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Cielo rojo es novela gráfica escrita por Paula Pino e lustrada por Felipe Ocampo (Recuperado automáticamente)

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Cielo rojo es novela gráfica escrita por Paula Pino e lustrada por Felipe Ocampo, Francisco León
y Lynda Acosta, publicada en 2017. Relata la historia a partir de la memoria de un sobreviviente
de la explosión del 7 agosto de 1986 en Cali. Cuando varios camiones del ejército cargados con
dinamita destinada a obras civiles, que viajaban de Buenaventura a Bogotá. En un momento de
descanso paró en Cali. A la una de la madrugada estalló toda la carga, causándole la muerte a casi
4.000 personas y dejó a 12.000 heridos. Las personas que estuvieron ahí aseguran haber escuchado
"la más tremenda explosión. Se sintió a su vez un pequeño temblor" (El País. 2013). Se habían
destruido "36 manzanas; el cráter tenía 50 metros diámetros por 8 metros de profundidad, en forma
de cono" (ídem). Es considerada una de las tragedias más grande por muerte no natural en América
Latina.
El 7 de agosto de 1956 a la una y veinticinco minutos de la madrugada, siete dinamita45. camiones
del Ejército cargados con 42 toneladas de estacionados al lado de la antigua Estación del
Ferrocarril, explotaron destruyendo un total de 8 manzanas ubicadas en la calle 25 entre carreras
1ª y 8ª. La explosión destrozó industrial** gran parte de la zona y comercial de Cali, dejó un cráter
de 20 metros de profundidad y 40 metros de diámetro, además de un saldo de alrededor de mil
quinientos muertos, ocho mil damnificados, dos mil quinientos trabajadores cesantes, 1.000
industriales y comerciantes afectados, y unas pérdidas estimadas en 200 millones de pesos para la
ciudad.
Las causas y los responsables del hecho nunca fueron esclarecidos a pesar del discurso de Rojas
Pinilla, quien en un mensaje radial sentenció que Las Fuerzas Armadas no descansarían hasta
hallar a los responsables materiales e intelectuales del atentado, de esta manera atribuyó el hecho
a un sabotaje político: “hay precedentes que autorizan al gobierno para creer que estas desgracias,
estos actos de terrorismo, son fruto de campañas subversivas que no pueden conseguir el
derrocamiento de la autoridad”46****
El barrio Aguablanca fue levantado sobre terrenos pantanosos del suroriente que carecían de
servicios públicos. Antes de ser propietarios, los damnificados fueron arrendatarios alrededor de
tres años de unas casas que les vendieron por 2.500 pesos, con quince años de plazo y un interés
del 2%.
** La Unidad Residencial República de Venezuela se construyó en solo seis meses. Al igual que
las casas del barrio Aguablanca, los apartamentos del Edificio Venezolano no fueron regalados y
los damnificados fueron arrendatarios hasta que los adjudicaron de acuerdo con las pérdidas de
cada persona y su capacidad de pago. Los 140 apartamentos fueron entregados por sorteo.
*** Gonzalo Canal Ramírez, simpatizante del régimen de Rojas Pinilla, fue designado el periodo
de la Junta Militar (1957-1958) como Coordinador Social del régimen ante el desmantelamiento
de Sendas.
… Y Santiago de Cali, la Sucursal del Cielo, se convirtió de pronto en el núcleo mismo del infierno.
Miles de cuerpos mutilados, hierros retorcidos, escombros humeantes y un desfile interminable de
almas extraviadas entre el dolor y el miedo, poblaron las calles esa madrugada. Cali no volvería a
ser la misma. La explosión del 7 de agosto arrasó para siempre una parte del corazón de la vieja
ciudad. Pero de entre sus cenizas también surgió el espíritu solidario que todavía impulsa a Cali.
El País recuerda aquellas horas en las que los caleños transitamos de la tragedia a la esperanza.
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