.. Sumario . . Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Acerca de Maria Montessori . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Qué debes saber sobre tu hijo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El desarrollo del enfoque Montesson . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Preparar el camino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los prjmeros pasos hacia la lectura y la escritura . . . . . . . . . . . Aprender a escribir las letras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Empezar a leer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Leer para hallar el significado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La escritura creativa y correcta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Plantillas y otros recursos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 13 17 23 39 59 89 119 145 163 177 191 Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ................... 221 Índice analítico y de nombres .............................. 235 Agradecimientos Quisiera expresar mi gratitud a Hilla Patell por su apoyo, ánimos y estímulo a lo largo de los últimos veinte años; a Renilde Montessori por su energía inagotable como secretaria general de la AMI, por sus viajes alrededor del mundo alentando a quienes creen que el sistema Montessori es una educación para toda la vida, y por asesorarme sobre la biografía robando tiempo a su apretado horario; y a Rosemary Sassoon, cuya comprensión de la escritura de los niños es excepcional, iy su pasión contagiosa! Jesse Scott, James Irwin y Eve Lawrence se prestaron amablemente a leer las primeras versiones del libro; y gracias también a Hilary White por compartir su competencia e interés. Estoy muy agradecida a mi editora Isabel Moore por su entusiasmo y comprensión y a su fotógrafo Ron Sutherland cuyas maravillosas fotografías son una pmeha de su gran habilidad en el trabajo con niños. Isabel, Ron y yo pasamos una temporada intensa, pero enormemente agradable, trabajando con los niños de la Mana Montessori Children's House. Muchas gracias también a los niños, padres, estudiantes y personal de la Maria Montessori Training Organisation por su colaboración tan entusiasta, y a Scilla Towns por ayudarme a compilar la bibliografía. Finalmente, debo agradecer a mi familia y amigos su incondicional apoyo mientras escribía este libro. 7 Introducción En los últimos veinte años he visto a innumerables niños aprender el arte de leer y escribir de una manera fácil y divertida. No existen grandes secretos: no es una cuestión de dinero y no es nada difícil. De lo que estoy segura es de que el proceso es fácil y natural antes de la edad de 6 años. Después de los 6 es, en el mejor de los casos, un esfuerzo cuesta arriba. Este libro no está escrito para mis homólogos ni para mis estudiantes; tampoco está escrito para persuadir a los escépticos del valor del método Montessori, ni para desafiar las nociones imperantes sobre el mejor método para enseñar a leer y a escribir. Simplemente está escrito para aquellos padres que quieran prestar una ayuda práctica a sus hijos en el camino de la alfabetización. Muchos padres se eximen de ayudar a sus hijos en el proceso de aprender a leer y escribir porque nuestra actitud cultural les dice que es difícil y que es algo que deben hacer los maestros. Esto no debería ser así. La preparación para la lectura y la escritura empieza mucho antes de la escolarización y los padres son los primeros y los mejores profesores. También estoy convencida de que la alfabetización es para los niños el único camino de romper con las ataduras culturales y sociales que limitan sus vidas, de elevar sus miradas y ampliar sus horizontes y, en definitiva, de aportar su granito de arena en el avance de nuestra sociedad. La capacidad de leer y escribir no es por sí misma una meta suficiente. Lo más importante es despertar en el niño el deseo de leer y escribir: éste es el Santo Grial. Este libro no está hecho para consultarlo al azar. Traza un proceso de desarrollo con actividades adecuadas al proceso de maduración de una mente infantil. Es como construir una casa sobre cimientos sólidos, piedra a piedra, hasta llegar al tejado. Si construyes una torre efímera sobre la arena, puede sostenerse cierto tiempo, pero liiego se dermmbará. 1 Los fundamentos de la aifabetización son el amor y el estímulo. El sótano está construido a partir del placer de escuchar leer a alguien, del conocimiento del mundo, de un entorno rico en lenguaje, del desarrollo de los sentidos y del control del cuerpo. Las habitaciones de la planta baja están hechas de la conciencia de los sonidos del lenguaje. El piso superior está formado por la capacidad de vincular símbolos a los sonidos, y el ático es la habilidad de utilizar estos símbolos para expresar los propios pensamientos. El tejado es ser capaz de leer y escribir. En una casa como ésta, la mente de un niño puede vivir una vida satisfactoria que ningún huracán podrá destmir. En cada capítulo de este libro encontrarás actividades que representan las piezas de constrncción de la alfabetización; reflejan el tipo de actividades que se llevan a cabo en una escuela Montessori, aunque no son necesariamente las mismas. Contiene además muchos juegos, ideales para que los padres trabajen con sus hijos en casa. Lee todos los capítulos antes de lanzarte a ayudar a tus hijos en el aprendizaje de la lectura y la escritura, ya que esto te aportará un sentido del enfoque global, que requiere que sigas algunos caminos paralelos. A modo de guía básica, verás que los capítulos 1 y 2 se centran en el método Montessori en general; el capítulo 3 propone actividades que establecen las bases para la lectura y la escritura; el capítulo 4 contiene tres actividades esenciales, que constituyen la puerta de la lectura y la escritura; los capítulos 5 y 6 deben leerse paralelamente, puesto que desarrollan la capacidad de tu hijo de leer y escribir; los capítulos 7 y 8 también deben leerse en paralelo, porque exponen las técnicas más sofisticadas de lectura y escritura; el capítulo 9 aconseja acerca de c6mo realizar algunas de las actividades propuestas en el libro y te facilita plantillas que puedes utilizar. A medida que vayas avanzando recuerda sobre todo que en los niños pequeños de 3 o 4 años la lectura no precede a la escritura: estas capacidades progresan de la mano, yendo inicialmente la escritura ligeramente por delante, marcando el camino. Los niños que han aprendido en un entorno Montessori, comenzando hacia los 2 años y medio, de una manera totalmente natural empezarán a escribir antes que a leer. He escrito este libro como una ayuda a los padres para utilizar en casa, y pese a ser en sí mismo completo también puede complementar el trabajo de la escuela. Aunque los padres sean los principales educadores del niño, el papel del profesor también es importante. Para un niño pequeño un en- tomo Montessori es una solución muy adecuada a las presiones de la vida moderna, en la que los padres raramente pueden estar siempre 8s casa. Sin embargo, Montessori es más que un tipo de escuela, es una actitud, un enfoque, y espero que, después de haber leído este libro, llegues a comprender un poco este enfoque y te sientas inclinado a seguirlo con tu hijo. Cualquier limitación que encuentres en el libro será mía, no debe atribuirse al método Montessori. Si, como resultado de la lectura de este libro, un solo padre ayuda a su hijo a aprender a amar la lectura y la escritura, entonces, para mí, ya habrá merecido la pena escribirlo. LYNNE LAWRENCE Marzo de 1998 Acerca de Maria Montessori Maria Montessori nació en 1870 en la ciudad de Chiarvalle, Italia. Su padre, Alessandro, era contable, y su madre, Renilde Stoppani, era una persona culta y progresista. Su casa estaba llena de libros, dado que Renilde amaba la lectura, una pasión que transmitió a su hija. La familia Montessori se mudó a Roma en 1875 y al año siguiente la pequeña Maria ingresó en la escuela pública de la Via di San Nicolo da Tolentino. A medida que su educación progresaba, empezó a romper las harreras que limitaban la carrera de una mujer y, entre 1886 y 1890, continuó sus estudios en el Regio Istituto Tecnico Leonardo da Vinci, inicialmente con la intención de llegar a ser ingeniera, algo inaudito para una mujer. En algún momento, y por razones que ni ella misma podía explicar, cambió de idea sobre la ingeniería como carrera y decidió hacerse médica. En aquella época era impensable que una mujer entrara en la Facultad de Medicina. De todos modos, parece que el papa León XIII intervino en su favor y en 1890 ingresó en la Universidad de Roma para estudiar física, matemáticas y ciencias naturales; en 1892 aprobó sus exámenes y recibió el Diploma di Licenza, su pasaporte para la Facultad de Medicina. En la escuela de Medicina sus compañeros estaban en contra de su presencia y sin duda se sentían algo intimidados. En nombre de la decencia, Mana fue excluida de las clases de anatomía y disección -se consideraba indecoroso que una mujer mirara un cuerpo desnudo en presencia de otros hombres- y por eso hacía sola sus ejercicios de disección después de las clases. i la historia de un momento decisiLos biógrafos de ~ o n t e s s o rrelatan vo en sus estudios, cuando, después de una tarde solitaria en la sala de disección, se marchó con la intención de abandonar sus estudios de Medicina. De camino a casa se cruzó con una indigente y su hijo de 2 años, que estaba jugando con un trozo de papel de color. Quedó profundamente afec- tada por la expresión de felicidad en el rostro del niño y por el modo en que le absorbía totalmente el juego con el trozo de papel. Más tarde explicaría que, movida por emociones que ni ella misma se podía explicar, se volvió y regresó directamente a la sala de disección. Tal vez, en el juego de ese niño afligido por la pobreza, había encontrado su vocación. En 1896 Maria Montessori se licenció por la Universidad de Roma como la primera mujer médica en Italia. Muy pronto fue contratada en el Hospital San Giovanni, vinculado a la universidad. Ese mismo año le pidieron que representara a Italia en el Congreso Internacional para los Derechos de las Mujeres y, durante su discurso en el congreso, expuso su tesis a favor de una reforma social, argumentando que las mujeres deberían tener derecho a cobrar los mismos salanos que los hombres. En noviembre de 1896 añadió a sus tareas el cargo de asistente quirúrgica en el Hospital Santo Spirito de Roma. En este lugar, la mayor parte de su trabajo era con gente pobre, y particularmente con sus hijos. Como doctora era conocida por la manera en que «atendía» a sus pacientes, asegurándose de que no pasaran frío y estuvieran bien alimentados, al mismo tiempo que diagnosticaba y trataba sus enfermedades. En 1897 se ofreció para unirse a un programa de investigación en la clínica psiquiátrica de la Universidad de Roma y fue ahí donde trabajó junto a Giuseppe Montesano, con quien más tarde nacería un romance. Como parte de su trabajo en la clínica visitó los manicomios de Roma, buscando pacientes para tratar en la clínica. Ella misma explica que cuando, en una de sus visitas, vio a un gmpo de niños en una sórdida habitación sin muebles, se dio cuenta de que su entorno les privaba de los estímulos sensoriales que de manera natural ansiaban, lo cual empeoraba su condición. Empezó a leer todo lo que encontró sobre el tema de los niños con retraso mental y, en particular, estudió la obra pionera de dos franceses de principios del siglo xrx, Jean-Marc-Gaspard Itard y Edouard Seguin; anhelaba tanto conocer perfectamente su obra que la tradujo ella misma del francés al italiano. Durante el curso universitario de 1897-1898 quiso ampliar sus conocimientos sobre educación asistiendo a cursos de pedagogía y estudiando la obra de Rousseau, Pestalozzi y Froebel. En 1837 Froebel había fundado una escuela para niños muy pequeños -una innovación radical, que él llamó Kleinkinderbeschaefiigungsanstalt,un nombre apropiado pero hastante farragoso que luego dio lugar a la palabra moderna Kindergarten-. Froebel, convencido del valor del juego en el primer aprendizaje, había ideado una serie de juguetes o arúlugios a los que llamó «regalos y que anticipaban el material Montessori. En 1897 pidieron a Montessori que participara en el Congreso Médico Nacional en Turín, donde defendió la controvertida teoría de que la falta de un cuidado adecuado en los niños retrasados y perturbados era la causa de su delincuencia. Desarrolló esta tesis en 1898 y en septiembre de ese mismo ano presentó una ponencia en el Congreso Nacional Pedagógico en Turín, en la que defendía el punto de vista de que el progreso social y la economía política echaban sus raíces en las medidas educativas apoyadas por todos. El proyecto de una reforma social a través de la educación sería una idea que Montessori desarrollaría y maduraría durante el resto de su vida. A finales de 1898 se formó un comité para generar fondos destinados a una institución nacional médico-pedagógica, la Liga Nacional para la Educación de Niños Retrasados. Como representante de la Liga se embarcó en un ciclo de conferencias en 1899 que le dieron la oportunidad de sintetizar sus argumentos a favor de la emancipación de las mujeres, la disminución de la pobreza, la educación de los niños más pequeños y el establecimiento de una civilización próspera y pacífica. Si hoy viviera y promulgara estas ideas se la consideraría una figura destacada de su tiempo, por lo que merece la pena detenerse a reflexionar un poco sobre una mujer de 29 años que hablaba así hace un siglo. La implicación de Montessori en la Liga Nacional para la Educación de Niños Retrasados la llevó a aceptar el cargo de codirectora junto a Giuseppe Montesano en una nueva institución llamada Escuela Ortofrénica. Esta escuela acogió a niños con un amplio espectro de diferentes trastornos y discapacidades y, hacia julio de 1900, aquellos niños habían progresado tanto que varias instituciones de renombre acudieron a visitarla oficialmente. Montessori pasó dos años trabajando en la Escuela Ortofrénica. Aplicó una actitud científico-analítica a su trabajo, enseñando y observando durante el día y tomando notas durante la noche. Consideraba este período como la época en que comprendió verdaderamente la pedagogía. Fue entonces cuando empezó a desarrollar por primera vez algunas ideas para sus materiales educativos, yendo mucho más allá de las ideas de Seguin, Itard y Froebel. La relación con Giuseppe Montesano se había convertido en una hist o i a de amor y.Ln 1898 Maria dio a luz a un niño llamado Mario, que confió al cuidado de una familia que vivía en el campo, cerca de Roma. Maria 8. visitaba a menudo a su hijo, pero hasta que Mario no se hizo mayor, no supo que ella era su madre. Naturalmente, mantuvieron una estrecha relación y, al cabo de unos años, él colaboró y trabajó con su madre, prosiguiendo su trabajo después de su muerte. En 1901 Maria dejó la Escuela Ortofrénica y se sumergió en los estudios de filosofía de la educación y antropología; posteriormente, en 1904, consiguió una plaza en la Escuela de Pedagogía de la Universidad de Roma, donde permaneció hasta 1908. En este período, Roma estaba creciendo muy rápidamente y, con la fiebre del desarrollo especulativo, algunos terratenientes y compañías constructoras estaban cayendo en bancarrota, dejando proyectos de edificación inacabados, que atrajeron rápidamente a los «okupas». Uno de estos procesos tuvo lugar en el distrito de San Lorenzo, entre la antigua muralla romana y el cementerio. Un grupo de ricos banqueros rescató el proyecto de construcción, el grupo de Beni Stabili, el cual emprendió la restauración creando un bloque de viviendas de pisos que pronto serían ocupados por familias obreras pobres. Como los padres estaban fuera todo el día trabajando, los niños pequeños hacían estragos en el edificio recién construido y Beni Stabili pidió ayuda a la doctora Montessori para encontrar alguna manera de entretenerlos para que no dañaran el edificio. Montessori aprovechó la oportunidad de trabajar con niños normales y, trayendo algunos materiales educativos que había elaborado en la Escuela Ortofrénica, fundó su primera Casa del Bambini o Casa de los Niños. Al cabo de tres meses abrió una segunda Casa. No había ninguna esperanza de que consiguiera algo con esos niños, lo cual le dio la oportunidad de experimentar con ellos. Ponía muchas cosas en su entorno, pero s61o dejaba aquellas que les atraían. Montessori se dio cuenta de que los niños que se encontraban en un entorno donde las actividades habían sido elegidas como un soporte a su desarrollo natural, tenían el poder de educarse a sí mismos, lo que llamaría más tarde «autoeducacións. En 1914 escribió: No inventé un método de Educación, simplemente di a algunos niños la oportunidad de vivir. Una prueba de su perspicacia es el hecho de que los descubrimientos contemporáneos sobre el modo en que crecen, se desarrollan y aprenden los niños confirman esencialmente sus conclusiones. En la Casa, los niños experimentaron un progreso extraordinmio, y muy pronto los que tenían 5 años ya podían leer y escribir. Las noticia del nuevo método Montessori se difundieron con rapidez, así que acudieron muchos visitantes a ver cómo conseguía tales resultados. En el verano de 1909 dio el primer curso de formación sobre su método para la educación infantil a unos cien alumnos. Sus notas de este período se convertirían en el método Montessori, que más tarde, en 1912, se publicó en Estados Unidos, convirtiéndose en uno de los libros más influyentes en el campo de la educación. El 20 de diciembre de 1912 su madre murió a la edad de 72 años. Este suceso afectó profundamente a Maria y un año después hizo venir a su hijo Mario a Roma, para que viviera con ella. El período posterior fue de gran expansión para el método Montessori. Por todo el mundo nacieron sociedades Montessori, programas de formación y escuelas, y Maria Montessori inició un período de viajes con discursos públicos y conferencias, sobre todo en Estados Unidos, pero también en el Reino Unido y Holanda. Thomas Edison y Alexander Graham Be11 la invitaron a Estados Unidos, donde estaba creciendo un movimiento Montessori; el mismo Bell era el presidente de la American Montessori Society y Margaret Wilson, la hija del entonces presidente de Estados Unidos, era su secretaria. Sin embargo, gran parte de la expansión del movimiento se vio afectada y distorsionada por los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial. Debió resultar muy difícil para Maria, quien no tenía otras fuentes de ingresos, permanecer en contacto con el amplio espectro de desarrollo de su movimiento, que estaba teniendo lugar, bajo su nombre, en muchas partes de1 mundo, por lo que aumentó su interés por su legado, que culminaría en la fundación de la Association Montessori Intemationaie (AMI) en 1929, en Dinamarca. Actualmente, la AMI supervisa el nivel de las 45 escuelas de formación que existen en todo el mundo para profesores de niños de 0-3.3-6 y 6-12 años. Regresó de América en 1917, y tras la boda de su hijo Mario con Helen Christie, se estableció en España, concretamente en Barcelona, donde se había creado para ella un Seminario Laboratorio de Pedagogía. Su hijo y su nueva mujer se reunieron con ella y ahí nacieron sus cuatro nietos: dos niños, Mario Junior y Rolando, y dos niñas, Marilena y Renilde. Renilde, su nieta más joven, es hoy la secretaria general de la AMI. Maria abrigó la ambición de crear un centro permanente de investigación y desarrollo de su método para los primeros años de la educación, pero todas las posibilidades que tuvo durante su estancia en España se vieron frustra- SS 1' 1 1 11 1) 1,: das por el ascenso del fascismo en Europa. Hacia 1933 se habían cerrado todas las escuelas Montessori en Alemania, y en Berlín se quemó en una hoguera una imagen suya junto a sus libros; el Tercer Congreso Montesson, programado para 1934 en Berlín, se canceló. El mismo año, cuando Montessori rechazó cooperar en el proyecto de Mussolini de incorporar las escuelas Montessori italianas al joven movimiento fascista, éste las hizo cerrar todas. El estallido de la guerra civil en España obligó a la familia a abandonar su casa en Barcelona y a embarcar hacia Inglaterra en el verano de 1936. Desde allí huyeron a Holanda para alojarse en casa de la familia de Ada Pierson, la hija de un banquero holandés. Mario, alejado de su primera mujer, se casaría más tarde con Ada. Planearon crear una escuela modélica y un centro de investigación en Laren, Holanda, y con respecto a Amsterdam, la nueva sede de la AMI, el futuro de los Montessori parecía prometedor. En 1939 Mario y Maria embarcaron hacia la India para dar un curso de formación de tres meses, seguido de un ciclo de conferencias. Pasarían siete años hasta que regresaran. Comenzó la guerra y, como ellos eran italianos, Mario fue recluido y Mana sometida a arresto domiciliario en KodaiKemal, donde pasó el verano. Esa experiencia la llevó a pensar sobre la naturaleza de la relación entre todos los seres vivos, un tema que seguiría desarrollando hasta el final de su vida y que luego pasó a ser conocido como «la educación cósmica>*,un método para niños de entre 6 y 12 años. Montessori fue bien atendida en la India, donde conoció a Gandhi, Nehm y Tagore. En su setenta aniversario pidió al gobierno indio que permitiera salir a su hijo para reunirse con ella. La solicitud fue aceptada y juntos impartieron cursos a los que acudieron centenares de estudiantes. En 1946 regresaron a Holanda junto a sus nietos, que habían pasado los años de la guerra al cuidado de Ada Pierson. En 1947, Montessori, que ya tenía 76 años, habló en la UNESCO sobre el tema «Educación y Paz». En 1947 recibió la primera de las tres nominaciones para el premio Nobel de la paz y, en la conferencia de la UNESCO de 1950 en Florencia, el director general, Jaime Torres Bodet, la propuso como símbolo de la educación y la paz mundial. Su último compromiso público fue en Londres en 1951, cuando asistió al Noveno Congreso Internacional Montessori. El día 6 de mayo de 1952, en casa de la familia Pierson en Holanda, Montessori murió en compañía de su querido hijo Mario, a quien dejó el legado de su obra. Ésta sigue perviviendo hoy, en todas las partes del mundo, con niños de todas las culturas y ongenes, y con la misma relevancia de entonces. Qué debes saber sobre tu hijo El lenguaje es uno de los atributos humanos más fascinante. Aunque veamos cómo se desarrolla en los niños pequeños, todavía sabemos muy poco sobre este proceso. Lo que sí sabemos hoy es que las palabras, particularmente las de la madre y el padre, son puntos de referencia para el recién nacido: cantarle al feto, mientras todavía está en el útero, tendrá un efecto calmante si el bebé tiene un nacimiento difícil, porque reconocerá algo que le resultará familiar. Después del nacimiento, la atracción que siente un ncño por el lenguaje, aunque no sea capaz de entender ni una palabra, es sorprendente. Como padre, eres el primer y principal profesor de tu hijo. Cuanto más estés en sintonía con su camino de desarrollo, más éxito obtendrás luego en la satisfacción de sus necesidades. En todos los niños, el desarrollo del lenguaje sigue patrones específicos y observables y, en cuanto hayas entendido lo que está ocurriendo, te sentirás más seguro respecto a la ayuda que puedes ofrecer a tu hijo. Para facilitar su aprendizaje de la lectura y la escritura, debes empezar desarrollando su habilidad de comunicar a los demás las cosas que conoce. Para el niño será esencial poseer un buen vocabulario, ser capaz de expresarse sin temor y haber estado en contacto con diversas fuentes de un lenguaje rico e interesante. Las investigaciones actuales muestran que los niños que poseen estas habilidades verbales llevan a cabo más fácilmente el aprendizaje de la lectura y la escritura. Si deseas que tu hijo sea un buen «lector» y «escritor», tendrás que preparar bien el terreno de desarrollo de estas facultades y emplear tiempo en construir todas las facultades que requieren estos dos complejos procesos. Deja que se tome su tiempo. Tu objetivo es ayudarle a despertar su amor por la lectura y la escritura de modo que, en el curso de su vida, pue- da decidir leer y escribir. Si en los niños crece el amor por los libros y la lectura, todo el conocimiento del mundo se pondrá a su disposición, todos los cuentos, mitos y leyendas, reales o de ficción. Cada vez que abran un libro se convertirán en viajeros a través del tiempo. Al sumergirse en un cuento, el tiempo real quedará momentáneamente suspendido. Un libro puede llevarlos a explorar mundos conocidos y desconocidos y ayudarles a viajar hacia adelante y hacia atrás en el tiempo. Los niños que lleguen a ser buenos lectores tendrán la fuerza para mantener sus propios intereses, más allá de la información limitada que reciban de los adultos de su entorno; los que lleguen a ser buenos escritores hallarán maneras más tangibles y duraderas de expresar sus pensamientos y sentimientos. Hay muchas cosas por hacer antes de que tu hijo pueda leer o escribir, y es mejor no pensar en una edad concreta para llegar a dominar estas habilidades. Preparar a tu hijo para la lectura y la escritura significa empezar por fomentar en él la «disposición» hacia la lectura y la escritura, por lo que te convendría conocer algunos de los principios básicos Montessori que se aplican al desarrollo del niño en esta área. En los primeros seis años de vida, todos los niños: Poseen una mente absorbente. Experimentan momentos de gran sensibilidad hacia su entorno, llamados «períodos sensibles». Sienten un vivo deseo de comunicar, ser independientes y explorar. Aprenden principalmente a través de sus sentidos y su movimiento. En los primeros seis años de su vida, un niño posee una mente que funciona de manera muy diferente a la de un adulto: el niño absorbe una enorme cantidad de información sin esfuerzo alguno. ¿Cómo logra un niño, en tan sólo tres años, crear todos los elementos básicos del lenguaje? Cuando nace no sabe hablar ninguna lengua, pero a los 3 años ya ha establecido la base de su lengua y hacia los 6 domina un amplio vocabulario. Evidentemente, el lenguaje sigue desarrollándose después de los 6 años, pero no de la misma manera. También sabemos que el niño, siempre y cuando tenga la oportunidad de escuchar hablar durante este periodo, no solamente aprenderá una lengua, sino tantas como a las que se halle expuc#to. En muchas partes del mundo existen niños que con 6 años ya hablan fluidamente tres lenguas: los niños de Kenia, por ejemplo, pueden llegar con 3 años a una escuela Montesson sabiendo una lengua tribal como la de los kikuyu, el swabili, su lengua africana, y el inglés~¿Podnas,como adulto, lograr tanto en sólo tres años?Los niños de Kenia no sólo aprenden el vocabulario de cada una de las lenguas, sino que además pueden pronunciarlas perfectamente. Por mucho tiempo que emplee un adulto en aprender un idioma, jamás logrará pronunciarlo tan bien como puede hacerlo un niño. En sus primeros tres años de vida, un niño es capaz de absorber información de su entorno sin discriminación ni esfuerzo, creando y construyendo todos los elementos básicos de su personalidad y estructurando su mente. A partir de los 3 años, todavía es capaz de absorber información, pero añadiendo a ella un elemento de elección y selección, llevando a cabo una exploración más consciente del mundo que le rodea. Imagina la mente de un niño como una esponja: si pones la esponja en el agua se empapa, independientemente de que el agua esté limpia o sucia. La mente de un niño es igual: absorbe sin esfuerzo cuanto encuentra en su entorno. Cuando se la pone en agua, la esponja cobra un aspecto muy diferente a cuando estaba seca, podría decirse que se ha transformado; bajo el agua es distinta, es blanda y flexible. De modo análogo, la mente de un niño se transforma según lo que absorbe de su entorno. Sin embargo, una esponja sólo puede absorber una determinada cantidad de agua; la mente de un niño, en cambio, puede absorber una cantidad enorme de información, simplemente viviendo. Al mirar a un recién nacido, observarás que desde sus primeros días concentra su atención en la boca de la persona que le está hablando. Es como si se sumergiera en la persona entera mientras escucha y mira atentamente a esa boca que habla. Sabemos que hablar mucho con un niño acelera de modo significativo su proceso de aprendizaje de nuevas palabras. La mente sólo funciona así durante los primeros seis años de vida, y durante este período el niño no sólo adquiere una característica humana tan obvia como es e l lenguaje, sino también algunos conocimientos sobre el mundo y su funcionamiento y sobre los valores y las costumbres. Se establecerán las actitudes básicas con respecto a la vida y la fundamentación de la personalidad individual. Con todo esto queremos subrayar la importancia de que los padres creen desde el principio un entorno rico donde estén presentes la conversación, la lectura y la escritura. Puede que haya llegado el momento de apagar la televisión y leer más para ti mismo y con tu hijo. Tal vez ésta sea la ocasión de escribir tarjetas en vez de llamar por teléfono; enviar postales y mandar tarjetas de agradecimiento; poner en sobres sus primeros dibujos y garabatos para mandarlos a los abuelos, tíos y tías como mensajes de tu hijo. Puede que también haya llegado el momento de conversar con tu hijo en vez de instruirlo, de emplear el lenguaje como medio, utilizando cuando sea posible un lenguaje rico e imaginativo, y de cantar y hacer rimas. Todo lo que tu hijo aprende durante este período lo hace inconscientemente, lo cual significa que la iniciativa es tuya. EL DESARROLLO DE LA MENTE DE TU HIJO Los estudios sobre el cerebro han revelado gradualmente aquello que los educadores y los padres ya sabían instintivamente desde hacía años: que las experiencias de los niños durante los primeros años de su vida tienen un efecto directo sobre la cantidad y la calidad de las conexiones que tienen lugar en su cerebro. Además, ahora existen evidencias que muestran que, como ya observó la doctora Montessori hace muchos años, durante este período hay momentos en que el cerebro es más susceptible a los diversos tipos de experiencias que en otros, que crean las llamadas «ventanas de aprendizaje», «períodos oportunos» o «períodos sensibles». Cuando la doctora Montessori observaba a los niños y daba una respuesta a lo que veía, recurría a palabras e imágenes que pretendían llamar la atención de los padres y educadores sobre la extraordinaria influencia que puede tener el entorno en la formación de la mente del niño. En su libro La mente absorbente del niiio, escribe: Podría decirse que nosotros (los adultos) adquirimos conocimientos utilizando nuestras mentes. Sin embargo, el niño absorbe el conocimiento directamente en su vida psíquica... las impresiones no sólo penetran en su mente, sino que ta conforman. Nunca antes habíamos contado con tantas evidencias científicas que mostraran que el desarrollo de la mente del niño depende dire tamente de 8 la cantidad y la calidad de las experiencias que tiene a su disposición durante los primeros años. Los científicos también han identificado el importante papel que desempeña la repetición de experiencias en el refuerzo de estas conexiones. bos trayectos que se usan repetidamente se vuelven fuertes y flexibles, puliéndose y desarrollándose continuamente; los que no se refuerzan desaparecen hacia la edad de 10 años, dejando sólo lo que es fuerte y funcional para el desarrollo. Cuando veas a tu hijo repitiendo una acción, perseverando hasta que termina, te darás cuenta de que está haciendo algo mucho más importante de lo que parece. Muchas veces no podemos entender la necesidad que tiene nuestro hijo de repetir, lo cual nos parece una acción sin objetivo en relación con una concentración y determinación tan intensas. Lo que estás viendo en este momento es la acción de xconstmir la vida». PER~ODOS OPORTUNOS En su observación de los niños, la doctora Montessori señaló que en el desarrollo de un niño existen ciertos períodos de tiempo que parecen más favorables para crear y perfeccionar algunas características humanas específicas como el lenguaje. Llamó a estos períodos especiales «períodos sensibles», un término que tomó prestado de un biólogo. Actualmente, las últimas investigaciones tienden a describirlos como períodos oportunos. Los períodos sensibles son importantes porque en ningún otro momento de su vida el niño será capaz de adquirir una característica específica de manera tan fácil y provechosa como en estos períodos. Una vez cerrado el período oportuno, se le hace mucho más difícil, y a veces casi imposible, adquirir estas habilidades. La efectividad de cada período reside totalmente en los estímulos ambientales que el niño encuentra en su entorno; en el caso del lenguaje, cuanto más rico sea lingüísticamente su entorno más grande será la oportunidad de su desarrollo. La doctora Montessori hizo referencia a seis períodos sensibles que observó en los niños pequeños: 1 PERIODOSSENSIBLES meses y años Todos los niños experimentan estos períodos sensibles. Las líneas muestran los p e ríodos oportunos que se dan en cada etapa. Durante este tiempo, las experiencias ofrecen al niño influencias a medida que se forma su mente. Lenguaje Orden Percepción sensorial Prensión fina Movimiento Socialización Nosotros nos centraremos únicamente en dos de estos períodos: el lenguaje y el movimiento. SENSIBLE PARA EL DESARROLLO DEL LE NG UAJ E EL PERIODO 4' El período sensible para el desarrollo del lenguaje parece abarcar los seis primeros años de vida. Durante esta época, tu hijo enfocará su atención de manera natural hacia las experiencias que se adecuen mejor a esta ventana específica. En consecuencia, notarás que de modo natural centrasu atención en la voz humana y que ésta le cautiva y fascina, le emociona y tranquiliza. Desde el principio centrará su atención en tu boca mientras hablas y observará intensamente el movimiento de tus labios, así como los sonidos que emiten. En cada periodo sensible, habrá un período de interiorización antes de cualquier signo de su aparición. Centrando su atención hacia su entorno linguístico, tu hijo adquiere la habilidad de reproducir los sonidos de la lengua materna con todos los matices, dialectos y entonaciones. La intensidad del contacto que establece con su entorno se concentra por lo general más en el lenguaje que en los sonidos, independientemente del grado en que esté expuesto a estos últimos: no reproduce el silbato de un tren o el ladrido de un perro en lugar del lenguaje. La habilidad para aprender una segunda lengua es mayor durante este período oportuno. Todos los ninos de todo el mundo empiezan a hablar de la misma forma, independientemente de la complejidad o simplicidad de su lengua; parece que existe un programa general de preparación que todos siguen. Todas las estructuras fundamentales del lenguaje se construyen antes de los 3 años; después de esta edad se manifiesta una <<explosión»del habla y un verdadero anhelo de palabras. A continuación, de forma gradual, la atención hacia e1 lenguaje se expande desde el lenguaje hablado hacia una exploración del lenguaje en su forma escrita. Cómo puedes ayudar Una de las cosas más fáciles que puedes hacer para ayudar es hablar con tu hijo desde el inicio de su vida. Puedes empezar a conversar con él mucho antes de que él mismo sea capaz de entender el significado preciso de tus palabras y antes de que tenga la capacidad de responder. A menudo las personas más cercanas al niño, en particular sus principales cuidadores, entre ellos los padres, esperan de manera natural una respuesta del niño que puede venir a través de un gesto con el brazo o un movimiento de sus labios. Utiliza un lenguaje variado e interesante cuando hables con tu hijo. Explícale lo que estás haciendo y dale los nombres adecuados de las cosas que le rodean; por ejemplo, si estás preparando su comida háblale de lo que estás haciendo, de las cosas que empleas iy de lo delicioso que será! Debes cantar, hacer rimas y leer a tu hijo tanto como sea posible. Muchas veces, los niños que tienen hermanos mayores obtienen un beneficio de ello porque escuchan leer desde que nacen, simplemente porque están presentes mientras los padres leen a su hijo mayor. Asegúrate de que se incluye a tu hijo en situaciones sociales, de las que se beneficiará observando la conversación y la interacción social. Intenta situarle en una posición, en tus brazos o sobre tus hombros, de modo que se halle en un punto privilegiado desde el que pueda ver lo que está ocumendo. Anímale a conversar. Dale tiempo suficiente para expresarse. Los niños, en sus primeros años, buscan las palabras adecuadas para expresar sus ideas y esto pide tiempo. Si crees que sabes lo que quiere decir y te equivocas, tendrá que volver a empezar desde el principio. Puede sentirse frustrado hacia los 2 años, cuando lo que quiere decir y el vocabulario del que dispone no encajan. Recuerda que los niños poseen un vocabulario «pasivo» que es más amplio que el activo, y que pueden entender mucho más de lo que pueden decir por sí mismos. Escuchar lo que el niño quiere decir le aporta un sentimiento de valor. Sentirse escuchado le animará a escuchar también a los demás. Escucha con sensibilidad lo que diga tu hijo y ayúdale a ampliar su vocabulario por medio de una serie de preguntas formuladas con amabilidad. Cuando no logres comprender lo que dice, debes preguntarle «¿Quieres decir que... o quieres decir que...?». Mientras buscas la interpretación correcta, le transmitirás el mensaje de que estás intentando entender lo que quiere decirte y, al mismo tiempo, le estarás dando la oportunidad de oír cómo se podna haber expresado. Si dice algo que podría haberse expresado de otro modo no le corrijas, simplemente proporciónale un «modelo a través de la confirmación~.Por ejemplo, a la frase «;Leche no gusta!> puedes responder: qAh! No te gusta la leche». Recuerda que eres un modelo para tu hijo: si quieres que lea, tú también debes leer; si quieres que escriba, tiene que verte a ti haciéndolo. Los primeros pasos en la adquisición del lenguaje 19 - Dado que nos hemos centrado en el hecho de que existe un período oportuno para el desarrollo del lenguaje, fijémonos ahora en qué es el lenguaje y cómo lo adquiere tu hijo. Comprender esto te ayudará a estimularlo de la manera adecuada. El lenguaje es la única cosa que posee el ser humano. Es imposible concebir una sociedad humana que funcione sin lenguaje. El lenguaje humano es principalmente creativo y, cuando es necesario, sigue produciendo nuevas formas. Utilizamos el lenguaje para dos funciones: nos ayuda a comunicamos entre nosotros, estableciendo y manteniendo las relaciones sociales, y proporciona un sistema de símbolos y estructuras que facilitan nuestros procesos de pensamiento. Esto es tan ventajoso como el hecho de que es en sí mismo limitador. La ventaja es que el lenguaje puede ayudar a estructurar la experiencia, lo cual puede observarse especialmente cuando, en un contexto Montessori, se ayuda a los niños a identificar los problemas por sí mismos y a buscar respuestas a sus preguntas. El lenguaje también puede determinar la manera de percibir las cosas. Esto puede ser útil tanto para aclarar los conceptos como para crear un nuevo nivel de pensamiento; o bien puede ser una limitación, puesto que requiere un esfuerzo intelectual para ver las cosas de una manera distinta a la que sugiere nuestro lenguaje. La mente de tu hijo se forma a gran velocidad durante sus primeros años, dependiendo de la calidad y la cantidad de conexiones que haya realizado a partir de las impresiones del mundo que recibe a través de sus sentidos, reforzadas por medio de la actividad y la repetición Lo que experimente por sí mismo en el mundo «real» configurará su mente para siempre. EL PERÍODO SENSIBLE PARA EL MOVIMIENTO El período oportuno para desarrollar el movimiento, lo que entendemos como coordinación motriz, parece empezar poco después del nacimiento, cuando se desarrollan las habilidades motrices básicas, mientras que el período para el perfeccionamiento de estas habilidades parece comenzar hacia los 18 meses. El petiodo máximo de desarrollo parece tener lugar durante los primeros cuatro años de vida. Si das a tu hijo todas las posibilidades para el desarrollo en esta área durante estos primeros años le reportará beneficios en el futuro. La personalidad de tu hijo puede expresarse a través del movimiento. Cuanto más coordinados estén su mente y su cuerpo más capaz será de exteriorizar sus pensamientos y sentimientos. Existen muchas razones por las que deberías ayudar a tu hijo a desarrollar una buena coordinación. Para la lectura y la escritura necesitará un conocimiento del mundo, sin el cual estaría en desventaja a la hora de interpretar libros y podrían faltarle ideas para escribir. Si ha desarrollado un buen control de sus manos, le será más fácil pasar las páginas de un libro, manejar el lápiz, dibujar, etc. El aumento de la independencia de tu hijo a través de su propia actividad le hará sentirse más seguro de sí mismo. Sabrá que a lo largo de su vida será capaz de hacer frente a las cosas por sí mismo y tener un éxito relativo. Tendrá más probabilidades de llevar a cabo las cosas y de adquirir mucha práctica resolviendo problemas, y todo esto le ayudará a desarrollar algunas de las actitudes que le serán útiles si luego llega a ser un lector y un escritor. Si tu hijo ha ganado control sobre su coordinación física, encontrará más fácil sentarse y hacer cosas. Para algunos niños es muy difícil permanecer quietos o sentados, lo cual obstaculiza su habilidad de prestar atención en una tarea o actividad. No le puedes obligar - a estar quieto: es imposible. Lo que puedes hacer es ayudarle a adquirir el control suficiente sobre su cuerpo que le permita «querer» estarse quieto. Tu hijo necesita salir a jugar tanto como sea posible, de modo que aprenda a coordinar cada vez mejor sus movimientos. Llevarle al parque, ir a pasear y dejarle explorar tanto como desee, contribuye enormemente a su desarrollo. En este sentido, los juegos del tipo de las estatuas,' el semá- foroZ y «¿Qué hora es, señor Lobo?»' resultan de gran ayuda. Jugar con una pelota, saltar, ir a la pata coja y correr, también deben conside arse vitales S4 para su desarrollo. Dado que los movimientos coordinados son el resultado de la experiencia en el entorno, tendrás que entender que tu hijo tiene que recibir tanta ayuda como sea posible para hacer las cosas solo. Aunque al principio esto signifique que necesitarás invertir más tiempo ayudándole, todo el mundo se alegrará cuando pueda hacer las cosas solo, por sí mismo. Dispón tu casa de manera que pueda explorarla sin peligro y con relativa libertad. Hay que recordar que él aprende a controlar sus movimientos a través de su propia actividad: mostrarle cómo se hacen las cosas tendrá un efecto más positivo que impedir que las haga. Y verás que es más fácil que «no» signifique «no», si dejas de emplear esta palabra continuamente. Por ejemplo, dale una pequeña jarra con un poco de zumo de modo que pueda servirse su propia bebida. Esto desarrollará la habilidad de utilizar sus manos con criterio, aunque al principio puede que derrame un poco. Desarrollar esta pequeña habilidad significa que eventualmente, cuando sea n e c e d o , puede servirse él mismo una bebida, ponerse leche en los cereales por la mañana o regar las plantas o, de hecho, hacer cualquier cosa que requiera este nivel particular de coordinación motriz. Ayudarle a favarse y a comer solo, a vestirse, es decir, todo lo que es útil que un pequeño ser humano sepa hacer, le ayudará también a perfeccionar el control sobre todo su cuerpo: es más rápido ponerle los zapatos que ayudarle a que 2. El semáforo: uno de los jugadores actúa de semáforo y da la espalda a los demás, quienes forman unafila(uno al lado del otra) a cierta distanciadel jugador. Cuando el juego se inicia los jugadores deben acercarse hacia el semafora para tocarlo, pero si el jugador que actúa de semáforo grita «luz roja» y al girarse haciaellos los ve moviéndose, las elimina. Eljuega concluye cuando el jugador que actúa de semáforo se gira gritando «luz verde». Gana el jugador que logre tocar al que hace de semáforo y ocupa su lugar en la pr6xima ronda, o el jugador que hace de semáforo si consigue eliminar a los demás jugadores sin que nadie le toque. (Nora de la revisora técnica.) 3. «,Qué hora es, señor Lobo?»: uno de los iugadores hace de lobo Y se sitúa de e s ~ a l d a as los demás, quienes forman una fila (uno al lado del otro) a unos 5 metros del lobo. Los jugadores le preguntan: «¿Qué hora es, señor Lobo?». El jugador que hace de lobo se gira hacia ellos y les responde: «Son las 2n. El lobo vuelve a darles la espalda y éstos avanzan hacia él dando el mismo número d e pasos que la hora que les ha dado el lobo (si son las 2. dan dos riasos:. si son las 3.. tres pasos, etc.). Luego le formulan la misma pregunta y el lobo les responde. Cuando los jugadores «Hora de comer* v los oerseeuiri. Si están cerca del lobo, éste, en lugar . de decir una hora, gritará: caza a un jugador éste pasa a ser el loba, y el lobo se convierte en jugador. Los jugadores están a salvo del lobo si llegan a la línea desde donde habían empezado a avanzar. (Nota de la revisora técnico.) ~ 1. Las estatuas: se necesita un mínimo de cuatro jugadores, aunque el juego es más divenido si hay un mínimo de siete y se juega por la noche a oscuras, a la luz de una linterna. Uno de los jugadores es un guía turístico, otro es un turista y los demás son estatuas. El guía y el turista apagan las luces, salen de la habitación y cuentan en voz alta hasta veinte. Las estatuas toman posición y su objetivo será no hablar ni moverse cuando las enfoque el guía. Después de contar hasta veinte el guía entra en la habitación con el turista e ilumina las estatuas, bautizándolas con nombres divertidos. etc. Cuando unaestatua se mueve o ríe mientras el guía y el turista la observan deja de ser estatua y se conviene en turista. Gana la última estatua. (Nora de lo revisora técnica.) . ~ . . -~ ~~ io haga solo, pero cuando pueda hacerlo por s í mismo ya no te necesitará, salvo que esté cansado o te pida ayuda. Cuanto más independiente sea tu hijo, más capaz será de participar en la vida, y verás que adopta una actitud positiva ante todos estos retos. Desarrollar la habilidad d e comunicarse y de moverse de manera controlada realza en gran medida sus habilidades d e actuar independientemente y d e explorar el mundo en el que vive. Te darás cuenta de que siente una gran necesidad de hacer las cosas que tú haces, y es que los padres son, por supuesto, los educadores naturales d e sus hijos. EL DESARROLLO DEL LENGUAJE 0-8 semanas Observa intensamente la boca de la persona que habla. Efectúa principalmente sonidos biológicos: respirar, comer y los que reflejan hambre o dolor. 8-20 semanas Buena respuesta ante el sonido de las voces familiares. Emite sonidos gutnrales, sonríe, le gusta oír cantar, ríe. Puede volver la cabeza hacia el lugar de procedencia de las voces. A mayor variedad de sonidos, mayor producción. 5-8 meses Vocaliza melódicamente, empieza a juntar sílabas, repite una variedad de sonidos: aguun, «gaa», «muu». Responde al tono de las personas que hablan. Gradualmente, en un período de entre 24 y 50 semanas, se hace más específica la gama de sonidos que pronuncia en su lenguaje particular. 8-12 meses Utiliza sonidos para comunicarse con los demás, balbucea melódicamente para sí y para los demás. Entiende el sentido que iransmite el lenguaje y puede empezar a responder, mostrando que entiende. Puede decir «hola», «adiós», etc. 12 meses Empieza a utilizar palabras intencionadamente. Muestra que entiende lo que se dice: «¿Dónde está tu gorro?», «Es la hora del baño». Puede señalar los objetos que conoce a la persona que le pregunta. 12-18 meses Utiliza palabras simples para transmitir frases. «Papá» puede sig ificar «Papá ven», «¿Dónde estás, papá?», «Aquí está papá*. A veces es la ento acion . - la que transmite el significado completo. A 18-24 meses Le encantan las rimas infantiles, los libros y las canciones. Hacia los 24 meses pasa de las 6-20 palabras a hacer frases simples y ampliar su vocabulario. Quiere saber los nombres de las cosas, señala y pregunta «¿Qué es esto?», «¿Por qué?». 2 3 años Le gusta que alguien lea para él. Se divierte con las rimas y los poemas y tiene sus favoritos. Todavía no pronuncia bien algunos sonidos pero incrementa mucho su vocabulario y la complejidad de la estructura de sus frases. Posee todas las estructuras básicas del lenguaje. Ahora puede perfeccionar y ampliar su lenguaje. Habla con los demás y consigo mismo cuando juega. 3-4 años Es capaz de utilizar el lenguaje para transmitir pensamientos más absuactos, como lo que le gusta y lo que no le gusta, pesadillas, etc. Puede hablar lógica y gramaticalmentede forma correcta, explica historias y sigue ampliando su vocabulario. Le gustan las rimas sin sentido, las bromas y los juegos de sonidos. 4-5 uñas Utiliza el lenguaje para coordinar la actividad con los otros niños mienhas j u e ga con ellos. Empieza a utilizar el lenguaje con formas más abstractas como la escritura. 5-6 años Pregunta el significado de palabras abstractas y las utiliza. Puede utilizar el lenguaje para describir acontecimientos pasadosy futuros. Tiene muy claros los conceptos de «mañana», «la próxima semana*, etc. Es preciso con la edad, la dirección, el número de teléfono. Le gustan las bromas. En esta época, la estructura gramatical es muy completa. Le gusta escuchar historias y «leerlas». 