Orígenes de la dicotomía entre cualitativo y cuantitavo en sociología

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INTRODUCCIÓN
En primer lugar cabe hacer referencia al origen y evolución del debate entre cuantitativo
y cualitativo en Sociología. Este debate ha existido desde siempre, ya autores clásicos
como Platón y Aristóteles debatían una forma u otra de aproximación a la naturaleza.
Se puede decir que en cada época histórica han existido diversos autores que se han
decantado por una aproximación cuantitativa o cualitativa a la realidad social, e incluso
por ambas.
Ejemplo de ésto son distintos movimientos, escuelas y autores como la Escuela de
Chicago en los años 20 con el predominio de la perspectiva cualitativa, el fervor
cuantitativista de los años 40 y 50, el retorno en los 60 hacia lo cualitativo y la
coexistencia de ambas metodologías en los años 70 y 80.
Así este tema trata de aportar una visión histórica, evolutiva de la eterna dicotomía
cuantitativo/cualitativo existente en Sociología.
En segundo lugar tenemos la integración de las perspectivas cuantitativa y cualitativa en
la metodología social.
En este segundo tema aparecen distintas estrategias de integración y los diseños
multimétodo como un intento de combinar lo cuantitativo y lo cualitativo, integrándolo
en un mismo estudio de investigación.
En esta parte se ponen de manifiesto las debilidades y fortalezas de uno u otro método,
así como sus limitaciones, sus complementariedades y sus consideraciones en un primer
o segundo plano según la exigencia y demanda de nuestro estudio de investigación.
Otro aspecto destacable es la perspectiva de la complejidad desde el punto de vista de
Bericat y el dato complejo como un elemento integrador de los aspectos cuantitativos y
cualitativos.
La última parte del trabajo trata de ir hacia una operacionalización del dato complejo
con las simulaciones informáticas y el análisis social.
En esta parte se tratará el desarrollo tecnológico y las simulaciones informáticas.
Aquí se ponen de manifiesto una serie de potencialidades de las simulaciones
informáticas como modelo que nos permite recoger la multidimensionalidad de lo
social.
Otro aspecto tratado en este tema es el de la cooperación y las distintas estrategias de
cooperación que se llevan a cabo, con sus ventajas y sus limitaciones. Estas estrategias
son explicadas por Kollock tomando como base (al igual que la mayoría de estudios) el
famoso “Dilema del prisionero”.
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DEL ETERNO DEBATE
CUANTITATIVO/CUALITATIVO DE LA METODOLOGÍA SOCIAL:
La dicotomía cuantitativo/cualitativo es una preocupación patente desde el pasado en la
metodología social.
Esta dicotomía se asemeja al movimiento incesante de un péndulo, inclinándose hacia
una u otra orientación en cada época y, en el momento en que parece haber sido
alcanzado un cierto acuerdo en cuanto a una aproximación cuantitativa o cualitativa
hacia la realidad social, justo en ese momento se vuelven a constatar los defectos o
limitaciones de uno u otro método y comienza de nuevo el movimiento, el cual nos hace
dudar de la elección de uno u otro, o en cuanto a la integración de ambos.
Este eterno debate podría encontrarse para muchos autores en un debate entre
explicación y comprensión, recordemos la cita de Kant “explicación sin comprensión es
ciega y comprensión sin explicación es vacía”. Tenemos también autores enfrentados
como Durkheim y su tradición explicativa y positivista, que ve lo cuantitativo y lo
cualitativo como dos posiciones irreconciliables y, por otro lado tenemos la Sociología
de la comprensión de Weber, quien considera ambas posiciones como complementarias.
Otros autores como Fernando Conde se sirven de las tradiciones clásicas de Platón y
Aristóteles para explicar este incesante desacuerdo entre ambas metodologías.
Así, Aristóteles ya defendía una aproximación a la naturaleza sensible y empírica, es
decir, precualitativista, mientras que Platón defiende una aproximación más precuantitativista , matematizable de la naturaleza.
Con la aparición y consolidación de las ciencias sociales a partir del siglo XIX, con este
momento inicial de la sociología hay una clara preocupación acerca del método el
conocimiento de la realidad social.
Desde el comienzo de la Sociología surge la idea de monismo metodológico, pero por el
contrario el pensamiento ideográfico, con Wright que repudia la idea de aplicar la
misma metodología al mundo natural y al hombre.
Francisco Alvira considera que durante los años 20 con la Escuela de Chicago la
perspectiva predominante era la cualitativa, aplicada con la técnica de la observación
participante y las historias de vida.
En los años 40 y 50, podemos se observa un fervor cuantitativista, ya que tras la
Segunda Guerra mundial se constata un dominio de lo cuantitativo por el afloramiento
de la encuesta en Sociología. Aquí se generaliza la idea de que los datos y el análisis
cualitativo son importantes en las primeras fases de preparación de preparación de las
investigaciones y en las investigaciones exploratorias, pero no sirven para la
contrastación y justificación de hipótesis.
Este fervor cuantitativista coincidió con el funcionalismo de Parsons, que en los 70
empezó a recibir las primeras críticas frontales.
Con los años 60 encontramos un retorno hacia lo cualitativo con Schutz, el
interaccionismo simbólico y la etnometodología.
En esta misma década también encontramos que el positivismo clásico comienza a
perder predicamento entre los filósofos científicos.
En los años 70 y 80 se da una coexistencia de ambas metodologías.
Podemos destacar que el renacimiento y revalorización de la perspectiva cualitativa no
viene acompañado por una pérdida del uso cuantitativo, sino que más bien la técnica
cuantitativa de la encuesta estadística sigue siendo la más utilizada en las
investigaciones sociales.
En España, según estimaciones de la AEDEMO (asociación española de estudios de
mercado), se observa que entre 1991 y 1994 la producción de estudios cuantitativos se
ha cuadruplicado.
Por otro lado, hay que señalar la importancia que el grupo de discusión está adquiriendo
en el ámbito de la sociología cualitativa, importancia que es similar a la que tiene la
encuesta, esto se debe a las ventajas prácticas que tiene el grupo de discusión como la
escasa implicación del investigador principal en la recogida de datos y el equilibrado
balance entre coste económico y resultado científico.
El debate entre lo cuantitativo y lo cualitativo ha existido desde siempre, podría
considerarse este debate, podría considerarse este debate como una confrontación entre
explicación y comprensión, entre naturaleza y sociedad.
La metodología a utilizar es un tema esencial en cada disciplina, la elección de una
perspectiva cuantitativa o cualitativa para el conocimiento de la realidad social en el
caso de la sociología, es un dilema que es necesario superar, es necesario llegar a un
acuerdo entre los investigadores sociales, ya sea una elección u otra metodología o la
integración de ambas.
