https://uami.wikispaces.com/%C2%BFQu%C3%A9+es+la+administracion+cientifica %3F.Taylor ADMINISTRACION CIENTIFICA DE TAYLOR LA ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA DE TAYLOR La administración científica fue iniciada por el ingeniero mecánico americano Frederick W. Taylor. En esencia, la administración científica implicaba una revolución mental, tanto de los trabajadores con respecto a sus deberes y compañeros, así como por parte del sector directivo o propietario, en cuanto a sus obligaciones administrativas hacia sus compañeros y hacia el personal obrero. Este cambio de mentalidad implicaba también un cambio de actitud de parte del personal administrativo y obrero. La idea principal de este cambio de actitud era la de dejar de ver a las ganancias (superávit) de la producción como la manzana de la discordia, y mejor trabajar en colaboración armónica en busca de un aumento de la producción que se pudiera traducir en mejoras para ambas partes, estas mejoras se traducían en un aumento en los salarios de los trabajadores y en mayores beneficios para los fabricantes, lo cual constituye el primer paso hacia la administración científica. El nombre administración científica se debe al intento de aplicar los métodos de la ciencia a los problemas de la administración, con el fin de alcanzar elevada eficiencia industrial. Básicamente aborda aspectos como estudios de tiempos y movimientos, selección de obreros, métodos de trabajo, incentivos, especialización e instrucción. Estos principios que estableció Taylor le permitieron obtener un mayor rendimiento de la mano de obra y de los materiales. Lo siguiente es información recolectada de Internet para complementar las lecturas VENTAJAS: a) Mayor especialización. b) Se obtiene la más alta eficiencia de cada persona. c) La división del trabajo es planeada y no incidental. d) El trabajo manual se separa del trabajo intelectual e) Disminuye la presión sobre un solo jefe por el número de especialistas con que cuenta la organización. DESVENTAJAS: a) Dificultad de localizar y fijar la responsabilidad, lo que afecta seriamente la disciplina y moral de los trabajadores. b) Se viola el principio de la unidad de mando, lo que origina confusión y conflictos. http://www.escuelamanagement.eu/direccion-de-empresas/que-es-laadministracion-cientifica-concepto-y-principios A finales del siglo XIX y principios del XX, el ingeniero industrial Frederick Winslow Taylor decidió observar a los obreros de las fábricas para investigar desde un punto de vista empírico los problemas que presentaban las empresas dedicadas a la producción a gran escala. Surge así lo que es la administración denominada científica. ¿Qué es la administración científica? Junto a otros pensadores como Charles Babbage, H. Robinson Towne o Joseph Wharthon, Taylor puso en marcha una nueva rama del conocimiento que aunaba dos campos hasta entonces separados: el sector empresarial y la investigación científica. Esta disciplina, también llamada taylorismo, consiste en la aplicación de una evaluación puramente matemática a los procesos empresariales con el objetivo de descubrir los fallos que se producen durante la actividad de las compañías y diseñar soluciones que optimicen el rendimiento de la organización. Los inicios de lo que es la administración científica supusieron una revolución en cuanto a la forma de ver los negocios y la Ciencia del Trabajo que impulsó Taylor y sus colegas está aun férreamente implantada en las empresas. Las evaluaciones de personal, los sistemas de ingeniería de la calidad o los modelos MTM de medición del tiempo son el resultado de esas primeras investigaciones. Conclusiones y principios de Taylor Tras su trabajo de observación, el experto nacido en Filadelfia llegó a cuatro conclusiones que no dejaban muy bien parada a la administración gerencial de las empresas coetáneas: No existía un sistema efectivo de trabajo. No se ofrecían incentivos económicos para motivar a los empleados. Los directivos adoptaban decisiones sin una base científica que las respaldara. No se tenían en cuenta las destrezas de los trabajadores a la hora de asignarlos a sus respectivos puestos. Ante este panorama, Taylor desarrolló otras tantas pautas, recogidas en su obra Principios de la administración científica, sobre las que debería basarse la actividad empresarial para no repetir los errores desvelados a través de sus investigaciones: Reorganización del trabajo. El primer consejo que realizó Taylor a los gerentes fue remplazar los sistemas de trabajo ineficientes por otros métodos más optimizados, reduciendo los tiempos de producción, la maquinaria necesaria, la idoneidad de los procesos… Selección adecuada del trabajador. En lugar de asignar roles sin tener en cuenta las habilidades de los trabajadores, Taylor propuso la evaluación previa de sus capacidades y la ubicación de los empleados en función de estas. De este modo, se mejoraría el desempeño del profesional, al estar más motivado y satisfecho con su trabajo, redundando en la productividad de la compañía. Cooperación entre directivos y plantilla. Otro de los problemas descubiertos por Taylor fue la falta de cohesión entre los gerentes y los operarios. Estos dos colectivos perseguían metas distintas, cuando es necesario que actúen bajo un mismo propósito para conseguir un buen funcionamiento de la organización. Por ello, el autor propuso incentivar a los empleados que trabajaran mejor, de forma que estuvieran implicados en la empresa, y la creación de una red de cargos intermedios que supervisaran directamente a los equipos y les asesoraran e instruyeran durante los procesos. División del trabajo entre los responsables y los colaboradores. El cuarto principio de Taylor hace referencia a la necesidad de que los gerentes se responsabilizaran de la planificación y dirección, mientras que los trabajadores se dedicaban