15-18 meses EL DESARROLLO DE LA COORDINACIÓN 0-8 semanas Echa la cabeza para atrás cuando le sientas pero gradualmente desarrolla un control, de modo que puede seguir visualmente un objeto o girar la cabezs hacia el sonido de una voz. 8-12 semanas Levanta la cabeza y el pecho cuando está tumbado boca abajo. Cuiindo está tumbado boca aniba le gusta mirar y empezará a jugar con las manos. Puede comenzar a coordinar las manos y los ojos. Quiere alcanzar los objetos móviles que le atraen. 12-24 semanas Aprende a darse la vuelta. Cuando se le sienta mantiene la cabeza erguida. Cuando está sentado tiene las manos libres para «jugar» y por tanto necesita tener al alcance objetos estimulantes: por ejemplo, un huevo de madera, un vasito y una pelota blanda de ropa. Puede pasarse los juguetes de una mano a otra. Le gusta mover las cosas, lo cual requiere fuerza. Puede subir y ajar escaleras con un poco de ayuda. Le gusta estar ocupado con las cosas que hay en casa. Ayuda a sacar la ropa de la lavadora. Le gusta coger libros e intenta pasar las páginas. Empieza a intentar correr. &' 18-24 meses Explora el entorno, quiere tomar parte de la vida, vestirse, lavarse y comer solo. Le gusta coger un Iápiz o un rotulador y hacer garabatos en un papel, normalmente círculos, líneas y puntos. Suele coger las cosas con una mano. Quiere hacer un trabajo útil. 2-3 años Le gusta trepar, ir en un triciclo. Salta y corre con seguridad. Golpea las pelotas. Le gusta utilizar las manos de manera cada vez más coordinada y maneja una gran variedad de herramientas. Le gusta trabajar en el jardín, cocinar, limpiar, lavar. Quiere utilizar tus herramientas y hacerlo todo solo. Le encantan los juegos con los dedos. 3-4 años 6-9 meses Es capaz de sentarse más firmemente. Le gusta jugar. Intenta gatear. Le gusta tocar las cosas con los dedos. Emplea una mano para coger los juguetes y empieza a utilizar los dedos. Puede comenzar a ponerse de pie si tiene un taburete o una silla a mano. En estaposicián, practicael movimiento de las piernas. Come solo con los dedos y una cuchara. Aumenta su movimiento a través de los juegos. Le gusta hacer juegos que le desafíen físicamente. Es hábil con la pelota y tiene un buen equilibrio. Se sube más a los sitios y con mayor seguridad. Baila. Utiliza las manos para aumentar su independencia. Controla relativamente las manos cuando utiliza tijeras, pinceles, lápices. Le encanta hacer juegos con los dedos, pintar, tocar los objetos. Le gustan mucho las letras de papel de lija. 9-12 meses 4-5 años Le gusta gatear. Intenta subir las escaleras gateando. Intenta sostenerse de pie, dejándose caer luego para atrás. Gradualmente, intenta mantenerse de pic sin apoyarse. Los dedos se hacen cada vez más hábiles para manipular los objetos. Puede usar el pulgar y los dos dedos índices para manipular los juguetes. Utiliza los ohjetos domésticos para su función, por ejemplo el peine para el pelo. Ha aprendido a saltar. Se mueve con más ritmo con la música. Dibuja figuras reconocibles. Le gusta escribir, o hacerlo ver. Puede colorear y pegar figuras bastante bien. Está siempre ocupado. Le gusta practicar la escritura. 12-15 meses Intenta empezar a caminar y de este modo le quedan las manos libres para experimentar con el entorno de la casa. Comienza a construir objetos. Le gustan los libros y sefialar las imágenes. Le gusta sujetar un Iápiz de color y arrastrarlo por el papel. 36 5-6 años La mano empieza a ser realmente el instrumento de la mente. Tu hijo está ocupado sometiendo su mano al control de su mente, cada vez con más precisión. Si su mano está ocupada, trabajará durante horas con las cosas que le atraen. Perfecciona la escritura de las letras. 2 O El desarrollo del enfoque Montessori Tal vez piensas que la educación Montessori es un método, pero la palabra que mejor se ajusta en este caso es «enfoque». El enfoque Montessoencarna una actitud hacia la vida y, en particular, hacia el crecimiento y desarrollo de los niños pequeños. Es posible adoptar un enfoque Montesso" sin disponer del material Montessori especializado; también es posible disponer de todos los materiales Montessori especializados que hay en el mundo, ipero estar adoptando un enfoque erróneo! Este libro , contiene muchas actividades; algunas de ellas reflejan el tipo de experiencias que tu hijo tendría en una escuela Montessori, y otras, principalmente los juegos, proporcionan un soporte extra y más divertido para él, ya que obtiene de ellos conocimientos y seguridad. En todas estas actividades será importante que mantengas la actitud correcta en relación con su aprendizaje. Siempre debes recordar que tú no puedes aprender por tu hijo, jsólo él puede hacerlo! Lo que necesitas es un enfoque que le ayude a aprender por sí mismo, que haga el aprendizaje divertido. Ante todo, es importante darse cuenta de que le ayudaste a aprender a caminar, a hablar, a socializarse y muchas cosas más, dándole un modelo que aprender e imitar. Tu hijo absorbia tu modelo y lo practicaba y dominaba por sí mismo. Nunca dudaste de que sería capaz de hacer todas esas cosas, y jamás le hiciste sentir como un fracaso el hecho de no poder caminar o hablar de acuerdo con tus expectativas. Este capítulo contiene algunos de los principios importantes que reflejan la actitud Montessori hacia la educación infantil; espero que halléis en todos ellos el reflejo del buen sentido común. " LOS NINOS TIENEN EL PODER DE EDUCARSE A ~f MISMOS El simple hecho de vivir en un entorno que contiene las experiencias y las actividades adecuadas ayuda a tu hijo a aprender, especialmente en los primeros seis años de su vida. Es importante crear unas buenas condiciones de aprendizaje. Las investigaciones nos muestran que los niños que se sienten relajados y felices aprenden con mucha más facilidad que los que sufren estrés o tensión. Casi todo lo que tu hijo aprende lo toma automáticamente de tu manera de comportarte en la vida cotidiana. Si quieres que tu hijo lea y escriba, debe vivir en un ambiente donde él te vea leer y escribir. Además, cuando le des una «lección* siempre tiene que ser agradable y divertida por sí misma,y nunca una parte del síndrome del «¡Si no haces esto, nunca aprenderás a leer!». LOS NINOS APRENDEN MEJOR SI LO HACEN A SU PROPIO RITMO Todos los seres humanos aprenden mejor si pueden hacerlo a su propio ritmo. El ritmo de tu hijo depende de diversas cosas: en parte, depende de si es capaz de utilizar sus experiencias previas como soporte para las nuevas ideas, conceptos y habilidades; en parte, también dependerá de la hora del día, de su humor y del interés que ponga en esa actividad. Algunas cosas las aprenderá muy rápidamente y otras le llevarán mucho tiempo. No puedes juzgarle por la velocidad con la que aprende. «Rápido» no significa necesariamente «mejor», jno puede decirse que cuanto más rápido aprenda, más inteligente es! Lo importante es que se sienta seguro con el conocimiento que ha adquirido. Para que pueda seguir su propio ritmo, debes prestarle atención y controlar tus expectativas. De este modo, podrás aminorar o acelerar la marcha de acuerdo con sus modelos de aprendizaje. Tal vez emplearás diversos días para explorar algo que habías pensado que s6lo requería cinco minutos, y cinco minutos en algo que pensaste que te llevaría varios días. Las edades atribuidas a cada una de las actividades de este libro son una guía «aproximada» y deben emplearse como tal. Pero no cabe duda de que se puede disfrutar y jugar con todas ellas antes de la edad de 6 años. LOS NIÑOS NECESITAN HACER SUS PROPIOS DESCUBRIMIENTOS I. ¿Puedes recordar la última vez que descubriste algo? Aunque fuera algo muy pequeño, seguro que te invadió una gran oleada de placer. A veces es como si una luz se encendiera por un instante en tu cerebro. Todo lo que sabes ahora, lo sabes porque lo has descubierto por ti mismo, es una experiencia de primera mano. Tienes un sentimiento bastante diferente si estás a punto de descubrir algo y, ijusto antes, alguien te revela la respuesta! ~ o d o el esfuerzo q;e hiciste buscando la respuesta parece ahora inútil. A veces oímos decir a los nifios: «¡No deberías haberme dicho la respuesta, lo iba a decir yo!». Recibes como respuesta una queja, y no un agradecimiento. A los niños les encanta descubrir las cosas por sí mismos. Tu trabajo es ayudarle a lograrlo, en vez de hacerlo en su lugar. Es muy duro no dar la respuesta cuando para ti es tan obvio, pero debes contenerte y dar tiempo a hi hijo para que haga el descubrimiento por sí mismo. La técnica consiste en proporcionarle la ayuda justa, ni más ni menos. La forma de esta «ayuda» puede,variar: en ocasiones, significa que debes hacerle algunas preguntas guía; otras veces, tendrás que ayudarle a dar algunos pasos a fin de que llegue a su meta; muchas veces será preciso que simplemente le des más tiempo y le observes más atentamente. Hacer esto es muy difícil. Frecuentemente, como adultos, nos gusta que los niños tengan la impresión de que nosotros somos la causa de que aprendan. Esto nos proporciona una sensación agradable, pero no ayuda a tos niños a sentir que tienen el poder de aprender y descubrir las cosas por sí mismos cuando llega el momento de un aprendizaje más formal. Recuerdo a un niño de apenas 5 años que vino hacia mí y me dijo: NINO: ¿Sabes? Tres veces tres son nueve y esto es un cuadrado, y tres veces esto es veintisiete y esto es un cubo. Yo: ;Dios mío! ¿Cómo lo sabes? NiÑo: No sé cómo lo sé, pero lo sé. Por supuesto, sabía cómo lo había llegado a saber, pero ni soñaba en robarle un descubrimiento como éste, ni toda la seguridad que había ganado ua través de ese conocimiento>>. El arte consiste en aprender cómo conducir a tu hijo hasta el borde del descubrimiento; en este punto, déjale el resto a él. ¡Podría tratarse de un descubrimiento en el que jamás habías pensado! De esta manera, los niños. comienzan a amar el aprendizaje por sí mismo y no sienten que este aprendizaje depende de la intervención de los adultos. Si quieres que tu hijo saque todo el provecho de los juegos que compartís, debes asegurarte de que se interesa por lo que le estás enseñando. Los siguientes principios te serán de ayuda. Elige el momento adecuado del día. Se puede jugar a los juegos que ya conoce y le gustan en cualquier momento; a los que son nuevos y precisan toda su atención sólo se debe jugar cuando esté fresco y preparado para un nuevo reto. Detén el juego si él no se siente dispuesto a jugar o si se está frustrando. Tendrás muchas más oportunidades de enseñárselo. Necesitas una respuesta positiva y no negativa. Si has empleado bastante tiempo preparando la actividad puede ser difícil aceptar que no está interesado, jmientras tú te desvives para enseñarle algo nuevo! Los niños suelen interesarse por las cosas cuando pueden emplear en el juego algún conocimiento o técnica que ya conocen. Intenta siempre jugar a algo que se construya sobre los logros previos. Sin interés no hay esfuerzo, pero sin esfuerzo no hay interés. Si juegas con tu hijo a un juego demasiado fácil para él, jugará una vez y no querrá jugar nunca más; si el juego es demasiado difícil, se desanimará y tampoco querrá jugar más. Calcular el grado de dificultad es toda una habilidad al principio. Para hacedo, es útil evaluar cuánto de lo que está haciendo es conocido y cuánto nuevo. Por ejemplo, debes calcular el tamaño de los «pasos» que vas dando cuando pasas de una actividad a otra. Conocer a tu hijo es una gran ayuda: los niños para quienes las nuevas cosas son desalentadoras necesitarán dar pasos pequeños, mientras que los que necesitan un reto, si quieres motivarlos, jnecesitan dar pasos mucho más largos! LOS NIROS NECESITAN DESARROLLAR LA CONCENTRACION &. sin . ésta, Los niños necesitan desarrollar la capacidad de concentrarse; es muy difícil lograr muchas cosas en la vida. Cuanto más podamos poner toda nuestra atención en una tarea, más probable será que tengamos éxito. La concentración es como cualquier otra de las técnicas que poseemos: cuanto más la practiquemos, más la dominaremos. Muchas veces, los niños pequeños ya poseen la capacidad de concentrarse, y a menudo los adultos, sin darse cuenta, no ayudan a reforzarla. Antes de que tu hijo pueda empezar a concentrarse tiene que ser capaz de prestar toda su atención en el juego o tarea que está haciendo. Una vez sea capaz de ello, si el reto es adecuado, empezará a centrarse cada vez más profundamente en lo que está haciendo. A este nivel profundo de atención lo llamamos «concentración». Cuando tu hijo todavía era un bebé solía mirar intensamente la página del libro que estabas leyendo, o algún objeto que había llamado su atención. ¿Esperabas a que cambiara su foco de atención o le distraías? Muchas veces, cuando los niños son muy pequeños no consideramos el hecho de , que pueden estar concentrados. Cuando tu hijo está inmerso en un juego, ¿le interrumpes sin pensar, le hablas y reclamas su atención? Cuando él solicita nuestra atención le respondemos muchas veces que espere hasta que hayamos acabado, pero cuando solicitamos la suya en ocasiones insistimos, sin importarnos lo que está haciendo. Sin darse cuenta, los adultos distraen de diversas maneras la concentración de los niños pequeños, y, unos años después, jse lamentan de que sus hijos carezcan de ella! Existen algunas cosas que puedes hacer para ayudar. Reduce el número de programas de televisión y video que tu hijo ve. La televisión está especialmente diseñada para tener a los niños enganchados, sin importar lo aburrido que sea el programa. Lo consigue saltando de una cosa a otra para tener entretenida a la audiencia. Es muy difícil que un niño aprenda a concentrarse en esta situación. No confundas la ocupación con la concentración, no son en absoluto la misma cosa. Cuando tu hijo vea la televisión, intenta convertirlo en una experiencia más activa de lo que es en sí misma. Por ejemplo, háblale de lo que está sucediendo y pídele que prediga lo que pasará después. Amplía su interés por un programa haciendo después algo práctico o creativo relacionado con éste. No veáis durante muchas horas la televisión. Si tienes tiem- po para ver la televisión con tu hijo, apágala cuando consideres que ya es rfi suficiente y léele una historia. Leerle una historia le estimulará a crear imágenes en su mente conectadas con las palabras. La televisión limita la capacidad de la mente de tu hijo para visualizar sus propias imágenes mentales. Si estás jugando, intenta tener la mesa o el suelo libres de otros objetos que puedan distraerle. Sitúa la supe cie de juego donde quieras que centre su atención. No pongas la televisión o la radio, ya que esto le haría más difícil concentrarse en lo que estás haciendo. Puede ser bueno poner música de fondo, sólo si se trata de un telón de fondo agradable y no discordante. Asegúrate de que tienes todo lo que necesitas antes de empezar el juego. Si te levantas y te sientas muchas veces para ir a buscar cosas, tu hijo puede distraerse mucho. Si tienes otros niños en la familia, conviene asegurarse de que estén ocupados con algo que garantice que no te interrumpirán. Cuando tu hijo está concentrado en una actividad, intenta no interrumpirle. Sin darnos cuenta, podemos interrumpir, incluso elogiándole en el momento menos adecuado. Como resultado de la interrupción, muchas veces dejará lo que estaba haciendo. También debes asegurarte de que los otros miembros de la familia tampoco le interrumpirán. Debes prestar atención a esto desde los primeros meses de su vida. !1 i i j i 1 1 Naturalmente, hay momentos en que tienes prisa o hay que hacer algo urgentemente. Estos momentos pasan a ser la excepción en la vida diaria tuya y en la de tu hijo, y pueden asimilarse más fácilmente. Si ves que se está concentrando en una actividad justo antes de irte, avísale con antelación de que tendrás que marcharte pronto. Explícale que esto significa que tiene que empezar a pensar en acabar lo que está haciendo. i1 1 i LOSNINOS APRENDEN A TRAVÉS DE LA A C C I ~ N ! Cuando los niños aprenden, necesitan estar activos y no pasivos. Aprenden mucho más haciendo las cosas por sí mismos que mirando cómo los demás las hacen. Salvo cuando estés leyendo para tu hijo, 61 debería estar másactivo que tú. Además, durante sus primeros seis años de vida, tu hijo aprende predominantemente recibiendo impresiones a través de los sentidos. Cuanto más haya por ver, oír y escuchar, mejor. Los NINOS NECESITAN ELOGIOS Y ÁNIMOS, NO PREMIOS Y CASTIGOS Puede ser muy tentador ofrecer a tu hijo algún tipo de compen&ción para ayudarle a completar las tareas. El chantaje del tipo «si haces esto, yo haré lo otro» parece que funciona, y a veces lo hace a corto plazo, pero le transmite el mensaje equivocado: que no hay un valor intrínseco en la actividad y, que la única razón para hacerla es obtener la recompensa. Muchas veces, los niños que hacen las cosas porque al final puede haber una galleta, chocolate o un juguete para ellos no disfmtan tanto de la experiencia y, en consecuencia, no aprenden tan bien. Los niños también son expertos en la negociación y muchas veces tienen más ases en la manga que tú, por lo que éste es un camino delicado para empezar. Los elogios y los ánimos son lo único necesario. Si vale la pena hacer algo, tiene que ser porque en sí mismo es valioso. Si no valiera la pena, no habría necesidad de hacerlo. Cuando elogies a tu hijo evita decirle simplemente que todo lo que hace es bonito, genial y fantástico. Los niños suelen agradecer el verdadero reconocimiento de sus esfuerzos más que un elogio indiscriminado. Hazle comentarios de este tipo: , «Era muy difícil, pero lo has conseguido». «Esto ha llevado un tiempo, has de sentirte orgulloso.» «Me gusta cómo has escrito esta "e", y a ti ¿cuál te gusta más?, Hace unos años, una niña de 4 años me trajo un dibujo que había estado haciendo y me preguntó qué pensaba de él. Realmente no sabía qué pensar de él y le pregunté qué pensaba ella de su dibujo. Ésta fue su respuesta: «Bueno, no es lo mejor que puedo hacer, pero es lo mejor que puedo hacer hoy». Un juicio fantástico, que ni yo misma podría haber hecho. Si tu hijo empieza a concentrarse en una actividad, te darás cuenta de que, junto a la concentración, también desarrolla la habilidad de perseverar y trabajar con las cosas, incluso cuando son difíciles. La habilidad de perseverar para resolver problemas le será de gran utilidad, especialmente cuando tenga que enfrentarse a actividades de un aprendizaje más formal que pueden requerir un poco de desenredo. Si los niños han tenido la oportunidad de perseverar y generalmente llegan a una buena solución, ganarán mucha confianza en sí mismos cuando se enfrenten con lo nuevo y desconocido. Tampoco les importará demasiado si las cosas no funcionan o si tienen que pedir ayuda. Un niño que siente que es capaz de resolver prohle- mas, tendrá también la capacidad para aceptar el hecho de que a veces no puede hacerlo solo. No obstante, si antes de empezar ya cree que no lo conseguirá, o no comenzará o bien lo dejará ante la primera señal de dificultad. LOS ERROMS SON UNA OPORTUNIDAD PARA APRENDER Es importante que los niños y los adultos se relajen cuando cometen algún error. Considerar una equivocación o un error es una oportunidad para aprender algo nuevo. Si nunca cometemos errores jamás ampliaremos las fronteras de nuestras habilidades y conocimientos, acomodándonos dentro de los límites de lo conocido. Muchas veces, los niños (y los adultos) se sienten estúpidos cuando cometen errores. Cargamos con el miedo de poder equivocamos, aunque la mayoría de los errores son accidentales e inevitables. Hay muchas maneras de ayudar a tu hijo a desarrollar una relación amistosa con sus errores. Desde que el niño es muy pequeño, puedes cultivar una actitud positiva ante los sucesos accidentales. Si derrama o se le cae algo no le riñas, enséñale cómo se recoge, o recógelo tú mismo y aprovecha la ocasión para mostrarle cómo debe coger o usar el objeto la próxima vez. Te sorprenderás de su receptividad. Además, observarás que la próxima vez que derrame o se le caiga algo sabrá lo que hay que hacer para recogerlo. Puede ser muy irritante cuando alguien señala siempre nuestras equivocaciones. Es mucho mejor si tenemos la posibilidad de reconocer que hemos cometido un error, jantes de que venga alguien y nos lo diga! Cuando sea posible, intenta facilitar a tu hijo algún tipo de mecanismo de autocomprobación en los juegos. En términos Montessori esto se llama «control del error». Existen diversas maneras de proporcionar este mecanismo de autocomprobación. Puedes elaborar un «producto acabado* que tu hijo puede utilizar para comprobar el resultado cuando acabe el juego. Por ejemplo, si tienes un juego en el que lee y junta palabras con imágenes, debe añadirse algún mecanismo de comprobación. Escribe la palabra correcta en el dorso del dibujo o haz una segunda serie de dibujos con el nombre pegado. Esto puede utilizarse al final del juego (véase Clasificar tarjetas, pág. 80). Puedes añadir algún tipo de código de colores para indicar si una actividad ha sido realizada correctamente. Por ejemplo, con el juegqde las Cajas de sonidos (véase pág. 84) puedes colocar puntos de colores emparejados en la parte inferior de cada pareja de recipientes. Ocasionalmente, puedes mostrar a tu hijo que puede comprobar lo que ha hecho utilizando un libro de referencia. Cuando haya aprendido a escribir puedes enseñarle a utilizar un diccionario para que compmebe cómo se deletrea una palabra. La ventaja de ayudar a tu hijo a comprobar por sí mismo en vez de tener que corregirlo todo tú es que gradualmente desarrollará la habilidad de preguntarse a sí mismo cómo piensa que lo ha hecho, lo cual estimulará su capacidad para formular un juicio sobre sus propios esfuerzos. Aprender a hacerse la pregunta «¿Cómo lo he hecho?» puede ser de gran ayuda. Cuando nos convertimos en los compañeros activos de nuestro propio aprendizaje sentimos un mayor control sobre nosotros mismos. Tu hijo no se sentirá dependiente del juicio que realicen las otras personas sobre sus esfuerzos, sino que será capaz de juzgarse a sí mismo. Cuando no exista un medio para proporcionar una autocomprobación podéis mirar las cosas juntos y ver si hay algo a lo que hay que prestar atención, en vez de señalar directamente los errores. Cuando los niños pierden el miedo a equivocarse desarrollan una actitud que les permite intentar hacer las cosas, aunque les parezcan un poco difíciles. Sabemos que los niños que desarrollan esta actitud encuentran la lectura y la escritura más fáciles. El motivo es que no les importa si no aciertan todas las palabras; simplemente intentan leer lo que tienen delante y adivinar lo que significa una palabra desconocida a partir de las diversas claves que aporta el resto de palabras de la página. Entonces comprueban el significado a medida que avanzan en la frase. Los niños que tienen miedo a equivocarse se detendrán muchas veces en cada uno de los sonidos de la palabra, o simplemente se quedarán mucho tiempo con la mirada fija en ella intentando descifrar su significado. Y harán esto a expensas de la comprensión del significado de las palabras. Cuando estos niños empiecen a leer, necesitarán mucha ayuda y la estimulación de su seguridad y autoestima. L A IMPORTANCIA DE LA REPETICIÓN EN EL APRENDIZAJE DE LOS NIÑOS LOS NIÑOS APRENDEN MEJOR CUANDO ELIGEN ELLOS MISMOS LA ACTIVIDAD que hacer algo por la fuerza de las circunstancias o porque alguien nos lo pide. Los niños preguntan con frecuencia «qué pueden hacer». Si queremos elegir, tenemos que poseeralgún conocimientd sobre las distintas opcipnes antes de hacerlo. Sin esto, cualquier elección que hagamos será impulsiva. Por ejemplo, si tengo que elegir entre dos cosas y sólo conozco realmente una de ellas, puedo optar por la que conozco, lo cual me da cierta seguridad, o bien arriesgarme y optar por la que no conozco. Esto no es realmente elegir, sino confiar en la suerte o el azar. Dei mismo moda si queremos comprar un paquete de dulces y nos encontramos en una enorme tienda de caramelos resulta casi imposible elegir algo. Cuando tenemos demasiadas cosas para elegir a veces nos invade la sensación de que siempre nos equivocamos, ;por mucho tiempo que tardemos en decidir! Para ayudar a tu hijo a elegir tienes que hacerlo lenta y cuidadosamente. Puedes empezar dejándole escoger entre dos cosas «conocidas», por ejemplo, los calcetines, los pantalones, etc. Enséñale unos pantalones grises y otros azules y pídele que elija cuáles se quiere poner. Gradualmente, con el tiempo, oodrá elegir entre una muestra más amplia. Tal vez puedes poner en un cajón -, o estantena un grupo de prendas entre las que te gustm'a que eligiera. ¡No dejes prendas de verano en los cajones durante el invierno! Y no te quejes cuando haya elegido lo que quiere ponerse. Si no quieres que se ponga un jersey naranja con unos pantalones rosas, no los incluyas en la selección. Habrá muchas ocasiones para que tu hijo elija. Durante las comidas puedes preguntarle: «¿Qué quieres hoy: zumo o leche, cereales o fmta?», «¿Hoy quieres dibujar, o aprender más letras de ésas?». Gradualmente, a medida que aprenda a valorar los pros y los contras en diferentes situaciones, adquirirá la habilidad de realizar buenas elecciones. Cuando ofreces a tu hijo la oportunidad de elegir sobre la actividad, la ropa o la comida, suele disminuir el número de veces que discutes con él. Todos nosotros estamos mucho más motivados cuando elegimos por nosotros mismos lo que queremos hacer. Es más fácil afrontar actividades complejas porque así lo deseamos que hacerlo porque nos lo piden. Ayudar a tu hijo a elegir le mantendrá en un buen equilibrio el resto de su vida. Elegir no es algo fácil, aunque muchas veces demos por supuesto que todo el mundo puede hacerlo. Piensa detenidamente en tus amigos. ¿Tienen todos ellos la capacidad de elegir? ¿O bien algunos lo encuentran difícil e intentan a toda costa evitarlo? Naturalmente, es más fácil decir que tenemos Prepara un lugar, como una estantería o una mesa, donde colocar todas las cosas que tu hijo puede necesitar. La estantería puede contener una variedad de juegos, lápices, papeles, etc. Pon todas las cosas necesarias para las actividades que soléis hacer, asegurándote de que estén a su alcance. Guarda las cosas que usa regularmente en el mismo sitio, de manera que siempre pueda encontrarlas. De este modo, será capaz de escoger por sí mismo qué y cuándo quiere hacer algo. Si es posible, ya que esta opción cuesta dinero, déjale tener su propia mesa y su silla. Como hemos visto en el capítulo anterior, la repetición es importante para fortalecer y reforzar las conexiones neuronales. Aunque no tuviéramos estos conocimientos, sabemos lo importante que es el acto de la repetición cuando queremos hacer algo por nosotros mismos. Para hacer algo bien, sin emplear un gran esfuerzo, necesitamos haberlo practicado mucho. Así lo corrobora el viejo dicho popular: «La práctica hace al maestro». Los niños pequeños se enfrascan en repetir las cosas, lo cual a veces nos sorprende. Puede que obsewes a tu hijo poniendo y sacando algo de una caja una y otra vez, sin ningún motivo aparente. Sin embargo, si esa actividad capta la atenci6n de tu hijo significa que hay algo en su interior que está trabajando y estableciéndose. Animar a tu hijo para que practique será especialmente importante cuando comience a escribir. Querrá practicar si ello le resulta interesante, pero no querrá hacerlo si lo que le sugieres le parece aburrido e inútil. He aquí dos sugerencias: Puedes ofrecerle una variedad de juegos que ayuden a tu hijo a practicar la misma habilidad. Por ejemplo, hay muchos tipos de juegos que puedes hacer para reforzar su reconocimiento de las letras (véase el capítulo 4). Evita todo lo que parezca aburrido. Una buena manera de saberlo es preguntarte a ti mismo si lo encuentras aburrido. Si es así, ;probablemente tu hijo también sentirá lo mismo! ;No le des páginas y páginas de letras por trazar, o aburridos libros de ejercicios y manuales de lectura! Compnieba que todo lo que haya en la estantería esté completo. A los niños les gusta disponer de todo lo que han elegido, y si falta algo, puede que se distraigan de la práctica del juego. Otra manera de ayudar a tu hijo a elegir es asegurarte de que todo lo que elige tiene bastantes posibilidades de funcionar. Si elige algo que va bien, tendrá más ganas de volver a elegir. Esto no quiere decir que todas las elecciones tengan que tener resultados fabulosos, pero al principio las elecciones deben limitarse a las actividades que están a su alcance y no incluir las que son difíciles o imposibles. APRENDER A OBSERVAR A TU HIJO Saber qué enseñar a tu hijo, saber cuándo necesita practicar, cuándo necesita un elogio, cuándo un reto, todas estas cosas residen en el conocimiento que tienes de tu hijo. Observarle es esencial si quieres prestarle la ayuda adecuada en el momento oportuno. Tal vez esta capacidad constituya el arte de un buen profesor: saber qué tipo de ayuda dar, cuándo y cómo ofrecerla. Los siguientes principios pueden ser útiles. Intenta que tu hijo no sepa que le estás observando. Normalmente, cuando la gente se siente observada no se comporta de manera natural. Desarrolla la técnica de mirar por el rabillo del ojo. Intenta fijarte en los pequeños detalles en vez de hacerlo en las cosas más obvias. Si estás mirando a tu hijo mientras dibuja, en vez de mirar lo que está dibujando fíjate en cómo lo hace. Observa cómo sujeta el lápiz, qué movimientos realiza con más facilidad, cuáles pueden necesitar más práctica, si el papel está en la posición conecta y si el cuerpo está relajado. Mira la hora. ¿Le gusta hacer este tipo de actividad en el mismo momento del día? Si es así, ¿sería un buen momento para introducir otras actividades parecidas que podrían proporcionarle más experiencia en el manejo de los instmmentos de escritura? Si encuentra algo difícil, intenta aislar exactamente lo que le está causando el problema. Si parece que tu hijo siempre derrama la leche cuando se la sirve de una jarra, tienes que considerar lo siguiente. Es porque: - la jarra está demasiado llena; - la jarra es demasiado grande; - no logra orientar la boca de la jarra hacia el vaso; 4- - empieza a echar el líquido antes de orientar la boca de la jarra; - mueve la jarra antes de volver a ponerla vertical; - echa el líquido demasiado rápido; - no sostiene la jarra con seguridad; - apoya la jarra en el borde del vaso; - Y finalmente, ¿funciona realmente la jarra? ¡Muchas de ellas parecen especialmente diseñadas para derramar el líquido cada vez que se usan! Aprender a observar cuál de estas posibilidades constituye la causa del problema significa que ya estás a medio camino de su resolución; la otra mitad se resuelve cuando muestras a tu hijo cómo vencer ese aspecto que está causando su dificultad. También puede ser Útil observar situaciones que causan una determinada reacción en tu hijo. Aprender a reconocer lo que le hace disfmtar o lo que no le gusta de una actividad puede ser una gran ayuda. Cada niño tiene unas exigencias de espacio diferentes. A algunos les gusta trabajar casi pegados a las otras personas, mientras que otros prefieren guardar una distancia con los demás; a algunos les gusta trabajar en un área limitada y otros necesitan expandirse. Aprender a observar a tu hijo te hará más sensible de lo que ya eres respecto a sus necesidades, gustos y manías, y la manera en que reacciona e interacciona con los demás. Notarás cuándo está preparado para aprender algo nuevo y cuándo necesita sentirse apoyado y repetir lo que ya sabe. Vale la pena recordar el viejo dicho: «La infancia es un viaje, no una carrera». UNAAPROXIMACI~NA LA LECTURA Y LA ESCRITURA Antes de empezar a preparar a tu hijo para la lectura y la escritura, hay otras informaciones del enfoque Montesson que te sería útil conocer. Conocerlas te ayudará a adaptar las actividades de este libro, u otras, a tu hijo en particular, sin perder de vista la integridad del enfoque. La lectura y la escritura son dos actividades complejas que requieren que tu hijo desarrolle muchas técnicas y habilidades diferentes, usándolas coordinadamente. Es mejor dominar las técnicas una por una, especialmente si la técnica es fácil de aprender porque pertenece a un juego divertido, aunque éste no forme parte del aprendizaje de la lectura y la escritura. Es muy importante jugar a cada uno de los juegos que contiene este libro por el propio beneficio que reportan, y no como partes de un largo e interminable camino hacia el aprendizaje de la lectura y la escritura. Sabes que cada una de las actividades que enseñes a tu hijo le ayudará a hacer unas cosas concretas, ipero no tienes por qué decírselo! Un día, utilizando todas las técnicas y habilidades que le has ayudado a constmir, se verá por sí mismo capaz de leer y escribir espontáneamente, como verás en el capítulo 4. Para ayudar a tu hijo a superar una dificultad, harás juegos en los que se empleen las cosas que ya sabe hacer y que sólo implican una nueva técnica o habilidad. De esta manera, puede progresar desde algo que ya conoce hasta algo nuevo dando pasos pequeños que estén a su alcance. Si necesita más ayuda, simplemente debes reducir los pasos, y si encuentra las cosas demasiado fáciles, puedes verte dando dos o tres pasos de golpe. Lo importante es seguir su ritmo. Para empezar a considerar los pasos que debes dar para preparar a tu hijo para el aprendizaje de la lectura y la escritura, observa estas dos complejas actividades e intenta calcular las diversas técnicas, habilidades y estrategias que puede necesitar para llevarlas a cabo. Haciéndolo, podrás desarrollar estas técnicas antes de que las necesite, ayudándole a practicarlas por sí mismas. Le encantará hacer estos juegos en una atmósfera de diversión, sin ninguna presión para obtener un resultado final. LAS TÉCNICAS Y AABlLlDADES NECESARIAS PARA LA LECTURA Y LA ESCRITURA Que le gusten y le diviertan los libros para que quiera aprender a leer y escribir. Tener un conocimiento del mundo que le rodea, a fin de que pueda entender el sentido de los libros que le lees y utilizar este conocimiento para expresarse en la escritura. Tener la habilidad de utilizar bien su propio lenguaje y disfmtar de los sonidos, las rimas y las estructuras que contiene, dado que ést e s el punto de partida de la lectura y la escritura. Desarrollar un conocimiento de la letra impresa y de su uso en la lectura y la escritura. Desarrollar un buen control del cuerpo, y particularmente de su mano, para que encuentre relativamente fácil la escritura. 2 EN CONCRETO NECESITARÁ: . Ser capaz de vincular los sonidos de su lenguaje con las letras del alfabeto. Ser capaz de escribir las letras de ese alfabeto. Utilizar su conocimiento del mundo y de su lenguaje para extraer el significado de los textos escritos y para dar significado a su propia escritura. , Utilizar una variedad de estrategias para reconocer las palabras, a veces inmediatamente a través de su forma o su familiaridad con ellas, o bien a través de su habilidad para escribirlas. FINALMENTE, UNA VEZ PUEDA LEER Y ESCRIBIR NECESITARA: Explorar cómo se utiliza el lenguaje para transmitir el significado. Descubrir maneras apropiadas de deletrear las palabras, basadas en formas regulares o irregulares. Explorar, a través de su propia escritura y lectura, las formas que puede tomar un texto, por ejemplo, historias verdaderas, ficticias, poemas, canas, diarios, libros de referencia, etc. Explorar el uso de la puntuación como un medio de hacer más expresiva la lectura y la escritura. En este libro encontrarás actividades de apoyo a todos estos bloques de construcción del aprendizaje, que van colocándose uno encima de otro, hasta que todos ellos combinados contribuyen al aprendizaje de la lectura y la escritura de tu hijo. A pesar de que se han llevado a cabo una gran cantidad de investigaciones en los campos de la lectura y la escritura, todavía desconocemos la manera en que ambas habilidades se combinan. Parece ser, cada vez más, que alentar a los niños a aprender a leer a través de su propia escritura resulta favorable, y éste es uno de los enfoques que las escuelas Montessori para niños de menos de 6 años adoptaron desde su fundación. La doctora Montessori fue probablemente la primera educadora que sugirió que un niño con un conocimiento suficiente de la correspondencia letra-sonido encontraría más fácil escribir sus propios pensamientos, como primer paso para el aprendizaje de la lectura, que leer los pensamientos de los demás. Dice en La scoperta del bambino: En los niños pequefios,la escritura se desarrolla fácil y espontáneamente, del mismo modo que el habla, que es también una traslación motriz de los sonidos escuchados. Por otro lado, la lectura forma parte de una cultura intelectual abstracta, que es la interpretación de las ideas representadas a través de símbolos gráficos, y que se adquiere mucho más tarde. De todos modos, hay que observar que Maria Montessori también sugiere que los niños que no poseen una buena coordinación mano-ojo puede que p r e fieran leer primero, ya que para ellos la escritura puede ser demasiado pesada. Para entender cómo es posible que la escritura preceda a la lectura podemos obsewar la versión simple de los dos procesos mostrada en la página 55. Este modelo de escritura parece estar más cerca del lenguaje hablado que de la lectura, y es más accesible de un modo inmediato. Desde el punto de vista de un niño, escuchar los sonidos que oye en su cabeza y buscar qu6 letra necesita para cada sonido sólo requiere un conocimiento adicional. Al principio, a los niños pequeños no les preocupa si escriben correctamente, ni les importa si puedes leer o no lo que han escrito (pronto te acostumbrarás a descifrar su escrituraj. Se sienten ya bastante orgullosos del hecho de poder escribir, y esto parece suficiente. Una vez ha empezado a analizar las palabras en las partes que las componen, a tu hijo sólo le quedará dar un paso muy pequeño para leer lo que ha escrito. Lo hará en parte de memoria y en parte dándose cuenta de cómo lo escribió. En este libro encontrarás actividades que requieren que tu hijo adquiera informaciones específicas: el nombre de un objeto, fa forma y el sonido ESCRITURA LECTURA I' Cuando escribimos, empezamos con al- Cuando leemos, vemos un texto que ha g~ que queremos escribir. Empezamos escrito otra persona. Empezamos con con algo que conocemos. algo desconocido. para escribir pensamos en una palabra y Para leer miramos las letras impresas e la analizamos en sus componentes so- intentamos imaginar qué significan las palabras. Podemos hacerlo a través de la noros. correspondencia letra-sonido, que luego debemos fusionar reconociendo la palabra como un conjunto o adivinándola. A cada uno de los sonidos que la com- Una vez identificada la palabra, teneponen le atribuimos una letra; o escribi- mos que buscar en nuestra mente un mos esta letra o bien utilizamos algún significado para ella, lo cual dependerá otro medio para representarla, como de nuestras experiencias, el contexto por ejemplo un ordenador, letras sueltas donde aparezca la palabra y el papel del alfabeto, etc. que desempeñe ésta en la frase. de una letra, el reconocimiento de una palabra. Cuando en un aula Montessori tenemos que ayudar a los niños a asociar un nombre con un objeto, seguimos un procedimiento que llamamos ala lección en tres períodos» (se llama así porque la lección consta de tres etapas). El tiempo de cada etapa depende de tu hijo; de todos modos, normalmente, se emplea más tiempo en la segunda, que es cuando tu hijo practica la asociación del nombre con el objeto. Es un procedimiento simple, que una vez dominado puedes utilizarlo para casi todo. Habitualmente, se presentan tres objetos diferentes durante la lección. La tercera etapa ayuda a tu hijo a identificar lo que ahora sabe y antes no sabía. Saber que uno sabe da seguridad. Cuando nos senti S seguros con nuestro conocimiento tendemos a utilizarlo como un trampolín para ulteriores exploraciones. Tu hijo puede utilizar su nuevo conocimiento para ampliar sus ideas y experiencias de una manera sorprendente. Puede que, en la tercera etapa, tu hijo no sea capaz de explicarte lo que ha aprendido, O si ha tenido muchas confusiones en la etapa anterior. No te preocupes, explícale simplemente cuál es el objeto y pon un fin agradable a la lección. ¡NOimporta! Tendrás muchas más oportunidades de intentarlo. Esta actividad no es una prueba que se debe pasar; simplemente constituye una manera muy buena de ayudar a los niños a aprender conceptos concretos. Primera etapa Sitúa uno de los objetos delante de tu hijo y pronuncia claramente su nombre. Haz lo mismo con los otros objetos. Esta etapa se caracteriza por las palabras Esto es... Segunda etapa Pon los tres objetos juntos y nombra uno sin señalarlo, pidiendo al niño que lo identifique. Cuando tu hijo lo baya identificado, mézclalos y pregúntale por otro. Repítelo hasta que sea capaz de ~dentificarlos objetos cómodamente tantas veces como se lo pidas. Anímale a repetir cada vez el nombre del objeto después de ti, pero, en este punto, no le pidas que intente recordarlo. Haz que esta etapa sea interesante y divertida, variando las preguntas que le haces, y procura que sean cortas para no distraerle. Esta etapa se caracteriza por las palabras Dame el ..., Muéstrame el ..., Pon el ..., Coge el ..., Toca el ..., Señala el... ,,> , '1 , Tercera etapa Señala uno de los objetos y pregúntale a tu hijo si sabe su nombre. Haz lo mismo con los otros dos objetos. Repite este paso varias veces hasta que esté realmente convencido de que conoce el nombre de los objetos. Esta etapa se caracteriza por las preguntas ¿Qué es esto? ¿Sabes qué es esto ? La lección sigue un proceso lógico, que ayuda a los niños a asociar objetos con ideas. Una aplicación más compleja de esta lección puede utilizarse igualmente, y con buenos resultados, para adquirir nuevos conocimientos. La primera etapa establece claramente los parámetros de lo que hay que aprender. La segunda consiste en dar tiempo a tu hijo para que conecte la información nueva con su propia experiencia. Esta etapa requiere tiempo; si la acortas puede que tu hijo no tenga suficiente tiempo para adquirir el nuevo conocimiento. Si es incapaz de recordar el nombre de los objetos en la tercera etapa, seguramente significa que en la segunda no ha empleado el tiempo suficiente para aprenderlos adecuadamente. SEGUIR i j LA RUTA DEL DESARROLLO Antes de entrar en el siguiente capítulo, merece la pena recordar que lo que expondremos a continuación funciona porque se basa en el desarrollo natural del niño. El increíble poder de una mente que parece ilimitada por la cantidad de cosas que puede absorber, particularmente a través de las impresiones sensoriales. Períodos sensibles relacionados con desarrollos específicos de acuerdo con la manera en que está formada la mente de un niño. En particular, sensibilidad al lenguaje, movimiento, orden, desarrollo social y desarrollo de la percepción a través de las experiencias sensoriales. Una fuerte necesidad de independencia. El deseo de comunicar. Un fuerte deseo de encontrar una actividad con una finalidad o una «tarea». Todo ello puede enseñarse en un entorno de amor y apoyo, un entorno donde los adultos reconocen que si quieren ayudar a su hijo a aprender a leer y escribir deben seguir el camino que su propio hijo les seaale. Él es único en esta tierra, es alguien que nunca había estado antes ni volverá a estar después. 