Subido por Matt Sepulveda

“ADIÓS, MI DULCE SOL”

Anuncio
Monólogo corto para hombre
“ADIÓS, MI DULCE SOL”
Marcelo Romero Hernández
Julio 2006
Dedicado a toda la comunidad LGBT poblana.
Adiós, mi dulce sol
“Adiós, mi dulce sol” de Marcelo Romero Hernández, fue estrenada como lectura dramatizada por el Grupo Teatral
“Bojiganga” de Atlixco, en el Primer Festival de Artes LGBT “Marko Castillo” en la ciudad de Puebla, el 4 de diciembre de
2009, con el siguiente reparto
DAVID / Miguel Ángel Marín Anzures
STAFF / José Miguel Varela Tecuatl
Fue montada por vez primera en el Auditorio de la Casa de la Cultura “Acapetlahuacan” de Atlixco por el mismo grupo, el 11
de junio de 2010, con el siguiente reparto:
DAVID / Miguel Ángel Marín Anzures
MUSICALIZACIÓN / Joaquín González Castillo
INTERPRETACIÓN MUSICAL / Carlos Daniel Vázquez López
En ambos casos la dirección corrió a cargo del autor.
Adiós, mi dulce sol Monólogo corto para hombre
DAVID: joven de 21 años.
ESCENOGRAFÍA: Cuarto con una cama, al lado de ésta un buró con una lámpara;
un ropero o armario, un cuadro pequeño sobre un pequeño escritorio con una silla,
un espejo grande en la pared; una grabadora, un teléfono y un librero lleno de
carpetas, documentos, libros y artículos de aseo personal.
GÉNERO: Monólogo
Al abrirse el telón vemos el cuarto de David perfectamente ordenado. Entra
David, camina de un lado a otro de la habitación como queriendo hacer algo, al
no conseguirlo se sienta en enfrente del escritorio, toma papel y tinta. Escribe.
Después de unas pocas líneas lee lo escrito.
DAVID: Hola, mi amadísimo e infame sol, después de todo este tiempo en que te
fui fiel, ahora me deshago de ti, esto ha llegado a su fin. (Para de escribir. Observa
un cuadro que está sobre su escritorio, lo toma) Ya no quiero que me busques; ya
me harté de que me hagas como se te de la gana. (Pausa) Toda la culpa es suya:
las peleas, los gritos, los celos… mis estúpidos celos que tú a propósito causabas
al saludar a tus amigos, al salir con ellos, al ir a fiestas en las cuales, decías, no
sería yo bien recibido. (Pausa) Que más da, ya me harté de eso, de eso y de mil
cosas más… (reflexiona); te amo demasiado, mi sol, pero, el amor no lo es todo,
para que una relación exista no solo debe de existir amor, aunque es lo principal,
deben existir otras cosas que por desgracia en la nuestra nunca existió, pero ya no
hay forma de remediarlo, pues dudo que quiera intentarlo otra vez, ya tomó su
decisión; si cree que voy a sufrir por su partida…, tiene razón, estoy sufriendo,
Adiós, mi dulce sol
desgarrándome por dentro, quemándome, asfixiándome por ya no tenerte…
(Pausa) Voy a sacarte de mi vida, voy a desterrarte de mi cuerpo, sí, lo haré, lo
haré con cada lágrima, con cada risa, con cada suspiro, iré sacándote poco a poco
de mi ser, de mi vida, de mi alma, de mi corazón hasta que no quede nada de ti,
nada, ¡nada!... (Pausa. Reflexiona) Posiblemente no le encuentres sentido a lo que
te estoy diciendo, no pretendo que lo entiendas, por desgracia esto así fue, solo
espero que en tu próxima relación exista lo que en la nuestra no existió. Ya has
sufrido demasiado con un hombre como yo y con tus amores pasados como para
que sigas sufriendo, no te lo mereces, (irónico) pero así es la vida de cruel con
todos: nos hace malas jugadas, y por desgracia ocasiona que nos enamoremos de
las personas menos correctas, como te sucedió esta ocasión conmigo, nunca fui la
persona ideal para ti, perdóname por todo y por no tener paciencia como tú me la
pedías, perdóname por nunca darte lo que tú tanto deseabas… desgraciadamente
ese fue mi error más grande… pero ya está todo hecho y no se puede cambiar,
espero que me pueda perdonar algún día. (David camina un poco por la habitación,
se sienta en la cama, saca un cigarrillo y lo fuma, se queda en silencio un
momento. Se levanta, camina al armario, de él saca una pequeña caja llena de
cartas, fotos y recuerdos de relaciones pasadas, las observa amorosamente.
