JESÚS NombrE sobre todo nombre ________________________________ Copyright © 2019 por Joel Perdomo NOMBRE sobre todo Nombre ¡IMPORTANTE! ESTE LIBRO ES UNA OFRENDA A DIOS Y LOS DERECHOS DE AUTOR HAN SIDO CEDIDOS A LA IGLESIA DE CRISTO EN LA TIERRA. POR TANTO: PUEDE SER COMPARTIDO GRATUITAMENTE POR CUALQUIER MEDIO POSIBLE. PUEDE SER IMPRESO – SIN FINES DE LUCRO. PUEDE SER TRADUCIDO A CUALQUIER IDIOMA – SIN ALTERAR SU CONTENIDO ORIGINAL. ES UN REGALO DEL HNO. JOEL PERDOMO A LA AMADA IGLESIA DE CRISTO EN LA TIERRA. DANDO POR GRACIA, LO QUE POR GRACIA HA RECIBIDO. ESTOS LIBROS TOMARON CASI 20 AÑOS ESCRIBIRLOS. COMPARTALOS CON OTROS CRISTIANOS, SERIA TODO LO QUE PIDO A CAMBIO. ¡DIOS TE BENDIGA! JOEL PERDOMO 2 JESÚS ÍNDICE Capítulo - 1 - EL VERBO DE DIOS I. LA PREEXISTENCIA DE JESÚS ...7 a. Los títulos de Jesús b. La revelación del nombre de Jesús c. Jesús, el Salvador del mundo II. EL ÁNGEL DEL PACTO ...9 a. Jesús es coexistente con el Padre y el Espíritu Santo b. Jesús es preexistente c. El Ángel de Jehová Capítulo - 2 - EL PLAN ETERNO DE DIOS EN CRISTO I. EL TESTIMONIO DE JESÚS …15 a. Jesús en el plan eterno de Dios b. El testimonio de las Escrituras c. El testimonio del Padre d. El testimonio del Espíritu Santo Capítulo - 3 - LA MANIFESTACIÓN DEL HIJO DE DIOS I. EL VERBO HECHO CARNE …25 a. Divinidad y humanidad de Jesús b. Manifestaciones de la divinidad de Jesús Capítulo - 4 - EN MI NOMBRE I. JESÚS, NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE …29 a. Revelación del nombre de Jesús b. Jesús, Nombre sobre todo nombre c. Creer en Jesús y en el poder de su santo Nombre d. Jesús es la llave para entrar al cielo Capítulo - 5 - EN EL NOMBRE DE JESÚS I. JESÚS EL SALVADOR …37 a. El poder de su Nombre b. En su Nombre 3 NOMBRE sobre todo Nombre c. El poder de Su palabra d. Jesús es la puerta para entrar al cielo II. PROPIEDAD DEL NOMBRE DE JESÚS …45 a. El privilegio de ser cristiano Capítulo - 6 - JESÚS RESUCITADO Y GLORIFICADO I. DÓNDE ESTA MUERTE TU AGUIJÓN? …47 a. Jesús venció a la muerte por medio de su muerte b. Jesús apareció resucitado c. Jesús glorificado d. El retorno glorioso de Jesús a la tierra Capítulo - 7 - ALGUNOS TITULOS DE JESÚS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. JESUS, EL SALVADOR EMANUEL JESUS, EL HIJO DE DIOS JESÚS, EL HIJO DEL HOMBRE JESÚS, EL HIJO DE DAVID JESÚS, EL PAN DE VIDA JESÚS, EL AGUA DE VIDA JESÚS, EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA JESÚS, LA PUERTA JESÚS, EL CORDERO Y EL LEÓN JESÚS, EL PRÍNCIPE DE PAZ JESÚS, EL PROFETA JESÚS, APÓSTOL Y SACERDOTE JESÚS, EL MAESTRO JESÚS, EL SIERVO DE JEHOVÁ JESÚS, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES JESÚS, LA ESTRELLA DE LA MAÑANA JESÚS, LA LUZ DEL MUNDO JESÚS, EL MEDIADOR JESÚS, ABOGADO Y JUEZ JESÚS, EL ALFA Y LA OMEGA 4 JESÚS INTRODUCCIÓN Este libro surge de la manifestación diaria de la presencia de Jesús en mi vida. He visto y comprobado lo que el nombre de Jesús puede hacer en aquellos que le creen. Los que hemos experimentado el poder del nombre de Jesús en nuestra vida, debemos aprender a estructurar nuestro conocimiento bíblico acerca del poder del nombre de Jesús a fin de confirmar las Escrituras y no caer en errores. Esto se logra a través del estudio de la Palabra de Dios que precisamente, fue dada para nuestra enseñanza: 4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza (Ro. 15:4). Ver, 2 Ti. 3:15. Este libro es de lectura sencilla y solo trata de citar los versos que pueden sustentar lo poderoso que es el nombre de Jesús. A los que ya han experimentado el poder, Dios les dará una base sólida para sustentar lo que han creído y experimentado. A los que no han experimentado el poder del nombre de Jesús, les dará el conocimiento para ponerlo por obra. Al final, lo que se procura es que el nombre de Jesús sea conocido, en toda la plenitud de su gloria y poder. 5 NOMBRE sobre todo Nombre 6 JESÚS Capítulo 1 – EL VERBO DE DIOS I. LA PREEXISTENCIA DE JESÚS a. Los títulos de Jesús Es importante afirmar que, muchos de los títulos de Jesús, mencionados en la Biblia, están relacionados con su triunfo en la cruz. La Biblia dice que, a causa de su victoria, a Jesús se le dio un nombre sobre todo nombre: 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre (Fil 2:9). Al afirmar que se le dio un Nombre sobre todo nombre, significa que Él está por encima de cualquier titulo terrenal, pero como Dios eterno, es uno con el Padre: 7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno (1 Jn. 5:7). Los títulos terrenales obtenidos por Jesús, son solo una parte de su triunfo en la cruz, pero en su divinidad, Él es uno con el Padre. La Biblia dice: 8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso (Ap. 1:8). 7 NOMBRE sobre todo Nombre b. La revelación del nombre de Jesús La revelación del nombre de Jesús es la más importante del universo. Su nombre encierra toda la plenitud del Dios eterno. En la eternidad, Jesús es conocido como el Verbo de Dios. La Biblia afirma que, el Verbo es desde el principio y es Dios: 1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios (Jn. 1:1). El verso no dice que el Verbo existe a partir de un tiempo determinado, ni que fue creado. Solo afirma que Él es desde el principio. Él es coexistente con el Padre desde el principio: 2 Este era en el principio con Dios (Jn. 1:2). El Verbo es la Palabra por la cual fueron hechas todas las cosas: 3 Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho (Jn. 1:3). En la revelación de Juan, cuando ve a Jesús retornar a la tierra, le reconoce con su nombre eterno, el Verbo de Dios: 13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS (Ap. 19:13). b. Jesús, el Salvador del mundo Es tan poderoso el nombre de Jesús que, aunque una persona clame al Padre para salvación, sería remitido a Jesús, porque el Padre le dio toda potestad para salvar. Por 8 JESÚS esa razón los judíos de religión quedaron condenación, por rechazar a Jesús como Salvador: bajo 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios (Jn. 3:18). Cornelio practicaba la religión judía, pero Dios le dijo que llamara a Pedro para que le explicara el evangelio para que fuera salvo (Hch. 11:14). El judaísmo y la Ley no le bastaron a Cornelio para ser salvo, él debió creer en Jesús como salvador. Pedro le predicó el Evangelio diciendo: 36 Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos. 37 Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan: 38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. 39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero (Hch. 10:36-39). 9 NOMBRE sobre todo Nombre II. EL ÁNGEL DEL PACTO a. Jesús es coexistente con el Padre y el Espíritu Santo El Dios de la Biblia se ha dado a conocer como un Dios trino en su manifestación al mundo. Desde el principio de la creación esta revelación está implícita en la Biblia. Cuando se relata la creación del ser humano, la Biblia señala que Dios dijo, “hagamos” (plural) en una clara alusión a las tres personas de la trinidad: 26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza (Gn. 1:26 a). Implica que Jesús como Dios es preexistente, no existe a partir de su nacimiento en la tierra; sino que es coeterno y coexistente con el Padre y el Espíritu Santo, quien al principio también participa de la creación: 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas (Gn. 1:2). 10 JESÚS b. Jesús es preexistente En las escuelas teológicas el tema de la revelación de Jesús en el Antiguo Testamento es muy debatida. Si bien, no hay una manifestación de Cristo encarnado en el Antiguo Testamento por razones obvias, a saber: No había nacido en un cuerpo humano; sino, hasta que le concibe María. También, es cierto que la trinidad divina: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo es un solo Dios preexistente. Eso implica que Jesús, como el Hijo de Dios, participa activamente con el Padre y el Espíritu Santo no solo en la obra de la creación, también en todo el plan de redención para la humanidad desde el principio (Gn. 1:26, 11:7). En los breves pasajes que se han señalado anteriormente, se nota a la trinidad divina obrando conjuntamente en la creación de los cielos y la tierra. Eso implica que Dios, en sus tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo ha estado activo durante todo el plan divino para la humanidad. Solamente que Jesús no había sido encarnado. Es claro que Jesús es eterno en el pasado y en el futuro, pues en la eternidad no existe el tiempo. 11 NOMBRE sobre todo Nombre c. El Ángel de Jehová Hay algunos pasajes del Antiguo Testamento que hacen alusión a “el Ángel de Jehová” y que son manifestaciones del Hijo de Dios, antes de ser manifestado en carne al mundo. No significa que todos los pasajes de ángeles del Antiguo Testamento aluden a Jesús preencarnado; sino, ciertos pasajes específicos que difieren en contenido de los demás. Tampoco es que Jesús sea un ángel común, pero el “Ángel de Jehová”, es uno de sus muchos títulos, pues a Él pertenecen todos los títulos, como señala la Biblia. Para el caso, Jesús es el apóstol y sumo sacerdote de nuestra fe: 1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús (Hb. 3:1). Esto no significa que Jesús sea un apóstol o un sacerdote per sé, son solo títulos que Él posee. Jesús goza de todos los títulos, Él es: a) El Hijo de Dios (Lc. 1:35), que alude a su divinidad. b) El Hijo del hombre (Mt. 9:6), que alude a su humanidad y nacimiento de una mujer. c) El Rey de reyes y Señor de señores (1 Ti. 6:15), que alude a su gobierno sobre los gobernantes y poderosos del mundo. Así se le puede notar como el ángel de Dios en el pasaje de la zarza: 2 Y se le apareció el Ángel de Jehová 12 JESÚS en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía (Éx. 3:2). Aquí el Ángel de Jehová está juntamente con el Padre y el Espíritu Santo revelándose a Moisés. En un pasaje similar se aparece como un príncipe con una espada: 14 El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo? 15 Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo (Js. 5:14-15). Lo mismo que Dios le dijo a Moisés desde en medio de la zarza, fue lo que el príncipe divino le dice a Josué. Otro dato que lo difiere de las manifestaciones comunes de los ángeles de Dios es que este príncipe permitió la adoración de Josué, mientras que los ángeles de Dios no permiten adoración (Ap. 19:10, 22:8-9). Además, entre sus títulos, Jesús posee el de Príncipe: 4Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria (1 P. 5:4). Jesús es el Príncipe de Paz (Is. 9:6). 