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Artículo de Investigación Microeconomía

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2017
Análisis de competencia en
el sector crediticio en México,
y el rol de las nuevas
empresas Fintech
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla
Lic. María del Carmen Dircio Palacios
Lic. Guillermo Pérez Bolaños
Lic. Itzel Ríos Matus
Puebla, Pue. 07 Mayo 2017
Índice
Introducción
2
Metodología
7
El sistema financiero de México a través de los años
9
Estructura del mercado crediticio
14
Demanda
15
Oferta
17
Agentes Reguladores
19
Barreras a la entrada económicas y no económicas, y restricciones a la
competencia
21
Análisis de la Concentración del mercado crediticio.
25
Estimación de índices de concentración por segmento
31
Crédito al consumo
31
Crédito vivienda
32
Crédito a empresas
33
Crédito a entidades financieras
34
Crédito a entidades gubernamentales
35
Las Fintech como nuevas tecnologías disruptivas del sistema financiero
36
Discusión de Resultados
39
Conclusiones
44
Bibliografía
48
Introducción
De acuerdo al Banco de México en su reporte sobre las condiciones de
competencia (2013), una fuerte competencia indica no sólo aumentos en eficiencia,
sino también menores precios, mayor variedad de productos, y por consiguiente
permite mejorar el bienestar de la población. Ahora bien, la competencia entre los
intermediarios financieros presenta una gran importancia, esto debido a que el
sector permite que el financiamiento fluya, así mismo que las personas puedan
realizar pagos de forma segura y eficiente, además de que sus ahorros alcancen
mejores rendimientos, por tal motivo el sector financiero proporciona elementos
indispensables para el buen funcionamiento de la economía.
Ross Levine en un artículo publicado por la National Bureau Of Economic Research,
(2004) revisa, evalúa y critica investigaciones teóricas y empíricas sobre las
conexiones entre el funcionamiento del sistema financiero y el crecimiento
económico. Aunque la evidencia está sujeta a amplios aspectos cualitativos y a
opiniones contrarias, la preponderancia de las pruebas sugiere que tanto los
intermediarios financieros como los mercados son importantes para el crecimiento
y que la causalidad inversa por sí sola no está impulsando esta relación.
Debe tomarse en cuenta que los mercados financieros tienen características
particulares que hacen que la relación entre competencia y bienestar sea más difícil
de evaluar que en otras industrias. Esto se debe a que los mercados financieros
enfrentan fallas como: información incompleta para evaluar riesgos, economías de
escala y externalidades que podrían amenazar la estabilidad del sistema. De
acuerdo al Banco de México (2013), para corregir estas fallas, las autoridades
financieras establecen diversos tipos de regulación prudencial que podrían incidir
en la intensidad de la competencia. Por ello, las políticas diseñadas para estimular
la competencia en este sector deben ser congruentes con la regulación prudencial
relevante y cuidar los posibles efectos sobre la estabilidad del sistema.
No obstante, la evaluación de la competencia en el sector financiero es compleja
porque, por un lado, el sistema está compuesto por diversos mercados en los que
las instituciones ofrecen servicios de depósito, distintos tipos de créditos, y otros
servicios a individuos y empresas. Cada mercado posee características propias y la
competencia puede enfrentar obstáculos particulares. Por otro lado, los productos
financieros son complejos porque están conformados por varios servicios, los cuales
pueden o no cobrarse (Banxico ,2013), razón por la cual se decide tomar en
consideración solo uno de los servicios principales que proporciona el sistema: El
Crédito; sin lugar a dudas en México este se considera de suma importancia para
el crecimiento económico, y es así tal que de acuerdo a Banco de México sólo el
crédito al sector privado en el 2015 representó el 32.7% del PIB, además de
representar entre 40% y 60% de los activos de la banca , y esto es debido a que el
crédito permite incentivar no sólo el consumo sino también la inversión tanto en las
familias como en las empresas y gobiernos que pueden encontrarse con
limitaciones financieras, lo que a su vez contribuye a incrementar el nivel de
bienestar de la población. Por lo cual el gobierno mexicano aprobó la reforma
financiera en 2014, pretendiendo tener una mayor competitividad en este sector
para que de esta forma beneficiar a los demandantes y focalizar no sólo el aumento
del crédito sino también la solidez del sector financiero.
Ahora bien, el mercado crediticio mexicano, tiene sus antecedentes en el crédito
bancario que ofrecían las instituciones bancarias del país, siendo estas un conjunto
de entidades financieras que captan los depósitos de los ahorradores para
administrarlo y canalizarlo a diferentes agentes económicos que necesitaban de
este recurso monetario ya sea para consumirlo o para financiar algún tipo de
proyecto rentable.
Partiendo de la importancia de la banca en México para el otorgamiento de crédito
a los diferentes sectores, cabe referir que ésta ha tenido una serie de
transformaciones desde finales de la década de los años 80, con la nacionalización
de la banca como consecuencia de una serie de factores económicos que afectaron
gravemente al país, para después continuar con la reprivatización de la banca con
la implementación del nuevo modelo económico liberal que encabezó el
expresidente Salinas de Gortari en 1991.
Como resultado de los procesos de nacionalización-privatización de la banca en
México y de la desregulación-regulación-desregulación del gobierno mexicano para
propiciar un entorno competitivo en el mercado crediticio y asegurar la estabilidad
del sistema financiero mexicano, se establece como objetivo que este sea el motor
del crecimiento económico del país mediante el financiamiento de proyectos
rentables tanto de personas y empresas. En particular, si bien en nuestra economía
existen muchos competidores en cuanto al otorgamiento de crédito a diferentes
sectores, actualmente hay una concentración de los Bancos que otorgan la mayoría
de los créditos teniendo una participación de mercado de aproximadamente 70% y
concentran el mayor número de activos, cuentas, créditos, sucursales e
infraestructura, pero la competencia que enfrentan es muy agresiva, pues tan sólo
en los últimos dos años se han integrado ocho bancos al sistema bancario. Sin
embargo, los tres mayores bancos en el país, BBVA Bancomer, Banamex y
Santander, todos de capital extranjero, concentran poco más de la mitad de los
activos totales del sistema bancario y de la cartera de crédito del país.1
A pesar de la entrada de nuevos bancos, y de la desregulación en cuanto a barreras
a la entrada que se ha llevado a cabo, de acuerdo al Banco de México (2013), la
concentración bancaria en México, medida en términos de activos, ha permanecido
relativamente estable a lo largo de las últimas décadas, con repuntes transitorios
durante la época de la banca nacionalizada (1982-1989) y los años de alta entrada
de inversión extranjera al sector (2000-2002). El índice de concentración HerfindahlHirschman se ha mantenido en alrededor de 1,500 puntos, siempre por debajo del
nivel de referencia de 2,000 puntos. Este último nivel de referencia representa un
umbral para impugnar concentraciones en la legislación de México y de muchos
países. Los niveles de los índices de la banca mexicana se pueden considerar que
1
El economista. http://eleconomista.com.mx/columnas/columna-especial-empresas/2015/04/09/concentracion-sistemabancario-mexicano-i
son comunes en el contexto internacional. No obstante se infiere que el mercado en
cuestión está lejos aún de satisfacer el total cumplimiento de ser el motor de la
economía, lo anterior por la falta de otorgamiento de crédito a empresas y personas
de los diferentes sectores económicos, lo cual haría incrementar la productividad de
las empresas y por tanto del país.
Dicho lo anterior, mediante la experiencia del sector crediticio en México y a nivel
internacional, así como de las nuevas aplicaciones que se pueden hacer con el uso
de la tecnología, nace las llamadas empresas Financieras Tecnológicas (Fintech),
con las cuales, se permite llegar a una mayor oferta de crédito no bancario, que
repercuten tanto en los créditos de consumo como créditos productivos, permitiendo
una mayor inclusión financiera de la población; sin embargo, ante las experiencias
pasadas en la banca comercial es necesario aún incluir estas nuevas empresas
tecnológicas financieras en el marco normativo del sistema bancario que permita
tener la confianza tanto de las personas como de las empresas, así como de los
ahorradores y de los prestatarios. Siendo este nuevo paradigma nuestro contexto
actual y con el cual, se pretende incrementar la competitividad en el sector crediticio.
Se ha considerado que, en un futuro cercano, estas empresas pueden ir ganando
segmentos y cuotas del mercado a los grandes bancos, y también que los bancos
irán comprando o adoptando algunas de sus plataformas y posiblemente se
transformará la forma de dar servicios a algunos segmentos de consumidores
finales.
Teniendo en cuenta dichos argumentos, se establece que la presente investigación
tiene como objetivo principal describir la estructura del mercado crediticio en México,
así como analizar y estimar la concentración y el nivel de competencia en el sector,
por tal motivo es preciso señalar que el análisis de la estructura del mercado se
determinó con la descripción de las características y nuevas tendencias por parte
de la demanda y oferta, además del análisis de las barreras económicas y no
económicas que los nuevos prospectos de empresas bancarias pueden llegar o no
a superar para poder acceder a competir con las empresas ya establecidas.
Especialmente deben considerarse las barreras a la entrada al mercado, donde
enfocamos la importancia del estudio poder inferir en qué grado las empresas
establecidas tienen la posibilidad de ejercer su poder de mercado sin que
competidores potenciales pudieran entrar y erosionar tal poder, lo anterior no sólo
a los bancos tradicionales sino también de las empresas financieras tecnológicas
(Fintech) y con ello el impacto de su inclusión al sistema, ya que actualmente
ofrecen aplicaciones de servicios financieros altamente enfocados, que a menudo
se han considerado más efectivos y menos costosos que las compañías
tradicionales2.
Por tal motivo, en algunos casos los servicios financieros que prestan las Fintech
pueden considerarse sustitutos de los servicios bancarios tradicionales, y en otros
pueden considerarse complementos. El grado en que se transformará el mercado
crediticio y las formas de prestar los servicios financieros es un fenómeno que está
por verse en el futuro cercano, y que aún no se conoce completamente. Sin
embargo, se estima que el impacto será muy importante y es una tendencia de la
cual los participantes actuales de los mercados financieros no pueden estar fuera.
El resto del estudio se organiza de la siguiente manera. En la sección 2 se presenta
un breve análisis de la evolución del sistema financiero mexicano. En la sección 3
se describen el comportamiento de los principales participantes dentro de la
estructura de mercado crediticio. Posteriormente se analizan las barreras a la
entrada y las restricciones a la competencia que presenta el mercado. En el
apartado siguiente se analizan algunos indicadores de concentración a nivel general
y por segmentos del sector crediticio, para los cuales, la fuente de los datos sería el
portafolio de inversión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. En la sección
4 se presenta el análisis y discusión del actual comportamiento del mercado, así
como de los resultados obtenidos con la estimación de los índices de concentración.
