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TEMA 3 Trabajo Social en el ámbito penitenciario

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Trabajo Social y Administración de Justicia
Curso Académico 2019 / 2020
TEMA 3. EL TRABAJO SOCIAL EN INSTITUCIONES PENITENCIARIAS:
LOS SERVICIOS SOCIALES PENITENCIARIOS
No hacer de la prisión un mundo aparte,
aislado de la patria y la humanidad, y del preso
un ser que no es persona y que para nada
participa en la vida social.
Concepción Arenal
1. - BREVE RESEÑA HISTORICA DE LA PRISIÓN Y DE LAS FORMAS DE AYUDA AL COLECTIVO DE
PERSONAS PRESAS.1.1. La Cárcel: una invención reciente
1.2. Orígenes del Sistema Penitenciario actual
1.3. Figuras Relevantes en España en el S.XIX-XX: Concepción Arenal y Victoria Kent
1.4. Las prisiones españolas desde la guerra civil hasta la etapa democrática
1.5. De las Asociaciones de Caridad a los Servicios Sociales Penitenciarios
2.- EL SISTEMA PENITENCIARIO EN ESPAÑA
2.1. Normativa
2.2. Secretaria General de Instituciones Penitenciarias: organigrama, funciones y el
sistema penitenciario en cifras.
2.3. Los centros penitenciarios: organigrama.
2.4. El tratamiento penitenciario: la clasificación penitenciaria, los permisos de
salida y la libertad
2.5. Programas específicos de intervención
2.6. Colectivos de especial atención
2.7. Medio abierto
3.- EL TRABAJO SOCIAL PENITENCIARIO.3.1. Organización de los Servicios Sociales Penitenciarios
3.2. El trabajo social penitenciario: principales líneas de actuación de la intervención
social.
4.- BIBLIOGRAFÍA
Inmaculada Sancho Frías
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1.- BREVE RESEÑA HISTORICA DE LA CÁRCEL Y DE LAS FORMAS DE AYUDA AL COLECTIVO DE
PERSONAS PRESAS.1.1. LA CÁRCEL: UNA INVENCIÓN RECIENTE
Antes de ser un instrumento de castigo de delincuentes, la prisión se utilizaba, como
instrumento de control de la política social en relación con las personas vagabundas y
mendigas. De los diferentes autores consultados, nos centramos en Bronislaw Geremek y en su
obra “La piedad y la horca” (1998), donde estudia las transformaciones que han sufrido, a lo
largo de los siglos, las ideas sobre la pobreza y las reacciones colectivas en relación a ella. En
esta obra, Geremek divide la trayectoria del tratamiento de la pobreza en cuatro tiempos: la
Edad Media, los siglos XV-XVI donde se introduce un principio de desconfianza hacia las
personas pobres, el siglo XVII o “la gran reclusión” como forma de controlar el problema social
de la pobreza; y el siglo XVIII, momento en que las personas pobres son consideradas un
ejército de reserva industrial.
Hay un planteamiento de repulsa hacia los pobres que se va fraguando en los siglos XVXVI, por su vinculación al pecado en el plano moral y los vicios en el plano social. Para ello una
solución: el trabajo como castigo y como camino de redención. Los castigos, para los pobres y
vagabundos que no quieran trabajar han de ser ejemplares y públicos, de ahí la expulsión o
destierro, multas o castigos corporales. “El vagabundo sin trabajo es tratado como un criminal.
El camino para convertirse en ello está ya legalmente iniciado” (López Alonso, 1986:572)
La política seguida para con los pobres en general (niños, ancianos, viudas, enfermos,
etc.) pasa en el siglo XVII por el control, encierro y segregación forzosa: primero a los leprosos,
luego a los apestados, siguen los locos y los mendicantes. La “gran reclusión” para Geremek
(1989:224), o el” gran encierro” para Foucault (1968:67-74), constituyen la nueva política social
de los mendicantes con su apogeo máximo en este periodo.
Aunque hay que remontarse a finales de la Edad Media, donde muchos delitos eran
castigados con los azotes, el destierro y la muerte1. Ya existen cárceles, mazmorras, prisiones
(utilizada como encierro preventivo o para pagar deudas) pero aún no se trata la prisión como
pena o como base del sistema penal (Geremek, 1989:223)2.
En el período de finales de la Edad Media y el inicio de formación del Estado Moderno,
es el origen de un proceso de concentración del poder en manos de los monarcas y de la
regulación de conflictos entre los individuos a través del derecho. De la división y guerras en
1
Melossi, D. y Pavarini, M. (1980:20 y ss): Cárcel y Fábrica. Los orígenes del sistema penitenciario (siglos XVI-XIX). México: Siglo
XXI.
2
Las cárceles en esta época son en líneas generales pequeñas, con poco carácter punitivo, aunque para Melossi y Pavarini
(1980:19) es a finales del s. XIV cuando aparece la prisión como pena en Inglaterra (correccionales), el desarrollo de este
concepto en Europa es posterior. Foucault en su libro: Vigilar y Castigar, demuestra la trascendencia que este cambio tuvo en la
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todo el período del medievo, se va evolucionando hacia la formación de grandes espacios
territoriales (en España tiene su comienzo con los Reyes Católicos). Las relaciones entre los
individuos y grupos, a medida que el Estado se va perfeccionando, se objetivan y se supeditan a
las leyes. Aunque nos resulte difícil proponer una definición que recoja todos los rasgos
esenciales de los Estados que van a surgir en el Renacimiento, podemos utilizar la definición de
P. Anderson (1979:15) que dice que son instrumentos modernizados para el mantenimiento del
dominio mobiliario sobre las masas rurales. En síntesis, el derecho de las monarquías absolutas,
estará gran parte dirigido a consolidar el sometimiento del campesinado y la extracción del
excedente que éstos generan. La nobleza y la Iglesia tendrán un conjunto de privilegios legales y
autonomía que limitará la capacidad del gobierno de los monarcas (Trinidad Fernández,
1991:19).
La capacidad en este período de vigilar y controlar es limitada, bien por la fuerza de las
costumbres (la influencia del sistema feudal, sin terminar de salir de él), bien por la limitación
que impone los fueros privilegiados de Iglesia y nobleza (tan poderosos en el medievo), y/o por
la inexistencia de fuerzas de seguridad unificadas, entre otros. Con el aumento del crimen y la
delincuencia (por ejemplo el bandolerismo), el aparato de justicia penal se pone en marcha,
siendo desiguales las leyes y su aplicación a los distintos grupos sociales. La penalidad para los
grupos más desfavorecidos, sobre todo campesinos, se traduce en un poder intimidatorio, para
fomentar el conformismo y el sometimiento, por lo que las ejecuciones han de seguir siendo
espectaculares. El cuadro punitivo de esta época, se caracteriza por la dureza con la que se
castigan la mayoría de los delitos y la espectacularidad que rodea la ejecución de la pena. Toda
la Edad Media ha sido así y se mantiene esta costumbre.
La cárcel, por tanto, en la sociedad feudal no tiene sentido como pena. La hipótesis que
avala esta afirmación se debe a:
a) La concepción punitiva feudal tiene una naturaleza de venganza y de castigo divino.
La venganza, como una finalidad meramente satisfactoria de causar daño, dolor y
sufrimiento pero a su vez, de inculcar el miedo colectivo. De aquí su carácter
espectacular, cruel y público del castigo (También se puede relacionar el carácter de
espectáculo del castigo con la importancia para la época de exteriorizar todas las
acciones como el dar limosna, que se hacia de forma pública -en algunos casos era
espectáculo- por el prestigio social).
b) Además, el sufrimiento como símbolo de expiación de culpas y de catarsis espiritual
por lo que se imponían los castigos con sufrimiento, por eso se torturaba antes de
morir.
tecnología del poder y en el concepto de “pena” y “expiación” en el seno de la conciencia social.
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c) Por el análisis del sistema económico, ideológico y social de la época, se aprecia que
los valores predominantes de la época junto a las motivaciones religiosas, no dan
importancia alguna a la libertad. La privación de los valores de la época son, entre
otros: la vida, la integridad física, el destierro, el dinero y la pérdida de estatus (estos
dos últimos para quien los tuviese).
Friedlander 1977:101, nos describe las cárceles típicas hasta el s. XVIII como lugares
donde se mezclaba todo tipo de gentes: desde criminales peligrosos hasta personas
desamparadas, sin separación entre los mismos, siendo la corrupción y la promiscuidad
cotidianas. “Desde la Edad Media, las prisiones habían sido el lugar donde los seres humanos
sufrían más intensamente” (ibib:34). No debemos olvidar que la ayuda a aquellos que se
encuentran presos y a sus familias ha estado presente en la historia de la acción social. En los
primeros momentos las respuestas van dirigidas a las condiciones sanitarias y de salubridad, así
como a la ociosidad y a la moral. La iglesia fue la primera en la ayuda material y moral (de
modelo para muchas otras, fue la cofradía de la Misericordia en Francia), pero tendremos que
esperar a finales del s. XVIII cuando se crean las verdaderas instituciones de Patronato: obra
encargada de la protección de presos y familiares3.
Si avanzamos en este recorrido histórico, podemos concluir que el concepto de cárcelencierro a finales de la Edad Moderna, va unido al modelo reeducador del encierro de pobres,
teniendo desde sus comienzos puntos en común con otros movimientos a veces coetáneos de
aislamiento y corrección de delincuentes, prostitutas, infancia abandonada, enfermos mentales,
etc... A estos grupos de población se les excluye, se les confina y se corrigen. La prisión para el
criminal o delincuente se confunde con la prisión o encierro de los pobres y las penas-castigo
siguen siendo otras: muerte, galeras, azotes,...
Por todo ello, los tratados y analistas del tema, recuerdan como ANTECEDENTES
PREVIOS DE LA CÁRCEL ACTUAL (a partir de la Revolución Francesa), a las siguientes
instituciones europeas:

En Holanda hay que destacar la creación en Amsterdam de las Rasphuis (1596) cárceles
para hombres, y las Spinhuis (1597), para mujeres. Los nombres de estas instituciones
responden al tipo de trabajo que se realizaba en su interior: corte y raspado de madera
en los hombres y tareas de hilado textiles en las de mujeres. Es el más antiguo de los
3
En 1880 fue fundado, por iniciativa privada, el Patronato de Nuestra Señora de la Merced para la redención de niñas y niños
presos de la ciudad de Barcelona. Diez años más tarde (1890), se reorganizó con el nombre de Patronato de Niños y
Adolescentes Abandonados y Presos. La finalidad de este Patronato de menores abandonados y presos tiene por objeto lograr la
rehabilitación moral y social de los jóvenes encarcelados y amparar y proteger a los demás contra el abandono, la miseria, los
malos tratamientos y la inmoralidad” (Sánchez y Guijarro, 2002: 5). Los niños entraban en prisión sin separación de los adultos.
El origen de los patronatos se encuentra en las actuaciones de beneficencia y filantropía privada del siglo XIX dirigidas en un
primer lugar a los niños y niñas presos, más tarde se extiende la creación de los mismos para todas las personas presas.
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modelos, abierto desde 1596, y en él se inspiran los demás. En un principio estaba
destinado a mendigos y malhechores jóvenes. Veamos las pautas de funcionamiento:
o La duración de las penas podía estar determinada por la propia
administración, con el buen comportamiento del preso disminuía.
o Trabajo obligatorio común.
o La celda individual sólo se usaba como castigo suplementario
o Empleo del tiempo estricto
o Sistema de obligaciones y prohibiciones.
o Vigilancia continua4

Correccional de Gante (1773): Su estructura arquitectónica es un
precedente del Panóptico de Jeremias Bentam, siendo la primera prisión de tipo radial
con planta octogonal y patio central de donde radiaban los pabellones . Se partía de la
premisa de que “parte de que la ociosidad es la causa de la mayoría de los delitos, por
tanto los malhechores son y eran holgazanes”. Su sistema pedagógico tiene como
objetivo corregir este problema y ‘formar una multitud de obreros nuevos’. Por ello, se
obliga a la persona perezosa a ‘colocarse en un sistema de intereses en el que el trabajo
será más ventajoso que la pereza’, realizando trabajos y con el esfuerzo tendrán ‘la
afición al trabajo’ y por tanto, personas productivas para la sociedad.

El modelo inglés: Las primeras casas de corrección datan de los siglos XVI
y XVII, eran centros destinados a la reclusión de mujeres, de manera que observamos
una clasificación de los centros en base al sexo. Se menciona como la más antigua la
House of Correction, ubicada en Bridewell (Londres), inaugurada en 1552. Ésta era
pensada para la corrección de aquellos pobres, que siendo aptos para el trabajo, se
resistieran a trabajar. En el año 1697, nació como consecuencia de la unión de varias
parroquias de Bristol, la primera Workhouse de Inglaterra; otra se estableció en 1703
en Worcester; y una tercera lo hizo el mismo año en Dublín, pudiendo considerar a
estas casas de corrección como el verdadero antecedente de la reacción carcelaria
moderna. Tal vez lo más significativo era el castigo que se infligía para imponer la
disciplina que era rígida e inflexible (azotes, cadenas, ayuno, celdas de agua,…). Se
encerraban además de a pobres y mendigos, a personas que tenían deudas y a su vez,
se obligaba a los presos a pagar al carcelero, extorsionando a familias y amigos de los
mismos. En 1681, Thomas Firmin (1632-1697) empresario y filántropo, empezó a pagar
4
A diferencia de otros países, estas instituciones fueron un éxito que se extendieron por todo el país y tuvo su influencia en
Bélgica. Los estudios sobre el tema nos describen como influyó en este éxito la economía favorable: para el mantenimiento de
las instituciones y para la comercialización de los productos, ya que estos modelos de instituciones ilustraban a la perfección la
versión más dura de la política social de encierro, una síntesis entre la afirmación del valor moral del “trabajo”, símbolo del
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deudas de personas en prisión y los honorarios de los carceleros, agilizando la puesta en
libertad de muchas personas, otros filántropos siguieron su ejemplo. Existían también
algunos donativos de caridad que proporcionaban comida los domingos y festivos (las
cifras de mortandad eran muy elevadas). En 1700, una junta de la Sociedad para el
Fomento del Conocimiento Cristiano, defendió la tesis de que había que despedir a
todos los carceleros que extorsionaban y daban malos tratos a los presos. Más tarde, se
agrega como principio fundamental de la corrección, el aislamiento. Éste junto al
trabajo configuran dos premisas del modelo carcelario.

