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CAMISAY CUNY clase 17 OCTUBRE POWER POINT 2021 (2)

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“El 17 de Octubre”
Marcelo Camisay
Profesora Verónica Virdó
Materia: TCPD III Prácticas
Pedagógicas
La Historia habla de los hechos vistos desde afuera, y las
memorias hablan de los hechos vistos desde adentro
Agnes Heller
Desde la mañana temprano, las columnas de
trabajadores venían confluyendo en la Ciudad de
Buenos Aires. Habían llegado desde Berisso,
Ensenada y La Plata, desde el sur del conurbano
bonaerense, desde La Matanza en el oeste.
Decenas de miles de personas habían cruzado el
Riachuelo, sin detenerse cuando el gobierno del
general Edelmiro Farrell –nacido en el sur
bonaerense– ordenó levantar los puentes en un
vano intento de frenarlas.
Juan Domingo Perón, que había ido construyendo
poder en la Secretaría de Trabajo y Previsión y como
Ministro de Guerra, había alcanzado la
vicepresidencia a mediados de 1944. A principios de
octubre y presionado, se vio obligado a renunciar a
todos sus cargos. Fue detenido el 13 de octubre y
llevado a la isla Martín García pero, ante el clima
creciente de sublevación popular y por consejo de
los médicos que se trasladaron a la isla, finalmente
fue llevado a Buenos Aires e internado en el Hospital
Militar.
Ese día nació el movimiento
peronista, que luego sería
formalizado como partido a
fines de 1946, ya con Perón en
la presidencia. Al mismo
tiempo, un nuevo sujeto
histórico, una otredad, se hizo
presente representado en parte
de esas cientos de miles de
personas en la Plaza de Mayo.
Ya nunca abandonaría la vida
pública: la clase obrera, los
“descamisados”, sustantivos
denigratorios y xenófobos
aparte. Hasta ese día, no habían
sido tenidos en cuenta por las
élites que gobernaban. También
nacía, directamente ligado al
peronismo, su reverso: el
antiperonismo, tan clave para
entender la política argentina
desde entonces.
Farrell y Eduardo Ávalos, uno de los líderes del Grupo de Oficiales Unidos (GOU)
que dieron el golpe militar en 1943, se dieron cuenta de que se habían metido en
un problema. Pactaron que Perón hablaría a los manifestantes para
tranquilizarlos, que no debía hacer referencia a su detención y que, además, les
pediría que se retiraran; como contrapartida, el gabinete renunciaría en su
totalidad; Farrell quedaría al mando del Ejecutivo, pero Ávalos solicitaría su
retiro.
El 14 de octubre de 1945, el coronel Juan D.
Perón preso en la isla Martín García le
escribió una carta a su novia, Eva Duarte, de
la que se había separado cuando fue
detenido después de haber pasado dos días
juntos escondidos en una casa del Tigre.
La carta fue reproducida en cientos de
textos. Lo que es no es tan conocida es la
historia de esas líneas, quién obtuvo el
documento y qué importancia tuvo para la
evaluación de lo hechos del histórico 17 de
Octubre de 1945.
Fue el historiador Félix Luna el que dio con
la carta mientras se documentaba para
escribir su libro El 45, publicado en 1969,
para el que entrevistó al general Perón
entonces exiliado en Madrid en una charla
que duró desde las 8 de la mañana hasta las
6 de la tarde, según contó Luna en una
conferencia que ofreció en la ciudad de La
Plata.
La carta
Después contó la historia de cómo dio con el
documento y lo atribuyó a “la suerte del
historiador”:
“Resultó que la hija de un militar retirado me
contó que en una cena de camaradería su
padre había escuchado un comentario que
señalaba que uno de los presentes en la cena
poseía una carta de Perón escrita desde Martín
García. Hubo que rehacer la lista de todos los
presentes, llamar a uno por uno hasta ubicar al
poseedor de la carta, la que yo pude fotocopiar
con hidalguía y devolver con estupidez. Aquel
militar la había encontrado en la mesa de luz de
Perón después del derrocamiento, porque le
habían encargado la custodia de la casa”.
Y respecto a la importancia
del documento, Luna
sostuvo que la carta resultó
muy importante “por
cuanto me permitió
descubrir que Perón no
se encontraba en aquel
momento con la
tranquilidad con que se lo
describía, sino que por el
contrario se hallaba
deprimido y se sentía
derrotado. Era un hombre
que, en aquella instancia,
solo quería retirarse y
casarse con la mujer que
amaba”.
Fuente: Luna, Félix. El 45. Editorial Hyspamérica. Bs. As. 1984.