En la última sección se presentan las conclusiones y recomendaciones.
2
Pricewaterhouse Coopers. http://www.strategyand.pwc.com/trends/2016-financial-services-trends
Metodología
La metodología empleada es tanto analítica como descriptiva, en vista de que se
estableció necesario explicar las características y rasgos más importantes de la
estructura del sistema bancario mediante el análisis de sus elementos. De igual
modo es preciso señalar que es un estudio transversal atendiendo el periodo de
2010 a 2016 enfatizando los cambios en los 2 últimos años. Asimismo, con el fin de
cubrir los objetivos, se empleó un enfoque cuantitativo y cualitativo, primeramente
la investigación se enfoca en la estructura de mercado, de donde resultó oportuno
el enfoque cualitativo para el análisis interpretativo particular de las variables que
intervienen en el mercado, posteriormente se aplicó el enfoque cuantitativo, debido
a que se determinó necesario analizar la participación del mercado en el sector con
el objetivo de medir dichas variables de forma objetiva mediante su tratamiento
estadístico, además se tomó en cuenta los índices de concentración mediante la
recolección y análisis de los datos correspondientes.
Ahora bien, de manera puntual las medidas de concentración se enfocan en
examinar el grado en la distribución total de un bien o servicio en específico tomando
en cuenta todas y cada una de las entidades que operan en el mercado, razón por
la cual en el sector bancario resulta importante un estudio de grado de
concentración y competencia por sus implicaciones sustanciales en la política
económica del país. Por consiguiente, para medir la concentración existen varios
índices, sin embargo, para el caso que nos ocupa en el sector bancario se utilizaron
los índices de C3 y C5, el índice de Herfindahl-Hirschman, y el índice de dominancia
El índice C3 y C5 son medidas de concentración del mercado, los cuales se calculan
como la suma de la participación de las 3 y 5 empresas más grandes
(respectivamente), en función al total de participación de mercado. De acuerdo a
Zurita (2014), también puede ser conocido como el peso de las “k” mayores
entidades, el cual al proporcionar de forma simple y práctica la cuota de mercado,
además es una de las medidas de concentración más usadas. Este indicador
concede la ponderación a las “k” entidades más grandes. 𝐶𝑘 = ∑𝑘𝑖=1 𝑆𝑖 , donde 𝑘 es
el número elegido de las principales entidades del mercado y 𝑆𝑖 es la cuota de
mercado de la i-ésima entidad. Por tal motivo mientras mayor sea este índice mayor
es la concentración del mercado.
Por lo que respecta al índice de Herfindahl-Hirschman es la medida más conocida
y usada, esto debido a que presenta datos de todas las entidades en el mercado, el
cual es determinado por la suma de los cuadrados de sus cuotas de mercado:
2
𝐻𝐻𝐼 = ∑𝑁
𝑖=1 𝑆𝑖 , donde 𝑆𝑖 es la cuota de mercado de la i-ésima entidad y 𝑁 el número
Valoración
<100
mientras más alto sea el índice, indica que el
>100,<1500
mercado está más concentrado y menos >1500,<2500
competitivo. Además, como señala Zurita >2500
de entidades en el mercado; por consiguiente
Mercado
Muy Competitivo
Desconcentrado
Concentrado
Altamente Concentrado
(2014) de acuerdo con el US Department of Justice y The Federal Trade
Commission la concentración del mercado varía dependiendo de los siguientes
niveles:
Ahora bien, el índice de dominancia mide la concentración del mercado tomando en
consideración la contribución al índice HHI de cada participante, en este caso de
cada banco en la industria, razón por la cual su valor depende no solo del tamaño
relativo de las empresas, sino también de la estructura del mercado. Habría que
señalar que el valor de este índice estará entre 0 y 1, el cual indica que mientras
más alto sea su valor, existe una mayor capacidad de que la empresa dominante
pueda ejercer su dominio sobre las restantes. Por consiguiente, si toma un valor 1,
indica un monopolio.
2
𝐼𝐷 = ∑𝑁
𝑖=1 ℎ 𝑖
𝑆 2𝑖
Donde: ℎ𝑖 = 𝐻𝐻𝐼
El sistema financiero de México a través de los años
El sistema financiero es el conjunto de entidades y mercados que captan el ahorro
que se genera en la sociedad, lo administran y canalizan hacia el financiamiento de
proyectos productivos o personales (COFECE, 2014). Por tal motivo puede influir
en las decisiones de inversión, así como en tasas tanto de ahorro como de
crecimiento a largo plazo, esto debido a que de acuerdo a Levine, R. (2004), los
sistemas financieros particularmente tienen 5 funciones que son: producir
información sobre posibles inversiones y asignar capital, monitorear las inversiones
y ejercer el gobierno corporativo después de proporcionar financiamiento, facilitar el
comercio, diversificación y gestión del riesgo, movilizar el ahorro, y por último pero
no menos importante, facilitar el intercambio de bienes y servicios.
Ahora bien, es preciso señalar que, de acuerdo al Banco de México, un sistema
financiero está integrado por distintos intermediarios financieros, tales como
bancos, aseguradoras, arrendadoras, afianzadoras, casas de bolsa y las
administradoras de fondos de inversión, no obstante, los más conocidos son los
bancos, ya que estos son indispensables tanto para la existencia como para el buen
funcionamiento de cualquier sistema financiero.
La estructura del sistema financiero en México a lo largo del tiempo ha
experimentado cambios relevantes, de acuerdo a la Asociación de Bancos de
México (ABM, 2014) previo al siglo XX la actividad bancaria en el país se realizaba
con prácticas que hoy se denominan informales ya que no había bancos. Por tal
motivo las funciones bancarias surgen ante una necesidad de administración y
organización, aunque en México dicha actividad bancaria ha pasado por diversas
transformaciones significativas que demuestran un sector inmerso en un entorno
dinámico.
En particular fueron varios factores presentados en los últimos años que
concretaron las sucesivas modificaciones de la banca en México, principalmente el
entorno económico, las regulaciones existentes o el régimen de propiedad (ABM,
2014), lo que llevó a la banca de privada a gubernamental, y en poco tiempo a ser
privatizada nuevamente.
De manera puntual de acuerdo a Nicolás López (1993), México durante un largo
tiempo desarrolló un sistema financiero que pertenecía a la iniciativa privada, el cual
era regulado de acuerdo a lo establecido en la Constitución Política,
específicamente por el artículo 28. Sin embargo, a principios de los años ochenta
se atravesaba por una crisis económica, y ante un sector que desempeñaba sus
funciones de forma ineficaz al coadyuvar a la fuga de capitales del país, se vio la
necesidad de determinar diversas medidas de política económica con el fin de
modificar la forma de operar el sistema financiero mexicano, lo que dio como
resultado la nacionalización de la banca en 1982 con la actuación del nuevo régimen
del sector por el Estado.
De acuerdo a AMB este nuevo régimen logró mejorar el sistema, principalmente por
ofrecer en una sola institución operaciones tanto de depósito como de ahorro,
financieras, hipotecarias y fiduciarias. Además “este modelo de servicio presentó
grandes ventajas frente a la banca especializada, como la superación de las
limitaciones de crecimiento y concentración de riesgos, o la generación de
economía de escala derivadas de la integración”, (AMB, 2014, p. 3).
No obstante la situación del país era complicada por la crisis de 1986, razón por la
cual el sistema bancario pasó a convertirse en principal motor de financiamiento del
gasto público, lo que desembocó en condiciones de emergencia para la búsqueda
de cómo salir de la vigente crisis de deuda del país, interviniendo en organismos
tales como el FMI con recomendaciones de una reforma financiera, por lo que se
procedió a nuevas medidas de liberalización del sistema bancario, y por
consiguiente a tan sólo un sexenio de la nacionalización se regresó a la situación
jurídica inicial culminando con la reprivatización bancaria en 1991, ello con el fin de
garantizar no sólo la inversión de capital tanto públicos como privados sino también
un sistema de libre comercio regional incorporando para el sistema financiero capital
interno y externo.
Hernández (2010) argumenta que en un tiempo inmediato al proceso de
privatización y liberalización financiera inició una desregulación que incluía no sólo
la liberalización de las tasas de interés, sino también la remoción del coeficiente de
liquidez y una promoción agresiva de los mercados bursátiles; sin embargo de
acuerdo a la ABM (2014) el repentino retorno al mercado del crédito implicó no sólo
que los bancos carecieran de suficiente experiencia para la mediación de riesgos
sino también a una excesiva desregulación en relación a la supervisión prudencial
de créditos, razón por la cual los problemas de cartera irregular comenzaron a
presentarse de manera creciente como resultado un deficiente proceso de
privatización, lo cual contribuyó a que el sector entrara en crisis y en consecuencia
una elevada falta de liquidez en el sistema bancario por lo que para enfrentar los
problemas financieros se dio la intervención del Estado en la capitalización de las
instituciones financieras, así pues el sector tuvo que ser rescatado en protección de
la economía pero sobre todo de los ahorradores. De acuerdo a Hernández (2010)
con la renovación del marco legal después a la crisis de 1995, la banca ha adquirido
cierta solidez, producto de un aprendizaje no sólo por parte de los banqueros sino
también de los reguladores del sector, y principalmente en el manejo prudente del
crédito.
Sin embargo, Avalos y Hernández (2006) indican que desde el proceso de
privatización en 1991-92, la mayoría de las instituciones de banca múltiple han
cambiado de dueño, además de que, aunque nuevas instituciones bancarias se han
incorporado en el mercado, de ellos muchos han sido intervenidos, o en su defecto
adquiridos por otros más grandes, y en el peor de los casos desaparecido. Y por
consiguiente a dichos sucesos y a las crisis económicas, en México el número de
instituciones de banca múltiple se ha ido reduciendo.
Aunado a lo anterior, lo principal ha sido que aprovechando las nuevas reformas y
políticas del gobierno para recuperar las finanzas del sector y en general de la
economía del país, capitales financieros extranjeros bien consolidados empezaron
a buscar participación en bancos mexicanos, y por el producto de fusiones y
alianzas en el periodo de recuperación económica se conformaron conglomerados
financieros que permitieron que más recientemente la propiedad del sistema
bancario en México fuese mayoritariamente extranjera.
Cabe destacar que de acuerdo a Jiménez Bautista (2012) el efecto conjunto de
estas medidas permitiría por un lado aminorar la vulnerabilidad y fragilidad
financiera en el corto plazo, y por el otro retomar el crecimiento económico estable
y sostenido. Así mismo ello permitiría conformar no sólo un sistema financiero
competitivo y eficiente, sino también propiciar la producción de capital mexicano y
participación diversificada en prácticas financieras y bancarias internacionales.