En España, el origen de la institución carcelaria está en los Hospicios
(como lugares de “tratamiento” de personas pobres o con conductas desviadas).
Destacar en los modelos de encierro de mujeres las Galeras5 en un primer momento y
posteriormente, las Casas de corrección, como centros de corrección. Desde el
principio, tanto en las galeras como en las casas de corrección, el objetivo principal era
el adiestramiento moral: penitencia, trabajo y disciplina (Almeda, 2002:55).
Pero el cambio de paradigma se da con la Revolución Francesa, cuando se otorga el
valor de la libertad en el ser humano; y hace reconsiderar y plantear la cárcel como castigo. A
partir de este momento histórico, se inicia el distanciamiento del encierro de pobres del
encierro de delincuentes. Es el inicio de la cárcel tal y como la conocemos en nuestra sociedad:
privar de la libertad a las personas.
1.2. ORÍGENES DEL SISTEMA PENITENCIARIO ACTUAL
Las líneas maestras que dominarían la filosofía de los sistemas carcelarios modernos, en
el ámbito de los tratamientos reeducadores, venían dados por la herencia de las prácticas
clásicas del encierro de pobres con programas de instrucción, religión y trabajo, y las nuevas
prácticas correccionalistas, surgidas en Europa, pero de modo especial en Estados Unidos, en el
siglo XIX.
El nacimiento propiamente consolidado por los estudiosos del tema surge en América.
nuevo orden social, y la progresiva evolución de las doctrinas penales modernas hacia el aislamiento –privación de la libertad,
que se consolida con la revolución francesa- de los individuos que presentaban peligrosidad social.
5
El tratado de Sor Magdalena de San Jerónimo, “Razón y forma de la Galera y Casa Real, que el rey, nuestro señor, manda hacer
en estos reinos, para castigo de las mujeres vagantes, y ladronas, alcahuetas, hechiceras, y otras semejantes”, dio el impulso
definitivo para la creación de las primeras cárceles de mujeres como instituciones independientes, pero paralelas a las galeras de
hombres. Esta monja en Valladolid, ya tenía cierta experiencia en gobernar un centro de reclusión, puesto que había sido la
administradora de la Casa Pía de Arrepentidas de Santa María Magdalena –convento para mujeres "desviadas" y para aquellas
que se sentían llamadas a la vida conventual. Su obra fue publicada en el año 1608 y obtuvo rápidamente el favor y el apoyo del
rey Felipe III y de toda su familia, que con gran fervor la secundaba. La propuesta principal era clara: crear un régimen
penitenciario que igualara la mujer al hombre en lo que respecta a la imposición del castigo y a la forma de cumplirlo (Almeda,
2005). Para ello, se crearon las galeras femeninas.
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Veamos brevemente, las instituciones más representativas
a. El sistema celular o los cuáqueros de Filadelfia. La primera prisión: Walnut Street
(Pensilvania, 1790) bajo la influencia de la filosofía de la Sociedad Religiosa de Amigos
(conocidos por los cuáqueros). Se tenía al preso incomunicado y aislado día y noche. Los
condenados llevaban a cabo trabajos productivos para cubrir los gastos de la prisión,
empleo del tiempo estricto (hora-actividad), vigilancia continúa. La conducta del preso
puede hacer variar el tiempo de condena. Este modelo partía de dos premisas: la
primera que el aislamiento evitaba la corrupción de las personas presas, y la segunda,
que a través de la reflexión y meditación en soledad continua, se llegaba al
arrepentimiento verdadero. Los problemas económicos, de hacinamiento y sobretodo la
alta cifra de suicidios, produjeron el fracaso de este modelo.
b. Un segundo modelo, alternativo al anterior, es la prisión de Auburn (Nueva York, 1816).
Donde se diferencia el tratamiento diurno: el trabajo durante el día en talleres
colectivos toma un primer papel; y el nocturno en la celda individual en régimen de
aislamiento. Se incluye el sistema progresivo de grados en función de la conducta y el
trabajo, hasta llegar a reducir condena y en algunos casos, la libertad condicional. El
modelo arquitectónico, clave también de las reformas, permitía una mejor vigilancia.
Fue un modelo muy reconocido y aceptado, imitándolo a posteriori (prisión de Sing
Sing, 1825; prisión de San Quintin, 1851).Las prisiones femeninas esperan en
Norteamérica hasta 1879 que se inaugura el primer establecimiento. Hasta la fecha,
tenían un establecimiento diferenciado en las cárceles masculinas. Todas las prisiones
suponían una severa y dura disciplina en el trato con el recluso.
En Europa, el modelo arquitectónico viene acompañado del Panóptico, del filósofo
Jeremy Bentham en 1791. El concepto de este diseño permite a un vigilante observar a todos
los prisioneros sin que éstos puedan saber si están siendo observados o no. Es la gran reforma
arquitectónica de vigilar continuamente6. En forma de tratado, el autor resume las condiciones
que debería reunir una cárcel que se adaptara a las necesidades impuestas por los fines
correctores que se pretendían cumplieran las penas. La importancia del Panóptico está en que
recoge los principios por los que se guiarán todas las instituciones de encierro de la sociedad,
además de mostrar la racionalidad de las formas de gobierno contemporáneas (cuarteles,
colegios, hospitales, etc), es toda una innovación para ejercer bien y fácilmente el poder.
6
“… en la periferia, una construcción en forma de anillo; en el centro, una torre con anchas ventanas que se abren en la cara
interior del anillo. La construcción periférica está dividida en celdas, cada una de las cuales atraviesa toda la anchura de la
construcción. Tienen dos ventanas: una da al interior y otra al exterior, permitiendo que la luz atraviese la celda. Basta situar un
vigilante en la torre central y encerrar en cada celda a un loco, un enfermo, un condenado, un obrero o un escolar. El vigilante los
ve en todo momento y ellos por los muros laterales no pueden tener contacto con los compañeros..”. Panoptico
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Jeremy Bentham (1748-1832) crea una cárcel barata, donde un número pequeño de personas,
cuida de una comunidad grande: ha encontrado una tecnología de poder específica para
resolver los problemas de vigilancia. Donde se reforme la conducta de los presos y se les liquide
su inclinación delictiva. El trato humano a los presos no significa un gasto excesivo. Los
prisioneros sirven de ejemplo a las personas libres, y esto les aleje del delito.
Conviene destacar una cosa importante: Bentham ha pensado y dicho que su
procedimiento óptico era la gran innovación para ejercer bien y fácilmente el poder. De hecho,
dicha innovación ha sido ampliamente utilizada desde finales del siglo XVIII. Sin embargo los
procedimientos de poder puestos en práctica en las sociedades modernas son mucho más
numerosos, diversos y ricos. Sería falso decir que el principio de visibilidad dirige toda la
tecnología de poder desde el siglo XIX (Foucault, 1980).
Pero a pesar de estos “avances”, tanto en modelos arquitectónicos como de
tratamiento, los presos siguen sufriendo hambre, frío, condiciones insalubres, descuido y
maltrato físico y psíquico. Los presos no son sólo delincuentes: siguen presentes en las cárceles
las personas pobres y vagabundos, niños, mujeres que ejercen la prostitución, etc. Ningún
período histórico ha sido tan sensible a los problemas de la justicia y de los centros de
internamiento como el siglo XVIII y todo el siglo XIX. Parte de la labor crítica de estos
movimientos de filántropos, se centró en las leyes e instituciones encargadas de administrar la
justicia que en aquellos momentos era arbitraria y déspota, propio de las monarquías absolutas.
Se sugieren reformas que, años más tarde, asientan los fundamentos de la justicia de nuestra
sociedad actual.
La petición de reforma de prisiones fue en aumento. Destacan entre los primeros
reformadores el general Oglerthorpe. Este reformador inicia su andadura a raíz del
encarcelamiento por deudas de un amigo y su posterior muerte en prisión debido a las malas
condiciones de los presos, inicia una batalla legal y consigue que la Cámara de los Comunes
británica nombre un comité de investigación con su nombramiento como presidente y con las
conclusiones de este estudio se logra introducir algunas mejoras en las prisiones.
Pero sobre la reforma de prisiones, destaca la figura de John Howard. Su propia
experiencia como prisionero de guerra lo consagró para dedicar toda su vida a la reforma de las
prisiones. Realizó un estudio de prisiones de diferentes países7, fue nombrado Comisario de
Bedford en 1773 y pudo comprobar la situación de injusticia tan brutal en este sistema,
presentando un informe de la situación tan terrible e injusta de los presos. La mejora de las
prisiones de Inglaterra y Gales en cuanto a condiciones de salubridad e higiene se hicieron
notar. El pauperismo, el alcoholismo, la prostitución y el delito son las características de los
7
En 1777 John Howard publicó su estudio sobre el estado de las prisiones en Inglaterra y Gales (State of Prisons in England and
Wales), creando una conciencia que contribuyó a la mejora de las condiciones carcelarias.
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colectivos sociales empobrecidos. Muchos piden la vuelta de métodos y castigos tradicionales
para tratar la delincuencia. Los movimientos filantrópicos reaccionan para pedir rigor en el
sistema, decencia y dignidad. El trabajo, por las circunstancias sociales pasa a un segundo lugar
y el carácter punitivo emerge con fuerza en el siglo XVIII-XIX.
También hay que reseñar en este periodo a Elizabeth Fry (1780-1845) en cuanto a
reforma de cárceles femeninas: escuela para niños de la prisión, empleando como maestra a
una presa; introdujo para las mujeres el tejido y bordado de encajes; apoyo y orientación
religiosa. En España destaca la figura de Concepción Arenal.
No fue hasta 1877 con la Ley de Prisiones cuando en Inglaterra se inicia una verdadera
reforma: separación de menores y adultos, primeras instituciones para jóvenes, consideración
especial para los niños, etc.
La Reforma Penitenciaria en Estados Unidos y Europa es consecuencia de la influencia
ejercida por reformadores ingleses como Howard y filósofos penalistas como Cesare de
Beccaria8, así como la propuesta arquitectónica de Bentham. Poco a poco se van separando a
los jóvenes de los adultos y a las mujeres. El trabajo en prisiones encontró fuertes resistencias
de obreros y patronos por la competitividad en el mercado ya que el trabajo que realizaban los
presos era una mano de obra muy barata y el mercado no podía competir con ella.
1.3. FIGURAS RELEVANTES EN ESPAÑA EN EL S.XIX-XX: CONCEPCIÓN ARENAL Y VICTORIA
KENT
La situación de las prisiones, el preso, los problemas de la delincuencia, a todo ello y
mucho más le dedicó todo su tiempo CONCEPCIÓN ARENAL (1820-1893). Nos toca examinar en
este apartado la figura de tan emblemática mujer como penalista y reformadora de prisiones.
La opinión europea a favor de la reforma arranca del siglo pasado con Cesare Beccaria y su obra
“De los delitos y las penas” en 1764 y John Howard y su famoso informe de las prisiones el
“Estado de las Cárceles en Inglaterra y Gales” en 1789. En España llega un poco más tarde y
destacan: Ramón de la Sagra, Romero Girón y sobretodo Concepción Arenal. Representan la
corriente penalista de la época incorporándose al movimiento renovador penitenciario (Telo
Núñez, 1995:31).
8
Beccaria (Milán, 1738) intenta lograr la humanización de las penas y del delincuente y buscar caminos que conduzcan a una
Justicia más idílica –habla de limitar el arbitrio judicial-. Junto a otros autores como Howard o Bentham, que también tratan de
acabar con las ideas del Antiguo Régimen, Beccaria forma parte de la denominada “Escuela Clásica”. Su obra cumbre “De los
delitos y las penas”, publicada en 1764. A ésta, no le tardaron en llegar las reacciones de apoyo, entre las más conocidas se
encuentra el comentario publicado en 1776 por Voltaire. Cesare Beccaria expone, a lo largo del texto, toda una serie de alegatos
contra la desproporción de los castigos infligidos ante la comisión del delito, atacando especialmente la pena de muerte y las
torturas. En general, denuncia las penas inhumanas y degradantes, a la par que demuestra su ineficacia (concretamente de la
pena de muerte) en la lucha contra el fenómeno criminal. También propone soluciones y nuevos puntos de vista cuya base debe
girar en torno a la separación de poderes en el Estado, la ruptura en la relación de la religión con la Justicia y la Ley y demanda la
existencia de una igualdad y legalidad real. Teniendo en cuenta la importancia de lo religioso en todos los ámbitos de la vida –la
cultura, la política, la economía, etc.- la consecución de esas metas, en ningún caso parecía una tarea sencilla.
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1.3.1 Dos palabras sobre Concepción Arenal Ponte (1820-1893).
Concepción Arenal y Ponte nace en El Ferrol, el 31 de Enero de 1820, la mayor de tres
hermanas. En 1834, se trasladan a Madrid. Allí estudió Derecho, como alumna oyente. Las
historiadoras de Arenal (Lacalzada, 1994a; Telo Núñez, 1995) sitúan estos años entre 1842 y
1844. Conoce en la Universidad a Fernando García Carrasco, estudiante de Derecho y de ideas
liberales. Con él contrae matrimonio en 1848. Fernando muere en 1857 y Concepción Arenal
queda viuda y con dos hijos.
A partir de este acontecimiento personal, deja Madrid y se refugia primero en Oviedo y
luego en Potes, período que la acerca a la religión y a la ayuda y protección de los más
desfavorecidos. Conoce a Jesús de Monasterio, fundador de las Conferencias de San Vicente de
Paul en Potes, y ella organiza en 1860 la rama femenina de las Conferencias. Este período la
marcaría en su vida, a nivel espiritual, intelectual y práctico: comenzando en ella un largo
camino al servicio de los pobres, presos y marginados. Fue independiente, pero sobretodo
consecuente con lo que pensaba, escribía y hacía, uniendo siempre la teoría con la práctica y
viceversa.
Muere el 4 de Febrero de 1893, en Vigo, en casa de su hijo Fernando. A su muerte, sus
amigos publicaron sus Obras Completas. Y años más tarde, en 1931, Victoria Kent promovió un
monumento con un material de gran contenido simbólico dedicado a C. Arenal, expuesto
actualmente en el Paseo de Rosales de Madrid.
Toda su obra reflejan el legado intelectual y el profundo compromiso de esta figura
femenina. Este legado se puede estructurar en: documentos escritos –libros, artículos,...-,
cargos que ocupó, creación y fundación de obras y acciones benéficas y por último, su
participación en Congresos internacionales penalistas. De todo ello, destacamos lo siguiente:
 Su libro La Beneficencia, la Filantropía y la Caridad, de 1860, reclama para la mujer el
derecho a ocupar cargos de esta naturaleza: “Parece que no tendría nada de violento
que la Ley diese a las señoras una intervención oficial en el ramo de la Beneficencia”.

Del mismo año, destacar su obra El Visitador del pobre (1860) obra muy valiosa donde
encontramos un nuevo enfoque del concepto de pobreza que parte del análisis y
reflexión sobre la actitud de las visitadoras de las conferencias de San Vicente de Paul,
fundadora de la rama femenina en Potes.

En 1863, es nombrada “Visitadora de Prisiones de Mujeres” en La Coruña, y escribe
Cartas a los Delincuentes (1865). Son cartas informativas de sus derechos, de los
artículos del Código Penal que les interesan, obligaciones, etc.

En 1864 organiza junto a la condesa de Mina, la “Asociación de la Magdalena”, para
visitar a las mujeres presas en la Coruña.