Mi tesoro adorado:
Sólo cuando nos alejamos de las personas queridas podemos medir el cariño.
Desde el día que te dejé allí con el dolor más grande que puedas imaginar no he
podido tranquilizar mi triste corazón.
Hoy sé cuánto te quiero y que no puedo vivir sin vos.
Esta inmensa soledad está llena de tu recuerdo.
Hoy he escrito a Farrel pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salgo nos
casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos.
Desde casa me trajeron aquí, a Martín García, y no sé por
qué estoy aquí ni me dicen nada. ¿Qué te parecen Farrell y Ávalos?
¡Qué par de bastardos, hacer esto con su amigo! Así es la vida.
Lo primero que hice al llegar fue escribirte.
No pierdas los nervios ni descuides tu salud en mi ausencia hasta que vuelva.
Estaría más tranquilo si supiera que no corres peligro y estás bien.
Dile, por favor a Mercante que hable con Farrell para saber si autorizan que nos
vayamos a Chubut. Creo también, que tendrías que poner en marcha algún tipo
de papeleo legal… Ten mucha calma.
Mazza te informará de cómo va todo.
Haré lo posible por regresar a Buenos Aires.
Si se acepta mi excedencia nos casaremos al día siguiente y si no, ya lo
arreglaré todo de una manera u otra, pero sea lo que sea, pondremos fin a tu
vulnerable situación.
Amor mío, tengo en mi cuarto aquellas pequeñas fotos tuyas y las contemplo
todos los día con los ojos húmedos.
Que no te pase nada o de lo contrario mi vida habrá acabado.
Cuídate mucho y no te preocupes por mí, pero quiéreme mucho porque
necesito tu amor más que nunca… Escribiré un libro sobre todo esto…y ya
veremos entonces quién tenía razón.
Lo malo de este tiempo y especialmente de este país, es la existencia de tantos
idiotas, y como sabes, un idiota es peor que un canalla.
Bueno mi vida, me gustaría seguir escribiendo todo el día pero Mazza te contará
más de lo que yo te pueda decir.
La lancha llegará dentro de media hora.
Mis últimas palabras en esta
carta serán para pedirte calma.
Muchos, muchísimos besos a mi queridísima chinita.
Perón
Apreciando la carta que escribió Juan Domingo Peron a Eva Duarte distinguiremos:
¿Qué tipo de carta es?
¿Qué intención subyace en la misma?
¿Qué diferencia de una carta formal de una informal?
¿Qué convicciones se advierten en Peron?
¿Los sucesos del 17 de Octubre influyeron en su decisión de seguir dedicándose a
la política por el resto de su vida ?.
Nació el 12 de febrero de 1887 en el
partido de Lanús, fue el décimo primer
hijo de Juan Celedonio del Corazón de
Jesús Farrell y de Catalina Plaul . Su
familia paterna descendía del condado
de Longford en Irlanda, de donde
emigró a la Argentina en 1830 su
abuelo Matthew Farrell .
El General Farell asumió la
Presidencia de la Nación que
abandonaba Ramírez y el coronel
Perón aseguraba para sí la
vicepresidencia, que sumaba a los
cargos de Ministro de Guerra y
Secretario de Trabajo y Previsión.
Perón virtualmente concentraba en
sus manos todo el poder del gobierno
revolucionario.
Edelmiro Farrell
Amaro Ávalos
Temprano por la mañana de aquel
día, las guarniciones de Campo de
Mayo alertaron al flamante ministro
de guerra que algo se tramaba en
la periferia de Buenos Aires. Como
se requerían al menos cuatro
horas para movilizar a las tropas
hacia el centro de la ciudad,
requirieron la autorización de su
comandante para iniciar los
aprestos. Sin embargo, la orden
nunca llegó. Ávalos prefirió
reunirse con Farrell en la Casa
Rosada al mediodía y aguardar los
acontecimientos.
En los días previos a estos sucesos Ávalos se había mostrado
particularmente renuente a reprimir a como diera lugar ninguna
manifestación a favor de Perón. Esta reluctancia podría
explicarse por un profundo sentimiento de culpa que lo afectaba
desde los sucesos de junio de 1943. Al mando de una columna
de sublevados decidió invadir los predios de la Escuela de
Mecánica de la Armada, una institución que se había mostrado
neutral ante la decisión de derrocar a Castillo. Esto produjo un
altercado con los marinos, lo que derivó en una feroz refriega y
en importantes pérdidas humanas.
La revolución del ’43 no sólo había dado el puntapié inicial del mito
peronista sino que, también desarmó psicológicamente al único
oficial que podría haber detenido eficazmente el ascenso de Perón.
