Derecho en la postmodernidad Pier Giuseppe Monateri Síndrome de alienación parental en la legislación y jurisprudencia de familia Emilio Torrealba Jenkins Tendencias modernas del Derecho Privado Massimo Paradiso Teoría de los hechos jurídicos procesales Fredie Didier Jr., Pedro H. Pedrosa Nogueira Pena y estructura social Rusche-Kirchheimer Nueva teoría de la prueba Antonio Dellepiane Cuestiones de medicina legal Achaval-Covelli-Ratto Manual de kinesiología legal Achaval-Ratto Persuación y storytelling aplicados a la defensa penal. Nuevas expresiones de litigación Luis Miguel Reyna Alfaro Defensa del imputado. Perspectivas garantistas Luis Miguel Reyna Alfaro Filosofía del Derecho Manuel Manson Terrazas Quizá piensen ustedes que lo más revelador que yo podría decir, sería explicar cómo hago para llegar a un dictamen. Sin embargo, con franqueza, dudo que la labor del juez de instrucción, en lo que respecta a la redacción de su dictamen, sea tan importante como lo es la tarea de presidir durante un juicio verbal. Allá, en mis tiempos de secretario del juzgado que presidía el juez A. N. Hand, solía él decir que un buen juez de instrucción debe acertar más o menos en dos terceras partes de sus dictámenes, y yo estoy seguro de que un juez de mediana inteligencia y con regular ilustración, puede dar dictámenes que en la gran mayoría de los casos pasarán airosamente cualquier examen. Jane Davies “STACKED STRIPES 2” Un elevado porcentaje de procesos corresponde a casos rutinarios. Y en aquellos que ofrecen serias dificultades, estoy convencido de que muchos jueces hacen lo que yo hago: preparan dos sentencias distintas, y luego ven cuál es la que mejor encaja. Pero la tarea de dictaminar no es nada comparada con la de llevar el juicio —especialmente cuando es por jurados— de tal manera que los jurados, las partes, los testigos, los abogados y los espectadores puedan no solo seguir el hilo de los hechos y derechos, sino que salgan de la sala del tribunal convencidos de la imparcialidad de los procedimientos y de la gran responsabilidad que cabe a los tribunales de justicia como propugnadores de aquellos valores que nos son más caros. El juez que tenga éxito en este intento siquiera la mitad de las veces, puede ser considerado como un hombre extraordinariamente bueno, pues en este aspecto de su trabajo el juez deberá ser medido tomando como base el éxito del maestro con sus alumnos, del padre con su hijo. Por muy buena que sea la instrucción, existen tantos intangibles e imponderables, que nadie puede estar totalmente seguro de que su actuación merece más que los puntos indispensables para salir aprobado. Normas, Derecho y lógica Manuel Manson Terrazas ISBN 978-956-7799-48-0 Charles Edward Wyzanski, Jr. Visite www.edicionesolejnik.com 9 7 8 9 5 6 7 7 9 9 4 8 0 WYZANSKI, Jr. Consideraciones críticas sobre el concepto de dolo Ezequiel Ferrer BIBLIOTECA DE DERECHO PROCESAL CHARLES E. CHARLES E. WYZANSKI, Jr. Contradictorio en el proceso judicial José Souto Maior Borges Reflexiones de un juez La función judicial, la ética y el derecho Comparación jurídica y teoría del Derecho Reinhard Zimmermann, Gunther Teubner, Martin Ebers Lex Reflexiones de un juez La función judicial, la ética y el derecho Charles Edward Wyzanski, Jr. (Estados Unidos) (Boston, 27 de mayo de 1906-3 de septiembre de 1986) Fue juez de la Corte del Distrito de Massachusetts en los Estados Unidos. Se licenció en Derecho en la Facultad de Derecho de Harvard en 1930. Ejerció la práctica privada de Derecho en Boston en 1930. Fue asistente legal del juez Augustus Noble Hand de la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de los Estados Unidos de 1930 a 1931. Ejerció la práctica privada de derecho en Boston de 1931 a 1932. Fue asistente legal del juez Learned Hand de la Segundo Circuito en 1932. Fue asistente especial del Procurador General de los Estados Unidos en la Oficina del Procurador General de 1935 a 1937. Fue nombrado por el presidente Franklin D. Roosevelt el 1 de diciembre de 1941 para un puesto en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Massachusetts que dejó vacante el juez Hugh Dean McLellan. Fue confirmado por el Senado de los Estados Unidos el 16 de diciembre de 1941 y recibió su comisión el 19 de diciembre de 1941. Se desempeñó como Juez Principal de 1965 a 1971. Asumió el estatus superior el 1 de septiembre de 1971. Su servicio fue terminado en septiembre 3 de 1986, debido a su muerte en Boston. Fue miembro público de la Junta de Mediación de Defensa Nacional de 1941 a 1942. Fue profesor en la Universidad de Harvard de 1942 a 1943. Fue también profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts de 1949 a 1950. Fue profesor en la Universidad de Stanford de 1949 a 1951.