Fue un apóstol que como muchos hombres de su época tenía un nombre hebreo era Saulo, y su nombre latino que era Pablo, su origen era judío y sus padres era un comerciante, artesano con una posición bastante acomodada, para la época al igual que la familia, por eso tuvo una sólida formación académica en teología, lingüística, mercantil, hablaba griego, latín arameo y hebreo. Pues de esta conversión de Pablo podemos decir que lo fundamental, lo distinto, es que no es una conversión, digamos que va pausadamente dándose en él, o resultado de una formación en un lapso de tiempo para llegar a convertirse, no… es una conversión milagrosa, repentina, donde el en ese encuentro con Jesús se da cuenta y a través de la voz de Jesús de que es el mismo Dios creador, el que le está diciendo que él es el señor de la historia y que sigue fiel a la alianza con Israel a la que Saulo siempre sirvió de manera fiel, esta revelación le muestra el valor de la resurrección de Jesús para nuestra salvación. Entonces esto le lleva a tomar la decisión de ir por distintos sitios y lugares a evangelizar convirtiéndolo en el apóstol de los gentiles y también apoyando a nuestra iglesia para llevarlo a lugar de iglesia universal. En este recorrido de distintos pueblos que hizo Pablo, él pudo darse cuenta de cómo es que cada uno tenía un concepto distinto de Jesús, por ejemplo los judíos, nos los dice Pablo, tienen y tenían el corazón duro ante la llegada de Jesús el mesías por ignorancia y él recomienda que deben reconocer su culpa y arrepentirse Los gentiles por su parte, abandonaron ídolos para seguir a Dios, pero al Dios vivo y siguen esperando el retorno de Jesús resucitado, ese reconocimiento de Jesús y su resurrección. No!.. lo tienen y a nosotros los cristianos nos exhorta, a vivir en esa vocación hacia cristo como centro de nuestras vidas, no solamente de manera externa a nosotros, o de manera por la lectura… no…. Es una vivencia real… en hechos y en obras también… entonces Pablo, nos puede dar como lecciones en esta conversión de que la misericordia de Dios, llega generalmente cuando nos encontramos en el peor de nuestros momentos, en el punto más bajo, también nos dice que la intervención de dios en nuestras vidas será siempre inesperada, también… podemos tomar como lección, que la presencia de dios se encuentra en cualquier parte, y por supuesto que también nos dice que todos tenemos un caballo de Damasco, el cual nos puede llevar muy lejos de dios como pueden ser el orgullo, el dinero, la arrogancia, la prepotencia, …. Entonces reflexionemos, nos bajaremos por iniciativa propia de ese caballo, o vamos a esperar que dios nos derribe. La fe y la humildad, siempre van a superar a nuestro sentido y esta inteligencia, digamos dirigida solo a lo material a los que nos da un estudio académico y nos limita…, porque de alguna manera no vemos lo espiritual, solo lo mundano, solo lo externo a nosotros, reflexionemos pues, y… démosle el lugar a nuestro dios y a la palabra de él, a través de nuestro señor Jesucristo. Vamos a leer entonces el capítulo 9, de los hechos de los apóstoles, que nos habla sobre la conversión de Pablo. Mientras tanto, Saulo no dejaba de amenazar de muerte a los creyentes en el señor, por eso se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas de autorización para ir a la sinagogas de Damasco a buscar a los que seguían el nuevo camino, tanto hombres como mujeres y llevarlos presos a Jerusalén. Pero cuando ya se encontraba cerca de la ciudad de Damasco, una luz que venia del cielo, brillo de repente a su alrededor, Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, porque me persigues? Saulo preguntó? Quien eres señor? , la voz le contestó. Yo soy Jesús el mismo a quien estas persiguiendo!, levántate y entra en la ciudad allá te dirán que debes hacer, los que viajaban con Saulo, estaban muy asustados, porque habían oído la voz pero no habían visto a nadie, luego Saulo, se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos, no podía ver, así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí estuvo tres días sin ver y sin comer, ni beber nada. En Damasco, vivía un creyente que se llamaba Ananías, a quien el señor se le presentó en una visión y le dijo: Ananías… él contestó: Aquí estoy señor… el señor le dijo: levántate y vete a la calle llamada derecha y en la casa de Judas, pregunta por un hombre de Tarso, que se llama Saulo, está orando, y en una visión ha visto a uno llamado Ananías, que pone sus manos sobre él, para que puedas ver de nuevo. Al oír esto Ananías dijo: Señor, muchos me han hablado de ese hombre y de todos los males que ha causado en Jerusalén, a tu pueblo santo! y ahora ha venido aquí con la autorización de los jefes de los sacerdotes a llevarse presos a todos los que invocan tu nombre, pero el señor le dijo: Ve, porque he escogido a ese hombre para que hable de mi a la gente de otras naciones y a sus reyes y también a los israelitas, yo.. Le mostraré lo mucho que tiene que sufrir por mi causa. Ananías fue a la casa donde se estaba Saulo, al entrar, puso sus manos sobre él y le dijo: Hermano Saulo, el señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venias me ha mandado para que recobres la vista y quedes lleno del espíritu santo. Al momento cayeron de los ojos de Saulo, una especie de escamas y recobró la vista. Entonces… se levantó y fue bautizado. Después comió y recobró las fuerzas, y se quedó algunos días con los creyentes que vivían en Damasco. Palabra de Dios. Te Alabamos Señor.