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PROYECTO FINAL DE MAESTRIA TIM-3

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UNIVERSIDAD INTERNACIONAL DE LA RIOJA
MAESTRÍA EN APRENDIZAJE,
COGNICIÓN Y DESARROLLO
EDUCATIVO
“Alumno del siglo XXI, la generación que
exige un cambio en la práctica docente.”
T I M
Trabajo de Investigación de Maestría
Barbara Denisse Cortes Camacho
Director del TIM: Mtra. Estela Uribe Franco
CDMX
agosto 2020
Índice
Introducción …………………………………………………………………………………………..3
Delimitación y planteamiento del problema……………………………………………….4
Justificación …………………………………………………………………………………………..5
Objetivos………………………………………………………………………………………………..6
Objetivo general …………………………………………………………………………..6
Objetivos específicos …………………………………………………………………….6
Marco teórico …………………………………………………………………………………………7
I.
Panorama educativo mexicano en el siglo XXI………………………8
II.
Características del alumno del siglo XXI………………………….….13
Características cognitivas…………………………………………15
Contexto familiar ……………………………………………………17
Socialización…………………………………………………………..19
III.
Necesidad de un cambio en la práctica docente……………………20
Consideraciones finales …………………………………………………………………………27
Fuentes de consulta………………………………………………………………………………30
2
Introducción
El presente proyecto de investigación tiene la finalidad de realizar una investigación
documental, en la cual se tratará de encontrar, seleccionar y analizar en algunas fuentes
de consulta, los cambios que se requieren en la práctica docente ante el alumno del siglo
XXI.
Hoy en día la situación educativa de nuestro país se observa en decadencia, no solo por
los últimos puntajes de PISA en el 2018, que arrojaron que los estudiantes mexicanos
obtuvieron un puntaje bajo y que solo el 1% de los estudiantes obtuvo un desempeño en
los niveles de competencia altos (OCDE, 2019), sino también como dato de experiencia,
se observa como los alumnos se caracterizan por tener poco interés por la escuela, por
presentar calificaciones mínimas, desinterés y apatía ante el aprendizaje, entre otras.
El alumno egresado de educación básica en muchas de las ocasiones no cuenta con las
herramientas o habilidades necesarias para el ingreso al siguiente nivel, es decir no
lograron el perfil de egreso, las causas pueden ser múltiples, pueden ir desde la situación
familiar, económica, la práctica educativa, el estado emocional del alumno, el contenido
curricular. Pero lo preocupante es que muchas veces los alumnos van arrastrando esas
carencias de nivel en nivel, o bien se da el abandono escolar.
En México, de cada 100 alumnos que ingresan a primaria solo 21 terminan la
universidad, cuatro estudian una maestría y uno llegará a doctorado, de acuerdo
con el estudio Panorama de la educación 2017, que elabora anualmente la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En el
análisis se establece que en México solo 17 por ciento de la población de 25 a 64
años ha cursado educación superior, esta cifra es la proporción más baja entre los
países miembros del organismo internacional, donde el promedio es de 37 por
ciento (Valadez. B,2018)
Se vuelve fundamental conocer desde el actuar docente, cuáles son las posibles causas o
situaciones que están generando estas características negativas.
Las situaciones tanto sociales, como familiares y escolares han cambiado y evolucionado
¿será que el docente ha evolucionado con ellas o se convierte en cómplice de estas
características?
3
Los resultados y características dependen de macro y micro sistemas, es decir, tanto de
políticas sociales y económicas, del contexto familiar que rodea al alumno, etc. Por
supuesto, que no solo es resultado del actuar docente, sin embargo, no se puede esperar a
que esas políticas o situaciones mejoren o se conviertan en lo que se pudiera desear, pero
lo que sí se puede es valorar el actuar docente, partir de ¿qué se necesita como docente
para hacer frente al alumno del siglo XXI?, ¿qué puedo hacer para evitar el fracaso en la
educación?
Tedesco (2002) menciona que: “Muchos educadores no poseen las competencias
actitudinales y cognitivas necesarias para responder a los desafíos propios de la formación
de las nuevas generaciones” (p. 11).
Sin duda los niños necesitan un cambio en la labor docente, necesitan que se cambie de
paradigma y se mire a través de sus características. Hacer lo que depende del docente,
directamente en el aula. Ya no aprenden como se aprendía y tratar de enseñar con el
pasado sin duda lleva a fracasar en el proceso de enseñanza aprendizaje.
En un contexto como el nuestro, “el avance acelerado en el uso de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC) ha modificado todos los aspectos que conforman los
sistemas sociales, entre ellos, y como no podía ser de otra manera, el aspecto educativo”
(Pozuelo, J, 2014).
Por ello las características de los alumnos del siglo XXI son particulares, y se deben tomar
en cuenta en la práctica educativa.
En el primer apartado, se contextualizará de manera sintetizada el panorama de la
educación en México, en el segundo apartado se analizarán las aportaciones que hacen los
teóricos sobre las características del alumno del siglo XXI, por último, en el tercer
apartado, se nombraran las características que se esperan de un docente ante el alumno
del siglo XXI.
4
Delimitación y planteamiento del problema
El problema de investigación se basa en la siguiente pregunta: ¿Qué cambios se necesitan
en la práctica docente ante el alumno del siglo XXI?
La cual surge de una gran inquietud, cada día se incrementa el número de alumnos que
van a la escuela solo porque “tienen que ir”, se les ve desmotivados, sin ganas de aprender
lo que el docente le muestra en la pizarra, la práctica del docente frente a grupo se observa
carente de herramientas motivacionales, se muestran cansados y frustrados al ver que sus
prácticas pedagógicas no tienen resultado.
La educación en general necesita de cambios reales y no de simulaciones, si bien la
educación comprende muchos elementos, es indiscutible que una pieza fundamental es el
docente, son quienes interactúan de forma cercana con los alumnos, por ende, quienes
deben de trasformar la práctica y ajustarse a las nuevas formas de vida y de aprendizaje,
son los docentes.
Como dice Pozuelo (2014) “Somos los docentes los que debemos realizar el esfuerzo de
cambiar, de aprender, de enseñar de otra manera. En el escenario actual, surgen
diferentes retos y oportunidades a los que la educación debe enfrentarse” (p.3)
La práctica docente hoy en día se está volviendo obsoleta, las características del alumno
del siglo XXI, son totalmente distintas al tipo de alumno de hace 20 años, por ello no se
debe pretender enseñar como se aprendió en el pasado, ya no es lo mismo, ante la práctica
tradicional se observa el bajo rendimiento, la apatía, se necesitan modificaciones en la
formación docente y la práctica educativa donde se respeten estas nuevas características
del alumno actual.
El rol del profesor como evaluador y poseedor de la verdad absoluta parece
quedarse atrás en el mundo actual. Hacer que los alumnos piensen, cuestionen,
investiguen, es el verdadero papel del maestro. Necesitamos al profesor en un rol
abierto hacia lo que sucede en el mundo y en la actualidad del estudiante (Palma,
2016).
