enseñanza que los estimulen a un aprendizaje que no tenga fin en
el aula. Nuestra intención es generar espacios de análisis, reflexión e
interpretación, así como posibilidades de transferir los conceptos y problemas
abordados en las aulas a las situaciones de la realidad, con la incorporación de
conceptos claves y problemas relevantes, a través de casos significativos con un
adecuado recorte temporal y espacial y con la aplicación de lenguajes geográficos
diversos.
Enseñar y aprender en el siglo XXI – Pagés, J
Tres problemas:
1- ¿Enseñanza de las ciencias sociales o enseñanza de las disciplinas
sociales?
La denominación “enseñanza de las ciencias sociales” se utiliza para designar un
área de conocimiento que incluye las disciplinas sociales escolares sea cual sea
el tratamiento práctico que se les dé (disciplinar, integrado, etc). Se utilizó cuando
se optó por un currículo organizado en áreas de conocimiento en sustitución del
currículo organizado en disciplinas, fue un cambio de nombre imitando el modelo
norteamericano.
En la mayoría de países que utilizan en la escuela obligatoria la expresión
“enseñanza de las ciencias sociales” se sigue haciendo fundamentalmente una
enseñanza disciplinar centrada, en primer lugar, en la enseñanza de la historia y,
en segundo lugar, en le enseñanza de la geografía.
La consideración de la enseñanza de las ciencias sociales como la
enseñanza de sus disciplinas no rechaza el papel de la sociedad y sus
problemas, al contrario. Casi siempre los contenidos de las disciplinas sociales se
han justificado a partir de unos propósitos que van más allá de sus disciplinas y
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de sus métodos y tienen relación con lo que la sociedad y, en particular, sus
representantes políticos esperan de las disciplinas.
Un enfoque integrado de la enseñanza de las ciencias sociales, que
supiera mayor presencia de las otras disciplinas sociales, permitiría al alumnado
de la escuela secundaria italiana ubicarse mejor ante los nuevos y múltiples
problemas del mundo actual como el desarrollo de los medios de comunicación
de masas.
Tal vez uno de los problemas principales de la enseñanza de las ciencias
sociales hoy, tanto en su formato más clásico como en su formato más innovador,
es que impacta poco en la formación de una juventud que tiene a su disposición
muchísima más información de la que había tenido hasta ahora el alumnado de
otras generaciones. Y además una información que caduca a una velocidad
enorme. Los cambios que caracterizan la contemporaneidad chocan muchas
veces con la estabilidad del currículo de ciencias sociales y con el predominio de
métodos de enseñanza transmisivos y poco participativos.
La respuesta a los problemas sociales no es, por supuesto, una
característica del siglo XXI. La reacción a un currículo de ciencias sociales
”blanco, masculino y de clase media” se inició a finales de la década de los
sesenta. La explicación puede hallarse en la estabilidad del currículo y su
resistencia al cambio.
La evolución y la situación del currículo no son, sin embargo, coincidentes
con la práctica de la enseñanza. Parece que los cambios curriculares y los
cambios en la práctica obedecen a razones diferentes. Mientras que los primeros
suelen responder a problemas de naturaleza política, los segundos obedecen a
diversas razones que hacen que los cambios sean más complejos y difíciles de
interpretar.
Otra característica es que el libro de texto sigue siendo el instrumento
privilegiado de la enseñanza de los estudios sociales. Sin embargo, se sabe muy
poco sobre como el profesorado utiliza estos materiales en clase. Se sabe que en
su integración con la lectura cada vez ha sido más frecuente acompañar al libro
de texto de otros materiales de ficción y de no ficción, pero apenas se conoce
nada sobre su impacto real.
En ningún país del mundo el currículo de ciencias sociales, la enseñanza y
el aprendizaje de las ciencias sociales, de la geografía y de la historia pasan por
su mejor momento. Ni los currículos ni las prácticas a las que se ven sometidos
los niños y las niñas y las jóvenes consiguen grandes entusiasmos por parte de
estos y, en consecuencia, tampoco logran aprendizajes satisfactorios.
¿Para qué hay que aprender ciencias sociales?
Entre las primeras finalidades de la enseñanza de las ciencias sociales la
construcción de la identidad nacional ha ocupado un lugar muy importante
durante mucho tiempo en prácticamente todos los países del mundo donde se
enseñan las disciplinas sociales. Y lo sigue ocupando hoy en la inmensa mayoría.
La enseñanza de la historia ilustra bien esta situación.
Se debe proponer una enseñanza en la historia más plural, que dé cabida a
todas las perspectivas y que abra caminos para actuar en el mundo y en el futuro.