3 Preparar el camino t ! ; i Cuando prepares a tu hijo para el aprendizaje de la lectura y la escritura tu papel será como el de un director que prepara a su orquesta para un concierto. Necesitará tener contacto con muchos y diferentes elementos del conocimiento, y para que lo consiga tendrás que ayudar1e.a interpretar y juntar las piezas dispares de la manera correcta. Como padre, tienes una ventaja única frente a los profesores. Eres un educador natural y tienes una relación muy especial con tu hijo. Le conoces mejor que ningún profesor; comprendes sus intereses y su humor. Disponéis de momentos en que podéis estar juntos sin que otros niños os distraigan y sin un horario a seguir. Sabes que tu hijo es un prodigio y que todos los niños crecen en una atmósfera de amor y estímulo. Pau Casals, en Vivir con alegría, expresa esta idea muy bien: Cada segundo que vivimos es un momento nuevo y único de nuestro universo, un momento que nunca existió en el pasado ni se repetirá en el futuro. Y ¿qué enseñamos a los niños en la escuela? Les enseñamos que dos y dos son cuatro y que París es la capital de Francia. Deberíamos decirles: ¿Sabes lo que eres? Eres un prodigio. Eres único. En todo el mundo no hay otro niño igual que tú. Y mira tu cuerpo, ¡qué prodigio! Tus piernas, tus brazos, tus dedos ágiles, la manera como te mueves. Puedes llegar a ser un Shakespeare, un Miguel Ángel, un Beethoven. Tienes capacidad para todo. Sí, eres un prodigio. Desde el inicio de su vida, tu hijo ha aprendido muchas cosas de ti mirándote y escuchándote, a tu lado y compartiendo su vida contigo. Lo aprendió simplemente viviendo. Puedes ayudarle de la misma manera a prepararse para el aprendizaje de la lectura y la escritura. ¿PORQuÉ LOS NIROS QUIEREN APRENDER A LEER Y ESCRIBIR? Encontrar un lugar donde leer Tu hijo querrá leer y escribir si ve que tú disfrutas haciéndolo. Del mismo modo que aprendió a hablar sencillamente porque tú le hablabas, querrá leer y escribir si ve que tú lo haces. Esto significa que, en el curso del día, necesita ver cómo disfrutas de un buen libro o escribes, para darse cuenta de que es algo divertido que puede hacer uno por sí mismo. ¡Esto no quiere decir que sólo tiene que verte leyendo «buena» literatura o escribiendo un soneto! A tu hijo no le importa lo que lees: revistas, novelas ligeras, novelas decimonónicas, cómics, poesía o periódicos deportivos. Tampoco le importa lo que estás escribiendo: listas, cartas, notas, cmcigramas, rompecabezas, quinielas o poesía. Lo único importante es que te vea leer y escribir. El otro factor de gran importancia para ayudar a tu hijo en el aprendizaje de la lectura y la escritura es leer para él. Lee cuando puedas y lo que puedas, pero no le leas cosas aburridas. Hazlo al menos una vez al día y no dejes de hacerlo mientras él lo disfrute. Conozco a una familia que todavía lo hace, ipese a que sus hijos tienen ahora 12 y 14 años! Hay muchos niños y adultos en el mundo que no saben leer y escribir y, desgraciadamente, todavía son más los que pueden hacerlo pero nunca lo hacen. No permitas que éste sea el destino de tu hijo. Desde el principio debes despertar su amor por la letra impresa en todas sus formas. Tienes que ayudar a crear en él el deseo de convertirse en un lector y escritor, y el mejor tiempo para ello es antes de los 6 años de edad, durante el período más formativo de su vida. Trata de encontrar en tu casa al menos un lugar de lectud'donde te sientas lo bastante cómodo para leer a tu hijo con regularidad. Un sofá confortable o una butaca grande en el salón suelen ser sitios apropiados, y también puede ser muy útil tener un lugar cómodo en su habitación. Intenta disponer de una selección de libros cerca del sitio o sitios que has elegido como lugar de lectura. Si tu hijo es muy pequeño, crea una pequeña estantería a su altura de modo que cuando desee leer pueda elegir por sí mismo los libros. Los niños son capaces de elegir los libros mucho antes de que puedan caminar, por lo que la estantería no debería estar a mucha altura. Si no tienes espacio para una estantería, coloca algunos libros en el suelo y apoyados en la pared, asegurándote de que la cubierta de cada libro esté visible; es casi imposible para los niños elegir un lihro si sólo pueden ver el lomo. Observarás que cuando colocas los lihros de lado, suelen acabar por el suelo, ya que los niños los van sacando de la estantería, buscando la cubierta del , lihro que tienen en la mente. Cambia la selección de lihros de vez en cuando, asegurándote de no quitar su favorito del momento. Intenta tener siempre en la estantería por lo menos un libro de poemas y rimas y otro realista. Si expones los lihros de esta manera, seguramente habrá menos de los que en realidad tienes, pero a medida que los cambies observarás cuales son los gustos particulares de tu hijo, qué libros le gustan y cuáles no le atraen, en aquel momento o para siempre. Coloca una pequeña estantena en su habitación, cerca de algunos cojines, una alfombra o un puf; todo el mundo necesita estar cómodo cuando lee. A algunos niños les gusta estar estirados mientras miran los libros, y a todos los niños les gusta estar en el regazo de sus padres. Tener un libro en las manos es como disponer de un pasaporte que te permite viajar sin salir de casa: te puede llevar a otro país y transportarte hacia adelante o hacia atrás en el tiempo. Los lihros pueden hacerte 110rar o reír a carcajadas; pueden ayudarte a saber más sobre ti mismo y sobre los demás; y te pueden ayudar a dar sentido a las situaciones personales o a descubrir nuevas cosas sobre el mundo. Los libros también pueden ayudarnos a descubrir las cosas por nosotros mismos, podemos acceder a todo lo que se ha escrito en el momento en que lo necesitemos. Leerjuntos Lee en voz alta tan a menudo como te sea posible, por lo menos una vez al día. Leer una historia en voz alta es una experiencia compartida y es muy importante que tu hijo se sienta incluido. Muchas veces el contacto físico es vital y ambos tenéis que poder mirar el lihro a la vez. Los dibujos son un importante elemento para llamar su atención y al principio le ayudarán a visualizar lo que el texto transmite. Si sólo tienes un niño en la fa- milia esto será bastante fácil, pero si tienes más de uno será esencial una cierta organización para que nadie se sienta excluido. La lectura conjunta tiene un valor que va más allá de la simple experiencia de leer un libro. Es posible que, para los padres muy ocupados, la lectura conjunta sea la única actividad compartida que puedan llevar a cabo durante el día, y puede ayudar a crear un vínculo especial entre tu hijo y tú. ¡En muy raras ocasiones a un niño no le gusta escuchar una historia! Puedes empezar a leer historias a tu hijo poco después de su nacimiento. Muchas veces, los hermanos más pequeños son afortunados de poder escuchar historias desde su nacimiento. Como adultos, nos sentimos un poco extraños si miramos un libro con un niño que todavía no habla, pero los niños de todas las edades son capaces de apreciar loslibros. De todos modos, empieza a leer para tu hijo tan pronto como te sientas capaz de hacerlo. He aquí algunas técnicas simples para ayudar a tu hijo a aprender a manejar los libros. Invierte un poco de tiempo practicándolas con tu hijo de 2 años para que adquiera un gran cuidado de sus libros. ;, Aprender a colocar un libro en la estantería f- Si tus libros están colocados mostrando la cubierta, tendr s que ensefiarle a poner la base del libro un poco separada de la pared, apoyando luego la parte superior en ella. Si los tienes en una estantería de lado, puedes enseñarle cómo se deja espacio para un libro antes de intentar colocarlo. ~ s t impide o que se fuercen los libros al colocarlos. Con la experiencia, tu hijo aprenderá en qué posición hay que poner'un libro, cómo se pasan las páginas y en qué dirección hay que hacerlo, y también cómo volverlo a poner en la estantería. Cuando tu hijo comience a hacerlo por su cuenta, cuando elija un libro, se ponga cómodo y empiece a mirarlo en su propio mundo, sabrás que has conseguido crear un lector, un niño que decide leer, un niño que conoce los placeres que ofrecen los libros. Es un niño que comprende que las ilustraciones y las letras contienen un mensaje para su disfrute. Cuando veas que el libro está bien colocado, que ha examinado su contenido y que pasa las páginas en,la dirección correcta, sabrás que has conseguido el paso más importante para ayudar a tu hijo a aprender a leer y escribir. Pasar las páginas de un libro Tu hijo enseguida deseará pasar las páginas por su cuenta; enséñale cómo hay que hacerlo. En ocasiones, los niños quieren utilizar toda lamano para sujetar la página y volverla, o tal vez sujeten la página cerca del lomo, lo cual hace que se rompan con facilidad. Enséñale cómo levantar la esquina superior o inferior de la página de la derecha con sus dedos pulgar e índice; a continuación, desliza toda la mano por la página mientras la vuelves de derecha a izquierda. Practícalo con él. Los libros de páginas duras, aunque sean resistentes, son demasiado gruesos para poder pasar bien sus páginas, así que tendrás que enseñarle a hacerlo con libros normales. ' Transportar un libro Enséñale a tu hijo cómo se lleva un libro con las dos manos, agarrándolo firmemente por ambos lados. Muchas veces los niños agarran sólo la cubierta o la contracubierta, haciendo que se abran las páginas. Cuando elijas libros para tu hijo recuerda que tendrás que leer muchas veces los libros que le gusten. Es importante que no te aburra, ya que te lo pedirá repetidas veces. Si la historia o las ilustraciones parecen monótonas o aburridas, (regala ese libro a alguien que pueda apreciarlo! Si el libro es un regalo no te sientas mal si lo dejas para más tarde, probablemente para bastante más tarde. Tu hijo necesita que le leas libros que valoras y aprecias; jamás le leas un libro en el que no creiis. Confía en tu propio juicio. Si crees que un libro es aburrido, es que probablemente lo es. No hay nada malo en decirle a tu hijo que hay algunos libros que no te gustan o que piensas que no están bien escritos. Por mi parte, siento una verdadera aversión hacia las versiones dulzonas y reducidas de los clásicos para niños que se han reescrito para reproducir la última película de dibujos animados. Creo que están muy mal escritos, que carecen de cualquier contenido'emocional real y que a menudo no son fieles al texto original. Pero a mis hijos les gustan las imágenes, porque las reconocen de los dibujos animados y de los productos que encuentran en todas las tiendas. Prefiero leerles las versiones originales cuando sean un poco más mayores. Dado que a los niños les gusta leer repetidas veces el mismo libro, pronto recuerdan todas las palabras. Si por la noche estás leyendo el final de una historia a tu hijo, no caigas en la tentación de parafrasearla porque tienes ganas de llegar al final. No pretendas saltarte algunas páginas para cerrarlo y acabar. Si lo haces, tendrás que conservarlo en tu memoria cada vez que le vuelvas a leer la historia. Todavía peor, si una noche tu pareja retoma la lectura, descubrirá que la versión que tu hijo quiere escuchar jno tiene nada que ver con las palabras que contiene realmente el libro que le está leyendo! Antes de empezar, déjale claro hasta dónde vas a leer. Con los niños pequeños las historias suelen ser bastante cortas y podéis decidir si vais a leer una o dos. Cuando ya leáis libros con capítulos, tendréis que acordar el número de capítulos que vais a leer por noche. Tu hijo siempre querrá escuchar un capítulo más; puedes explicarle que esto es una señal de que el autor del libro es muy bueno. La única cosa que tienes que evitar cuando leas a tu hijo un libro por la noche es dormirte antes de que él lo haga, pero, jno puedo recomendarte nada para evitarlo! A medida que tu hijo se haga mayor y empiece a escuchar realmente las palabras de la historia, fíjate en lo que se cuenta en la página y plantéale preguntas abiertas sobre qué piensa que puede suceder y qué cree que pueden estar pensando los personajes. Esto le estimulará a poner una atención activa en la historia; se ha demostrado que una participación activa de este tipo tiene un buen efecto en el desarrollo de la capacidad para la lectura en los niños pequeños. También es bueno discutir sobre el significado de algunas palabras a medida que las encontréis, a fin de que comprenda tanto el significado como el aspecto de la palabra. Cuando las palabras se encuentran repetidas como parte de la repetición de la historia, deja que tu hijo te ayude a pronunciarlas. Esto es particularmente fácil si las palabras riman. DESARROLLAR UN AMOR POR EL FUNClONAMIENTO DEL LENGUAJE EN LOS LIBROS 8' A medida que leas para tu hijo en el curso de los años, desarrollará una comprensión sobre el modo en que se utiliza el lenguaje en las historias y la forma que éstas adquieren. El lenguaje de los libros es muy diferente del lenguaje hablado y tiene su propio ritmo y estilo. Los niños enseguida se dan cuenta de que una historia empieza con palabras que contextualizan'la escena y anticipan lo que vendrá; se utilizan frases como &ase una vez» y *Hace mucho tiempo» para los niños más mayores, mientras que para los más pequeños es preferible una introducción más directa. También empiezan a aprender cómo acaba una historia: que siempre hay algún tipo de resolución, del estilo «y vivieron felices para siempre» o simplemente «fin». Los escritores utilizan diversas maneras de ayudarles a predecir lo que está a punto de suceder y los niños lo van adivinando a medida que leen. Cuando leo historias para niños de unos 6 años de edad, advierto que muchas de ellas empiezan por «Un día» y que todas llegan a una conclusión, ja veces de manera muy brusca! El lenguaje de los libros es mucho más descriptivo y rítmico que el lenguaje hablado. Un buen libro ayudará a tu hijo, a través del uso que hace de las palabras, a constmir imágenes vívidas en su mente. En el lenguaje hablado, ¿dirías lo mismo que está escrito al comienzo de El canto de las ballenas, de Dyan Sheldon y Gary Blythe? La abuela de Lili comenzó así su relato: «Hace tiempo, había ballenas en los océanos. Eran tan grandes como colinas y pacíficas como la luna. Eran las más extraordinarias criaturas que jamás podrías imaginan). Los primeros libros también pueden dar a los niños una experiencia que les ayudará a pasar, a medida que maduren, a libros más complejos. El autor Mem Fox describe cómo en su libro Possum Magic [La zarigüella mágica] empezó deliberadamente con (&rase una vez... >> a fin de conectar con todas las historias que los niños habían escuchado antes de la suya y las otras que leerían después. Además, convierte Possum Magic en una historia arquetípica de búsqueda para preparar a los niños para todas las historias de búsqueda que encontrarán en el futuro, como por ejemplo La Odisea, de Hornero, o las leyendas del rey Arturo. Hay que decir que a los niños también les gustan las sensaciones que ofrece un libro. El tamaño del libro, el olor que desprende, el tipo de papel con el que está hecho, las ilustraciones; todos estos elementos desempeñan su papel. No hay duda de que algunos libros producen una impresión más profunda en unos niños que en otros, y en parte esto puede ser debido al hecho de que estos libros han despertado más sentidos, además del oído y de la vista. LA IMPORTANCIA DE LA ILuSTRACIÓN Las ilustraciones desempeñan un papel enormemente importante a medida que tu hijo te escucha leer y empieza a leer por su cuenta. Las buenas ilustraciones le ayudarán a descubrir qué es lo que sucede en la historia. Cuanto más pequeño sea tu hijo, más vivas deben ser las ilustraciones: muchas veces, las imágenes son lo primero que atrae su atención hacia un libro, y además le ayudarán a predecir cuál es su línea narrativa. Las ilustraciones deben mostrar con claridad qué está sucediendo en el texto. Mucho antes de que tu hijo pueda leer se sentará con un libro, estudiará las imágenes y las utilizará como una manera de «leer» la historia. Es posible ver a niños de 18 meses haciendo esto, y hacia los 2 años de edad puede que les escuches contar una historia a partir de las imágenes. Hay libros muy buenos con imágenes para los niños pequeños; algunos utilizan fotografías; otros, ilustraciones. Intenta encontrar alguno que explique una historia solamente a través de las imágenes, así tu hijo podrá ayudarte a contar la historia y «leerlo» también para sí mismo y para los demás. Las ilustraciones también pueden inspirar a los niños a crear sus propias obras. Por eso es una buena idea elegir libros con bonitos ejemplos de diversas técnicas. No entiendo en absoluto de arte, pero hay muchos libros que me han atraído tanto a mí como a los niños que he conocido. En el capítulo 9 de este libro, podéis encontrar una lista de ellos. Puedes utilizar una buena ilustración de un libro como modelo para tu hijo: para que la observe y cree su propio dibujo. Todo lo que necesitas es papel y lápices (preferiblemente muchos y de colores alegres) o una pequeña pizarra y tizas. El hecho de elegir una ilustración de u libro para inspirarse, puede inspirarle a su vez a explicar sus propias historias sólo con dibujos. Tal vez decida dibujar y escribir unas palabras en su obra. Según su habilidad con la escritura, puede que tengas que ser tú quien escriba las palabras que te dicta, o bien él quien complemente su ilustración con garabatos, algunas palabras o una larga historia. En algunos libros, las ilustraciones explican la historia con más detalle que las palabras; estos libros resultan particularmente divertidos para los niños pequeños. Por ejemplo, el clásico libro de Pat Hutchins, El paseo de Rosie,es una historia muy simple que trata de cómo Rosie regresa a su casa pasando por el corral y el gallinero. El humor de la historia viene dado por las ilustraciones, que muestran los intentos desastrosos del zorro para atrapar a Rosie durante su caminata mientras la gallina no se da cuenta de su presencia. El texto no menciona ni una sola vez la presencia del zorro. A los niños les encantan las bromas contenidas en el subtexto de las imágenes, y después de ver una o dos de ellas ya pueden anticipar el destino , del zorro. P-. UNAGUIA DEL CONTENIDO DE LOS LIBROS PARA NIÑOS Para saber la gama de libros que están al alcance de tu hijo, te recomendaría acudir a la biblioteca más cercana. Los bibliotecarios saben por experiencia qué es adecuado para los niños pequeños y pueden sugerirte títulos de libros que versen sobre los intereses de tu hijo; también tienen acceso a las últimas publicaciones. A veces las bibliotecas organizan sesiones de cuentacuentos para niños pequeños y otras actividades que giran en tomo a los libros, a las que puede ser divertido acudir. Cuando tu hijo tenga unos 3 años ya puede tener su propio carnet de biblioteca. Algunos estudios recientes muestran que los niños pueden sacar más provecho de textos ligeramente más complejos que su propia habla, y que les gusta mucho escuchar un vocabulario más complejo del que ellos mismos pueden utilizar. Una buena norma que hay que seguir es que cuanto más pequeño sea un niño, más realista tiene que ser el contenido. Intenta reservar las historias más fantásticas y grotescas para cuando tu hijo tenga 6 años o más. Los libros que contienen fotografías de objetos cotidianos y animales conocidos también pueden interesarle a esta edad. Son especialmente populares los libros con ventanas que descubren todo tipo de cosa(iescondidas detrás de cada pestaña. Los libros de páginas duras son resistentes y duraderos, pero pueden ser difíciles de manejar cuando tu hijo empiece a querer pasar las páginas. Muchos de los cuentos de hadas tradicionales de los Hermanos Grimm o de Hans Christian Andersen se aprecian más cuando el niño posee un dominio más fuerte de la diferencia entre la fantasía y la realidad. Tu hijo mismo te dará indicios de su comprensión de esta diferencia. Hacia la edad de 4 años, la mayoría de los niños empiezan a explicarte la diferencia que existe entre lo ficticio y lo real. Mis hijos identificaban la diferencia añadiendo las palabras «de verdad» cuando hablaban de algo que había ocumdo realmente o que podría o c u m t Hacia los 6 años, los niños empiezan a gozar verdaderamente de la tensión del suspense y la aventura y tienen un gran sentido de lo ridículo. En esta edad también pueden apreciar la «re& tnd» o «incorrección» de las acciones humanas y pueden ponerse en el lugar de los demás y, por lo tanto, están preparados para este tipo de literatura. Elige para tu hijo contenidos que presenten una visión positiva de la vida y que le permitan explorar las diferentes facetas del mundo, ampliando su comprensión. La repetición y las rimas también son factores importantes a la hora de elegir libros para este gmpo de edad. A continuación facilitamos una guía básica sobre el tipo de contenido en que los niños pueden estar interesados según su edad. El capítulo 9 contiene una lista de libros más completa. Los libros que amplían la gama de las rimas y poemas infantiles que los niños ya conocen son particularmente populares dentro de este gmpo de edad, dado que representan sucesos cotidianos convertidos en historias. Los temas sobre las cosas que suceden en la casa y sus alrededores potenciarán el desarrollo del sentimiento de seguridad de tu hijo, ya que se sentirá capaz de predecir lo que sucede en su vida. Busca libros que reflejen tu entorno, ya sea sobre la ciudad, el barrio, el campo, los animales, etc. Las historias que leas deben tener argumentos simples que, eventualmente, se aprenderá de memoria. ¡No te saltes ninguna página! Recuerda mirar tanto libros realistas como de ficción. Hasta los 2 d o s De los 3 a los 4 años Los niños pequeños quieren ir hacia atrás y hacia adelante para examinar un libro. Las imágenes captan su atención. Esto es absolutamente normal en ias primeras etapas, ya que necesitan tiempo para entender que una historia tiene un principio, un desarrollo y un final. Intenta ajustarte a los intereses de tu hijo, aunque explicarle historias a esta edad no resulte fácil. Señálale los objetos familiares que aparecen en las ilustraciones y háblale de ellos. Gradualmente, indícale los aspectos más complejos de los dibujos. Puedes añadir una pequeña historia a estos Ú1timos, describiendo lo que sucede en ellos. El siguiente paso es resumir el texto y, eventualmente, leérselo. Intenta establecer cada día un horario concreto para practicar regularmente la .lectura» y no te desanimes si enseguida pierde su interés. Las canciones y las rimas son muy populares a esta edad y te pueden ser de gran ayuda los libros bien ilustrados que contengan canciones y rimas que le resulten familiares. Las historias deben concordar con los sucesos de la vida cotidiana de tu hijo. En este período, los contenidos de algunos de sus libros no sólo deben sostener y confirmar su conocimiento, sino también ampliarlo. Intenta encontrar libros precisos e informativos basados en los intereses de tu hijo, porque asísentirá curiosidad por completar con mucho más detalle lo que ya conoce. Los libros que tienen relación con las emociones también son muy útiles para los niños de este gmpo de edad, ya que les ayudan a afrontar las nuevas situaciones, como el inicio de la escuela, la visita al médico o tener un hermanito o hermanita. Les suele gustar el tipo de humor «a palos» característico de los títeres. De los 2 a los 3 arios De los 4 a 10s 5 años Ahora tu hijo necesita libros que le ayuden a desarrollar su comprensión del mundo, libros que le abran ventanas hacia la vida de las otras per- sonas, cómo viven y qué hacen. Las historias deben alargarse y hacerse más complejas, y tener más texto que imágenes para que puedan leerse en voz alta. Consulta obras de referencia y busca libros que tu hijo pueda empezar a leer y recordar. Le gusta más leer sobre algo que le interesa que sobre algo fácil. Elige libros que contengan un lenguaje simple pero bien escrito. El humor es ahora más importante que antes; los niños pueden reconocer si algo predecible se emplea de una manera impredecible o inapropiada y, en consecuencia, poseen un humor más sutil. Muchos poemas les ofrecen la oportunidad de apreciar una visión de la vida más humorística y son también excelentes para el lector principiante. De los 5 a los 6 años Ahora tu hijo debe ser capaz de disfrutar de libros más gruesos con pocos dibujos y con argumentos más complejos; puedes empezar a leer libros con capítulos. Apreciará las obras que dan instrucciones sobre cómo hacer cosas o experimentos; un atlas, y tal vez un diccionario, pueden ser Útiles para ampliar su biblioteca. También le gustará la poesía humorística, particularmente cuando hay juegos de palabras que afectan al significado del argumento. Los libros de Roald Dahl también son excelentes para los niños de este grupo de edad. DESPERTAR EN EL NIÑO LA CONCIENCIA DE LA LETRA IMPRESA Además del puro placer de leer, puedes aprovechar la ocasión para ayudar a tu hijo a tomar conciencia de la «letra impresa» en sí; cuanto más consciente sea de ella, en mayor medida este conocimiento le servirá de apoyo cuando aprenda a leer y escribir. Cuando le llames la atención sobre la letra impresa de los libros que le leas, evita convertir la lectura en una experiencia formal de enseñanza. Intenta no echar a perder el flujo de la historia o la magia especial del momento para mostrarle simplemente el uso de una letra mayúscula. Como siempre, responde a tu hijo con sensibilidad. Si parece interesado en pasar algún tiempo observando una letra, entonces hazlo; si carece de cualquier curiosidad por ésta, déjalo para otro día. Leerás para él casi t0- dos los días durante al menos seis años y, durante este tiempo, muchos de 10s siguientes puntos aparecerán de modo bastante natural. 4- Ayuda a tu hijo a observar la manera en que se leen las letras impresas. En el mundo occidental, los niños han de saber que las letras se leen de izquierda a derecha y de arriba abajo. Una de las formas es deslizando tu dedo por la página a medida que vayas leyendo. Pero hazlo sólo de vez en cuando y no dejes que esto interfiera con el ritmo y la marcha del texto que estás leyendo. De ser así, ¡enseguida se irritará! Explícale quién creó el libro. Explícale que el autor es la persona que inventó la historia y la escribió; explícale qué es un ilustrador. Cuando leas para tu hijo no empieces simplemente por donde empieza la historia. Lee el titulo del libro y los nombres del autor y del ilustrador. Muéstrale dónde se encuentra esta información. Si hay una dedicatoria léesela y explícale qué es una dedicatoria. Haz lo mismo con la poesía que leáis. Observad la diversa disposición de las,palabras, dónde está escrito el título del poema y el nombre del poeta. Busca las páginas «informativas». La página del índice, las cabeceras de los capítulos, los números de las páginas y los glosarios pueden proporcionar una gran información sobre el libro. Estudia las palabras de la página que se está leyendo. Si lees una palabra larga, búscala en la página y obsérvala. Si lees una palabra muy corta, haz lo mismo. Pide a tu hijo que te diga cuál de las palabras escritas es la palabra larga que acabas de leer. Estudia la pronunciación, fijándote en una sola cosa cada vez. Señala los puntos y pregúntale para qué sirven. Encuentra los signos de interrogación. Pídele que te explique si todas las letras de la página son iguales. Indícale cuándo se utilizan las mayúsculas: después de los puntos o para los nombres propios. Pregúntale cómo se puede indicar que'alguien está hablando. La letra impresa se encuentra por doquier en nuestro entorno. Tu hijo está absorbiendo constantemente todos los aspectos del mundo donde vive y no f e llevará mucho tiempo aprender que la letra impresa simboliza el lenguaje. Puedes ayudar a tu hijo explorando las letras con él de las siguientes maneras: Escribe el nombre de tu hijo; es una de las maneras más eficaces de despertar su interéspor la letra impresa. Coloca su nombre en algunos sitios estratégicos de la casa, por ejemplo en la puerta de su habitación. También puedes escribir su nombre en la nevera con letras magnéticas y en determinadas prendas de ropa. Las posibilidades son infinitas. Sugiérele que recorte las letras de su nombre de revistas y periódicos. Esto le permitirá observar las diferentes formas de escribir esas letras. Dile que elija las que más le gusten y que las pegue para formar su nombre. Los niños toman conciencia muy pronto de que la letra impresa se utiliza para identificar cosas. Nombres de tiendas, revistas, productos de alimentación y carteles son sólo algunos ejemplos de lo que tu hijo encontrará diariamente. Cuando salgáis juntos observa estos nombres y señálaselos. En el supermercado, pídele que coja los productos que conozca bien y aprovecha la ocasión para indicarle los nombres que están escritos en las etiquetas. Dibuja o recorta señales de tráfico. Haz dos grupos para llevar a cabo con tu hijo un juego simple. Coloca boca abajo todas las tarjetas. Hay que encontrar dos señales iguales levantando, por turnos, dos tarjetas cada vez. Quien lo consiga se queda con la pareja; quien se equivoque tiene que volver a poner las tarjetas boca abajo. Juega a esta versión del «veo veo». Cuando salgáis a pasear, sugiere la primera letra del nombre de tu hijo para buscar cosas que empiecen con esa misma letra. En otras ocasiones, hacedlo con otras letras. Recoge formularios en la oficina de correos o en el banco. Guarda impresos parecidos que hayan llegado por correo. ¡Tu hijo se divertirá mucho rellenándolos! Estudiar con tu hijo la letra impresa ha de tener siempre una finalidad y formar parte de una exploración más amplia del lenguaje. Lo que no debes hacer en ninguna circunstancia es darle etiquetas con palabras escritas para que las aprenda de memoria. Una familia que conozco colocó en todos los muebles de la casa sus nombres escritos, con la esperanza de que cuando su hijo se topara con ellos se fijana en la palabra escrita y la aprendeda. Esto representa, por lo menos, un triste y verdadero desco pcimiento del papel de las palabras escritas en la lectura. La letra impresa sólo tiene valor si transmite un significado a tu hijo; aprender palabras aisladas sin sentido no tiene ningún valor. Los niños no se en lectores por el placer de descodificar las palabras. Naturalmente, pueden aprender a reconocer las palabras en el papel y sus mentes tienen una capacidad tan fantástica que llegarán a reconocer las palabras que hati aprendido de esta manera. Pero, ¿qué valor tienen estas palabras? ¿Le ayudarán a decidir, cuando llegue el momento, que quiere aprender a leer o simplemente le harán preconsciente? Estarás desperdiciando un valioso tiempo de lectura si intentas enseñarle de esta manera. La letra impresa transmite un significado y, para que tenga valor, el significado debe estar vinculado con la experiencia de la vida. El conocimiento y la comprensión del mundo es de vital importancia para que tu hijo conquiste la lectura y la escritura. B , POR QUÉ TU HIJO NECESITA UN CONOCIMIENTO Y UNA COMPRENSI~N DEL MUNDO PARA LA LECTURA Y LA ESCRITURA Cuando tu hijo lee o alguien lee para él, no centra su atención en las palabras mismas, sino en el significado que se encuentra detrás de ellas. Los niños, cuando leen, van en busca del significado. Por lo tanto, para que tu hijo capte la esencia de las palabras debe tener experiencias que correspondan a las palabras que escucha o lee. No necesita saber todo lo que se puede saber, sino que ha de tener el conocimiento suficiente para darles un sentido. Ningún niño puede prestar atención durante mucho tiempo a algo que para él no tiene sentido, pero cuando las palabras y el conocimiento se encuentran, se produce un maravilloso despeitar de la imaginación. Este despertar posee un gran valor para los niños, tanto si están interpretando palabras escritas como si están intentando escribir sus propias palabras. En el «vacío» que existe entre las palabras escritas en el papel y la experiencia de tu hijo sucede algo dinámico y creativo. Es en este «vacío» donde tu hijo puede reflexionar sobre la resonancia entre la palabra que conoce y el mundo que imagina. Lo que tu hijo extrae de un libro depende muchode lo que él mismo aporta por su parte. Además de la comprensión general del mundo, aporta- rá sus preferencias, gustos, intereses, su humor y humanidad. ¿Quién dijo que escuchar historias fuera fácil? Puedes ayudarle asegurándote de que sale de casa y le proporcionas la oportunidad de tener experiencias del mundo de las que puede hablar y con las que puede enriquecerse. Sal con él por la noche a mirar las estrellas; sentaos en el parque donde acaban de cortar el césped; escuchad el ruido de los camiones al pasar por vuestra calle; saboread los limones. Deja que tu hijo explore el mundo a través de sus propias experiencias, jno se puede sentir el olor del césped recién cortado por televisión! DESARROLLAR EL LENGUAJE Las experiencias necesitan el lenguaje y el lenguaje debe ser preciso, variado, rico, estructurado y rítmico. La capacidad de tu hijo para utilizar el lenguaje hablado es el fundamento sobre el que reposan todas las demás formas de lenguaje. No hay que pasar por alto la importancia de ayudarle a desarrollar un buen vocabulario. La misma importancia tiene la formación y estructuración del lenguaje, su gramática y sintaxis. La estructura y calidad del desarrollo de su lenguaje dependerá en gran medida del tipo de habla que oiga en su entorno social. A los niños les gustan mucho las palahras, les encantan los sonidos de las palabras o, como digo yo, les gusta su sabor. Quieren saber los nombres de todo lo que les rodea. Desde una edad muy temprana señalan y preguntan: «¿Qué to?», o simplemente alzan la voz en tono de interrogación: «¿Ehh?». No hay límite para el número de palabras que tu hijo puede absorber, tampoco existe ningún límite para la longitud de las palabras que puede entender. Naturalmente, puede que no sea capaz de pronunciar correctamente una palabra larga, pero esto no significa que no comprenda su significado. Recientemente, se ha sugerido que la amplitud del vocabulario de un adulto puede deducirse del número de palabras que filtramos durante los tres primeros años de vida. En cualquier caso, recitarle a tu hijo el diccionario cada mañana no logrará el efecto deseado. Las palabras deben tener significado, si bien hay que desarrollar y perfeccionar el significado a través de la experiencia. Cosas que puedes hacer para ayudar: Utiliza tu lenguaje de forma correcta y creativa. Utiliza aiferentes palabras para descnbir los acontecimientos, los sentimientos, los sabores, todo en general. En ocasiones nos da pereza elegir las palabras para describir las experiencias. Conversa mucho con tu hijo desde sus primeros días. Exoiícale lo que estás haciendo. Pregúntale cosas. Emplea preguntas para construir el lógico. *¿Qué tengo que hacer ahora?», «¿Qué necesitamos?», «¿Cuántos tenemos que comprar?». A mi hijo de 3 meses solía explicarle que me iba de la habitación por un momento, pero que regresaría enseguida Pese a saber que no comprendía mis palabras, estoy segura de que comprendía el mensaje. Da nombres a las nuevas experiencias. Emplea juegos que apoyen el desarrollo del lenguaje. Véanse las páginas 76-79 para algunas ideas. Juega,con el lenguaje: inventa rimas y poemas. Cuando mis hijos tenían 3 y 4 años solía jugar a utilizar palabras originales para sustituir sus nombres. «Tú,taza de té; tú, vaso de leche; tú, azucarera vacía.» Al principio, las palabras que utilizábamos eran siempre elegidas al azar, pero gradualmente, a medida que adquiríamos práctica, tenían que tener relación. Todo su enfado solía disolverse en risas cada vez que uno de ellos se esforzaba por encontrar palabras cada vez más estrambóticas para aplicar al otro. Si tu hijo está leyendo y se encuentra con una palabra nueva, su mente seleccionará automáticamente todos los significados que conoce que podrían estar relacionados con la palabra. Basándose en otros indicios contenidos en la frase, elegirá uno de ellos como el adecuado. Un niño con un dominio pobre del vocabulaxio fracasará muy fácilmente. Del mismo modo, un niño que ha estado acostumbrado a escuchar estructuras sintácticas bastante complejas utilizará su conocimiento para llegar al significado de las frases. El conocimiento gramatical y sintáctico le ayudará a deducir el significado de las palabras y a descifrar también el de las frases. El uso que hacen los niños del lenguaje también ayuda de otras maneras. Sin tener que poseer necesariamente un conocimiento de los nombres, 10s verbos, etc., muchas veces un niño puede predecir qué tipo de palabra Adivinar el obieto (alrededor de los 4 años1 es la que está mirando a partir de la posición que ocupa en la frase. Por ejemplo: «Raque1 amarra la barcan. Un niño que nunca se ha encontrado antes con la palabra «amarrar» buscará palabras que impliquen algún tipo de «acción». Esto se basa en su profundo conocimiento del orden particular de las palabras en español: sabe que está buscando un verbo. He aquí algunos juegos para ayudar en el desarrollo del lenguaje: ~ u necesitas é 4' Una bolsa grande o una venda para tapar los ojos. Coloca diversos objetos familiares en la bolsa, si la utilizas en lugar de la venda para los ojos. Sj utilizas una venda, coloca los objetos encima de una mesa u otra superficie. Nombrar obietos Cómo se juega Es como la búsqueda del tesoro. Nombras un objeto y tu hijo tiene que encontrarlo y traértelo. Puedes intentar pedir objetos interesantes, como por ejemplo un sacacorchos, un cucharón o unas pinzas para los espaguetis. Tu hijo pone sus manos en la bolsa y describe lo que puede sentir sin decir el nombre del objeto. Tú intentas adivinar el nombre. Al cabo de un rato intercambiáis los papeles. La venda en los ojos hace un poco mAs simple este juego, sobre todo si eres tú quien se pone la venda. Tu hijo puede mirar el objeto y tratar de describir lo que ve; tienes que adivinar lo que es. Al cabo de un rato intercambiáis los papeles. Nombrar uartes de tu cuerpo Nombra todas las partes del cuerpo. No te quedes con las más evidentes. Recuerda la espinilla, el empeine, el lóbulo de la oreja, los pómulos, el omóplato, el muslo, etc. 1 Adivinar la valabra (alrededor de los 4 años1 j Simón dice $, Se trata de un juego de adivinanzas muy simple. Puedes empezar con «acciones» y hacerlo más tarde con preposiciones. Realizas una acción, por ejemplo saltar. Tu hijo adivina cuál es la palabra. Si acierta, es su turno. O b s e ~ a r áque s automáticamente elegirá un verbo para nombrar lo que estás haciendo. Empieza con cosas muy obvias y ve pasando a cosas más sutiles. Puedes realizar otras acciones, como por ejemplo botar, correr, sonreír, reír, llorar, bailar, pensar, dormir. Para jugar con preposiciones, utiliza dos juguetes de la colección de tu hijo. También puedes representarla tú mismo utilizando tu cuerpo y una silla, una cama, una mesa o lo que te parezca conveniente. Cuando tu hijo haya adquirido el vocabulario, podéis hacer los dos juegos anteriores a la manera de «Simón dice». Es fácil jugar: cuando una orden va precedida de las palabras «Simón dice», se debe obedecer; cuando no va precedida de las palabras «Simón dice», no se debe obedecer. «Simón dice "Toca tu pulgar"», y el niño lo toca. «Simón dice *"Trae la jarra de lechem», y el niño la trae. «Mueve tu cabeza», y el niño se queda quieto. Nombrar las uarres de los obietos Elige un único objeto e intenta nombrar todas sus partes. Elige algo que puedas observar cómodamente, por ejemplo un coche: radiador, puerta, medas, capó, volante, retrovisor, etc. Cómo se juega $ 1F ra! Si tienes una caja y una canica, pon Ea canica en la caja y pregunta: *¿Dónde está la canica?u. Tu hijo contestara «Dentro de la caja». Pon la canica encima de la tapa de la caja y pregunta: «¿Dónde estd la canica?». Tu hijo contestará: «Encima de la caja*. ¿Con qué? ¿Qué tipo de pastel? 4' para finalizar, haz algunas preguntas que lleven a una conclusión. Pon la canica a l lado de la caja y pregunta: «¿Dónde está la canica?». Tu hijo contestara: «Al lado de la caja» o tal vez «Cerca de la caja». Continúa hasta que hayas agotado todas las posibilidades. Hacedlo por turnos. Entonces, ¿qué pasó alfinal? ¿Cómo se sintieron todos? El siguiente juego también ayudará a tu hijo a secuenciar los sucesos y explicar una historia. r los 3 años) El iueeo de las preeuntas (a ~ a r t ide Este juego ayudará a tu hijo a desarrollar su vocabulario y la estructura lógica del pensamiento en relación con un tema que conoce bien. Aunque las preguntas que hagas deben suscitar respuestas lógicas, muchas veces no es así. Basta evitar que se desvíe del tema y reunir tanta información como sea posible. Al final del período de preguntas puedes ligar la inform ~ c i ó nque has reunido en forma de histotia. Elige un suceso simple del que tiene experiencia, como por ejemplo «Papá y Natalia han hecho un pastel de chocolate». Hazle una serie de preguntas sobre el hecho a fin de crear todo el contexto posible. Intenta que todo sea lógico. Si empiezas haciendo preguntas sobre el sujeto -papá y Natalia, en este caso- tendrás que recibir información que servirá para constmir la escena. ¿Quién es el protagonista de esta historia? ¿Qué sabemos sobre ellos? Luego, formula preguntas sobre el verbo - e n este caso, hacer un pastel-. Esto servirá para reunir información sobre la acción de la historia. Ahora, pide información sobre el pastel. ¿Por qué estaban haciendo un pastel? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Quénecesitas Imágenes que hayas recortado de un catálogo o que tú mismo hayas dibujado. No es necesario ser un artista, también puedes utilizar por ejemplo fotografías de tu hijo durante el transcurso de su jornada: cuando se levan, ta, cuando se lava los dientes, cuando se viste. Lo importante es que las imágenes formen una secuencia. Cómo se juega Pídele a tu hijo que coloque las imágenes en orden. Una vez estén dispuestas en una secuencia, puedes elaborar una historia con ellas y él debería poder ayudarte a hacerlo. Si haces fotografías de la jornada de tu hijo puedes ponerlas en un album para crear un recuerdo más permanente de la historia (véase el capítulo 9 para ideas simples sobre cómo hacerlo). Le gustará mirar estas fotografías durante los años siguientes. Puedes aventurarte en la elección del tema: por ejemplo, dibujar las secuencias para cocinar galletas o palomitas. Una vez que tu hijo las ha colocado en orden, puede pegarlas o hacer un libro con ellas: ¡intentad hacer las galletas siguiendo su propia receta! !1 j 1 1 1 Otro tipo de juego que ayuda a tu hijo a desarrollar un vocabulario más amplio consiste en ordenar y clasificar objetos que se relacionan. Los niños ordenan y clasifican sus experiencias continuamente mediante las palabras que aprenden para describirlas. Puedes preparar un conjunto completo de imágenes que puedan ayudarle a hacerlo (véase el capítulo 9 para más ideas). Clasificar tarjetas ( a oartir de los 2 años o 2 años v medio) Qué necesitas Reúne un conjunto de imágenes de la misma clase. Por ejemplo, para los niños pequeños utiliza imágenes de objetos que se hallan en cada una de las habitaciones de la casa; si es posible, busca una imagen que muestre toda la habitación. También puedes utilizar imágenes de cosas que se encuentran en la calle, en un parque, en el supermercado, etc. Detrás de cada una de las imágenes escribe el nombre del objeto que representa. Para los niños más mayores puedes reunir un conjunto de cosas que sean de su interés: motocicletas, animales salvajes, flores. I Cómo se juega Si tus tarjetas son de habitaciones de la casa, empieza con una habitación, como por ejemplo la cocina. Saca la imagen que representa toda la cocina. Habla sobre ella. Ahora muestra las imágenes de objetos de cocina y observa cuántos puede nombrar tu hijo. Utiliza las tarjetas como ocasiones para hablar y discutir. Coloca las tarjetas que conoce debajo de la imagen de la cocina. Ayúdale a aprender las que no conoce utilizando la lección de los tres períodos explicada en e1 capítuIo 2 (véanse páginas 55-57). Si está mirando una imagen que representa una tabla de cortar de la cocina y dice que es una alfombra de baño, utiliza la oportunidad para «clasificar». Puedes preguntarle si sería posible encontrar luna alfombra de baño en la cocina! Cuando pueda identificar las tarjetas de más de una habitación, mézclalas y pídele que vuelva a colocar los objetos en la habitación que les corresponde. Si, antes de empezar el juego, pones un pequeño signo de identificaión c detrás de las tarjetas de cada grupo, podrá comprobar por símismo si las ha ordenado correctamente. 4 4 1 ~i'é necesitas Una selección de objetos que puedan ordenarse o clasificase, por ejemplo: - Objetos que se hunden o flotan. - Objetos magnéticos o no magnéticos. - Objetos duros o blandos: plumas, piedras, etc - Objetos para dibujar y objetos para pintar. - Objetos pesados o ligeros. Cómo se juega Enseña a tu hijo a agrupar los objetos según la clasificación que tú has hecho. Puedes separar los gmpos poniéndolos a ambos lados de una mesa o una alfombra. Si quieres proporcionarle un mecanismo de autocorrección, puedes dibujar los objetos por gmpos en una hoja de papel. Se sabe que los niños que tienen experiencia con las rimas leen y deletrean muy bien. Cuanto más conciencia tenga tu hijo de los sonidos y sus formas, tanto mayor será su capacidad de intuir lo que dicen las palabras a partir de las formas de sus letras. Es imposible pasar por alto la importancia que reviste un buen conocimiento de los poemas, las canciones y las rimas infantiles en el aprendizaje de la lectura y la escritura. A los niños les encanta el humor y el carácter predecible que acompaña a las rimas, asícomo el ritmo que producen. También les gusta jugar y crear Sus propias rimas. Es aconsejable por tanto disponer de un amplio repertorio de rimas y poemas infantiles. En el caso de que no te resulte fácil recordarlas, existen muchos casetes en el mercado. Juega y apréndelas con tu hijo; sin embargo, por muy bueno que sea un casete, nada puede sustituir el hecho de que seas tú quien cante y recite poemas y canciones para tu hijo. Además de centrar la atención en la rima puedes ayudarle a reconocer los grupos de sonidos, tales como «tr-» o «br-», «-ón» o «-el». Por ejemplo, podéis: Jugar a encontrar palabras que empiecen por «tr-». Jugar a encontrar palabras que rimen con «camión» o con «pastel». Crear frases utilizando el mismo sonido al principio de cada palabra. Puedes ayudarle usando trabalenguas del tipo «Tres tristes tigres comían trigo en un trigal* y luego os podéis inventar frases tales como «La tía Teresa toca el tambor todas las tardes». Los poemas y las rimas también proporcionan maravillosos recursos para los primeros intentos de lectura y escritura. Saber qué palabra va detrás de otra resultará sin duda una gran ayuda para tu hijo cuando empiece a leer. También es bueno escribir poemas y canciones cuando empiece a escribir palabras. Los poemas que contienen muchas rimas y repeticiones ayudan a los niños a captar el aspecto de las palabras y esto puede servirles para escribir relativamente bien cuando empiecen a representar gráficamente las primeras palabras. Adivinanza del gallo Alto, altanero, gran caballero, gorro de grana, capa dorada y espuela de acero. Las rimas y las canciones también pueden enseñar a los niños el orden del abecedario y es tan divertido como instructivo cantarlas a menudo con tu hijo. Puedes empezar a hacerlo tan pronto como sea posible, a partir de los 2 años, y continuar hasta que le dejen de gustar. i JUEGOS CON RIMAS Y RITMOS f' El capítulo 4 contiene una selección de juegos de rimas, pero también puedes probar los siguientes. EL fuego de dar ualmadas Da palmadas siguiendo el ritmo de las palabras y las silabas contenidas en los poemas y las canciones que conoces. Marca, dando palmadas, el ritmo de los nombres de todos los miembros de la familia. El jueao del eco Marca con las palmas un ritmo y pide a tu hijo que responda con el mismo ritmo. Una alternativa a este juego consiste en reunir diferentes objetos que suenen. Cada uno de vosotros tiene las mismas cosas. Sentaos de espaldas. Tú sacas, por ejemplo, tus palillos chinos y marcas un ritmo. Tu , hijo saca los suyos e imita el ritmo que tú has hecho. Tú sacas tu cuchara y tu vaso y marcas un ritmo diferente. Tu hijo tiene que hacer de eco. Otros juegos pueden desarrollar la capacidad de escuchar de los niños; el oído desempeña un importante papel en el desarrollo del habla y le ayuda a concentrarse en las pequeñas diferencias que pueden existir entre los sonidos. Los siguientes juegos ayudan a tu hijo a escuchar, lo cual más tarde le ayudará a reconocer los sonidos asociados a las letras. El oso v el bote de miel Necesitas por lo menos tres personas para jugar a este juego. Un niiio se tapa los ojos con una venda y pone un bote (el bote de miel) justo delante de él. Otro de los niños (o adultos) intenta acercarse silenciosamente y coger el bote de miel. Si el niño que está con los ojos tapados le oye, debe decirlo y entonces ese niño o adulto tiene que sentarse. Otro jugador intenta entonces coger el bote. Si alguien consigue hacerse con él, el jn- gador que está con los ojos tapados le pasa la venda y se une a los otros jugadores. Cómo se juega Separa los dos grupos de recipientes. Muestra a tu hijo c ó d s a c u d i r cada recipiente, preferiblemente uno en cada oreja. Busca su pareja. Ayúdale a recordar el sonido guardando uno de los dos gmpos lejos, por ejemplo en la cocina. Primero escucha un recipiente y se dirige luego, hacia el otro gmpo para escucharlos todos en busca del mismo sonido. Escuchar sonidos Dile a tu hijo que cierre los ojos y que intente identificar qué es lo que oye. Sugiérele que se concentre en los sonidos que están lejos, después en los que estan cerca, luego en los que están en su cuerpo, y así sucesivamente. Un libro con su historia favorita grabada en un casete puede ser muy útil, si bien no puede sustituir el contacto directo contigo. Se pueden encontrar en el mercado y pueden resultar especialmente útiles para los viajes en coche. De hecho, si tu hijo tiene un libro que le gusta mucho, tú mismo puedes leer la historia y grabarla. Elige diversos objetos familiares cotidianos, escóndelos detrás de un tablero o tapa los ojos de tu hijo con una venda. Vierte agua en un vaso, amiga un papel, pon la tapadera de una olla, bebe con una taza, etc. Tu hijo tiene que adivinar de qué sonido se trata. Casetes de canciones v rimas Puede ser muy agradable escucharlas, especialmente durante los viajes, y ayudan a ampliar el número de rimas y canciones infantiles que puedes cantar o recitar con tu hijo. A medida que tu hijo crezca, recuerda que debes buscar casetes de poesía «para mayores». Utiliza algo que produzca un sonido muy leve: el tic tac de un reloj, una caja con arena, un par de palillos. Dile a tu bijo que cierre los ojos y señale dónde está el sonido a medida que te vas moviendo por la habitación. Debes moverte muy silenciosamente. Si tu hijo logra indicarlo bien, entonces le toca a él. Caías de sonido (a partir de los 3 anos v medio) Qué necesitas i 1 ! i Reúne ocho recipientes idénticos con tapadera. Pueden servir los tubos de Lacasitos, cajas de plástico con tapadera, estuches de carretes de fotos, etc. No tienen que ser demasiado grandes. Haz cuatro parejas y pon diferentes sustancias en cada uno de los ocho recipientes: arena, azúcar, arroz, garbanzos, macarrones, etc. Identifica cada pareja pegando etiquetas de colores debajo de los recipientes (esto le permitirá comprobar si ha identificado correctamente las parejas). 11 t 4 i 14 B a1 f PREPARAR LA MANO PARA LA ESCRITURA Antes de que tu hijo esté preparado para controlar su mano suficientemente bien como para escribir letras, debe tener mucha práctica en su dominio. Los niños necesitan actividades que les ayuden a mover sus manos cada vez con más precisión y esmero. Puedes empezar estas actividades muy pronto, a partir de los 18 meses. Le puedes enseñar cómo hacer muchas cosas que le darán mayor independencia. En este sentido, enseñarle cómo se vierten las cosas puede resultar una idea excelente. Poseer la habilidad de verter él mismo cualquier cosa, le permitirá encargarse desus necesidades: puede beber cuando tenga sed, ponerse 1eche.en los cereales, regar las plantas, poner ingredientes en los cazos y hacer muchas otras cosas que requieren este tipo de movimiento. l Al mismo tiempo, cuanto más control tenga de sus manos, más fácil le resultará controlarlas cuando desee escribir. Le puedes enseñar cómo verter con algunas prácticas en casa. Empieza con algo simple, aumentando paso a paso la dificultad. Pon judías bastante grandes en una pequeña jarra y pide a tu hijo que las vierta en otra sin que se caiga ninguna. Pon las jarras en una bandeja de modo que si se le caen las judías no se derramen por el suelo. Dale tres vasitos y cierta cantidad de algún tipo de grano fino, por ejemplo arroz, que sea suficiente para Ilenarlos. Pide a tu hijo que vierta el arroz en los vasos. Si al final le sobra o le falta arroz sabrá que la próxima vez deberá esforzarse más. Auímale a repetir estas actividades tantas veces como lo desee. Realiza ahora la misma actividad pero con agua. Pon cerca un trapo para que, si se le derrama el agua, la pueda secar. Cuando ya haya aprendido a verter, anímale a utilizar esta nueva habilidad. Si miras a tu alrededor, descubrirás en casa muchas otras técnicas similares que puede aprender, como por ejemplo: Untar su pan con mantequilla. Asegúrate de limitar la cantidad de mantequilla de la que puede disponer. Pelar su fruta. Cortar su fruta. Empieza con frutas blandas como el plátano y un cuchillo romo. Tendrás que mostrarle cómo se coge un cuchillo y cómo hay que poner los dedos cuando utilizas una hoja de cuchillo para trocear la fruta. Se tomará muy en serio esta responsabilidad y estará muy contento de que le dejen hacer algo de «mayores» como cortar la fruta. - Busca puzzles que tengan tiradores en todas las piezas. Pueden ser muy útiles, porque incitan a tu hijo a emplear su pulgar y su dedo índice, que utilizará eventualmente para manejar el lápiz. El tirador sustituye al 1ápiz y su mano se fortalece y desarrolla la capacidad de utilizar pocos dedos para llevar a cabo una tarea. Tu hijo empezará a dibujar, utilizando tizas, aproximada&nte a los 18 meses. Las figuras y formas que dibuja de manera natural son líneas y circulas. Pero lentamente su arte será cada vez más representativo. Al principio, los niños dibujan algo y le dan un nombre; más tarde, deciden primero lo que van a dibujar y luego intentan representarlo. Cuando tu hijo tenga entre 4 y 5 años puedes sugerirle que observe un objeto real y que intente dibujarlo. Esto ayudará a enfocar su ojo de una forma determinada y a dirigir su mano para intentar representarlo. Las formas de las letras Incorporar las formas de las letras en sus dibujos puede ser una actividad muy provechosa. Con la práctica, tu hijo aprenderá gradualmente a realizar todos los trazos necesarios para dibujar una letra. Pero, una vez más, no le hagas dibujar letras sin ningún otro objetivo. Estimúlale a incorporarlas en los dibu&, a utilizarlas para decorar los márgenes de un dibujo u otras cosas similares. Utiliza formas basadas en los trazos de las letras: espirales, círculos, semicírculos, zigzags, líneas verticales, horizontales e inclinadas, arcos y ángulos. Pintar con los dedos ( a ~ a r t ide r los 3 años1 Qué necesitas Pintura líquida o en polvo. Cola soluble en agua (del tipo que habitualmente se utiliza para empapelar las paredes). Una superficie limpia y brillante, como una mesa o tablero de formica. Papel. ¡Los niños y el suelo deben quedar bien protegidos! Cómo se juega Mezcla bien la pintura con la cola de empapelar hasta que tenga la consistencia de una crema. Vierte unas cuantas cucharadas en la superficie brillante y dile a tu hijo que la unte. ¡Ahora puede practicar la escritura con los dedos (entre otras cosas)! Si no le gusta lo que ha hecho, puede borrar todo el dibujo con la mano y volver a empezar. Cuando el dibujo esté completo, coge un papel grande y ponlo en la mesa sobre el dibujo, de modo que se imprima el diseño. En este punto puedes empezar de nuevo con más pintura, jo bien limpiar! Existen diversas actividades de costura que puede hacer tu hijo para desarrollar una buena coordinación mano-ojo. Dibuja formas, como por ejemplo círculos y cuadrados, en una cartulina utilizando un rotulador grueso. Con un pequeño destornillador practica agujeros espaciados a lo largo del perímetro de la forma. Enseña a tu hijo cómo enhebrar con lana una aguja gruesa y cómo poner la aguja y ensartarla por los agujeros. Cuando consiga hacerlo, enséñale a unir los agujeros siguiendo el perímetro. Después, dibuja las letras del nombre de tu hijo de la misma manera y pídele que las cosa. Asegúrate de que las líneas siguen el sentido en el que se escriben las letras (véase el diagrama de la página 105). Marca una cruz donde quieras que empiece a coser. Si no te gusta utilizar agujas de coser, empieza con cordones de zapatos que pueda ensartar uniendo los agujeros. Compra tela de cañamazo y enséñale cómo hacer los diversos puntos. Recuerda que debes ir de los puntos más simples a los más difíciles. Pide a tu hijo que haga un dibujo en tela de muselina. Ponlo en un tambor de bordar y dile que lo cosa. Plastilina o barro Trabajar con la plastilina o el barro es divertido y además educa la destreza. Al igual que ocurre cuando se pinta con los dedos (iy por las mismas razones!), se practica mejor en una mesa o tablero de formica. Moldea largas salchichas y transfórmalas en letras. Enseña a tu hijo a hacer bolas y salchichas. Moldea animales, casas, recipientes, lo que se os ocurra. 