Subido por Jorge Garcia

824395.5239-2012

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Expediente 5239-2012
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APELACIÓN DE SENTENCIA DE AMPARO
EXPEDIENTE 5239-2012
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, cinco de noviembre de dos mil trece.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de ocho de
noviembre de dos mil doce, dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo
y Antejuicio, en la acción constitucional de amparo promovida por la Superintendencia de
Administración Tributaria, por medio de su Mandatario Especial Judicial con
Representación, abogado Fredy Orlando Monroy Batres, contra la Sala Tercera de la Corte
de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social. La postulante actuó con el patrocinio del
abogado que lo representa. Es ponente en el presente caso la Magistrada Vocal II, Gloria
Patricia Porras Escobar, quien expresa el parecer de este Tribunal.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el veintiuno de junio de dos mil doce, en la
Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio. B) Acto reclamado:
sentencia de treinta de noviembre de dos mil once, dictada por la Sala Tercera de la Corte
de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, que al confirmar parcialmente la emitida por
el Juzgado Sexto de Trabajo y Previsión Social del departamento de Guatemala, el uno de
abril de dos mil once, declaró con lugar la demanda ordinaria laboral promovida por Julio
Enrique Quixa Salazar contra la Superintendencia de Administración Tributaria, en cuanto
a la procedencia del reajuste de indemnización por la cantidad de nueve mil trescientos
cincuenta y siete quetzales con cuarenta y cinco centavos (Q.9,357.45) y reajuste al pago
de vacaciones por la cantidad de doscientos sesenta y nueve quetzales con ochenta
centavos (Q.269.80). C) Violaciones que denuncia: al derecho de defensa y a los
principios jurídicos del debido proceso y tutela judicial efectiva. D) Hechos que motivan
el amparo: lo expuesto por la postulante se resume: D.1) Producción del acto
reclamado: a) Julio Enrique Quixa Salazar promovió en su contra juicio ordinario laboral
en el Juzgado Sexto de Trabajo y Previsión Social del departamento de Guatemala,
manifestando que fue destituido en forma directa e injustificada del puesto que
desempeñaba como Jefe de Unidad de Cobranzas y Convenios de Pago, sin haberle
cancelado el monto total de la indemnización y demás prestaciones laborales que le
correspondían de conformidad con la ley, por lo que reclamó reajuste al pago de ventajas
económicas, daños y perjuicios, e indemnización derivado de la suma de la proporción
correspondiente al salario promedio integrado por las prestaciones irrenunciables
consistentes en aguinaldo, bonificación anual para trabajadores del sector privado y
público, bonificación incentivo, bonificación profesional, bono navideño, bonificación por
aniversario; por el período completo de vacaciones dos mil dos guión dos mil tres y el
ajuste por el período proporcional de dos mil tres, dos mil cuatro y veinte días laborados
en el mes de mayo de dos mil cuatro pendientes de pago con su correspondiente parte
proporcional de la bonificación incentivo y bono profesional; b) contestó la demanda en
sentido negativo y opuso las excepciones perentorias de: “pago”; “falta de derecho del
actor para reclamar el pago del treinta por ciento de ventajas económicas en concepto de
reajuste indemnizatorio” y “falta de derecho del actor de reclamar la cancelación de daños
y perjuicios por la vía judicial; c) el Juez de los autos al dictar sentencia declaró: i) con
lugar la excepción perentoria de falta de derecho del actor para reclamar daños y
perjuicios por la vía judicial; ii) con lugar parcialmente la demanda ordinaria laboral
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promovida por el ex trabajador y, como consecuencia, condenó a pagarle al actor en
concepto de reajuste las siguientes prestaciones: ii.1) indemnización; vacaciones
correspondientes al dos mil dos guión dos mil tres y el ajuste por el período proporcional
dos mil tres guión dos mil cuatro; veinte días laborados en el mes de mayo de dos mil
cuatro y ventajas económicas; ii.2) sin lugar la demanda ordinaria laboral promovida con
relación al pago de daños y perjuicios; d) inconforme con lo resuelto apeló esa decisión y,