a la ejecución de las decisiones, logrando una mayor eficiencia. http://laadministracionsami2.blogspot.mx/p/enfoque-cientifico-de-laadministracion.html Ingeniero estadounidense, hizo sus estudios en Europa y se desempeñó en la industria metalúrgica, donde realizó gran parte de sus investigaciones. En 1878 ingresó en la Midvale Steel Company y en 1884 ascendió al puesto de jefe de diseño de modelos, donde realizó importantísimos estudios, base de sus teorías. Taylor fue muy influido por H. Robinson Towne, a quien reconoció por sus aportaciones a su trabajo, aunque criticó sus sistemas de pago. En 1900, ante la American Society of Mechanical Engineers, presentó los estudios realizados en la Midvale Steel Co. Como consecuencia de su observación de los procesos productivos en la Midvale Steel, Taylor llegó a las siguientes conclusiones: • • • • No existía ningún sistema efectivo de trabajo. No había incentivos económicos para que los obreros mejoraran su trabajo. Las decisiones eran tomadas militar y empíricamente, más que por conocimiento científico. Los trabajadores eran incorporados a su labor sin tomar en cuenta sus habilidades y aptitudes. Trató de desarrollar métodos para organizar el trabajo tomando en cuenta los materiales, las herramientas y las habilidades personales. Así mismo, inventó diversas máquinas, entre las cuales se destaca la fresadora para cortar metales. Resumiendo, las aportaciones de Taylor, podemos decir que elaboró un método para estudiar los tiempos y movimientos del trabajo, base de sus principios de dirección operativa. Tiempos y movimientos en el trabajo Estos estudios consistieron en analizar escrupulosamente el tiempo que toma, o debería tomar, una máquina o un trabajador para efectuar un proceso dado. Taylor dividió cada tarea, trabajo y proceso en sus elementos más importantes, con la ayuda de un reloj cronómetro y obtuvo métodos ideales de trabajo, basándose en el perfeccionamiento de los mejores elementos del proceso de trabajo de los distintos obreros. Buscaba suprimir los movimientos equivocados, lentos e inútiles. Para lograr su propósito observó a los mejores obreros. Así lo relata en su obra “Principios de administración científica”: Nuestro primer paso fue la selección científica del obrero. Al tratar con los obreros bajo este tipo de Administración, es una regla inflexible la de hablar y tratar con uno solo por vez, puesto que cada obrero tiene sus capacidades y restricciones especiales (…) no estamos tratando con obreros en masa, sino que tratamos de llevarlos individualmente a su mas alto rendimiento y prosperidad”. Principios de dirección de operaciones Selección científica y preparación del operario: a cada trabajador se le debe asignar la tarea más elevada que él pueda desarrollar, de acuerdo con sus aptitudes. Taylor subrayó la importancia de la selección y preparación de los obreros: a cada cual había que encargarle el trabajo que mejor pudiera desempeñar, de acuerdo con su habilidad inicial y su potencial de aprendizaje. Establecimiento de cuotas de producción: cada trabajador debe producir en su proceso cuando menos cierto volumen, nunca inferior a la cuota establecida para ese proceso particular. Proporcionar incentivos salariales: se deben asignar tarifas de remuneración por unidad producida al trabajador que alcanza las cuotas de producción; al que las excede, debe dársele una mayor remuneración. Planificación centralizada: hay que procurar una distribución equilibrada entre la responsabilidad de los trabajadores y la dirección, dejando el trabajo operativo a los obreros y la planificación del trabajo a la dirección. Este último concepto ha sido severamente criticado, debido a que consideró al hombre como un apéndice de la máquina y menospreció la creatividad del obrero, basándose en su baja preparación escolar y sus malos hábitos de trabajo. Por la importancia que le dio a la planificación, Taylor sostuvo que ésta debería separarse de la operación y constituirse en una unidad independiente, bajo la responsabilidad de técnicos altamente calificados con grados en ingeniería, los cuales deberían diseñar y seleccionar las máquinas y herramientas, fijar las cuotas de producción, los tiempos y movimientos, así como los flujos de las operaciones, todo ello, sin la intervención de los obreros. Integración del obrero al proceso: no obstante que Taylor sostiene que la planificación es atribución de la alta dirección, y que debe llevarse a cabo solo por ingenieros altamente capacitados para calcular con precisión matemática las dimensiones y requisitos que debe tener el producto o subproducto del proceso, señala que, si no se logra la colaboración de los obreros, los productos de cada proceso no alcanzarán la calidad adecuada. Por ello, rectifica diciendo que su principio de planificación centralizada debe tomar en cuenta la visión del operario. Supervisión líneo–funcional de la producción: Taylor señaló que las funciones del supervisor deberían desconcentrarse, dividirse por áreas y ser ejecutadas por los encargados de puestos que él sugirió, tales como: - Inspector - Medidor de tiempos - Medidor de rapidez - Subjefe de tramo de producción o proceso - Escribiente de circulación Críticas al enfoque científico: Con el paso del tiempo, los efectos de su sistema fueron, en ocasiones, totalmente negativos y propiciaron diversas reacciones de los sindicatos. Históricamente, como escuela, el taylorismo da respuesta a las necesidades de los productores que tienen problemas organizacionales y que no los logran controlar. Además, es un instrumento apto para explotar al trabajador. Por ello, la Federación Americana del Trabajo lo denominó “un esquema diabólico para reducir a los hombres a la condición de máquinas”. Se le critica el hecho de haber separado al obrero del trabajo creativo y haberlo relegado al papel de apéndice de la máquina.