Universidad Nacional de La Plata Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales Seminario: Derechos Humanos y Discapacidad Docente: Alumna: Introducción En las sociedades modernas los ciudadanos recurren cada vez con mayor frecuencia ante el Poder Judicial en búsqueda de soluciones que los otros poderes políticos ya sea Legislativo y Ejecutivo son incapaces de brindar. Pero claro que las soluciones tampoco son fáciles de obtener . Los obstáculos que impiden el libre acceso al sistema judicial para defender derechos de corte individual son numerosos; y la situación se agrava aún más cuando quien pretende acceder a la justicia busca discutir sobre un conflicto ambiental que afecta a grandes grupos de personas e involucra delicados asuntos de orden social, político y económico. En el presente trabajo, daré tratativa a la causa Mendoza Beatriz y otros c/ Estado Nacional y otros s/ daños y perjuicios (daños derivados de la contaminación ambiental del Río Matanza-Riachuelo). Considerado como el litigio estructural más complejo de la República Argentina, puesto que esta causa representa la judialización de una problemática ambiental y social muy profunda que tiene sus más remotos antecedentes. Se trata de una de las tantas problemáticas involucradas en torno al fenómeno de los procesos colectivos, que -en supuestos como el presente- cobra especial relevancia debido a la complejidad del asunto en disputa y/o la reticencia del demandado a honrar sus obligaciones frente al interés de obtener el cumplimiento en modo específico. En este contexto, la demanda que inició la causa "Mendoza" fue promovida por un grupo de diecisiete personas que vivían en la zona contaminada, quienes invocaron en carácter de afectados y accionaron ejerciendo la representación colectiva prevista en el artículo 43 de nuestra constitución " Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva. Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización. Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquéllos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de información periodística. Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de desaparición forzada de personas, la acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del estado de sitio". Para tomar dimensión de la causa hay que tener presente también que el problema de la contaminación en la zona, producto de la mencionada acumulación a lo largo de numerosas décadas, es crítico y atraviesa horizontalmente diversas áreas de política pública. Sucede que, además del daño al medio ambiente (bien tutelado por la Constitución Nacional en su art. 41 desde la reforma de 1994) y a las personas que habitan en la zona, es posible advertir que el conflicto involucra cuestiones relacionadas con infraestructura, salud, vivienda, trabajo y navegabilidad, entre otras. Al dictar la primera sentencia el veinte de junio del dos mil seis, la CSJN hizo una distinción entre dos tipos de pretensiones incorporadas en la demanda. Por un lado pretensiones cuya acumulación en un mismo proceso consideró inadmisible. Así, la Corte en relación a su competencia originaria sólo consideró “El daño de incidencia colectiva” por ser el“ único reglado y alcanzado” por la Ley General del Ambiente N° 25.675. Y por otro, los derechos individuales de las personas afectadas, por el contrario, debían canalizarse ante los jueces correspondientes de acuerdo con el territorio y de conformidad con las normas del proceso individual. Sentando esta distinción, la Corte resaltó numerosas deficiencias del escrito de demanda que, a su juicio, hacían que no hubiera información adecuada para obtener lo que pretendía la parte actora. Con fundamento en esta falta de información, y asumiendo un rol activo pocas veces visto, la Corte no rechazó la demanda sino que tomó una serie de importantes medidas tendientes a avanzar en la resolución del conflicto. Entre ellas, pedido de informes a las empresas demandadas sobre diversos aspectos relacionados con el caso; requerimiento a los tres Estados demandados y al COFEMA (Consejo Federal de Medio Ambiente) para que presenten un plan integrado que contemple diversas actividades orientadas a solucionar el conflicto. Posteriormente la Corte dictó una nueva sentencia por medio de la cual resolvió diversos pedidos de intervención de terceros y dictó un reglamento ad hoc. Con respecto a las empresas señala que la información que pretende obtenerse es aquella de carácter público relativa a las “medidas concretas de prevención y recomposición del daño ambiental colectivo". En lo que hace a los Estados demandados y al COFEMA, destacó que el objeto era una “sucinta exposición" del plan integrado que había ordenado elaborar y presentar. Aun asi los resultados no fueron los esperados por el tribuna. Otras de las cuestiones, fue la negativa de la Corte ante el pedido de ampliación de demanda contra catorce municipios, pero reconociéndole al Defensor del Pueblo la posibilidad de participar en la discusión en carácter de tercero. Entonces en total, la causa contaba con la participación de catorce individuos afectados, el Defensor del Pueblo de la Nación y cuatro asociaciones integrando el polo activo de la relación procesal. Proceso extremadamente complejo. Para lo que posteriormente tambien se incorporan en carácter de terceros, otra asociación y otras setenta personas afectadas y por otro lado en carácter de demandados fueron incorporados los catorce municipios. Haciendo alusión justamente a la parte demandada, entre los condenados por la CSJN en la sentencia de fondo identficamos a ACUMAR. Ente interjurisdiccional de derecho publico que tiene por competencia regular, controlar y fomentar actividades industriales, la prestación de servicios públicos y cualquier otra actividad con incidencia ambiental en la cuenca. Asimismo, se encuentra facultada a intervenir administrativamente en materia de prevención, saneamiento, recomposición y utilización racional de los recursos naturales. La sentencia de fondo resolvió el mérito de sólo una de las pretensiones promovidas por la parte actora. Más precisamente, de aquella que persigue como objeto la recomposición del ambiente y la prevención de nuevos daños en el futuro. Condenó a ACUMAR, al Estado Nacional, la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires a tomar diversas medidas con la finalidad de recomponer el medio ambiente y evitar que se produzcan mayores daños en el futuro. Según explicó la propia Corte, la condena y tales medidas son consideradas como parte de un "mandato de cumplimiento obligatorio para los demandados" que hasta el dia de hoy no se cumplen, sin embargo el contenido específico fue diagramado por el propio tribunal en uso de las atribuciones conferidas por la Constitución Nacional y la Ley General del Ambiente N° 25.675. Invocando la Constitución Nacional y la Ley General del Ambiente como fundamento de su competencia para determinar el contenido del mandato