BLOQUE 3: La formación de la Monarquía Hispánica y su expansión mundial (1474-1700). 3.1: LOS REYES CATÓLICOS Y LA UNIÓN DINÁSTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO El matrimonio de Isabel y Fernando en 1469, herederos de las dos Coronas de Castilla y Aragón, dio origen a una nueva entidad política la monarquía hispánica. En 1479 Isabel I se convertía en reina de Castilla tras una guerra civil y Fernando II, rey de Aragón, al suceder a su padre Juan II. Los Reyes Católicos fueron el primer ejemplo de monarquía autoritaria. Esta monarquía debe entenderse como una unión dinástica de las dos Coronas, en las que cada reino siguió rigiéndose por sus leyes e instituciones. Los nuevos monarcas organizaron una serie de instituciones: ejército permanente, Santa Hermandad, embajadores, y los corregidores. Así mismo reorganizaron otras: los Consejos para auxiliar al monarca en la tarea de gobierno. Los Consejos podían ser territoriales (Castilla) o especializados en asuntos concretos (Hacienda). En cuanto a las Cortes, únicamente se reunían cuando los monarcas necesitaban más recursos financieros. Además, seguían existiendo la Audiencia en Castilla, los virreyes y Justicia Mayor en Aragón o la Generalitat en Cataluña y Valencia. La Inquisición fue introducida en 1478 por los Reyes Católicos que la convirtieron en un instrumento de unidad ideológica, al encargarle la persecución de los sospechosos de herejía, muy especialmente de judíos y musulmanes. En 1492 se produjo la conversión o expulsión de los judíos y en 1502, la de los musulmanes, los conversos recibieron el nombre de moriscos. 3.2. EL SIGNIFICADO DE 1492: LA GUERRA DE GRANADA Y EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA. El año 1492 fue de vital importancia para la monarquía hispánica. Los Reyes Católicos reanudaron la guerra con el último territorio musulmán, el Reino Nazarí de Granada, en su camino hacia la unidad territorial. Se trató de una guerra de larga duración (1482-1492). En 1487 se conquistó Málaga y en 1489, Baza. Fue en Santa Fe (Granada) donde los Reyes Católicos situaron su campamento militar, cuyo objetivo era ocupar la capital, Granada. Tras numerosas batallas y asedios, el rey nazarí Boabdil entregaba las llaves de la ciudad a los monarcas (2 de enero de 1492). El descubrimiento de América fue fruto de los viajes de exploración que castellanos y portugueses realizaban con el fin de abrir nuevas rutas hacia Asia. Cristóbal Colón, navegante genovés, trató de alcanzar las Indias por la ruta occidental. Propuso la empresa a Portugal, que rechazó el proyecto. Finalmente, en las Capitulaciones de Santa Fe, los Reyes Católicos firmaron y aceptaron la expedición. Colón partió del puerto de Palos de la Frontera (Huelva) el 3 de agosto de 1492. El 12 de octubre de 1492 llegaba a la isla de Guanahaní, a la que denominó San Salvador. Después descubrió Juana (Cuba) y La Española (Haití). Emprendió el regreso a la península en 1493. Colón regresó y tras ser recibido por los reyes en Barcelona, conseguirá el beneplácito para realizar otros tres viajes más entre 1493 y 1504. 3.3 EL IMPERIO DE LOS AUSTRIAS: ESPAÑA BAJO CARLOS I, POLITICA INTERIOR Y CONFLCITOS EUROPEOS En 1517 Carlos de Gante, recibió una gran herencia territorial por parte de sus abuelos el archiducado de Austria, los Países Bajos, el Franco Condado, la Corona de Aragón y la Corona de Castilla con Navarra y América. En 1519 obtuvo la Corona Imperial de Alemania, convirtiéndose en Carlos V. Con él empezaba la dinastía de los Austrias o de los Habsburgo. En su política interior destacó la revuelta de las comunidades de Castilla. Las principales ciudades castellanas se sublevaron en 1520 y sustituyeron el poder municipal por comunas (artesanos, comerciantes y miembros de la baja nobleza y de bajo clero). Reclaman: defensa de privilegios de las ciudades; exclusión de los extranjeros de los cargos políticos; legitimidad de Doña Juana como reina de Castilla; oposición a la regencia de Adriano de Utrecht; permanencia del rey en Castilla; reducción de los impuestos y gastos de la Corte; limitación y control de la exportación de lana. Los comuneros fueron derrotados en Villalar (1521). En Valencia, Mallorca y Murcia, tuvo lugar la Revuelta de Las Germanías. En 1919 los gremios de artesanos de Valencia solicitaron al rey permiso para reclutar una milicia con el fin de defender la costa contra las amenazas de los piratas berberiscos. Tras su concesión se reunieron en junta y propusieron la reducción de los privilegios de la nobleza. La lucha por la hegemonía en Europa le llevó al enfrentamiento con Francisco I de Francia por el control del Milanesado, Flandes y Borgoña. Carlos I venció en la Batalla de Pavía (1525). La defensa de la ortodoxia católica le empujó a luchar contra protestantes. Con la Paz de Augsburgo (1555), cada príncipe elegía la religión de sus estados. En el Mediterráneo, se enfrenó contra los turcos que practicaban la piratería obteniendo una victoria en Túnez, pero no en Argel. . 