Por lo anterior, se define que el planteamiento del problema con lleva a la siguiente
hipótesis.
5
El problema de la educación en México es muy complejo, y ante ello el docente tiene cierto
grado de responsabilidad vinculado a su actitud, su falta de capacidad para analizar las
características de los alumnos y las carencias de los recursos en su práctica docente, no
dan a los alumnos la oportunidad de desarrollar las habilidades del siglo XXI, la enseñanza
se ha vuelto obsoleta y por ende los alumnos muestran bajo rendimiento y apatía por la
escuela.
Justificación
Las razones que motivan a investigar este problema es la necesidad de un cambio en la
educación mexicana, la necesidad de la formación de un docente capaz de formar un
alumno integral y con una gran variedad de habilidades que le ayuden a enfrentar el
mundo tan dinámico y cambiante en el que vivimos, como dice Tedesco (2000) estamos
ante “la aparición de una nueva forma de vida sobre la tierra” (p.17)
Por ello se debe enfrentar como docente esta realidad, y el reto debe estar centrado en
hacer que el alumno disfrute de su capacidad cognitiva, que mire a la escuela no solo como
un centro del español y la matemática, si no como un mundo donde disfrute de la
adquisición de conocimiento y habilidades, en el cual sea consciente de la gran capacidad
cerebral que porta y que en la escuela puede alimentar esa capacidad haciéndose participe
y siendo activo en todo momento, donde el docente lo motive y tome en cuenta sus interés
y características actuales.
El definir y encontrar las causas, ayudará a ser sensibles ante la situación de los alumnos
y encaminará a mejorar la práctica docente y con ello el aprendizaje, una de las
aportaciones más importantes que se pretende hacer con esta investigación documental
es que el pensamiento docente se trasforme, que surjan inquietudes de indagación, de
autocapacitación, y los motive a querer enfrentar con la mejor actitud al alumno del siglo
XXI y la crisis de nuestra educación mexicana.
Ser verdaderos agentes de cambio para el bien social, a través de la práctica docente,
reflejada en la actitud positiva del alumno ante la escuela.
6
Objetivos
Objetivo general

Identificar los cambios que se requieren en la práctica docente ante el alumno del
siglo XXI.
Objetivos específicos
1. Contextualizar el panorama educativo del siglo XXI.
2. Identificar las características del al alumno del siglo XXI.
3. Definir las necesidades en la práctica docente ante el alumno del siglo XXI.
Marco teórico
El presente trabajo se basa en una investigación de tipo documental entendiendo esta
como
Una serie de métodos y técnicas de búsqueda, procesamiento y almacenamiento de
la información contenida en los documentos, en primera instancia y la
presentación sistémica y coherente y suficiente argumentada de una nueva
información en un documento científico, en segunda instancia (Tancara, 1993,
p.94).
Las investigaciones que se presentan en dicho trabajo han sido rescatadas de artículos de
carácter científico, revistas como la revista Iberoamérica de Educación, revista Mexicana
de Investigación Educativa, Redalyc y algunos otros artículos que generan su punto de
vista sobre la educación, que son los que constituyen la fuente documental de esta
investigación que de una u otra forma presentan evidencias documentales que conforman
la noción de este objeto de estudio.
Para poder realizar el presente trabajo sobre los cambios que se requieren en la práctica
educativa ante el alumno del siglo XXI, se han tomado a consideración algunos referentes
teóricos, como fuentes primarias, que explican el estado actual del tema planteado.
7
Uno de los autores que se rescata es a Juan Carlos Tedesco que habla de su perspectiva de
educación para el inicio del siglo XXI, en su libro “El nuevo pacto educativo”, que apoyó a
tener claridad sobre el panorama de la educación en México.
Para la caracterización del alumno del siglo XXI se retoma información del autor Marc
Prensky, quien define al alumno actual como un nativo digital.
Los aportes de autores como Philippe Perrenoud un destacado sociólogo suizo,
antropólogo, investigador y profesor de la Facultad de Psicología y Ciencias de la
Educación de la Universidad de Ginebra, que en el año 2004 publicó el libro “Diez nuevas
competencias para enseñar”, donde enmarca y da su punto de vista acerca de cómo
podrían ser las competencias docentes en un futuro posible, que ahora ya se convierte en
un presente, y del autor Jacques Delors con un texto titulado “Los cuatro pilares de la
educación”, en La Educación encierra un tesoro, en el cual trata de enlistar los principios
de una educación para el siglo XXI.
Por otro lado, se rescató información relevante de organismos e instituciones como la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura,
(UNESCO), la Secretaria de Educación Pública (SEP), la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Instituto Nacional para la Evaluación
de la Educación (INEE).
Todo lo anterior, más aportes de artículos secundarios fueron utilizados como soporte
para comprender el conjunto de cambios que se requieren en el actuar docente. Sin más
preámbulo se inicia el primer apartado de la investigación.
8
I.
Panorama Educativo en el siglo XXI en México.
Al hablar del siglo XXI, hacemos referencia al periodo entre el 2001 y el 2100. Actualmente
han trascurrido solo dos décadas del siglo.
El siglo XXI, se caracteriza por el avance y expansión de la digitalización y el control
de la información a nivel global. También a esta época se le conoce como la era de
la información . Las llamadas redes sociales reflejan el inter cambiante mundo de
información, conectividad a bajo costo.(Fundación Wikipedia, s.f).
Hechos que han traído sin lugar a duda movilizaciones en el sistema educativo mexicano,
como dice García (2002):
En las últimas dos décadas se ha enfatizado la necesidad de profundizar en la búsqueda
de metas precisas para el desarrollo de la educación en el ámbito escolar pues sus
funciones esenciales – relativas a la trasmisión de la cultura y la historia nacional, la
integración de las poblaciones, la formación de los ciudadanos para la participación en
la vida social, así como la formación de valores y el acceso a la escolaridad y la
alfabetización para el logro del crecimiento económico de las naciones- han quedado
como propósitos insuficientes frente a las complejas exigencias de la sociedad actual.
(p. 1).
La educación ha tenido que reformarse, desde inicios del siglo XXI, una serie de
convenciones y foros centraron su atención en la necesidad de trasformar la educación, se
hicieron escritos en la primera década del siglo, donde enlistaban los principios de la
educación en el siglo XXI, pesando en un futuro incierto, pero a la vez tan presente con la
era de la información.
Así es como se fue enmarcando el contexto epistemológico en el que se desarrolla la
investigación, cuando estaba a punto de cerrarse el Siglo XX, varios autores entre ellos
rescato a Tedesco, tenía una visión a futuro de lo que iba ser la educación del futuro,
entendiendo esta como la educación del siglo XXI.