A lo largo de la historia encontramos antecedentes de esta dicotomía cuantitativo/
cualitativo, encontramos autores clásicos como Platón y Aristóteles que tienen visiones
distintas de la naturaleza; encontramos también otros autores partidarios de estudiar los
hechos sociales desde una perspectiva cuantitativa (Durkheim) o sociólogos de la
comprensión que se centran en la acción social como Weber.
Así mismo también es necesario ir a la raíz u origen de este debate, pero tampoco hay
acuerdo al respecto, unos autores señalan como origen a los clásicos, otros al siglo XIX
como siglo de aparición y consolidación de la Sociología.
Con esto tenemos distintos autores, distintos orígenes, distintas escuelas de
pensamiento, etc con sus particularidades, con su defensa de uno u otro método o de los
dos.
Podríamos considerar este debate como eterno, incesante, que siempre ha existido, en
cualquier época , algo que no es nuevo, no es un debate que haya surgido de repente,
sino que por el contrario, se viene arrastrando desde el pasado, se viene luchando, y van
pasando los años pero, actualmente aún sigue teniendo lugar.
Destaca que a lo largo de estos años de debate, de búsqueda de una metodología
adecuada al objeto de estudio de la Sociología, años de polémica, de separación o
integración entre ambos, no se hayan debilitado ninguno de los dos métodos
(cuantitativo y cualitativo), sino que por el contrario, el asentamiento de uno de ellos se
ha correspondido con el reforzamiento del otro; ya no es una cuestión de épocas o de
modas.
Actualmente lo que ha tenido lugar ha sido que con el predominio de la encuesta como
técnica cuantitativa, se ha impuesto el grupo de discusión como técnica cualitativa.
En definitiva, ya no es cuestión de debate, ahora al menos queda clara la utilidad de
cada uno para ciertas fases de la investigación, ha llegado un momento donde ya no
existe crisis de uno y afloramiento del otro, sino que lo que permanece es una
coexistencia de ambas perspectivas (cuantitativa y cualitativa), junto con el temor de
que si el debate sigue centrándose en la metodología, puede ser que olvidemos, como
dice B. Oltra, lo verdaderamente importante que es nuestro objeto de estudio, la realidad
social.
Dentro de este primer tema cabe hacer referencia al texto de Alberto Marradi:
“MÉTODO COMO ARTE”.
En este texto Marradi reflexiona sobre los significados tan divergentes atribuidos al
término método , comienza explorando los significados del término desde el lenguaje
ordinario.
Marradi constata una gama de acepciones que el término asume en el lenguaje
ordinario: criterio: considera que cada sociedad debe tener un método para distribuir
entre sus miembros los bienes materiales que produce, la forma, el camino: para
conseguir un fin, uso corriente, praxis, procedimiento: todos los métodos conocidos de
evaluar y calcular el tiempo comportan repeticiones, la técnica, el artificio, engaño:
todos los métodos conocidos para deshacer una muchedumbre implican algún método
para distraer la atención.
El prefijo met- denuncia el origen griego de la palabra. Ese prefijo
aparece en muchos términos académicos de las lenguas occidentales en sus
diferentes significados.
Después de casi veinte siglos, en la definición que da del término la idea de una
sucesión de pasos sobrevive y se conjuga con la del arte, entendida en el sentido de
habilidad.
Marradi también hace referencia a los conceptos de método en las reflexiones sobre la
ciencia: en primer lugar, cabe destacar que en la tradición filosófica occidental,
Descartes proclama el papel central del método en la actividad intelectual, ya este autor
definió el método como reglas ciertas y fáciles que cualquiera que fuera el que las
observara con exactitud le sería imposible tomar lo falso por verdadero, sin requerir
inútilmente esfuerzos de la mente, pero aumentando siempre gradualmente el propio
saber y lo conduciría al conocimiento verdadero de todo aquello que fuese capaz de
conoce.
Esta naturaleza universal del método había sido subrayada algunos años
antes por Francis Bacon, el cual ponía de manifiesto que nuestro método de
investigación pone casi a la par todos los intelectos, porque deja poco espacio a las
capacidades individuales, pero las liga con reglas muy sólidas y con demostraciones.
Podemos considerar que la raíz de las dos direcciones contrapuestas en el pensamiento
filosófico-científico contemporáneo (racionalismo y empirismo), impacta
la extraordinaria similitud de sus conceptos de método: en primer lugar, no nos
encontramos ante algo esotérico y especializado, sino que las reglas a seguir son fáciles
y están al alcance de todos, en segundo lugar, no son requeridos ni rechazados los
conocimientos especializados, las capacidades y las iniciativas personales, sino que las
reglas se imponen para todos.
La aplicación del método científico a un problema comporta los pasos
siguientes: en primer lugar, se define el problema, en segundo lugar el problema se
formula en los términos de un cuadro teórico determinado, en tercer lugar, se imaginan
una o más hipótesis relativas al problema, utilizando los principios teóricos ya
aceptados, en cuarto lugar, se determina el procedimiento a utilizar en la recolección de
datos para controlar la hipótesis, en quinto lugar se recolectan los datos y, finalmente se
analizan los datos para averiguar si la hipótesis es verificada o rechazada.
Podríamos explicar, según Marradi la vivacidad de estas reacciones por su relación con
un período, no lejano, en el cual la orientación cientista dominaba en las ciencias
humanas: se afirmaba no sólo que la ciencia tiene un solo método, sino que se trata del
método santificado por los éxitos de las ciencias físicas.
Podríamos destacar que también se han rechazado las tesis que reducen el núcleo
unitario del método a la base lógica común, calificándola como insignificantes
generalizaciones que pretenden cubrir casi toda la actividad científica y en realidad
cubren casi toda la actividad intelectual.
Pero, independientemente de lo anteriormente dicho, podemos decir que la propia idea
de la unidad del método ha sido criticada.
Una segunda línea crítica, vinculada a la precedente, señala el peligro de que una
determinada serie de procedimientos, identificada con el método científico se reifique
convirtiéndose en un fin en sí misma. La situación difundida en psicología de
exaltación y quasi-fetichismo del método e incluso del instrumento técnico que de
medio se convierte en el fin de muchas investigaciones.