Repensar las finalidades y adecuar los contenidos acercándolos a la realidad
parece que puede facilitar unos aprendizajes mucho más significativos que aquel
conocimiento escolar histórico, geográfico y social que se limitaba a describir
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cómo era nuestra nación, cómo se había forjado y quiénes habían sido los padres
de la misma.
¿Llenar u ordenar cabezas? Pensar para…
La apuesta por un currículo alternativo supone también una apuesta por una
selección más cuidadosa de los contenidos, por la inclusión de algunos temas
emergentes y por el cambio de algunas metodologías obsoletas.
Los contenidos más emergentes en la enseñanza de la historia giran en
torno al pensamiento histórico, la consciencia y la memoria histórica y las
identidades y la multiculturalidad.
Enseñar ciencias sociales más allá de la mera descripción de los
contenidos de los libros de texto, requiere estrategias didácticas innovadoras,
dirigidas a hacer pensar al alumnado y a predisponerles y enseñarles para
intervenir en contextos sociales. Tal vez una de las estrategias más eficaces sea
la que se relaciona con la problematización de los contenidos, con una enseñanza
realizada a partir de problemas.
La situación de la enseñanza de las ciencias sociales, de la geografía y de
la historia, necesita de cambios urgentes, apostando por enfoques más
vinculados a lo que la investigación y la experiencia nos demuestra como más
viable para la formación democrática de los niños y de las niñas y de la juventud
de todos los países del mundo. El objetivo es educar ciudadanos comprometidos
que sepan lo que están haciendo y lo hagan junto con los demás para construir
un mundo más justo, más solidario y mucho más igualitario que el que tenemos
actualmente.
El tiempo y el espacio en la didáctica de las ciencias sociales – Comes
Son representaciones, fruto de las construcciones mentales de los individuos,
basados en las representaciones mentales que nos hacemos de la realidad.
Ponen orden y sentido a todo lo que nos rodea.
El tiempo cronológico ordena, sitúa y organiza (es un tiempo de sucesión);
en cambio el tiempo histórico (diversos movimientos o sucesiones simultaneas de
ritmo diferente según la naturaleza de los hechos) explica.
El tiempo histórico podría ser definido como la simultaneidad de
duraciones, movimientos y cambios diversos que se dan en una colectividad
humana a lo largo de un periodo determinado.
En relación con el tiempo histórico dos conceptos estructurantes de la
historia tienen una relación casi inseparable con ella: las causalidades o
explicaciones y la identificación de las continuidades y cambios (o cambios y
permanencias). Estudiar los tiempos históricos es un ideal en construcción, más
difícil, al cual probablemente no podremos llegar nunca del todo.
La experiencia escolar sobre el espacio debe servir para que el sujeto se
considere un actor del espacio, un sujeto que toma decisiones espaciales que
tienen una repercusión social.
El área de ciencias sociales tendría que abordar la organización de los
contenidos a partir de problemas más globales en los que la dimensión espacial y
temporal son las coordenadas básicas.
La geografía crítica y los enfoques más recientes de la geografía,
identificados bajo el atributo de postmodernismo, plantean los mapas en la
enseñanza de la geografía como instrumento para explicitar las desigualdades, el
conflicto, la visión crítica de la sociedad que nos toca vivir. No se valoran tanto las
actividades cartográficas por su componente técnico, sino más bien por su
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capacidad expresiva en la comunicación de ideas en torno al espacio. Los mapas
son los instrumentos analógicos básicos que tiene la geografía para enseñar a
pensar el espacio.
Preguntas y problemas de la enseñanza de las ciencias sociales – Siede
Dime que preguntas y te diré que encontrarás
Las ideas de los alumnos son el punto de partida para recibir nuevas enseñanzas,
que necesariamente llenarán los “puntos débiles” del saber previo. En esta
concepción, la función básica de las preguntas es despejar la mente de los
estudiantes y despertar su atención sobre el objeto de conocimiento que se les
ofrecerá enseñanza: por las preguntas preliminares, el maestro debe ganarse la
atención del niño, para la enseñanza venidera.
De este modo, la indagación de saberes previos busca estimular el apetito
intelectual, motivar a los alumnos para despertar una inquietud y garantizar un
aprendizaje agradable. El maestro estimula, provee, alimenta, dirige, prepara y
exige.
Los niños, para conocer los objetos del mundo social, realizan
construcciones propias y originales. Realizan un trabajo intelectual ligado a sus
propias interacciones sociales. Se plantean interrogantes y formulan hipótesis
originales acerca de los objetos con los cuales interactúan. Cada sujeto da
sentido a toda nueva información.
