Universidad Rafael Landívar Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Maestría de administración de empresas Curso: Economía aplicado a la Gerencia Docente: Mgrt. Luis Asturias Discente: Sindy Rodríguez de Bobadilla Carnet: 2080120 Cómo crear un negocio que dure 100 años El Disertante comienza afirmando que el pensamiento cortoplacista de los gerentes actuales es totalmente inadecuado al manejo de riesgos a largo plazo y la gestión de problemas complejos con su énfasis en la obtención de ganancias rápidas y gestión de problemas simples, puesto que la corta vida de las empresas actuales y el impacto que ello tiene en diversos planos, hacen de la subsistencia a largo plazo y la gestión adecuada de la complejidad empresarial preocupaciones permanentes que, a su vez, hacen muy importante aprender “seis principios” presentes en la Naturaleza (“con mucha más experiencia en la vida y la muerte”), por la forma en que su estricto cumplimiento convierte en resilientes y duraderos a infinidad de sistemas biológicos, a saber: NO. 1. PRINCIPIO Redundancia 2. Diversidad 3. Modularidad 4. Adaptación 5. Prudencia 6. Incrustación EXPLICACIÓN Numerosas copias antes de que se necesite algo, como protección contra amenazas del ambiente Variedad de enfoques para tratar cualquier amenaza que presente el ambiente Capacidad de crear y operar sistemas coordinados que proveen seguridad máxima por acción sucesiva contra cualquier amenaza que presente el ambiente Capacidad para generar protectores contra amenazas que nunca han existido Capacidad para detectar y reaccionar a cada pequeña amenaza en el ambiente y de recordar toda amenaza previa en caso de que reaparezca Condición de pertenencia a un sistema mayor y capacidad plena de funcionar en completa armonía con él Opinión. El video me parece quizá el mejor hasta la fecha de los vistos (todos han sido buenos), porque un Disertante muy prestigioso (asesor senior y presidente del mundialmente prestigioso Boston Consulting Group), presenta conceptos fascinantes de una nueva y cautivante disciplina, la Administración de Negocios inspirada en la Biología (Bio-inspired Management o Biomimicry in Management) que, como pasa con otras disciplinas que imitan modelos, sistemas y elementos de la Naturaleza con el propósito de resolver problemas humanos complejos (Biomimetics, Bio-inspired Computation, Bioeconomics, etc.), se ocupa de estudiar detalladamente estrategias y modelos inspirados por la Biología y los sistemas biológicos, para tomar sus mejores ideas y extraer sus diseños con miras a proveer sistemas y procesos administrativos sostenibles e innovadores, mediante la convergencia de Biología, Informática y la Disciplina en cuestión (en este caso, Administración de Negocios). Cautivador, porque en ambos casos, Biología y Negocios, se trata de sistemas complejos cuyos componentes son todos per se sistemas complejos (seres vivos y organizaciones), sujetos al cambio continuo como patrón inevitable, típicos sistemas abiertos al ambiente que, por ello, están sujetos a las mismas fuerzas, razón por la cual, la creciente e incesante 2 complejidad de los negocios como subsistemas sociales encuentra en el estudio de los resultados obtenidos por la experimentación biológica luego de millones de años, en un alivio cognitivo y un tópico de bechmarking crucial por cuanto posibilita una “transferencia de conocimiento” desde lo biológico a lo administrativo con miras de progreso sostenible: la experimentación natural en infinidad de formas ha producido innovaciones cuyo criterio último de éxito ha sido la supervivencia y, puesto que la Naturaleza nunca crea nada sin propósito funcional ni formas o patrones que no sean operacionales, cualquier conjunto de ejemplos prácticos entre los seres vivos permite generar amplia gama de teorías, a partir de las cuales puede generarse nuevo conocimiento aprovechable tanto para el fortalecimiento institucional como para la revitalización de la Teoría de Organizacional, en general. Agrega que estos principios también están presentes en los sistemas sociales longevos (Imperio Romano, Iglesia Católica, v.g.), así como en el mundo de los negocios, porque hay empresas que los observan y triunfan (Fujifilm, Toyota, Essilor, v.g.), otras no los atienden y fracasan (Kodak, v.g.), y otras que lo han hecho y al dejar de hacerlo, han terminado por sucumbir (Kongoo Gumi, v.g.). Opinión. Concuerdo completamente tanto con lo dicho en general, como con los ejemplos utilizados, siendo el caso que en los sistemas sociales complejos de los que no ha brindado datos en el video, la Historia demuestra que: (1) el Imperio Romano, por una parte, derivaba su poder de sus ejércitos, y éstos, a su vez, de su capacidad de adaptación/adopción de estrategias y armamentos enemigos, disposición de batalla en tres líneas de ataque sucesivo que lo hacían infranqueable, y prudencia el establecimiento de sus campamentos/batallones; y (2) la Iglesia Católica, por la suya, de su capacidad de adaptación y prudencia ante todo tipo de situación a que se enfrentase en todo lugar donde se la halle, gracias, entre