13 NOMBRE sobre todo Nombre En el encuentro de Agar con el “Ángel de Jehová” se nota su divinidad y diferencia con los ángeles de Dios: 7 Y la halló el Ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur. 8 Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora. 9 Y le dijo el Ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano. 10 Le dijo también el Ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud (Gn. 16:7). En el verso nueve, el Ángel de Jehová le dio órdenes directas a Agar. En el diez le dice que multiplicará su descendencia, promesa que Dios le dio directamente a Abraham (Gn. 12:2). Ningún ángel tiene el atributo de dar tal promesa, solo el Ángel de Jehová, que alude al Hijo de Dios manifestado en una teofanía, antes de ser encarnado. El pasaje señala literalmente que, el Ángel de Jehová era Dios mismo que hablaba con Agar y llamó a Jehová: “Tú eres Dios que me ve”. 13 Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? (Gn. 16:7-13). 14 JESÚS Cuando Abraham iba a sacrificar a su hijo, el Ángel de Jehová también aparece hablando desde el cielo diciendo, “Por cuanto no me rehusaste tu hijo”: 10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 11 Entonces el Ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único (Gn. 22:10-12). Los ángeles de Dios no hablan a título personal cuando hacen promesas o juramentos (Dn. 12:7; Ap. 10:6), solo son mensajeros que hablan en nombre de Dios. En cambio, aquí el Ángel de Jehová le dice a Abraham: “No me rehusaste tu hijo”. Habla como Dios, no como un mensajero. El Ángel de Jehová fue quien guio al pueblo de Israel en el desierto: 20 He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. 21 Guárdate delante de Él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en Él (Éx. 23:20-21). El único que puede perdonar pecados es Dios. Además, Dios dice que su Nombre está sobre Él. 15 NOMBRE sobre todo Nombre 16 JESÚS Capítulo 2 - EL PLAN ETERNO DE DIOS EN CRISTO _______________________________________________________________ I. EL TESTIMONIO DE JESÚS a. Jesús en el plan eterno de Dios Jesús dijo que las Escrituras dan testimonio de Él: 39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí (Jn. 5:39). Ver, Ap. 19:10. Acerca de la eternidad de Jesús, la Biblia dice: 15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él. 17 Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten (Col. 1:15-17). Dios había preparado de antemano un plan de reunir todas las cosas en Cristo. Al final, todas las cosas quedarían 17 NOMBRE sobre todo Nombre bajo el señorío de Jesús, tanto las que están en el cielo como las de la tierra: 9 Dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra (Ef. 1:9-10). b. El testimonio de las Escrituras Al referirnos al testimonio de las Escrituras, aludimos directamente a todos los profetas que dieron testimonio de Cristo. El Padre dio testimonio de Jesús a través de todos los profetas de la Biblia que anunciaban su llegada. La Biblia dice: 1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí 18 JESÚS mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos (Hb. 11:1-4). Una de las primeras profecías en las Escrituras acerca de Jesús fue la que Dios predijo después de la caída. Esta habla de la enemistad entre Satanás y Cristo. Satanás heriría su calcañar, en alusión a su crucifixión, y Cristo le heriría su cabeza: 15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar (Gn. 3:15). Moisés dio testimonio de Cristo, Jesús dijo: 46 Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él (Jn. 5:46). Moisés escribió una de las grandes profecías acerca de Jesús: 15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis (Dt. 18:15). Enoc dio testimonio de la segunda venida de Cristo: 14 De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares (Jd. 1:14). 19 NOMBRE sobre todo Nombre Dios le prometió a Abraham que en su Simiente (Cristo, Gá 3:16) bendeciría todas las naciones de la tierra: 18 En tu Simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz (Gn. 22:18). Cerca de 700 años antes de que Jesús naciera, el profeta Isaías anunció su nacimiento de una virgen: 14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel (Is. 7:14). Isaías también profetizó detalles de su muerte en la cruz: 3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados (Is. 53:3-5). Cerca de 500 años antes del nacimiento de Cristo, el profeta Zacarías ve a Jesús entrando en Jerusalén, montado sobre un asno: 20 JESÚS 9 Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu Rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna (Zac. 9:9). Juan fue el último profeta en dar testimonio de Jesús: 13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan (Mt. 11:13). Juan fue testigo ocular de la manifestación de Jesús al mundo: 15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo (Jn. 1:15). Dios le había dado señal a Juan acerca de Jesús diciéndole que, sobre quien descendiera el Espíritu Santo en forma de paloma, ese era el Hijo de Dios. Y Juan le reconoció: 32 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre Él. 33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. 34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios (Jn. 1:32-34). 21 NOMBRE sobre todo Nombre c. El testimonio del Padre El Padre dio testimonio de Cristo cuando estuvo en la tierra, hablando desde los cielos: 16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre El. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia (Mt. 3:16-17). Esta es una de las manifestaciones mas lindas de la Trinidad en la tierra, justamente para dar testimonio del Hijo de Dios. Jesús también, usó su autoridad divina e hizo que Elías y Moisés bajaran a la tierra a dar testimonio de Él: 1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 2y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. 3 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él (Mt. 17:1-3). En esta ocasión, los dos representantes más grandes de la Ley y los profetas (Moisés y Elías) descendieron a la tierra para dar testimonio de Jesús y la voz de Dios desde el cielo vuelve a confirmar a Jesús como el Hijo de Dios: 22 JESÚS 5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd (Mt. 17:5). Jesús dijo que el Padre había dado testimonio de Él: 37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, 38 ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis (Jn. 5:3738). En este pasaje Jesús dice que ha escuchado la voz del Padre y que conoce su aspecto, aludiendo a que estuvo en el cielo con Él (Jn. 17:5). Además, afirma que tiene su Palabra morando en Él, con eso confirma su eternidad y divinidad. En otra ocasión dijo: 13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo (Jn. 3:13). En este verso y en esta traducción que es la más común, Jesús dice que está en la tierra y en el cielo a la vez. Esto no sería extraño porque Jesús es uno con el Padre. 23 NOMBRE sobre todo Nombre d. El testimonio del Espíritu Santo La obra más grande del Espíritu Santo en la tierra es dar testimonio de Cristo: 26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí (Jn. 15:26). El Espíritu Santo testifica de Cristo en el cielo y en la tierra: 6 Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. 7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. 8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan (1 Jn. 5:6-8). En los siguientes versos, Jesús habla acerca de la labor del Espíritu Santo como testigo suyo en la tierra y de la unidad de la trinidad en el propósito eterno en Cristo: 13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 24 14 El me JESÚS glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber (Jn. 16:13-15). 