Nuestra preocupación didáctica es entrar en diálogo con una trama de
pensamientos, valoraciones y representaciones que no son directamente
observables. La información cobra sentido en la relación que establece con las
preguntas y los problemas para la cual es utilizada.
La función de la pregunta,
entonces, no solo es abrir, sino también orientar; no es averiguar lo que cada uno
sabe, sino desafiar lo que podemos pensar a partir de lo que sabemos. De este
modo, la pregunta tiene sentido y ayuda a construir sentidos compartidos entre
quienes la abordan. Abre un enigma para resolver, su enunciado postula el
espacio dentro del cual será posible construir la respuesta.
Establecer un recorte
Recorte es la acción de separar, de aislar una parcela de la realidad, con una
racionalidad propia, es decir, acercarse como si lo hiciera con una lenta de
aumento. Alude a una unidad de sentido dentro de la vasta realidad social, que
puede seguir desarrollándose en varias direcciones.
Recortar también es admitir que no enseñamos todos los contenidos, se
trata de relacionar ese “retazo” con otros recortes en el mismo grado o en grados
sucesivos; para lograr una mirada conjunta sobre la sociedad.
Decisiones que permiten realizar el recorte:
1- Adoptar un marco conceptual explicativo. El docente debe analizar y estudiar los
contenidos propuestos por el diseño curricular. Que enfoques se tendrán en
cuenta. Es decir, escoger un autor o un estudio particular en el cual basarse para
enseñar. Además, deberá plantearse qué relevancia tiene ese contenido para su
grupo de alumnos, según su contexto y sus necesidades formativas.
2- Pensar en tiempos y espacios acotados esto debe reunir que tenga sentido en sí
mismo y que sea adorable en un tiempo adecuado de enseñanza.
3- Definir un recorte ayuda a precisar los conceptos que habrán de enseñarse, tras
haber estudiado los contenidos desde un marco teórico particular, haber
sopesado las necesidades formativas de los alumnos y tras haber establecido una
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localización precisa en el tiempo y el espacio. Ver cuáles de ellos utilizaremos y
enseñaremos a utilizar en cada propuesta.
4- Permite abrir una puerta de entrada al tema. Esa puerta de entrada puede ser una
pregunta por el cual el contenido que ha de enseñarse es una respuesta posible,
un problema que los alumnos pueden encarar con los conocimientos que ya
tienen, pero que, al hacerlo, reconocen insuficientes o contradictorios. Formular
preguntas problematizadoras.
Definir y caracterizar objeto de enseñanza del área
1- Su objeto de estudio es infinito: la realidad social. La función de las Ciencias
Sociales en la escuela es, desnaturalizar las representaciones de la realidad
social, rigidizados a través de las experiencias sociales necesariamente acotadas
a cada estudiante. Y esto supone ampliar esa experiencia social, las ciencias
sociales ofrecen herramientas para analizar los discursos propios y ajenos sobre
la realidad social.
2- El objeto de estudio es complejo y no permite aislar variables. La complejidad del
mundo social está presente en cada uno de sus momentos, de sus espacios, de
sus protagonistas, donde la humanidad entera se recrea. Por tanto, cada hecho o
proceso social puede abordarse desde diferentes dimensiones: social, cultural,
económica, tecnológica, política. Aun eligiendo una de las dimensiones que se
considera más relevante, las demás están presentes y no se puede
desconocerlas, porque eso supondría perder la complejidad.
3- La realidad social es objeto de estudio de diferentes disciplinarias. La historia, la
geografía, la antropología, la sociología o la economía; conviene hacerlo
articulándolas entre sí.
4- Advertir que las disciplinas sociales son multiparadigmáticas, dentro de cada
ciencia social, hay diferentes vertientes y programas de investigación. Un mismo
proceso es estudiado e interpretado desde concepciones ideológicas
contrastantes, desde supuestos teóricos disímiles y metodologías de
investigación no siempre concertables.
5- Ver qué ocurre con los contenidos sociales en el aula: a diferencia de otras
disciplinas, tienden a abrirse y a ramificarse. Cualquier tema de las ciencias
sociales se relaciona con los otros. Es preciso que el docente proponga abordajes
ricos e interesantes para lograr en los alumnos comentarios y reflexiones.
Epistemología de la didáctica de las ciencias sociales – Camilloni A.