En 1865, sin justificación aparente, es destituida del cargo: “yo era una rueda que no
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encajaba con ninguna otra maquinaria penitenciaria y debía suprimirse”.

Publica en 1867 El reo, el pueblo y el verdugo donde toma partido por la abolición de la
pena de muerte.

En 1868 se la nombra “Inspectora de Casas de Corrección de Mujeres”, cargo que ocupa
hasta 1873. En este tiempo coincide con otro cargo: en 1871 es nombrada “Secretaría
general de la Cruz Roja” (sección de señoras).

Fundación del periódico “La Voz de la Caridad” en 1870 y que a su vez, dirige. La
finalidad del periódico es recoger y denunciar cuantas irregularidades se daban,
relacionadas con la Beneficencia y las Prisiones. Desaparece en 1884 por falta de
recursos financieros. Durante estos 14 años denuncia sistemáticamente la situación de
la beneficencia, las prisiones, las mujeres, los obreros,…

Crea las “Decenas ” en 1872, Asociación de Ayuda a Domicilio, teniendo mucho éxito.

Tuvo representación y cargos en el ámbito internacional, donde era más reconocida y
apreciada que en su país. Nunca salió de España, pero si enviaba sus artículos y
conferencias destacando en los congresos internacionales penales de Estocolmo (1878),
Roma (1885), San Petersburgo (1890) y Amberes (1892).

El Visitador del Preso (1892), publicado primero en francés que en español, fue su
último libro y su legado a las Visitadoras y Visitadores de presos.
9
Sobre su Proyecto sobre la Beneficencia y las Prisiones, destacamos:
En Cartas a los Delincuentes (1865), muestra sus aptitudes pedagógicas. Intentan
enseñar el Código Penal a los más afectados por él y fundamentar la necesidad de sus preceptos
en la naturaleza de las cosas. A su vez le da consejos y asesoramiento. Arenal parte de un
convencimiento revolucionario en la ciencia penitenciaria: la mayor parte de los actos delictivos
son consecuencia de la ignorancia de la ley y una mala educación de la sensibilidad. Para ella la
dignidad de la persona presa no se cuestionaba: “Los criminales son personas, no son cosas”
Lacalzada (1994a:130-131).
Para Concepción Arenal, era básico tener en cuenta las diferencias entre los tipos de
delincuentes, los delitos y sus atenuantes. Esta diferenciación por tipologías, es importante
9
Reúne a personas dispuestas a socorrer, en la medida de sus posibilidades, las necesidades de una familia. Sin distinción de
edad ni sexo (estaban integradas incluso por adolescentes y niños), con un propósito bien definido (cercano al Servicio de Ayuda
a Domicilio) preservar del internamiento a niños y mayores. “El proceso de creación de la Decena consta de tres pasos: primero
la voluntad de sus miembros de integrarse en ella y constituirse en Decena, en segundo lugar una colecta secreta entre sus
integrantes para dotarla de fondos y, en tercer lugar, el apadrinamiento de una familia con necesidades constatadas. No hay
límites en los criterios para ofrecer la ayuda, salvo aquellas posibilidades que ofrecen los recursos materiales y humanos de los
integrantes de la Decena. Siempre la disponibilidad de recursos era adaptada a las condiciones de la familia apadrinada. Su
acción voluntaria ofrecía servicios tales como: alquiler de casa, ropa, comida, medicinas, médico, escuelas, algún trabajo, alivio
moral, etc. “(Lacalzada, 1994 )
Inmaculada Sancho Frías
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para iniciar la reforma. Señala que las medidas más eficaces contra el delito son las preventivas,
pero una vez consumado, hay que pensar que es una situación transitoria y que la persona
puede reinsertarse (Telo Núñez, Ibíd. 32).
Destaca en toda su obra la co-responsabilidad que para ella tiene la sociedad en la
existencia del delincuente. De ello da cuenta bastante en sus textos Estudios Penitenciarios
(1877). Cuando habla de la sociedad, se refiere por una parte a los poderes públicos: en su falta
de acierto para enfocar y resolver problemas sociales, cuando dicta leyes injustas, no poniendo
medios adecuados, ni supervisando el cumplimiento de normas, etc. Pero para ella, la
comunidad, el resto del cuerpo social tiene igualmente su responsabilidad: cuando rechaza al
delincuente, no confía en ellos. Ella dice: “Hay en libertad hombres mucho más perversos que la
mayoría de los que la ley condena. [...] la mayor parte del mal que se hace en el mundo, no lo
hacen los condenados por ley...” (Estudios Penitenciarios: 124). No obvia la corresponsabilidad
del propio sujeto que delinque, y a algunos los trata con dureza: violadores, corruptores de
menores, entre otros.
Desde su legado feminista, reflexiona sobre la desigualdad entre el hombre y la mujer
que delinque, realizando un magnífico análisis penal y social sobre las situaciones de
desigualdad por género. “Es grande la diferencia que para el castigo establece la Ley entre el
marido que falta a su mujer y la mujer que falta a su marido. [...] ¿A qué hablarles de penas que
les impone el Código... cuando el mundo... se las impone mucho más severas?” (Estudios
Penitenciarios: 316-319).
En cuanto a la pena y la forma de cumplirla, tiene varias propuestas:

no es partidaria de la pena de muerte ni de la deportación a colonias;

considera funesta la prisión preventiva como empleo sistemático;

enseñanza y trabajo durante el cumplimiento de la condena para reinsertar;

empleo de los domingos y festivos en actividades de ocio;

igual trato para la mujer penada que para el hombre;

niega el trato diferencial para reclusos clases privilegiadas;

rehúsa la crueldad y la dureza de la pena;

pide una formación cualificada y específica para los funcionarios de prisiones,
“...¿Puede haber alguna profesión más dificultosa... que corregir a un delincuente?”;

separación de los niños presos de los adultos...

Exige y reivindica a jueces y legisladores, unas garantías mínimas de justicia y
proponiendo quitar a jueces los privilegios con los que contaban.

Para la salida de prisión, después de haber cumplido condena, propone la creación de
Patronatos y Asilos que protejan y ayuden al penado a reinsertarse en sociedad. Para
ello propone un tipo de actuación orientada a informar y sensibilizar a la sociedad y la
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institución del Patronato como mediador entre la sociedad y el exrecluso. En especial,
propone esta institución para los menores presos, teniendo un fuerte apoyo su
propuesta a nivel internacional.
Todo lo que Concepción Arenal luchó y denunció, dejando constancia de ello a través de
su obra social y documental, nos sirve de guía para analizar su legado y herencia hoy, donde
parte de sus propuestas y reivindicaciones para el colectivo de personas presas sigue vigente,
así como el papel del trabajo social penitenciario y del desarrollo de los servicios sociales
penitenciarios. Años más tarde, Dª Victoria Kent Siano, admiradora y heredera de la
reformadora de prisiones Concepción Arenal, rescataría su legado.
1.3.2 Victoria Kent Siano (1889-1987) la primera Directora general de Prisiones de España.
La España republicana, trajo consigo la llegada de mujeres al Parlamento como
diputadas. Y también el voto femenino en 1933 10. Dos direcciones generales estuvieron
ocupadas por mujeres: Clara Campoamor como Directora General de Beneficencia y Asistencia
Social en Diciembre de 1933 y Victoria Kent, nombrada Directora General de Prisiones en abril
de 1931. Sin olvidar a la primera mujer que ejercía como ministra de España y también de
Europa: Federica Montseny, Ministra de Sanidad y Asistencia Social en noviembre de 1936
(Lacalzada, 2018:178).
Victoria Kent Siano nace en Málaga, y marcha a Madrid con 19 años para estudiar
Derecho. Al instaurarse la II República en España el 14 de Abril de 1931, la situación de las
cárceles no era mejor que la dejada en la época de Concepción Arenal. Fue nombrada
Directora General de Instituciones Penitenciarias en la II República el 18 de Abril de 1931. Es la
primera Mujer que ocupa el cargo de Directora General de Prisiones en nuestro país, cargo que
ocupa solamente 14 meses (desde el 18/Abril/1931 al 8/Junio/1932).
En poco más de un año, se aprecia en su labor de reforma, que buscaba con aquellas
medidas los derechos de los presos: a no ser presionado ideológicamente, a no ser torturado, a
no ser anulado como persona, garantizar una alimentación y condiciones higiénicas saludables, y
10
La situación de las mujeres en la Segunda República y los avances que, en materia asociativa y jurídica, se produjeron en las
primeras décadas del pasado siglo, nos llevan a la figura de Victoria Kent. La presencia de mujeres en el parlamento tuvo
consecuencias políticas en la mujer, siendo una de ellas la del reconocimiento del derecho al voto de la mujer. La posición de V.
Kent no siempre ha sido entendida históricamente, y su enfrentamiento con Clara Campoamor en el debate parlamentario
previo tuvo para ambas un importante coste personal. La obra de Victoria Kent, a veces ignorada, constituye una aportación
imprescindible en la política penitenciaria y en el pensamiento republicano. (Balaguer, 2009:17)
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la preparación de su vida en libertad. Destacan entre otras reformas y mejoras en las cárceles
bajo se mandato, lo siguiente:

22.4.31: Reforma sobre actos religiosos y lecturas

12.5.31: Mejora en la alimentación

13.5.31: Retira las cadenas, grilletes, y todos los instrumentos de tortura existentes.
Crea el vis a vis, permitiendo las relaciones sexuales de los reclusos con sus esposas o
compañeras

19.5.31: Normativa de cómo debe aplicarse la libertad condicional

20.5.31: Buzón de reclamaciones

28.5.31: Durante el suministro, presencia de un recluso.

9.6.31: Estructuración de la inspección

18.6.31: Elimina los antecedentes de menores de 16 años

13.7.31: Organización de rastrillos

24.7.31: Aprueba proyectos de 2 nuevas prisiones

4.8.31: Disuelve el cuerpo de capellanes

5.8.31: Regulación del economato

6.8.31: Concurso de plazas de funcionarios

22.8.31: Compra de mantas y material para los presos

10.9.31: Un nuevo proyecto de nueva prisión y suprime 115 prisiones. Regula el traslado
de presos

23.10.31: Crea el cuerpo femenino de funcionarios de prisiones y convoca 34 primeras
plazas.

27.10.31: Aprueba proyecto prisión mujeres en Madrid

30.11.31: Aprueba costes a la salida en libertad

10.12.31: Indulto a presos > 70 años

19.12.31: Anticipa la libertad condicional y regula los permisos de salida

11.1.32: Regulaciones varias del personal funcionario:

14.3.32: Regula el uso de armas en los funcionarios

29.3.32: Crea el Instituto de Estudios Penales para la formación del personal de
prisiones.
El 8 de Junio de 1932 aparece la noticia de la dimisión de Victoria Kent, la destituyen
por lo reformadora y por los cambios tan profundos, humanitarios, legislativos, profesionales y
de formación que imprimió a las cárceles de la república. Manuel Azaña, presidente de
Gobierno, dice de ella “... demasiado humanitaria, no ha tenido por compensación dotes de
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mando,...” Sin embargo, en un solo año de gestión dejo una huella destacable en la reforma
penitenciaria española. Esta reforma desaparece en el periodo posterior de la dictadura
franquista.
1.4 LAS PRISIONES ESPAÑOLAS DESDE LA GUERRA CIVIL HASTA LA ETAPA DEMOCRÁTICA.
La etapa de la guerra civil y la posguerra abre una etapa sombría en el sistema
penitenciario. La gran cantidad de prisioneros de guerra y presos por delitos comunes,
desbordan la capacidad de los establecimientos, lo que lleva a habilitar castillos, monasterios,
viejos edificios en condiciones pésimas. La situación económica y la división del país en dos
bandos se reflejan en las cárceles: periodo de hambrunas y castigos y opresión de los
vencedores a los vencidos. Se derogan legislaciones de la republica y se restablece el
reglamento penitenciario de 1930. La novedad que se incluye en esta etapa es la de redención
de penas por el trabajo, alabada por unos y criticada y cuestionada por otros. A lo largo de las
décadas de los 50 y 60, se producen reformas legislativas donde se introducen el sistema
progresivo de ejecución de penas y la libertad condicional. La gran reforma es la de 1968 donde
se crea para proponer las progresiones y regresiones de grado, al Equipo de Observación o
Tratamiento, para el estudio de personalidad, incluyendo diferentes especialistas.
Pero existen graves deficiencias que van creando un ambiente de malestar y violencia dentro de
las prisiones, culminando en la etapa de los años 1970 con grandes motines, se inician
organizaciones de presos: la coordinadora de presos en lucha (COPEL11) y su rama armada, el
grupo armado de presos en lucha (GAPEL), donde se producen muchas muertes violentas de
presos y funcionarios, así como autolesiones.
Las graves deficiencias se pueden sintetizar en:
1. La rigidez del sistema progresivo
2. Control de los centros por parte del director, anulando los órganos colegiados
3. Disciplina militarizada.
11
A finales del año 1976 en la Prisión de Carabanchel, en Madrid, y en secreto, se fundó la C.O.P.E.L., (Coordinadora de Presos
Españoles en Lucha ), con unas normas de conducta y unos fines claros: conseguir la Amnistía o el Indulto General y cambiar las
normas de vida en el interior de las cárceles.
Para ello hubo una distribución de tareas encaminadas a dar a conocer los principios y reivindicaciones de la C.O.P.E.L., tanto al
exterior de los muros como al resto de las cárceles existentes. En esa primera etapa de la recién creada organización fue
fundamental el apoyo de un grupo de abogados que brindaron su apoyo total y desinteresado al concienciarse que nuestra causa
era justa.
La labor de información que se elaboraba desde el interior de Carabanchel fue inundando numerosos medios de comunicación y
recibió apoyo de numerosos colectivos. Era una consecuencia del espíritu de la transición política del momento histórico que se
vivía. La información era sacada al exterior por muy diversos conductos, desde papeles finísimos introducidos en los dobleces de
las ropas sacadas al exterior, compañeros de organizaciones políticas encarcelados, abogados en sus visitas, presos que cumplían
sus condenas, etc. Paralelamente se creó en el exterior una Asociación de Familiares y Amigos de Presos, ( A.F.A.P.E. ), que
ayudaron a canalizar y difundir todas las informaciones y reivindicaciones de la C.O.P.E.L. (texto extraído de un relato de un
preso, aparecido en el número 4 del boletín "Armiarma")
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4. La formación y educación eran pésimas,
5. El trabajo, en muchos casos, era explotador.
6. La redención de penas por el trabajo se aplicaba de forma subjetiva.
7. La alimentación escasa y deficiente, así como la ropa y el calzado.
8. La asistencia higiénica y sanitaria era lo más abandonado.
9. Las relaciones con el exterior, escasas.
10. Los edificios inadecuados y en condiciones insalubres.
11. Funcionarios sin formación, procedentes de: excombatientes, jubilados de las
fuerzas armadas,... compartiendo con funcionarios del cuerpo especial de prisiones.
12. La asistencia tutelar y pospenitenciaria escasa.
Todo ello lleva a una reforma inaplazable, que en el periodo democrático dio paso con el
Director general de prisiones, Carlos García Valdés, a elaborar el anteproyecto de ley General
Penitenciaria, como sabemos la primera ley posterior a la Constitución Española.
1.4. DE LAS ASOCIACIONES DE CARIDAD A LOS SERVICIOS SOCIALES PENITENCIARIOS
Las asociaciones filantrópicas de ayuda a los presos –que promovió con ímpetu
Concepción Arenal- tenían también en España, raíces ilustradas. Recordamos:

la Asociación de Señoras de las Cárceles (1787) vinculadas a la Junta de Damas,
dirigida por la Condesa de Casasola y cuyo objetivo era asistir a las mujeres presas,
y su actuación se materializaba tanto en fomentar el trabajo (textil) como en
solicitar mejoras de salud: creación de enfermerías, separación de mujeres
embarazadas,...Realizan su labor en cárceles de mujeres de Madrid, Valencia,
Barcelona y Oviedo, entre otras.