A finales del siglo XX, la revista Newsweek lanzó un artículo donde hacían un análisis
global de lo que estaba por venir y afirmaban que:
9
La revolución solo ha comenzado, pero ya nos abruma, ha dejado atrás nuestra
capacidad de control ha convertido en obsoletas nuestras leyes, trasformando nuestras
costumbres, desordenando nuestra economía, reordenando nuestras prioridades,
redefinido nuestros puestos de trabajo, incendiando nuestras constituciones y
cambiando nuestro aspecto de la realidad (Levy, 1995. p.1)
Como bien se sabe la educación siempre ha sido mirada desde los puntos de vista político
social, se ha tratado de buscar formar un ciudadano que dé respuesta a la economía de
nuestro país. Ha sido el contexto social y político, lo que define a las instituciones
escolares.
Este tipo de situaciones que tenían lugar en aquel entonces obligaba a los políticos
educativos a reformular las preguntas básicas sobre los fines de la educación, sobre la
responsabilidad que asumiría el docente para formar a las nuevas generaciones.
Tanto aspectos sociales como familiares y educativos sufrían cambios drásticos muy
distintos al siglo XX, el concepto de educación ya no podía ser lo mismo ante esta era de
la información.
En la última década del siglo XX, los sistemas educativos de la mayoría de los países
de América Latina iniciaron complejos procesos de reforma que se caracterizan
fundamentalmente por la transformación de la gestión y por una renovación
significativa en el ámbito pedagógico (Zorrilla, M. y Barba, B. 2008, p. 3).
Con estos cambios sociales se comienza a desarrollar lo que llegaría a ser la política de
modernización educativa a finales del siglo pasado. El presidente Carlos Salinas firma el
Acuerdo Nacional para la modernización de la Educación Básica, “Este Acuerdo Nacional
está inspirado por el propósito fundamental de elevar la calidad de la educación pública,
pero los programas y acciones que aquí se formulan tendrán también el efecto de
promover y mejorar la calidad de la educación” (Diario Oficial, 1992)
En el sexenio de Vicente Fox donde se arranca históricamente con el siglo XXI, se dio
continuidad a la noción de modernizar la educación, el 28 de septiembre de 2001, se dio
a conocer el programa sexenal del sector educativo “Programa Nacional de Educación
2001-2006”, el documento lleva el subtítulo de “Por una educación de buena calidad para
todos. Un enfoque educativo para el siglo XXI”.
10
Como vemos la palabra calidad en la educación era una de las principales funciones del
sistema educativo mexicano, desde aquel entonces, entendiendo calidad educativa como
aquella que:
Potencia las capacidades cognitivas, sociales, afectivas, estéticas y morales de los
alumnos, contribuye a la participación y a la satisfacción de la comunidad
educativa, promueve el desarrollo profesional de los docentes e influye con su
oferta educativa en su entorno social. Un centro educativo de calidad tiene en
cuenta las características de sus alumnos y de su medio social (Marchessi y Martín
1998, p. 33)
Pero los resultados que hasta el momento nos acompañan no atienden a una calidad de la
educación, la calidad de la educación básica es deficiente, no proporciona el conjunto
adecuado de conocimientos, habilidades, capacidades y destrezas, actitudes y valores
necesarios para el desenvolvimiento de los educandos y para que estén en condiciones de
contribuir efectivamente a su propio progreso social y al desarrollo del país, Tedesco
(2002) mencionaba:
Es evidente el agotamiento del discurso reformista tradicional. Los intentos
recurrentes de reforma educativa de las últimas décadas produjeron resultados que
estuvieron muy lejos de las expectativas y de los esfuerzos invertidos. Po esta razón,
en amplios sectores políticos y sociales existe actualmente un fuerte esceptismo
acerca de las posibilidades de modificar el funcionamiento del sistema educativo,
que se expresa en la opinión generalizada según la cual en educación ya todo ha
sido intentado y, sin embargo, los resultados son muy escasos (p. 181).
Todo lo que se ha enmarcado hasta el momento en las políticas educativas parecen una
utopía, han transcurrido ya dos décadas de esa visión del autor, ya se han propuesto varias
reformas, modelos, planes y programas educativos, conforme las demandas de una nueva
presidencia, pensados supuestamente para las características y demandas en el siglo XXI,
pero la situación educativa sigue sin traer buenos resultados en relación al desempeño de
los alumnos mexicanos. Y nos seguimos preguntando ¿por qué la educación no cambia?
Tedesco (2000) cita en su libro, la visión de un escritor llamado Lewis. J. Perelman lo
siguiente “la respuesta es simple, la educación es el último gran bastión de la economía
11
socialista, hacer tabla rasa con la educación y reemplazarla por otra cosa constituye una
salida comercial más prometedora” (p. 182)
No queda claro aún, si las intenciones de los políticos en relación a la educación es
realmente lo que necesitan nuestros alumnos, si requieren realmente de profesionistas,
seres humanos íntegros para levantar a nuestro país o todo lo contrario y estemos viviendo
engañados y por ello la educación no cambie, por ello es importante conocer como docente
las características de los educandos en el contexto actual y dejar de pensar que las políticas
por sí solas van a generar los cambios, el actuar docente es la pieza clave para romper con
esta secuencia de crisis y fracaso y depende íntimamente de la actitud y ética con la que
miren su profesión.
Ahora se está por iniciar una nueva reforma educativa planteada por el nuevo presidente
y el secretario de educación Esteban Moctezuma, titulada la Nueva Escuela Mexicana.
En este tenor el Artículo 3° constitucional ha sido reformado y en su artículo 6°, se
establecen los principios del Sistema Educativo, los cuales son:
I.
El aprendizaje de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, como centro de la
acción del Estado para lograr el desarrollo armónico de todas sus capacidades
orientadas a fortalecer su identidad como mexicanas y mexicanos, responsables
con sus semejantes y comprometidos con la transformación de la sociedad de
que forman parte;
II.
La mejora continua de la educación que implica el desarrollo y fortalecimiento
permanente del Sistema Educativo Nacional para el incremento del logro
académico de los educandos;
III.
El reconocimiento de las maestras y los maestros como agentes fundamentales
del proceso educativo y de la transformación social;
IV.
La búsqueda de la excelencia en la educación, entendida como el mejoramiento
integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los
educandos, para el desarrollo de su pensamiento crítico y el fortalecimiento de
los lazos entre escuela y comunidad, considerando las capacidades,
circunstancias, necesidades, estilos y ritmos de aprendizaje de los educandos;
12
V.
La integralidad del Sistema Educativo Nacional, procurando la continuidad,
complementariedad y articulación de la educación, desde el nivel inicial hasta
el tipo superior;
VI.
La contribución para garantizar una cobertura universal en todos los tipos y
niveles educativos, y
VII.
La participación social y comunitaria (DOF, 2019)
Se observa que como en el siglo pasado las intenciones son similares, como el incremento
del logro académico, agregando el concepto de excelencia, pero será que esto solo se
quedará en líneas escritas y en discursos político-educativos.