Sin embargo, la naturaleza tendencialmente ritualista de la adhesión de muchos
científicos sociales al «método científico» ha sido resaltada otras veces. Aún
compartiendo muchas de estas críticas a la tesis de la naturaleza única y fija del método
científico, no existen procedimientos que indiquen al científico cómo empezar, cómo
proseguir, qué conclusiones alcanzar. Aunque raramente explicativa en todo detalle, y
objeto de una reverencia en gran medida ritual, hay en la conciencia colectiva de las
investigaciones en ciencias humanas una cierta idea de que el método científico existe:
se la encuentra, por ejemplo, en el recurso casi universal a palabras clave como
hipótesis, verificación, experimental.
Son muchos los que dicen que el método es sobre todo una elección. La
cuestión metodológica propiamente dicha es la elección de la técnica en función
de la naturaleza del tratamiento que cada técnica impone a su objeto.
Si la investigación debe ser un proceso cognitivo más bien que un simple proceso de
validación de ideas ya formulabas es necesario permanecer abiertos a nuevas
informaciones e ideas, resistiendo a las inevitables presiones hacía interpretaciones
prematuras, o al menos saber mantener la tensión entre la necesaria función de
reducción de la complejidad fenoménica y la apertura a dimensiones que permitan
aumentar la complejidad de los esquemas conceptuales.
El método es, algo mucho más complejo que una simple sucesión de pasos
unidimensionales, es un arte como la arquitectura, en el cual se puede mostrar
creatividad trabajando con materiales en bruto, caracterizados por propiedades
ingenieriles limitadas, y bajo financiaciones con presupuestos vinculados a
objetivos precisos.
Se puede concluir que la visión cartesiana-baconiana del método, que hasta
hace algunos decenios no se ponía en tela de juicio, hoy en día genera perplejidad.
Marradi nos habla también del método, los métodos y la metodología; el autor considera
que el uso de método/métodos en el sentido de técnica/técnicas ha sido y es
endémico en las disciplinas más orientada a la investigación empírica, que
están más frecuentemente en contacto con instrumentos operativos.
Hay autores que manifiestan un cierto malestar, y por ello hablan de una
técnica y método de análisis.
Se ha hablado de una expansión semántica indebida del termino método.
Pero un abuso todavía más grave, lo padece el termino metodología. En docenas de
términos científicos el sufijo logía es sinónimo de “discurso sobre”, “estudio de”. Por lo
tanto, metodología debería ser el discurso, estudio, reflexión sobre el método.
En efecto, éste es el sentido aplicado por los autores que no han olvidado
las raíces griegas de la terminología científica y metacientífica: la metodología
se encarga del análisis de los procedimientos científicos y de los instrumentos
de investigación.
Definiendo metodología muchos sienten la necesidad de precisar que no
se debe confundir con el método mismo, y menos aún con las técnicas.
Sin embargo, no es en absoluto superflua: en la investigación social norteamericana se
ha difundido desde hace tiempo la costumbre de llamar methodology a la técnica. Es
éste el abuso terminológico que se señalaba más arriba; del que son responsables
incluso autores de notable sofisticación intelectual, como Galtung.
Se comprenden las protestas del interaccionista Blumer hacia esta asombrosa
inclinación a identificar la metodología con una limitada porción de su objeto de
estudio.
A propósito de la metodología en sentido estricto, se debate si debe de ser
una disciplina prescriptiva o descriptiva.
Se puede aceptar la idea de que la metodología sea, en última instancia,
también una disciplina normativa, en cuanto da indicaciones acerca de lo que
es oportuno hacer en cada situación específica. Pero tales indicaciones no deben
hacerse en base a un modelo abstracto y general de ciencia, sino a la luz de lo
que la historiografía y la sociología de la ciencia nos indican.
La contraposición descripción/prescripción encuentra un paralelismo en la
distinción entre los dos significados que el término metodología tiene en el
lenguaje corriente en las universidades y en la investigación social.
Cuando estudia y enseña, el metodólogo debe de tener una orientación descriptiva, es
decir, debe de estar abierto a aprender de las experiencias de otros investigadores
evaluándolas sin prenociones, y estar dispuesto a referir de manera sistemática
y sintética lo que ha aprendido. Cuando utiliza sus propias competencias,
capacidad y experiencia al servicio de una investigación, suya o de
otros, el metodólogo no puede ser más que prescriptivo, en tanto que debe
elegir los instrumentos a utilizar y el cómo utilizarlos. En este sentido, será
mejor que en sus prescripciones tenga en cuenta todo aquello que ha aprendido
en su otro rol.
Marradi hace referencia a que también el término técnica deriva del griego, en el
irrepetible del genio, sino
aquélla más doméstica, transmisible de padre a hijo, del artesano.
En el ámbito de la medicina, la clínica se sirve del conocimiento adquirido por la
fisiología y la patología para curar a los enfermos, y es por lo tanto una técnica en el
segundo significado. Una situación análoga se da en la ingeniería civil, cuando utiliza
los conocimientos de estática y dinámica para fabricar edificios, carreteras, puentes. Es
cierto que la tecnología proporciona a la investigación científica contribuciones
originales. Además, cabe decir que la técnica aplicar los conocimientos científicos para
intervenir sobre la realidad no significa disminuirla.
La tarea del investigador/metodólogo consiste en escoger el camino, teniendo
en cuenta la naturaleza de los senderos presentes en el terreno, el tiempo y
los recursos disponibles; en este sentido, su tarea se asemeja a la combinación de
factores productivos que se realizan contando con restricciones y limitaciones,
disponiendo de recursos escasos y de economías externas.
Lo esencial del concepto de método está en lo siguiente: en la elección de
las técnicas a aplicar, en la capacidad de modificar técnicas existentes, adaptándolas
a los propios problemas, y en imaginar técnicas nuevas.
Hay que decir que los resultados de una investigación dependen del conjunto
de elecciones que el investigador/metodólogo ha realizado a lo largo de todo el
recorrido. Por este motivo, en el informe de investigación se debería dedicar
amplio espacio para detallar y comentar las elecciones hechas, evaluando en
lo posible sus impactos sobre los resultados. Lamentablemente, en cambio, es
muy raro que este espacio exista.
Como determinantes de esta situación influyen varios factores: en primer lugar, el
objetivismo del investigador, que cree debilitar el valor de sus resultados si admite
cuánto dependen de las elecciones efectuadas, en segundo lugar, l hecho de que buena
parte del público se comporta como si leyese una novela policíaca: quiere saber quien
es el asesino y no se interesa por los
detalles del proceso investigador y, finalmente, el hecho de que los responsables de
editoriales y revistas comparten en gran medida el objetivismo de autores y público y el
hambre de hechos del segundo, cuestiones que deben tenerse en cuenta aunque no se
compartan.
El hecho de que las técnicas no posean la naturaleza intangible del método,
sino que sean objetos tangibles y disponibles, no implica una menor nobleza
o relevancia para el trabajo científico.