La Asociación del Buen Pastor (1799), que socorría a presos y luchaba contra la
ociosidad. En nuestro país, la labor de las asociaciones de caridad, siendo pionera
en la estructura de Patronato, la del Buen Pastor, inician los primeros pasos de la
reforma penitenciaria, con figuras como Salillas, Cadalso y el Conde de Miranda.

La Sociedad Filantrópica para la mejora del Sistema Carcelario, Correccional y
Penal (1839), antecedente inmediato de la reforma planteada y denunciada por
Concepción Arenal. La Sociedad Filantrópica, inicia una campaña de información
sobre las condiciones físicas, morales e intelectuales en que vivían los presos a
partir de las observaciones realizadas en las visitas a las cárceles de Madrid.
Utilizan la prensa El Corresponsal, para divulgar y señalar los puntos básicos para
una reforma penitenciaria: sistema celular, tipología de delitos, aprovechamiento
del período en prisión (instruir y educar), y buscar en la pena la reforma moral.
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
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La Asociación de la Magdalena (1864) creada por Concepción Arenal y la condesa
de Mina, para visitar a las mujeres presas en la Coruña y seguir acompañándolas a
ellas y sus familias a su salida en libertad.
Las situaciones dramáticas de hacinamiento, malas condiciones sanitarias, mortalidad,...
que se daban en las cárceles, hacen que sean objeto de atención, y como no, todo va unido a la
corriente reformadora-penalista de la época en gran parte de Europa (finales del s. XVIII-XIX). La
Acción Social se encamina en dos direcciones: moralizante y reformadora.
En España, con estas Asociaciones Filantrópicas, se van realizando reformas
penitenciarias pero muy lentamente y con grandes altibajos. No sólo ayudan a los presos y
familias sino que estudian su vida, proponen mejoras, y van abriendo el debate sobre la
situación y finalidad de las prisiones como la supresión de castigos corporales, ordenanza
general de presidios y puesta en marcha de prácticas más humanitarias como la experiencia del
coronel Montesinos en la ciudad de Valencia12 (1834-1854).
Podemos sintetizar las ideas críticas y reformadoras en la “humanización” del ámbito
judicial y penal en la época donde Concepción Arenal va a desarrollar su labor, con los
siguientes puntos:

La naturaleza, la razón y las leyes penales.

Del desorden y secreto a la claridad y precisión de la ley.

Rechazo a la tortura y al tormento como pena.

Las penas han de ser proporcionales al delito y análogas. Han de ser útiles y que sirvan
de corrección.

Educación y respeto a las leyes.

Es mejor prevenir los delitos que castigarlos, importancia de la persecución para
controlar a la población potencialmente peligrosa.
12
Tras la guerra de la Independencia, en 1834, es ascendido a Alférez de Caballería y se le nombra Comandante del presidio de
las Torres de Cuartes en Valencia. Es allí donde comienza su labor reformadora, que tiene como méritos más relevantes la
libertad condicional, la salud física del recluso y la lucha contra la ociosidad. Al carecer las Torres de Cuartes condiciones para los
reclusos, Montesinos consigue el Convento de San Agustín como centro de reclusión. El Convento es reformado por los propios
presos, creándose cuarenta talleres de trabajo. La prisión sufre una importante transformación, pasando a ser de "seguridad
mínima" o "prisión abierta". Este cambio representa una ruptura con el pasado, creándose nuevas dependencias: oficinas,
farmacia, enfermería, patios con naranjos y hasta un pequeño jardín zoológico. Tras 20 años de servicio y cansado por las
numerosas trabas impuestas por los políticos de la época, Montesinos pide la jubilación, que le es concedida en 1854. Mientras
en Europa aún perduran las vetustas estructuras, Montesinos se ha adelantado con una nueva concepción de las instituciones
penitenciarias, dando una lección de humanidad y de esperanza en la corrección del penado. Su labor ha quedado como un hito
de la reforma penal en España.
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Los antecedentes previos a los Servicios Sociales Penitenciarios actuales, nos remontan
al Patronato de Nuestra Señora de la Merced (1939-1983). Organismo de Carácter Benéfico
Asistencial para auxiliar a los presos, liberados y familiares. Este patronato, según consta en su
reglamento son entidades oficiales dependientes del Ministerio de Justicia a través de su
Dirección General de Prisiones con el fin de tutelar a las familias de los reclusos y a los que salen
de las prisiones redimida ya la pena o en libertad condicional. Compuestas por un
representante del alcalde, el cura párroco y un vocal de libre nombramiento de la Dirección
General de Prisiones que ejerce además la Secretaría. En 1942, se le encarga también la
redención de penas por el trabajo.
Este Patronato está en vigor hasta 1983, que se deroga al crearse la Comisión de
Asistencia Social Penitenciaria. (R.D. 1415/83, de 30 de Marzo). Podemos decir, por tanto, que
el origen actual de los Servicios Sociales Penitenciarios, lo encontramos en el Patronato de
Nuestra Señora de la Merced, ya que los primeros Asistentes Sociales que ingresaron en
Instituciones Penitenciarias en 1983, heredaron los contenidos del Patronato.
En el año 1994, desaparecen las Comisiones de Asistencia Social con la Disposición
Derogatoria única del Real Decreto 1334/1994, de 20 de Junio, y también quedan derogados los
arts. 258, 259, 260 y 261 del Reglamento Penitenciario del R.D. 1201/81, de 8 de Mayo, con
referencia a la Asistencia Social Penitenciaria.
La Circular 21/95, del 2 de Agosto, de Instituciones Penitenciarias, desarrolla los nuevos
contenidos de la Asistencia Social Penitenciaria: Los Servicios Sociales Penitenciarios. Los
Servicios Sociales Penitenciarios y los trabajadores sociales de los mismos, se adscriben a los
Centros Penitenciarios y a los Centros de Inserción Social, con total dependencia de los
Directores en cuanto a su estructura y funciones. Los contenidos de este Servicio y las funciones
de los trabajadores sociales se desarrollan en la reciente Instrucción 2/2018, Manual de
procedimiento del Trabajo Social en Instituciones Penitenciarias
http://www.institucionpenitenciaria.es/web/export/sites/default/datos/descargables/instrucci
onesCirculares/INSTRUCCION_2-18_Manual_de_procedimiento_de_Trabajo_Social.pdf
2. EL SISTEMA PENITENCIARIO EN ESPAÑA
2.1. NORMATIVA
La normativa penitenciaria en la que se fundamenta nuestro sistema penitenciario está
constituida por:
 Constitución Española de 1978: en cuyo Título Primero dedicado a la regulación de los
derechos y deberes fundamentales establece en su artículo 25 como finalidad de la
pena privativa de libertad la reeducación y la reinserción social de los reclusos.
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Trabajo Social y Administración de Justicia


Ley Orgánica 1/79 General Penitenciaria de 26 de septiembre: norma que establece las
directrices del moderno sistema penitenciario y que consagra como rasgos más
sobresalientes el principio de legalidad en la ejecución de la pena, la potenciación del
régimen abierto, la implantación del Juez de Vigilancia y en definitiva la instauración de
un moderno sistema penitenciario basado en la concepción de la pena como una
medida de prevención especial encaminada a la reeducación y reinserción social de los
penados.
Real Decreto 190/1996, de 9 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento
Penitenciario: que desarrolla los principios de la Ley Orgánica en consonancia con el
nuevo modelo punitivo establecido en el Código Penal.
o


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Capítulo II. Acción social penitenciaria. Artículo 227. Objetivos. La acción social se dirigirá a la
solución de los problemas surgidos a los internos y a sus familias como consecuencia del ingreso
en prisión y contribuirá al desarrollo integral de los mismos. Artículo 228. Prestaciones de la
administración penitenciaria. La Administración Penitenciaria promoverá la coordinación de los
servicios sociales penitenciarios con las redes públicas de asistencia social y fomentará el acceso
de los penados clasificados en tercer grado y de los liberados condicionales y definitivos y de sus
familiares a las rentas de inserción establecidas por las diferentes Comunidades Autónomas, así
como a los restantes servicios sociales y prestaciones de las Administraciones Públicas. Artículo
229. Servicios sociales penitenciarios. 1. Los servicios sociales penitenciarios asistirán a las
personas que ingresen en prisión y elaborarán una ficha social para cada interno, que formará
parte de su protocolo personal.2. Los Trabajadores sociales, que prestarán sus servicios en el
interior y en el exterior del Centro penitenciario indistintamente, atenderán las solicitudes que les
formulen los internos, los liberados condicionales adscritos al Establecimiento y las familias de
unos y de otros. 3. Los servicios sociales velarán por mantener al día la documentación de los
internos que estén afiliados a la Seguridad Social y realizarán las gestiones oportunas para que
por los organismos competentes se reconozca el derecho a la asistencia sanitaria gratuita a los
internos que reúnan los requisitos exigidos. 4. Por el Centro Directivo se regulará el
funcionamiento de los servicios sociales penitenciarios y sus relaciones con la Junta de
Tratamiento.
Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Regula los delitos, las
personas responsables, las penas, medidas de seguridad y demás consecuencias de la
infracción penal
Última Modificación Código Penal: Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se
modifica el Código Penal. Introduce una amplia reforma en el Código Penal en la que
destacan la nueva regulación de la libertad condicional, que pasa a ser una modalidad
de suspensión de la ejecución del resto de la pena13. Se incluye un nuevo acceso a la
Al contrario de lo que venía sucediendo hasta ahora, el tiempo en libertad condicional no computará como
tiempo de cumplimiento de condena, sino que la concesión de la libertad condicional determinará la suspensión de
la ejecución del resto de la pena durante un determinado período de tiempo. Si, durante ese tiempo, el penado
no reincide y cumple las condiciones impuestas, se declarará extinguida la pena pendiente de cumplimiento; por el
13
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libertad condicional que será aplicable a los penados primarios, y que hayan sido
condenados a una pena corta de prisión. En estos casos, se adelanta la posibilidad de
obtener la libertad condicional al cumplimiento de la mitad de la condena. Igualmente,
se introduce la prisión permanente revisable para aquellos delitos de extrema
gravedad, en los que los ciudadanos demandaban una pena proporcional al hecho
cometido. En este mismo sentido, se revisan los delitos de homicidio, asesinato y
detención ilegal o secuestro con desaparición, y se amplían los marcos penales dentro
de los cuales los tribunales podrán fijar la pena de manera más ajustada a las
circunstancias del caso concreto.
 Circulares e Instrucciones del Centro Directivo: que vienen a determinar el desarrollo
en concreto de determinados preceptos de la normativa reglamentaria.
Se complementa esta regulación normativa con las siguientes disposiciones:
 Ley de Enjuiciamiento Criminal: que establece el procedimiento a seguir para la
aplicación de las posibles penas y medidas de seguridad a los delitos cometidos.
 Ley Orgánica 5/2003 de 27 de mayo de 2003, por la que se modifica la L.O. 6/1985 de 1
de julio del Poder Judicial, la Ley Orgánica General Penitenciaria 1/1979 de 26 de
septiembre y la Ley 38/1988 de 28 de diciembre de Demarcación y Planta Judicial.
 Ley Orgánica 6/2003 de 20 de junio de modificación de la Ley Orgánica 1/1979 de 26 de
septiembre, General Penitenciaria.
 Ley Orgánica 7/2003, de 30 de junio, de medidas de reforma para el cumplimiento
íntegro y efectivo de las penas.
 Real Decreto 840/2011, de 17 de junio, por el que se establecen las circunstancias de
ejecución de las penas de trabajo en beneficio de la comunidad y de localización
permanente en centro penitenciario, de determinadas medidas de seguridad, así como
de la suspensión de la ejecución de la penas privativas de libertad y sustitución de
penas.
o
Modificación de la regulación de las medidas de seguridad, destacando la introducción de la
libertad vigilada postpenitenciaria, que impone el cumplimiento por el sentenciado de ciertas
obligaciones y prohibiciones judicialmente establecidas, y a ello debe sumarse la previsión dentro
de la libertad vigilada de una modalidad postpenitenciaria, cuya aplicación se reserva por la ley a
una peligrosidad criminal asociada no ya a supuestos de inimputabilidad o semiimputabilidad,
sino a la propia tipología delictiva, bien que limitada a casos muy tasados –delitos de terrorismo
y ciertos delitos contra la libertad e indemnidad sexual.
contrario, si durante ese período de libertad condicional (o de suspensión de la ejecución del resto de la
pena) comete un nuevo delito o incumple gravemente las condiciones impuestas, la libertad será revocada y deberá
cumplir toda la pena que restaba. Por esta razón, el régimen de la libertad condicional pasa a estar regulado, en
gran parte, por remisión a la regulación de la suspensión de la ejecución de la pena. (art.90)
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o
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Artículo 25. Coordinación en casos de penas o medidas de seguridad impuestas por hechos
relacionados con la violencia de género. En los casos en los que alguna de las penas o medidas
previstas en este real decreto sean impuestas por hechos relacionados con la violencia de género,
la Administración Penitenciaria coordinará sus actuaciones con las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad, las Oficinas de Asistencia a las Víctimas y la Delegación del Gobierno para la Violencia
de Género.
2.2. LA SECRETARIA GENERAL DE INSTITUCIONES PENITENCIARIAS (SGIP). ORGANIGRAMA Y
FUNCIONES Y EL SISTEMA PENITENCIARIO EN CIFRAS
“Las Instituciones Penitenciarias tienen como fin primordial la reeducación y reinserción
social de los sentenciados a penas y medidas penales privativas de libertad, así como la
retención y custodia de los detenidos, presos y penados"
La Constitución Española de 1978 establece en su artículo 149.1.6 que el Estado tiene
competencia exclusiva sobre la materia de legislación penitenciaria. La ejecución de la
legislación penitenciaria puede ser asumida por las diferentes Comunidades Autónomas en que
se organiza territorialmente el Estado, y esa voluntad queda recogida en diversos Estatutos de
Autonomía que atribuyen esta competencia a las respectivas Comunidades Autónomas.
Las Instituciones Penitenciarias dependientes de la Administración Central del Estado,
están administrativamente organizadas en la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias,
con dos direcciones generales: gestión de recursos y coordinación territorial de Medio Abierto.
La Comunidad Autónoma de Cataluña es la única que, hasta el momento, ha ejercido su derecho
de ejecución de la legislación penitenciaria en su ámbito territorial. La Secretaría General de
Instituciones Penitenciarias se estructura en diferentes órganos (direcciones generales,
subdirecciones Generales, etc.
Se pone de manifiesto en sus principios, el concepto de servicio público de la
Administración Penitenciaria, que entiende que la política penitenciaria debe estar dirigida a
resocializar (promover las condiciones sociales que, independientemente de las relaciones con
el Estado, favorezcan en los seres humanos el desarrollo integral de su persona) a los reclusos.
Estas funciones están en la línea de las recomendaciones del Consejo de Europa:

Asegurar unas condiciones de vida en la prisión compatibles con la dignidad humana.