25 NOMBRE sobre todo Nombre 26 JESÚS Capítulo 3 – LA MANIFESTACIÓN DEL HIJO DE DIOS _______________________________________________________________ I. EL VERBO HECHO CARNE a. Divinidad y humanidad de Jesús Cristo es preexistente y coeterno juntamente con el Padre, pero se dio a conocer como el Hijo de Dios, en su manifestación al mundo. Así lo anunciaba la promesa dada a María: 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre (Lc. 1:31-32). En cuanto a su humanidad, Jesús fue concebido en el vientre de María, pero no intervino ningún hombre. Él fue concebido divinamente por obra del Espíritu Santo: 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios (Lc. 1:35). Este milagro de ser concebido por obra del Espíritu Santo en el vientre de una virgen es exclusivo de Jesús como Hijo 27 NOMBRE sobre todo Nombre de Dios: 14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel (Is. 7:14). En Jesús se revelan dos naturalezas, la divina y la humana, así lo advertían las profecías: 13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de Él. 14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido (Dn. 7:13-14). En su naturaleza divina, Jesús es el unigénito Hijo de Dios y en su naturaleza humana, es el Hijo del hombre. La generación del tiempo de Cristo, cuestionaban su naturaleza divina y humana a la vez. Jesús les dijo: 10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): 11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa (Mr. 2:10-11). Jesús mostró constantemente su naturaleza divina cuando estuvo en la tierra, perdonando pecados y 28 JESÚS haciendo milagros; pero, a la vez mostró su naturaleza humana. Como Dios es todopoderoso, pero como humano estaba sujeto a las limitaciones del cuerpo humano: a) Él sufrió sed, Jn. 19:28. b) se cansaba y angustiaba, Jn. 4:6; Mt. 26:38. c) lloraba como todo ser humano (Jn. 14:35). b. Manifestaciones de la divinidad de Jesús Desde el momento que el Hijo de Dios se encarna queda sujeto a todas las limitaciones de un cuerpo humano. No obstante, Jesús demostró su divinidad cuando estuvo en la tierra. En una ocasión Jesús mandó a sujetar a los vientos y las aguas y la naturaleza le obedeció: 24 Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: !Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza. 25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen? (Lc. 8:24-25). En otra ocasión, Jesús caminó sobre las aguas ante el asombro de sus discípulos: 25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 26 Y 29 los discípulos, viéndole NOMBRE sobre todo Nombre andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !Tened ánimo; yo soy, no temáis! (Mt. 14:25-27). El hecho más relevante acerca de la divinidad de Jesús, fue su resurrección de entre los muertos. El ángel dijo: 6 No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, 7 diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día (Lc. 24:6-7). Jesús dijo que, nadie le quitaba la vida; si no, que Él la ponía voluntariamente y volvía a tomar: 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre (Jn. 10:17-18). En sus enseñanzas, Jesús afirmó ser la vida y lo confirmó con su resurrección. Por tanto, nadie puede matar la vida: 25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá (Jn. 11:25). 30 JESÚS Capítulo 4 – EN MI NOMBRE _______________________________________________________________ I. JESÚS, NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE a. Revelación del Nombre de Jesús Jesús tenía poder para perdonar pecados, antes de morir en la cruz. Esto habla de su naturaleza divina: 5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. 6 Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: 7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? (Mr. 2:5-7). Jesús les dio autoridad a sus discípulos para echar fuera demonios y sanar a los enfermos en su Nombre: 5 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia (Mt. 10:5). 31 NOMBRE sobre todo Nombre Los discípulos se asombraron que solo al pronunciar el nombre de Jesús, los demonios se les sujetaban: 17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre (Lc. 10:17). Jesús les dijo que Él había visto caer a Satanás como un rayo a la tierra: 18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo (Lc. 10:17). Quizás esa fue una alusión a su divinidad y preexistencia. Él les reveló que vio la caída de Satanás desde el cielo. Para Jesús no fue ningún asombro que los demonios se sujetaran en su Nombre, pues aún los demonios le reconocían cuando estuvo en la tierra, porque ellos fueron ángeles y le vieron cuando estuvieron en el cielo: 7Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. 8 Porque le decía: Sal de este 9Y le preguntó: ¿Cómo te hombre, espíritu inmundo. llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. 10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región (Mr. 5:7-10). Para los discípulos de Jesús fue de gran asombro que al pronunciar su Nombre los demonios se les sujetaran. Jesús les dijo que les daba poder sobre toda fuerza de Satanás: 32 JESÚS 19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos (Lc. 10:19-20). Todavía es asombroso saber que los cristianos vencen al mundo y a Satanás solo con su fe en el nombre de Jesús. b. Jesús, Nombre sobre todo nombre El nombre de Jesús tiene toda potestad. Él es adorado en el cielo, exaltado en la tierra y temido en el infierno. Su Nombre es sobre todo nombre: 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre (Fil. 2:5-11). Jesús abrió una vía de libre acceso para que sus hijos entren al mismo cielo y puedan gozar de perfecta comunión con el Padre. 33 NOMBRE sobre todo Nombre La Biblia dice: 19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios (Hb. 10:19-21). Jesús es el único camino al Padre (Jn. 14:6); Él es la puerta para entrar al cielo (Jn. 10:9). Así como humanamente los cristianos cargamos la cruz de Cristo cada día que vivimos sobre la tierra (Gá. 2:20); espiritualmente estamos sentados juntamente con Él en los lugares celestiales: 6Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús (Ef. 2:6). Jesús se ha sentado a la diestra del Padre y gobierna sobre toda autoridad espiritual y humana: 20 La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero (Ef. 1:20-21). 34 JESÚS c. Creer en Jesús y en el poder de su santo Nombre Si bien, la única vía de salvación es creer en Jesús como salvador, nuestra fe práctica debe conducirnos a creer que Jesús es capaz de obrar a nuestro favor en cualquier circunstancia. Eso significa poner por obra nuestra fe. Aunque el nombre de Jesús es todopoderoso, solo puede actuar en favor de los que creen en su poder para obrar milagros. Uno de los pasajes reveladores de que no basta creer en Jesús como salvador para ver milagros, es la promesa que Jesús le hizo a sus discípulos, cuando apareció resucitado. Él dijo: 17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán (Mr. 16:1718).1 1 Estudiosos de la Biblia afirman que este pasaje (Mr. 16:14-19) no aparece en algunos de los manuscritos más antiguos, aunque en otros sí aparece. Este argumento se pudiera utilizar para justificar la incredulidad de algunos cristianos que parecen más enfocados en negar el poder de Dios que en decir amen a la Biblia. No obstante, este pasaje en nada contradice lo que la Biblia revela acerca del poder de Dios para obrar en favor de sus hijos. Las promesas descritas en este pasaje están evidenciadas en innumerables pasajes adicionales del contexto bíblico, en nada contradicen lo que la Biblia enseña acerca del poder de Dios. 35 NOMBRE sobre todo Nombre Quizás éste sea uno de los pasajes más citados por aquellos cristianos que han experimentado el poder de Dios en sus vidas. Pero, usualmente se comete un error al leer este pasaje. Los cristianos tienden a leerlo de corrido, sin hacer la pausa donde hay dos puntos: “Y estas señales seguirán a los que creen(:)en mi nombre”. Hay un error en la lectura, lo cual se debe leer como está escrito: Y estas señales seguirán a los que creen:, aquí hay dos puntos y hay que detenerse, antes de continuar. ¿Por qué eso es importante? Por el contexto sabemos que Jesús le está hablando a sus apóstoles, y ellos ya creen en su Nombre. Entonces, ¿por qué dice estas señales seguirán a los que creen? Porque Jesús sabía que habría cristianos que, aunque creen en Él como su salvador, serían incrédulos de su poder (Mt. 16:14). Tal como Tomás, el apóstol (Jn. 20:27). Por eso Jesús dice: Y estas señales seguirán a los que creen. Porque los milagros no son para todos los cristianos, sino para los que sean capaces de creer en su poder. Se supone que todos los cristianos crean, pero en la realidad hay mucha incredulidad. La escritura dice: Y estas señales seguirán a los que creen:, hace una pausa. Luego de creer, dice: En mi nombre echarán fuera demonios. 36 JESÚS Toda esta explicación sirva para afirmar que, si bien, Jesús es el salvador de la humanidad, esa salvación sólo es efectiva a quien la recibe, pues Dios respeta la libre voluntad del ser humano. Lo mismo, Jesús es sanador y libertador, pero esas manifestaciones de sanidad y liberación solo la verán los cristianos que crean al poder de su santo Nombre. Lo único que Jesús requería para hacer milagros en la gente cuando estuvo en la tierra, era su fe: 23 Jesús posible. le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es 24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad (Mr. 9:2324). 37 NOMBRE sobre todo Nombre 38 JESÚS Capítulo 5 - EN EL NOMBRE DE JESÚS _______________________________________________________________ I. JESÚS EL SALVADOR a. El poder de su Nombre En los tiempos de Jesús el nombre de alguien importante estaba revestido de gran autoridad. Los reyes y poderosos daban órdenes en sus nombres, a veces estampados en sellos y al mencionar sus nombres todos debían obedecer (Lc. 2:1). Así era de importante un nombre. Ese es el conocimiento que debemos tener al conocer el nombre de Jesús, saber el poder que hay en su nombre y la autoridad que nos ha sido delegada como Iglesia: 22 Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (Ef. 1:22-23). El nombre de Jesús es tan poderoso que trasciende el tiempo y el espacio. Toda autoridad le pertenece a Jesús. 39 NOMBRE sobre todo Nombre Creer o no en Jesús es lo que determina la salvación o la condenación eterna: 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Jn. 1:12). 