Es aún pronto para llevar el análisis más lejos o establecer una crítica nueva, sólo el futuro
dirá si los nuevos responsables de la educación mexicana alcanzarán el equilibrio que se
espera o se quedarán como utopías educativas.
II.
Características del alumno del siglo XXI.
Desde el panorama educativo de México del que se habló en el primer apartado de esta
investigación documental, también se habla de un tipo de alumno que se espera en un
futuro, las características que debe cubrir el proceso de enseñanza aprendizaje, las cuales
se enlistan en la Ley General de Educación (2019), en su capítulo IV, titulado “De la
orientación integral” Articulo 18:
I.
El pensamiento lógico matemático y la alfabetización numérica;
II.
La comprensión lectora, la expresión oral y escrita, con elementos de la lengua
que permitan la construcción de conocimientos correspondientes a distintas
disciplinas y favorezcan la interrelación entre ellos;
III.
El conocimiento tecnológico, con el empleo de tecnologías de la información,
comunicación, conocimiento y aprendizaje digital, manejo de diferentes
lenguajes y herramientas de sistemas informáticos, y de comunicación;
IV.
El conocimiento científico, a través de la apropiación de principios, modelos y
conceptos
científicos
fundamentales,
empleo
de
procedimientos
experimentales y de comunicación;
13
V.
El pensamiento filosófico, histórico y humanístico;
VI.
Las habilidades socioemocionales, como el desarrollo de la imaginación y la
creatividad de contenidos y formas; el respeto por los otros; la colaboración y el
trabajo en equipo; la comunicación; el aprendizaje informal; la productividad;
capacidad de iniciativa, resiliencia, responsabilidad; trabajo en red y empatía;
gestión y organización;
VII.
El pensamiento crítico, como una capacidad de identificar, analizar, cuestionar
y valorar fenómenos, información, acciones e ideas, así como tomar una
posición frente a los hechos y procesos para solucionar distintos problemas de
la realidad;
VIII. El logro de los educandos de acuerdo con sus capacidades, circunstancias,
necesidades, estilos y ritmo de aprendizaje diversos;
IX.
Los conocimientos, habilidades motrices y creativas, a través de la activación
física, la práctica del deporte y la educación física vinculadas con la salud, la
cultura, la recreación y la convivencia en comunidad;
X.
La apreciación y creación artística, a través de conocimientos conceptuales y
habilidades creativas para su manifestación en diferentes formas, y
XI.
Los valores para la responsabilidad ciudadana y social, como el respeto por los
otros, la solidaridad, la justicia, la libertad, la igualdad, la honradez, la gratitud
y la participación democrática con base a una educación cívica.
El listado citado anteriormente nos habla de la intención de formar un alumno integral,
con pensamiento crítico, filosófico, creativo, artístico, con habilidades socioemocionales,
habilidades básicas de aprendizaje, con conocimiento tecnológico y científico, entre otras,
lo cual suena muy fascinante, arduo y comprometedor para el actuar docente, pero ¿quién
es el alumno al que se enfrenta el docente hoy con día?
Será que las intenciones educativas atienden y dan lógica a las características que se
mencionaran a continuación.
14
Características cognitivas
Varios autores afirman que los alumnos del siglo XXI, han cambiado su forma de pensar
y procesar la información debido a las nuevas tecnologías de la información, los alumnos
experimentan cambios que los convierten en diferentes a la forma de aprender de los
adultos.
El autor Prensky (2001), denomina a estos nuevos estudiantes del momento como nativos
digitales, puesto que todos han nacido y se han formado utilizando la particular lengua
digital, de juegos por ordenador, video e Internet.
Lo que ha llevado a que ramas como la neurobiología, las neurociencias, la neuroimagen
entre otras, se cuestionen acerca de modificaciones cerebrales que se dan en el nuevo
mundo digital y el procesamiento de la información.
A medida que los acontecimientos sociales del siglo, como la era de la información
transforman nuestra vida y comunidad, modifica y afecta el estado de nuestros cerebros:
La tecnología que usamos cotidianamente es capaz de modificar nuestro cerebro
mucho más de lo que creemos. Los hallazgos científicos de las últimas décadas han
demostrado que el cerebro es un órgano plástico, constituido por neuronas capaces
de regenerarse y de sufrir una remodelación permanente en respuesta a las
experiencias que vivimos. En consecuencia, el cerebro del ser humano está en
constante transformación, y ofrece múltiples capacidades de ser modificado por las
diferentes experiencias a las que se ve sometido. Este concepto se conoce como
plasticidad neural o cerebral (García y Juanes, 2013, p.48)
En la actualidad se continua con la investigación a cerca de cuales son estos cambios que
se dan en el cerebro, pero no hay duda que ya no es lo mismo, en el cerebro del alumno se
están dando alteraciones y caminos neuronales distintos a los que se conocían en el
pasado, los mismos autores mencionan algunos:
Las TIC mejoran las habilidades cognitivas y las habilidades en multitareas, pero
también pone en riesgo de distanciamiento social y emocional, porque modifica el
formato de los procesos atencionales, favoreciendo estados de atención parcial
continua, porque fomenta la atención a los objetivos con recompensa inmediata y
la pospone para tareas con satisfacción a largo plazo, porque la identidad difusa en
15
la Red disminuye la sensación de riesgo en tareas peligrosas; porque un porcentaje
alto puede llegar a la adicción, con desprendimiento de tareas ordinarias (p. 76)
Algunas de las características del cerebro y la actividad cognitiva del alumno actual ya se
conocen y como docentes deben permear en su actuar en el aula.
Prensky (2001) en el artículo mencionado anteriormente plantea los rasgos característicos
del alumno actual:







Quieren recibir la información de forma ágil e inmediata
Se sienten atraídos por multitareas y procesos paralelos
Prefieren los gráficos a los textos
Se inclinan por los accesos al azar (desde hipertextos)
Funcionan mejor y rinden más cuando trabajan en Red.
Tienen la conciencia de que van progresando, lo cual les reporta satisfacción y
recompensa inmediatas.
Prefieren instruirse de forma lúdica a embarcarse en el rigor del trabajo tradicional.
Otro de los aspectos que refiere el autor es que muchas veces los docentes mencionan que
los alumnos han perdido la capacidad de atención o que su atención es dispersa, el refiere
que no es así, que más bien se refleja así, ante una enseñanza antigua, hoy en día los
nativos digitales se identifican con la interactividad, parte del multitasking, una respuesta
inmediata a todas y cada una de sus acciones, una explicación a través de un pizarrón
verde o blanco, ya no capta su atención, no es que los nativos digitales no sean capaces de
prestar atención, sino que eligen no hacerlo.