4 4- Los primeros pasos hacia la lectura y la escritura Ahora que ya has dado los primeros pasos para proporcionar a tu hijo la base necesaria para convertirse en un buen lector y escritor, existen algunos juegos que puedes hacer con él que tendrán un impacto más directo en la adquisición de estas habilidades. Las actividades que este capítulo contiene son las que encontrarías en cualquier buena clase Montessori (o Casa de los Niños, en palabras de Maria Montessori). Nosotros las llamamos (<claves»de la lectura y la escritura. La palabra «clave» es muy importante: es algo que nos permite acceder a las cosas. Cuando queremos entender un mapa cónsultamos la clave para que nos resulte más inteligible. Una clave no te aporta el cuadro entero, pero te proporciona las herramientas básicas que te ayudan a interpretar el mapa con más exactitud. Utilizar la clave te aporta una ayuda adicional si quieres hacer el mejor uso del mapa. La «clave» verdaderamente útil es aquella que te proporciona justo la información básica para que descubras las cosas por ti mismo. Las tres actividades siguientes -el Juego de los sonidos, las Letras de papel de lija y el Alfabeto móvil- se basan una en la otra. No las hagas deprisa ni saltes a actividades que te resulten más familiares. Pueden parecer muy fáciles, pero no menosprecies su importancia en el desarrollo de la capacidad de tu hijo para leer y escribir. Si puede dominar estas tres actividades tan simples, habrás creado una base sólida para la alfabetización. Haciendo estos juegos alcanzarás los siguientes logros: Despertar en tu hijo la conciencia de los sonidos y de cómo las palabras están formadas por conjuntos de sonidos. Ayudarle a reconocer los símbolos que representan esos sonidos. Ayudarle a iniciar el desarrollo del movimiento correcto de la mano para escribir letras. Ayudarle a utilizar símbolos para escribir sus pensamientos. Ayudarle a utilizar su propia escritura como un puente hacia la lectura. DESPERTAR EN TU HIJO LA CONCIENCIA DE LOS SONIDOS EN SU LENGUAJE Probablemente has empezado a leer con tu hijo; seguramente muchos de los libros que os gustan son cuentos que contienen rimas y ritmos, algunos de los cuales son libros de poesía y rimas. Estos libros le ayudarán a reconocer las rimas de los sonidos, lo cual, más tarde, cuando empiece a leer, será importante por el hecho de que será capaz de intuir muchas de las palabras con las que se va a encontrar, dado que sabe que riman. Además de esta forma natural de escuchar sonidos y rimas, puedes hacer diversos juegos para centrar su atención en ellos y despertar su conciencia del papel que desempeñan los sonidos, en primer lugar en el lenguaje hablado y luego en la lectura y la escritura. Juero de los sonidos (desde los 2 años v medio) Qué necesitas saber Este juego ayudará a tu hijo a tomar conciencia de los sonidos que forman las palabras. Haz este juego tan a menudo como puedas; es una de las formas más importantes de prepararle para la lectura y la escritura. ¡Asegúrate de que pronuncias los sonidos correctamente! Tu hijo utilizará las habilidades que desarrolle con este juego como una ayuda para «pronunciar~las primeras palabras que lea y escriba, por lo que, si prestas atención a los sonidos. el resto será fácil. Tabla de sonidos a árbol, hada b barco, vela k casa, kilo, queso ch chocolate d día e elfo, helado f foca g gato, guitarra i isla, rey, higo j jamón, gemelo 1 lazo 11 llave m mano u nido ñ o p ere erre S t uña u uva, humo oso, hombre y payaso, hierba pan z cesto, zapato cara rata, carro sapo tapón CÓMO SE INTERRELACIONA EL JUEGO DE LOS SONIDOS CON LAS LETRAS DE PAPEL DE LZJA Y EL ALFABETO M&IL Edad (años) Nivel Un sonido inicial y un objeto cada vez, sin posibilidad de cometer errores. Un sonido inicial y escoger entre dos o más objetos. Sólo puede identificarse un objetocomo respuesta correcta. Un sonido inicial y una parte de una habitación o toda la habitación. Pueden identificarse muchos objetos con el mismo sonido inicial. El sonido inicial y el sonido final de las palabras utilizadas en los niveles 2 y 3. Todos los sonidos de la palabra utilizada en el nivel 4 y, luego, con varios objetos y palabras. No hay que «ver» el objeto. Elegir un sonido y encontrar palabras que contengan ese sonido en su principio o final, o bien en un lugar intermedio. 2 '4 2'4-3 3-3'4 Letras de papel delija 3 '4 - 4 '4 3 '4 - 4 '4 A'fabero móvil 4'4-6 Observa que a algunos sonidos les corresponde más de una grafía (b-v; c-k-qu; j-g; c-z; r-rr; y-bi) y que en algunas variedades del español pueden existir otros sonidos que aquí no se hallan representados. Recuerda también que la grafía «b» en muchos casos no representa ningún sonido. Es importante que te asegures de que los murales con abecedarios o los libros que tengas en casa representan los sonidos con los objetos correctos. Por ejemplo, en un mural con un abecedario, nunca aparece el sonido «ere», o la letra «c» sólo representa uno de los dos sonidos que simboliza. También necesitarás practicar algunos de los sonidos vocálicos y consonánticos que se combinan entre sí. Tabla de sonidos vocálicos combinados entre sí ai au ia ua aire jaula marciano agua iai lidiáis uai Paraguay ei eu ie ue aceite neutro miércoles cigüeña iei lidiéis uei buey oi boina io ui camión pingüino iau miau uau guau juicio para decidir cómo se pronuncian las palabras. Lo que estás edificando en él es la conciencia de los diferentes sonidos, tal y como t e pronun8 cian en la variedad lingüística que tú hablas. iu ciudad uo individuo iA practicar! ioi dioico Cubre las letras de la derecha y practica la pronunciación de las palabras de la columna de la izquierda. ¿puedes reconocer el primer sonido de las siguientes palabras? Observa que también existen otros diptongos: algunos varían según la vocal que se acentúe («uír como en «fui», pero «Úi» como en «ihuy!», etc.) y otros, como por ejemplo «ou», sólo aparecen en galicismos y palabras que provienen del catalán, como en «Portbou». Las vocales «a», «e», «o» también pueden combinarse entre sí («ee» como en «leer»; «ao» como en «Bilbao», etc.), pero en la tabla sólo se han representado los diptongos y triptongos. casa chocolate nido aire rama prisma bruja fresa cromo grano traje dragón pl pluma bl blusa fl flor kl clavel gl globo b z S f o , camión cama sal caribú cantar ks taxi, xilófono, tórax Ten presente de nuevo que existen otras combinaciones de consonantes según la variedad de español que se hable, y que además la tabla no representa los sonidos a final de sílaba o de palabra («bs» como en «substancian, «ns» como en «instancia», etc.). También debes saber que en algunas variedades o registros el sonido «ks» tiende a reducirse a «S»,especialmente a principio de palabra. Cuando empieces a explorar el lenguaje con tu hijo aparecerán quizás otras combinaciones de sonidos. Así pues, relájate y sírvete de tu propio ballena cepillo silla farol oca ¿Puedes reconocer el último sonido de las siguientes palabras? Tabln de sonidos consonánticos combinados entre sí pr br fr kr gr tr dr k ch n ai erre i n a 1 U erre fuente tres perro nariz caqui e S o z i ¿Puedes reconocer todos los sonidos de las siguientes palabras? perro luna clavo mano uña p-e-rr-o 1-u-n-a kl-a-b-o m-a-n-o u-ñ-a brazo araña vela queso pollo br-a-z-o a-r-a-ñ-a b-e-1-a k-e-S-o p-0-11-0 Cuando ya domines el arte de escuchar y articular los sonidos de tu lenguaje, estás preparado para jugar a l Juego de los sonidos, que se basa en el «veo veo», El juego tiene seis niveles: el nivel 1 ya se puede empezar a los 2 años y medio, y los niveles 5 y 6 deben llevarse a cabo de los 4 años y medio a los 5. Aunque tu hijo sea mayor de 2 años y medio cuando empieces, debes comenzar igualmente con el nivel 1 y avanzar a su ritmo a través de los diversos niveles del juego. 1 l Nivel 1 (2 años v medio) l Qué necesitas I 1 Enseguida captará las normas del juego y te dirá entusiasmado los nombres de los objetos que le pides. Probablemente tendrás qu hacer esta 8 etapa del juego durante varias semanas antes de que haga realmente la conexión entre el sonido que tú dices y el sonido por el que empieza el nombre del objeto que has elegido. Cuando parezca que ha empezado a escuchar los sonidos puedes pasar al nivel 2. Nivel 2 (alrededor de los 2 años v medio - 3 años1 Reúne algunos objetos que tu hijo pueda nombrar y ponlos delante de vosotros en una mesa. Al principio evita nombres que empiecen con sonidos parecidos, como «p» y «b», «d» y «t» Qué necesitas Objetivo Reunir objetos familiares de la casa. Al principio, el sonido inicial debe ser contrastado, pero al cabo de unas semanas y a medida que el juego va avanzando puedes elegir objetos con sonidos iniciales similares. Ayudar a tu hijo a que escuche sonidos individuales al inicio de las palabras. Objetivo Cómo se juega Elige . uno de los objetos, por ejemplo un pan, y sosténlo para mostrárselo a tu hijo. «Veo veo una cosita que empieza con el sonido "p3'.,> Tu hijo dirá: «Pan». Confírmale que ha acertado. Sí, «p» de «pan». Cambia el objeto y el lugar donde éste se encuentra para mantener el interés del juego. «Veo veo una cosita en la mesa que empieza con el sonido "d"»... (Tal vez «dado».) «Veo veo una cosita que estoy tocando y que empieza con el sonido "k"»... (Tal vez «caja».) aVeo veo una cosita en mi muñeca que empieza con el sonido "erre"»... (Tal vez «reloj».) <Veo veo una cosita que estoy moviendo y que empieza con el sonido "m"» ... (Tal vez «mano».) ~ ~ u d atur áhijo a distinguir un sonido inicial de otro. Cómo se juega Coloca dos objetos delante de él, cada uno de ellos con un sonido inicial distinto (puede ser, por ejemplo, un coche y una motocicleta o una taza y un vaso, etc.). «Veo veo una cosita que empieza con el sonido "m".» Ahora tu hijo tiene que elegir. Empezarás a escuchar lo bien que distingue los sonidos. Cambia los objetos, pero juega con dos cada vez. Cuando quieras aumentar el reto, coloca tres objetos delante de él y añade otros gradualmente hasta llegar a tener cinco a la vez. Ahora puedes actuar con más perspicacia y mostrarle objetos cuyo nombre empieza con sonidos similares, por ejemplo «lazo», «llave» o «yate». tes de la habitación o el jardín, y pasa gradualmente a toda la habitación Qué necesitas ¡Nada! Este nivel del juego puede llevarse a cabo en cualquier sitio y en cualquier momento y se parece más al «veo veo». Es un buen juego para los viajes en coche. Te cansarás de jugar antes que él. Objetivo Hacer que tu hijo tome conciencia de que muchos nombres de objetos pueden empezar con el mismo sonido. Una vez dominada esta etapa, estás preparado para iniciarle en las letras escritas. (Véase las Letras de papel de lija en las páginas 101 y sigs.) ,al exterior. Ahora podéis elegir el sonido de los objetos por turnos y, por supuesto,empezar a jugar a la forma más convencional del «veo &o>>. v> medio) Qué necesitas En esta etapa deberás regresar, temporalmente, a una colección de objetos o bien a una parte del entorno, como en el nivel 3. Lo que habrá que hacer dependerá de tu hijo y de la ayuda que necesite para esta etapa. Independientemente de si eliges una colección de objetos o una parte de la habitación, hay que buscar objetos que empiecen con el mismo sonido pero que acaben con sonidos distintos. Por ejemplo, balón, bolsa, barco.. .; papel, pelota, pan.. . Elige suficientes objetos para mantener el interés del juego. Cómo se juega Objetivo Elige un área de la habitación y un sonido que represente más de un o b jeto en ella. Por ejemplo, en el bafio puedes encontrar un espejo, una esponja, espuma, una escobilla, una estera; en la cocina, un cuchillo, una cuchara, una copa, un cazo, un cubo; en el dormitorio infantil una cama, una colcha, un cojín, un cuadro, un coche, una camiseta y un cordón. Si quieres trabajar el mismo sonido en distintas habitaciones, también puedes escoger el sonido «S» e ir a la cocina (sal, sopa, suelo, silla, sartén, sobres de sopa, etc.), al jardín (sol, suelo, silla, sombrero, sombrilla, sombra, seto, etc.) o al salón comedor (suelo, sillón, silla, sofá, servilleta, sopa, salero, etc.). «Veo veo unas cositas cerca de la ventana que empiezan con el sonido "b".» Te dirá una sola palabra, ya que esto ha sido lo que hasta ahora se esperaba de él. Debes dade algunas palabras más y hacer que él haga lo mismo (balón, botella, bolsa, etc.). Cambiad ahora de sonido en la misma o en otra área. Recuerda que no le pides que busque el objeto en que piensas, sino cualquier objeto con ese sonido. Una vez nombrados los suficientes, cambia de sonido. No insistas en que encuentre tu objeto. Cambia a otras par- , Ayudar a desarrollar la conciencia de tu hijo respecto de los sonidos en las palabras, además de los sonidos iniciales. La conciencia de todos los sonidos en las palabras es esencial para empezar a leer y escribir. Cdmo se juega Dices «Veo veo una cosita en la mesa (o en una parte de la habitación) que empieza con el sonido "b" y acaba con el sonido "n"». Al principio puede necesitar un poco de tiempo para aprender a escuchar el último sonido. Si dice «bolsa», sé positivo en tu respuesta. «Sí, "bolsa" empieza con el sonido "b" pero te he pedido una cosa que empieza con el sonido "b"y acaba con el sonido "n". Vamos a escuchar el último sonido de "bolsa".» Pronúncialo lenta y cuidadosamente. Ahora ayúdale a escuchar los sonidos de los otros objetos hasta que encuentre «balón». Una vez que sea capaz de escuchar los sonidos iniciales y finales de objetos obvios, moveos por todo el entorno y buscad objetos por turnos, facilitindo siempre el primer y el último sonido. Nivel 5 13 años v medio - 4 años v medio1 Qué necesitas Nada en absoluto, a menos que quieras utilizar objetos. Esta etapa está diseñada para utilizar todo el conocimiento .&quirido hasta el momento en relación con los sonidos y para estimular a tu hijo a jugar con los sonidos de las palabras. Objetivo Cómo se juega Ayudar a tu hijo a analizar todos los sonidos de una palabra. Se trata de una habilidad de gran ayuda cuando empieza a leer y escribir. Tiene que pasar por este nivel antes de utilizar el Alfabeto móvil (véase página 110 de este capítulo). Piensa en un sonido, por ejemplo «1». Ahora piensa en todas las palabras que contienen el sonido «1» en algún lugar. Piensa en palabras que empiezan con el»: lazo, lata. limón; que acaban con «1»: col, árbol, pincel; que contienen al» en su interior: pala, ala, malo, etc. ¡Que os divirtáis! Cómo se juega u Recuerda que has de utilizar las edades indicadas más arriba sólo como una guía y que debes avanzar al ritmo de tu hijo. Algunos niños conseguirán escuchar los sonidos de forma muy fácil y rápida mientras que otros necesitarán más tiempo; algunos no necesitarán avanzar pasito a pasito. Conoces a tu hijo y serás capaz de hacer el juicio adecuado. Esta etapa debe seguir de manera natural a la anterior. Una vez que tu hijo pueda encontrar con facilidad una palabra que empiece y acabe con determinados sonidos, detente y escucha todos los sonidos de la palabra. Empieza con palabras cortas. Por ejemplo, si la palabra elegida es «pan» y tu hijo ha identificado que empieza con «p» y acaba con puedes decir: «Escuchemos todos los sonidos de "pan". Digámoslo despacio. "P-a-n." ¿Has escuchado el sonido que va despues de "p"? Digamos "pan" otra vez». Los dos pronunciáis despacio la palabra e identificáis cada sonido. «P-a-n.» «Ahora sabemos todos los sonidos de "pan", busquemos todos los sonidos de "mesa" y después los de "café".» Gradualmente, las palabras se van haciendo más largas y podéis divertiros mucho buscando palabras cada vez más difíciles de pronunciar. Has dejado de «ver» los objetos y ahora puedes pensar en cualquier palabra. Es un juego simple donde, en vez de ver cosas que empiezan con un sonido, buscas cosas que riman con una palabra. Por ejemplo: *Veo veo una cosita que suena como "bola"». La respuesta puede ser «perola» o «caracola». O bien: «Veo veo una cosita que rima con "abeja"». La respuesta puede ser «pareja», «oreja», «ceja», etc. Nivel 6 (4 años v medio - 6 años) Inventar ooemas Qué necesitas Puedes inventar con tu hijo rimas divertidas sin sentido, esto despierta su sentido del humor. Tú le dices: «En el salón vi un...» (y animas a tu hijo a que diga una palabra que rime con «salón», por ejemplo él dice «camión» o «escalón» o MAS JUEGOS PARA AYUDAR A RECONOCER LOS SONDOS «Veo veoa al abras ~ u riman e «jarrón» o cualquier otra cosa que se le ocurra). A paair de aquí, y utilizando todo tu poder de invención puedes crear una rima como las de este ejemplo: En el salón vi un balón hecho en Japón que rompía un jarrón... En el salón vi un camión regalo del tío Ramón junto al escalón... Ordenar imágenes aue riman o emoiezan con el mismo sonido Una vez más, puede ser útil un catálogo de compra. Recorta diferentes grupos de objetos que riman y que son familiares para tu hijo. Si tienes destreza para dibujar, puedes hacer tus propios dibujos de objetos familiares. Por ejemplo: Gata, pata, rata, bata, lata, nata... Jamón, melón, limón, jarrón, terrón, avión, camión, león, salón, halcón... Pide a tu hijo que ordene las imágenes según su rima. Otro día puedes hacer lo mismo con los sonidos iniciales. También puedes mezclarlas y jugar a marcar el ritmo con los dedos. La aue sobra Cuando sientas que tu hijo es capaz de juzgar qué sonidos riman, puedes hacer este juego utilizando un solo gmpo de imágenes al que añades una imagen que sobra. Pídele que encuentre la imagen que no rima. Como alternativa, pídele que identifique la imagen que empieza con un sonido diferente de las otras. Por ejemplo: el juego más interesante, intenta buscar ilustraciones que contengan muchos detalles y una gran variedad de objetos. t' LASLETRAS DE PAPEL DE LIJA Una vez que tu hijo pueda hacer el Juego de los sonidos en el nivel 3, preparado para empezar a identificar las letras del alfabeto. Es importante esperar hasta que haya alcanzado esta etapa; cuando aprendemos algo nuevo lo añadimos o lo introducimos en el conocimiento ya existente Por lo tanto, si tu hijo se siente seguro con los sonidos que escucha al inicio de una palabra, le será más fácil comprender que la letra o símbolo que quieres enseñarle es simplemente la forma en que se escribe el sonido que ya conoce. De este modo, el nuevo aprendizaje se hace más directo, en tanto que reposa en la base sólida de la experiencia previa. gmpo de letras con una sustancia táctil, ya Para ello,debes fabricar un . que le enseñarás a sentir la forma de la letra, al mismo tiempo que a reconocer su forma visual. Empleando este método, tu hijo tendrá una experiencia tanto visual como táctil de la letra, lo cual significa que utilizará más de un canal sensorial para recibir la información y recordarla. A menudo, un niño que se esfuerza por recordar la letra visualmente la recuerda inmediatamente cuando se le deja volver a oírla. Además de recibir un gran estímulo sensorial que le ayudará a reconocer las letras, su mano está aprendiendo, antes de escribir realmente las letras, la forma de cada una de ellas. Asegúrate, por lo tanto, de que cada letra pueda tocarse tal y como se escribe. Cuanto más práctica adquiere un niño repasando las letras, tanto más «sabrá» su mano cómo empezar y formar la letra al escribirla, Sol, col, caracol, arroz Caja, cama, rana, casa Puedes utilizar un libro bien ilustrado para jugar al «veo veo»; la mayoría de los recomendados en el capítulo 9 son adecuados. A fin de hacer Tradicionalmente, estas letras están hechas del grado más fino de papel de lija, que puedes encontrar en tu ferretería o tiendas de bricolaje. De todos modos, si lo prefieres puedes hacerlas de terciopelo o incluso de papel de embalaje. Lo importante es que tu hijo pueda tener la experiencia de la calidad táctil de la letra. Las letras deben ser suficientemente grandes para permitir que su mano pueda percibir bien la forma de la letra. (Hay pautas en el capítulo 9 de este libro que puedes utilizar para fabricar las letras.) Tienes que montar las letras en un cartón o en una cartulina y disponer de tres colores de cartulina para distinguir entre vocales, consonantes simples y consonantes dobles (o dígrafos). Las vocales, por ejemplo, pueden montarse sobre un fondo azul, las consonantes simples sobre uno rosa y las consonantes dobles sobre uno verde. La distinción de los colores ayudará a tu hijo a tomar conciencia de la diferencia que existe entre esos tipos de letras. Elige los colores que te gusten, pero jasegúrate de que sigues utilizando los mismos colores para los otros juegos de letras del libro! Si sabes a ciencia cierta si tu hijo es diestro o zurdo, puedes situar la letra ligeramente hacia la derecha (para un diestro) o hacia la izquierda (para un zurdo). Esto deja un espacio más amplio en la cartulina para que el niño pueda sostenerla con una mano mientras repasa la letra con la otra. Si dudas acerca de si es diestro o zurdo, es más seguro colocar la letra en el centro de la cartulina. I FABRICA LAS SIGUIENTES LETRAS Vocales (fondo azul): a e i o u ! 11 grafo, es decir, que interprete que es un sonido que se representa con dos letras, Lo mismo ocurre con agua: la «u» nunca se pronuncia si a antes de «es o una «i» (compara los sonidos de: g-a-t-o, gu-e-p-a-r-ko, gu-i-t,.n-a, g-o-rr-o y g-u-S-a-n-o). En algunas variedades del español o en palabras que provienen de otras lenguas existen otras consonantes dobles distintas de las que aquí se sugieren. Elige los dígrafos que te parezcan más comunes en tu habla y que creas que son más adecuados para las primeras lecturas de tu hijo. Es importante que sólo des a tu hijo aquello que es esencial para aprender a leer y escribir; si intentas darle todos los posibles dígrafos que existen, la tarea le desbordará y, en lugar de ayudarle, frenarás, o incluso obstaculizarás, su progreso. Actualmente, existe mucha discusión sobre qué tipo de letra deben aprender los niños. En el pasado, en los países de habla inglesa se creía que era importante enseñar a los niños a reconocer en primer lugar las letras de imprenta del tipo «a b c», y después, cuando fueran más mayores, enseñarles a escribir con letra de caligrafía, del tipo «a, .& G». Sin embargo, las investigaciones nos han demostrado recientemente que los niños pueden aprender muy bien a leer aunque aprendan con un estilo de letra de caligrafía, ya que están acostumbrados a ver todo tipo de escrituras en su entorno y no tienen dificultad para traducir de un estilo de letra a otro. Consonantes simples (fondorosa):bcdfghjklmnñprstv(w)xyz Consonantes dobles (fondo verde): ch qu 11 rr gu En ocasiones la letra «y» actúa como consonante, como en «yate», y otras como vocal, como en «y» o en «rey», pero no es necesario incluirla entre las vocales. En español, la «q» siempre va seguida de una «u» que no se pronuncia, por lo que quizás es más fácil para el niño que formen un dí- ENSEÑAR A TU HIJO LAS L ET RAS DE PAPEL DE LIJA (ALREDEDOR DE LOS 3 ANOS Y MEDIO) Podéis practicar este juego cuando tu hijo pueda llevar a cabo el nivel 3 del Juego de los sonidos y muestre interés por tocar las cosas. Si tu hijo tiene poca coordinación mano-ojo continúa practicando las actividades del capítulo 3. Es importante que no encuentre demasiado difícil perfilar las letras. Enséñale sólo tres letras cada vez y mezcla las vocales, las conso. nantes simples y las consonantes dobles. Para cada lección elige letras que difieran mucho en su sonido y aspecto (puedes consultar además el capítulo 5 para elegir las letras que pertenecen al mismo grupo de escritura). Elige un momento en que tu hijo esté preparado para sentarse un rato y jamás le fuerces a aprender las letras. No te decepciones si es incapaz de pronunciarlas al término de la primera vez que haces este juego. Sé paciente y utiliza siempre el elogio. Algunos niños necesitan hacer este juego varias veces antes de poder mostrarte que recuerdan las letras que les estás enseñando. Si tu hijo parece incapaz de reconocer las letras al final de la primera lección, no lo veas como algo negativo. No vuelvas al principio de la lección e intentes repetirlo todo de nuevo o pronto sentirá una especie de compulsión por «acertar». No regreses a las mismas letras al siguiente día, elige simplemente tres letras diferentes. No corras el riesgo de que tu hijo experimente un sentimiento de fracaso, ya que estás a punto de embarcarte en una de las actividades más gratificantes de su vida. Habiéndole ayudado a lograr tanto en tan corto espacio de tiempo, no permitas que abandone por culpa de tus expectativas. Por eso, si no parece estar interesado en lo que estáis haciendo, debes detenerte y ¡aguardar a que lo esté! Durante la lección, estimula a tu hijo a contornear las letras tan a menudo como sea posible, pero asegúrate de que las está recomendo correctamente. Si logras encontrar 10 minutos al día para jugar a este juego, pronto se sentirá seguro en el reconocimiento de las letras. Intenta jugar cuando él te lo pida, progresará mucho más rápido si ha elegido por sí mismo realizar la actividad. Puede ser útil recordarle que cuando esté preparado para hacer el juego de las letras sólo tiene que decírtelo. SENTIR CON EL TACTO DE LAS LETRAS Repasa cada letra utilizando los dedos índice y medio de tu mano dominante. Si tu hijo es zurdo, debes perfilarlas con tu mano izquierda. Recótrelas tal como se escriben (observa el trazado de la letra «a» en el diagrama de la página siguiente). Marca un punto en el lugar donde em- Es importante repasar cada letra de papel de lija en el sentido en que están escritas. El punto señala el lugar donde empezar, luego tu hijo debe seguir la dirección que indica la flecha. piezas y completa la acción con un movimiento ligero. También puede ser útil añadir una línea en la base de la cartulina para que tu hijo sepa en qué sentido hay que repasarla. l Cómo se juega Para hacer este juego necesitas utilizar la lección en tres periodos descrita en el capítulo 2, adaptándola conio se indica a continuación para enseñar las letras. Asegúrate de que estás sentado al lado de tu hijo y no delante de él: siempre tiene que poder ver las letras en el sentido apropiado. La primera etapa: Elige tres letras, si quieres de la misma familia de «A»y «a».Empieza juganescritura (véase capítulo 5). Por ejemplo: «m, do al juego de los sonidos y pídele a tu hijo que vea algo que empiece con «G» (casa, caja, carta, etc). Puedes ayudarle. Ahora muéstrale la letra «<G». Así es como escribimos la «G».Repasa la letra y pronuncia su sonido (no el nombre) y ayuda a tu hijo a hacer lo mismo. Repásala utilizando los dedos índice y medio de la mano con la que escribes (utiliza la mano con la que él escribirá; éstos serán los dedos que utilizará para dirigir más tarde el lápiz). Así pues, sostén firmemente la letra con la mano izquierda y repasa la superficie con un movimiento ligero y suelto; con la mano derecha, si es diestro, y a la inversa, si es zurdo. Haz lo mismo con cada una de las otras letras. La segunda etapa: Esta etapa es la más larga porque tu hijo necesita tiempo y mucha repetición para llegar a asociar el sonido y la forma de la letra. Sé paciente. Todos nosotros precisamos un tiempo de práctica diferente cuando aprendemos algo nuevo. Tu hijo es único y debes observar cuánto tiempo necesita para sentirse seguro a la hora de reconocer las letras que le preguntas. Pregúntale aleatoriamente las letras, utilizando sus sonidos. Hazlo de diversas formas, pero siempre con instrucciones cortas y simples. Cada vez que tu hijo identifique la letra correctamente, pídele que la repase y repita el sonido. Tú también deberás hacerlo. Una vez la haya sentido con el tacto, devuélvela siempre a su grupo, y continúa con tus preguntas. Mezcla las letras cada vez para añadir más emoción al juego y ayudarle a buscar realmente la letra que le estás pidiendo. Si no quiere repasar las letras, tú de- 106 bes hacerlo igualmente. ¡Usa tu creatividad y divertíos! He aquí algunos ejemplos: 4- - Toca la « m » . - Busca la «m». - Pon la «t»aquí. - Nota la «m». - ¿Dónde está la «<m»? - Coge la «t». Evita seguir el mismo orden cada vez, mirar la letra que le pides o preguntar por la última letra que habéis repasado. ¡Los niños son muy rápidos elaborando esquemas y sistemas! La tercera etapa: Señala una de las letras y pregunta a tu hijo si recuerda cuál es. Si puede recordarla, anímale a repasarla otra vez. Si no puede, dile que la toque para ver si esto estimula su memoria. Si sigue sin recordar, d k e l y no te quedes con el hecho de que no pudo comunicarte lo que decía. Céntrate en las letras que puede recordar y hazle sentir bien por el hecho de que puede recordarlas. Si se confunde, no te preocupes. Tal vez no empleaste suficiente tiempo estableciendo la relación entre el sonido y la forma en la primera etapa; quizá perdió el interés. Cualquiera que sea el motivo, dispone por lo menos de tres años para realizar esta conexión, por lo que no debes verlo como un fracaso. Repasa las letras y dale de nuevo los nombres, concluye entonces la lección alegremente. Vuélvelo a intentar otro día. Reforzar lo que tu hijo sabe Cada día, antes de enseñarle a tu hijo una letra nueva, vuelve a las que ya conoce a fin de que pueda ver los fmtos de sus esfuerzos. Esto puede ser muy alentador para él, e identificando las letras que conoce, le estás estimulando a aprender unas pocas más. Si se siente inseguro acerca de las letras que ha aprendido anteriormente, vuelve a incluirlas en la siguiente lección, pero manteniéndote siempre en un máximo de tres letras cada vez. MAS JUEGOS PARA AYUDARLE A RECONOCER LAS LETRAS Letras v libros Puedes hacer muchos juegos con las letras de papel de lija a medida que aumenta su número, lo que estimulará todavía más a tu hijo. A medida que aumenta el número de letras reconocidas puedes animarle a contar las que conoce. Puede ir por todas las habitaciones recogiendo y repasando las letras que le pides. Anímale a contornear las letras que ve en los pósters, camisetas y revistas. Cuando leas libros para tu hijo, señala algunas de las letrasque conoce. Tal vez, si está interesado, puedes animarlo a buscar entre las páginas de los libros para ver si puede reconocer por sí mismo algunas de las letras. Letras v objetos Pon en una cesta o bolsa objetos que empiecen con los sonidos de las leiras que conoce y hazte con un conjunto de letras de papel de lija que corresponda a estos sonidos. Dile que empareje el objeto con la letra correcta. Pide a tu hijo que reúna objetos de la habitación que tengan los mismos sonidos que las letras que conoce. Ten de nuevo a mano un conjunto de estas leiras. Pídele que ponga el objeto cerca de la cartulinacon la letra correspondiente. Siempre que sea posible mímale a perfilar la letra tal y como se escribe. Elige una sola letra cada vez y pídele que reúna tantos objetos como pueda que empiecen con ese sonido. Recuerda que sigues con el juego de los sonidos mientras le estás introduciendo en las letras de papel de lija, y si todavía te encuentras en la tercera etapa, puedes pedirle que vea objetos que empiecen con los sonidos de las letras que reconoce. Esto significa levantar la tarjeta de la letra en vez de decir el sonido en voz alta. ¡Tal vez tu hijo pueda elegir una letra y hacerte la pregunta! , N!; Letras v acciones Esconde algunas tarjetas de las letras en la habitación y pídele que las busque. «¿Puedes encontrar la 'Y,"?» Coloca las tarjetas de las letras por la habitación y pídele que salte hacia la «m,»,que corra hacia la <&», que se acerque a la «&> etc. ,, Elaborar un libro alfabético v otros libros Escribe en un papel una de las letras que tu hijo conoce y mira imágenes y revistas con él. Recorta los objetos que empiezan con esa letra. (Un catálogo de ventas puede ser muy útil para esto.) Si no puede recortar la imagen por sí mismo, hazlo tú, pero deja que sea él quien la pegue en un papel de soporte para construir una «página». Si es capaz de hacerlo, puedes animarle a que haga él mismo los dibujos de los objetos que piensa que empiezan con esa letra. Anímale gradualmente a elaborar su propio vocabulario. Encuadérnalo cuando esté acabado para que quede realmente bonito. Consulta el capítulo 9 para otras sugerencias simples sobre &o. Haz un libro en zigzag y escribe una letra en la parte superior de cada sección. Pide entonces a tu hijo que intente encontrar (y pegar debajo de la letra) imágenes de objetos que empiecen con esa letra. Otra versión de lo mismo sería escribir una palabra en la parte superior de cada sección y pegar imágenes de objetos que empiecen con cada una de las letras de las palabras. El cartero alegre Haz un sobre para cada una de las letras del alfabeto y empléalos para coleccionar imágenes que empiecen con ese sonido. Existen muchos rompecabezas diferentes que tienen objetos junto a los que aparecen letras en minúscula. Antes de comprarlos, asegúrate de que los objetos de las imágenes reflejan correctamente el sonido de la letra. A medida que tu hijo mejore encajando la forma de la pieza en su hueco, puedes empezar a ver cuántas de ellas puede reconocer. El iueeo de enredos con el alfabeto ¿Recuerdas el juego «Enredos»? Siguiendo la seíial de la flecha había que colocar los pies en un círculo de color en el tablero de juego hasta que uno de los jugadores se caía. Éste es el mismo juego, sólo que esta vez tienes que escribir en un círculo, con tinta lavable, algunas de las letras que conoce tu hijo. Se juega de la misma manera, haciendo girar la flecha, pero esta vez pronuncia el sonido de la letra sobre la que hay que poner el pie. Escribe cada letra al menos una vez en cada mitad del círculo. Puedes jugar con tres letras o con tantas como tu hijo conozca. Rom~ecabezascon veaueñas almohadillas Es muy divertido construir y jugar con rompecabezas formados por pequeñas almohadillas. Cada una de ellas puede tener una letra del alfabeto. Encajar todas las piezas ya puede ser muy divertido de por sí, pero también puedes inventar nuevos juegos. Tu hijo puede emparejar los objetos con las diversas letras o saltar de una letra a otra, o intentar tocar todas las letras de su nombre de una vez con todas las partes de su cuerpo. ¡El resto te lo dejo a ti! Observarás que en un período de tiempo muy corto tu hijoserá capaz de reconocer muchas de las letras del alfabeto tan sólo jugando a dos juegos simples: el Juego de los sonidos y las Letras depapel de lija. Le habrás dado una buena preparación para la lectura y la escritura. Una vez que tu hijo ha adquirido familiaridad con aproximadamente tres cuartas partes de las letras de papel de lija, puedes empezar a sugerirle que escriba palabras, frases y poemas con un conjunto de letras que has fabricado con este objetivo. Las llamamos «el alfabeto móvil». Este juego proporciona a tu hijo el vínculo esencial entre la lectura y la escritura. Tu hijo tiene que experimentar por sí mismo el poder de utilizar 10s símbolos para escribir mensajes, historias y poemas para los demás. El acto de escribir algo dota de permanencia y, por lo tanto, da importancia a 10 que, de otro modo, unavez dicho se olvidaría. Facilitarle letras que ya han sido preparadas separa la parte creativa y expresiva de la escritura de la habilidad más lenta y poco des rollada de la escritura a mano. El desarrollo de ambas áreas progresará sEuiendo líneas paralelas durante un tiempo: de este modo, e1 acto de escribir a mano, que requiere práctica Y repetición, no condiciona su creciente habilidad de utilizar el lenguaje en su forma escrita para expresar el pensamiento. Los dos caminos paralelos son: . Escritura expresiva y creativa, que es una base esencial para la lectura y la escritura (para la que utilizamos el alfabeto móvil). Preparar la mano para escribir las letras con fluidez y facilidad (para lo que usamos las letras de papel de lija: véase capítulo 5). Más tarde estos dos caminos se juntarán de manera natural. Observarás que tu hijo empieza espontáneamente a etiquetar dibujos y a escribir mensajes y, eventualmente, a medida que la escritura se convierta en una habilidad natural, el alfabeto que utilizabas para que pudiera desarrollarse su escritura creativa ya no será necesario. Además de los otros beneficios que conlleva la capacidad de tu hijo de escribir expresivamente, cuando comience a escribir utilizando las letras del alfabeto móvil tendrá experiencia directa sobre la manera en que las letras forman las palabras, y sobre cómo la escritura procede de izquierda a derecha y de arriba abajo. Le dará una oportunidad de conectar directamente la escritura con el habla, y al descubrir lo fácil que es formar palabras analizando los sonidos, irá muy rápido a la hora de dar el salto de escribir cosas a ser realmente capaz de releer lo que ha escrito. No hagas releer a tu hijo nada de lo que ha escrito con el alfabeto móvil. Confía en toda la preparación que le has dado y en él. Para empezar, recordará lo que ha escrito y «sentirá» que está leyendo, lo cual es un gran estímulo para aumentar su confianza en sí mismo: un niño que siente que es un lector puede convertirse en lector. Pero un día, cuando esté componiendo sus historias, advertirás que su atención hacia cada una de las palabras difiere cuando «lee» lo que se ha escrito. Las palabras que pueden recardarse fácilmente se estudian y pronuncian más detenidamente. Algunas palabras se reconocerán «globalmente» y otras se analizarán. Ha dado el paso mágico por sí mismo y ahora tienes a la vez un escritor y un lector. Lo que tu hijo necesita saber antes de utilizar el alfabeto móvil El juego de los sonidos: debe ser capaz de dividir las palabras en sus diferentes sonidos. Recuerda que esto no significa saber cómo se deletrean sino cómo suenan. Esto es aproximadamente el nivel 5 del juego. Las letras de papel de lija: debe saber tres cuartas partes de las letras, incluyendo algunas consonantes dobles y sin duda todas las vocales. Trabajar con el alfabeto móvil le estimula a aprender las letras que faltan cuando descubre que las necesita para escribir las palabras que está pensando. Qué necesitas saber Esta actividad es divertida. Le facilitas las letras que necesita si no las conoce. Saber deletrear no tiene importancia en este período: ayudarás a tu hijo a deletrear mediante otros juegos que aparecerán más tarde en el libro. Gradualmente, mientras tu hijo juegue a los otros juegos paralelos (por ejemplo, Palabras rompecubezas) las palabras que pronuncie al principio empezarán a deletrearse de manera más exacta. Esta actividad exige tu colaboración al inicio, así que si tu hijo desea un registro permanente de lo que ha escrito deberás escribirlo para él. En cualquier caso, debes asegurarte de que lo escribes utilizando el deletreo correcto. Cómofabricar el alfabeto móvil Utiliza la misma forma de las letras que empleaste para las letras de papel de lija, sólo que un poco más pequeñas (usa las pautas del capítulo 9 y haz una reducción en una fotocopiadora). Recorta 10-15 copias de cada letra. Utiliza un color para las consonantes y un color para las vocales (mejor si son los mismos colores que elegiste para las letras de papel de lija). y la *L».Coloca Recuerda que debes cortar puntos de colores para la las letras en los compartimentos de una gran caja (debe tener un compartimento para cada letra y otro para los puntos). Si es posible, intenta que sean compartimentos grandes que permitan extraer con facilidad las letras y pega una de ellas en el fondo de cada uno, de modo que sea posible devolver las letras al compartimento que les corresponde. Fabrica las letras de una medida razonable: si son demasiado pequeñas serán poco manejables y tu hijo se sentirá frustradocuando intente utilizarlas. 4 ! ~ n t e de s jugar Saca la caja y juega a encontrar dónde está cada letra. «¿#bedes encontrar la "m3'?» «Veamos si sabes ésta,..» (esto es un buen indicador de las letras que conoce y puede estimularle a decidirse a aprender las que no sabe). Saca algunas letras de la caja, mézclalas y pídele que encuentre sus «casas». Cuando estés ocupado haciendo otras cosas, pídele que te traiga diferentes letras de la caja. Cuanto más lejos estés más divertido será. Deja que él te pida que hagas lo mismo. Coge una letra y mira si la puedes encontrar en su libro favorito. Relaciona las letras de la caja con las letras del libro. Mientras tú y tu hijo os familiarizáis con las letras, indica el sentido llevan un punto en la parte en que van éstas y enséñale que la «L» y la «(y> superior. La escritura de las palabras debe derivarse de una conversación espontánea con tu hijo y debe hacerse por algún motivo: toda escritura tiene un objetivo. Tal vez puedes decidir escribir los nombres de sus juguetes favoritos, de comidas o de personas; se puede escribir el menú para la comida o la cena; o tal vez dejar un mensaje a un pariente o un recordatorio de que el horno está en marcha. Escribe un mensaje a tu hijo y léelo; él puede escribir la respuesta. Un simple así>>o <«no>, puede ser suficiente al principio. Ten las consonantes dobles a mano, ya que probablemente las necesitarás. Tu mensaje debe ser algo así. «Vamos de compras. puedes ayudarme a hacer una lista? ¿Qué crees que necesitamos? Yo creo que "peras". Puedes decirme los sonidos que hay en "perasx?» Tu hijo debería ser capaz de pronunciarlo. ¡No importa si lo pronuncia como p-e-r-a-s o como p-e-r-a-z! Pregúntale otra vez el primer sonido: «p ADULTO: ¿Con qué empieza? NINO: «P>>. ADULTO: ¿Puedes encontrar la - N Y»?. Tu hijo la encuentra y la coloca en la mesa o en el suelo, ahí donde estéis. Sitúala a la izquierda y justo debajo de la caja. ADULTO: ¿Qué sonido va después? NiÑo: «P-e-. .. "e"». ADULTO: ¿Puedes encontrarla? Enséñale a tu hijo cómo colocarla junto a la primera letra. Evita preguntar por el segundo o tercer sonido; todavía no posee el concepto de la existencia de un cierto número de letras en una palabra. Preguntando por «el siguiente» sonido puedes explicar que «el siguiente» sonido debe ir «después» de la otra letra. para el último sonido, acéptalo y déjala ahí. Si tu hijo emplea una En esta etapa, no debes preocuparte por el deletreo. «y i j I i j I 1 i t i i i ; I i ADULTO: Mira, has escrito «peras». Escribamos otra palabra en nuestra lista. t Elige otra palabra o deja que tu hijo la elija. Pronto tendrás una espléndida lista de palabras que habréis escrito juntos. En el transcurso del juego, anímale a llevar la iniciativa tanto como sea posible, intenta elegir palabras cortas para empezar y, si es posible, procura que las primeras sean más fonéticas. Si no puede encontrar una determinada correspondencia letra-sonido, dale simplemente la letra. Este proceso debe ser ligero y fácil y un auténtico placer para tu hijo, que es verdaderamente capaz de escribir y expresar pensamientos con un esfuerzo muy pequetio. j Enfrentarse con sonidos del tipo «ch», «li», etc. 1 1 il 1 1 1 1 historias; a veces una buena historia puede durar tres frases y otras veces son mucho más largas. No te preocupes por las letras mayúsc ]as en esta etapa. Hazlo todo muy simple y ¡limítate a observar cómo tu k j o se convierte en un «escritor»! Muy pronto, una vez que tu hijo adquiera práctica en su uso del alfabeto móvil, tomará conciencia de variascosas importantes. Sacando las letras y poniéndolas juntas toma conciencia de cómo están formadas y compuestas las palabras. También comprende que debe colocarlas de izquierda a derecha, que debe haber un espacio antes de cada nueva palabra y que suele ser aproximadamente el espacio de una letra. No utilices objetos con el alfabeto móvil: obstaculizarías el desarrollo creativo de su escritura y la limitarías a un nivel muy mecánico. Anímale mucho. Si así lo desea, puede ilustrar lo que ha «escrito». Todavía no le pidas que copie lo que ha escrito, es demasiado pronto para que su mano pueda escribir con precisión y velocidad. Por supuesto, si espontáneamente empieza a escribir los mensajes, entonces anímale y apóyale, pero evita sugerirle que copie lo que ha escrito con el alfabeto móvil, ya que esto convertiría en un trabajo algo que es un placer. Cuando pueda escribir bien y con facilidad, no querrá utilizar más el alfabeto móvil y su habilidad de escribir correcta y creativamente lo hará obsoleto de manera natural. Te sorprenderás de la variedad y calidad de las cosas que tu hijo puede escribir con el alfabeto móvil en poco tiempo. RECUERDA SOBRE TODO NO PEDIR A TU HIJO QUE LEA LO QUE HA ESCRITO \ Cuando aparezcan estos sonidos fabrica los dígrafos de papel de lija y pídele a tu hijo que identifique las dos letras que los componen. Antes de esto, las aprenderá como «una imagen», pero puesto que estamos analizando los sonidos de las palabras debería ser capaz de identificar que esas dos letras juntas forman un solo sonido. Déjalas a mano para que pueda recurrir fácilmente a ellas. No te preocupes por el deletreo en esta etapa. Lo importante para tu hijo es sentir que es capaz de escribir de modo fácil y fluido y que su mensaje es comprendido. Ahora puedes animarle a utilizar el alfabeto cada día. Podéis escribir poemas y rimas infantiles que ambos conocéis y, gradualmente, pequeñas 1 i ' 1 i 1I Si volvemos a nuestra visión de los dos procesos de lectura y escritura recordarás que la escritura se encuentra muy próxima al habla y que al principio simplemente requiere que analicemos los sonidos. La lectura tiene que hacer uso de un número de estrategias adicionales. Observarás que cuando tu hijo escribe con el alfabeto móvil necesitará que al principio le releas lo que ha escrito. A veces «cantará» las palabras que ha escrito para poderlas recordar. Disfmta con él. De todas maneras, un buen día empezará a estudiar las palabras que ha escrito y a releértelas de un modo espontáneo. Normalmente, podrás ver la diferencia con claridad entre el momento del recuerdo y el momento de la lectura, puesto que parece necesitar más tiempo para mirar y unir las letras en una palabra, y su atención parece diferente cuando está leyendo. Éste es un momento mágico y puede ocurrir pocos días después de introducirle por primera vez en el alfabeto, aunque a veces lleva más tiempo. Lo importante para ti y para tu hijo es que ocurra espontáneamente; sim plemente se verá capaz de hacedo. De repente, tu hijo no sólo siente que es un lector, sino que ilo es! Sus ojos seguirán las palabras que acabas de leer; una sola palabra captará su atención. Verás cómo se mueven silenciosamente sus labios a medida que va comprobando su conocimiento de los sonidos de una palabra concreta. También observarás cómo adquiere más seguridad para reconocer palabras «enteras>>que ha visto frecuentemente en los libros y cuando sale de paseo contigo. Cuando tu hijo haya alcanzado la etapa descrita más amba estará deseoso de progresar en sus habilidades de lectura; éste es un buen momento para empezar a jugar con él a los juegos del capítulo 6. JUEGOS CON MENSAJES ESCRITOS @os v ~lantillascon letras Los juegos de sellos y plantillas simples de letras pueden ayu& a los ,ifios a imprimir letras y escribir sus propias etiquetas y mensajes. No tengas prisa para iniciar a tu hijo en el ordenador. A menos que puedas encontrar un teclado con letras en minúscula, espera un poco más de tiempo. Muchos niños poseen una forma misteriosa de «saber» muchas de las letras