Es necesario considerar que cae en una postura equivocada aquél que fetichiza una o
más técnicas, es decir, aquél que desarrolla una gran pericia en su aplicación, pero
las considera sólo como objetos carentes de historia y de profundidad:
ignora y quiere ignorar el hecho que cada técnica ha sido ideada y desarrollada
en el marco de ciertos supuestos ontognoseoepistemológicos, que
legitiman el recurso a determinadas manipulaciones de la información o a ciertas
interpretaciones de los resultados.
Esta tendencia a la especialización rígida ha sido desvelada y denunciada en los EEUU:
los metodólogos son en realidad especialistas en una o dos técnicas, y no están en
condiciones de afrontar problemas más generales de la investigación.
Podemos destacar que la fascinación por las novedades es un motivo implícito
en la tendencia a la especialización, sin embargo, ese mismo motivo no es
válido por lo que respecta a las técnicas de análisis en su conjunto: en los departamentos
de ciencias sociales norteamericanos y noreuropeos las técnicas estadísticas
no son novedad en los currículos desde hace al menos treinta o cuarenta
años.
No se puede dejar de lado, por último, una explicación de corte kuhniano:
buena parte de los jóvenes emergentes en las ciencias humanas en los años
sesenta y setenta han percibido la preparación estadística como el canal privilegiado
para constituir rápidamente un patrimonio de expertise que sus mayores
no poseían, lo que les permitía hacerse imprescindibles, y demandar a
mediano plazo una sucesión anticipada.
Otro aspecto destacable de este texto es la metodología (y método) entre gnoseología y
técnica: podemos considerar que existe un consenso general sobre el hecho que la
metodología ocupa la porción central de un continuum de análisis crítico entre el
análisis de los postulados epistemológicos que hacen posible el conocimiento social y la
elaboración de las técnicas de investigación.
Cabe añadir que en uno de los polos no está tan sólo la epistemología
(reflexión sobre los fines, condiciones y límites del conocimiento científico),
sino también la gnoseología (reflexión sobre los fines, condiciones y
límites del conocimiento ).La gnoseología ha sido y es frecuentemente
olvidada por dos razones, una lingüística y otra substancial.
El segundo motivo puede derivar del hecho que todos los intentos por proporcionar
fundamentos de certeza absoluta al conocimiento científico han fracasado frente a la
constatación, inevitable en gnoseología, que no pueden haber nexos rígidos entre la
esfera de los referentes , la esfera del pensamiento y la esfera del lenguaje.
Si la metodología se sitúa donde se ha dicho, ¿dónde se sitúa el método?, se ha
planteado que el método consiste esencialmente en el arte de elegir las técnicas más
apropiadas para enfrentar un problema cognoscitivo,
eventualmente combinándolas, comparándolas, aportando modificaciones
e incluso proponiendo alguna solución nueva. Lo que no surgió en las secciones
precedentes y que quisiera subrayar antes de concluir estas reflexiones,
es que el metodólogo no realiza estas elecciones sólo a la luz de sus competencias
técnicas y de las experiencias de investigación propias y ajenas. Su propensión
a utilizar una u otra técnica y su manera de interpretar las experiencias
de investigación están condicionadas por sus opciones gnoseoepistemológicas:
Las soluciones técnicas presuponen soluciones metodológicas generales y éstas
últimas, por otra parte, implican que se den respuestas adecuadas a ciertas
cuestiones epistemológicas.
“INTEGRACIÓN DE LAS PERSPECTIVAS CUANTITATIVA Y
CUALITATIVA EN LA METODOLOGÍA SOCIAL”
Tras la dicotomía cuantitativo/ cualitativo, aparecen en la actualidad diferentes
estrategias de integración hasta llegar a los diseños multimétodo, los cuales pretenden
desarrollar investigaciones que combinan e integran orientaciones cuantitativas y
cualitativas en el marco de un estudio único.
Cabe destacar distintas posturas frente a esta dicotomía cantidad-cualidad, según autores
como Morgan.
Podríamos destacar cinco posturas principales:
Supremacía de uno u otro método o perspectiva que se imponga sobre las demás .
Síntesis: es un intento de combinar ambas perspectivas para que se realcen sus
fortalezas y se reduzcan sus debilidades.
Contingencia: aquí se trata de que el investigador elija la perspectiva que mejor se
adapte al fenómeno que va a estudiar.
Dialéctica: consiste en aprovechar las diferencias en tanto estímulo para construir en el
futuro nuevos modos de aprehensión de la realidad social.
Todo vale: Fayerabend, consiste en la creencia de que no hay idea, por absurda que sea ,
que no sea capaz de arrojar una luz sobre nuestro conocimiento de la realidad social.
Por otra parte, cabe destacar una serie de lógicas de investigación como son: en primer
lugar, la lógica divergente ( de la distribución y segregacionista), y en segundo lugar, la
lógica convergente de la convivencia y de la integración; dentro de ésta última cabe
señalar la versión atemperada, radical, la corriente de integración, la matateórica y,
finalmente la integración metodológica.
A su vez, podemos decir que estas lógicas u orientaciones se concretan en tres subtipos
de estrategias de integración como:
En primer lugar tenemos la complementación: en un mismo marco de estudio se
obtienen dos imágenes, un informe con dos partes.
En segundo lugar, la combinación como la integración de un método con el otro para
fortalecer éste último.
Por último, destaca la triangulación que consiste en un solapamiento o convergencia de
resultados.
Podríamos considerar que el debate de la integración se nos presenta entre dos posturas
opuestas, la epistemológica y la técnica.
La postura epistemológica defiende la coherencia vertical y la horizontal, sostiene
también que cada pirámide de investigación social ha de usarse como una mole única e
indivisible.
La postura técnica en cambio, es en la que se rebajan muchos criterios de coherencia;
quienes apoyan esta segunda postura creen que pueden construir nuevos diseños de
investigación tomando como material con un mayor o menos grado de libertad, bloques
o partes de ambas pirámides.
Una tercera postura frente a las dos anteriores sería la tésis que mantiene que las
posibilidades de integración, sólo pueden resolverse en el plano metodológico.
Bryman considera que a pesar de las diferencias existentes entre orientaciones
cuantitativa y cualitativa, su presentación excluyente es el resultado de una convención .
Este autor señala tres problemas técnicos que afectan tanto a las técnicas cuantitativas
como cualitativas.
En primer lugar destacan los problemas relacionados con la reactividad en el
instrumento y la realidad.
En segundo lugar, están los problemas asociados a entrevistas, los cuales son aplicables
tanto a entrevistas estructuradas como no estructuradas.