Como se puede apreciar, todos estos elementos esenciales del cerebro, que nos ayudan a
procesar la información, son nuevos para el docente, por ello es indiscutible la
participación de las neurociencias en el ámbito pedagógico.
Desde el ámbito académico, se ha encontrado que el alumno del siglo XXI, en las pruebas
escolares estandarizadas muestran grandes deficiencias en el desempeño académico
aspecto relacionado con la capacidad cognitiva:
El titular de la Unidad de Evaluación del Sistema Educativo Nacional de este
organismo autónomo, Jorge Hernández Uralde, dio a conocer que los resultados
nacionales en Lenguaje y Comunicación, y Matemáticas obtenidos en Planea 2018 por
16
los alumnos de sexto de primaria en Lenguaje y Comunicación, muestran que 49% de
los alumnos se ubican en el nivel l (dominio insuficiente); 33% en el ll (dominio
básico); 15% en el lll (domino satisfactorio) y 3% en el nivel lV, (dominio
sobresaliente), en Matemáticas, 59% se ubican en el nivel l (dominio insuficiente); 18%
en el ll(dominio básico); 15% en el III (dominio satisfactorio) y 8% en el nivel IV
(dominio sobresaliente). Subrayó que estos resultados confirman los bajos niveles de
desempeño reportados en evaluaciones previas: 5 de cada 10 estudiantes se ubican en
el nivel de logro I, en Lenguaje y Comunicación, y 6 de cada 10 en Matemáticas; lo cual
refleja un dominio insuficiente de los aprendizajes fundamentales en ambos campos
formativos al término de la primaria (INEE, 2018).
Estos datos son abrumadores para cualquier docente, el rendimiento académico en
México se mide a través de exámenes de contenidos y conocimientos, donde el alumno
que más memoriza es el mejor, pero en ocasiones el alumno que mejores calificaciones
tiene no es precisamente el que mejor comprende y analiza, por ello se considera que la
capacidad cognitiva que tiene un alumno no se puede medir únicamente con un examen
de conocimientos, sin embargo, si son resultados alarmantes debido a que parten de que
las habilidades básicas de aprendizaje como el español y las matemáticas, no están siendo
bien consolidas, es decir, algo está pasando, ya que, es un aspecto que está ligado a la
capacidad y esfuerzo cognitivo del alumno.
Y por ello se podría definir al alumno actual como un alumno con pocas habilidades
académicas o con bajo rendimiento académico.
Contexto familiar
Los cambios en la composición y el funcionamiento de las familias mexicanas, presentan
algunos rasgos comunes muy importantes al hablar del tipo de alumno del siglo XXI, ya
que la familia es pieza fundamental en la educación y formación del alumno, Tedesco
(2000) afirma que:
La modernización social ha promovido, entre otros fenómenos, la incorporación de
la mujer al mercado de trabajo, la tendencia a reducir el número de hijos, el
aumento de las separaciones y del número de hijos que viven solos o con uno de
sus padres (p.40).
17
Acerca de ello, se encontró el dato de que de los 28 millones de familias que hay en México,
el 50 por ciento ya no son nucleares (tradicionales), es decir, conformadas por un padre,
una madre e hijos. (INEGI, 2016)
Hoy en día las familias suelen ser núcleos donde la figura paterna está ausente y donde los
niños pasan, desde edades muy tempranas, periodos prolongados de tiempo sin la
presencia de sus padres. Hay una disminución del tiempo efectivo que los padres pasan
con sus hijos, ese tiempo es ahora ocupado por otras instituciones como las escuelas de
tiempo completo, guarderías, clubes, etc., o por la exposición a medios de comunicación y
tecnología, el niño está relativamente soló, frente a los mensajes e información que recibe
de los mismos, sin ayuda de los adultos para interpretarlos.
Todas estas nuevas relaciones y vínculos son distintos, la socialización primaria es
diferente a la del pasado, lo cual también trae cambios a nivel emocional en los alumnos,
que sin lugar a duda abruman las aulas, ya que, normalmente los alumnos tienden a
reflejar la ausencia de sus padres en el aula con conductas no siempre positivas, los padres
han perdió autoridad sobre ellos, por la falta de límites, hay pérdida de valores que se
trasmiten en casa y la sobreprotección, son algunos de los aspectos que se reflejan en los
padres actuales debido a la falta de tiempo que tiene para convivir con ellos.
Por lo mencionado en el párrafo anterior el alumno se observa con baja autoestima, poca
seguridad en sí mismo, ausencia de simpatía, desmotivado y preocupados por el contexto
familiar.
Por otro lado, la Nueva Escuela Mexicana, espera de las familias, que sean corresponsables
en el proceso educativo de sus hijos, donde además de hacerlos cumplir con ir a la escuela,
deberán apoyar su aprendizaje, revisar su progreso, desempeño y conducta, lo cual es
esencial en la vida del niño, pero desde el contexto de las familias mexicanas que se
analizaba en este apartado, los docentes también lidian con la falta de compromiso de los
padres de familia, que muchas veces limitan los logros en el aprendizaje de los alumnos y
complica más el papel del docente.
18
Socialización
Por los puntos que se mencionaban anteriormente, los estilos de vida han cambiado
mucho en la sociedad de la información y sabemos que las condiciones sociales hacen los
comportamientos humanos, la condición socioeconómica marca la infancia, trasformando
profundamente los contextos donde los niños se socializan y educan.
Han desaparecido los escenarios terciarios de socialización lugares de juego como la calle,
el almacén abandonado, donde los niños podían jugar donde querían. Pérez (2005)
considera que “Hoy por causas sociales, y estilos de vida, impiden a nuestros niños vivir
adecuadamente el periodo de inmadurez”
Pues es en la niñez donde se sientan las bases de la personalidad de un adulto, el
aprendizaje se da a mayor velocidad y el aprendizaje social es muy relevante en esos
momentos, este aprendizaje se da principalmente por medio de la observación que hacen
los niños de los adultos o de su grupo de iguales, es decir se da a través del ejemplo.
Muchos autores refieren algunos aspectos negativos que ante las TICS han surgido en los
niños. Uno de ellos es Neil Postman (1994) que, desde finales del siglo XX, refería en su
libro sobre La desaparición de la niñez en la sociedad contemporánea, que en aquel
entonces la televisión estaba develando secretos particularmente en temas como la
sexualidad, la violencia y la competencia de los adultos para dirigir el mundo.
Hoy en día no solo es la televisión, sino también el uso de las grandes tecnologías quienes
están eliminando estas barreras y la medida en que la información adulta llega a los niños,
pero no solo llega a ellos sino también influye en su comportamiento y personalidad, se
podrían mencionar algunas de las características negativas de los niños según Pérez
(2005):
La pérdida de valores, la deprivación social y afectiva en el contexto familiar, la
influencia de los modelos violentos a través de la Tv y otros ámbitos de
socialización, no hay duda de que suponen una carga para el desarrollo del
individuo, generan miedo al fracaso y frustración, soledad y bajo autoestima,
decepción rabia y agresividad componentes básicos, todos ellos, del
comportamiento violento (p.8).