Considerando lo anterior, el sistema financiero mexicano tiene algunas ventajas
respecto a otros sistemas en el mundo: las instituciones financieras privadas del
país cuentan con los niveles de capitalización requeridos por la ley; y presentan
bajos índices de morosidad en su actividad. Estas dos condiciones han generado
que los mercados financieros posean una estabilidad que permite amortiguar los
choques financieros. “No obstante, el ambiente de estabilidad no ha sido suficiente
para incrementar los niveles de intermediación financiera de la economía en
general, ni los niveles de inclusión financiera de la población que no tiene acceso a
los mercados financieros” (COFECE, 2014, p. 45)
Algunos datos del sistema financiero mexicano son:
•
El índice de capitalización bancario: 16.3% en septiembre de 2013, mientras
que el criterio de la CNBV, conforme a los acuerdos de Basilea III, fue de 10.5%
•
El nivel de morosidad de la cartera total de la banca: 3%
•
Bajo nivel de intermediación: El crédito proporcionado al sector privado por parte
de la banca como porcentaje del PIB ascendió a 18% en 2011 (otros países
Panamá 79%, Chile 66%, Estados Unidos 55%, Brasil 52%, Colombia 32%)
Explicar por qué el nivel de intermediación financiera en la economía mexicana es
tan bajo va más allá del alcance del presente trabajo. Herman y Klemm (2017)
abordan el estudio de este aspecto, señalando que las posibles explicaciones tienen
que ver con la historia de las crisis bancarias, el gran sector informal y un sistema
legal ineficiente. En su estudio utilizan un enfoque de regresión de desequilibrio,
encontrando que los factores de oferta son particularmente importantes como
determinantes del crédito en México. Consideran que las recientes reformas
financieras abordan muchas de las limitaciones de la oferta, pero su éxito dependerá
de su aplicación con el principal reto de apoyar la profundización financiera.
Hecha esta salvedad, el rápido crecimiento de las tecnologías de procesamiento y
almacenamiento de datos, y con la idea de innovar y adaptarse a una sociedad
tecnológica más recientemente se están “incorporado” en el sistema empresas de
nueva creación “startups” con nuevos modelos de negocio incluyendo el financiero,
los cuales rompen con el esquema actual de las entidades financieras, ello
principalmente por su agilidad y flexibilidad, razón por la cual se presenta como una
buena alternativa para los clientes.
Para ser más específicos, las empresas
financieras tecnológicas (Fintech) son startups del sector financiero de muy diversos
tipos que han ganado importancia en el mercado mundial en años recientes y
también en el mercado mexicano. Estas empresas han ido apareciendo en el
mercado en el contexto actual en el que la revolución digital se ha convertido en
algo ubicuo en muchos ámbitos, y el sector financiero no se encuentra ajeno a estas
tendencias, de hecho, lo más reciente que se ha visto es que las aplicaciones
tecnológicas han ido penetrando en casi todos los segmentos de los servicios
financieros.
PriceWaterhouseCoopers [PwC] (2016) considera que los Fintech constituyen un
segmento dinámico que se encuentra en la intersección del sector financiero y
tecnológico, en el que empresas startups y nuevos entrantes innovan en los
productos y servicios que son ofrecidos actualmente por la industria de servicios
financieros tradicional.
Estructura del mercado crediticio
Acorde con los glosarios de la CNBV y el Banxico, la actividad crediticia consiste en
préstamos que concede una institución financiera —mediante un contrato— a las
familias, empresas privadas y sector público (o social) a fin de cubrir sus
necesidades de financiamiento (por ejemplo, consumo e inversión), con el
compromiso de redimirlo en una fecha posterior y pagar un interés pactado en el
contrato en un tiempo establecido.
Ahora bien, un mercado está conformado por proveedores y consumidores de
bienes y servicios, quienes deben interactuar mutuamente para que se dé el buen
funcionamiento del mercado. No obstante, conviene subrayar que las empresas
tienen como objetivo maximizar sus beneficios, por tal motivo operan ante diferentes
ambientes que determinan el tipo de comportamiento que deben de asumir para
lograr su objetivo. Tales ambientes se designan como estructuras de mercado, los
cuales definen varios aspectos, tales como el número de competidores, el poder de
mercado entre los participantes y las barreras a la entrada a la industria de nuevos
competidores.
En particular la estructura del mercado crediticio en México, se encuentra
conformada por los demandantes de servicios crediticios así como los oferentes de
los mismos, siendo las encargadas de proporcionar este servicio las instituciones
bancarias, sin embargo, con la disrupción de las tecnologías informáticas en el
sector financiero se han creado nuevas empresas tecnológicas que proporcionan el
mismo servicio a un costo más bajo, dado que solo son intermediarios al conectar
a los ahorradores y a los demandantes de dinero obteniendo como ganancia
únicamente la comisión cobrada.
Por lo que actualmente, un reto para los agentes reguladores en supervisar las
acciones y operaciones de este nuevo tipo de empresas, ya que aún no se
encuentran regulados por algún tipo de Ley.
Demanda
En esencia los consumidores quienes son los que demandan y eligen entre una
gama de opciones uno o varios de los productos que ofrecen cada una de las
entidades del sector bancario son personas que presentan diferentes posiciones
pero que en términos generales dependerá no sólo de su liquidez sino también de
sus necesidades, incluyendo en estas características aspectos tales como su edad,
sexo, estado civil, nivel de estudios, actividad profesional o incluso lugar de
residencia. Para ser más específicos, usualmente para que un consumidor se incline
por una u otra entidad será en función a sus expectativas, la calidad percibida y por
el valor percibido del producto/servicio.
De manera puntual en el momento en el que un consumidor identifica una necesidad
financiera y que desea satisfacer mediante un producto/servicio, se reconocen las
expectativas del consumidor, el cual puede referirse al beneficio que los clientes
buscan. Ahora bien, con respecto a la calidad hace referencia en la forma en que la
entidad financiera atiende sus necesidades de forma efectiva y fiable, pero sobre
todo cumpliendo con la promesa de las condiciones y/o características del
producto/servicio. Razón por la cual el elemento calidad tiende a ser fundamental
ya que de ella se transforma en un valor que fundamenta la existencia del sistema
financiero: la confianza. Y, por último, pero no menos importante el beneficio que se
espera recibir está asociado con varios factores, de donde destacan los
relacionados a los atributos del producto/servicio, tales como el costo total que se
debe asumir, y con ello el costo en relación a la calidad, razón por la cual este último
generalmente se presenta en términos monetarios.
No obstante, habría que destacar que los consumidores pueden presentar cambios
en sus necesidades y/o expectativas de los productos/servicio que esperan de las
entidades, por tal motivo es importante que las entidades financieras deben de estar
atentos sus clientes tanto actuales como potenciales, ello con el fin de atender los
diferentes
segmentos,
prioridades,
necesidades
y
preferencias
de
los
consumidores, pero sin duda alguna sin olvidar un servicio de calidad y con precios
razonables, este último tendrá que ver con un sector impulsado con un ambiente de
regulación y libre competencia.
De acuerdo a PWC (2016), durante la próxima década, el perfil del consumidor
promedio de servicios financieros cambiará dramáticamente a medida que la
generación de Baby Boomer envejezca y las Generaciones X e Y vayan teniendo
un mayor papel en la economía global. Este último grupo, también conocido como
"Millennials", representan cambios radicales a la demografía, los comportamientos
y las expectativas de los clientes. Lo anterior representa un cambio en preferencias
de los consumidores que es un detonante del desplazamiento de la demanda del
mercado. Así pues, las preferencias de la demanda de los "Millennials" tienden a
buscar una experiencia de consumo "de última generación", esto es, buscar la
velocidad y la conveniencia en los servicios bancarios que requieren, equiparable
con la experiencia que tienen estos consumidores en otros tipos de servicios
digitales.
Esto supone un cambio muy importante impulsado por el lado de la demanda
(necesidades y expectativas de los consumidores) el cual aprovechan y capitalizan
las Fintech. De acuerdo a PWC (2016), para hacer frente a esta tendencia, las
Fintech están usando un modelo de negocio que denominan como consumer
centricity. En este enfoque se pone al consumidor en el centro de la actividad de
marketing y ventas, pero va más allá de la idea “el cliente es primero”, sino que tiene
que ver con un conocimiento más profundo del cliente que lo permiten las nuevas
tecnologías, y el objetivo de seguirlo más de cerca, además de poner énfasis en los
clientes más valiosos.3
Se considera que los millennials parecen estar trayendo un mayor grado de
centralización del cliente (consumer centricity) a todo el sistema financiero, un
3
De acuerdo al portal de la consultura Think and Sell, “customer centricity” es una estrategia cuyo objetivo
primordial es alinear la conceptualización, desarrollo y comercialización de los productos y servicios de una
empresa, con las necesidades y deseos de sus clientes más valiosos. Esta estrategia tiene un fin muy específico:
maximizar los beneficios a largo plazo. http://thinkandsell.com/blog/customer-centricity-los-mejoresclientes-como-centro-de-la-estrategia-de-marketing/
cambio que se está cristalizando en la esencia del modelo de negocios de las
empresas Fintech. Estas empresas están ofreciendo soluciones que pueden
satisfacer mejor las necesidades de los clientes ofreciendo mayor accesibilidad,
conveniencia y productos a la medida.
El movimiento hacia soluciones bancarias virtuales está siendo impulsado, en gran
parte, por las expectativas de los consumidores y cambios en sus preferencias.
Actualmente existe un gran acceso a productos y servicios digitales, y con ello hay
un cambio en las preferencias de los consumidores, haciendo que se demanden
cada vez más formas de pago rápido, convenientes y seguros, que se puedan
realizar en segundos, en vez de tomar días, como venían dándose en los servicios
bancarios tradicionales. Esto motiva tanto a las empresas establecidas como a las
nuevas entrantes para desarrollar soluciones que permitan la transferencia de
fondos a nivel mundial en tiempo real.
Oferta
Los oferentes del sector bancario son instituciones autorizadas por el Gobierno
Federal, los cuales tienen implicaciones sustanciales en las economías y en la
sociedad, de manera puntual se le denomina banca comercial. De acuerdo a
Hernández y Zárate (2001) estas instituciones pueden considerarse como cualquier
otra empresa, las cuales, a partir de insumos específicos, tales como depósitos o
ahorros, “producen” créditos. En otras palabras, la banca comercial capta recursos
de sus clientes quienes por diversos factores (considerados en el punto anterior)
depositan su dinero, así pues, éste es transformado por la banca, es decir, que
registra el dinero captado como suyo, que posteriormente en unión con recursos
propios asume los pasivos y lo presta a nombre propio (concede créditos), esto con
el fin de canalizar dichos recursos a actividades económicas y productivas.