3.4. LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE FELIPE II: GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN. PROBLEMAS INTERNOS. GUERRAS Y SUBLEVACIONES EN EUROPA (1556-1598). Felipe II, sucedió en el trono a Carlos I. En 1561 trasladó la capital a Madrid y en 1580, se convirtió en rey de Portugal. Felipe II se caracterizó por su absolutismo monárquico y su intolerancia religiosa. Debido a la dificultad para reinar sobre tantos territorios, creó un sistema de gobierno basado en la existencia de Consejos (polisinodial). Existían Consejos territoriales (Castilla) o especializados en asuntos concretos (Hacienda) El rey era la cabeza del Imperio y dependiendo de él estaban los Secretarios. En cuanto a las Cortes, únicamente se reunían cuando los monarcas necesitaban más recursos financieros o para nombrar a un nuevo monarca. Además, seguían existiendo la Audiencia en Castilla, los virreyes y Justicia Mayor en Aragón o la Generalitat en Cataluña y Valencia. Navarra y Aragón, conservaron sus fueros (leyes y privilegios). Dentro de su política interior destacó la rebelión de las Alpujarras. Un Decreto real de 1567 prohibía a los moriscos el uso de su lengua y sus tradiciones, lo que provocó el estallido de una rebelión en la Nochevieja de 1568. Tras sofocar el conflicto (1570), Felipe II decretó la dispersión de los moriscos por Castilla. Otro conflicto interno fue el protagonizado por Antonio Pérez, secretario de Felipe II. Tras ser encarcelado, acusado de alta traición, huyó y se puso bajo el amparo del Justicia Mayor de Aragón. Felipe II ejecutó al Justicia que, a partir de ese momento, sería el elegido por el propio rey. En cuanto a la política exterior, unos de los episodios destacan la sublevación de las Provincias Unidas en los Países Bajos. En 1557 obtuvo la victoria en la batalla de San Quintín contra Francia a la que le siguió la firma de la paz de Cateau-Cambresis. En 1571, la Liga Santa formada por la monarquía hispánica, Venecia y la Santa Sede, derrotaron a los turcos en la batalla de Lepanto (1571). Sin embargo, Felipe II fracasó en su intento de invadir las Islas Británicas son la Gran Armada (1588). 3.5. EXPLORACIÓN Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA. CONSECUENCIAS DE LOS DESCUBRIMIENTOS EN ESPAÑA, EUROPA Y AMÉRICA. Tras la exploración de las Antillas, las expediciones buscaron un paso hacia las Indias orientales: Núñez de Balboa llegó al Pacífico; Magallanes y Elcano dieron la primera vuelta al mundo en 1519 demostrando la esfericidad de la Tierra. Además, se conquistaron las civilizaciones precolombinas. En 1519 Hernán Cortés emprendió la conquista del Imperio Azteca. En 1535 se convirtió en el Virreinato de Nueva España. En 1531 Francisco Pizarro haría lo mismo con el Imperio Inca, creándose el Virreinato del Perú. Las tierras conquistadas se cultivaron bajo el sistema de encomienda, que permitía al colono explotar el trabajo indígena a cambio de su cristianización. La mita fue un sistema similar de trabajo obligatorio en minas. La Corona dictó las Leyes de Indias para proteger a los indígenas de los abusos de los colonos tras las protestas de algunos religiosos como el obispo Bartolomé de las Casas. La colonización provocó una catástrofe demográfica (por las nuevas enfermedades y la dureza del trabajo) e importantes cambios económicos (introducción de la moneda y nuevos productos agropecuarios como el trigo, vacas y ovejas) y culturales (imposición del cristianismo o del español). Además, la conquista supuso la conversión de la monarquía hispánica en la primera potencia mundial, el establecimiento del sistema de comercio monopolístico, la llegada masiva de materias primas, metales preciosos y nuevos productos (cacao, judía, tabaco…) y el aumento de la movilidad social. 3.6. LOS AUSTRIAS DEL SIGLO XVII: GOBIERNO DE VALIDOS. LA CRISIS DE 1640. El reinado de Felipe III (1598-1621), se caracterizó por el sistema de validos, que consistía en que el rey delegaba las tareas de gobierno a un noble de su plena confianza. El valido de Felipe III fue el Duque de Lerma. El episodio más destacado de su reinado en política interior fue la expulsión de los moriscos, primero en Valencia (1609) y al año siguiente en Aragón y Castilla. Casi 300.000 moriscos abandonaron la Península Ibérica. En política exterior se produjo la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos (1609-1621). Durante el reinado de Felipe IV (1621-1665), su favorito fue el conde duque de Olivares. El ideario del conde duque de Olivares se plasmó en una serie de proyectos que no fueron bien acogidos por la población: unificación de la monarquía, creación