Mitos y verdades de la vasectomía Mito : “la vasectomía afecta la erección” Verdad: la vasectomía no afecta en lo absoluto la erección Mito:” la vasectomía puede fallar” Verdad: se ha demostrado que es el método anticonceptivo mas efectivo. Sin embargo, no disminuye el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual. Mito: “la vasectomía puede afectar el deseo sexual” Verdad: la cirugía no afecta el deseo sexual ni la producción de las hormonas masculinas. Mito: “la vasectomía es permanente” Verdad: la vasectomía puede ser reversible, pero para tener un 90% de efectividad la reversión debe realizarse antes de los 10 años. Falso y cierto de la cistitis Falso: la cistitis se contagia sexualmente Cierto: te puede dar cistitis si te dejas puesto el traje de baño mojado por mucho tiempo. Falso: las infecciones urinarias solo las padecen las mujeres Cierto: tener una buena hidratación y alimentación rica en frutas y verduras ayuda a prevenir la cistitis Falso: ocupar balos públicos es motivo de contagio Cierto: una correcta higiene ayuda a prevenir infecciones urinarias. Algunos mitos y verdades sobre la próstata La próstata, esa glándula que preocupa a los hombres a partir de ciertas edades, no deja de ser una desconocida para muchos de ellos, especialmente por la información no siempre correcta que se da sobre ella. A continuación, te damos algunos datos importantes sobre la próstata que te ayudarán a despejar algunos mitos y verdades. Un breve repaso a qué es la próstata La próstata es una glándula del aparato genitourinario masculino, con un tamaño similar al de una nuez, y que se sitúa en la salida de la vejiga y envuelve la uretra. Su función principal es la producción del líquido prostático, componente fundamental del semen. Mitos y verdades sobre la próstata La alimentación repercute en la salud prostática. Pese a que no existen evidencias sólidas de cómo la dieta puede repercutir en la salud prostática, sí que se recomienda seguir unos hábitos saludables para un buen estado de salud general, siguiendo una dieta baja en grasas saturadas, incrementando el consumo de frutas y verduras y moderando o evitando la ingesta de bebidas alcohólicas. La hiperplasia de próstata no puede ser maligna. La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es un agrandamiento no canceroso de la glándula prostática que provoca mayor necesidad de orinar, irritación en la zona, complicaciones para orinar o goteo posterior. Aunque es un agrandamiento no canceroso y, por tanto, benigno como su nombre indica, puede causar complicaciones y molestias como infecciones recurrentes o cálculos en la vejiga. Solo aparecen problemas de próstata a partir de los 60 años. Aunque los problemas de próstata son sufridos en mayor porcentaje por hombres a partir de los 60 años, los cambios en esta glándula o su agrandamiento se empiezan a experimentar a partir de los 30 años de edad. Por tanto, es muy importante realizar revisiones urológicas e incrementar su frecuencia a partir de los 50 años. Una infección urinaria no tratada puede ocasionar problemas de próstata. Una infección urinaria no tratada correctamente es una de las causas principales de la aparición de prostatitis. Por prostatitis se conoce a la inflamación de la próstata y sus síntomas, entre otros, pueden ser: dolores en la zona entre los testículos y el ano, dolor y escozor al orinar o al eyacular, disminución de la fuerte del chorro de orina o dolor debajo del ombligo y en la zona lumbar. La obesidad influye en el desarrollo del cáncer de próstata. Existen determinados factores de riesgo que influyen en la aparición del cáncer de próstata y entre ellos está la obesidad, relacionando el índice de masa corporal y una medida de la cintura elevada con los casos más agresivos de este cáncer. Un aumento de la frecuencia miccional no tiene nada que ver con la próstata. Si se produce un aumento de la frecuencia al orinar que no va acompañado de un aumento del volumen de orina, puede deberse a un aumento del tamaño de la próstata. Cuando esta crece, obstruye parcialmente la uretra e impide el total vaciado de la vejiga, lo que desencadena el reflejo miccional con mayor frecuencia. Otras de las causas de este aumento de la frecuencia miccional pueden ser infección urinaria, síndrome de vejiga hiperactiva o un estado emocional alterado. Los problemas de próstata pueden producir impotencia. En casos como el agrandamiento de próstata, la capacidad eréctil no se ve directamente afectada, aunque sí se puede experimentar una disminución del deseo si se padecen molestias. En cuanto a otros trastornos, el tratamiento de estos suele repercutir en la función sexual (disminución de libido y disfunción eréctil), la cual vuelve a la normalidad con la ayuda de especialistas al finalizar el tratamiento. Los problemas de próstata pueden producir incontinencia. En los hombres, la incontinencia urinaria es un trastorno bastante habitual, que se puede acentuar con la edad. Pese a que la incontinencia es una patología en sí misma, combinada con otros factores, puede ser síntoma de enfermedades prostáticas, traumatismos o incluso de enfermedades neurológicas. Por tanto, ante los primeros escapes o cambios en la orina lo mejor será la visita al especialista, dado que un diagnóstico precoz es la clave para un tratamiento más eficaz en caso de trastornos como la hiperplasia benigna de próstata, la prostatitis o el cáncer de próstata.