Finalmente tenemos los problemas derivados del muestreo.
Bryman se mantiene en una posición equilibrada y, encuentra legítimo y útil tanto el
diálogo entre orientaciones como su integración.
Otro aspecto destacable de este tema son loas diseños multimétodo y la investigación
social, aquí destacan primeramente, los parámetros de implementación, se puede decir
que los dos métodos, cuantitativo y cualitativo no gozan siempre de igual relevancia.
A la hora de integrar son importantes las diferencias prácticas derivadas de la selección
de dos métodos similares o distintos entre sí.
También es importante, por otra parte, la determinación del status que se le otorga a
cada una, pudiendo ser un status similar o distinto, y señalando cual es el dominante o
primario y cual es el secundario o auxiliar.
El último parámetro hace referencia a la interactividad entre métodos que puede
fomentarse en su implementación o en la posible independencia de ambos.
Destacan tres componentes del diseño multimétodo: en primer lugar, la dimensión
metodológica (sincrónica/ diacrónica, extensión/ intensión, objetividad/ subjetividad,
análisis/ síntesis, deducción/ inducción y reactividad/ neutralidad), en segundo lugar, las
estrategias de integración (complementación, combinación y triangulación), y
finalmente las fases de investigación (definición del objetivo, diseño del método,
recogida de datos, análisis de datos y resultados).
Tenemos una serie de problemas de aplicación según sean diseños sencillos o
complejos.
Así, los diseños sencillos son claros, están bien estructurados, y los diseños complejos
son los que nos pueden llevar a cometer graves errores, e incluso nos pueden llevar a
confusiones por el incremento geométrico de todo tipo de dificultades epistemológicas,
teóricas, metodológicas, empíricas y prácticas.
Como solución, Morgan recomienda una estrategia de combinación y esto se logra
mediante dos decisiones: la decisión de prioridad y la de secuencia.
La primera decisión de Morgan es la de prioridad, ésta consiste en la selección de los
métodos primario y secundario. Respecto a esto podríamos decir que seleccionar el
método primario es seleccionar la orientación metodológica y la técnica de recolección
de datos que mejor se adapte a las metas del proyecto; por el contrario, podemos decir
que el hecho de seleccionar el método secundario es seleccionar otro método cuyas
fortalezas complementen bien las debilidades del método principal respecto de las metas
específicas de la investigación.
La segunda decisión de Morgan es la de secuencia, la cual establece un cierto orden
temporal en la implementación de los métodos, así se podría comentar que cuando el
método cualitativo es el secundario, y el cuantitativo es el primario o preliminar, nos
encontramos con posibilidades de formular hipótesis, desarrollar contenidos de
cuestionarios, asistencia en pretest, etc.
Si lo que sucede es lo anterior, que el cualitativo es el método secundario, y el
cuantitativo el primario, éste puede ayudar a interpretar y evaluar los resultados.
En el caso contrario, siendo el método cualitativo el primario y el cuantitativo el
secundario, éste puede servir de ayuda en la recogida e interpretación de los datos
cualitativos.
Finalmente, Morgan considera que si el método cuantitativo es el secundario y
subsecuente al cualitativo, éste puede contribuir a la medida de los conceptos
fundamentales, a la generalización de resultados, o a la búsqueda de asociaciones entre
variables.
A modo de resumen o conclusión personal, se puede decir que tras el intenso y eterno
debate entre el método cuantitativo y cualitativo, aparecen actualmente diversas
estrategias de integración, junto con los diseños multimétodo.
Siempre han existido distintas posturas ante la dicotomía cualidad-cantidad; unos
autores optan por un único método, otros por la combinación de ambos, por la elección
según criterios de adaptación al objeto de estudio de uno u otro método, etc.
Otro debate que se presenta en la actualidad es el de las estrategias de integración, con
varias posturas enfrentadas como: la epistemológica, que defiende que cada pirámide de
investigación social debe utilizarse como un bloque único e indivisible, y en segundo
lugar, la postura técnica que destaca la construcción de nuevos diseños de investigación,
tomando como material bloques o partes de ambas pirámides.
Un autor que destaca en este aspecto es Bryman, el cual considera la existencia de
problemas comunes de ambas orientaciones , cuantitativa y cualitativa, como son la
reactividad, los problemas de las entrevistas tanto estructuradas como no estructuradas y
los problemas de muestreo.
Este autor tras poner de manifiesto estos problemas comunes de ambas orientaciones, se
decanta por un equilibrio y un diálogo entre ambas, así como por su integración.
En la actualidad aparecen los diseños multimétodo, cuya finalidad es el desarrollo de
investigaciones que combinen e integren lo cuantitativo y lo cualitativo en el marco de
un estudio único.
En este contexto aparecen los parámetros de implementación, los cuales representan una
serie de problemas a la hora de poner en práctica una investigación, problemas tales
como la metodología dominante, el status otorgado a cada método, la interactividad
entre ambos, etc. Ésto es debido al hecho de que ambos métodos no gozan siempre de
igual relevancia.
Finalmente cabe destacar a Morgan dentro de estos diseños multimétodo, la estrategia
de este autor se basa en la combinación de los distintos métodos con una división del
trabajo, esta división se logra según Morgan mediante dos decisiones, la de prioridad y
secuencia, nombradas anteriormente.
Eduardo Bericat, en su libro “ La integración de los métodos cuantitativos y cualitativos
en la investigación social. Significado y medida”, trata de la necesidad de
complementariedad por deficiencia, con ésto nos quiere decir que ni la perspectiva
cualitativa ni la cuantitativa pueden hacerse cargo por sí solas de la gran diversidad y
multidimensionalidad de lo social.
Por este motivo Bericat lleva a cabo una propuesta de integración proponiendo el diseño
multimétodo como solución.
El autor acepta las diferencias entre lo cuantitativo y lo cualitativo, pero en ningún caso
considera estas diferencias absolutas, sino que dice que representan posiciones distintas
en un continuo que atañe a una misma dirección.
Tras ésto, Bericat destaca una serie de dimensiones de un espacio n-dimensional, dentro
del cual se estructuran y configuran los diseño multimétodo y cada investigación en
concreto. Así tenemos seis dimensiones: tiempo (sincronía/diacronía), espacio
(extensión/intensión), punto de vista (subjetivo/objetivo), concepción de la naturaleza
del objeto (análisis/síntesis), sentido del proceso de construcción teórica
(deducción/inducción), y por último grado en el que se afectan la técnica a utilizar y el
fenómeno social a investigar (interactividad/neutralidad).
Bericat opta por la complementación, combinación y triangulación, como
procedimientos para realizar el diseño multimétodo, según convenga a cada situación.