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios (Jn. 3:18). Conocer el nombre de Jesús no se trata de saber las letras que forman su nombre, ni siquiera es pronunciarlo, se trata mas bien de tener revelación de lo que encierra su poderoso Nombre. El Apóstol Pablo oraba para que los cristianos tuvieran revelación en el conocimiento del poder del glorioso nombre de Jesús: 15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha 40 JESÚS llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, (Ef. 1:15-19). Cuando un cristiano sabe por revelación divina quien es Jesús (Mt. 11:27), tiene acceso a su poder para vencer al mundo, a los hombres, a Satanás y sus demonios. Creer en el nombre de Jesús, es estar convencidos de que a Él le pertenece toda autoridad en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Por tanto, es estar seguros de su gran amor y poder para protegernos de todo mal y darnos victoria en nuestro peregrinaje por este mundo. b. En su Nombre No hay otro nombre bajo el cielo más poderoso que el nombre de Jesús. Hoy más que nunca que ha resucitado y se ha sentado a la diestra del Padre: 20 La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; 22 y 41 NOMBRE sobre todo Nombre sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (Ef. 1:20-23). Cuando Jesús resucitó y apareció a sus discípulos les dio autoridad sobre toda fuerza del mal y les mandó actuar en su glorioso Nombre: 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén (Mt. 28:18-20). Jesús dijo que, mayores cosas que las que Él hizo haríamos en su Nombre: 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si pidiereis en mi nombre, yo lo haré (Jn. 14:12-14). 42 algo JESÚS Jesús dijo que, los que sean capaces de creer, verán el poder de su nombre manifestado en sus vidas: 17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán (Mr. 16:1718). c. El poder de Su Palabra Jesús sustenta todas las cosas con el poder de su Palabra: 3 El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas (Hb. 1:3). En su regreso a la tierra, Juan ve a Jesús con una espada en su boca que representa el poder de su Palabra: 15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso (Ap. 19:15). 43 NOMBRE sobre todo Nombre Cuando Jesús estuvo en la tierra dio órdenes con su Palabra y fueron obedecidas. En una ocasión maldijo una higuera y ésta se secó ante el asombro de sus discípulos: 18 Por 19 Y la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera. 20 Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera? (Mt. 21:18-20). En otra ocasión Jesús solo dio la orden y el criado de un centurión fue sanado a la distancia por el poder de su Palabra: 8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. 13 Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora (Mt. 8:8 y 13). En otro caso similar, Jesús envió su palabra a la distancia y el hijo de un hombre importante fue sanado: 49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. 50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. 44 JESÚS 51 Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive (Jn. 4:49-51). Este hombre quiso comprobar a qué hora había sido sanado su hijo y le respondieron que el día anterior a las siete. Él confirmó que, a esa misma hora, Jesús había dado la orden de sanidad para su hijo: 52 Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre. 53 El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa (Jn. 4:52-53). d. Jesús es la puerta para entrar al cielo Desde que Jesús tomó toda autoridad en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, todo lo que hacemos los cristianos debe ser hecho en Su nombre. Jesús dijo: 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi Nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi Nombre, yo lo haré (Jn. 14:13). Toda oración y acción del cristiano debe ser hecha en el nombre de Jesús: 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra 45 NOMBRE sobre todo Nombre o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él (Col. 3:17). Es únicamente por medio de Jesús que podemos acercarnos al Padre. Él ve la sangre de Jesús sobre sus hijos para que podamos gozar de comunión con Él. De lo contrario, nuestro pecado no lo permitiría: 19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21 y sacerdote sobre la casa de Dios, corazón sincero, en plena teniendo un gran 22 acerquémonos certidumbre de con fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura (Hb. 10:19-22). 46 JESÚS II. PROPIEDAD DEL NOMBRE DE JESÚS a. El privilegio de ser cristiano Cristiano significa seguidor de Cristo. Además, implica ser propiedad de Jesús. Al ser propiedad de Jesús, todo lo que atañe al cristiano, alude directamente a Jesús. Él se lo toma personal, sea bueno o sea malo. Él dijo: 41 Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa (Mr. 9:41). Jesús dijo que el que recibe a un niño por cuanto son de Él, lo recibe a Él: 36 Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo: 37 El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió (Mr. 9:36-37). Todo lo bueno que la gente haga por los cristianos se lo hacen directamente a Jesús. Él dijo: 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De 47 NOMBRE sobre todo Nombre cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis (Mt. 25:37-40). Todo lo malo que la gente haga en contra de los cristianos, se lo hacen a Jesús. Él dijo: 44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis (Mt. 25:44-45). La Biblia dice que los hijos de Dios estaremos identificados con el nombre de Jesús, como propiedad de Él por la eternidad, que será un nombre nuevo; tanto el de Jesús como el nuestro (Ap. 2:17, 19:12): 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo (Ap. 3:12). 48 JESÚS Capítulo 6 – JESÚS RESUCITADO Y GLORIFICADO _______________________________________________________________ I. ¿DÓNDE ESTA MUERTE TU AGUIJÓN? a. Jesús venció a la muerte por medio de su muerte La gran victoria de Jesús no estriba totalmente en que fue a la cruz para dar su vida por la humanidad, porque todos los seres humanos mueren. Su gran victoria estuvo en su resurrección, pues pudo vencer a la muerte. Por esa razón era necesario que Jesús se encarnara o viniera al mundo en un cuerpo humano, pues solo así sería legítima su victoria sobre la muerte. Jesús debía vencer a la muerte por medio de su muerte y resurrección: 14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo (Hb. 2:14). La victoria de Cristo sobre la muerte es nuestra victoria: 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? (1 Co. 15:55). 49 NOMBRE sobre todo Nombre La muerte reinó en la humanidad hasta la victoria de Jesús en la cruz. Ahora cada persona puede decidir librarse de la muerte eterna, si recibe a Jesús como su salvador personal: 21 Para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro (Ro. 5:21). Jesús descendió hasta el mismo infierno para dar testimonio de su victoria: 18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua (1 P. 3:18-20). Jesús bajó hasta el infierno y se levantó victorioso hasta lo sumo de los cielos: 9Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió, es el mismo que también 50 JESÚS subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo (Ef. 4:9-10). Jesús descendió en espíritu a lo profundo de la tierra y tomó las llaves del infierno y de la muerte: 18 Y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades (Ap. 1:18). Por esa razón, la Biblia testifica constantemente que Jesús reina en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Porque en las profundidades de la tierra está el infierno: 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un Nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre (Fil. 2:9-11). b. Jesús apareció resucitado Después de su resurrección, Jesús traspasó las paredes y apareció dentro de la casa donde estaban reunidos sus discípulos: 51 NOMBRE sobre todo Nombre 19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. 20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor (Jn. 20:19-20). No obstante, no había sido glorificado, por esa razón no se dejó tocar de María cuando le vio resucitado: 16 Jesús le dijo: !María! Volviéndose ella, le dijo: !Raboni! (que quiere decir, Maestro). 17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios (Jn. 20:1617). En otra ocasión, Jesús volvió a aparecer a sus discípulos y le dijo a Tomás que metiera sus dedos y manos en sus heridas. Obviamente, Tomás no las metió porque Jesús no había sido glorificado aún. Jesús solo repitió las palabras de incredulidad que Tomas les había dicho a los demás discípulos que ya le habían visto: 26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a 52 JESÚS vosotros. 27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y 28 Entonces no seas incrédulo, sino creyente. Tomás respondió y le dijo: !Señor mío, y Dios mío! 29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron (Jn. 20:26-29). La Biblia dice que, Jesús incluso, comió con sus discípulos, después de resucitar: 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. 40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. 41 Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? 42 Entonces dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. le 43 Y él lo tomó, y comió delante de ellos (Lc. 24). c. Jesús glorificado Uno de los testimonios mas tempranos acerca de Jesús ya glorificado, fue cuando se le apareció a Pablo cuando iba rumbo a Damasco. Pablo escuchó su potente voz y quedó ciego por tres días a causa de la gloria de Jesús (Hch. 9:353 NOMBRE sobre todo Nombre 9). Pero, un testimonio aún más poderoso acerca de Jesús glorificado en la Escrituras es cuando se le aparece glorificado a Juan en la Isla de Patmos: 13 Y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; 15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. 