Tabla 1
Segmentos del mercado crediticio
- De nómina
Consumo
- Personal
- Automotriz
Vivienda
Crédito
- Hipotecario
- Crédito a empresas
Comercial
- Crédito a entidades a entidades gubernamentales
-Créditos a entidades financieras
No obstante, hay cambios tecnológicos constantes que revolucionan la forma en
que se pueden prestar los servicios financieros. Todo ello trae consigo cambios
estructurales en los mercados de servicios bancarios. Razón por la cual para hacer
frente a las nuevas tendencias se están adoptando nuevas soluciones, sistemas
informáticos y procedimientos para prestar los servicios bancarios. El objetivo es
mejorar y simplificar las operaciones, y para ello los prestadores de servicios
financieros se están alejando de los canales físicos y moviéndose hacia la oferta de
servicios digitales y móviles.
Las fintechs han sido especialmente innovadoras al usar este tipo de sistemas
digitales para ofrecer servicios financieros. De acuerdo a PWC (2016), existe una
tendencia clara en el mercado, el cual está dirigida a ofrecer los servicios cada vez
más a través de canales no físicos, y con ello buscar mejorar y simplificar las
operaciones. Razón por la cual los bancos ya tienen algún tiempo trabajando hacia
esta tendencia, moviéndose hacia los canales no físicos, con ello desarrollando
nuevos métodos que les permitan obtener nuevos clientes, e involucrar y retener a
clientes existentes mediante nuevas experiencias digitales. En esta búsqueda de
brindar al cliente una experiencia digital renovada, muchos bancos se están
acercando o asociando con las Fintech para que las experiencias digitales que se
ofrezcan a sus clientes sean comparables con las de estas últimas. De acuerdo a
PWC (2016), los bancos pueden de esta forma organizarse en torno a los clientes,
en lugar de en ciertos productos o canales, y refinar su enfoque para ofrecer
soluciones integrales mediante la adaptación de sus ofertas a las expectativas de
los clientes. Estos esfuerzos también pueden ser apoyados mediante el uso de
nuevos canales digitales para recopilar datos de los clientes para ayudarles a
predecir mejor sus necesidades, ofrecer propuestas de valor convincentes y generar
nuevos flujos de ingresos. Esto es lo que se le llama tecnología de inteligencia
artificial aplicada al sector bancario.
Ahora bien, es preciso señalar que se considera que la banca de consumo, la
transferencia de fondos y los pagos son los sectores con mayor probabilidad de ser
transformados disruptivamente durante los próximos años, a través de la
participación de las Fintech, (PWC, 2016). Siendo más preciso, en los préstamos
de consumo y comerciales, por ejemplo, la aparición de plataformas en línea permite
que las personas y las empresas se presten y pidan prestado entre sí. La innovación
crediticia también se manifiesta en modelos alternativos de crédito, uso de fuentes
de datos no tradicionales y poderosos análisis de datos de los riesgos de precios,
rápidos procesos de préstamos centrados en el cliente y menores costos operativos.
En los últimos años, la industria de los pagos también ha experimentado un alto
nivel de disrupción con la oleada de nuevas tecnologías de procesos de pagos, las
nuevas aplicaciones digitales que facilitan los pagos, las redes alternativas de
procesamiento y el uso creciente de dispositivos electrónicos para transferir dinero
entre cuentas.
Agentes Reguladores
Los agentes reguladores son de vital importancia para mantener la estabilidad del
sistema financiero y por tanto del mercado crediticio, estos son los encargados de
hacer cumplir las leyes que regulan el sector.
Los encargados de autorizar a las instituciones financieras para poder ofrecer sus
servicios dentro del mercado crediticio es la Secretaria de Hacienda y Crédito
Público (SHCP), mientras que el Banco de México (BM) es el encargado de regular
y vigilar a las instituciones financieras respecto al cumplimiento de los sistemas de
pago promoviendo el desarrollo del sistema financiero, de igual forma un agente
regulador encargado de supervisar las y autorizar las operaciones de las
instituciones crediticias son la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV),el
Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) que se encarga de garantizar
los depósitos de los ahorradores hasta por 400 mil udis, por último pero no menos
importante, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de
Servicios Financieros (Condusef) encargada de promover y difundir educación
financiera a los usuarios, además de proteger sus intereses al resolver las
controversias que surjan entre usuarios de los servicios financieros y las empresas
que ofrecen dichos servicios.
Los agentes reguladores mencionados tienen la función de asegurar el correcto
funcionamiento del sector crediticio dado su carácter estratégico con el fin de que
las instituciones financieras actúen de acuerdo a las normas, reglamentos y leyes
nacionales para crear las condiciones propicias de una competencia justa. No
obstante, existe un acuerdo internacional (BASILEA) de los países que conforman
el Banco de pagos Internacionales. “En México los lineamientos y recomendaciones
de regulación prudencial derivados de los acuerdos de Basilea se transmiten al
sector financiero a través de la Circular Única de Bancos (CUB) y mediante
disposiciones de carácter general (DCG) que emite la Comisión Nacional Bancaria
y de Valores”, (COFECE, 2014, p. 125)
Este acuerdo internacional asegura la solvencia de los bancos que mantienen una
creciente actividad internacional, por lo cual se asignó al Banco de Pagos
Internacionales crear el Comité de Supervisión Bancaria Basilea. Conviene
subrayar que los acuerdos con el paso del tiempo han evolucionado de acuerdo a
los acontecimientos en materia económica y financiera, ello con el fin de especificar
recomendaciones acerca de regulación y legislación financiera, pero principalmente
para garantizar la capacidad de respuesta de las instituciones bancarias antes los
principales riesgos dentro del sistema.
Hasta el momento existen 3 acuerdos denominados Basilea I, II, y III. La Comisión
Federal de Competencia Económica (2014) esclarece que el acuerdo Basilea I fue
publicado en 1988, el cual se propone que las entidades bancarias deben de tener
un requerimiento mínimo de capital en función de los riesgos que asumen en sus
operaciones; por consiguiente, se estableció el capital como la principal base para
absorber pérdidas ante problemas de solvencia. Por su parte el acuerdo Basilea II
se publicó en 2004, en el cual se incorporan pilares para consolidar el requerimiento
de capital, ello mediante el seguimiento de los riesgos con el objetivo de impulsar
un buen funcionamiento y garantizar un crecimiento económico sostenible. Sin
embargo, en 2008 la crisis financiera internacional puso en evidencia la necesidad
de reforzar el marco regulatorio en el sector financiero, razón por la cual se aprobó
un nuevo acuerdo en el 2010: Basilea III, el cual se orientó a atacar las carencias
no sólo en la gestión de riesgos, sino también en el buen gobierno y la transparencia
en la información de las entidades financieras hacia el mercado.
Si bien el mercado crediticio se encuentra altamente regulado en cuanto a la
autorización de nuevas instituciones crediticias tradicionales, dada la importancia
de este tipo de empresas para la economía nacional y para la distribución de los
excedentes de dinero hacia proyectos productivos; sin embargo, la nuevas
empresas tecnológicas (FINTECH) aún no se encuentran dentro de este marco
regulatorio lo que permite incertidumbre para los ahorradores que corren un mayor
riesgo que sus préstamos no sean pagado en tiempo y forma según lo estipulado
por ambas partes.
Es por ello, que aunque el cumplimiento de las regulaciones representa un costo
mayor de operación, tiene su fundamento ya que crea un entorno de mayor
certidumbre principalmente para los ahorrados y para los que piden los recursos
financieros al verse respetado el contrato celebrado por ambas partes y por los
intermediarios financieros. Razón por la cual no sólo es necesitar una regulación
para los Fintech, sino que esta debe diseñarse para reconocer, autorizar y vigilar a
las entidades con actividades Fintech, pero a la vez debe de ser flexible atendiendo
que es una industria cambiante por lo que no debe de frenar la innovación ni
transferir costos a otros participantes del sector.
Barreras a la entrada económicas y no económicas, y restricciones a la
competencia
De acuerdo al Banco de México (2013), posterior a la crisis de 1994-95, se
empezaron a reducir las diversas barreras a la entrada como consecuencia del
proceso de liberalización de la banca en México. Así pues, dada su importancia para
la competencia, destacan no sólo la eliminación de las restricciones para la
participación de capital extranjero en el sistema financiero mexicano, sino también
la autorización para la operación de bancos que tienen vínculos patrimoniales con
cadenas comerciales, y que además atienden a segmentos de la población de
menores recursos económicos.
Como resultado de estos ajustes, las barreras a la entrada en la banca mexicana
se han reducido de modo que son ahora menores que las existentes en muchos
otros países de un nivel de desarrollo económico similar. Por tal motivo, la reducción
de las barreras a la entrada ha dado lugar a un aumento en el número de bancos
de 35 a 45 instituciones entre 2000 y 2012, a pesar de que en este periodo
ocurrieron 10 fusiones o compras de bancos. De igual modo, al menos 10 entidades
que, aunque tienen autorización para operar como institución de banca múltiple, no
realizan funciones de banca tradicional. Así mismo cinco instituciones son bancos
asociados a cadenas comerciales, y algunos otros se especializan en un solo tipo
de crédito. (Banxico, 2013)
No obstante, la entrada de nuevas instituciones no necesariamente tiene un impacto
inmediato sobre la intensidad de la competencia y dicho efecto puede ser
diferenciado a través de productos. El proceso de competencia requiere de un
periodo de maduración que puede ser largo. Además, los entrantes pueden
enfrentar problemas no previstos; por ejemplo, algunos bancos asociados a
cadenas comerciales entraron al mercado en el periodo de ajuste económico
derivado de la crisis financiera internacional en 2007 por lo que iniciaron actividades
de manera cautelosa. Finalmente, algunos entrantes atienden segmentos de la
población que no tenían acceso a fuentes formales de financiamiento, por lo que
puede no apreciarse un impacto inmediato en la competencia resultante de dicha
entrada.
Además, es preciso señalar que en ocasiones los nuevos entrantes buscan
especializarse en un tipo de negocio o dirigirse a un segmento en específico, en
otras palabras, en mercados tan representativos como el bancario, los interesados
como nuevos entrantes toman en consideración tener una ventaja comparativa y
aprovecharla al máximo, dichas ventajas son principalmente basadas en la
tecnología, infraestructura, acceso a clientes, conocimientos y reputación (Banxico,
2013)
Mientras tanto, si analizamos las restricciones o problemas para la competencia, es
preciso señalar que el sector financiero posee ciertas características especiales en
su estructura. Se considera que estas características influyen en que los mercados
crediticios sean proclives a la concentración o constituir barreras a la entrada a los
nuevos oferentes, en algunos casos dichas características son consideradas fallas
de mercado.
