Raquel Andrea Hernández Gallardo. 2 secundaria. Colegio Alpa Examen rapido. Biologia 4° bimestre. “los 5 sentidos” Oido. vista Olfato. Tacto. Gusto. ¿Qué son? Los seres vivos responden a los cambios ambientales, es decir, a los estimulos. Estos desencadenan una respuesta: Por medio del sistema nervioso mandan información al cerebro por medio de impulsos nerviosos y este reponde de una manera coordinada y apropiada. Algunos organismos reciben continuamente estimulos que son captados por un receptor sensitivo; tejido nervioso que capta los estimulos y genera un impluso nervioso, que viaja hacia el cerebro. Los principales receptores son los organos de los sentidos (nariz, ojos, lengua, oido y piel) y pues de aquí se originan los 5 sentidos.. Vista. El sentido de la vista es el que permite al hombre conocer el medio que lo rodea, relacionarse con sus semejantes, y el hombre debe contar con los elementos adecuados para captar e interpretar señales provenientes de aquellos. Las imágenes visuales le proporcionan a través del ojo, información sobre el color, la forma, la distancia, posición y movimientos de los objetos. Es el sentido humano más perfecto y evolucionado. El órgano receptor es el ojo o globo ocular, órgano par alojado en las cavidades orbitarias. Están formados por 3 partes: Túnica externa -> constituida por la esclerótica, que cubre cada ojo y la cornea que permite el ingreso de los rayos luminosos. Túnica media-> formada por el coroides, que se encuentra en debajo de la esclerótica y contiene vasos sanguíneos y pigmentos que absorben el exceso de luz; el iris que son músculos que regulan el tamaño de la pupila; y el cuerpo ciliar que modifica al cristalino(estructura transparente que funciona como una lente fisiológica que enfoca las imágenes) y conserva la forma del ojo. Túnica interna-> es la retina, constituida por una capa pigmentada que absorbe el exceso de luz; y una nerviosa donde se encuentran los fotorreceptores que perciben los colores (conos) y permiten la visión en la oscuridad (bastones). Para que la visión se produzca es necesario que los rayos luminosos pasen por la cornea, pupila, cristalino y líquidos del ojo, y que el final se forme la imagen en la retina donde se transforma en impulso nervioso enviado al cerebro por medio de las neuronas ganglionares. Esclerótica. Oído. El sentido del oído nos permite percibir los sonidos, su volumen, tono, timbre y la dirección de la cual provienen. Las vibraciones sonoras son recibidas por el oído y esas sensaciones son transmitidas al cerebro. El oído humano sólo está capacitado para oír un rango de ondas sonoras, ya que no percibe las vibraciones menores a 20 veces por segundo ni mayores a 20.000 veces por segundo. En el oído se encuentran también terminales nerviosas que reciben información acerca de los movimientos del cuerpo, ayudando a mantener el equilibrio del mismo. Se divide en: Oído externo, formado por el pabellón auditivo u oreja (cartílago cubierto por piel que capta y conduce los sonidos) y el conducto auditivo externo, que secreta cerumen para impedir que ingresen partículas extrañas. En su parte interna se comunica con el tímpano, que amplifica los sonido. oído medio, contiene varias estructuras que transmiten los sonidos al oído interno: trompa de Eustaquio (iguala la presión), martillo, yunque y estribo (que están articulados entre sí.). Cuando el tímpano vibra, las ondas sonoras se transmiten hacia esta cadena de huesecillos. Oido interno, constituidos por los laberintos óseo, que se divide en canales semicirculares, vestíbulo (equilibrio) y caracol (manda impulsos nerviosos al cerebro por los órganos de Corti); y el membranoso, compuesto por 3 conductos llenos de liquido, que transporta las ondas sonoras. Tacto Este sentido es fundamental, ya que los demás se consideran especializaciones del tacto. Así, para percibir los sabores es necesario que el alimento se ponga en contacto con la lengua. Lo mismo pasa con los olores, que deben tocar la pituitaria. Vemos un cuerpo cuando la luz que este emite o refleja toca la retina. Los sonidos deben chocar contra el tímpano para que se inicie la vibración que nos generará la audición. A través del tacto, el cuerpo percibe el contacto con las distintas sustancias, objetos, etcétera. La mayoría de las sensaciones son percibidas por medio de los corpúsculos, que son receptores que están encerrados en cápsulas de tejido conjuntivo y distribuidos entre las distintas capas de la piel –epidermis, dermis e hipodermis, desde la superficie hacia abajo–. Estos receptores se estimulan ante una deformación mecánica de la piel y transportan las sensaciones hacia el cerebro a través de fibras nerviosas. Los receptores se encuentran en la epidermis, que es la capa más externa de la piel, y están distribuidos por todo el cuerpo de forma variable, por lo que aparecen zonas con distintos grados de sensibilidad táctil en función del números de receptores que contengan. El frio es captado por los corpúsculos de Krause, el calor por los de Ruffini, presión y tacto por los de Pacini y Meissner. Otro receptor táctico son los discos de Markel. Y los del dolor, por terminaciones nerviosas libres. Se estima que en la piel humana existen alrededor de cuatro millones de receptores para la sensación de dolor, 500 mil para la presión, 150 mil para el frío y 16 mil para el calor. El tacto es un sentido que puede