Oligarquía y caciquismo; Joaquín Costa

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TEXTO 1.- OLIGARQUÍA Y CACIQUISMO
Este fragmento pertenece a la obra “Oligarquía y Caciquismo…”, es un
texto expositivo- argumentativo de contenido político- social escrita en
Madrid en 1901 y cuyo autor fue Joaquín Costa, que nació en Monzón
(Huesca) en 1846 y murió en Graus (Huesca) en 1911. Político, historiador
y jurista figura clave del movimiento Regeneracionista. Pensaba que el
sistema político de la Restauración, es decir, el sistema canovista era un
mero encubridor del caciquismo. Este sistema, no era representativo de la
voluntad de la Nación española y tapaba una política corrupta. Por todo ello
fue la principal figura en la lucha contra este sistema. Su destinatario es la
sociedad y la finalidad es la crítica del sistema canovista y su
funcionamiento.
Este extracto trata básicamente sobre la forma de gobierno del sistema
político de la época, incluyendo sus componentes: oligarcas, caciques y
gobernador civil, que forman la “Pirámide de Transferencia de Poder”.
También hace referencia a que estos son los principales artífices del
estancamiento y la enfermedad de nuestro país acusándolos de corrupción,
falseamiento electoral e incompetencia.
(Sus críticas al régimen oligárquico de la Restauración, al que culpaba del
atraso nacional, expresaban la frustración de las clases medias españolas
ante la pobreza del país y su incapacidad para dotarse de un sistema
político moderno; pero, en la medida en que confiaba para solucionarlo en
la actuación personal de un «Cirujano de Hierro» con fuerza para
desmontar el caciquismo, anticipaba la solución autoritaria que llegaría con
la dictadura de Primo de Rivera, por lo que se ha relacionado a Costa con
los orígenes del pensamiento fascista)
Se vislumbran los motivos por los cuales este sistema debería desaparecer
e implantarse, en su lugar, una política regeneracionista que sacara al país
de esta situación, tal y como pensaba el propio Joaquín Costa.
Observando con mayor detenimiento, vemos que este fragmento está
dividido en dos partes: La primera de ellas que alberga los dos primeros
párrafos trata acerca de los componentes del sistema de gobierno y sus
principales funciones. En cambio, los dos últimos hacen una crítica
exhaustiva sobre la acción de los mismos.
Los componentes de los que hablamos son: oligarcas, caciques y
gobernador civil. Los primeros son los hombres más poderosos y viven
en el centro (Madrid), son los encargados de tomar las decisiones políticas
apropiadas y dirigen todos los acontecimientos de la sociedad y el país. Por
tanto, potencian el sistema predominante del turnismo y el caciquismo a
través de los otros dos para mantenerse en el poder. Los segundos son los
encargados de “pedir” al pueblo cumplir con lo que exigen los notables
desde Madrid a través de del chantaje, coacción, amenazas, la utilización
fraudulenta del voto invalidado, lázaros y, en definitiva, del uso
indiscriminado del pucherazo. Pero para todo ello, era necesario una
persona que informara y organizara a todos en base a las órdenes recibidas,
el gobernador civil.
Según Costa, son estos los culpables de que España viviera esta situación
durante los años finales del siglo XIX. Él los tacha de cuerpo extraño ya
que pretenden doblegar la voluntad del pueblo español, no son
representativos de la soberanía nacional sino de la elitista, no son más que
extranjeros carentes de todo sentido patriótico que inundan las instituciones
y organismos oficiales del Estado contaminándolos e interrumpiendo la
capacidad de desarrollo social, político y económico de toda la sociedad
española.
En concusión, todo esto se corrobora en la ineficacia de este sistema
político basado en el engaño y la estafa a la ciudadanía al comprobar que
no solucionaba los problemas económicos, políticos y sociales del país. Así
en 1923 se instauró en España una dictadura con Miguel Primo de
Rivera al frente y con la venia del rey Alfonso XIII, pero que también
fracasó y evidenció la falta de apoyo del sistema monárquico del momento
y después de varios gobiernos provisionales (Dictablanda de Dámaso
Berenguer y el de Aznar Cabañas) se proclamó la Segunda República el
14 de abril de 1931, más acorde con el deseo del pueblo español.
Sus ideas han podido llegar a tener influencia real en el proceso de
democratización del Estado español a partir de 1975 para crear un país en
el que la soberanía recayera sobre el conjunto de la ciudadanía y la justicia
y la equidad entre todos fuera real y constatable.
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