Economías de escala
Las instituciones ya establecidas dentro
del sector crediticio, cuentan con una
ventaja dado que tienen una mayor
cantidad de clientes que permite
amortizar los costos promedio con un
mayor volumen de operaciones, lo
anterior en comparación con un nuevo
oferente, quien debe enfrentar un costo
mayor al tener para un mismo nivel de
infraestructura un menor volumen de
clientes o transacciones. De acuerdo a la
COFECE
(2014)
comúnmente
es
presentado en los créditos al consumo,
esto debido a que las instituciones con
economías de escala presentan una
oferta de productos crediticios con un
nivel de incertidumbre cómodo, ya que
tienen mayor capacidad para lograr una
diversificación del riesgo.
Costos hundidos
Son costos que son necesarios realizar
para poder crear tanto una infraestructura
como una reputación adecuada para
ofrecer los servicios necesarios, sin
embargo, puede que no lleguen a
recuperarse. Por ejemplo, para un nuevo
oferente la construcción de la marca
conlleva no sólo tiempo sino también
costos en publicidad que pueden ser no
recuperados, por lo que puede limitar la
entrada a los participantes, ya que sobre
todo en el sector de servicios financieros
la reputación resulta importante.
Economías de Alcance
Se comercializan diferentes servicios ya
sea de manera individual o en paquetes
para rentabilizar la infraestructura común.
De acuerdo a la COFECE (2014) si una
sucursal combina más de una actividad
los costos promedio disminuyen, ello
principalmente por el hecho de que se
aprovecha mejor la infraestructura y el
personal, de igual modo los usuarios
prefieren tales proveedores ya que
contratan múltiples servicios en el mismo
sitio.
Costos Asociados a la regulación
En general, la regulación ha sido vista
como una barrera para ingresar a los
Servicios Financieros, ello ya que los
requisitos suelen ser onerosos y difíciles
de adoptar, lo cual constituye una barrera
a la entrada, ya que las instituciones
financieras presentan costos por su
autorización y supervisión, aunque suele
resultar más costoso para las pequeñas
organizaciones o los nuevos entrantes.
Costos de Cambio o traspaso
Los clientes de las instituciones
financieras perciben un costo por cambiar
(switching costs) de institución a pesar de
que los servicios pueden ser similares. Es
decir, se llega a incurrir en costos diversos
para su cancelación, lo que se traduce en
pérdidas de tiempo y dinero. De acuerdo
a la COFECE (2014) con la presencia de
estos se presenta la capacidad para
incrementar o discriminar los precios en
función a los perfiles de los clientes, de
donde resulta una reducción en la
competencia de nuevos proveedores,
esto debido a que, al dificultar el cambio,
les resultará complicado atraer a los
consumidores ya establecidos en las
instituciones dominantes. Habría que
señalar que es común que se presente del
sector crediticio en el consumo y
personales, ya que a los clientes no les es
fácil lograr sustituir a su acreedor por otro
que ofrezca condiciones mejores.
Asimetrías de la información
Se da cuando la contraparte tiene mayor
información que la otra, lo cual, implica
que las instituciones corren un mayor
riesgo de impago que tiende a generar un
mayor costo para las instituciones, lo que
se refleja en una mayor tasa de interés.
Economías de Red
Se presenta por el valor que se les da a
los servicios ofrecidos si existe una amplia
utilización de un gran número de usuarios
que puedan usar su red para hacer un
mayor número de operaciones entre ellos.
Por lo que los nuevos competidores se
verán en desventaja al tener un pequeño
número de red de usuarios.
Mercado de dos lados
Este tipo de restricción se encuentra
vinculado con la barrera de economías de
red, dado que mientras más usuarios
tenga la plataforma de servicios y más
comercios acepten sus medios de pago,
el servicio generará mayor valor tanto
para usuario como para comercios. De
acuerdo a la COFECE (2014) para lograr
lo anterior se necesita de plataformas que
requieren no sólo de infraestructura e
instrumentos,
sino
también
de
procedimientos y normas para lograr
transferir los recursos financieros entre
las partes involucradas. Razón por la cual
se traduce en una barrera para los nuevos
competidores.
Como se observa anteriormente con las barreras a la entrada de nuevos
competidores al mercado, es difícil que las instituciones bancarias tradicionales
emergentes les sea muy sencillo competir con las instituciones financieras ya
establecidas, ya que presentan una mayor ventaja en cuanto a economías de
escala, experiencia en el ofrecimiento de servicios, aprovechando su infraestructura
y su diversidad de productos, de igual forma se hace importante la experiencia en
cuanto al cumplimiento de las regulaciones existentes y nuevas.
De donde resulta oportuno analizar que con el reciente surgimiento y aumento de
importancia de empresas Fintech en el sector, algunos aspectos que se consideraba
en la teoría como característica esencial de la estructura de los mercados bancarios,
pueden ya no ser de esta forma. Es en este sentido, las nuevas tecnologías han
permitido que empresas puedan ofrecer servicios crediticios dando la vuelta a las
ventajas que establecieron las instituciones crediticias tradicionales, por ejemplo las
nuevas empresas tecnológicas han permitido establecer sus plataformas a través
de internet, permitiendo romper la barrera a la entrada de costos hundidos al no
contar con una gran infraestructura física, de igual forma pueden crear una
economía de red más grandes al controlar un mayor volumen de información de
datos de sus clientes y de sus productos. Además hasta el momento les han
permitido estar fuera de toda regulación, lo que permite librar la barrera no
económica de los costos asumidos por la regulación y autorización. Sin embargo,
crea una mayor incertidumbre para los ahorradores al no estar protegidos sus
ahorros ante un posible impago de su contraparte. Por lo tanto, además de
considerarse que las Fintech son disruptivas por la nueva tecnología que ocupan,
es indudable que introducen además cambios importantes en la estructura de los
mercados.
El impacto proveniente de nuevas tendencias y cambios, tiene fundamento no sólo
en mejorar las capacidades operacionales, sino también reducir los costos en la
industria, lo anterior de acuerdo a PWC (2016) principalmente porque los Fintech
dan nuevas opciones a los clientes en relación a productos financieros, tales como
analizar datos, procesar transacciones, y de lograr mejores elecciones de productos
y portafolios.
Análisis de la Concentración del mercado crediticio.
La eficiencia en el sistema bancario debe ser primordial, razón por la cual se ha ido
buscando una mayor competencia, lo anterior mediante el incremento del número
de participantes en dicho sector, es decir, de competidores, no obstante, aunque se
han presentado ciertas variaciones, la estructura que se ha mantenido permite
observar una constante concentración en la participación del mercado en unas
cuantas instituciones financieras.
Nicolás López (1993) en su estudio sobre la concentración de los servicios
financieros señala que las operaciones realizadas por los 3 bancos más grandes
presentan el mayor porcentaje, por tal motivo solo se deja un pequeño volumen del
sector a las instituciones financieras restantes, razón por la cual se indica que existe
no sólo una desigualdad y distorsión en el sector, sino también una competencia
asimétrica entre las instituciones bancarias. “Lo sobresaliente del sistema financiero
de México, es su marcada concentración, en una pequeña minoría de instituciones
que son las que captan alrededor de las dos terceras partes del total de las utilidades
obtenidas por el sistema en su conjunto.” (Nicolás López, 1993, p. 127)
Jiménez Bautista (2012) explica que a pesar de la introducción de nuevos bancos
con el fin de lograr una mayor competencia, la banca en el país sigue siendo
concentrada, se hace un comparativo en años inmediatos a la privatización y años
posteriores, donde se presenta que en 1991 el 62.61% de los activos en el sistema
bancario estaba tan solo en manos de 3 grandes bancos que son: Bancomer,
Banamex, y Serfin, por su parte para el año 1994 sí disminuyó la participación de
esos tres bancos, no obstante dicho valor fue un escaso 10%, es decir dichos
bancos seguían concentrando los activos, ahora en 51.89%.
Además, es preciso señalar que, si se toma en cuenta los 5 bancos más grandes
en México, sus participaciones en activos superan el 65% del total, y de acuerdo al
análisis que presenta Jiménez Bautista (2012), dicha participación llegó a su punto
máximo en 2005, año en el cual mantuvieron casi el 81% del sistema; y aunque a
partir de ese año empezó a reducirse, esta disminución ha sido muy reducida, ya
que para el año 2010 se presenta una participación del 73.98%.
Por su parte Rivera y Rodríguez (2008), explican que los 5 principales bancos en el
país mantienen una participación muy alta del total de los activos, además
proporciona datos de concentración mediante el índice de Herfindahl-Hirschman
(IHH), el cual indicó resultados cercanos a 2,000 en la mayoría de los años (19962005).
Hernández y Zárate (2001) explican que el sistema bancario en México presenta
una posición oligopólica, en el cual las empresas más dinámicas que mantienen la
mayor concentración inciden significativamente en la actividad económica, y por
ende representan los más importantes para la mayor parte de la cartera total de
clientes. Por tal motivo, dado dicho contexto oligopólico, ejercen un poder financiero
y económico, razón por la cual pueden determinar factores tales como la tasa de
interés y por consiguiente posibilitar mayores ganancias a la institución bancaria,
esto debido a que pueden lograr satisfacer la demanda de sus productos, por
ejemplo, de créditos minimizando los riesgos.
De igual análoga, Domínguez Blancas y Levy Orlik (2014) describen que si bien se
ha dado la entrada no sólo de bancos medianos y extranjeros, sino también la
constitución de un grupo de pequeños bancos en el país, la realidad es que en el
sistema bancario del país el nivel de concentración permanece relativamente alto;
los bancos denominados C5 (BBVA Bancomer, Banamex, Santander, Banorte y
HSBC) presentan un control de aproximadamente 74% del total de activos
bancarios durante el periodo 2000-2011.
Además, de acuerdo a Rivera y Rodríguez (2008, p. 177) “…desde el punto de vista
institucional, el gran ausente ha sido la agencia de competencia, con consecuencias
que se han agravado por la escasa o nula preocupación de las instituciones
reguladoras por la competencia en la industria”
Ahora bien, lo dicho hasta aquí supone que la industria bancaria ha padecido un
gran proceso de concentración, ello no sólo por la privatización y las nuevas
reformas, sino también por la implementación de las normas de Basilea (I, II, III),
además del incremento de la competencia internacional principalmente por la
globalización financiera. En consonancia con lo analizado con estos autores, la
concentración bancaria en México, prácticamente se ha mantenido y fortalecido
entre los 3 y 5 más grandes bancos del país, de los cuales la mayoría de capital
extranjero.