16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza (Ap. 1:13-16). Juan quedó asombrado al ver a Jesús lleno de gloria. Él le había conocido en su humana y débil condición cuando estuvo en la tierra, ahora le ve como el Todopoderoso: 1. Un cinto de oro en su pecho. El cinto de oro habla de su autoridad y realeza sacerdotal. Los sacerdotes vestían un cinto de oro (Éx. 28:8). 2. Cabellos blancos como la nieve. El cabello blanco de Jesús habla de la plenitud de su sabiduría y conocimiento. 54 JESÚS 3. Ojos como llama de fuego. Los ojos son la lampara del cuerpo (Mt. 6:22). Los ojos de Jesús dicen que Él es la Verdad (Jn. 14:6). A los ojos de Jesús no se esconde nada, su luz revela la verdad de todas las cosas. 4. Pies como bronce refulgente. El bronce habla de su gran fortaleza y la firmeza de sus pasos. 5. Voz como un trueno. Cuando alguien tiene un nombre poderoso, su voz es escuchada atentamente y hace temblar a los que oyen. Jesús tiene un Nombre que es sobre todo nombre; por tanto, su voz es la más poderosa de todas. 6. Una espada de doble filo en su boca. La espada representa el poder de su palabra con la que sujeta todas las cosas. La espada de doble filo habla de su amor y su justicia. Si se le acepta puede dar vida, pero si se le rechaza condena. 7. Su rostro como el sol. La luz del rostro de Jesús habla de su justicia (Mal. 4:2). d. El retorno glorioso de Jesús a la tierra Jesús vino la primera vez como Cordero, pero vuelve como León. En su primera venida fue humillado, en su segunda viene a reinar con poder sobre la tierra. 55 NOMBRE sobre todo Nombre El profeta Habacuc dice que la gloria de Jesús cubrirá todo el universo en su segunda venida: 3 Dios vendrá de Temán, y el Santo desde el monte de Parán. Selah. Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza. 4 Y el resplandor fue como la luz; rayos brillantes salían de su mano, y allí estaba escondido su poder (Habacuc 3:3-4). En su segunda venida, la gloria de Cristo cubrirá todo el universo y alumbrará hasta el mismo infierno: 7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. (Ap. 1:7). Al decir que le verán hasta los que le traspasaron, significa que su gloria alumbrará hasta el mismo infierno. Los discípulos de Cristo le vieron ascender al cielo en una nube desde el monte de los olivos: 9Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos (Hch. 1:9). También se les prometió que, asi mismo regresaría a la tierra: 10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 56 11 los cuales JESÚS también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo (Hch. 1:10-11). Jesús regresará en una nube a la tierra (Ap. 1:7), y sus poderosos pies pisarán el monte de los olivos y éste se partirá en dos, creando un gran valle: 4 Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur (Zc. 14:4). 57 NOMBRE sobre todo Nombre 58 JESÚS Capítulo 7 – ALGUNOS TÍTULO Y NOMBRES DE JESÚS _______________________________________________________________ I. JESÚS, EL SALVADOR a. La divinidad y la humanidad de Jesús A continuación, se explican algunos de los títulos relevantes de Jesús, y su trasfondo en las Escrituras. Todos los títulos del universo le pertenecen a Jesús y no sabremos cuantos existan. Los siguientes se explican someramente, para tener una idea de los más comunes usados en la Biblia. Algo importante acerca del nombre de Jesús en este libro, es afirmar que sus títulos terrenales los obtuvo como Jesucristo hombre; pero, Jesús en su divinidad es Dios eterno. Hay sectas que reconocen a Jesús como: Rey, Señor, Salvador, Mediador, Sacerdote, Juez, etc., pero en el fondo niegan que Jesús sea divino. Las sectas de línea judaizante, piensan erradamente que solo el Padre es Dios. Esto se debe a que confunden estos títulos terrenales de Jesús cuando se usan en la Biblia para referirse a su humanidad e ignoran su divinidad. Jesús fue humano al encarnarse, pero siempre fue divino. Si solo se ve a los títulos terrenales de Jesús, podemos cometer el error de dejar de lado su divinidad. Para el caso, La Biblia dice que: 59 NOMBRE sobre todo Nombre 1. Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres: 5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (1 Ti. 2:5). Este título de Mediador, es solo para afirmar que ni Moisés, ni Abraham, pueden guiar al cielo. Solo Jesús. Si no se afirmara esa verdad, los hombres buscarían otros mediadores para entrar en el reino de los cielos. Pero, Mediador es solo un título que Jesús ganó, relacionado a su condición como el único que puede mediar entre Dios y los hombres. No obstante, en su divinidad, Jesús es Dios Eterno. 2. Otro ejemplo, es que la Biblia dice que todo lo que pidamos al Padre lo debemos hacer en el nombre de Jesús: 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré (Jn. 14:13-14). Pedir al Padre en el nombre de Jesús, les hace creer a los judaizantes que Jesús es menos que el Padre. Ignorando que, Jesús obtuvo un nombre que es sobre todo nombre en la tierra. No hay nombre en que podamos invocar a Dios desde la tierra. Pero, ese es solo un título de superioridad de Jesús, sobre todo nombre. No obstante, Jesús es Dios Eterno. 3. En muchas ocasiones, como en la anteriores, la Biblia se refiere a Jesús en relación a sus títulos que alcanzó en su humanidad, pero no se refiere a su humanidad. En otros casos, mientras Jesús estuvo en su humanidad en 60 JESÚS la tierra, habló como Dios, no como hombre. En una ocasión, Felipe le dijo a Jesús que le mostrara al Padre para creer que Él era el Mesías. Jesús le respondió: 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? (Jn. 14:8-9). En este pasaje se puede notar que Jesús no está hablando como humano, si no en su divinidad. Se debe hacer la diferencia cuando la Biblia se refiere a la parte humana y a la divina de Jesús, para no caer en el error de los judíos, quienes negaron la divinidad de Jesús. 4. En otra ocasión, Jesús se refirió a que Él estaba en el cielo, aun estando en la tierra: 13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo (Jn. 3:13). Parece contradictorio que Jesús dijera que estaba en el cielo, aun estando aquí en la tierra. La razón es que Él se refería a su divinidad, en la cual es uno con el Padre y el Espíritu Santo. Jesús vino a la tierra en forma humana para salvar a la humanidad, pero en su divinidad siempre fue, es y ha sido, Dios Eterno. 5. A continuación, Jesús pareciera contradecir lo que dijo anteriormente, al decir que el Padre, es mayor que Él: 28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, 61 NOMBRE sobre todo Nombre porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo (Jn. 14:28). Si Jesús le dijo a Felipe que, El y el Padre son UNO ¿Por qué ahora dice que el Padre es mayor que Él? La respuesta es sencilla. Es porque en esta ocasión, Jesús no está hablando en su divinidad, como Dios Eterno; sino en su humanidad, como Jesucristo hombre. 6. Los siguientes pasajes muestran la divinidad de Jesús: 6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz (Is. 9:6). Este pasaje afirma que, Jesús es Padre Eterno. En el siguiente verso se afirma que Dios es Trino. Un solo Dios, en tres personas: 7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son UNO (1 Jn. 5:7)2. b. Etimología del nombre de Jesús El nombre de Jesús deriva del hebreo Yeshuah, que significa Yahveh salva. Por lo cual Jesús, significa Salvador. No hay necesidad de pronunciar el nombre en hebreo, se debe pronunciar en español. 2 Algunas sectas han borrado este verso de la Biblia, para su propia perdición. 62 JESÚS Algunos judaizantes se obsesionan con el uso del idioma hebreo y quieren obligar a los cristianos a que pronuncien los nombres y toda la biblia en hebreo. Incluso, para ridiculizar otros idiomas le buscan significados literales en hebreo a las traducciones, lo que termina en absurdas aberraciones. Eso sería igual a que escucháramos una palabra hebrea y la juzgáramos por el sonido en nuestro propio idioma. Es un absurdo. Para el caso, la palabra hebrea bereshit al inicio del Génesis pudiera sonar como una mala palabra muy conocida en inglés. Obviamente, no fue dada para ser oída en inglés, sino en hebreo. Asimismo, los judaizantes usan este pobre argumento para obligar a los ingenuos a usar el hebreo. Los judaizantes creen erradamente, que el hebreo es un idioma sagrado, pero el hebreo es solo el idioma en que Dios le habló a los judíos porque era el que entendían. Si las traducciones no existieran nadie habría sido salvo en el mundo, pues ¿si no oyen, como creerían? (Ro. 10:14). c. Origen del nombre de Jesús Antes de nacer Jesús, el ángel le dijo a María que su nombre era Jesús, que significa Salvador: 21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados (Mt. 1:21). 63 NOMBRE sobre todo Nombre Era importante que Dios le diera el nombre a María porque en Israel era común que a los hijos se les diera el nombre de sus parientes (Lc. 1:59:63). Israel había sido esclavizado durante mucho tiempo y Dios había levantado caudillos que les libertaron por cierto tiempo, pero Dios prometió un salvador perenne y a esa liberación hace alusión el nombre de Jesús como salvador. Isaías profetiza acerca de Jesús como libertador diciendo: 1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel (Is. 61:1). 