Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx DOCENTE: Mgtr. Luis Antonio Noblecilla Rivas PRESENTADO POR: Farfán Humpiri Lucero Suyakuy FILIAL: Juliaca CODIGO: 2016153487 SEMESTRE: XI Tema: Impacto en la institucionalidad y la estabilidad jurídica aplicado al conflicto de poderes. VACANCIA DEL PRESIDENTE EN EL PERÚ INTRODUCCION: Para entender acerca de las relaciones entre los poderes del estado, se debe entender su aplicación contemporánea y la existencia de los derechos garantizados hacia los ciudadanos. La división de poderes existente, es parte del Estado como una muestra liberal de Derecho, se ha ido transformando a través de cada gobierno y junto con ello superando una serie de conflictos que permitió a los ciudadanos vivir una política libre. (Linz, 1994)La separación de poderes concebida como una forma absoluta, frente a la nación peruana (jurídicamente hablando). Siendo conformada por el gobierno republicano del Perú, la estructura del estado se define en concordancia con la Constitución Política del Perú. El país se reconoce como un estado social, que goza de independencia y soberanía, bajo un gobierno presidencial representativo y descentralizado. Cabe recalcar la organización según el principio de separación de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) contando cada uno con organizaciones y atribuciones específicas. Cada poder goza de autonomía e independencia. Para resolver conflictos, cada poder debe llevar una manera organizada y dar soluciones a los problemas. (Campos, 2014) El poder Legislativo está conformado por el congreso (congresistas) que previamente fueron elegidos de acuerdo a una cierta cantidad de votos. La función de este poder es presentar leyes y soluciones velando el respeto hacia la constitución y la ley. En cambio, el Poder judicial es quien se encarga de la administración de justicia a través de sus órganos jurisdiccionales, garantizando así la seguridad jurídica y la tutela jurisdiccional. Mantiene la paz social y el desarrollo nacional. Visto lo anterior, se deduce que cada poder tiene una organización estable dispuesta a contribuir a la solución de conflictos. (Mora-Donatto, 2001) Ahora, ¿Por qué existe conflictos entre los poderes del Estado? Los conflictos entre los poderes fueron apareciendo dentro del escenario político conforme pasaba el tiempo. Anteriormente la lucha de ambos poderes pasaba desapercibida puesto que existía un poder dominante y subsumía por completo a los demás poderes. Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx DESARROLLO: Durante el año 2020 existió un fuerte conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, a pesar de que se veía venir una unión pacifica para gobernar el Perú de manera unánime, por la reunión llevada por el entonces presidente de la Republica y el desaparecido presidente del Congreso Manuel Merino, puesto que se veía venir una vacancia presidencial. Los conflictos existentes entre los poderes siempre han sido ocasionados por el sistema presidencial. Para entender a fondo el tema, se debe entender la dinámica que existe entre los poderes y su forma de gobierno. La forma de gobierno del Perú es influenciada por un modelo estadounidense, es decir, un sistema de gobierno presidencial. Entre las características del presidencialismo se pueden destacar la doble legitimidad, la rigidez del tiempo del mandato y la identificación con los líderes más que con los partidos y estructuras. La doble legitimidad se refiere a que las elecciones del presidente y de los parlamentarios se hacen de manera separada; así, ambos reclaman legitimidad democrática y afirmar representar a los ciudadanos. Por otro lado, la rigidez del mandato presidencial genera incentivos anticonstitucionales para la solución de conflictos entre poderes. Por otro lado, las características del presidencialismo también generan que no existan incentivos para que el Poder Ejecutivo y el Legislativo cooperen, puesto que su éxito no está relacionado. Sucede lo contrario en el parlamentarismo, en el cual el congreso es el encargado de elegir al presidente y, por lo tanto, los parlamentarios tienen responsabilidad en su desempeño. En este sentido, en el presidencialismo, hacer una oposición aguerrida contra un presidente impopular puede presentarse como un activo para la carrera política de un legislador. De manera opuesta, los legisladores pueden ser más flexibles con el control político ante un presidente popular, al intentar obtener parte de su prestigio. La constitución política peruana, busca teóricamente el equilibrio de poderes. Sin embargo, existen limites que no permiten un balance entre ambos poderes por lo cual se busca una reforma constitucional. A pesar del régimen presidencial y que, dicho sea de paso, existe en la mayor parte de Latinoamérica. En el caso peruano, ha devenido en un diseño constitucional bastante imperfecto que, en determinadas coyunturas políticas, como la que vive el país desde julio del 2016, de confrontación entre Gobierno y Parlamento, puede convertirse en un elemento más de inestabilidad política. Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx El pasado 4 de agosto del presente año, el Parlamento nacional negó la confianza al Consejo de Ministros, presidido por Pedro Cateriano, obligándolos a renunciar tan sólo 20 días después de haber sido designados por el presidente de la República, Martín Vizcarra. Si bien es una potestad del Parlamento prevista en el artículo 130° constitucional, es la primera vez en 26 años de vigencia de la Constitución de 1993 que el Parlamento niega la confianza a un Consejo de Ministros que recién iniciaba sus funciones, en medio de una de las más terrible crisis sanitaria y económica que haya sufrido el Perú como consecuencia del coronavirus. Pocos días después, el Parlamento otorgó la confianza a otro Consejo de Ministros presidido por el ex general del Ejército Walter Martos, pero integrado -casi- por los mismos ministros y ministras del anterior. Esta conflictiva relación entre el Ejecutivo y Legislativo fue a causa de las elecciones presidenciales y sin mayoría parlamentaria, que tras una serie de altibajos el 30 de Setiembre del 2019 el entonces presidente de la Republica, Martin Vizcarra, decide disolver constitucionalmente el congreso y convocando así a nuevas elecciones parlamentarias. Antes de esa fecha, en el Perú, los Jefes de Estado habían contado con sólidas o precarias mayorías parlamentarias, situación ante la cual, el sistema de pesos y contrapesos diseñado por la Carta de 1993 había respondido o, al menos, no había contribuido a generar mayor inestabilidad política. Si bien el equilibrio de poderes está presente en gran parte del texto constitucional, este sistema de pesos y contrapesos entre Ejecutivo y Legislativo está regulado en forma bastante imperfecta en el capítulo “De las relaciones con el Poder Legislativo” (artículos 130° a 136°); imperfección que hasta el momento ha sido subsanada por la interpretación que ha realizado el Tribunal Constitucional peruano en algunas sentencias, entre las que destaca la que interpreta la potestad del Presidente de la República de disolver el Parlamento. Por un lado, el Congreso de la República tiene las facultades de interpelar o censurar ministros(as) o de negarles la confianza; así, un ministro(a) en forma individual o el Consejo de ministros están obligados a renunciar si son censurados o si se les niega la confianza. Por su parte, el Consejo de ministros puede pedir la confianza y si la misma es negada en dos ocasiones, el Jefe de Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx Estado está habilitado constitucionalmente a disolver el Congreso de la República y convocar a elecciones sólo parlamentarias, salvo en el último año de su mandato: “El Presidente de la República está facultado para disolver el Congreso si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros. En este contexto, cada vez hay más consenso político y académico en torno a la necesidad y pertinencia de una reforma constitucional que mejore y aclare el actual sistema de pesos y contrapesos. Al respecto, la Comisión de Alto Nivel para la reforma política que creó el presidente de la República en diciembre del 2018, emitió un valioso y voluminoso informe en el que formula algunas recomendaciones sobre el particular. Si bien es claro que el diseño constitucional de un sistema de pesos y contrapesos no confiere por sí mismo estabilidad política a un país, pues ello depende de múltiples factores sociales, económicos y culturales, también es claro que tal sistema tampoco debe convertirse en un elemento de inestabilidad e incertidumbre. En ese sentido, la actual y severa crisis de los partidos políticos en el Perú es sin duda la principal fuente, no sólo de inestabilidad política, sino de corrupción y gran descrédito de la democracia y el Estado de derecho. Estas propuestas de reforma constitucional están dirigidas no sólo a reafirmar el modelo presidencialista de gobierno que rige en el Perú, sino también a delimitar con mayor rigor y claridad el balance o equilibrio de poderes entre Ejecutivo y Legislativo. En ese sentido, considero que la inmunidad presidencial prevista en el art. 117° constitucional también podría ser objeto de revisión y reforma, incorporando los supuestos de gran corrupción o graves violaciones de derechos humanos como causales de acusación por parte del Parlamento. Si bien es claro que el diseño constitucional de un sistema de pesos y contrapesos no confiere por sí mismo estabilidad política a un país, pues ello depende de múltiples factores sociales, económicos y culturales, también es claro que tal sistema tampoco debe convertirse en un elemento de inestabilidad e incertidumbre. En ese sentido, la actual y severa crisis de los partidos políticos en el Perú es sin duda la principal fuente, no sólo de inestabilidad política, sino de corrupción y gran descrédito de la democracia y el Estado de derecho. Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx CONCLUSION: Como quiera que se vea, el marco constitucional peruano no solamente no tiende a evitar los conflictos entre los legisladores y el presidente, sino que no ofrece respuestas para que si surgen puedan ser resueltos; en este sentido, el caso de la aprobación del presupuesto al que ya se ha hecho referencia es bastante ilustrativo. La adecuación del texto constitucional se debe enmarcar, quizá, en una estrategia más amplia que pueda suponer un cambio profundo del texto de la Constitución. No se debe descuidar el hecho de que el Perú ha sufrido profundas transformaciones en su sistema político, lo que necesariamente ha de generar una nueva racionalidad jurídica, concretada en parte a través de renovados dispositivos e inéditos arreglos institucionales. Al abordar dicho proceso de reformas, que todo parece indicar que es necesario y urgente, se debe tener presente la necesidad de profundizar, la democraticidad del sistema. Al parecer, una parte importante del discurso político, pero también del teórico, aboga simplemente por generar nuevas condiciones de gobernabilidad, entendiendo por ellas la posibilidad de contar con gobiernos efectivos, que puedan llevar a cabo adecuadamente sus funciones: se prima sobre todo el valor de la eficacia. Junto a esa consideración, que sin duda es necesaria e importante, debe situarse también la de profundizar el diseño democrático del país, lo cual supone redibujar las relaciones hacia dentro del poder, pero también hacia fuera: entre los órganos públicos y los ciudadanos. Una mejor y más sólida democracia, con ciudadanos informados y que cuenten con vías institucionales de participación, generará por sí misma la tan deseada gobernabilidad. En conclusión, el conflicto está lejos de acabarse. Como se ha mostrado, ha ido escalando y no tiene signos de llegar a un buen puerto. Esto puede explicarse por la falta de actores legislativos del oficialismo, que ayuden a generar coaliciones o alianzas para gobernar. Vizcarra intenta gobernar sin ningún apoyo en el Parlamento, un hecho que complica, y mucho, su mandato. Todo ello al tiempo que otras instituciones ganan importancia en la relación entre el Parlamento y el presidente, como las fuerzas armadas y del Tribunal Constitucional. Habrá que tenerlos en cuenta para los próximos análisis políticos. En el Perú, así como en la mayoría de países latinoamericanos, han surgido una serie de problemáticas que guardan relación con la vacancia presidencial, como lo que ha ido ocurriendo con los flamantes presidentes de países como, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Honduras, México, Brasil y Perú, una serie de situaciones que han llevado a nuestro gobierno parlamentarista conformado por un cupulo Congresal a solicitar una vacancia presidencial por conductas que son reguladas en las Constituciones Políticas, en este caso la Constitución Política del Perú. Con relación al vacío legal que dejó la vacancia presidencial del Perú, deja en evidencia una serie de deficiencias en las solicitudes y procedimientos de vacancia presidencial, en una votación que cuenta con mayoría parlamentaria, se observó un acto político más que jurídico por parte de congresistas, lo que se busca es un procedimiento que cuente con todas las garantías procesales en el pedido o solicitud de vacancia presidencial, por las causales estipuladas en el Art. 113 de la carta magna y por los actos de corrupción de los Expresidentes y presidentes de la república, elegidos por el pueblo de forma democrática. La vacancia presidencial afecta al estado peruano, se ha determinado que el pedido de vacancia presidencial es irregular, por motivos de que se realiza de manera subjetiva, arbitraria, que llegan al desborde social, no existe norma para que el pueblo solicite la vacancia, de los congresistas si es posible, la corrupción es la causa importante, así mismo no se garantiza la independencia de poderes, caso de esto último es cuando el ejecutivo del actual presidente de la republica disolvió el congreso, afectando al Perú tanto nacional e internacional. xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx BIBLIOGRAFÍA Campos, M. (2014). Relaciones ejecutivo-parlamento: Grupos parlamentarios y mecanismo de control politico al Poder Ejecutivo. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú. Linz, J. J. (1994). Presidential or parliamentary democracy: does it make a difference? . Juan José y Valenzuela, Arturo. Mora-Donatto, C. (2001). La forma del poder. México. XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX XXXXXXXXX XXXXXXXXX XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX XXXXXXXXX XXXXXXXX XXXXXXX XXXX XXXXX XXX X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X XX X X X X X X X X