Domingo
Mercante
El peronismo se fundó sobre dos pilares iníciales:
Juan Domingo Perón y Domingo Alfredo
Mercante. Fueron íntimos amigos y compartieron
toda su carrera política y militar. En las
elecciones de febrero de 1946, las fuerzas
peronistas presentaron la candidatura de Perón a
la Presidencia de la Nación y de Mercante al
Gobierno de la provincia de Buenos Aires. Solo a
partir del 22 de enero de 1944 se incorporó Eva
Duarte como tercer pilar del peronismo, con
motivo de que Mercante se la presentase a Perón
en el célebre Festival de San Juan celebrado en
el Luna Park.
Dr. Miguel Angel Mazza
El Capitán Miguel Angel Mazza fue el doctor
personal de Juan Domingo Perón durante su
prisión en la isla Martín García. Especializado
como médico cirujano, Mazza fue uno de los
impulsores de la llegada de Perón a Buenos
Aires como miembro de una fabulosa
conspiración a partir de la falsificación de las
radiologías que simularon una enfermedad
pulmonar del Coronel.
Cipriano Reyes
Luego del golpe del 4 de junio de 1943, el tándem
Edelmiro J. Farrel-Juan Domingo Perón manejaba
las riendas del gobierno.
Fue durante la gestión de Perón cuando entraron en
vigencia diversas leyes laborales que, hasta ese
momento habían integrado listas de viejas peticiones
obreras. Se estaba modificando el sistema de régimen
laboral y los sindicatos vieron en Perón a un interlocutor
válido para que sus reinvindicaciones se hicieran
realidad. La firma de convenios colectivos de trabajo, la
indemnización por despido, el reconocimiento de la
jubilación o la creación de tribunales de trabajo fueron
algunas de las medidas que fueron el inicio de un sólido
vínculo entre Perón y el mundo de los trabajadores.
A Perón lo llevaron detenido con débiles argumentos a
Martín García, y lo alojaron en lo que hoy es la escuela de
la isla. Ya sea parte de una maniobra o una actitud sincera,
Perón amagó con dejar la vida pública e irse con Evita.
Ella contactó a varios abogados para que presentasen un
hablas corpus y lo dejasen ir. Finalmente, a Perón lo
trasladaron al Hospital Militar Central donde, desde el piso
11, se sabía dueño de la situación.
Sólo esperaba el momento. Como desde el sindicalismo
presionaban por conocer el paradero de Perón, los primeros
en reaccionar fueron los obreros del Sindicato Autónomo de
Obreros de la Carne, liderados por Cipriano Reyes. Su
objetivo era movilizar gente al Hospital Militar y forzar la
liberación de Perón.
Reyes tomó conciencia que, con un poco más de organización,
el objetivo de llegar a Plaza de Mayo era viable, más aún
cuando comprobaron que la policía relajaba la vigilancia y hasta
algunos agentes miraban este movimiento con simpatía. Otros
sindicatos se les unieron. La voz comenzó a correr. "Los que
están con Perón que se vengan al montón", coreaban.
Reyes y otros dirigentes sindicales habían fundado en 1945 el Partido Laborista
para apoyar la candidatura de Perón a presidente.
A Reyes le hicieron la vida imposible. Sufrió diversos atentados,
siendo el más trágico el que ocurrió el 4 de julio de 1947 cuando
balearon al taxi donde se movilizaba; el conductor falleció y él
terminó herido. Y mientras su fuerza política mermaba día a día,
desde Presidencia se anunciaba que el Partido Único de la
Revolución Nacional se llamaría Partido Peronista.
En 1948 -cuando Perón ordenó disolver el Partido Laborista- un
Reyes carente de apoyos políticos, fue finalmente detenido junto
a otros dirigentes.
Lo acusaron de planear el asesinato de Perón y su esposa el 12
de octubre, en una velada a la que asistirían en el Teatro Colón.
Con el rótulo de traidor al movimiento, se anunció su detención
con grandes títulos en los diarios oficialistas y en las radios.
Eva
Duarte
En su departamento de la calle Posadas,
Eva Duarte escucha las palabras de
Perón a través de la radio. Unas horas
después ambos se encontrarán en ese
mismo departamento y se casarán una
semana más tarde. Sobre el papel de Eva
durante el 17 de octubre se escribió
bastante. Dependiendo el posicionamiento
político, el sesgo ideológico o la fuente a
consultar, se la puede encontrar
organizando maquiavélicamente los pasos
a seguir para la liberación del líder
cautivo, arengando a las masas o hasta
dirigiendo los lineamientos de la CGT para
llamar al paro general.