1. EMANUEL Inmediatamente que el ángel le da el nombre de Jesús a María, el escritor resalta que era en cumplimiento a la profecía de Isaías acerca de Jesús: 23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros (Mt. 1:23). El nombre de Emanuel dado a Jesús es en alusión a su encarnación. Es decir, que Dios descendió del cielo para habitar entre los hombres. Emanuel, significa Dios con nosotros. Este título es muy importante, pues habla de la divinidad de Jesús, es decir, 64 JESÚS que Jesús es Dios juntamente con el Padre y el Espíritu Santo. Desde la iglesia primitiva, hasta hoy día, la divinidad de Jesús ha sido atacada de diferentes flancos. Negar esta doctrina, es causa de condenación eterna. Una de las profecías más esperadas por Israel es cuando se ve a Jesús en las nubes, juntamente con el Padre: 13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un Hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él (Dn. 7:13). Este verso habla de la divinidad de Jesús. La Biblia confirma que Jesús ascendió al cielo en una nube: 9Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos (Hch. 1:9). Juan vio cumplida esa visión en el cielo, después de la ascensión de Jesús al cielo: 6Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. 7 Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono (Ap. 5:6-7). 65 NOMBRE sobre todo Nombre La Biblia afirma que Jesús es uno con el Padre. En el siguiente verso a Jesús se le llama Padre Eterno: 6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz (Is. 9:6). Jesús le afirmó a Felipe que, Él es uno con el Padre: 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras (Jn. 14:7-11). La Biblia afirma que, Dios es uno en tres personas: 7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno (1 Jn. 5:7). Todo esto sirva para reafirmar la divinidad de Jesús, que es Dios juntamente con el Padre. La mayoría de sus títulos 66 JESÚS terrenales están relacionados con su señorío sobre la tierra, pero Jesús es Dios Eterno con el Padre y el Espíritu Santo. Él tiene toda potestad en el cielo y en la tierra: 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra (Mt. 28:18). 2. JESÚS, EL HIJO DE DIOS Cuando la Biblia se refiere a Jesús, como el Hijo de Dios, alude a su divinidad. Significa que, antes de encarnarse, Jesús ya es prexistente y eterno. A eso se refiere el título de Hijo de Dios. Los demonios reconocieron a Jesús como el hijo de Dios cuando le vieron en la tierra porque le habían visto en el cielo, pues ellos son ángeles caídos: 29 Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo? (Mt. 8:29). El nombre de Hijo de Dios dado a Jesús es en referencia a su preexistencia y divinidad. 3. JESÚS, EL HIJO DEL HOMBRE Si bien, el título de Hijo del hombre hace alusión a la parte humana de Jesús. También es cierto que alude a un ser humano y divino a la vez. El concepto que los judíos tenían acerca del Hijo del hombre no era el común que se refiere a un hijo de cualquier ser humano. Mas bien se refiere a un título divino de ese ser humano que es divino a la vez. 67 NOMBRE sobre todo Nombre La profecía acerca del Hijo del hombre viniendo en las nubes era una de las más conocidas y esperadas en Israel con relación al Mesías. Es de suponer que este hijo del hombre era Dios mismo, pues podía cabalgar sobre las nubes (Nh. 1:3). Daniel dice: 13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un Hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido (Dn. 7:13-14). Es de maravillarse que un hombre pueda usar las nubes como su vehículo, por eso Jesús como Hijo del Hombre es divino, diferente a todos los hombres comunes. Jesús en muchas ocasiones se refirió, asimismo, como el Hijo del Hombre, pues era un título, no un nombre. Cuando Jesús estaba ante el sumo sacerdote, éste le preguntó en nombre de Dios, si Él era el Hijo de Dios (Mt. 26:63). Jesús le citó la misma escritura de Daniel acerca del Hijo del Hombre: 64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo (Mt. 26:64). 68 JESÚS Los sacerdotes judíos conocían bien ésta escritura y se llenaron de ira contra Jesús acusándole de blasfemia, pues por primera vez Él se atrevía a decir que era el Hijo del hombre descrito por Daniel, al señalar que le verían sentado a la diestra del Padre y viniendo sobre las nubes. 4. JESÚS, EL HIJO DE DAVID En la Biblia a Jesús se le llama Hijo de David con relación a su descendencia. Dios le prometió a David que su reino no tendría fin: 16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente (2 S. 7:16). David, como hombre murió, pero la promesa de un reino eterno se cumpliría en Jesús el Mesías (Lc. 1:32), descendiente de David (Mt. 1:1, 20; Ro. 1:3). Esta profecía acerca del hijo de David era conocida y esperada en Israel. Por esa razón preguntaron: 23 Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? (Mt. 12:23). 5. JESÚS, EL PAN DE VIDA A causa del pecado la humanidad completa quedó bajo muerte espiritual. Jesús dijo que Él es el verdadero pan (espiritual) que le imparte vida a la humanidad: 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás (Jn. 6:35). 69 NOMBRE sobre todo Nombre Jesús dijo que el maná solo era un símbolo de esa verdadera vida que Él imparte al que, en sentido simbólico, come de su carne al aceptar la salvación por medio de la ofrenda de su cuerpo: 32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo (Jn. 6:32-33). La muerte de Jesús se convirtió en vida para la humanidad. Al aceptar la salvación por medio de su sacrificio, participamos simbólicamente de su carne: 24 Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí (1 Co. 11:24). El alimento físico es lo primordial para sostener la vida del ser humano. Asimismo, el alimento espiritual es el que sacia el hambre del alma. Jesús dijo: 4 Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mt. 4:4). Jesús dijo que Él es el verdadero pan del cielo que da vida a la humanidad: 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. 58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y 70 JESÚS murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente (Jn. 6:51, 58). 6. JESÚS, EL AGUA DE VIDA El agua es vital para la vida física, pero también el alma sufre de sed espiritual. Jesús también dijo que, Él es el agua que da vida al ser humano: 14 Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna (Jn. 4:14). El ser humano tiene una sed espiritual insaciable desde que se separó de Dios a causa del pecado y procura saciarla con los placeres de este mundo. Jesús es el único que puede saciar la sed del alma, porque es sed espiritual. Ese es el simbolismo de la roca que golpeó Moisés de la cual salieron aguas: 11 Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias (Nm. 20:11). Jesús es la roca que brota agua viva. Esta agua fluye en el interior del cristiano y le convierte en una fuente que salta hasta la vida eterna: “sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. 71 NOMBRE sobre todo Nombre 7. JESÚS, EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA A. EL CAMINO Desde que el ser humano se apartó de la senda de comunión con su Creador, procura encontrar el camino correcto para retornar a la paz con Dios. Esto ha causado que mas veredas incorrectas aparezcan prometiendo conducir a la vida eterna. La Biblia dice: 25 Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte (Pr. 16:25). Entre tantas promesas fallidas de los hombres y las religiones, Jesús es el único camino que conduce a los brazos amorosos del Padre celestial. Este camino es angosto y son pocos los que transitan por el: 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan (Mt. 7:14). En cambio, el camino de la perdición es ancho porque tiene un abanico amplio de veredas falsas: 13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella (Mt. 7:13). B. LA VERDAD El ser humano procura continuamente encontrar la verdad de cada cosa. Jesús dijo, sin ambages, que Él es la Verdad. Entre tantas mentiras que Satanás (padre de mentira) ha esparcido en el mundo, Jesús dijo: 72 JESÚS 44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira (Jn. 8:44). Jesús murió solo por decir la verdad. Él dijo: 45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis (Jn. 8:45). Jesús no solo habló la verdad, Él es la Verdad y fuera de Él no hay verdad. C. LA VIDA La muerte fue la consecuencia advertida a la primera pareja: 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás (Gn. 2:17). Esta muerte, no solo se remite a lo físico; sino también a una muerte espiritual. Jesús prometió que quien cree en Él, aunque muera físicamente, vivirá eternamente: 25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá (Jn. 11:25). Los judíos creían que la Torá transmitía vida, por sí misma, solo al leerla. Pero, Jesús les dijo que esa vida que ellos procuraban está en Él: 39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida 73 NOMBRE sobre todo Nombre eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; 40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida (Jn. 5:39-40). 