No obstante, es preciso señalar que los autores señalados han enfocado su análisis
del mercado en su conjunto (activos totales). Sin embargo, con base a la COFECE
(2014) algunos datos que muestran la concentración del sector bancario, así como
del crediticio a partir de diferentes indicadores son:
•
Alta concentración de oferentes: Ello a pesar de que entre 2007 y 2013 se
otorgaron 11 licencias para operar como bancos (A diciembre de 2012 existían
42 instituciones de Banca Múltiple). Habría que señalar que de acuerdo a la
CNBV en el actual sistema existen 48.
•
Concentración de activos: En 2011, cinco instituciones financieras bancarias
concentraron cerca de 72% de los activos del sistema bancario. BBVA Bancomer
21.1%, Banamex 19.3%, Santander 12.8%, Banorte 10.6% y HSBC 8.4%
•
Concentración en servicios: Con base en datos de la CNBV para México, al cierre
de 2013, 74% de los créditos, así como 77% de la captación de recursos del
público en general estuvo concentrada en cinco instituciones. (BBVA Bancomer
22.7, Banamex 17.0%, Banorte 14.2%, Santander 13.5% y HSBC 9.5%)
•
Infraestructura: Cinco instituciones controlaban 85% de las sucursales, 80% de
los cajeros automáticos.
Por su parte este análisis se realiza y presenta únicamente en la cartera total de
crédito y sus componentes. A pesar de ello, así como dichos estudios, para medir
la concentración en el caso que nos ocupa en el sector crediticio se utilizaron para
el periodo 2010-2016 el nivel de concentración de las 3 y 5 empresas más grandes,
de aquí en adelante el C3 y C5 respectivamente, el cual permite observar que parte
del mercado se encuentra concentrado por dichas instituciones. De igual forma se
calculó el índice Herfindahl-Hirschman, así mismo resultó oportuno incorporar el
índice de dominancia, ya que este y el HHI permiten ver si el mercado es
competitivo. No obstante, conviene subrayar, que solo fue aplicado para las
instituciones de crédito tradicionales, debido a que las nuevas empresas
tecnológicas que se enfocan al crédito, no informan a un agente regulador sobre
sus operaciones, así como los montos que prestan anualmente, siendo una limitante
para nuestro actual análisis y no poder determinar el nivel de participación del
mercado de estos nuevos competidores que está rompiendo paradigmas dentro del
mercado de crédito y otros mercados financieros.
Cartera Total
A continuación, se presenta el análisis en función de la cartera total reportada en el
estado financiero del balance general, debido a que es donde se encuentra
establecido en cada institución financiera el monto que ha prestado a terceros a una
determinada tasa de interés, teniendo los siguientes resultados:
Tabla 2
Porcentaje de participación del mercado
Porcentaje
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
BBVA Bancomer
27%
25%
24%
24%
24%
23%
23%
Banamex
16%
16%
16%
16%
14%
14%
14%
Santander
11%
13%
13%
13%
14%
15%
14%
Banorte
12%
12%
13%
14%
14%
13%
13%
Scotiabank
Inverlat
5%
5%
5%
5%
5%
6%
6%
Inbursa
8%
7%
6%
7%
6%
6%
7%
Interacciones
2%
2%
2%
2%
2%
3%
3%
Del Bajío
3%
3%
3%
3%
3%
3%
3%
HSBC Bank
8%
8%
7%
7%
7%
6%
6%
Otros
9%
9%
11%
10%
11%
11%
12%
Total Cartera
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
Elaboración propia con datos del boletín estadístico mensual de la CNBV
Indicadores
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
C3
53%
54%
53%
53%
52%
52%
51%
C5
70%
71%
71%
71%
71%
71%
70%
1366.69
1308.65
1309.59
1300.04
1275.23
1241.05
Herfindahl-
1404.13
Hirschman
Índice
de 0.32
Dominancia
0.29
0.27
0.26
0.27
0.26
0.26
Elaboración propia con datos del boletín estadístico mensual de la CNBV
Donde se tiene que la participación de los grandes bancos respecto al mercado es
muy alta, haciéndose evidente principalmente para el banco predominante
Bancomer que representa un cuarto del mercado. Sin embargo observando
particularmente que la eficiencia en el sistema crediticio debe ser primordial se ha
ido buscando con un mayor incentivo a la entrada de nuevos competidores, no
obstante la estructura de mercado se ha mantenido con una constante
concentración en la participación del mercado en las principales 5 instituciones
financieras.
Las concentraciones de los primeros tres bancos representan el 51% del total de la
participación del mercado lo que representa que aún tienen un gran poder de
influencia dentro del sector. La participación de los 5 bancos más grandes
representa un 70% de mercado, lo cual, demuestra que existe aún una estructura
oligopólica dentro del sector crediticio en México. Ahora bien, en cuanto al índice de
concentración Herfindahl-Hirschman, sigue manteniéndose por debajo de los 1500
puntos, lo cual indica que no existe una concentración tan alta dentro del mercado
crediticio. Confirmando lo anterior mediante el índice de dominancia que se
encuentra más cercanos 0, indicando que los participantes más grandes no ejercen
un poder de dominancia sobre los competidores más pequeños.
Dicho análisis sigue la tendencia de años anteriores aun con la privatización de los
bancos y la liberalización de la entrada del capital extranjero, permitiendo mantener
la misma tendencia de concentración. Se identifica una fuerte concentración de los
tres principales bancos a pesar de la introducción de nuevos competidores, sin
embargo, dado la alta concentración y las barreras a la entrada que imponen los
bancos dominantes les resulta difícil ser competitivos y ganar una parte del
mercado.
Esta falta de competencia hace que las instituciones de crédito destinen los recursos
hacia sectores más seguros, pero menos productivos, lo cual, no permite incidir en
el crecimiento de la economía, por dicha razón se continúa con el análisis de
concentración del mercado crediticio desglosando por los diferentes tipos de
segmento que llegan a destinar los recursos de los ahorradores.
Estimación de índices de concentración por segmento
Crédito al consumo
El crédito al consumo como se vio en la tabla 1, representa los préstamos de nómina,
personales y automotrices, teniendo los siguientes resultados:
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
C3
65.1%
66.3%
64.8%
62.9%
63.2%
62.1%
60.8%
C5
79.4%
78.7%
77.9%
77.6%
77.9%
77.8%
77.4%
HerfindahlHirschman
1788.08 1828.43 1752.65 1682.28 1682.33 1624.64 1596.34
Índice de
Dominancia
0.391
0.395
0.368
0.353
0.355
0.347
0.347
Elaboración propia con datos del boletín estadístico mensual de la CNBV
Se
observa
en
este
segmento
del
mercado crediticio una alta concentración
del mercado por las tres principales
instituciones
crediticias,
llegando
a
representar en el C3 el 60.8% y del C5 un
77.4%, por lo que se tiene que las tres
principales instituciones concentran más
de la mitad del mercado y si se le agregan los siguientes dos competidores apenas
incrementa un 17%. Mientras que el índice Herfindahl-Hirschman se encuentra por
arriba de los 1,500 puntos lo cual nos indica que hay una mayor concentración del
mercado en unos cuantos competidores. Si bien en este se observa una disminución
del índice HHI, es básicamente porque ha aumentado ligeramente la participación
de los pequeños bancos e intermediarios en el mercado. No obstante el índice de
dominancia nos indica que si bien hay una alta concentración del mercado por parte
de los grandes competidores, estos no ejercen un poder de dominancia significativo
para los competidores más pequeños.
Sin embargo, si se observa la tendencia desde el 2010, se muestra que la
concentración de los tres principales bancos ha disminuido ligeramente en
aproximadamente 5%, mientras que la concentración que se presenta desde el
2012 en el indicador C5 se ha mantenido, infiriendo en este caso que parte de la
concentración que tenían las principales instituciones se ha transferido o han
ganado parte del mercado los nuevos y pequeños competidores.
Crédito vivienda
El crédito a la vivienda es principalmente el préstamo que se tiene como garantía
una hipoteca, siendo estos préstamos a muy largo plazo, y a una tasa de interés
moderada dada la garantía que se aplica con el otorgamiento del crédito. En relación
a ello, se presentan los siguientes resultados:
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
C3
64.7%
66.0%
65.2%
64.0%
63.6%
62.6%
62.4%
C5
90.4%
91.0%
91.0%
89.7%
89.4%
88.2%
87.8%
HerfindahlHirschman
2261.41
2055.33
1988.11
1838.62
1788.41
1722.75
1700.72
Índice de
Dominancia
0.513
0.410
0.376
0.311
0.287
0.271
0.264
Elaboración propia con datos del boletín estadístico mensual de la CNBV
Como se observa, se tiene que, en el
segmento de crédito a la vivienda, se
cuenta de igual forma con un alto grado
de concentración por parte de los tres
principales bancos, que en este caso
son Bancomer, Santander y Banorte
teniendo en 2016 un 62.4%, mientras
que con la suma de las siguientes dos grandes instituciones al indicador llega a
alcanzar el 87.8%, siendo estos Scotiabank y Banamex.
De igual forma se tiene que el índice Herfindahl-Hirschman está por arriba de los
1500 puntos, lo cual, nos indica que hay una alta concentración del mercado en
unos cuantos competidores, sin embargo, contrastando el resultado del HHI con el
índice de dominancia se encuentra que hay un bajo poder de dominancia por parte
de los competidores más grandes sobre los pequeños, lo cual nos indica que si bien
el mercado está concentrado los grandes competidores no influyen en las
decisiones de los competidores más pequeños y por tanto en la influencia del
mercado.
Crédito a empresas
Este segmento del mercado es de suma importancia ya que el propósito de los
intermediarios financieros es recolectar los excedentes de dinero de los ahorradores
y destinarlos a proyectos productivos, siendo las empresas que necesitan financiar
dichos proyectos los principales demandantes de este tipo de crédito. Sin embargo,
al ser la tasa de interés muy alta muchas veces se recurre a otras fuentes de
financiamiento como la de proveedores o el sistema bursátil.
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
C3
48.8%
47.7%
47.9%
48.3%
47.9%
48.5%
47.8%
C5
73.4%
71.9%
70.7%
71.6%
70.0%
69.2%
68.0%
HerfindahlHirschman 1258.47 1199.48 1174.56 1201.80 1183.99 1154.75 1128.43
Índice de 0.222
Dominancia
0.195
0.194
0.201
0.217
0.217
0.226
Elaboración propia con datos del boletín estadístico mensual de la CNBV
Dado que las empresas principalmente las PYMES representan un riesgo alto los
bancos prefieren prestar a otros segmentos del mercado como los gobiernos, por lo
cual la concentración de las tres principales instituciones crediticias representa el
47.8% menos de la mitad del mercado. Y sumando los siguientes dos competidores
más grandes de este segmento apenas y alcanza el 68% para 2016.