Reducir al máximo los efectos nocivos del internamiento y asimilar cuanto más posible
sea la vida en prisión con la vida en libertad. Solo de esta forma se potenciará la
autoestima y el sentido de responsabilidad de los reclusos.

Ofrecer al recluso la posibilidad de mejorar sus conocimientos y capacidades, así como
incrementar sus posibilidades de reinserción en la sociedad cuando alcance la libertad.
La reinserción del interno, es el eje sobre el que gira la declaración de intenciones de la acción
penitenciaria de la Administración del Estado con todos los recursos de los que dispone, tanto
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personales como materiales.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias gestiona 70 establecimientos
repartidos en todas las Comunidades Autónomas excepto Cataluña, que tiene transferidas las
competencias en esta materia y gestiona 14 establecimientos. También existen 2 centros
psiquiátricos penitenciarios (Alicante y Sevilla). Se cuenta con tan sólo 3 Unidades de Madre. Y
54 Servicios de Gestión de Penas y Medidas Alternativas.
Existen también los Centros de Inserción Social (un total de 31), que son establecimientos
penitenciarios destinados al cumplimiento de las penas privativas de libertad en régimen
abierto y de las penas de arresto de fin de semana, también del seguimiento de penas no
privativas de libertad, reguladas en la legislación penal y cuya ejecución se atribuye a los
servicios sociales penitenciarios. En Andalucía hay 7 CIS (2 en Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva,
Málaga y Sevilla). Del total de Centros Penitenciarios en España, 14 se encuentran en la
Comunidad Autónoma de Andalucía.
El sistema penitenciario en cifras
Según la página de la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias,
http://www.institucionpenitenciaria.es/web/portal/documentos/estadisticas.html; a 31 de
Diciembre de 2018, contamos con una población reclusa de 58.883 personas presas. La
población reclusa según el sexo es la siguiente: 54.449 (92,52%) son hombres y 4.434 (7,48%)
son mujeres. La población reclusa en la comunidad autónoma andaluza es la más elevada de
todas con 13.483 personas presas. De las cuales, 12.538 son hombres y 945 son mujeres.
2.3. LOS CENTROS PENITENCIARIOS: TIPOLOGIA
 84 Centros Penitenciarios Ordinarios (incluidos los 14 de Cataluña). 15 en Andalucía.
 C. P. de mujeres (Brieva, en Ávila; Alcalá de Henares, en Madrid, y Alcalá de Guadaira, en
Sevilla)
 32 Centros de Inserción Social. Andalucía: 7 CIS
 2 Centro Psiquiátricos (Alicante y Sevilla)
 3 Unidades de Madre (1 en Sevilla)
 54 Servicio de Gestión de Penas y Medidas Alternativas (no son centros sino unidades
administrativas). Andalucía: 9.
2.3.1. LOS CENTROS PENITENCIARIOS ORDINARIOS. ORGANIGRAMA
El Centro Penitenciario se concibe arquitectónicamente -basado en la tipología modularcomo un espacio que haga posible el desarrollo de la persona y el acceso a la educación, a la
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formación profesional, al desarrollo de actividades culturales, deportivas y laborales, para
facilitar así la preparación para la convivencia, al tiempo que limitar en la medida de lo posible
el efecto negativo que provoca la privación de libertad. El Centro se configura, por lo tanto,
como un instrumento eficaz para la educación y la reinserción de los internos, que al mismo
tiempo garantiza el mantenimiento de la seguridad y la custodia.
Órganos colegiados:
A). Consejo de Dirección.
B). Junta de Tratamiento. La actividad tratamental de Observación, Clasificación
y Tratamiento Penitenciario, la realizan las Juntas de Tratamiento y sus decisiones serán
ejecutadas por los Equipos Técnicos (art. III del Reglamento Penitenciario). La Junta de
Tratamiento está encargada, entre otras cosas, de realizar los estudios a cada preso, la
clasificación y tratamiento necesario y la planificación de las actividades. Se reúne como mínimo
cada semana y está compuesta por: el Director, Subdirector de Tratamiento, Subdirector
Médico, Técnicos de Instituciones Penitenciarias (Director de unidad docente o Pedagogo,
Psicólogo, Psiquiatra, un Educador y un jefe de servicio).
Adscrita a la Junta de Tratamiento se encuentra el Equipo Técnico. El
tratamiento penitenciario individualizado, se realiza de forma interdisciplinar, y desde estos
equipos se elevan a la Junta de Tratamiento las propuestas para la adopción de las medidas
necesarias para ejecutar los programas de tratamiento. El Equipo Técnico se encarga del
estudio, propuesta y ejecución, de los cometidos anteriores, estando a disposición de la Junta
de Tratamiento y bajo la dirección inmediata del subdirector de tratamiento. Está compuesto
por: jurista, psicólogo, pedagogo, sociólogo, médico, enfermero, profesor, maestro, maestro o
encargado de taller, educador, monitor sociocultural o deportivo, trabajador social 14.
C). Comisión Disciplinaria.
D). Junta Económica Administrativa.
2.2.- Órganos Unipersonales
A) Director.
B) Administrador.
C) Jefe de Servicios.
14
Algunas de las tareas de los trabajadores sociales como miembros del Equipo Técnico son: Informes Sociales de Clasificación
Inicial, de revisión de grado de tratamiento, de permisos, de verificación laboral, de traslado de Centro. También a veces se
deben de realizar informes sociales para otros organismos de ámbito judicial, penitenciarios o públicos. Y también realizan tareas
de planificación: programación, seguimiento y evaluación de programas y proyectos.
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2.3.2. LOS CENTROS DE INSERCION SOCIAL (CIS)
Son establecimientos penitenciarios destinados al cumplimiento tanto de las penas
privativas de libertad en régimen abierto como de las penas no privativas de libertad
establecidas en la legislación vigente y cuya ejecución se atribuye a la Administración
Penitenciaria. Así mismo, se realiza desde los CIS el seguimiento de los liberados condicionales.
La Administración Penitenciaria determinará en la orden de creación de cada CIS su
integración orgánica y funcional en un centro penitenciario ((CIS dependientes) o su
consideración como centro penitenciario autónomo (CIS independientes).
Los CIS surgen para contribuir de manera novedosa al cumplimiento del mandato
constitucional que establece la orientación de las penas privativas de libertad hacia la
reeducación y reinserción social, desarrollado en el Reglamento Penitenciario (R.D. 190/1996),
art. 163 y 164.
Su actividad va encaminada a facilitar la inserción social y familiar de los internos,
contrarrestando los efectos nocivos del internamiento y favoreciendo los vínculos sociales.
Por ello, los CIS han diseñado y llevan a cabo una nueva estrategia, más racional y eficaz
en el proceso de intervención penitenciario y aparecen como un modelo de establecimiento
para régimen abierto, con el que se pretende lograr una convivencia normal de toda
colectividad, fomentando la responsabilidad y la ausencia de controles rígidos que contradigan
la confianza que inspira su funcionamiento.
A través de los órganos colegiados y unipersonales que se determinan en el vigente
Reglamento Penitenciario, se regula toda la actividad del CIS, como en cualquier otro centro
penitenciario.
 Los Servicios de Gestión de Penas y Medidas Alternativas
Son las Unidades Administrativas que tienen encomendada la ejecución de las penas y medidas
alternativas. Dependen orgánica y funcionalmente de un Establecimiento Penitenciario, ya sea
Centro Penitenciario o CIS. Forman parte de estas Unidades diferentes profesionales
penitenciarios: Psicólogos, pedagogos, otros técnicos, administrativos y trabajadores sociales.
Se configuran, por tanto, como equipos multidisciplinares, al frente de los cuales hay un
Jefe/Responsable del Servicio.
2.3.3. UNIDADES EXTERNAS DE MADRES
La legislación española contempla el derecho de las madres a mantener a sus hijos con
ellas hasta que cumplan los tres años. Para ello, y procurando el bienestar de los menores y
mejorar las condiciones estimulares dónde estos niños se desenvuelven, se han puesto en
marcha varias estructuras:
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
Unidades dependientes: pequeños hogares para internas en régimen de semilibertad.
La Junta de Tratamiento puede proponer que una interna madre clasificada en tercer
grado o en segundo bajo el régimen de flexibilidad que marca el Art. 100.2, pueda ser
trasladada con su hijo/a a una unidad dependiente en el exterior, siempre que esta
propuesta sea autorizada por el Centro Directivo. Se trata de una experiencia pionera
en Europa, cuyo objetivo es crear un ambiente adecuado para que los niños puedan
desarrollarse emocional y educativamente durante el tiempo que tengan que
permanecer en el centro, a la vez que se favorece la reinserción social las madres. Con la
creación de estas nuevas estructuras se pretende segregar definitivamente las unidades
de madres que están dentro de los centros penitenciarios, y dotarlas de completa
autonomía penitenciaria para establecer un régimen de convivencia específico
facilitando un desarrollo armonioso de los menores y una adecuada relación materno
filial.
 Unidades de madres: módulos específicos en el interior de los centros penitenciarios,
pero separados arquitectónicamente del resto.
 Escuelas infantiles perfectamente dotadas. En ellas existen especialistas en educación
infantil que se encargan de la programación educacional y lúdica de los menores. La
escuela infantil dispone de aula de psicomotricidad, aula escolar, comedor y zonas
ajardinadas para juegos al aire libre. Está atendido por personal laboral fijo que
programa las clases como en cualquier otro centro de educación infantil.
 E incluso un módulo familiar donde compartir la crianza de los menores con los
miembros de la pareja cuando ambos se encuentran en prisión. Este último con carácter
excepcional, extiende el principio constitucional de protección a la familia al ámbito
penitenciario. Se trata de frenar, en lo posible, la desestructuración familiar y
proporcionar la asistencia especializada necesaria a los niños menores de tres
años que convivan en prisión.
Así lo establece el Art. 38 de la Ley Orgánica General Penitenciaria Son espacios ubicados fuera
de los recintos carcelarios que por su situación, diseño y equipamiento están adaptados para
cubrir las necesidades de los menores en sus primeros años al tiempo que hacen efectivo el
cumplimiento de la pena de las madres.
2.3.4. HOSPITALES PSIQUIÁTRICOS PENITENCIARIOS
Son centros especiales destinados al cumplimiento de las medidas de seguridad
privativas de libertad a internos diagnosticados con trastornos mentales. Las personas a las que
los jueces ingresan en estos hospitales han sido consideradas inimputables por presentar
cualquier anomalía o alteración psíquica, especialmente trastornos mentales graves de tipo
psicótico, que les impide comprender la ilegalidad del hecho delictivo.
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En estos centros predomina la función asistencial, coordinada por un equipo
multidisciplinar compuesto por psiquiatras, psicólogos, médicos generales, enfermeros,
trabajadores sociales, educadores y terapeutas ocupacionales, que son los encargados de
garantizar el proceso de rehabilitación del interno conforme al modelo de intervención
biopsicosocial.
En estos hospitales psiquiátricos (Sevilla y Alicante), no existe el sistema de clasificación
en grados de tratamiento previsto para los centros ordinarios de cumplimiento de penas. El
objetivo principal de estos hospitales pasa por conseguir la estabilización psicopatológica de los
pacientes y la reducción de su peligrosidad, todo ello, como paso previo a una posible sustitución de la medida de seguridad privativa de libertad por una medida de tratamiento
ambulatorio en la comunidad.
Para conseguir este objetivo, además de contar con un programa de actividades
rehabilitadoras - asistencia psiquiátrica y psicológica, terapia ocupacional, actividad educativa y
formativa, deporte, salidas terapéuticas al exterior, asistencia a familias, etc.-, se precisa de la
colaboración de las instituciones sanitarias y sociales de la red pública que son las encargadas
de continuar con el tratamiento y seguimiento del enfermo mental en el seno de la comunidad.
La permanencia de un paciente en el hospital psiquiátrico penitenciario no puede
sobrepasar, en ningún caso, el tiempo máximo de pena fijado en la sentencia.
2.3.5. COMUNIDAD TERAPÉUTICA EXTRAPENITENCIARIA
La administración penitenciaria viene colaborando desde hace muchos años
con organizaciones externas (públicas y privadas) a las que se pueden derivar internos para que
aborden programas específicos de tratamiento, normalmente en el campo de las adicciones.
Dicha derivación conlleva la información previa de los compromisos, fines y normas de la
comunidad y sus programas específicos. La selección se realiza por la Juntas de Tratamiento y
sobre estos internos se informa al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria.
En el interior de muchos centros penitenciarios también existen módulos o unidades
que funcionan bajo los postulados de comunidades terapéuticas donde se ponen en práctica
intervenciones y programas de tratamiento tendentes a potenciar el abordaje de multitud de
aspectos vinculados con la conducta delictiva, con el fin de ayudar a controlarlos y superarlos.
Un ejemplo serían los módulos terapeúticos.
2.4. TRATAMIENTO PENITENCIARIO
El art. 59 de la L.O.G.P. define el tratamiento como "el conjunto de actividades
directamente dirigidas a la consecución de la reeducación y reinserción social de los penados."
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Para ello la Administración Penitenciaria deberá diseñar programas formativos
orientados a desarrollar las aptitudes de los internos, enriquecer sus conocimientos, deberá
utilizar los programas y técnicas de carácter psico-social que vayan orientados a mejorar las
capacidades de los internos y a abordar las problemáticas específicas que puedan haber influido
en su comportamiento delictivo anterior, y deberá potenciar los contactos con el exterior
contando, siempre que sea posible con los recursos de la comunidad como instrumentos
fundamentales en las tareas de reinserción.
Para la ejecución de estas actividades se desarrollarán modelos de gestión que
incentiven toda la participación de todos los empleados públicos para lograr programas de
tratamiento eficaces. Se facilitará la participación y colaboración de los ciudadanos y de
instituciones o asociaciones públicas o privadas, y se estimulará la participación de los internos
en la planificación y ejecución de su tratamiento, sin embargo el interno podrá rechazar
libremente o no colaborar en la realización de cualquier técnica de estudio de su personalidad,
sin que ello tenga consecuencias disciplinarias, regimentales ni de regresión de grado.
El tratamiento se plasma en El Programa Individualizado de Tratamiento (PIT). Es
obligación de la Administración diseñar un programa individualizado para cada uno de ellos,
incentivándoles de forma que intervengan en la planificación y ejecución del mismo. La
propuesta de este programa coincide con el momento de la clasificación inicial del penado o
penada, y es revisado periódicamente coincidiendo con la revisión de grado, que será como
máximo cada seis meses15.
En su elaboración se tiene en cuenta la evaluación global de la personalidad, incluida su
dimensión criminal y la formulación de pronósticos periódicos de evolución que determinan la
posterior clasificación y régimen de cumplimiento de cada interno o interna. No olvidar que
este programa es voluntario (salvo en el caso de la enseñanza básica si la persona carece de
formación), y ha de ser evaluado e incentivado.
15
En el programa individualizado de tratamiento se asignan a cada interno/a dos niveles de actividades: 1. Actividades
Prioritarias: Entendidas como tales las que están encaminadas a subsanar las carencias mas importantes de un sujeto y en las
que, o bien se interviene sobre los factores directamente relacionados con su actividad delictiva (drogodependientes, agresores
sexuales etc.) o bien sobre sus carencias formativas básicas (analfabetismo, carencia de formación laboral etc.). 2. Actividades
Complementarias: Se trataría de actividades que no están relacionadas tan directamente con la etiología delictiva del sujeto, ni
con sus carencias formativas básicas, pero que complementan a las prioritarias, dando al interno una mejor calidad de vida y
más amplias perspectivas profesionales, educativas o culturales.
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La Clasificación Penitenciaria
Definición.
La clasificación puede ser definida como el conjunto de actuaciones de la Administración
Penitenciaria que concluyen en una resolución que atribuye al penado un grado de tratamiento
-clasificación inicial- o bien cambia uno que se había asignado anteriormente -progresión o
regresión- y que determina el establecimiento de destino.
Naturaleza y fines.
En consonancia con la Constitución española, art. 25.2, que establece "que las penas
privativas de libertad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social", nuestra
legislación define el tratamiento penitenciario como el conjunto de actividades directamente
dirigidas a la consecución de la reeducación y reinserción social y lo conecta a las clasificaciones
de forma que "para la individualización del tratamiento, tras la adecuada observación de cada
penado, se realizará su clasificación, destinándose al establecimiento cuyo régimen sea el más