la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, al resolver,
confirmó parcialmente la resolución que conoció en alzada –acto reclamado-, dejando sin
efecto los veinte días laborados en el mes de mayo de dos mil cuatro, por la cantidad de
diez mil trescientos cincuenta quetzales (Q.10,350.00) y las ventajas económicas por la
cantidad de diecinueve mil cuatrocientos ochenta seis quetzales con noventa y seis
centavos (Q.19,486.96), dejando incólume el resto de la sentencia con todos sus efectos
legales. D.2) Agravios que se reprochan al acto reclamado: denuncia la postulante
que la Sala reclamada le violó el derecho y principios jurídicos denunciados pues las
prestaciones que el actor pretende que se le cancelen fueron debidamente pagadas al
momento que finalizó la relación laboral de conformidad con el finiquito que presentó
como prueba dentro de la instancia que subyace al amparo. Añadió que de acuerdo al
artículo 108 de la Constitución Política de la República de Guatemala, la Ley Orgánica de
la Superintendencia de Administración Tributaria y Acuerdos del Directorio de la entidad
postulante, dio por terminada la relación laboral del ex trabajador pagándole la
indemnización y demás prestaciones laborales. Agregó que la finalización de la relación
laboral se dio de acuerdo a las disposiciones establecidas en el Reglamento de Trabajo de
la entidad nominadora, siendo ésta la normativa aplicable al caso concreto, toda vez que
el Código de Trabajo únicamente tendrá aplicación supletoria. Concluyó argumentando
que la Sala reprochada omitió dar cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 426 del
Código de Trabajo, ya que en el juicio que antecede al amparo impugnó la sentencia por
medio de la cual el Juez de los autos le ordenó pagarle al ex trabajador un reajuste de
indemnización y prestaciones laborales, efectuando en esa misma sentencia la liquidación
correspondiente, pese a que el artículo 426 ibídem preceptúa que será al notificarle la
ejecutoria que el Juez deberá practicar la liquidación aludida, por lo que el Tribunal actuó
de manera arbitraria e ilegal, siendo la resolución reclamada nula de pleno derecho. D.3)
Pretensión: solicitó que se declare con lugar el amparo, se deje en suspenso en forma
definitiva la resolución que constituye el acto reclamado y se le restituya en la situación
jurídica afectada. E) Uso de recursos: ninguno. F) Casos de procedencia: no invocó.
G) Leyes violadas: citó los artículos 12 de la Constitución Política de la República de
Guatemala; 16 y 148 de la Ley del Organismo Judicial; y 365 del Código de Trabajo.
II. TRÁMITE DEL AMPARO
A) Amparo provisional: no se otorgó. B) Terceros interesados: a) Julio Enrique
Quixa Salazar; b) Inspección General de Trabajo y c) el Estado de Guatemala, a través
de la Procuraduría General de la Nación. C) Remisión de antecedentes: a) copia
certificada parcial del juicio ordinario laboral L uno guión dos mil cuatro guión cero un mil
trescientos treinta y cuatro (L1-2004-01334), del Juzgado Sexto de Trabajo y Previsión
Social del departamento de Guatemala; y b) copia certificada parcial de apelación
ochocientos cuarenta y nueve - dos mil once (849-2011), de la Sala Tercera de la Corte
de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social. D) Pruebas: las aportadas en el proceso de
amparo en primera instancia. E) Sentencia de primer grado: la Corte Suprema de
Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio, consideró: “… Del estudio del caso subjúdice
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esta Cámara al revisar el acto reclamado, advierte que: a) el mismo fue emitido luego del
análisis, efectuado por la Sala en ejercicio de las atribuciones jurisdiccionales que la ley
específica le confiere, estudio que realizó tanto en las actuaciones de primer grado, como
en los medios de prueba diligenciados en esa instancia; lo cual no evidencia violación al
derecho de defensa, mucho menos al principio de certeza jurídica; b) se establece
asimismo que la resolución de la Sala recurrida fue correcta al ajustarse a derecho, con lo
cual se respecto el derecho de defensa regulado por el artículo 12 de la Constitución
Política de la República de Guatemala, ya que la postulante tuvo la oportunidad de
defenderse en primera instancia, y al haberse dictado sentencia contrario a sus intereses
y argumentos, tuvo la oportunidad de apelar el fallo, ocasión en la cual pudo expresar los