19
Si bien las emociones no las aprendemos nacemos con ellas, si aprendemos a conectar las
emociones a través de nuestros contextos. Hoy en día los niños aprenden el mundo social
a través de los medios virtuales, que les ofrecen un modelo de identificación social, donde
confrontan sus vivencias con las de otros, se identifican con unas conductas y con otras e
interactúan con ellas a través de la pantalla.
Lo más actual en el mundo de la interacción son las redes sociales, las redes más
representativas son Facebook, Twitter, WhatsApp, que son las que utilizan los alumnos en
la actualidad y estas se basan en lo siguiente:


Sistemas que permiten establecer relaciones e interacción entre distintas personas.
Espacios de intercambio de información (UNIR, 2011).
Las redes sociales ahora se convierten en una herramienta que permite el aprendizaje,
esto es de gran impacto para la educación, ya que, la escuela ya no es el único medio de
aprendizaje, un nuevo reto para los docentes.
Las TIC han impactado de manera considerable a la sociedad, desde el punto de vista de
la comunicación y la socialización, rompiendo barreras de espacio y tiempo. Por ello habrá
que reformular los roles que juegan los alumnos y los docentes ante la nueva forma de
aprendizaje del siglo.
III. Necesidad de un cambio en la práctica educativa.
En México la sociedad está acostumbrada a valorar la educación de los alumnos haciendo
juicios especial y únicamente hacia el docente, han sido muy juzgados por que se piensa
que son los responsables del 100% de la educación de los alumnos, olvidando que la
familia funge un rol importante, y no solo ellos, también la sociedad, todo lo que rodea al
alumno lo llena de aprendizaje, cada experiencia en los diferentes contextos en los que se
desenvuelve, y como lo hemos visto a lo largo de los apartados, hoy en día se unen las
grandes tecnologías como sistemas de influencia en la educación de los individuos.
El docente sí es pieza fundamental en la educación de los alumnos mexicanos, pero no el
único, esta investigación está pensada para que el docente desde el lugar que ocupa, sea
agente de trasformación y cambio en la sociedad, por ello este apartado se centra en el rol
20
que debe desempeñar para que la educación de los alumnos del siglo XXI, tenga resultados
positivos.
Una de las bases principales de cómo debía ser la enseñanza en el siglo XXI, la marco la
Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI, presidida por Jacques
Delors, quien presentó a la UNESCO el informe “La educación encierra un tesoro”, en el
cual se proponen cuatro pilares para la educación: aprender a conocer, aprender a hacer,
aprender a convivir y aprender a ser.
Aprender a conocer, enseñarles a conocer el mundo que rodea a los alumnos, ejercitando
la atención, la memoria y el pensamiento, lo cual les permitirá seguir aprendiendo durante
toda la vida.
Aprender a hacer, enseñarles a poner en práctica los conocimientos para el futuro
mercado del trabajo, no referente a la simple fabricación, sino tareas de producción más
intelectuales, como el mando de máquinas, diseño, estudio y organización a medida que
las propias maquinas se vuelvan más inteligentes.
Aprender a vivir juntos, enseñarles la no-violencia, la diversidad humana y ha contribuir
a una toma de conciencia de las semejanzas y la interdependencia entre todos los seres
humanos. A dialogar e intercambiar argumentos ante un conflicto.
Aprender a ser, contribuir al desarrollo global del alumno, cuerpo y mente, inteligencia,
sensibilidad, sentido y responsabilidad individual, pensamiento autónomo y critico para
aprender actuar de la mejor forma ante las diferentes circunstancias de la vida.
Desde el panorama político educativo se menciona que tipo de docente se espera y se
retoma en la Ley General de Educación (2019) en su artículo 20°, que dice:
Los maestros y maestras acompañaran a los educandos en sus trayectorias
formativas en los distintos tipos, niveles, modalidades y opciones educativas,
propiciando la construcción de aprendizajes interculturales, tecnológicos,
científicos, humanísticos, sociales, biológicos, comunitarios y plurilingües, para
acercarlos a la realidad, a efecto de interpretarla y participar en su trasformación
positiva.
21
Desde aquí podemos tener una visión de qué tipo de docente espera la Secretaria de
Educación Pública (SEP) ante el alumno del siglo XXI. Un docente que propicie la
construcción de aprendizajes en diferentes ámbitos que le ayuden al alumno a enfrentar
la realidad y trasformar a la sociedad. No suena nada sencillo, ¿Qué tan capacitados
estarán los docentes para atender lo que enmarca la SEP en relación a lo que tienen que
trasmitir?
Haciendo el análisis de cada uno de los aspectos que se mencionan en los anteriores
apartados, en relación al tipo de alumno al que se enfrenta un docente hoy en día, se
encontraron varias aportaciones al respecto, y estos serían algunos de los roles y
características del docente actual ante:
Las características cognitivas
Un aspecto rescatable en relación a la práctica docente es la necesidad de mirar a través
de las neurociencias.
Se analizaba que existen investigaciones que están comenzando a descubrir como el
cerebro está teniendo diferentes circuitos neurales ante la nueva era de la información, se
dice que los alumnos habían perdido ciertas capacidades cognitivas, como la atención, la
comprensión, debido a la velocidad con la que la información les llega a través de la
tecnología, Prensky (2001) afirma que si hay una afectación pero solo a nivel de la
capacidad de reflexión, pero que se debe de encontrar maneras de incluir la reflexión y el
pensamiento crítico en el aprendizaje.
Es uno de los puntos que, si está dentro de lo que se espera del docente según la ley general
de educación, desarrollar en el alumno un pensamiento crítico. Aunque suena sencillo, no
es algo fácil de llevar a cabo, en primer momento no fueron preparados especialmente
para formar un alumno con pensamiento crítico, el cual cuenta con teoría y metodología.
En segundo lugar, un docente debe tener conocimientos de cómo el cerebro funciona ante
el aprendizaje, cómo se generan las habilidades de pensamiento, que son todas aquellas
habilidades relacionadas con las funciones superiores del cerebro. Si un docente no conoce
22
las bases del aprendizaje difícilmente va poder trasmitir y construir un alumno con
pensamiento crítico.
Hoy en día las neurociencias están abriendo un camino muy grande en el ámbito
educativo, son un conjunto de ciencias como la neurobiología, la neuropsicología,
neurociencia cognitiva, neuroimagen, la neuro tecnología, que están basando sus
investigaciones en tratar de encontrar cómo el cerebro funciona. El cerebro es uno de los
sistemas más complejos del universo, por ello, no se pretende que el docente se vuelva un
experto del cerebro por que aun ni los grandes científicos e investigadores terminan por
comprender como funciona exactamente en su totalidad, pero si s e espera que el docente
tenga conocimiento de las neurociencias aplicadas a la educación, conocer eso que hoy en
día se está descubriendo.