otros, al vasto cúmulo de inteligencia civil que le provee su sistema de confesionarios desde el inicio. A pesar de ser tan poderosos, tales principios no son de observancia común en este último ámbito porque, en su opinión, no se ha dado aún un cambio de paradigma adecuado, dado que se continúa pensando exclusivamente en términos “mecánicos” (objetivos, problemas, planificación, eficiencia, rendimiento a corto plazo), aun esto sólo sea adecuado para escenarios con problemas relativamente simples en ambientes relativamente estables, pero no para ambientes económicos como los existentes desde los 1980’s, cuando la Globalización y los avances en TICs han hecho a los negocios mucho más dinámicos e impredecibles, y ello ha causado que sea indispensable: (1) sumar el pensamiento “biológico” al pensamiento “mecánico” tradicional; y (2) pensar más modesta y realistamente, puesto que dicha clase de situaciones pueden ser manejadas, no controladas. Opinión. Realmente toda la sociedad, y no sólo la esfera de los negocios, está atravesando por un cambio de paradigma por el que progresivamente “migramos” desde un pensamiento “mecánico”—iniciado en el siglo del Genio (siglo XVII) que luego se consolidó por la Primera Revolución Industrial y fue diseminado con la Ilustración (siglo XVIII)—hacia un pensamiento “biológico” en el que implícitamente se acepta las fallas del paradigma anterior porque simplemente no facilita la comprensión la realidad social ni, por ende, apoya adecuadamente los procesos de decisión y acción. 3 Esta “revolución científica” no es resultado de la convergencia de sólo los dos factores mencionados por el Disertante (Globalización, avances tecnológicos) sino, más bien, de una catastrófica combinación de, por lo menos siete dinámicas, i.e., (1) explosión demográfica, (2) colapso económico, (3) inestabilidad social, (4) derrumbe político, (5) cambio climático, (6) crisis del modelo newtoniano-cartesiano de ciencia y tecnología, y (7) profundo malestar cultural, Estoy totalmente de acuerdo con el Disertante, sin embargo, en que es indispensable abrir la mente en el mundo empresarial a un cambio que es tan evidente y lleva ya tanto tiempo, que podemos verlo de lo más claro en el cine, e.g., donde los malvados dejan de ser máquinas (Terminator, 1984, v.g.) y se tornan progresivamente en complejos entes biológicos (Predator -1987-, v.g.), como puede verse en las películas de un mismo actor, Arnold Schwarzenegger, por dar un solo ejemplo. Implícito en todo ello está el fin de la idea del Progreso y de la capacidad de dominio humano sobre el Planeta (típicos de la Modernidad), y la nueva consciencia no sólo sobre los límites de la inteligencia humana sino, también, sobre la gravedad y de daños generados a la Tierra y los riesgos que significan para los propios humanos: es la aceptación occidental de la noción de numerosos pueblos americanos y asiáticos que el ser humano es parte de la Naturaleza y no está por encima de ella. Finaliza afirmando que este pensamiento “biológico” no es para impráctico como pueda pensarse (teoría sin aplicación real), debido a que el caso de las MYPIMEs muestra lo contrario, ya que cada una de ellas piensa forzosamente en términos biológicos porque: [a] no tiene los recursos para imponerse en el ambiente, [b] ni el tamaño para absorber el impacto de los cambios, [c] ni la posibilidad de dejar realizar tareas de detección de las dificultades para poder sobrevivir. Opinión. El Disertante remarca un aspecto clave en el cierre de su presentación: toda organización del futuro deberá tener una estructura biológica y no mecánica porque estarán obligadas a comportarse más como “organismos en ecosistemas” que “mecanismos en fábricas”, además que deberán ser capaces de aprender, adaptarse, asimilarse rápida y continuamente si desean subsistir en ambientes inciertos—tal y como lo haría cualquier ser vivo. Tendrán que enfatizar (en todos los niveles, pero, especialmente, a nivel de liderazgo) la sobrevivencia, las relaciones con el entorno, la efectividad, la comunicación (tal y como sucede en la Naturaleza). Dado que toda empresa grande fue pequeña, ello significa que ha esta habilidad en el camino, pero debe recuperarla para sobrevivir y prosperar en este nuevo ambiente: adicional a preguntarse todo el tiempo qué tan estratégico es lo que hacen, deben preguntarse también cuánto durarán por hacerlo. Opinión. Las instituciones y negocios de la Era Industrial fueron construidos para la estabilidad, no para el cambio. Eso ya no es cierto, y lo que aplica ahora es lo contrario, dado que el entorno organizacional es progresivamente complejo, cambiante, acelerado y riesgoso y ello requiere una alta capacidad evolutiva si se ha de subsistir. En Guatemala es urgente que los directivos de los sectores público, privado y no lucrativo estén indistintamente claros de un mensaje lapidario del video que resulta más que oportuno 4 dada la actual coyuntura nacional: una ley fundamental de todo sistema social complejo (nuestro país, en este caso) es que cualquier ganancia a corto plazo es a costa del largo plazo, y viceversa.