(foto: niños y adolescentes) 4 de cada 10 hogares con niños y adolescentes no tienen ingresos Los datos se desprenden de una encuesta realizada por UNICEF en la Argentina. La mer ma de ingresos empujó a los adolescentes a incorporarse tempranamente al mercado labor al. La pandemia de coronavirus que afecta al mundo ha dejado secuelas en la población, no sólo de índole de salud sino, sobre todo, económicas y va a llevar mucho tiempo poder recuperar los niv eles económicos y de empleo alcanzados antes de la misma. Es así que UNICEF realizó una vez más una encuesta sobre el impacto de COVID-19 en hogare s con niños, niñas y adolescentes del país. Entre los indicadores más preocupantes se destacan ci nco: la reducción de ingresos laborales, la restricción en el acceso a la salud y vacunación, el te mor de las condiciones para la reanudación de las clases presenciales, la seguridad alimentaria, y sobrecarga en mujeres de las tareas del hogar. La encuesta realizada representa a la totalidad de los hogares con niños, niñas y adolescentes en Argentina. El ámbito económico, como ya se mencionó, fue duramente afectado por el Covid-19, sobre todo aquellas personas que tienen empleos precarios e informales. De esta manera se pudo establecer que cuatro de cada diez hogares del país donde residen niños, niñas y adolescentes (es decir 2,1 millones de familias) afrontan una reducción en los ingresos l aborales, en tanto uno de cada cinco enfrenta al menos una deuda, según los resultados de la ter cera encuesta. Esto representa que un 70% de todos los hogares con niños, niñas y adolescentes perdió la mita d o más de la mitad de sus remuneraciones. De los hogares que contrajeron deuda, se desprende que un 36% de ellos lo hicieron para poder adquirir alimentos. Esto se nota más aún en las villas o asentamientos, donde las familias debier on recurrir a un préstamo o fiado para adquirir comida. En cuanto a la ayuda que recibieron estos hogares por parte del Estado, cabe resaltar que el 42 % de los hogares con niños, niñas y adolescentes recibió en octubre el ingreso familiar de emerg encia (IFE) y el 33% accedió a la Tarjeta Alimentar u otros mecanismos de apoyo alimentario, a unque más de la mitad de los hogares (51%) no recibe transferencias destinadas a poblaciones e n situación de vulnerabilidad social. El desempleo es otro de los problemas que trajo aparejada la pandemia, ya que debió implement arse una cuarentena que terminó durando cerca de ocho meses, lo que complicó a los trabajadore s que debían llevar ingresos a sus familias. El 12% de los trabajadores perdió su empleo durante la pandemia, lo que representa a 1,1 millones de personas. En regiones como Cuyo y el NOA e ste porcentaje asciende al 14%. Las dificultades que enfrenta la población hicieron además que e l 28% tuviera que dejar de comprar algún alimento por no tener dinero. En el relevamiento se o bservó que en el 8% de los hogares hay al menos un miembro que concurre a un comedor com unitario. Incremento del trabajo infantil La pérdida de numerosos empleos debido a la cuarentena, también llevó a que muchos adolescen tes deban incorporarse tempranamente al mercado laboral, para ayudar a sus padres en el manten imiento del hogar, ya que los ingresos familiares se vieron fuertemente reducidos. El 16% de los adolescentes ha manifestado realizar actividades laborales destinadas al mercado y el 46% de ell as y ellos no lo hacía antes de la cuarentena. Además, la encuesta refleja que los y las adolescentes realizan trabajos no remunerados al interio r del hogar, como limpiar y cocinar (79%), hacer las compras (63%) o cuidar a niños, niñas o p ersonas mayores con los que conviven (36%). El dilema de volver a las clases presenciales Por otro lado, la encuesta revela que otro de los grandes problemas en los hogares con niños y a dolescentes este año, que fueron las clases virtuales y el temor de volr o no a las clases presenci ales. El 58% de los estudiantes del país tuvo complicaciones para mantener la atención durante l as clases virtuales, mientras que el 31% no pudo sostener una rutina relacionada con el aprendiz aje durante la pandemia, según surge del segmento de Educación de la tercera encuesta. Ante la posibilidad de enviar a sus hijos e hijas a la escuela, el 71% de los adultos encuestados respondió que optará por enviarlos directamente el año 2021, y casi la mitad -el 49%- no cree q ue las escuelas puedan cumplir con las medidas necesarias de prevención. Un porcentaje muy elevado de adolescentes (96%) manifestó haber recibido tareas escolares. Al ser consultados sobre sus aprendizajes escolares de este año, el 48% consideró que fueron alguno s, seguido por el 26% que opinaron que fueron muy pocos, mientras que el 19% afirmó que fuer on muchos. Alimentación precaria y acceso a servicios de salud Uno de los temas sobre los que se está analizando aún el verdadero impacto que tuvo en los ho gares con niños, niñas y adolescentes es la alimentación precaria de los mismos en relación sobr e si la pandemia tiene algún efecto negativo sobre la disponibilidad y calidad de los alimentos e n los hogares. La Encuesta Rápida del mes de octubre indica que 28% del total de los hogares r elevados había dejado de comprar algún alimento por limitaciones en el ingreso. En tanto, la ONU asegura que la amenaza “más grave” para los niños son las alteraciones relaci onadas con la enfermedad de COVID-19 en los servicios sociales y de salud, ya el 42% de los hogares no ha podido mantener los controles de salud de sus hijos y el 20%, los de vacunación desde que se han implementado las distintas etapas de aislamiento. UNICEF llama a lograr un acuerdo social para priorizar la educación y reabrir las escuelas lo an tes posible. Retornar a las clases presenciales es fundamental para el desarrollo de todos los niño s, las niñas y adolescentes, priorizando a aquellos que se encuentran en situación de mayor vulne rabilidad, sin posibilidades de sostener contacto con las escuelas por falta de recursos, de disposi tivos tecnológicos, requerimientos especiales, discapacidad o ámbito de residencia, tal como indic a el posicionamiento institucional publicado por la organización.