argumentos que fueron procedentes, a efecto que se revirtiera lo declarado por el juez de
primer grado, tanto es así que la Sala al resolver el asunto sometido a su conocimiento,
revocó parcialmente el fallo apelado, de donde resulta que argumentos esgrimidos por la
postulante fueron analizados por la Sala, considerándolos procedentes; es evidente que
todas las fases del proceso se respetaron y fueron debidamente diligenciadas, con lo cual
se respetó el debido proceso; c) el acto reclamado es la consecuencia de las facultades
que le confieren a la Sala los artículos 203, 204 y 205 de la Constitución Política de la
República de Guatemala, lo que implica el respeto al principio de debida tutela judicial; d)
se evidencia que lo que se pretende con la presente acción de amparo es obtener la
revisión del fallo emitido por la Sala, y que en su momento se deje sin efecto lo resuelto
por ella; tal pretensión no es admisible pues se persigue que el amparo se constituya en
una instancia revisora de lo resuelto, lo que es improcedente, como se ha sostenido en
reiteradas oportunidades, ya que en el amparo se enjuicia el acto reclamado, pero no se
pueden entrar a resolver las pruebas que serían fundamento de las proposiciones de
fondo en el asunto principal, debido a que es a la jurisdicción ordinaria a la que compete
valorarlas, estimarlas y resolverlas como corresponde, y no es posible trasladar al ámbito
constitucional la discusión de temas que ya fueron debatidos ante los órganos de
jurisdicción ordinaria y sobre los cuales ya se obtuvo pronunciamiento. Por último es
pertinente señalar que no se comparte el criterio de la postulante con relación a que en
su caso las normas del Código de Trabajo se aplicarán supletoriamente, cuando fuere
necesario, olvidándose que las normas de dicho cuerpo legal, son de observancia general,
y que el origen de las mismas se encuentran en los artículos 101, 102, 103, 106, 110 y
111 de la Constitución Política de la República de Guatemala; en especial el último
artículo, cuando se refiere a las entidades descentralizadas, como lo es la postulante, se
preceptúa que: „Las entidades descentralizadas del Estado, que realicen funciones
económicas similares a las empresas de carácter privado, se regirán en sus relaciones de
trabajo con el personal a su servicio por las leyes laborales comunes, siempre que no se
menoscaben otros derechos adquiridos´. En ese orden las normas del cuerpo legal citado,
son aplicables al caso concreto. Todo lo anterior nos lleva a concluir en que la presente
acción de amparo es improcedente y debe denegarse; porque no existió restricción
alguna de los derechos que la Constitución Política de la República de Guatemala y demás
leyes garantizan. Sin condenar en costas a la postulante dados los intereses que
defienden, ni imponer multa al abogado patrocinante, por las mismas razones…”. Y
resolvió: “… I) DENIEGA, por improcedente el amparo solicitado por la
Superintendencia de Administración Tributaria contra la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones de Trabajo y Previsión Social. II) No se condena en costas a la postulante.
III) No se impone multa al abogado patrocinante por lo considerado…”
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III. APELACIÓN
La postulante apeló, reiterando los argumentos vertidos en el escrito inicial de amparo.
Solicitó que se tenga por interpuesto el recurso de apelación respectivo, y por expresados
los motivos de su inconformidad.
IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) La amparista reiteró los motivos de inconformidad manifestados en su escrito de
interposición del amparo y los expuestos para motivar la apelación. Solicitó que se declare
con lugar el recurso de apelación interpuesto y, como consecuencia, se revoque la
sentencia de primera instancia, otorgándose el amparo. B) Julio Enrique Quixa
Salazar, tercero interesado, comparte el criterio sustentando por el Tribunal de
Amparo de primer grado, al emitir la sentencia de mérito, en virtud de que la Sala
reprochada no violó el derecho y principios jurídicos denunciados por la ahora postulante
al ordenarle que le pague un reajuste a la indemnización y demás prestaciones
solicitadas, por lo que el hecho de que a una de las partes no le favorezca lo resuelto por
el Juez, no significa que por ese hecho se viole el principio a una tutela judicial y efectiva.