8. JESÚS, LA PUERTA DEL CIELO Jesús dijo que Él es la puerta de las ovejas. Este concepto de las ovejas y el pastor era muy conocido para los judíos. Jesús lo usó en diferentes ocasiones para ilustrar sus enseñanzas. Jesús dijo: 7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos (Mt. 10:7, 9). Al decir que Él es la puerta de las ovejas, Jesús representa dos cosas: Una es que Él es la puerta literal para entrar al cielo. La otra, es que las ovejas representan a los cristianos. Quizás esta verdad de que Jesús es la puerta, no la entendamos en su totalidad mientras estemos en la tierra; sino, hasta que entremos por la puerta del cielo. Aunque en este caso, Jesús no se refiere a una puerta física; sino, al hecho de que Él es el único medio para entrar al cielo, también se debe señalar que, tanto el cielo como el infierno, tienen su puerta de entrada. La Biblia habla de las puertas del infierno: 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mt. 16:18). Ver, Is. 38:10. En cuanto a las puertas del cielo, Jesús dijo: 74 JESÚS 14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad (Ap. 22:14). 9. JESÚS, EL CORDERO Y EL LEÓN Jesús es Cordero y León. Como cordero, ofreció su vida por la humanidad, mostrando su gran amor. Como León, Jesús es todo poder y autoridad con la cual regresará a gobernar la tierra. Por tanto, el Cordero representa su amor y el León su justicia. Debemos conocer a Jesús en sus dos facetas: No solo como un Dios de amor, sino como un Dios justo. Dios es amor, pero es fuego consumidor (Hb. 12:29). Un cristiano inmaduro solo conoce a Dios en su faceta de amor; pero, cuando se trata de entender su juicio se enreda y le da pavor. Eso es inmadurez. A. EL CORDERO DE DIOS La Biblia dice que Jesús, es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo: 29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Jn. 1:28). Esta faceta de Jesús como el Cordero de Dios, se refiere al sacrificio de Jesús en la cruz, donde inocentemente, como un cordero. Isaías dice: 75 murió NOMBRE sobre todo Nombre 7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca (Is. 53:7). En el Ley se sacrificaban corderos y su sangre era para remisión de los pecados del pueblo (Lv. 16:18-19). La Biblia dice: 22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión (Hb. 9:18). B. EL LEÓN DE LA TRIBU DE JUDA El león representa la fuerza mayor entre los animales salvajes. Jesús es representado como un poderoso León: 5Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos (Ap. 5:5). La alusión a Jesús como el León de la tribu de Judá, es debido a que estaba escrito que el Mesías saldría de la tribu de Judá. Así profetizó Jacob sobre Judá: 10 No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a Él se congregarán los pueblos (Gn. 49:10). Jesús descendía de la tribu de Judá (Hb. 7:14). 76 JESÚS 10. JESÚS, EL PRINCIPE DE PAZ La paz y la justicia son dos de los anhelos más grandes de la humanidad. Jesús es el Príncipe de Paz y establecerá una justicia perdurable (Dn. 9:24): 6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz (Is. 9:6). A. ADMIRABLE. Jesús fue admirado cuando estuvo en la tierra a causa de su autoridad y sabiduría (Mr. 1:22). Él es admirado en su gloria, cuando Juan le vio glorificado, quedó como muerto: 17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el Primero y el Último (Ap. 1:17). B. CONSEJERO Jesús es el consejero por excelencia. No hay ciencia, sabio o psicólogo que se le iguale. Los grandes fracasos de la humanidad, y aún de los hijos de Dios, suceden porque no 77 NOMBRE sobre todo Nombre pedimos consejo a Dios, antes de tomar cada decisión importante de la vida diaria. C. DIOS FUERTE Al referirse a Jesús como Dios fuerte, reafirma su divinidad y poder. Jesús es Dios fuerte. En todo es Todopoderoso Dios juntamente con el Padre y el Espíritu Santo. D. PADRE ETERNO Es de suma importancia la mención de Jesús en este pasaje como Padre Eterno, pues queda demostrado una vez más que Jesús es eterno y uno con el Padre. En su humanidad Jesús era el Hijo del hombre e invocaba a su Padre, en su divinidad es Padre Eterno. E. PRÍNCIPE DE PAZ Continuamente, los gobernantes de las naciones hacen pactos de paz, pero son fallidos, no se consigue la paz. Solo cuando Jesús regrese a la tierra establecerá la verdadera paz en el mundo. Aun el Anticristo ofrecerá una falsa paz que terminará en una gran tribulación: 3 Que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán (1 Ts. 5:3). A Jesús también se le llama el Príncipe de los pastores: 78 JESÚS 4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria (1 P. 5:4). El título de Príncipe en la Biblia se le atribuye a Jesús para resaltar su autoridad sobre todas las cosas. Es uno más de sus innumerables y soberanos títulos. 11. JESÚS, EL PROFETA La Palabra profeta es muy abarcadora en todo el contexto bíblico y se aplica de diferentes maneras a los hombres y mujeres de Dios en la Biblia (Abraham, Gn. 20:7; Moisés, Dt. 34:10; María, Éx. 15:20), y no solo a los profetas de oficio. Moisés dijo que Dios levantaría un profeta en Israel: 15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis (Dt. 18:46). En esta ocasión no se refiere a cualquier profeta, sino a Jesús, el profeta anunciado por Moisés. Cuando Juan comenzó a bautizar los judíos le preguntaron que, si era el profeta, Juan respondió que no: 21 ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No (Jn. 1:21). 79 NOMBRE sobre todo Nombre La pregunta fue específica: ¿Eres tú el profeta? Se refiere a un profeta en particular, no a cualquiera. Era el que Moisés les había profetizado en las Escrituras y que los judíos esperaban. Juan era profeta, pero no era el profeta anunciado por Moisés. Nuevamente, el título de profeta dado a Jesús es solo para reafirmar la veracidad de sus Palabras. Además, Moisés era figura de Cristo y por eso fue llamado profeta. Por tanto, Moisés les anuncia que Dios levantará un nuevo Moisés (Hb. 3:1-6). 12. JESÚS, APÓSTOL Y SACERDOTE La Biblia menciona que Jesús es, por antonomasia, el apóstol y sacerdote de nuestra fe. El gobierna sobre todo título que se menciona, ya sea secular o espiritual: 1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús (Hb. 3:1). Jesús como apóstol, es el enviado de Dios a la tierra para salvación de la humanidad. Como sumo sacerdote, está a la derecha del Padre y vive para interceder por sus hijos: 80 JESÚS 24 Mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. santo, 26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos (Hb. 7:24-26). 13. JESÚS, EL MAESTRO A los rabinos y maestros judíos les gusta los títulos reverenciales. Los religiosos judíos creen que los rabinos renombrados del judaísmo tienen la última palabra en cuanto a la interpretación de la Ley de Dios. Jesús se opuso a ese concepto errado y dijo que sólo el que había estado en el cielo tiene la correcta interpretación de la Palabra de Dios, pues la misma Ley dice que Dios vendría y les enseñaría. Ese es Jesús: 45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. 46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre (Jn. 6:45-46). 81 NOMBRE sobre todo Nombre Jesús se opone a estos maestros judaizantes que creen tener la última palabra en cuanto a la interpretación del texto sagrado. Jesús prohibió llamarles maestros afirmando que, Él es el único Maestro: 8 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. 10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo (Mt. 23:8-10). Estos maestros no se refieren al ministerio de los maestros de la Iglesia. Jesús se opone a los maestros de la Ley que reclaman tener la verdadera interpretación de las Escrituras. Entre ellos hay cristianos “mesiánicos”. Jesús es el único Maestro que tiene la última palabra y la verdadera interpretación del texto sagrado. Sus enseñanzas están escritas en los Evangelios y en las cartas que escribieron los apóstoles de la iglesia primitiva quienes escucharon sus enseñanzas cuando Él estuvo en la tierra. Jesús refutó constantemente las interpretaciones que los maestros del judaísmo hacían de la Ley. Él dijo: 7 Hipócritas, dijo: 8 Este bien profetizó de vosotros Isaías, cuando pueblo de labios me honra; mas su corazón 82 JESÚS está lejos de mí. enseñando como 9 Pues en vano me honran, doctrinas, mandamientos de hombres (Mt. 15:7-9). Solo el Espíritu Santo puede iluminar al cristiano para entender la Biblia (2 P. 1:21). Los maestros de la Ley se asombraban como Pedro y Juan, siendo hombres del vulgo y sin ser rabinos podían entender las Escrituras: 13 Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús (Hch. 4:13). Eso fue lo que Jesús quiso evitar al desautorizar a los maestros judaizantes, ya sean judíos de religión o cristianos mesiánicos. Ellos quieren obligar a los cristianos a hablar hebreo y a entender el texto a partir de la interpretación y tradición judía. Hablando acerca de los judaizantes, Pablo dice: 4Y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, 5a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros (Gá. 2:5). 83 NOMBRE sobre todo Nombre Al decir que Jesús es el único Maestro de la Iglesia, afirmamos que los demás maestros se remiten a enseñar y confirmar lo que Jesús enseña en la Biblia. Él dijo: 20 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén (Mt. 28). 14. JESÚS, EL SIERVO DE JEHOVÁ Uno de los títulos de Jesús que trata el profeta Isaías, es el siervo sufriente de Jehová. Eso es, el esclavo del Señor. Este título, que no es muy honorífico, hace alusión a la humillación de Jesús y su sometimiento a la voluntad del Padre cuando estuvo sobre la tierra. Isaías dice: 1 He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones (Is. 42:1). Acerca de su humillación Isaías dice: 3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 84 JESÚS 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados (Is. 53:3-5). Jesús dijo que aprendiéramos de su humildad: 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas (Mt. 11:29). Jesús dijo que, el que se humilla, será exaltado: 11 Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido (Lc. 14:11). Jesús es el gran ejemplo de humillación para sus seguidores. No debemos buscar grandeza en esta tierra, es mejor humillarse aquí para ser exaltado en la eternidad. Jesús dijo que debemos aprender de su ejemplo, pues Él no vino a ser servido, si no a servir: 26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos (Mt. 20:26-28). 