mayúsculas y cuando parezca que tu hijo las reconoce fácilmente, puede ser útil una simple lección sobre cómo escribir mensajes con el ordenador. Pero cuidado, porque los ordenadores también requieren una presión muy suave y se ha de saber cómo crear espacios, y tú no quieres alargar el tiempo que tu hijo pasa delante de la pantalla. Los niños, por norma general, encuentran , que, para empezar, es mucho más rápido escribir a mano que en una pantalla, y esto debe estimularse. Un error en el ordenador puede corregirse rápidamente; en cambio, la mano necesira desarrollarse hasta el momento en que la escritura exacta deja de ser una tarea dura. Letras mannéticas en la nevera Tetidrás que comprar más de un juego de letras magnéticas para conseguir suficientes vocales si quieres hacer bien este juego. Escribe mensajes simples a tu hijo y anímale a contestarlos. Letras de esponja en el baño Estas letras son divertidas porque se pegan en la bañera. Tu hijo puede escribir respuestas a preguntas tales como «¿Te has lavado los dientes?», «¿Dónde está tu cubo azul?». Imáaenes para deletrear Los buenos rompecabezas, del tipo Letras y palabras, están hechos con inteligencia, puesto que las letras pueden ir en cualquier orden y tu hijo tiene que pronunciarlas para descubrir la palabra. HACER DE ESCRIBA Anima a tu hijo a escribir mensajes a otras personas: Una tarjeta de agradecimiento por los regalos recibidos. Un mensaje de «Hola, jcómo estás?». Una felicitación de cumpleaños. Una historia sobre lo que ha hecho durante el día. Pídele que te dicte lo que quiere que escribas para él. Anota exactamente lo que dice y luego léeselo de nuevo para que pueda decidir si le gusta lo que está escrito. Tal vez quieras añadir una imagen o «algo escrito». Anímale a decorar el papel en el que has escrito de modo que note que se trata de una verdadera empresa de colaboración entre vosotros dos. A medida que hagas estos juegos, observa la manera en que tu hijo, a pesar de estar hablando, parece tomar conciencia de que se está convirtiendo en un escritor. Buscará las palabras adecuadas que ha de utilizar y cuando tome conciencia del vínculo entre los cuentos y las historias que él mismo dicta, empezará a utilizar las convenciones de los cuentos. Muchas de sus historias empezarán con «Un día...» o incluso &rase una vez...», iy la palabra «fin» puede venir muy pronto! De modo parecido, a medida que utilice el alfabeto móvil para componer historias observarás la manera en que cambia su lenguaje hacia un estilo más literario y menos conversacional. Dado que le has leído tan a menudo le has dado mucha experiencia y conocimiento sobre los libros y su funcionamiento. Asumirá de manera natural el papel del autor y se habrá dado un importante paso hacia la alfabetización. LA ESCRITURA DE TU HIJO Cuando tu hijo empiece a escribir con facilidad (véase capítulo 5) puedes sugerirle jugar a todos los juegos descritos más arriba, pero escribiendo él mismo. Dejarle mensajes «divertidos» debería estimularle a dejarte también mensajes divertidos. Un ejemplo de un mensaje recibido de uno de mis hijos es: «Me idoa. Un mensaje que dejó mi hijo de 6 años al otro de 4 es el siguiente: «Hará el favor la persona de la cama de abajo de no molestar cuando se levante por la mañana, Tomn. Bien, mi hijo de 4 años se levantó pronto y se dio cuenta de que la nota debía ser para él. Vino a mi habitación a las seis y media de la mañana para pedirme que se lo leyera. ¡Debo admitir que tuve ganas de añadir mi nombre al final de la nota! No obstante, el acto de escribir la nota fue útil y beneficioso para ambos niños. El niño de 4 años pudo aprender más sobre la naturaleza de las palabras escritas y reconoció inmediatamente, aunque no supiera leer, que la nota iba dirigida a él. El niño de 6 años se sintió feliz y satisfecho por haber expresado y transmitido sus sentimientos de forma no verbal, y de que el mensaje hubiera sido leído iy tomado en cuenta! Aprender a escribir las letras Ahora que has empezado a enseñar a tu hijo a reconocer las letras del alfabeto, ya le puedes empezar a ayudar a escribirlas. Además de toda la preparación general que has llevado a cabo para que pudiera «estar a punto» para la escritura, ahora también deberías centrarte en algunas habilidades específicas: escribir a mano es un arte que hay que aprender. Como con cualquier otra habilidad, si al principio se forman malos hábitos, corregirlos puede costar mucho tiempo y esfuerzo, pero con la ayuda adecuada desde el principio podrás ayudarle a adquirir buenos hábitos y técnicas para la escritura a mano que no abandonará durante el resto de su vida. He aquí algunos puntos que hay que tener presentes antes de empezar. Asegúrate de que está sentado cómodamente delante de una mesa, mejor si sus pies tocan el suelo. La altura de la mesa y de la silla debe permitir que sus brazos y manos mantengan un ángulo adecuado con la superficie de la mesa, de modo que los brazos estén libres para moverse por el papel sin ponerse rígidos ni tensos. También debes asegurarte de que no está sentado demasiado cerca ni demasiado lejos de la mesa. Si es zurdo deberás sentarle ligeramente elevado respecto a la mesa, a fin de que pueda ver por encima de su mano los trazos que está haciendo. Asegúrate de que hay mucho espacio en la mesa para que los lápices o los colores estén a su alcance, pero sin obstaculizar el movimiento del pa- pel o de su brazo. No te sientes demasiado cerca de él, porque podrías provocar que tuviera que torcer o girar el cuerpo, adoptando una posición inadecuada UTENSILIOS DE ESCRITURA Proporciónale.una variedad de rotuladores o lápices. Los colores deben ser variados a fin de que pueda llevar a cabo una selección estética. Los niños parecen desarrollar fuertes preferencias respecto a los colores a una edad muy temprana. ¡Los favoritos son el rosa, el violeta, el rojo, el azul o el verde! Dale los lápices que habitualmente se emplean para dibujar y algunos rotuladores. El grosor de los utensilios de escritura también debe ser variado, ya que para algunos niños es más fácil sujetar un lápiz ligeramente más grueso, mientras que otros prefieren los lápices de forma triangular o hexagonal. Tendrds que observar qué lápices parece que prefiere tu hijo y cuáles sujeta con más comodidad. Las puntas de los lápices deben estar afiladas, pero sin ser quebradizas. Independientemente de si decides empezar a escribir sobredpapel o en una pizarra, asegúrate de que lo que eliges es de buena calidad; no hay nada más frustrante que un papel frágil o una pizarra brillante. Para estimular bien la mano, la superficie utilizada no debe ser resbaladiza y tu hijo no debe estar forzado a presionar fuerte sobre ella para hacer una marca. No fijes el papel en ningún lugar, ya que necesitará moverlo para acomodar la mano con la que escribe. Un tablero de madera puede ser una buena superficie donde colocar el papel, o bien una superficie de plástico si es lo suficientemente grande; a falta de esto puede servir un trozo grande de papel secante o un papel grueso de pintar. Debes ayudarle a colocar el papel en la posición adecuada. Normalmente, los niños diestros necesitan tener el papel ligeramente hacia la derecha de su cuerpo, delante de su mano derecha, mientras que los niños zurdos necesitan tener el papel ligeramente a la izquierda, delante de su mano izquierda. A algunos niños les gusta inclinar el papel: un diestro in, clinara la parte superior ligeramente hacia la izquierda y un zurdo hacia la derecha. Intenta que el papel no sea demasiado grande para manipularlo: el tamaño cuartilla es adecuado para comenzar. Decorar la superficie Consigue algún tipo de recipiente para colocar los lápices y rotuladores. Funciona muy bien un vaso o una jarra, ya que los lápices pueden sacarse y volverse a poner fácilmente. Puede ser divertido utilizar los estuches de lápices más tarde, pero en esta etapa los Iápices tienden a salir y caer al suelo, lo cual interferiría en la capacidad de tu hijo de prestar atención a la tarea. Evita abarrotar de rotuladores y lápices el recipiente, ya que esto no le facilita la elección. Si realmente quieres observar qué lapiz o rotulador le va mejor, tiene que poder ver los que se le ofrecen. Si hay demasiados rotuladores para elegir le resultará imposible hacerlo y se contentará con el primero que llame su atención inmediata. Intenta guardar siempre este recipiente y el papel que has seleccionado en un lugar accesible a tu hijo. De este modo podrá decidir cuándo desea «escribir» solo, además de las veces que decidáis escribir juntos. Si decides utilizar un tablero de madera o una cartulina, tu hijo también escribirá en él; puedes sugerirle que lo decore con marcas para saber dónde colocar el papel de escribir. Una vez que haya encontrado la inclinación óptima para el papel, pídele que dibuje una pequeña estrella en cada esquina del tablero o de la cartulina para marcar su posición. Asegúrate de que tu hijo sujeta correctamente el rotulador o el lápiz. Existen diversas maneras aceptables de sujetarlo: una buena manera es aguantar el lápiz entre el dedo pulgar y el dedo índice, con el dedo medio actuando de soporte. El final romo del lápiz puede estar relativamente vertical o inclinado siguiendo la línea del antebrazo del niño. Cualquier ten- sión en la mano no le ayudará a escribir, y puede indicar que no está sujetando el lápiz en la mejor posición. Lo que conviene recordar es que existen diversas formas de sujetarlo; a muchos de nosotros nos enseñaron que sólo había una manera y o nos adecuábamos a ella o nos decían que lo sujetábamos «mal». Tu hijo puede descubrir una manera de sujetarlo que funcione, pero que no esté aceptada tradicionalmente. Por ejemplo, una forma cómoda es la que hace que el lápiz descanse entre el primer y el segundo dedo en lugar de hacerlo entre el primer dedo y el pulgar. LUZ Finalmente, asegúrate de que tu hijo puede ver lo que escribe. ¿Hay suficiente luz sobre el papel? proyecta su mano una sombra sobre su escritura? Cuando lo hayas preparado todo con el máximo cuidado posible, puedes empezar a ayudar a tu hijo a desarrollar buenas técnicas para escribir a mano Cuando tu hijo es muy pequeño, no siempre es fácil saber si es diestro o zurdo. No te preocupes por la mano que emplea tu hijo para dibujar o escribir. Algunos niños utilizan ambas manos para realizar diversas tareas. Debes dejar que tu hijo utilice la mano que quiera para escribir las letras. Si parece que usa esencialmente su mano izquierda, a continuación tienes algunos consejos para hacerle la vida un poco más fácil. Siéntale ligeramente elevado en su silla de modo que su brazo izquierdo pueda moverse libremente por el papel. Un listín telefónico puede aportar la estabilidad necesaria; los cojines pueden hacerle sentir inseguro. Si es posible, arréglalo todo para que sus dos pies toquen el suelo. Coloca el papel ligeramente a la izquierda de la línea central de su cuerpo. Deja que incline el papel como le vaya bien, pero asegúrate de que esté en una posición cómoda y relajada. Sugiérele que utilice un instrumento de escritura que discurra suavemente por la página, como por ejemplo un rotulador. Asegúrate de que tenga suficiente espacio para desplazar el papel ha,ia la izquierda. Comprueba que puede ver lo que ha escrito; a veces el pu#&r lo tapa. Si parece tener problemas para verlo, sugiérele que sujete el lápiz un POCO más arriba, sin tocar la punta del mismo. - FORMAR LAS LETRAS Cuando los niños escriben una letra es importante recordar que esto tiene mucho que ver, desde el principio, con el desarrollo del hábito de formar las letras de la manera correcta. Tu hijo puede aprender a hacerlo fácilmente una vez que tiene un control relativamente bueno de sus manos. La escritura de las letras es algo que se aprende y, como al aprender a caminar, cuando uno ya lo sabe hacer, se convierte en algo natural. Es muy importante que tu hijo parta de un buen comienzo, y las siguientes actividades ayudarán a su mano a desarrollar de forma natural el tipo de movimiento necesario p&a escribir las letras. Cuanta más práctica tenga, más fácil será. ¡Recuerda que es mucho más difícil deshacerse de los malos hábitos que aprender los buenos desde el principio! Tendrás que comprobar que empieza una letra en el lugar adecuado y que es capaz de escribirla siguiendo el recorrido correcto de la letra (vease el diagrama de las letras de papel de lija en la página 105). Hay muchas opiniones diferentes sobre el tipo de letras que se deben utilizar. No es aconsejable que enseñes a escribir a tu hijo utilizando las letras mayúsculas, las aprenderá con bastante facilidad en una etapa posterior. Tu primera tarea debe ser enseñarle a escribir utilizando las letras minúsculas y, de buen principio, tendrás que decidir su estilo. Los dos estilos principales son la letra de imprenta y la letra de caligrafía. En el capitulo 9 se proporcionan plantillas en este segundo estilo (véanse las páginas 199-206). Te recomendaría que desde el principio enseñaras a tu hijo la letra de caligrafía por las siguientes razones: La letra de caligrafia «fluye» y para la mano de tu hijo es más fácil, porque requiere un movimiento suave. El movimiento de la letra de imprenta suele ser más abmpto y, muchas veces, este tipo de letra provoca que los niños miren y escriban las letras sirviéndose de ia llamada «fónnnla del círculo y el palo». Muchas veces esto les lleva a foi.mar incorrectamente las letras y enseguida pueden adquirirse malos hábitos. Las formas de la letra de caligrafía no son tan parecidas a su imagen reflejada en un espejo, como puedes ver a continuación. Aprender la letra de caligrafía significa que, cuando tu hijo se haga mayo5 será capaz de juntarlas muy fácilmente. Por lo tanto, tendrá que aprender las letras una sola vez. Las letras que no están formadas adecuadamente se convierten en un obstáculo cuando llega el momento de unirlas. No debes esperar que junte las letras hasta que logre realizar fácilmente el «movimiento» correcto de cada una de ellas (es decir, empezar cada letra en el lugar adecuado y moviendo la mano en la dirección correcta para completarla). Cuando enseñas por primera vez a tu hijo algunas letras sueltas, va bien dejar en ellas frazos de salida que más tarde le darán la posibilidad de juntar unas letras con las otras. Ésta es otra de las razones por las que prefiero la letra de caligrafía. Cuando los niños hacen una letra de imprenta, tienden a presionar más el lápiz al terminarla en la línea de base; en cambio, la letra junta requiere de Ia mano todo lo contrario. Para juntar las letras, la mano necesita hacer menos presión, ya que se mueve desde el punto final de una letra hacia el punto de comienzo de la siguiente. Aunque la mayoría de los padres no deben preocuparse de enseñar a su hijo la letra junta, es bueno preparar su mano desde ahora en lugar de crear un hábito que tenga que alterarse en el futuro. En cualquier caso, evita los estilos de letra con demasiados lazos. Los estilos de escritura que producen pueden ser bonitos, pero a menudo sólo funcionan si se dispone de mucho tiempo para escribir y si se puede hacer sin ninguna presión. La letra de caligrafía es más rápida de escribir. Para que el hecho de escribir a mano sirva a su propósito, debe ser algo que pueda hacerse con rapidez, que sea legible y que no tense ni canse la mano. Finalmente, depende de ti. Si los anteriores argumentos no te han convencido, te sugeriría que intentaras descubrir qué tipo de letra utilizará tu hijo cuando inicie la escuela, y que elijas este modelo para las l&as de papel de lija. En muchas escuelas españolas, los niños trabajan con las mayúsculas de la letra de imprenta y luego aprenden a escribir usando la letra de caligrafía para representar las minúsculas. Los siguientes juegos son divertidos y asegurarán que la mano de tu hijo se mueva en la dirección correcta como preparación para el uso del lápiz. puedes empezar a hacerlos cuando sea capaz de reconocer y sentir bien muchas de las letras de papel de lija. Todos estos juegos se hacen en una mesa o en el suelo. Clasificar en familias (alrededor de los 3 años v medio - 4 arios) Qué necesitas Un juego de letras de papel de lija. Objetivo Este juego ayudará a tu hijo a explorar qué letras van juntas por la manera en que se escriben. Aunque parezca que muchas letras tienen su propia forma única, existen diversos gmpos o familias; conocerlas resultará clave para su comprensión. En lugar de existir 29 letras distintas, cada una de las cuales es única y tiene una forma diferente, llegará a comprender que dominar la forma de una letra aporta conocimientos sobre cómo escribir otras. Cómo se juega Separa todas las letras de papel de lija que tu hijo conoce, además de los dígrafos, y propón clasificarlas en familias. Probablemente, para empezar es mejor hacer una «familia» cada vez, hasta que el proceso de clasificación se haga más fácil. Toma la letra «G» y pide a tu hijo que la toque y que pronuncie el sonido G». Puedes decir que la «G» necesita encontrar a todos los otros miem- bros de su familia, ya que iparece que se han perdido en el país de las letras! Pídele que sea el «detective» y que busque a los otros miembros, o pídeselo de forma más directa. La única manera de encontrar la familia es repasar todas las demás letras hasta encontrar una que contenga la forma (<t.> que acaba de tocar. y elige entonces otra letra, la « c ~ »(que has preparado Toca la letra «o> en la pila). Empieza igual que con la <<o>. Haz que tu hijo toque la letra para que descubra que en realidad la «G»y la <a» están relacionadas. Coloca otra vez y elila «a»en la mesa donde se colocará la familia. Toca la «o> ge otra letra. La mesa se irá llenando de todas aquellas letras que van con la «G» y el montón de las letras rechazadas quedará aparte. Hacer formas de letras sobre la arena (3 años v medio - 4 años v medio1 Qué necesitas Una pequeña bandeja o algún útil parecido. También sirve la tapa de una lata de galletas, pero no utilices algo muy grande. Un montoncito de arena fina, suficiente para llenar la base de la bandeja. Si no tienes arena y no te importa ensuciar, puedes probar con harina, ja tu hijo le encan-. tará! La sal puede ser una alternativa mejor, pero jvigila que no se lleve los dedos a la boca! Algunas letras de papel de lija. Objetivo Éstas son las familias que debes ser capaz de encontrar: - La familia de la NI»: aG d - La familia de la «k»: - La familia de la «¡a: ¿ jt y - La familia de la «o:b a% c+ o( e Este juego ayudará a tu hijo a practicar la escritura de las formas de las letras utilizando su mano directamente, antes de empezar a utilizar un 1ápiz para hacerlo. Al emplear las letras de papel de lija, su mano, gradualmente, se va, haciendo más hábil para escribir la forma de las letras. ~ ( r Hay ciertas letras que no encajan en ningún grupo a las que podemos llamar la familia «sobrante». Algunas letras, según la manera en que las por ejemplo, hayas dibujado, pueden pertenecer a varias familias. La y», puede pertenecer a la <<u,» porque el trazo de la letra sigue un recorrido parecido, o a la familia de la «.&», puesto que su forma se asemeja a una «k>> invertida. Algunas letras dobles, como la (&N, la «y» o la N 4"" pertenecen a dos familias. Si estás utilizando las plantillas del capítulo 9 para fabricar tus letras de papel de lija, las letras sobrantes serán la <a>>, la « », la «a»y la «m>>. 1" Déjate guiar por las decisiones de tu hijo sobre las letras sobrantes. Una vez que se ha identificado un grupo de letras, tócalas con él tan a menudo como puedas. Haz este juego las veces que haga falta para que tu hijo sea capaz de clasificar «sus>*grupos de letras con mucha facilidad. Cómo se juega Deja que tu hijo elija una letra de papel de lija que pueda sentir bien (puedes limitar la elección a aquellas que sabes que domina). Pon la letra que ha elegido encima de la mesa, cerca de la bandeja con la arena. Comprueba en la lista de la página siguiente si la postura de tu hijo es la correcta. Toca la letra de papel de lija y enséñale cómo hacer la misma forma en la bandeja de arena utilizando los dos dedos que empleas para escribir (el índice y el corazón), pronunciando el sonido en voz alta mientras la trazas o inmediatamente después de hacerlo. Contempla el resultado y después sacude suavemente la arena para hacer desaparecer la letra. Haz lo mismo algunas veces más y luego pregúntale si quiere cambiar de turno. Anímale a repetir el «dibujo. de la letra tantas veces como sea posible antes de comenzar con otra letra. Pon siempre toda tu atención en el inicio de la letra y anímale a seguir correctamente el movimiento de la misma. Procura dejar que explore por sí mismo la letra en la arena. Asegúrate de que siempre toca la letra antes de trazar su forma en la arena. Puedes explicarle que, tocando la letra, puede enseñarse a sí mismo cómo escribir. De este modo, experimentará una gran sensación de logro. Sentir v escribir las letras de ~ a o edl e liia LISTA DE COMPROBACI~N - Parece su cuerpo relajado y cómodo? Sus pies deben tocar el suelo, su espalda debe estar ligeramente inclinada y su cuerpo recto. Si es así, compmeba que el papel no este demasiado inclinado; de hecho, se debe dejar al niño que incline el papel en la posición que le sea más cómoda. - ¿Puede moverse libremente por el papel? Si se requiere más práctica para la agilidad de la mano en otras situaciones, aumenta sus ejercicios de dibujo y coloreo y el contacto con las letras de papel de lija enfatizando la «ligereza del trazo». - ¿Es capaz su mano de mover el rotulador o el lápiz por el papel? ¿Está el papel en la posición correcta? ¿Dispone del rotulador o el lápiz adecuado? ¿Tienen su silla y su mesa el tamaño adecuado? - ¿Sujeta el lápiz o el rotulador de manera cómoda y efectiva? Sé flexible y observa lo que funciona para tu hijo. Recuerda que sus manos son mucho más pequeñas que las tuyas y, a su manera, únicas. Pmeba las f0I'mas alternativas de sujetar el lápiz descritas en este capítulo y ¡Descubre si tambien son c6modas para ti! - ¿Tiene el papel el tamaño adecuado? Para empezar no debería ser demasiado grande, tiene que poder llegar fácilmente a su parte superior. - ¿Puede ver lo que escribe? Comprueba la altura de la silla, la fuente de luz y el tamaño del papel. Finalmente, asegúrate de que las aparentes dificultades no vienen causadas por la tensión de tu hijo por hacerlo bien. Pedirle que haga las formas de las letras perfectas antes de que esté preparado para hacerlo sólo le producirá estrés y tensión; por lo tanto, debería empezar a «escribir» formalmente sólo cuando esté preparado: cuando quiera escribir, y no cuando tú desees que lo haga. Como norma general, estará preparado cuando tenga una experiencia de preescritura suficiente que le permita dominar sus manos, cuando sea capaz de emplear correctamente utensilios tales como pinceles de pintar, herramientas para moldear barro, cuchillos y tenedores, así como cuando se pueda vestir solo. También debería ser capaz de sentir bien las letras de papel de lija, empezando en los puntos iniciales correctos y perfilando sin ninguna dificultad el recorrido que se hace al escribir la letra. Una vez que la mano de tu hijo pueda trazar razonablemen& bien una forma en la arena, existen muchos otros pasos que puedes dar para ayudarle a desarrollar una buena escntura a mano. Será necesario que practiques la escritura en conjunción con las letras de papel de lija hasta que su mano ya no necesite más tiempo para aprender la manera conecta de hacer la forma; cuando esto haya ocumdo, las letras de papel de lija dejarán de ser útiles. ' Recomendaría que progresaras a través de los siguientes juegos, que se adecuan al desarrollo de las habilidades de tu hijo. Le ayudarán a dominar lo siguiente: Sujetar un utensilio de escntura. Dominar un utensilio de escritura en el papel. Mover el utensilio de escritura en una dirección particular y trazando una forma particular. Producir letras que tengan un tamaño uniforme. Sentir v escribir las letras d e uaoel de lija en una ~ i z a r r a(alrededor d e los 4 ario& Qué necesitas Un juego de letras de papel de lija. Tizas de diferentes colores, pero preferiblemente pequeños trozos, ya que las largas se rompen con facilidad. Intenta encontrar tizas que sean cortas y gruesas. Puedes probar las tizas sin polvo. Las encontrarás en la mayoría de las tiendas de bellas artes, así como en los grandes almacenes de juguetes para niños. Una pizarra realmente buena. Puedes utilizar las que suelen encontrarse en el revés de los caballetes de pintura, si tienes uno en casa, si bien existen algunos inconvenientes. Los movimientos del brazo, de la muñeca y de los dedos de tu hijo cuando escribe en una superficie, como por ejemplo una mesa, son muy diferentes de los movimientos que hace cuando está de pie delante de un caballete. Estar de pie para practicar la escntura no es la m e jor solución, pero puede ser la única de la que dispongas para empezar. Lo ideal sería que compraras una pizarra aproximadamente del tamaño A4. Debe permanecer estable en la mesa y ser lo suficientemente pesada para no resbalar o deslizarse. La superficie no debe ser brillante. No compres ninguna en una tienda hasta que no la hayas probado. ¡Es sorprendente que en algunas tiendas vendan pizarras en las que es casi imposible escribir! Si todo esto falla dirígete a tu ferretería o a tu tienda de bricolaje más cercana y compra pintura de pizarra. Puede pintarse cualquier superficie dura. Un amigo mío pintó un lateral de su lavadora. Sus hijos tuvieron una maravillosa pizarra donde pintar y él tuvo la sensación de que su homble lavadora había hallado un buen uso. También necesitarás un buen borrador o una esponja húmeda. ~ u necesitas é 4Un juego de letras de papel de lija. Puedes ofrecerle un montón de lápices de cera de colores, de tamaño similar al de las tizas, o unos cuantos lápices o rotuladores. No le des muchos a elegir. Papel liso (sin líneas), aproximadamente del tamaño cuartilla, del que puedes ofrecer una gama de colores. Sin embargo, asegúrate de que todos los lápices de colores destacan en el papel de color. Cómo se juega Cómo se juega Pide a tu hijo que elija una letra de papel de lija que le guste y que pueda perfilar con facilidad. Si necesita ayuda, ofiécele algunas de las letras de su nombre u otras que puedan tener particular relevancia para él. Coloca la letra en un lado de la pizarra, asegurándote de que no debe girar su cuerpo en una posición incómoda para repasarla. A continuación, perfilas la letra, coges la tiza y dibujas la letra en la pizarra. Repítelo varias veces; llena la pizarra con todas las pmebas que tú quieras, intentando en cada ocasión hacer una forma bonita. Ahora pregunta a tu hijo si le gustaría hacer lo mismo. Borra tus letras y que empiece. Al principio no importa en qué lugar de la pizarra escribe la letra, pero anímale a llenarla toda. Tampoco importa el tamaño de la letra. Al cabo de un tiempo empezará a escribir las letras con el tamaño que le resulte más cómodo. Cuando haya llenado toda la pizarra, dile que mire todas las letras que ha escrito y ¡que elija las que más le gusten! Los niños tienen una clara idea de cómo quieren que sean sus letras y la pizarra resulta un comienzo útil, porque cualquier letra de la que tu hijo no esté satisfecho puede borrarse inmediatamente si no le gusta. Es mucho mejor para él practicar en una pizarra antes de pasar al papel. Escribir letras en un papel f a partir de los 4 años - 4 años v medio. cuando tu hiio se sienta sepuro con las letras en la pizarra1 Cuando empiece a practicar la escritura de letras en un papel debe estar relativamentecontento de lo que escribe. No promuevas el uso de la goma de borrar En primer lugar, asegúrate de que has seguido las indicaciones de la página 128 sobre la postura y la posición del papel. Ahora puedes hacer lo siguiente: Anima a tu hijo a tocar y escribir las letras de papel de lija como lo has hecho cón la pizarra. Crea un marco en los márgenes del papel y, cuando haya llenado el centro con bonitas letras, sugiérele que decore los márgenes. ¡Obtendrás un diseño moderno! Elige una de las familias de letras (véase Clasificar en familias, en la página 125) y escribe todas sus letras en una hoja de papel. Haz lo mismo con las otras familias, cada familia en una hoja de papel. Ahora anima a tu hijo para que haga lo mismo. Obsema su escritura para ver qué tamaño de letra hace normalmente. Emplea esto como una guía. Dobla el papel como si estuvieras fabricando un acordeón o un abanico; la anchura del primer pliegue debe venir determinada por el tamaño de sus letras: el primer pliegue debe ser aproximadamente el doble de su tamafio. Si las letras de tu hijo son demasiado grandes para 'permitirte hacerlo fácilmente, entonces todavía no está preparado para esta actividad. Un buen indicador suele ser el tamaño que emplea para escribir las letras de su nombre. Pídele que escriba las letras sobre una línea, utilizando el espacio entre los pliegues. Esta actividad debena estimularle a empezar sus letras en la parte izquierda de la página y le ayudará a regulanzar su tamaño. ~ e c u e r d sobre a todo que no le estás pidiendo que escriba sobre la 1ínea, sino que le estás estimulando a que sus letras se muevan en una línea. Si le resulta difícil recordar dónde hay que empezar (lo cual puede ser particularmente difícil para un nino zurdo) puede decorar el margen izquierdo de la página: puedes utilizar un punto de libro simple y decorarlo para pegarlo en el margen izquierdo. Puedes hacerlo fácilmente utilizando una tira de cartulina en cuya parte superior hayas recortado una «v» profunda: la «v» puede encajarse en la parte de arriba de la página y permanecer relativamente estable mientras tu hijo escribe. Si tu hijo no está interesado en hacer esto, puede que prefiera dibujar como guía una línea de color en el margen del papel. Escribir en el aire j1 dad debería ser asegurarse de que su mano es capaz de controlar el pincel yazando el movimiento correcto de la letra. No es necesario q las letras sean perfectas. # i ! 8 Goices de cera v ~intura Utiliza lápices de cera. Anímale a escribir las letras en un papel, cubre entonces éste con una fina capa de pintura y contempla con tu hijo cómo aparecen las letras a través de la pintura. i Letras de uepamento t l Sienta a tu hijo en tu regazo. Coge la mano con la que escribe y dibuja una letra en el-aire, utilizando su mano como si fuera un lápiz. Veamos si puede adivinar la letra que has escrito. Asegúrate de que la mueves con un movimiento suave, empezando la letra en el lugar apropiado. Ésta es una maravillosa manera de asegurarte de que tu hijo «siente» realmente el modo en que se escriben las letras. Pintar letras con los dedos Si te atreves a dejarle pintar con los dedos formas de letras, tal como se describía en el capítulo 3, representará un paso natural para tu hijo dibujar las formas de las letras en la pintura con los dedos e imprimirlas en papel. Las que no le gusten se pueden borrar fácilmente. No le dejes utilizar las letras de papel de lija como guía para esta actividad, jcasi seguro que se mancharían! Es probable que empiece a dibujar las letras sin ninguna incitación por tu parte, pero si no lo hace, sugiéreselo cuando estés bastante seguro de que puede llevar a cabo un intento razonable de dibujar la forma sin utilizar la guía de la letra. Pintar las letras Si a tu hijo le gusta pintar puedes darle hojas de papel más pequeñas Y un pincel fino. Se puede sentar en una mesa y pintar letras en el papel. Una vez más, no sería inteligente utilizar las letras de papel de lija como guía, ya que probablemente se mancharían. El principal objetivo de esta activi- I 1 Qué necesitas Cola soluble en agua. Puedes comprarla o utilizar cola de empapelar, que es económica y fácil de fabricar. Es mejor utilizar un pincel de pintar que un pincel de engomar, ya que éste no tiene la punta tan pronunciada. Si no puedes encontrarlo, en el mercado podrás adquirir barras de pegamento, que también pueden emplearse para esta actividad. También necesitarás purpurina, lentejuelas o arena, y papel de color de buena calidad. Te puede ser útil realizar esta actividad en un tablero, ya que así se ensucia menos. Cómo se juega Anima a tu hijo a escribir letras con pegamento en el papel tan rápido como pueda. Ahora tiene que esparcir por encima purpurina, lentejuelas o arena, y sacudirlo. Observa cómo aparecen las letras de pegamento. Cuando tu hijo escriba, observa cuidadosamente las dificultades que pueda tener a la hora de formar las letras. ¿Hay algunos movimientos que le resulten más difíciles que otros? Mientras practica, ayúdale a elaborar más patrones y dibujos, como se ha ilustrado en el capítulo 3. R e ~ a s a los r iueros de sonidos v de reconocimiento de las letras Si vuelves atrás a algunos de los juegos que has hecho en el capítulo 4, verás que muchos de ellos pueden adaptarse a tu escritor novel. Por ejemplo, puede etiquetar las imágenes de los juegos de rimas que habéis hecho; hacer su propio diccionario; empezar a emplear su propia escriturapara enviar mensajes; escribir listas de menús y, en general, incorporar la escritura en sus juegos. ~ontessorise llaman «plantillas metálicas*. Se pueden comprar, pero puedes emplear también objetos de casa, obteniendo el mismo efectp. t 1 Algunos lápices de colores de buena calidad. Papel liso (sin líneas) de colores y de buena calidad. Un objeto, como un plato o tapa pequeña para dibujar su contorno, o piezas de puzzles de cuando tu hijo era más pequeño (sería ideal que las piezas del rompecabezas tuvieran tiradores, ya que mantendrían su mano firme). Fichas v cuadernos de ejercicios Espero que te hayas dado cuenta de que he evitado cualquier sugerencia relativa a emplear líneas punteadas que los niños deben unir, o a utilizar la gran cantidad de «cuadernos de ejercicios* que están disponibles en el mercado. Muchas veces las escuelas mandan a los niños a casa con fichas fotocopiadas para practicar la escritura de sus letras (jno es así en las buenas escuelas Montessori!, me apresuro a decir). Muchas escuelas, dado que tienen que enseñar a escribir a un gran número de niños a la vez, no pueden prestar el tipo de atención individual que tú puedes dedicar a tu hijo. Naturalmente, la repetición ayuda a los niños, pero la repetición aburrida no ayuda a nadie. Desgraciadamente, el problema con el trazo de las letras es que los niños no lo realizan desde el punto inicial adecuado, apartan el lápiz de la letra cuando no deben y deben conformarse con el tamaño de la letra de las hojas y con el espacio reservado para la escritura. La escritura a mano de tu hijo es única y puede sentirse tan orgulloso de crear una letra bonita como de hacer un dibujo o una pintura bonita. No debería haber ningún sentido del deber asociado al dibujo de las letras. Puedes hacer que su práctica de la escritura sea estimulante y divertida, proporcionándole diversas maneras de hacerlo. Avudar a tu hiio a controlar el láoiz en el oaoel (alrededor de los 4 años1 Has estimulado a tu hijo a dibujar y a colorear imágenes y le has ayudado también a explorar algunos patrones y formas en el papel. Existe una actividad adicional que puedes introducir justamente cuando esté más preparado para iniciar una escritura en el papel más controlada. En una clase ~ u necesitas é i i ! j Objetivo j Esta actividad incrementará el control de tu hijo del lápiz sobre el papel mientras practica técnicas que serán necesarias para la escritura. 11 Cómo se juega , j Pide a tu hijo que perfile el contorno de la forma elegida con el máximo cuidado. Esto es bastante difícil porque, al principio, su mano tiende a perder la dirección. Luego enséñale a colorear la figura moviendo la mano de izquierda a derecha, y a acabar de rellenarla con un movimiento de aniba abajo que imite el movimiento en el papel de la mano cuando escribe. Trazando líneas bastante largas al principio, empieza coloreando franjas e introduce gradualmente la idea de sombrear el contorno. Antes de pasar a ayudar a tu hijo a escribir sobre líneas, puede ser útil resumir la gama de actividades que ya domina: Escribe creativamente con el alfabeto móvil: listas, historias, poemas y mensajes. Practica la escritura de las letras utilizando las de papel de lija, mediante diversas actividades. Dibuja y pinta, y sigue refinando el control de su mano. Empieza a utilizar su propia escritura (en vez de hacer garabatos como antes) en sus dibujos, y puede utilizarla para enviar mensajes y escribir listas, menús, etc. En este punto, muchos de los juegos que hiciste anteriormente sobre el sonido y el reconocimiento de las letras pueden hacerse de nuevo (véase capítulo 3), aunque ahora es capaz de escribir sus propias letras. Sigue escuchando leer a los demás para él. Empieza a leer por sí mismo. Cuatro líneas: código de colores - 4 así como Aporta una guía para los trazos ascendentes y descendentes, para el cuerpo principal de la letra. Escribir letras sobre una línea fa oartir de los 4 años v medio - 5 años1 AYUDAR A TU HIJO A ESCRIBIR SOBRE LÍNEAS Facilitar a tu hijo líneas y espacios que le ayuden a escribir puede ser muy útil, siempre y cuando estés preparado para adaptar la distancia entre las líneas al tamaño de su escritura. Podrás juzgar a qué distancia deben estar las líneas si observas su escritura en papel liso; un indicador muy bueno es el tamaño con el que escribe las letras de su nombre. Puedes elaborar varios tipos de papel pautado para que practique, cada uno con un objetivo diferente (véase el capítulo 9 para las plantillas que puedes utilizar). Elige el tipo que te gustaría que tu hijo probara, pero tienes que estar dispuesto a cambiarlo si el que has elegido no funciona. Tendrás que cambiar la distancia entre las líneas a medida que desarrolle su escritura, hasta que sólo sea necesaria una sola Iínea. Utiliza papel del tamaño cuartilla para empezar, pero no le propongas que emplee líneas para toda su escritura; todavía habrá algunas cosas que es mejor escribir en papel liso. Cada una de las pautas de papel pautado descritas en el capítulo 9 está ajustada a una actividad ligeramente diferente. Papel cuadriculado Aporta una guía general para tu hijo y no limita el tamaño de las letras. Franja sombreada Aporta una guía para el cuerpo principal de la letra y deja la altura de los trazos ascendentes y descendentes para el niño. Doble línea con base subrayada Centra la atención en la base de la línea y aporta una guía para la altura del cuerpo principal de la letra. ! Antes de empezar las siguientes actividades, tu hijo debe ser capaz &e hacer por sí mismo el movimiento correcto, sin tener que referirse a las letras de papel de lija, a menos que todavía existan una o dos que le provoquen dificultades. También debería sentirse entusiasta y deseoso de escribir; debes encontrar el equilibrio entre aportar la práctica necesaria y asegurarte de que la escritura tiene algún objetivo. Ahora debería escribir con facilidad con el alfabeto móvil. i 1l Qué necesitas Todas h s letras del alfabeto (puedes sacarlas del alfabeto móvil). Si son demasiado grandes para el papel, redúcelas en una fotocopiadora. Las letras sólo se utilizarán por un corto período de tiempo en esta actividad, así que no tienen que ser de cartulina, basta que sean de papel. Decide el tipo de papel pautado que probarás primero; cualquiera de las pautas va bien, excepto la de papel cuadriculado. Toma una hoja de papel grande (aproximadamente de tamaño A3) y dibuja en el papel el diseño de líneas que has elegido, utilizando el tamaño de las letras que has fabricado como guía. Si utilizas una pauta de dos líneas, entre éstas debe encajar el tamaño si empleas una de cuatro líneas, la Iínea superior debe estar de la letra <<o»; a la altura del trazo ascendente de la letra N&», y la línea inferior debe colocarse al final del trazo descendente de la e+>>. Cómo se juega Clasificar oor tamaño Explica a tu hijo que ha estado escribiendo linealmente y que ahora le mostrarás dónde van las letras cuando se escriben sobre líneas. Pídele que clasifique todas las letras y que se quede con todas las que caben entre las líneas sombreadas o azules del papel. Las que no caben deben dejarse aparte. B <v. Guárdalas tras haberlas observado durante el tiempo suficiente. Ahora pídele que clasifique todas las letras que tienen trazos ascendentes que sobresalen por arriba del área sombreada o que llegan a la línea superior. Guárdalas tras haberlas observado el tiempo suficiente. Clasifica todas las letras que tienen trazos descendentes que sobresalen por la parte de abajo del área sombreada o que llegan a la línea inferior. Te quedarán dos letras sobrantes: la «L»,que nunca llega tan amba como las ascendentes, y la ,>!e que tiene un trazo por arriba y otro por abajo de la línea principal. Pide ahora a tu hijo que mezcle todas las letras y que las clasifique según sn tamaño mientras las va colocando sobre la línea. Dile que coloque al azar todas las letras sobre las líneas y que intente recordar la colocación de cada letra. Clasificar en familias Pídele que clasifique las letras en la línea, pero según sus familias de «movimiento» (véase el juego Clasificar en familias, en la página 125). Es decir, que clasifique las letras que van con la «m,las que van con la «k*, las que van con la «L», las que van con la a&», las que van con la «w»,Y luego las sobrantes. . Escribir en papel pautado Toma papel pautado (de tamaño cuartilla) y pídele a tu hijo que clasifique las letras del alfabeto móvil según alguna de las formas anteriormente descritas. Utilizando las letras clasificadas como guía, puede escribir las letras en el papel pautado. Ahora debes encontrar diversas maneras de ayudarle a practicar la escrimra utilizando líneas. Intenta no pedirle que repita hileras de letr específicas, ya que esto resulta muy aburrido. Puedes escoger letras segun la forma de su trazo o según la posición que ocupen al escribirlas entre dos líneas. Por dentro de la familia de la «LD pueden practicarse juntas la KLN y la « » y la Explorad juntos las posibilidades, tomando un gmpo k , . . y la de movimiento cada vez y buscando similitudes en el «movimiento» o en la forma. Las combinaciones son infinitas, y mientras estéis estudiando las leuas juntos irá cambiando su conocimiento y su conciencia de la manera en que se forman y se escriben las letras. A medida que aumente su confianza y velocidad querrá escribir más a menudo sobre las líneas, y tendrás que ser sensible a sus necesidades y cambiar el papel para adecuar10 a sus crecientes capacidades. En un período de tiempo relativamente corto, podrá ser capaz de escribir todas sus letras en una línea. Para apoyar este proceso, guarda todos los tipos de papel en una estantería para que pueda elegir el que le vaya mejor, ya que tareas diferentes re, quieren papeles diferentes. Querrá empezar a escribir mensajes e historias más largas y, gradualmente, disminuirá la atracción hacia el alfabeto móvil porque descubrirá que es capaz de escribir igual de rápido a mano. En el período de tiempo transcurrido desde que empezó a escribir con el alfabeto móvil hasta que ha sido capaz de escribir bien utilizando su escritura a mano, el deletreo errático del comienzo, basado puramente en el sonido, ha ido cambiando gradualmente, influido por diversas circunstancias. Cuando empiece a leer, su conciencia del aspecto de las palabras escritas comenzará a cambiar. Se encuentra con palabras que no son fáciles de pronunciar, y otras que puede reconocer observándolas como un todo. Se encontrará con palabras que requieren algún conocimiento especial que le ayude a descifrar su código, tales como las que acaban en «-ción» o las que tienen una letra muda como «h» (hombre, harina, etc.). En los dos capítulos siguientes verás que, a lo largo de su progreso en la lectura, le has estimulado a prestar atención al tipo de letras que forman ciertas palabras. Sin embargo, durante su trabajo con el alfabeto móvil, en ningún momento has enfatizado el deletreo correcto por encima de la propia expresión. No obstante, se habrá producido un cambio sutil en la forma en que deletrea esas palabras. 1 i ! Cuando ya escriba bien sobre líneas, es de esperar que deletree también bastante bien. Busca palabras muy comunes que no obstante suelen deletrearse mal, y muéstrale cómo se escriben. Cuando escribe ciertas palabras a mano, la forma que toman las palabras puede convertirse en un hábito, y aunque no tienes que estar corrigiendo siempre todas las faltas, debes vigilar cualquier cosa que pueda transformarse en hábito. Todas las actividades que se sugieren en los capítulos 6,7 y 8 tendrán un impacto en el deletreo. Cuando tu hijo empieza a escribir sobre líneas puede ser bastante útil proporcionarle algunos modelos escritos que seguir, además de sus propios mensajes. Modelos de escritura (alrededor de los 4 años v medio - 5 arios v medio) Qué necesitas Proporcionarle a tu hijo el papel con el que parece sentirse más cómodo (mira las muestras en el capítulo 9). Escribe diversas palabras, frases, poemas, bromas, mensajes que piensas que le gustarán. Estos primeros ejemplos serán relativamente cortos, pero se tendrá que aumentar su longitud y pasar a otros tipos de papel a medida que se desarrollen sus intereses y necesidades. También estarás preparado para «anotar» cualquier cosa que quiera escribir con la ortografía «correcta». De este modo, algunos de los ejemplos permanecerán por un período de tiempo mientras que otros sólo servirán una vez. Coloca la tira de papel directamente encima de sus líneas y dile que la copie. Mueve la tira hacia abajo a medida que se vaya comp @andocada línea. Cuando tengas ejemplos que ocupen más de una lín a también puedes colocarlos sobre la página o a un lado (a la izquierda de un diestro y a la derecha de un zurdo, para que pueda ver y escribir al mismo tiempo). Deja algunas tiras de papel con mensajes o nombres en una estantería, para que siempre pueda tener acceso a ellas si de repente le apetece esciibir y quiere un modelo preparado que seguir en vez de sus pensamientos. He aquí algunas ideas: k Rimas y poemas simples que pueden alargarse. Los días de la semana, los meses del año. Las familias de las letras. Grupos de letras según su tamaño. Los nombres de todos los miembros de la familia. Letras mayúsculas y letras minúsculas escritas de lado , Si tu hijo es zurdo, tú también debes intentar escribir con la mano izquierda. No te preocupes si no te queda del todo bien. ¡Lo importante no es la forma perfecta de las letras, sino el movimiento de la mano en el papel y la manera en que están formadas las palabras! Si las tuyas no son tan bonitas, anímale a hacerlo mejor que tú. Si lo consideras necesario, puedes explicarle que te sientes más cómodo escribiendo con tu mano derecha. Si escribes con la izquierda, tendrás el problema opuesto si tu hijo es diestro. Cómo se juega Puedes empezar con el nombre de tu hijo, que siempre es algo muy especial, o con cualquier otra cosa que pienses que le gusta ver escrita sobre una línea. De nuevo, no conviertas esto en otra «instrucción» donde las palabras simplemente se copian sin objetivo ni significado alguno. Obviamente, ha estado escribiendo su nombre durante un tiempo, pero ahora tienes la oportunidad de mostrarle cómo queda sobre una línea. Recorta una tira de papel y escribe su nombre, asegurándote de que escribes las letras con un buen movimiento. Cuando ayudes a tu hijo a separar sus palabras, si parece necesitar una guía, puede ser útil sugerirle que deje un espacio entre las palabras equivalente a una letra de la escritura que normalmente hace. No sugieras el espacio de un dedo, ya que esto provocaría que las letras pequeñas estuvieran muy separadas y las grandes demasiado juntas. LETRAS MAY~SCULAS Una explicación simple de una letra mayúscula es que la utilizamos cuando queremos llamar la atención sobre una cosa importante, por ejemplo un nombre o el inicio de una nueva frase. Raramente es necesario enseñar las letras mayúsculas, muchos niños las descubren a través de los estímulos cotidianos que reciben: la <M» de McDonalds es sólo un ejemplo. Además, muchas letras mayúsculas son muy parecidas a sus letras minúsculas correspondientes. Será necesario que le enseñes algunas mayúsculas, pero tu hijo conocerá la mayoría de ellas. Ayudarle a escribirlas es una tarea mucho más simple que ayudarle a aprender las minúsculas, ya que la mayoría, excluyendo uno o dos estilos, se escriben utilizando predominantemente líneas rectas que pueden escribirse de diversas maneras. Lo que tendrás que hacer es enseñar los nombres de las letras a tu hijo. Hasta ahora, te has centrado principalmente en los sonidos, pero una vez que sepa éstos con claridad puedes explicarle que las letras tienen tanto un nombre como un sonido. Sírvete de las canciones del alfabeto que conoces para conectar los nombres con las formas de las letras. Propón a tu hijo que escriba la letra mayúscula y la minúscula que pertenecen, por ejemplo, a «D», diciendo el nombre en vez del sonido. Em~areiarletras mavúsculas con las letras minúsculas (alrededor de los L&m,l da que las saques, nombra la letra. Haz lo mismo con las letras minúsculas. Una vez acabado el juego, repítelo, pero esta vez hazlo colocando primero las letras mayúsculas y uniendo a ellas las minúsculas sin la guía. dtiiiza las tajetas grandes al final para comprobar si están todas emparejadas. Si tu hijo sabe el orden del alfabeto, entonces puede colocarlas en orden. Anímale a practicar la escritura de las letras mayúsculas y minúsculas, a la vez y observa cómo las pasa a utilizar de manera natural en su escritura. No obstante, no introduzcas las letras mayúsculas hasta que haya desaparecido toda dificultad para escribir las minúsculas. En todo lo que has escrito en su presencia has utilizado mayúsculas si hacía falta, y a través de sus lecturas y de tu ejemplo enseguida comprenderá cómo se emplean. MÁS JUEGOS PARA ESTIMULAR LA ESCRITURA Coloca una pizarra de notas a la altura de tu hijo y déjale mensajes escritos. Anímale a escribir sus propios mensajes o las respuestas a los mensajes que has escrito en la pizarra. A los niños les encanta abrir sobres. E s c r ~ k l epequeños mensajes y ponlos dentro de un sobre con su nombre. Déjale algunos sobres en su escritorio para que también te pueda escribir cartas a ti. Qué necesitas Dos juegos de 29 tarjetas con las letras del alfabeto, cada una de las cuales con una letra mayúscula seguida de una letra minúscula. Coge un juego y corta las tarjetas por la mitad para separar la letra mayúscula de la minúscula. Ahora tienes tres juegos de tarjetas. Cómo se juega Coloca en la mesa las tarjetas grandes. Toma las mayúsculas y únelas a su pareja poniéndolas debajo de la tarjeta grande correspondiente. A medi- Ahora ya podéis empezar a escribir juntos verdaderos libros. Observa un libro real y descubre qué necesitas hacer. ¿Dónde aparece el título? ¿Qué hay en la cubierta interior? ¿Necesitarás imágenes? ¿De qué tratará la historia? No seas muy ambicioso al principio, se pueden escribir muy buenas historias con muy pocas palabras. Tal vez tu hijo quiera escribir un pequeño diario para él, anotando cada día algún acontecimiento que recuerde. Anímale a escribir cartas a sus amigos y familiares. 