desarrollarse y ofrecer más prestaciones de lo que generalmente se cree y puede ayudarnos a recabar también más información. De los cinco sentidos tradicionales, el tacto es en realidad el único sin el cual no podríamos vivir. Curiosamente, la parte más sensible de nuestro cuerpo es la punta de la lengua, seguida por las yemas de los dedos. A través de la mano no sólo es posible la comunicación, sino que es un excelente medio de obtener información. Quizás podamos tomar conciencia de ello, si nos paramos a pensar en la incontable cantidad de cosas que tocamos a lo largo de un día. Gusto. El gusto es una función de las papilas gustativas en la boca; su importancia depende de que permita seleccionar los alimentos y bebidas según los deseos de la persona y también según las necesidades nutritivas. El gusto actúa por contacto de sustancias químicas solubles con la lengua. El ser humano es capaz de percibir un abanico amplio de sabores como respuesta a la combinación de varios estímulos, entre ellos textura,temperatura, olor y gusto. El sentido del gusto depende de la estimulación de los llamados "botones gustativos", las cuales se sitúan preferentemente en la lengua, aunque algunas se encuentran en el paladar; su sensibilidad es variable. Los nervios (principalmente faciales) conectados con las papilas gustativas transmiten impulsos al centro nervioso situado en el bulbo raquídeo (continuación de la médula allí donde empieza la columna vertebral); de aquí, los impulsos se transmiten a las caras superior e interna del lóbulo parietal, en íntima relación con el área del cerebro relacionada con el olfato. A partir de los estudios psicológicos, se piensa en general que existen cuando menos cuatro sensaciones sápidas primarias: ácido, salado, dulce y amargo; pero sabemos que una personaa puede percibir cientos o miles de sabores diferentes. Se supone que se trata de combinaciones de las cuatro sensaciones primarias, de la misma manera que todos los colores del espectro son combinaciones de tres sensaciones coloreadas primarias. Sin embargo, podría existir otra clase o subclase de sensaciones primarias, menos evidentes. Las casi 10.000 papilas gustativas que tiene el ser humano están distribuidas de forma desigual en la cara superior de la lengua, donde forman manchas sensibles a clases determinadas de compuestos químicos que inducen las sensaciones del gusto. Por lo general, las papilas sensibles a los sabores dulce y salado se concentran en la punta de la lengua, las sensibles al ácido ocupan los lados y las sensibles al amargo están en la parte posterior Los compuestos químicos de los alimentos se disuelven en la humedad de la boca y penetran en las papilas gustativas a través de los poros de la superficie de la lengua, donde entran en contacto con células sensoriales. Cuando un receptor es estimulado por una de las sustancias disueltas, envía impulsos nerviosos al cerebro. La frecuencia con que se repiten los impulsos indica la intensidad del sabor; es probable que el tipo de sabor quede registrado por el tipo de células que hayan respondido al estímulo. Olfato. El epitelio de la nariz constituye el órgano del olfato. La percepción de los olores es gracias a las células olfatorias localizadas en la parte superior de la cavidad nasal y áreas posteriores. Las sustancias olorosas ingresan a las fosas nasales durante la respiración y llegan al epitelio olfativo donde estimulan a los vellos olfatorios de las células receptoras, lo cual produce un impulso nervioso que es conducido hasta la corteza cerebral donde se interpreta como una sensación olfatoria. Es el sentido que nos permite oler. Este fenómeno ocurre cuando ciertas sustancias se introducen en la nariz y tenemos la sensación de oler. Antes de que podamos oler cualquier cosa, las sustancias que se desprenden de ésta deben llegar a nuestra nariz. En general, las moléculas olorosas experimentan dos procesos antes de llegar a nuestra nariz. El primero de ellos ocurre cuando las moléculas se desprenden de la sustancia en que se encuentran y el segundo al transportarse estas moléculas hasta nuestra nariz. Cuando un objeto, emite un olor y nos llega a la nariz esto quiere decir que moléculas de dicho objeto se han desprendido de él y llegado, por difusión o arrastre, a nuestra nariz. Estas moléculas entran en la nariz debido a la aspiración que realizamos cuando respiramos. En este proceso, el aire que inhalamos arrastra a las moléculas que están en la vecindad de la nariz. La corriente de aire que entra da lugar a una corriente secundaria que pasa por el epitelio sensitivo. La cantidad de aire y por tanto la fracción de moléculas del objeto oloroso que se deposita en el epitelio es muy pequeña. También llegan corrientes de aire desde la boca. La comida que tenemos en la boca también despide moléculas que son arrastradas hasta el epitelio sensitivo. Este hecho tiene como consecuencia que la sensación predominante al comer provenga no del gusto que se inicia en la lengua sino del olfato. La sensación de oler se experimenta cuando las moléculas aromáticas llegan a la mucosa nasal, en donde se disuelven. Así, estas moléculas entran en contacto con los cilios. Hasta hoy en día no se ha podido determinar con certeza el mecanismo por medio del cual se inicia el proceso a través de los receptores nerviosos que nos dan la sensación de oler Oler! Saborear! Escuchar! Tocar! Mirar!