Solicitó que se declare sin lugar el recurso de apelación interpuesto y, como
consecuencia, se confirme la sentencia de primera instancia. C) El Estado de
Guatemala, a través de la Procuraduría General de la Nación, tercero
interesado, no comparte el criterio sustentado por el a quo ya que se evidenció que la
Sala denunciada se excedió en el uso de las facultades que la ley le otorga al condenar a
la amparista al pago relativo al reajuste de indemnización y demás prestaciones al ex
trabajador. Además al vedarle la posibilidad de defender sus intereses ante un órgano
jurisdiccional y alterar el debido proceso, le causa agravio directo y personal. Agregó que
le corresponde a los jueces de la jurisdicción ordinaria, de manera exclusiva, la tutela
judicial, por lo que no pueden ser objeto de revisión en la vía constitucional los fallos
emitidos por ellos; de manera que es función del amparo como garantía constitucional, la
protección a la debida tutela judicial, resguardando que la justicia sea administrada de
acuerdo a los requerimientos constitucionalmente exigidos, comprendiendo entre estos,
que la resolución se fundamente en derecho, que contenga razonamientos relacionados
con los hechos sujetos a debate y que sea resueltos los puntos de controversia. Solicitó
que se declare con lugar el recurso de apelación interpuesto y, como consecuencia, se
revoque la sentencia de primera instancia. D) El Ministerio Público manifestó estar de
acuerdo con la sentencia emitida por el a quo, toda vez que quien accede a la justicia
constitucional por la vía del amparo debe plasmar en su escrito de interposición el
razonamiento y la argumentación necesarios para explicar la tesis que se defiende ante el
tribunal constitucional y de esta forma crear convicción en los juzgadores en sede
constitucional que existe violación a sus garantías constitucionales, tomando en cuenta
que el acto reclamado es una resolución arbitraria o bien fue dictada con evidente abuso
de autoridad, es decir que concurren los elementos plasmados en el artículo 10 de la Ley
de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad. De esa cuenta la amparista
pretende convertir el amparo en una instancia revisora de lo resuelto por el Tribunal de
orden común. Solicitó que se declare sin lugar el recurso de apelación y,
consecuentemente, se confirme la sentencia apelada.
CONSIDERANDO
-IEl agravio es un elemento esencial para la procedencia del amparo. Sin su
concurrencia, no es posible el otorgamiento de la protección que la mencionada acción
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conlleva, sobre todo cuando la autoridad impugnada, al emitir el acto que se denuncia
como agraviante, ha actuado en el ejercicio de sus atribuciones y funciones reconocidas
por la ley, ha interpretado y aplicado la norma en un sentido apropiado, y sin causar
violación de alguno de los derechos fundamentales garantizados por la Constitución
Política de la República de Guatemala, los tratados internacionales y las leyes.
- II La Superintendencia de Administración Tributaria acude en amparo contra la
autoridad reclamada, señalando como lesiva la sentencia de treinta de noviembre de dos
mil once, que al confirmar parcialmente la emitida por el Juzgado Sexto de Trabajo y
Previsión Social del departamento de Guatemala, el uno de abril de dos mil once, declaró
parcialmente con lugar la demanda ordinaria laboral promovida por Julio Enrique Quixa
Salazar en su contra y, como consecuencia, ordenó el pago relativo al reajuste de
indemnización por la cantidad de nueve mil trescientos cincuenta y siete quetzales con
cuarenta y cinco centavos (Q.9,357.45) y reajuste a vacaciones por la cantidad de
doscientos sesenta y nueve quetzales con ochenta centavos (Q.269-80).
Arguye la postulante que la autoridad denunciada, al proferir la resolución que por
esta vía se enjuicia, le produjo agravio, violando su derecho de defensa y los principios
jurídicos enunciados, por las razones que constan en el apartado de antecedentes de esta
sentencia.
- III Según se advierte en las motivaciones expuestas como fundantes de los agravios
denunciados, la postulante afirma que Sala reclamada le violó el derecho y principios
jurídicos denunciados en virtud que las prestaciones que Julio Enrique Quixa Salazar
pretende que se le cancelen fueron debidamente pagadas al momento de finalizar su
relación laboral con la ahora postulante, de conformidad con el finiquito que presentó
como prueba dentro de la instancia que subyace al amparo. Asimismo, la ahora
accionante dio por terminada la relación laboral con el ex trabajador, cancelándole la
indemnización y demás prestaciones laborales de acuerdo al artículo 108 de la
Constitución Política de la República de Guatemala, la Ley Orgánica de la
Superintendencia de Administración Tributaria y Acuerdos del Directorio de la entidad
patronal. Indicó que la terminación de la relación laboral se dio de acuerdo a las
disposiciones establecidas en el Reglamento de Trabajo de la Superintendencia de
Administración Tributaria, siendo ésta la normativa aplicable al caso concreto.
Concluyó argumentando que la Sala reprochada omitió dar cumplimiento a lo
dispuesto en el artículo 426 del Código de Trabajo, ya que en el juicio subyacente al
amparo impugnó la sentencia por medio de la cual el Juez de los autos le ordenó pagarle
al ex trabajador un reajuste de indemnización y prestaciones laborales, efectuando en esa
misma sentencia la liquidación correspondiente, pese a que el artículo 426 ibídem
preceptúa que será al notificarle la ejecutoria que el Juez deberá practicar la liquidación
que corresponda, por lo que el Tribunal actuó de manera arbitraria e ilegal, siendo la
resolución reclamada nula de pleno derecho.