Las características de la era digital
Queda claro que el docente está empleando una enseñanza obsoleta, Presnky (2001)
define a los docentes como inmigrantes digitales, como aquellos que no han vivido tan
intensamente esa nueva era de la información, pero que se han visto obligados a hacerlo.
Otros autores los llaman generación tiza, como aquellos que tienen que adaptarse a lo
actual (Pozuelo, 2014), ya que han surgido nuevos entornos formativos en los que han
tenido que aprender por sí solos, o bien los mismos niños les han enseñado el cómo.
Esta diferencia entre el nativo digital y el inmigrante digital son la causa de muchos de los
problemas que afectan la educación mexicana.
Pozuelo (2014), menciona que “Hace años que se empezó a insistir sobre replantear la
práctica docente, sin embargo, las investigaciones siguen reflejando la insuficiente
desenvoltura del profesorado en la era de la tecnología”.
Los docentes parecen no valoran suficientemente las habilidades que los nativos digitales
han adquirido y prefieren moverse dentro de lo que para ellos es conocido, en
consecuencia, se destacan por instruir lenta, seria, paso a paso, rechazando las habilidades
de los alumnos ante la Red.
23
Este rechazo o apatía de los docentes por acercarse a las TICS dificulta más el proceso de
enseñanza aprendizaje. Es necesario que cambien su forma de pensar ya que, es
imprescindible que los docentes del siglo XXI, acerquen su práctica al mundo digital y con
ello volver al aprendizaje significativo para el alumno.
Solo con usar su computadora para realizar sus planeaciones, o usar el proyector para una
presentación piensan que ya están haciendo uso efectivo de las TICS, pero en ese sentido
solo las emplean como un modelo expositivo y no como un modelo de construcción del
pensamiento a través de ellas, la UNESCO (2013) refiere esto al respecto:
La experiencia de incorporación de tecnologías en los sistemas educativos de
América Latina y el Caribe en los últimos veinte años ha mostrado poco efecto en
la calidad de la educación. Parte de ello se explica porque la lógica de incorporación
ha sido la de la “importación”, introduciendo en las escuelas dispositivos, cables y
programas computacionales, sin claridad previa acerca de cuáles son los objetivos
pedagógicos que se persiguen, qué estrategias son las apropiadas para alcanzarlos
y, sólo entonces, con qué tecnologías podremos apoyar su logro.
Las TICS no es solo saber usar la computadora en Word, no son sólo herramientas
simples, sino que como define la UNESCO “constituyen sobre todo nuevas
conversaciones, estéticas, narrativas, vínculos relacionales, modalidades de construir
identidades y perspectivas sobre el mundo”
Es imprescindible que el docente debe ser capacitado en el uso de ellas. El Instituto
Nacional de Tecnología Educativa y Formación (INTEF) del Profesorado es un referente
de formación tecnológica del profesorado que ofrece cursos y es una de las instituciones
que enlista las competencias instrumentales y didáctico- metodológicas necesarias en los
docentes del siglo XXI.
Esto no significa que toda su práctica deba irse al baúl de los recuerdos, no se debe perder
de vista lo siguiente, Prensky (2001) muy acertadamente contempla dos tipos de
contenidos o conocimientos: los llamados de herencia y los llamados futuro:
24
El contenido de la herencia incluye la lectura, escritura y matemáticas que siempre han
sido el eje del currículo a lo largo de décadas. Y el contenido del futuro en el que incluye
lo digital y lo tecnológico.
Lo que se tiene que hacer es que hay que cambiar las maneras con se enseñan las viejas
materias, y para ello se necesita un docente con imaginación y creatividad, la metodología
de la enseñanza tendría que apostarle a la incorporación de las redes sociales, de los
videojuegos al aprendizaje, eso que hoy forma parte de los intereses de los alumnos. Todo
depende de cómo se muestre la información que se requiere ser aprendida por el alumno.
Las características de la familia y la socialización
Con relación al tipo de familias mexicanas, y los hallazgos que obtuvimos de cómo se está
formando la personalidad de los alumnos, se vuelve necesaria en la práctica docente el
conocimiento de la esfera emocional.
Con el uso de las redes sociales podemos ver como se dan faltas de respeto, el maltrato
entre iguales, la burla ahora llamado ciberbulling se ha convertido en un grave problema
entre los adolescentes y su prevención exige una formación específica por parte de los
profesionales de la enseñanza.
Otro de los rasgos característicos que enmarca la ley es que, el docente debe formar un
alumno con habilidades socioemocionales y se entrelaza con la falta de afecto con la que
están creciendo nuestros alumnos y por las nuevas formas de expresión social que se están
dando hoy en día.
En el siglo XXI, la visión de que un niño es inteligente solo por que obtiene puntajes altos
en el coeficiente intelectual (CI) o bien por tener buenas notas en las asignaturas de
español y matemáticas, se está diluyendo, como planteaban los autores Fernández y
Extremera (2002):
Los abogados que ganan más casos, los médicos más prestigiosos y visitados, los
profesores más brillantes, los empresarios con más éxito, los gestores que obtienen
los mejores resultados no son necesariamente los más inteligentes de su
promoción. No son aquellos adolescentes que siempre levantaban primero la mano
25
en la escuela cuando preguntaba el profesor o resaltaban por sus magníficas notas
académicas en el instituto. No son aquellos adolescentes que se quedaban solos en
el recreo mientras los demás jugaban al fútbol o simplemente charlaban. Son los
que supieron conocer sus emociones y cómo gobernarlas de forma apropiada para
que colaboraran con su inteligencia. Son los que cultivaron las relaciones humanas
y los que conocieron los mecanismos que motivan y mueven a las personas. Son los
que se interesaron más por las personas que por las cosas y que entendieron que la
mayor riqueza que poseemos es el capital humano (p. 1)
Se concuerda con que se requiere que los alumnos adquieran una inteligencia emocional
entendiendo esta como “la habilidad que tienen las personas para atender y percibir los
sentimientos de forma apropiada y precisa, la capacidad para asimilarlos y comprenderlos
de manera adecuada y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el
de los demás” (UNIR, 2011), pero también habría que ponerse a pensar en que para
trasmitir un manejo adecuado de emociones, el docente debe contar con una propia
competencia personal y social, ya que, su actitud ante y con ellos influye poderosamente
en el desarrollo personal de cada uno de los alumnos.
En ese sentido se espera que el docente frente al alumno del siglo XXI, disponga de
madurez, equilibrio emocional, sensibilidad y apertura, otro aspecto que suena fácil pero
que depende de factores más personales de la vida del docente. Pero que sin duda debe
apostar a su salud mental y emocional en todo momento.
Todo lo anterior implica que las escuelas formadoras de docentes innoven su modelo de
enseñanza para que los docentes salgan capacitados ante estas nuevas exigencias, ese sería
el primer paso en esta trasformación pedagógica, generar un nuevo perfil de las funciones
y competencias docentes.