1 e Empezar a leer Llegar al momento en que tu hijo está preparado para leer es muy emocionante por todo lo que implica. Hasta ahora te has asegurado de que tuviera muchas experiencias diferentes con las palabras. Todas estas experiencias han creado en él una preparación para la escritura. Le has aportado conocimientos sobre el mundo. Saliendo con él a pasear e implicándole en muchas conversaciones le has aportado experiencia del mundo. Has utilizado un lenguaje rico y correcto, vinculado a la vida y a las experiencias de la vida cotidiana, para que, cuando lea, las palabras, las situaciones y los conflictos encuentren una resonancia en él. Le has aportado conocimientos sobre los libros. Comprende la importancia de la letra escrita para explicar historias, y el ritmo y la forma que adoptan. Sabe cómo manejar los libros. Tiene un sentimiento de propiedad respecto a algunos de sus libros preferidos y decidirá mirarlos incluso cuando no haya nadie que se los lea. Compartiendo los libros contigo ya ha aprendido sin ningún esfuerzo a reconocer algunas palabras. Tiene un buen conocimiento de los sonidos, las rimas y los grupos de sonidos. Los ha aprendido a través de todas las canciones, poemas y rimas infantiles que habéis recitado juntos, a través de los diversos juegos de sonidos que has hecho con él y al conocer los símbolos que están asociados con estos sonidos. Se ha convertido en escritor. Al escribir mensajes e historias con el alfabeto móvil comprende que la escritura transmite sus pensamientos, que las palabras son unidades de sonidos que pueden juntarse en unidades Ilenas de significado, y que es capaz de leer lo que él mismo ha escrito. Se siente como un lector. Al haber escrito y leído sus propios mensajes, al haber «leído» muchas historias y tener una familia en la que se va- loran los libros, tu hijo sentirá que es un lector y tendrá ganas y estará preparado para adentrarse cada vez más en la lectura. ¿Cómo puedes ayudarle a empezar? La habilidad de leer dependerá de su capacidad de hacer diversas cosas a la vez. Tal vez la primera pregunta que te debes hacer es: «¿Por qué debena decidir leer?». La lectura debena ser una experiencia divertida porque lee cosas que le interesan y le proporciona una sensación de logro. Le confiere mayor autonomía en todo cuanto puede reconocer por sí mismo y un mayor sentimiento de independencia. Será capaz de descubrir cosas por sí mismo y de transportarse a «otros mundos» donde lo que lee sólo tiene su imaginación como límite. Quiere leer porque la lectura tiene un objetivo para él. Por eso, las cosas que le leas deberán resultarle interesantes. No se debe l e er por el simple hecho de leer. No caigas en la tentación de comprarle una colección de «lecturas básicas para principiantes» para este período. Por lo general, el valor de estos libros es sólo el de ayudar a los profesores a conocer el nivel de lectura de un niño. Muchas veces, todos ellos contienen un lenguaje muy limitado, que suele estar muy lejos tanto del lenguaje real como del de los libros, porque contienen ritmos rebuscados y secuencias difíciles de palabras. La naturaleza limitada del vocabulario suele hacer aburrido el flujo de las palabras. También es raro encontrar en estos libros contenidos que interesen realmente a los niños de esta edad. Aunque haya algunos que estén por encima de la media, itener que leer 25 libros sobre la misma familia puede ser extremadamente aburrido al cabo de un tiempo! Los niños raramente vuelven a releer estos libros y no les aportan ningún placer si no es el de estimular un elemento competitivo en la lectura. En lugar de hablar con los otros niños sobre el contenido de estos libros suelen discutir sobre cuántos han leído y a qué nivel de color han llegado. Las investigaciones recientes revelan que, aunque estos libros intentan ajustarse a un vocabulario limitado, en realidad los libros habituales de cuentos ejercitan mucho más a los niños en la práctica de las palabras más comunes. Al leer, los niños utilizan diversas estrategias para comprender lo que están viendo. Por ejemplo, se remiten bastante a las señales presentes, procedentes de las palabras, ilustraciones o situaciones: llamamos a esto *el contexto». Un niño que se encuentra con la palabra «canguro» puede consultar la fotografía; si es9 no le ayuda, puede utilizar su conocimiento de la 1 1 1 1 ! i j j j !i i] ! * 11 I i ! 8 11 &ación y su habilidad de predecir lo que puede venir después como consecuencia natural. También se remitirá a su conocimiento del mundo para prev&lo que es más probable que signifique una palabra. Sabemos que, cuando nos encontramos con una palabra que puede tener diversos significados, como «banco», la mente se presenta a sí misma una selección de todos los significados posibles que conoce el lector. En una fracción de segundo, antes de ser siquiera consciente de ello, la mente es capaz de elegir el que cree que es el significado más adecuado al contexto. Cuanto más amplios sean la experiencia y el vocabulario de tu hijo, más opciones se asomarán a su mente y más probable será que encuentre el significado que mejor va con la frase. También utilizará su comprensión natural del lenguaje para ayudarse a anticipar lo que puede venir a continuación, qué es lo que tendría sentido y cuál sería el significado de una palabra dada. A medida que va leyendo, utiliza su conocimiento intrínseco de la gramática para ayudarse a llegar al significado de las palabras que está leyendo. Un buen ejemplo de cómo utilizamos nu&tro conocimiento del lenguaje para ayudarnos a descifrar el significado de una frase lo constituye la lectura de la siguiente oración: i 1 1 11 ! i I l 1 11 i I !$ 1 i3 11 «Su seroco siempre serana seis sopros y satria sollos porque sus sopros son otros». Muchas de estas palabras no existen en español, pero, ¿puedes distinguir las palabras que describen la acción? ¿Eres capaz de descubrir el sujeto de la frase? Tal vez no reconozcamos las palabras, sin embargo la comprensión que tenemos de nuestro lenguaje nos puede ayudar a orientarnos para descifrar el significado de la frase. Cuando buscamos el significado de estas líneas, intentamos imaginarnos cómo sería un «seroco» y qué se puede hacer con «seis sopros» y con «sollos». Utilizo esta frase simplemente como ejemplo, jno porque piense que tu hijo tenga que leerla en este período! Practica los siguientes juegos para impulsar a tu hijo hacia la lectura de manera fácil y relativamente sin esfuerzo. Puedes hacer estos juegos a la vez que empiezas a practicar la lectura compartida de libros. Están pensados para ayudarle a ejercitarse en la unión de sonidos con los que formar palabras, lo cual le capacitará para leer con más fluidez. Leer utilizando objetos la oartir de los 4 años v medio) Más tarde, también puedes introducir palabras que contengan letras dobles, tales como «gorra», «cepillo», «coche», «queso>>y labras que tengan letras diferentes pero que su sonido sea el «vaso», «coche», «cómic», «máquina», «ratón», «carro», etc.) y palabras que compartan la misma letra con sonido distinto («cama», «cepillo», «rata», «cara», etc.). El segundo grupo de objetos debe contener combinaciones de sonidos vocálicos o consonánticos. Algunos ejemplos: Empezarás a hacer este juego cuando tu hijo comience a leer las palabras que ha escrito él solo con su alfabeto móvil. Puedes proponérselo si tu hijo se lo ha pasado bien con el Juego de los sonidos, las Letras de papel de lija y el Alfabeto móvil. Con este juego no le enseñarás nada nuevo; simplemente reforzarás sus experiencias pasadas y el conocimiento que ha adquirido a través de los &es juegos citados anteriormente. Tu hijo ya sabe que los sonidos pueden representarse mediante símbolos escritos y que las palabras se forman colocando esos sonidos en un orden particular. También ha empezado a combinar por sí mismo esos sonidos y a leer su propia escritura. agua plátano boina taza lápiz zumo manzana zapato tapa limón pasta foto gafas sábana dado piña melón sartén lazo mesa oso lata pata nudo tambor gato tenedor papel Como ves, no tienes que limitarte a palabras de pocas letras; unas pocas son de ayuda, pero no intentes utilizar este juego para pasar de palabras de tres letras a palabras de cuatro, y así sucesivamente. fresa flor camión clavel plato tren nuez jaula diccionario Tan pronto como tu hijo las haya leído unas cuantas veces, puedes introducir palabras que contengan una combinación de más de dos sonidos vocálicos o consonánticos (buey, constelación, inspector, etc.) Si quieres hacer un juego que pueda repetir, puedes ir a comprar pequeños objétos para sustituir los que tienes en casa. Las escuelas Montesson disponen de cajitas para este juego con todo tipo de objetos maravillosos en su interior que se pueden ir cambiando, a fin de que los niños siempre estén interesados en leer sus nombres. Si no pudieras conseguirlos, siempre puedes buscar imágenes de objetos, pero es más divertido hacerlo con los objetos mismos. También necesitas algunas tiras de papel y un lápiz para escribir los nombres de los objetos. Qué necesitas Dos grupos diferentes de pequeños objetos (al menos ocho cosas); puedes aprovechar cosas que tengas en casa, jo bien comprarlas en una tienda de juguetes donde vendan miniaturas, si realmente quieres «levar anclas»! Todos los objetos deben ser atrayentes y no es necesario que se relacionen entre sí. El primer grupo debe contener objetos que se deletreen fonéticamente, es decir, donde cada sonido de la palabra se represente con una letra, de manera que, al pronunciarlo, los sonidos puedan combinarse creando el nombre del objeto sin ninguna distorsión o cambio. Tras echar un vistazo a la cocina y al dormitorio de tu hijo, puedes quedarte con los siguientes objetos: globo aceite dragón 1 11 1E Objetivo El objetivo de este juego es ayudar a tu hijo a darse cuenta de lo fácil que le resulta juntar los sonidos que ya conoce y leerlos; los objetos se emplean para crearle un «contexto». Sabrá que la palabra tiene que proceder del grupo de objetos que tiene delante de él y esto tendría que ayudarle a leer las etiquetas que le presentas. Cómo se juega Uno de los elementos más importantes de este juego es que escribes los nombres de los objetos delante de tu hijo, de modo que ve con sus propios ojos cómo tu pensamiento se traslada literalmente al papel. El mensaje subyacente que le transmites es que, cuando leemos, estamos leyendo los pensamientos de otra persona. El hecho de que las palabras escritas sean siempre el producto del pensamiento de otra persona es muy importante; da valor a la palabra escrita y vincula los procesos de lectura y escritura. Tu hijo valorará las pequeñas etiquetas que escribes para que él las lea mucho más que las etiquetas que vienen preparadas. Coloca el primer grupo de objetos, cuyos nombres son fonéticos, en el suelo o en una mesa (sería preferible una mesa porque resulta más cómodo para escribir). pido hasta que, combinando grupos de sonidos y buscando de cuál de los objetos puede tratarse, identifique el objeto. Muéstrate completamente maravillado, diciéndole que sabe lo que estás pensando porque hatido capaz de leer tu mensaje. Junta el objeto y la etiqueta y continúa hasta que todos 10s objetos hayan sido etiquetados. Observarás que, en parte, «lee» las palabras y, en parte, utiliza los objetqs como «contexto». Sabe que lo que está escrito se relaciona con el grupo de objetos que tiene delante. Combinará diversas estrategias para leer la palabra, a veces utilizando la técnica aprendida de adivinar (por ejemplo, qué objeto queda que empiece por «p») y a veces pronunciándola completamente. Control de vocabulario Asegúrate de que tu hijo sabe los nombres de todos los objetos que estás utilizando. Si has elegido un vaso con asa, tenéis que poneros de acuerdo en si vais a usar la palabra <<taza»o «vaso» para designarlo. Escribe tus pensamientos para que tu hijo los lea. Dile a tu hijo que estás pensando en uno de los objetos que están colocados en la mesa. Pregúntale si sabe cuál es. Algunos niños cogerán un objeto directamente; si hace esto, no lo aceptes como el objeto en el que estabas pensando. «Bueno, éste no es el objeto en el que estaba pensando. Te daré una pista.» Otros niños te pedirán una pista al principio. Escribe, en letra bonita y del estilo que has decidido ensefiar a tu hijo, el nombre del objeto que qnieres que te muestre. «Esto es lo que quiero que me des.» Haz que tu hijo vea cómo escribes las letras en una tira de papel. De este modo, verá la conexión entre lo que piensas y lo que lee. Pide a tu hijo que vuelva a leer las etiquetas de todos los objetos. Esto le ayudará a visualizar la palabra como un todo. Como, naturalmente, conoce el objeto, «leerá» la palabra fácilmente. Es mejor si señala la etiqueta mientras la pronuncia, viendo de este modo toda la palabra. Te cansarás de este juego antes que él. Si quieres ver si puede llevar a cabo la actividad por sí mismo, puedes preparar algunas etiquetas para que las utilice. Si ya es capaz de escribir, puede escribir él mismo las etiquetas de los objetos. No esperes que lea las etiquetas sin ninguna pista contextual. Puede que fuera capaz de hacerlo, pero no se lo sugieras. Leer los d í ~ r a f o s Puedes introducir el segundo grupo de objetos que contienen los dígrafos tan pronto como tu hijo lea fácilmente el primer gmpo: esto puede ser al día siguiente o, para algunos niños, al cabo de dos días. Recuerda que no debe aprender nada nuevo para hacer estos juegos. Solamente tiene que aplicar el conocimiento que ha adquirido con el Juego de los sonidos y las Letras de papel de lija, y utilizar sus experiencias con el Alfabeto móvil y las lecturas que has estado haciendo con él. Cómo se juega Pronunciar Dale a tu hijo la etiqueta y pídele que pronuncie lo que ve. Cuando empiece a pronunciar los sonidos, debes animarle a juntarlos cada vez más rá- Haz con el segundo grupo de objetos exactamente lo mismo que hiciste con el primero. No obstante, cuando escribas tu mensaje subraya las dos letras que forman un solo sonido: por ejemplo, «perro». Según como veas que responde tu hijo, puedes pedirle que identifique el sonido subrayado antes de intentar pronunciar la letra. A medida que vayas escribiendo las etiquetas, de acuerdo con la habilidad de tu hijo, deja de subrayar para que identifique por sí mismo el dígrafo. Si quieres prolongar esta actividad, puedes agrupar pequeños objetos que hayas encontrado en las tiendas o entre sus juguetes y ponerlos dentro de una caja junto a las palabras que habías escrito al principio. Añade progresivamente diferentes objetos con sus palabras, a fin de mantener su interés de curiosear dentro. Leer sin utilizar obietos Elabora algunas palabras que describan acciones que tu hijo pueda leer y representar fácilmente. Le encantará interpretar las diversas palabras que has escrito y de este modo tendrá que demostrar que ha comprendido su significado. Puedes escribirlas mientras juegas o bien tenerlas ya prep!iadas. Como con todas las demás actividades, sería mejor que las escribieras durante el juego, y luego las guardaras en una caja para que tu hijo pueda volver a ellas cuando lo desee. Explícale que escribirás algunas.palabras y que lo importante es que él haga lo que dicen. Escribe «correr». Tu hijo lee la palabra y tú le animas a realizar la acción. Cuando vuelva, escribe otra palabra. Continúa hasta que se canse. Observarás que leer esas palabras lleva a todo tipo de comentarios. Haz tanto teatro como sea posible. Escribir frases oara interoretar Si a tu hijo le encanta actuar puedes ampliar esta actividad con otra en laque le escribas diversas frases para leer, interpretar y representar. Por ejemplo: , Qué necesitas Escribe en pequeñas tarjetas todas las palabras de «acciones» que puedas recordar (estarás utilizando el mismo conocimiento que empleó tu hijo para realizar los dos juegos de lectura anteriores). Debe haber sólo una palabra de acción por tarjeta. Sin embargo, esta vez no hay objetos que proporcionen el «contexto»: su experiencia y el hecho de que represente las palahras escritas en las tarjetas le ayudarán a comprobar su comprensión de los significados. Aquí tienes algunas sugerencias para empezar. Observarás que algunas son fáciles de leer y representar y que otras requieren un poco más de interpretación. Si se queda atascado en la interpretación de una de las tarjetas, ¡entonces tendrás que representarla! No te limites a leer las tarjetas; éstas casi no tienen valor si no se representan. Palabras que se pueden escribir en las tarjetas: saltar comer subir llorar Cómo se juega correr pensar bajar fumar mirar beber reír leer botar pisar Pegar toser lavar girar dormir coser dar volar cantar Trae tu mutiecaicochellibro preferido. Busca una canica verdelun calcetín rojoluna gorra azul Haz cosquillas a papála mamá/a la ahuelaial abuelo. Haz ver que eres un médico. Pon tus juguetes en una cesta. Báfiate. Tráeme tres cosas que podamos comemos Planta una semilla. Arregla tu camión. Pon música. Este juego puede durar toda la mañana, quizá incluso todo el día. La cantidad de diversión que se obtiene leyendo estas frases simples es inmensa. ¡Prepárate por si el juego se invierte y tú te conviertes en el receptor de los mensajes de tu hijo! Estas actividades deben dar a tu hijo mucha seguridad cuando lea contigo. En el capítulo 9, encontrarás algunas sugerencias sobre el tipo de libros que puedes leer con él. No obstante, recuerda siempre que tendrá más ganas de leer cosas que le interesen, aunque esto signifique elegir libros que parecen más difíciles para él. Si éste es el caso de tu hijo, utiliza algunos de los consejos que damos más tarde en este capítulo para ayudarle a lograrlo. He visto a niños aprender a leer ciertos temas pertenecientes a niveles de lectura mucho más elevados de los que hubiera elegido para ellos. A partir de este punto, observarás que su habilidad de leer progresará a pasos de gigante, seguidos de períodos de calma. En tus viajes a la biblioteca, pide a tu bibliotecario que te proponga libros que reflejen el nivel de lectura y los intereses de tu hijo. ¡Cuidado con el bibliotecario o librero que quiere orientarte hacia un determinado esquema de lectura! LLas oalabras romaecabezas 1 ) Se puede empezar a practicar este juego justo despué5.de haber introducido por primera vez las cajas de lecturas que se mencionan en el apartado anterior y mientras tu hijo todavía disfmte con ellas. De los juegos a los que habéis jugado últimamente éste será el primero que le proporcione algo totalmente nuevo que aprender. nuevo pico que escalar, lo que le ha permitido llegar sin haberse dado cuenta de que había iniciado su camino. No ha habido denotas ni objetivos difíciles, tan sólo una exploración del lenguaje verbal y escrito. 4. A las palabras que son difíciles de pronunciar las vamos a llamar «palabras rompecabezas», porque debes romperte la cabeza para reconocer cómo se escriben a través de una pronunciación que no suele ser muy buena. Qué necesitas Necesitarás descubrir qué palabras de las que aparecen a menudo en los libros que lee tu hijo le resultan más difíciles de pronunciar, y por tanto de reconocer. A continuación te proporciono algunas sugerencias en las que podrás basarte. Escoge unas diez o doce palabras como mucho y elabora una carta para cada una de ellas. llave huerto llama rayo yegua $te agujero hueso haya pollo valla halla carro llenar aguja huevo agujón ratón cigüeña yeso Cómo se juega Objetivo Al igual que en las otras actividades de este libro, el objetivo aquí no es intentar proporcionarle a tu hijo todas las palabras difíciles que se encontrará cuando realice sus primeros pasos hacia la lectura. Intentaremos escoger algunos de los más comunes que le sea útil conocer y, de nuevo, mientras esté leyendo será capaz de reconocer estas palabras y extraer más fácilmente el significado de las frases que lea. Intentar dade demasiadas crearía más dificultades de las que se podrían solucionar. Imagínate a tu hijo volando en ala delta y no escalando montañas. En este momento está surcando los aires haciendo uso de las corrientes térmicas y asciende sin esfuerzo, lo que le permite contemplar un paisaje y unas vistas que hasta este momento no habían estado a su alcance. Usa lo que necesita para ampliar y expandir sus horizontes. Nunca antes hubo una montaña que escalar. Mientras ha ido progresando a lo largo del camino hacia la alfabetización, ha disfmtado del valor intrínseco de cada uno de los juegos que habéis realizado y no se ha enfrentado a ellos como a un Escoge tres palabras que quieras resaltar y asegúrate de que no se parezcan entre ellas, ni fonética ni visualmente. Dile a tu hijo que estas palabras son un poco complicadas porque cuesta pronunciarlas bien; intenta pronunciar «haya», por ejemplo. Explícale que simplemente debe ser capaz de reconocer estas palabras cuando las vea, y que saber distinguirlas le ayudará a leer. De nuevo vas a seguir el modelo de «la lección en tres fases» que se introdujo por primera vez en el capítulo 2 (véase página 55). Así es como sugiero que lo hagas: antes de empezar deberías asegurarte de que tu hijo comprende el significado de las palabras con las que vais a jugar. Podrías decirle lo siguiente: «Hoy vas a aprender a reconocer algunas palabras que son difíciles de pronunciar. Aquí tienes una de ellas*. (Escribes la palabra «aguja» en una tira de papel usando el mismo tipo de letra que utilizaste para crear las letras de papel de lija.) «Aquí dice "aguja". Cuesta un poco de decir ¿verdad?». (Intentas decirlo pero pronuncias «abuja», «apuuja»; intenta hacer ver que te cuesta decir «aguja», jesto le divertirá!) Ahora pon la palabra «aguja» en una frase para que la pueda escuchar dentro de un contexto: «Mamá guarda las agujas de coser en un cesto», «Las agujas pinchan*. Retira esta palabra y haz lo mismo con otras dos, por ejemplo «llave» y «huerto». Primera fase Señala de nuevo cada una de las palabras y pronúncialas claramente. Anima a tu hijo a repetirlas: «aguja», «llave», «huerto». Secunda fase Formúlale preguntas o dale órdenes: «¿Qué palabra dice "llave '?» «¿Sabes leer "huerto"?» -asegúrate de que está mirando la carta correcta. «Pon la palabra "aguja" aquí» -le estás pidiendo que la deje en el centro de la mesa. «Señala la "llaven.» 2 Continúa en esta fase hasta que a tu hijo le resulte fácil leer las palabras. Anímale a leerlas tantas veces como sea posible después de que tú se las bayas pronunciado. En este momento no le estás pidiendo que las recuerde, simplemente que asocie los nombres con su ortografía. Tercera fase Pregúntale a tu hijo si sabe leer las palahras. En esta fase es importante que vayas con cuidado para no pronunciarle la palabra a menos que le sea imposible hacerlo a él; en ese caso, pronúnciasela y recuerda que la próxima vez debes acordarte de pedirle que la lea otra vez. Leer frases usando la palabra que se acaba de aprender Deberías animar a tu hijo a leer la palabra dentro de una%ase. Para empezar puedes escribir frases sencillas con las palahras que ha aprendido: «Pedro se clavó una aguja en el dedo. Tengo agujas para coser 1ana.y agujas para coser tela». «¿Dónde están las llaves? La llave del coche es negra». «El abuelo está en el huerto. Me gusta la fruta del huerto*. Puedes usar el libro que est6is leyendo juntos para intentar localizar las nuevas palabras que puede leer. Escribir frases usando la ualabra que se acaba de aprender [usando el alfabeto móvil v las ualabras romuecabezas 11 Anima a tu hijo a escribir las palabras rompecabezas con el alfabeto móvil para que se centre en cada letra y en su secueuciación dentro de lapalabra. Comprueba, al cabo de un rato, si es capaz de leer la palabra. Coloca la carta que contiene la palabra rompecabezas al revés y pídele que la escriba de memoria usando las letras del alfabeto móvil. Puedes complicar más esta actividad si guardas las tarjetas con las palabras rompecabezas en otra habitación. De este modo comprobarás si las recuerda cuando el lapso de tiempo entre la lectura de la palabra y su escritura sea mayor. Cuando esté escribiendo espontáneamente con el alfabeto móvil puedes animarlo a que use las palabras rompecabezas como soporte de la escritura, si no recuerda cómo se escriben las palabras. Si comete errores, con dulzura puedes recordarle que sabe escribirlas, y o bien le ayudas a poner las letras en orden o le sugieres que vaya a buscar la palabra rompecabezas que escribiste. Poco a poco las palahras que está escribiendo con el alfabeto móvil se parecerán cada vez más a la palabra tal y como se escribe en realidad. «¿Sabes leer esto? ¿Sabes qué dice aquí?» Usar papel Esta lección no debería durar más de cinco minutos. Guarda todas las palabras rompecabezas que has hecho en una cajita, ya que las volverás a necesitar para las actividades que vienen a continuación. Su conocimiento recién adquirido también debería ejercer cierto efecto en cualquier cosa que escriba a mano. Podrías sugerirle que quizás le gustaría copiar las palabras en algún tipo de papel pautado, si está en la etapa en la que usa este tipo de papel al escribir. No obstante, procura que la actividad que le hagas realizar no sea aburrida. Siempre debes asegurarte de que cada una de las actividades que le propongas tenga un sentido y un significado real. Cualquier actividad sin sentido pronto llegará a transmitir la idea de que escribir es una imposición. Puedes incluir las palabras que aprende a través de las frases que te ha dictado y que luego él puede copiar. La búsaueda del tesoro Se trata de una sencilla variante del juego de adultos. Debes escribir pistas sencillas para guiar a tu hijo de un sitio a otro hasta que encuentre el «regalo» que has escondido. Puedes usar pistas del tipo «Mira en tus botas», «Ve a la cocina», <<Abreel cajón», etc. Usa todas las palabras que ya reconoce, iy tu imaginación! Tu actitud La lectura debe ser siempre un placer, jamás un trabajo. Nunca fuerces a tu hijo a leer. Elige una hora en la que no esté cansado. Pídele que elija un libro que le gustaría leer o bien ofrécele una selección de libros y respeta su elección. Anímale y elógiale cuando sea necesario; no insistas en la perfección. No fijes ningún tipo de horario; 10 minutos de lectura concentrada es mejor que media hora a regañadientes. Elegir libros Si quieres disponer de libros adecuados para tener un buen comienzo y, por lo tanto, además de leer tus viejos clásicos, decides ir a la biblioteca para tomar en préstamo unos cuantos libros o visitar la librería del barrio: , Has estado leyendo a tu hijo cada día desde que era muy pequeño, y has visto cómo desarrollaba un amor por los libros. Le has visto empezar a reconocer algunas palabras en los libros familiares y queridos que habéis compartido. Ahora elige libros cuyas páginas pueda leer y estudiar detenidamente por sí mismo. Su uso del lenguaje ha aumentado y ahora es capaz no sólo de hablar bien, sino también de escribir sus pensamientos utilizando el alfabeto móvil y, hasta cierto punto, también de leerlos. Puede leer la mayona de las palabras que contienen letras simples y las que contienen consonantes dobles, y está ampliando su conocimiento de las palabras complejas. La lectura conjunta que hacéis ahora irá cambiando gradualmente: con ciertos libros su lectura aumentará a medida que la tuya disminuya. Desde luego, no dejarás de leerle, pero necesitarás también encontrar tiempo para leer los dos juntos y empezarás a escoger libros que podáis leer de esta manera. Probablemente, esto significará volver a leer algunos de los cuentos clásicos y buscar nuevos libros que sean de su interés. He aquí algunos consejos para empezar: Elige libros que tengan un buen hilo argumental. Demasiada descripción al principio no es aconsejable. Elige cuentos clásicos o libros actuales cuyas historias conozcas o sepas que interesarán a tu hijo. Elige libros cuyas ilustraciones complementen claramente el texto; esto le ayudará a obtener más pistas a partir de las imágenes. Elige libros cuyo contenido sea acorde con las experiencias de tu hijo. Entenderá de qué trata el libro y podrá predecir los acontecimientos más probables. Elige libros que no tengan demasiadas frases en una página. Recuerda que a los niños les encanta el humor. Los libros con letra grande no son necesariamente más fáciles de leer; elige el libro por el contenido y la disposición agradable del texto. Algunos libros están escritos con dos niveles de texto distintos, aunque ambos pertenecen a la misma historia. Muchas veces, por una parte encontramos el texto de la historia y, por la otra, las imágenes en las que los personajes del texto hablan de forma más simple y contribuyen a la narración. Utilizar este tipo de libros da muy buenos resultados cuando se realiza una lectura compartida. No excluyas los cómics y los libros sobre hechos reales. No leas Únicamente ficción. La rima y el ritmo desempeñan un papel importante cuando se trata de ayudar a los niños a anticipar lo que viene a continuación. Puedes pedirle que intuya lo que puede ser. Puedes ayudarle a pronunciar la palabra: si es larga tendrás que dividirla en sílabas. 0 Puedes referirte a Ias imágenes; si la palabra está en la imagen puedes limitarte a señalarla. Prestar la ayuda apropiada Resulta útil deslizar tu dedo suavemente por debajo del texto mientras lees, y puede ayudar a tu hijo a hacer lo mismo. Si tiene dificultades para diferenciar las líneas, poner una tira de papel debajo de la línea que está leyendo le ayudará. No hagas nada en absoluto si tu hijo entiende mal una palabra pero capta bien el sentido de la frase. Quizá sustituya la palabra «almuerzo» por «cena». Está bien; está leyendo el significado y el significado de la frase no queda alterado. Si comete un error en el significado, espera hasta que haya acabado la frase y observa si se corrige a sí mismo. Si no lo hace, puedes preguntar si la palabra que ha utilizado suena bien. Regresa al sentido de la frase y observa si puede identificar correctamente la palabra. Recuerda que el elogio y los ánimos desempeñan un gran papel a la hora de apoyar a tu hijo cuando está aprendiendo algo nuevo. Evita criticar su lectura O compararle con sus hermanos. Podrías destruir fácilmente la confianza que necesita si quiere convertirse en un buen lector. MÁS JUEGOS Hay muchos juegos disponibles en el mercado que ejercitan las habilidades que tu hijo ha adquirido en este capítulo (véase el capítulo 9 para una lista de juegos recomendados). Si se atasca en una palabra i , i i ga. Si se atasca en una palabra, prueba y valora cuál de las siguientes cosas le ayuda más. Lo más importante es mantener el curso de la historia y, por esta razón, no quieres detenerte demasiadas veces. Si está cometiendo muchos errores que afectan al ritmo y la marcha de la historia, puedes leer con 61 para mitigar cualquier frusuación que pueda empezar a experimentar. Facilítale la palabra para que continúe la marcha de la historia y no se preocupe excesivamente por la única palabra que no puede leer. Quizá se beneficiaría de que siguieras una de estas indicaciones para ayudarle a leer la palabra. Tú eres quien mejor puede decidir cuál de ellas le puede resultar de mayor ayuda. Si la que eliges no funciona, limítate a explicarle la palabra en lugar de continuar insistiendo en lo que parece no saber. Puedes formularle una pregunta sobre lo que había en el texto anteriormente. En casi todos los capítulos de este libro te he propuesto hacer libros con tu hijo y éste no es una excepción. Ahora ya puedes animarle a escribir en sus propias palabras: cuanto más lo haga, más fácil le resultará leer «su» libro. Leer para hallar el significado Ahora tu hijo ya puede leer y escribir. Elige libros para leerlos contigo y escribe de manera espontánea pequeñas historias y mensajes. Le verás estudiar detenidamente los libros, observarás cómo sus labios se mueven silenciosamente intentando pronunciar las palabras en las que se ha atascado. Puede usar diversas estrategias de lectura, y cuando se encuentra con dificultades sabe que puede pedirte ayuda si no puede comprender una de las palabras. Cuando empieza a leer libros sencillos él solo, puedes hablar con él sobre el cuento que está leyendo para descubrir en qu6 medida ha logrado comprender el hilo de la historia. Te gusta ir con él a la biblioteca cuando puedes, y el tiempo pasa rápidamente en la librería. Ahora no te tienes que preocupar de ayudarle a leer o escribir, y puedes desplazar tu atención para hacer con él algunos juegos que harán la lectura y la escritura todavía más divertida. Las palabras no sólo necesitan ser leídas con los ojos; si queremos disfrutarlas realmente, casi necesitan ser saboreadas. Las siguientes actividades ayudarán a tu hijo a extraer mucho más de las palabras mismas. Su objetivo es mejorar la fluidez de lectura de tu hijo y ayudarle a adquirir una intuición de la función de las palabras. Estas actividades despertarán su habilidad de interpretar lo que lee y le ayudarán a jugar más con las palabras cuando escribe. ACTIVIDADES QUE FACILITAN LA FLUIDEZ Y LA ORTOGRAF~ACORRECTA Cuando leemos podemos ayudar a nuestro hijo a encontrar indicios acerca de cómo se escriben los sonidos que pueden representarse con más de una grafía. Por ejemplo, el sonido «i» puede escribirse con «i» como en Que, quien, quitamanchas, querer, quedarse, quechua, quemar, queso, quetzal. «isla» o con ny» como en «buey». Debes repasar las letras de papel de lija que tienes y elegir las que pueden representar más de un sonido o las que se alternan con otras para representar el mismo sonido. Sobres de sonidos clave 1 (alrededor de los 5 añod 4- 1 Los sonidos que se representan con más de una grafía son: Necesitarás fabricar algunas cartas o pequeñas tiras de papel para representar las distintas realizaciones gráficas de un mismo sonido clave. Escribe cada grafía en el anverso de una carta o de una tira de papel y en el reverso escribe el sonido clave en letras más pequeñas de otro color. Pon cada grupo en pequeños sobres que marcarás con cada uno de los sonidos clave que se representan con más de una grafía. Ahora añade a cada sobre un pequeño libro formado por tiras de papel. Cada página del libro (cada tira de papel) deberá contener una frase sencilla en la que aparezcan palabras que contienen el sonido representado en ese sobre. Por ejemplo, en el sobre del sonido clave «k» podrías tener las siguientes frases: Cada miércoles de camino a casa Camilo compra cocos. Karen se manchó el kimono de ketchup. La pequeña Raque1 quizás quiera queso. Finalmente, pon dentro del sobre pequeños grupos de palabras escritas con las distintas letras que representan cada sonido. Por ejemplo, Casa, camino, cama, coco, cocina, comer, cueva, cuerno, cuento Karen, kimono, ketchup, kiwi, koala, kayak, karate, yak. l I Cómo se juega Coge un sobre y pídele a tu hijo que reconozca el sonido clave que has escrito en el anverso. Explícale que todas las cartas del sobre contienen palabras con ese sonido y sugiérele que preste atención al modo en que se escribe. Pídele que saque los gmpos de palabras, que las lea y las vaya dejando junto al sonido clave. Después debe sacar el librillo y leerlo. Tu hijo encontrará esta actividad relativamente fácil de hacer y tú debes alabar su trabajo al tiempo que intentas que preste atención a las diferentes representaciones de un mismo sonido. Haced esto con tantos sobres como tu hijo quiera. Esta actividad puede llevarse a cabo durante varios días, por lo que no es necesario preparar todos los gÍupos de palabras en una sola vez, aunque es bueno que tu hijo pueda escoger el sonido que quiere explorar. El paso siguiente Invítale a escribir las palabras y las frases si lo desea, ya sea a mano o usando el alfabeto móvil. Si quiere puede usar el sobre de palabras como guía para ejercitar su memoria, mezclar las palabras y escribir rimas sin sentido prestando atención a escribir las palabras correctamente. Te darás cuenta de que después de tomar conciencia de que un sonido puede representarse de varias maneras, empezará a preguntarse qut5 grafía se usa para escribir las palabras que se le ocurran. Cómo le puedes ayudar a memorizar Después de que haya leído varios sobres, coge dos o tres y saca las cartas o las tiras de papel. Mézclalas y compmeba si las puede volver a colocar debajo del sobre correspondiente. Él mismo podrá evaluar si realiza esta actividad correctamente porque los sonidos están representados en el reverso. I Palabras que empiezan por: bie-, hui-, hue-: hielo, huir, huevo; hidr-, hiper-, hipo-, histo-: hidroavión, hipermercado, hipopótamo, historia Las al abras r o m ~ e c a b e z a2 (alrededor de los 5 años) Palabras que terminan en: -jear, -jero, -jera, -jeria: hojear, agujero, cajera, cerrajería; -aje, -eje: paje, traje, garaje, eje Puede que ya hayas creado un conjunto de palabras rompecabezas en el capítulo 6 (véase página 154). Esta variación del juego original se fundamenta en el interés creciente de tu hijo por conocer cómo se forman las palabras. El juego de los Sobres de sonidos clave que se acaba de explicar habrá contribuido a estimular el interés por este tipo de conocimiento. Para realizar este juego necesitarás crear un segundo conjunto de palabras rompecabezas, aunque esta vez se centrarán en descubrir patrones regulares dentro de las palabras que una vez aprendidos pueden aplicarse a otras muchas palabras (véase capítulo 9). Escoge algunas de las palabras de esta lista (no es exhaustiva) para crear tu segundo grupo de palabras: ,j& /Q 8 , Palabras que terminan en: -ava, -ave, -avo, -eva, -eve: lava, nave, bravo, nueva, nieve; -evo, -¡ve, -ivo: nuevo, declive, cautivo Es muy importante jugar a este juego porque con él descubrirá que la letra «g» puede pronunciarse «g», como en «gato», o «j» como en «gente», y que la letra «c» puede pronunciarse «k»,como en «casa», o «z» como en «cine». Este descubrimiento es justo el contrario del anterior: primero se fijó en los sonidos y vio que podían representarse de distintas maneras y ahora descubre que algunas letras sirven para representar más de un sonido. Después de que haya organizado las cartas, mezcla las palabras de varios sobres y anímalo a que escriba más frases e historias usando esas palabras. 4 Palabras que empiezan por: aje-, eje-: ajedrez, ajeno, ejemplo, ejercicio Palabras que empiezan con el sonido «j»: Se escribe «js (delante de -a, -o, -u): jamón, joven, junco Se escribe «g» (delante de -e, 4): gente, gitano PalabrG que terminan con el sonido <*j»:reloj, boj 1 Palabras que empiezan con el sonido «g»: Se escribe «g» (delante de -a, -o, -u): garra, gorro, gusano Se escribe «gu» (delante de -e, 4): guerra, guitarra Palabras que empiezan con el sonido <a»: Se escribe «z» (delante de -a, -o, -u): zapato, zorro, zumo Se describe «c» (delante de -e, 4): cera, cine Palabras que empiezan por: bu-: butaca, buey, búho; bur-: burro, burla, Burgos; ob-: objeto, obsequio, obtener Palabras que terminan con el sonido <a»:raíz, nariz, coz, cruz Palabras que terminan en: -bir: escribir, subir, recibir; -aber: saber, caber, haber; -aba: bailaba, jugaba, cantaba Palabras que empiezan por: ¡la-, iie-, 110-, Ilu-: llave, llevar. llover. Iluvia; pre-, pro-, pri-, pol-: premio, proverbio, primo, pólvora; villa-: villa, villano, villancico Palabras que contienen el sonido «k>>: Se escribe «c» (delante de -a, -o, -u): casa, cola, cubo, vaca, saco, cucú Se escribe «qu» (delante de -e, -i): queso, parque, quince 11 Palabras que contienen el sonido «rr»: Se escribe «r» (al principio de palabra): ratón, remo, rima, rosa, rueca Se escribe «r» (al final de palabra): cantar, tener, reír Se escribe «r» (delante de una consonante): arco, arte, arpa, armadura Se escribe «n»(entre vocales): barro, cerro, mirra, gorro, burro Palabras que empiezan con el sonido «i»: isla, Ismael, iglesia lo es divertido y muy aconsejable. Tú escribes y él lee. Más tarde, él también querrá escribir. 4- 1 1 Otra forma de ampliar su experiencia es volver a los libros que empleaste con él desde los 18 meses hasta los 2 años. Muchos de ellos eran imágenes simples en una página con una palabra debajo. Cubre las palabras con adhesivos y escribe etiquetas en otros adhesivos. Puede leerlos y emparejar las imágenes. Hay algunos libros muy bonitos que puedes comprar y que están diseñados para ampliar su vocabulario en determinadas áreas (véase la lista en el capítulo 9). Palabras que terminan con el sonido «i» (se escribe «y» si va detrás de una vocal y no lleva acento): hay, buey, rey, hoy Este gmpo de palabras rompecabezas puede ayudarte a enseñarle a tu hijo algunas reglas ortográficas que le serán útiles. Empieza separando la carta que quieras estereotipar, por ejemplo «za», «ar», «ja», etc. Escoge tres a la vez e introdúcelas tal y como hiciste en el anterior juego de palabras rompecabezas: primero las pones dentro de un contexto y luego sigues la lección en tres períodos. Asegúrate de que examinas las letras para ver cómo se combinan. Cuando tu hijo sepa leer estos tres estereotipos, introduce otros que se le parezcan. Por ejemplo, si ha leído «za» ahora puede leer «zo» y «zu». Puedes haber preparado las cartas con anterioridad o simplemente las puedes escribir al momento, preguntándole a tu hijo si recuerda palabras con este sonido. Las palabras que se escriben con «b» le serán mucho más difíciles de recordar porque la «h» es muda. Clasificar tarjetas y etiauetas Para ayudar a aumentar la fluidez de tu hijo, puede ser útil utilizar las tarjetas que empleaste al principio para desarrollar su vocabulario. Escribe el nombre del objeto detrás de cada tarjeta y haz una etiqueta aparte. Saca las tarjetas y pide a tu hijo que lea y empareje con las tarjetas todas las etiquetas que pueda. Puede girarlas para comprobar si las ha leído correctamente: si las palabras encajan sabrá que lo ha hecho bien. Poner nombres en la casa Puedes escribir todos los nombres de los objetos en diversas habitaciones de la casa para que los lea. Utilizar etiquetas adhesivas para hacer- Utilizar libros 1 1 Leer atendiendo al si~nificado Tu hijo tiene un conocimiento intrínseco de la gramática y la sintaxis y de cómo se relacionan las palabras. Verdaderamente, las lecciones de gramática y sintaxis formal pueden hacerse tan abumdas y obtusas que muchos de nosotros creemos que no podemos darlas. Comprender de qué manera funcionan las palabras para nosotros, y lo que indican, nos ayudará a sentir el «sabor» de lo que leemos y nos dará la oportunidad de jugar con las palabras. No deberías tener la intención de enseñar gramática a tu hijo. En esta etapa, no sólo es innecesario, sino incluso indeseable. Sin embargo, lo que podemos hacer es darle una experiencia directa de lo que pueden hacer realmente las palabras, para explorar cómo funcionan. La preparación que le ofreces en esta etapa es simplemente proporcionarle experiencias a un nivel en el que se puede divertir. Como sabes, por la manera en que funciona su mente, estas experiencias no se pierden y le ayudarán a apoyar y reforzar las ideas más formales con las que se enfrentará más tarde. Las siguientes actividades están diseñadas para darle una experiencia extra que le ayude a darse cuenta del funcionamiento de las palabras. Están elaboradas basándose en sus experiencias previas con el lenguaje e implican manipular objetos o ponerse en diferentes situaciones, algunas de ellas teatrales. ginativo. Utiliza palabras como «gruñón», «estropeado», «contento», «amable», «enfadado» para extender realmente su comprensión de este tipo de pa8labras. Tienes la oportunidad ideal para discutirlas con él. Qué necesitas Utiliza alguna de estas cosas: una granja de juguete, una casa de muñecas, un garaje con cochecitos, muñecos de Playmobil, la muñeca Barbie o un equipo de Action-Man; en resumen, un conjunto de cosas que se relacionan. Asegúrate también de que haya diversas copias de algunos objetos pero que sean un poco diferentes; por ejemplo, si tienes un garaje necesitarás algunas de las siguientes cosas: una camioneta grande y una pequeña, una camioneta roja y otra de un color distinto, una camioneta sucia y una limpia; un coche rápido, un coche de carreras, un coche amarillo y un coche de otro color. No necesitas tener muchas clases diferentes de todos los objetos, pero tiene que haber más gmpos de objetos que objetos sueltos. También necesitas papel y tijeras, y dos rotuladores o lápices, uno de un color común, como un rotulador azul o negro o un lápiz de dibujo y otro de un color vivo que normalmente no se emplee para escribir (rojo, naranja, violeta). j Esta actividad es divertidísima para los niños. [Los adultos no siempre aprecian totalmente el humor que los niños encuentran en el sinsentido! Coge una de las tiras de papel y mezcla el orden de las palabras. «La camioneta vieja» se convierte en «vieja la camioneta, «camioneta vieja la», «la vieja camioneta». Pmeba todas las combinaciones y luego encontrad juntos las correctas. Haz lo mismo con otras descripciones. Naturalmente, tu hijo entiende cuáles son las versiones correctas porque sabe cómo tienen que sonar. Haciendo esto, enfatizas que para que las palabras cumplan su función deben estar ordenadas de una determinada manera. En otra ocasión, puedes convertir este juego en otro donde utilices muchas palabras descriptivas. Por ejemplo, podrías escribir «la camioneta»; él elige una y entonces tienes que escribir otra palabra con un color diferente: «La camioneta amarilla» (si hay dos camionetas amarillas). Ahora tienes que escribir otra palabra: «La camioneta amarilla vieja»; y si hay dos camionetas amarillas viejas, tendrás que escribir todavfa otra palabra: «La camioneta amarilla, vieja y sucia». [Esperemos que ahora ya hayas identificado la camioneta que querías! Podéis pasarlo bien jugando juntos a los detectives: tú o tu hijo podéis añadir una palabra cada vez hasta que se identifique el objeto en el que estabais pensando. Para estimular a tu hijb a pensar sobre los objetos de esta manera, pregúntale si le gustaría crear sus propias tarjetas para la granja, el garaje, etc. Podrías utilizarlas para combinarlas en una historia que puedes explicarle, que podéis escribir juntos o bien que él mismo escriba, dependiendo de 10 que sea mejor en ese momento. Cómo se juega Explícale a tu hijo que será capaz de encontrar todos los objetos en los que estás pensando sin ninguna dificultad. Piensa mucho y escribe un mensaje para él. Este mensaje dice «la camioneta». Tu hijo lee el mensaje y coge una camioneta del garaje. Estás de acuerdo en que es una camioneta, pero no es la que estabas pensando. Dile que le darás otra pista. Con un rotulador de otro color escribe la palabra que falta para identificar el objeto. Puede ser «roja» o cviejan o «rota», aquello que identifique mejor la palabra. Leerá la palabra. Pon la nueva palabra al lado de la pnmera etiqueta: ahora tienes «la camioneta vieja». Tu hijo no duda a la hora de escoger el objeto apropiado. Haz lo mismo con muchos otros objetos. Siempre te pedirá que le pongas aquella palabra especial que le ayude a encontrar un objeto de entre muchos objetos similares. Puedes continuar escribiendo descripcionesde todos los objetos para que él las lea; por ejemplo, si sólo hay un hombre puedes escribir «el hombre enfadado» en vez de simplemente «el hombre». Intenta utilizar diferentes tipos de descripcionespara los objetos; es muy fácil etiquetar sólo con el color o el tamaño, intenta ser un poco más ima- Descubrir la importancia del orden de las ualabras I I i En una escuela Montessori los niños ponen en práctica los siguientes juegos y también utilizan símbolos como guía. El objetivo de los símbolos es destacar la estructura que se crea cuando juntamos las palabras de una manera determinada. Si tu hijo va a una escuela Montessori, la escuela hará estas actividades y tú sólo tendrás que continuarlas en casa utilizando los diferentes objetos que tienes ahí. Si no asiste a una escuela Montessori, puedes hacer los símbolos y añadirlos a las frases. i 1 Qué necesitas i l j 1 Objetos que puedan unirse (véase más abajo). Dos rotulado#&, papel y símbolos rosas en forma de guión. Cómo se juega Crear simbolos Para esta actividad tendrás que hacer tres triángulos de diferentes tamaños y de tres colores diferentes. Al cortarlos, puedes hacerlo en papel adhesivo para que tu hijo pueda pegarlos en las frases que ha construido. Qué necesitas Triángulos pequeños azul celeste, triángulos medianos azul marino y triángulos grandes negros (véanse las plantillas en el capítulo 9). Explícale a tu hijo que vas a hacer un juego con los triángulos formulando preguntas. Empieza con una frase del tipo «la camioneta grande». Dile que identifique la palabra que le permitió saber en qué estabas pensando. Si necesitas hacerlo más claro puedes preguntarle «¿Quería un coche, un autobús u otra cosa?». Tiene que identificar la palabra «camioneta» y poner el triángulo negro sobre ella. Pregúntale ahora cuál de las palabras le ha dicho qué camioneta querías. O bien podrías preguntarle «¿Qué tipo de camioneta quería?». Tu hijo debería señalar «vieja». Coloca el triángulo mediano azul sobre la palabra. Ahora puedes explicarle que la palabra «la» nos dice que se pide una camioneta concreta y que si hubiese sido cualquier camioneta habrías escrito.