El análisis de la decisión de autoridad que constituye el acto reclamado, impone a
esta Corte considerar que el artículo 102 literal t) de la Constitución Política de la
República de Guatemala establece que: “… El Estado participará en convenios y tratados
internacionales o regionales que se refieran a asuntos de trabajo y que concedan a los
trabajadores mejores protecciones o condiciones. En tales casos, lo establecido en dichos
convenios y tratados se considerará como parte de los derechos mínimos de que gozan
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los trabajadores de la República de Guatemala”. En ese contexto resulta oportuno citar lo
que esta Corte ha argumentado en casos similares al respecto de la interpretación del
Convenio Sobre la Protección del Salario (Convenio 95), señalando que Guatemala lo
ratificó el trece de febrero de mil novecientos cincuenta y dos, el cual cobró vigencia
desde el veinticuatro de septiembre de mil novecientos noventa y dos, y en cuyo artículo
1º se prevé: “…A los efectos del presente Convenio, el término salario significa
remuneración o ganancia, sea cual fuere su denominación o método de cálculo, siempre
que pueda evaluarse en efectivo…”. De conformidad con el precepto normativo contenido
en el artículo 1º del Tratado Internacional precitado, se advierte que dentro de la
denominación de salario deberán incluirse todas aquellas retribuciones que sean recibidas
por el trabajador, sea como parte del salario ordinario, como del extraordinario y, siendo
que el Convenio mencionado es ley de la República con carácter constitucional de
conformidad con el artículo 46 de la Constitución Política de la República, el mismo tiene
preeminencia sobre el derecho interno, que en el caso concreto, se refiere
específicamente al Decreto 78-89 del Congreso de la República de Guatemala, por lo que
en atención a lo señalado este Tribunal resolverá de conformidad con lo dispuesto en el
Tratado Internacional aludido.
En el presente caso, la autoridad reclamada consideró que el trabajador estaba en
derecho de cobrar lo que no se le hubiere pagado al momento del despido, sin embargo
estimó que en cuanto a las ventajas económicas reclamadas no procedía el reajuste en
forma independiente tal y como lo consideró el Juez de los autos, ya que el objeto de las
mismas –si el trabajador prueba haberlas gozado -, es incrementar el rubro de la
indemnización, pero no pueden calcularse como lo hizo el Tribunal aludido. La autoridad
impugnada lo que hizo fue practicar un reajuste de la indemnización y vacaciones
indicando que se tome como base el salario de quince mil quinientos veinticinco quetzales
(Q.15,525.00), e incluyendo los rubros indicados para su cálculo, por lo que lo
argumentando por la postulante con relación a que ya fue cancelada la totalidad de la
indemnización y demás prestaciones laborales al finalizar la relación laboral con el ex
trabajador, de acuerdo al finiquito presentado como prueba en el proceso subyacente al
amparo, carece de asidero legal, pues lo que tiene que pagar es la diferencia resultante
del cálculo efectuado en el proceso que antecede al amparo, y en todo caso, sobre los
argumentos, rubros y cantidades confirmadas por la Sala cuestionada hubiera basado su
impugnación. En ese mismo orden de ideas, la autoridad reclamada al resolver determinó
correctamente que al reclamar el trabajador el reajuste de sus prestaciones está
ejerciendo su derecho contenido en la Constitución Política de la República de Guatemala
y el Código de Trabajo.
Analizados los elementos pertinentes para emitir el pronunciamiento respectivo,
este Tribunal concluye que la autoridad reclamada, al emitir la sentencia que por esta vía
se enjuicia, no le produjo ningún agravio a la entidad postulante, ya que al revisar la
resolución sometida a su jurisdicción, efectuó un análisis de las constancias procesales y
de los argumentos presentados tanto por la entidad demandada como por el ex
trabajador, y concluyó que compartía parcialmente el criterio sostenido por el Juez de
primera instancia, al considerar correcta la aplicación de las normas jurídicas contenidas
en el Convenio Sobre la Protección del Salario (Convenio 95) y condenar a la entidad
postulante al pago del reajuste de indemnización y vacaciones correspondientes al dos mil
dos guión dos mil tres y el ajuste por el período proporcional dos mil tres guión dos mil
cuatro y, siendo que, la Constitución Política de la República reconoce la preeminencia del
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derecho internacional en materia de derechos humanos sobre el derecho interno, la
normativa señalada tiene carácter de ley de la República de rango constitucional y por
consiguiente de cumplimiento obligatorio.