Debemos recordar que Eva aún no es Evita y que los hechos de la
semana que culmina con la movilización del 17 habían resultado
bastante traumáticos para ella. Luego de la renuncia de Perón a sus
cargos, Eva perdió su trabajo como propagandista de la Revolución
de Junio que desempeñaba en Radio Belgrano y luego del traslado
de Perón a la isla Martín García el contacto con su pareja se vuelve
aún más impreciso. De este momento se conservan las cartas entre
ambos que demuestran lo frágil y desesperante que era la situación.
“ella en ningún momento se posiciona en un papel
de preponderancia” y agrega: “En los documentos
ella habla más de sus sentimientos, de su dolor, de
la pena que sentía, del llanto que le generaba la
situación de injusticia. Con posterioridad, en una de
sus clases en la Escuela Superior Peronista dice
claramente que ni ella, ni la CGT liberaron a Perón,
sino que fueron los sindicatos, los obreros y el
pueblo en las calles”.
Casa donde Perón estuvo detenido. Isla Martín García.
Perón. Su relato
https://www.youtube.com/watch?v=Z7kJy6tVh6s&feature=youtu.be
“He dejado deliberadamente para lo último el recomendarles que al abandonar
esta magnífica asamblea, lo hagan con mucho cuidado. Recuerden que
ustedes, obreros, tienen el deber de proteger aquí y en la vida a las numerosas
mujeres obreras que aquí están (…) Y ahora, para compensar los días de
sufrimiento que he vivido, yo quiero pedirles que se queden en esta plaza,
quince minutos más, para llevar en mi retina el espectáculo grandioso que
ofrece el pueblo desde aquí”
El aspecto económico. La
década infame.
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La economía de la época mostró el último intento de los sectores
oligárquicos por mantener una estructura productiva basada en el modelo
agroexportador, modelo que había entrado en crisis y que dependía
principalmente del contexto externo, también en crisis. El intento por
sostener una economía que sólo beneficiara a los dueños y propietarios de
la tierra y mantuviera a la gran masa de trabajadores empobrecida fue la
característica sobresaliente de la época.
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Esto quiere decir que a lo largo de estos años reapareció el fraude político
pero también la noción de que ante un gobierno que no contara con el apoyo
de los sectores poderosos, el golpe de Estado era la única opción disponible
a ejecutar. Desde 1930 hasta 1976 esta forma de actuar del ejército
permaneció viva y con mucha fuerza.
La economía de la época mostró el último intento de los sectores
oligárquicos por mantener una estructura productiva basada en el modelo
agroexportador, modelo que había entrado en crisis y que dependía
principalmente del contexto externo, también en crisis.
El intento por sostener una economía que sólo beneficiara a los dueños y
propietarios de la tierra y mantuviera a la gran masa de trabajadores
empobrecida fue la característica sobresaliente de la época.
Ley de Acton
John Emerich Edward Dalkberg Acton, Lord Acton, nacido de madre
alemana y padre inglés, se formó en Alemania porque a causa de su religión
no fue admitido en la Universidad de Cambridge como estudiante; aunque
con el tiempo se convertiría en Profesor de Historia Moderna en dicha
universidad. Fue un pensador liberal que defendió las libertades políticas y
la independencia de los historiadores al investigar los escándalos y abusos
del poder, de gobierno e iglesia, del pasado y del presente. Es sobre todo
conocido por ser el acuñador de la frase: ”Power tends to corrupt, and
absolute power corrupts absolutely” (El poder tiende a corromper y el poder
absoluto corrompe absolutamente) escrita en una carta, en 1887, remitida al
obispo católico Mandell Creighton, autor de Historia del Papado, que
pensaba que no se podía juzgar la conducta de los papas. Lord Acton
replicaba al obispo en su misiva que el Papa y el Rey pueden ser juzgados
como el resto de los hombres.
“No puedo aceptar su doctrina de que no debemos juzgar al
Papa o al Rey como al resto de los hombres con la presunción
favorable de que no hicieron ningún mal. Si hay alguna
presunción es contra los ostentadores del poder,
incrementándose a medida que lo hace el poder. La
responsabilidad histórica tiene que completarse con la búsqueda
de la responsabilidad legal. Todo poder tiende a corromper y el
poder absoluto corrompe absolutamente. Los grandes
hombres son casi siempre hombres malos, incluso cuando
ejercen influencia y no autoridad: más aún cuando sancionas la
tendencia o la certeza de la corrupción con la autoridad.”
Película “Juán y Eva”(2011)
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