adecuado al tratamiento que se le haya señalado, y, en su caso, al grupo o sección más idónea
dentro de aquel. La clasificación debe tener en cuenta no solo la personalidad y el historial
individual, familiar, social y delictivo del interno sino también la duración de las penas, el medio
al que probablemente retornará y los recursos, facilidades y dificultades existentes en cada caso
y momento para el buen éxito del tratamiento".
Requisitos.
La clasificación exige un requisito inexcusable: el interno ha de gozar de la cualidad de
penado. Por penado se entiende el condenado por sentencia/s firme, de modo que la cualidad
de preventivo excluye la clasificación y la cualidad de penado con otra u otras causas en
preventiva deviene en que la clasificación quede sin efecto.
Los penados son clasificados en grados. Los grados serán nominados correlativamente,
de manera que el primer grado determina la aplicación de normas de régimen cerrado, esto es,
un régimen en que las medidas de control y seguridad serán más estrictas; el segundo grado
implica la aplicación de las normas de régimen ordinario de los establecimientos; y el tercer
grado la aplicación del régimen abierto en cualquiera de sus modalidades. No obstante, nuestra
legislación adopta un criterio de flexibilidad de forma que respecto a los penados se pueda
adoptar un modelo de ejecución con el que se puedan combinar aspectos característicos de los
mencionados grados siempre y cuando se fundamente en un programa específico de
tratamiento.
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Criterios.
Las variables y criterios de clasificación de los internos penados son las siguientes: serán
clasificados en segundo grado de tratamiento los penados en quienes concurran unas
circunstancias personales y penitenciarias de normal convivencia, pero sin capacidad para vivir,
por el momento, en semilibertad. Serán clasificados en primer grado de tratamiento los
internos calificado de peligrosidad extrema o inadaptación manifiesta y grave a las normas
generales de convivencia. Serán clasificados en tercer grado de tratamiento los penados que
por sus circunstancias personales y penitenciarias estén capacitados para llevar a cabo un
régimen de semilibertad16.
Procedimiento.
El procedimiento de clasificación inicial comienza en el establecimiento penitenciario de
tal forma que la Junta de Tratamiento formula la propuesta de clasificación inicial previo
estudio del interno en el plazo máximo de dos meses desde la recepción en el establecimiento
del testimonio de sentencia. Dada la interconexión del grado de tratamiento con el fin
reeducador y reinsertador, el protocolo de clasificación inicial contendrá propuesta razonada de
grado y programa individualizado de tratamiento en el que se dará cobertura a las necesidades
y carencias detectadas en el interno.
La resolución de la propuesta de clasificación inicial se dictará de forma escrita y
motivada por el Centro Directivo en el plazo de dos meses, la cual será notificada al interno
interesado con indicación del derecho que le asiste, en caso de disconformidad con la misma, a
recurrirla ante el Juez de Vigilancia Penitenciaria.
La propuesta de clasificación inicial en segundo o tercer grado de tratamiento
unánimemente acordada por la Junta de Tratamiento, cuando se trate de penados con
condenas de hasta un año, tendrá la consideración de resolución de clasificación inicial a todos
los efectos. La evolución en el tratamiento determina una nueva clasificación del interno, con la
consiguiente propuesta de traslado al establecimiento del régimen que corresponda o dentro
del mismo el pase de una sección a otra de diferente régimen.
Revisión.
La progresión de grado en el tratamiento penitenciario, dependerá de la modificación
positiva de aquellos factores o rasgos de la personalidad directamente relacionados con la
actividad delictiva, se manifestarán en la conducta global del interno, y entrañará un
16
Cuando la condena impuesta inicialmente no supere los 5 años no se exige ningún requisito temporal para 3º excepto el pago
de responsabilidad civil, si lo hubiera. Para las condenas superiores a 5 años, haber cumplido la mitad de la condena.
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incremento de la confianza depositada en el mismo y la atribución de responsabilidad, cada vez
más importante, que implique un mayor margen de libertad. La regresión de grado en el
tratamiento penitenciario, procederá cuando se aprecie en el interno, en relación al
tratamiento, una evolución desfavorable de su personalidad.
Cada seis meses como máximo, los internos deberán ser estudiados individualmente
para reconsiderar su anterior criterio de clasificación, tomándose la decisión que corresponda,
que deberá ser notificada al interno.
En ningún caso se mantendrá al interno en un grado inferior cuando por la evolución de
su tratamiento se haga merecedor a su progresión.
Permisos de salida
Los permisos de salida se encuentran recogidos en las legislaciones penitenciarias de
todos los países europeos y aparecen recomendados en los Textos Internacionales.
En consonancia con ello, el artículo 47 de la Ley Orgánica General Penitenciaria,
establece que los internos penados que reúnan determinadas condiciones, podrán disfrutar de
permisos de salida ordinarios17 como preparación para su vida en libertad. Su desarrollo
aparece recogido en el artículo 154 del Reglamento Penitenciario
Como principios que presiden la concesión de los permisos de salida, se establecen:
* Considerar los permisos como elemento del tratamiento, alejándose de concepciones que
puedan situarlos como meros beneficios o recompensas por el buen comportamiento.
* Consagrar el papel central de los Equipos Técnicos de los establecimientos, situando su
informe como elemento clave en su tramitación. Los Equipos Técnicos constituyen el órgano en
el que, de forma multidisciplinar confluye la experiencia de todos los profesionales
penitenciarios-psicólogos, juristas, educadores, trabajadores sociales etc.* Las funciones de estudio y propuesta llevadas a cabo por los distintos órganos intervinientes
deben ser asumidas en toda su extensión, dentro del marco legal que objetiva la voluntad de la
sociedad a la hora de fijar la ejecución y el fin de las penas privativas de libertad.
* La necesidad de realizar una recogida sistemática de información analizando los datos
relativos al resultado de todos los permisos disfrutados y las variables intervinientes en cada
caso.
* Reconocer la importancia de disminuir, en la mayor medida posible, la inevitable aunque
pequeña tasa de fracasos que la concesión de permisos conlleva.
Debe resaltarse que las decisiones de concesión o no de permiso no se deben adoptar
únicamente en función del riesgo existente y menos para eludirlo, sino en base a principios y
con el fin de alcanzar objetivos.
17
Permisos Ordinarios: 36 días 2º tratamiento (18 x Semestre), y 48 días 3º tratamiento (24 x Semestre)
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Señalar también, las salidas programadas18 han permitido una optimización de estos
instrumentos de tratamiento, llevando a la conciencia social el reconocimiento del principio
científico que impulsa estas decisiones y la necesidad de que el interno ensaye su libertad antes
de alcanzarla definitivamente.
Los permisos de salida extraordinarios, regulados en el artículo 155 del Reglamento
Penitenciario: “En caso de fallecimiento o enfermedad grave de los padres, cónyuge, hijos,
hermanos y otras personas íntimamente vinculadas con los internos o de alumbramiento de la
esposa o persona con la que el recluso se halle ligado por similar relación de afectividad, así
como por importantes y comprobados motivos de análoga naturaleza, se concederán, con las
medidas de seguridad adecuadas en su caso, permisos de salida extraordinarios, salvo que
concurran circunstancias excepcionales que lo impidan…”.
La Libertad
Sin duda alguna, el bien jurídico más preciado por el interno es la libertad, la cual
supone el cese de la relación penitenciaria que mantiene con la Administración. Sin embargo,
bajo el epígrafe de la libertad se han de distinguir tres formas completamente diferenciadas:
Libertad Provisional, Libertad Condicional y Libertad Definitiva.
Todas ellas suponen el cese de la relación penitenciaria, sin embargo, la idiosincrasia de cada
una de ellas, supone consecuencias muy distintas:
a) Libertad provisional.
Supone la suspensión de la relación penitenciaria para un interno preventivo contra el
que se sustancia por la Administración de Justicia un procedimiento judicial en el que
previamente, como medida cautelar de aseguramiento de la resolución judicial futura, se ha
decretado la prisión provisional.
El liberado provisional se verá obligado a comparecer en los días que le fuesen
señalados o cuantas veces fuese llamado ante el Juez o Tribunal que conoce de su causa.
La situación de libertad provisional es decretada por resolución del Juez o Tribunal que
conoce del procedimiento judicial en la forma establecida en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
b) Libertad condicional.
Aún regulándose en el Código Penal es una institución de naturaleza penitenciaria
relativa a la ejecución de la pena que afecta a la forma de cumplimiento de la misma.
18
Para aquellos internos que estén inmersos en actividades especificas de tratamiento, podrán organizarse salidas programadas,
acompañados de funcionarios y/o voluntarios. Los requisitos son los mismos que los de permisos, y no serán superiores a dos
días (hay alguna excepción).
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El artículo 90 del Código Penal dispone que se establezca la libertad condicional en las
penas privativas de libertad para aquellos sentenciados en quienes concurran las siguientes
circunstancias:
- Que se encuentren en tercer grado de tratamiento penitenciario.
- Que hayan extinguido las 3/4 partes de la condena.
- Que hayan observado buena conducta y exista respecto de los mismos un pronóstico
individualizado y favorable de reinserción social emitidos por los expertos que el Juez de
Vigilancia Penitenciaria estime convenientes.
El Juez de Vigilancia Penitenciaria, al decretar la libertad condicional de los penados,
podrá imponer la observancia de una o varias de las reglas de conductas previstas en el artículo
105 del Código Penal.
El propio Código Penal contempla tres supuestos especiales en los que cabe la concesión
de la libertad condicional antes del transcurso de las 3/4 partes de la condena, debiendo
concurrir expresamente los requisitos de clasificación en tercer grado, obtener buena conducta
y pronóstico favorable de reinserción social:
- Concesión de libertad condicional a los sentenciados a penas privativas de libertad que hayan
extinguido las 2/3 partes de su condena, siempre que merezcan dicho beneficio por haber
desarrollado continuamente actividades laborales, culturales u ocupacionales.
- Concesión de libertad condicional a sentenciados que hubiesen cumplido la edad de 70 años,
o la cumplan durante la extinción de la condena, y reúnan los requisitos establecidos salvo la
extinción de 3/4 partes de la condena, o en su caso, las 2/3 partes de la misma.
- Los internos, que atendiendo a informe médico sean enfermos muy graves, con padecimientos
incurables, y reúnan los requisitos establecidos salvo la extinción de las 3/4 partes de su
condena, o en su caso las 2/3 partes de la misma.
La iniciación de tramitación de libertad condicional se llevará a cabo por la Junta de
Tratamiento con la antelación necesaria para que no sufra retraso su concesión.
Concluido el expediente de libertad condicional la Junta de Tratamiento lo elevará al Juez de
Vigilancia Penitenciaria, haciendo constar los certificados e informes necesarios para acreditar
la existencia de los requisitos legales y en su caso, propuesta razonada de autorización de
libertad condicional.
Conforme a lo establecido en el art. 76.2.b de la L.O.G.P. corresponde al Juez de
Vigilancia Penitenciaria resolver las propuestas de libertad condicional de los penados y acordar
las revocaciones que procedan.
Actualmente, con la última reforma del Código Penal (Ley Orgánica 1/2015, de 30 de
marzo), ha supuesto una importante modificación del primer párrafo del art. 90 del Código
Penal ya que la libertad condicional pasa a ser una modalidad de la suspensión, tal y como
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hemos visto anteriormente.
Es especialmente llamativo, dentro de ese cambio operado en la forma de entender la
libertad condicional, que el legislador haya decidido no tener en cuenta el período transcurrido
en situación de libertad condicional a efectos de cómputo del tiempo de cumplimiento de la
condena en caso de producirse la revocación de la libertad condicional, al contrario de lo que
venía sucediendo hasta ahora. Dicho de otro modo, si durante el tiempo de suspensión de la
condena el Juez revoca la libertad condicional (bien por comisión de nuevo delito, bien por
incumplimiento grave de las condiciones impuestas), el penado deberá cumplir toda la pena que
le restaba, sin que el tiempo que ha pasado en situación de libertad condicional sea tenido en
cuenta.
c) Libertad definitiva o licenciamiento definitivo.
Supone la extinción de la relación penitenciaria del interno con la Administración al
concluir la ejecución de las penas privativas de libertad y medidas de seguridad.
Para proceder a la liberación de los condenados será necesaria la aprobación de la libertad
definitiva por el tribunal sentenciador. Con una antelación mínima de 2 meses del
cumplimiento de la condena, el Director del establecimiento penitenciario formulará al tribunal
sentenciador propuesta de libertad definitiva para el día en que el penado deje previsiblemente
extinguida su condena, reiterándose 15 días antes de no existir respuesta del tribunal
sentenciador, significando que de no existir orden expresa en contrario, se procederá a liberar
al recluso en la fecha propuesta.
Con carácter general, en el momento de la excarcelación de detenidos, presos o
penados, se expedirá y entregará al liberado certificación acreditativa del tiempo que estuvo
privado de libertad o de la situación de libertad condicional en su caso, así como, si lo solicita el
interno o debe proseguir en tratamiento médico, informes sobre su situación sanitaria y
propuesta terapéutica. En dicho informe médico no constará referencia alguna que indique que
ha sido expedido en centro penitenciario.
Si el interno careciese de medios económicos, la Administración Penitenciaria le
facilitará los necesarios para llegar a su residencia y subvenir a sus primeros gastos.
2.5. PENAS Y MEDIDAS ALTERNATIVAS (NO PRIVATIVAS DE LIBERTAD)
A partir de las últimas reformas del sistema penal español (Código Penal), la aprobación
del RD 840/2011, de 17 de junio, por el que se establecen las circunstancias de ejecución de las
penas de trabajo en beneficio de la comunidad y de localización permanente en centro
penitenciario, de determinadas medidas de seguridad, así como de la suspensión de la ejecución
de las penas privativas de libertad y sustitución de penas. Con estas reformas, si se reincide en el
delito, o se incumplen gravemente las condiciones de la suspensión, renace la pena corta
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privativa de libertad.
2.5.1. Trabajos en Beneficio de la Comunidad
Los Trabajos en Beneficio de la comunidad (TBC), son una pena privativa de derechos
pero no de libertad. Dicha pena puede constituirse como pena principal o como sustitución de
otra. En este último caso, su cumplimiento puede tener asociado la obligatoriedad de realizar
un programa de tratamiento. El penado debe realizar una actividad no retribuida de utilidad
pública siendo necesario su consentimiento. Las plazas disponibles para el cumplimiento de
esta pena son consecuencia de los convenios que la Administración Penitenciaria firma con
entidades públicas y privadas que desarrollan actividades de utilidad pública. La responsabilidad
de la ejecución y supervisión de estas actuaciones depende de los Servicios de Gestión de Penas
y Medidas Alternativas.
2.5.2. Suspensión de condena
El juez puede suspender la pena privativa de libertad cuya duración no sea superior a
dos años. Dicha suspensión estará siempre condicionada a que el penado no vuelva a cometer
un delito durante el periodo de suspensión. Para penas inferiores a dos años, el plazo de
suspensión oscila entre dos y cinco años. Asimismo, el juez puede sustituir también las penas
no superiores a dos años por multa o por TBC. También se incluye la suspensión de condena
por la expulsión del territorio español (caso de penados extranjeros).
Tanto en el caso de la suspensión como en la sustitución de la condena se puede
condicionar la medida al cumplimiento de diferentes reglas de conducta. Estas reglas de
comportamiento se concretan en:
a. prohibición de acudir a determinados lugares,
b. prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima, familiares o personas
que se determinen,
c. prohibición de ausentarse del lugar de residencia,
d. comparecencia personal o,
e. participación en programas formativos, laborales, culturales, de educación vial,
sexual, de defensa del medio ambiente, de protección de animales y de otros
similares (Boira, 2012).
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2.6. PROGRAMAS ESPECIFICOS DE INTERVENCIÓN
La Administración Penitenciaria ha puesto en marcha un conjunto de programas
específicos, ordenados y estructurados, dirigidos a favorecer la evolución positiva de las
personas encomendadas a la institución, sujetas a condiciones especiales de carácter social,