Con base en lo anterior, este Tribunal considera que el proceder de la autoridad
reclamada se enmarcó dentro de las facultades que legalmente tiene conferidas, ya que
luego de analizar los autos y los argumentos expuestos, determinó que la decisión
asumida en primera instancia se encuentra ajustada a derecho y especialmente a las
leyes laborales que rigen en el país, tal como lo expresó en las motivaciones jurídicas de
su fallo, basando su decisión en la correcta aplicación del artículo 1 del Convenio
Internacional de Trabajo precitado, en concordancia con lo establecido en los artículos 46
y 106 de la Carta Magna y 12 y 88 del Código de Trabajo, por lo que el sólo hecho de que
la decisión haya sido contraria a sus intereses, no implica vulneración a los derechos y
garantías constitucionales de la amparista. (En igual sentido se pronunció esta Corte
resolvió en sentencias de veintitrés de noviembre de dos mil diez, veintiocho de julio de
dos mil once y catorce de marzo de dos mil doce, emitidas dentro de los expedientes
ochocientos cincuenta y uno guión dos mil diez, un mil ciento diez guión dos mil once y
dos mil ochocientos cuarenta y tres guión dos mil once <851-2010, 1110-2011 y 28432011>)
Con relación al agravio denunciado por la accionante, en cuanto a que la Sala
reprochada violó el artículo 426 del Código de Trabajo al confirmar los cálculos que fueron
fijados en la sentencia que conoció en grado, ya que de conformidad con el conocimiento
debe practicar la liquidación correspondiente, pero nunca en la sentencia que condena al
pago de prestaciones a favor del interesado, tal y como sucedió en el presente caso, sino
luego de notificar la ejecutoria o tener por aceptada la obligación, por lo que el Tribunal
indicado actuó de manera arbitraria e ilegal, puesto que al apelar la citada resolución en
el proceso que subyace al amparo se formuló el reclamo respectivo sobre esta situación.
Esta Corte no respalda la apreciación hecha por la Sala cuestionada, ya que de acuerdo al
artículo 426 ibídem el Juez de conocimiento procederá a efectuar la liquidación
correspondiente, pero luego de notificar la ejecutoria o de tener por aceptada la
obligación; de esa cuenta ese órgano jurisdiccional se extralimitó en el uso de las
facultades que la ley le otorga, ya que no era el momento procesal oportuno para fijar los
cálculos a que se hace referencia en la sentencia mencionada, toda vez que de acuerdo al
citado artículo, la confirmación de aquellos se harán al efectuar la liquidación
correspondiente, situación que debió resolver la Sala cuestiona, pues la entidad apelante
lo hizo ver en la instancia subyacente al amparo, al impugnar la sentencia de mérito. Ante
lo anteriormente expuesto, es procedente otorgar el amparo por el motivo considerado y,
consecuentemente, para los efectos positivos de este fallo, la Sala debe dejar incólume
todo lo que resolvió respecto del fondo del caso, salvo lo relacionado con la confirmación
de los cálculos que fueron fijados en la sentencia que se conoció en grado por medio del
acto ahora reclamado, en virtud de que dichos cálculos deben realizarse al momento de
practicarse la liquidación correspondiente, de conformidad a lo dispuesto en el artículo
426 del Código de Trabajo.
Los motivos señalados ponen de manifiesto la inexistencia de agravio que haya
lesionado derechos y garantías constitucionales de la solicitante, razón por la cual el
amparo planteado deviene improcedente y, siendo que el tribunal de primer grado
resolvió en igual sentido, procede confirmar la sentencia apelada, pero por las razones
aquí consideradas.