Uno de los autores que sienta estas bases al principio del siglo es Perrenoud (2004) que
enlista una serie de 10 competencias que el docente debía de tener para enseñar
1. Organizar y animar situaciones de aprendizaje.
2. Gestionar la progresión de los aprendizajes.
3. Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación.
4. Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y en su trabajo.
26
5. Trabajar en equipo.
6. Participar en la gestión de la escuela.
7. Informar e implicar a los padres.
8. Utilizar las nuevas tecnologías.
9. Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión.
10. Organizar la propia formación continua
De las cuales ante esta situación actual y lo que se ha está analizando, se pueden resaltar
con mayor prioridad la 5 y la 9 que se relacionan con fomentar una inteligencia emocional,
la 8 donde hace hincapié que los docentes deben de utilizar la tecnología y sus
herramientas en el aula y la más importante, la 10 que se refiere a la formación continua,
en este mundo tan cambiante deben estar actualizados para poder formar un aprendizaje
significativo que se quede fuera de lo tradicional.
Atendiendo a las bases de Delors de los cuatro pilares de la educación en el siglo XXI, se
puede decir que si nos basamos en el concepto de aprender a conocer, el docente tendría
que fortalecer las habilidades de pensamiento de las que hablábamos para generar un
pensamiento crítico, donde el alumno tenga la posibilidad de autorregular su aprendizaje,
recordando que ahora el docente se vuelve activo y el docente mediador, olvidando que el
docente es el único portador del saber.
En relación a el concepto de aprender a vivir juntos y aprender a ser se une a la noción de
la necesidad de que el docente tenga la habilidad para fortalecer la inteligencia emocional
de los alumnos: tanto los aspectos interpersonales como intrapersonales.
Consideraciones finales
Esta investigación se centró en tratar de reflexionar algunos de los factores que conllevan
a la necesidad de modificar la práctica del docente actual y se concluye que, los docentes
tienen una gran decisión ante su práctica educativa, decidir hacer caso omiso ante las
nuevas formas de enseñanza aprendizaje y continuar como hasta ahora lo han hecho o
bien elegir aceptar que requieren fortalecer su práctica para cambiar el mundo de sus
27
alumnos, con ética, responsabilidad y compromiso. Que, si lo vemos con profesionalismo,
no es una decisión, es una obligación asumir la segunda opinión.
Si bien, el mundo actual no se visualiza nada sencillo, pero una sugerencia para asumir
este gran reto es que los docentes deben ser personas reflexivas de su práctica, ellos más
que nada, son los investigadores mas cercanos de lo que el alumno siente, piensa, modifica
o hace dentro del aula y ello les da la pauta para dar esa transición hacia ese nuevo rol
docente.
Respondiendo a nuestra pregunta de investigación, si son los docentes cómplices de las
características negativas que se observan en las aulas, no los únicos, pero si muchas de sus
características como docentes influyen en las características de los alumnos actuales.
Desde este punto podrían surgir nuevas preguntas y posibilidades de investigación en el
ámbito emocional en relación al docente, es decir, conocer cuál es su sentir ante estos
cambios, qué se ha trasformado en él a raíz de todo lo que emerge, cómo es que ellos viven
estos cambios y estas exigencias sociales, sin duda un nuevo análisis que retroalimentaría
esta investigación.
Otra de las aportaciones de esta investigación es que deja claro que no solo el docente tiene
que ser transformado sino también la escuela en su totalidad, lo que con lleva asumir una
nueva cultura, y a comprender que sin esta renovación la escuela no podrá educar
coherentemente a las nuevas generaciones y sus esfuerzos se quedarán en meras
simulaciones. El concepto de escuela se ha mantenido con los años y se ha mirado como
un centro donde el alumno aprende, aunque las políticas sexenio con sexenio enmarquen
una nueva visión o cambien los aspectos que van al centro, hallamos que son meras
utopías que se han ido arrastrando con el paso de los siglos y que no se han logrado
verdaderas trasformaciones.
Por otro lado, varios hallazgos de la investigación coinciden en que la formación de un
alumno se debe basar en fomentar un alumno con pensamiento crítico, tecnológico y
emocionalmente fuerte, con ello se fueron definiendo algunas de las nuevas funciones que
el docente debe agregar a su práctica, pero aunque se rescataron las más consideradas por
28
algunos autores, se mira interminable todo lo que el docente debe ser y tener,
considerando habilidades, actitudes y conocimientos de todo tipo, lo cual dificulta más
definir el papel del docente en México, ya que, al tratar de definir el papel del docente llevo
a pensar en un tipo de persona ideal, lo cual pudiera pensarse imposible.
Como se ve, hoy en día ser docente no es una tarea fácil, se tiene que dar más de lo que
pudiera dar cualquier otra profesión, la enseñanza más que una profesión es una misión
a la que uno se entrega (Tedesco y Tenti, 2002), te conviertes en ocasiones en ese papel
que la familia debería de dar, en ocasiones eres administrativo, medico, psicólogo y
aunque suene trillado te vuelves todólogo.
Pero es que tampoco podemos hacer de todo, la investigación nos permite reconocer que
los resultados del rendimiento académico del alumno o el lugar que se ocupe acerca de la
educación del país, no dependen única y exclusivamente del rol del docente, sino a
aspectos políticos, sociales y familiares, que como docentes quedan fuera de nuestras
manos y posibilidades en muchas de las ocasiones, por ello la sugerencia a lo largo de la
investigación es que el docente se centre en su actuar y en aquello que si puede cambiar.
Para trasformar la actitud del alumno ante el aprendizaje y la enseñanza, se concluye que
el docente necesita innovar, generar la capacidad de asombro en el alumno, usar sus
intereses como medio de motivación, es difícil pensar en una enseñanza perfecta, pero la
actualización, el interés por descubrir nuevas cosas para mejorar el aprendizaje son
habilidades esenciales con las que debe contar el docente en pleno siglo XXI.
Lo que se espera del alumno en esta “nueva” propuesta educativa en el 2020, parece ser
que va acorde a las características del alumno actual; alumnos carentes de afectohabilidades socioemocionales, alumnos amantes de las tecnologías- pensamiento
tecnológico, alumnos con rezago educativo y carencias cognitivas- pensamiento crítico,
sin embargo, en esta tarea de formación, el docente necesita dominar los temas para poder
enseñarlo o trasmitirlo. Por ello con esta investigación se invita al docente a reflexionar
sobre su práctica y a enriquecerla para formar alumnos en el siglo XXI.
29
La función esencial que se tiene como docente, de formar individuos, pone al docente ante
un compromiso ético, moral y social, por ello es importante que las políticas sociales
levanten el prestigio del docente, el cual debe ser valorado por el peso que carga en esta
sociedad tan distorsionada.
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