La enseñanza de las ciencias sociales exige a la didáctica la resolución
sistemática de una serie de problemas, se perciben con mayor agudeza y
evidencia en razón de la problemática propia de los contenidos con los que debe
trabajar. Para construir una didáctica de las ciencias sociales y establecer el
carácter propio del conocimiento de sus contenidos es necesario dar respuesta
explicita a cuestiones tales como la determinación del status epistemológico de
las ciencias sociales, la posibilidad de integración de las diferentes ciencias
sociales entre sí, el valor de verdad o certeza del conocimiento social, los límites
de la objetividad o neutralidad de ese conocimiento y su relación con los valores y
con la acción del hombre.
Didáctica de las ciencias sociales como disciplina
El status epistemológico de la didáctica es una cuestión controvertida que ha
dado lugar a diferentes interpretaciones. Una postura es la que sostiene que la
didáctica, como parte de una teoría de la educación, es una teoría práctica, no
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científica. La didáctica no puede ser sometida a los mismos controles que los que
recibe una teoría científica.
La teoría didáctica no puede tener carácter científico en razón de su
estrecha relación con una actividad práctica como la actividad docente y por
causa de sus presupuestos valorativos, de su carácter normativo o prescriptivo y
de los modos de validación o justificación de sus conclusiones que son
empleados corrientemente. Sin embargo, parte de un supuesto que debe ser
analizado y discutido, porque el concepto de ciencia que se adopta responde a la
misma interpretación positivista de la ciencia. Según este concepto positivista de
la ciencia, ella tiene como meta alcanzar la verdad, y postula como ideal el logro
de un conocimiento absoluto de la realidad en sí misma.
En el marco de una concepción positivista o neopositivista de la ciencia,
por lo tanto, seria discutible toda afirmación que postule el carácter científico dela
didáctica. Para esta corriente, entonces, la didáctica es una disciplina que no
puede ser considerada como un punto de vista científico porque está íntimamente
ligada a la búsqueda del logro práctico de los fines dela educación,
comprometida, por consiguiente y necesariamente, con una red de valores, con
un discurso que nunca puede excluir los juicios del deber ser, aunque sí pueden
caber dentro de ella diferentes teorías científicas.
Lo que debe discutirse, es el concepto positivista de la ciencia, en
particular cuando es aplicado al análisis de las ciencias sociales, en estas la
neutralidad valorativa es imposible. Es en la región de construcción del
conocimiento acerca de la sociedad y los procesos sociales donde se advierte
más intensa y directamente la importancia de los valores. No hay conocimiento
específicamente social ni conocimiento en general que pueda ser caracterizado
como libre de valores, deben construirse y reconstruirse permanentemente. Los
que están en juego no son los valores individuales, sino que se trata de valores
socialmente relevantes. Conocimiento y valor, lejos de oponerse o de reducirse el
uno al otro, se constituyen conjuntamente. Se puede concluir que un discurso en
el que los valores jueguen un papel fundante no queda necesariamente por ello
fuera del campo de los discursos científicos.
En la concepción positivista de la ciencia, se establece una clara
demarcación entre lo teórico y lo práctico, entre el conocimiento y la acción.
De acuerdo a la perspectiva weberiana, la ciencia pude dar el conocimiento, pero
“la elección sólo concierne a la persona”. Las ciencias deben ubicarse, sin duda
en el campo de la teoría. Max Weber afirmaba que la ciencia como tal no puede
dar valores normativos a sus juicios, aunque las ciencias sociales hayan nacido
históricamente de consideraciones prácticas.
En tanto saber-hacer, en tanto disciplina de carácter normativo y como
conocimiento necesariamente impregnado de valores, la didáctica no podría
aspirar sino a ser considerada una positivista o neopositivista le es negada la
posibilidad de constituirse en una disciplina científica por esencia y no por su nivel
de desarrollo histórico, hemos visto que, a partir de un nuevo concepto de ciencia
social, tomado la teoría crítica, los obstáculos epistemológicos pueden ser
levantados. La didáctica puede ocuparse y pre-ocuparse de la práctica
pedagógica, estar impregnada de valores elegidos y adoptar una postura
normativa, sin perder su potencial para construirse como disciplina científica.
La didáctica podría ser aceptada como disciplina científica y, en particular, como
una ciencia social. Pensamos que cuenta con suficientes condiciones de
validación y justificación de los conocimientos y las normas que ofrece, o podría
ofrecer, para la configuración de la práctica pedagógica y para la mejor
comprensión de ésta.
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En la teoría crítica, la ciencia social es definida a partir de una ruptura con
la concepción positivista. El dualismo hechos/decisiones y la contradicción
conocer/valorar, característicos del positivismo, son negados.