En definitiva, la realidad social se puede cuantificar, pero también tiene unos aspectos
cualitativos, éste es el punto de partida de la perspectiva de la complejidad, es pensar
que la esencia de la sociedad es la complejidad abarcando aspectos cuantitativos y
cualitativos.
Podemos decir que la realidad social es compleja, y por tanto le corresponde una
metodología social en concordancia con la idea de sociedad como un sistema complejo
adaptativo.
Así, la epistemología de lo social es la epistemología de la complejidad, y la
articulación de esto, se lleva a cabo mediante el dato complejo, éste asume la realidad
social en sus múltiples dimensiones, como hecho y como proceso, como dato y
semántica, fruto de procesos objetivos y subjetivos, de configuraciones lineales y no
lineales y de procesos regulares y aleatorios que circulan en contextos espaciotemporales dinámicos.
Podemos considerar el dato complejo como un elemento integrador de los aspectos
cuantitativos y cualitativos de lo social, podríamos considerarlo también como un
elemento que contempla tanto los aspectos mensurables como los no directamente
observables, los más latentes, abstractos e indeterminados .
Respecto a la metodología social podríamos considerarla como un sistema social
complejo adaptativo, siguiendo el siguiente esquema:
En primer lugar, partimos de una concepción de la realidad social como sistema
complejo con dos características: multidimensionalidad y articulación de la
superposición y relación de dichas dimensiones que condicionan la configuración del
dato complejo en esta dirección.
En la operacionalización del dato complejo, la información recogida presenta cierta
regularidades de los procesos que analizamos, ocurre que la esquematización de
regularidades debe completarse con la incorporación de información incidental o
arbitraria, de aquí derivaríamos a una teoría probabilística de lo social, que debido al
funcionamiento metodológico tendríamos varias explicaciones diferencialmente
probables, y ésto que actúa disminuye el contraste con los real y nos daría una nueva
realidad.
Podemos citar a su vez, una serie de rasgos que caracterizan el dato complejo: en primer
lugar, su oposición al sentido reduccionista de dato simple unidimensional , de las
perspectivas cuantitativa y cualitativa. En segundo lugar, el dato complejo se caracteriza
también por servir de unidad básica de información, es decir, de input del flujo de
información de la metodología social como sistema complejo adaptativo. En tercer
lugar, el dato complejo es capaz de reflejar la multidimensionalidad de lo social y la
superposición de sus dimensiones.
El dato complejo es un elemento pluridimensional esencial, la construcción del dato
complejo, es el resultado de un proceso de síntesis que no constituye el resultado final,
sino la base original para el análisis.
El problema que se presenta es cómo articular esta nueva concepción en una
metodología concreta acorde con los presupuestos que de ella derivan .
Destacan una serie de estrategias que constituyen instrumentos destacados en conexión
con el análisis desde la perspectiva del dato complejo: el análisis exploratorio, el meta
análisis y las simulaciones informáticas.
Desde un punto de vista metodológico, las vías para la obtención de un marco
adecuado, pasarían desde la revisión de los autores clásicos y la revisión meta- analítica
de investigaciones diversas hasta la crítica concreta de investigaciones puntuales
ofreciendo una alternativa desde la complejidad.
“HACIA UNA OPERACIONALIZACIÓN DEL DATO COMPLEJO. LAS
SIMULACIONES INFORMÁTICAS Y EL ANÁLISIS SOCIAL”
A modo de introducción de este tema podemos decir que con la estadística informática
se facilitó el paso de la estadística descriptiva a la multivariable, con la que se pretendía
una mejora de la multidimensionalidad de los fenómenos sociales.
Son muchos los autores que se han preocupado por el tema del desarrollo informático,
por los problemas que esa tecnología pueda crear, y por las simulaciones informáticas.
Respecto a las simulaciones informáticas, podemos decir que éstas suponen una
superación de los modelos matemáticos tradicionales aplicados al análisis social.
Así mismo, algunos autores utilizan estas simulaciones informáticas para comprender y
analizar los procesos de desarrollo teórico, mientras que otros utilizan técnicas
heurísticas de investigación para el descubrimiento de modelos causales alternativos en
análisis concretos.
Nos centraremos ahora en las características de las simulaciones informáticas: en primer
lugar, nos permiten recoger la multidimensionalidad social y combinar regularidades
con aspecto caóticos y de indeterminación (ruido); en segundo lugar, podríamos decir
que las simulaciones informáticas hacen posible la configuración del dato complejo.
En definitiva podemos destacar que las simulaciones informáticas son una técnica de
construcción de modelos.
Las simulaciones informáticas suponen modelizar una situación en la que los elementos
son representados por procesos aritméticos y lógicos que pueden ser ejecutados por
ordenador, con la finalidad de predecir comportamientos dinámicos de la misma.
Destacan tres elementos esenciales en estas simulaciones informáticas de las que
hablamos: el primer elemento esencial es el input, el cual representa la situación de
partida, un segundo elemento es el algoritmo o conjunto de operaciones que dan
dinamicidad al sistema (modelo simulado) y, por último tenemos el out-put como
representante de la situación final.
Podríamos simplificar lo anteriormente expuesto diciendo que la característica esencial
de una buena simulación es reducir al máximo las reglas simples de su funcionamiento,
pero sin limitar los comportamientos emergentes más interesantes.
También cabe hacer referencia a las ventajas y los inconvenientes de las simulaciones
informática.
Las simulaciones informáticas suponen una superación de las limitaciones habituales al
control experimental en Sociología, también permiten, a partir de ciertos algoritmos
matemáticos y estrategias de programación informática, recrear y reproducir la situación
deseada.
Entre las desventajas de estas simulaciones destaca el hecho de que su gran
potencialidad como técnica queda limitada si los algoritmos y modelos matemáticos
utilizados, junto con los demás elementos que configuran la simulación, son
insuficientes o inadecuados para reflejar la situación social concreta que se analiza.
Es necesario referirnos a las simulaciones sobre la cooperación, dentro de este tema
destaca Axelrod, quien parte de elecciones dicotómicas entre la cooperación y la no
cooperación, asumiendo que los procesos se desarrollan en contextos libres de “ruido”,
sin error ni distorsión en la implementación o interpretación del comportamiento de los
actores.
En segundo lugar tenemos a P. Kollock, el cual, en su libro “ojo por ojo deja a todo el
mundo ciego”, analiza los procesos de interacción, cooperación y planteamiento
relacionados con la microsociología.
La cooperación para Kollock se concibe en un continuo gradual entre dos polos
(cooperación/no cooperación), esto permite estudiar un número de estrategias que no
pueden describirse desde una perspectiva dicotómica.