delictivo o penitenciario. Se ha conseguido con ello crear una cultura de intervención sobre los
factores psicosociales que están detrás de los actos delictivos de cada condenado.
Estos programas se asignan teniendo en cuenta la evaluación global del penado, su
personalidad, incluida su dimensión delictiva, y los pronósticos que se realizan periódicamente
para analizar su evolución. Se programa así un tratamiento individual, continuo y dinámico.
La ejecución de los programas corresponde a los equipos técnicos multidisciplinares,
según la especialidad de cada profesional. Previamente a la implantación de cada programa, los
profesionales reciben el correspondiente curso formativo. También, en algunos casos, se cuenta
con la colaboración de instituciones externas como asociaciones o profesionales universitarios.
Aquellos programas dirigidos a colectivos específicos como:
a) Jóvenes (población menor de 21 años, y excepcionalmente hasta 25)
b) Mujeres
c) Madres19
d) Drogodependientes20
e) Discapacidad21
19
Procurando el bienestar de los menores y mejorar las condiciones estimulares dónde estos niños se desenvuelven, se han
puesto en marcha varias estructuras:
a. Unidades Dependientes o pequeños hogares para internas en régimen de semilibertad. La Junta de Tratamiento puede
proponer que una interna madre clasificada en tercer grado o en segundo bajo el régimen de flexibilidad que marca el Art. 100.2,
pueda ser trasladada con su hijo a una Unidad Dependiente en el exterior, siempre que esta propuesta sea autorizada por el
Centro Directivo
b. Unidades de Madres (módulos específicos en el interior de los centros penitenciarios, pero separados arquitectónicamente
del resto)
c. Escuelas Infantiles perfectamente dotadas, En ellas existen especialistas en Educación Infantil que se encargan de la
programación educacional y lúdica de los menores. La escuela infantil dispone de aula de psicomotricidad, aula escolar, comedor
y zonas ajardinadas para juegos al aire libre. Está atendido por personal laboral fijo que programa las clases como en cualquier
otro centro de educación infantil.
d. Módulo Familiar donde compartir la crianza de los menores con los miembros de la pareja cuando ambos se encuentran en
prisión. Este último con carácter excepcional- extiende el principio constitucional de protección a la familia al ámbito
penitenciario. Se trata de frenar, en lo posible, la desestructuración familiar y proporcionar la asistencia especializada necesaria
a los niños menores de tres años que convivan en prisión.
20
Se realizan acciones preventivas dirigidas a la totalidad de la población, así como actividades de tipo terapéutico y reinsertador
para quienes son consumidores activos o están en proceso de recuperación. Los programas que se desarrollan son:
a. Programa de prevención y educación para la salud
b. Programa de intercambio de jeringuillas(PIJ)
c. Programa de tratamiento con metadona
d. Programa de deshabituación, que Consta de dos procesos: desintoxicación y deshabituación propiamente dicha.
e. Programa de reincorporación social
21
Este programa de intervención ha sido diseñado por la Administración Penitenciaria, a modo de programa marco, posible de
adaptar por cada centro penitenciario en función de su población penitenciaria y características. Los objetivos del programa son,
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f)
g)
h)
i)
j)
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Salud Mental22
Agresores Sexuales
Violencia de Género
Seguridad Vial
Personas extranjeras
Programas de intervención específicos como:
a) Régimen Cerrado
b) Módulos de Respeto23
c) Módulos Terapéuticos24
d) Terapia asistida con animales
e) Resolución dialogada de conflictos
f) Unidad Terapéutica y educativa
g) Prevención de suicidios
(Estos programas se pueden ampliar, consultando la web de la Secretaria General de
Instituciones Penitenciarias.
2.6.1. LA SITUACIÓN DE GÉNERO EN EL MEDIO PENITENCIARIO
Desde los años 80 el número de mujeres presas en nuestro país se ha multiplicado por
ocho, representando casi un 8% de la población penitenciaria y siendo la más alta de Europa (el
porcentaje en países europeos oscila entre el 3% y el 5%). En líneas generales, la situación
sociodemográfica de las mujeres presas es más precaria que la de los hombres. Además, sus
condenas son proporcionalmente más largas que las de los hombres (son delitos contra la salud
entre otros: Conocer las necesidades del interno o interna para promover condiciones de vida que faciliten su integración social y
programar actuaciones terapéuticas que le ayuden a adquirir habilidades y recursos personales y de relación social. En caso de
discapacidad física y sensorial se adoptan las medidas necesarias para facilitar la movilidad y participación del interno en la vida
ordinaria del centro. Para atender a internos con discapacidad intelectual existen programas especializados dirigidos por
profesionales de la Confederación Nacional de Organizaciones a favor de las personas con discapacidad intelectual (FEAPS).
22
El programa de Atención Integral a enfermos mentales (PAIEM) pretende dar respuesta a las necesidades en materia de salud
mental de la población interna en centros penitenciarios. Aunque este programa marco pretendió su implantación desde hace
varios años, en el momento actual se ha reelaborado, diseñando un protocolo de actuación entre profesionales sanitarios
especialistas en salud mental y profesionales de tratamiento. Se trata de un programa global de atención a la enfermedad
mental (PAIEM), que se está implementando progresivamente en todos los establecimientos penitenciarios y que recoge pautas
de atención especializada hacia personas con algún tipo de trastorno o patología mental, con especial hincapié en la práctica de
actividades terapéuticas y ocupacionales específicas.
23
La finalidad de Los Módulos de Respeto es lograr un clima de convivencia y máximo respeto entre los residentes del módulo.
El factor fundamental es la participación del interno en la vida, las tareas y las decisiones del módulo, a través de grupos de
trabajo y comisiones de internos. Un módulo de respeto es una unidad de separación dentro de un centro penitenciario. Las
normas no son algo impuesto.
24
Son módulos independientes que albergan a internos en programa integral de drogodependencias. Se constituye un espacio
socioeducativo y terapéutico, libre de las interferencias que genera la droga, fomentando cambios en los hábitos, actitudes y
valores de los internos e internas residentes, creando un ambiente dinámico y personalizado, en el que adquiere mayor eficacia
la intervención multidisciplinar dirigida a la normalización y reincorporación social de los internos/as.
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pública y las condenas son largas), disfrutan en menor medida de libertad provisional y sus
condiciones de encarcelamiento son peores, a ello hay que sumar que un alto porcentaje son
madres jóvenes.
Hay que realizar una especial referencia a la mujer gitana. El Informe Barañi, de Mujeres
Gitanas y Sistema Penal, publicado en el año 2000 nos confirma que 1 de cada 4 mujeres presas
es gitana, con edades comprendidas entre los 21 y 35 años de edad de media, y no alcanzan el
2% que tengan estudios de bachillerato o FP y más del 50% tiene familiares presos.
2.7. MEDIO ABIERTO
El medio abierto alberga un importante segmento de población penal que, cumpliendo
condena, se encuentra en un proceso acreditado de inserción social. Las personas clasificadas
en tercer grado de tratamiento disfrutan de un régimen de vida que permite la excarcelación
motivada diaria para su integración social, utilizando los recursos comunitarios existentes.
El Real Decreto 190/1996, de 9 de febrero, Reglamento Penitenciario recoge las
diferentes modalidades de cumplimiento en Régimen Abierto:
 El artículo 82 regula la modalidad de vida en régimen abierto restringido, en el cual se
limitan las salidas debido a determinadas características psicosociales de la persona y
con ello se pretende la progresiva adaptación a un régimen abierto más pleno.
 El artículo 83, en el que se establecen los objetivos y principios del régimen abierto,
recoge que la actividad penitenciaria en régimen abierto tiene por objeto potenciar
las capacidades de inserción social positiva que presentan los penados clasificados en
tercer grado, realizando tareas de apoyo, asesoramiento y la cooperación necesaria
para favorecer su incorporación progresiva al medio social. Entre los principios que
rigen el régimen abierto recogidos en este mismo artículo, se establece la
coordinación con cuantos organismos e instituciones públicas o privadas actúen en la
atención y reinserción de los reclusos, promoviendo criterios comunes de actuación
para conseguir su integración en la sociedad.
 El artículo 86.4 posibilita una forma específica de cumplir condena en régimen abierto,
sustituyendo el tiempo de estancia mínimo obligatorio en el establecimiento por
medios telemáticos u otros sistemas adecuados de control. Supone una potenciación
de los principios inspiradores recogidos en el artículo 83.2 anteriormente
mencionado.
 El artículo 100.2 introduce el llamado principio de flexibilidad, adoptando respecto a
cada penado un modelo de ejecución en el que puedan combinarse aspectos
característicos de cada uno de los grados de clasificación. Ello permite la
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incorporación progresiva al Medio Abierto de penados clasificados en segundo grado
de tratamiento.
 El artículo 104.4 valora la conveniencia de clasificar en tercer grado, por razones
humanitarias y de dignidad, a las personas enfermas muy graves con padecimientos
incurables que se encuentren cumpliendo una pena privativa de libertad.
 Los artículos 165 a 167 regulan las Unidades Dependientes para el tratamiento
penitenciario de determinados internos clasificados en tercer grado. En ellos, se
establece que los servicios y prestaciones de carácter formativo, laboral y tratamental
que en dichas unidades reciben los internos serán gestionados de forma directa y
preferente por asociaciones u organismos no penitenciarios en coordinación con la
Administración Penitenciaria.
 El artículo 182 regula el cumplimiento del tercer grado en Unidades Extra-penitenciarias
con internos que necesiten tratamiento de deshabituación de determinadas
sustancias, pudiendo celebrar convenios con otras Administraciones o con entidades
colaboradoras para la ejecución de las medidas de seguridad privativas de libertad.
 El artículo 196 establece la posibilidad de la libertad condicional de septuagenarios y
enfermos terminales
 El artículo 197 establece la posibilidad de conceder la libertad condicional a internos
extranjeros no residentes legalmente en España o de españoles residentes en el
extranjero para que dicha libertad se disfrute en el país de residencia fijado.
2.6.1 Modalidades de Cumplimiento
Los distintos sistemas de vida para los penados en medio abierto:
Abierto residencial
 Tercer Grado pleno: art. 83 del R.P. Tiene por objeto potenciar las capacidades de
inserción social positiva que presentan los penados clasificados en tercer grado,
realizando tareas de apoyo, asesoramiento y la cooperación necesaria para favorecer
su incorporación progresiva al medio social.
 Tercer Grado restringido: art. 82.1 del R.P. Tiene como objetivo, en determinados
casos, encontrar alguna asociación o institución pública o privada para su apoyo o
acogida en el momento de su salida en libertad.
 Segundo Grado Modalidad artículo 100.2 (flexibilidad): Esta modalidad introduce el
llamado principio de flexibilidad, adoptando respecto a cada penado un modelo de
ejecución en el que puedan combinarse aspectos característicos de cada uno de los
grados de clasificación. Ello permite incorporar progresivamente al Medio Abierto
penados clasificados en segundo grado de tratamiento.
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Abierto extrapenitenciario
 Tercer grado art. 165 unidades dependientes: Los servicios y prestaciones de carácter
formativo, laboral y tratamental que reciben los internos son gestionados de forma
directa, y preferente, por asociaciones u organismos no penitenciarios en
coordinación con la Administración Penitenciaria.
 Tercer grado art. 182 comunidades terapéuticas: Regulan el cumplimiento del tercer
grado en Unidades Extra-penitenciarias con internos que necesitan tratamiento de
deshabituación a determinadas sustancias, pudiendo celebrar convenios con otras
Administraciones o con entidades colaboradoras para la ejecución de las medidas de
seguridad privativas de libertad.
 Tercer grado art 86.4 con medios telemáticos: Posibilitan una forma específica de
cumplir condena en régimen abierto, sustituyendo el tiempo de estancia mínimo
obligatorio en el establecimiento por medios telemáticos u otros sistemas adecuados
de control. La ayuda de los medios telemáticos de control permitirá saber, de la
manera menos intrusiva posible, que existe la certeza de un confinamiento del
penado en el lugar que se designe para cumplir la condena y por el tiempo que dure
la misma.
 Tercer grado art 86.4 con otras medidas de control.
Terceros grados en centros de régimen ordinario. Penados clasificados en tercer grado de
tratamiento y que podrían permanecer en medio ordinarios hasta la libertad condicional (que
se presume próxima):
 Tercer grado art. 104.4 (enfermos incurables): Se les clasifica en el tercer grado, por
razones humanitarias y de dignidad personal, a los penados o penadas con
enfermedades muy graves o con padecimientos incurables.
 Tercer grado art. 197 (extranjeros): Se establece la posibilidad de conceder la libertad
condicional a internos extranjeros no residentes legalmente en España, o de
españoles residentes en el extranjero para que dicha libertad se disfrute en el país de
residencia fijado.
2.7.2. Programas de Medio Abierto
Con los programas de tratamiento de Medio Abierto, se pretende integrar y facilitar la
participación plena del interno en la vida familiar, social y laboral, proporcionándole la atención
que precisa a través de los servicios generales y buscando su inserción en el entorno familiar y
sociolaboral adecuado.
Para ello, resulta imprescindible, en primer lugar, el principio de confianza en el interno
y la aceptación voluntaria por él mismo de los programas de tratamiento y, en segundo lugar, la
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derivación a recursos externos a través de la integración en los recursos comunitarios y otras
redes sociales de apoyo.
Esta derivación no podría conseguirse sin la estrecha coordinación e interacción con
todos los organismos e instituciones públicas y privadas (ONG, Asociaciones y Entidades
Colaboradoras) que actúan en la atención y reinserción de los internos, prestando especial
atención de los recursos sociales externos, particularmente en materia de sanidad, educación
acción formativa y trabajo. En esta línea de actuación, se crea el Consejo Social Penitenciario
como órgano consultivo y de relación de la Administración Penitenciaria con el Tercer Sector, y
los Consejos Sociales Penitenciarios Locales, posibilitando la coordinación de las actuaciones de
las ONG/EC que intervienen en el ámbito penitenciario y su representación.
La Subdirección General de medio abierto en colaboración y coordinación con las
ONG/Entidades Colaboradoras promueven y desarrollan diferentes programas de tratamiento
en medio abierto, conforme al catálogo de programas establecido en la Instrucción I 9/2009 (de
inserción laboral, de integración social, sanitarios, a colectivos específicos, formativoseducativos, etc.)
Los programas de tratamiento en medio abierto han de perseguir de manera prioritaria los
objetivos de integración social e inserción laboral, pues son el eje de la intervención en este
régimen de vida.
3. EL TRABAJO SOCIAL PENITENCIARIO.3.1. ORGANIZACIÓN DE LOS SERVICIOS SOCIALES PENITENCIARIOS
Los Servicios Sociales Penitenciarios dependen actualmente de la Secretaría General de
Instituciones Penitenciarias, donde desarrollan su labor los trabajadores sociales cuyo cometido
es poner a disposición de los reclusos los recursos necesarios para la mejora de su desarrollo
personal y facilitar así, su integración en la sociedad. Se dan dos áreas de actuación:
- Departamento del Trabajo Social (Servicios Sociales Penitenciarios en el interior de
los Centros penitenciarios) cuya finalidad es la atención a internos y familias y
desarrollar las tareas propias del Equipo Técnico. Existe la Figura de Coordinador/a
de Trabajo Social25, desempeñada por un trabajador social que coordina el trabajo
realizado, canaliza necesidades y realiza gestión y búsqueda de recursos.
- Servicios Sociales Penitenciarios (ubicados en los Centros de Inserción y fuera del
establecimiento penitenciario) cuya finalidad es la atención a familias, internos de
permiso, liberados condicionales, penas alternativas, seguimiento de medidas y
actuaciones en el área de inserción sociolaboral.
25
En fecha 30 de Enero de 2001, Orden Ministerial de 24 de Enero de 2001 se convocan las primeras plazas, 56 en total.
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El desarrollo y contenido de las funciones de los trabajadores sociales viene recogido en
el Manual de Procedimiento de Trabajo Social en Instituciones Penitenciarias I 2 / 2018,
circular con fecha de 8 de Marzo de 2018 (el manual está subido a la plataforma Prado2).
También se cuenta con ayudas económicas asistenciales: Orden Int/3688/2007, de 30
de noviembre. Cuyas modalidades son:

Ayudas asistenciales, cuantía máxima hasta 350 euros. A internos, liberados y familiares
de ambos. Cuando los SS normalizados no hayan podido hacerse cargo de esa ayuda.

A la excarcelación. Billete de bus, tren, avión, ambulancia si es necesario y
acompañamiento. Y 35 euros al día de bolsillo y 35 euros/día para pernoctar si es
necesario.

Ayuda gastos de Documentación

Comunicación telefónica para internos sin recursos

Gastos Funerarios

Salidas Programadas

Ayudas para recompensas, etc
3.2. EL TRABAJO SOCIAL PENITENCIARIO: PRINCIPALES LÍNEAS DE ACTUACIÓN DE LA
INTERVENCIÓN SOCIAL.
Las funciones y tareas que se desarrollan en el interior de las prisiones se complementan
con el trabajo social que se realiza desde los Servicios Sociales Penitenciarios externos.
3.2.1 Desde el Departamento de Trabajo Social (Centros Penitenciarios)
A) Ingreso en Prisión. Entrevista al ingreso para conocer su situación sociofamiliar, se
inicia el Protocolo, la Ficha y la Historia Social. Importante la detección del Programa de
Prevención de Suicidios.
B) Atención al Interno durante su estancia en Prisión. Atención individualizada:
entrevistas, dar respuesta a demandas específicas, y las tareas propias, derivadas de la
actividad programada en el Equipo Técnico del Centro: participación en la elaboración
de los programas individualizados de tratamiento (P.I.T.) y la intervención en el estudio
de permisos, traslados, terceros grados, etc.
C) Atención a Familias: Por iniciativa de la familia, del propio Trabajador Social o
derivación.
D) Intervención con colectivos especiales: madres con hijos (estudio situación
sociofamiliar, análisis de alternativas a la institucionalización del menor y contacto con
los Servicios Sociales competentes en la materia), mayores, drogodependientes,
extranjeros y enfermos.
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3.2.2. Desde los Servicios Sociales Penitenciarios en los Centros de Inserción Social (CIS)
Los colectivos que atienden son: internos de permiso, régimen abierto, familiares,
liberados condicionales, pena de trabajo en beneficio de la comunidad, medidas de seguridad,
de suspensión de condena y de localización permanente. .
a) Internos de Permiso. Hay que tener en cuenta el tipo de permiso y los Objetivos que
se pretenden son: acercar los Servicios Sociales Penitenciarios a los internos, motivar
individualmente el desarrollo de conductas adecuadas que mejoren su estancia fuera de la
prisión, contribuir a valorar actitudes del interno en el exterior y valorar la posible integración
familiar mediante el conocimiento individual y familiar.
Las tareas realizadas son: Entrevistas de Conocimiento y Apoyo; Información y
Asesoramiento y Elaboración de informe Social que se envía al Centro Penitenciario de
Procedencia. (Previamente debe de existir propuesta del Centro Penitenciario de preparación
del 11 permiso)
b) Atención Social en Régimen Abierto: Entrevista al interno para c comprobar que la
situación sociolaboral y/o familiar se corresponde con la del momento de propuesta de
progresión. Se ha de revisar el P.I.T., informar y asesorar al preso asi como al Equipo técnico.
Valorar la modalidad de tercer grado (art.82, 83 y 86) y se inicia el expediente de libertad
condicional.
c) Familias. El trabajo con familias aparece en cualquier momento del proceso, bien por
iniciativa propia, derivados de otro servicio o a requerimiento del trabajador social, para
estudio y elaboración de informes sociales, estos pueden ser:
- Estudio de Vinculación Familiar.
- Estudio de propuesta de Traslado.
- Estudio de propuesta de permisos de salida.
- Verificación laboral
- Estudio de propuesta de Libertad Condicional
También se realiza atención directa, información y asesoramiento y derivación a otros
Servicios (atención primaria, especializada y a otros profesionales del Centro Penitenciario).
d) Liberados Condicionales. El procedimiento de tramitación se inicia en el Centro
Penitenciario, cuando el interno se encuentra clasificado en 3º grado de tratamiento y tiene
próximo el cumplimiento de las 3/4 partes de la condena. La Junta de Tratamiento inicia la
tramitación del expediente de libertad condicional. (Situaciones excepcionales: Libertad
Condicional anticipada a las 2/3 partes y a los septuagenarios y enfermos graves).
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Los liberados condicionales han de iniciar un proceso de integración social después de
haber permanecido temporal y parcialmente aislados de su medio social. La actuación
profesional, en este sentido tiene tres aspectos diferenciados: el tratamiento o intervención en
un proceso de ayuda al liberado condicional, el control que se ejerce sobre el mismo y la
información que debe facilitar a la autoridad judicial (Juez Vigilancia Penitenciaria).
Como ciudadanos de un estado social y democrático de derecho, los liberados
condicionales son usuarios de los Servicios y recursos públicos de la comunidad y con esa
premisa deben de realizar su labor los trabajadores sociales, aunque en los Servicios Sociales
Penitenciarios se cuentan con un presupuesto específico que viene recogido en una circular
denominada Ayudas Asistenciales a Internos y Liberados (Inst. 4/2003).
Los Objetivos marcados son:
- Facilitar la integración social de los liberados condicionales, estableciendo las
actuaciones necesarias que permitan el acceso a los Servicios y Recursos Públicos de la
Comunidad.
- Dotar al liberado condicional de medios necesarios para conseguir su autonomía y que
le permita responder a sus necesidades.
- Consolidar la vinculación familiar y/o vinculación alternativa que repercuta
favorablemente en el liberado condicional.
- Favorecer y posibilitar tratamientos a los liberados condicionales que presenten
problemas específicos.
- Implicar y favorecer la coordinación del servicio con los servicios públicos y privados que
intervienen con los liberados condicionales.
e) Liberados Definitivos. La intervención es sólo puntual a demandas que presenten y
derivándolos a los Servicios Públicos correspondientes.
f) Pena de Trabajo en Beneficio de la Comunidad (Inst. 9/2011). Se informa al penado de las
plazas disponibles y el contenido de la actividad, firmando el penado la conformidad del servicio
a realizar. Junto con esta conformidad, el trabajador social ha de realizar informe social 26 para
elevar la propuesta al Juzgado o Tribunal sentenciador,
g) Medidas de Seguridad (arts 95-105 del Código Penal)27 Se recibe la sentencia junto con el
Informe Social Pericial. Se entrevista al penado y familia y se establece contacto con el servicio o
programa que deba llevarse a cabo el cumplimiento de la medida. Se informa al tribunal
26
El Informe social y la conformidad se puede realizar también desde los Servicios Sociales Comunitarios de la localidad del
penado, si el municipio se encuentra adherido al convenio firmado con la Federación Española de Municipios y provincias.
27
las Medidas de seguridad comprenden medidas privativas de libertad (internamiento en centro psiquiátrico, de deshabituación
o educativo especial) y no privativas de libertad: expulsión del territorio, inhabilitación profesional, obligación de someterse a
programas educativos, sanitarios, ..., prohibición de residir en un lugar determinado, privación del derecho de conducir vehículos
a motor, etc.
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sentenciador adjuntando el plan individual de seguimiento. Se realiza seguimiento para
informar sobre la evolución de la medida.
h) Medidas de Suspensión de condena (arts 80-87 del Código Penal) Se realiza entrevista
individual y familiar, para verificar datos y elaborar el P.I.T., elevando la propuesta al juzgado o
tribunal sentenciador, Cuando se recibe del mismo la fecha de inicio y finalización del plazo de
suspensión, se inicia la intervención: derivando al programa o servicio necesario, y realizando
un seguimiento durante el periodo de suspensión.
28
i) Pena de Localización Permanente (art. 35 del Código Penal) Trata de dar respuesta penal
efectiva a determinados tipos delictivos. La configuración de esta pena permite su aplicación
para prevenir conductas típicas constitutivas de infracciones penales leves, no más de seis
meses.
Estas penas (seguridad, suspensión de condena y localización permanente), se imponen
en gran número de casos a delitos de violencia doméstica, violencia de género. También a
drogodependientes o a personas con trastornos psiquiátricos. Alguna de estas medidas llevan
aparejadas sometimiento a programas de tratamiento: De deshabituación de Drogas; de Salud
Mental; y, sobre todo a los penados por Violencia de género.
28
Consiste en que se permanezca en su domicilio, o en el lugar que se acuerde en la sentencia, durante el tiempo de la condena.
La Administración penitenciaria será competente para la ejecución de la pena de localización permanente en los casos en los que
haya recaído resolución judicial que acuerde que el lugar de cumplimiento sea un establecimiento penitenciario próximo al
penado y se realizará los fines de semana.
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ITINERARIO INDIVIDUALIZADO AL
INGRESAR EN PRISIÓN
PREVENTIVO
X
Libertad
Penado
INGRESO
PENADO
Destino
CLASIFICACIÓN
TRATAMIENTO
FAMILIA
MEDIO SOCIAL
LIBERTAD
SERVICIOS SOCIALES PENITENCIARIOS
CENTRO PENITENCIARIO
CENTRO DE INSERCION
SOCIAL
Miembros del E.T.;
Ingresos;
Atención
Individualizada;
Familias;
Colectivos de
Especial Atención,
…
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Tercer Grado,
Permisos,
Libertad C.;
Pena Trabajo B.C.;
Penas Suspen. C;
Pena Localización P.;
Medidas Seguridad;
Familias; …
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4. BIBLIOGRAFÍA
Almeda, E. (2002) Corregir y Castigar. El ayer y hoy de las cárceles de mujeres. Barcelona: Ariel
Almeda, E. (2003) Mujeres encarceladas. Barcelona: Ariel
Almeda, E. (2005). “Pasado y presente de las cárceles femeninas en España”. En Sociológica: Revista de
pensamiento Social, 6/2005, pp: 75-106
Almeda, E., Di Nella, D. Y Navarro, C. (2012). “Mujeres, cárceles y drogas: datos y reflexiones”. En Oñati Socio-legal
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http://www.institucionpenitenciaria.es/web/portal/index.html En esta página de la Secretaría General de
Instituciones Penitenciarias podemos consultar datos estadísticos, tratamiento, organización y funcionamiento,...
http://www.defensor-and.es En esta página podemos consultar todos los informes especiales remitidos al
Parlamento Andaluz en materia de prisiones.
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