«una». El símbolo que empleas para la palabra que te dice si querías una camioneta concreta o simplemente una de ellas es el triángulo pequeño azul. Sigue formulando preguntas y coloca los símbolos en todas las frases que hayas escrito. Cómo pueden juntarse lasvalabras Nos fijaremos simplemente en la palabra «y», puesto que otras conjunciones como «pero» serían demasiado difíciles para esta etapa. Toma diferentes objetos que puedan juntarse literalmente, tales como piezas de construcción, flores, etc. Escribe una etiqueta para cada uno de ellos. Por ejemplo: «El bloque rojo*, «el bloque azul», <<elbloque amarillo». Pide a tu hijo que lea las etiquetas y que las empareje con los bloques apropiados. Con un color diferente, escribe la palabra «y» dos veces. Coloca la primera «y» entre las dos frases que has identificado y pídele que lea y una los dos bloques. «El bloque rojo y el bloque azul.» Añade ahora la segunda «y» entre la última frase y el tercer objeto. Tu hijo los ha leído y los ha unido. Naturalmente, el uso de dos «y» no es una maravilla gramatical, pero sirve para empezar. BuscadTdónde tienen que ir las «y» moviéndolas por la frase. «La pieza azul y y la pieza roja la pieza amarilla.» Continúa hasta que adquiera sentido. Pídele que coloque los símbolos de las palabras que conoce. Pregúntale entonces qué palabra indica que todas están unidas. Muéstrale el guión rosa que ahora pones sobre las dos «y». Utilizando las frases que tú y tu hijo habéis escrito para el garaje, la granja, etc., juntad las piezas que él quiera. Puede formar frases utilizando la conjunción, y pegar los símbolos sobre ellas. Utilizar la coma En una etapa posterior, cuando veáis la puntuación (véase capítulo 81, puedes hacer una larga lista de objetos utilizando la «y» y enseñándole luego cómo, mediante las comas, se puede evitar utilizar esta conjunción continuamente, hasta llegar al último objeto. Puedes jugar con esta idea utilizando las «ya con diversos objetos, por ejemplo de la nevera, de la caja de los juguetes, etc.; el procedimiento es quitar todas las «y» excepto la última y poner las comas en su lugar. Utiliza todo tipo de palabras como: Al lado de, lejos de, cerca de, con, detrás, etc. Utiliza objetos por medio de los cuales puedas alterar fácilmente el lugar de un gmpo de cosas. Por ejemplo, una casa de muñecas o simplemente algunos Iápices y una caja de éstos. 8. Los mismos objetos empleados en los dos juegos anteriores y recortes verdes en forma de luna creciente (del mismo modo que hiciste con los triángulos). También necesitas rotuladores, papel y tijeras, como antes. Pide a tu hijo que ponga los símbolos sobre todas las palabras que conozca. Entonces pregúntale qué palabra le dijo dónde debía ponerlos. Encima de la palabra que nos dice «dónde» colocamos la luna verde. Naturalmente, hay diferentes tipos de preposiciones y adverbios, pero limítate a los que él puede interpretar físicamente, los de lugar. Ahora desordena el garaje o la casa de muñecas. Escribe, dile que escriba o ten preparadas muchas tarjetas que describan las preposiciones o los adverbios de lugar que él pueda C.ilizar, y frases que describan los objetos. Pídele que vaya ordenando el lugar utilizando las preposiciones o los adverbios. Cómo se juega Ident-car verbos v adverbios Qué necesitas Escribe una frase larga como: El lápiz rojo y el lápiz azul y el lápiz verde. A continuación, puedes pasar a tratar los verbos con los ninos mediante la representación de acciones. , Qué necesitas Dile a tu hijo que lea y ponga los lápices en su lugar adecuado debajo de la frase. Escribe ahora «La caja de lápices largos». Dile que ponga la caja encima de la frase. Ahora, con un color diferente, escribe la siguiente palabra: «dentro». Colócala entre las dos frases, dile que lea y coloca los lápices en la caja. Escribe las palabras «al lado de», dile a tu hijo que lea, saca los lápices de la caja y ponlos al lado de la misma. Finalmente, escribe la palabra «debajo» y dile que lo lea y lo haga. Continúa de este modo mientras se divierta. Mezcla las frases que has escrito para ver si puede leerlas y decirte qué es lo que tiene sentido. Descubriréis que a veces se pueden intercambiar los objetos y que la frase sigue teniendo sentido, mientras que otras veces no se puede. La caja de Iápices dentro de los Iápices. La caja de lápices al lado de los lápices. Los lápices al lado de la caja de Iápices. Papel, rotulador y círculos o discos rojos grandes para los verbos (hechos de la misma forma en que hiciste los triángulos), y círculos naranjas para los adverbios. Cómo se juega En primer lugar, juega a identificar los verbos. Escribe la acción en un papel y dile que la represente. Enfatiza el hecho de que es algo que se hace, y no un objeto. Escribes un verbo y lo representas; luego le pides que adivine qué palabra es. Observarás que siempre elegirá palabras de acción para describir lo que estás haciendo. Dile que escriba una palabra de acción y que la represente, y tú tienes que adivinar qué es lo que está haciendo. De manera natural, llegaréis a una gran variedad de diferentes palabras que son acciones. Finalmente, tú escribes y él actúa. Cuando hayáis hecho muchas, introduce los círculos rojos, diciendo que los utilizamos para identificar las palabras que nos dicen qué hay que hacer. Para ampliar el juego incluyendo los adverbios, juega como hemos indicado más arriba, pero esta vez, cuando tu bijo baya completado la actividad, añade otra palabra con un color diferente. Por ejemplo, escribe «saltar» y pide a tu hijo que lo haga. Entonces, según como lo haga, escribe otra palabra con un color diferente para cambiar la manera de hacer esa acción. Por ejemplo, si saltó muy poco, escribe la palabra «lejos»; si saltó midosamente, escribe «silenciosamente». Hazlo tantas veces como él quiera y luego cambia el orden de las palabras. A veces es posible hacerlo y otras veces no: depende de su propio criterio. Para colocar los símbolos, pídele a tu hijo que identifique la palabra que le dio a entender lo que tenía que hacer y coloca un círculo rojo en la parte superior; ahora pídele que identifique la palabra que indicaba «cómo» hacerlo y coloca el círculo naranja encima. Ahora podéis pensar muchas frases que describan acciones y cómo hacerlas. Asegúrate de representarlas, ya que esto te permitirá sentir lo que hacen las palabras. Tomar más conciencia de lo que hacen las palabras y cómo lo hacen ayudará a tu hijo a enriquecer su uso del lenguaje y su capacidad para aprovechar más la lectura. Representar o actuar con los objetos es la expenencia clave en estas actividades, ya que empieza a tener un efecto personal en la manera de sentir e interpretar las palabras. Los símbolos también son muy importantes, porque ofrecen a la mente un patrón de asimilación que le habla sobre cómo funcionan en conjunto nuestras palabras, mejor que cualquier explicación que podría ofrecer un profesor. Todo el proceso es de exploración. En un nivel profundo, los niños ya entienden todos los principios del lenguaje; y podemos afirmar esto porque de hecho lo hablan. Lo que hacen estos juegos es simplemente explorar ese lenguaje a un nivel diferente y de manera sistematizada. 8 La escritura creativa y correcta Aunque a lo largo de este libro hemos utilizado el lenguaje de los niños como punto de partida para el desarrollo de sus habilidades de lectura y escritura, es importante reconocer que existen diferencias significativas entre el lenguaje hablado y el escrito. Mientras hablamos podemos comprobar si la persona que nos escucha ha entendido lo que estamos diciendo, y podemos volver atrás y aclarar, repetir o explicar lo que queríamos decir. Cuando escribimos, necesitamos ser mucho más precisos en el uso de las palabras y en la secuencia lógica de nuestros pensamientos. Además, cuando hablamos, utilizamos el lenguaje del cuerpo como complemento de lo que decimos: podemos levantar una ceja, levantar el dedo o emplear nuestras manos para elaborar nuestro discurso. Cuando escribimos, nuestras palabras tienen que transmitir la información que normalmente captamos a través de los diversos sentidos: las palabras escritas han de tener el poder de evocar la situación en nuestra mente como si estuviéramos ahí. La escritura también tiene el poder de emplear el tiempo de manera diferente a cuando hablamos. Cuando escribimos, es posible ir hacia atrás o hacia adelante en el tiempo, o detenemos por largos períodos de tiempo para transmitir los pensamientos de alguien; para ello el hilo argumenta1debe ser sólido y mantener su lógica. Las historias también tienen una estructura específica: en palabras sencillas, tienen un comienzo, un desarrollo y un final; normalmente, la narración se mueve a partir de un conjunto de circunstancias dadas hacia una resolución. Los juegos de los capítulos anteriores habrán ayudado a enriquecer el vocabulario de tu hijo, a hacerle consciente de cómo están escritas las historias, confiriéndole una «intuición» de cómo se pueden utilizar las palabras para transmitir los pensamientos. Ahora puedes volver a esos juegos y repetirlos para ayudar a tu bijo a formular sus pensamientos en forma de historia. Recuerda que tu hijo es un escritor. Un escritor puede elegir entre muchas perspectivas a la hora de escribir una historia: a veces, por ejemplo, son autobiográficas; a los niños les encanta explicar historias sobre ellos mismos y las cosas que les han ocurrido. En particular, les gusta explicar historias sobre cosas que les divirtieron. Y especialmente les gusta escribir sobre travesuras: una de las historias favoritas en nuestra casa es la del día en que mis hijos llenaron la bañera de agua fría y jconvencieron a su padre de que se metiera dentro! Las historias de este tipo pueden ser relativamente fáciles de estructurar, puesto que casi siempre hay un desenlace. Además, tu hijo ha vivido el suceso y, si se lo pides, será capaz de adornar los simples hechos con más detalles. También se pueden explicar historias utilizando la técnica que emplea un reportero para contar acontecimientos pasados: un informe directo de los hechos. Las historias de este tipo suelen caracterizarse por palabras como «y entonces...». Puede escribirse este tipo de historias tras una visita al parque o a un museo, por ejemplo. A veces se pueden volver a elaborar o explicar historias que ya se conocen. Un amigo mío de 6 años pasa toda la mañana escribiendo su propia versión de La bella durmiente. Habrá momentos en que a tu hijo le gustaría escribir su propia historia, pero no se le ocurie ningún tema. Intenta no desanimarte cuando rechace tus sugerencias pero siga pidiéndote que se las des. Puede ser útil pensar en un motivo para escribir una historia. Es muy importante darle un objetivo a la escritura de tu hijo. Muchos de nosotros escribimos algo con un objetivo, y lo mismo vale para la escritura de historias: o bien lo escribimos porque queremos conservar algo que pensamos, o porque queremos que alguien lea lo que hemos escrito. Considerar interesante e importante su historia en sí misma y releerla una y otra vez pueden ser para él indicadores importantes de que ha sido un esfuerzo que merecía la pena. Ayudar a tu hijo a crear un libro a partir de su historia y tal vez «publicarla» puede ser adecuado. Aquí tendrás que servirte de un procesador de textos o, por lo menos, de una fotocopiadora. Las ilustraciones pueden ser muy útiles para los escritores de historias; se pueden utilizar para dar realce a la historia después de escribirla, o pueden emplearse como la base en tomo a la cual construir la historia. Sin embargo, no le hagas pensar a tu hijo que si está escribiendo una historia, también ten- drá que dibujar, o viceversa. No a todos los niños les gusta dibujar, y algunos, por la razón que sea, sienten que no se les da muy bien. Si se percibe que la escritura y el dibujo van juntos, éste puede desalentar l&ijecución de aquélla y viceversa. Para ayudar a tu hijo a escribir bien necesitarás ayudarle a estructurar sus historias de manera eficaz. Tendrás que alentarle para que se esfuerce en ver cómo funcionan las palabras, deberás ayudarle a saborear las palabras que elija y enseñarle cómo utilizar la puntuación de modo eficaz. Haciendo todo esto, darás a tu hijo la oportunidad de convertirse en un buen comunicador. En el capítulo 3 has visto el juego de las preguntas que ayudaba a los niños a pensar y ampliar sus ideas sobre un tema que les resultara familiar. A fin de desarrollar su habilidad de referirse a un tema en lugar de hacerlo a muchos, planteaste a tu hijo muchas preguntas y gradualmente conseguiste información relevante que podía convertirse en una historia. Ahora puedes utilizar el mismo juego para desarrollar la habilidad de tu hijo de escribir y estructurar historias. Qué necesitas Papel y lápiz para tu hijo y para ti. Cómo se juega Puedes sugerir que tú y.tu hijo vais a jugar a un juego. En él tú harás muchas preguntas y ambos escribiréis las respuestas. Sigue la misma línea de preguntas que seguías cuando hacías este juego verbalmente con tu hijo. En primer lugar os tenéis que poner de acuerdo sobre el tema de vuestra historia. Respetando el tema del juego original, podrías decir: «Vamos a escribir sobre el día en que hiciste un pastel de chocolate y la batidora se estropeó». Deja claro que intentas escribir una historia sobre este suceso, pero que no hay que atenerse completamente a los hechos, puesto que esto es un cuento, iy un escritor puede hacer que en su cuento suceda todo lo que él quiera! ¿Qué nombre podemos poner a nuestra historia? El día que hice un pastel Empecemos pensando de quién habla la historia. ¿Qué puedes explicarme sobre el personaje? ¿Cuándo hiciste el pastel? ¿Dónde hiciste el pastel? ¿Por qué querías hacer un pastel? ¿Cómo hiciste el pastel? ¿Con quién hiciste el pastel? ¿Qué sucedió al hacer el pastel? ¿Cómo te sentiste? ¿Cómo se sintieron las otras personas de la historia? Para cada una de estas preguntas habrá muchas respuestas y, a lo largo de la discusión, descubriréis una gran variedad de posibilidades. A medida que se den respuestas, anótalas en una hoja de papel debajo de una palabra guía como «¿por qué?» o «¿cómo?». Apunta todo lo que sea relevante. Intenta que surjan respuestas de más de una palabra y, si se da el caso, anota más de una posibilidad. Por ejemplo: Antes de escribir la historia con tu hijo, empieza explicándole que todas las historias tienen tres partes. La primera parte es el principi ,que establece la escena de modo que cuando leas la historia sepas: P De quién trata. Cuándo sucede. Dónde sucede. Y todas las otras cosas que pueda ser importante decir para que la persona que lea la historia la pueda entender desde el principio. La segunda parte de la historia es el desarrollo; normalmente, en el desarrollo de la misma explicamos lo que les ocurre a los personajes sobre los que habla nuestra historia. Necesitamos saber: Qué sucede. Cómo suceden las cosas. Por qué suceden. ,. Recoged respuestas para todas estas preguntas. Finalmente, nuestra historia tiene que tener un final. Un final puede ser feliz o triste, divertido o serio. Pero tienes que acabar la historia. Tenemos que saber: Cómo acabó la historia No hay respuestas correctas o incorrectas y, a menos que tu hijo insista, no os tenéis que atener a los hechos de una historia real «de verdad». Una vez reunidos los datos de la historia tienes que ayudarle a entender la estructura de la misma. Escribe algunas propuestas sobre cómo podría haber acabado la historia. Dado que le has leído muchas veces a tu hijo, las fórmulas para acabar una historia le resultarán familiares. Con los años he observado que los niños muy pequeños parecen estar muy apegados a la tradición de contar cuentos y no son conscientes de su forma escrita. Parece que muchos de ellos, espontáneamente, empiezan las historias con «Un día...» y las acaban con el correspondiente «y fueron felices y comieron perdices». Planificar la historia Escribir la historia Decidid si la historia va a tener dibujos o no, y qué hacer primero: la historia o los dibujos. Tú y tu hijo podéis escribir juntos una historia utilizando el esbozo que habéis hecho. Explícale que cuando un escritor escribe una historia puede ¿Por qué hacer un pastel? Porque me gusta comer pastel de chocolate; porque tenía hambre; porque era mi cumpleaños; porque los abuelos venían a comer. elegir qué y cuánto quiere decir. Escribir una historia no significa incluirlo todo, sino más bien elegir lo más adecuado para el escritor. Escribe el título de la historia y luego decide cómo empezarla. Sigue los consejos de tu hijo; podéis escribir por turnos o tú puedes hacer de escriba. Decide lo que quieres decir, las palabras que quieres utilizar y discutir con tu hijo. Cuando llegues al final asegúrate de que la historia esté realmente acabada. Si quieres puedes escribir «FIN* al final. Parece ser que a los niños esto les gusta porque sienten la satisfacción de haber acabado algo. Después de este primer intento, anima a tu hijo a escribir historias tan a menudo como quiera, teniendo en mente las preguntas que hay que responder para que la historia sea buena. Es importante no sólo fijarse en la estructura de las historias escritas, sino también en los otros tipos de escritura que pueden resultar divertidos. El niño también necesita una ayuda para dominar el arte de escribir poesía. A los niños siempre les han gustado los poemas y las rimas, y éstas, además de ser importantes por sí mismas, han contribuido a sustentar los cimientos del proceso de lectoescritura en el que se hayan inmersos en este momento. ~ l ' a m o rnatural del niño por el ritmo y la rima le llevará de forma espontánea a crear poemas desde su primer trabajo con el alfabeto móvil. Una parte de la atracción que ejerce un poema viene dada por la forma en que está dispuesto en la página: la forma de empezar cada nueva frase en otra línea y el hecho de que, con muy pocas palabras, transmite muchas cosas. También puedes estudiar diferentes tipos de poemas, por ejemplo rimas y versos sin sentido, y ver las distintas maneras de estructurar estos poemas. Una vez establecido un marco para ayudar a tu hijo a empezar a estructurar sus historias y poemas, tendrás que empezar a fijarte de qué manera la puntuación puede contribuir a hacer una historia más fácil de leer. Reconocer cómo se utiliza la puntuación simple también ayudará a tu hijo a entender una historia. Probablemente, verás que hacia los 6 años de edad pasa de la lectura en voz alta a la lectura silenciosa. No insistas en que lea siempre en voz alta; existe una gran diferencia entre leer en voz alta para tu propia comprensión de lo que lees y leer en voz alta$aa otras personas. Leer en voz alta para otras personas es todo un arte, y requiere práctica. A menos que tu hijo lea con soltura, no es buena idea insistir en que lea a los demás en voz alta, salvo que esto ocurra espontáneamente. En todo caso, un conocimiento de la puntuación y su funcionamiento le ayudará enormemente cuando tenga que interpretar lo que lee y, en consecuedcia, le ayudará a poner más expresión en su voz. Si, por ejemplo, ves un signo de interrogación al final de una frase, tu voz empleará automáticamente el tono que se adopta normalmente cuando se formula una pregunta. Al reconocer las comillas que indican la intervención de un hablante en el texto se hace posible imaginar el personaje que está hablando. Desde los 3 anos y medio, mientras leías para tu hijo llamabas su atención sobre las letras mayúsculas, los signos de interrogación, los puntos y las comillas de manera natural y fortuita. Cuando empezó a escribir, le explicaste diversas convenciones, tales como las letras mayúsculas al principio de una frase y los puntos al final. Cuando mirabais la forma de utilizar la «y» como conjunción, introdujiste la idea de emplear la coma en una lista de elementos que van juntos. Así pues, de manera informal, has empezado a fijarte en la puntuación. Si quieres destacar este aspecto de la escritura de forma más clara, hay unos juegos que puedes hacer con tu hijo. Jueaos de uunruación Tendrás que decidir en qué signos te vas a fijar. No los abordes todos al mismo tiempo. Una posible manera de dividirlos sería la siguiente: - Las letras mayúsculas al principio de la frase y los puntos al final. Las letras mayúsculas al inicio de los nombres importantes, como los nombres de las personas y lugares. Comillas para destacar que alguien habla, incluyendo la coma que va a continuación. Signos de interrogación. Comas utilizadas para enumerar una lista de elementos. Naturalmente, existen otros signos que puede que quieras introducir, como los signos de exclamación y las comas utilizadas de maneras mucho más complejas que las mencionadas más arriba. Intenta hacerlo tan simple y claro como sea posible: no estás «enseñando» a tu hijo la puntuación, sino ayudándole a reconocerla en sus lecturas y a aplicarla, cuando se sienta capaz, en su escritura de historias y poesías. Qué necesitas Para cada uno de los temas tendrás que preparar una pequeña historia. Si no te sientes muy creativo será suficiente con mirar alguno de los libros favoritos de tu hijo y copiar algo de ahí, jelige algo corto! Según el signo en el que quieras que tu hijo se fije, escríbelo todo igual excepto ese signo en cuestión; por ejemplo, cuando te encuentres una letra mayúscula y un punto, escríbelos con un color diferente. En otra hoja de papel escribe la misma historia, pero cuando encuentres una letra mayúscula, escníela en minúscula y con el mismo color que el resto de letras. No copies los puntos, pero deja un espacio para que se puedan colocar más tarde. También tienes que escribir todas las letras mayúsculas y puntos que has quitado en pequeños cuadrados de papel con un rotulador de color (o bien, si resulta más estimulante para él, recorta pequeños cuadrados de papel en los que él anotará la puntuación correcta, a medida que avance). Asegúrate de que su tamaño se adapta a la historia preparada, ya que deben encajar en ella. Cómo se juega Toma la versión correcta de la historia y léela con tu hijo, mostrando con tu voz la pausa y la respiración que se hace al llegar a un punto. Luego mira la otra versión de la misma historia: léela, esta vez sin hacer pausas al final de las frases, pasando de una a otra y sólo deteniéndote cuando te falte el aire de verdad. Esto hace la historia muy divertida e ilustra muy bien la función del punto. Muestra la puntuación que falta y pídele a tu hijo que te ayude a corregir la historia que carece de ella. Muéstrale que tienes letras mayúsculas para el principio de la frase y puntos para el final. Dale la oportunidad de añadir la puntuación correcta a la historia incorrecta. Para finalizar, léela para ver si suena bien. Para empezar, si tu hijo lo encuentra difícil, puede copiar el fragmento escrito original; pero si puede lograrlo sin copiar, mímale a intentarlo. Cuando haya acabado, puede comprobar con el original lo que ha hec&o. Muchas veces, después de un tiempo de realizar esta actividad, observarás un uso excesivo de la puntuación durante una temporada en sus historias y poemas. En particular, el punto suele aparecer muy a menudo du: rante algún tiempo después de realizar este juego, y también se hace muy popular el signo de interrogación, ¡por lo merios parece que a los niños les gusta dibujarlo! ESCRIBIR CARTAS Ahora puedes empezar a enseñar a tu hijo algunas de las convenciones que se utilizan cuando escribimos cartas. Enséñale cómo se escribe la propia dirección y la fecha en las cartas. Explícale la forma normal de empezar y acabar una carta. Coge un sobre, divídelo en cuatro partes y enseñale que la dirección normalmente empieza en el primer cuadrante y que prosigue verticalmente desde este punto. Anímale a escribir a gente. De manera bastante natural, tu hijo ha estado desarrollando su habilidad de deletrear correctamente: a medida que lee, mejora su deletreo. Has hecho muchos juegos que le ayudarán a adquirir más fluidez en la lectura, y que también le han ayudado con la ortografía. Ser capaz de escribir sin cometer faltas de ortografía no significa necesariamente ser más inteligente o que a uno le han leído más cuentos que a otro; hay muy buenos escritores que cometen terribles faltas de ortografía, y niños que no cometen errores ortográficos pero que son incapaces de escribir nada. Dicho esto, desde luego que es mejor no cometer muchas faltas de ortografía. Cuanta más experiencia adquiero con niños que, por naturaleza, deletrean bien, más convencida estoy de que, aunque ciertas combinaciones de letras tienen que aprenderse, un buen deletreador es alguien que intuye los patrones de las palabras. Es alguien que es capaz de aplicar un conocimiento de los pa- trones al arte abstracto de la ortografía. Estoy convencida de que esta habilidad se ha desarrollado desde una edad temprana y que es una combinación de: La habilidad de reconocer similitudes y diferencias entre patrones ortográficos. La habilidad de comparar y contrastar patrones ortográficos. Tener un buen sentido de la forma. Ser capaz de predecir secuencias probables. Ser capaz de intentarlo sin miedo al fracaso. Todas estas habilidades se han desarrollado en los niños mucho antes de pensar siquiera en la necesidad de deletrear. Además, el enfoque sonido-letra que tu hijo empleó con el alfabeto móvil le ayudó a ganar confianza para escribir cosas sin preocuparse o tener miedo de hacerlo mal. Fue capaz de elaborar palabras, a veces dividiéndolas en las partes que las componían cuando eran muy largas o constniyéndolas sílaba a sílaba. También ha desarrollado buenas técnicas de reconocimiento del sonido y la rima y, por lo tanto, comprende que una palabra que suena como otra es muy probable que se deletree igual. Puede oír la diferencia entre «previsión>*y «estación» y será capaz de aplicar «-sión» a palabras como «televisión» y «-ción» a palabras como «atención». Sin ser necesariamente consciente de ello, al realizar las actividades de este libro has estado preparando indirectamente a tu hijo para deletrear bien. Aprender listas de deletreo en casa no sería muy productivo, porque una lista no tiene un objetivo real. Los juegos de deletreo son mucho más divertidos. He aquí algunas ideas. Ahora saca todas las cartas del sobre que contienen este sonido. Léelas sin seguir ningún orden específico y colócalas boca abajo en n montón. Tu hijo debe escribir cada palabra debajo de la grafía correspondiente. Al final él mismo puede repasar las cartas para comprobar cuántas palabras ha escrito bien. En este juego se pueden observar distintos patrones, por ejemplo que el sonido «z» al final de palabra siempre se representa con la letra a » , pero no con la «c», etc. Algunas de las generalizaciones tienen excepciones («jirafa» se escribe con «j», y no con «g»; el uso de la grafía «k» no sigue ninguna regla, etc.), pero conseguir observar reglas ortográficas es una experiencia que será de gran utilidad para tu hijo. 9.. Otra manera de estudiar las palabras y cómo se escriben es fijarse en la manera como cambian del singular al plural o del masculino al femenino. Qué necesitas , Para los singulares y plurales debes reunir un buen número de palabras; sin embargo, asegúrate de que tienes: - Palabras cuyo plural se forme añadiendo <<S»: pájaro-pájaros; gatogatos, etc. - Palabras cuyo plural se forme añadiendo «es»: canción-canciones; reloj-relojes, etc. - Palabras compuestas, es decir, aquellas formadas por dos palabras y cuyo plural se forma según el Último miembro componente: parasol-parasoles; guardarropa-guardarropas, etc. - Palabras invariables, es decir, aquellas que no cambian al formar el plural: un 1dos abrelatas; un 1dos sacacorchos; un 1dos salvamanteles, etc. Sobres de sonidos clave 2 Toma uno de los sobres que preparaste para la versión de este juego que apareció en el capítulo 7. Pídele a tu hijo que escriba todas las posibles maneras de representar el sonido «z» que recuerde; puede mirar las cartas si lo necesita. Escribe cada una de las combinaciones de este sonido en la parte superior de una página. Para los masculinos y femeninos también necesitas reunir bastantes palabras; debes encontrar: - Palabras cuyo femenino se forme cambiando la «o» o la «e» del masculino por una «a»: niño-niña; abuelo-abuela; gigante-giganta; elefante-elefanta, etc. - Palabras cuyo femenino se forme añadiendo una «a» al masculino: león-leona; bailarín-bailarina; profesor-profesora. etc. - Palabras cuyo masculino y femenino no tengan conexión: padremadre; caballo-yegua; toro-vaca, etc. - Palabras cuyo femenino termine en «-esa», «-isa*, «-ina» o «-trizn: príncipe-princesa; poeta-poetisa; rey-reina; gallo-gallina; emperador-emperatriz, etc. Cómo se juega Dile a tu hijo que coloque los nombres colectivos en una4. columna y que empareje cada uno de ellos con el animal apropiado. Tendrás que haber puesto un símbolo de unión detrás de cada pareja, para que pueda comprobarlo por sí mismo. Palabras dentro de ualabras Recuerda que existen palabras invariables cuyo género viene determinado por el artículo (el 1la alpinista; el 1la dentista, etc.) y que no en todos los nombres en los que existe alternancia entre el masculino y el femenino dicha alternancia designa una diferencia de sexo. En algunas ocasiones designa a la persona que ejerce un oficio y su lugar o instrumento de trabajo (costurero-costurera; verdulero-verdulera, etc.); en otras, el árbol y su fnito (cerezo-cereza; naranjo-naranja,'etc.); y en otras, una diferencia de tamaño (barco-barca; bolso-bolsa, etc.). Elige una palabra larga como «cocodrilo» y pregunta a tu hijo cuántas palabras puede hacer a partir de ella: coco, loco, dilo, dócil, ocio, color 3 Necesitas hacer grupos de cuatro cartas que contengan palabras con la misma terminación o que empiecen igual. Por ejemplo: camión, balón, avión, cajón; fresa, freno, frío, frase; zapatero, pastelero, peluquero, cocinero. Cómo se juega Para los singulares y plurales, dale a tu hijo dos lápices de colores. Lee y mezcla las tarjetas. Pídele que escriba las palabras en columnas y que emplee siempre para el plural un color distinto. Dile que intente hacerlo de memoria. Para los masculinos y femeninos, escribe las palabras en tarjetas y dile que las mezcle y empareje. Para empezar, hazlo por grupos. Cuando las haya visto y pueda ordenarlas, dile que tome dos lápices de colores diferentes y que las escriba. Nombres colectivos A los niños también les gusta emparejar los nombres colectivos; hay algunos muy pintorescos. Haz, una vez más, pequeiías tarjetas que puedan colocarse en dos columnas: rebaño-corderos; manada-lobos; bandada-pájaros; gente-personas, etc. J u ~ a ar las cartas Cómo se juega !' 1 I 1 1 1 1 1 Puedes jugar al Rápido, un sencillo juego de naipes en el que os repartís las cartas para luego descartaros por turnos. Cuando aparezca una carta similar a la que ya hay en la mesa (en este caso que contenga una palabra que empiece o acabe por un sonido similar), quien grite antes la palabra «rápido» gana todas las cartas que están sobre la mesa. Otra opción es jugar a recordar parejas. Para ello, debes colocar todas las cartas boca abajo y por turnos levantáis dos de ellas. Si contienen un sonido similar, el jugador que las ha levantado se queda con ellas. En caso contrario se les da la vuelta otra vez. Gana el jugador que consigue formar un mayor número de parejas. Observarás que tu hijo queda fascinado al darse cuenta de cómofuncionan las palabras y que se divierte haciendo estos juegos. En el caso de que observaras que, pese a la ayuda que le has prestado durante los primeros seis años de su vida, a los 7 años de edad tu hijo todavía tiene que es- forzarse mucho, habla con sus profesores para saber qué piensan ellos al respecto. Si todavía estás preocupado, puede ser conveniente investigar más para descubrir si padece dislexia o algún otro tipo de dificultad con las palabras Tu hijo ya puede escribir claramente y se siente seguro expresándose a través de la escritura. Su deletreo es bastante bueno y escribe historias imaginativas y bien elaboradas. Probablemente, sería el momento adecuado para enseñarle a escribir en sucio y realizar luego una copia en limpio cuando quiera escribir para ocasiones especiales. ¡Antes de haber llegado a este nivel nunca hubieras imaginado que le pedirías que hiciera esto! Tambien le enseñarás cómo consultar el diccionario utilizando su conocimiento del orden alfabético, iy su buena intuición! Se encuentra ahora en el período en el que lee y escribe bien. Se divierte con los libros y le encanta leer solo y contigo. Le gusta mirar libros de referencia, así como leer obras de ficción. Parece llevarse bien con las palabras. Te sientes orgulloso, y con razón, por el hecho de que aprendió todo esto simplemente viviendo en un entorno que era lingiiísticamente rico, y además se divirtió con el lenguaje. ¡Felicidades a todos! «iAyúdame a hacerlo solo!» ¡Qué elocuente es esta demanda paradójica! Los adultos deben ayudar a los niños, pero deben hacerlo de modo que ellos puedan hacer las cosas por sí mismos y llevar a cabo su propia tarea en el mundo. Plantillas y otros recursos En este capítulo encontrarás referencias a diversos materiales y equipamientos, así como información, que te ayudarán a disfmtar de los juegos y las actividades que recomiendo. Nada de lo que se propone aquí resulta caro ni requiere mucho tiempo hacerlo, y todo ello te ayudará a crear un entorno rico que llevará a tu hijo a leer y escribir con placer y facilidad. Empezamos por el principio con una serie completa de plantillas que constituirán la base del reconocimiento de las letras y, finalmente, de la lectura y la escritura. Pueden utilizarse para elaborar las letras de papel de lija y el alfabeto móvil que se describen en el capítuio 3, je incluso pueden emplearse para el juego de clasificar tarjetas! Estas plantillas son fáciles de hacer y sólo requerirá una pequeña inversión de tu tiempo. La fotocopiadora hace las cosas todavía más fáciles: puedes hacer múltiples copias para los juegos que las precisan o ampliarlas o reducirlas según las necesidades y preferencias de tu hijo. Te recomiendo que tengas un juego origina1 y que utilices la fotocopiadora para los juegos. Hacer las letras de ~ a . ~de e llija Qué necesitas Para confeccionar las letras que se utilizan en este libro necesitas cartu- . lina de tres colores diferentes para montar las letras en ellas: un color para las vocales, otro para las consonantes simples y otro para las consonantes dobles. Los colores tradicionales que se utilizan en las escuelas Montessori son: el azul para las vocales, el rosa para las consonantes simples y el verde para las consonantes dobles, pero puedes emplear los colores que desees. También necesitas: Un material táctil para hacer la forma de las letras: el papel de lija (como sugiere el nombre) es el material tradicional, pero también puedes utilizar papel de dibujar o pintar del grado más alto, o terciopelo (que es agradable al tacto, pero que tiende a desgastarse con el tiempo). Si utilizas papel de lija, emplea el de grado más fino. Las plantillas que encontrarás al final de estas instrucciones, en las páginas 198-206. Qué hay que hacer Fotocopiar las plantillas. Decide previamente si además de usar las letras del alfabeto español y la «rr» también vas a querer emplear las grafías «gu» y «qu», esta última en sustitución de la «q». Recorta las letras de las plantillas negras. Sujétalas o pégalas en el reverso del papel o material que has elegido (recuerda que has de colocar las letras invertidas; si no lo haces, al recortarlas, itodas las letras saldrán al revés!). Recorta las plantillas con tanto cuidado como puedas y pega las letras de papel de lija u otro material en la cartulina del color apropiado, que previamente has preparado. Utiliza las plantillas para valorar el tamaño de cartulina que necesitas; las consonantes dobles precisarán una cartulina un poco más ancha que las letras normales. Puedes poner una pequeña marca para indicar dónde se debe empezar a repasar la letra y también una línea sombreada en la base para que tu hijo sepa en qué sentido hay que colocarla. Consulta el diagrama de la página 105 de este libro, que te indica dónde colocar el punto y las flechas de dirección, para que tu hijo repase la letra con el movimiento correcto. Para hacer el alfabeto móvil ¡Esta actividad es imprescindible! Es bastante fácil de hacer. Toma las plantillas de las letras y reduce su tamaño con una fotocopiadora para que las letras como la <<a>> y la «o» tengan unos 5 centímetros de altura. Las letras como la «y» y la «h» deben tener aproximadamente 10 centímetros de altura. Qué necesitas 4- el fondo Cartulina de color; emplea el mismo color que utilizaste para de las letras de papel de lija. Haz unas 8-10 kotocopiasaé cada consonante y unas 12 de cada vocal. No olvides los puntos para la «i>>y la « j »y un sombrerito para la «ñ». Hacer Ia caja para guardarlas es un poco más difícil, ya que tiene que ser bastante grande. Recomiendo dos posibilidades: Muchos supermercados tiran cajas de cartón para botellas. Pueden tener capacidad para 6 o 12 botellas y cuentan con divisores de cartón. Recorta la caja y las partes divisorias hasta que obtengas una bandeja de unos 5 centímetros de altura. Júntalas y crea una caja que tenga suficientes compartimentos para las letras. También puedes buscar una caja de cartón con tapa. Utiliza la tapa como bandeja. Recorta tiras de cartón de la longitud y anchura de la caja y practica ranuras cada 10 centímetros aproximadamente. Encaja las tiras de cartón en las ranuras para formar una rejilla; a continuación, encájala dentro de la tapa. Fotocopia las letras del nombre de tu hijo y practica agujeros en ellas. Enhebra una aguja grande con lana de un color bonito y ata un nudo al final. Si tu hijo es suficientemente mayor para enhebrar solo su aguja, prepara una «trenza» o «madeja» de lana multicolor de una longitud adecuada y sujétala holgadamente en cada uno de sus extremos. Enséñale cómo sacar una hebra de la lana desde la mitad de la madeja, un hilo cada vez. De este modo, la madeja queda intacta y puede elegir de entre una bonita serie de colores sin tener que utilizar las tijeras. Recortar letras Dile a tu hijo que elija sus letras favoritas y que las recorte. Puedes pe. garlas en papeles de diferentes colores para decorar el papel. A algunos niños les gusta hacer dibujos, a otros formas, iy a otros dibujar letras! Si todavía no escribe pero recorta bien, puedes utilizarlas para elaborar un pequeño léxico. Ayúdale a hacer tarjetas para enviar a las personas queridas, recortando, pegando y decorando la inicial de sus nombres. 1 t i i Hacer palabras rom~ecabezas En los capítulos 6 y 8 se han presentado juegos que utilizan las llamadas «letras rompecabezas» (las denominamos así porque comparten la representación de un sonido con otras letras, por lo que las palabras resultantes son difíciles de escribir bien). Más adelante, en este mismo capítulo, facilito las plantillas de una posible lista de palabras que puedes utilizar, pero evita hacer una lista exhaustiva: todo lo que necesitas son unas 10 o 12 para cada gmpo. Tu hijo aprenderá muchas más simplemente leyendo. 1 1i 1 1 j ii 1 i Qué necesitas S 1 Debes hacer dos grupos de tarjetas de palabras rompecabezas, para lo que necesitarás dos tipos de cartulina de color (la cartulina es mejor porque utilizarás estas letras aisladamente, con el alfabeto móvil y como guía para el deletreo). Haz cada tarjeta de unos 10-15 centímetros de largo y unos 5 centímetros de ancho. Elige un color para el primer gmpo y otro para el segundo. Guarda las tarjetas en una pequeña caja en el escritorio de tu hijo para que siempre pueda encontrarlas cuando las necesite. Cuando escribas las palabras rompecabezas en las tarjetas, recuerda que debes escribirlas siguiendo el mismo tipo de letra que seguiste con las letras de papel de lija. Hacer las tarjetas Dara clasificar Estas tarjetas pueden servir a tu hijo de dos maneras: a partir de los 2 años de edad pueden emplearse para ampliar el vocabulario, y también cuando tu hijo está empezando a leer, hacia los 4 años y medio. Qué hay que hacer i l i Puedes hacer tantos juegos de tarjetas como desees. Intenta seguir 10s intereses de tu hijo. Cada tarjeta debe tener una imagen clara del objeto cu- yo nombre le enseñarás, y cada juego sólo debe contener imágenes relacionadas entre sí. Para los niños muy pequeños (entre los 2 y los 4 años), consigue imágenes de objetos que se encuentren en su entorno.$igrupa las tarjetas según su localización. Podnas, por ejemplo, reunir imágenes que muestren objetos de la casa. Si lo haces, cada grupo debería organizarse según las habitaciones de la casa: por ejemplo, un grupo de objetos del baño, de la cocina, del dormitorio y del salón. Puedes reunir imágenes que muestren los objetos del barrio. Por ejemplo, un conjunto de imágenes del parque, del supermercado, de la calle o del jardín. ! 1 3 Cuando tu hijo se haga mayor puedes fijarte en otros «gmpos» de objetos que puedan interesarle para organizar las imágenes de manera cada vez más específica, de acuerdo siempre con sus intereses. Cuando sea posible vincula las tarjetas con la exploración que tú y tu hijo hacéis del mundo real. Si reúnes tarjetas de las cosas que puedes encontrar en el parque (un banco, un tobogán, los columpios, los trepadores, una pista de tenis, etc.), ve luego allí y obsérvalos. Si has recopilado imágenes de animales, cuando salgas al campo intenta buscarlos o llamar la atención de tu hijo cuando los veas. Por ejemplo, puede que hayas reunido una coleccióu de imágenes de animales domésticos: un gato, un perro, un conejo, un hámster, un pez de colores. Cuando salgáis puedes llamar la atención de tu hijo hacia la diversidad de gatos, perros, hámsters, etc. que pueda ver. Si le gusta particularmente un determinado tipo de animal (digamos un gato) puedes hacer otro juego de tarjetas que muestren las diversas especies de gatos, tales como el gato persa, el atigrado, el siamés o el abisinio. También puedes reunir imágenes de animales y ordenarlas según su clase: mamíferos, pájaros, reptiles, anfibios y peces. Asimismo, puedes mirar flores y clasificarlas según el lugar donde se pueden encontrar: flores de jardín, flores alpinas, flores silvestres, flores de invernadero. Intcnta siempre elegir imágenes que reflejen el entorno de tu hijo. De esta manera le ayudarás a explorar con más detalle su mundo y a desarrollar el vocabulario para ampliar su pensamiento y hablar de lo que ve. ¡Tal vez tu hijo se convierta en un experto en reconocer todos los modelos de coches de la carretera, si es éste su interés! 1 Dónde encontrar las imágenes para las tarjetas Libros de imáaenes Los catálogos de ventas son buenos para encontrar imágenes de la casa y del jardín. Si tienes una cámara puedes tomar tus propias fotografías. Las postales son una buena fuente de imágenes y las puedes comprar en una buena papeleda, en museos y en galerías. Un grupo de niños que tuve una vez se contagiaron de mi entusiasmo por Monet, y aunque ninguno de ellos tenía más de 6 años, podían reconocer muchas de las pinturas, iy formular juicios sobre el tipo de tema que parecía gustarle al pintor! Dibuja imágenes que expliquen una historia simple y p í d e g a tu hijo que las ponga en orden. Puedes contar una historia a partir de las imágenes. Toma fotografías de un día cualquiera de la vida de tu hijo (o de cuaL quier otro acontecimiento secuencial); dile que las organice siguiendo algún orden y que las pegue sobre una cartulina de color. Júntalas con cintas. Si lo haces en la esquina será más fácil pasar las páginas. Si tu hijo sabe leer puede que quiera escribir una o dos palabras debajo de las imágenes o te puede dictar lo que quiere que le escribas. Cuando sepa leer más, puede dejar la página siguiente en blanco para escribir su propia historia. Cómo hacer las tarjetas Si quieres que las tarjetas sirvan para ampliar el vocabulario y para la lectura, convendría que te hicieras con dos copias de cada imagen: una se utilizaría para enseñar el nombre del objeto y la otra como mecanismo de autocomprobación, como «control del error», cuando tu hijo escriba. Pega las imágenes en cartulinas de colores. Haz las tarjetas del segundo gmpo más altas que las del primero, ya que tendrás que escribir los nombres de los objetos debajo. Haz un conjunto de etiquetas separadas para el primer gmpo. Utilizarás este grupo tal y como se describe en el capítulo 3, ense ñando los nombres de las tarjetas mediante la lección en tres períodos. Cuando tu hijo ya sepa leer (véase el capítulo 7), leerá las etiquetas y las emparejará con las tarjetas del primer grupo. Entonces utilizará el segundo grupo de tarjetas para comparar imágenes y palabras e intentar leerlas correctamente. Si no puedes comprar dos juegos de imágenes, puedes hacer un gmpo de etiquetas y escribir simplemente el nombre del objeto detrás de la imagen. De este modo, una vez haya leído la palabra en la etiqueta podrá girar la imagen para ver si ha identificado correctamente el objeto. Es importante proporcionar este mecanismo de autocorrección a fin de que se sienta a cargo de SU propio progreso, lo cual es muy positivo para su autoestima. A lo largo de este libro, os he animado a ti y a tu hijo a elaborar vuestros propios libros. He aquí algunas ideas para todas las edades. Libros de letras Dobla un trozo de papel en tres o más secciones para crear un libro en zigzag o en forma de abanico. Pon letras en la parte de arriba de cada sección. Puedes recortarlas del periódico o de las plantillas de letras, puedes dibujarlas o puede hacerlo tu hijo. Pueden ser las letras de su nombre o de un objeto. Puedes encontrar imágenes que empiecen con el sonido de las letras que hay en cada página, o tu hijo puede dibujar objetos que empiecen con ese sonido. Puedes hacer un libro alfabético con tu hijo. A medida que lea más letras de papel de lija, puedes añadirlas a su libro: que busque imágenes que empiecen con esa letra y las pegue en la página correspondiente. Hazlo con hojas grandes de papel que luego puedas unir, para que sea posible ampliar el libro. Recuerda que en este período no conoce la secuencia del alfabeto. Cuando tengas un libro con todas las letras y ya conozca la secuencia, puedes sugerirle que lo organice según esta secuencia. Estos libros pueden contener o no imágenes. No hagas que tu hijo piense que el dibujo tiene que acompañar siempre a la escritura. A algunos niños les gusta dibujar y a otros no. Gradualmente, a medida que tu hijo empiece a contarte historias, puedes empezar a escribirlas para él en forma de libro. Verá escritas las palabras que ha dictado. No cambies las palabras que utiliza o el sentido de lo que dice en esta etapa. Sin embargo, asegúrate de deletrearlo todo correctamente. Puedes ilustrar la historia o simplemente guardarla con una bonita cubierta que hayáis hecho juntos. Aségurate de poner en la cubierta el título y el nombre del autor. Léesela cuando quiera. Él también la cogerá para «leerla». Puede que tu hijo comience a hacer muchos dibujos en los que empieza a poner etiquetas y, ocasionalmente, globos de diálogo. Intenta recopilarlos. Cuando tu hijo sepa escribir bastante bien puede hacer un dibujo que contenga una historia y debes animarle a escribir algunas frases para describirla. Debería dársele bastante bien si ha estado utilizando el alfabeto móvil. En el capítulo 8 hemos visto cómo puedes ayudar a tu hijo a estructurar una historia y a escribirla. En este caso, la historia viene primero y puede ilustrarse si así lo desea tu hijo. Para empezar, escribid juntos una historia, y, luego, anímale a escribirla solo después de haber discutido su posible contenido. Puedes transformarlas en un libro transcribiéndolas en el ordenador y encuadernándolas; se pueden encontrar buenas encuadernaciones en las papelerías. Algunas simplemente juntan las páginas, mientras que otras las fijan a través de una serie de agujeros. Intenta que el libro se parezca a un libro real. PLANTILLAS DE LETRAS 1i Para hacer las letras de papel de lija puedes hacer una fotocopia ampliada de las plantillas de letras que aparecen en las páginas siguientes. 