El programa que podría ser compatible con la afirmación de que la propia
didáctica puede construirse en una disciplina científica, contraponiéndose, sin
embargo, a la perspectiva positivista del conductismo, que la interpreta como
tecnología y no como ciencia, es el que podríamos denominar “programa
científico de una didáctica centrada en los significados. Se podría definir a la
didáctica como ciencia social, estructurada en torno de algunos supuestos
básicos, hipótesis y conceptos comunes a más de una teoría científica y centrada
en una peculiar definición de su objeto de conocimiento y acción: la enseñanza
como proceso mediante el cual docentes y alumnos no sólo adquieren algunos
tipos de conocimiento sin calificar sino como actividad que tiene como propósito
principal la construcción de conocimientos como significado.
La didáctica de las ciencias como ciencia social
Construir una ciencia social y una teoría acerca de cómo debe ser enseñada son
tareas que se enmarcan en problemáticas epistemológicas similares. Entre estas
problemáticas se destacan la necesidad de garantizar la ampliación de los
horizontes espaciales y temporales de sabios, docentes y alumnos.
Si las ciencias sociales exigen un compromiso que romper los límites de
los intereses personales o locales, siempre pequeños y parciales, y ello,
mezquinos, la universalidad de la humanidad como noción esencial también es
meta fundamental de la enseñanza de las ciencias sociales. Estas ciencias
procuran, igualmente, acrecentar la capacidad de comprensión/explicación de los
procesos sociales. Para ello deben plantear y resolver, la relación a establecer
entre el pensamiento acerca de lo general, nomotético, ya que permitirá formular
leyes, y la conceptualización de lo individual, idiográfico, que toma en cuenta sólo
lo propio y único de cada proceso social.
La acción didáctica es una acción con sentido, orientada a fines, y la
didáctica se ocupa no sólo de la investigación empírica con el propósito de
establecer su racionalidad, sino también de prescribir los fines cuyo logro es
deseable y los medios más apropiados para alcanzarlos.
Por ello, comprender la relación causal de los procesos de enseñanza y
aprendizaje supone explicarlos conceptualmente, para lo cual se hace necesario
estructurar, en un marco teórico integrado, los aportes de las diferentes ciencias
que se han ocupado específicamente de estudiar esos procesos o que trabajan
con objetos próximos que contienen, se intersectan o están incluidos en los
procesos que la didáctica estudia y construye.
La teoría didáctica, por lo tanto, no es autónoma. Es una teoría en la que
se construyen aporten de todas las ciencias sociales y también de otras ciencias.
La validación de una teoría social no se hace mediante la comparación con
un ámbito de objetos independiente; la didáctica como teoría social, configura la
práctica y se válida para ella.
La noción de realidad social es de carácter público y comunitario que sirve
de base para que la gente organice su experiencia, conocimiento y transacciones
relativos al mundo social. La enseñanza de las ciencias sociales es una forma
privilegiada de intervención en ese proceso, que debe dar paso a la ruptura
epistemológica necesaria para la conquista de un conocimiento científico de la
propia realidad y de los procesos sociales en lo que se instituye y a los que ella
instituye a su vez.
Diferentes dimensiones en la producción de conocimiento – Moglia
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Se pueden distinguir dos dimensiones en la producción de conocimiento en
Didáctica de las Ciencias Sociales: una teórica y otra procedimental y operativa.
La dimensión teórica, las investigaciones se proponen la producción de
conocimiento en torno al objeto propio del campo, es decir, sobre la acción
didacto-social.
Con relación a la dimensión procedimental y operativa, incluimos en la
misma, las investigaciones que desde diferentes enfoques teóricos centran su
interés en el desarrollo de modelos de intervención y su evaluación.
Conjuntamente con las investigaciones sobre modelos didácticos para la
enseñanza de las Ciencias Sociales en la escuela, existe una producción de
conocimientos sobre el hacer que conformarían el conocimiento profesional
operativo del sujeto de la acción. Podríamos incluir dentro de esta dimensión el
conjunto de conocimientos producidos con el objeto de diseñar, actuar y evaluar
las situaciones de intervención, de enseñanza y de aprendizaje del conocimiento
histórico y geográfico, si nos remitimos al espacio didáctico de la escuela. Es
decir, aquel que nos provee instrumental conceptual para reconocer y dar
respuesta a la variedad de problemas que se despliegan para y en la acción:
definir objetivos y propósitos, trabajar el contenido escolar, concebir estrategias,
seleccionar o generar herramientas y recursos, etc.
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