de la Unión de Armas y la creación de un banco estatal. En 1640 se alcanzó un momento crítico. Un episodio importante fue la rebelión de Cataluña (16401652). La causa inmediata de estos conflictos fueron los desmanes cometidos sobre la población por parte de los soldados castellanos e italianos destinados en el frente catalán con motivos de la guerra contra Francia. El día del Corpus Christi estalló un violento motín en el que el virrey fue asesinado. Por la participación de los segadores se conoce como la Guerra de los Segadores que condujo a los catalanes a entregarse en manos del rey francés, al que nombraron conde de Barcelona. Se rindieron en 1652 ante las tropas de don Juan de Austria. El otro acontecimiento fue la rebelión y la independencia de Portugal (1640-1668), que condujo a la proclamación del duque de Braganza, como rey con el nombre de Juan IV. 3.7. LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS Y LA PÉRDIDA DE LA HEGEMONÍA ESPAÑOLA EN EUROPA. Desde 1618, la paz europea estuvo amenazada por un conflicto, en principio exclusivamente alemán, entre protestantes y católicos: los príncipes protestantes alemanes se habían rebelado ante las aspiraciones políticas y religiosas del emperador Fernando II, católico intransigente de dinastía de los Habsburgo, a la que también pertenecían los monarcas españoles. Este conflicto local acabó siendo europeo. Se enfrentaron los Habsburgo (austriacos y españoles) que pretendían mantener su hegemonía en Europa y los protestantes alemanes, Francia y las Provincias Unidas del Norte que pusieron fin a la Tregua de los Doce Años con la Monarquía Hispánica. La Guerra de los Treinta Años acabó finalmente con la Paz de Westfalia (1648) que tuvo para España dos consecuencias importantes: independencia definitiva de las Provincias Unidas y pérdida de la hegemonía en Europa. España continuó su guerra en solitario con Francia hasta la Paz de los Pirineos (1659) que confirmó el declive de la monarquía hispánica y supuso la cesión a Francia del Rosellón y la Cerdeña, el Artois. Además, aceptaba el matrimonio de la infanta María Teresa (hija de Felipe IV) con Luis XIV que con el tiempo permitiría la llegada de los Borbones a España. 3.8. PRINCIPALES FACTORES DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA DEL SIGLO XVII. Durante el siglo XVII España sufrió una profunda crisis económica, social y demográfica que, aunque fue generalizada en Europa, en España tuvo una mayor incidencia, especialmente en Castilla. Los factores que explican la crisis económica son los siguientes: bancarrotas por el endeudamiento de la Hacienda Real y la política exterior de los Austrias; la situación de guerra permanente llevó a medidas extraordinarias, como la devaluación de la moneda (vellón) o el aumento de la presión fiscal, así como a emplear el oro de América en costear estas campañas. También se produjo un descenso de la producción agrícola, y una crisis del comercio y la artesanía. La crisis demográfica, inicialmente vinculada a la economía, se manifestó en un estancamiento de la población durante este siglo, especialmente en La Meseta. A la difícil situación económica hay que sumarle las frecuentes epidemias y pestes. En este aspecto, también es destacable la expulsión de los moriscos, llevada a cabo en 1609 durante el reinado de Felipe III, que menguó la población en Aragón y Levante. También las migraciones a América contribuyeron al descenso poblacional. 3.9. CRISIS Y DECADENCIA DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA. EL REINADO DE CARLOS II Y EL PROBLEMA SUCESORIO. El reinado de Carlos II (1665-1700) se caracterizó por el agravamiento de la decadencia de la monarquía hispánica. Su madre, Mariana de Austria, actuó como regente durante su minoría de edad, confiando en el jesuita alemán Nithard como valido y más tarde con Fernando de Valenzuela. Por su parte, Carlos II tuvo como validos a Juan José de Austria, el duque de Medinacelli y al conde de Oropesa durante su reinado efectivo. La incapacidad de Carlos II para manejar los asuntos del reino agravó la crisis política, situación que aprovechó la Francia de Luis XIV para conquistar el Franco Condado (Paz de Nimega, 1678). La falta de descendencia de Carlos II desató una grave crisis política internacional por la sucesión al trono español. Mientras España luchaba por conservar la unidad territorial, las potencias europeas aspiraban a repartirse sus posesiones. Tanto los Austrias de Viena como los Borbones alegaban derechos sucesorios. En 1700 Carlos II nombró sucesor a Felipe de Anjou. La posibilidad de que los Borbones reinasen a ambos lados de los Pirineos despertó los recelos de Inglaterra y los Países Bajos, que apoyaron la candidatura del archiduque Carlos de Austria. Poco después moría Carlos II, iniciándose la Guerra de Sucesión.