3 f C 199 PALABRAS ROMPECABEZAS 1 PALABRAS ROMPECABEZAS 2 PALABRAS ROMPECABEZAS 2 (CONTINUACI~N) PALABRAS ROMPECABEZAS 2 (CONTINUACI~N) Este tipo de papel ayudará a tu hijo a formar el cuerpo princ#$al de la letra dentro de la franja sombreada, al tiempo que deja a su criterio la altura de Los trazos ascendentes y descendentes. ESCRIBIR EN PAPEL PREPARADO Las muestras de papel que proporcionamos más adelante (páginas 218219) servirán a tu hijo como guía para ayudarle a situar sus letras correctamente en el papel. Es importante elegir un papel que se adapte bastante al tamaño de w escritura cuando escriba sobre papel liso. El tamaño que emplea para escribir su nombre suele ser una buena guía. PAPEL CUADRICULADO ,I .1 . I,, 4 () .t > !t .i $1 ! ,:~ % ,% j ' ,$ 3 . Este papel permite a tu hijo escribir letras sobre una línea base, pero no las limita a un tamaño particular. Anímale a intentar que todas sus letras sean más o menos del mismo tamaño, utilizando el papel cuadriculado como guía. I Aquí el papel tiene la misma función que la franja sombreada, aunque la línea punteada está menos definida y puede borrarse para dejar una sola línea sobre la que escribir, Si decides fotocopiar más de un tipo de plantilla, sena útil para tu hijo que estuvieran fotocopiadas en diferentes colores. Esto le facilitba su identificación, y además es bonito no tener que escribir siempre sobre papel blanco. En el capítulo 7 hemos explorado diversas técnicas para que tu hijo pueda descubrir que las palabras tienen funciones diferentes. Pueden recortarse los siguientes símbolos y utilizarse para elaborar el patrón de las formas que tu hijo coloca sobre las etiquetas que escribes. En este capítulo, puedes encontrar plantillas para todos estos símbolos. Guárdalos en pequeños montones, para que sólo tengas que sacar los que necesitas para cada juego. I CUATRO L~NEASCON UN CÓDIGO DE COLORES Cuando fotocopies estas líneas, tendrás que repasar las letras del medio con azul y la superior y la inferior con rojo (puedes utilizar cualquier color, pero recuerda que tendrán que ser los mismos si quiere escribir sobre una pizarra). Este papel proporciona una guía sobre el tamaño de todos los trazos de las letras. Los trazos ascendentes llegan hasta la línea roja superior y los descendentes hasta la línea roja inferior, mientras que el resto de las letras encajan entre las dos líneas azules. 10 triingulos pequeños azul celeste 10 viingulos medianos azul marino 10 tn&gulos grandes negros - 10 tiras rasas (en forma de guión) 10 lunas crecientes verdes D Equipo de letras Todas las letras del abecedario con repetición de las vocales &alizadas en madera pintada. Jugando con las palabras 10 tableros y 60 fichas con palabras que empiezan igual, terminan igual o tienen una forma similar. Letra-imagen-palabra 81 fichas realizadas en material lavable para establecer asociaciones entre una imagen, la palabra que la describe y la inicial de dicha palabra. LO discos o circulas pequeños naranjas 10 discos o círculos rojos Letras magnéticas Tres abecedarios completos elaborados en material magnético. JUEGOS ÚTILES Y DIVERTIDOS QUE PUEDES COMPRAR Existen muchos juegos disponibles en el mercado que son útiles y divertidos y que pueden apoyar el aprendizaje de tu hijo. Sílabas 100 sílabas impresas en letras mayúsculas de imprenta. BINNEY & SMITH A. M. B. DIDÁCTICOS (PARANA-ENTRE Ríos) (Se pueden comprar por Internet) ABC escolar Mini stampers Juego de mini tampones para crear mensajes. 105 letras mayúsculas impresas en letra de imprenta. CHARTON (BERCHAT) Armando palabras Maleta magnética 27 imágenes en singular y plural con las 156 letras necesarias para formar las palabras. Material lavable y de gran colorido. Maleta de actividades educativas para aprender a contar y a escribir gracias a las letras y cifras magnéticas suministradas por el producto. Edad: a partir de 3 años. Puzzle de letras Letras y palabras 36 letras magnéticas en mayúscula. Edad: a partir de 3 años. Un juego para formar palabras asociando en el orden adecuao las letras correctas. Las piezas contienen imágenes a las que se deben añadir las letras que forman su nombre. Edad: de 5 a 8 años. 36 letras magnéticas en minúscula. Edad: a partir de 3 años. Los sonidos Un abecedario magnético. Edad: a partir de 3 años. El abecedario Puzzle gigante. Cada letra es la inicial que corresponde al dibujo ilustrado. Las letras se representan en mayúsculas (letra de palo) y en minúsculas (letra de caligrafía). Edad: a partir de 4 años. El pequeño ABC Juego interactivo de discriminación auditiva y percepción visual. El niño debe reconocer un sonido y rápidamente identificar en el tablero de juego la imagen del objeto que lo ha producido. Contiene una cinta con 46 sonidos. Edad: a partir de 5 años. Sílabas y palabras 24 puzzles con dibujos y palabras escogidas. Un juego para aprender cómo se forman las palabras (juntando silabas) y, a la vez, cómo se separan. Las letras están representadas en minúscula y en el formato caligrafía. Edad: a partir de 5 años. Puzzle en el que se debe completar el abecedario. Las piezas contienen imágenes e iniciales en mayúsculas (letra de palo) y en minúsculas (letra de caligrafía). Edad: de 3 a 6 años. Jugamos a deletrear? Formar palabras Juego que introduce al niño en la lectura y la formación de palabras a través de un ingenioso sistema de fichas autocorrectoras. El niño, por sí solo, deletrea las palabras y puede saber si la solución hallada es la correcta. Edad: a partir de 5 años. Las vocales Diez puzzles de dos piezas para asociar cada imagen con su vocal correspondiente. El troquel de mayúsculas y minúsculas es el mismo en cada vocal, lo que permite intercambiar ambas piezas. Edad: a partir de 3 años. Puzzle que fomenta la relación que existe entre las grafías y las imágenes o palabras. Edad: de 3 a 4 años. ¿Jugarnos al ABC dario? Dominó en el que deben asociarse imágenes con la inicial de su nombre y puzzle en el cual se debe unir una pieza que contiene una imagen con otra que contenga la letra mayúscula (letra de palo) y la letra minúscula (letra de caligrafía) de su inicial. Edad: de 4 a 5 años. Jugamos a las vocales? 20 piezas de madera, 10 letras de gomaespuma y una cartulina con acti: vidades. Las letras se representan en mayúscula y en minúscula. Además de asociar cada dibujo con su correspondiente vocal, los niños pueden disfrutar de otros juegos con las letras de gomaespuma y la cartulina de actividades. 1i i juego de los adultos (encadenando palabras de creación propia), pero con un sistema de puntuación más sencillo. Edad: de 5 a 10 años. 4" Las letras Scrabble cartas Tarjetas ilustradas que están separadas en tres partes. Una parte contiene la imagen de un animal junto a la inicial de su nombre escrita en letra mayúscula, otra tiene la inicial en minúscula y en la tercera aparece el nombre del animal. Todas las tarjetas están recortadas de forma especial para que puedan encajarse fácilmente. Juego de cartas para jugar al Scrabble. Contiene letras mayúsculas. Edad: a partir de 10 años. PINITOS EDUCACIONAL (FALOMIR JUEGOS) Mi primer abecedario Descubrir ... las letras Puzzle de madera con letras minúsculas (letra de caligrafía). Edad: de 4 a 6 años. Imágenes partidas que deben recomponerse. Cada parte contiene una letra del nombre de la imagen. Edad: a partir de 4 años. Descubrir ... la lectura Proyecta tus cartas Puzzle que fomenta la relación que existe entre las grafías y las imágenes o palabras. Edad: a partir de 3 años. Conjunto de plantillas de letras, colores y dibujos que pueden retroproyectase. El problema es que se necesita el proyector Disney. POPULAR DE JUGUETES Letramix vertical Mi primer Scrabble Juego para formar palabras unas dentro de otras en cualquier dirección. Edad: a partir de 8 años. Un juego para deletrear con fichas de gran tamaño codificadas por colores. Hay 15 láminas de dificultad progresiva. Las tres Últimas fichas constituyen un pequeño Scrabble adaptado para introducir construcciones de palabras cruzadas. Edad: a partir de 1 año. Pizarra magnética acompañada de un alfabeto magnético. Edad: a partir de 3 años. Scrabble junior Suelos divertidos Un juego para deletrear con dos niveles de dificultad. En el primer nivel se deben reproducir las palabras escritas en el tablero junto a las imágenes que las representan. En el segundo nivel se puede jugar como en el Puzzle tamaño 30 x 30 de 26 piezas y realizado en gomaespuma. Contiene las letras del abecedario y las piezas se pueden montar formando cubos o a modo de alfombra. Pizarra magnética .. .. .. ........ . . ............. . . . .-............... ... ... ... ... ......... . . . ............... . . . . ... . .. ... ... ... ........ .. ... ... ... .............. .. ... ... .... ............. .. .......... .. ... ... ... ... ... ... -............... .. .. .. .. .... .... ....-.... .... .... .... ........ .... . . . . . . . . . . . . . . . . . . +....,...,... . . . . .. .. <....,...,...,... .. .. .. .. .. .. .. .. ..>...,...,...4... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . . . . ....,...+...,...,...,... . . . . . . . . +...+. ...,...,... . . . . . . .<..................... . . . . . . . +... :...,...*.+ ...,...,...<....>.... . . . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... .. ... .. .. .. .. .... . . .. .. ....... .. .. .. ................ .. .. ...--........ .. .. .. .. ........ .. .. .. .. .............. .. .. .. .. ........... .. .. ... ... ........... ... ... ....-.... .. .. .. .. -.. ........ ........ ........... ............ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....... ... .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....'...+ ...)...,...<....,...,...>..-1..+...,...,...4...*...,...,...*..+ ...,...,... 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Mick Inkpen (Hodder), Wibbly Pig (trad. cast.: Juego al escondite con el cerdito Wibbly, Barcelona, Timun Mas, 1997), Kippers Toy Bo (trad. cast.: ¿Dónde está el osito Kipper?, Barcelona, Timnn Mas, 1998). Eric Hill (Puffin), Where's Spot? Shirley Hughes (Walker Books Ltd), Bathwater's Hot, Colours, Noisy, Two Shoes New Shoes (al1 in rhyrne). Jan Ormerod (Walker Books Ltd), Dad's Back, Messy Baby. Janet and Allan Ahlberg (Puffin), The Baby's Catalogue, Peepo. Shigeo Watanabe (Red Fox), How Do IPut it On?, I'm Having a Bath with Papa!, I can build a house! Helen Oxenbury (Walker), The Birthday Party (trad. cast.: La fiesta de cumpleaños, Barcelona, Juventud, 1990), Our Dog (trad. cast.: Nuestro perro, Barcelona, Juventud, 1989), Eating Out (trad. cast.: En el restaurante, Barcelona, Juventud, 1990). * Indicamos. al final de cada apartado y con una tipografía distinta, los libros recomendados por la revisora técnica. (N. del e.) Eric Carle (Puffin), The Very Hungry Caterpillar (trad. cast.: La pequeña oruga glotona, Barcelona, Círculo de Lectores, 1990). Ashbé, Jeanne (1999) ;Eso no se hace! Barcelona, Corimbo. Libro de imágenes y poco texto sobre las travesuras de los bebés y con propuestas de .buen. comportamiento. Ball, Sara (1994) Están solos en casa dos ositos. México, D.F., Fondo de Cultura Económica. Libro de cartón duro con agujeros que permiten que varias páginas compartan una misma ilustración. Chambers, Sally (2000) [Al agua pato! Barcelona, Beascoa. Libro con títere. De la misma autora y en esta colección ¡Qué bien salta la oveja!, E! cerdito quiere jugar y Un ratón muy glotón. Clarke, Gus (1998) Buenas noches, Lucy. Barcelona, Timun Mas. Libro con lengüetas para estirar. Droop, Constanzay Künzier-Behncke, Rosemarie (1999) Buenas Noches. Barcelona, Elfos. Libro con páginas de papel satinado, con ilustraciones y poca letra. Geisert, Arthur (1992) Oink. México, D.F., Fondo de Cultura Económica. Libro con ilustraciones en blanco, negro y rosa. No contiene texto. Gomi, Taro (1997) A moverse. México, D.F., Fondo de Cultura Económica. Libro para mirar y jugar. Está realizado en cartón duro y lleva agujeros para los dedos. Otros títulos del mismo autor: Adivina qué es y MNa lo que tengo. Kitamura, Satoshi (1997) Gato tiene sueno. Madrid, Anaya. Libro en cartón duro sobre situaciones cotidianas. Del mismo autor y en esta colección: Pato está sucio, Ardilla tiene hambre y Perro tiene sed. Murphy, Mary (1998) Este soy yo. Madrid, SM. Libro con movimiento. Oxenbury, Helen. Colección .Los libros del chiquitínn. Barcelona, Juventud. Libros de cartón duro sin palabras que contienen imágenes de la vida cotidiana del bebé. Rosenberg, Natasha S. (1999) El gato. Barcelona, Beascoa. Libro de cartón con imágenes y verbos que describen las actividades cotidianas de los gatos. De la misma autora y en la colección aMascotas3,: El conejo, Elperro y El pollito. Türk, Hanne (1985) Alex y el dolor de muelas. Barcelona, Destino. Libro de ilustraciones, el texto figura en la solapa interior de la portada. Las aventuras de este ratón se recogen en una colección muy extensa de libros. Urberuaga, Emilio (1999) Marina. Madrid, Anaya. Libro de cartón. Urberuaga, Emilio (1999) Pluma y Tapón. Madrid, Anaya. Libro de cartón sobre la amistad y el miedo. Magnificamente ilustrado. Niños de 2 a 4 años M u y a menudo los libros que interesan a los niños de este grupo de edad les siguen gustando hasta que son mayores. H e incluido en esta sec- J ción muchos de mis libros favoritos y me he dado cuenta de que todavía se los sigo leyendo a mis hijos, que tienen ahora 4 y 6 años. 4' Shirley Hugues (RedFox), Doggec AljieS Feet; (Corgi) The Trouble with Jack. John Burningham (Red Fox), Oi, Get off Our Train. Pat Hutchins (Puffin), Rosie's Walk (trad. cast.: El paseo de Rosie, Turtleback Books, 1997); (Random House) Titch. Judidb Kerr (Collins),The Tiger Who Came to Tea, M o g the Forgeful Cat. Michael Rosen (Walker Books), We're Going on a Bear Hunt (trad. cast.: Vamos a cazar un oso, Caracas, Ekaré, 1993). Martin Wadell (Walker Books), O w l Babies, Can't You Sleep Little Bear? (trad. cast.: ¿No duermes osito?, Madrid, Kókinos, 1998). Babette Cole (Mammoth), The Trouble with Mum, The Trouble with Dad. Sarah Hayes (Walker Books), Eat Up Gemma. Jane Hissey (Red Fox), OldBear (trad. cast.: El viejo oso, Barcelona, Zendrera Zariquiey, 1996). Janet and Allan Ahlberg (Puffin), Each Peah Pearplum, (Methuen), The Jolly Postman (trad. cast.: El cartero simpático o unas cartas especiales, Barcelona, Destino, 1991). M e m Fox (Red Fox), Hattie and the Fox; (Omnibus Books), Possum Magic, Wilfred Gordon MacdonaldPatridge. Jean and Gareth Anderson (Blackie & Son), Topsy and Tim. Situaciones cotidianas representadas por las historias de los gemelos. Jill Murphy (Macmillan), Peace A t Last (trad. cast.: Cinco minutos de paz, Barcelona, Edhasa, 1989). Lucy Cousins (Walker Books), Maisy's House (trad. cast.: L a casa de Maisy, Barcelona, Destino, 1998) y muchos otros de l a misma serie. Jill Down (Frances Lincoln Ltd), Bridget's Secret y otros títulos de l a serie Windy Edge Farm. Ann Herbert Scott (Clarion Books), On Mother S Lap. Mairi Hedderwick (Collins), Katie Morag and the Two Grandmothers. Bauer, Jutla (2000) Madre chillona. Santa Maria de Tormes (Salamanca), Lóguez. Libro ilustrado con una buena historia dirigida a quienes tienen una madre que chilla. Bedford, David y Chapman, Jane (2001) Cuando sea grande. Barcelona. Beascoa. Libro ilustrado en el que un pequeño oso polar descubre gracias a su madre que ser mayor no sólo comporta ventajas. Benjamin, A, H. y Chapman, Jane (2000) ¿Un canguro en la granja? Barcelona, Beascoa. Magnífica historia sobre la integración. Black, Har1ey.y pegan, Dana (2000) Los pinceles de Alicia. Barcelona, Timun Mas. Libro con lengüetas que al estirarse colorean un dibujo que estaba en blanco y negro. Chapman, Jane (2001) iQu6 noche tan ruidosa! Barcelona, Beascoa. Una tierna historia sobre un ratón que no puede dormir por la noche. Conboy Fiona y Homes Stephen (2000) icorre ratón, corre! Barcelona, Beascoa. Libro con solapas y sorpresas. De los mismos autores y en la misma colección: ¡Ni pensarlo, Mico! D'Allancé, Mireille (2001) ¡No, no y no! Barcelona, Corimbo. Libro dirigido a quienes tienen miedo a ir a la escuela. Gerth, Melanie y Huliska-Beith (2000) Diez mariquita$. Barcelona, BeascoaInternacional. Libro de cartón para aprender a contar al revés gracias a ranuras para los dedos y graciosas mariquitas que se pueden tocar y van desapareciendo de una en una al pasar las páginas. Godon, lngrid (2000) Ancho, estrecho y otros cuentos. Barcelona, La Galera. Libro ilustrado de cartón duro gracias al cual los niiios pueden aprender los contrarios. De la misma autora y en la misma colección: Dentro, fuera y otras situaciones y Saltai; bailary otras aventuras. Lavis, Steve (1999) Peluso va de excursión. Barcelona, Timun Mas. Libro en que las ilustraciones narran más sucesos sobre las aventuras de un pato que el propio texto. En la misma colección: Peluso tiene un amigo, Peiuso prepara una fiesta y Peiuso está muy ocupado. Playskool (1994)Escogiendo colores. Barcelona, BeascoaInternacional. Libro de cartón duro que contiene fotografías de objetos y su nombre. En esta misma colección: Viendo formas. Ramos, Mario (2001) A la cama monstruito. Barcelona, Corimbo. Libro sobre cómo ven los padres a sus hijos cuando no les hacen caso y cómo ven los hijos a sus padres. Tomaselli, Doris (1997) Un dia en la granja. Barcelona. Beascoa Internacional. Un libro de cartón con solapas para descubrir los números. las formas, los sonidos y los colores. Ungerer, Tomi (1995) Los tres bandidos. Madrid. Alfaguara. Un libro con grandes dibujos que narran la historia de tres bandidos que terminan creando un orfelinato. Vacher, Jean-Jacques y Jouannigot, LoYc (1992) La pequeña marmota. Barcelona, Beascoa Internacional. Libro de cartón duro con letra de caligrafia y agujeros para los dedos y portadas de tacto suave para tocar. Otros titulos de los mismos autores: Plumita, Peluche, Lanita, Osito Blanco, Gusín, La pequeña pantera y La pequeña ardilla. Waddell, Martin (2001) Tú y yo, osito. Madrid, Kókinos. Waddell, Martin (2000) Muy bien, osito. Madrid, Kókinos. Ward, Nick (1999) Cómo se puede ser un cerdito perfecto. Barcelona, Timun Mas. Libro en clave de humor sobre cómo no debe comportarse uno si no quiere ser un cerdito. Wilson-Max, Ken (2000) La carta de Max. Barcelona, Ediciones B. Libro inte- ractivo en el que se narra el viaje de una carta que los niños deben ir introduciendo en ranuras para que llegue a su destino. Wojtowycz, David (2001) Osito se viste. Madrid, SM. Libro interacti6ó con cintas y ropa para colocar en su sitio. Del mismo autor y en la misma colección: Osito juega. Niños de 4 a 6 años Algunos de estos libros son adecuados para niños más pequeños. Tu hijo también disfrutará leyendo los libros destinados a otras edades. Anne Civardi (Usbome), The Builder. Heather Amery (Usborne), Going Swimming (trad. cast.: En la playa, Madrid, Plaza Joven, 1986). Ezra Jack Keats (Puffin), Whistle for Willie, The Snowy Day. Dyan Sbeldon (Red Fox), The Whale's Song (trad. cast.: El canto de las ballenas, Madrid, Kókinos, 1999). Susan Varley (Collins), Badger's Parting Gifs. Aproximación sensible a l a muerte. Roald DahllPuffin), The Enormous Crocodile (trad. cast.: El enorme cocodrilo, Madrid, Altea, 1993), Revolting Rhymes (trad. cast.: Puchero de rimas, Barcelona, Anagrama, 1992). Puedes empezar ahora a leer a Roald Dahl y continuar leyendo sus libros hasta después de los 6 años. Mary Hoffman (Francis Lincoln), Amazing Grace. Maurice Sendak (Collins), Where the Wild Things Are (trad. cast.: Donde viven los monstruos, Madrid, Altea, 2000). Brian Wildsmith (Oxford University Press), Give a Dog a Bone, The Easter Story y muchos más. Dick K i n g Smith (Puffin), Animal Stories, The Sheep Pig (Babe) (trad. cast.: Babe: el cerdito valiente, Barcelona, Círculo de Lectores, 1997), y muchos más. Roben Crowther (Penguin), The Most Amazing Night Book. Barbara Baumgartner (Dorling Kindersley), Crocodile, Crocodile, Fabu- lous Folk Tales. Babette Cole (Red Fox), Mummy Laid an Egg (trad. cast.: Mamá puso un huevo. O cómo se hacen los niños, Barcelona, Destino, 1993). Una guía divertida para los acontecimientos cotidianos. Más libros de este autor en: Allan Ahlberg (Puffin), Serie Tbe Happy Families. Bueno para lecturas complementarias. Balzola, Asun (1994) Porlos aires. Madrid, SM. Butterwofth, Nick (1999) ;Qué te pilla el gato! Barcelona, Timun Mas. Libro sorpresa con solapas. Cooper, Helen (1999) El nino que no quería i r a dormir. Barcelona, Juventud. EI niño quiere jugar, pero sus compañeros de juego ya se han dormido... Faulkner, Keith y Holmes, Stephen (2000) ¿Juegas conmigo? Barcelona. Beascoa. Libro con sorpresa del que brotan animales. De los mismos autores y en la misma colección: ¿Y tú qué eres? Faulkner, Keith Y Tyger, Rory (2001) El ratón que comiaplátanos. Barcelona Timun Mas. Libro sorpresa con troqueles. Holzward, Werner y Erlbruch, Wolf (1991) U topo que queria saber quién había hecho aquello en su cabeza. Madrid, Altea. Un ejemplo claro de la evolución temática de la literatura infantil. Jiménez, Angels y Drestlfilippo, Pablo (1999) ¿En qué se parecen un elefante y un gato? León, Everest. Un reto a la imaginación. Lanchais, Aurélie Y Crozon, Aiain (1998) ¿Qué es esto? Madrid, SM. Libro de adivinanzas con solapas de cartón blando. En la misma colección, ambos autores han publicado ¿Quién soy?; Crozon también es autor de: ¿QuB rueda?, ¿Qué vuela? ¿Qué tienen? y ¿Qué hacen? Larreula, Enric y Capdevila, Rosa (1998) La vida de la bruja Aburrida. Barcelona, Planeta. Una de las primeras historias de la bruja que se ha hecho famosa gracias a Las tres mellizas. López Suárez, Sergio (1999) iHuákala!A los miedos. Madrid, Alfaguara. Libro para valientes. Pledger, Maurice (1997) Una aventura con elBúho Rúho. Madrid, SM. Libro interactivo. Rojas, María (1999) Abuelito. cuéntame un cuento. Madrid, SM. Libro ilustrado. Schurre, Wolfdietrich (1984) La princesa viene a las 4. Santa María de Tormes (Salamanca), Lóguez. Libro escrito en letras mayúsculas que parecen bailar. Simmons, Jane (1999) ¡Ven aquíDaisy! Barcelona, BeascoaInternacional. Las aventuras de una pequeña pata que se escapa de la granja y pronto descubre que está sola. De la misma autora y sobre este mismo personaje: /Ahora tú, Daisy! y Daisy no tiene miedo. Sykes, Julie y Chapman, Jane (1999) ;Vaya sorpresa Dora! Barcelona, Beascoa Internacional. Una gallina siente envidia de que sus compañeras tengan crías porque ignora que de sus huevos pronto nacerán pollitos. Teulade, Pascal y Sarrazin, Jean-Charles (1999) El más bonito de todos los regalos del mundo. Barcelona, Corimbo. Pedrito reflexiona acerca de cuál puede ser el mejor regalo de cumpleaños para su mamá. Torras, Meri y Valverde Mikel(1999) M i hermama Aixa. Barcelona, Galera. Una gran historia. Trevelyan, Kathy (1999) ElsueJio del rey lván. Madrid, Kókinos. Un libro que invita a hacer volar la imaginación. &* Libros sobre e l alfabeto Lucy Micklethwait (Collins), I Spy an Alphabet in Art. Lucy Micklethwait (Collins),lSpy Animals in Art. Lucy Micklethwait (Collins), I Spy Numbers in Art. Michael Rosen, ilustrado por Bee Willey (Macdonald Young Books), Michael Rosen's ABC. Graeme Base (Harry N Abrams), Animalia. Brian Wildsmith (Oxford University Press), ABC. Mitsumasa Anno (Bodley Head), Anno's Alphabet. (Dorling Kindersley), The Alphabet Book. Alma Flor, Ada (2000) El abecedario de los animales. Madrid, Espasa-Calpe. Boyle, Aiison y Breeze Lynn (1999) Mi primer abecedario. Madrid, SM. Disney albumes (2001) El abecedario de Mickey. Madrid, Everest. Crossley, David (1998) Palabras. Barcelona, Beascoa. El libro se acompaña de dados con letras. Harvey, Jane (1992) El abecedario. Madrid, Libsa. Ollé, M. Angels y Fargas, Carles (2001) Abecé, escribe con objetos. Barcelona, Beascoa. Rimas y poemas Brian Alderson (comp.) (Heinemann), Cakes and Custard. Lynley Dodd (Puffin), Slinky Malinky, Open the Door; Hairy Maclary's Bone, y muchos otros. Michael Rosen (Harper CollinslLions), The Hypnotiser; Don't Put Mustard in the Custard, y muchos más. Julia Eccleshare (comp.) (Orchard), First Poems. Selected by Pie Corbett (Kingfisher), Playtime Treasury. Robert Louis Stevenson (Dorling Kindersley), A Child's Carden of Verses. Selected by Shona McKellar (Dorling Kindersley) A Child's First Book of Lullabies. Incluye música. Selected by Michael Rosen (Kingfisher), Poemsfor the Very Young. A. A. Milne (Mammoth), Now We Are Su: When We Were Very Young. Selected by Michael Foreman (Walker), Mother Goose. Elizaheth Matterson (Puffin), This Little Puffin. Roald Dahl (Puffin), Revolting Rhymes (trad. cast.: Puchero de rimas, Barcelona, Anagrama, 1992); D i r t y Beasts. Colin McNaughton (Walker), Who's Been Sleeping Zn M y Porridge? Alberti, Rafael (1986) Aire que me lleva elaire. Barcelona, Labor. Alberti, Rafael (1985) Rafael Aiberfipara niños. Madrid, Ediciones de la Torre. En esta misma editorial se encuentran poesías para niños de otros escritores consagrados: Becquer, Lorca, Mistral y Neruda, entre otros. Aiberti, Rafael; Garcia Lorca, Federico, y Jiménez, Juan Ramón (1997) Miprimer libro de poemas. Barcelona, Anaya. Alfaro, José Javier (1998) Magiapalabra. Madrid, Hiperión. También son recomendables otros títulos y autores de la colección <cAjonjolit,. Alonso, Maria Nieves (1990) Lo mejor es gratis. Aranguren, El Paisaje. Beisner, Monika (1989) Fórmulas secretas y extranos hechizos. Barcelona, Lumen. Berenguer, Maryta (1995) Poesías para contary cantar. Bahía Blanca, Inti. Cerrillo, Pedro C. (1998) ¡Adivina! Madrid, SM. Conde, Carmen (1985) Canciones de nana y desarrollo. Valladolid, Mifión cooperativa. Del paso, Fernando (1988) De /a A a /a Z p o r un poeta. Madrid, Montena. Espinosa, Manolita (1990) Viaje al sol desde el tornasol. Ciudad Real, Diputación de Ciudad Real. Ets, Marie Hall (1995) Gilberto y el viento. New York, Lectorum. Fuertes, Gloria (1992) Chupiiandia. Madrid, Susaeta. Fuertes, Gloria (1991) Abecedario de don Hilario. Madrid, Susaeta. Garcia Teijerio, Antonio (1998) Versos de agua. Zaragoza, Edeivives. Guillén, Nicolás (1998) Por el mar de las Antillas anda un barco de papel. Santa Maria de Tormes (Salamanca), Lóguez. Jaramillo, Neliy Palacio (ed.) (1994) Las nanas de abuelita: Canciones de cuna trabalenguas y adivinanzas de Suramérica. New York, Henry Holt. Murciano, Carlos (1998) La niña calenduiera. Madrid, SM. Murciano, Carlos (1988) La rana mundana. Madrid, Bruño. Parra, Nicanor (1992) Sinfonía de cuna. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Pelegrin, Ana Ma (ed.) (1997) Poesia española para niños. Madrid, Alfagua. Peiegrin, Ana M' (ed.) (1994) Deditos y cosquillas. Madrid, Espasa-Calpe. Pelegrin, Ana M" (ed.) (1993) Misino, gatito. Madrid, Espasa-Calpe. Ródenas, Antonia y Balzola, Asun (1993) Rimas de luna. Madrid, SM. SBnchez, José Luis y Olivares, R. (ed.) (1994) Poesia infantilrecitable. Madrid, Compañia Literaria. Schoi, Isabel (1994) Tito rito: Rimas, adivinanzas y juegos infantiles. Madrid, Everest. Siles, Jaime (1990) El Glipodonte y otras canciones para niños malos. Madrid, Espasa Calpe. Uribe, María de la Luz (1998) Cosas y cositas. Madrid, Espasa-Caipe. Bibliografía para niños Sue Lloyd and Sara Wernham (Jolly Learning), Finger ~honics.%naserie de libros con letras estriadas para tu hijo parecidas a las plantillas que aparecen en éste. Los libros incluyen también dígrafos similares. Althea (Longman), Life Cycle of Planrs. Hay otros en l a serie. Bill Boyle (Dorling Kindersley), My First Atlas (trad. cast.: Mi primer atlas, Barcelona, Molino,,1995). Betty Root (Dorling Kindersley), My First Dictionary (trad. cast.: Miprimer diccionario, Barcelona, Círculo de Lectores, 1997). (Oxford University Press), My First 0,iford Dicrionary. Nigel Hawkes (Puffin), Mysteries of the Universe (trad. cast.: Misterios del universo, Madrid, SM, 1997). Otros títulos son Mysteries of the Pyramids, Ocean Deep y Mysteries of the Unknown. Stewart Ross (Puffin), Fact of Fiction: Cowboys. Otros títulos son Pirates; Bandits and Outlaws, Spies y Traitors. Gallimard Jeunesse (Mooulight Publishing) First Discoveiy Series: Colours. Hay muchos otros títulos en l a serie. Colección -Mundo Mágicon. Madrid, SM. Kindersley, Ánabel y Barnabas (1997) Niños como yo: Celebraciones. Barcelona, Bruño / Unicef. Kindersiey, Anabel y Barnabas (1995) Niños como yo. Barcelona, Bruño 1Unicef. Litchfield, Jo y Brooks, Felicity (2001) Primeros números. Londres, Usborne. Mariotti, Mario y Marchioni, Roberto (1991) Anlmanos. Madrid, Susaeta. Libro de fotografías de manos pintadas que tienen algo que contar. En la misma colección: Humanos, Más animanos y Más con las manos. Milbourne, Anna y Gower, Teri (2000) 1001Cosas que buscar en pueblos y ciudades. Londres, Usborne. Riddell, Edwina (1993) 100primeras palabras. Barcelona, Ediciones B. Rosenstiehl, Agnes (1995) ABC alrededor del mundo. Barcelona, Larousse /Planeta. Tullet, Hewé (1999) No confundas. Barcelona, Destino. Vialles. Catherine (1998) 150 actividades para niños y niñas. Torrejón de Ardoz (Madrid), Akal. LIBROS QUE QUIZÁS TE GUSTE LEER Libros de la doctora Maria Montessori Mana Montessori (Clio Press), The Absorbent Mind (trad. cast.: La mente absorbente del ni~io,Barcelona, Araluce, 1971). Maria Montesson (Schocken), The Secret of Childhood (trad. cast.: El niiio. El secreto de la infancia, Barcelona, Araluce; 1968). Maria Montesson (Garzanti Libn), La scoperta del bambino (trad. ingl.: The Discovery of the Child). Maria Montesson (Clio Press),What You Should Know about your Child. Mana Montesson (Clio Press), The Child in the Family. Montessori, Maria (1994)Ideas generales sobre el método. Madrid, Ciencias de la Educación Preescolar y Especial. Libros acerca del método Montessori Mario Montesson Jr. (Schocken),Education for Human Development (trad. cast.: La educación para el desarrollo humano, México, Diana, 1977). Paula Polk Lillard (Schocken),Montessori, A Modern Approach (trad. cast.: Un enfoque moderno al método Montessori, México, Diana, 1977). Paula Polk Lillard (Schocken), Montessori Today. Silvana Q. Montanaro (Neinhuis), Understanding !he Human Being. E. M . Standing (PlumeRenguin),Maria Montessori, her L f e and Work. Lesley Bntton (Ebury Press), Montessori Play and Learn (trad. cast.: Jugar y aprender, el método Montessori, Barcelona, Paidós, 2000). Helming, Hélbne (1970)Elsistema Montessori. Barcelona, Luis Miracle. Lubienska de Leval, Hélene (1969)El método Montessori: espíritu y técnica. Madrid, Magisterio Español. Orem, R.C. (1980)El método Montessori en la educación diferencial.Barcelona, Paidós. Orem, R.C. (1971)La teork y el método Montessori en la actualidad. Barcelona, Paidós. Standing; E. M . (1974)La revolución Montessori en la educación. México, Siglo XXI. Yaglis, Dimitros (1 989) Montessori. México, Trillar. Libros sobre la capacidad de leer y escribir La lista de libros que he confeccionado aquí será de tu inter6s si quieres entender más acerca de la lectura y la escritura. Dorothy Butler (Bodley Head), Babies Need Books. Margaret Meek (Bodley Head), Learning to Read. Mem Fox (Harcourt Brace, Orlando, Florida), Radical Reflections, Passionate Opinions on Teaching, Learning and Living. Marilyn Jager Adams (1994 MIT Press, Cambridge Mass.), Beginning to Read Thinking and Learning About Print. Marilyn Jager Adams (Heinemann), Beginning to Read, the New Phonics in Context, un resumen del texto clásico. Peter Young and Colin Tyre (Fontana),Teach Your Child to ~ e a d . b Angela Redfern (Reading and Language Infonnation Centre, University of Reading), Practica1 Ways to Teach Phonics. Betty Root (Usborne),Help Your Child to Learn to Read. Brigid Smith (Routledge),Through Writing to Reading, Classroom Strategies for SupportingLiteracy. Baghban, Marcia (1990)La adquisición precoz de la lectura y la escritura (de O a 3 años). Madrid,Visor. Bettelheim, Bruno y Zelan, Karen (2001)Aprender a leer. Barcelona, Critica. Bigas, Motserrat y Correig, Motserrat (eds.)(1 999) Didáctica de la lengua en la educación infantil. Madrid, Síntesis. Carlino, Paula Cecilia y Santana, Denise (eds.)(1996)Leer y escribir con sentido. Una experiencia constructivista en Educación Infantil y Primaria. Madrid, Visor. Irwin. Judith y Mary Anne Doyle (comp.)(1992)Conexiones entre lectura y escritura. Buenos Aires, Aique. Maruny, Lluís y otros (1999)Escribir y leer. Materiales curriculares para la enseñanza y61 aprendizaje del lenguaje escrito, de 3 a 8 años. Barcelona, MEC/Edelvives. Morais, José (1998)El arte de leer. Madrid, Visor. Ramos García, Joaquin y Carvajal. Franco (1999)¿Enseñar o aprender a escribiry leer? Publicaciones del Movimiento Cooperativo Escuela Popular. Srnith, Frank (1990)Para darle sentido a la lectura. Madrid, AprendizajeVisor. Solé, Isabel (1992)Estrategias de lectura. Barcelona, Graó 1 ICE, M i € . Wells,Gordon (1 988) Aprender a leery escribir. Barcelona; Laia. Libros sobre la escritura Rosemary Sassoon (Hodder and Stougbton), The Practica1 Guide to Children's Handwriting. Rosemary Sassoon (Leopard Learning), Handwriting, the Way to Teach 11. Rosemary Sassoon (Intellect),The Art and Science of Handwriting. Rosemary Sassoon (Leopard Learning), Handwriting, a New Perspective. Condemarin, Mabel y Chadwick, Mariana (1990) Enseñanza de la escritura. Bases teóricas y prácticas. Madrid,Visor. Dominguez Chillón, Gloria y BarrioValencia, J . Lino (1997)Losprimerospasos hacia el lenguaje escrito. Una mirada al aula. Madrid, Muralla. Graves, Donald H . (1991)Didáctica de la escritura. Madrid, MEC/ Morata. Tusón, Jesús (1997)La escritura, una introducción a /a cultura alfabética. Barcelona, Octaedro. , Libros sobre el desarrollo David Crystal (CarnbridgeUniversity Press), The Cambridge Encyclopedia of Language (trad. cast.: Enciclopedia Cambridge del lenguaje, Madrid, Taurus, 1994). Mary D. Sheridan (Routledge), From Birth to Five Years, Children's Developmental Progress. Jennie Lindon (National Children's Bureau), Child Development from Birth to Eight, A Practical Focus. Susan Greenfield (comp.) (Cassell),The Human Mind Explained the Control Centre for the Living Machine. Bassedas, Euialia y otros (1998) Aprender y enseñar en la educación infantil. Barcelona, Graó. Kaye, Kenneth (2000) La vida mental y social del bebé. Cómo los padres crean personas. Barcelona, Paidós. Perinat, Adolfo(1998) Pslcologh del desarrollo. Barcelona, Universitat Oberta de Catalunyal Edhasa. Perinat, Adolfo(1986) La comunicación preverbal. Barcelona, Avesta. Vila,ignasi (1990) Adquisición y desarrollo del lenguaje. Barcelona, Graó. Libros sobre literatura infantil Bettelheim, Bruno (1977) Psicoanális de los cuentos de hadas. Madrid, Critica. Cendán Pazos, Fernando (7986) ~Wedlosiglo de libros infantilesy juveniles en Espaia (1935-1985). Madrid, Fundación Gerrnán Sánchez Ruipérez. Colorner. Teresa (1999) Introducción a la literatura infantil y juvenil. Madrid. Sintesis Educación. Colorner, Teresa (1998) La formación del lector literario. Narrativa infantil y juvenil actual. Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Jean, Georges (1988) Eipoder de ios cuentos. Barcelona, Pirene. Lurie, Alison (1989) No se lo cuentes a los mayores. Literatura infantil, espacio subversivo. Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Parmegiani, Ciaude-Anne (dir.) (1997) Lecturas, libros y bibliotecas para niños. Madrid, Fundación Gerrnán Sánchez Ruipérez. Pelegrín, Ana M' (1982) La aventura de oír. Cuentos y memorias de tradición oral. Madrid, Cincel. Pisanty,Valentina (1995) Cómo se lee un cuento popular. Barcelona, Paidós. Raines, Shirley C. y Isbeii. Rebecca (1999) Cómo contar cuentos a los niños. Barcelona, Oniro. Schon, Isabel y Berkin, Sarah C. (1996) Introducción a la literatura lnfantilyjuvenil. Newark, (Delaware,USA), international Reading Association. Soriano, M . (1995) La literatura para niños y jóvenes. Gula de explotación de sus grandes temas. Buenos Aires, Colihue. Wassweziehr, Gabrieia (1997) Los cuentos de hadas para adultos.&adrid, Endymlon. BIBLIOGRAFLA SELECCIONADA Biografía Rita Kramer (UK Montesson Intemational Publishing. U S A Addison Wesley Publishing Company), Maria Montessori - A Biography. E. M. Standing (UK PlumelPenguin. U S A NALIDutton), Maria Montessori: Her Life and Work. Libros Maria Montessori (UK Clio Press, U S A Holt), The Absorbent Mind (trad. cast.: La mente absorbente del niño, Barcelona, Araluce, 1971). Mana Montessori (UK Schocken, U S A Ballantine), The Secret of Childhood (trad. cast.: El niño. El secreto de la infancia, Barcelona, Araluce, 1968). Maria Montessori (UK Clio Press, U S A Ballantine),The Discovery of the Child. Pau Casals ( U S A Sirnon and Schuster), Joys and Sorrows, Reflections (trad. cast.: Vivir con alegría: sus memorias relatadas a Albert E. Kahn, Buenos Aires, Grupo Editor de Buenos Aires, 1976). Margaret Meek (UK Bodley Head), Learning to Read. Mem Fox (UK Harcourt Brace), Radical Reflections: Passionate Opinions on Teaching, Learning and Living. Marilyn Jager Adams (USA MIT Press), Beginning to Read, Thinking and Learning About Print. Marilyn Jager Adams (UK Heinemann), Beginning to Read, the New Phonics in Context, a precis of the classic text. Angela Redfem (Reading and Language Information Centre, University of Reading), Practical Ways to Teach Phonics. Angela Redfern (Reading and Language Information Centre, University o f Reading), Helping Your Child with Reading. Dyan Sheldon (UK Red Fox), The Whale's Song (trad. cast.: El canto de las ballenas, Madrid, Kókinos, 1999). Mary D. Sheridan (UK Routledge), From Birth to Five Years, Children's Developmental Progress. Rosemary Sasson (UKLeopud Learning), Handwriting: The Way to Teach It. Rosemary Sassoon (Hodder and Stoughton), The Practica1 Guide to Children 's Handwriting. Betty Root (UK Usborne), Help Your Child to Learn to Read. Selected by Michael Rosen (Kingfisher), Poems for (he Very Young. Índice analítico y de nombres Los números con la letra «e» indican la referencia a un esquema. Actividades artísticas, 65 las formas de las letras, 87.88 pintar con los dedos, 87,88 Adivinar el objeto, 77 Adivinar la palabra, 77, 78 Adjetivos, 171 Alfabeto. 53. 82. 101 aprender aesc;ribbi letras, 119-143 Véase también Alfabeto móvil Alfabeto móvil. 89. 91. 110-116. 111. 113, 114,'118; 135, 138, 139, 140, 145, 148, 151, 157, 158, 186, 191, 192, 194 American Monfessori Society, 21 Anderson, Hans Christian, 68 Aorender: -r~~ a devolver un libro a la estantería, 63 a observar a tu hijo, 50-51 a través de la acción, 44 concentración, 43-44 cuando están interesados, 42-43 de los errores, 46-47 elogios y ánimos, 45 en su propio lugar, 40 hacer elecciones, 48-50 hacer sus propios descubrimientos, 41 hacer valoraciones, 46 lección en tres períodos, 55-57 por sí mismos. 40 repetición, 48, 135 Véanse también Escritura; Lectura Association Montessori Intemationale (AMI), 21 Ayuda paterna, 23-34 desarrollo de la coordinación, 30-34 desarrollo de la mente del niño, 26 ~ desarrollo del lenguaje, 23,25,29,30-31 escuchar, 30 hablar con tu hijo, 29 leer para tu hijo, 60-62 cantar y hacer rimas, 30 relación especial con tu hijo, 59 observar a tu hijo, 50 Bell, Alexander Graham, 21 Bibliotecas, 67, 163 Bodet, General Jaime, 22 Cajas de sonidos, 47.84-85 Casa dei Bamhini o Casa de los Niños, 20,89 Casals, Pau: Wvir con alezria, 59 Casetes, 85 Casetes de canciones y rimas, 85 Casetes de cuentos, 85 Christie, Helen, 21 Clasificar, 80-81 Clasificar en familias, 125-126, 131 Clasificar objetos, 81 Clasificar palabras que riman, 99, 100 Clasificar tarjetas, 46, 80-81, 168 hacer, 194,195-196 Comprobar, 46 Computadoras, véase Ordenadores Concentración, 43,43-44 Congreso Internacional Montessori (1951). 22 Congreso Internacional para los Derechos de las Mujeres, 18 Congreso Médico Nacional en Turin, 19 Congreso Nacional Pedagógico en Turin, 19 Control de la mano, 32, 34, 37, 85-88, 134 Coordinación motora, 31-34, 36,51 Coser, 88 letras, 193 Dedicatoria en los libros, 71 Dejar espacios, 141 Deletreo, 54, 82, 141, 163, 185 Dibujar, 87, 133, 135 Dibujar las letras de papel de lija, 129 Diestro o zurdo, 122, 141 Disposición hacia la lectura y la escritura, 24 Edison, Thomas, 21 El cartero alegre, 109 El oso y el bote de miel, 83 Elegir, 48-50,49 Elogio y estímulo, 45 Entorno, la letra impresa en, 71-73 Errores.. aorender de. 46-47 ' Escritura: a~rendera escribir las letras. 119-143 cieativa, 177-190 de caligrafía, 123-124 deseo de, 13.23.59-61 elegir una, 123-125 en el aire, 132 en papel preparado, 210 formas de letras en dibujos, 87-88 frases para interpretar, 153-154 frases usando la palabra que se acaba de aprender, 157 historias, 178-182 letra de imprenta, 123 letras sobre ~ a o e l130-132 . modelos, 140 ' ' Doemas v rimas. 81-84. 182-185 preparación para. 24, 25. 59 preparar IU mano, 85-86 prinieros pasos hacia. 89- 118 sobrr línea\. 136-110. 138 iccnlcas v habilidades reaueridas. 5255 y la experiencia del niño, 72-75 Véase también Leneuaie Escritura de las letra<li4, 143, 184-187 Escuela Ortofrénica, 19-20 Espacio, 119 Etiquetas y tarjetas, 168 Experiencia, 26, 73-74, 145 Fichas 1 libros de ejercicios, 134-136 Forma de las letras en arena, 127-129 Formas (símbolos) para explorar el significado de las palabras, 211 Fox, Mem: Possum Magic [La zarigüella mágica], 65 Frases usando la palabra que se acaba de aprender, 157-158 Froebel, Friedrich, 18, 19 Gandhi, Mahatma, 22 Gramática y sintaxis, 74, 75, 169, 171, 172-176.. 187.. 190 Grimm, Hermanos, 68 Grupo de Beni Stabili, 20 Habilidades de escuchar, 83-85 Hacer parejas, 187 Historias, escribir, 143, 178-181, 198 Hospital San Giovanni, Roma, 18 Hospital Santo Spirito, 18 Hutchins, Pat: Elpaseo de Rosie, 67 Formar palabras (Disset), 214 ¿Jugamos a deletrear? (Educa), 215 ¿Jugamos a las vocales? (Educa), 215 ¿Jugamos al ABCdario? (Educa), 215 Jugando con las palabras (AMB Didácticos), 213 Las letras (Educa), 216 Las vocales (Disset), 214 Letra-imagen-palabra (AMB Didáctico~),213 Letramix vertical (Popular de Juguetes), 217 Letras magn6ticas (AMB Didácticos), 213 Letras y palabras (Disset), 215 Los sonidos (Disset). 215 Maleta -.-magnética (~harton,Berchat), A15 Mi primer abecedario (Educa), 216 Mi primer Scrabble (Mattel), 216 Mini stampers (Binney & Smith), 213 Pizarra mágica (Popular de Juguetes), ,.'" L11 Ilustraciones, 66,67,71, 178 Imágenes con palabras magndticas, 116 Imágenes, poner en secuencia, 143 Inventar poemas, 99 ttard, Jean-Marc-Gaspard, 18, 19 Juego de dar palmadas, 83 Juego de enredos con el alfabeto, 110 Juego de la búsqueda del tesoro, 158 Juego de la que sobra, 100 Juego de las preguntas, 78-79, 179, 180 Juego de los sonidos, 89, 90-99, 92, 95, 97, 101, 103,108,112, 148,151 Juego de Simón dice, 76 Juego del eco, 83 Juego del *veo veo», palabras que riman, 99 - ? Juegos útiles y divertidos que puedes comprar, 212-217 ABC escolar (AMB Didá.cticos), 212 Armando palabras (AMB Didácticos), 212 Descubrir... la lectura (Pinitos Educacional, Falomir Juegos), 217 Descubrir... las letras (Pinitos Educacional. Falomir Juegos). 217 El abecedaiio (Dirsei). i14'. El pequrhi ABC (Disset) 214 Equipo de lctras {AMBDidáciicos), 213 Proyecta tussartas (Famosa, Disney), 216 PuzzGde letras (Charton, Berchat), 214 Scrabble de cartas (Mattel). 217 Scmbblr junior (Maitel). 216 Silxbas (AMH Didá~.ticos),213 Silabss v Dalabras (Disset~,215 Suelos d&ertidos (popular de Juguetes), 217 Juegos y actividades, 32, 41-42, 44, 46, 48,49,74, 89 clasificar, 80-82 escribir historias, 177-183 escritura, 126-143, 177-190 fluidez y deletreo, 163-169 habilidad de escuchar, 83-85 leer, 146-159, 160,163-176 leer atendiendo al significado. 169-176 lenguaje, 74,75430 mensajes, 116, 118, 135 puntuación, 183-185 reconocimiento de las letras, 48, 101107, 133, 137 reconocimiento de los sonidos, 89-100, 134.136.145 rima y rhmo, 82-85, 135, 160 Véanse también Alfabeto móvil; Juego de los sonidos; Letras de papel de lija Lápices de cera y pintura, 133 Lección en tres períodos, 55-57 Lectura: atendiendo al significado, 1&-176 conjunta, 61-62, 147 correspondencia letra-sonido, 55 deseo de, 13.29.60-61, 146 empezara leer, 145-161 en casa, 60-64 encontrar un lugar para, 61,62 letra impresa, 70-73 libros, 62-71, 158, 161 poemas y rimas, 82-85 preparación para, 23, 24,59 primeros pasos hacia, 89-118 ~ronunciar,150 Sin utilizar objetos, 152-153 técnicas y habilidades, 52-55 utilizando objetos, 148-152 y la experiencia de los niños, 73-74, 145,147 Véanse también Escritura; Lenguaje; Letra impresa; Libros Lenguaje, 146 clasificar, 78-82 desarrollo de, 23,24,26,29-31,34,7480 habilidad de utilizar y disfmtar, 53 hablado, 53,54,65,74, 177 75.76-80 .juegos, . libro, 60 períodos sensibles para el lenguaje, 2730,28e, 57 primeros pasos hacia la adquisición de, 30 reconocimientos de los sonidos de, 891O0 rimas, 81-83 uso, 30,54 Véase también Gramática y sintaxis León xiii, Papa, 17 Letra de calierafía. . 123-125 Letra impresa, 54 conciencia de los niños de, 53,70-73,146 en el entorno, 71-73 Véase también Libros Letras: aprender a escribir, 119.143 coser, 193 de pegamento, 133 elegir una escritura, 123-124 emparejar minúsculas y mayúsculas, 142-143 escribir sobre una línea, 136, 138 formar, 123 juegos, 126.139 mayúsculas, 123, 142-143, 183, 184 nintar 112 -- - pintar con los dedos, 132 nlantillas. 191-197. 199-206e Fecortar, i93-194 trazar, 133 Letras de esponja en el baño, 116 Letras de papel de lija, 89, 101-108, 110, 111, 114, 125, 126, 129, 130, 132, 135, 148, 149, 150, 152, 164, 191 hacer, 191-194, 199-206e juegos, 125, 126-134 rmasar v escribir. - - - - - . 128-130. 131 repasar y escribir en una pizarra, 129130 Letras de pegamento, 133 Letras magnéticas en la nevera, 116 Letras ~na~úsculas, 123, 141-142, 183, 1. U4 . emparejar minúsculas y, 142-143 Letras y acciones, 108 Letras y libros, 109 Letras y objetos, 108 Libros. 35.51.60. 62-73. 100, 143, 145, 154,221-228 alfabéticos, 90-91, 109, 135 contenido. 67-70, 146 <te cuentos. -.197 de imágenes, 197 de letras, 197-198 devolverlos a la estantería, 63-64 elegir, 63-65, 159, 160, 163 hacer, 161,196-197,198 ilustraciones, 66,67,70 lenguaje en, 65 páginas informativas, 70 pasar las páginas. 62 tener cuidado de, 62-63.146 transportar, 62 y letras, 108-109 Véanse también Lectura; Letra impresa Libros alfabiticos, 90, 109, 135 Libros de cuentos, hacer, 197 Libros de letras, 197-198 Liga Nacional para la Educación de Niños Retrasados, 19 Luz, 122 Márgenes/contomos, 131, 135, 184 Masculinos y femeninos, 187 Mensajes: escribir, 116, 117, 145, 153, 163 juegos con, 116,118, 135 Mente absorbente, 24-27 Método Montessori, 21 Montesano, Giusseppe, 18, 19 Montesson, Alessandro, 17 Montesson, Maria: Detalles biográficos, 17-22 Lo mente absorbente del niño, 26.229 Lo scoperta del bambino [El descubnmiento del niño], 54,230 Montessori, Marilena, 21 Montesson, Mano, 19,21 Montessori, Mario, Jr., 21, 230 Montessori, Renilde, 21 Montessori, Rofando, 21 Movimiento, período sensible para, 28, 29.31-34.36.57 Mussolini, Benito, 22 Nehru, Pandit, 22 Niños con retraso mental, 19 Nombrar objetos, 76 Nombrar partes de los objetos, 76 Nombrar partes del cueipo, 76 Nombres colectivos, 188 Orden, 28,28e, 56 Ordenadores, 117 Palabras: deletreo, 53 dentro de palabras, 189 descriptivas, 53.73 formas para explorar el significado de, ".. L11 juntas 170, 171,172 ordende, 171-172 significado de, 169-176,211 sonidos que las componen, 54 Palabras rompecabezas, 112 1) 154-156, 157,207e 2) 166-168,208-210e hacer, 194-195 Papel, 120-121, 157 controlar el lápiz en, 134 cuadriculado, 136,211 cuatro líneas: código de colores, 1 711 doble línea con base subrayada, 136, 211 escribir letras sobre, 130-132 franja sombreada, 136.21 1 lineado, escribir en, 136-140, 138 pautas, 218-219e Pelar fruta, 86 Percepción sensorial, 28,28e Períodos oportunos, 27-29,28,30 Períodos sensibles, 24.27-29, 55-57 lenguaje, 27-31,28e, 34-35e, 57 movimiento, 28e, 29, 31-34, 36-37e, 57 Pestalozzi, Jobann Heinrich, 18 Pierson, Ada, 22 Pintar con los dedos, 87.88, 132 Pintarlas letras, 132, 135 Pintura y lápices de cera, 133 Pizarra de notas. 143 ~lantillas,116, 117 Plantillas de letras, 191-194, 199-206 Plantillas de metal. 135-137 Plastilina, barro o arcilla, 88 Poesía Y rimas, 70, 75, 82-83, 90, 145 clasificar imáeenes aue riman. 1W escribir, ~ 8 2 - i 8 3 ' importancia de, 82-83 inventar, 98-100 juego de la que sobra, 100 juego del veo veo, palabras que riman, 99 Poner nombres en la casa, 168 Postura, 119, 121 Prendas de ropa, ordenar y elegir, 49 Preposiciones, 174-175 Pronunciar, 150 Puntuación, 53,70, 183-185 comas, 173, 183 comillas, 183 puntos, 183, 185 signos de interrogación, 183 Puzzles, 86 Reconocimiento de las letras, 48, 101110, 111, 119, 134, 137, 191 Reconocimiento de los sonidos, 89-100, 134,137. 145,163-168 Regio Istituto Tecnico Leonardo da Vinci, Roma, 17 Repetición y confirmación, 151 Rompecabezas, 109 Rompecabezas con peque#as almohadillas. 110 Rotuladores y lápices, 120 controlar en el papel, 135 guardar, 120 sujetar, 121 Rousseau, Jean-Jacques, 18 Scbeldon, Dyan y Blythe, Gary, El canto de las ballenas, 65 Seguin, Edouard, 18, 19 Sellos y plantillas, 117 Seminario Laboratorio de Pedagogía, Barcelona, 21 Símbolos (formas). 172 crear, 172, 174 ' . para explorar el significado de las palabras. 211 Singulares; plurales, 187, 190 Sobres de sonidos clave, 164-166, 165, 186-189 Socialización, 28e, 30-3 1,57 Sonidos, 145 escuchar, 84 identificar, 84 que se mueven, 84 sobres de sonidos clave, 164-166, 165 y objetos, 148-151 Stoppani, Renilde, 17 Superficie, decorar, 121 Tagore, Rabindranatb, 22 Tarjetas del alfabeto, 142-143 Televisión y video, ver, 43-44 Unesco, 22 Universidad de Roma, 17, 18 Clínica psiquiátrica, 18 Escuela de pedagogía, 20 Verbos v adverbios. 175-176 Viñetas, construir una historia con, 79 Vocabulario, 23,24,30,74,147,150,177 ~ Wilson, Margaret, 21