Sonríe) Muchas personas han pasado por mi vida que podría yo mencionar, que
fueron parte agradable de ella, casi todas fueron muy bellas, la segunda por
ejemplo: ahí fue cuando probé la miel de un beso al ser guiado, besos de amor,
llenos de cariño, lo peor fue que se alejó de mi lado, muy lejos se fue, sin
despedirse, y después tuvo la desfachatez de cortarme por teléfono diciéndome
que me olvidara de todo, que cada quien hiciera su vida. (Ríe) Quedé tan dolido
después de eso que mis siguientes dos o tres relaciones fueron simples aventuras,
creí que nunca volvería a tomar en serio a nadie, ya no podía confiar… (saca una
foto de la caja) pero llegó una persona muy especial, la cual con su cariño,
sinceridad, honestidad y amor, logró borrar los besos que habían dejado en mis
labios amargura y que marchitaron mi alma por bastante tiempo. (Mira la fotografía)
¿Recuerdas? Cuando te conocí… eras… difícil pero muy en el fondo existía un
alma tan dulce y maravillosa que poco a poco fui descubriendo (con melancolía) no
fue sino que hasta que no teniendo el valor suficiente, me cortaste, asegurando
con palabras hirientes que ya no sentía nada por mí. (Vuelve a guardar la
fotografía en la caja precipitadamente) Hay algo que si puedo asegurar al mundo,
Adiós, mi dulce sol
algo de lo que estoy muy orgulloso: en ninguno de éstos pasados capítulos de mi
existencia tuve intimidad con nadie, y no es porque no haya habido la oportunidad,
sino que, considero que la relación de pareja no solamente es el sexo sino que
está basada en confianza, sinceridad, respeto, fidelidad y muchas cosas más y que
muy pocos conocemos. (Da una bocanada al cigarrillo) Durante todo este tiempo
me refugié en mis estudios, en algún trabajo, en el baile, en el teatro… para poder
ocultar mi amargura. Al poco tiempo, tuvo sus frutos, recibía muchas invitaciones
para salir… ahora recuerdo que en un ensayo conocí a alguien, sentí que era la
persona que llegaría a ocupar en mi corazón, el espacio que aún seguía vacío.
Teníamos tanto en común: nuestro gusto por las artes, por la naturaleza y sobre
todo por la fidelidad. Poco a poco me adentré en su corazón, vi que apenas se
estaba moviendo en estos terrenos del amor; pero fui un estúpido, no supe
manejar mis sentimientos y mucho menos expresárselos cara a cara… Me dijo un
día que había hablado con sus padres de mí, de mis intenciones, de mi forma de
ser, quería que me conocieran, pero apenas se enteraron de la verdad, se
horrorizaron, no podían creer que yo fuera su novio, no podían soportar la idea de
verme, de imaginarme a su lado. Dejé que se fuera a ser feliz y claro, perdí su
amistad. (Da una última probada al cigarrillo, lo apaga. Camina un poco. Regresa
al escritorio, vuelve a escribir) Éstas pueden ser las últimas palabras, mi dulce sol,
me despido de ti para siempre para ya no lastimarte más de lo que te he lastimado,
y espero que me perdones si es que en realidad me amas, como tú lo has dicho: el
amor lo perdona todo; y recuerda que me voy de ti, amándote como nunca antes
amé a una persona, y por lo mismo, será mejor que ya no nos veamos nunca más;
no te deseo lastimar, (pausa, observa el cuadro) mi madre me dijo una vez que
nadie se merece un cruel, déspota y frío trato. Te perdono por todo lo que me has
hecho, te deseo lo mejor en la vida pues te lo mereces, espero que puedas
encontrar a una persona que te ame igual o más que yo; (vuelve a escribir) te
prometo nuevamente que te olvidaré; tengo sentimientos y emociones, río, lloro,
sufro, amo, y de eso te aprovechaste… no dejaré que nadie nunca más lo haga.
Fue un gran gusto el poder conocerte, el haber sido tu amigo y tu novio, créeme
que nunca me arrepentiré de eso, pues has sido lo mejor que me ha pasado en
toda mi estúpida vida… gracias por todo. Ernesto… te amo, te amo con todas mis
fuerzas, Ernesto. Gracias, mi dulce sol. Gracias, Ernesto. Gracias, Neto, Netito…
Adiós, mi dulce sol
Termina de escribir la carta, luego toma la fotografía que está en el escritorio, y las
mete en un sobre blanco, lo guarda en la caja y la vuelve a colocar en su lugar.
David camina hacia su cama, se hinca y empieza a rezar mientras cae lentamente el
TELÓN
Descargar