De
igual
forma
el
índice
Herfindahl-Hirschman,
se
encuentra por debajo de los
1,500 lo cual confirma que hay
una baja concentración del
mercado. Y confirmando que
este segmento no es muy
atractivo para las instituciones crediticias.
Por lo que en este sector se tiene que la concentración del mercado en las empresas
más grandes es más pequeño comparadas con otros sectores, de igual forma las
grandes empresas no ejercen un poder de dominancia sobre las pequeñas.
Crédito a entidades financieras
El segmento de entidades financieras se conforma por los préstamos que se hacen
las mismas instituciones crediticias entre ellas a una tasa de interés interbancaria
TIIE estipulada, y a otras instituciones dentro del sistema financiero.
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
C3
31.4%
43.4%
39.4%
44.0%
45.1%
55.1%
48.7%
C5
43.9%
54.0%
48.5%
59.9%
57.6%
68.2%
66.5%
HerfindahlHirschman
1182.79 1225.87 1350.98 1058.59 1019.65 1501.42 1167.61
Índice de
Dominancia
0.194
0.226
0.304
0.198
0.176
0.461
0.244
Elaboración propia con datos del boletín estadístico mensual de la CNBV
De igual forma se encuentra que la
concentración del mercado del
mercado es muy baja, ya que el C3
apenas representa el 48.7% y el C5
el 66.5% para 2016, a pesar de que
la tendencia desde el 2010 ha
incrementado
en
17%
aproximadamente para el C3 y un
23% para el C5.
Por su parte, el índice Herfindahl-Hirschman se ha mantenido por debajo de los
1500 puntos lo que indica que aún hay una baja concentración del mercado. De
igual forma se observa que el índice de dominancia se encuentra muy bajo,
indicando que no hay dominancia de los grandes competidores sobre los pequeños,
fomentando la competencia en el sector.
Crédito a entidades gubernamentales
En lo que respecta al segmento de entidades gubernamentales representa un fuerte
atractivo para las instituciones crediticias, ya que se considera más seguro prestar
a los gobiernos y dependencias gubernamentales que a las empresas, sin embargo,
este sector no es productivo lo que contradice al objetivo del sistema financiero,
haciendo que el mercado crediticio no sea el motor del crecimiento económico del
país.
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
C3
51.6%
56.2%
55.5%
56.8%
61.0%
61.3%
62.5%
C5
70.4%
77.8%
76.2%
77.4%
80.0%
80.4%
80.2%
HerfindahlHirschman
1409.48 1536.09 1421.04 1469.71 1613.06 1608.82 1590.93
Índice de
Dominancia
0.279
0.302
0.257
0.259
0.294
0.285
0.274
Elaboración propia con datos del boletín estadístico mensual de la CNBV
Con el análisis anterior se observa
que hay una alta concentración del
mercado
de
instituciones
las tres principales
financieras
siendo
Bancomer, Banorte e interacciones
las que concentran el 62.5% de la
participación para 2016, y con la suma
de las dos instituciones siguientes se
tiene el 80.2% siendo un indicador muy alto.
De igual forma el índice de Herfindahl-Hirschman confirma la alta concentración que
hay en el mercado al rebasar los 1500 puntos. Sin embargo, a pesar de una alta
concentracion en el mercado, se puede observar a traves del indice de dominancia
que el poder de los grandes competidores no influye en la competencia de los
pequeños competidores.
Las Fintech como nuevas tecnologías disruptivas del sistema financiero
Los Fintech se encuentran ganando terreno mundialmente y causando efectos
disruptivos a la cadena tradicional de valor. De hecho, el fondeo a través de los
Fintech fue un poco más que el doble en 2015 alcanzando 12,200 millones de
dólares, mientras que en el 2014 era de 5,600 millones de dólares. Actualmente el
financiamiento de las empresas de Fintech ha aumentado a una tasa de crecimiento
anual compuesta de 41% en los últimos 4 años, con más de US $ 40,000 millones
en inversión acumulada. De donde resulta que la innovación financiera y las
empresas Fintech de vanguardia están proponiendo nuevas actividades en el
mercado, cambiando el panorama competitivo y rediseñando las líneas de la
industria de servicios financieros, y con ello eliminando los límites divisorios que
definen a los jugadores en el sector financiero. (PWC, 2016,2017).
Es de gran relevancia que la base de muchas de estas nuevas empresas Fintech
son nuevas tecnologías de sistemas y almacenamiento de datos. Estas nuevas
tecnologías se consideran disruptivas pues propiciarán un cambio radical en
muchas industrias, y particularmente en el mercado financiero.
La importancia de las Fintech en el mercado mexicano cada vez es mayor, pero
persisten retos en el mercado para su expansión, como son la falta de regulación, y
la difusión de las nuevas tecnologías. No obstante, la velocidad, seguridad y
digitalización serán tendencias crecientes para el ecosistema de pagos, situación
que puede impulsar a las Fintech. Lo anterior, sobre todo, por el hecho de que el
sector bancario se encuentra en un entorno en el no sólo se está reduciendo la
lealtad tradicional a las instituciones financieras sino también las barreras de
entrada a terceros, por tal motivo el panorama competitivo es fluido y
potencialmente cambiante. Las instituciones que sean lentas para adaptarse al
cambio podrían perder su cuota de mercado a empresas que no tienen un pedigrí
de pagos tradicional, pero que tienen una masa crítica de usuarios y la conectividad
de red para permitir experiencias de pago que se consideran al menos equivalentes
al status quo. Mientras que la mayoría de los oferentes "usan los rieles" de la banca
tradicional, al hacerlo corren el riesgo de perder el control de la experiencia del
cliente y ceder terreno a los innovadores.
Ahora bien, como señala Dapp (2014) la entrada en el mercado para los nuevos
actores está vinculada con los costos de las licencias potencialmente necesarias y
el desarrollo de la infraestructura. No obstante, a diferencia de los bancos ya
establecidos, los competidores impulsados por la tecnología a menudo pueden
cambiar inmediatamente sus modelos de negocios digitales a las actuales
condiciones de mercado, y sobre todo en función a las preferencias de los clientes
actuales sin tener que realizar costosas inversiones de dinero y tiempo por la
renovación de infraestructura obsoleta o actualización digital. Razón por la cual la
competencia por la tecnología para los clientes y las cuotas de mercado en los
servicios financieros digitales modernas parece estar tomando cada vez más peso,
principalmente en los bancos convencionales centrados en productos y servicios
relativamente simples. Sin embargo, si el banco mantiene un enfoque centrado en
productos más intensivos de consultoría y sofisticados, la exposición ante las
Fintech es aún menor, al menos en la actualidad. No obstante, los bancos
establecidos no deben de confiarse y dejar a un lado la inversión en tecnología, ya
que, sin dudar la innovación de los nuevos competidores también puede intensificar
la competencia en productos bancarios más sofisticados a medio plazo.
Discusión de Resultados
Índice Herfindahl-Hirschman
2400
2200
2000
1800
1600
1400
1200
1000
2010
2011
2012
2013
2014
2015
Credito al consumo
Credito vivienda
Credito a empresas
Credito a entidades financieras
2016
Credito a entidades gubernamentales
Elaboración propia con datos del boletín estadístico mensual de la CNBV
De acuerdo al análisis realizado de la concentración en el mercado se percibe que
existe cierta dominancia de los 3 bancos más grandes (Bancomer, Banamex y
Santander) en relación al crédito total, además como lo afirma la COFECE (2014)
para el cierre del año 2013 los créditos se concentraron en cinco instituciones.
(BBVA Bancomer, Banamex, Banorte, Santander y HSBC), de donde nuestros
resultados al cierre del 2016 demuestra que prácticamente no se han logrado
cambios para disminuir esa concentración, ya que esos mismos bancos siguen
manteniendo la mayor parte de la participación del mercado (71%), a pesar que en
el sistema se encuentran 43 bancos más. Ahora bien, cuando se analiza por
segmento aunque existen pequeñas variaciones en la posición de los bancos, se
detectó mediante los índices de concentración que en su mayoría en los segmentos
hay una concentración de al menos el 50% de 3 bancos, además este porcentaje
aumenta en al menos 66% cuando se incluyen los 5 bancos más grandes. Lo cual
hace evidente que la mayor parte de la participación en este mercado lo mantienen
una minoría del total de los participantes. No obstante, habría que señalar que, si
bien estos porcentajes han ido disminuyendo relativamente en los segmentos del
crédito al consumo, vivienda y a empresas, en los correspondientes a otras
entidades financieras y gubernamentales ha incrementado.
Por otra parte tanto el índice de HHI como el de dominancia nos indican que
específicamente en este sector existe un mercado ligeramente concentrado ya que
en general en los últimos años ha disminuido y mantenido alrededor de los 1500,
que aunque Rivera y Rodríguez (2008) estiman resultados cercanos a los 2000, es
preciso señalar que esta diferencia puede deberse a que en nuestro caso sólo nos
centramos en el sector crediticio; No obstante, habría que señalar que tomando
como fundamento el nivel de referencia de 1500 puntos (marcada con la línea roja
discontinua), podemos notar que en lo que a los segmentos del crédito se refiere
los que mantienen una concentración son los de consumo, vivienda y a entidades
gubernamentales, mientras que en los segmentos de créditos a empresas y
entidades financieras no presentan una concentración. Aunque es preciso
mencionar que nuestros resultados si bien indican cierta concentración, también
señalan que en todos los segmentos no hay una fuerte capacidad de dominio por
parte de las entidades dominantes sobre las más pequeñas.
Sin embargo ello no significa que el mercado crediticio sea totalmente competitivo
y eficiente, pues de acuerdo a otros autores citados anteriormente a pesar de la
incorporación de nuevos bancos con el propósito de lograr mayor competencia en
el sector, este sigue estando concentrado, lo anterior lo demuestra el análisis y los
resultados obtenidos, por ejemplo tanto Nicolás López (1993) como Jiménez
Bautista (2012), los cuales señalan que los 3 bancos presentaban el mayor
porcentaje, lo cual actualmente con las estimaciones realizadas se sigue
manteniendo pues tan solo en el año 2016 el 51% del crédito lo mantienen 3
instituciones.
De igual modo Hernández y Zárate (2001) hacen referencia a la posición oligopólica
del sector bancario, y si bien se han incorporado nuevas reformas, de acuerdo al
análisis se observa que se mantiene ese dinamismo en el sector, ya que existe
cierto poder oligopólico dada la mayor concentración en pocas instituciones, de
donde resulta la incidencia en el poder para establecer ciertas condiciones en los
servicios financieros y con ello seguir manteniendo la mayor parte de la cartera.