Este autor considera también que el incremento o decremento de los niveles de
cooperación entre los actores puede representarse gráficamente.
Para Kollock las simulaciones informáticas son especialmente útiles para elaborar
modelos de dinámicas de cooperación por dos razones: permiten introducir “ruido”
como un elemento probabilístico dentro del modelo y revelan que la interacción entre
actores interdependientes está frecuentemente en relación con efectos no lineales.
Retomando la idea de Kollock de que el incremento o decremento de los niveles de
cooperación entre los actores puede representarse gráficamente, este autor, a partir del
“Dilema del prisionero” elabora un supuesto teórico para el estudio de la cooperación.
Este dilema del prisionero es muy importante ya que, la incertidumbre (ruido) puede ser
operacionalizada de un modo más variado e interesante y lo más significativo, pueden
estudiarse un número importante de estrategias que no pueden describirse desde una
perspectiva dicotómica.
Este supuesto es la base de la mayor parte de los estudios de cooperación ya que refleja
una situación irreal y restrictiva, enfrenta a su vez, a dos actores en una interacción con
dos posibles resultados cerrados: la cooperación o la no cooperación.
En líneas generales el dilema del prisionero trata: de dos presos, detenidos sin pruebas
de su delito. A partir de aquí el juego consiste en: si ambos no cooperan, un año de
cárcel para cada uno; otra opción del juego consistiría en que si un preso confiesa que el
actor del delito ha sido el otro y no él, al mismo tiempo que el otro preso se niega a
confesar y no dice nada, este primer preso se libra de ir a la cárcel, mientras que al otro
le caen cinco años; otro posible resultado sería que ambos presos se delatasen, por lo
que cada uno no iría a la cárcel tres años.
Tras esto se puede decir que una primera conclusión del estudio fue la denominada “TIT
FOR TAT”, ojo por ojo, diente por diente, con esto se concluye que la gente tiende a la
reciprocidad de comportamientos, ésta sería la estrategia “suma 0”.
Ahora hablemos de la forma de operacionalizar el juego. Partimos en primer lugar de la
existencia de unos actores, siendo dotados cada uno de ellos con una puntuación de 10
puntos al inicio del juego; así el actor puede contribuir en su cooperación con una
aportación de entre 0 y 10 puntos.
Cabe destacar que estos puntos de contribución se doblan al ser cedidos al otro actor, y
así la puntuación máxima que puede obtenerse es de 30 puntos, en el caso de que se ha
contribuido con 0 puntos y se han recibido 10 por 2 del contrincante.
Por otro lado, cabe decir que si ambos actores no cooperan, cada uno de ellos obtendrá
10 puntos, y si cada uno coopera, hubiera recibido del otro 10 puntos, los cuales
sumados a los 10 que ya tenía, darían 20.
Otro aspecto destacable es que cabe la posibilidad de que tenga lugar una situación
intermedia en la que cada actor contribuya con un mayor o menor número de puntos, en
función del comportamiento del compañero.
Podemos destacar tras esto la configuración de tres estrategias de cooperación: en
primer lugar las estrategias restitutivas, que se corresponden al TIT FOR TAT,
mencionado anteriormente, éstas representan que el primer actor contribuye en la
primera jugada con 10 puntos, pero en las siguientes lo hace en función de las
contribuciones del oponente. Una variación de esta estrategia restitutiva es la
SUSPICIOUS TFT, ésta sigue la misma dinámica pero con la variante de que en la
primera jugada, la cooperación comienza con 0 puntos.
Una segunda estrategia es la flexible, denominada TIT FOR 2 TAT MAX, ésta es una
estrategia flexible porque no tiene en cuenta comportamientos ocasionales de no
cooperación. Comienza con una cooperación de 10 puntos en la primera jugada, aquí se
evalúa el comportamiento del otro participante en relación con dos jugadas anteriores.
Hay que decir que no se trata de una táctica reactiva, pero existe una variante que si lo
es como TAT + 1, en ésta cada una de las contribuciones es mayor que la anterior del
oponente, partiendo de un primer movimiento en el que se colabora con 10 puntos.
Finalmente tenemos las estrategias punitivas, son las denominadas TF2T MIN y
TAT –1, éstas hacen referencia a actores que tratan de obtener el máximo rendimiento
colaborando lo mínimo, esto trae consigo el surgimiento de estrategias astutas.
Otro aspecto importante dentro del Dilemas del Prisionero es el rendimiento de las
estrategias según sean poblaciones homogéneas o heterogéneas.
En las primeras, las estrategias restitutivas ( TIT FOR TAT) que en ausencia de ruido
ofrecen un buen rendimiento, disminuyen con la introducción de ruido y disminuyen su
saldo medio a 15.
Las estrategias más flexibles, no se ven tan influidas por el efecto ruido, pero cuando la
distorsión supera el 40%, las ventaja de estas estrategias flexibles disminuye también.
Podemos decir también que algunas estrategias se ven favorecidas por la presencia e
incremento de ruido; así, a pesar de que la aparición de ruido es más perjudicial para
TF2T MIN que para TFT, a largo plazo, TF2T MIN se beneficia de él.
Otras estrategias que se benefician del ruido son las punitivas como TAT-1.
Comentemos ahora los rendimientos de estas estrategias de cooperación en las
poblaciones heterogéneas.
Partimos de la interacción entre las estrategias cooperativas, TFT, TF2T MAX y TAT
+1, éstas se caracterizan por un mayor rendimiento conjunto, pero el saldo de las tres
disminuye a medida que las distorsiones se hacen más frecuentes, siendo TFT la más
beneficiada. También podemos destacar que en presencia de SUSPICIOUS TFT, las
anteriores reducen su rendimiento, pero TFT es la que mayor disminución relativa sufre.
A su vez podemos destacar que con la introducción de la estrategia punitiva TF2T
MIN, se produce un efecto negativo en todo el conjunto, pero a pesar de ésto, las
estrategias flexibles siguen ofreciendo mejores rendimientos que otras.
Otro aspecto de los rendimientos de las estrategias en las poblaciones homogéneas es,
finalmente, el hecho de que incluyendo TAT –1 se tiende a situaciones de abandono
total de la cooperación con una reducción generalizada del rendimiento del conjunto de
estrategias, ya que TAT –1 tiene un gran poder para explotar a las otras.
Finalmente Kollock analiza la estabilidad evolutiva de cada estrategia, la capacidad de
resistencia de una supuesta población que sigue una determinada estrategia cooperativa.