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LEYES APLICABLES
Artículos citados y 265, 268, 272 inciso c), de la Constitución Política de la
República de Guatemala; 1º, 5º, 6º, 8º, 49, 50, 60, 61, 62, 63, 64, 149, 163, inciso c), y
185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; y 16, 17, 34 bis del
Acuerdo 4-89 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad con base en lo considerado y leyes citadas al
resolver declara: I) Con lugar parcialmente el recurso de apelación promovido por la
Superintendencia de Administración Tributaria –postulante del amparo- y, como
consecuencia: a) revoca parcialmente la sentencia apelada y, resolviendo conforme a
derecho: a) deniega el amparo promovido por el Estado de Guatemala en cuanto a la
procedencia del reajuste de indemnización y reajuste al pago de vacaciones, por los
motivos considerados; y b) otorga el amparo promovido por la Superintendencia de
Administración Tributaria y para efectos positivos del presente fallo, la Sala debe dejar
incólume todo lo que resolvió respecto del fondo del caso, salvo lo relacionado con la
confirmación de los cálculos que fueron fijados en la sentencia que se conoció en grado
por medio del acto ahora reclamado, en virtud de que dichos cálculos deben realizarse al
momento de practicarse la liquidación correspondiente, de conformidad a lo dispuesto en
el artículo 426 del Código de Trabajo; ordenando a la autoridad impugnada que dentro
del plazo de cinco días de estar firme el presente fallo resuelva conforme a Derecho y a lo
aquí considerado, bajo apercibimiento de que, en caso de incumplimiento, se le impondrá
la multa de dos mil quetzales a cada uno de los magistrados, sin perjuicio de las demás
responsabilidades legales. II) Notifíquese y, con certificación de lo resuelto, devuélvase el
antecedente.
HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA
PRESIDENTE
ROBERTO MOLINA BARRETO
MAGISTRADO
ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE
MAGISTRADO
CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ DE COLMENARES MARÍA DE LOS ÁNGELES ARAUJO BOHR
MAGISTRADA
MAGISTRADA
HÉCTOR EFRAÍN TRUJILLO ALDANA
MAGISTRADO
JUAN CARLOS MEDINA SALAS
MAGISTRADO
MARTÍN RAMÓN GUZMÁN HERNÁNDEZ
SECRETARIO GENERAL
ACLARACIÓN Y AMPLIACIÓN
EXPEDIENTE 5239-2012
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, ocho de enero de dos mil catorce.
Se tiene a la vista para resolver, la solicitud de aclaración formulada por el Estado
de Guatemala, por medio de la delegada de la Procuraduría General de la Nación,
Marylin Solange Castillo Castillo, de la sentencia dictada por esta Corte el cinco de
noviembre de dos mil trece, dentro del expediente arriba identificado, en el amparo que
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promovió contra la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social.
ANTECEDENTES
I) DEL PLANTEAMIENTO DE AMPARO Y RESOLUCIÓN DE PRIMER GRADO: En la
acción constitucional de amparo dentro del cual se plantea el correctivo que se resuelve,
se señaló como acto reclamado la sentencia de treinta de noviembre de dos mil once,
dictada por la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, que
al confirmar parcialmente la emitida por el Juzgado Sexto de Trabajo y Previsión Social
del departamento de Guatemala, el uno de abril de dos mil once, declaró con lugar la
demanda ordinaria laboral promovida por Julio Enrique Quixa Salazar contra la
Superintendencia de Administración Tributaria, en cuanto a la procedencia del reajuste de
indemnización por la cantidad de nueve mil trescientos cincuenta y siete quetzales con
cuarenta y cinco centavos (Q.9,357.45) y reajuste al pago de vacaciones por la cantidad
de doscientos sesenta y nueve quetzales con ochenta centavos (Q.269.80).
La Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio, en fallo de ocho de
noviembre de dos mil doce denegó la protección constitucional solicitada, con sustento en
que la autoridad reclamada resolvió en uso de sus facultades sin advertir vulneración de
los derechos invocados por la amparista, pues existió una valoración adecuada de la
prueba aportada al proceso, por lo que no se evidencia vulneración a derecho y principio
constitucional de la amparista. De esa cuenta, el amparo no puede constituirse en una
instancia revisora de lo resuelto en la jurisdicción ordinaria, tal como lo pretende la
accionante, porque a los tribunales comunes corresponde con exclusividad valorar o
estimar las proposiciones de fondo.