Por otro lado, existen diferentes análisis a nivel mundial en donde se prevé que las
nuevas tendencias que traen consigo las Fintech impactarán importantemente en la
competencia en los mercados bancarios, y presumiblemente disminuirán su
concentración. La estimación de ello no puede ser precisa dado que se trata de la
proyección de una tendencia a futuro, además de ser un sector que aún no está
regulado, lo que implica no poder recabar la información suficiente para tal análisis.
Además, dado que es un cambio disruptivo, aún no se puede prever con exactitud
cuáles serán los resultados finales en los mercados. De acuerdo a Dapp (2014)
varias empresas impulsadas por tecnologías que van desde los pagos móviles, una
simple financiación y hasta la elaboración de propuestas de grandes soluciones de
datos, que hoy en día no sólo están desafiando a los bancos establecidos, sino
también están empezando a quitarles a sus clientes relativamente leales a quienes
les ofrecen servicios y productos atractivos.
Dicho de otra manera, se considera que las Fintech y las nuevas tecnologías
pueden significar un cambio, en el sentido de que el balance de poder se puede
inclinar más hacia los consumidores. Esto es, de acuerdo a PWC (2016), las Fintech
no solo aportan soluciones concretas a una base de consumidores cambiante, sino
que también están empoderando a los clientes al ofrecer nuevos servicios que
pueden ser entregados con el uso de aplicaciones tecnológicas.
Por ejemplo, de acuerdo con la encuesta realizada por PWC (2016, 2017), en el año
2015 el 83% de los encuestados de las instituciones financieras tradicionales creen
que parte de su negocio corre el riesgo de perderse debido a la entrada de empresas
Fintech independientes, y para 2016 dicho porcentaje incrementó a 88%. Razón por
la cual las instituciones financieras tendrán que adaptar sus mentalidades para estar
abiertas a las innovaciones de estos startups con el fin de abrazar estos desarrollos
y mantener a sus clientes. De igual modo, PWC (2017) estima que las empresas
Fintech anticipan que podrían obtener el 33% de los negocios de las empresas
establecidas. Además, es preciso señalar que se considera que las industrias
bancarias y de pagos son los segmentos que están sintiendo más presión de las
empresas Fintech.
Por consiguiente, las alianzas con empresas Fintech podrían aumentar la eficiencia
de las empresas establecidas. De hecho, la gran mayoría de los encuestados (73%)
por PWC (2016) calificó la reducción de costos como la principal oportunidad
relacionada con la mayor preponderancia de las Fintech. En este sentido, podrían
simplificar y racionalizar sus procesos, servicios y productos básicos y
consecuentemente reducir las ineficiencias en sus operaciones.
Hay que hacer énfasis en que los nuevos sistemas tecnológicos que traen consigo
las Fintech pueden cambiar la estructura del mercado y por tanto, la dinámica de la
competencia. Por ejemplo, algunas características del mercado que implicaban
economías a escala, economías de alcance o costos hundidos, se considera que
con las nuevas tecnologías puede ser que ya no sean tales. Es de gran relevancia
que la base de muchas de estas nuevas empresas fintech son nuevas tecnologías
de sistemas y almacenamiento de datos. Como un ejemplo de esto se tiene el “cloud
computing”. Con este tipo de tecnología el almacenamiento de datos se vuelve más
barato, pues se ponen los datos en la nube. Por su parte los bancos tienen que
invertir mucho en CPD (centros de procesamiento de datos), estos costos no se
incurren por parte de las empresas Fintech. Así, un costo hundido importante
solventado por los bancos, ya no es necesario que sea incurrido por las Fintech,
sino que se sustituye por una alternativa más barata gracias a las nuevas
tecnologías.
Otro ejemplo puede ser las tecnologías de inteligencia artificial, que permiten
conocer mejor la demanda de los consumidores. Los bancos tradicionalmente
tienen que usar recursos para invertir en promocionar y ofrecer los diferentes
servicios a los clientes, y así encontrar quienes pueden estar interesados en sus
servicios. Con la inteligencia artificial se estaría más cercano a conocer las
preferencias de los clientes.
Además, con las nuevas tecnologías los clientes pueden ser más autónomos en la
búsqueda de los servicios que requieran, lo cual también podría reducir los switching
costs antes mencionados, que es una dificultad que enfrentan los consumidores
para poder comparar entre diferentes oferentes y por tanto es una barrera a una
mayor competencia en el sector.
Conclusiones
A pesar de la evolución de la estructura del mercado crediticio en la que se ha
observado fusiones y adquisiciones de las grandes instituciones a las pequeñas, y
del objetivo que se ha encomendado al sistema crediticio y financiero en México, se
tiene que las barreras a la entrada que presenta el mercado hacen que la
competencia se concentre en unos cuantos competidores, dado el grado de
especialización así como de capitalización que se requiere para llegar a competir
con las instituciones financieras ya arraigadas en el mercado.
No obstante, se considera que el entorno competitivo ha cambiado tanto por los
cambios en las preferencias de los consumidores, como por aspectos tecnológicos.
Razón por la cual, mientras que antes la competencia se daba entre competidores
locales, ahora son globales, e involucrados hacia las nuevas tendencias. De donde
resulta no sólo la oportunidad de mejorar la eficiencia operativa sino también de
responder a las demandas de servicios más innovadores, y con ello la incorporación
en el sistema a los Fintech, enfocados en las plataforma tecnológicas p2p, cuyo
funcionamiento consiste en reunir en una plataforma tanto a los ahorradores como
a los demandantes de financiamiento, permitiendo abaratar costos, lo cual, hace
que algunas barreras al entrada de este sector no sean aplicados a estas nuevas
empresas, dando como resultado romper el esquema actual de las entidades
financieras principalmente por su flexibilidad y rapidez. Por tal motivo debe
considerarse que los nuevos entrantes son competidores de la banca tradicional,
pero también son empresas con las que los bancos pueden querer colaborar o
fusionarse. Sin embargo, el principal debate que se tiene actualmente es la de darle
certeza jurídica a este tipo de operaciones financieras para que tanto ahorradores y
prestatarios cumplan con los contratos legales estipulados.
Hay que tener en cuenta que esta es una tendencia que se da a nivel mundial, y de
la que los inversionistas y los bancos están de hecho muy al pendiente, aún se
especula sobre cómo evolucionará el sector y respecto a los cambios concretos que
tendrán los mercados. Las empresas Fintech han ido de hecho ganando terreno en
el mercado internacional y han ganado participación en el mercado mexicano. Los
bancos tradicionales las ven como competidores potencialmente importantes en
algunos segmentos, además de reconocer que la demanda ha cambiado y que no
pueden quedarse fuera de esta tendencia.
Se prevé que estas empresas pueden poco a poco ir ganando terreno y
participación a los bancos a nivel mundial, esta tendencia es observada por
consultoras internacionales como Accenture (2015), PriceWaterhouseCoopers
(2016,2017) y Kantox (2014).
Establecer en qué medida puede ocurrir esto en México entra en un terreno
prospectivo, aunque hay algunas estimaciones. De acuerdo a la Revista Expansión
(2016), México tiene el mayor número de startups en el sector Fintech en
Latinoamérica. Además, la inversión crece: de acuerdo con un análisis de la Latin
American Private Equity and Venture Capital Association (LAVCA), en México se
invirtieron 40 millones de dólares (mdd) en la industria financiera tecnológica en
2015.
De acuerdo a la Revista Expansión (2017), el potencial de que México se convierta
en un competidor líder en el sistema financiero global, al lado de Estados Unidos,
Reino Unido y China, es real si resuelve los dos principales desafíos que enfrenta
desde su origen: la colaboración con las instituciones financieras tradicionales -a las
que podría quitar casi un tercio del mercado- y la necesidad de una regulación que
determine las reglas para las empresas y proteja a los usuarios de las 13 divisiones
del sector que operan en el país, desde plataformas de crowdfunding y bitcoin hasta
sistemas de pagos electrónicos.
El surgimiento de nuevas Fintech y su cada vez mayor importancia en el mercado
está haciendo que muchos bancos busquen ya sea desarrollar su propia estrategia
digital, o asociarse con las Fintech. De esta forma, las Fintech están impulsando
que los bancos mejoren sus ofertas tradicionales.
Sin embargo, las asociaciones con las Fintech no van sólo encaminadas a reducir
los costos. Las empresas establecidas que se asocien con las Fintech podrían
ofrecer una oferta diferenciada, mejorar la retención de clientes y aportar ingresos
adicionales. Esto ya ha venido ocurriendo en la actividad de pagos donde existen
Fintech que generan ingresos adicionales a través de pagos más rápidos y más
fáciles y transacciones de cartera digital.
La asociación conjunta es una manera fácil y flexible de involucrarse con una
empresa de tecnología y aprovechar sus capacidades dentro de un entorno de
prueba seguro. Al asociarse con las empresas Fintech, las empresas establecidas
pueden fortalecer su posición competitiva y traer soluciones o productos al mercado
con mayor rapidez. Además, esta es una manera eficaz tanto para las empresas
establecidas como para las Fintech de identificar los desafíos y oportunidades, así
como para obtener una comprensión más profunda de cómo se complementan entre
sí.
Algunos cambios que se observarán en los mercados de crédito como consecuencia
de estas tendencias son los siguientes:
● Puede existir un aumento de los préstamos entre pares, (P2P), esto es, sin
necesidad de intermediarios
● Se prestarán servicios y brindando soluciones para consumidores que
tradicionalmente han estado subatendidos por los bancos
● Se puede experimentar una mejora en la toma de decisiones para el
otorgamiento de créditos
● Los bancos integrarán soluciones tendientes a simplificar las operaciones
● Se pueden llegar a una mayor sofisticación en los métodos para obtener,
involucrar y retener a los clientes
● El surgimiento de herramientas autoservicio
● El movimiento hacia canales no físicos o virtuales, incluyendo canales
móviles
● Avanzar hacia procesos de aplicación de productos simplificados para
mejorar la experiencia del cliente
Por otra parte, el cambio que están trayendo las Fintech al mercado va más allá, y
se piensa que será más bien un cambio en la cultura de negocios en el sector
financiero. De acuerdo a PWC (2016), las empresas del sector financiero que
deseen prosperar en el futuro necesitarán cambiar su pensamiento para satisfacer
mejor las necesidades de los clientes, realizar un seguimiento constante de los
desarrollos tecnológicos, comprometerse agresivamente con los socios externos e
integrar la digitalización en su ADN corporativo.
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