AUTORES Permite referirse a quienes se dedican a la aprehensión, puesta en práctica y lectura de conocimientos sobre distintos conceptos relacionados con la salud, los sistemas sanitarios, la ciencia y el arte de cuidar de la salud de individuo, la familia y la comunidad. Su campo de acción es la promoción y el mantenimiento de la salud, la prevención de la enfermedad y la participación en su tratamiento, incluyendo la rehabilitación de la persona, independientemente de la etapa de crecimiento y desarrollo en que se encuentra. (OMS O. M., 2015) En América Latina y el Caribe, la epidemia tabáquica no es de larga evolución, ni de gran intensidad, siendo menor la carga de mortalidad atribuible que en Estados Unidos y Europa, Como es conocido, los resultados del efecto del consumo de tabaco siguen siendo muy similares aún con el pasar de los años, en la actualidad en América Latina el tabaquismo es reconocido desde hace varios años como un problema de salud pública, observando más de medio millón de muertes anuales. Según los últimos informes, cientos de miles de personas mueren anualmente de forma prematura debido al tabaco se estima que los problemas de salud y las muertes aumentarán América Latina y el Caribe en los próximos años. (OMS, 2015) El informe de la OMS de julio del 2015 muestra que a nivel mundial existen aproximadamente 1200 millones de personas que fuman y que el 80% de ellos viven en países de ingresos bajos o medios, donde es mayor la carga de morbilidad y mortalidad asociada al tabaquismo. Es preocupante que cada año el fumar cigarrillos genere alrededor de 6 millones de muertes en el mundo, de las cuales más de 5 millones son de consumidores directos y más de 600 mil sones de fumadores pasivos. De mantenerse las tendencias actuales, el consumo de tabaco ocasionará la muerte de más de ocho millones de personas en el año 2030. En los jóvenes de 19 a 24 años, la cantidad de fumadores se incrementa hasta seis veces, según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2016-2017. Homero Náñez Terreros, neumólogo del Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González”, asegura que el hábito del tabaquismo en etapas tempranas genera un condicionamiento psicológico a estar conectado con el cigarro. Estudios similares en países latinoamericanos advierten sobre la estrategia que tienen los puntos de venta de cigarrillo para atraer a niños y jóvenes, entre estos se destaca la ubicación de los cigarrillos junto a los dulces o juguetes lo cual hace que los niños asocien estos productos con algo que les gusta. También están los Stands con iluminación, colores y diseños llamativos, el uso de carteles alusivos pegados en las paredes, mensajes atractivos entre otros más que incentivan tanto a niños y jóvenes al consumo de cigarrillo. (Blessa ,2016) La Comisión Nacional contra las Adicciones en México contempla que el gasto económico de acuerdo con el sector salud asciende a más de 8,693 millones de pesos. (CONADIC, 2018). Se requiere identificar las posibles características sociodemográficas y de consumo de tabaco de los estudiantes fumadores del I.T de Chihuahua para determinar las causas relacionadas con el estrés que conllevan a adquirir el hábito de fumar; y fomentar el compromiso, la convicción y la participación de toda la comunidad tecnológica, buscando promover la salud, el diagnóstico, prevención, tratamiento y rehabilitación del tabaquismo y de sus padecimientos generados por esta adicción, por lo que este estudio se llevó a cabo durante el semestre enero-junio del presente año. En el artículo El tabaquismo: una adicción (2017) María Paz Corvalán B, señala que la adicción es la necesidad imperiosa o compulsiva de volver a consumir una droga para experimentar la recompensa que produce. Asimismo, se define droga como toda sustancia natural o sintética que genera adicción, en el caso de la nicotina, los efectos son estimulación, euforia, placer, aumento de la atención, concentración y memoria, además de disminución de la ansiedad, estrés y apetito, siendo estas tres últimas las razones por las cuales muchas mujeres fuman. Todo esto a pesar de las conocidas consecuencias dañinas de su uso. (Corvalán, B. 2017, p. 187) En un estudio similar llevado a cabo en el TecNM/Instituto Tecnológico de Chihuahua y presentado en el Congreso de Academia Journals en octubre del 2018, los fumadores manifestaron fumar para mitigar el estrés. La evidencia abundante en la literatura científica apoya esta percepción. Hernández-Bernadett et al, (2018). Una de cada tres defunciones es consecuencia de enfermedades cardiovasculares (ECV), a pesar de la disponibilidad de tratamientos eficaces, económicos y seguros. De hecho, las ECV son la principal causa mundial de muerte, y se cobran la vida de cerca de 18 millones de personas cada año, el 80% de ellas en países de ingresos bajos y medianos (OMS, 2018). El consumo de tabaco y la hipertensión arterial como riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular. Según Cortese, Silva (2019) menciona: La historia del tabaquismo comienza el 28 de octubre en 1492 con la llegada de Cristóbal Colón a la costa noreste de la isla de Cuba, al norte de la actual provincia de Holguín, se produce el descubrimiento del tabaco al encontrar que hombres y mujeres eran adivinos y sacerdotes, pues consideraban que fumar era una actividad de adoración al sol. Con el paso del tiempo el hábito de fumar se puso de moda, por lo que en el siglo XVI el tabaco se adquiría por todo tipo de clases sociales, distinguiendo la pipa entre las más elevadas y el rollo de hojas como precursor del cigarro puro. Según la Comisión Nacional Contra las adicciones (CONADIC) del Gobierno de México, en su informe sobre resultados de los Espacios Libres del Humo del Tabaco, publicado en julio del 2018 señala que el consumo del cigarro y la exposición al humo del mismo es uno de los principales problemas de Salud Pública, siendo considerada como la primera causa de muerte en el mundo, totalmente prevenible y evitable; aunque para algunas personas resulta muy difícil de abandonar el tabaquismo, debido a las sustancias contenidas en el cigarro, por lo que cotidianamente empiezan a creer que lo necesitan para la vida cotidiana. La autora María Paz Corvalan (2017), menciona que el cigarro tiene 44 sustancias perjudiciales para la salud. Entre ellas se encuentran: la nicotina, la cual provoca adicción, el monóxido de carbono que afecta el proceso de oxigenación en la sangre, el alquitrán que lesiona las células y produce cáncer, y el amoniaco cuyo papel es aumentar la absorción de la nicotina, convirtiéndola de esta manera en una sustancia más adictiva. La OPS estima que en 2020 el tabaco será la causa del 12% de todas las muertes a nivel mundial, para entonces este porcentaje será mayor que el de las muertes causadas por VIH/SIDA, tuberculosis, mortalidad materna, accidentes automovilísticos, homicidios y suicidios en conjunto. Para Gantiva, C., Palacios, S., Ortega, A., Castillo, K., Ortiz, K. (2018), menciona que la atención de los fumadores se dirige hacia la marca de los cigarros y luego hacia la etiqueta de advertencia, por tal motivo hace hincapié que la información que contienen las etiquetas de advertencia no cumple el objetivo principal de capturar la atención en las primeras fases de consumo de cigarro en la población, así mismos no genera un cambio positivo en los consumidores para dejarlo o informar acerca de las consecuencias que conlleva.