II) DE LA APELACIÓN PROMOVIDA Y LA RESOLUCIÓN DE SEGUNDO GRADO: La
Superintendencia de Administración Tributaria, postulante, apeló la sentencia de primer
grado. Esta Corte, al resolver en alzada el cinco de noviembre de dos mil trece, confirmó
parcialmente la denegatoria del amparo dispuesto en primera instancia. Para el efecto,
consideró que era acertada la decisión de la autoridad reclamada en cuanto a la
procedencia en el pago del reajuste indemnizatorio y reajuste al pago de vacaciones
correspondientes al dos mil dos - dos mil tres y el ajuste por el período proporcional dos
mil tres - dos mil cuatro, de acuerdo a las leyes laborales que rigen en el país, tal como se
expresó en las motivaciones jurídicas de su fallo, basando su decisión en la correcta
aplicación del Convenio sobre la Protección del Salario (Convenio 95) en concordancia con
lo establecido en el artículo 46 y 106 de la Constitución Política de la República de
Guatemala y 12 y 88 del Código de Trabajo. En cuanto al agravio denunciado por la
Superintendencia de Administración Tributaria, referente a que la sala reprochada violó el
artículo 426 del Código de Trabajo, al confirmar los cálculos que fueron fijados en la
sentencia que conoció en alzada, puesto que aquellos deben realizarse al momento de
practicarse la liquidación correspondiente, esta Corte otorgó la protección constitucional a
la apelante, en virtud de que de acuerdo al artículo 426 ibídem el Juez de primera
instancia ordinario procederá a efectuar la liquidación correspondiente, pero luego de
notificar la ejecutoria o de tener por aceptada la obligación; de esa cuenta la autoridad
reclamada se extralimitó en el uso de las facultades que la ley le otorga, por lo que
estimó procedente otorgar el amparo por el motivo considerado, dejando incólume la
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resolución de la Sala cuestionada respecto del fondo del caso, salvo lo relacionado con la
confirmación de los cálculos que fueron fijados en la sentencia que se conoció en grado
por medio del acto reclamado.
III) DE LOS ARGUMENTOS DE LA ACLARACIÓN: En el presente caso, el solicitante
de la impugnación considera que la sentencia emitida por este Tribunal debe aclararse,
puesto que en la parte resolutiva del amparo, específicamente en el numeral romano I),
literal a) se consignó erróneamente que el amparo fue promovido por el Estado de
Guatemala, toda vez que el ente estatal actuó como tercero interesado y no como
postulante de la acción constitucional instada, por lo que solicita que se aclare en ese
sentido a efecto de darle debido cumplimiento a la sentencia impugnada.
CONSIDERANDO
-IConforme el artículo 70 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
constitucionalidad, cuando los conceptos de un auto o de una sentencia, sean obscuros,
ambiguos o contradictorios, podrá pedirse que se aclaren.
- II La aclaración, según la norma invocada en el considerando anterior, tiene por
finalidad corregir las ambigüedades, contradicciones y obscuridades que los términos de
un mismo fallo contengan.
Esta Corte advierte que en el presente caso, el fallo aludido adolece de la
deficiencia que viabilizan la procedencia del correctivo contenido en el artículo precitado,
debido a que, de la lectura del escrito contentivo del recurso instado, se evidenció que
por error se consignó en la parte resolutiva de la sentencia recurrida que el amparo fue
propuesto por el Estado de Guatemala, cuando éste actuó en calidad de tercero
interesado y no como postulante de la acción instada, siendo correcto consignar como
amparista a la Superintendencia de Administración Tributaria, por ello es procedente
hacer el pronunciamiento aclaratorio pertinente.
Por lo anterior se concluye que la solicitud que ahora se conoce deberá ser
declarada con lugar.
LEYES APLICABLES
Artículo citado y 265, 268 y 272 inciso i) de la Constitución Política de la República
de Guatemala; 1º, 8º, 71, 149, 163 inciso i), 179 y 185 de la Ley de Amparo, Exhibición
Personal y de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con fundamento en lo considerado y leyes citadas,
resuelve: I. Con lugar la aclaración solicitada por el Estado de Guatemala, a través de la
delegada de la Procuraduría General de la Nación, Marylin Solange Castillo Castillo, de la
sentencia dictada por esta Corte el cinco de noviembre de dos mil trece, en el sentido que
en el numeral I) literal a) de la parte resolutiva debe leerse que el amparo fue promovido
por la Superintendencia de Administración Tributaria. II. Notifíquese.
HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA
PRESIDENTE
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ROBERTO MOLINA BARRETO
MAGISTRADO
GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR
MAGISTRADA
ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE
MAGISTRADO
MAURO RODERICO CHACÓN CORADO
MAGISTRADO
HÉCTOR EFRAÍN TRUJILLO ALDANA
MAGISTRADO
JUAN CARLOS MEDINA SALAS
MAGISTRADO
MARTÍN RAMÓN GUZMÁN HERNÁNDEZ
SECRETARIO GENERAL
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