85 NOMBRE sobre todo Nombre Es importante resaltar el título de Jesús como siervo de Jehová, porque todos los títulos que conquistó en su humanidad fueron debido a su humillación. 15. JESÚS, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES El título de Rey de reyes y Señor de señores dado a Jesús resalta que Él reina absolutamente sobre todos los poderosos de la tierra y están bajo su gobierno: 11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. 16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES (Ap. 19:11, 16). Los reyes, se refieren a todos los gobernantes sobre la tierra; y los señores, se refiere a todos los ricos y poderosos. Rey de reyes, aún se refiere a que Jesús tendrá bajo su gobierno a muchos reyes de su reino cuando venga a la tierra: 10 Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra (Ap. 5:10). La Biblia dice que todos los poderosos de la tierra tendrán que dar cuenta un día de sus gobiernos ante Dios: 86 JESÚS 11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras (Ap. 20:11-12). Al decir, grandes y pequeños, se refiere a humildes y a poderosos de la tierra, no a la edad. 16. JESÚS, LA ESTRELLA DE LA MAÑANA Las estrellas de los cielos brindan luz en las oscuras noches. Jesús es aquella estrella que trae luz de esperanza al corazón del pecador que vive en tinieblas: 16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana (Ap. 22:16). 87 NOMBRE sobre todo Nombre Pedro se refiere a Jesús como el Lucero de la mañana3: 19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el Lucero de la mañana salga en vuestros corazones (2 P. 1:19). El profeta Balaam llamó a Jesús “la Estrella de Jacob”, en relación a su descendencia del pueblo de Israel: 17 Lo veré, mas no ahora; lo miraré, mas no de cerca; saldrá ESTRELLA de Jacob, y se levantará cetro de Israel, y herirá las sienes de Moab, y destruirá a todos los hijos de Set (Nm. 24:17). El profeta Malaquías llama a Jesús, el Sol de justicia: 2 Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada (Mal. 4:2). Una estrella que brilla en el cielo, antes del amanecer, anuncia que un nuevo día se acerca. Asimismo, Jesús es la luz que trae esperanza a la humanidad. Este lucero de la mañana difiere del llamado lucero “hijo de la mañana” descrito en Isaías (Is. 14:12). 3 88 JESÚS 17. JESÚS, LA LUZ DEL MUNDO La lucha entre el bien y el mal es un tema constante en la Biblia. El bien se representa con la luz y el mal con las tinieblas. Isaías habla de este contraste diciendo: 20 !Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! (Is. 5:20). Jesús comparó el bien con la luz y el mal con las tinieblas: 22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? (Mt. 6:22-23). Ver, Ro. 13:12-14. Las tinieblas simbolizan las sombras donde se esconde el pecador para que no vean sus malas obras. La Luz representa la verdad, pues nada hay oculto en la luz: 19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 89 21 Mas el que NOMBRE sobre todo Nombre practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios (Jn. 3:19-21). Jesús comparó la luz con las buenas obras de sus hijos: 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos (Mt. 5:16). Jesús afirmó que Él es la Luz del mundo: 12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida (Jn. 8:12). La Biblia dice que existe un lugar de tinieblas donde los pecadores son lanzados después de morir físicamente: 13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes (Mt. 22:13). La luz de Cristo brillará por la eternidad. La Biblia dice que la Jerusalén celestial será alumbrada por la luz de Jesús: 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera (Ap. 21:23). 90 JESÚS 18. JESUS, EL MEDIADOR La Biblia dice que Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres: 5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (1 Ti. 2:5). Esta afirmación tiene un trasfondo teológico que procura afirmar que Jesús es el único camino al Padre, como Él lo afirmó: “Nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn. 14:6 b). Los judíos del tiempo de Cristo se refugiaban en Abraham, afirmando que él era su padre a fin de justificarse ante Dios (Lc. 3:8). Otros se refugiaban en Moisés, el mediador del antiguo pacto (Gá. 3:19). Ni Abraham, ni Moisés, ningún hombre o religión puede conducir al cielo. Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres: 24 A Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel (Hb. 12:24). Jesús es el sacerdote eterno que intercede por sus hijos ante el Padre celestial: 22 Por 23 Y tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; 24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se 91 NOMBRE sobre todo Nombre acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos (Hb. 7:22-25). No hay en la tierra un sacerdote, santo o virgen que pueda mediar o interceder ante Dios por los hombres, solo Jesús: 11 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos (Hch. 4:11-12). 19. JESÚS, JUEZ Y ABOGADO A. JUEZ La Biblia dice que Jesús es el juez de vivos y muertos: 42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos (Hch. 10:42). Jesús es un juez justo (Ap. 19:11) y realizará un juicio a cada ser humano, después de la muerte (Hb. 9:27). Pero, antes del juicio le da oportunidad de arrepentimiento al ser humano mientras vive: 92 JESÚS 30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; 31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos (Hch. 17:30-31). Como juez justo, Jesús pagará a cada uno según sus obras: 6 El cual pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, 8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia (Ro. 2:6-8). B. ABOGADO Jesús también es el abogado de sus hijos. Durante la Ley la persona que pecaba debía morir inmediatamente, no había oportunidad de arrepentimiento para los pecados de muerte en el Antiguo Testamento (Hb. 10:28). En la Gracia, Jesús es el abogado de sus hijos. Juan dice: 1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo (1 Jn. 2:1). 93 NOMBRE sobre todo Nombre Es de hacer notar que, este abogado es para los hijos de Dios, es decir, para los que le reciben como Salvador, ya que el pecador está condenado por su pecado, salvo que se arrepienta y reciba a Jesús como salvador. Por esa razón, Jesús enseñó que pidiéramos perdón al Padre por nuestros pecados en oración (Mt. 6:12), porque la Gracia da oportunidad de arrepentimiento a los que de corazón confiesan sus pecados y se apartan de el (Pr. 28:13). No se trata aquí de practicar el pecado voluntariamente y luego pedir perdón, porque la Biblia dice que el que practica el pecado es del diablo (1 Jn. 3:8). Practicar, significa se complace en el pecado y lo practica intencionadamente. Es distinto a caer en la tentación indeseada del pecado, pero arrepentirse de corazón y apartarse del pecado. 20. JESÚS, EL ALFA Y LA OMEGA Alfa (A) y Omega (Ω) son la primera y última letra del alfabeto griego, idioma en que se escribió el Nuevo Testamento. Esto equivale a decir en español que, Jesús es la A y la Z. Jesús está fuera del tiempo y del espacio. El concepto es sencillo, pero profundo a la vez: 94 JESÚS 8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso (Ap. 1:8). El verso también dice que Jesús es principio y fin, que es el mismo concepto de las letras, pero dicho de otra manera. Todo se refiere a la eternidad de Cristo: “ El que es y que era y que ha de venir” Jesús es antes y será después de todas las cosas. Si Él es el principio, significa que es antes de todo lo creado. Detrás de la creación, debe haber un Creador. También es el fin, porque cuando el mundo que conocemos sea destruido (2 P. 3:10-12), Él permanecerá. Esta aseveración de Jesús como el antes y después de todo nos habla de su eternidad como Dios. Es de hacer notar que dentro de la gran revelación que Juan tiene de Jesús en el Apocalipsis, ésta es la primera descripción que da de Él. Y es importante, porque el propósito es reafirmar que Jesús es eterno, Todopoderoso y uno con el Padre. Hay sectas que se niegan a aceptar que Jesús es Dios eterno y este verso lo confirma. 95 NOMBRE sobre todo Nombre LIBROS ESCRITOS POR JOEL PERDOMO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. NO HAY MALDICIÓN PARA LOS CRISTIANOS EL DIEZMO DESDE ABRAHAM A CRISTO LA PROFECIA COMO MINISTERIO DE LA IGLESIA LA ORACIÓN EFICAZ LA LEY Y LA GRACIA EL LLAMADO AL MINISTERIO LOS MINISTERIOS DE LA IGLESIA ADORADODES EN ESPÍRITU Y EN VERDAD FE SIN LÍMITES SIN SANTIDAD, NADIE VERÁ AL SEÑOR VIDA Y MINISTERIO (autobiografía). LA IGLESIA E ISRAEL COMO SEÑALES DEL FIN LA AUTORIDAD – El Desafío Cristiano HUMILLACIÓN Y EXALTACIÓN DEL CRISTIANO RESPUESTAS A PREGUNTAS DIFÍCILES DE LA BIBLIA TEMAS INTERESANTES DE LA BIBLIA JESÚS, NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE EL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA UNA SOLA CARNE – Matrimonio, Divorcio y Recasamiento a la luz de la Biblia. SOLTERO – ¿Cómo esperar en Dios? ADOLESCENCIA. ¿Cómo enfrentar los cambios? LA SABIDURIA DIVINA LOS PRIMEROS PASOS VIDA CRISTIANA – Reflexiones TESOROS DE LA BIBLIA DISCIPULADO DE DOCTRINAS BASICAS (búsquelos escritos y en audio en internet). 96