Los hallazgos de Kollock muestran los efectos del “ruido” y la conveniencia de
establecer diversos grados de cooperación, en contra de la consideración dicotómica
cooperación/no cooperación, del Dilema del prisionero.
Así se puede concluir diciendo que las estrategias de cooperación con mayor tendencia
a la cooperación y que utilizan sistemas más flexibles obtienen resultados más
ventajosos en casi todos los contextos.
En situaciones extremas de ruido y bajo determinadas condiciones, eventualmente
puede ser aconsejable seguir otras estrategias.
“COWBOYS AND INDIANS: PERCEPCIONES DEL WESTERN PARA ALGUNOS
INDIOS AMERICANOS Y ANGLOSAJONES”:
El tema de la investigación se traduce en cómo diferentes grupos se apropian y buscan en los
productos culturales su propia representatividad. El drama clásico del buen tipo(good guy) y
el mal tipo(bad guy).
La muestra consta de 20 machos indios y 20 anglosajones que viven en una ciudad en una
reserva india en Western Plains de los EEUU; a esta muestra se les mostró la película “The
Searchers”.
Tras esto se escribieron los cuestionarios, y fueron administrados inmediatamente después de
ver la película, seguido por entrevistas focalizadas de grupos.
Se analiza lo que les gusta y lo que no les gusta y se seleccionan los grupos por diferentes
características, vivan o no en la reserva, sean anglos o indios, su nivel económico etc.
En segundo lugar, el sitio donde se realizó la investigación fue la ciudad de la reserva , la cual
tiene una población de 1200 habitantes. De 600 indios, el 40% son sioux, el 10% assiniboine,
otro 10% son indios mezclados con originales y aproximadamente un 40% se identificaron
como indios de sangre mixta.
Se les preguntó tanto a los indios como a los anglos sobre algunas variables
sociodemográficas básicas como la edad, años de educación, ocupación y status laboral.
Tras ésto se observó que todos los sujetos tenían entren 36 y 64 años y la mayoría estaban
casados.
Respecto a los descubrimientos y hallazgos, se pude decir que la experiencia de ver la película
debería de ser distinta para indios y anglosajones, especialmente cuando ven escenas en las
que los indios son retratados en un sentido negativo, deformados y tergiversados.
Todos los entrevistados indicaron que les había gustado la película del oeste en general,
además en la entrevista focalizada dijeron que deseaban más westerns producidos en
Hollywood.
Se les preguntó sobre tres tipos de películas que les gustaban de entre una lista de 10 y las
contestaciones fueron: 40 sujetos respondieron el género western el primero o segundo, el
65% el western primero, las películas de combate en segundo lugar y las de ciencia ficción las
terceras.
En respuesta a la cuestión ¿con quién te has identificado más en la película?, el 60% con los
indios y el 50% de los anglosajones se identificaron con John Wayne, mientras que el 40% de
los indios y el 45% de los anglosajones se identificaron con Jeff Hunter.
Cabe destacar que ninguno de los indios se identificó con el jefe indio Scar.
En el grupo focalizado, cuando les preguntaron si se sentían arraigados con los indios, ambos
contestaron que algunas veces cuando éstos eran los “chicos buenos”.
Destaca que a la hora de responder utilizan el nombre de los actores en la realidad, no el
nombre que éstos tienen en la película.
Al preguntarles qué opinan sobre el odio que Ethan (John Wayne) tiene hacia los indios en la
película, los indios respondieron que John Wayne odia con todas sus fuerzas a los indios en
esta película, pero en otras él no les odia. Así, los indios han matado a su hermano y a su
esposa, él no les odia en todas las películas.
Los anglosajones respondieron parecido: “ a John Wayne no le gustan los indios aquí porque
ellos han matado a la familia de su hermano, pero en otras películas, él está de su lado.
Los entrevistados hablaban de John Wayne como si fuera uno de ellos y le conocieran
personalmente, porque Wayne siempre juega de buen chico, característica con la que los
entrevistados simpatizan, es fácil identificarse con este actor y con todo lo que él representa;
para los entrevistados Wayne es el cowboy, tanto en la película como en la vida real.
La realidad y la ficción: algunas diferencias patentes. Respecto a esto cabe destacar que
algunos entrevistados, tanto indios como anglos, vieron algunos aspectos en The Searchers
como reales y otros como ficticios; ambos grupos difirieron en qué vieron como auténtico y
qué vieron como ficticio.
Se les preguntó ordenadamente tres razones principales para que les gustara la película.
Ambos grupos estuvieron de acuerdo en la importancia de la acción y la lucha, el escenario y
el paisaje.
La razón para que la película gustara a los anglos fué principalmente que ésta representa una
auténtica descripción del viejo oeste. Las diferencias entre indios y anglos se vieron en que
ningún indio señaló esta razón como la más importante.
En el grupo focalizado, al preguntar por qué les gusta la película y qué hace de este western
mejor que otra clase de películas, los anglo dijeron que sus abuelos fueron inmigrantes y el
western muestra para ellos la dura vida que éstos tuvieron, para los anglos, el western
representa su herencia y no es una fantasía de un estilo de vida idealizado, sino que representa
su propia historia.
Se les preguntó a los indios sobre la representación de The Searchers como una auténtica
descripción del viejo oeste y respondieron que es real en algunos casos, los cowboys son
reales para ellos pero no saben mucho sobre los indios porque nunca ven mucho sobre ellos;
para los indios la película trata más sobre los cowboys que sobre los indios.
Otra diferencia es que los indios citaron el humor como una razón importante para que les
gustara la película, y los anglosajones, en contrate, nunca lo mencionaron.
Se les preguntó a los entrevistados sobre las cualidades, que según ellos, caracterizan a un
buen héroe y un buen western.
Los indios americanos señalaron la dureza, la resistencia y la bravura. Los anglos señalaron,
en cambio, la integridad y la honestidad junto con la inteligencia.
Finalmente se contrastó la investigación con 15 indios americanos estudiantes en la
universidad de West Coast (10 hombres y 5 mujeres), éstos respondieron diferente a los
indios de la reserva, reaccionaron sobre el mensaje negativo de la película, para ellos que el
único indio bueno se muere el primero.
Respecto a las conclusiones llegadas tras esta investigación podemos destacar en primer lugar
el hecho de que para los indios el significado del western viene dado por la fantasía de ser
libres e independientes.
Para los anglosajones, en cambio, el western representa una historia sobre su pasado y sus
ancestros. Ambos encuentran una fantasía en la historia cowboy, en la que la parte importante
del camino de la vida triunfa y son moralmente buenos, validando su propio grupo cultural, en
el contexto de una historia dramática. Ambos (indios y anglos) se sienten arraigados con los
chicos buenos).
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